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2. ESTUDIO TOXICOLÓGICO DE LOS PLAGUICIDAS CARBAMATOS

2.1. INTRODUCCIÓN:
Los plaguicidas carbamatos son muy utilizados en el hogar, jardines y agricultura. Éstos comparten con los
organofosforados, la capacidad de inhibir las enzimas colinesterasas y por lo tanto comparten una sintomatología
similar durante las exposiciones agudas y crónicas. Igualmente, la exposición puede ocurrir por diferentes rutas
en la misma persona debido a usos múltiples, y es probable que haya toxicidad adicional con la exposición
simultánea a los organofosforados. Sin embargo, debido a la afinidad un tanto diferente a las colinesterasas, en
comparación con los organofosforados, estos envenenamientos son un poco más fáciles de tratar.
El grupo químico de los carbamatos corresponde a ésteres derivados de los ácidos N-metil o dimetil carbámico y
comprende más de 25 compuestos que se emplean como insecticidas y algunos como fungicidas, herbicidas o
nematicidas, siendo ampliamente utilizados en agricultura y en domicilios.
La fórmula general de los carbamatos es la siguiente:

CH3 O
II
Donde:
N C O X
“X” (Grupo saliente): alcohol, fenol, oxima, arilo, ciclo, heterociclo
“R”: hidrogeno, metilo, etilo, cadena alifática corta.
R
Al igual que los organofosfosforados, los plaguicidas carbamatos son sustancias que se caracterizan por:
- ser liposolubles,
- ser fácilmente hidrolizables en soluciones alcalinas,
- ser biodegradables mediante la exposición a los rayos solares, y el metabolismo orgánico,
- no ser bioacumulables,
y en su mayoría son de mediana y baja toxicidad, con excepción del Aldicarb y el Carbofurán que son de
toxicidad alta para el ser humano.

2.2. ETIOLOGÍA:

2.2.1. ETIOLOGÍA MÉDICO-LEGAL:


Es similar a la de los plaguicidas organofosforados, por formar parte de productos de fácil disponibilidad.

2.2.2. VÍAS DE EXPOSICIÓN:


La exposición puede tener lugar por las tres vías clásicas: digestiva, inhalatoria y dérmica. Se presentan
como líquidos o polvos humectables.

2.2.3. DOSIS TÓXICA:


DL50 mg/Kg ratas DL50 mg/Kg ratas
PLAGUICIDA PLAGUICIDA
CARBAMATO CARBAMATO Vía
Vía Oral Vía Dérmica Vía Oral
Dérmica
Aldicarb (Temik) 0.5 218 Carbofusulfan 87.5 > 2000
Oxamilo (Vydate) 3.1 2000 Carbarilo (Sevin) 230 > 4000
Carbofurán (Furadán) 5 120 Tiodicarb 325 > 2000
Mexacarbato 8.5 > 1500 Carbendazim > 3000 > 4000
Metomilo (Lannate) 17 > 4000 Asulam > 4000 > 1200
Bendiocarb 34 566 Benomilo (Benlate) > 5000 > 5000
Propoxur (Baygon) 41 800 Desmedifam > 5000 > 5000

2.3. TOXICOCINÉTICA
2.3.1. ABSORCIÓN Y DISTRIBUCIÓN:
Los carbamatos de N-metilo se absorben por inhalación, ingestión y algunos penetran por la piel, aunque
esta última tiende a ser la ruta menos tóxica. Por ejemplo, el carbofurán tiene una DL50 por vía dermal 24
veces mayor que cuando es ingerido. Una vez absorbidos, los plaguicidas carbamatos y sus metabolitos
se distribuyen rápidamente por todos los órganos y tejidos. No se acumulan.

2.3.2. METABOLISMO Y ELIMINACIÓN:


El metabolismo de los plaguicidas carbamatos una vez absorbidos sigue reacciones de oxidación:
hidroxilación alifática, O-dealquilación, N-demetilación y sulfoxidación. La hidroxilacion alifática
representa su ruta predominante de biotransformación oxidativa sin embargo alguna de estas reacciones
fracasan en separar la unión éster, dando lugar a inhibidores de las colinesterasas a veces más potentes
que el producto primitivo. Se eliminan por la leche, orina, heces y aire expirado.

