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Comunión con el Padre y el Hijo según una lectura

teológica de 1 Juan 1: 3, 6, 7

Jaime Leonel González Hernández


jaimegonzalez@upeu.edu.pe
Universidad Peruana Unión
Facultad de Teología

Resumen
El presente artículo intenta describir la naturaleza y el alcance de lo que implica el
término “comunión” (koinónia) en el contexto de 1 Juan 1: 3, 6 y 7 y qué implicancias
se pueden desprender de una lectura teológica del texto. La metodología utilizada para
la presente investigación corresponde a un enfoque exegético-gramatical del pasaje
mencionado y de su respectivo contexto (histórico y literario), donde se estudia la
realidad de las circunstancias en las que escribió el apóstol Juan esta carta—y esta
comunión—a la comunidad de creyentes. Luego, se extraen las implicancias
teológicas que subyacen al texto en cuanto a la comunión en el pensamiento juanino,
con la respectiva aplicación del texto para la actualidad.

Palabras claves: Comunión, 1 Juan, Nuevo Testamento, relacionamiento, Padre,


Hijo, exégesis.

Abstract
This article attempts to describe the nature and scope of what the term “communion”
(koinónia) implies in the context of 1 John 1: 3, 6, and 7 and what implications can be
drawn from a theological reading of the text. The methodology used for the present
investigation corresponds to an exegetical-grammatical approach to the mentioned
passage and its respective context (historical and literary), where the reality of the
circumstances in which the Apostle John wrote this letter — and this communion— is
studied. to the community of believers. Then, the theological implications that
underlie the text regarding communion in Johannine thought are extracted, with the
respective application of the text for the present time.

Keywords: Communion, 1 John, New Testament, relationship, Father, Son, exegesis.


Introducción

Entre los temas que se exponen en la primera epístola de Juan, destaca “la
comunión verdadera con el Padre y el Hijo” (1: 3). En este contexto, el estudio que se
presenta a continuación sugiere cómo algunos contemporáneos de Juan fingían tener
comunión verdadera con Dios llevando una vida pecaminosa; el apóstol define esa
actitud con la declaración del v. 6: “si decimos que tenemos comunión y andamos en
tinieblas mentimos”. Por esa razón, 1 Juan 1: 3, 6 y 7—en su contexto más amplio—
presenta de manera consistente las implicancias de la comunión verdadera con el
Padre y el Hijo. Por ello, el propósito de este estudio es responder a la siguiente
incógnita: ¿cuáles son las implicancias de la comunión verdadera con el Padre y el
Hijo en 1 Juan 1: 3, 6 y 7?

Análisis contextual de 1 Juan

En un enfoque conservador, la epístola fue escrita por Juan, el discípulo


amado de Jesús. Según el Comentario Bíblico Adventista (CBA), el apóstol la escribió
en su ancianidad para los creyentes de Éfeso, o de Asia Menor, donde él había
ejercido su ministerio. La fecha posible para su redacción podría ubicarse entre el año
90 y el 95 d. C.1
El contexto de vida en que Juan redactó su epístola es de carácter muy
interesante. Le tocó vivir el cumplimiento de las profecías predichas algunos años
atrás por Pablo (Hch 20:28-31), sobre los falsos maestros que se levantarían aun
dentro de la misma iglesia, propagadores de corrientes filosóficas que infectarían a la
iglesia y pervirtiendo la enseñanza apostólica original. Incluso existen opiniones que
Juan respondió con esta epístola a las enseñanzas de un gnosticismo incipiente,
manifestadas principalmente por un hereje llamado Cerinto.2
El primer capítulo de 1 Juan se puede dividir en dos secciones: (1) el apóstol
Juan presenta al personaje protagonista de su carta como el “verbo de vida”
manifestado en carne (Jesús). A demás, Juan se presenta como un testigo real, ocular

1
Francis D. Nichol, The Seventh-day Adventist Bible Commentary
(Hagerstown, MD: Review and Herald Publishing Association, 1980), 7: 624-625;
Everett F. Harrison, Introducción al Nuevo Testamento, trad. Norberto Wolf (Grand
Rapids, MI: Libros Desafio, 1999), 445.

