Está en la página 1de 14

“Año del Bicentenario del Perú: 200 años de Independencia”

UNIVERSIDAD NACIONAL SAN LUIS GONZAGA DE ICA


FACULTAD DE INGENIERIA AMBIENTAL Y SANITARIA

CURSO: ANALISIS Y TRATAMIENTO DE LA CONTAMINACION DE


LOS SUELOS
DOCENTE: ING. JAIME MARTINEZ HERNADEZ

ALUMNO: BARRIENTOS MAYHUA, DARWIN

TEMA: MONOGRAFIA: “LA MATERIA ORGÁNICA, IMPORTANCIA


Y EXPERIENCIAS DE SU USO EN LA AGRICULTURA”
CICLO: 7 MO “A”

2020
ÍNDICE
1. MATERIA ORGÁNICA ............................................................................................................................. 2
1.1. LA MATERIA ORGÁNICA DEL SUELO ......................................................................................... 3
1.2. LOS MICROORGANISMOS DEL SUELO ....................................................................................... 4
1.2.1. Las Bacterias ......................................................................................................................... 5
1.2.2. Los Hongos ............................................................................................................................ 6
1.2.3. Los Protozoarios ................................................................................................................... 6
1.2.4. Los Nemátodos ...................................................................................................................... 6
1.2.5. Lombrices de tierra ............................................................................................................... 6
1.2.6. Artrópodos ............................................................................................................................. 7
1.3. METODOS PARA ESTIMAR LA INTENSIDAD DE LA ACTIVIDAD BIOLOGICA ......................... 8
1.4. FACTORES QUE AFECTAN A LOS MICROORGANISMOS EN EL SUELO .............................. 10
1.5. EXPERIENCIAS DEL USO DE MATERIA ORGÁNICA EN EL SUELO ....................................... 11
CONCLUSIÓN ................................................................................................................................................. 12

CUADROS
Cuadro N° 1 Clasificación de los organismos del suelo .................................................................... 5

FIGURA
Figura 1 Test de cutizina y celulosa ................................................................................................. 10
Figura 2 Esquema del Método de diluciones sucesiva ................................................................... 10

1
LA MATERIA ORGÁNICA, IMPORTANCIA Y EXPERIENCIAS DE
SU USO EN LA AGRICULTURA

1. MATERIA ORGÁNICA
Los organismos del suelo (biota), incluyendo los microorganismos, usan los residuos
de las plantas y los animales y los derivados de la materia orgánica como alimentos.
A medida que descomponen los residuos y la materia orgánica, los nutrientes en
exceso (nitrógeno, fósforo y azufre) son liberados dentro del suelo en formas que
pueden ser usadas por las plantas (disponibilidad de nutrientes). Los productos de
deshecho producidos por los microorganismos contribuyen a la formación de la
materia orgánica del suelo. Los materiales de desecho son más difíciles de
descomponer que el material original de las plantas y los animales, pero pueden ser
usados por un gran número de organismos (Victor, 2004)

Mediante la descomposición de los residuos y el almacenamiento del carbono dentro


de su propia biomasa o mediante la reconstrucción de nuevas estructuras de carbono,
la biota del suelo tiene una función muy importante en los procesos de reciclaje de
nutrientes y, por lo tanto, en la capacidad de un suelo para proveer al cultivo con
suficientes nutrientes para cosechar un buen producto.

La adición continua de residuos de plantas y otra materia orgánica por medio de su


transformación por los organismos del suelo, proporciona capacidad para la
autorrecuperación de la arquitectura del suelo que ha sido dañada. Las sustancias
pegajosas sobre la piel de las lombrices y aquellas producidas por los hongos y
bacterias ayudan a aglutinar las partículas. Los rastros dejados por las lombrices son
también agregados más resistentes (compactados) que el material que circunda el
suelo debido a la mezcla de la materia orgánica, el material mineral del suelo y las
secreciones de las lombrices. La parte viva del suelo es responsable de mantener la
disponibilidad de agua y aire, proveer nutrientes a las plantas, destruir a los agentes
contaminantes y mantener la estructura del suelo. Esto contribuye a la renovación de
la porosidad mediante los procesos de excavación de túneles y formación de
sustancias pegajosas asociadas con la actividad biológica. Consecuentemente, el
suelo puede almacenar más agua y actuar como sumidero de dióxido de carbono. Los
materiales orgánicos (residuos de plantas) encima y en la superficie del suelo pueden

