Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1. Introducción
Cuando uno conversa sobre la pachamanca, con gente procedente de la sierra o de
alguna otra región, es una constante identificar la asociación que hacen con un
pasado remoto. Entre los andinos hay una identificación con un pasado milenario,
con los ancestros y es común que la mayoría de las personas se identifiquen, más
específicamente, con las tradiciones de su pueblo en sí; hay otras personas, en
cambio, que asumen el origen de la pachamanca como algo más extenso entre las
poblaciones andinas. Respecto a encontrar el origen de la pachamanca entre
quienes las preparan, se puede distinguir distintas versiones, a veces encontradas,
muchas influenciadas con el arraigo personal que un poblador tiene con su región
de origen. Sin generalizar, se puede comentar que hay una tendencia, entre la gente
de Huancayo, de afirmar el origen huancaíno de la pachamanca y de asumir su
preparación como parte de su identidad wanka. En otras regiones no se presenta
esta tendencia, se asume un origen múltiple, procedente de varias regiones del
Perú, ubicadas desde Ancash, pasando por Huánuco, Junín, Huancavelica, hasta
Ayacucho. Naturalmente, la descripción de la pachamanca que plantea este trabajo
no debería ser asumida de manera general; es más bien un enfoque dado desde un
punto de vista particular al que se ha llegado a partir de la observación participante
y de conversaciones con los especialistas que preparan la pachamanca. En este
caso, dos especialistas pachamanqueros con más de 30 años de experiencia: nos
referimos a los señores Néstor Ríos y Carlos Ríos, hermanos de origen huanuqueño
y que, en la actualidad, siguen degustando a los comensales con su inigualable
estilo de sabor y aroma. El desarrollo de este trabajo inicialmente fue una propuesta
para participar en un concurso con el objetivo de promover el fortalecimiento de la
memoria colectiva a cargo del Ministerio de Cultura, siendo premiada La
Pachamanca de los hermanos Ríos. Es así que, a partir de ese momento, comienza
el análisis respectivo de las entrevistas, recopilando y detallando los datos e
información de cómo es la preparación de la pachamanca huanuqueña de los
Hermanos Ríos, lo cual tuvo como resultado final este informe y un video. A
continuación, se describirá un poco la historia de cada uno de los maestros
pachamanqueros, para luego introducirnos en el desarrollo de la preparación de la
pachamanca paso a paso y según los días que ambos especialistas suelen requerir
para preparar dicha gastronomía. Finalmente se presentará un recetario de la
tradicional pachamanca con su infaltable encurtido.
Desde que los hermanos Ríos logran ser contratados directamente, la gastronomía
reflejada en la preparación de la pachamanca formó parte elemental dentro de las
celebraciones, ya que se reparte en grandes cantidades y es un momento de
cohesión en donde se puede llegar a un entendimiento o a una conversación para
quienes organizan, animan y participan de la fiesta. Gracias a los hermanos Ríos,
la pachamanca ocupa un sitial importante en el círculo de los huanuqueños, y, por
qué no decir, de otros espacios provincianos, lo que nos lleva a pensar que el
consumir este potaje en sociedad y ambiente festivo no solamente representa un
ingrediente más de las fiestas, sino que además se trata en sí de un agasajo. En
todo caso, no podemos dejar de hacer mención que hay una relación entre la
preparación de la pachamanca, celebración y festividad como piezas que logran
unificar a la familia y a los comensales. Como dicen ambos hermanos, su
pachamanca es consumida en ambientes de festividad colectiva, acompañado de
música y bebida. Néstor y Carlos mencionan que su pachamanca se ofrece como
un banquete, con el cual se acompaña la fiesta, es decir, esta se encuentra muy
relacionada a fiestas más grande, que pueden ser de carácter religioso, social,
deportivo, político y cultural, como son los matrimonios, bautizos, campeonatos y
aniversarios. Este último era contratado durante el primero de mayo por el
aniversario de la empresa de transporte donde laboraban.