Robert H. Gundry, A Survey of the New Testament (Grand Rapids, MI:


2

Zondervan, 2012), 536.


y presencial del verbo de vida (hemos oído, visto, contemplado y tocado; vv. 1-4)
haciendo alusión al tipo de relacionamiento con Jesús, lo que se interpreta como
comunión con Dios; (2) Dios es luz, andar en él significa tener comunión con Dios y
con los demás. Luego presenta la sangre de Jesús como la que nos limpia de pecado si
le confesamos nuestros pecados (vv. 5-10). Asimismo, esta sección trata diversos
temas que son característicos en la epístola: la vida eterna (1:2), la luz de Dios (v. 5),
el pecado original (v. 8), la confesión del pecado (v 9), el perdón en Cristo (v. 7) y la
comunión con el Padre y el Hijo (v. 3, 6-7). Stott aduce que una de las razones por las
que Juan escribió la epístola fue porque en su tiempo había muchos y posiblemente
dentro de la misma comunidad cristiana que pretendían tener comunión verdadera con
el Padre y el Hijo.3
El texto griego4 de 1 Juan 1: 3, 6 y 7
3
ὃ ἑωράκαμεν καὶ ἀκηκόαμεν, ἀπαγγέλλομεν καὶ ὑμῖν, ἵνα καὶ ὑμεῖς κοινωνίαν ἔχητε
μεθ᾽ ἡμῶν. καὶ ἡ κοινωνία δὲ ἡ ἡμετέρα μετὰ τοῦ πατρὸς καὶ μετὰ τοῦ υἱοῦ αὐτοῦ
Ἰησοῦ Χριστοῦ.
6
ἐὰν εἴπωμεν ὅτι κοινωνίαν ἔχομεν μετ᾽ αὐτοῦ καὶ ἐν τῷ σκότει περιπατῶμεν,
ψευδόμεθα καὶ οὐ ποιοῦμεν τὴν ἀλήθειαν·
7
ἐὰν ἐν τῷ φωτὶ περιπατῶμεν, ὡς αὐτός ἐστιν ἐν τῷ φωτί, κοινωνίαν ἔχομεν μετ᾽
ἀλλήλων, καὶ τὸ αἷμα Ἰησοῦ τοῦ υἱοῦ αὐτοῦ καθαρίζει ἡμᾶς ἀπὸ πάσης ἁμαρτίας.

La traducción del texto de estudio es la siguiente:5

v. 3 De quien hemos visto y hemos oído proclamamos también a ustedes, para que
también ustedes comunión puedan tener con nosotros, y la comunión nuestra es con el
Padre y con el Hijo Jesucristo.
v. 6 Si decimos que tenemos comunión con él y en tinieblas andamos, estamos
mintiéndonos y no hacemos la verdad.
v. 7 Pero si en la luz andamos como él está en la luz, comunión6 tenemos los unos a
los otros y la sangre de Jesús,7 su Hijo, nos limpia de todo pecado.

Un análisis gramatical de 1 Juan 1: 3, 6 y 7 y el sentido de

3
John R. W. Stott, The Letters of John, de Tyndale New Testament
Commentaries, ed. D. A. Carson (Downers Grove, IL: IVP Academic, 1998), 71.
4
Según aparece en Eberhard Nestle, et al., Novum Testamentum Graece, 27ma
ed. (Peabody, MA: Hendrickson Publishers, Inc., 2006).
5
Traducción propia del autor.
6
Obsérvese que el termino κοινωνία, “comunión”, es recurrente en la perícopa
de estudio, lo que hace importante y meritorio de examinar este término.
7
El sustantivo propio compuesto “Jesucristo” aparece en el Códice Alejandrino
(s. V) y en el Textus Receptus (s. XVI), mas no en los principales códices más
antiguos: Sinaítico (s. IV), Vaticano (s. IV) y en testimonios de Clemente de
Alejandría ( s. II-III d.C.).
“comunión” (κοινωνία)

