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54 - ConferenciadeMiguelÁngelCornejo
54 - ConferenciadeMiguelÁngelCornejo
El liderazgo, para mí, ha sido un tema y una pasión. Empecé a investigar el liderazgo
en 1966 –o sea que ya han pasado más de 27 años- y le he dedicado gran parte de mi vida
profesional.
¿Por qué es tan importante el tema del liderazgo?¿Por qué me atrajo tanto?
Jóvenes, ¡la historia de la humanidad está escrita por los líderes!
Si Uds. quieren tener una visión de la humanidad de una comunidad, tienen que ver a
los líderes, porque líder es aquel que conduce a otros a un fin determinado. Esto puede ser
bueno o malo.
El año pasado me encontraba en la China comunista, en un cantón, veía el campo
totalmente labrado, sin un centímetro sin labrar, pero al estilo de los fenicios, es decir con
arado de madera con bueyes adelante y atrás también... el sueño hecho realidad de la
guayabera en nuestro país.
Sabemos que Taiwan es una pequeña isla de Formosa, frente a China Comunista, está
habitada por los mismos chinos con la única diferencia que ellos ganan $50 más de lo que
ganan en China Comunista, un país en donde el 90% de su clase social es media, una
nación que por los años de 1948, cuando fue fundada, era realmente una isla de
pescadores y ahora es toda una potencia mundial. Es la misma raza, los mismos
acontecimientos históricos, pero la única diferencia –entre unos y otros- han sido los líderes
que los han dirigido.
Y así encontramos que las naciones, algunas sumergidas en crisis, en la pobreza y en
la miseria han sido el resultado y el fruto de yerro de sus líderes, que se han equivocado.
Platón en el año 428 a.C. decía “todo se le perdona a un líder, menos que se
equivoque”
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Contador Público egresado de la Escuela de Comercio y Administración del Instituto Politécnico
Nacional. Ha cursado diversos programas de especialización en el campo de la Dirección de
Empresas y de Productividad. Consultor de empresas en áreas de alta dirección, productividad y
liderazgo. Investigador sobre estos temas en más de 70 países en los cinco continentes, es autor de
27 libros, todos ellos éxitos editoriales. Autor de Excelencia Corporativa para lograr la productividad;
Liderazgo de Excelencia; Dirección de Excelencia; El poder transformador –Los secretos de los
líderes de Excelencia. En 1988 el Centro de Investigaciones sobre la libre empresa, le otorgó el
nombramiento del “Hombre de México” en reconocimiento de su calidad humana y su trascendente
labor educativo; Líder del año, en 1991, reconocimiento otorgado por la Organización de Líderes
Juveniles; 1992 el Comité de Excelencia Europea, le concedió el Gran Premio Europeo a la
Excelencia por sus aportaciones en el campo técnico y social de la excelencia a nivel internacional.
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llegar nosotros. Es decir, la familia, el medio, el cuerpo... todo eso, no tiene remedio. Cada
quien tiene que aceptar –quiera o no- el lugar que le tocó.
Definitivamente, no podemos hacer nada con la determinante circunstancial que nos
tocó.
buenos somos más que los malos, nada más que los malos hacen algo y los buenos
estamos sentados esperando a que las cosas mejoren.
El compromiso es lo que hace la gran diferencia entre una persona y otra.
¿Cuál es el origen de los héroes? … el compromiso.
¿Qué da origen a un héroe? … el compromiso.
Hay una gran diferencia entre compromiso y estar involucrado, es una sutil pero
enorme diferencia. La gente, la gran mayoría de la humanidad vive involucrados mas no
comprometidos.
El líder llega a trascender su tiempo cuando se compromete.
Les voy a dar un ejemplo muy sencillo, no sé si Uds., de casualidad, en alguna
ocasión, han comido huevos con jamón. Vamos a imaginar que, mañana por la mañana, en
honor a esta charla, todos los que están presentes vamos a desayunar huevos con jamón.
Cuando tengan el plantillo frente a Uds. véanlo, obsérvelo, para el jamón que tenemos allí,
el cerdo se tuvo que comprometer porque se murió para que nosotros pudiéramos tener el
jamón, en cambio la gallina nada más se involucró. La gallina nada más puso los huevos y
se fue.
Les pregunto jóvenes ¿cuándo una mujer da a luz, se compromete o se involucra?
Obviamente que ella se compromete, porque está dando la vida, está arriesgando su existir,
su vida para dar a luz a un ser humano. Cuando ella entra al quirófano, cuando ella es
atendida por el ginecólogo, por el partero o partera, definitivamente, el riesgo de muerte es
elevadísimo. Ella sí está ofreciendo su vida, su cuerpo entero se está desangrando en ese
momento para poder dar a la luz un ser humano. En cambio ¿el marido que pusó? … ¡No
me lo digan! Yo lo sé.
