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UNIVERSIDAD FERMÍN TORO

VICERECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE INGENIERÍA

Problema Eléctrico Nacional


Actual

Autor: Miguelangel Gil C.I. 24.162.635


CABUDARE, ENERO 2015
PROBLEMA ELÉCTRICO NACIONAL ACTUAL

El actual sistema eléctrico nacional no tiene actualmente la capacidad


para satisfacer la demanda. Esto quiere decir, que nuestro sistema eléctrico
nacional colapsó, se paralizó. Existe deficiencia en la generación, en la
transmisión y en la distribución, y todo motivado por una gerencia ineficiente
que en los últimos 12 o 13 años no han podido ejecutar los proyectos
programados y necesarios para satisfacer la demanda.
Después de cinco años de emergencia eléctrica y miles de millones de
dólares despilfarrados, los venezolanos seguimos sufriendo apagones
generales e innumerables suspensiones del servicio en todas las regiones
del país.
Se puede decir, que fue en el año 1999, cuando comenzó en la
industria eléctrica venezolana el deterioro, al principio lento, no muy notables
las fallas eléctricas y que se ha venido empeorando desde el 2008, cuando
Venezuela empezó a experimentar el déficit de la energía eléctrica hasta
llegar a la actualidad, al año 2015. A que se deben estos problemas?, si bien
podríamos decir que son muchas las causas, cabe mencionar algunas de
ellas: comenzó con la desinversión, la toma de decisiones marcada por
intereses políticos en lugar de criterios técnico-económicos y la
desprofesionalización de la industria. Se paralizaron los planes de expansión
y modernización y comenzamos a acumular déficits de generación,
transmisión y distribución.
Con las expropiaciones de las empresas eléctricas privadas en el 2007
por el gobierno central y en el año 2009 con el resto de las históricas
empresas eléctricas que operaban en Venezuela fueron absorbidas por
CORPOELEC, dando lugar así a una crisis. CORPOELEC, es un compendio
de errores decisorios con incidencia negativa en la buena marcha del Sector
y de la Nación.
Esta centralización y estatización inadecuada de las 14 empresas
existentes en un solo ente (CORPOELEC), trajo la burocratización y el caos
organizativo y administrativo, que con la politiquería y el sectarismo se
tradujo en el agravamiento de la crisis.
Es necesario por tanto, que los directivos del Ministerio de Energía
Eléctrica y de la empresa estatal CORPOELEC, realicen un estudio
exhaustivo para determinar cuántos de estos profesionales necesitan incluir
en sus filas para poder crear un ente o un departamento que se dedique a
diagnosticar el sistema eléctrico nacional minuciosamente.
Una vez que se posea tal diagnóstico, sólo entonces podrá
establecerse un plan de ataque coordinado, que permita el crecimiento
paralelo en generación sin llegar a perder el control del sistema.
Como se dijo anteriormente una de las causas actuales de esta crisis
eléctrica, es la insuficiente generación disponible para atender la demanda.
Un 40%, aproximadamente, de la generación instalada no ha estado
disponible por falta de mantenimiento y por demoras en la rehabilitación y
modernización de las unidades averiadas u obsoletas. En lo que
CORPOELEC no ha podido cumplir con los planes de expansión, por
insuficiencia de dinero y de gerencia. Esto conduce a que la capacidad
instalada disponible no sea suficiente para la demanda, que no deja de
crecer como es normal; que obliga al racionamiento de electricidad. Las
fallas en generación, transmisión y en las redes de distribución, causan
infinidad de interrupciones del servicio.
No es solo en generación donde están los problemas eléctricos. En este
caso, CORPOELEC ha descuidado también la inversión en transmisión y
distribución de energía eléctrica, donde se originan la mayor parte de las
interrupciones del servicio. Esto quiere decir que según la Memoria y Cuenta
del Ministro de Energía Eléctrica del 2012, solo 2,8% de la inversión
ejecutada se dedicó a distribución, es decir en distribuir la energía eléctrica a
través de postes o tendidos eléctrico y se descuidó la inversión de
transmisión de energía que se refiere a la inversión de cables conductores.
Un apagón se caracteriza por la pérdida de energía eléctrica en una
determinada área, hecho que puede tener diversos orígenes, tales como:
fallas en alguno de los componentes del sistema eléctrico, sobrecarga,
cortocircuito, errores en la operación y daños en las líneas, los cuales
pueden ser accidentales o intencionados. En Venezuela ocurren
regularmente interrupciones o cortes del servicio eléctrico, aunque, según el
ministro para la Energía Eléctrica, Jesse Chacón, habían disminuido en
alrededor de 48% entre abril y agosto del año 2014.
Los ofrecimientos oficiales en materia de generación se quedaron en
promesas. De los dos mil 317 megavatios anunciados para este año, solo se
incorporaron 340 (apenas 14%). En el transcurso de 2014 únicamente se
añadieron 340 megavatios, 14 por ciento de lo pautado, por lo que mil 927
(86 por ciento) quedaron pendientes para 2015. En el área de trasmisión el
ministro Chacón ofreció al menos siete proyectos, que consistían en la
construcción y ampliación de líneas del sistema interconectado, pero
tampoco los materializó.
El sistema eléctrico nacional no podrá responder a la crisis que se nos
viene para este año 2015, como consecuencia de la caída del aporte de Guri
a la demanda energética nacional porque 50% de la capacidad instalada del
parque térmico está paralizado.
Según José Aguilar, asesor internacional experto del sector eléctrico
advirtió sobre una cadena de apagones que a partir del primer semestre de
2015, azotará al todo territorio nacional.
