Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
UNIDADDECIENCIA POLÍTICA
LaReclamaciónVenezolana
sobrelaGuayana Esequiba
por
JuanC a r l o s Rey
ProfesorTitular deIDEA
DirectordelaUnidad deCienciaPolítica
I
Eltextoquesigueesunapretadoresumen delahistoriaydelestado
actualdelacontroversia (para marzo de 1990)
entreVenezuelayGuyana,sobreelterritorioEsequibo,
preparadoporelProfesorJuanCarlosRey,asolicitud del Ministrode Relaciones
Exterioresde Venezuela,Dr.Reinaldo Figueredo Planchart.
2
ÍNDICE
I. AntecedentesColoniales..................................................................
I 1
.
II.lGranBretañareconoceelEsequibocomofrontera
l
entresucoloniaylaRepública............................................................ 1
.
III.
I Origendelacontroversia ................................................................ 3
I
I Elacuerdode1850...........................................................................
IV. 4
.
V
V..VAmpliacióndelaspretensionesbritánicas
.
yadulteracióndemapas.................................................................... 4
VI.
V GranBretañarechazaelarbitraje:
I
rupturaderelaciones diplomáticas...................................................... 6
.
VII.
V InterposicióndelosEstadosUnidos:
l
invocacióndela"DoctrinaMonroe"............................................... 7
l
.
VVIII. Seimpone aVenezuelauntratadohumillante..................... 8
I
IIX.
I SedictaelLaudode1899.............................................................. 11
I X
.X.. XLosviciosdelLaudo....................................................................... 12
.
a)Fa1tademotivación................................................................... 12
b)Excesodepoder......................................................................... 12
c) Falsaevidencia............................................................................ 13
d)Conductaimpropia delosárbitrosbritánicos....................... 13
e)Incumplimiento
deobligacionesqueimponíaelTratadode1897..................................... 14
............................................................
i
f) Lasentencia nosebasóenelderechosinoque
fueresultadodeunacuerdo
políticorealizadoaespaldasdeVenezuela..................................
.................................................. 14
g)Losárbitrosfueronobjetodecoerciónyextorsión.............. 15
h)Losárbitrosaccedieron auncompromiso
incompatibleconsusdeberes....................................................... 15
XI. Venezuelareservasusderechosterritorialeseinvocala
nulidad delLaudo...................................................................17
XII.SenegociaelAcuerdodeGinebra............................................18
XIV. SeponeafuncionarelAcuerdodeGinebra.............................21
XV. ElProtocolodePuertoEspaña..................................................... 22
XVll. Laposiciónvenezolanaanteeldiferendo................................ 24
1
I. ANTECEDENTES COLONIALES
1. Desde el descubrimiento de Guayana, en 1499, hasta el fin del siglo XVI, España
como descubridora, primera ocupante y pobladora, ejercicio un dominio y posesión sobre
el territorio guayanés con la aquiescencia de las otras potencias.
3. En 1814, por el Tratado de Londres, Gran Bretaña recibió de Holanda las colonias de
Demerara, Berbice y Esequibo, pero la frontera entre la Guayana Británica y Venezuela
se extendía a lo largo del río Esequibo, tal como aparece en diversos mapas publicados
en la capital británica con patrocinio del Gobierno de ese país.
1
as declaraciones de sus diplomáticos1, dio a conoce r a Gran Bretaña que su frontera con
la Guayana Británica era el Esequibo. De particular importancia es la declaración
contenida en la "Memoria acerca de los limites, territorio y comercio, ventas, población,
etc. de la Republica de Colombia", formulada en 1824 por el Enviado Extraordinario y
Ministro Plenipotenciario de Colombia José Manuel Hurtado, cuando gestionó y obtuvo
el reconocimiento, por parte de la Gran Bretaña, de la Gran Colombia como nación
independiente. En ella se decía:
"La República de Colombia, compuesta hoy en día de los pueblos conocidos antes
bajo los nombres de Venezuela y Nueva Granada está situada en el corazón de la
zona tórrida en la América meridional. Este bello y rico país se extiende por la mar
del norte, desde el río Esequibo o confines de la provincia de Guayana, hasta cl río de
las Culebras que la se - para de Guatemala".
