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DERECHOS DE LAS VICTIMAS

ALUMNAS
DAMARIS ESCOBAR RIVAS
KAROL KELLY MARTINEZ PALACIOS

DOCENTE
SANDRA MILENA PALACIOS CHAVERRA

AREA: DERECHOS HUMANOS


NIVEL: IX
JORNADA: MIXTA
FACULTAD: DERECHO

UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DEL CHOCO


“DIEGO LUIS CORDOBA”

QUIBDO-CHOCO
10/01/2018
DERECHO DE LAS VICTIMAS

El estado social y democrático de derecho constituye una forma de organización


estatal que, como lo declara el artículo 1.° de la Constitución Política de Colombia,
se fundamenta en el respeto a la dignidad humana, el trabajo y la solidaridad de las
personas que lo integran y en la prevalencia del interés general, teniendo como una
de las finalidades esenciales garantizar la efectividad de los principios, derechos y
deberes consagrados en la Constitución y asegurar el cumplimiento de los deberes
sociales del Estado.
En este sentido, se han fijado parámetros constitucionales mínimos respecto de los
derechos de las víctimas a la verdad, justicia y reparación, en casos de delitos que
constituyen un grave atentado en contra de los Derechos humanos o del Derecho
internacional Humanitario, los cuales se refieren tanto a estándares aplicables
dentro de procesos judiciales ordinarios, como también dentro de procesos de
justicia transicional como el enmarcado por la Ley de Justicia y Paz.
Los Derecho de las Victimas no son más que esas garantías especiales que debe
brindar el Estado a quienes han sufrido daños derivados de graves violaciones de
los derechos humanos o infracciones al Derecho Internacional humanitario. Desde
el punto de vista psicológico, social, económico, político y demás aspectos como
retribución a sus derechos y dignidad humana.
Estas garantías tienen como propósito reconocer el daño sufrido por las víctimas,
aliviar los sufrimientos que padecen y reconocer los perjuicios ocasionados por la
violación. El Derecho internacional reconoce que quienes han sufrido estas
violaciones tienen el derecho, en primer lugar, a conocer la verdad de lo sucedido,
lo cual incluye quiénes cometieron los hechos y los motivos por los cuales lo
hicieron. A esto se le denomina como el derecho a la verdad.
Asimismo, las víctimas tienen derecho a que el Estado esclarezca judicialmente lo
que pasó, a que responsabilice a los autores de los hechos y, en caso de que sea
pertinente, los sancione proporcionalmente al daño causado. Este proceso es
conocido como el ejercicio del derecho a la justicia.
De la misma manera, las víctimas tienen derecho a que los daños que les han sido
ocasionados sean resarcidos de manera integral, lo cual incluye medidas de
restitución, compensación, indemnización, rehabilitación y satisfacción. A esto se le
denomina como derecho a la reparación.
Principio 4.D.H El derecho de las víctimas a saber Independientemente de las
acciones que puedan entablar ante la justicia, las víctimas y sus familias tienen el
derecho imprescriptible a conocer la verdad acerca de las circunstancias en que se
cometieron las violaciones y, en caso de fallecimiento o desaparición, acerca de la
suerte que corrió la víctima.