En el contexto de 1 Juan—y en el Nuevo Testamento en general—es de


suprema consideración la idea de κοινωνία, comunión, entre el creyente y el Padre y
el Hijo. La idea de comunión es típica en el pensamiento teológico del Nuevo
Testamento. Hechos 2: 42 enfatiza la κοινωνία en el ámbito relacional y eclesial de la
comunidad cristiana; 1 Corintios 1: 9 describe la κοινωνία entre el creyente y el Hijo
Jesucristo; 1 Corintios 10: 16 describe la comunión del pan y del vino en la Cena del
Señor; 2 Corintios 6: 14 advierte contra una κοινωνία entre los cristianos y los impíos
y 13: 13-14 enfatizan la κοινωνία en el Espíritu, junto al amor de Dios y la gracia de
Jesucristo; Filipenses 1: 5 describe la κοινωνία como compañerismo cristiano en el
mensaje del evangelio y 2: 1 señala la κοινωνία como relacionamiento con el Espíritu.
Entonces, el sentido común de estos textos es que la κοινωνία es un relacionamiento
especial e íntimo entre Dios y el creyente.

V. 3, “De quien hemos visto y hemos oído, proclamamos también a ustedes, para que
también ustedes comunión puedan tener con nosotros, y la comunión nuestra es con el
Padre y con el Hijo Jesucristo.”

El v. 3 comienza con la frase ὃ ἑωράκαμεν καὶ ἀκηκόαμεν, ἀπαγγέλλομεν, que


se puede traducir como “de quien hemos visto y hemos oído, proclamamos”. En esta
oración aparecen tres verbos los cuales son ὁράω, ἀκούω y ἀπαγγέλλω. La palabra
ὁράω es un verbo perfecto indicativo plural, este verbo indicativo muestra la
convicción del hecho.8 El verbo ὁράω está en número plural y en primera persona, lo
cual seria “nosotros” que hace referencia a Juan, los demás apóstoles y la gente que
fue testigo ocular de Jesús.9 Además, Juan confirmó este hecho con la declaración
“con nuestros ojos” ; es decir, a Juan no le contaron que vieron a Jesús, sino que él
mismo fue testigo presencial de él. Asimismo, el hecho de que el verbo esté en tiempo
perfecto muestra el lapso de tiempo que Juan paso con Jesús, lo que muestra la
cercanía y comunión del apóstol con Jesús.
Por otro lado, la expresión ὃ ἀκηκόαμεν se traduce como “de quien hemos
oído”. Desde el inicio de la carta Juan tiene como objetivo contar la experiencia que