1Francisco Antonio Zea (1821), José Rafael Revenga (1823), José Manuel Hurtado (1824) y Pedro
Gual (1825)
2
III. 0RIGEN DE LA CONTROVERSIA
3
investigadores venezolanos a partir de 1950) muestran que tanto el Foreign Office
como la Colonial Office consideraban que esta nueva línea de Schomburgk carecía de
datos o evidencias con las que pudiera ser respaldada y no podía 1egitimar los supuestos
derechos británicos2. Pese a todo, ella se convirtió en la posición oficial del Gobierno
Británico en lo relativo a la frontera entre Venezuela y la Colonia.
10. Tanto en el "Sketch Map" de 1840, como en todos los otros mapas oficiales que el
Gobierno Británico publico hasta 1886, se reconoció como territorio venezolano, sin
disputa, todo el alto Barima y todo el Cuyuní, desde sus fuentes hasta la desembocadura
2En una Minuta suscrita el 7 de Noviembre de 1841 por Lord Stanley, Ministro de Colonias, se
reconoce que Schomburgk no proporciona ningún dato en que fundamentar la frontera reclamada
por él y los supuestos derechos de la Corona Británica (Public Record Office. London. C. 0. 111/179).
En un Memorándum confidencial del Ministerio del Exterior Británico del 24 de noviembre de 1857,
se pone en duda el valor de la evidencia presentada por el prusiano y los derechos británicos en lo
que respecta a la frontera que pretendía (Bodleian Library. Oxford. Mss. Clarendon Deposit C/275).
4
del Otomong. Pese a ello, en los años siguientes el Gobierno Británico, con la clara
intención de acercarse al Orinoco y dominar sus bocas, y de lograr el control sobre
ciertos distritos aurífero, trató de avanzar la línea Schomburgk sobre territorio
venezolano que estaba fuera de la controversia, sin vacilar en destruir y /o adulterar,
para lograr ese propósito, los propios mapas oficiales británicos.
12. Pero a los pocos meses de publicada la anterior línea como su máxima aspiración
territorial frente a Venezuela, Gran Bretaña afirmó que apenas constituía una línea de
estricto derecho, y avanzó aún mas sus aspiraciones con la llamada "línea de máxima
reclamación británica", que llegaba hasta cerca de Upata, a pocos kilómetros del Orinoco,
3Entre la documentación que figura en los archivos británicos cabe mencionar la siguiente:
Explicación del Ministerio del Exterior Británico (Public Record Office. London. P.O. 80/373);
Memorándum de Sir E. Hertslet del 1 de junio de 1886 (Public Record Office. London. 80/30); carta
del Sr. Charles Alexander Harris, del Ministerio de Colonias, a Sir. E. Hertslet, del Ministerio del
Exterior, de junio de 1886 (Public Record Office. London. F.O. 80/309); carta de Sir. E. Hertslet, para
el Sr. Jervoise, del 14 de junio de 1886 (Public Record Office. London . F.O.80/309); y Memorándum
d e Sir. E. Herstlet del 22 de oct ubre de 1886 {Public Record Office. London. F.O. 80/31)
5
y ampliaba las pretensiones de ese país sobre territorio venezolano a alrededor de
203.310 km2.
14. Pese a ello, entre 1893 y 1895 Venezuela reiteró a Gran Bretaña diversas propuestas
para someter la controversia territorial a arbitraje, que no fueron aceptadas por este
ultimo país. Las razones del rechazo británico son hoy en día evidentes. Por un lado, en
varios mapas oficiales británicos, habían sido reconocidos como venezolanos territorios
reclamados por la Gran Bretaña, , de modo que este país no podía presentar su caso a
arbitraje "ni siquiera con pequeñas esperanzas de éxito"4. Por otro lado, según pensaban
las clases dirigentes británicas, el arbitraje podía ser apropiado para resolver ciertos
conflictos entre naciones civilizadas, pero en ningún caso debería ser aplicado para
6
atender la pretensión de un Estado semisalvaje (como en su opinión era Venezuela)
sobre un territorio que había sido ocupado por un país como la Gran Bretaña5.
