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Introducción
La violencia que se ha vivido en México en los últimos años, han producido en las
víctimas y en la sociedad en su conjunto una serie de daños materiales e
inmateriales, entre ellos la pérdida de los referentes organizativos de la sociedad
(valores democráticos, ética de la vida en común, solidaridad, bien común, etc.),
secuelas sobre la salud física y mental de las víctimas, sobre la economía, sobre
las instituciones y relaciones sociales, y sobre la cultura y sus diferentes
manifestaciones.
Las bases fundamentales para lograr un bienestar colectivo son lesionadas por la
violencia, lo cual exige que un país como México en el que ha sido un continuum la
violencia, priorice todas aquellas medidas de atención para reparar los daños. Son
varias las generaciones de mexicanas y mexicanos que han vivido los efectos de la
violencia y esta cadena de sufrimiento configura un impacto transgeneracional que
afecta gravemente un proyecto de país basado en el fortalecimiento de la
1
Ver en: https://www.boe.es/publicaciones/anuarios_derecho/abrir_pdf.php?id=ANU-P-1986-
30073100770_ANUARIO_DE_DERECHO_PENAL_Y_CIENCIAS_PENALES_Derechos_humanos_de_las_v%EDctimas_de
l_delito:_Especial_consideraci%F3n_de_los_torturados_y_aterrorizados, P. Anexo I.
1
democracia y el respeto a las libertades y derechos de todos los mexicanos y en
especial de las personas en situación de víctima.
2
Ver en: http://www.ehu.eus/documents/1736829/2168388/19+-+La+asistencia+respecto+a+las+victimas.pdf
3
COMISIÓN REDACTORA DEL CODIGO PENAL TIPO PARA IBEROAMÉRICA. Monografías Penales, La dignidad de la
víctima en el sistema penal. Bogotá: Librería del Profesional. P. 85. 93 Esto desarrolla la idea dela declaración sobre justicia
y asistencia para las víctimas: los derechos de ellas, se harán extensivos a sus familiares inmediatos y a aquellas personas
que pos su intimidad con la víctima hayan sido afectados también por el atentado, según Articulo 3 de la Declaración sobre
Justicia y asistencia a las víctimas.
2
Esta visión da lugar a que, tanto los familiares y personas directa e indirectamente
relacionadas con el sujeto pasivo como a quienes sufren daños al intervenir e
interactuar con el afectado para su asistencia o protección, sean considerados
víctimas de un delito o de la violencia y la violación a derechos humanos.
También reconoce como víctima a quien es objeto de una actuación que constituye
abuso de poder, y causa daños físicos, psicológicos o económicos provenientes de
quien ostenta una posición o estatus superior de cualquier índole, ya sea estatal o
privada. Al finalizar, el artículo en mención, aclara que víctima incluye a toda
persona que ha sufrido una pérdida, daño o lesión ya sea como individuo o como
integrante de un grupo o colectividad y especifica que el término persona, incluye a
entidades legales, organizaciones, asociaciones, comunidades, el Estado o la
Sociedad, en un todo.
Cada tipo penal y cada instancia del proceso penal, parece simplemente mostrar la
voluntad vindicativa del Estado frente a quien infringe el ordenamiento jurídico y no
la intención de ofrecer a los afectados por el hecho punible y la violación a derechos
3
humanos, la ayuda y el soporte integral que demandan. Por eso, para que en los
procesos de reconstrucción se pueda dar cabalmente la rehabilitación y la
reconstrucción, y de ésta forma dar respuesta a las necesidades de las víctimas, se
propone poner en funcionamiento un paquete integral de intervención integral
victimológica.
4
vulnerable a la violencia a ser susceptible de necesitar la atención y soporte del
Estado cuando la violencia, (que no selecciona sus destinatarios), recaiga sobre él
sin ningún tipo de contemplación.
4
http://www.ordenjuridico.gob.mx/TratInt/Derechos%20Humanos/INST%2028.pdf
5
Informando a las víctimas de su papel y del alcance, desarrollo cronológico y la marcha de las actuaciones, así como de la
decisión de sus causas, especialmente cuando se trate de delitos graves y cuando se haya solicitado esa información.
b) Permitiendo que las opiniones y preocupaciones de las víctimas sean presentadas y examinadas en etapas apropiadas de
las actuaciones siempre que estén en juego sus intereses, sin perjuicio del acusado y de acuerdo con el sistema nacional de
justicia penal correspondiente.
c)Prestando asistencia apropiada a las víctimas durante todo el proceso judicial
d) Adoptando medidas para minimizar las molestias causadas a las víctimas, proteger su intimidad y garantizar su seguridad,
así como la de sus familiares y la de los testigos, contra todo acto de intimidación o represalia.
e) Evitando demoras innecesarias en la resolución de las causas y en la ejecución de los mandamientos o decretos que
concedan indemnizaciones.