Esto no es una ironía sino que es cierto, en nuestro país el 50% de las madres
mexicanas son solteras. Esto significa que en esta nación tenemos mucha madre y poco
padre. Siempre lo habíamos dicho al revés… Tenemos que empezar a cambiar algunos
conceptos.
Obviamente, en sus estudios, en sus trabajos –jóvenes- de hoy en adelante “échele
jamón “.
El líder se compromete… si alguien en la puerta te dice: “deja este coloquio, deja
Pro-líder, deja tu novia, deja todo y … sígueme”. ¿Ustedes qué harían, qué dirían?…
Díganme si no es impresionante, si para comprometer a un seguidor no tuvieron que crear,
realmente, un gran compromiso sobre ellos.
Una señora Golda Meyer, que Uds. recordarán, una mujer que llevó a una gran
cantidad de judíos en todo el mundo para que le siguieran en su sueño de edificar una
nación, que es Israel.
Podemos pensar en la gente que arrastró y siguió a Gandhi, o la gente que arrastró
Luther King, asesinado en 1968.
Todos los grandes líderes han tenido seguidores ¿por qué?
Hay una cosa que es fundamental y esencial que Uds. tienen que conceptuar
claramente:
¿qué es más importante el líder o los seguidores?
Imagínense que hay alguien que diga: “aquí hay un líder, pero no tiene un solo
seguidor”. O alguien que diga “aquí estamos todos, pero no tenemos para adónde ir”.
Señores, esto es como la gallina y el huevo, el líder y el seguidor son
fundamentales, son vitales. Un grupo sin líder, definitivamente, no llega a ningún lado. Y,
obviamente, un líder sin seguidores tampoco puede lograr nada; porque la obra no la hace
el líder. El líder señala la estrella. El líder enseña el sendero. El líder es la guía, pero –
definitivamente- los que hacen la obra, los que verdaderamente hacen la obra todos los
días es, precisamente, el seguidor.
Cuando yo llego a dar mi conferencia a cualquier parte del mundo y entro a un hotel,
por importante que yo sea, cuáles son las primeras manos que me tocan al entrar a ese
hotel ¿las del director, las del dueño? o me tocaron las manos de un botones, de un
maletero. .. ¿Cuando llego a un restaurante quién es el que me atiende el dueño del
restaurante o me tocan las manos de un mesero? ¿Cuándo se produjo este vaso de vidrio,
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quién lo hizo, qué manos hicieron posible la calidad de este vaso?… Realmente, la hizo el
seguidor. Obviamente el líder es vital y fundamental pero el seguidor también lo es. Son un
binomio que no se pueden separar en ningún momento, no puede haber dicotomía.
Piensen Uds. un momento –sean creyentes o no- cuando uno estudia el mundo del
liderazgo, obviamente hay un líder que es un “parte aguas” histórico, un líder que marca la
historia, que la divide en dos. Es tan poderosa su influencia como tratar, por ejemplo, de
imaginar que dijeran “México antes y después de Don Fidel”, por darles una idea.
Obviamente, les estoy hablando de Jesucristo un líder que es un “parte agua” histórico,
analicen Uds. qué fue lo que hizo. ¿Fundó alguna universidad?¿Liberó a Israel del poder
romano? ¿Realmente fundó algún centro de estudios bíblicos-evangélicos en aquél
entonces?
¿Qué fue lo que hizo?
¿Escribió algún libro? NO
¿Fundó alguna universidad? NO
¿Liberó a Israel del poder romano? NO
¿Qué fue lo que hizo?
Ejerció su liderazgo durante tres años, entrenó a sus seguidores durante tres años,
comprometió a sus seguidores durante tres años y a los tres años … se fue. Les dijo: “ahí
me reportan resultados”, les dejó el fax y se fue.
Pero han pasado dos mil años y la obra del líder sigue en marcha, lleva –
aproximadamente- mil millones de seguidores, una quinta parte de la humanidad sigue esa
corriente de pensamiento.
Entonces, ¿qué sucede?
El líder, realmente, se tiene que basar en sus seguidores y tiene que aprender a
comprometerse.
Por eso, el planteamiento que les traigo en el día de hoy es, precisamente, el tipo de
líder que se requiere. Un nuevo documento inédito que ha sido pensado precisamente para
los jóvenes, por eso quiero hacerles una proposición a esta comunidad, quisiera tomar este
foro para proponérselos en esta tarde a cada uno de Uds. El documento y el pensamiento
–reflexión se llama se necesita un idealista.
En una reunión –obviamente no puedo decir nombres- había políticos de gran primer
nivel de nuestro país y uno de ellos me dijo:
- Miguel Ángel a mi me gustaría ser idealista. ¿cómo lograría yo ser idealista?
Le respondí:
- En Comercial Mexicana ya se acabaron, ya no los puedes encontrar ahí.
En ideales hay que entender toda su dimensión para que podamos, realmente,
comprender qué es un idealista.
¿Qué es un idealista? ¿Cómo se logra ser un idealista? ¿Por qué se necesita, hoy
más que nunca, en México, en nuestro tiempo y hacia un futuro inmediato, idealistas
en esta Nación?
