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TEMA 4

Los tipos de lo injusto doloso


e imprudente de omisión.

DERECHO PENAL II. PARTE GENERAL.


GRADO EN DERECHO.
I.- Concepto: la omisión jurídico-penalmente relevante

- Ya hemos visto que el comportamiento humano puede consistir en actuar o en


omitir; es decir, en una acción o en una omisión.
- La omisión susceptible de tener relevancia penal consiste en la no realización
de una acción determinada con capacidad concreta de acción. Quien omite
no realiza una específica acción, pudiendo haberla llevado a cabo en la
concreta situación en que se encontraba.
- Las normas pueden ser tanto prohibitivas como imperativas (prohibiciones y
mandatos). Los mandatos ordenan a sus destinatarios llevar a cabo
determinada acción, y su incumplimiento se plasma en disposiciones con
estructura de delitos de omisión. Mediante los delitos de omisión se castiga la
infracción de un mandato; infracción que consiste en no hacer aquello a lo que
la norma obliga. El art. 195 CP tipifica la conducta de quien no cumple el deber
de socorrer a quien se encuentra en peligro.

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I.- Concepto: la omisión jurídico-penalmente relevante

- En cuanto al significado de omisión, un sector de la doctrina ha defendido un concepto ontológico de la


misma, conforme al cual la omisión se da en cuanto una persona no realiza una acción que puede realizar,
siendo este juicio objetivo e independiente de cualquier exigencia normativa. Otro sector defiende, por otro
lado, un concepto normativo, según el cual el significado de la omisión y la existencia de la omisión misma
depende de una norma de referencia que impone la realización de una acción determinada.
- Pueden surgir dificultades para determinar si se está ante una acción o una omisión, siendo esto
trascendental cuando de ello depende la propia tipicidad o atipicidad de la conducta (por ejemplo, el médico
que, a petición del enfermo, desconecta las máquinas que mantienen al segundo con vida: ¿se trata de
eutanasia activa o de una omisión típica consistente en la interrupción del tratamiento médico que buscaba
prolongar la vida del paciente?). En estos casos, conviene atender a un criterio normativo, de acuerdo con el
cual, en el ejemplo anterior, tendríamos en cuenta sólo la no aplicación del tratamiento que mantendría con
vida al paciente, con independencia de que la omisión del mismo requiera de alguna acción por parte del
médico y se produzca la muerte del paciente.
- Para que la omisión sea relevante para el Derecho Penal, es necesario que concurra posibilidad concreta de
acción. El sujeto debe estar en condiciones de poder realizar aquello que le ordena la norma imperativa,
incluyendo el conocimiento de la situación, la posibilidad de conocer los medios para realizar la acción, y la
posibilidad material de usarlos y de realizar la mencionada acción.

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II.- Clases de delitos de omisión

- En los delitos de acción distinguíamos entre delitos de mera actividad y delitos de


resultado. Existe un cierto paralelismo en la clasificación de los delitos de omisión,
pudiendo clasificarlos en 1) delitos propios de omisión o de omisión pura y 2) delitos
impropios de omisión o de comisión por omisión.
2.1.- Los delitos propios de omisión o delitos de omisión pura
- Se corresponderían con los delitos de mera actividad, pues no se requiere en el tipo
ningún resultado independiente de la conducta omisiva: basta el mero no actuar en la
situación típica, en contra de lo ordenado por la norma imperativa que subyace al tipo de
lo injusto de que se trate, sin que sea relevante si se produce o no un resultado distinto
de la propia omisión. El art. 195.1 CP determina que omite el deber de socorro quien
no auxilia a la persona en peligro manifiesto y grave, sin importar si después consigue
salvarse o si se concretan las lesiones o la muerte. El omitente respondería únicamente
por la omisión del deber de socorro, y nunca por la muerte del accidentado.