6
La universalidad del fenómeno de la violencia de género explica la atención preferente que ésta ha merecido por Naciones
Unidas, aprobando numerosos instrumentos para actuar contra ella y proteger a sus víctimas, entre los que destacamos la
Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW), y la Declaración sobre
eliminación de la violencia contra la mujer, que pueden ser consultadas en GARCÍA RODRIGUEZ, Manuel José, Legislación
contra la Violencia de Género, Instituto Andaluz de Administración Pública, 2008, pp. 29-43 y 51-56, sin los cuales sería difícil
entender la evolución legislativa desplegada en nuestro país en los últimos años para su prevención y erradicación.
5
También en el marco jurídico del Consejo de Europa, se han promulgado
numerosas recomendaciones sobre la necesidad de adoptar medidas dirigidas a
fortalecer la posición de las víctimas en el proceso penal para evitar su doble
victimización,7 promover su asistencia integral con la creación de servicios de
apoyo, y velar por una eficaz protección de la seguridad e intimidad de las más
vulnerables, entre las que se incluyen las víctimas de la violencia de género. Cuya
situación de desprotección y desvalimiento, se tuvieron muy presentes a la hora de
elaborar la Recomendación Nº R (2002) 5, de 30 de abril de 2002, sobre la
protección de las mujeres contra la violencia, y el Convenio Europeo para prevenir
y combatir la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, firmado en
Estambul el 11 de mayo de 2011, que persigue entre sus objetivos mejorar la
respuesta ofrecida a las víctimas por los Servicios de Asistencia.8
La Unión Europea, con este mismo fin, ha aprobado la Directiva 2012/29/UE del
Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de octubre de 2012, por la que se
establecen normas mínimas sobre los derechos, el apoyo y la protección de las
víctimas de delitos,9 por la que se sustituye la Decisión marco 2001/220/JAI del
Consejo, relativa al estatuto de la víctima en el proceso penal, que supuso un
progreso importante del Derecho comunitario en la respuesta a las necesidades de
las víctimas en el nuevo espacio europeo de justicia.10 La nueva Directiva, tiene
como finalidad garantizar que las víctimas puedan recibir información, apoyo y
protección adecuados y tener participación en los procesos penales, reforzando la
actuación de los servicios de apoyo a las víctimas.11
7
Recomendación Nº R (85) 11, de 28 de junio de 1985, del Comité de Ministros del Consejo de Europa a los Estados
miembros sobre posición de la víctima en el marco del derecho y del proceso penal, en GARCÍA RODRÍGUEZ, M. J., Código
de… cit., p. 231.
8
Capítulo IV «medidas de protección y asistencia» (arts. 18 a 28) Council of Europe Convention on preventing and combating
violence against women and domestic violence, URL:
http://www.conventions.coe.int/Treaty/Commun/QueVoulezVous.asp?NT=210&CM=8&DF=19/11/2012&CL=ENG.
Consultada: 14 de noviembre 2012.
9
DO L 315, de 14 de noviembre de 2012, pp. 57-73.
10
Sobre el significado y alcance de las disposiciones de la Decisión Marco, vid. GARCÍA RODRÍGUEZ, Manuel José, «Las
víctimas en el espacio judicial europeo», en Diario La Ley. Núm. 5342, de 2 de julio de 2001, pp. 1-6; y «Una aproximación a
las políticas de protección y asistencia a las víctimas de delitos en el contexto europeo», en TAMARIT SUMALLA, José María
(Coord.) Estudios de Victimología. Actas del I Congreso Español de Victimología. Tirant lo Blanch. Valencia, 2005, pp. 132-
136.
11
El art.8 de la Directiva, garantiza que las víctimas y sus familiares, de acuerdo con sus necesidades, tengan acceso gratuito
y confidencial a los servicios de apoyo a las víctimas, antes, durante y por un período de tiempo adecuado después de la
conclusión del proceso penal. Debiéndose facilitar por parte de las autoridades policiales y judiciales, el acceso y derivación
de las víctimas a esos servicios. Y el art. 9 regula el apoyo que habrán de facilitar como mínimo:
6
En sus inicios, criminólogos precursores12 habían definido diversas tipologías de
víctimas en relación con la precipitación y provocación de ésta para que el delito se
cometiera. Años después, la misma Victimología sufriría un cambio paradigmático.
Esto en tanto la víctima comienza a ser considerada en el estudio, con el objetivo
de conocer el impacto sufrido por la acción delictiva,13 y no tan sólo de forma
bidireccional – víctima/delincuente -, sino que también multidimensional, obligando
este enfoque al estudio de otras personas que intervienen en el proceso victimal.
