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ONE
“Siempre estoy lista para pelear”. Le mostré mis propios dientes. “Pero
eso no significa que quiera”.
-Todo-, repitió.
-¿No es así?
-Esa es la única vida que nos han ofrecido. Matar a las personas que
necesitan ayuda.
Me observó atentamente.
-Los Guardianes son el enemigo, Ren-, le dije.-Hemos estado
luchando en el lado equivocado de esta guerra.
-Parte de ella.
"-¿Hacer qué?"
"- Quebrarte."
-Más o menos.
Su frente se disparó.
-¿Lo sabes? -Sus dedos se entrelazaron con los míos.- ¿Es cierto?
¿Emile mató a mi madre?
-¿Cómo lo sabes?
"-Lo supuse- dijo Emile, los ojos de los lobos jóvenes gruñendo. -
Asegúrense de que no escape. Es hora de que Ren vengue a su
madre.
“Tiré hacia los lados cuando Connor me agarró del brazo y tiró con
fuerza. Él me llevó hacia la puerta sin vigilancia.
"-¡No!- la cara de Connor era como de piedra. -Ya lo has oído. Nos
tenemos que ir. Y si te conviertes en lobo, juro que te dejare
inconsciente de un golpe.
“Ren saltó hacia atrás como las espadas resonaron en el suelo delante
de él. Aunque todavía tenía el pelo erizado, dejo de gruñir.
"-¡Ren, por favor!- Grité. -¡No los elijas a ellos! ¡Elíjeme a mí!
Ren se volvió a la desesperación en mi voz, viendo como Connor me
arrastraba fuera de la celda. Se convirtió en humano, mirando
desconcertado las manos tendidas en el aire de Monroe, y dio un paso
hacia él.
"-¿Quién es usted?
-Cuando él bajó sus espadas, pensé que estaba loco. Quizás suicida.
Pero había algo en su olor. Era familiar, al igual que yo lo sabía.
-Sí.
-Monroe dejó una carta.- Me arrodillé frente a él. -Él quería que te
lleváramos de vuelta.
-No importa ahora-, dijo Ren.
Agarré sus manos, apretando sus dedos con los míos. -Tienes un
enlace en los buscadores.
-Una mujer que lo ayudó cuando él estaba de luto por Corrine,- le dije.
-Pero la madre de Adne también está muerta.
Bajé la cabeza, pensando en la cantidad de gente que esta guerra
había destruido. Empujé el dolor lejos, tratando de concentrarme en
Ren.
-Ella es dos años menor que nosotros. Y ella es la razón por la que
estoy aquí.
-Te tienes que ir-, murmuró. –Te quieren a Shay y a ti. Incluso con una
hermana, yo no encajo en esa ecuación.
-¿Qué deseas?
-No,- dijo, inclinándose hacia mí. -Me has dado razones, pero no la
razón.
Los ojos oscuros de Ren estaban llenos de dolor, un dolor para el que
él pensaba que yo era el único bálsamo.
Con cada toque de sus dedos mi piel volvió a la vida, crepitando como
la yesca bajo un fósforo encendido. La quema de distancia y temor. La
quema de distancia y tristeza. La quema de distancia y pérdida.
Tú lo amabas.
Sí.
Te amo.
-No lo hagas-, dijo, moviendo su boca sobre mi cuello. -No hagas eso,
Calla. No trates de salir. Sólo está aquí. Quédate conmigo.
¿No podía verlo? No hubo aquí. Este lugar estaba vacío, lleno de nada
más que tristeza y si nos quedamos a la muerte.
-Ren-, dije, empujándolo hacia un lado con suavidad pero con firmeza.
Estaba empezando a entrar en pánico, pero no quería demostrarlo.
Cada palabra, cada movimiento tenía que elegirlo con el máximo
cuidado. Si decía algo equivocado, podría enviar a Ren corriendo de
nuevo a los Guardianes. Mientras que yo no podía estar con él como
él quería, no aquí, no ahora, tal vez no siempre me iba a perderlo
tampoco.
-No es seguro.
-Todavía no- dijo él. -No estamos en peligro. Nadie viene aquí. No
siempre.
-Sí, todavía- Yo esquivé sus manos. "Adne está esperando ahí fuera.
Tú hermana.
Desde el dolor de saber que su madre había sido asesinada por los
Guardianes y que nunca había conocido a su verdadero padre.
-Bueno.
-Hay una cosa más que tengo que decirte antes de que nos vayamos-,
dijo.
Lo miré, y otra vez me pregunté con qué frecuencia Ren había estado
en este lugar. La vida de Ren tenía más soledad que jamás había
imaginado. Tenía la esperanza de que estuviera a punto de arreglar
eso.
-Me alegro que Calla te haya convencido que nosotros somos los
chicos buenos-, dijo Adne, su voz más segura ahora.
-Ten cuidado con lo que deseas.- Adne lo miró y sonrió. -Yo soy una
especie de palo de golf.
Tal vez esta reunión no era una buena idea después de todo. Pero
algo dentro de mí que se había sentido hueco desde el ataque en Vail
estaba dando paso a un calor reconfortante. Esperanza.
-¿Estás listo?
-Sólo nos perdemos uno de cada cinco viajeros,- Adne bromeó, dando
un paso detrás de nosotros y nos empujo a la luz.
En el otro lado del portal Ren estaba agarrando mi mano con tanta
fuerza que dolía. Sacudí mis dedos libres, flexionándolos.
Ella llamó por encima del hombro, -Tenemos que decirle a Anika sobre
esto enseguida.
-Genial-, murmuré.
-Tenemos que hablar con Anika,- Adne dijo delante de la mujer que
nos podía cuestionar.
Adne se resistió, pero le dio una mirada de acero. -Lo que tenía que
hacer.
Adne abrió la boca para responder, pero antes de que pudiera hablar,
un gruñido arrancó desde la sala. Oí como una silla se echada hacia
atrás, impactando en las estanterías detrás de la mesa.
-¿Que está haciendo él aquí?. la ara de Shay era como una nube de
tormenta. Él no se molestó en rodear a la mesa. Sino que dio un solo
salto, sin dejarme tiempo para lanzarle a una explicación.
El aire alrededor de Shay onduló, teñida con el tono oxidado de su
rabia. Cogí el aroma de la propia furia de Ren, repentina y violenta,
mientras daba un paso al frente de mí, bloqueando el enfoque de
Shay. Fue un acto de posesión, tan inconfundible como si le hubieran
arrojado un guante a los pies de Shay. Ren era un alfa, y él estaba
reclamando su lugar.
¿Qué he hecho?
-¡Calla!- Adne se me quedó mirando, los ojos muy abiertos. -¡Hay que
parar esto!-
-Sugiero que todos los demás pongan sus armas a distancia. Ahora.
Una lenta sonrisa tiró de mis labios. -Pido disculpas por la sorpresa.
No confiaba en que podía compartir mi plan con una criatura de tan
poca confianza en medio de nosotros. -Eché un vistazo a Logan, cuya
sonrisa se desvaneció. Mi confianza floreció.
-Su padre murió en combate-, dijo Anika. -Una pérdida terrible, pero
las bajas son una forma de vida aquí.
-Fue más que eso.- Adne tomó la mano de Ren. Pareció sorprendido,
pero sonrió. Al frente de Shay quien observaba a Adne y a Ren
mientras esta se dirigía hacia Anika. -Anika, me gustaría que
conocieras a Renier Laroche. Mi hermano.
-Sí.
Anika miró a Ren, luego miró a Adne con un suspiro. -Fue una
tontería.
La Flecha se volvió hacia mí. -El hijo del alfa Bane está aquí. Su
presencia arriesga todo. Su primer movimiento fue atacar al Vástago
y…
-¿Y por qué estás aquí, Logan?- Me fulminó con la mirada. -¿Debido a
la altura de las expectativas de su padre?
-Él tiene un punto, Calla,- dijo Anika, aunque su expresión mostró que
no tenía amor perdido desde el Guardián tampoco. -tu manada no es
un ejército.
- Los Guardianes necesitan líderes alfa. Los bonos del envase son las
que hacen luchar tan bien. Los Guardianes cometieron un grave error
al matar a mi madre y deponer a mi padre. Vamos a explotar ese error.
Era Ren quien respondió. -Su orgullo les hace creer que su regla es
absoluta.
-¿Y crees que tu y este muchacho pueden ser los nuevos alfas?- La
mirada de acero de Anika estaba sobre mí. -¿Ambas manadas te
seguirán?
-Somos los alfas. Uno Bane, uno Nightshade. Las manadas nos
seguirán. Podemos unirnos a ellos y dirigirlos contra los Guardianes. -
En verdad yo no estaba del todo segura de que lo haría, pero era lo
único que se me ocurrió que podría convencer a los buscadores para
dar la bienvenida a Ren.
-Shay, por favor,- dijo Adne. -Este fue siempre el plan que Monroe
esperaba.
-No puedo estar de acuerdo con esto-, dijo. -No es lo que Monroe
quería. Es lo que los Guardianes querían, obligándolos a estar juntos.
Calla no pertenece a Ren.
-Da lo mejor de ti.- Ren sonrió, tan dispuesto a aceptar ese reto.
-Alguien tire un cubo de agua helada sobre estos dos- dijo Connor.
Con una risa tranquila, moví mis manos de cada uno de sus pechos
para agarrar sus muñecas.
-No necesito suerte,- dije. –Me van a jurar a mí que me ayudaran y
que no le harán daño a los demás. Están a punto de hacer un
juramento de sangre.
–Hazlo.
-Lo sé.
Shay y Ren se miraron el uno al otro, después sus ojos se cerraron
mientras bebían la sangre del otro, la unión de ellos como compañeros
de manada a pesar de que todavía se despreciaban el uno al otro.
TRES
-Ahora que eso está arreglado, ¿podemos hablar de ganar esta
guerra?- Connor envainó sus espadas.
-Eso está bien, Calla,- dijo ella. -Shay ya había insistido en ese punto
antes de que llegaras.
-Logan nos informó que los Guardianes van a la ofensiva-, dijo. –El
Purgatorio fue sólo el comienzo. Nos estamos quedando sin tiempo.
-El derecho de Pascal,- dijo Ethan. -El equipo señuelo sufriría grandes
pérdidas. Pero la forma en que lo veo, no vamos a salir de esta guerra
sin pérdidas no importa lo que pase.
-Necesitamos esas piezas-, dijo Anika. -No podemos terminar esto sin
ellos.
-Pero tengo una petición,- Shay continuó, lanzando una mirada fría a
Ren.
El Escriba hizo una mueca de dolor cuando Connor fijo una mirada
pétrea sobre él.
-Tengo que luchar al lado de la gente que confío-, dijo. -Yo no voy a
entrar en los sitios con los extraños.
-Hemos estado luchando en esta guerra mucho más tiempo de lo que
tienes, hijo.- La cara de Pascal estaba moteada por la rabia. -¿Cómo
te atreves a presumir?
-Oh, le puso una tapa en ella, Pascal,- dijo Ethan. -He visto a este
chico pelear. Usted no quiere meterse con él. Que elija su propio
equipo.
-Si quieren,- dijo Shay rápidamente. -Pero yo sólo estoy hablando del
equipo de recuperación. Y mis compañeros están viniendo de Haldis. .
. que ya no tiene una guía.- Él miró a Adne, tristeza sombraba su
rostro.
Connor se echó a reír. -Buen trabajo, chico. Nunca he visto sin habla a
Pascal antes.
-Pequeño-, dijo Shay, pasándose una mano por el pelo. -Adne teje la
puerta, que nos sitúa a la entrada de la cueva. ¿Estoy asumiendo que
es otra cueva?
Silas asintió.
-Se puede confiar en ellos-, dijo Ethan. Me quedé mirándolo, sin poder
creer lo que acababa de oír.
-El equipo señuelo fue mi idea-, continuó Ren. -Yo no estoy perdiendo
su periodo de prueba.
Miedo cose mi piel. El plan de Ren fue bueno, pero los buscadores
tenían razón. El equipo señuelo sería un duro golpe. No quisieron salir
de la lucha sin pérdidas. No quería que Ren fuera uno de ellos.
Logan se estremeció.
Bryn habían pensado que era un buen alfa. Pero también me acordé
de lo que Sabine había dicho. Ren cometió un error. Si quería me
quería tanto, él debió haber venido aquí. Tendría que haber estado
aquí para luchar por mí. Él estaba aquí ahora, ¿pero era demasiado
tarde? Me pregunté si ella todavía sentiría lealtad a su ex alfa.
-No necesitaba la fuerza-, dijo Logan. -Todo lo que necesitaba era una
sencilla invocación. Un hechizo que reveló la ubicación del suplicante.
La única cosa que tu hermano tenía que hacer era leer las palabras en
voz alta.
Mi garganta se cerró cuando recorde dos noches antes, cuando había
intentado convertir a Ansel. Intentado y fracasado.
-Nos dimos nuestra palabra, Calla-, dijo Anika. -No le pasará nada a tu
hermano. Pero también no podemos arriesgarnos a liberarlo.
Por primera vez Pascal esbozó una sonrisa. -Por supuesto, mon frère.
Es lo que mejor sabemos hacer.
Connor ladeó la cabeza hacia mí, luego sus ojos se abrieron como
platos. -¿No lo sabes?
-¿Saber qué?
-Oh, hombre.- Shay miró de mí a Ren. -¿Los otros guardianes son los
osos?
-¿Fue ese oso que me atacó cuando nos encontramos con un tutor?-
Shay me preguntó.
-No quiero hablar de eso.- Crucé los brazos sobre mi pecho. -Quiero
saber más acerca de estos otros Guardianes.
- ¡Tu!.
-Adne,- Nev murmuró, mirando a Ren. -¿Cierto? Sabía que había algo
en esa chica.
Asentí con la cabeza. -Su padre era Monroe,el Buscador que dirigió la
misión de rescate. También fue el padre de Ren, no Emile.
-Gracias-, dijo Ren, su voz cada vez más áspera. -Lo siento, no lo
sabía.
-Es un poco confuso, pero es posible. Vamos a tener que dejar las
cosas así -, le dije. - Tenemos otras cosas que hacer ahora que Ren
está aquí.