Las víctimas y la sociedad que han sufrido estas violaciones tienen derecho a que
los Estados establezcan garantías hacia el futuro en aras de impedir que dichos
hechos vuelvan a ocurrir. Es a esto como se le conoce las garantías de no
repetición. Este conjunto de derechos es lo que se conoce como los derechos a la
verdad, a la justicia, a la reparación y a la no repetición o los derechos de las
víctimas.
Es importante aclarar que las víctimas de violaciones graves de derechos humanos,
como ciudadanos tienen derecho no solamente a esta triada de garantías, sino
además tienen derecho a la satisfacción de sus derechos humanos de manera
integral, incluyendo derechos de atención y asistencia que no deben ser
confundidos con los de reparación integral; además Esto incluye derechos básicos
como el respeto por su dignidad, a la participación en las medidas que le afecten, a
la no discriminación, a ser tratados de manera equitativa por el Estado y, en general,
al goce y ejercicio de los derechos de garantía de los cuales es responsable el
Estado.
El derecho de las víctimas es tener espacios de participación efectiva y adecuada
en el diseño, la implementación y la evaluación de las políticas y medidas que se
establecen para la garantía de sus derechos. Para promover esta participación, la
Ley de Víctimas ordena la creación de un Protocolo de participación; este protocolo
es el mecanismo por medio del cual el Estado garantiza en condiciones de igualdad
y equidad, la participación efectiva de las víctimas en el diseño, implementación y
seguimiento al cumplimiento de la ley, de sus planes y programas, a través de la
creación de las mesas o espacios de participación en los niveles municipal, distrital,
departamental y nacional. De tal modo que las instancias y entidades públicas
responsables de la implementación de la ley tengan en cuenta las observaciones
presentadas por los miembros de las mesas de víctimas.
En Colombia es una prerrogativa moral y un deber del Gobierno, proporcionar
políticas en favor de los derechos de las víctimas, dado el contexto de violaciones
generalizadas y sistemáticas a los Derechos Humanos y al Derecho Internacional
Humanitario que se han cometido y que aún se evidencian o continúan.
La situación de las víctimas, que es de vulnerabilidad, es una realidad inocultable y
aunque por más ilógico que parezca, a esta realidad el Estado y la sociedad
colombiana no habían prestado la debida atención como hasta ahora.
Es por esto, que ante la ausencia de respuestas por el Gobierno Nacional, la Corte
Constitucional tomo la iniciativa y promulgo la sentencia T – 025 de 2004,
declarando la situación de las víctimas del desplazamiento forzado como un estado
de cosas inconstitucionales; más el señalamiento de la comunidad internacional a
Colombia por no atender la crisis humanitaria de las víctimas del conflicto armado,
pero principalmente gracias a la movilización y organización de las víctimas, se
logra posicionar el tema en la agenda política y pública del país, ante lo cual
cualquier Gobierno que gozara de considerarse democrático debía atender dicho
flagelo.
En aras de profundizar un poco más en nuestro tema, es bueno citar la definición
que hace la “ONU” sobre quien es víctima la cual se refiere a "Aquella persona que
ha sufrido un perjuicio (lesión física o mental, sufrimiento emocional, pérdida o daño
material, o un menoscabo importante en sus derechos), como consecuencia de una
acción u omisión que constituya un delito con arreglo a la legislación nacional o del
derecho internacional".
En este sentido también son reconocidas como víctimas; las personas que
individual o colectivamente hayan sufrido un daño por hechos ocurridos a partir del
1 de enero de 1985, como consecuencia de violaciones graves y manifiestas de las
normas internacionales de Derechos Humanos y de infracciones al Derecho
Internacional Humanitario ocurridas con ocasión del conflicto armado interno.
Así mismo se consideran víctimas las personas que hayan sufrido un daño al
intervenir asistir a la víctima de los hechos antes referidos que estuviese en peligro,
o para prevenir esa victimización. También son víctimas los niños que nacieron a
causa de un abuso sexual cometido en el marco del conflicto armado. Y las
personas que fueron victimizadas antes del 1º de enero de 1985.
según los principios internacionales “Se considera víctima a la persona que,
individual o colectivamente, como resultado de actos u omisiones que violan las
normas internacionales de los Derechos Humanos o del Derecho Internacional
Humanitario, haya sufrido daños, inclusive lesiones físicas o mentales, sufrimiento
emocional, pérdida financiera o menoscabo sustancial de sus derechos
fundamentales.
Se podrá considerar también víctimas a los miembros de la familia directa o
personas a cargo de la víctima directa, así como a las personas que al intervenir
para asistir a la víctima o impedir que se produzcan otras violaciones, hayan sufrido
daños físicos, mentales o económicos (…) La condición de víctima no debería
depender de que se haya identificado, capturado, enjuiciado o condenado al autor
de la violación y, debería ser independiente de toda relación que pueda existir o
haya existido entre la víctima y ese autor”.
“Tal sería el caso, por ejemplo, de la Convención sobre genocidio de 1948; la
Convención sobre la esclavitud de 1926; la Convención sobre la discriminación
racial de 1966; la Convención contra la tortura de 1984; la Convención contra el
crimen organizado transnacional de 2000 y su Protocolo adicional; o la Convención
sobre desapariciones forzadas de 2006. El texto y estado de ratificaciones de estos
tratados puede consultarse en http://treaties.un.org/Home.aspx?lang=en. 9 Una
exposición en detalle de todo este proceso puede consultarse en ZWANENBURG,
M., “The Van Boven/Bassiouni Principales: An Appraisal”, Netherlands Quarterly of
Human Rights, vol. 24.4 (2006) 641-645.”
Una persona es víctima si ha sufrido un daño o una pérdida que puede ser de
diferente índole. Pudiendo existir víctimas directas –quien fue objeto de la violación-
e indirectas -familia inmediata o dependientes directos de la víctima directa, así
como personas que han sufrido un daño al intervenir asistiendo a las víctimas.
La noción de víctima se puede aplicar a un individuo o a un grupo de individuos –
víctima colectiva-. (b) Derechos de las víctimas (principios15 a 23): Los Principios
de 2005 enfatizan que las víctimas tienen derecho a una reparación adecuada,
efectiva y rápida que ha de ser proporcional a la gravedad de las violaciones y al
daño sufrido.
A estos efectos, ofrecen una amplia categorización de medidas de reparación para
que la reparación sea plena y efectiva tales como:
La restitución se refiere a las medidas para devolver a la víctima a la situación
anterior a la violación manifiesta de las normas internacionales de derechos.
La compensación ha de concederse, de forma apropiada y proporcional a la
gravedad de la violación y a las circunstancias de cada caso, por todos los perjuicios
económicamente evaluables que sean consecuencia de violaciones manifiestas de
las normas internacionales de derechos humanos.
La rehabilitación ha de incluir la atención médica y psicológica, así como servicios
jurídicos y sociales.
La satisfacción es una amplia categoría de medidas, que van desde las orientadas
a la cesación de las violaciones hasta las disculpas públicas, las sanciones o las
conmemoraciones y homenajes.
Las garantías de no repetición constituyen otra categoría extensa que incluye
reformas institucionales o enseñanza y capacitación en derechos humanos, por
ejemplo.