Como no mencionar que, durante 30 años, los hermanos han pasado por varias
anécdotas relacionadas con la preparación de la pachamanca: Néstor recuerda que
la primera vez que preparó para un empresario tuvo un desmayo mientras retiraba
las piedras calientes del horno, le faltó aire y el excesivo calor que emanaba del
horno en pleno verano hizo que Néstor desmayará; otra anécdota que recuerdan
fue cuando preparaban un promedio de 400 platos en la empresa de transporte, en
los carnavales, que por ese entonces celebraban al estilo huanuqueño, tenían todos
los ingredientes, pero faltaba condimentar y, por consiguiente, que macere el cerdo,
sin embargo, en pleno verano los hermanos decidieron hacer una pausa y
refrescarse tomando unas cervezas. Mientras los hermanos se refrescaban, sus
ayudantes decidieron tomar la iniciativa y dijeron a los maestros pachamanqueros
que ellos mismos se habían encargado de aderezar el cerdo y que la maceración
seguiría su proceso. Es así que los hermanos, confiados de sus ayudantes, deciden
dejar macerar la carne. Al día siguiente, luego de que la carne haya macerado y
posteriormente se coloque en el horno con los demás ingredientes y se entierre, se
dan cuenta que algunos ingredientes como la pimienta y el comino no habían sido
utilizados para su maceración por parte de los ayudantes. Como dicen los hermanos
Ríos, en son de broma, en ese momento casi deciden “matar a sus ayudantes”.
Finalmente, al momento de sacar la pachamanca del horno, hacen probar a un
comensal, que siempre daba el visto bueno a su pachamanca cada vez preparaban
en ese lugar. Los hermanos Ríos hacen degustar al comensal con sus temores y
dudas de cualquier maestro pachamanquero, hasta que le preguntaron cómo salió
la pachamanca, y el comensal atino a decir: como siempre, riquísimo, ¡como
siempre!
Por su parte, Carlos también recuerda anécdotas como cuando, luego de haber
enterrado los productos de la pachamanca, ambos hermanos se fueron a descansar
luego de un arduo trabajo. Después de una hora de cocción deciden desenterrar la
pachamanca, pero se dan con la sorpresa que todo estaba crudo, por lo que deciden
cubrirlo nuevamente y dejar cocinar un tiempo más. Sin embargo, no sucedió así;
se dan con la sorpresa nuevamente que la carne solo se sancochó sin que quede
con el típico sabor de la pachamanca. Por otro lado, las papas, los camotes y las
yucas estaban crudas. Entonces, deciden cocinarlos en una olla. Luego de ello,
entregan la pachamanca a su cliente y los hermanos tratan de retirarse del lugar
argumentando que se aproximaba el toque de queda y que les sería peligroso
regresar a sus casas, pero se olvidaron que parte del contrato era servir las
porciones a los comensales. No les quedó otra que cumplir la última actividad.
Mientras servían las porciones, se iba entregando cada plato a los comensales, pero
las sorpresas aún no acaban, ya que los comensales empezaron a llegar a la cocina,
donde se encontraban cortando las porciones. Es en esos momentos que escuchan
comentarios como: “¡Está riquísimo!, ¡está delicioso!, ¿hay más?”.
3. El proceso de la pachamanca
Describir el proceso de preparación de la pachamanca en este trabajo no debería
ser asumida como una regla general; es más bien un enfoque dado desde un punto
de vista particular de dos expertos pachamanqueros que han cultivado la tradición
por más de 30 años. Lo que sigue a continuación es presentar el proceso, los usos
y modos principales de preparar la pachamanca en un contexto urbano actual,
desde la perspectiva de los encargados de su preparación, difusión y
comercialización al que se ha llegado a partir de conversaciones con Néstor Ríos y
Carlos Ríos, así como de la observación participante desde que era niño y en la
que, en muchas ocasiones, no nos dejaban -incluyo a mis hermanos- ser partícipes
por el temor de exponernos a la brasa del horno. Ahora, siendo adultos, creo que la
situación aún no ha cambiado.
Día 1
Las primeras compras y la importancia del encurtido
El día empieza de madrugada. Durante el primer día se realiza la compra de algunos
insumos en el mercado. La elección del mercado depende mucho de la cantidad de
porciones a preparar, en ocasiones la compra se realiza en el mercado mayorista,
conocido como “La Parada” (distrito de La Victoria), cuando se trata de preparar
más de 150 porciones, pero si la cantidad es menor acuden al mercado Unicachi
(distrito de Villa el Salvador). En este primer día de trabajo acuden al mercado los
dos maestros pachamanqueros para seleccionar personalmente los mejores
productos. En los últimos años, un hermano menor suele acompañarlos para ayudar
con la compra. El hermano menor en mención es Andrés Zurita, nuevo integrante al
clan de los hermanos Ríos que apoya en todo el proceso de preparación de la
pachamanca. ¿Qué insumos suelen comprar en este primer día? Bien, ellos hacen
mención que compran: papa, camote, yuca, choclo, nabo, cebolla, rocoto, chincho,
ají mirasol y algunos condimentos. Luego de comprar estos insumos, se procede
con el lavado de cada producto y separación de las papas, camotes y yucas en sus
recipientes respectivos. Es importante mencionar que el chincho aún no se deshoja
para que no pierda frescura y tampoco se corta el ají mirasol para su licuado, ambas
actividades se realizan en el segundo día, momentos antes de empezar a aderezar
el cerdo. Toda pachamanca tiene su salsa que la acompaña, en este caso, los
hermanos Ríos no solo son conocidos por su pachamanca, sino también por su
encurtido de nabo, cebolla, rocoto, ají de montaña remojado en vinagre. Como hice
mención, estoy convencido que tanto la pachamanca como el encurtido son
elementos inseparables para una mejor degustación de la pachamanca.
