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SUMARIO
NOTA INTRODUCTORIA
1.3.- Sobre las resoluciones del tribunal de contrataciones y directivas de la osce en materia
de arbitraje con el estado
1.4.- Análisis de los artículos 225 y 230 referidos al arbitraje en el decreto supremo n° 377-
2019-ef que modifica el reglamento de la ley n° 30225.
ANEXOS
CONCLUSIONES
NOTA INTRODUCTORIA
El orden público actúa en el arbitraje no sólo como límite sino también como garantía que
favorece, verifica y consolida la confianza de los Estados en el arbitraje. Bebe de las diversas
acepciones que conforman su caracterización general tomando de cada una de ellas la forma
que precisa para actuar en cada ámbito material en particular. Sin dejar de lado que la
consideración del orden público en el arbitraje internacional privado implica un
entrecruzamiento necesario entre el Derecho público y el Derecho privado.
1
CASTILLO FREYRE, Mario y VÁSQUEZ KUNZE, Ricardo. Arbitraje. El juicio Privado: La verdadera reforma de
la Justicia, Lima, Palestra-Cátedra Garrigues-Estudio Mario Castillo Freyre, 2007. p. 57.
2
GÓMEZ COLOMER, Juan. Derecho Jurisdiccional. V. II, Barcelona, Bosch, 1995. p. 843
1.2.-El Arbitraje en contrataciones con el Estado
Fernando de Trazegnies3 advirtió sobre la presencia del círculo vicioso en que incurre
generalmente la doctrina. En efecto, el referido autor sostiene que caemos ante un perfecto
razonamiento circular cuando se dice que el arbitraje de conciencia funciona conforme al leal
saber y entender del árbitro, y, a su vez, el leal saber y entender es guiado por la equidad;
pero cuando preguntamos sobre lo que es la equidad, nos encontramos con la extraña
respuesta de que es lo que según el leal saber y entender de los árbitros, éstos consideran
equitativo.
Ahora bien, en materia de Contratación Pública, todas las legislaciones de nuestro país han
contemplado al arbitraje de derecho como aquél que se aplicará para la solución de
controversias. Ello, de seguro, porque el legislador ha querido y quiere evitar que —
precisamente— el arbitraje sobre esta materia sea arbitrario o subjetivo. Así, por ejemplo, si
bien la Ley n.º 26850, antigua Ley de Contrataciones y Adquisiciones del Estado, no
establecía expresamente que se trataba de un arbitraje de derecho, su Reglamento, el Decreto
Supremo n.º 013-2001-PCM, sí lo hacía, al señalar lo siguiente:
Artículo 53.- «Solución de controversias […] Las controversias que surjan entre las
partes, desde la suscripción del contrato, sobre su ejecución, interpretación,
resolución, inexistencia, ineficacia o invalidez, se resolverán mediante conciliación
y/o arbitraje […] El arbitraje será de derecho […]». (El subrayado es nuestro).
1.3.- Sobre las Resoluciones del Tribunal de Contrataciones en materia de Arbitraje con
el Estado
El TCE ha referido: “De las normas glosadas, se puede inferir que las disposiciones de las
bases deben encontrarse acorde con los principios que inspiran el régimen de contratación
estatal, por lo que no basta aceptar aquellas que han sido recogidas expresamente en las
bases, por el simple hecho de formar parte de estas, sin analizar de manera alguna, con
ocasión de un cuestionamiento concreto, su naturaleza, razonabilidad y relevancia en el
proceso de selección, aspectos que no pueden ser obviados, por cuanto dichos principios
sirven de criterio interpretativo para resolver las cuestiones que puedan suscitarse en la
aplicación de la Ley y el Reglamento, como parámetros para la actuación de los funcionarios
y dependencias responsables.5
4
Resolución del 14 de Enero del 2015, {Expediente Número 323-2014-TC-S4}
5
Resolución del 14 de Septiembre del 2005 {Expediente Número 934-2005.TC-SU}
Procesal Constitucional, precisándose que tratándose de materias de competencia del fuero
arbitral, de conformidad con el artículo 5°, numeral 4, del citado Código, no proceden los
procesos constitucionales cuando no se hayan agotado las vías previas; en ese sentido, si lo
que se cuestiona es un laudo arbitral que verse sobre derechos de carácter disponible, de
manera previa a la interposición de un proceso constitucional, el presunto agraviado deberá
haber agotado los recursos que la Ley General de Arbitraje prevé para impugnar dicho laudo;
y c) En este contexto, el control constitucional jurisdiccional se desenvuelve a posteriori,
cuando se vulnera el derecho a la tutela procesal efectiva o se advierte un incumplimiento,
por parte de los propios árbitros, de la aplicación de la jurisprudencia constitucional o los
precedentes de observancia obligatoria, que los vinculan en atención a los artículos VI, in
fine, y VII del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, respectivamente.