2
proporcionar el «amortiguamiento» físico contra el impacto de las gotas de lluvia y
la insolación directa. La descomposición de las raíces muertas provee canales
descendentes a través de los cuales el agua puede rápidamente alcanzar los niveles
más bajos de la zona radical. Los meso organismos tales como las lombrices de tierra
y las termitas (macrofauna) crean túneles y canales con el mismo resultado. Si el
suelo ha sido tan mal manejado que la formación de tales macroporos es entorpecida
y paralizada, el ciclo del agua dentro del ecosistema del suelo disminuye en su
efectividad.

En los sistemas de agricultura convencional, si no hay suficiente tiempo y recursos


para la restauración biológica completa que permitan superar los daños causados por
la labranza y el pisoteo del ganado, la fertilidad del suelo declinará y, por ende, su
productividad, evaluada por los rendimientos de las plantas. La restauración de la
porosidad del suelo por medios mecánicos es menos satisfactoria que por medios
biológicos (Evans, 2001)

1.1. LA MATERIA ORGÁNICA DEL SUELO


El humus es una parte orgánica que cumple un papel esencial en el suelo. No existe
una definición de humus con la que todos los especialistas estén de acuerdo; pero, en
general, el término humus designa a las “sustancias orgánicas variadas, de color
pardo y negruzco, que resultan de la descomposición de materias orgánicas de origen
exclusivamente vegetal”. Contiene aproximadamente un 5% de nitrógeno, por lo
que su valor en el suelo se puede calcular multiplicando por 20 su contenido en
nitrógeno total (Gros & Guitierrez, 1992)

El humus tiene efecto sobre las propiedades físicas del suelo, formando agregados y
dando estabilidad estructural, uniéndose a las arcillas y formando el complejo de
cambio, favoreciendo la penetración del agua y su retención, disminuyendo la
erosión y favoreciendo el intercambio gaseoso. Cuando se refiere al efecto sobre las
propiedades químicas del suelo, los autores mencionan que aumenta la capacidad de
cambio del suelo, la reserva de nutrientes para la vida vegetal y la capacidad tampón
del suelo favorece la acción de los abonos minerales y facilita su absorción a través
de la membrana celular de las raicillas. Y en cuanto a su efecto sobre las propiedades
biológicas, favorece los procesos de mineralización, el desarrollo de la cubierta
vegetal, sirve de alimento a una multitud de microorganismos y estimula el

3
crecimiento de la planta en un sistema ecológico equilibrado. Estos efectos de la
materia orgánica también han sido sugeridos por otros autores (Graetz, 1997).

Para (Jhonstom, 1991), la cantidad de humus en el suelo depende de muchos factores,


tales como la incorporación de nuevos restos orgánicos al suelo y su velocidad de
oxidación química y biológica, la velocidad de descomposición de la materia
orgánica existente ya en el suelo, la textura del suelo, la aireación, humedad y los
factores climáticos. Las prácticas de manejo del cultivo también pueden tener un
efecto sobre este parámetro, ya que, por ejemplo, el empleo de abonos minerales
acelera la descomposición de la materia orgánica en el suelo. Esto es una
manifestación del crecimiento de la actividad biológica, que se traduce en la práctica
en una mejora de la fertilidad y, por tanto, de los rendimientos (Gros y Domínguez,
1992).

La materia orgánica en el suelo también facilita los mecanismos de absorción de


sustancias peligrosas como los plaguicidas. Por ejemplo, se sabe que la capacidad
del suelo para adsorber compuestos químicos como clorofenoles o cloroanilinas
aumenta con el contenido en materia orgánica (Vangestel, 1996). La aplicación de
enmiendas orgánicas también aumenta la degradación de fumigantes como el 1,3-D
(Gan, et al., 1998a), bromuro de metilo y el isotiocianato metilo (Gan et al., 1998b)
y disminuye la volatilización de estos tres pesticidas, cuando la enmienda se aplica
en los primeros 5 cm del suelo (Gan et al., 1998a; Gan et al., 1998b). Los pesticidas
con materiales catiónicos son firmemente adsorbidos por los coloides del suelo; en
cambio, con los pesticidas ácidos hay muy poca adsorción, por lo tanto, se concentran
en la solución suelo y en las fases gaseosas (Cremlyn, 1991).