Posteriormente, durante las décadas del 60 y 70, los movimientos sociales, y sobre
todo los movimientos feministas, ejercieron fuertes influencias para que los
derechos de las víctimas fueran garantizados, protegidos y conocidos, con la
posterior conformación de acciones que resguardaran a las víctimas,
específicamente de violencia doméstica y de agresiones sexuales. A modo de
ejemplo, algunos de estos grupos feministas organizados crearon centros de
atención y casas de acogidas dirigidas a la mujer.
a) Información, asesoramiento y apoyo adecuados en relación con los derechos de las víctimas, también sobre cómo acceder
a los sistemas nacionales de indemnización por los daños y perjuicios de índole penal, y su papel en el proceso penal, incluida
la preparación para asistir al juicio;
b) Información sobre cualquier servicio pertinente de apoyo especializado o derivación directa al mismo;
c) Apoyo emocional y, cuando se disponga de él, psicológico;
d) Asesoramiento sobre cuestiones financieras y de tipo práctico resultantes del delito;
e) Salvo que sea proporcionado por otros servicios públicos o privados, asesoramiento sobre el riesgo y la prevención de
victimización secundaria o reiterada, intimidación o represalias.
12
Benjamín Mendelsohn ha sido considerado como el mentor de esta disciplina puesto que fue el primero en nominar
“Victimología”. Sus trabajos se remontan a la década del 40. Señala que, frente al desinterés por la víctima, debiera crearse
una ciencia independiente, la Victimología. Hans Von Hentig, quien publicara en 1949 “The Criminal and his Victims”, es
considerado también uno de los precursores de la Victimología. Amplió el marco objetivo, incorporando a todo tipo de víctima,
y no tan sólo de delito. Para más información ver Rodríguez M., L. Victimología. Estudio de la Víctima. 2005.
13
A su vez, la Victimología ha desarrollado su campo científico con todo tipo de víctimas (catástrofes naturales, enfermedades,
terrorismo, sociales, entre otras), y no tan sólo de delito. No es necesario profundizar en esta temática puesto que el estudio
está dirigido específicamente a las víctimas de delitos.
7
En este sentido, se han ido desarrollando modelo de atención a víctimas a través
de políticas de victimoasistencia, término acuñado por Rodríguez,14 estas políticas
se han constituido y fortalecido en los últimos treinta años; la génesis de estas
agencias responde a diferentes razones entre las que se encuentran, razones
morales, razones legales y razones científico sociales.
14
Manzanera, Luis. Rodríguez, Victimología: estudio de la víctima. México: Porrúa, 2006.
15
Nieto, D.L. Atención Integral a Víctimas – Colombia, Gaceta 21:8 – 18.
16
Gil O., L. (2007), Comunicación herramienta para empoderar a las víctimas. En Guía para las organizaciones de víctimas.
Bogotá: ARFO Editores e Impresiones Ltda.
17
Brinton, M. & Mersky, M. (2006 mayo - junio). Reparaciones y salud mental: Intervenciones psicosociales hacia la sanación.
Razones y emociones. Reparación integral desde lo psicosocial, 17, 8-13.
18
Arias, F. & Muñoz, J. (2008). Desaparición Forzada y Exhumaciones. Lineamientos para el autocuidado y acompañamiento
psicosocial de víctimas, funcionarias y funcionarios públicos. Publicación Fundación Dos Mundos. Bogotá, Colombia.
8
El concepto de asistencia a las víctimas y los sinónimos relacionados (apoyo,
defensa, asistencia, ayuda, servicios) generalmente tienen como significado la
aplicación de una acción directa y personal dirigida a reducir el sufrimiento y a
incrementar la recuperación de las víctimas de un delito.
En un sentido más amplio esto incluye actividades como: restitución a las víctimas,
derechos de las víctimas, compensación a las víctimas, información sobre el estado
de los casos, grupos de apoyo, mediación y reconciliación entre víctima y agresor,
asistencia telefónica, intervención en crisis, asesoramiento y terapia de las víctimas,
servicios de emergencia médicos, servicios sociales, compañerismo, protección de
victimización secundaria.19
Cabe nombrar que la asistencia a la víctima tiene por objeto principal atenuar las
graves consecuencias que deja el delito en la víctima y en su familia. En un concepto
amplio, se entiende por asistencia victimológica la aplicación de todas las medidas
tendientes al conocimiento, comprensión y ayuda para la recuperación de la víctima.
La asistencia victimológica requiere, en sus pautas básicas, la comprensión, la
consideración prioritariamente de la vivencia de temor-pánico que sufre la víctima,
el miedo a la repetición del delito —hecho traumatizante—, la sensación y vivencia
de encontrarse aún inmerso en la situación agresiva, lo que provoca una
desorganización, despersonalización y desrealización; pánico, por la persistencia
de estar reviviendo una situación de peligro, por el desamparo individual y familiar,
y una percepción de inseguridad y desprotección, de sentirse vulnerable y expuesta
ante el delincuente, por lo tanto la asistencia implica respeto, credibilidad, ayuda,
19
Dussich, J. (2001). Posibilidades de los Programas de Asistencia a Víctimas. En Lener, M., Recuperación de las víctimas,
opúsculos de derecho penal y criminología. Argentina: Córdoba.
9
protección a la víctima, respeto a sus derechos, derecho a la salud, a recibir un trato
digno, a recibir justicia y reparación material y moral debido al daño causado por el
delito.
