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El incumplimiento de obligaciones se encuentra descrito en el artículo 1315 del

Código Civil establece lo siguiente: “Caso fortuito o fuerza mayor es la causa


no imputable, consistente en un evento extraordinario, imprevisible e
irresistible, que impide la ejecución de la obligación o determina su
cumplimiento parcial, tardío o defectuoso.” Debemos precisar que el
acontecimiento tiene que ser extraordinario, imprevisible, e irresistible. Sobre el
primero se hace referencia a eventos que no se esperan que sucedan en
circunstancias normales, sobre el segundo se refiere los hechos que no pueden
ser previstos pese que el arrendatario ha sido diligente y prudente, y el tercero
se da cuando el deudor no tiene posibilidades para poder evitar que suceda, no
puede impedir que acontezcan ciertos hechos.

Para reforzar esta idea podemos mencionar la sentencia de Casación de la


Corte Suprema No. 1693-2014, Lima, establece que es “caso fortuito” cuando
es posible evitar el daño producido mediante actos de previsibilidad, en cambio
será “fuerza mayor” cuando aun habiéndose previsto, era imposible impedir
que se produzca el daño.

Entonces podemos establecer que existen ciertas diferencias entre las dos
posibilidades de incumplimiento que presenta el Código Civil. Que el caso
fortuito es cuando hechos que no pueden ser modificados pese que el deudor
haya actuado de forma diligente y correcta. Por otro lado, fuerza mayor hace
referencia a las situaciones en que no existe posibilidad alguna de determinar
alguna previsión, y aunque se previniera es inevitable de reconocer.

El covid-19 ha traído grandes consecuencias a todos los países, tanto en


ámbito económico como social, en ese sentido, consideramos que esas
consecuencias han generado que existan ciertos incumplimientos en las
diferentes relaciones contractuales. Debido a ello consideramos que en
caso las partes del contrato no hayan pactado alguna clausula sobre las
situaciones de estado de emergencia, entonces se aplicaría el artículo 1315, ya
que consideramos que esta situación encaja en el caso de fuerza mayor.

Por otro lado podemos precisar que para los contratos de arrendamiento en
ejecución no se consideraría el caso fortuito ni fuerza mayor dado que el
arrendatario sigue en la posesión del bien, para los contratos existentes y en
ejecución si e podría configurar el caso de fuerza mayor dado que la
declaración de emergencia y de emergencia sanitaria a traído como
consecuencia la prohibición de circulación de personas, y de actividades
comerciales ante el rápido contagio de la Covid-19, y para los casos de
contratos cuya ejecución no se inició antes de la declaración de emergencia,
Consideramos que se aplicaría el artículo 1316 del Código Civil: “La obligación
se extingue si la prestación no se ejecuta por causa no imputable al deudor.

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