Conforme a la normatividad vigente las víctimas tienen los siguientes


Derechos:

1. Derecho a la verdad, justicia y reparación.


2. Derecho a acudir a escenarios de diálogo institucional y comunitario.
3. Derecho a ser beneficiario de las acciones afirmativas adelantadas por el Estado
para proteger y garantizar el derecho a la vida en condiciones de dignidad.
4. Derecho a solicitar y recibir atención humanitaria.
5. Derecho a participar en la formulación, implementación y seguimiento de la
política pública de prevención, atención y reparación integral.
6. Derecho a que la política pública de que trata la presente ley, tenga enfoque
diferencial.
7. Derecho a la reunificación familiar cuando por razón de su tipo de victimización
se haya dividido el núcleo familiar.
8. Derecho a retornar a su lugar de origen o reubicarse en condiciones de
Voluntariedad, seguridad y dignidad, en el marco de la política de seguridad
nacional.
9. Derecho a la restitución de la tierra si hubiere sido despojado de ella, en los
términos establecidos en la presente Ley.
10. Derecho a la información sobre las rutas y los medios de acceso a las medidas
que se establecen en la presente Ley.
11. Derecho a conocer el estado de procesos judiciales y administrativos que se
estén adelantando, en los que tengan un interés como parte o intervinientes.
12. Derecho de las mujeres a vivir libres de violencia.