-¿Qué otras cosas?-, Preguntó Mason. -Por favor, dime que son cosas
que involucran a patear algún culo Keeper
-Supongo.- Los ojos de Bryn vagaron hacia Ansel, que seguía con la
mirada perdida en la distancia. Yo ya estaba contando a salir de esta
lucha. Ella sólo estaba
-Yo no quiero que nos perdamos en nuestra propia rabia contra los
Guardianes.
-Ha habido otros, las alianzas de mayor edad entre los Guardianes y
buscadores, pero ninguno de ellos podía durar.
-Shay puede detenerlos-, dije en voz baja. -Es por eso que querían
matarlo.
-Déjalo ir, Sabine,- dijo Nev, apretando su hombro. -Estos son los
buenos. Nos salvaron a nosotros, ¿recuerdas?
-Sí-, le dije.
-Si los dos hacen apuestas, voy a averiguarlo-, les dije. -Y se van a
arrepentir.
Mason consiguió parecer avergonzado. Nev desvió la vista de mi
mirada puntiaguda con una sonrisa socarrona.
-Él y yo.- Tess hizo un gesto a Ansel. -Los dos hemos perdido nuestro
lugar en el mundo.
-Por supuesto,- dijo Tess. -Pero creo que sería beneficioso para todo
el mundo y para él probar algo útil.
-Mi puesto se ha ido,- dijo Tess. -Pero todavía tengo la formación para
las tareas básicas de la Academia. Puedo ayudar en el jardín y en
Eydis Santuario. Me gustaría tener al muchacho conmigo. Enséñarle
algunos de nuestros caminos.
Anika hizo una seña a Tess. -Vamos a discutir esto en otro lugar.
-Creo que podría ser capaz de hacer algo aquí,- Ren murmuró en voz
baja así que solo yo le oía.
-En realidad, eso sería genial-, dijo Adne, sonriéndome. -Porque estoy
aquí para darle una gira oficial de nuestras excavaciones. No has visto
lo maravilloso que es aquí. Has visto prácticamente sólo el comedor y
sus barrios, ¿no?
-Fui al lugar de los curanderos con Ethan y Sabine,- dijo Nev. -¿El
Santuario?
Adne asintió. –Así es, Nev sabe dónde encontrar tiritas, pero no
mucho más. ¿Qué te parece? ¿Quieren ver el lugar para que no se
pierdan?
-Yo diría que sí,- dijo Shay, mirarme a los ojos. -Teniendo en cuenta la
lucha que vamos a provocar mañana por la mañana, esta podría ser
su última oportunidad.
CINCO
-¡Oh!- Mano de Bryn voló a su boca cuando ella siguió mi mirada. Sus
ojos se llenaron de lágrimas.
Las lágrimas pincharon las esquinas de mis ojos. Ren había tenido
razón. Ansel era inquieto, pero no hubo más color en su cara ahora de
lo que había visto desde que apareció por primera vez en Denver.
-Wow.- Sabine se lamió los labios con un escalofrío. -Eso es. . . algo
más.
Nev le dio un codazo con una risita. -No tiene modales de ningún tipo,
¿eh?.
“¿Calla?”
Les mostré mis dientes a Shay. “¿Qué estás haciendo aquí?” Por
mucho que había querido estar sola con Shay, esto no fue lo que me
imaginé.
“Buen punto.”
-Ya veo.- Ella siguió su retirada hacia los rosales, cargados de flores
rojas vuelto negro por las sombras. -Así que por eso se trabaja de
manera duro en ello.
-Tess me dijo,- interrumpió ella. -Creo que está preocupada por ti.
-Yo no creo que ella quiera involucrarse.- La voz de Sabine era como
el humo en el aire de la noche. -Ahí es donde entro yo.
-Yo no soy tan diferente a ti, Ethan. No importa lo que puedes pensar.
¿Sientes cómo tu corazón se acelera?
-Supongo.
-¿No lo apruebas?
-No voy a jugar en lo absoluto.- Shay rió. -No es un juego para mí.
-Basta.- Puse mis manos en alto, asegurándome que ningun alfa diera
un paso más cerca del otro. -No hagas esto.
-Sólo me gustaría entender lo que estabas haciendo a solas con él.-
Ren no le quitaba los ojos de encima a Shay.
-Nada-, dije. Esto fue exactamente por qué quería salir de la sala e ir a
mi habitación, en el que no seríamos vistos. -Estábamos hablando,
Ren. Todavía puedo hablar con Shay a solas.
-No se veía como si fuera solo una conversación para mí- dijo Ren.
-¿Quién es?
-Es Calla.
-¿Puedo entrar?
-Lore Scion-, dijo. -Al parecer, al ser el Elegido significa que obtienes
la tarea.
-Si.
Él no respondió.
-Está jugando duro para conseguir. . . o algo así -, dijo. -Yo ni siquiera
sé si creo que están vivos. No puedo dejar de pensar en ellos. . . y yo
sé que eso no lo es en lo que me tengo que enfocar en este momento.
-Nadie te puede culpar por eso, Shay,- dije. -Por supuesto, que deseas
encontrar a sus padres
-Sabes que tengo razón-, dijo. -Ren piensa que le perteneces a él; él
siempre te tiene.
-Y sin embargo, eso no parece llevar a ningún lado con ustedes-, dijo.
-Los lobos son lo que te importa. Más que cualquier otra cosa.
-Así soy yo-, dijo. -Por mucho que Ren también. Soy nuevo en la
manada, eso es todo.
-Yo sé, Shay.- Fruncí el ceño. -Pero creo que se está perdiendo el
punto.
-Sí-. Shay tuvo que aclararse la garganta para hacer correr la voz. Él
puso los hombros hacia atrás, recuperándose, recostándose sobre los
codos con cuidado, en una pose superficialmente informal. -Creo que
sí.
-Funciona para mí.- Los caninos de Shay eran agudos. Sus brazos
alrededor de mí, tirando de mí hacia abajo sobre la cama. Se dio la
vuelta, sujetándome por debajo él.
¿Podría?
Sean cuales sean las consecuencias, como las manos y los labios de
Shay se movieron sobre mi cuerpo, yo sabía lo tonta que era mi
pregunta. Yo no había caído en la habitación de Shay tarde por la
noche para deshacerme de las dudas sobre mis sentimientos. Estuve
aquí por mí misma.
-Mañana.
-Maldita sea.
Él se echó a reír.
-Lo siento, Anika.- Silas empujó su pelo loco de la cara. -No podía
decidirme qué herramientas de escritura serian más cómodas para el
viaje. Me decidí por el lápiz y la pluma, uno de cada uno, y una
Moleskine. -Las levantó con orgullo. -Además la mayor parte de la
noche le hice de tutor a un nuevo recluta.
-¿En serio?-, Dijo Ren. -¿Así que ese tono de arpía en tu voz es
normal?
Mis mejillas ardieron de nuevo, pero esta vez no tenía nada que ver
con mi fiesta de pijamas clandestina con Shay.
-No está mal.- Nev echó el brazo por los hombros de Mason.
-Me habló de lo especial que eres-, dijo, mostrando una sonrisa hostil
a Shay. -Debido a su tatara-tatara- abuela Eira que nos metió en este
lío cuando ella se convirtió en la amante de un demonio.
-Gracias por recordármelo- dijo Shay. -Así que ahora ya sabes por qué
tú y Calla se suponía que tenían que cortarme el cuello en lugar de un
pastel en su boda. Lástima que no sucedió.
-Sólo me aseguro.
Ren se volvió con una sonrisa para Adne lo más tierno que jamás
había visto de él. Connor también observaba a la pareja. Una sonrisa
torcida, agridulce, parpadeaba a través de la boca y yo sabía que él
deseaba que Monroe estubiera allí para ver a sus hijos juntos.
Silas hinchó el pecho. -Estos son los días finales. Los eventos que van
a ocurrir deben ser registrados.
Connor lanzó una mirada suplicante a Anika. -Por favor, dime que esto
es una broma.
-No seas ridículo-, dijo Silas. -Tú no podrías hilar una frase juntos,
mucho menos observar los matices de lo que va a marcar la época el
Vástago.
Su ceja se alzó.
-Ella se queda con Ansel,- dijo Mason. -Tess obtuvo permiso para
hacer un trabajo en el huerto con él hoy. Bryn no se alejara de su lado.
Pascal hizo un gesto a uno de sus miembros del equipo, que sacaban
Skeans de su cinturón y comenzó a tejer una puerta.
-¿Y ahora qué?-, Le pregunté. Mis puños cerrados hacia arriba. Iba a
haber una lucha y yo no estaba allí. Mi piel se sentía demasiado
apretada. Yo quería ser un lobo en la batalla.
Eso es lo que yo era. Quién Yo siempre había sido.
-Sí- dije, lanzando una sonrisa burlona hacia él. –¿estas nervioso?
Me reí cuando él se volvió para mostrarme los piolets que había atado.
Adne golpeó el suelo con el pie. -¿Podrían chicos darse prisa, por
favor? El otro equipo probablemente agradecería que nosotros
consiguieran este hecho lo antes posible.
Él me llevó a un beso más largo hasta que Connor silbó. Shay sacudió
la cabeza mientras me soltó y siguió al Buscador a través del portal.
La calidez del abrazo de Shay fue reemplazado por un toque frío. Miré
hacia abajo para ver a Mason, un lobo, mirando hacia mí. Cambié
formas y estaba recibiendo voz en mi mente.
“Cállate, Mason”.
-¿Dónde estamos?
-En los Alpes suizos,- Adne respondió, mientras cerraba el portal. -No
muy lejos de Mürren.
-Hay una entrada- dijo Adne, deslizando las puntas afiladas de nuevo
en sus presillas. -Es difícil de ver.
-Cómo invitar.
Cuando nos acercamos, olí cobre y sal. El oso había sido herido.
Cambié de formas.
-Ellos podrían haber pensado que no iba a llegar muy lejos- le dije. -El
oso ya estaba herido. Sabine acaba de terminar el trabajo.
Ethan asintió.
.No creo que hacemos-, dijo Ethan. -Yo apostaría que sólo están
esperando que nosotros nos mostremos. Hemos explorado esta área
en el pasado y no hemos encontrado Guardianes más allá de la
primera pasaje. Este grupo es nuevo.
-Los Guardianes están apretando el reloj en los sitios- dijo Shay. -Ellos
saben que vamos por las piezas.
-No hay mucho que podamos hacer al respecto ahora, ¿verdad?-, Dijo
Connor, sacando sus espadas.
-No, no lo es.- dijo Shay. -Cuantos más aliados, mejor. Tal vez los
osos están descontentos empleados también.
-Vas a estar justo detrás de mí- le dije. -.Si algo sale mal y te atacan.
Voy a estar bien.
-Está bien, Calla,-dijo Connor. -Si piensas que vale la pena intentarlo,
adelante. Hemos de tener en mente son los osos, animales
obstinados, gruñones.
Ella sonrió.
-No, loup petite, sus amigos son sólo más desesperada de engañarlo
porque saben que van a perder esta batalla.
Yo no sabía si me estremecí por la ráfaga de viento helado que me
golpeó o de la dureza de su tono.
-Los lobos pueden ser tontos.- Ella levantó la mano, y yo miraba sus
uñas se alargan en garras. -Mais nous ne craignons pas la guerre.
Llegamos a Sabine justo cuando ella saltó a un lado, mientras que dos
osos, uno negro y otra marrón ceniza, pesadamente tras ella. El oso
negro peludo rugió, dejandose caer sin vida al suelo. El perno de
Ethan sobresalía de su ojo izquierdo.
-Puedo soportarlo.
“El gusto es mío”. Sus ojos verdes brillaban con picardía. “He estado
buscando por alguna venganza de tipo oso por un tiempo ahora.”
SIETE
Él frunció el ceño.
-¡Calla, para!
-Sí- dije, sabiendo que le debía una disculpa real, pero mi trasero
todavía dolía. -Supongo que te debo una.
Connor escaneo la caverna, con los ojos entrecerrados. -La belleza de
Twas mató a la bestia.
-Maldita sea.
Lo hizo de nuevo. Esta vez lanzando la llamarada seis metros más allá
de nuestro grupo. No golpeó nada, desapareciendo de la vista casi al
instante.
Mason se quejó. Él y Sabine me rodearon con nerviosismo, su piel
rozaban la mía.
-No hay manera de saber- dijo Ethan. -Las llamaradas apenas hacen
los agujeros. Esta caverna fue construida para engañar al ojo. Incluso
con el cambio en la luz que es difícil saber lo bien que podemos
marcarlo.
-Vamos a lanzar a Silas- dijo Connor. -Tal vez no son tan profundas.
Shay hizo una mueca. -Eso es lo que pensé. Eso significa que soy el
más experimentado. Voy a poner la línea.
-De ninguna manera- dijo Ethan. -Es posible que tengas más
experiencia, pero también eres una preciosa carga. No podemos
correr el riesgo.
Shay sonrió. Sus colmillos eran agudos.
-¿Una puerta dónde?- Dijo Adne, haciendo un gesto hacia las trampas
mortales invisibles. -¿Incluso si encontramos una cornisa por ahí,
quién sabe qué tan amplia que sería? Alguien podría pasar por la
puerta y caer justo en un agujero.
-¿Qué es eso que veo por ahí?-, dijo Shay. -Tengo que llegar a la
brecha en el otro lado de la cámara. Si esta configuración es como
Haldis, esta es la trampa.Por otro lado debe ser un camino claro.
Shay le dirigió una mirada dura. -Mi piton no cederá. No soy un idiota.
-Sí- le gritó Shay. También sonaba un poco sin aliento. -Esta parte va
a ser un problema. Estos dos agujeros sólo están separados por unas
tres pulgadas.
-Maldita sea- dijo Adne. -Eso es más estrecho que una barra de
equilibrio.
Mason se inclinó, dándome un codazo. -Eso fue muy muy sexy ¿has
visto lo que puede hacer con sus hombros? Shay es el lobo para
vencer, creo. Yo puede que tenga que dar a Nev mejores
probabilidades.
Pero casi no quería decir que había llegado la grieta final. Me quedé
mirando lo que parecía ser una superficie sólida, el hielo brillante. Yo
sólo sabía que no era debido a la forma de Shay, la línea de cuerda la
de repente sumergió muy por debajo de ella.
-¡Lo tienes!- Voz de Shay era a la vez cálida y aliviada. -Sólo unos
metros más.
-Sí.
La llama sutil floreció en la luz brillante al final del pasaje. Cerré los
ojos, deseando en silencio que no estuviéramos a punto de
encontrarnos en otra sala llena de trampas mortales. Shay salió a la
luz. Y sonrió.