Alertó especialmente a la industria y comercio nacional sobre estas
interrupciones, que a su juicio, perjudicarán aún más a estos sectores que ya
afrontan severas dificultades para salir adelante.
Estos racionamientos serán aún más fuertes que los suscitados el
pasado año 2010, porque ahora la demanda es superior por el crecimiento
demográfico que no camina a la par de los megavatios disponibles, debido a
que no alcanzan los 17 mil MW de demanda servida.
Este proceso de apagones se suscitará porque a la “crónica” falta de
potencia a través de los megavatios se le suma ahora la escasez de energía,
gigavatios por horas, que consume la nación venezolana.
CORPOELEC abandonó la filosofía del mantenimiento preventivo,
predictivo y correctivo que tenían las empresas eléctricas antes de su
unificación.
Existe una alta vulnerabilidad del sistema eléctrico porque no se hace el
mantenimiento cotidiano y mucho menos el mantenimiento mayor o paradas
programadas.
La falta de mantenimiento y personal inexperto domina la crisis eléctrica
en el país.
Como se dijo anteriormente, serias deficiencias en materia de
generación, distribución y transmisión, fallas que han acarreado pérdidas
millonarias para el país, la industria y la sociedad civil.
Actualmente existe una desprofesionalización con la colocación en
cargos directivos a personal sin experiencia sobre el sector.
Estamos inmersos en una crisis eléctrica, se han nombrado ministerios,
misiones, comisiones especiales, han militarizado las estaciones eléctricas,
pero las soluciones no se dejan ver, no hay una verdadera disposición para
superar la crisis.
El Estado se ha encargado de delegar la culpa en factores externos y
no se encarga de asumir la responsabilidad de lo que ocurre en el sector.
La mala gerencia que ha tenido el Estado se evidencia en los
problemas eléctricos. La burocracia ha consumido a las empresas eléctricas
y se ha colocado a personas inexpertas en cargos claves.
Existen ámbitos en los que existe muy poco personal realmente
capacitado para dar respuestas a los problemas planteados en ese ámbito.
Entre estos últimos, los de mayor importancia y los que tienen un gran peso
en lo que es el problema del sistema eléctrico, son los ámbitos de:
 Protecciones eléctricas de los sistemas de transmisión y distribución de
energía.
 Sistemas de puesta a tierra, protección contra descargas atmosféricas,
protección contra transitorios y sobretensiones
 Coordinación de aislamiento, armónicos y compensación reactiva.
El incremento de incendios en los equipos de las plantas como las
calderas que afectan las unidades, las cuales deben salir forzosamente de
operación, lo que causa interrupciones del servicio y riesgos a los
trabajadores.
Otro serio problema es la falta de repuestos para las plantas sujetas a
mantenimiento, por lo que las reparaciones son postergadas.
Para el año 2010, se estrechó de manera crítica la holgura entre oferta
y demanda de potencia y energía, disminuyendo las reservas del sistema
eléctrico y comprometiendo la confiabilidad del mismo. El acentuado proceso
de desinversión en proyectos y obras que permitieran expandir el sector
eléctrico, imprescindible para suplir el previsible aumento de la demanda,
incrementó la vulnerabilidad del sistema e incrementó de manera crítica la
dependencia del suministro de energía eléctrica de un solo recurso, el agua.
Las razones y causas del problema son multifactoriales y de muy
amplio espectro.
Actualmente el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) muestra serias
señales de deterioro, como consecuencia de la falta de mantenimiento
preventivo y correctivo, situación que afecta a todos los usuarios del servicio.
Esta crisis se fundamenta en problemas técnicos ocasionados por la
falta de inversión en mantenimiento y mejora de las redes de transmisión y
distribución, principalmente.
En Venezuela existen 281 unidades de generación, de las cuales solo
funcionan 151 (54 %), mientras que 130 (46 %) se encuentran dañadas.
En el parque hidroeléctrico, donde se genera la mayoría de los
megavatios que se consumen en el país, están instalados 63 equipos, de los
cuales 46 (73 %) están en operaciones y 17 (27 %) fuera de servicio.
La situación más crítica se presenta en el área termoeléctrica, donde el
Gobierno gastó mayor cantidad de recursos en los últimos cinco años.
De las 218 máquinas termoeléctricas que tiene instaladas el SEN,
únicamente funcionan 105 (48 %), mientras que 113 (52 %) están paradas
por daños o falta de mantenimiento.
No hay presupuesto planificado para atender las plantas eléctricas, y si
hubiera, las complicaciones apuntan a obtener los repuestos y equipos
necesarios a la velocidad que requiere el "problema eléctrico". Suponiendo,
que hay financiamiento disponible y suministros de bienes, existe el hecho de
la desprofesionalización, que se enreda con la "destrucción" de la empresa al
estar politizada, porque se convirtió en una corporación en la que "no cumple
con los programas".
Nada fácil de resolver, tenemos más de cinco años de emergencias por
apagones y de "no hacer los mantenimientos, de no invertir" en los planes
propuestos en el pasado.
El déficit de mil megavatios entre la oferta y demanda empeora la
prestación del servicio.
En los actuales momentos, el déficit de generación, la escasez de
fuentes energéticas primarias (gas y agua principalmente), las limitaciones
del sistema de transmisión y los graves problemas del sistema de
distribución tienen al sistema al borde del colapso, con la posibilidad cierta de
que se pierdan más de 5000 MW del sistema hidroeléctrico en los próximos
meses. La crisis incluso amenaza con extenderse durante más de dos años.