15. La joven y débil Republica de Venezuela, que se hallaba incapacitada para defender
su territorio ante la amenaza real e inminente de la Nación que para la época era la mas
poderosa de la tierra, y que estaba convencida de la justicia de su causa, solicitó la
interposición del Gobierno de los Estados Unidos de América para que ejerciera
funciones de mediador ante la Gran Bretaña, con el fin de que ésta aceptara someter la
controversia territorial a un arbitraje.
5 En una carta de Joseph Chamberlain, Ministro de Colonias, al Sub-Secretario Earl Selbome (William
Waldegrave Palmer), fechada el 20 de Diciembre de 1895, trataba de justificar el rechazo británico
del arbitraje con Venezuela, y decía, entre otras cosas, que "the principle of arbitration is clearly
limited by the particular character of the case to be submitted, and never before, I think, has it been
contended that a nation should arbitrate on a claim by a semi-civilized state to take possession of
territory which is, and has been for a generention, in the occupation of its own subjects"
(Birm1ngham University Library, Chamberlain Paper. C. 7 /5).
7
Venezuela y la colonia británica, y que, una vez establecida, seria su deber defenderla
frente a las pretensiones de la Gran Bretaña. Como consecuencia de estas acciones, Gran
Bretaña aceptó finalmente negociar un Tratado para someter a arbitraje su controversia
territorial con Venezuela.
18. En efecto, no fue Venezuela, sino los Estados Unidos quien negoció con la Gran
Bretaña los términos del Tratado de arbitraje, no sólo porque las relaciones diplomáticas
entre ambos estaban rotas, sino porque de acuerdo a la opinión de los dirigentes políticos
norteamericanos y británicos, Venezuela era indigna de confianza y estaba incapacitada
para manejar sus propios asuntos, de modo que incluso fue excluida de participar en el
8
Tribunal arbitral, y el lugar que le correspondía fue ocupado por los Estados Unidos6.
Según el Tratado de arbitraje, el Tribunal estaría integrado por cinco juristas: dos por
Gran Bretaña, designados por los miembros del Comité Judicial del Consejo Privado
de la Reina; dos porVenezuela, de los cuales uno era designado por el Presidente de
Venezuela y otro por los miembros de la Corte Suprema de los Estados Unidos. Sin
embargo, Gran Bretaña se negó a que el Presidente d e Venezuela designara un juez
venezolano y llegó a un acuerdo con los Estados Unidos para que este le impusiera al
Gobierno Venezolano que tanto el juez designado por su Presidente como el nombrado
por la Corte Suprema de los Estados Unidos fueran norteamericanos 7 . El quinto
miembro, que presidiría el Tribunal, debería ser designado de común acuerdo por los
otros cuatro.
19. Por otro lado, el Secretario de Estado norteamericano, Richard Olney, quien había
negociado el Tratado de arbitraje con el Gobierno de la Gran Bretaña, dio a Venezuela
explicaciones engañosas acerca del significado de las clausulas de la prescripción
contenidas en dicho Tratado, en un sentido diferente de lo que había acordado
confidencialmente con el Gobierno británico. Olney ocultó deliberadamente a los
funcionarios de su Secretaría de Estado, a los abogados de Venezuela y al Gobierno
6 Bayard, embajador de los Estados Unidos en Londres, decía en una carta al Presidente
Cleveland del 5 de diciembre de 1896: "Nuestra dificultad está en el carácter completamente indigno
de confianza de los gobernantes y del pueblo venezolano, lo que da por resultado una
responsabilidad indefinible y, por lo tanto, peligrosa para el manejo por ellos de sus propios
asuntos" (Library of Congress, Cleveland Papers, cit. por Dexter Parkins, Historia de la Doctrina de
Monroe.Buenos Aires: Eudeba, 1964, p. 151, n . 89.). En un Telegrama enviado por Lord Salisbury,
Primer Ministro Británico, al Embajador de Gran Bretaña en Washington, Sir Julian Pauncefote, el 5
de junio de 1896, le indicaba que los Estados Unidos se deberían colocar en el lugar de
Venezuela; y que subsidiariamente el árbitro tendría que ser elegido por La Corte Suprema de
Washington y no la de Caracas (Public Record Office. London. F.O. 5/2292). En carta privada de Sir
Julian Pauncefote para Lord Salisbury del 8 de diciembre de 1896, le informa la existencia de un
acuerdo con los Estados Unidos para que los árbitros sean norteamericanos; que puede parecer
injusto que haya dos ingleses y ningún venezolano, pero que la cuestión debe ser arbitrada como si
la controversia fuera entre Gran Bretaña y los Estados Unidos; y que no conocen ningún jurista
venezolano a quien Gran Bretaña consintiera que le fuera confiada la función de arbitro (Christ
Church College. Oxford. Salisbury Papers A /139, £.141).