Lo seguimos en una habitación que me era familiar y no familiar a la
vez. El espacio era abierto y bien iluminado, a diferencia de Haldis,
que había sido llenado con agua tibia, esta sala brillaban con plata
fresca y azul brumosos. Me sentí como si hubiera visto los colores
antes y me di cuenta de que yo tenía razón. Las paredes de esta
cueva reflejan los del ala Tordis de la Academia Itinerante.
Ella estaba aquí, al igual que ella había estado en Haldis. Una mujer,
etéreo, flotando en el centro de la habitación. Pero ahora sabía su
nombre: Cian. Los antepasados de Shay habían muerto hace mucho
tiempo. El guerrero que había dado su vida, su acto de sacrificio a su
transformación en la única arma que puede salvarnos ahora.
-No.
Algo frío y hueco se instaló en mis huesos cuando pensé que podría
ser tristeza. ¿Estaba perdiendo a Shay en su destino?
-Si abres una de esas puertas bonitas y nos sacas fuera de este
infierno.
OCHO
Mi temor creciente astilló cuando se hizo evidente que los sonidos más
fuertes eran gritos estridentes y risas sin control. La celebración y el
ruido se apagaron cuando el resto de mi grupo surgió a través del
portal de Adne. Cuando Shay apareció, la habitación se ahogó de
repente en silencio.
-Claro.
Miré hacia atrás, esperando a Sabine a unirse con nosotros. Pero ella
estaba de pie aparte, junto a Ethan. Sus cabezas estaban cerca, los
cuerpos se volvieron hacia cada otros, los labios se movieron en
susurros rápidos. El estruendo de la habitación no los tocaba, como si
fueran las únicas dos personas de pie en la habitación.
-¿Qué?
-Oui-. Pascal rió, golpeando a Ren en la parte posterior. -Les loups ont
été trop pour les nuestra.
-Merci-. Pascal cruzó los brazos sobre su pecho, mirando a Ren-. Pero
usted hizo nuestro trabajo. . . menos difícil de lo que es habitual.
Pascal inclinó la cabeza. -Siento tener que decir que tenía mis dudas.
Les loups han sido tanto tiempo contado entre nuestros enemigos.
Pero usted hace les bon guerre. Mejor aún que les nuestra.
¿Él les pertenece ahora? ¿Yo era una tonta por pensar que era
posible que el Vástago pudiera ser la compañera de un Guadian?
Todavía me miraba con los ojos oscuros, el lobo gris carbón levantó la
cabeza y aulló. El sonido llenó la habitación, alegre, estimulante. Mi
corazón salto ante este aullido que era lo contrario de lo último que
había oído de Ren. La noche que lo dejé en el bosque. La noche que
pase junto a Shay, abandonando mi unión con Ren. Esa noche había
aullado y yo había pensado que el dolor en ese sonido me rompería
por la mitad. En este momento, en este aullido no había ningún indicio
de pena o duda. Sólo había un alfa, deleitándose en su triunfo.
Seguí su olor hasta que los descubrí en un rincón escondido del patio.
Tess estaba arrodillada en el suelo, hasta los codos en la suciedad.
Ansel agachado a su lado. No vi a Bryn hasta que estuve casi encima
de ellos.
Bryn bufó, poniendo sus manos en sus caderas. -Por supuesto que no
lo son. Cualquiera de nosotros podría derribar a un oso sin romper un
clavo.
Le sonreí.
El rostro de Tess era solemne. Ella asintió con la cabeza y luego volvió
a su plantación. Ansel se puso de pie, apartando la suciedad de sus
manos. Él todavía no había logrado difuminar la tierra oscura en la
frente cuando él empujó su cabello hacia atrás.
-¿Las hierbas?
-No es lo que yo hago- gruñí. -Me gusta manejar las cosas por mi
cuenta.
-Lo sabemos.- Bryn dejó de sonreír. -Eso significa que algo está
realmente metido en su caso.
Sus ojos se nublaron por un minuto, pero se obligó a sonreír. -Sólo voy
de boca .Si empiezas a actuar como un animal rabioso.
-¿Sobre qué?- Bryn bajó la voz. -Acerca de dormir con Shay? ¿Crees
que fue un error?
-¿Alguna vez quisiste estar con Ren?- Bryn me miró como si yo fuera
un espécimen bajo el microscopio. Mi piel se sentía caliente,
incómoda. Creo que fue el calor del sol la causa.
-Dijiste que lo amabas.- Las palabras de Ansel sonaban casi como una
acusación.
-Yo tampoco.
-Sí.
-Te está diciendo que no hay una respuesta-, dijo Ansel, sonriendo
cuando Bryn le lanzó un beso.
-¿No hay una respuesta?- Yo no podía entender por qué se veía tan
feliz. ¿Esto es lo que consideraban ayudarme? Entonces recordé: que
seguían disfrutando de amor adolescente. ¿Por qué no puedo tener
amor adolescente? Sólo parecía tener “No puedo decidir si quiero
rasgar su garganta o besarte" amor.
Ugh.
-Eso no quiere decir que ambos serán tu compañero- Bryn rió. -Yo no
creo que seas tan perversa. . . pero es posible que puedas hablar con
ellos…
- Los odio chicos-, les dije, todavía mortificada. -No me extraña que no
hable de mis sentimientos.
-Lo sé-, le dije. Supuse que estaba atrapada en el mismo lugar que
había estado ya cuando Shay apareció por primera vez en mi vida,
atrapada entre dos amores, dos destinos.
-Pero vamos a estar aquí para ti-, continuó Bryn. -Te amamos sin
importar lo que decidas.
-Gracias-, le dije.
-Esos tipos pueden duque a cabo para siempre-, dijo Ansel. -Pero tú
eres nuestro único, Cal. Tú eres el alfa.
Esta vez no podía detenerlo. Las lágrimas se colaron por el rabillo de
mis ojos.
PARTE II
AGUA
NUEVE
Él negó con la cabeza. -Ella dijo algo sobre las mareas no estar justo.
Yo no acababa.
-De acuerdo.
-Se trata de ustedes-, dijo con voz tensa. Me pregunté cómo sabía
dónde estaba mi habitación. ¿habia notado mi olor persistente en este
lugar, o se había tomado el tiempo para averiguar dónde estaba yo?
-El sueño, ¿eh?- Evité su mirada. -Bueno, estoy agotada, así que
estaré encantada de seguir las órdenes de Anika.
-¿Sí?
-Déjame entrar.
-Mañana-, dijo. -La misión de Anika tiene un solo equipo y ella me dijo
que lo estas organizando tu porque es en ti en quien Shay confía.
Los puños de Ren seguían una hechos una bola; las venas de los
antebrazos palpitaban. Extendí la mano, pero él se apartó.
-¿Sólo mañana?
-Si.-Me moví un poco hacia la puerta del camerino. Por desgracia, eso
significaba acercarse a Ren. Podía oler el calor de su piel, el picante
olor de su sudor se mezcla con el aceite de lavanda con tintes que se
quedó en mi piel. -Voy a salir de tu camino.
-Yo no te culpo por hacerlo-, dijo, aunque dejó caer la cabeza hacia
atrás para apoyarse en la pared, mirando al techo en lugar de
mirarme. –Yo me lo merezco. Después de lo que te hice.
-Sabine me dijo.
-No debes estar enojado con ella-, dijo, riendo oscuramente. -Ella me
regañó. Me dijo que te había perdido. Que yo era básicamente un
imbécil arrogante y que yo merecía todo lo que tengo. Y eso no te
incluye a ti.
-¿Cómo es eso?
-Fey y Dax eran nuestros guerreros más fuertes-, le dije. -Pero al final
ellos fueron demasiado miedosos de luchar por sí mismos.
Ren asintió.
-No dormí con Shay para vengarme de ti.- Hablé en voz tan baja que
no sabía si Ren me había escuchado. -Yo. . . él. . .
-Sé que usted tiene sentimientos por él. Eso es obvio - dijo. -Pero,
¿Hablas en serio acerca de no tomar una decisión hasta que termine
la guerra?
-Yo. . . sí. -Tenía que ser. Si he elegido, bien Ren o Shay serian el alfa
a mi lado, el otro lobo se iría. Era la manera de alfas. Una vez que uno
de ellos ganara su lugar, el otro se exiliaba, incapaz de tolerar una
posición subordinada dentro de la manada. No me podía permitir que
eso sucediera. También enfriando mi sangre para siquiera pensar en
cualquiera de ellos.
-Una de las cosas.- Se inclinó para susurrarme al oído. -Sólo hay una
cosa que yo siempre le había tenido miedo. Todavía le temo.
-¿Qué?
-No podía faltar los susurros- dijo. -La forma en que algunos de los
Banes me miró. La forma en que mi padre. . . Quiero decir, Emile. . .
hablaba de mi madre. Estaba muerta, pero era como si todavía la
odiaba. Era obvio, incluso para mí, que cuando estaban juntos él la
descartó, pero no había ningún amor.
Apoyó la frente contra mi sien. -Pensé que si veías que otras chicas
me querían tu me querrías, pero sabía que lo único que realmente
quería, era un diferencia.
-Sólo quise decir que él ha sido el héroe todo el tiempo. Por supuesto
que le gustaría. Pero la historia que tenemos, nuestro pasado. No todo
era malo.
-Yo sé eso.
Sus labios apenas tocaron los míos. No pude resistir más y deje que
mis dedos trazaran los contornos de su pecho. Él gruñó suavemente,
girando las manos en mi pelo húmedo mientras me besaba. Mis dedos
se deslizaron hacia abajo, rozando su abdomen, encontrando el borde
de la toalla envuelta alrededor de sus caderas. Me besó más
profundamente, insistiendo por más.
DIEZ
Maldita sea, Calla. ¿Por qué no puedes alejarte de él? ¿De cualquiera
de ellos?
Había aprendido cómo era el poderoso deseo, y el amor aún más,
pero todavía me frustraba que podía perder el control cuando mi
sangre corría caliente.
-Mañana.- Él me sonrió.
-Dormir no es fácil.
-¿Tengo?
Él se volvió hacia mí. Mientras que sus ojos no eran huecos, la forma
en que habían estado en Denver, estaban sin esperanza.
-Nunca voy a estar bien, Calla,- dijo, volviéndose una naranja en sus
manos. -En realidad no.
Bryn…
-¿Cómo puedes decir eso?- Quería gritarle, pero con mucho esfuerzo
forcé un tono uniforme. -Tú eres la misma persona.
-Por supuesto que sí.- Fruncí el ceño. -Pero estás equivocado acerca
de esto. Ya te dije, los buscadores y los Guardianes han estado juntos
en el pasado. Han tenido familias.
-Lo sé.- La sonrisa de Ansel era rencorosa. -He oído hablar. De usted.
De Tess. Los buscadores y Guardianes. Monroe y Corrine. Él y ella,
ella y él.
-¿Por qué?
-Sólo tienes que darle tiempo, Ansel.- Yo no sabía qué más decir.
Odiaba la desesperación en su voz, el carácter definitivo.
-Te prometo que nunca le haré daño a Bryn,- dijo. -No voy a decirle lo
que realmente siento. Voy a estar con ella cuando me necesite, y
cuando quiera, voy a dejarla ir.
Nos quedamos allí, mirandonos el uno al otro. No había nada más que
decir.
Ansel sonrió, todo vacío, y me entregó otra naranja. -Tu todavía
necesitas comer tu desayuno. Has asesinado a la primera naranja.
-Gracias.- Me las arreglé para empujar la palabra más allá del grosor
de mi garganta.
-¡Ahí estás!- La voz de Bryn me dio la vuelta. Ella estaba saltando por
el sendero, radiante. -Lo siento,me tomé una ducha extra larga. ¡Cielo
completamente natural! Los buscadores realmente deben encontrar
una manera de poner esas cosas. Voy a hablar con Tess al respecto.
Huele mi piel, huele a rosas y el tomillo!
Pensé en dar la vuelta pero me di cuenta que tenía que aclarar las
cosas o al menos mi conciencia con él.
-He estado tratando de recordar-, respondió sin abrir los ojos. -Pero
todos ellos han tenido la amabilidad de dejarme recuerdos, como se
puede ver.
-Sobre lo que viste esta mañana…-El suave calor que había sentido
se hizo un calor punzante cuando la sangre se precipitó en mi cuello y
las mejillas.
-Eso no es todo...
Me incliné hacia él. -Creo que todo lo que la charla fuera de color de la
suya es sólo una manera de distraer la atención del hecho de que sólo
hay una persona en quien te interesas-
¿De verdad crees que soy una mujer un poco chico? -Connor sonrió,
pero sus ojos eran duros.
-¿Un error?- Fruncí el ceño. -Oh. . . quieres decir que te acostaste con
ella.
Él sacó las piernas por el lado del banco, apoyando los brazos sobre
los muslos. -Adne era sólo una niña cuando la conocí. Yo tenía
dieciséis años. Cocky como el infierno.
-Pero más vale que estés a punto de decirme lo que pensabas que de
ella- dije.
Él negó con la cabeza, pero habló en voz baja. -Tiene dieciséis años.
-Yo sé eso.
-¿Y usted dijo que no?- Eso fue la parte que estaba teniendo
dificultades para creer.
-Supongo-. Quince era joven, pero Adne era un alma vieja. No pensé
exactamente que Connor habría estado tomando ventaja. Tampoco
podía ver a Adne siendo disuadidos fácilmente cuando decidió que
quería algo.
-Y la hija de Monroe.
-Cuando traté de explicarle por qué pensé que 'nosotros' sería una
mala idea, ella no lo tomó bien.
-La apuesta fue el primero, pero sólo por un par de horas- dijo. -Lo que
salió de ella fue que Adne y yo no podíamos bailar alrededor del otra
más. El momento en que me besó, no pude. . .
-No se podía pretender que no estabas enamorado de ella.
-No podía fingir- dijo. -Pero pensé que lo mejor era seguir fingiendo
con ella.
-Quiere decir que voy a ganar esta guerra.- Saludó. –El romance
tendrá que esperar.
ONCE
-Para el apoyo moral- había dicho, con una mirada a Mason, cuando le
pregunté por qué. Si había alguien que tendría más razones para odiar
Logan o a cualquiera de los Guardianes que Mason, era mi hermano.