8
D. A. Carson, The Gospel according to John, de The Pillar New Testament
Commentary, ed. D. A. Carson (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1990), 118.
9
Karen H. Jobes, 1, 2, and 3 John, de Zondervan Exegetical Commentary on
the New Testament (Grand Rapids, MI: Zondervan, 2014), 52.
vivió con Jesús. El verbo ἀκούω está en indicativo, lo cual muestra la realidad del
hecho en el pasado, y señala el acto de oír o percibir con los oídos algún mensaje.10 La
declaración ὃ ἀκηκόαμεν indica que Juan estuvo muy cerca de Jesús, por esa razón lo
escuchó. Por último, La expresión ἀπαγγέλλομεν se traduce como “anunciamos” y
tiene un sentido a traer una noticia o llevar un mensaje.11 El verbo está en presente
indicativo activo, lo cual muestra que Juan y los que habían visto y oído de Jesús
estaban llevando la noticia a los que no habían creído en Él.
En el v. 6, Juan declara con convicción καὶ ὑμῖν, ἵνα καὶ ὑμεῖς κοινωνίαν ἔχητε
μεθ᾽ ἡμῶν, “para que también ustedes comunión puedan tener con nosotros”. En el
texto, el autor se presenta como alguien que está experimentando una comunión
verdadera con el Padre y su Hijo Jesús. Para Juan, tener comunión verdadera con el
Padre y el Hijo implicaba anunciar o testificar de Jesús a otros. En la expresión “para
que también ustedes” el autor expresa el anhelo de que los lectores participen de esa
comunión.12 Lo interesante es la recurrencia de la palabra κοινωνία, “comunión”. Este
término está asociado al sentido de “relación”. “fraternidad”, “compañerismo”.13 El
termino ocurre en los escritos de Juan solo cuatro veces (todo dentro de 1 Jn 1: 3-7) y
un total de quince veces en otras partes del NT (trece veces en los escritos de Pablo).14
Para el pensamiento juanino “comunión” implica una relación íntima,
referente a Dios y a otros. Esta relación o comunión se demuestra anunciando de
Jesús a otros. Para, Amador García, comunión implica ayudar y contribuir15, es decir,
la comunión con el Padre y el Hijo, se demuestra ayudando en la tarea de anunciar a
Jesús a otros. Cabe señalar también que koinōnia podría transmitir la idea de unidad
en la comunidad; de tener algo en común; participación común o compartir algo.16
Esta comunión es una experiencia continua y debe ser permanente, por ello la

10
Ibid.
11
Carson, The Gospel according to John, 120.
12
George L. Parsenios, First, Second, and Third John, de Paideia:
Commentaries on the New Testament (Grand Rapids, MI: Baker, 2014), 37.
13
Amador García Santos, Diccionario del griego bíblico: Setenta y Nuevo
Testamento (Madrid: Verbo Divino, 2015), 460.
14
Peter Lampe, “κοινωνία”, en Exegetical Dictionary of the New Testament,
eds. Horst Balz y Gerhard Schneider (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1991), 2: 187. En
adelante EDNT.
15
Alfred E. Tuggy, Léxico griego-español del Nuevo Testamento (El Paso, TX:
Editorial Mundo Hispano, 2003), 538.
16
Daniel L. Akin, 1, 2, 3 John, The New American Commentary (Nashville:
Broadman & Holman Publishers, 2001), 38:55-57; Marvin Richardson Vincent, Word
studies in the New Testament (New York: Charles Scribner’s Sons, 1887), 2:309-310.
expresión ἔχητε se traduce como “estar teniendo” o “tener”, como un verbo presente,
el cual implica una comunión continua y el cumplimiento del mandato de anunciar de
Jesús.17

V. 6. “Si decimos que tenemos comunión con él y en tinieblas andamos, estamos


mintiéndonos y no hacemos la verdad.”

En esta cláusula, Juan expresa de manera clara el caso de algunos que fingían
tener comunión verdadera con Dios, pero no la tenían. La expresión ἐὰν εἴπωμεν ὅτι
κοινωνίαν ἔχομεν “si decimos que tenemos comunión” revela que algunos no solo
fingían tener comunión sino hasta podían hablar de ella, tal vez esa fue una de las
razones por las cuales el autor hablo de las implicancias de la verdadera comunión.18
Por otro lado, la frase τῷ σκότει περιπατῶμεν, ψευδόμεθα “y en tinieblas andamos,
estamos mintiéndonos” muestra la condición de los que fingían tener comunión
verdadera con Dios. La palabra griega para “tinieblas” es σκότει. Esta palabra señala
una condición espiritual y metafórica. Una oscuridad en el pecado e ignorancia de
Dios y de sus caminos.19 Además, περιπατῶμεν es un verbo presente activo, el cual
muestra la manera continua en la que prevalecían los que fingían tener comunión con
Dios. Esa frase está relacionada a un caminar dominado por el comportamiento. Es
decir, los que fingían tener comunión con Dios estaban teniendo un comportamiento
pecaminoso, estaban caminando por el camino del mal. Por esa razón, el apóstol
descarta tal comunión, porque es contraria a la comunión verdadera. “Esta persona
camina en la oscuridad que no está en Dios, es decir, el pecado. El verbo es presente
subjuntivo que habla de la acción habitual. Por lo tanto, esta persona está pecando
habitualmente, continuamente, lo que demuestra que es una persona no tiene
comunión con Dios”.20
El presente indicativo ψευδόμεθα, “mintiéndonos” revela que los que fingían
tener comunión con Dios se estaban mintiendo a ellos mismos, es decir estaban