7 Es mas, de acuerdo al Articulo II del Tratado, en caso de muerte, ausencia o incapacidad de los
árbitros nombrados por la Gran Bretaña, los sustitutos deberían ser nombrados por el Comité
Judicial del Consejo Privado de la Reina; pero en el caso de los árbitros de Venezuela la designación
de los sustitutos, incluyendo al sustituto del árbitro designado por cl Presidente de Venezuela,
correspondería a la Corte Suprema de los Estados Unidos.
9
venezolano, la existencia de importante correspondencia con los británicos sobre esa
materia8. Además (y mas grave) aseguró a los abogados de Venezuela que existía un
compromiso con Gran Bretaña para interpretar que no podría haber prescripción
adversa (a la que se refería la regia (a) del Articulo IV d el Tratado) en contra el acuerdo
de 18509, cuando en realidad se había comprometido con los británicos a no atribuir a
tal acuerdo ningún status, dejando al Tribunal en libertad para interpretarlo10.
8Véase la Carta de Richard Olney a Benjamin Harrison, Principal Abogado venezolano, del 8 de julio
de 1898 (Library of Congress. USA. Richard Olney Papers. Vol. 2, pp. 750-751), y la carta para el
Embajador británico Sir Julian Pauncefote del 24 de mayo de 1899 (Library of Congress. USA. Richard
Olney Papers. Vol. 85, Nos.15058-15059)
9Véase su carta a Benjamin Harrison del 29 de julio de 1898 (Library of Congress. USA. Benjamin
10
IX. SE DICTA EL LAUDO DE 1899
21. Los dos árbitros británicos y los dos norteamericanos eligieron como quinto
miembro y Presidente del Tribunal a Frederic de Martens, ConsejeroPrivado y Miembro
Permanente del Consejo del Ministerio de AsuntosExteriores de Rusia. El Tribunal
se reunió en París y después de celebrar 50 audiencias que finalizaron el miércoles 27 de
setiembre de 1899, dictó seis días después una sentencia inmotivada en la que, por
unanimidad, se atribuía a la Gran Bretaña alrededor del 90 por cierto del territorio
disputado.
22. Desde el momento mismo en que fue dictado el Laudo, tanto la opinión pública
venezolana como el Gobierno formularon serias reservas acerca de la decisión, no
solo por considerarla como notoriamente injusta, sino por la violación de ciertas reglas
formales o de procedimiento a l as que debía estar sometido el arbitraje. Con todo el
Gobierno venezolano se vio obligada a dar cumplimiento al Laudo, no solo porque
faltaban las condiciones políticas, tanto internas como internacionales que le hicieran
posible desacatar una decisión que contaba con el respaldo de las Grandes Potencias de
la época, sino porque no estaba en posesión de todos los elementos de juicio y evidencias
que le permitieran demostrar el carácter nulo e irrito del Laudo. Es sólo es después de
1949, tras la publicación del memorándum póstumo de Mallet-Prevost, y la apertura al
escrutinio publico d e los archivos oficiales y privados británicos y norteamericanos
sobre la materia, cuando Venezuela pudo tener acceso a J a información que le
permitió fundamentar su contención y plantear formalmente la reclamación territorial
sobre la Guayana Esequiba.