Bryn respiró rápido, pero Mason sonrió. Los ojos de Logan se abrieron
momentáneamente, pero luego se recompuso su rostro en una
máscara plácida.
-Estoy bien- susurró Mason, pero se había puesto pálido. Ansel metió
las manos en los bolsillos, mirando al suelo.
-Bueno, eso nos lleva a la primera cosa.... quiero ofrecer una disculpa.
-¿Una disculpa?
-Por supuesto que no-, añadió Logan. Lancé una mirada suplicante a
Anika, que se movió entre el arquero y Nev.
-Por favor, mantengan la calma.- Apoyó la mano en la empuñadura de
la espada en su cintura.
-Te ves muy bien para mí- dijo Logan. -Y en cuanto a su madre, que
no era mi…
Mason negó con la cabeza. -Voy a estar bien. Rellena aquí más
adelante.
-Estoy seguro de que Ethan te enviará un Elixir-, dijo Anika con calma.
-Usted no va a sangrar tanto.
-Por supuesto que sí.- Logan me miró a los ojos y supe que no estaba
mintiendo. -La escritura está en la pared. Probablemente desde el
momento en que decidiste no sacrificar a Shay en Samhain. Tiene una
de las espadas. Estará pronto ejerciendo la Cruz Elemental.
Anika asintió.
-Lo están- Logan miró a Anika. -¿No crees que pudieras darme
algunos cigarrillos más?
-Eso depende de qué más tienes que decir-, dijo Anika. Ella puso una
mano en el hombro de Shay, tirando de él hacia atrás de Logan. -
¿Cómo estás tan seguro de que Tristán y Sarah Doran están vivos si
se sacrificaron para abrir el Rift?
Logan me cortó.
-¿Los has visto?- Shay me miró. -No lo sé. . . mis sueños. Mis
memorias…
-¡Calla!- Anika venía hacia mí cuando Shay la detuvo con una mirada
penetrante. Poco a poco se volvió para mirar a Logan.
-El retrato-, dijo. Movió los ojos de Logan a mí. -El retrato en la
biblioteca.
-Se refiere a los Caídos-, dijo Anika. -¿Tiene razón? ¿De ellos han
caído Tristán y Sarah?
-No,- dijo Logan. -Ellos no están caídos. Los caídos son carroños,
poco más que cadáveres animados. Bosque quiso que Tristán y Sarah
sintiesen. Están recluidos en la estasis, encarcelados en ese cuadro.
-Los caídos son presos que utilizamos para alimentar a los fantasmas-
Logan respondió, encogiéndose cuando Ren gruñó. -Las pinturas son
un espacio liminal-un holding un tipo de celdas. Bosque disfruta
observando lo que él llama su "arte de la guerra." Él puede ver a
través de la pared dimensional para ver a los espectros alimentarse.
Los presos permanecerán allí hasta que no tengan nada que ofrecer a
los fantasmas. Luego se descartan.
-Lo has visto con tus propios ojos, Shay-, dijo Logan. -Cuando miraste
a su retrato, ¿cómo aparecen ellos?
-Al cerrar el Rift, liberarán a Tristán y a Sarah- dijo Logan. -Ellos han
envejecido, al igual que cualquier ser humano haría. Pero van a ser de
otro modo a medida que los conozcas.
-Voy a hacer lo que pueda para demostrar mi valor- dijo Logan. -Yo
puedo ayudarles a ganar.
Anika asintió, pero ella estaba mirando a una mujer que había
aparecido en la puerta.
-Ethan dijo que necesitabas un sanador.- La mujer miró a su
alrededor, con los ojos en busca de su paciente.
-Nada serio-, dijo Anika. -El prisionero tiene un corte que necesita
tender. Desinfección, pero no creo que los puntos serán necesarios.
DOCE
-¿Podemos confiar en él?- Vi a Adne moviendo los relucientes hilos en
espiral fuera de sus Skeans mientras ella tejía la puerta que nos
llevaría al lugar de descanso de Eydis en Tulúm. La escritura está en
la pared, Logan había dicho. ¿Era cierto? Teniamos una espada;
estábamos a punto de dar el primer paso en obtener la segunda.
-No importa.- Mason nos había unido en Haldis táctico pero no parecía
poder estrechar su humor sombrío. -Nada de eso importa.
-¿Podrías dejarlo?- Nev enseñó los dientes contra él. -Está bien estar
enojado. Tienes derecho a estar enojado…
Mason miró hacia otro lado. -Si él puede ayudarnos a ganar, eso es lo
que importa.
Mason intentó dar marcha atrás, pero Nev agarró sus hombros. Él se
echó a reír. -Está bien, vale.
Me ofreció una leve sonrisa. -Yo quería que él supiera que fui yo quien
lo mató. Los Guardianes nunca han sido buenos en saber quiénes
somos cuando somos lobos.
Asentí con la cabeza. -Lo suficientemente justo.
-Ya es hora.- Anika señaló el portal ahora abierto. Todo lo que podía
ver a través de la puerta reluciente eran tonos joya. Azul zafiro. Verde
esmeralda.
Shay cayó en el paso a mi lado. -Dime otra vez por qué está aquí.
Los colores eran tan brillantes que me tomó un minuto darme cuenta
de que había llegado a nuestro destino. El ambiente a mi alrededor
estaba lleno, demasiado lleno. Hojas gruesas, nos rodeaban, las redes
de jade de la cubierta forestal sólo ocasionalmente atravesados por
lanzas de luz solar. Fue la mezcla de olores que me dio un sentido de
lugar. . . y cambiar. Mientras que el aire de Cinque Terre susurró de
sal marina y limones, que era fresco y seco. Este aire era pesado,
raindrenched.
Se vierte en mis pulmones casi como agua. Cogí el aroma de la sal del
océano y sabía que estaba cerca. Pero incluso el olor del mar había
cambiado, adquirido un rico aroma oscuro, de algas y salmuera que
invocó la inmensidad de las olas y costas interminables.
-Oh, espera, olvidé mi protector solar-, dijo Connor. -Silas, sea tan
amable de correr de nuevo a la Academia para conseguir algunos.
Esperaremos. ¿Verdad, chicos?
Ren cambió de formas. -Puesto que usted lo pidió tan bien, vamos a
hacer una excepción.
-Están llenos de sorpresas- dijo Ethan, pero se puso rojo en los oídos
cuando Sabine arqueó una ceja.
-¿Esto es una tienda de buceo?- Shay dio una vuelta para mirar a las
máscaras, aletas, y los tanques que se alineaban en las paredes.
Adne puso los ojos, pero Inez puso un brazo alrededor de los hombros
de la niña y la llevó a la habitación de al lado, que nos iluminan a
seguir.
-Una vez que haya terminado, nos dirigiremos a cabo-, dijo. -Gabriel
está haciendo los preparativos ahora.
-Las sombras favorecen a los árboles-, dijo Miguel. -Ellos caen desde
arriba.
-Al igual que los osos, que prefieren la soledad- respondió. -Pero aún
así, son mortales.
Miguel asintió.
-¿Qué pasa con esa cosita que Adne puede hacer?- Preguntó Mason.
-¿No puede abrir un portal hacia abajo dentro de la cueva? ¿Al igual
que en el Edén?
-No.- Connor puso los hombros hacia atrás. -Porque los gatos odian el
agua.
Él me guiñó un ojo.
-No hay arañas allí, Preciosa,- dijo Gabriel. -Nadé por el túnel ya dos
veces, es un paso libre. Los Guardianes sólo están viendo la parte
superior.
Los dos estaban todavía mirando el uno al otro, así que les pinche
lejos con mis codos, mis ojos cerrados, y me lanza al mar.
Aparte de la forma en que mi sangre rugía en mis oídos mientras me
hundía bajo la superficie, mi mundo se había quedado en silencio.
Casi en silencio.
Él podría ser un culo, pero él no tiene que estar aquí. Él sólo vino
porque cree en lo que está haciendo.
Nadé hacia él, manteniendo la voz baja. -Voy a ver por vosotros.
Sus ojos se abrieron, pero se las arregló un guiño. Hice un gesto para
que él a nadara en nuestra sola fila justo detrás de Shay y delante de
mí. Si necesitaba ayuda, era mi suposición de que no sea Gabriel,
Shay y yo iba a ser su mejor tiro. Shay parecía tomar a cualquiera
nueva afición que le llamó la fantasía y yo estaba demasiado terca
para aspirar a cualquier cosa que yo consideraba un reto.
Gabriel nos ha llevado hacia adelante en un baño lento y constante.
Cuanto más nos mudamos a la caverna, más estrecho el paso se
convirtió. Traté de mantener mis respiraciones lentas, pero yo no
podía hacer nada al respecto a mi pulso amplificado. El túnel estaba
cerrando alrededor de nosotros, cada vez más. La luz del sol, que
tenía la boca de la cueva perforada, ahora se desvaneció, dejándonos
sólo con las luces atadas a las muñecas para guiarnos.
Tan poco tiempo. Pero la natación parecía estar tomando mucho más
tiempo. Pasamos otros túneles, vástagos de la ruta que siguieron. La
corriente se mantuvo cambiando a mi alrededor, empujando y tirando
de mí fuera de la línea de los buzos. La sangre palpitaba en mi
cabeza. Yo estaba empezando a sentirme mareada. Palabras flotando
a través de mi mente, un canto hipnótico pero mortal.
Sangre gritó a través de mis venas. Empecé a dar la vuelta. Si tan sólo
pudiera nadar de regreso ysalir de esta cueva. Encontrar mi camino
fuera, fuera, fuera. Era demasiado apretado. Demasiado oscuro.
Yo no sabía que había cometido al otro lado hasta que Gabriel agarró
mi brazo apretado, ayudándome a través.
-¿Qué?-, Le pregunté.
-Se suponía que tenías que pasar por la brecha lentamente, Calla-
dijo. -Has cogido a Gabriel tan desprevenido que casi derribó al
regulador de su boca.
-Esa debe ser la apertura del cenote-, dijo Shay, apuntando hacia el
techo.
-Sabía que había una razón por la que le gustó.- Ren rió mientras
nadamos hasta el lugar donde las piedras resbaladizas de la planta
cenote sido alcanzados por el agua salada.
Seguí su mirada. Una esquina del cenote brillaba con los de zafiro y
esmeralda tonos de mármol del mar que contrastaban con la pura luz
del sol en el resto de la cueva.
Nev miró. -Sí, creo que nuestra llegada hizo que a los birdies infelices.
El ruido se hizo más fuerte; la luz del sol desde arriba le guiñó un ojo
dentro y fuera, a veces totalmente bloqueadas por el movimiento por
encima de nosotros.
-No, no lo esta.- Luché contra Gabriel fuera sólo para descubrir tanto
que Shay y Ren en mi camino.
-Le dije que tendría cuidado con él.- Mi voz tembló. -Le dije. . .
-Es sólo temporal, chico-, dijo Connor. -Yo no encuentro esta cueva
ningún acogedor que lo hace. Estoy con ganas de decir adiós a este
lugar. Pero necesita que la empuñadura y no se puede conseguir sin
ti.
-Soy una niña grande.- Ella le enseñó los dientes. -Y los lobos son
más rápidos que los buscadores. Podemos saltar dentro y fuera del
agua. Y el grupo de nosotros corriendo alrededor los confundan.
-Ella tiene razón- dijo Ren. -Deja que la manada maneje esto.
-Yo voy a fingir que no has dicho eso- Sabine gruñó. -Pero sólo porque
a Ethan le agradas.
-Para saltar dentro y fuera del agua, ¿eh?- Mason sonrió. -Espero que
estés preparado para aceptar lo mal que huele la piel mojada.
Connor asintió. -Está bien, Vastago, corre de vuelta aquí tan pronto
como tengas a Eydis, Adne puede tejer una puerta y sacarnos.
Uno por uno nuestra manada sumergida, nadando lejos de Shay y los
otros. Nos quedamos por debajo de la superficie, siempre que
podíamos. Cuando el agua era muy poco profunda, Ren y yo
cambiamos las formas en sincronía, dos lobos que estalla desde el
agua. El techo volvió a la vida. Mason estaba funcionando en mi
flanco, mientras Nev y Sabine se quedaron cerca de Ren. El enjambre
de murciélagos; Podía sentir el viento provocado por cientos de
diminutas alas cepillarse a través de mis pieles. “Ahora”. Envié el
pensamiento a la manada.
Nos dispersamos.
Podía oír los gritos de los buscadores, pero no pude distinguir sus
palabras sobre el rugido del agua que vierte en la caverna. Luchando
con mis pies, comencé a correr hacia sus voces. Mis patas salpicaban
con el agua hasta los tobillos. Debería haber sido imposible. El agua
que a través de esa pequeña hendidura en la roca que habíamos
tenido que atravesar no podría ser esta contundente. Pero de alguna
manera lo era. El agua que había estado en mis rodillas ya estaba en
mi cintura y subiendo, forzándome a mí a nadar. La cueva se
estremeció de nuevo. Losas de piedra cayeron del techo.
Me abrí paso hacia los tonos brillantes de la alcoba, que vaciló ahora
que estaban sumergidos. Un parpadeo por encima de mí me llamó la
atencion. Y vi patear pies. Shay estaba empujandose a sí mismo hacia
la superficie. Sin un tanque que no tenía otras opciones. Mi aleta me
dio más velocidad a medida que iba después hacia él. Cuando le
agarré el tobillo, se volvió bruscamente, listo para atacarme. Yo lo
bajé, tomando mi boquilla y empujándolo hacia sus labios. Sostuve
sus hombros, tratando de recordar las instrucciones de Gabriel. Tuve
el tanque, así que estaba a cargo de las respiraciones. Mantener los
ojos en los pulmones de Shay, contado: un solo aliento, dos
respiraciones. Él asintió con la cabeza. Tomé la boquilla de él y llevé a
mis dos respiraciones. Empezamos a nadar lentamente hacia el lugar
donde había visto por última vez a los buscadores.
Shay señaló hacia delante. Una luz brilló en el dorado agua contra la
corriente-un color turquesa de altura, losa de luz estrecho.
La puerta de Adne. Ella había abierto una puerta bajo el agua. Shay
me apretó el brazo y nadó más rápido. Adne se movía cerca del portal.
Ella estaba de tanque y máscara, y cuando nos vio a nosotros, ella
empezó a agitar frenéticamente. Pero ella no estaba saludandonos a
nosotros, ella estaba apuntando a algo detrás de nosotros. Pasé
alrededor y aunque yo no tenía una boquilla, o aire que perder, grite.