RESOLUCION N° 12 - 2020-OSCE/DAR
Que, debemos senator que el marco normative vinculado al arbitraje de donde deriva la
presente recusacion corresponde a la Ley de Contrataciones del Estado, aprobada mediante
Decreto Legislativo A/- 1017 modificada por la Ley N° 29873 (en adelante, la "Ley"); su
Reglamento, aprobado mediante Decreto Supremo Ng 184-2008-EF modificado por Decreto
Supremo N° 138-2012-EF (en adelante, el "Reglamento"), el Decreto Legislativo que Norma
el Arbitraje, aprobado mediante Decreto Legislativo Ng 1071 (en adelante, "Ley de
Arbitraje"),y, el Codigo de Etica para el Arbitraje en Contrataciones del Estado, aprobado
mediante resolución N° 028-2016-OSCE/PRE2 (en adelante el "Código de ética"); Que, los
aspectos relevantes de la recusación son los siguientes:
Respecto así la recusación planteada por el Contratista resulta extemporánea por haberse
formulado en exceso al plazo establecido en el numeral 1) del articulo 226° del Reglamento.
Si el hecho de que el señor Enrique Varsi Rospigliosi no haya informado sobre su
participación conjunta con su co -arbitro Enrique Palacios Pareja en un proceso arbitral
seguido entre el ConsorcioJzeam y la empresa Petro peru -Exp. 439-2016-CCL evidencia el
incumplimiento de su deber de revelacion. Si el senor Enrique Palacios Pareja cumplió de
manera amplia, oportuna y rigurosa con revelar su participación como árbitro en cuatro (4)
procesos arbitrales donde una de las partes es la Entidad y un (1) proceso arbitral donde una
de las partes sería una institucion adscrita al Ministerio de Transportes y Comunicaciones.
Salvo que las partes se hayan sometido a un arbitraje institucional, una vez que los árbitros
hayan aceptado sus cargos, cualquiera de las partes debe solicitar al OSCE la instalación del
árbitro único o del tribunal arbitral, dentro de los veinte (20) días siguientes de conocida la
aceptación de estos, según corresponda. Para tales efectos, las instalaciones se pueden
realizar en la Oficinas Desconcentradas de OSCE.
Dentro del plazo de diez (10) días de realizada la instalación del árbitro único o tribunal
arbitral, se trate de un arbitraje ad hoc o institucional, las Entidades, bajo responsabilidad del
Titular de la Entidad o de quien este haya delegado tal función, deben registrar en el SEACE
los nombres y apellidos completos del árbitro único o de los árbitros que conforman el
tribunal arbitral y del secretario arbitral, así como de aquellos que eventualmente sustituyan a
estos.
Base Legal: Artículo 194 del Reglamento de la Ley de Contrataciones del Estado. Al
respecto, también puede revisar la Directiva Nº 016-2017-OSCE/CD "Procedimiento para la
instalación de Árbitro Único o Tribunal.