El encurtido – primer complemento de la pachamanca
Solo cinco ingredientes y dos días de maceración en vinagre para llegar a su punto
y ser el complemento de la pachamanca. ¿De qué estamos hablando? Pues que
del encurtido preparado por Néstor y muy solicitado por sus comensales. Algunos
comentarán que la preparación del encurtido es fácil y no se requiere de mucha
preparación, pero no se trata solo de su preparación sino de su olor y sabor al
paladar de los comensales. Cuando se degusta la pachamanca, esta suele ser
acompañada, en algunas regiones, por el encurtido de rabanito y, en otras regiones,
con una salsa criolla, pero Néstor Ríos, logró combinar sabores fuertes al gusto del
comensal reemplazando el rabanito por el nabo, es decir, el uso del chincho en la
pachamanca logra encajar con los sabores fuertes del nabo, de la cebolla, con su
toque picante por el ají de montaña y rocoto con la carne de cerdo con sabor a
chincho. Néstor, como siempre aprendió observando. En principio, cuando era
ayudante, él veía que el encurtido era preparado a base de rabanito, cebolla, rocoto,
todos con corte tipo pluma, pero luego él decide cómo innovar y reemplaza el
rabanito por nabo con corte tipo escabeche, manteniendo los demás ingredientes.
Su encurtido es tan agradable, hasta me atrevo a decir que no solo se complementa
con la pachamanca, y doy fe de lo que digo, que muchas veces ese delicioso
encurtido acompañaba a sus chicharrones que antes preparaba y vendía todos los
domingos en su domicilio; así como en su casa era acompañante de algunos platos
durante el almuerzo que él mismo cocinaba. Al preguntarle si hay algún secreto
respecto al preparado del encurtido, Néstor sonríe y solo atina a responder que el
secreto es hacerlo con anticipación para que macere bien. A veces pienso que su
respuesta no me convence y que algo oculta, pero luego hago memoria de las veces
que le he visto preparar el encurtido y admito que me dice la verdad.
Día 2
Selección del cerdo y aderezado del mismo
En el segundo día, las labores continúan muy temprano y los hermanos se dirigen
a comprar la carne. Ellos prefieren preparar la pachamanca a base de cerdo,
aunque en diversos eventos y según solicitud del cliente, han incluido carne de
cordero, gallina y cuy. Pero como ellos dicen, la pachamanca huanuqueña es a base
de carne de cerdo y, para ello, los hermanos se encargan de seleccionar la carne.