Aspectos resaltantes del problema eléctrico

 La subordinación y el control político al cual se encuentra sometido el


sector. Monopolio estatal
 La inversión en generación y distribución se ha dicho mucho y se ha
hecho poco. La poca que se ha contratado se ha visto retrasada por las
deudas con los contratistas y los proveedores nacionales y extranjeros.
 La planificación del sector ha sido reemplazada por la improvisación. Hay
poca continuidad en las políticas implementadas en el sector
 La problemática de la generación de electricidad sigue siendo abordada
equivocadamente.
 Los cuellos de botella del sistema de transmisión de electricidad en vez
de ser resueltas se vienen acentuando.
 El colapso de la red de distribución es subestimado por las autoridades.
 Las deficiencias de la comercialización se acrecientan y con ello su
impacto negativo en la viabilidad financiera.
 La reestructuración del sector es contraria a la necesaria
descentralización.
 Los costos de las obras eléctricas que son contratadas por los
organismos gubernamentales, exceden sobradamente y sin justificación
alguna el costo a nivel internacional de obras similares.
 Baja gestión comercial (cobros). Alta deuda sector publico
 Falta de personal experimentado.
 Deficiente administración de los recursos asignados al sector
 Compromisos financieros no acorde con las actividades de una industria
eléctrica.
 Despilfarro de inmensos recursos y de tiempo, con resultados escasos e
insuficientes y lo que ya se ha debido resolver, está lejos de ser resuelto y
hace a Venezuela, vulnerable ante variaciones climáticas.
 Negocio manejado con criterio ideológico y no económico (Socialismo
Eléctrico).
 Falta de información estadística confiable del sector eléctrico
 Diferencia en las inversiones requeridas para la continuidad del negocio.
 Aumento de ocurrencia de accidentes por ausencia de mantenimiento.
 Malas condiciones de las redes de distribución.
 Ausencia de cultura corporativa. Hay una incapacidad gerencial y
operativa a todos los niveles en las empresas del sector eléctrico. Debido
a que los puestos laborales son ocupados más por la fidelidad política
que por el conocimiento y preparación para ocuparlos.
 Presencia de corrupción en las gestiones de CORPOELEC. Los
resultados no se corresponden con el dinero asignado y los responsables
de su administración no han rendido cuentas que justifiquen tal despilfarro
de recursos y lejos de haber mantenido y mejorado el servicio eléctrico, lo
han llevado a una situación de déficit y precariedad que no serán
revertidos con el actual modelo político.
 Incumplimiento de planes de crecimiento y expansión e improvisación de
estrategias. Tales planes no han sido cumplidos, existiendo así un
servicio eléctrico pésimo a nivel nacional.
 Aplicación de tecnologías obsoletas.
 La eliminación de la participación de las empresas privadas en el sector
eléctrico.
 Falta de política de mantenimiento en los equipos, deterioro de
instalaciones y equipos por falta de mantenimiento.
 La inversión en mantenimiento ha sido prácticamente nula.
 Las advertencias hechas por los trabajadores sustentadas en la falta de
equipamiento para realizar sus labores con seguridad y eficacia las
cuales han sido sistemáticamente ignoradas
 El entrampamiento energético: Se paralizaron desarrollos hidroeléctricos,
para proceder a la compra indiscriminada y con sobrecostos
injustificables de plantas térmicas, sin contar con el combustible
necesario para su funcionamiento.
 Soporte financiero a otros países para resolverles las crisis eléctrica y en
nuestro país no le inyectan dinero para mejoras en cuanto a equipos,
mantenimiento, avances tecnológicos, entre otros.
 Obsolescencia de infraestructura y equipos.
 Alto porcentaje de energía eléctrica “no facturada”, muchos barrios tienen
toma clandestina de energía eléctrica. El gobierno en lugar de adoptar las
medidas que penalicen y disuadan a quienes de manera ilegal y
fraudulenta hacen uso del servicio eléctrico, pretende incrementar las
tarifas a los usuarios que religiosamente pagan por el mismo.
 Otro aspecto relevante de la crisis es la falta de transparencia y el apagón
informativo que se ha impuesto en el sector eléctrico desde el año 2010
con la finalidad de ocultar su realidad, en otras palabras hay una
ausencia de conocimiento del colectivo nacional sobre sector eléctrico
Esta opacidad coloca a los usuarios en estado de abandono y sirve
para enmascarar la discriminación hacia todos los venezolanos, vía
racionamiento de electricidad; dejando a millones de venezolanos sin un
servicio eléctrico seguro y con la calidad que merecen, como consecuencia
de la gestión fallida del gobierno en materia eléctrica.
La infraestructura eléctrica continuará deteriorándose por uso abusivo y
mantenimiento deficiente y las obras requeridas seguirán rezagadas por falta
de una gerencia acorde a la complejidad del servicio eléctrico y por tanto la
crisis seguirá vigente y prolongándose.
Tareas pendientes