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2.4. TOXICODINÁMICA
2.4.1. MECANISMO DE ACCIÓN:
Los carbamatos muestran una toxicidad de efecto rápido y reversible por su enlace simple Enzima –
Carbamoil. Al inhibir la colinestarasa, se produce aumento de acetilcolina en el espacio sináptico, lo cual
lleva a la acumulación de acetilcolina, en las uniones neuroefectoras parasimpáticas (efectos musca-
rínicos), en las uniones mioneurales del músculo estriado y en los ganglios autónomos (efectos
nicotínicos), así como en el cerebro (efectos en el SNC).
La carbamilación es reversible por ser electrovalente y no covalente, por ello, la combinación carbamoil-
acetilcolinesterasa se disocia más rápidamente que el complejo fosforilo-acetilcolinesterasa. Esta labilidad
tiene varias consecuencias importantes:
(1) limita la duración del envenenamiento con insecticida carbamato N-metilo;
(2) amplia el intervalo que existe entre la dosis que genera los síntomas y la dosis letal (lo hace mayor que
el que existe en el caso de la mayoría de los compuestos organofosforados); y,
(3) invalida, con frecuencia, la medición de la actividad de las colinesterasas en la sangre como indicador
diagnóstico del envenenamiento.
Asimismo, los carbamatos pueden inhibir la enzima dopamina hidroxilasa con la consiguiente disminución
de la síntesis de noradrenalina, lo que puede conducir al shock, en ocasiones irreversible.

2.5. SINTOMATOLOGÍA:

2.5.1. INTOXICACIÓN AGUDA:


Como ocurre con la intoxicación por organofosforados, los síntomas y señales están basados en la
estimulación colinérgica excesiva. A diferencia del envenenamiento por organofosforados, la intoxicación
aguda por carbamatos tiende a ser un síndrome clínico más benigno con una duración más corta debido
a que la inhibición de la AChE es reversible, y los carbamatos son metabolizados más rápidamente. A
diferencia de los organofosforados tienen muy mala penetración al sistema nervioso central, por ello la
presentación clínica de esta intoxicación recuerda la de las intoxicaciones por insecticidas órgano-
fosforados con la excepción de originar pocos efectos sobre el sistema nervioso central, con convulsiones
muy raras en la clínica.
Sin embargo, los niveles de colinesterasas en la sangre podrían ser engañosos debido a la reactivación
de la enzima carbamilada. Los valores de las colinesterasas retornan a su valor normal a las pocas horas,
por ello en muchas ocasiones su determinación será normal cuando el paciente acude al hospital. No
obstante un nivel “normal” falso puede hacer más difícil el diagnóstico en la presentación aguda ante la
ausencia de un historial de exposición. Por lo tanto, la dosificación de la actividad de las colinesterasas en
las intoxicaciones por carbamatos es difícilmente interpretable dada la inestabilidad de la enzima
carbamilada.
Algunos estudios han revelado que la presentación clínica puede diferir entre niños y adultos. Los niños
están más propensos que los adultos a presentar los síntomas del sistema nervioso central.
Los síntomas iniciales de toxicidad grave por depresión del sistema nervioso central y efectos
muscarínicos y nicotínicos, se manifiesta a través de disminución del nivel de conciencia, convulsiones,
hipotonía, hipertensión y la depresión cardiorrespiratoria. La disnea, broncoespasmos y broncorrea con
una eventual edema pulmonar son otras señales serias. El malestar, debilidad muscular, mareo y
transpiración son síntomas iniciales de envenenamiento informados con frecuencia. El dolor de cabeza,
salivación, náusea, vómito, dolor abdominal y diarrea son a menudo notorios. La miosis con visión
borrosa, incoordinación, espasmos musculares y lenguaje lento también son reportados.
Aunque los niños pueden desarrollar las señales muscarínicas clásicas, la ausencia de las mismas no
excluye la posibilidad de intoxicación por carbamatos ante la presencia de depresión del SNC.
Algunos trabajos reportan neurotoxicidad retardada por carbamatos, que es infrecuente y con
recuperación completa en la mayoría de los casos.

2.6. LESIONES ANATOMO-PATOLÓGICAS:


Las lesiones que se encuentran en los cadáveres de las víctimas son la mayoría de ellas, inespecíficas.

2.7. TRATAMIENTO:

2.7.1. INTOXICACIÓN AGUDA:


2.7.1.1. TRATAMIENTO EVACUANTE-NEUTRALIZANTE:
Si los síntomas no han aparecido, tras la ingestión del tóxico, se debe proceder a la extracción
del tóxico mediante LAVADO GÁSTRICO con agua corriente o suero fisiológico, seguido de
carbón activado (1 g/Kg de peso corporal disuelto en 300 mL de agua).
En pacientes con contaminación dérmica, de la ropa, cabello y/u ojos, proceda a la desconta-
minación simultáneamente con cualquier medida de resucitación o administración de antídotos
que sea necesaria para preservar la vida. Elimine la contaminación ocular enjuagando con
cantidades abundantes de agua limpia. En individuos asintomáticos, alertas y físicamente
capaces, puede ser útil administrar una ducha rápida y un lavado de cabeza con champú,
mientras se mantiene la vigilancia estrecha del paciente en caso de aparición abrupta de

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síntomas de intoxicación. Si se presenta cualquier indicación de debilidad, ataxia u otra alteración


neurológica, desvista al paciente y recuéstelo para darle un baño completo y lavarle la cabeza
con abundante agua y champú. El personal asistencial deberá usar guantes de goma ya que los
de vinilo no proveen protección alguna contra la absorción dérmica. Remueva el pesticida que
pueda haber en los pliegues de la piel y debajo de las uñas.