Idealista es aquel que comprende que su misión inicia donde su responsabilidad
termina. Repito:
Idealista es aquel que comprende que su misión inicia donde su
responsabilidad termina.
Fíjense el planteamiento que les voy a dar:¿qué significa la libertad?
La libertad, según la Real Academia Española significa: la capacidad de decisión, de
albedrío por el cual se puede decidir cualquier cosa. Es el gran secreto, el don más
importante de la humanidad, el don más sagrado de la humanidad.
El peor pecado que se le puede cometer a una comunidad es privarla de su libertad.
La libertad, pues, es albedrío de decidir sí o no. Lo dice la Real Academia Española
dentro de sus ochenta y tres mil vocablos de la lengua. Y, además, es asumir las
consecuencias de la misma decisión. Eso es precisamente la libertad: albedrío y
responsabilidad.
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Miguel Hidalgo, la pasaba muy bien el cabrón, estaba tranquilo, tenía su chocolatito,
su changuito al lado, ¡sensacional! Qué tenía que ver con la miseria del indio mexicano, no
es su responsabilidad, por qué no se queda tranquilo. Y el hombre ofendido, el hombre
lastimado por el dolor humano, el hombre que se siente humillado, lacerado ante la miseria
y el abandono de ese indio, se levanta como paladín.
Qué tenía que ver Francisco Madero, un hombre con doscientas cincuenta mil
hectáreas, millonario, un hombre que no tenía necesidad alguna, de involucrarse con un
sueño de democracia, que por cierto (entre comillas) “todavía no lo logramos”. Cuando se
fue a San Antonio a refugiarse, su papá le dijo: - Mi querido Panchito, bájate. Te van a
matar... y efectivamente, lo mataron.
Qué tenía que ver Gandhi, un hombre que utilizaba levita y cadenas de oro, que
estudiaba en la Universidad de Londres, que pertenecía a las castas pudientes de la India,
andar precisamente buscando la libertad de esa nación. ¿Cuál era su responsabilidad? No
era su responsabilidad, pero asumió su responsabilidad.
Winston Churchill decía: “si un ciudadano del Imperio Británico es responsable,
trabaja correctamente, paga sus impuestos, pero no hace que nada mejore en su tiempo, es
un ladrón auténtico” porque se consumió en la humanidad, no aportó nada a la humanidad,
no transcendió genética e históricamente a su tiempo, no hizo que nada mejorara.
Piénselo, Uds. que son adictos a la estadística y al análisis traten de sacar un
sumario de lo que una persona a los 70 años, cuántas toneladas de alimento consumió,
cuántos millones de litros de agua se bebió y de otras cosas, cuánto aire no transpiró.
¡Cuántas cosas consumimos en 70 años de existencia, para finalmente preguntarnos cuál
fue el objetivo de que hayamos existido! ¿Cuál fue el objetivo de tu tiempo? ¿Cuál fue tu
determinante circunstancial? ¿Cuál fueron tus ideales, en tu vida? ¿Por qué luchaste en la
vida?
Por eso sir Winston decía: “es necesario hacer lo correcto y algo más”
No solamente tenemos que asumir nuestra responsabilidad, tenemos que asumir,
además, otra responsabilidad... entonces, empieza a surgir el idealismo como tal: el ser
humano que se entrega a una obra porque su sueño va más allá de su responsabilidad. Su
problema no es solamente su casita, su empresa, sus hijos, sus viajes a Europa, sus
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automóviles y chan chan... al final de su vida podrá poner en su epitafio: fulano de tal,
nació, vivió y se murió, consumió y nunca se supo para qué caray existió.
El idealista es el que lucha incansablemente para lograr un sueño, vive
permanentemente la tensión y, no importando el tiempo, sabe que al final va a vencer. Si
muere de él: simplemente murió, nunca fue vencido.
Jóvenes, hay que entender varios elementos fundamentales, en primer lugar qué es
un ideal. Un ideal, en primer lugar, es un sueño. Es un sueño que tiene alguien, pero no
es un sueño muy particular y muy especial, porque el idealista tiene la visión –la gran
cualidad- de ver las cosas, lo que se llama “la visión del líder”, como deberían llegar a ser.
Tiene la facultad de “soñar con los ojos abiertos”.
Todos los seres humanos soñamos, pero el soñar, como lo hacemos usualmente,
sirve de poco. Hay quienes se levanta después de una noche de un sueño enorme, hay
quien se levanta con cara de realización, otro con remordimiento, otro molesto con su vieja,
etc., etc. Tengo un amigo que me dijo que la mujer a las tres de la mañana me dio de
cachetazos porque me vio una sonrisa y dijo “éste no está soñando conmigo, obviamente”
Definitivamente, los que sueñan con los ojos abiertos no tienen ningún problema.