1.2. LOS MICROORGANISMOS DEL SUELO


La descomposición de la materia orgánica es un proceso biológico que ocurre
naturalmente. Su velocidad es determinada por tres factores principales:
• La composición de los organismos del suelo
• El entorno físico (oxígeno, humedad y temperatura)
• La calidad de la materia orgánica
Los organismos y las interacciones entre ellos estructuran la red alimenticia del
suelo. La energía necesaria para todas las redes alimenticias es generada por los
productores primarios: plantas, líquenes, musgos, bacterias fotosintéticas y algas que

4
usan la luz del sol para transformar el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera en
carbohidratos. La mayor parte de los organismos dependen de los productores
primarios para obtener su energía y nutrientes: son los llamados consumidores.
Los microorganismos, tales como las bacterias, y los invertebrados grandes como las
lombrices de tierra y los insectos, ayudan a descomponer los residuos de los cultivos
mediante su ingestión y mezcla con la mineral madre del suelo; en el proceso reciclan
energía y nutrientes de las plantas.
La parte viva del suelo incluye una amplia variedad de microorganismos tales como
bacterias, hongos, protozoarios, nemátodos, virus y algas. Los macroorganismos en
los suelos incluyen vertebrados como los topos e invertebrados (organismos que
carecen de espina dorsal y tienen un exoesqueleto). Este último grupo incluye
artrópodos que varían desde ácaros hasta grandes escarabajos, milpiés, termitas y
lombrices de tierra, caracoles y babosas. Son visibles a simple vista, aunque puede
ser necesario un microscopio o lupa para identificar las especies.
Las plantas, representadas por sus raíces y sus residuos sobre la superficie del suelo,
forman la macroflora del suelo. Los diferentes grupos de organismos del suelo
pueden ser clasificados de acuerdo a sus diferentes dimensiones.

Cuadro N° 1 Clasificación de los organismos del suelo

1.2.1. Las Bacterias


En general, las bacterias descomponen los substratos de fácil uso, los
compuestos de carbono simple tales como las exudaciones de las raíces y los
residuos frescos de las plantas. Los desechos producidos por las bacterias se
convierten en materia orgánica. Este desecho es menos descomponible que el
material original de plantas y animales, pero puede ser usado por un gran
número de organismos. Algunos de estos «descomponedores» pueden
descomponer incluso pesticidas y agentes contaminantes en el suelo. Son
especialmente importantes en la inmovilización y retención de nutrientes en

5
sus células y, por lo tanto, previenen la pérdida de nutrientes de la zona de las
raíces.

1.2.2. Los Hongos


Los hongos descomponen la materia orgánica más resistente, reteniendo en
el suelo los nutrientes obtenidos bajo forma de biomasa de hongos y
liberación de dióxido de carbomo (CO2).
El material menos resistente es descompuesto primero mientras que el
material más resistente, como la lignina y las proteínas, es descompuesto en
varias etapas. Muchos de los productos de desechos secundarios son ácidos
orgánicos; por ello, los hongos ayudan a incrementar la acumulación de
materia orgánica rica en ácidos húmicos, resistentes a una degradación
posterior. Los descomponedores son además importantes para la
descomposición de las estructuras de los anillos de carbono de algunos
agentes contaminantes.
1.2.3. Los Protozoarios
En los suelos agrícolas, los protozoarios son los mayores productores del
nitrógeno disponible para las plantas. Entre el 40 y el 80 por ciento del
nitrógeno de las plantas puede provenir de la interacción predator-presa de
protozoarios con bacterias. El nitrógeno liberado por los protozoarios está
en forma de amonio (NH4+) y de este modo, fácilmente disponible para las
raíces de las plantas y otros organismos.
1.2.4. Los Nemátodos
Los nemátodos tienen aún menor contenido de nitrógeno que los
protozoarios, entre 10 y 100 veces menos que las bacterias o entre 5 y 50
veces menos que las hifas de los hongos. De este modo, cuando hay
nemátodos que se alimentan de bacterias y hongos, el nitrógeno es liberado
como (NH4+), haciendo que el nitrógeno esté disponible para el crecimiento
de las plantas y de otros organismos del suelo.