El árbitro único o tribunal arbitral constituido para resolver una controversia derivada de un
contrato regido por la Ley de Contrataciones del Estado resulta, en principio y salvo el
supuesto de excepción previsto en el numeral 45.7 del artículo 45° de dicha Ley, competente
para conocer las demás controversias, susceptibles de ser sometidas a arbitraje, que surjan de
la ejecución del mismo contrato.
Siendo ello así, cuando exista un arbitraje en curso y surja una nueva controversia derivada
del mismo contrato, cualquiera de las partes debe solicitar al(os) árbitro(s) la acumulación de
las pretensiones a dicho arbitraje, dentro del plazo de caducidad previsto en el numeral 45.2
del artículo 45° de la Ley (30 días hábiles).
El árbitro único o el tribunal arbitral acumulan las nuevas pretensiones que se sometan a su
conocimiento, siempre que estas sean solicitadas antes de la conclusión de la etapa
probatoria. Excepcionalmente, el árbitro único o el tribunal arbitral, mediante resolución
fundamentada, puede denegar la acumulación solicitada tomando en cuenta la naturaleza de
las nuevas pretensiones, el estado del proceso arbitral y demás circunstancias que estime
pertinentes.
El laudo arbitral es la decisión definitiva emitida por los árbitros respecto de todo o parte de
la disputa sometida a su conocimiento, sea que se refiera al fondo de la controversia, a la
competencia de los árbitros o a temas de procedimientos.
El laudo arbitral es inapelable, definitivo y obligatorio para las partes desde el momento de su
notificación, debiéndose notificar a las partes en forma personal y a través del Sistema
Electrónico de Contrataciones del Estado (SEACE) para su eficacia. La notificación se tiene
por efectuada desde ocurrido el último acto. Contra dicho laudo solo cabe interponer recurso
de anulación de acuerdo a lo establecido en el Decreto Legislativo 1071, Decreto Legislativo
que norma el arbitraje o norma que lo sustituya. Base Legal: Numeral 45.8 de la Ley N°
30225 modificada por Decreto Legislativo N° 1341.
Para efectos del registro y acreditación, las instituciones arbitrales deberán contar con un
Reglamento de Arbitraje, un Código de Ética, una Tabla de honorarios y gastos arbitrales,
una nómina de árbitros, un portal web institucional, entre otros aspectos conforme a lo que
disponga el OSCE.
Base Legal: Artículo 204 del Reglamento de la Ley de Contrataciones del Estado,
modificado con D. S N° 056-2017-EF. Al respecto, puede revisar la Directiva N° 019-2016-
OSCE/CD "Directiva de Acreditación de Instituciones Arbitrales por el OSCE", que
entrará en vigencia en la oportunidad señalada en el Comunicado que emita el OSCE.
La finalidad de la Junta de Resolución de Disputas es que las partes logren prevenir y/o
resolver eficientemente las controversias, que surjan desde el inicio del plazo de ejecución de
la obra hasta la recepción total de la misma.
Las partes pueden pactar hasta antes del inicio de la ejecución de la obra, una cláusula de
solución de disputas a cargo de una Junta de Resolución de Disputas en aquellos contratos de
ejecución de obra cuyos montos sean superiores a cinco millones de Soles (S/ 5 000 000,00),
siendo sus decisiones vinculantes para las partes.
Base Legal: Artículo 205 del Reglamento de la Ley de Contrataciones del Estado, modificado
con D. S N° 056-2017-EF. Al respecto, puede revisar la Directiva N° 020-2016-OSCE/CD
"Junta de Resolución de Disputas"
ANÁLISIS DE LOS ARTÍCULOS 225 Y 230 REFERIDOS AL ARBITRAJE EN EL
DECRETO SUPREMO N° 377-2019-EF QUE MODIFICA EL REGLAMENTO DE
LA LEY N° 30225.
En este contexto es importante recordar que con fecha 25/03/2020, el Organismo Supervisor
de Contrataciones del Estado, emitió el Comunicado Nº 005-2020 denominado: “Sobre la
ejecución de contratos, en el marco de las normas que establecen medidas excepcionales para
contener la propagación del COVID-19”, mediante el cual se indicó que era derecho del
contratista solicitar la ampliación del contrato, debiendo seguir para tal efecto el
procedimiento regulado en la Ley de Contrataciones del Estado y su Reglamento.