Según las porciones a preparar, escogen el lugar de compra, por ejemplo, si se trata
de 60 porciones acuden al mercado de su barrio donde su casero le vende carne
de confianza, y donde ellos mismos pueden elegir libremente. Por otro lado, si se
trata de preparar más de 200 porciones, la única elección es ir al camal de
Yerbateros, ubicado en el distrito de San Luis. Los hermanos Ríos sugieren estar
desde muy temprano en el camal debido a que pueden seleccionar una gran
variedad de carne, sobre todo fresca. Durante la compra, ambos pasan y repasan
por diversos puntos de venta observando, tocando la carne y dialogando entre
hermanos y vendedores. Las veces que logré acompañarlos para formar parte de
dicho proceso me preguntaba a qué se debe la demora en seleccionar el cerdo. Al
ser consultados, ellos comentaron que la elección de la carne de cerdo es uno de
los puntos más importantes, por ello buscan cerdos enteros que pesen entre 35 a
45 kilogramos, lo que permitiría que el cerdo no tenga mucha grasa y, por tanto, su
cocción sea pareja. Luego de la compra, los hermanos se dirigen a su domicilio para
continuar con las labores. Es en este momento en que las mujeres empiezan a
formar parte del proceso de la preparación de la pachamanca, pero ¿de qué
manera? Una vez que están todas en casa, una de ellas, en este caso, Marianela,
se encarga de deshojar el chincho, cocinar el ají mirasol, ambos ingredientes para
ser licuados por separado. Lo mismo sucede con los ajos. Mientras esto sucede, los
hermanos Ríos se encargan de limpiar, trozar y lavar el cerdo. Son bastante
minuciosos durante el corte del cerdo. Se concentran en las piernas y brazuelos
debido que estas presas requieren de mayor condimento. Posterior al corte, la carne
tiene que ser salada por un tiempo de 3 a 4 horas antes de ser macerado con el
chincho y demás ingredientes. Mientras Néstor y Carlos se encargan de preparar
previamente la carne, Marianela continúa licuando el chincho, los ajos y el ají
mirasol, y separa cada ingrediente en recipientes separados para que,
posteriormente, Néstor mezcle cada ingrediente y bañe la carne. Luego de que la
carne haya salado por un tiempo determinado, se limpia nuevamente y el maestro
pachamanquero empieza a combinar todos los condimentos junto con el chincho.
Es en este momento en que Néstor se enfoca en conseguir la sazón precisa,
conseguir el toque final a base de experiencia y de su ingrediente secreto, el cual
no será difundido en este trabajo. Luego de conseguir la zarza precisa, la carne
tiene que ser bañada con ella. Aquí Néstor empieza a mezclar zarza y carne. Ver
este proceso es todo un arte, cómo sus manos acarician la carne condimenta por
todos los rincones y, de ser necesario, realiza algunos cortes para que penetre más.
Durante este proceso se me viene a la mente tres palabras: color, olor y sabor: el
color porque es agradable ver como Néstor logra dar color a la carne de cerdo que
en principio es rosada y que luego pasa a un color verdoso, producto del chincho;
el olor porque a mucha distancia se percibe un intenso y agradable aroma, y sabor
porque la preparación de esa zarza es muy agradable, que bien podría ser usada
como guiso para algunos platos diarios de cualquier hogar. De esta manera, Néstor
siempre deja un poco de Zarza para ser usado en días posteriores. Finalmente,
cuando la carne de cerdo es bañada con la Zarza, se deja macerar hasta el día
siguiente para que luego vaya directo al horno.
Día 3
En el tercer día se realizan las labores centrales de preparación. Aquí se hacen
presentes diversos actores, tanto familiares y amigos, para que se haga posible la
pachamanca. Como es de costumbre, este día las actividades inician muy
temprano, pues se trata de un ritual que requiere de un trabajo múltiple y conjunto,
ya que cada parte del proceso necesita de un tiempo adecuado para su realización.
La preparación de la pachamanca puede ser en la casa de uno de los hermanos, o
si el cliente desea que el horno se realice en dicho evento, los hermanos tienen que
trasladarse al lugar para proceder con la elaboración del horno.
4. ¿Develando el secreto?
Solicitar a los maestros pachamanqueros develar su secreto por más de 30 años de
experiencia diría que es bastante difícil, por no decir imposible. Pero estoy
convencido que, aun develando su secreto, la pachamanca no saldría con el mismo
sabor que ellos preparan, porque no se trata solo de secretos sino de otros
elementos como la experiencia, empeño y dedicación que le ponen en cada
proceso, por más trabajoso que sea preparar. Muy pocas personas logran reunir
todas estas condiciones para ser un buen maestro pachamanquero. Si bien no se
trata de develar secretos, ellos nos dan algunas sugerencias para aquellos que
intenten incursionar en la preparación de la pachamanca. Por ejemplo, con respecto
a la elección de la carne, ellos recomiendan cualquier tipo de carne, pero si se trata
de elegir, de preferencia que sea la de cerdo, específicamente la parte de la
panceta, debido a que es más jugosa y la combinación del chincho con la carne de
cerdo es perfecta. Ambos elementos deben ser macerados por una noche para que
la carne absorba todo el jugo. El cerdo no debe ser muy joven, tipo lechón, y
tampoco maduro, ya que el lechón puede quemarse al momento de su cocción por
ser carne muy tierna, caso contrario, con la carne madura demoraría en cocinarse.