En cuanto al inicio de los programas de asistencia a las víctimas, los tres primeros
países en desarrollar dichos programas fueron, Estados Unidos en 1973, Gran
Bretaña en 1974 y Holanda. En Inglaterra el primer plan de apoyo independiente se
inició en Bristol y se dedicaba mayoritariamente a víctimas de robos.20
Las distintas asociaciones de víctimas han conseguido hacer visibles a las mujeres
víctimas, a los niños que sufren abusos sexuales, a las víctimas de tortura y otros
abusos de poder, a las minorías que padecen los delitos de odio, a las víctimas de
trata, de los delitos sexuales en general, a las víctimas del terrorismo, de los delitos
contra el medio ambiente, de las macrovictimizaciones de carácter económico, etc.
También se les debe a muchas de ellas el impulso por el reconocimiento de sus
derechos en la esfera internacional e interna, promoviendo una serie de textos
normativos y de políticas.
A lo largo de la historia las victimas podían ser asistidas de tres maneras principales,
compensación en la que los gobiernos asignan cantidades de dinero para ayudar a
cubrir costes médicos y otros gastos resultantes de una victimización criminal; otra
forma normalmente a nivel local es aquella en la cual un juez, un oficial de libertad
condicional, un oficial de libertad vigilada o un consejero correccional pueden decidir
20
Rob Mawby - University of Plymouth; Sandra Walklate - University of Liverpool, UK. Other Titles in: Criminology, 1994 | 224
pages | SAGE Publications Ltd.
10
cómo parte, el obligar al agresor a reembolsar a su víctima por cualquier gasto
incurrido como resultado del crimen que es a lo que llamamos restitución. Y por
último, la forma más reciente de asistencia a la víctima es la llamada “servicios a las
víctimas” los cuales se encargan de ofrecer una variedad de servicios a las víctimas
del crimen de una manera directa e inmediata.
Las formas de compensación, no fue hasta los años 1960 que los principales
programas nacionales y estatales fueron finalmente establecidos; primariamente a
partir de los sentimientos y pasiones del movimiento de derechos civiles, el
movimiento de mujeres y el movimiento de “Law and Order”.
La primera persona de este siglo en centrar su atención en este asunto fue Margery
Fry,21 ella se sintió alarmada por la manera en que las víctimas de crímenes eran
tratadas y en 1957 escribió un artículo en el periódico de Londres en el que proponía
a los gobiernos que estableciesen programas de compensación nacional con el fin
de restaurar el sentido de justicia al proceso judicial dando a los inocentes una
recompensa monetaria por sus pérdidas como resultado de un crimen.
Estas ideas, que traspasaron las barreras internacionales, junto al alza en los
índices de delincuencia en la década de los 60, determinaron que algunos países
21
FATTAH, Ezzat A. Victimología: pasado, presente y futuro. Traducción y notas de María del Mar Daza Bonachela. Revista
Electrónica de Ciencia Penal y Criminología (en línea). 2014, núm. 16-r2, p. r2:1- r2:33. Disponible en internet:
http://criminet.ugr.es/recpc/16/recpc16-r2.pdf ISSN 1695-0194 [RECPC 16-r2 (2014), 24 dic].
11
comenzaran a legislar para garantizar los derechos de las víctimas. No es menor
que dentro de la jurisprudencia internacional no existiera apartado legal
correspondiente a las víctimas de delitos, ni menos frente a la necesaria restitución
y atención de éstas. Fue entonces que, en 1963, se crea el primer programa de
compensación a víctimas de crímenes violentos en Nueva Zelanda. Fue seguido
por Inglaterra, Estados Unidos, Australia y algunas provincias de Canadá.22
La gran mayoría de los programas actuales tienen sus raíces en los años 60’s,
algunos ejemplos de estos programas son en el área del abuso infantil en 1964, en
Nueva York. A esto le siguió el movimiento antiviolación en Nueva York, el cual dio
lugar al WAR (Women Against Rape= mujeres contra la violación) y, en 1972, al
establecimiento de centros de crisis de violación (rope crisis centers) en los Angeles,
Washington D.C y Ann Arbor. En este mismo año (1972), este autor publicó el Victim
Ombudsman (El Defensor de la Víctima) que fue el primer intento de centrar la
atención hacia los servicios a las víctimas al incluirlas como clientes en base a una
necesidad y no a su tipo. Este término fue revisado y cambio su nombre a Victim
Advocate (el abogado de las víctimas) fue implementado primero en 1974 en
Florida.
Así en 1972 se creó en St. Louis, Missouri, el primer programa completo de víctimas
del delito. A continuación surgieron nuevos programas para las víctimas a lo largo y
ancho de los Estados Unidos en ciudades como Washington DC, Tucson, Arizona
y Ft. Lauderdale, Florida, seguidos por otros esfuerzos pioneros en otros Estados
como Ohio, Pennsylvania, Minnesota, Oregon, New York y Massachussetts. El foco
22
Young, M., Victims Rights and Services: A Modern Saga, en Victims of Crime. p. 195. Waller, I. Crime Victims: Making
Justice to their support. p. 8.
