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Robert McKee

(Detroit, Míchigan; 1941) es un autor y conferencista estadounidense que imparte


cursos de escritura de guiones cinematográficos. El seminario denominado El guion
(Story Seminar, en inglés) goza de cierto reconocimiento entre los aspirantes a
guionistas.

McKee es el autor del libro El guion: sustancia, estructura, estilo y principios de la


escritura de guiones, publicado en España por la editorial Alba. La versión original
en inglés se titula Story: Substance, Structure, Style and Principles of Screenwriting.
El libro trata sobre la estructura narrativa de la escritura de guiones cinematográficos
y llega a conclusiones acerca de lo que hace que una historia termine siendo una
película más o menos interesante. Según McKee, las teorías que expone pueden
aplicarse en el análisis o creación de cualquier otro género narrativo.
McKee es conocido por su oposición a la idea establecida de que el director de cine es el
autor de la película. Por el contrario, McKee entiende que el escritor o guionista es de
hecho el creador más importante de una película.1 El director, al igual que los actores, son
artistas que interpretan. Los actores interpretan un personaje y el director interpreta un
guion. Sin embargo el guionista, al igual que el compositor musical, es un artista creativo
que comienza con una página en blanco y acaba con una obra. Para demostrar su punto
de vista, McKee suele poner el siguiente ejemplo: que un guionista vaya al director con
120 páginas en blanco (un guion promedio para una película de dos horas) y le diga:
«¡Dirige esto!».

McKee reivindica la película Casablanca (1943) como la mejor película de la historia del
cine en oposición a Ciudadano Kane (1941), de Orson Welles, que aparece como mejor
película de todos los tiempos en varias encuestas realizadas a críticos cinematográficos
[2]. McKee también hace apología de Ingmar Bergman como mejor guionista de la historia
del cine.
Guionistas como John August (Big Fish, Charlie y la fábrica de chocolate) le enrostra el que
su nombre no figure en ningún film de Hollywood. A pesar de que la obra de McKee pueda
parecer una forma nueva de entender la narrativa, muchas de las ideas que discute están
presentes ya en los escritos de Aristóteles y en las obras de otros autores teóricos de la
narrativa, como John Howard Lawson.

A McKee se le critica y aparece en varias obras, por ejemplo, en Missionnaire, del autor
francés Joann Sfar, y en la película de Charlie Kaufman y Spike Jonze Adaptation, el ladrón
de orquídeas, de 2002. En dicha película McKee hizo cambios sustanciales en el guion y
escogió al actor escocés Brian Cox para interpretarlo a él

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