11
X. LOS VICIOS DEL LAUDO
23. Las investigaciones históricas llevadas a cabo a partir de 1950 comprueban, en efecto,
la existencia de graves vicios, tanto de fondo como de forma, en losprocedimientos y
decisión del Tribunal de París. Entre los vicios deben destacarse los siguientes.
a) Falta de motivación:
b) Exceso de poder:
25. El Tribunal arbitral. incurrió en exceso de poder al decidir cuestiones sobre las cuales
carecía de jurisdicción. Así, decidió y reglamentó la libre navegación de los ríos Barima
12
y Amacuro, cuestión cuyo examen no había sido previsto en elcompromiso arbitral, ni
había sido solicitada o suscitada por las partes durante eljuicio. Igualmente decidió
acerca de las fronteras con Estados, que como Brasil y la Guayana Holandesa no eran
parte en el arbitraje y para lo cual carecía, por tanto, de toda competencia. Como quiera
que la sentencia en su totalidad constituye una unidad y como tales cuestiones pueden
haber sido un elemento material determinante de la decisión total del Tribunal, estos
vicios no solo acarrean la nulidad de aquellas partes especificas de la sentencia en las
que se decide sobre esas cuestiones, sino de la totalidad del Laudo.
c) Falsa evidencia:
27. Los árbitros designados por la Gran Bretaña no desempeñaron sus papeles como
jueces imparciales, sino como representantes de su país. Es mas, las recientes
investigaciones históricas han permitido descubrir evidencia sobre la existencia de una
relación impropia entre el principal abogado británico y los árbitros de esa nacionalidad,
de modo que aquel se consideraba autorizado a transmitir a estos instrucciones, a
nombre de su Gobierno, como si fueran sus meros agentes11.
11Véase la carta de Sir Richard Western, Principal Abogado británico a Lord Salisbury del b 9 de julio
de 1899 (Christ Church College. Oxford. Cecil Papers-Special Correspondence. Box:Webster) y la
carta de Sir Richard Webster al Sr. Joseph Chamberlain del 19 de julio de 1899 (Birmingham
University Library. Chamberlain Papers .J.C. 7/5)
13
e) Incumplimiento de obligaciones que imponía el Tratado de 1897:
28. El Tribunal no cumplió con una de las obligaciones fundamentales que le imponía el
Articulo III del Tratado de Arbitraje cual era la de investigar y determinar la extensión
de los territorios pertenecientes o que podían ser legalmente reclamados por España y
Holanda, respectivamente, en el momento en que Gran Bretaña adquirió la Colonia de la
Guayana Británica. Tal investigación era esencial, conforme a las reglas aprobadas en
dicho Tratado, para la posterior determinación de la frontera entre Guayana Británica y
Venezuela. Ahora bien, lo cierto es que en ninguna parte del Laudo se determina cuáles
eran aquellos territorios, ni como, a partir de tal determinación, fueron aplicadas las
reglas de derecho que permitieron establecer ]a frontera entre Guayana Británica y
Venezuela. El Tribunal no cumplió, por tanto, con una de las funciones que le habían
sido asignadas y tal incumplimiento es causa suficiente para la nulidad de la decisión.
14
propugnaba una política de entendimiento entre las dos potencias, y en el que, entre
otras cosas, decía que "el porvenir del Asia y la suerte futura de sus posesiones
obligaban a Rusia y a Inglaterra a no perder de vista el papel sublime que la Providencia
Divina les ha impuesto para bien de las naciones semisalvajes y bárbaras de esta parte del
mundo". En el mismo libro afirmaba la tesis de que el derecho internacional "no es
aplicable a las relaciones entre una potencia civilizada con una nación semisalvaje". Dada
la forma de pensar de Martens, la hipótesis de que l1egó a un acuerdo político con los
jueces británicos, para dictar una sentencia que favorecía a la Gran Bretaña frente a la
"semicivilizada" Venezuela, sin tener en cuenta las normas de derecho internacional,
resulta muy plausible, pero mas allá de evidencias circunstanciales no había forma de
probar la existencia de tales graves vicios.