1.2.5. Lombrices de tierra


Las lombrices de tierra promueven la actividad de los microorganismos
mediante la fragmentación de la materia orgánica y el aumento del área
6
accesible a los hongos y las bacterias. Además, estimulan el crecimiento
extensivo de las raíces en el subsuelo debido a la mayor disponibilidad de
nitrógeno en los túneles (hasta cuatro veces más que el nitrógeno total en la
capa superior del suelo) y a la fácil penetración de las raíces por los canales
existentes.
Los trituradores mastican las hojas de las plantas, las raíces, los tallos y los
troncos de los árboles en pequeños trozos que alimentan a las bacterias y
hongos en la superficie. Los trituradores más abundantes son los milpiés y
las termitas, así como los insectos roedores, ciertos ácaros y cucarachas. Los
trituradores pueden convertirse en plagas de los campos agrícolas atacando
las raíces de las plantas vivas cuando no hay suficiente material vegetal
muerto disponible (Moldenke, 2000)
1.2.6. Artrópodos
Otra importante función de los artrópodos sobre o dentro del suelo es
consumir y competir con varias plagas de las plantas. Cuando está presente
una población fuerte de depredadores, pueden ser controladas las plagas de
las plantas. Pero una población de depredadores puede ser mantenida entre
las apariciones de las plagas si además están presentes otras clases de presas;
este es el caso de una red alimenticia fuerte con alta diversidad.
Los organismos dependen de sus fuentes de alimentación (las cuales a su vez
dependen de la estación) y, por lo tanto, no están uniformemente distribuidas
a través del suelo ni uniformemente presentes todo el año. Cada especie y
grupo existen donde pueden encontrar un suministro apropiado de alimentos,
espacio, nutrientes y humedad. Esas condiciones ocurren dondequiera que
esté presente la materia orgánica; por lo tanto, los organismos del suelo están
concentrados alrededor de las raíces, en los residuos, en el humus, en la
superficie de los agregados del suelo y en los espacios entre esos agregados.
Por esta razón, son más abundantes en las áreas forestales y en los sistemas
de cultivos que dejan una gran cantidad de biomasa sobre la superficie del
suelo.
La actividad de los organismos del suelo sigue un modelo de desarrollo
estacional, así como también un modelo de comportamiento cotidiano. No
todos los organismos presentan actividad al mismo tiempo. La mayor parte
raramente está activa o inclusive, latente. La disponibilidad de alimentos es
7
un factor importante que influye en el nivel de actividad de los organismos
del suelo y, por ende, está relacionado con el uso y manejo de la tierra.
1.3. METODOS PARA ESTIMAR LA INTENSIDAD DE LA ACTIVIDAD
BIOLOGICA
La abundancia y actividad de los microorganismos del suelo pueden estar
influenciadas por la actividad de la fauna del suelo, como ocurre en las praderas
(Bardgett et al., 1993). De las interacciones que ocurren en el suelo, la que existe
entre el microbiota y los invertebrados es una de las más relevantes (Vink y Van
Straalen, 1999). Además de los diferentes grupos que constituyen la fauna del suelo,
los nematodos son los más abundantes, calculándose que existen entre 1,8 y 120
millones/m2 (Kevan, 1970). Estos microorganismos presentan una gran plasticidad
y, por tanto, una gran adaptabilidad que les ha llevado a desarrollar diferentes
funciones dentro del suelo, basadas fundamentalmente en su hábito alimentario y,