Parsenios, First, Second, and Third John, 38.


17

Parsenios, First, Second, and Third John, 38.


18

19
García Santos, Diccionario del griego bíblico, 660.
20
Kenneth S. Wuest, Word Studies from the Greek New Testament (Grand
Rapids: Eerdmans, 1997), 3:101.
engañándose a sí mismos.21 El pecado aleja de Dios, al punto de pensar que lo malo
que se está haciendo no es pecado. Asimismo, El autor expresa la frase καὶ οὐ
ποιοῦμεν τὴν ἀλήθειαν como la consecuencia de no tener verdadera comunión con
Dios. “No estamos haciendo la verdad”, es decir los que fingían tener comunión no
estaban anunciando ni practicando la verdad. La palabra para “verdad” es ἀλήθεια,
que en el NT equivale a la Palabra de Dios y al evangelio de Jesucristo.22 De hecho,
Jesús dijo “yo soy la verdad” (Jn 14:6). En síntesis, los que fingían tener comunión
con Dios estaban teniendo un comportamiento pecaminoso, por lo tanto, se estaban
autoengañando y como consecuencia no tenían a Jesús en sus vidas. Es decir, la
verdadera comunión implica tener una relación continua con Jesús (estar viéndolo y
oyéndolo, v.3) y estar anunciándolo a otros.

v. 7 Pero si en la luz andamos como él está en la luz, comunión tenemos los unos a los
otros y la sangre de Jesús, su Hijo, nos limpia de todo pecado.

En el v. 7 el autor continúa mostrando las implicancias de la verdadera


comunión con el Padre y el Hijo. El texto menciona que ἐὰν ἐν τῷ φωτὶ περιπατῶμεν,
ὡς αὐτός ἐστιν ἐν τῷ φωτί, κοινωνίαν ἔχομεν μετ᾽ ἀλλήλων, “Pero si en la luz
andamos como él está en la luz, comunión tenemos los unos a los otros.” La partícula
δὲ marca aquí un sentido de conversión del sentido del mensaje.23 Por otro lado, la
presencia del artículo en el término φῶς (luz) indica que se habla de una luz
específica. Según el pensamiento juanino la luz es un símbolo de Jesús, cuando se
tiene una comunión con Jesús y se ama al prójimo, se está caminando en la luz.24 De
igual manera, el símbolo de la luz no es ajeno para Juan, puesto que Jesús durante su
ministerio declaro ser la luz, además comparo a sus seguidores como la luz del mundo
(Juan 1:4-5; 1:7-9; 3:19-21; 5:35; 8:12; 9:5; 11:9-10; 12:35-36; 12:46). Esto, unido a
la idea de “caminar”, περιπατῶμεν “andamos” es un verbo presente, que implica la
experiencia o la vivencia del creyente.25
Para Juan tener comunión verdadera con el Padre y el Hijo implica tener una
relación saludable con los demás. Este pensamiento es reforzado en 1 Juan 2:8-10,