32. Pese al escepticismo con que los círculos británicos acogieron elMemorándum de
Mallet-Prevost, recientes investigaciones históricas no han permitido confirmar, a partir
12"The Venezuela-British Guiana Boundary Dispute", American Journal of International Law, Vol.
43,1949, pp. 503-530.
15
de fuentes británicas, la exactitud de los hechos narrados, al menos en un punto esencial
para la nulidad del Laudo: la conducta impropia del Presidente del Tribunal quien ejerció
coacción y amenaza sobre los otros árbitros para obtener una decisión unánime. En
efecto, la apertura al escrutinio publico de los archivos de la Gran Bretaña ha mostrado
la existencia de una carta de uno de los árbitros ingleses, Lord Russell, al Secretario de
Relaciones Exteriores Lord Salisbury, fechada el7 de octubre de 1899, en la que relata
como Martens amenazó también a los jueces británicos, diciéndoles que si no aceptaban
la formula por él ideada votaría con los árbitros norteamericanos una decisión favorable
a Venezuela13.
33. Ahora bien, el hecho de que el ruso Martens ejerciera coerción y extorsión no sólo
sobre los árbitros norteamericanos, sino también sobre los británicos en nada
disminuye la gravedad de su acto que constituye una grave violación de sus deberes
como juez y que hace que la decisión a la que así se llegó sea nula ab initio .
34. Por otro lado, el hecho de que los árbitros accedieran a un compromiso, votando
contra sus propias convicciones y sin tener en cuenta las reglas de derecho que de
acuerdo al Tratado de Arbitraje, deberían ser aplicadas, constituye un motive separado
y adicional de nulidad. El que un ex-Presidente de los Estados Unidos, actuando como
Abogado Principal de Venezuela, y dos miembros de la Corte Suprema de los Estados
Unidos, consideraran apropiado aceptar un compromiso en el que se decidía acerca de
los derechos soberanos del Estado Venezolano, sobre su territorio, sin que en ningún
momento fuera consultado el Gobierno de este país, y aun actuando contra su voluntad
expresa de que la decisión del Tribunal debería ser —como lo establecía el Tratado
de1897— de estricto derecho, constituye una grave perversión de los principios
fundamentales del proceso arbitral.
13La carta de Lord Russell a Lord Salisbu1y se encuentra archivada en: Hatfield House, Hers, Papers
of 3rd. Marquess of Salisbury, Vol. A/94, Doc. N° 2; y ha sido transcrita en ]. Gillis Wetter, The
International Arbitral Process, Vol. III. New York: Oceana Publications,1979, pp.l26-129.
16
XI. VENEZUELA RESERVA SUS DERECHOS TERRITORIALES E INVOCA LA
NULIDAD DEL LAUDO
35. A partir de 1950, a medida que la apertura al escrutinio publico de los archives
británicos y norteamericanos le fue permitiendo a Venezuela obtener la confirmación
plena de la naturaleza viciada del Laude de 1899, procedió a hacer publica reserva de
sus derechos sobre la Guayana Esequiba, e intentó obtener de la Gran Bretaña , por la vía
bilateral, una reparación equitativa de la injusticia cometida.
