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Universidad Nacional Experimental De La Seguridad

Maestría En Seguridad Ciudadana


Unidad Curricular: Multidimensionalidad De La Seguridad Ciudadana
Tema: El Rol De Los Distintos Actores En El Ejercicio De La Seguridad
Ciudadana
Participante: Ayrton José Colina Cordova C.I.: 24.517.583
Correo Electrónico: ayrtonjosecolinacordova@gmail.com

Discursos, Acciones Y Corresponsabilidad De Los Actores: Académicos, Sociales,


Políticos, De Desarrollo Y De Respuestas: Las políticas públicas en materia de Seguridad
Ciudadana se materializan a través de planes y programas diseñados para identificar la
problemática delictiva, adoptando medidas tendientes a minimizar los efectos de la criminalidad.
En este sentido, Venezuela se constituye en un Estado Democrático, Social, de Derecho y de
Justicia, lo que implica que velará por la defensa de las garantías de los ciudadanos. En este
contexto es importante considerar el rol que cumplen las personas que una vez legitimados
mediante la votación popular y legalizados por la designación en el cargo respectivo como
funcionarios públicos y representantes del Estado en el ejercicio de la función pública, tengan la
responsabilidad de llevar a cabo el diseño de los planes de Seguridad Ciudadana en el país, como
actores principales, teniendo presente el funcionamiento complejo del sistema de justicia penal en
sus niveles policial, judicial y penitenciario.

En el caso del Estado venezolano, las políticas públicas marcan su importancia porque
constituyen el instrumento más poderoso y de mayor alcance que tiene el Poder Público Nacional
para llevar a cabo la gestión de gobierno a través de los poderes y los órganos que lo componen.
Así es como se diseñan programas para reforzar la gestión que implica la asignación de recursos,
desarrollando acciones en una dirección, estimando poder construir un estado de bienestar a la
cual toda sociedad aspira acceder en un menor o mayor grado de acuerdo a su condición.

Las políticas públicas en materia de Seguridad Ciudadana creadas por el Estado


venezolano son, tal como lo señala Lahera (2004) citado por Franco y Sifontes (2009): “…en
sentido restringido todos aquellos programas, proyectos y actividades destinadas a disminuir los
índices de criminalidad, llevados a cabo por el gobierno nacional, a través de cualquiera de las
ramas del Poder Público” (p. 57); atendiendo a este fin, se van a integrar bajo el principio de
corresponsabilidad, todas las acciones desplegadas por los órganos de seguridad del Estado el
cual año tras año se ven en la necesidad de ir reforzando y rediseñando para dotarlos de mayor
eficacia.

Por lo tanto, el rol que cumplen los actores desde las áreas académicas, sociales, políticas,
de desarrollo y de respuestas, en el diseño de planes de Seguridad Ciudadana desde la perspectiva
de las personas que ejercen cargos en la Administración Pública con capacidad de formular las
políticas en Seguridad Ciudadana y generar las directrices para su ejecución, aspecto importante
para la paz, estabilidad de la sociedad y el normal desenvolvimiento de la ciudadanía, partiendo
de un análisis que permita proveer un recorrido por diversas posiciones doctrinarias, con la
finalidad de contrastarlo con la realidad jurídica venezolana, de manera que se aprecie con
claridad la función que están cumpliendo en la actualidad.

Coordinación De Los Órganos De La Seguridad Ciudadana: El Estado Venezolano


viene impulsando junto a su pueblo la transformación de la República Bolivariana de Venezuela
en atención al crecimiento y fortalecimiento de sus intereses, mediante el Sistema de Seguridad
de la Nación integrado por los Órganos de Seguridad Ciudadana (OSC), junto a otros sistemas y
entes que coadyuven a una mayor legitimidad de las políticas adoptadas por los funcionarios
públicos y así se posibilite una gestión pública más ajustada a las demandas sociales.