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II.- Clases de delitos de omisión

2.1.1.- El tipo objetivo de los delitos de omisión pura


- Los elementos del tipo objetivo de los delitos de omisión pura son:
- a) la situación típica (situación de peligro para el bien jurídico protegido descrita en el
correspondiente tipo de omisión pura);
- b) la no realización de la acción exigida por la norma (existiendo, en este sentido,
dos criterios: el de quienes consideran que la acción exigida por la norma será aquella
que conforme a un juicio ex ante es posible que evite el resultado; y la de quienes
sostienen que todo el mundo debe obrar de la mejor manera posible que resulte
exigible, sin consideración a si de esta forma el resultado puede ser impedido o no);
- c) la capacidad objetiva concreta para realizar la acción ordenada (que, a su vez,
se compone de la posibilidad de conocimiento de la situación típica, de los medios
para realizar la acción, y de la posibilidad material de utilizar los medios y realizar la
acción).

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II.- Clases de delitos de omisión

- En cuanto a la posibilidad de apreciar supuestos de tentativa en los


delitos de omisión pura, cualquier aplazamiento de la acción preceptiva
representa ya la consumación del hecho, de manera que no será
posible. Así, si un sujeto conduce por la autopista y en la cuneta divisa
un coche accidentado en cuyo interior pugna por salir una persona
herida, omite el deber de socorro desde el momento en que no para
con el fin de socorrerla, incluso si vuelve más tarde, arrepentido de su
conducta, a intentar socorrerle.
- Sólo sería posible apreciarla en los supuestos en los que faltara algún
elemento del tipo objetivo sin que ello fuera previsible ex ante (como el
caso de omisión del deber de socorro en el que la persona ha fallecido
de forma inmediata en el accidente).
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II.- Clases de delitos de omisión

2.1.2.- El tipo subjetivo de los delitos de omisión pura


- El dolo requiere el conocimiento de la situación típica y de la
capacidad objetiva concreta de realizar la acción ordenada.
- Es posible apreciar imprudencia por dos motivos: la negligencia en la
apreciación de la situación típica (considerar que un accidente no es
grave); o en relación con las propias posibilidades de intervención
(cuidar a un tercero a quien se ha envenenado con somníferos sin
requerir la ayuda de un médico). No hay que olvidar que en el Código
Penal rige la excepcionalidad del castigo de las conductas
imprudentes, de manera que, en ausencia de un tipo de omisión propio
por imprudencia, sólo se castigan las omisiones propias dolosas.

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II.- Clases de delitos de omisión

2.1.3.- La expresa tipificación de los delitos de omisión pura


-Los delitos de omisión pura se caracterizan por estar recogidos y
tipificados como tales expresamente en la ley. Es el caso del art. 195.1
del CP (omisión personal del deber de socorro).
-No sucede lo mismo en los delitos impropios de omisión o delitos de
comisión por omisión que veremos a continuación (no existe un tipo
específico que recoja el homicidio por omisión para el caso de la madre
que deja de alimentar a su hijo), en los que la tipicidad de la conducta se
construye sobre la base de un delito de acción (homicidio del art. 138 CP),
que, tras pasar por el “filtro” del art. 11 CP (norma de conversión que
regula los requisitos de los delitos de comisión por omisión), permite
convertir el delito de acción en uno de comisión por omisión.

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II.- Clases de delitos de omisión

2.2.- Los delitos impropios de omisión o delitos de comisión por omisión


- El artículo 11 del Código Penal contiene la clave para comprenderlos.
- Los delitos que consistan en la producción de un resultado sólo se entenderán cometidos por omisión
cuando la no evitación del mismo, al infringir un deber jurídico del autor, equivalga, según el
sentido del texto de la Ley, a su causación. Así, se equiparará la omisión a la acción (a) cuando
exista una específica obligación legal o contractual de actuar o (b) cuando el omitente haya
creado una ocasión de riesgo para el bien jurídicamente protegido mediante una acción u omisión
precedente.
- Son delitos de resultado que, aunque tipificados en su modalidad activa, pueden ser también
cometidos por omisión cuando se verifican los requisitos del art. 11 CP, los cuales equiparan el no
hacer a causar efectivamente un resultado delictivo. Lo trascendental en estos casos es determinar si
el concreto resultado producido (muerte) se puede imputar al sujeto en comisión por omisión ,
toda vez que deberá responder como si hubiera causado por acción el correspondiente resultado.
- No hay un deber de evitar el resultado, sino de realizar una acción apropiada tendente a la
evitación del resultado (la madre debe alimentar a su hijo para evitar que muera).

