Está en la página 1de 3

UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO

FACULTAD DE ENFERMERÍA

Ensayo C

ALUMNA: Valera Flores Yajhaira

CURSO: ENFERMERÍA EN SALUD DEL ADULTO III

CICLO Y SECCIÓN: VII “B”

TRUJILLO-PERÚ

2020
“EL PACIENTE TERMINAL”

El paciente terminal es aquel paciente que tiene una enfermedad avanzada,


progresiva e incurable, que tiene un pronóstico de vida generalmente inferior a
seis meses que requiere de "cuidados paliativos" los cuales están destinados al
alivio de problemas físicos, psicosociales y espirituales del enfermo terminal y
las de su entorno.

La familia en el Perú como en otros países es la que debe tener pleno


conocimiento de la situación real de su familiar enfermo y ser informada en el
momento oportuno pues la participación de la familia es muy indispensable
(Bravo, M 2000), pues no sólo para evitar algunos problemas al equipo de
salud o por las implicaciones legales que pudieran generarse, sino como una
manera en que podamos lograr una efectiva comprensión de la situación real
del enfermo terminal y la voluntad de los familiares de proporcionar al paciente
un adecuado sostén de todo orden hasta el fin de su vida. La familia debe
comprender que, sin lugar a dudas, está involucrada completamente en el
problema de su pariente enfermo y que esa situación afecta y compromete a
todos como grupo familiar.

Por otro lado, la familia es quien tiene en algunas oportunidades elige el futuro
de su familiar enfermo cuando este no está consciente, pues esta a veces
considera que si familiar está sufriendo, ya sea conectado a una máquina,
decide desconectarlo, pues el paciente también tiene derecho a una muerte
digna, y sin dolor.

El personal de salud, en este caso el personal de enfermería tiene el principal


responsable y conductor del proceso de cuidado del paciente terminal, pues es
quien está a su lado aún en el último momento de su vida. Más aún, asumir
esta conducción constituye una obligación irrenunciable (principio del no
abandono), y contribuir a mantener el nivel más alto de calidad de vida y
ayudarle a resolver o minimizar sus necesidades, así como brindar apoyo para
que viva tan confortablemente como sea posible y contribuir a que muera con
dignidad.
De acuerdo al código de ética nos menciona que la enfermera(o) en el artículo
37° menciona que se debe brindar atención al adulto mayor sano y/o enfermo
manteniendo su autonomía y su independencia, fomentando su autocuidado
orientado a la mejora de su calidad de vida; esto es importante porque
ayudaremos al paciente a no sentirse inferior y que sepa que aún puede
realizar algunas actividades, estar con su familia, hacer lo que siempre le
gustó, hacerle entender que puede seguir disfrutando de la vida aun cuando
esté en la última parte de esta.

También menciona en el artículo 38° que debemos velar por que la persona en
fase terminal no sea sujeto de encarnizamiento terapéutico, preservando la
dignidad del paciente, demostrando su lado humanismo, pues es posible que el
paciente siga con vida, pero este sufriendo de mucho dolor, entonces es
nuestro deber ver por qué el paciente tenga una muerte digna, sin dolor.

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA

Bravo, M (2000). El paciente terminal. Revista Médica de Chile. Disponible en:


https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-98872000000500015

También podría gustarte