Para Miguel Lara, ingeniero electricista, considera inaceptable que haya


terminado el 2014 sin la culminación de obras importantes en el sistema
hidroeléctrico, como el arranque de Tocoma, la modernización de Macagua I
y la puesta en marcha del resto de las unidades de La Vueltosa. "Con estos
proyectos se aliviarían los racionamientos en algunas regiones y se ahorraría
el uso de combustibles".
El exgerente de la Oficina de Operación de Sistemas Interconectados
(Opsis) agrega que el ministro Chacón tampoco cumplió con el cierre de los
ciclos combinados de las plantas El Sitio y Termozulia II, con los cuales se
habría aumentado la generación térmica sin necesidad de utilizar
combustibles adicionales.
El analista asegura que el actual ministro también deja pendiente la
rehabilitación de Planta Centro y la ampliación de Tacoa, obras que
ayudarían a estabilizar el Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
El funcionario tampoco concretó la reposición de inventarios de piezas,
repuestos y partes para atender las averías que se presentan en el sistema;
ni la firma del contrato colectivo de los trabajadores del sector.
Si bien la crisis eléctrica se ha profundizado, existen acciones concretas
que pueden reducir los tiempos e inversiones necesarias para su solución,
en un ámbito que permita corregir las causas raíz de toda esta problemática.
La solución de la crisis eléctrica es una tarea, sumamente compleja y
delicada que sólo será posible si se conforman equipos de alto desempeño,
con conocimiento, experticia y ética profesional capaces de implantar un
nuevo modelo de gestión que permita transformar el sector eléctrico de lo
que es hoy, en lo que debería ser para apalancar el desarrollo de la sociedad
venezolana y propiciar la mejora de su calidad de vida.
La solución pasa por la implantación de un nuevo modelo de gestión,
dónde la ética sea preponderante.
Los trabajadores venezolanos, de las industria eléctrica, trabajan
sometidos a la coacción de un patrono, discriminador y monopólico que
antepone la fidelidad al proyecto político al cumplimiento de los objetivos
laborales.
El usuario, razón de ser del servicio eléctrico, es hoy la más azotada
víctima producto de la desnaturalización histórica e institucional del sector
eléctrico.
No será nada fácil la recuperación del sistema eléctrico a mediano
plazo, como tampoco recobrar los altos niveles de eficiencia que tenía la
empresa cuando estaba dirigida por personas que saben y conocen este
sector tan importante para el país para la prestación de un servicio necesario
para la vida de todos los ciudadanos.

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