En Colombia existe una legislación que protege a las víctimas. Para efectos de esta
protección, en algunos casos las víctimas son agrupadas de acuerdo con la
violación o quien la ha cometido. Es por esto que, por ejemplo, en Colombia existen
leyes que protegen de manera específica ciertos tipos de víctimas como las
personas afectadas por las desapariciones forzadas, los secuestros, las minas
antipersonales, los desplazamientos forzados entre otros;
Pero teniendo todos estos privilegios las Victimas nos es menester hacernos un
interrogante y es ¿sobre cuál es la ruta de atención que debe cumplir el Estado para
mitigar la violación de los Derechos de aquellas víctimas?
Según el Jurista Nelson Camilo Sánchez “Las rutas de atención son herramientas
para facilitar el acceso de las víctimas a los mecanismos oficiales para su atención
y reparación. En tanto los procesos de reivindicación de derechos pueden ser largos
y complejos, el Estado está obligado a establecer procedimientos que sean fáciles,
ágiles y sensibles a los derechos de las víctimas. Las rutas de atención constituyen
una presentación pedagógica y accesible de las víctimas a estos procesos. En ellas
se describen cuáles son los procedimientos y requisitos para la reivindicación del
derecho, así como se establece cuáles son las autoridades competentes y
responsables de atender a las víctimas en cada etapa del proceso. Cada entidad
que tiene relación con víctimas debe tener una ruta de atención pedagógica que
guíe a la víctima en la reivindicación de sus derechos. Además, la entidad debe
contar con personal capacitado encargado de dar orientación y asistencia a quienes
lo requieran o soliciten. De hecho, en un esfuerzo coordinado, las instituciones del
sistema de víctimas han preparado un documento que ha sido entregado y
socializado con diferentes instituciones territoriales y nacionales y que contiene las
rutas de atención por hecho victimizante”.
De acuerdo con el derecho internacional de los derechos humanos, los Estados
tienen dos obligaciones a su cargo: La obligación de respetar los derechos y la
obligación de garantizarlos. Bajo la primera obligación, los Estados deben asegurar
que sus agentes y sus instituciones no vulnerarán los derechos de sus ciudadanos.
Conforme a la segunda obligación, los Estados deben prevenir que terceros
vulneren los derechos humanos.
En caso de que las vulneraciones se presenten, a los Estados les nace la obligación
de garantizar a las víctimas que tendrán acceso a la justicia, a la verdad y a las
reparaciones. Es por ello que una política de víctimas lo que hace es dar
cumplimiento a esta segunda obligación de los estados. Por tal razón, la política de
víctimas no hace otra cosa que crear mecanismos específicos que garanticen que
ellas, independientemente de quien haya cometido la violación, tengan la posibilidad
de ser escuchadas, atendidas y reconocidas mediante instrumentos legales
oficiales. De esta manera, cuando un Estado establece una política general de
víctimas lo que hace es crear instituciones y mecanismos para que estas tengan un
canal oficial a través del cual solicitar la reivindicación de sus derechos.
Los estados cuentan con distintas maneras y mecanismos de garantizar los
derechos de las víctimas. Algunos de ellos son desarrollados por los jueces. Por
ejemplo, a través de procesos judiciales como los procesos penales. Un proceso
penal busca establecer si se han cometido hechos delictivos, quiénes los
cometieron y, con base en ese esclarecimiento, establecer responsabilidades y
sanciones a quienes han violado derechos humanos. Asimismo, en los procesos
judiciales ordinarios los jueces usualmente determinan cuál será la reparación a la
que tendrá derecho la víctima. Por estas razones, es que se considera que la justicia
puede ser una vía efectiva para garantizar los derechos de las víctimas.
No obstante, la vía judicial no es la única manera a través de la cual se pueden
garantizar algunos de los derechos de las víctimas. De hecho, en sociedades en las
que la victimización ha sido masiva, como es el caso de las sociedades que han
sufrido conflictos armados, los Estados han recurrido a vías alternativas a la justicia
para facilitar y agilizar el acceso de atención de las víctimas. Es por ello que se
establecen instituciones en el gobierno, encargadas de garantizar ciertos derechos,
como, por ejemplo, entregar reparaciones, establecer procesos de memoria
colectiva, o dignificar a las víctimas a través de medidas simbólicas de reparación.
Esta es la vía administrativa.
El Estado colombiano ha habilitado tanto la vía judicial como la vía administrativa
para el acceso de las víctimas a la reivindicación de sus derechos. Así, en Colombia,
las víctimas del conflicto armado pueden tanto acudir a instituciones judiciales como
a instituciones gubernamentales, especialmente creadas para garantizar sus
derechos, las cuales mediante procesos administrativos rápidos y gratuitos deben
darles respuesta a sus peticiones.}
Para concluir vale la pena resaltar, que las víctimas deben ser tratadas con
humanidad y respeto de su dignidad y sus derechos humanos, y han de adoptarse
las medidas apropiadas para garantizar su seguridad, su bienestar físico y
psicológico y su intimidad, así como los de sus familias. El Estado debe velar por
que, en la medida de lo posible, su derecho interno disponga que las víctimas de
violencia o traumas gocen de una consideración y atención especial para que los
procedimientos jurídicos y administrativos destinados a hacer justicia y conceder
una reparación no dé lugar a un nuevo trauma.
BIBLIOGRAFIA

 LEY 1592 DE 2012


 CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA DE 1991
 LEY 1448 DE 2011

Páginas web

 https://rni.unidadvictimas.gov.co/node/54
 http://campusvirtual.defensoria.gov.co/wp-content/uploads/2016/10/Cuales-
son-los-derechos-de-las-victimas.pdf
 http://www.satellitechnologies.com/USB/lecturas/12LOSDERECHOSHUMA
NOSDELASVICTIMA.pdf

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