Se puede usar todo tipo de carne, ya sea de cordero, pollo, gallina y cuy, pero se
debe tener en cuenta la posición de cada uno de ellos dentro del horno, por lo que
las carnes pequeñas como el cuy, pollo y gallina deberían ir en las capas más
externas de la boca del horno y la carne más grande en el fondo. Ellos prefieren
usar papa de dos tipos: la yungay y la blanca, porque ambas pueden resistir altas
temperaturas y peso sin lograr aplastarse, pensando en más de 150 porciones, pero
si son menos porciones, como para 20, podría usarse otra variedad. Las piedras
deben ser muy bien calentadas. Ellos recomiendan que al menos por dos horas
como mínimo, sean cantos rodados no angulares y de preferencia aquellas que
provienen de los ríos. Cuando se calientan las piedras, siempre habrá la posibilidad
que estas revienten, pero si se mezcla agua con sal y se rosea todas las piedras,
se puede evitar que revienten, pero tener en cuenta que lo ideal sería luego de una
hora de haber iniciado su calentamiento, aproximadamente.
Ingredientes:
Preparación:
1. Lo primero que debes hacer es cortar la carne de cerdo en trozos según las
porciones que requieras. Luego condimentar con sal y dejarlo por un tiempo de
una hora, pasado el tiempo limpiar retirando la sal.
2. Para realizar el aderezo se licua el ajo, el ají mirasol y el chincho. Se recomienda
licuar por separado. Luego se mezcla todos los ingredientes en un recipiente
agregando la pimienta, comino y sal. Finalmente, dejar reposar por unos minutos
para que los ingredientes combinen sus esencias.
3. Echar el aderezo sobre la carne de cerdo, si es posible hacer algunos cortes a
la carne, no tan profundos, para que el aderezo penetre mejor. Luego dejar
macerar hasta el día siguiente. Se sugiere separar un poco de aderezo.
4. Lavar las papas, los camotes y las yucas.
5. Luego de haber calentado las piedras, en el fondo del horno se coloca una capa
de piedras y a los costados se agrega una porción de yucas y papas y, encima
de ella la carne de cerdo. Posteriormente se coloca encima de los primeros
ingredientes otra capa de piedras, se pone las ultimas papas, yucas y un poco
de camote. Para finalizar, se pone otra capa de piedras y las últimas piezas de
carne y encima los camotes. Con el que se separó el día anterior, rosear encima
de los ingredientes para que se impregne sobre las papas, camotes y yucas.
6. Cubrir de extremo a extremo con papel, esos que almacenan azúcar rubia, antes
humedecido; luego cubrir con tela gruesa y finalmente con una frazada.
Finalmente cubrir con tierra.
7. Luego de una hora y quince minutos se retira cuidadosamente la tierra, se limpia
con escoba los restos de tierra que haya quedado encima de la frazada, se retira
las telas con cuidado y llegando a la capa de papel cortar por el medio y abrir
por los cuatro extremos del horno con el objetivo de evitar que ingrese tierra y/o
ceniza dentro del horno.
8. Retirar cada uno de los productos y a disfrutar la deliciosa pachamanca con su
encurtido.
Preparación
Cortar la cebolla, el nabo, el ají limo y el ají rocoto tipo escabeche. Luego mezclar
con el vinagre y echar sal al gusto. Dejar macerar por dos días. Durante el primer
día remover la mezcla cada cierto momento. De preferencia preparar el encurtido
dos días antes de comer la pachamanca.
Paso 4: Una vez puesto las piedras en el horno, colocar un poco de leña bajo las
piedras, en el espacio vacío del horno, para que al prenderlo caliente mejor las
piedras. Una vez prendido dejar calentar por un promedio de dos horas y estar
observado que el fuego se mantenga constante. Es común que algunas piedras
revienten, para evitar es necesario mezclar en un litro de agua un puñado de sal y
rosear sobre las piedras. Realizar esta actividad cuando las piedras se hayan
calentado durante una hora.
Paso 5: Cuando se haya consumido toda la leña se procede a retirar las piedras en
un lugar donde no se ensucie, de preferencia colocar sobre una calamina. Cuando
las piedras se coloquen en el horno y se vayan colocando los ingredientes de la
pachamanca, se sugiere que una persona vaya limpiando las piedras con una
escoba de manera constante para evitar que restos de ceniza y/o carbón se peguen
en la piedra y por consiguiente en la carne de cerdo.
Galería de fotos
Aderezado de la carne
Aderezado de la carne
Pachamanca lista
Plato de pachamanca
Maestro pachamanquero