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Apreciaciones sobre el art. 8 del proyecto “Godoy”.

El Art. 8 del proyecto “Godoy”, con media sanción del Senado, es inconstitucional en
varios aspectos relacionados con el funcionamiento de la ITAIPU y, específicamente en
el ámbito de las relaciones laborales, por las siguientes razones:

1) Violación del art. 137 de la Constitución Nacional:

La primera trasgresión constitucional que se evidencia en el mencionado Art. 8 del


proyecto Godoy es la prelación normativa consagrada en el Art. 137 de la Constitución
Nacional, al pretender que una ley ordinaria altere disposiciones de tratados
internacionales aprobados por el Congreso Nacional.

Concretamente, el Protocolo sobre Relaciones de Trabajo y Seguridad Social, aprobado


por Ley N° 349/74 (por tanto, con rango de tratado internacional), celebrado en ejecución
de la instrucción contenida en el Art. XX del Tratado de ITAIPU y que en su Art. 1,
dispone que: “El presente Protocolo establece las normas jurídicas aplicables, en
materia de Derecho del Trabajo y Seguridad Social, a los trabajadores contratados
por la ITAIPU, independientemente de su nacionalidad”.

El Art. 5 del citado Protocolo establece tajantemente: “Será observado el principio de


igual salario para trabajo de igual naturaleza, eficacia y duración, sin distinción de
nacionalidad, sexo, raza, religión ni estado civil”.

En la ITAIPU existe un plan de carrera y remuneración, aprobado por el Directorio


Ejecutivo, que se aplica indistintamente para empleados paraguayos y brasileños, sin
discriminación, conforme al mandato del Art. 5 del Protocolo sobre Relaciones de
Trabajo. La progresión salarial de los empleados paraguayos y brasileños se encuentra
regulada por este plan de carrera y remuneración, que se basa en una escala salarial,
también de aplicación binacional.

En virtud a este plan de carrera y remuneración y de acuerdo al Art. 5 del Protocolo


sobre Relaciones de Trabajo y Seguridad Social, un empleado paraguayo y un
empleado brasileño que realizan trabajos similares y que cuentan con una misma
antigüedad, perciben una remuneración equivalente.

El Art. 8 del proyecto Godoy producirá un quiebre de esta igualdad, haciendo que un
empleado paraguayo que realiza el mismo trabajo y tiene la misma antigüedad que su
par brasileño, perciba una remuneración inferior. En consecuencia, el referido artículo
del Proyecto de Ley es incompatible con una norma prevista en un Tratado
Internacional, específicamente, el Art. 5 del Protocolo sobre Relaciones de Trabajo y
Seguridad Social, ergo, resultaría palmariamente inconstitucional, por violar el Art. 137
de la Constitución Nacional.

Igualmente, la Constitución Nacional (Art. 92) y el Código del Trabajo (Art. 67, inc. “c” y
Art. 229), reconocen igual salario por igual trabajo, por tanto, no pueden dos empleados
de una misma empresa, que realizan el mismo trabajo y cuentan con la misma
antigüedad, percibir remuneraciones diferentes en base a discriminaciones por sus
respectivas nacionalidades.

2) Trasgresión del Art. 86 de la Constitución Nacional

La Constitución Nacional establece que la “…ley protegerá el trabajo en todas sus


formas, y los derechos que ella otorga al trabajador son irrenunciables.” (Art. 86).
En tal sentido, uno de los bienes jurídicos principales a ser tutelados por la ley es el

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salario y demás beneficios pecuniarios de los trabajadores y precisamente ese derecho
esencial es el lesionado por el proyecto Godoy.

Es oportuno recordar que, la Constitución Nacional, el Tratado de ITAIPU y su Anexo A,


el Protocolo sobre Relaciones de Trabajo y Seguridad Social, las Normas Internas
relativas al personal, el Código del Trabajo y los Contratos Individuales y Colectivos de
Trabajo, conforman la base normativa de las relaciones laborales entre la Entidad y sus
empleados contratados en el Paraguay.