Es decir, en un contrato que haya iniciado la ejecución de la obra y que tenga la vigencia del
Decreto Legislativo N° 1341, no podría pactarse la solución de la controversia ante una Junta
de Resolución de Disputas; pese a que dicho mecanismo sería una medida efectiva para la
reactivación de la obra, conforme lo señalado en el Decreto Legislativo N° 1486. Por otro
lado, mediante OPINIÓN Nº 014-2020/DTN, la cual absuelve la siguiente consulta: “¿En el
marco de un contrato de obra mayor a S/ 5 000 000,00 (cinco millones y 00/100 Soles) que se
encuentra en ejecución, ¿es posible incorporar a la cláusula de solución de controversias del
contrato que las soluciones de estas, estén a cargo de una Junta de Resolución de Disputas,
teniendo en consideración que en la Opinión N° 206-2019/DTN se indicó que no era
imposible en el marco del Reglamento anterior (aprobado por Decreto Supremo 350-2015-
EF)?”. En dicha opinión se concluye en lo siguiente: - En el marco de la normativa de
contrataciones del Estado vigente, en los contratos de obra con montos iguales o superiores a
cinco millones de soles (S/ 5 000 000,00) y hasta veinte millones de soles (S/ 20 000 000,00),
las partes están facultadas a pactar (en el contrato original, o luego de su suscripción) la
inclusión de una cláusula en virtud de la cual la solución de las controversias que
correspondan esté a cargo de una JRD. Asimismo, cuando el monto del contrato de obra es
superior a veinte millones (S/ 20 000 000,00) y el procedimiento de selección del cual deriva
ha sido convocado a partir del año 2020, las partes están obligadas a someter a JRD la
solución de las controversias del contrato desde el momento de su suscripción. - La
normativa de contrataciones vigente(Decreto Legislativo N° 1444), para el caso de los
contratos de obra cuyos montos sean iguales o superiores a cinco millones de soles (S/ 5 000
000,00) y hasta veinte millones de soles (S/ 20 000 000,00), no establece un hito o límite de
plazo hasta el cual las partes pueden acordar incorporar a la cláusula de solución de
controversias que las soluciones de estas estén a cargo de una JRD, lo que implica que aún
después de iniciada la ejecución de la obra podría incorporarse dicha cláusula al contrato.
1.- El Centro procederá a solicitar a los árbitros, la información necesaria para que las
entidades procedan a identificarlos y reportarlos como sujetos obligados en la Plataforma,
conforme lo señalado en el artículo 6° del D.U. 020-2019. Es responsabilidad de los árbitros
cumplir con el envío de la información solicitada en el plazo otorgado por la Secretaría
General de Arbitraje del Centro. 2) La entidad deberá informar al Centro que cumplió con
reportar a los árbitros en la Plataforma, a fin que dichos profesionales cumplan con la
obligación establecida en el D.U 020-2019 y el Decreto Supremo N° 091-2020-PCM. 3) Los
árbitros deberán informar al Centro el cumplimiento de la obligación establecida en el D.U
020-2019 y el Decreto Supremo N° 091-2020-PCM. 4) Sin perjuicio de ello, en tanto no se
cuente con el reporte efectuado en la Plataforma por las propias entidades, los árbitros podrán
remitir al Centro vía correo electrónico dirigido al secretario arbitral, el correspondiente
formato de declaración jurada de intereses debidamente llenado, poniéndose en conocimiento
de ambas partes dicho documento.