12
primordial de estos programas era facilitar la cooperación de la víctima con la
justicia, con el proceso de justicia criminal, y al mismo tiempo brindar asistencia a
las víctimas del delito. Aunque los programas desarrollados tenían
fundamentalmente que ver con la asistencia a las víctimas para hacer frente a sus
daños y traumas, también ayudaron para hacer frente a los inconvenientes y en
ocasiones incluso abusos que podían sufrir en su trato con el sistema de justicia
penal. El carácter expeditivo de la intervención administrativa fue frecuentemente
citado como la razón de que las víctimas no fueran tratadas con respeto y atención
–“costaba demasiado” y “no había tiempo suficiente”–.
23
G. LANDROVE DÍAZ, La moderna victimología, Valencia, 1998, pp. 20.
24
Ver en: http://www.ndaa.org/publications.html
13
otras agencias comunitarias para que continuaran con los servicios y ayudaran a
adoptar un tipo de recuperación o asistencia a las víctimas.
Durante su relación con el sistema de justicia penal muchas veces las víctimas
fueron tácitamente animadas a creer que “la justicia” era lo que necesitaban y que
podían alcanzarla ayudando en la persecución del delito y aportando elementos a
favor de su culpabilidad en el crimen cometido contra ellas. De este modo, el interés
principal de muchos abogados de las víctimas encontraban reflejo en la misma
preocupación del sistema de justicia penal: investigar el acto criminal y perseguir al
delincuente. En los primeros días de los servicios de víctimas (especialmente los
programas víctima-testigo basados en la persecución), los esfuerzos principales se
dirigían a facilitar la cooperación de la víctima con la persecución, explicando a las
víctimas que su responsabilidad era, principalmente, ayudar a llevar al delincuente
ante la justicia. El objetivo era proporcionar información sobre cómo podían
cooperar mejor. Si tenían problemas emocionales, podrían buscar ayuda en los
servicios comunitarios de otras agencias y recibir también la información para
prevenir su revictimización. La preocupación por el bienestar del delincuente
también era un tema para algunas víctimas, especialmente si el delincuente había
tenido algún tipo de relación con la víctima. Más tarde, con las formas más
sofisticadas de tratamiento de la víctima, y especialmente en casos en los que los
delincuentes y sus víctimas habían continuado con su relación, se convirtió en algo
obvio que una amplia parte de la recuperación de la víctima se ligara a la resolución
del conflicto existente entre ellos. Por su parte, la mayoría de los abogados
defensores de las víctimas se centraron en la defensa de las víctimas y en la
búsqueda de vías para convertir o hacer que su situación fuera menos estresante.
Pero la llegada más reciente al área de asistencia a las víctimas son los llamados
servicios a las víctimas cuyos orígenes son numerosos. Los servicios han
evolucionado tradicionalmente preocupándose por una categoría específica de
víctimas: víctimas de violación, victimas mayores, víctimas de abuso infantil, etc. No
hace mucho tiempo que la mayoría de estas víctimas de crímenes eran tratadas
14
desde un primer momento como pacientes médicos en hospitales, y si se
desarrollaban otros problemas en la víctima, no existían muchos más recursos que
su apoyo social (familia y amigos).
25
ICVS por sus siglas en inglés. International Crime Victimization Survey.
26
Manual Encuesta Internacional de Victimización. Cara a cara. UNICRI. Italia. 2000.
15
Con la ejecución de esta encuesta, se puede contar no tan sólo con las denuncias
de hechos delictivos, sino que también permite conocer la “cifra negra” del delito.
Es ejecutada cada cinco años por la Organización de las Naciones Unidas, ONU, y
al año 2004, 70 países,27 incluyendo a los industrializados, en transición y en vías
de desarrollo, habían realizado esta encuesta, Chile nunca ha formado parte de este
proyecto internacional, por lo que no existen variables unísonas que permitan
configurar una comparación internacional.
La encuesta puede estar dirigida a recolectar datos en todo el país, o bien sólo en
la capital. Las dimensiones que se consideran incluyen a la población víctimizada
por tipo de delito, razones de denuncia y no denuncia del acto delictivo en relación
con el tipo de delito, nivel de asistencia a las víctimas por un organismo
especializado, motivos de insatisfacción con la policía y la evaluación de ésta frente
al control del delito. También considera la sensación de inseguridad de la población,
percepción sobre posibilidad de ser víctima de un delito y otros relacionados con la
prevención. Una dimensión importante es el perfil de la población victimizada por
tipo de delito de acuerdo al sexo, edad, lugar de residencia, nivel educativo y de
ingresos.28
27
Los países de América que han participado son Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, México, Estados
Unidos, Canadá, Paraguay y Panamá.
28
Variables inferidas desde el estudio: Claves para comprender el delito en Buenos Aires. Estudio de Victimización en ciudad
de Buenos Aires y periferia durante el año 2001.