-Un lobo.- Gabriel sonrió. -CPR en un lobo. Eso es una novedad para
mí.
-Todo lo que puedo probar es el pescado.- Nev gimió, tos con aún más
agua. -Nunca voy a comer pescado durante el tiempo que yo vivo.
QUINCE
-Se espera Inez en la cubierta-, dijo Gabriel. -Ella tiene esos instintos
madre-gallina en grande.
-No lo sé- dijo Gabriel. -Yo no creo que tuvieramos ningún grupo de
buceo programado para hoy.
-¡Gabriel, espera!- Ethan gritó. Pero el otro hombre fue corriendo hacia
el escondite, gritando.
-¡Inez! ¡Miguel! -Ninguno de los buscadores en la cubierta se movió.
Ethan tomó punto, Sabine y Nev junto a él, mientras que Mason, Shay,
y Ren se quedaron cerrando a Adne. Me quedé atrás con Connor,
viendo los árboles ya que nuestro grupo se trasladó lentamente hacia
adelante.
Estábamos listos cuando la próximo pantera saltó. Su grito se convirtió
en un gruñido cuando Ethan lanzó su tanque en ello, la captura de la
bestia totalmente en el pecho. Golpeó el suelo, luchando por recuperar
el aliento. Mason y Ren se aprovecharon de su desorientación
momentánea, mandando al gato. Se criticó a ellos con sus garras,
pero Mason celebró su atención, mientras que Ren desgarraba su
flanco con los dientes. Cuando finalmente volvió a gritar a Ren, Mason
lo fue a matar, lanzándose a la garganta del gato y aplastando su
tráquea.
Los árboles cobraron vida con gritos de rabia, y las Sombras llovieron
sobre nosotros en un torrente de pieles medianoche elegantes y
garras afiladas.
Ethan despegó hacia la casa con los lobos en los talones. Connor gritó
cuando una pantera saltó sobre él, dejándolo de rodillas. Gruñí y me
lancé al gato, lo que lo obligó a liberar a Connor por el bien de su
lucha contra mí. La fuerza de mi golpe nos envió rodando hacia la
playa. Nuestros cuerpos estaban torcidos alrededor de la otra, ya que
luchó en la arena. Grité cuando las garras de la pantera se hundieron
en mi espalda, pero respondí de inmediato con mis propias
mordeduras feroces en su pecho. El gato gritó, rodando lejos de mí.
Me puse de pie, enfrentándome contra él mientras trataba de
prepararme en la arena suave. Se susurró, con los ojos verdes
brillantes llenos de rabia. . . y la inteligencia.
“Lo sé”. Les mostré mis dientes contra él. “Eso no puede ser bueno”.
-Te juro que estoy planeando una venganza por esto-, dijo Connor,
cerrando la puerta detrás de nosotros. Los Guardianes acechando por
los buscadores, erizados y gruñendo. Algo estaba mal, muy mal.
-Comienza a tejer, Adne,- dijo Connor en voz baja. -Tan rápido como
sea posible.
Dolor.
FUEGO
DIECISÉIS
-Pensamos que podrías dormir todo el día.- Sus dientes eran muy
brillante cuando sonreía. -¿No tenemos, Stephen?
-¿Ansel?- Murmuré.
Asentí con la cabeza. Eso tenía sentido. ¿Por qué mi cabeza dolia
tanto?
-Creo que podría estar enferma-, les dije. -Me duele la cabeza.
-Sí- dijo ella. -Basta con que nos hablabas de todos los lugares donde
has estado. Estabas viajando con tus amigos. ¿Recuerdas cómo era
el regalo de los Guardianes después de la Unión? ¿Todos los lugares
que has visto?
Asentí con la cabeza, pero todavía tenia ganas de llorar. Había algo
que quería decirle, algo tan importante que mi madre necesitaba
saber.
-Lumine-, le susurré.
Cogí mis dedos por debajo de ella. Mientras que yo no podía atacarla,
yo no iba a jugar limpio.
-Aléjate de mí.
-Sólo tengo un par de preguntas para ti- dijo ella. -Entonces podras
descansar.
-Sí-. Su mirada siguió la mía. -Esa es una manera que podría ser.
Efron ha estado suplicandome a mí para entregarte a él y Emile.
-Por supuesto que sí- dijo ella. –Pero no estamos sin opciones.
¿Estamos, Stephen?
-¿Por qué iba yo a hacer algo por ti?- Yo la miré. -Mataste a mi madre.
Has destruido mi hermano.
-¿Has visto a Ansel?- Mi padre dio dos pasos hacia mí. –Sin…
-Lo que pasó con tu madre fue desafortunado- dijo ella, cruzando las
manos sobre el regazo. -Pero es necesario dadas las circunstancias.
Ella chasqueó la lengua con una risa suave, y era todo lo que podía
hacer para no arrojarme sobre ella en una furia de garras y dientes. -
¿matarla? Difícilmente, Calla. Y estoy bastante segura de que no lo
verias de esa manera si tu mente no hubiese sido tan terriblemente
corrompida por. . . influencias externas.
-¡Él no hizo nada malo¡- Les mostré mis dientes y ella sonrió.
La mire a los ojos, buscando el engaño, pero sólo encontré una mirada
dura confiada.
Ella asintió con la cabeza. -Todo puede ser como era antes.
-Gracias-, le dije con voz ronca, tomando el vaso. Miré el líquido claro
por un momento, preguntandome si podía confiar en mi padre. Si es
que importaba. El agua alivió el dolor de mi garganta seca mientras
bebía.
-¿Cuánto tiempo he estado aquí?
Él gruñó, mirando hacia la puerta. -Así que usted sería débil para ser
interrogado, abierta a la sugestión.
-Ellos quieren que les digas donde esta Shay-dijo sin perder el ritmo.
-¿Está bien?
Volvió los ojos afilados en mí, y mi corazón dio un vuelco. ¿Mi propio
padre me considera un traidor? ¿Después de todo lo que había
pasado, era la lealtad a los Guardianes todavía importantes para él?
-Ayúdarte, ¿cómo?
-Lo es.- Tomé sus manos. -Todo lo que te han dicho sobre los
Guardianes y los buscadores. Acerca de la guerra. Incluso sobre
quiénes somos. Era todo mentira.
Sus manos se apoderaron de las mías, tan apretado que era doloroso,
pero seguí hablando.
-Los Guardianes idearon, este mundo retorcido, para que pudieran
gobernarlo. Buscadores están tratando de cambiar eso. Ellos sólo
luchan por hacer las cosas bien de nuevo. Shay es la clave de todo
eso.
-Corrine,- le dije.
-Los dos están con buscadores-, le dije. -Ren porque Adne quería
salvarlo. . . y yo también lo quice.
-¿Quién es Adne?
-La hija de Monroe, uno de los buscadores. Y ella es. . . -Me di cuenta
de lo mucho que había aprendido y lo poco que mi padre todavía
sabía. -Ella es la hermana de Ren.
-Disjiste antes que Shay tuvo una madre humana- dijo. -Por lo tanto,
se deduce que los emparejamientos entre los humanos y los nuestros
se han sucedido también.
Parpadeé lejos las nuevas lágrimas que se reunieron en mis ojos. -Lo
sé.
-Supongo que si.- Él se echó a reír. -Y ahora entiendo por qué Renier
no es nada como su padre.
-Amor,- mi padre dijo en voz baja. -El verdadero amor, incluso en los
peores momentos, vale más que lo que cualquiera de nosotros puede
decir.
-¿Quién eres tú y qué has hecho con mi padre?- Abrí una sonrisa.
-Logan cree que sí-, le dije. -Es por eso que les está dando la
información.
Él quería pelear.
-No- le dije. -Van a luchar hasta el final, pero necesitan ayuda. Ahí es
donde entramos nosotros.
-¿Nosotros?
- Los Guardianes.
Sus hombros estaban tensos por la furia. -Me han despojado de ese
papel.
DIECISIETE
El puño de mi padre hizo una bola, pero Efron le puso una mano en el
hombro a Emile. -Ahora, ahora. Inflexión del mundo, las circunstancias
rápidamente cambiantes, ¿recuerdas? Nosotros no seremos capaces
de ahorrar una ronda de disfrutar de la chica.
-Su hijo era un tonto para dejarse capturar- Emile escupió. -Usted le
deberia dejar pudrirse en un agujero Buscador.
-Es una lástima acerca de tu cabello- dijo Lumine. -¿En qué estabas
pensando?
Yo no le respondí.
-¿Dónde estamos?
Muy por el programa que están poniendo por los Guardianes. Por
favor, dejen de actuar.
-A medida que nos hemos puesto de acuerdo-, dijo Anika. -¿El lobo
por tu hijo?
Efron asintió.
Mi sangre se sentía más frío que el aire que nos rodea. ¡Oh, no!.
-En efecto.- Efron estiró su mano para Sabine. Ella tomó sus dedos,
dejando que levantarla. -Bienvenida a casa, querida.
Así cuando la luz del portal se vierte sobre mí, me miró a los ojos y
creí ver su sonrisa.
DIECIOCHO
-Pero lo matarán.
Ella lo ignoró, volviéndose hacia mí. -Calla, Ethan no está con los
Guardianes. Él y Nev están con Tom Shaw.
-Diferente tipo de viaje esta vez- dijo Connor. -No nadar en el extremo.
-¡Calla!
Mason, que había estado dando vueltas a los chicos cautivos como un
lobo, cambió de formas.
-Sí, lo fuiste.
-Ella tiene razón- dijo Ren. -Probablemente tenía, para empatar hasta
nosotros.
Shay sonrió.
Ren dio a Connor una mirada de soslayo. -Ella mantiene una lista,
¿eh?
-Oye- dije, sin saber qué hacer. Me hubiera gustado que ambos sólo
me hubieran abrazado, pero no veo como eso iba a suceder.
-Hey- dijo Ren, cruzando los brazos sobre el pecho. -Siento que no
hubieramos podido salvarte nosotros mismos.- Pude ver el pulso que
saltaba en la garganta.
Shay parecía tan incómodo, dando a Ren una sonrisa incómoda. -No
es que no queríamos. Por lo tanto el ser atado. -Él pasó una mano
po5r su pelo por el viento. -¿Estás bien?
-Si.- Metí mis manos en mis bolsillos. -El espectro era horrible. Pero
todo terminó bastante rápido. Al menos desde mi perspectiva.
Después me desmayé, asi que no recuerdo mucho. Me desperté en mi
habitación. Lumine estaba allí.
-Abre una puerta, Adne,- continuó Anika. -Es hora de que me actualizo
las Guías y prepare el escenario para esta noche.
-Diles que cruzen los dedos de las manos y los dedos de los pies- dijo
Connor.
Adne comenzó a tejer los hilos de su skean reflejando la luz del alba
que se extendió desde la costa hacia el bosque donde nos
encontrábamos.
-Tiene que ver con el juramento Keepers que hicieron con el fin de
obtener su poder en una prueba de lealtad,- dijo ella. -Su lealtad a la
Harbinger sólo puede ser sellada cuando no está enmascarada por un
glamour. Tienen que comprometerse a lo real-y por lo que entiendo,
no es bastante.
-¡Por supuesto que no!- Connor se echó a reír. -Pero no tenemos otra
opción.
-¡Lo siento!- Gritó Connor. -Voy a tratar de encontrar una ruta más
suave.
-Al igual que lo que pasó con el señor Selby en Grandes Ideas-, dijo
Shay. -Anika dice que los hexágonos son algo que todas las brujas
pueden quitar muy fácilmente, ya sea que son aficionados o
profesionales, como estos chicos.
Mason no abrió los ojos, pero hizo una mueca cuando Connor golpeó
otra ola, nos remojo.
-Estaré bien-, le dije, la niebla salía por mis labios. -Aunque creo que
todo el plan de Mason de 'no más barcos' es una buena idea.
-Sólo el fantasma.
Apretó los dedos y me miró. –Estoy muy bien, Ren. Pero Sabine…
-Pensé que Ethan mataría a alguien,- Ren fue diciendo. -Se volvió
loco.
-¡hemos llegado!- Connor gritó, con lo que la velocidad del barco bajo.
Shay rió. -Te das cuenta de que estás animando nuestra llegada a un
volcán activo.
-Voy a preferir tierra firme sobre el mar cualquier día-, dijo Mason. -
Incluso la tierra seca podría estallar bajo mis pies.
-Me retracto-, dijo Mason, cubriéndose la nariz. -El agua es mejor que
este olor. ¿Por qué seguimos haciendo las cosas que me hacen
querer vomitar arriba?
Adne negó con la cabeza. -Cualquiera que haya sido enviado aquí no
ha regresado.
-¿Ustedes nunca tienen buenas noticias?- Dijo Mason. -¿O has oído
hablar del poder del pensamiento positivo?
Cuando por fin la dejó en el suelo, su voz era gruesa. -Me doy por
vencido. Te amo, Adne. Estoy malditamente loco enamorado de ti.
Adne entrelazó sus dedos con los de Connor, apretándole la mano. -
Simplemente no mueras allí. ¿Vale? Tenemos mucho de que hablar
después de que todo esto se acabe.
CONNOR abrió el camino a medida que pasó por encima de una roca
en bruto que se cortaba en mis patas. No era una subida larga, pero
era agotador. Tuvimos que evitar unos profundos pinchazos en la
tierra, donde las explosiones de vapor o de gas venenoso podrían
vomitar sin previo aviso. A diferencia de la dinámica de los bosques de
la costa, Whakaari estaba desprovisto de vida, un ambiente totalmente
extraño. Aunque impresionante, el paisaje era demasiado siniestro
para ser bello, su misma apariencia que sirve para advertir a los
intrusos.
-Será mejor que lo tenga a los dedos de los pies,- Ren dijo mientras
seguía a Connor. -Estaría decepcionado si no lo hicieras.
-Sí, lo es.- Boca de Adne estaba situada en una línea sombría. -Esos
son los lobos.
-Pensé que eran mitos- dijo Connor, frotándose las sienes. -No me
extraña que nadie regresara.
-No del tipo peludo,- dijo Connor. -Pero son los lobos, de acuerdo.
Lyulf son las mascotas preferidas de la Harbinger de reputación. Los
usó en la primera batalla entre Keepers y buscadores. Sólo él puede
convocarlos y…
-Interferencia-, dijo Ren. -Al igual que con los murciélagos. Eso es lo
que tenemos que hacer.