37. Las gestiones venezolanas ante la Gran Bretaña no tuvieron receptividad, hasta que
en 1962 la cuestión fue planteada formalmente por Venezuela ante las Naciones
Unidas. En efecto, el 22 de febrero de 1962, el Embajador de Venezuela ante las
Naciones Unidas, Dr. Carlos Sosa Rodríguez, en una declaración en la 130 reunión
de la CuartaComisión de dicha Organización, invoco formalmente la nulidad del
Laudo de 1899. Explicó el Embajador venezolano que el Laudo fue resultado de una
transacción política, que se hizo a espaldas de Venezuela, sacrificando sus legítimos
derechos; que la frontera fue trazada arbitrariamente sin observar para nada, ni las reglas
17
específicas del compromiso arbitral, ni los principios de Derecho Internacional aplicables
al caso, y que al obtener Venezuela 1a confirmación plena de la naturaleza viciada del
Laudo, procedió a hacer publica reserva de sus derechos. Y añadió el Dr. Sosa:
"En esta oportunidad, cuando ha sido planteada ante las Naciones Unidas la cuestión
de la independencia de la Guayana Británica y la legítima aspiración de su población
de alcanzar, mediante pacíficas negociaciones con el Reino Unido, el ejercicio pleno
de su soberanía, el Gobierno de Venezuela, al apoyar cálidamente tan justas
aspiraciones, se ve al mismo tiempo obligado en defensa d e los derechos de su
propio pueblo, de pedir que se tomen también en cuenta sus justas reivindicaciones y
que se rectifique en forma equitativa la injusticia cometida. Esto espera poderlo hacer
mi país mediante amistosas negociaciones entre las partes interesadas, tomando muy
en cuenta, no sólo sus legítimas aspiraciones, sino también las circunstancias actuales
imperantes y los legítimos intereses del pueblo de la Guayana Británica".
39. Como resultado de estas iniciativas venezolanas, se produjo un acuerdo entre los
Gobiernos del Reino Unido y de Venezuela, con la concurrencia del Gobierno de
Guayana Británica, en el sentido de que los tres Gobiernos examinarían los documentos
relativos a la cuestión e informarían a las Naciones Unidas sobre el resultado de las
18
conversaciones. Y así lo anunció, con autorización de las partes interesadas, el
Presidente del Comité Político Especial, el 16 de noviembre de 196214.
40. Después de mas de tres años de conversaciones y negociaciones entre las partes
interesadas, el l6 de febrero de 1966 se celebro en Ginebra un Acuerdo entre el Gobierno
de Venezuela y el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, en consulta con
el Gobierno de la entonces colonia llamada Guayana Británica, en el cual se reconoce la
existencia de la controversia fronteriza y se establece un procedimiento para su
solución. Al constituirse la Republica Cooperativa de Guyana como nación
independiente1 pasó a ser parte del Tratado, conforme a lo establecido en el Artículo
VIII del mismo.
19
43. Consecuente con su posición anticolonialista, el Gobierno de Venezuela, ya desde
1962, cuando se iniciaron las conversaciones sobre esta materia con el Gobierno
Británico, favoreció la participación en ellas del Gobierno de la para entonces colonia, de
la Guayana Britani.ca. No podía Venezuela aceptar que Gran Bretaña, como potencia
colonial, decidiera sobre graves asuntos que afectaban a su colonia sin la participación
de esta.
45. Por otro lado, Venezuela reconoció sin demora al nuevo Estado de Guyana, mediante
nota del 26 de mayo de 1966, en la que, de nuevo, se reservan los derechos territoriales
reclamados. Análogas manifestaciones se contienen en la intervención del Delegado
venezolano en la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU del 21 de junio de 1966, y
en la declaración mediante la cual se razona el voto positivo de Venezuela al ingreso
del nuevo Estado en las Naciones Unidas, el 20 de setiembre de 1966.
20
Naciones Unidas el 6 de octubre de 1965. La so- lución adecuada a los problemas de las
colonias es el ejercicio de la auto-determinación; en cambio, en el caso de los territorios
ocupados, arrebatados a otros Estados, la solución debe ser su reintegración al Estado
del que fueron des-membrados.
21
Carta, y así sucesivamente, hasta que la controversia haya sido resuelta, o hasta que todos
los medios pacíficos en dicho articulo hayan sido agotados15
50. Cumplido el lapso previsto para el funcionamiento de la Comisión Mixta, las partes
debían poner en funcionamiento los mecanismos del Articulo IV del Acuerdo de
Ginebra. Sin embargo, Venezuela y Guyana negociaron y suscribieron el 18 de junio de
1970, el Protocolo de Puerto España por el cual se dejó en suspenso por doce años la
aplicación de algunas de las disposiciones de ese Acuerdo, y en especial las
15Mediante una comunicación dcl 3 de abril de 1966, el señor U Thant, Secretario General de l as
Naciones Unidas, informó al Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Dr. Ignacio Iribarren
Borges, que había tornado nota de las obligaciones que eventualmente pueden recaer en el
Secretario General en virtud del Articulo IV de Acuerdo de Ginebra y que dichas funciones son de tal
naturaleza que pueden ser desempeñadas apropiadamente por el Secretario General de las Naciones
Unidas.