29
Manual Encuesta Internacional de Victimización. Cara a cara. UNICRI. Italia. 2000.
16
a) Poniendo en evidencia la tendencia que existe a denunciar delitos.
b) Estudiando el nivel de satisfacción que exista con el desempeño de
la policía y las denuncias.
c) Aumentando la utilización de las medidas de prevención de los
delitos individuales y de los delitos cometidos en el ámbito doméstico.
d) Formulando y poniendo a prueba hipótesis y teorías de investigación.
Tras una breve explicación sobre la evolución de este término, podríamos decir que
el objetivo principal de la Asistencia Victimológica es atenuar las graves
consecuencias que dejan el delito en la víctima y su familia.
Por otro lado, un hito relevante hacia el desarrollo en materia de víctimas y también
hacia la generación de políticas, programas y de acciones concretas en atención y
tratamiento de víctimas en algunos países del mundo, ha sido la realización de los
Simposios Internacionales de Victimología. Realizado por primera vez en 1973 en
Jerusalén, fue presidido en ese entonces por el chileno Israel Drapkin, y en el
transcurso de éstos, ha logrado reunir cada tres años a especialistas a lo largo del
mundo, permitiendo mediante la colaboración y relato de sus experiencias, diseñar
30
Por sus siglas en inglés, World Society of Victimology.
17
líneas de acción que aunaran el cometido final de garantizar los derechos de todo
tipo de víctima en muchos países.
31
Sociedad Mundial de Victimología. Sitio web http://www.world-society-victimology.de Sociedad Mundial de Victimología.
Sitio web http://www.world-society-victimology.de
32
Lima Malido, María de la Luz. (2003). Modelos de atención a víctimas del delito. En Primeras y segundas jornadas
nacionales sobre víctimas del delito y derechos humanos. (1a ed.). México: CNDH. pp. 97.
18
interna, especialidad profesional en los agentes de atención, espacios físicos
adecuados para la atención y manejo estandarizado para la recolección y manejo
de la información de la que se tenga conocimiento en relación con el desarrollo de
las actividades de asistencia a víctimas.
En cuanto a los modelos del servicio de asistencia a víctimas, Dussich afirma que
podrían estar definidos en relación con dos categorías comprensivas: una, las
funciones que desarrollan y dos, con la agencia "anfitriona" y los posibles "clientes"
que focalizan su población objetivo. En cuanto a los anfitriones y población objetivo,
los modelos están dispuestos en función de la entidad que adelanta la asistencia,
ya sea del orden policial, judicial, agencias estatales, agencias no gubernamentales
y oficinas gestionadas por voluntarios; la población objetivo será coincidente con la
agencia que oficia como fundadora o gestionante de los centros de
victimoasistencia.
De los modelos definidos por las funciones, Dussich (2007) afirma que existen tres
comunes a los centros de asistencia a víctimas. Las funciones primarias, que son
acciones destinadas a gestionar medidas inmediatas ante el evento de
victimización, la mayoría de ellas destinadas a proveer seguridad, asistencia
humanitaria, medidas sanitarias y atención en crisis. Las funciones secundarias,
que son medidas de acción de largo alcance por ejemplo la relación de la víctima
con el sistema judicial y medidas de recuperación o consejería a víctimas. Las
funciones terciarias, que son acciones tanto de largo como de corto plazo, pero que
tienen relación con planificadores, educadores y acciones comunitarias.
19
c) Orientar y facilitar la inclusión a recursos sociales.
d) Procurar o prestar directamente tratamiento médico o psicológico.
e) Potenciar coordinación entre entidades (judiciales, civiles, sociales, etc.).
La Psicología social se plantea el reto de hacer una lectura del grupo desde la
perspectiva de las características individuales. Ayestarán plantea: “La intervención
psicosocial actúa sobre las redes sociales, familia, escuela, grupos de amigos,
asociaciones, comunidades de vecinos y grupos de trabajo, y su objetivo inmediato
es lograr en dichas redes sociales una combinación entre la dirección y la
participación de los individuos, favoreciendo el cambio cognitivo, social y afectivo
del grupo”. 33
Señala Guillén “que las técnicas psicológicas son necesarias pero insuficientes para
producir el cambio social, hay que recurrir a medidas de carácter ecológico,
sociológico, económico y político”.34 De ahí que la intervención psicosocial tenga un
carácter eminentemente interdisciplinar.
33
Ayestarán, S., (1992). Nuevas técnicas en el análisis de los Grupos. En Clemente, M. (Coord.), Psicología Social: Métodos
y Técnicas de Investigación, Madrid: Eudema. pp. 253.
34
Guillen, C., (1996). Intervención Psicosocial. Elementos de programación y evaluación socialmente eficaces. Barcelona:
Anthropos.