Hay que soñar, como decía Disney, con los ojos abiertos. Por eso decía Disney: “si sueñas
y crees en tus sueños, corres el riesgo poder lograrlos”: Lo dijo Walt Elias Disney que
fundó una empresas que es un parque de diversiones, solo que vende el doble del petróleo
mexicano con la tercera parte de personal, con utilidades y sin la “quina”.
Entonces, jóvenes, primero tenemos que entender algo, el resultado, las grandes
empresas, son el resultado de un gran soñador. Todos los grandes movimientos han
empezado como brisas y han terminado como tormentas. Miguel Hidalgo, en Dolores, en
ese pequeño pueblo de Dolores Hidalgo, convoca a toda su tribu (era un pueblo muy
pequeño, auténticamente una tribu) y se levanta con trescientos tipos, precisamente, para
vencer al ejército realista. Si Uds. no lo saben Miguel Hidalgo viene a ser el héroe de
muchas naciones centroamericanas, porque no fue Abraham Lincoln el que apoyó la
abolición de la esclavitud en América, sino precisamente Miguel Hidalgo quien hizo la
Primera Declaración contra natura de la esclavitud en contra de aquel que quiera privar de
la libertad a un ser humano. Y Miguel Hidalgo se convierte en un paladín precisamente,
porque al vencer al ejército realista, le da la libertad automática a muchas naciones
centroamericanas, las libera del opresor; las libera del tirano que las vino a explotar. En ese
momento se agiganta, pero este hombre tenía un sueño y por ese sueño luchó hasta que lo
pudo realizar.
Hoy lo primero que les quiero proponer, jóvenes, es que tenemos que ser
soñadores. Tenemos que tener un sueño y también tenemos que tener la convicción de
que lo podemos lograr.
Los más grandes hombres de este tiempo –y esto anótenlo muy bien porque es
fundamental- tales como Alvin Tofler, Simon, etc. han coincidido que los dos grandes
hombres –como grandes científicos- que van a pasar al siglo XXI son Albert Einstein y el
otro Karl Jung. Al primero no hay que explicarlo, al Sr. Jung, porque a través de su análisis
del inconsciente colectivo, permite explicar fácilmente por qué las naciones son como son.
Por qué las naciones se comportan en forma tan diferente pasando de una frontera a otra.
¿Por qué es tan diferente Asia, África, América? ¡Porque somos diferentes!
El inconsciente colectivo es muy fácil de explicar y lo voy a hacer en cinco minutos:
Si Uds. ponen una tina de agua hirviendo y avientan una rana, la rana va a salir disparada
porque no está acostumbrada, no está habituada a esa temperatura; pero si Uds. ponen
aquella tina con agua fresca, lanzan a la rana en el agua, la ranita se va a sentir bien
porque está habituada a esa temperatura. Si poco a poco empiezan a calentar el agua y
se empieza a entibiar, la ranita se va a ir habituando, se va a sentir muy a gusto y va a
empezar a nadar crawl , se va a sentir sensacional y si siguen calentando el agua, va a
llegar el momento en que se van a despachar una deliciosa sopa de rana.
Esto sucede porque los seres humanos somos víctimas de la habituidad.
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Se dice que en una conflagración nuclear van a sobrevivir dos especies: las
cucarachas y los chilanos porque ya estamos acostumbrados a la contaminación. Venimos
de Monterrey o cualquier destino de playa, llegamos a la ciudad de México y es espantoso,
a las dos horas nos arden los ojos, pero al mediodía ya estamos habituados. Es la
habituidad total, tenemos hábitos en la vida. Pero, estos hábitos –según Karl Jung- se
vienen creando en un pasado, en una inconsciencia colectiva cultural y se quedan
incrustados para siempre. Por ejemplo, durante trescientos años el inconsciente colectivo
que nos trajeron los españoles fue muy sencillo: el descubridor –por el simple hecho de
descubrir- tenía derecho a la propiedad. Así, si descubría el oro era del que lo había
descubierto, si él veía primero esa tierra, era de él... la había descubierto, si él veía a la
india, era de él... la había descubierto.
Y Uds. se dirán ¿y esto nos afecta actualmente? ...Si nos encontramos una cartera,
allá afuera ¿de quién es? ¿quién la descubrió? Adviertan Uds. una pieza del “inconsciente
colectivo”.
Podemos salir aquí a la avenida, con el movimiento de camiones 2, con el movimiento
de tránsito, y un grupo de personas esperando el camión. Pasen, por favor, y avienten una
moneda grande al piso. Van a ver que todos voltean y el primero que la ve, le pone el pie
encima. ¿de quién es? ... Yo la descubrí.
El inconsciente colectivo va, precisamente, marcando a los pueblos. Por ejemplo, el
Metro de Tokio, es el metro que tiene el record mundial de artículos denunciados como
extraviados y recuperados (94.7). ¿por qué? Porque el inconsciente colectivo del japonés –
cuando se encuentra algo en un tren, en un camión- el haberlo descubierto le dice que le
pertenece a alguien y que sería un honor el podérselo regresar.