21
Jobes, 1, 2, and 3 John, 55.
22
Carson, The Gospel according to John, 121.
23
Robert Yarbrough, 1, 2, and 3 John, de Baker Exegetical Commentary on the
New Testament (Grand Rapids, MI: Baker, 2008), 55.
24
Walter Radl, “φῶς”, EDNT, 3: 490.
25
Jobes, 1, 2, and 3 John, 58.
donde afirma que el que ama a su hermano está teniendo comunión con Dios. Por otro
lado, en los versículos 12-14 del mismo capítulo, Juan dejó claro que los lectores de la
carta ya eran creyentes. En este sentido, no se refería a la comunión con otros
cristianos que comienza en la salvación. Por lo contrario, se refería a la comunión
continua de personas que ya son creyentes. Si los cristianos no están en comunión con
Dios, no pueden estar en comunión con otros cristianos.26
Finalmente, el autor presenta la única y exclusiva solución para los que no han
cumplido con las implicancias de tener una comunión verdadera con el Padre y el
Hijo. La frase καὶ τὸ αἷμα Ἰησοῦ τοῦ υἱοῦ αὐτοῦ καθαρίζει ἡμᾶς ἀπὸ πάσης ἁμαρτίας,
se traduce como “y la sangre de Jesucristo el Hijo nos limpia de todo pecado”. La
misericordia de Dios se demuestra καθαρίζει “limpiar”. La expresión para “limpieza”
es καθαρίζει siendo un verbo presente indicativo activo el cual muestra la realidad del
perdón a través de Jesús.27 Además, el hecho de que sea un verbo presente indica que
el perdón de Jesús es continuo: Jesús perdono a los que se arrepintieron en el pasado,
pero también sigue perdonándonos en el presente.28 Para el pensamiento juanino tener
comunión verdadera con el Padre y el Hijo implica: relacionamiento continuo con
Dios, y con los semejantes y una constante necesidad de la purificación del pecado
por medio del perdón disponible en Jesús.29 Y la verdadera comunión con el Padre y
el Hijo se demuestra teniendo una comunión verdadera con los creyentes en la
fidelidad de la obediencia a la verdad.