En caso de discordancia entre algunos de los cuerpos normativos enumerados,


respetando la jerarquía normativa, debe imperar el principio protector que rige en
materia laboral, a través de la aplicación de la regla de la condición más beneficiosa.

Por ahondar un poco más, la propia Carta Magna fomenta que las empresas nacionales
“incentiven con beneficios adicionales a sus trabajadores” (Art. 93) y reconoce el
derecho de los sindicatos de “celebrar convenios sobre las condiciones de trabajo”.

En concordancia con la Constitución Nacional, el Código del Trabajo contempla las


relaciones colectivas de trabajo y, en ese sentido, dispone que “…las prestaciones ya
reconocidas espontáneamente o mediante convenios por los empleadores y que
fueren más favorables a los trabajadores, prevalecerán sobre las que esta ley
establece” (Art. 5 del Código del Trabajo), e igualmente prevé que “si se suscitase
duda sobre interpretación o aplicación de las normas de trabajo, prevalecerán las
que sean más favorables al trabajador” (Art. 7 del Código del Trabajo).

Como se puede notar, las normas laborales no restringen, sino todo lo contrario,
fomentan el establecimiento de beneficios a favor de los trabajadores, al punto que, en
caso de conflicto de normas aplicables a la misma situación, debe prevalecer la que sea
más favorable al trabajador.

3) Irretroactividad de la ley (Art. 14 C.N.).

La aplicación del proyecto Godoy (en caso de aprobarse), lesionaría el principio cardinal
de irretroactividad de la ley, pues, pretende restringir derechos adquiridos y beneficios
obtenidos en observancia de todos los preceptos vigentes en ocasión de la definición
de tablas salariales, celebración de contratos colectivos, entre otros. Al respecto el Art.
14 de la Constitución Nacional prescribe: “Ninguna ley tendrá efecto retroactivo, salvo
que sea más favorable al encausado o condenado.”

4) Validez de los tratados internacionales (Art. 141 C.N.)

En estrecha vinculación con el Art. 137 de la Constitución Nacional se encuentra esta


disposición que reitera la validez y primacía de los acuerdos internacionales, como parte
del ordenamiento jurídico nacional, por encima de las leyes ordinarias, siguiendo el
principio rector de la Convención de Viena sobre el derecho de los tratados, que en el
Art 26 estipula sobre el principio de pacta sunt servanda que establece que: “Todo
tratado en vigor obliga a las partes y debe ser respetado por ellas de buena fe”.
Este principio emana del respeto a la voluntad de las partes y cumplimiento de los
derechos y obligaciones en tratados y acuerdos internacionales, garantizando el
ejercicio de esos derechos a todas las personas bajo la jurisdicción de un Estado. El
Tratado de ITAIPU, sus Anexos, el mencionado Protocolo de Relaciones del Trabajo y
Seguridad Social, que establece Normas Jurídicas aplicables en materia de Derecho del
Trabajo y Seguridad Social a los Trabajadores Contratados por ITAIPU, en su artículo 6
hace extensiva a la aplicabilidad de otras convenciones internacionales del trabajo
ratificadas por Brasil y el Paraguay, a través del cual además de las convenciones

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básicas de la OIT, se incluirían las normas sobre los derechos del trabajo establecidas
en el Protocolo Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el cual ha
sido ratificado por ambos países. Toda esta normativa internacional crea obligaciones
internacionales para el Estado Paraguayo. En ese sentido, la Convención de Viena, en
el Art. 27, estipula: “Una parte no podrá invocar las disposiciones de su derecho
interno como justificación del incumplimiento de un tratado…”

Ello hace resonancia con el instrumento internacional que hace referencia a los Artículos
de Responsabilidad del Estado por Hechos Internacionalmente Ilícitos, instrumento
aprobado por la Comisión de Derecho Internacional, el cual haciendo alusión a las
consecuencias de los incumplimientos de obligaciones internacionales, en el Art. 32
estipula: “El Estado responsable no puede invocar las disposiciones de su derecho
interno como justificación del incumplimiento de las obligaciones que le
incumben en virtud de la presente parte.”