por consiguiente, en el lugar que ocupan a lo largo de la cadena trófica. Generalmente
se clasifican en especies bacteriófagas, micófagas, depExisten métodos que permiten
estimar la intensidad de la actividad biológica en el suelo. Diferentes sustratos han
sido usados como material modelo para medir la actividad de descomposición en el
suelo (Velich et al., 1968, Pokorná and Novák 1981, Rychnovská 1987). Así, Velich
et al. (1968) utilizaron una proteína animal regenerada (cutizina) para evaluar la
intensidad de la descomposición del nitrógeno orgánico y la actividad proteolítica
del suelo. Rychnovská (1985) mencionalos resultados de Úlehlová y Hundt, quienes
usaron celulosa (papel filtro) como sustrato y midieron la velocidad de la
descomposición de ésta en diferentes tipos de asociaciones vegetales, hallando que
la actividad celulolítica se incrementaba principalmente con la productividad de la
vegetación, siendo a su vez dependiente de la humedad, temperatura y tipo de suelo
(Stanton 1988).redadores y fitófagas (Zancada y Sánchez, 1994).
Existen métodos que permiten estimar la intensidad de la actividad biológica en el
suelo. Diferentes sustratos han sido usados como material modelo para medir la
actividad de descomposición en el suelo (Velich et al., 1968, Pokorná and Novák
1981, Rychnovská 1987). Así, Velich et al. (1968) utilizaron una proteína animal
regenerada (cutizina) para evaluar la intensidad de la descomposición del nitrógeno
orgánico y la actividad proteolítica del suelo. Rychnovská (1985) menciona los
resultados de Úlehlová y Hundt, quienes usaron celulosa (papel filtro) como sustrato
y midieron la velocidad de la descomposición de ésta en diferentes tipos de
8
asociaciones vegetales, hallando que la actividad celulolítica se incrementaba
principalmente con la productividad de la vegetación, siendo a su vez dependiente
de la humedad, temperatura y tipo de suelo (Stanton 1988). Velich (1986) utilizó
ambos sustratos en el Test de Cutizina y Celulosa (Figura 1) para evaluar la
intensidad de la actividad celulolítica y proteolítica de los
microorganismos en el suelo. En este Test, los sustratos de celulosa (papel filtro) y
proteína (cutizina) son depositados en una bolsa de malla de PVC para luego ser
enterrados a una profundidad de 100 mm. Después de un tiempo determinado de
exposición, las pruebas son recuperadas del suelo, y los sustratos son procesados en
laboratorio. La tasa de descomposición de celulosa y cutizina (mg/g/día) es calculada
según la ecuación de Wiegert y Evans (Meneses, 2005).
Otra forma de estimar la población microbiana del suelo es usando el llamado
Método de diluciones sucesivas (Figura 2), que consiste en tomar una muestra de
suelo, la cual se seca al medio ambiente y se diluye en agua destilada estéril de forma
sucesiva hasta llegar a la más baja concentración.
De esta última suspensión se toman alícuotas que se cultivan en medios de cultivos
específicos para cada microorganismo.
Los métodos cuantitativos y cualitativos de estimación de la actividad microbiana
del suelo pueden ser complementarios. Esto debido a que la cantidad de tejido
microbiano o biomasa no debe considerarse como una medida de actividad, pues
muchas células microbianas pueden estar vivas, pero aletargadas. Por lo tanto, la
actividad biológica del suelo no es un concepto que se pueda definir fácilmente en
términos cuantitativos (Wild, 1992).