Connor lo miró a los ojos y luego miró hacia otro lado. No podemos
hacerlo todos.
-No tenemos otra opción-, dijo Ren. -Además, ¿no es por eso por lo
que es sólo con nosotros? Porque sabíamos que no todos saldríamos
de aqui.
Yo no sabía qué hacer. Los otros dos Lyulf fueron corriendo hacia
Adne. No podía bloquear su ataque y ayudar a Ren.
-¡Déjame verla ella!- Llamó Shay, acunando a Adne contra él. Sus ojos
estaban vidriosos y ella no se movía.
-Es débil, pero que está ahí- dijo Ren. -Tengo que darle sangre.
-Ella está en shock-, dijo Shay. -No sé si ella será capaz de tragar.
-Eso fue increíble.- Ella miró su brazo sanado, flexionando los dedos.
VEINTE
ONDAS DE LA LÍNEA DE LA PLAYA bañadas a pocos metros de
donde nos quedamos en las rocas. Habíamos estado mirando la Cruz
elemental por varios minutos, cogiendo aliento, tratando de creer que
habíamos logrado nuestra tarea imposible.
Era la primera vez que había visto a Eydis, después de haber sido
sacado de la pelea en México antes de lo previsto. De todas las piezas
de la cruz, pensé que podrían ser la más bella. La empuñadura de la
espada de segunda Shay era del mismo tamaño y forma que Haldis,
pero donde la empuñadura tierra brillaba con el óxido de arcilla y la
profundidad de suelo fértil, la empuñadura agua jactó brillante verde
azul y el mar. Los colores cambian constantemente en su superficie,
dándole la aparición de aguas que contienen móviles dentro.
Eché un vistazo a Ren, que estaba sentado entre Mason y yo. Sus
ojos seguían cada movimiento de Shay, estrechado en la
concentración. Miró pensativo cuando rastreó el Vastago. Él gaze me
pareció extraño. Podría haber jurado sus oscuros ojos estaban tristes,
casi arrepentido.
-¿Estás lista para esto?-, Preguntó Ren. Cuando miré lo a los ojos,
sabía que sus pensamientos eran similares a los mios.
-Me temo que tengo sólo una- dijo Anika. -Los equipos están
completamente interrogados, pero tengo que conseguir que la puesta
a la velocidad. Tomen un poco de descanso y reunirnanse de vuelta
aquí.
Tanto dependido de que cada pieza cayera en su lugar. Con sólo una
falta, nos fallamos.
-Si nos disculpan, vamos a tomar ese descanso. Nos vemos en una
hora.
Cuando salieron, escuché un gruñido tranquilo y me volví para ver a
Ren avanzar después de ellos.
-Lavar los platos es suficiente castigo para alguien que ha pasado por
lo que paso tu hermano- dijo Anika con una sonrisa triste. -Él no puede
comportarse de esa manera y ser libre aquí. Pero cualquiera de
nosotros podría haber sentido justificada un ataque de ese tipo si
hubiéramos estado en su lugar.
Miré por encima del hombro para ver a Anika enfrascada en una
conversación con Shay mientras extendía las espadas para su
inspección.
-Voy a estar allí pronto- le dije. -Pero la verdad es que necesito salir de
esta ropa.
-Sí, lo haces.- Mason asintió. -Yo era demasiado educado para tocar
el tema.
-Shay.
-Pasa.
-No me refiero a ir todo emo con ustedes- dijo, -pero quiero que sepas
que vas a estar bien. Pase lo que pase esta noche.
-¿Qué?
-No vas a estar sola.- Caminó hacia mí.
-Uh…Nosotros…
-¿Qué?- Gruñí.
-¿Hablar de qué?
.La discusión sobre ti llevó a hablar.- Dio otro paso atrás cuando mis
dedos atravesaron la tapicería de la silla.
-Adelante.
-¿cómo?
-¿Tú crees que significa eso?- Bajé la mirada, sangre tronando en mis
oídos. Yo sabía que era cierto, pero para Shay creerlo y para que él
sea hablar de ello. . . No podía entender que éste era líder.
-Pero estoy dispuesto a aceptar que se trata de algo bueno para todos
nosotros.
“!Hey!” Luché, cegada por las mantas que me cubrían. “No es justo.”
-Espera, Cal. No es que esto no sea divertido, pero no estoy aquí para
pelear contigo. Yo sólo estaba tratando de hacer un punto.
-Yo no me voy a rendir. Estoy siendo realista- dijo Shay. -¿Qué tan
probable es que vaya a salir de esta batalla está vivo?
-Si ambos están tomando decisiones por mí, ¿por qué no está aquí
también?- Le pregunté, todavía lanzando cuchillos a él con mis ojos. -
Ahora que se han convertido en tales buenos amigos. "
-Yo no iría tan lejos. Es más bien un entendimiento- dijo Shay. -Creo
que se siente un poco mal por mí.
-Después de haber oído todo lo que tengo que hacer para terminar
esto, creo que está bastante seguro de que estoy muerto.
-Supongo.- Suspiró.
-Pareces muy segura.- Él sonrió, pero sus ojos verdes musgo estaban
tristes-como si ya me había perdido.
-Nunca pude…
-Lo acabas de hacer.- Mis dientes eran afilados y yo estaba lista para
atacar de nuevo.
-Sabes que yo lo hago. Siempre has sabido lo que eres para mí y para
la manada. Incluso antes que yo. Eras un lobo solitario. Luego de
habernos encontrado.
VEINTIUNO
Observé los oídos de Shay parpadeando de ida y vuelta, con los ojos
alerta a medida que avanzábamos. Se había ajustado a su propio lobo
tan naturalmente. A veces me sentía como si realmente había sido un
lobo solitario al que había conocido, él no había encontrado a su
media lobo todavía. Por mucho que su "charla" con Ren me dio ganas
de morderlos a ambos duro, sus negociaciones sobre mi estado eran
comportamiento tan clásico de un macho alfa que era casi divertido.
Casi.
Trotamos por el pasillo hacia Haldis táctico, nuestra uñas haciendo clic
en mármol. Anika estaba sentada a la gran mesa redonda con Bryn,
Mason, Ansel, y Tess. Mason mordió un bocado más grande que
jamás había visto.
Cambié formas y reí. -No creo que pudiera comer en estos momentos.
Ansel tosió.
Tess hablo antes de que Anika pudiera contestar. -Se queda conmigo,
Calla.
-Estoy ayudando a los elixires víctimas claras- dijo Ansel. Hice una
mueca ante la mirada acusadora que me disparó. -Los Tejedores
estarán trayendo heridos fuera del campo tan rápido como puedan.
Necesitan ayudantes que no estarán en la batalla.
-Eso está muy bien, An- le dije. Bajó los ojos mientras su ira dio paso a
la humillación.
-Me alegro de que no estoy perdiendo todos los actos heroicos de esta
ronda- susurró. -¿Estás bien?
-Sobrevivir-, le dije.
-¡Alto!- Aparte a Ren tan fuerte como pude, enviándolo varios pasos
atrás de la mesa.
-Sé que eso es todo lo que siempre te han enseñado a hacer- le dije. -
Pero no es así como yo quiero vivir. ¿Lo entiendes?
-No hay que olvidar- dije, aliviada de que había empezado a sonreír.
-Si vamos a tener éxito- dijo. -Esto es lo que tiene que suceder.
Anika asintió.
-No- dijo ella. -Pero no tenemos tiempo para esperar. Debemos atacar
esta noche antes de que los Guardianes tiengan tiempo para acumular
fuerzas cuando se den cuenta que tenemos la cruz. Sin la captura de
los Guardianes de la guardia baja, nunca seremos capaces de
precisar el Heraldo abajo.
-También estás confiando en Logan-, le dije. Era la parte del plan que
dejó un mal sabor en mi boca. -Y no es confiable.
-Su toque trae locura instantánea- dijo Anika. -No debes dejar que te
toquen.
-Una de las razones del Harrowing era tan costoso para nosotros- cara
de Anika palideció -fue la llegada de los Caídos. Nuestros amigos y
familiares reducidos al horror, y cuando nuestros aliados Guardianes
intentaron luchar con ellos…
-Sí. Y sus mentes fueron alcanzadas por sus peores pesadillas- dijo
Anika en silencio. -Se volvieron el uno contra el otro, y contra nosotros.
No entendíamos lo que estaba ocurriendo hasta que fue demasiado
tarde.
-Así que la moraleja de la historia es: no dejar que los Caídos nos
toquen- dijo Connor, acariciando la empuñadura de su espada.
-Con mucho gusto-, dijo Mason, empujando lejos los últimos bocados
de su sándwich.
-Vamos a luchar con todo lo que tenemos para ganar tiempo para ti-,
dijo, y luego se volvió hacia Shay. -Todas nuestras esperanzas están
con ustedes.
Él asintió con la cabeza, todavía con los ojos abiertos. Envolví mis
brazos alrededor de él, sabiendo que yo estaría demasiado lejos de él
para realizar un seguimiento de sus movimientos durante el ataque.
Pero esperaba que por lo menos me escuchara y que algunos de sus
instintos de obedecer a su alfa pudiera todavía ser persistente.
-Él va a estar bien- dijo Ren, buscando mis ojos con los suyos. -Tess
no dejará que le pase nada.
-Así que el plan esta realmente cabreado, ¿eh?- Ren dijo mientras
caminábamos hacia Adne, que había empezado a tejer la puerta de
nuestro partido se tardaría en Vail.
-Yo no apostaría por Shay le dice al respecto- dijo Ren. -Él mayores
de acciones.
-Drop it.
Eché un vistazo a Shay. Ren saludó con la mano y Shay hizo un gesto
grosero a Ren, pero luego me dio una sonrisa triste que hizo apretar
mi pecho. ¿El realmete creía que no sobreviviría a esta lucha?
La opresión en mi pecho se volvió tan dolorosa que tuve que cerrar los
ojos para alejarlo. Mi mente tenía que estar en esta lucha, no importa
qué otra cosa podría estar tirando de mi corazón. No podía permitirme
el lujo de pensar en lo que esta guerra en última instancia, me
costaría.
-Por supuesto que sí.- Mason se alisó el pelo hacia atrás. -Soy
irresistible.
Bryn arrojó sus rizos. -Creo que esta pelea va a ser divertida.
Por mucho que esto fue un ataque sorpresa, los Guardianes estarían
anticipando nuestra llegada. Anika y todos los buscadores lo sabían.
Nuestros enemigos nos estaban esperando, pero ¿dónde?
¿Podría ser mi padre corriendo con los lobos de Emile, listo para
encender su adversario cuando llegara el momento adecuado?
¿Estaban en camino aquí ahora?
-Ya es hora.- Adne cerró el portal, envainó sus Skeans, y sacó el látigo
de acero malvado que había utilizado en el partido de práctica con
Shay mientras estábamos en Denver.
Adne rió. -Lo siento, Connor. Todos los tejedores están en esta lucha.
Incluida yo. Órdenes de Anika, ¿recuerdas?
-¡Mira!- Shay señaló con la punta de una espada en los altos setos
que bordeaban los caminos del jardín. Las coberturas se movían.
Moviendose, cada vez mayor.
Ella respiraba con dificultad, pero ella paro los puños que ya no
estabam golpeando en mi pecho y los hombros. -¡Tenemos que
encontrarlo!
-No es sólo él.- Me puse de pie, tirando de ella a sus pies. -Perdimos a
los demás también.
-¿Qué?- Sus ojos se abrieron cuando ella se dio la vuelta para ver el
laberinto que había explotado de la tierra que nos rodean.
Otro aullido sonó, y otro. Gritos de los lobos aumentaron uno por uno,
llenando el aire con su canción de batalla. Me volví lentamente en
círculo, escuchando, el seguimiento de sus llamadas.
-Estamos rodeados.
Adne juró en voz baja. -Nos están separando. Mantener los equipos
separados.
Los aullidos estaban cerca ahora. Cientos de lobos corrían. Podía oler,
oír sus patas crujiendo en la nieve mientras descendían en las casas
de campo de todos los lados. Los otros equipos de Buscadores aún
estaban en pánico, gritando mientras intentaban escapar del laberinto.
Los hombres y las mujeres gritaban uno por el otro, tratando de
encontrar sus aliados.
VEINTIDÓS
-Maldita sea- dije cuando nos detuvimos frente a un callejón sin salida.
-¡Shay!- Grito, sin saber qué otra cosa hacer. -¡Shay! ¡Ayúdanos!
Nos apoyamos contra la pared; mis ojos estaban fijos en las sombras
arremolinadas del cuerpo del fantasma. Su aroma llenó mis fosas
nasales, por lo que me dieron ganas de vomitar. Memorias del dolor
que podría causar enviado temblores estremecidos por mis
extremidades.
-No puedo llegar a ti- gritó. Él estaba justo al otro lado de la pared del
laberinto. -¡Bryn, Mason, Ren! ¡Vengan aquí! Están detrás de esa
cobertura.
-¿Qué quieres decir, con esperar?- Miré por encima del hombro al
espectro.
Adne me ignoró. Ella había dejado caer su látigo y sostuvo sus Skeans
en sus manos. Con un grito repentino ella hundió las espigas delgadas
en la tierra.
Metí mis manos sobre mis oídos cuando un sonido horrible atravesó el
aire a mí alrededor. El grito estaba lleno de dolor e indignación. Y
venia del seto.
-Así es, perra- Adne silbó. –Baja de esta tierra y vuelve al infierno
donde perteneces.
Empecé a girar hacia ella, pero Shay grito, -¡Calla, baja ahora!
“No”.
El espectro gritó.
-Yo no le hice nada al laberinto- dijo Shay. -La cobertura se vino abajo
y lo siguiente que supe es que estaba mirando a Calla. Entonces vi al
espectro dirigirse hacia Adne.
Connor agarró los brazos de Adne, la fijación de una mirada dura con
ella. -¿Cómo? ¿Cómo hiciste eso?
-No lo sé- dijo. -Yo sabía que no era natural, que no pertenecía. Así
que le pedí un favor.
Ella sonrió. -Eso es lo que hacen todos los Tejedores. Acabo de tomar
un paso más allá.