20
Hablar de un enfoque psicosocial es tener en cuenta que hay múltiples formas y
modelos en cuanto a este campo se refiere.35 El término psicosocial ha permitido
que se generen polarizaciones hacia un lado (psico) o hacia el otro (social), cayendo
en intervenciones reduccionistas: psicologizantes, psiquiatrizantes, que al no tener
en cuenta los factores económicos, políticos, sociales y culturales, convierten la
solidaridad implícita del trabajo psicosocial en el telón donde se reproducen formas
de poder.
El choque emocional producido por una experiencia violenta y que deja una
impresión duradera y caracterizada por uno o más hechos duraderos que
representan un estrés negativo extremo, que produce un gran sentimiento de
desamparo e impotencia y supone la ruptura de la propia existencia.
35
Castaño, B., Jaramillo, L. & Summerfield, D. (1998). Violencia política y trabajo psicosocial. Aportes al debate. Bogotá:
Corporación Avre. 1998
36
Ver en: http://psychiatryonline.org/pb/assets/raw/dsm/pdf/Spanish_DSM-5%20Coding%20Update_Final.pdf
37
Beristain, C., (1999). Reconstruir el tejido social. Un enfoque crítico de la ayuda humanitaria. España: Edición Icaria, 1999,
P. 277.
21
subjetivo de bienestar del sujeto, es lo que demarca la posibilidad de ser
denominados traumáticos. A este respecto afirman:
38
Lira, E., Becker, D. & Castillo, M. (2008). Psicoterapia de víctimas de represión política bajo una dictadura, un desafío
terapéutico, teórico y político. En W. López, A. Pearson & B. Ballesteros (Eds). Victimología, aproximación psicosocial a las
víctimas. Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana, 2008, p. 113
22
tanto nacional o interna como la aplicación de mecanismos externos de ejercicio y
restablecimiento de derechos en el orden internacional.
39
Fattah, E. (2000). Victimology: Past, Present and Future. Criminologie 33 pp. 17-46.
23
El Nuevo Paradigma Victimologico
Lograr que efectivamente se cuente con los recursos necesarios para invertir tanto
en infraestructura, como en sostenimiento y trascendencia social de los programas
que se deben proyectar, permitirá limitar los riesgos de fracaso de este tipo de
iniciativas, las cuales resultan muy sensibles a la opinión pública y
desafortunadamente generan resistencia en algunos sectores escépticos de la
población.
24
después de haber garantizado la presencia de variables como la financiación, el
compromiso serio del Estado, de los demás actores y el soporte del sector privado
y de la población civil que, como actor pasivo de la violencia, permite la legitimación
de los programas propuestos.
La primera deberá desarrollar los planes a corto, mediano y largo plazo de acción e
intervención, valiéndose de algunos principios otorgados por la experiencia
internacional en la intervención integral victimológica, donde se trabaje en el soporte
general de la problemática jurídica, social, económica y psicológica de la violencia,
donde se abran espacios en los que se permita a las víctimas ser escuchadas y
atendidas en forma inmediata.
25
infligir al delincuente una sanción apropiada para restablecer el orden jurídico
violado..., sino también y ante todo lograr que las víctimas se beneficien de la
seguridad ofrecida por las disposiciones sociales y estatales, ayudar a la víctima en
numerosos campos, reparar los perjuicios que ha sufrido, intentar conseguir que
recobre su integridad. Todo lo cual procede de una nueva exigencia social humana:
hoy, el llegar a ser víctima no se considera un incidente individual sino un problema
de política social, un problema de derechos fundamentales.”40
40
BERISTAIN, Antonio. Victimología, Nueve Palabras Clave. Valencia: Tirant Lo Blanch, 2000. P. 49
26
aspectos como el miedo, el trauma, la crisis o el duelo, como formas que expresan
el impacto de la violencia.
Es necesario recordar también, que las víctimas de hechos traumáticos van a querer
tanto olvidar como recordar. Olvidar para tratar de dejar atrás un pasado muy
doloroso. Recordar porque el recuerdo de sus familiares muertos o desaparecidos
y de las circunstancias de los hechos puede ser muy importante.
En este sentido, los modelos victimológicos han venido a replantear las respuestas
institucionales en relación a la victimización, por lo que las acciones a favor de las
víctimas que actuablemente se están desarrollando tienen como uno de sus
objetivos principales el procesos de acompañamiento individual, familiar o
comunitario orientado a hacer frente a las consecuencias del impacto traumático de
las violaciones de derechos humanos y promover el bienestar, apoyo emocional y
social a las víctimas, estimulando el desarrollo de sus capacidades.
Los modelos no deben tener solo en cuenta al individuo, sino la dimensión familiar
y la reconstrucción de redes sociales de apoyo, que se han destruido muchas veces
como consecuencia de las violaciones.
27
este sentido, aunque podría decirse que atención se refiere más a las acciones de
apoyo, intervención se usa más en el ámbito de programas comunitarios, y
acompañamiento donde se enfatiza el carácter de proceso y de relación más
horizontal con las víctimas.
