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INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL

ESCUELA SUPERIOR DE COMERCIO Y ADMINISTRACIÓN

UNIDAD SANTO TOMÁS

“LICENCIATURA EN CONTADURÍA PÚBLICA”

Materia: Comunicación Oral y Escrita

Nombre de la unidad: U. IV. Comunicación Oral

Nombre del desarrollo de la actividad: “Actividad de aprendizaje 14”

Nombre del alumno: Luis Eduardo González Reyes

Número de matrícula o boleta: 20210A0009

Grupo: 1PXB6

Nombre del asesor: Ricardo Rangel Zaldivar

Fecha de entrega: 22 de noviembre de 2020

Ciclo escolar: 2020-2021

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¿Qué tan importante es ser un comunicador oral efectivo?

La comunicación es la base para crear relaciones ya sean de ámbito personal


como profesional. La capacidad de comunicarse forma parte de las habilidades
sociales que nos permiten desenvolvernos de forma eficaz y natural con otras
personas. Por eso, ser un buen comunicador favorece la integración y aceptación
tanto en grupos sociales como laborales y ayuda a reforzar la autoestima y
confianza de la persona. Las personas con grandes habilidades sociales poseen
mayor seguridad y saben comunicarse de manera asertiva, esto quiere decir, que
sabe cómo defender su opinión y punto de vista respetando las opiniones de las
otras personas.

Es imprescindible que las habilidades de comunicación queden reflejadas en el


currículum y en la carta de presentación, para ello se debe cuidar el vocabulario y
la redacción, así como resaltarlo en el apartado “sobre mi” donde enumeramos
nuestras aptitudes. Los profesionales de recursos humanos buscan perfiles con
fuertes habilidades sociales y son las entrevistas de trabajo el escenario perfecto
para demostrar que somos buenos comunicadores. Una vez contratados
tendremos la oportunidad de seguir potenciando estas habilidades con
compañeros y superiores.

Para ser un buen comunicador y resaltar sobre el resto de los candidatos hay que
trabajar estos puntos:

 Lenguaje verbal
 Escucha activa
 Empatía
 Amabilidad
 Comentarios positivos
 Comunicación escrita
 Comunicación no verbal
 Confianza
 Elegir el medio adecuado

Recordando siempre que el buen comunicador no nace, sino que se hace.

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