22
provisiones de dicho Articulo IV. Desde el punto de vista del Gobierno de Venezuela
esto era lo mas conveniente, pues dada la falta de progreso en la Comisión Mixta y
dado el hecho lamentable, pero innegable, del deterioro de las relaciones entre los dos
países, era difícil, si no imposible, esperar que la puesta de funcionamiento de los otros
mecanismos previstos en el Acuerdo de Ginebra pudiera cumplir su función de procurar
una solución satisfactoria para el arreglo practico de la controversia. En efecto, el logro
de tal solución presupone necesariamente el ejercicio de una voluntad de entendimiento
de parte y parte que haga posible un eventual acuerdo, y para ello la negociación parece
la vía mas adecuada. Mediante el plazo de 12 años de sus- pensión, que establecía el
Protocolo, se abría un periodo lo suficientemente largo como para que los dos
Gobiernos pudieran explorar todas las posibilidades de mejorar el entendimiento entre
ellos y entre sus pueblos, creando un clima de verdadera cooperación que abriera el
camino de una solución satisfactoria de la controversia, mutuamente aceptable para una
y otra parte.
23
52. Transcurrido u n periodo en que las partes no lograron ponerse de acuerdo ni acerca
del medio de solución de la controversia (Venezuela era partidaria de las negociaciones
directas, en tanto que Guyana prefería el arreglo judicial a cargo de la Corte
Internacional de Justicia), ni acerca del órgano internacional apropiado para seleccionar
tal medio (Venezuela era partidaria de que fuera el Secretario General de las Naciones
Unidas, y Guyana la Corte Internacional de Justicia, el Consejo de Seguridad o la
Asamblea General de las Naciones Unidas), la decisión fue referida al Secretario
General de las Naciones Unidas. Fue motivo de complacencia para el Gobierno de
Venezuela poder registrar el acuerdo con el Gobierno de Guyana acerca de los Buenos
Oficios como el medio adecuado para la solución de la controversia, así como acerca de
la persona que en calidad de representante personal del Secretario General de las
Naciones Unidas, sería responsable de tal gestión.
53. La controversia planteada no es un mero diferendo jurídico, sino otro mas amplio
que incluye aspectos de justicia natural, equidad y moralidad internacionales. Esto
supone que deben tomarse en cuenta no solamente los elementos jurídicos implicados en
la cuestión, sino todas las consideraciones históricas, morales, políticas, geográficas y de
cualquier otro .orden que puedan conducir a un resultado equilibrado, practico, aceptable
y, en definitiva, equitativo.
54. Desde el punto de vista de Venezuela una solución "ideal" del problema, basada en el
derecho estricto, no sería, evidentemente, otra que el que le fuera devuelto todo el
territorio de la Guayana Esequiba. Pero esa no sería una solución práctica, ni
probablemente equitativa, vistas todas las circunstancias del caso. La solución realista y
practica a la que aspira Venezuela debe tomar en cuenta tanto los legítimos intereses de
24
nuestro país como los de la población de Guyana. Por eso Venezuela, desde los inicios
de la reclamación, planteó como so- lución una reparación amistosa de la injusticia,
mediante una rectificación equitativa de las fronteras.
55. En opinión de Venezuela ese es el tipo de solución que prevé el Acuerdo de Ginebra.
Como se dice en una nota del Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela al
Ministro de Relaciones de Guyana, de fecha 30 de agosto de 1982:
56. Desde el punto de vista de Venezuela, para que un acuerdo entre las partessea un
arreglo práctico y satisfactorio de la controversia debería incluir, al menos, los
siguientes aspectos:
25
3) Debería adquirir, también, el dominio de1a zona al sur de la faja anterior que le
permita controlar las vías acuáticas susceptibles de conexión con el Orinoco.
26