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II.- Clases de delitos de omisión

2.2.1- El tipo objetivo de los delitos de comisión por omisión


- Los elementos del tipo objetivo de los delitos de comisión por omisión son:
- a) Debe tratarse de delitos de resultado, tanto de lesión como de peligro
concreto. La diferencia con los delitos de resultado cometidos por acción es que
no existe relación de causalidad entre la omisión y el resultado: que la madre deje
de alimentar a su hijo no es la causa de que éste muera, por mucho que en el
plano normativo quepa hacerla responsable como si lo hubiese matado. Se habla
de causalidad hipotética, en la que lo importante será lo que pudo pasar, la
posibilidad del sujeto activo de evitar el resultado.
- Dos requisitos: 1) el omitente debe no haber realizado la acción indicada por la norma
habiendo tenido capacidad concreta para realizarla; 2) el resultado debe serle
objetivamente imputable. En ausencia de relación de causalidad, esto sucederá cuando la
acción debida hubiera podido evitar con una probabilidad rayana en la certidumbre la
producción del resultado (la madre no mata al niño, pero alimentándole podría salvarle).

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II.- Clases de delitos de omisión

- b) Se debe infringir un especial deber jurídico del autor, lo que la doctrina


identifica con el requisito de la posición de garante. No cualquiera puede
cometer un delito en comisión por omisión sino sólo aquéllos obligados por
un especial deber jurídico (derivado de la ley, de un contrato, o de un previo
riesgo para el bien jurídico creado por el omitente). Sólo podrá cometer un
delito en comisión por omisión aquél que por su estado, posición, cargo
o actuar precedente está especial y jurídicamente obligado a evitar el
resultado y ostenta, por tanto, la posición de garante, no siendo
suficiente una mera obligación ética (como la que se deriva de un código
deontológico).
- c) La omisión debe equivaler a la acción (requisito de equivalencia).

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II.- Clases de delitos de omisión

2.2.2- El tipo subjetivo de los delitos de comisión por omisión


- El tipo doloso exige el conocimiento de la situación típica, de la no realización de la
acción preceptiva, de la capacidad concreta de acción y de la probabilidad rayana
en la certeza de su evitabilidad.
- La modalidad imprudente requiere la inobservancia del cuidado objetivamente
debido, y que la no evitación del resultado sea consecuencia de tal inobservancia.
Serían supuestos de comisión por omisión imprudentes aquéllos en los que el sujeto
prevé la realización de los elementos objetivos del tipo, pero confía en que no se
realicen finalmente; o bien los casos en los que no ha previsto pero ha podido prever
la realización de los elementos objetivos del tipo, sin percatarse de la inminente
lesión del bien jurídico protegido; o los casos en los que el sujeto no identifica
correctamente los medios para realizar la acción salvadora o la ejecuta de manera
negligente (como el guía que lanza una cuerda con una resistencia manifiestamente
insuficiente para soportar el peso del excursionista que ha quedado descolgado).

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III.- La cuestión de las omisiones de gravedad intermedia

Las omisiones de gravedad intermedia se caracterizan por encontrarse en un punto


intermedio: son más disvaliosas que las meras omisiones puras, puesto que concurre la
posición de garante y, por tanto, un especial deber jurídico de actuar del sujeto; pero, por otro
lado, se trata de omisiones que no alcanzan en su gravedad a la omisión impropia o
comisión por omisión, puesto que no se verifica la exigida equivalencia entre la omisión y la
acción. Así, la denegación de asistencia del art. 196 CP, que obliga a intervenir al facultativo, es
un punto intermedio entre la omisión pura del art. 195 CP (en la que debe socorrer un tercero
cualquiera) y la comisión por omisión de algún tipo de la Parte Especial del CP.
Es de aplicación, en efecto, en aquellos casos en que no existe una equivalencia entre la
comisión activa del delito y la comisión por omisión. En el caso del facultativo del art. 196
CP, cuando se trata de un médico de guardia que, pudiendo hacerlo de forma eficaz, no atiende
a un enfermo que finalmente muere, el primero no ha asumido de forma fáctica y en el caso
concreto la exclusiva protección del bien jurídico en peligro, y tampoco sería lógico determinar
que el hecho de denegar así la asistencia médica equivalga a matar al paciente de una
puñalada o un disparo.

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