Por ejemplo, Uds. llegan al Metro de Tokio y está lloviendo, van a encontrar Uds.
paraguas a la salida. Uds. toman ese paraguas -que es propiedad del metro- y sin ningún
baucher (voucher), ningún vale, sin absolutamente nada... se lo llevan a su casa y al día
siguiente, de regreso, lo vuelven a dejar en su lugar original... Igualito que en la ciudad de
México.
Uds. son los futuros empresarios de esta nación, son los dirigentes de esta nación,
son los futuros políticos. El problema de esta nación no se resuelve con un presidente y un
gabinete... se resuelve con una nueva generación de mexicanos. Tienen que tener un
sueño y tienen que tener libertad.
En este país hay libertad de prensa, yo puedo decir lo que se me pegue en ganas...
pero es la última vez que lo digo. En una entrevista se me preguntó ¿por qué tenemos la
nación que tenemos? Y yo respondí, “tenemos la nación que tenemos por una razón muy
simple, muy sencilla, porque nos ha hecho falta líderes soñadores, líderes que nos vendan
un sueño, que nos convenzan del sueño, que salgan a luchar incansablemente por realizar
un sueño. Necesitamos líderes que crean que lo imposible es posible”. Gran
característica de un líder.
Napoleón, que era un genio militar, en alguna ocasión quería atacar a las tres de la
madrugada, en la mitad del fango, en un terreno pantanoso. Obviamente, sus generales
estaban renuentes, no querían ellos seguir a su general porque sabían que era enfrentar
una lucha muy difíciles en condiciones muy adversas. Napoleón estaba convencido que sí
tenían que atacar. Los mandó a llamar a su tienda de campaña sentó a todo su estado
mayor y les dijo: “Mis queridos generales, quiero que borren una palabra para siempre, una
palabra que solamente los estúpidos y los imbéciles pueden usar, el que la vuelva a usar le
hago Consejo de Guerra y lo fusilo. La palabra que quiero que borren para siempre es i-m-
p-o-s-i-b-l-e. “ -¿Podemos atacar? - Claro, mi general.
¿Qué es un idealista?
Un idealista es un condenado soñador que cree que lo imposible es posible.
Además, usualmente, se disfraza de gente decente y hasta te llega a convencer. El
idealista es algo que requiere una nación. Alguien que sueñe con un país ecológicamente
sano, alguien que sueñe con un país honesto. Alguien que pueda soñar con una policía
judicial decente, con un Ministerio Público ético. Que pudiéramos soñar con tener un
agente de tránsito decente. ¿Tendríamos que soñar? Pues sí.
Imagínate un hombre que te dice tienes que una empresa en donde todos los
adultos se conviertan en niños, donde todo sea de una inocencia trasparente, en donde
todo sea de una fantasía cristalina, que sea un lugar en donde de verdad ser respira
inocencia. Tendrías que buscar un lugar en donde no haya droga, no haya pornografía, no
haya sexo, no haya violencia... Pero ya lo encontré... está en la ciudad de Los Ángeles, esto
es lo que hizo Disney, el gran soñador.
Los hombres que han construido al mundo, definitivamente, no son ni los
economistas ni los genios del razonamiento, sino un grupo de desequilibrados que sueñan
con lograr un mundo mejor y se lanzan a ese sueño, y logran ese sueño.
Imaginen la desesperación de Luis Pasteur –presidente de la Academia de Ciencias
de París- cuando le muestran a un niño de 9 años en los estertores de la muerte, un niño
que sacaba espuma por la boca, víctima de la rabia, y se planta y dice: “a esto lo podemos
vencer”. Otros decían que era imposible, que era voluntad de Dios o que era de la
naturaleza misma, son castigos del cielo. Obviamente, Luis Pasteur era un soñador y lo
pudo lograr, como Tomás Alba Edison que al preguntársele qué le llevaba a hacer su
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bombilla incandescente que le llevó cinco mil uno intentos y el contestaba: “estoy tratando
de atrapar la luz parar guardarla” (qué pensarían de él)
Los soñadores viven permanentemente la tensión y saben que –no importando el
tiempo- al final van a vencer.
Miguel Hidalgo, no murió; Luther King, no murió; Gandhi, no murió sino que
simplemente ellos dejaron su lucha, pero la lucha está viva, el sueño está vivo. Por eso
dice en su epitafio: simplemente murió, pero nunca fue vencido.
En la pirámide de Keops, en Egipto, hay una frase que dice: “El hombre teme al
tiempo, el tiempo teme a las pirámides porque no las han podido borrar siglos enteros”:
Las obras de excelencia y los hombres de excelencia quedan para siempre en la
genética de la humanidad. Posiblemente no le levanten monumentos pero, definitivamente,
los hombres que trascienden a su tiempo, definitivamente, el tiempo no los puede borrar, se
quedan para siempre en la memoria universal de la humanidad; quedan para siempre en la
historia. El derecho de entrar en la historia no se puede comprar, se gana con valores. ¡No
se pasa a la historia por tener, se pasa a la historia por ser.! Por el ser humano que
realmente puede ser lo que debe ser, en su tiempo y en su espacio. El gran desafío de ser.