Mis ojos recorrieron el borde del jardín. No pasó mucho tiempo para
encontrarlos. Una línea de veinte Keepers, nuestros maestros y
algunos de sus hijos, a quienes reconocí de la escuela, había tomado
posiciones en el borde del espejo de agua seca. Todos estaban
vestidos elegantemente, como si estuvieran a punto de sentarse para
una cena formal, no observar una batalla. Pero se quedaron mirando a
la carnicería, al igual que los generales que dirigen su infantería. Con
la gracia casual, los brazos de los Keepers comenzaron a torcerse en
el aire, sus dedos bailando en movimiento intrincado.
Vi los cuerpos caer y retorcerse bajo la piel y las garras, alas de cuero
y garras, o simplemente desaparecen en la oscuridad de la de un
fantasma de hum. Lobos bajaron también, brillante dispersión de la
sangre a través de la nieve prístina, la puesta en común por debajo de
los cuerpos inmóviles de lo Guardianes Bane. Pero el número de Los
buscadores tendidos en el suelo, inmóviles, fue superando
rápidamente la de los lobos. Los Banes fueron al acecho, rodeando los
equipos de ataque. Ellos se movian al unísono, sus instintos se
manada guiando la caza, lo que les permite coordinar sus ataques de
manera que los buscadores nunca podrían esperar.
“Lo sé.” La voz de Ren entró en mi mente. “Yo quiero estar en esa
lucha también.”
-Si.
-Debe cambiar formas, Shay- dijo Connor. -La última cosa que
queremos es que los Guardianes sepan marcar el Vastago. Si te ven,
tú eres el único que van a estar cazando.
Yo no lo podía creer.
Un enorme lobo marrón y plata, que lleva una marca inusual negra en
la frente, se desaceleró cuando él se acercó a nosotros, deteniéndose
frente a mí.
Saltó. “Siempre”.
-Creo que vamos de esta manera- dijo Connor, echando una mirada
nerviosa a Adne cuando yo lo atraje hacia las largas sombras de la
mansión.
-Uh, lo siento por eso- dijo. -Es muy, muy bueno que estes aquí.
Me reí, pero mi padre me dedicó una sonrisa de orgullo que hizo que
mi corazón cantara. Bryn rió, apretando mi mano.
Otros tres lobos trotaron hasta unirse a nosotros. Cuando Ren, Mason
y Nev cambiaron las formas, todos estaban sonriendo.
-La marca del Vastago- dijo mi padre. -Pensamos que era la mejor
manera de identificarnos. Todos los lobos que nos acompañaron
estuvieron marcados por Ethan. Fue su idea.
-Si.- Nev estaba de vuelta en forma humana. -Así nadie nos dispara.
Particularmente Ethan.
-Llegó en el ataque del sur- dijo mi padre. -Me imagino que va a estar
buscando a nosotros pronto, sin embargo.
-Nos dividimos en tres equipos de ataque- dijo mi padre. -La mía era la
más grande. Nos desbordamos de la emboscada Bane y entramos
detrás de ellos.
-¿El hecho de que muchos lobos?- Las cejas de Ren subieron. -Tú
trajiste algún Banes también.
-Tu padre no era un tipo alfa, Renier- Mi padre vio a Ren con ojos
cautelosos. -Conducía a su propio hijo a distancia, así como muchos
otros. Tal es el precio de la crueldad.
-Es cierto- dijo mi padre. -Me gustaría buscar la paz con usted, alfa.
-Y yo a usted.- Ren inclino la cabeza, deslizando una mirada a mí -Su
hija es el lobo más valiente que he conocido. Ella es la verdadera alfa.
Bryn se inclinó hacia mí. -Creo que Ren está tratando de ganar puntos
con tu padre.
-No se puede discutir con esa lógica-, dijo Bryn. Ella se movió en
forma de lobo, fijando a Mason y rociando su cara en un largo baboso
lamiendolo.
-Sabine- dijo Ethan, con el rostro sombrío. -Ella no está entre los
Banes aquí.
-Ninguno de los dos, ni Emile- dijo Stephen. -Yo lo puedo oler a una
milla de distancia. Deben estar dentro.
-Yo me quedo con Nev- dijo Mason, mirándome. -Si eso está bien.
-Ve con él.- Asentí con la cabeza. -Y manten un ojo hacia fuera para
Ansel y Tess.
-No tienes que pedir permiso-, dijo Connor. -Otro alfa sería una gran
ayuda.
-Bueno. Le debo a Emile una visita personal - dijo mi padre. -Uno que
ha estado mucho tiempo en llegar.
-Esos son el mejor tipo de visitas- dijo Ethan. -Tengo uno en mente.
-La puerta lateral nos traerá a la cocina-. Dijo Shay. -Vamos a estar en
la parte trasera de la casa. Podemos hacer nuestro camino a la
biblioteca a partir de ahí.
Shay tenía sus espadas listas cuando los la sombra atacó. Pero no era
sólo el espectro que se movía. Desde alrededor de la parte posterior
de la casa cuatro lobos aparecieron, se nos echaron encima en una
tormenta de colmillos y aullidos furiosos.
“No hagas esto”. La mente de Ren se abrió para todos nosotros. “No
debemos luchar.”
“¿En serio?” Fey olfateó el aire con desdén. “Creo que tienes miedo de
ser el alfa. Eres débil”.
“Por lo menos yo no dejo que Calla piense por mí.” Fey miró a Ren y a
Bryn. “Ambos son débiles”. Sus músculos temblaban.
“Dios, eres una plaga”. Sus ojos estaban llenos de odio. “Es hora de
que te aplaste para siempre”.
-Es una señal de que Logan al menos fingía estar en nuestro equipo-
dijo Ethan. -No vamos a creer nada más en él.
-Se podría cocinar para todo Vail aquí- dijo Adne. -¿Cuántos grandes
partidos hace su anfitrión? ¿Al igual que uno a la semana?
-Yo vine aquí por aperitivos- dijo Shay. -Mantienen la nevera surtida.-
Señaló a una unidad de cabina de refrigeración junto a una igualmente
enorme despensa.
“Esto tiene que ser la casa más espeluznante de todos los tiempos”.
Bryn se quedó cerrado a mis talones.
Cometí el error de mirar por encima del hombro a la pintura que Ethan
acababa de pasar. Un hombre en ropa andrajosa yacía tendido sobre
una mesa, agonía grabada en su rostro, la boca abierta en un grito
eterno de dolor. Formas oscuras se alzaban en la sombra en el borde
de la pintura, observándolo. Yo deseaba no reconocer al hombre, pero
sabía que era el hermano de Ethan, Kyle, el momento en que miré la
pintura y me sentí enferma. Fue mi culpa que estuviera atrapado para
siempre, de su tortura se alimentaban los espectros. Yo había
pensado que estaba haciendo mi deber, protegiendo a Shay, cuando
yo había matado a su pareja, Stuart, y le entregué a Kyle a los
Vigilantes para ser interrogado. ¿Cómo muchas otras opciones tenían
que hice mientras servía a los Vigilantes que habían destruido las
vidas de las personas que ahora llamaba aliados y amigos?
Una mano rozó mi piel. Me volví para encontrar que Shay me miraba,
con los ojos brillantes con preocupación.
-Vas a tener que estar atento a eso- dijo Shay. -Las estatuas están por
todas partes.
-Un ejército con el que hemos luchado durante nuestra última visita-
dijo Ethan. -¿Te acuerdas? ¿Cómo es que estos no salieron fuera a
jugar con sus amigos?
-Las criaturas de Rowan raíces son aún latentes.- Shay golpeó con los
nudillos en la frente de piedra del súcubo. -Los secuaces fuera deben
ser las Mascotas Criadores de Eden. Eso significa que Bosque no está
aquí. Él no los ha convocado.
Shay frunció el ceño. -No lo creo. Sólo los lobos están luchando.
Bosque tenía todas sus criaturas en la mezcla en la última pelea. Él no
está aquí. Todavía no.
“Es mejor cuando piensa que todo el lugar no podría cobrar vida y
matarte”. Roce mis dientes contra él.
-Abierto- murmuró. -No creo que pueda soportar esto como una buena
señal.
-No lo es- dijo Shay. -Pero yo no esperaba que esto fuera bien. ¿Y tú?
-Vamos- dijo Ethan, señalando con la barbilla hacia Connor. -No hay
descanso para los malvados.
Emile.
Bryn empezó a gruñir, sus pelos de punta en aumento.
Los dos lobos se pusieron de pie. Emile atornillado hacia Shay, pero
Sabine se volvió hacia Efron. Ella se abalanzó sobre la mano que
usaba para convocar a los espectros, aplastando sus dedos en sus
mandíbulas. Él gritó, cayendo de rodillas delante de la silla. Sus ojos
se abrieron con incredulidad cuando Sabine cayo ,con su mano
ensangrentada sólo le llamo a su espalda.
Gruñí, quise luchar, pero Shay era el único que podía luchar contra
fantasmas.
-Tenemos que estar seguros de que Logan no hace una carrera por él-
dijo Connor a Shay. -Hay que vigilarlo mientras ayudamos a los
demás.
Shay miró a Logan, que se mecía donde estaba sentado, con la
cabeza todavía oculta detrás de las rodillas. -Yo no creo que él vaya a
ninguna parte.
Ambos saltaron, arrojando sus cuerpos el uno al otro con tal fuerza
que pensé que sus huesos se romperian.
-Más vale prevenir que lamentar- dijo Connor, cerrando mis ojos.
-Si está herida, no es malo- le dije mientras bebía. -Tal vez un hueso
roto o dos.
-¿Eso no es malo?- Preguntó Ethan, acariciándole el pelo.
-Gracias.
-Ethan- susurró.
Pero Ren estaba más cerca todavía. Yo estaba a unos pocos metros
por debajo de mi padre cuando Ren golpeó a Emile en un salto, los
dos cayeron lejos de mí y mi padre. Ellos se pusieron de pie, girando y
lanzándose de nuevo. En momentos que estaban luchando en el
suelo, rasgandose el uno al otro sin misericordia.
“Tú no eres mi padre”. Ren gruñó. “Mi padre murió cuando le rompiste
el cuello.”
“Uno de los mejores días de mi vida.” Emile se agachó. “Al igual que
hoy será cuando termine esto”.
“¡Renier, no!” Mi padre se arrojó hacia los otros dos lobos cuando Ren
atacó. “¡Deténgase!”
-¿Por qué?- Dijo Adne. -¿Por qué has tenido que dejarme también?-
Ella comenzó a llegar a él, pero le gruñi, golpeando su espalda. Yo no
queria que nadie más cercara a él. Ellos no podían ayudarlo. Me miró
fijamente, extremidades temblando cuando el color desapareció de su
rostro.
Shay miró la forma todavía de Ren. Extendió una mano hacia mí. Sus
dedos temblaban. Me di la espalda a él con un gruñido.
-Está bien.- Me arrastre más cerca de Ren. -Voy a hacer esto sin tu
ayuda.
-No.
-No.
.Lo siento, Calla- dijo. -Yo no quiero que termine de esta manera.
Gemí y volví la cara lejos de él. Cerré los ojos y envie una última
súplica a cabo, tratando de tocar la mente de Ren.
“Te amo.”
-Vamos- dijo Connor, haciendo señas a Shay. -Es hora de acabar con
esto.
Shay asintió. -Vamos Logan para arriba.- Se volvió hacia mí. -¿Calla?
Su mirada se deslizó hacia mí. Les mostré mis dientes contra él,
gruñendo.
-Oh Dios.- Shay dio un paso atrás cuando una a una las cicatrices en
la espalda de Logan se abrieron.
La sangre fresca comenzó a filtrarse por las heridas. Entonces estaba
fluyendo, derramándose por su espalda y goteando sobre el piso de
madera barnizada.
Logan balbuceó algo, pero todo lo que podía oír era el castañeteo de
sus dientes.
-El mejor para matar- dijo Connor. Junto a él, Ethan levantó la ballesta
y Sabine gruñó.
Bosque echó un vistazo a los dos buscadores. –Oh, soldados de
juguete también.- Él movió su muñeca y los hombres salieron volando.
Se estrelló contra la pared del fondo, libros que caían a su alrededor.
Sabine gritó y rompió a través del cuarto.
-Qué linda jovencita.- Bosque vio a Adn, pasándose la lengua por los
labios como si saboreara el aire. -Y con ese poder. Has estado
jugando con mi jardín, querida. Sin permiso.
Retorció sus dedos y Adne tropezó. -Por favor, quédate un rato. Creo
que podríaa ser muy útil para mí.
-Deja de hablar- Shay gruñó. -No quiero escuchar nada que tengas
que decir.
-Pero la lucha no está pasando aquí, ¿verdad?- Bosque cerró los ojos
y sonrió. -Parece que tenemos bastante la reunión pasando a las
afueras.- Él levantó sus brazos. -Creo que voy a invitar a unas cuantas
personas más.
Ahora-, le susurré.
Logan llegó alrededor de su espalda, manchando su mano en la
sangre que todavía se filtró de los latigazos. El uso de la sangre como
tinta, dibujó un símbolo en el suelo y comenzó a murmurar en voz tan
baja que apenas podía oír.
-No te atreves a parar-. Les mostré mis dientes contra él. -Detente y te
mato.
Continuó sus susurros febriles, pero sus ojos eran salvajes mientras
se movían hacia atrás y adelante de mí a Bosque.
VEINTISIETE
-Voy a oír tus gritos de esta traición, Logan Bane,- dijo Bosque con voz
áspera.
Sabía que Shay estaba allí, empuñando las cuchillas, sólo porque la
extremidad de Bosque había señalado a Logan que de repente salió
volando. Se retorció en la biblioteca en el piso donde aterrizó.
Estiró el brazo hacia fuera, gritando una orden ininteligible para las
supervivientes criaturas abisales. Uno de los íncubos abalanzaron
bajo, dejando caer su lanza.
Los seres que pululan Bajos chillaron al unísono y volaron hacia mí.
Pensé en el cambio, pero un lobo clavado en su espalda era aún más
indefenso que un ser humano.
-No tengo idea- dijo. -Yo me fui para agacharme y cubrirme una vez
que el edificio comenzó a bajar.
.Eso no es todo lo que se ha ido- dijo Connor. -Creo que Logan hizo
una carrera hacia él.
-Yo más bien pensé que tendríamos que mantener un ojo sobre él-
Ethan murmuró.
-No importa ahora- dijo Connor. -Vamos a tener que seguirle la pista
con el tiempo. Pero él no es una amenaza con Bosque fuera. Él no
tiene poder para dibujar.