El punto de partida para entender la necesidad del diseño de los Modelo y de las
políticas victimologicas que hoy rigen en el mundo, es entender que las reacciones
de las víctimas son reacciones normales frente a experiencias anormales, y hay que
entenderlas como tal. Después de hechos traumáticos es normal que la persona se
encuentre afectada, y eso no significa que esté enferma.
Para ello es necesario poner énfasis en el cambio de contexto, para que esté sea
más favorable para las víctimas, y no siempre pensar en que son las víctimas o
poblaciones afectadas son las que tienen que cambiar. También tienen que cambiar
28
las leyes y el modo en cómo las instituciones se relacionan con las víctimas,
promoviendo un contexto más favorable para su recuperación.
Por último, otro aspecto clave es el de la dignidad. Los servicios de justicia, salud,
alimentación, vivienda, y educación que necesitan las víctimas se pueden describir
como necesidades básicas, pero la dignidad es el ingrediente vital que falta cuando
las necesidades básicas se cubren de una manera mecánica e impersonal. La
recepción de un testimonio o las gestiones legales tienen que ser hechas de forma
que se respete la dignidad de la persona. La restauración de la dignidad es un
elemento central en la respuesta de apoyo a las víctimas. También es una parte de
las demandas de las víctimas frente al Estado o la sociedad.
29
impacto de las violaciones de los delitos y de las violaciones a derechos humanos
puede trabarse desde tres perspectivas, teniendo en cuenta tres tipos de
explicaciones de base o metáforas.
Estas son, trauma, crisis y duelo. Como experiencias traumáticas, dichos delitos o
violaciones pueden verse como el impacto de una herida o trauma que supone una
fractura en la vida de la gente. Como experiencias estresantes y extremas, pueden
analizarse como situaciones límite que ponen en tensión todos nuestros recursos
personales o colectivos para tratar de enfrentarlas. Pero también el impacto de los
delitos o violaciones puede verse como un proceso de duelo, es decir, de cómo las
personas enfrentamos las pérdidas de seres queridos o vínculos significativos.
Además se incluyen los dos ejes sobre los que valorar los diferentes enfoques. Por
un parte, la relación entre el impacto (consecuencias negativas dl delito o de las
violaciones) y el afrontamiento, es decir lo que las personas hacen para tratar de
enfrentarlo. Y por otra, la dimensión individual y social que forman parte de estas
experiencias.
Impacto
Trauma Crisis
Peridad
Afrontamiento
Individual Social
30
Es claro entonces que los países en los que la vivencia de la violencia ha enmarcado
la concepción de víctimas, requieren de la institucionalización de una estrategia que
posibilite un proceso de atención interdisciplinaria profesional, rigurosa y secuencial,
accesible a todas las víctimas y sus familias.
31
México se encuentra obligado a respetar y garantizar los derechos fundamentales
de las personas sometidas a su jurisdicción, los cuales han sido establecidos en el
derecho internacional. Entre estos derechos se encuentra el derecho a la integridad
física, psicológica y moral41, el derecho a la salud, incluida la psicológica42 y el
derecho a la dignidad humana.
México enfrenta desde hace varios años una grave crisis de Derechos Humanos y
violencia, que ha generado un significativo número de víctimas directas e indirectas
que por su volumen y activismo, se han colocado en el centro de los discursos
públicos y en particular en lo tocante a la responsabilidad del Estado y la reparación
del año. Se resalta la importancia de considerar su situación psicoemocional y a las
41
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, artículo 7; Declaración Universal de los Derechos Humanos, artículo
5; Convención Americana sobre Derechos Humanos, artículo 5.
42
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, artículo 12; Declaración Universal de los Derechos
Humanos, artículo 25; Protocolo Adicional a la Convención Americana de Derechos Humanos en Materia de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, artículo 10.
43
Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), Caso Velásquez Rodríguez vs. Honduras, sentencia del 29 de
julio de 1988, párrafo 167.
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secuelas que estos hechos tienen en el proyecto de vida de los afectados. Es por
esto que se abre la necesidad de generar estrategias psicosociales para su atención
y acompañamiento, las cuales serán analizadas posteriormente.
Referencias Bibliograficas
Arias, F. & Muñoz, J. (2008). Desaparición Forzada y Exhumaciones.
Lineamientos para el autocuidado y acompañamiento psicosocial de
víctimas, funcionarias y funcionarios públicos. Publicación Fundación Dos
Mundos. Bogotá, Colombia.
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En Lener, M., Recuperación de las víctimas, opúsculos de derecho penal y
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http://www.ordenjuridico.gob.mx/TratInt/Derechos%20Humanos/INST%2028.pdf
http://www.conventions.coe.int/Treaty/Commun/QueVoulezVous.asp?NT=210&CM
=8&DF=19/11/2012&CL=ENG. Consultada: 14 de noviembre 2012.
35
http://www.ndaa.org/publications.html
http://psychiatryonline.org/pb/assets/raw/dsm/pdf/Spanish_DSM5%20Coding%20U
pdate_Final.pdf
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