2.7.1.2. TRATAMIENTO ANTIDÓTICO:


El tratamiento antidótico de la intoxicación aguda es similar al indicado en los organofosforados
restringiéndose el tratamiento a la atropina. El empleo de oximas, muy discutido, no está indicado
dada la espontánea reversibilidad del enlace carbamato-colinesterasa
La atropina es el específica para los efectos muscarínicos. Se debe “impregnar” al paciente con
atropina hasta obtener disminución de secreciones bronquiales, piel y mucosas (“secar” al
paciente). La frecuencia cardiaca, debe ser la guía para la utilización de atropina, en el caso de
encontrarse está por debajo de 70 latidos por minuto administrar: en adultos 2 mg IV o IM, y
repetir de 0.5 a 2 mg cada 15 minutos hasta alcanzar la atropinización (sin sobrepasar la
frecuencia por encima de 120 latidos por minuto). En niños la dosis de ataque es de 0.04 mg/Kg.
No se debe suspender bruscamente la administración de atropina, se debe disminuir paula-
tinamente incluso se puede pasar a la administración oral.
En general, los efectos muscarínicos por carbamatos se revierten con dosificaciones mucho
menores de atropina que las requeridas para revertir los de los organofosforados.
Las personas no intoxicadas o con un intoxicación leve podrían desarrollar señales de toxicidad
por atropina a causa de las dosis altas. Las principales señales de la intoxicación con atropina
son fiebre, fibrilación ventricular y delirio. Si estas señales aparecen mientras el paciente está
completamente atropinizado, es necesario descontinuar la administración de atropina, al menos
temporalmente, hasta reevaluar la severidad del cuadro clínico.
La pralidoxima es de poco valor en las intoxicaciones por carbamatos, debido a que sólo la
atropina es efectiva. No obstante, parece ser útil en casos de envenenamientos mixtos en los
que participan carbamatos/organofosforados, y en casos de pesticidas desconocidos con
síntomas de presentación muscarínica.

2.7.1.3. TRATAMIENTO SINTOMÁTICO:


Se basa fundamentalmente en las siguientes medidas:
- corregir la hipoxia y la cianosis con respiración artificial (oxigenoterapia). Se debe mejorar la
oxigenación tisular al máximo antes de administrar la atropina, para minimizar el riesgo de
fibrilación ventricular. En casos de envenenamiento grave, tal vez sea necesario mantener la
ventilación pulmonar mecánicamente durante varios días.
- tratar el edema cerebral y pulmonar administrando suero glucosado hipertónico por vía IV. La
furosemida podría ser considerada para aliviar el edema pulmonar, después de una
atropinización completa. No se debe utilizar antes de que la atropina alcance el efecto
máximo.
- tratar las convulsiones, la agitación psicomotora o las fasciculaciones, administrando por vía
IV lenta, diazepam en dosis de 10-20 mg (adultos), 5-10 mg (ancianos) ó 0.2-0.3 mg/Kg.

2.8. ANÁLISIS QUÍMICO-TOXICOLÓGICO:


El análisis toxicológico se realiza indirectamente, a través de la determinación de la actividad de las
colinesterasas eritrocitaria y plasmática

2.8.1. MÉTODOS ESPECTROFOTOMÉTRICOS:


Los métodos utilizados son los de Mitchel (plasma y eritrocito) y Ellman modificado (plasma y eritrocito)
En todos los casos se deben tener en cuenta los valores de referencia empleados por cada método y
reactivo.
La determinación analítica reviste características particulares según: a) el tipo de colinesterasa de que se
trate: acetilcolinesterasa, butirilcolinesterasa o colinesterasas totales; b) el medio específico en que se
determine: eritrocitos, suero o plasma, o sangre total; c) el principio analítico en que se fundamente el
método; y el sustrato determinado que se emplee en la medición de la actividad enzimática
correspondiente.
En cuanto al tipo de colinesterasa a determinar y al medio específico en que se determine, la actividad de
la AChE en eritrocitos es, indiscutiblemente, la más apropiada por su sensibilidad analítica, precisión y
especificidad, siendo el método espectrofotométrico de Ellman el más recomendado internacionalmente.
Sin embargo, y por razones puramente prácticas atendiendo fundamentalmente a rapidez, sencillez y
economía, la determinación de la actividad colinesterásica en sangre total se utiliza con bastante
frecuencia en el monitoreo de exposición a compuestos inhibidores de la colinesterasa.
Otro aspecto importante de la determinación es la forma de evaluación de los resultados de su medición,
siendo la comparación con el valor individual base de cada trabajador (antes de la exposición) la
referencia por excelencia, aunque, ante la ausencia de tales valores, se han de utilizar entonces los
valores ‘normales’, obtenidos en una muestra lo más representativa posible en un grupo de sujetos sanos
sin exposición conocida a carbamatos.

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