Es claro que la esencia del Arbitraje, es la voluntad que tienen las partes para pactar las reglas
y la designación de sus árbitros independientes e imparciales, libertad que se materializa en
los convenios arbitrales. Sin embargo, las buenas intenciones del OSCE, están cayendo en un
exceso de regulación y formalismos, que terminan convirtiéndose en barreras burocráticas y
una limitación a la jurisdicción arbitral con rango constitucional. En ese escenario,
analicemos lo bueno, lo malo y lo feo del RNA y el TUPA 2020 que señalan los requisitos
que tiene que cumplir aquellos profesionales que aspiren a obtener su registro, con un ánimo
de realizar críticas constructivas que puedan ayudan a los funcionarios y servidores públicos
del OSCE – Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado, a ver la realidad de la
comunidad arbitral y los actores involucrados en el mundo del Arbitraje (Contratistas y
Entidades) en el marco de una Ley especial – Ley 30225.
Si la Dirección de Arbitraje del OSCE, no logra esto a mediano plazo, el RNA será un engaña
muchachos. Si en verdad se quiere luchar contra la corrupción, el RNA debe ser un ejemplo
de faro de transparencia que espante a los “árbitros vampiros” que le tienen miedo a la luz. La
publicidad de información de los árbitros, no es por un tema de fama o popularidad del
árbitro, por el contrario, la publicidad resulta necesaria en estos tiempos de corrupción para
que un contratista, un abogado o un procurador público designen de manera objetiva a los
Árbitros que van a resolver su controversia. De nada servirá pedir información, Declaración
Jurada de Intereses y legajos de los árbitros, si dicha información no es pública. Recordemos
que información es poder, y ayudará que las partes (contratista y Entidad) puedan elegir a sus
árbitros con criterios objetivos. –
Especialización de los árbitros. Se exige que los profesionales que postulen al RNA logren
acreditar la formación mínima que puede realizarse a través de cursos o diplomados o
maestrías en temas de Contratación del Estado, o realizando la labor de docente universitario
como mínimo por 2 años. Este requisito sin duda es un reto para muchos árbitros que deberán
volver a las aulas a seguir nutriendo su conocimiento, y es que la vida se resume en algo
simple: vivimos, para aprender y aprendemos para transcender. La especialización es
fundamental, y esta no se logra únicamente cursando un diplomado, sino mediante la
experiencia profesional. La lectura de un contrato público, es diferente a un contrato civil y
entre privados. Es por ello, que en materia de la Ley 30225 se existe un orden de prelación de
aplicación del derecho, donde se aplica la Constitución, la Ley de Contrataciones y su
Reglamento, el derecho público y el derecho privado. Razonamiento que algunos árbitros con
experiencia en lo comercial y civil, no logran entender. Un arbitraje comercial, es diferente a
un arbitraje en contratación pública.
Fiscalización posterior: Todo documento o información presentada por la persona que postula
al RNA será verificada posteriormente, y en los casos que se corrobore que la documentación
presentada sea falsa o inexacta, se declarará nulo la inscripción, y se procederá a realizar las
denuncias penales o administrativas pertinentes. Lo cual es saludable, para eliminar a los
“árbitros swing” que intenten sorprender a la Dirección de Arbitraje del OSCE, y manchar el
Arbitraje en Contratación del Estado.
La directiva en análisis indica en su numeral “6.1.2. “Para tal efecto, solo los profesionales
que formen parte del RNA – OSCE, conforme a los numerales 45.16 de la LCE; 232.1, 232.2,
242.1 del RLCE y 6.1 del Anexo N° 2 del RLCE, podrán desempeñarse como árbitros:
Cuando una Entidad los designe en arbitrajes institucionales o ad hoc.” (sic) Es claro, que
cada Centro de Arbitraje para incluir a un profesional en su directorio o nómina de árbitro,
realizó un escrutinio sobre su perfil académico, experiencia y ética de sus árbitros. Por lo que
no se puede invalidar los registros de los Centros de Arbitraje, y primar sólo la nómina que
habrá en el RNA, por vulneración a derechos fundamentales reconocidos en la Constitución
del Estado, y con la temeridad que se esté sin querer queriendo, crear un monopolio y círculo
cerrado de árbitros que únicamente podrán ser designados por las Entidades Públicas en el
marco de la LCE. ¿Cuántos árbitros de excelente perfil nacionales e internacionales se está
perdiendo el Perú y el arbitraje?