9
Figura 1 Test de cutizina y celulosa

Figura 2 Esquema del Método de diluciones sucesiva

1.4. FACTORES QUE AFECTAN A LOS MICROORGANISMOS EN EL SUELO


El suelo es un medio muy complejo, donde se dan innumerables interacciones que
afectan las poblaciones de los organismos que la habitan. Asimismo, los factores
medioambientales pueden afectar directa o indirectamente las poblaciones
microbianas.
Así tenemos que el contenido de humedad del suelo influye en la actividad de la
población microbiana de diferentes maneras, ya que a medida que se va secando el
agua, las películas se hacen más finas y afectan la disponibilidad del agua y las
relaciones osmóticas de las células. Las bacterias (aunque muchas midan menos de

10
1 m de diámetro) parecen tener fácil motilidad en películas sensiblemente más
gruesas a 1 m, independientemente de que puedan desarrollarse con una humedad
más baja. En cambio, los hongos filamentosos y en menor proporción los
actinomicetos, difieren de las bacterias en que sus hifas no necesitan crecer en una
película continua de agua, sino que pueden atravesar espacios abiertos al aire y
pueden realizar sus funciones en condiciones más secas que las bacterias (Wild,
1992).

1.5. EXPERIENCIAS DEL USO DE MATERIA ORGÁNICA EN EL SUELO


El nivel de consumo de las sociedades actuales ha incrementado la producción de
desechos orgánicos que de no procesarse adecuadamente aumenta el riesgo de
contaminación al hombre y el medio ambiente. Según Navarro-Pedreño et al. (1995),
América Latina produce anualmente 3,3 billones de residuos que podrían crear
problemas de contaminación, especialmente de los ríos. Por ello la importancia de
revisar las experiencias que permitan el uso de dichos residuos en la agricultura.
Abad (1993) señala que los ácidos húmicos y fúlvicos tienen un efecto positivo sobre
muchas funciones de la planta, a nivel de células y órganos; por su parte, Kononova
(1970) señala el efecto estimulante de los ácidos húmicos y los fulvoácidos en la
formación de raíces al acelerar la diferenciación del punto de crecimiento. Warman
(1998) encontró que los suelos fertilizados convencionalmente son generalmente
altos en P y K, mientras que los suelos fertilizados con compost tienen un mayor
contenido de C, Ca, Mg, Mn, Cu y Zn.

11
CONCLUSIÓN

Los organismos del suelo de todas las formas y tamaños, desde los microbios hasta la
macrofauna, son de gran importancia para la salud de las plantas y su nutrición ya que
interactúan directamente en los ciclos biogeoquímicos de los nutrientes (Figura 4). Influyen
sobre la humedad y disponibilidad de nutrientes y la movilidad en el perfil del suelo. Ciertas
especies pueden además convertirse en plagas y patógenos debido a un desequilibrio de la
población y dan lugar a una pérdida de interacciones críticas en la red alimentaria del suelo.
Los microorganismos son los responsables de la mineralización y la inmovilización del
nitrógeno, el fósforo y el azufre, entre otros, a través de la descomposición de la materia
orgánica y contribuyen a la gradual y continua liberación de los nutrientes para las plantas.
Por lo tanto, las prácticas agronómicas que influyen en el reciclaje de nutrientes,
especialmente en la mineralización y en la inmovilización, contribuyen a un inmediato
incremento o pérdida de la productividad lo cual es reflejado en la rentabilidad del sistema
agrícola. La aplicación de los principios de la Agricultura de Conservación mejora el hábitat
e incrementa la población de los organismos del suelo, lo cual a su vez resulta en:

❖ La incorporación y reducción de los residuos


❖ El incremento de la actividad microbiana y, por lo tanto, el reciclaje de los nutrientes
❖ La mezcla y la unión de las partículas de suelo
❖ La fijación del nitrógeno atmosférico
❖ El secuestro de carbono (almacenado como carbono del suelo)
❖ La movilización de los nutrientes del perfil
❖ La creación de galerías que mejoran la porosidad, la infiltración y la capacidad de
retención del agua

12
BIBLIOGRAFÍA

Evans, A. (2001). Necesidad de alimentación continua de la biota del suelo. A textbook of


entomology.
Graetz, A. (1997). Suelos y fertilización. Trillas Mexico, 450.
Gros, A., & Guitierrez, A. (1992). Abonos guia practica de fertilización. Mundi-prensa. Madrid.,
450 pp.
Jaffe, B.A., FERRIS, H.Y Y SCAOW, K. M. , 1998 Nematode-trapping fungi in organic and
conventional cropping systems. Phytopatholgy 88, 344-350
Jhonstom, A. (1991). Soil fertility soil organic mater.In: Advances in soil organic matter research:
the impact on agriculture and the environment. Ed. The Royal Society of Chemestry.
Cambridge, 229-314.
Linderman, R. G. 1994. General summary. P. 1-26 In: Mycorrhizae and Plant Health. F.L. Pfleger
and R.G. Linderman (Eds.), APS Press, St. Paul.
Lynch, J.M. 1988. Microbes are rooting for better crops. New Scientist (April): 45-49.
Moldenke, A.R. 2000. Arthropods. Chapter 7 In: Soil Biology Primer. Soil and Water Conservation
Society. Rev. Edition. Ankeny Iowa.
Pauletti, V. 1999. A importância da palha e da atividade biológica na fertilidade do solo. In:
Fertilidade do Solo em Plantio Direto. Resumos de Palestras do III Curso sobre
aspectosbásicos de fertilidade e microbiologia do solo em plantio direto. Passo Fundo. p56-
66.
Victor, P. (2004). Orma. Como la materia organica construye la estructura del suelo, 32-35.

13

También podría gustarte