Esto, encuentra su raigal en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela


(CRBV, 1999) cuyo artículo 3 establece que el Estado, “tiene como fines esenciales la defensa y
el desarrollo de la persona”, de allí, que en los OSC sea necesario distinguir la naturaleza de la
misión primaria que cumplen los cuerpos de policía en sus ámbitos político territoriales nacional,
estadal y municipal, aunados los respectivos cuerpos de bomberos de los ámbitos estadal o
municipal, quienes se constituyen en los primeros órganos que acuden al área donde está en pleno
desarrollo cualquier irregularidad que afecte este principio consagrado en la Constitución, que
lleva a reflexionar la coordinación orientada a la unificación de esfuerzos para preservar la
integridad física de las personas y sus propiedades.

Si bien es cierto, la CRBV en su artículo 332 establece como funciones comunes para los
OSC, “mantener y restablecer el orden público, proteger a los ciudadanos y ciudadanas, hogares y
familias, apoyar las decisiones de las autoridades competentes y asegurar el pacífico disfrute de
las garantías y derechos constitucionales” constituyendo de especial interés la actuación frente a
eventos adversos, para restablecer el orden público, salvaguardar la vida y proveer los suficientes
elementos de juicio que faciliten a la autoridad la toma de decisiones orientadas mediante la
coordinación, que no solo prevé a los OSC por sí mismos, sino, a las autoridades competentes y
demás entes que coadyuven a la generación de esfuerzos.

De esta manera se comprende, que el instrumento legal precitado no solo constituye una
herramienta legal orientada a coordinar la política anti delictiva en el país orientada a disminuir la
inseguridad existente en el país y claramente aludida en la exposición de motivos de dicho
instrumento, sino, que además orienta las políticas de protección ante situaciones de desastres en
el territorio nacional, que llevan a revisar la concepción de la Seguridad Ciudadana definida en el
artículo 1 de la Ley de Coordinación de Seguridad Ciudadana (Gaceta Oficial Nº 37.318 del 6 de
noviembre de 2001) como, “el estado de sosiego, certidumbre y confianza que debe
proporcionarse a la población residente o de tránsito, mediante acciones dirigidas a proteger su
integridad física y propiedades”.

En virtud de la primacía de la vida como derecho fundamental, por lo tanto, constituye un


bien inapreciado e intangible inherente a cada persona, por cuanto la CRBV en el artículo 43
establece que: “El derecho a la vida es inviolable. Ninguna ley podrá establecer la pena de
muerte, ni autoridad alguna aplicarla. El Estado protegerá la vida de las personas que se
encuentren privadas de su libertad, prestando el servicio militar o civil, o sometidas a su
autoridad en cualquier otra forma”.

De allí, la reflexión sobre la categoría coordinación como elemento integrador de


esfuerzos mancomunados en aras de la preservación de la vida, alentando así la búsqueda de
respuestas dentro de todo un entramado de eventos y vivencias individuales, profesionales y
colectivas que impulsan el encuentro de soluciones que permitan la consolidación de la República
Bolivariana de Venezuela como un Estado Social de Derecho y de Justicia, donde se garantice el
derecho a la protección de las personas frente a cualquier situación de amenaza, vulnerabilidad o
riesgo sea la fuente de la misma natural o antrópica.

Poder Popular Y Su Rol En La Seguridad Ciudadana. Participación Y Movilización:


La participación ciudadana en Venezuela es un elemento que se encuentra consagrado en la Carta
Magna, en distintas acepciones ya sea como principio, derecho, deber, espacio o instancia y como
proceso sociopolítico; es así, como incluso en el preámbulo de la misma se observa, “…con el fin
supremo de refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa, y
protagónica…”, con lo cual se cambia la tradicional concepción del Estado Venezolano que
como lo señalaba la Constitución de 1961 declaraba un sistema de democracia representativa. Ya
en el desarrollo del articulado constitucional se tiene que la participación es una característica
propia del sistema de gobierno venezolano, es así como en el artículo 6 se establece que “…el
gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y de las entidades políticas que le componen
es y será democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista
y de mandatos revocables.

