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JUSTIFICACION

Los problemas que enfrenta la población pobre en el sector salud, son multidimensionales
en nuestro país Honduras: pasan por la falta de satisfacción de las necesidades básicas hasta
la pérdida de los valores humanos, morales y espirituales que redundan en una pobreza
generalizada y estructurada. En este sentido, las soluciones tienen que ser articuladas entre
los distintos sectores, con el protagonismo fundamental de la población pobre como sujetos
de su propio desarrollo.

En este contexto de pobreza estructural, las condiciones de salud que afectan a la población
pobre están asociadas a comportamientos socioculturales, falta de ingresos en los hogares,
deficiente nivel educativo, limitadas oportunidades laborales, calidad y cobertura en los
recursos humanos en salud, estilos de vida; aspectos que a su vez inciden en el nivel de
desarrollo humano que caracteriza a los hondureños.

Dos de cada tres hogares en el país son pobres. Dentro del total de casi 1.3 millones de
hogares, un 63.6% (equivalente a 800 mil hogares) son pobres, ya que sus ingresos se
encuentran por debajo del costo de una Canasta Básica de Alimentos29. En las áreas
rurales, la incidencia de pobreza alcanza el 70.2% de los hogares, mientras que en el área
urbana se estima en un 56.3%.

En términos de población, el 70.5% de los habitantes del país son pobres, esto significa que
hay 4.5 millones de personas cuyos ingresos mensuales no les permiten cubrir el pago de
una Canasta Básica de Alimentos, y de estas personas, 3.3 millones (51.7%) viven en
extrema pobreza. Esta relación es más acentuada en el área rural, pues en ella dos de cada
tres personas viven en extrema pobreza, lo cual representa el 65.5% de total de la
población.

Si actuáramos en el rol de presidente de la República de Honduras tomaríamos cierto


protagonismo y cobertura en los diferentes sectores de vital importancia para poder mejorar
el sistema salud de nuestro país. Uno de ellos es la problemática educativa de la población
hondureña que se caracteriza por altos índices de analfabetismo y reducidos niveles de
escolaridad. El analfabetismo sigue siendo un problema importante, ya que la situación no
ha mejorado entre 2001 y 2004: 19 de cada 100 personas no sabe leer ni escribir, es
necesario educar a la población para concientizar sobre la problemática de salud y mejor el
estilo de vida

También mejoraríamos la parte ambiental, ya que un ambiente saludable no es un


privilegio, sino un derecho humano fundamental, que ayudaría a mejor nuestra salud en
todos los aspectos. Sin embargo, gran parte de la población adolece de enfermedades
causadas por la contaminación ambiental. Tradicionalmente, al manejo del tema ambiental
en salud no se le ha otorgado la importancia que amerita de cara al impacto negativo que
los determinantes ambientales tienen sobre la salud de la población. Esto, aun a pesar de
sus implicaciones en la reducción de la vulnerabilidad individual y colectiva ante los
riesgos de enfermar y morir. Adicionalmente, ante una débil función de rectoría y
regulación por parte de la Secretaría de Salud, el manejo adecuado del ambiente se vuelve
más complejo, ya que trasciende los ámbitos que tradicionalmente son de la competencia
del sector salud.

A parte como presidente invertiría en el sector salud en infraestructura, ya que los centros
asistenciales no se dan abasto. Incentivaría el personal de salud, aquellas personas que
cumplen realmente su labor profesional. Las enfermeras auxiliares representan el recurso
más numeroso que presta servicios en las instituciones de salud pública. Cuentan, en
promedio, con seis a nueve años de educación básica y dos años de capacitación en escuela
de enfermería. Son las que en gran medida brindan la atención hospitalaria y en las que
descansa casi el total de la atención primaria de los centros de salud urbanos y rurales.
Recae también en ellas la tarea de recolección de los datos que constituyen la fuente de
información primaria que alimenta el sistema de información estadística de la Secretaría de
Salud. La infraestructura hospitalaria y de los centros de salud es deficiente, los servicios
no son de la calidad y cobertura requeridas y, en encuestas recientemente realizadas43, la
percepción de la calidad de la atención por parte de los usuarios no es buena. Algunos
centros públicos datan de principios del siglo pasado y requieren fuertes inversiones en
infraestructura y equipo para proporcionar los servicios en condiciones óptimas y exentas
de riesgo. El mantenimiento ha sido escaso y ha motivado el constante deterioro, tanto de la
infraestructura como del equipo.
También ampliaría cobertura en los diferentes centros asistenciales, surtiéndolos de
medicamentos para que le den una atención de calidad a las personas de bajo recurso
económico. La Secretaría de Salud dispone de 28 hospitales, agrupados en los niveles
Nacional, Regional y de Área; 32 Clínicas Materno Infantiles (CMI); 252 Centros de Salud
con Médico y Odontólogo (CESAMO); 1058 Centros de Salud Rurales (CESAR); 4
Clínicas Periféricas de Emergencia (CLIPER), y 14 Consejerías de Familia especializadas
en el manejo de la violencia intrafamiliar. Los hospitales están clasificados en tres grupos:
a) hospitales nacionales (6), b) hospitales regionales (6) y c) hospitales de área (16). Los
hospitales de nivel nacional son de referencia de un primer nivel de complejidad; mientras
que los hospitales regionales y de área son de un segundo y tercer nivel de complejidad,
respectivamente, ya que proveen usualmente los servicios básicos asistenciales que
comprenden: hospitalización (medicina, cirugía, pediatría, obstetricia y ginecología),
consultas externas y emergencias.

Gestionaría campañas a la comunidad en sí, promoviendo nuevos modelos de gestión para


la implementación de programas de prevención de riesgo de enfermedades y promoción de
la salud. A nivel hospitalario, se han constituido Comités de apoyo, como asociaciones
apolíticas sin fines de lucro con personería jurídica, que agrupan en su seno a personas
naturales y personas jurídicas nacionales y extranjeras del sector público y privado. Entre
sus fines consta el mejoramiento de la estructura física, mantenimiento del equipo y realizar
auditorías sociales. Si actuaríamos en el rol de presidente, serian muchos los logros por
realizar.

BIBLIOGRAFIA
 FERNÁNDEZ DE PINELO, T. Y OTROS: “Condiciones de Trabajo y Salud”. INSHT. Barcelona,
1987.
 http://www.bvs.hn/Honduras/pdf/Politicas_Nacionales_Salud-
Honduras_Plan_Nacional_2021.pdf

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