CONCLUSIONES
3) El árbitro tiene o ha tenido un interés económico en una de las partes o en el resultado del
arbitraje.
4) El árbitro, directamente o a través de una persona jurídica, asesora o ha asesorado con
regularidad a una de las partes o a su filial, dependencia, sucursal o similar.
5) El árbitro emitió dictamen, informe u opinión respecto de la controversia a instancia de
alguna de las partes.
6) El árbitro es o ha sido socio de una de las partes o de una filial, dependencia, sucursal o
similar de una de las partes.
7) El árbitro intervino en el asunto controvertido materia del arbitraje.
8) Tanto el árbitro como el abogado, representante o asesor de una de las partes prestan o han
prestado servicios en un mismo estudio de abogados o empresa, sus filiales o sucursales.
9) Un pariente del árbitro, hasta el tercer grado de consanguinidad o segundo grado de
afinidad, cónyuge o concubino (a), tiene o ha tenido un interés económico directo en el
resultado de la controversia.
10) El árbitro, de forma directa o indirecta, representa o asesora al representante o abogado
de una de las partes, o lo ha hecho en los últimos cinco (5) años.
11) El árbitro, su cónyuge o concubino (a) tiene o ha tenido vínculo de parentesco, hasta el
tercer grado de consanguinidad o segundo grado de afinidad, con una de las partes o sus
socios. 12) El estudio de abogados o empresa del árbitro o en el que presta o ha prestado
servicios tiene o tuvo una relación comercial con una de las partes o una filial, dependencia,
sucursal o similar de ésta. En el caso que una parte sea un consorcio, este deber se extiende a
las personas que lo conforman.
B) Respecto al Principio de Imparcialidad: Constituye supuesto de infracción a este principio
el incumplimiento o inobservancia del siguiente deber ético:
1) Revelar al momento de su aceptación al cargo o de modo sobreviniente, todo hecho o
circunstancia que pudiese generar a las partes dudas justificadas sobre su imparcialidad.
C) Respecto al Principio de Transparencia: Son supuestos de infracción a este principio el
incumplimiento o inobservancia de los siguientes deberes éticos:
1) Cumplir con registrar el laudo en el SEACE de forma íntegra y fidedigna, así como sus
integraciones, exclusiones, interpretaciones y rectificaciones, en los casos que corresponda.
2) Remitir la información y/o documentación que el OSCE le requiera, siempre que esté
referido a arbitrajes concluidos, sobre los arbitrajes en contrataciones del Estado en que se
desempeñan como árbitros a partir de la entrada en vigencia de la Ley.
D) Respecto al Principio de Debida Conducta Procedimental: Son supuestos de infracción a
este principio el incumplimiento o inobservancia de los siguientes deberes éticos:
1) Evitar utilizar, en beneficio propio o de un tercero, la información que, en el ejercicio de
sus funciones, haya obtenido de un arbitraje, salvo para fines académicos.
2) Abstenerse de agredir física o verbalmente a las partes, abogados, representantes y/o
asesores involucrados en el proceso arbitral.
3) Abstenerse de sostener reuniones o comunicación, con ninguna de las parte, sus abogados,
representantes y/o asesores. Reviste especial gravedad que la reunión o comunicación sea
utilizada para informar, de manera anticipada, sobre las deliberaciones o las decisiones que
puedan emitirse o hayan sido emitidas en el ejercicio de la función arbitral.
4) Custodiar los expedientes arbitrales y garantizar su integridad conforme las normas
aplicables.
5) Incurrir, sin que exista causa justificada, en una paralización irrazonable del proceso
arbitral.
6) Verificar que el secretario arbitral que se designe cuente con inscripción vigente en el
RNSA.
Lo expuesto no desconoce la potestad de las instituciones arbitrales de sancionar otras
conductas no descritas en el artículo precedente que a su juicio y conforme a sus instrumentos
normativos constituyan conductas no éticas.
IV. ANEXOS