Por eso es tan importante que Uds., como líderes en formación, que sueñen, que se
lancen a través de sus sueños, que no se detengan, que no les preocupe parecer tan
equilibrados.
Aristóteles decía: si aspiras a hacer algo excelente en la vida, asegúrate un buen
grado de desequilibrio.
Si el día de hoy alguno de Uds. deciden ser excelentes: bienvenidos al club, se
requiere estar algo chiflado porque la excelencia significa algo magistral, extraordinario,
fuera de serie. Mientras que la mediocridad es lo común, lo ordinario, el no esforzarse
nada, el quedarse tranquilo, no exagerar.
Imaginen a Miguel Ángel, diez años boca arriba pintando la Capilla Sixtina, el
hombre, en ese momento, estaba apasionado por lo que estaba haciendo. El líder mira
apasionadamente a su tiempo. Una de las palabras más bellas y hermosas: pasión.
Hay pasiones buenas y malas, pero la pasión –que significa deseo ferviente por
algo- es el origen de todo. Imaginen un Beethoven sin pasión, un Luis Pasteur sin pasión,
un Luther King sin pasión. El Cristo en todas las iglesias en qué escena está representado:
en la Pasión.
Pero qué resulta... cuando somos adultos se nos olvida, se nos adormece la pasión,
se nos convierte en una tibieza total, la vida y absoluta.
Si Uds. quieren ver a los maestros de la pasión observen a un niño. ¿Cómo come
un niño? Con pasión se atraganta ¿Cómo ve la tele? Con pasión. ¿Cómo juega? Con
pasión. ¿Cómo vive su vida? Con pasión.
No se puede ser un gran empresario, un líder, sino se tiene esa fibra interior, esa
fuerza interior tan importante que es precisamente la pasión.
Idealista es aquel que está convencido que lo imposible es posible, tiene el don de
ver las cosas que deberían de ser y sus pies están en la tierra y su mirada está en las
estrella.
Napoleón le decía a sus generales: “un cabo no te va a vender su vida por un
salario, ni lo va a hacer un sargento, ni un mayor, ni un teniente, ni un general... nadie te
vende la vida por un salario. Ellos no vienen por el salario, necesitan al salario. Pero si se
quiere lealtad, si se quiere lealtad, heroísmo, que se entreguen en el campo de batalla,
aprende a tocar el corazón de tus seguidores”.
Hay que aprender a vender estrellas. Hay que aprender que el hombre por hambre
mata –por eso las revoluciones, la tierra fértil son los países muertos de hambre-, pero
muere por una estrella. El hombre muerto de hambre, muerto está, por eso ve en la
revolución una opción de vida, es la única opción que tiene para sobrevivir. Si tu vieras que
tus padres se están muriendo de hambre, si vieras a tus hijos... seguramente estarías
dispuesto a matar. Por eso el revolucionario llena las huestes marginadas donde se está
dando el hambre y la miseria, porque es la tierra fértil.
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Idealista es quien vive comprometido y al final de cada día está cansado y vacío,
pues entrego lo mejor de él mismo, por realizar su ideal.
Jóvenes, les voy a dar un secreto, y si Uds. lo aplican estoy seguro que toda esta
tarde estuvo bien invertida. Les voy a dar el secreto para que nunca vuelvan a estudiar,
para que jamás en su vida trabajen –yo los voy a jubilar desde ahorita- les voy a dar el
secreto para que su transitar sea mucho más ligero y placentero, el gran secreto, para que
realmente podamos lograr que esta vida sea plena y total, que hay que aprender a
disfrutar lo que hacemos.
No me puedo a imaginar a Beethoven diciendo ¡diablos, tengo que componer la
novena sinfonía! O a Miguel Ángel diciendo: “que buen fin de semana y yo tengo que estar
esculpiendo el brazo del mono ese...”
No me puedo imaginar, jamás, que un ser humano que no esté disfrutando lo que
hace pueda hacer algo grande. Como seres humanos tenemos que darnos cuenta que
nuestra vida es para construir, para edificar, para hacer cosas.
Tenemos que aprender a disfrutar... inconsciente colectivo nacional: el viernes a las
6 de la tarde empezamos a resucitar. El sábado pleno, domingo ya comenzamos a decaer
y el lunes...
Tenemos que aprender a vivir apasionadamente. El gran secreto en la vida es que
cuando te digan: descanse en paz, es que ya estás cansado.
Hay que hacer todo en la vida con una pasión total, con una decisión total. La vida
no se repite, no se ensaya, no se puede vivir dos veces la misma vida, ni la misma hora.
La vida tiene que ser vivida con esa pasión enorme y aquí viene el aspecto
sensacional, el preguntarnos ¿por qué debemos superarnos? ¿cuál es el objetivo de
superarnos como seres humanos? Se llama “colegiatura genética generacional”.