En su concepción de participación como deber la Constitución en el artículo 132 expresa


que toda persona tiene el deber de cumplir con sus responsabilidades sociales y participar de
manera solidaria en la vida política y comunitaria. La participación ciudadana a través de la
Constitución se pretende repartir en los distintos niveles del Poder Público, a nivel municipal se
establece que el gobierno local debe de acuerdo a sus competencia incorporar la participación
ciudadana al proceso de definición y ejecución de la gestión pública y al control y evaluación de
sus resultados, en forma efectiva, suficiente y oportuna (artículo 168); lo cual se afianza en el
desarrollo de la participación y el mejoramiento en general de las condiciones de vida de la
comunidad.

En el mismo orden de ideas, el deber en sentido general se entiende como "aquello a que
se está obligado", en estos términos el artículo 55 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, establece que toda persona tiene derecho a la protección por parte del Estado a
través de los órganos de seguridad ciudadana, al mismo tiempo que se señala el deber de
participación de los ciudadanos y en los programas destinados a la prevención, seguridad y
administración de emergencias a través de medios que se complementen en una ley especial.

En sentido general, se señala, que toda persona tiene el deber de cumplir sus
responsabilidades sociales y participar solidariamente en la vida política, civil y comunitaria del
país, promoviendo y defendiendo los derechos humanos como fundamento de la convivencia
democrática y de la paz social (Artículo 132). Desde esta perspectiva podemos decir que el papel
del poder popular en el marco de la Seguridad Ciudadana, es el de contralor.
Respecto a la prestación del servicio de policía, la comunidad debe brindar
recomendaciones a los funcionarios para el mejor ejercicio de sus labores, pero sobre todo ejercer
controles sobre su desempeño para el mejoramiento del mismo, tal como lo establece el artículo
17 de la Ley Orgánica Del Servicio De Policía Y Del Cuerpo De Policía Nacional (LOSPCPNB).
En este marco, en el Capítulo IV del Título IV de la citada ley, se regulan las bases y las
instancias de control de gestión de la función policial por parte de las comunidades. Por ende, el
ejercicio ciudadano de involucrarse y comprometerse de manera organizada en el desarrollo de la
gestión pública, desde los ámbitos de actuación local, estadal, regional y nacional, soportada en
los principios de corresponsabilidad, cogestión y contraloría social, van dirigidos a mejorar las
condiciones de vida de la población venezolana bajo criterios de sustentabilidad.

Teniendo como Principios Fundamentales, la Universalidad, Corresponsabilidad,


Cooperación, Solidaridad, Transparencia, Tolerancia, Equidad e Inclusión, teniendo como
propósito la contribución a la búsqueda de soluciones en el tema de la seguridad, entendida ésta
como un bien común, que se esfuerzan en alcanzar los ciudadanos, las autoridades locales, la
policía y el Estado, a través de la producción conjunta de la seguridad de todos.

En síntesis, el desarrollo de actividades y dinámicas sociales que estimulan a los actores


del poder popular a hacerse cargo de su propia seguridad y a gestionar las transformaciones de su
hábitat, constituye una excelente plataforma para poner en práctica medidas focalizadas en ciertos
tipos de delitos y eliminar el miedo a la delincuencia en las ciudades o zonas riesgosas
(Rosenbaum 1988). Resultando trascendental las formas en que el ciudadano puede participar en
la formación, ejecución y control de la gestión pública en este proceso renovador consolidado en
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999. Nuestro sistema permite una
amplia participación reafirmante de una verdadera sociedad democrática, participativa y
protagónica, basada en el principio de la corresponsabilidad entre el Estado y la sociedad civil
organizada, que genere un compromiso ético consensual; donde ambos tomen las decisiones que
conduzcan a un sentimiento de pertenencia a la institución democrática con el fin de alcanzar el
bien común, donde la sociedad civil junto al Estado se vinculen estrechamente y que la moral
pública sea fundamento de una cultura Organizativa como fuente socio-política, integradora de
un consenso colectivo y legitimador de nuestro sistema democrático.

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