-Si las criaturas abisales se han ido todos, ¿por qué están los Caídos
todavía aquí?-, Dijo Sabine, mirando sobre su hombro.
Miré más allá de los buscadores. Los horrores arrastrando los pies que
yo había llegado a conocer como los caídos estaban esparcidos por el
suelo. Ahora estaban los cadáveres en diversos estados de
descomposición. Algunos parecían como si hubieran estado sólo
semanas muertos, mientras que todo lo que quedaba de los demás
eran esqueletos.
Connor miraba a Adne. -¿Qué piensas? ¿Es que el tipo de cosas que
debería decir 'gracias' a favor o puedo simplemente burlarme de ellos?
Mason todavía tenía el ceño fruncido. -¿Así que la Cruz Elemental era
en realidad una bomba?
-Vimos los cuerpos de Dax y Fey afuera- dijo en voz baja Nev. -¿Y
usted?
Me volví hacia Ren, dejando caer la cabeza baja para honrar al alfa
caído. Los lobos del círculo hicieron lo mismo. Levanté mi boca
primero, mi aullido cantando el dolor de la muerte de Ren, él luto. Uno
a uno, mis compañeros de manada se unieron a la canción. Nuestros
gritos llenaron la biblioteca, se derramaban hacia fuera en la noche de
invierno. La canción de muerte creció cuando los lobos todavía fueron
alzando sus voces para honrar al joven guerrero perdido. El coro de
lobo lloraba, llena de angustia, se hinchó en la noche, llevando a la
memoria de Ren a las mismas estrellas.
Cambié de nuevo en forma humana. Escuchando como la canción
continuó, incluso mientras los aullidos comenzaron a tranquilizarse, el
coro se hizo eco en el viento.
-Vivimos.- Tiré su cara a la mía, dejando que mis labios tocan los
suyos con suavidad.
Sus dedos trazaron los rastros de lágrimas en mis mejillas. -Te amo,
Calla.
-¡Sarah!
Miré hacia arriba para ver a Anika corriendo hacia nosotros, o más
bien hacia la madre de Shay. La Flecha echó los brazos alrededor de
Sarah Doran. Las dos mujeres aferradas las uno a la otra, riendo y
llorando. Cuando finalmente se separaron, Tristán sonrió a Anika, tuvo
la misma pícara sonrisa curva como Shay.
-No sé- dijo Shay. -Cuando empujé a Bosque en el Rift, se había ido y
yo estaba de pie delante de mis padres.
-No.- Sarah le sonrió con tristeza. -Más bien como un sueño de vigilia.
VEINTINUEVE
Ella asintió con la cabeza, pero le habló a Shay. -Es por eso que
tienes que sellarlo.
-El Rift no puede ser destruido, pero la Cruz Elemental sirve como una
cerradura, aislándola de nuestro mundo.
-Tú eres el único que puede recuperar las espadas.- Anika trazó las
espadas cruzadas adornadas en su collar. -Nadie más será capaz de
abrirla.
Ella sólo pudo igualar mi firmeza por un momento antes de que ella
sacara sus ojos lejos.
-¿De qué demonios estás hablando?- Shay dio un paso hacia ella.
-Tenemos que decirles, Anika- dijo. -Nosotros les debemos eso. Les
debemos mucho más que eso.
Anika se volvió hacia la chimenea vacía, pero ella levantó la voz para
que todos pudiéramos oírla. -Cuando desterraron al Heraldo, se le
envió al Nether junto con sus secuaces. Pero su corrupción perdura
aquí, viviendo en medio de las formas en que los Guardianes han
manipulado la tierra.
-En parte- ella dijo sin darse la vuelta. -Guardianes son una de las
muchas alteraciones que los Vigilantes crearon en los siglos que han
caminado por la Tierra. Sus propias vidas alargadas con otra.
-Sí- dijo Anika. –Los Guardianes fueron hechos de las bestias que
rigen sus almas, obligados a compartir en cuerpo humano por lo que
serían siervos de los Vigilantes.
-No pensé que viviría para ver que esto sucediera- Él sonrió con
tristeza cuando él la atrajo hacia su pecho. -No me gusta esto, Sabine.
No quiero dejarte ir.
-Debes hacerlo.
-No tenemos otra opción.- Los ojos de Anika eran de pedernal. -El Rift
debe sellarse.
-¡No!- Ansel pasó junto a Bryn. Sólo Tess lo agarró, impidiendole llegar
a Anika. -¡Esta es mi familia! Voy a estar solo.
Junto a él, Nev asentía. -Somos lobos. Eso es lo que siempre hemos
sido.
-No lo hagas- dijo Ansel, sonriendo débilmente. -Mi padre tiene razón.
Voy a sobrevivir y esto tiene que suceder.
-Oh, por favor.- Sabine puso los ojos en blanco. -No voy a atacar. Sólo
quiero hacer una pregunta.
-Cuando Ansel nos dijo cómo se hicieron los Guardianes, dijo que no
haría eso por él.
-Por supuesto que no.- Sus dedos se clavaron en sus brazos, como si
tuviera miedo de dejarla ir. -¿Crees que te dejaría salir si tuviera una
elección?
-Porque no quiero que hagas esto por mí- dijo. -No puedo pedirte eso.
-No estoy haciendo esto por ti.- Ella se estiró para besarlo
suavemente. -No eres más que un bono.
-Que la vida es más- le dije. -Los Vigilantes ya se han ido.- Por mucho
que quería que el lobo de mi hermano se restaurara, necesitaba saber
si Sabine pudo encontrar la felicidad sin la manada.
-Lo sé, Calla- dijo ella. -Y yo he hecho mi elección.
-Oh, detente- Sabine gruñó, pero sus ojos brillaban demasiado. -Estás
haciendo una escena.
-No.
-¿Cómo puedes decir eso?- Dijo Mason. -Él es un lobo. Es uno de los
nuestros.
Shay no respondió.
-Espera un segundo- dijo Connor. -¿Si Sabine podría elegir ser
humano, puede que no todos los Guardianes permanescan humanos
también?
-Sabine dio su esencia lobo para Ansel- dijo Anika. -Si los otros
eligieron una vida humana, significaría que tendríamos que destruir la
parte de ellos que sigue siendo siempre un lobo.
-Pero usted sería humano- dijo Connor. –Su vaso medio lleno, ¿no?
-Usted vio a Ansel después de que su lobo fue destruido- le dije. -Eso
lo destruyó, también. El lobo es lo que somos. No hay otra opción
aquí.
-Físicamente, sí- dijo ella. -Sé que va a ser doloroso. Pero esto es lo
que quiero. El lobo de Ansel fue tomado violentamente de él. Él ha
estado sufriendo una vida robada. Estoy eligiendo ser sólo humana.
Es diferente.
Connor me miró, aún perplejo, pero yo estaba viendo a Shay. Sus ojos
estaban ensombrecidos. Me acerqué a él.
Me paré frente a él, dejando que los recuerdos se deslizan por encima
de mí. Mi compañero. Mi alfa. Yo no quiero correr por el bosque sin él
a mi lado. Pero lo que yo queria palidecido en la cara de lo que tenía
que suceder. Yo había tomado la decisión de seguir mi corazón, para
perseguir el amor prohibido, pero tampoco Shay ni yo teníamos una
elección ahora.
-Lo siento- le dije, por fin, inclinando la cabeza contra su cuello. -Pero
tenemos que hacer esto.
-¿Anika?- Tess estaba de pie al lado de una mujer que llevaba un traje
azul profundo encapuchado que brillaba como la superficie del mar
cuando ella se inclinó ante la Flecha. Una multitud de curiosos y
buscadores Guardianes, algunos en forma de lobo, otros humanos,
habían llenado la biblioteca, al pulsar sobre nosotros.
-Es- le dije. -Creo que tiene razón. Ella va a estar más feliz de esta
manera.
-Realmente no lo sé- dijo. -No puedo decidir qué sentir, tal vez eso es
lo mejor.
-Tengo miedo.- Tomé su mano. Yo nunca había dicho eso antes. Pero
era la verdad. Yo estaba a punto de perder a Shay y estaba
aterrorizada. -Si tuviéramos otra opción…
-Lo sé.- Se inclinó para besarme. -Lo sé, Calla. No tienes que pedir
disculpas. Yo no quiero que usted.
-Hay que dejar que haga esto por sí sola- dijo Connor.
-Sabine- Ethan se empujó más allá de los curiosos para llegar a ella.
Ella todavía estaba de rodillas, su cuerpo temblaba.
Ella levantó la mano. -Estoy bien. Voy a estar bien. -Pero ella no se
resistió cuando él la cogió, acunandola en sus brazos.
-Shay…-
“No habría sido una manada sin ti”. Le mordí la oreja suavemente.
“Nadie más es tan divertido”.
Ansel estiró tímidamente sus brazos hacia ella. Ella se echó a reír y
cayó en el abrazo.
Ansel sonrió, pero luego le dio una mirada severa a Ethan. -Hablando
de eso, si alguna vez me entero que le has roto el corazón, yo te
perseguiré.
-Ya es hora.
-Voy a tomar la manada exterior- dijo. -No creo que deberíamos estar
confinados cuando la transformación suceda.
-Lo sé.
Él me interrumpió. -Entiendo.
-Hay que ir con mi padre- le dije. -No es seguro que nos quedemos
aquí.
-Nos vemos pronto- dijo Ansel para mí. Y luego se fue dando saltos de
distancia de nosotros.
-¿Qué te dijo?
-Me dijo que yo no podía quedarme con los buscadores.- Shay sonrió.
-Porque soy el único que puede impedir que te metas con él.
-Supongo que no puedo dejar esto de lado por más tiempo.- Shay
comenzó a alejarse.
Dejé a mi boca quedarse en los suyos, hasta que tuve que alejarme.
Él trazó la forma de mis labios con sus dedos. -Gracias por salvarme.
Cerré los ojos, sabiendo lo que sentía porque el mismo dolor arañó mi
corazón. Ya había perdido a alguien a quien amaba hoy y en el minuto
siguiente podría perder a otro. Pero, ¿qué otra cosa podíamos hacer?
Tal vez esa fue la manera que las cosas estaban destinadas a ser.
La luz se hizo más brillante hasta que pude ver nada, ni siquiera a
Shay, aunque todavía sentía mis dedos en su cuello-nada más que el
aire brillando pálido a mí alrededor. El aire que estaba vivo con el
poder.
Pensé que iba a doler. Ansel dijo que tener al lobo arrancado de él era
como estar destrozado y quemado.
Soy libre.
EPÍLOGO
-Voy a fingir que no dijiste eso.- Ella llevó la caja a la pila creciente que
sería llevado de vuelta a la Academia para ser catalogado y se
almacenado. -De esa manera puedo todavía con usted.
Ella cerró el portal y giró hacia él, con las manos en las caderas.
Sabine miró hacia otro lado. Connor había hecho la pregunta que ella
no había estado dispuesta a hacer en voz alta pero que había estado
corriendo por su mente desde que Ethan había vuelto.
-Es un poco extraño, sin embargo- dijo Adne. "¿No crees? Volviendo a
Haldis después de todo lo que pasó.
-Sabine…-
Ella bajó los ojos, no queriendo que viera el dolor en sus ojos. Él
sabría que estaba allí. Siempre lo hacía, pero a veces ella quería
mantenerlo velado de sus nuevos compañeros. Estaba agradecida por
su amistad y el amor de Ethan. No quería que el pasado estropeara la
esperanza que tenía para su futuro. -¿Qué pasa con la otra manada?
-Esa es la justicia.
-Así que una alfa tuvo su final feliz- dijo Connor. -Pero, ¿cómo se esta
adaptando nuestro niño a su nuevo papel?
-No es que yo soy un experto, pero parece bien.- Ethan puso sus
brazos alrededor de Sabine, atrayéndola hacia sí.
-Me siento un poco mal por Tristán y Sarah- dijo Adne, saltando sobre
la mesa. Ella pasó las piernas hacia atrás y adelante. –Tubieron una
reunión de diez minutos. Y entonces ellos perdieron a su hijo de
nuevo.
-No creo que vayan a tener días de campo familiares en el bosque, sin
embargo- dijo Connor.
-Yo lo hice- dijo Adne. -Y creo que están tratando de ser feliz por él,
pero creo que todavía se sienten como si hubiera simplemente
desaparecido.
-Al parecer, la tierra pensó que pertenecían juntos también- dijo Adne.
-¿Así que estan listos? Me muero de hambre y Anika estára dando
nueva asignaciones en unas pocas horas. No quiero perderme la
cena.
-Creo que te refieres a nuestro trabajo.- Adne le sonrió. -Eres parte del
club ahora. Y no estamos a dispuesta a dejar que se te olvide.
-Eso fue hace 600 años- dijo Connor. -Yo voto que no. Además, los
primeros Vigilante eran parte del conato. Compartir un nombre con
cualquier Vigilante me haría sentir sucio.
-Está bien.- Adne ignoró sus bromas. -Creo que el uso de América
añadiría dignidad a nuestra causa. Vamos, podemos discutir sobre ello
durante la cena.
-Guardianes.
-Espera-, dijo Sabine. –Yo…quiero verlos. Tengo que verlos. Sólo una
vez.
-Es evidente que necesitamos tener una charla donde puedas conocer
mejor a mi estómago.- Connor se echó a reír.
Ella asintió con la cabeza, pero no era una cuestión de estar lista. Era
lo que necesitaba-para ver la manada entera, a saber que el mundo
era nuevo a la derecha.
-Usted lo sabe.- Adne hizo un gesto para que Ethan y Sabine pudieran
entrar en la puerta.
El fuerte hormigueo ahora familiar de paso a través del portal dio paso
al intenso frío. El viento se arremolinaba constantemente durante sus
miembros; ráfagas ocasionales la hicieron estremecerce. Ella sacó el
abrigo de Ethan apretado a su alrededor.
Las orejas del lobo blanco se movieron hacia atrás y adelante. Ella
levantó su hocico y aulló. El sonido llenaba a Sabine con una mezcla
de dulzura y tristeza.
Ella le pasó los prismáticos. -Están felices. Así que estoy feliz.
-Bueno.- Ethan se dirigió hacia el portal, pero Sabine vaciló cuando el
viento levantó su pelo, su caricia fría haciéndole señas hacia el
desierto.
Fin