El gran secreto japonés es muy simple. idealista es quien sabe que cualquier acción
Obviamente, dijeron los Japoneses -¿de quién vamos a aprender?- Pues vamos a
aprender de los mejores del mundo. ¿Qué dijeron los japoneses? Por favor analícenlo y
ubíquenlo muy bien. Dijeron "muy bien ¿quién tiene diez en acero? Los suecos, entonces
dijeron: el diez sueco se convierte en el cero japonés. ¿quién tiene diez en fotografía? Los
alemanes, entonces el diez alemán se convierte en el cero japonés. ¿quién tiene diez la
industria automotriz? General Motors se convirtió en el Zero japonés¿Quién tiene diez en
motociclismo? La BMW se convirtió en el Zero japonés. ¿Quién tiene diez en la explotación
de petróleo? Los norteamericanos, se convirtió en el Zero japonés. ¿Qué significa ésto?
Ellos partieron de la máxima experiencia: diez y se convirtió en el Zero de ellos. Dijeron
¿qué significa esto? Vamos a elegir a los mejores del mundo para aprender de ellos. Gran
secreto. Vamos otra vez a caminar todos los fracasos para llegar hasta este diez ¿para
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qué? Ya nos abreviaron el camino. Ellos se iniciaron donde el mejor maestro había llegado
y de ahí volvieron a comenzar.
¿Cuál es verdaderamente el secreto para que podamos tener los mejores alumnos
de todo el mundo? Teniendo los mejores maestros, que nos entreguen su diez para que sea
mi cero.
El día 2 de octubre de 1992 en el Foro Joven les decía en la inauguración de
Simposio: “Jóvenes yo el 2 de octubre de 1968 yo estaba en Carteloco, pero Uds. años
después han logrado traer a este foro al presidente de la República y a siete Secretarios de
Estado y, además, dos meses antes los había recibido George Bush para explicarles el
Tratado de Libre Comercio. Ustedes pueden traer a un Gerald Ford, un ex presidente de
una de las naciones más poderosas a hablar con Uds. ¿qué significa? Uds. son una
generación superior a la nuestra, Uds. partieron de nuestro diez y su cero es muy superior a
lo que éramos nosotros, equivalentes a su misma edad.
Veo a muchas personas en esta nación angustiados, comprando los seguros totales,
comprando las mejores herencias para sus hijos y les pregunto tú que estás preocupado
por lo que le vas a heredar a tus hijos, que estás preocupado por el México contaminado,
deshonesto y corrupto , pero, yo te quiero preguntar ¿quiénes han gobernado a esta
nación: chinos, japoneses o franceses? Han sido mexicanos, que muchos de ellos tienen
poca madre y poco padre, que han destruido a esta nación. No te angusties, no te
preocupes por qué le vas a heredar a tus hijos, te pregunto: ¿qué hijos les vas a heredar a
esta nación? ¿cuál es tu herencia generacional?
Lo que hemos construido y destruido a esta nación, somos nosotros mismos.
Tenemos que asumir nuestro compromiso histórico de “entregar tu diez”. Eres maestro
tecnológico... entrega tu diez a tus alumnos; si eres empresario haz de todos tus obreros tu
cero para que ellos crezcan, para que lleven su salario espiritual, su formación como
personal a su hogar y lo irradie a sus hijos, a su esposa, a su entorno.
Idealista es el que sabe que la más pequeña acción en pos de sus sueños, lo
acercan más a sus estrellas.
Espero que esta reflexión la lleven a su inconsciente colectivo.
¿Quieren cambiar de vida, quieren ser superiores, quieren ser triunfadores?
Trabajen en sus hábitos, trabajen en el inconsciente colectivo. Por eso la labor que
tenemos que hacer en todas las Universidades de México y en todas las escuelas de
nuestro país, es crear hábitos de excelencia.
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la ciudad de México, también serán parte de los delincuentes mayores de esta nación y
ellos también son nuestra gente.
En 1814 un hombre llegó y le dijo al Licenciado Quintana Ro: -anote escriba lo que
le voy a decir. Quintana Ro tomó su pluma, escribió y llegó un momento en que le tembló la
mano en la pluma, la aventó y le dijo - “Señor Moreiro, no hay forma que pueda contener lo
que Ud. quiere decir, dígaselo así a los primeros congresistas, diga lo que Ud. está
pensando”.
Moreiro decía: “Nación, no es un estado jurídico. Nación no es una frontera ni una
constitución, Nación es un sentimiento de unión.” Nación es que te duele un ser humano, te
duele la miseria y el abandono porque sabes que ese ser humano es parte de ti.