Teología de 1 Juan 1: 3, 6 y 7

La palabra clave de 1 Juan es “comunión”. El apóstol Juan disfrutaba de


comunión íntima con Cristo como resultado de haberlo conocido personalmente y
deseaba que sus lectores también la compartieran, para que su gozo fuera completo, y
que cumplieran los requisitos para mantenerla.30 La palabra “comunión” también
significa “relación,” es decir, Juan enseñó lo que implicaba tener relacionamiento
verdadero con Dios. El apóstol desea enseñarnos—a la luz de 1 Juan 1: 3, 6 y 7—lo
26
David Walls y Max Anders, I y II Peter, I, II y III John, Jude: Holman New
Testament Commentary (Nashville, TN: Broadman & Holman Publishers, 1999),
11:156.
27
Stephen S. Smalley, 1, 2, and 3 John, Volume 51: Revised Edition, de Word
Biblical Commentary, ed. Ralph P. Martin (Grand Rapids, MI: Zondervan, 2008), 19.
28
Parsenios, First, Second, and Third John, 38.
29
Stott, The Letters of John, , 72.
30
Parsenios, First, Second, and Third John, 39.
que significa e implica de manera practica la comunión verdadera con el Padre y el
Hijo.
Si hay alguien que desarrollo la experiencia de tener comunión verdadera con
Jesús fue Juan. Los evangelios narran la cercanía que tuvo con Jesús durante su
ministerio. Juan 13:23-25 muestra que el apóstol se recostaba sobre el pecho de Jesús
y lo escuchaba. Los relatos de Mateo 9:23-26, Marcos 5:37 y Lucas 8:51 muestran
que Juan andaba (caminaba) y miraba lo que Jesús hacía. Esta es la base para la
declaración de Juan en 1 Jn 1: 1 como se describe en el v. 3 con las declaraciones “de
quien hemos visto, oído eso anunciamos”. Los verbos usados ahí están en tiempo
presente, lo que implica una comunión continua con Jesús. Por ello, para el
pensamiento juanino, “comunión” implica relacionamiento continuo con Jesús.
Además, la comunión verdadera con el Padre y el Hijo implica estar andando en luz o
con la luz (v. 7). El símbolo de la luz es Jesús, durante su ministerio declaro ser la luz,
y comparo a sus seguidores como la luz del mundo (Juan 1:4-5; 1:7-9; 3:19-21; 5:35;
8:12; 9:5; 11:9-10; 12:35-36; 12:46). La comunión verdadera implica andar en luz, y
andar en luz significa caminar con Jesús. Es decir, si estamos andando con Jesús
continuamente estamos en la luz, como resultado de esa relación o comunión
continua, seremos los reflectores de la luz anunciando la verdad a otros.
Por ello, en primer lugar, “andar en la luz” significa caminar con Dios
diariamente, practicar la verdad (v. 6); eso constituye la prueba de la comunión con él.
La base de esta comunión está en la predicación apostólica acerca de Jesús (“lo que
hemos visto y oído”, v. 3). Segundo, la realidad de esta comunión se muestra
caminando en la luz como Dios está en la luz (cf. 1 Juan 1: 6-7). Amar a los hermanos
y hermanas en Cristo es, a su vez, evidencia de estar en la luz (cf. 1 Juan 2: 9-11; es el
equivalente de conocer a Dios [cf. 1 Juan 4: 8; también 4:16]) porque Dios es amor, y
el amor cristiano se origina en Dios (1 Juan 4: 7-8). Esta comunión, entonces, es nada
menos que una comunión en la luz y en el amor.31

Actualización del texto

La manera practica de lo que implica tener comunión verdadera con el Padre y


el Hijo en la actualidad es a través de tres cosas: Orando continuamente en todo
tiempo y bajo cualquier circunstancia como lo declara Efesios 6:18 “orando en todo
tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda
31
Parsenios, First, Second, and Third John, 39.
perseverancia y súplica por todos los santos” (cf. Rom 12:12; Col 4:2; Fil 4:6);
escudriñando las Escrituras diariamente (Jn 5:39; Col 3:16; 2 Tim 3:15; 2 Pe 1:19; 1
Jn 1:3); anunciando de Jesús al mundo como lo declara Mateo 10:7 “y yendo,
predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado”; Mateo 24:14 “y será
predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las
naciones; y entonces vendrá el fin” (cf. 1 Tim 4:2, 13). En suma, las implicancias de
la verdadera comunión con Dios se definen en tres practicas: orando en todo tiempo;
estudiando la Biblia y testificar acerca de Jesús al mundo.
A modo de conclusión, la comunión verdadera con el Padre y el Hijo corría el
peligro de convertirse en algo fingido por algunos contemporáneos de Juan, puesto
que andaban en un comportamiento pecaminoso; sin embargo, el apóstol escribe esta
carta para enseñar y contrarrestar los conceptos y practicas falsos de lo que implicaba
la verdadera comunión con Dios. Se concluye que las implicancias de la comunión
verdadera con el Padre y el Hijo en 1 Juan 1:3, 6 y 7 significan: tener un
relacionamiento continuo con Dios, significa estar andando en la luz—pues la luz
simboliza a Jesús; la comunión verdadera con Dios nos habilita tener un
compañerismo pleno con nuestros semejantes y como resultado nace el deseo de
hablar sobre el personaje con quien se está relacionando, es decir, el deseo de
anunciar de Jesús. Por otro lado, se concluye que las implicancias de la verdadera
comunión con el Padre y el Hijo actualmente significa tres cosas: vivir en un espíritu
de oración diariamente; y estudiando continuamente la palabra de Dios la cual nos
habilita para predicar el evangelio a los que no conocen de Jesús.

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