El año pasado estando en Sydney, un lugar remoto en el mundo donde se dan los
fenómenos más impresionantes del mundo. Las peores tormentas del mundo, los animales
más raros (en Tasmania) y hay una playa en especial, una playa gigantesca que de ella se
cuenta algo... Se dice que durante ocho día la tormenta del mar sobre la playa fue
impresionante, eran olas de 40 metros, la noche última fue un destello eléctrico bestial, fue
abatida la playa. Al día siguiente, por arte de magia, había un silencio sepulcral, el mar
estaba en calman, era una tina hecha paz, pero lo más curioso es que la playa estaba llena
–no quedaba un espacio- de estrellas de mar, no quedaba un solo espacio en donde no
hubiera una estrella de mar. Obviamente, las estrellas estaban agonizando, se estaban
muriendo. Un hombre, al ver ese espectáculo, desesperado, empezó a regresar las
estrellas al mar, una a una las estaba regresando.
Un grupo de pescadores en forma irónica le decía que parara porque eran millones,
no las iba a poder regresar a todas, ni al 10% iba poder salvar. El hombre se reflexionó,
miró la estrella que tenía en la mano y dijo: “está sí va a vivir”, y la volvió al mar.
Cada vez que rescatemos un niño de esta nación, cada vez que rescatemos a un
miserable, esta nación va a vivir. No hay acción pequeña, no hay esfuerzo pequeño para el
idealista. El idealista no tiene límites a su bondad, lo sabe entregar todo, porque cree en su
sueño.
Precisamente pensando en esto, quería darles este mensaje final para que Uds.
pudieran evaluar, y Uds. mismos pudieran unirse a este sueño que queremos realizar en
nuestra nación, en nuestro país.
Este documento que fue preparado hace algún tiempo tiene ese objetivo
fundamental para que Uds. nos ayuden a este sueño que queremos realizar. Tiene un
reclamo a Dios, además:
18
“cuando observo el campo sin labrar, cuando los aperos de labranza están
olvidados, cuando la tierra de quebrada y abandonada, me preguntó dónde estarán las
manos de Dios. Cuando observo la injusticia, la corrupción, el que explota al débil. Cuándo
veo al prepotente, pedante, enriquecerse de la ignorancia y del pobre, del obrero y del
campesino, carente de recursos para defender sus derechos, me preguntó dónde estarán
las manos de Dios. Cuando contemplo a esa anciana olvidada, cuando su mirada es
nostalgia y balbucea, todavía, algunas palabras de amor por el hijo que la abandonó, me
preguntó dónde estarán las manos de Dios. Cuando veo al moribundo en su agonía, lleno
de dolor, cuando observa a su pareja y a sus hijos deseando no verlos sufrir, cuando el
sufrimiento es intolerable y su lecho se convierte en un grito de súplica de paz, me preguntó
dónde estarán las manos de Dios. Cuando miro a ese joven, antes fuerte y decidido y
ahora embrutecido por la droga y el alcohol, cuando veo titubeante lo que antes era una
inteligencia brillante, y ahora harapos sin rumbo y destino, me preguntó dónde estarán las
manos de Dios. Cuando esa chiquilla –que debería soñar en fantasías- la veo arrastrar su
existencia y en su rostro se refleja ya el hastío de vivir, y buscando sobrevivir se pinta la
boca y se ciñe el vestido, y sale su cuerpo a vender, me preguntó dónde estarán las manos
de Dios. Cuando aquel pequeño a las tres de la madrugada me ofrece el periódico, su
miserable cajita de dulces, sin vender; cuando lo veo dormir en la puerta de un zaguán
tiritando de frío, con unos cuántos periódicos que cubren su frágil cuerpecito, cuando su
mirada me reclama una caricia, cuando lo veo sin esperanzas vagar, con la única compañía
de un perro callejero, me preguntó dónde estarán las manos de Dios.
Y me enfrento a él y le preguntó: dónde están tus manos señor, para luchar por la
justicia, para dar una caricia, un consuelo al abandonado, rescatar a la juventud de las
drogas, dar amor y ternura a los olvidados... Después de un largo silencio, escuché su voz
que me reclamó: ¡No te das cuenta que tú eres mis manos! ¡Atrévete a usarlas para lo que
fueron hechas, para dar amor y alcanzar estrellas!
Y comprendí que las manos de Dios somos tú y yo; los que tenemos la voluntad, el
conocimiento y el coraje para luchar por un mundo más humano, más justo. Aquellos,
cuyos ideales sean tan altos que no puedan dejar de acudir a la llamada del destino,
aquellos, que desafiando el dolor, la crítica, la blasfemia, se arengan a sí mismos para ser
las manos de Dios.
“Señor, ahora me doy cuenta que mis manos están señaladas, que no han dado lo
que debían dar, te pido perdón por el amor que me diste y que no he sabido compartir. Las
debo usar para amar y conquistar la grandeza de la creación”.
El mundo necesita de esas manos, llenas de ideales y de estrellas, cuya obra magna
sea construir día a día a forjar una nueva civilización, que busquen valores superiores, que
compartan lo que Dios generosamente nos ha dado y puedan al final llegar vacías porque
entregaron todo el amor para lo que fueron hechas.
Y Dios, seguramente, dirá: “Estas son mis manos”.