El proyecto en cuestión, repetimos, pretende desconocer el deber del Estado Paraguayo


en cumplir sus obligaciones internacionales y subvertir el orden de prelación establecido
en la Constitución Nacional que sitúa al Protocolo sobre Relaciones de Trabajo y
Seguridad Social en superioridad jerárquica.

Otros aspectos a ser considerados

1) Aplicación de la ley del lugar de celebración del contrato laboral.

El Art. 2 del Protocolo sobre Relaciones de Trabajo y Seguridad Social enumera una
lista de materias que se rigen por la ley del lugar de celebración del contrato de trabajo,
pero entre esos asuntos NO se menciona expresamente a los salarios y otros beneficios
laborales que, conforme al Anexo A y el Reglamento Interno, caen bajo la competencia
del Directorio Ejecutivo y del Consejo de Administración, que son cuerpos colegiados
binacionales, a fin de mantener un tratamiento unificado e igualitario.

Con respecto a los honorarios de los consejeros y de los directores, el Anexo A del
Tratado de ITAIPU establece que éstos deben ser establecidos por la ANDE y por la
Eletrobras, de común acuerdo (Art. 16). Esta regla, determinada en el convenio
internacional, no puede alterarse por una ley ordinaria.

2) LA ITAIPU es un solo sujeto de derecho, indivisible.

ITAIPU es un solo sujeto de derecho (no hay una ITAIPU lado paraguayo y otra del
lado brasileño) y se rige por el Tratado, su Estatuto (Anexo A) y demás anexos, los
cuales pueden ser modificados de común acuerdo por los dos Gobiernos (Art. 3 -
Tratado de ITAIPU; artículos 1, 3 y 4 – Anexo A; artículos 2, 4 y 5 del Reglamento
Interno).

Siendo ITAIPU un solo sujeto de derecho, posee un solo patrimonio, de carácter


binacional, y las obligaciones que contrae tanto en Paraguay como en Brasil inciden
sobre ese patrimonio.

Así también, al ser la ITAIPU un solo sujeto de derecho, todas las personas contratadas
mediante un contrato de trabajo (tanto en Paraguay como en Brasil) reconocen un solo
empleador: la ITAIPU Binacional, cuyo patrimonio (que es único) es afectado para el
cumplimiento de las obligaciones laborales y previsionales.

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Teniendo en cuenta estas premisas básicas, el Protocolo sobre Relaciones de Trabajo
y Seguridad Social no admite discriminación alguna en base a la nacionalidad de sus
trabajadores y reconoce el principio de igual salario por igual trabajo, sea el empleado
paraguayo o brasileño.

A modo de comparación: no existe ONU Paraguay, ONU Estados Unidos, ONU Brasil,
ONU España, sino que se trata de un solo sujeto de derecho la ONU, que como tal
cuenta con un solo patrimonio y sus empleados tienen un solo empleador: la ONU.

3) Sofisma de la autodeterminación, sostenida por uno de los senadores.

Brevemente, se debe indicar sobre este punto, que la República del Paraguay ha
ejercido su autodeterminación y, justamente como consecuencia de ello, se creó la
ITAIPU Binacional, cuyas reglas de funcionamiento se han establecido en el Tratado
que le dio origen, sus anexos, sus protocolos adicionales, así como por las normas
internas dictadas como consecuencia de las anteriores.

Nuestro país no puede cambiar las reglas convenidas soberanamente por los estados
partes, de forma unilateral e inaudita, y limitarse a comunicar tales decisiones. Lo que
corresponde es que el Paraguay negocie y acuerde con los países asociados en los
emprendimientos binacionales, los ajustes estructurales que considere pertinente, pero
bajo ningún punto de vista puede hacerlo aisladamente, por los principios vigentes de
la Convención de Viena sobre el derecho de los tratados, en especial el Pacta sunt
servanda (Art. 26) y el ya citado Art. 27 de la misma convención.

4) Sofisma de la igualdad entre salarios de empleados y funcionarios públicos

También muy brevemente, sobre este punto, se debe indicar que para hablar de
igualdad de remuneraciones deben existir previamente condiciones comparables entre
sí y, por lo mismo, no se pueden confrontar los salarios por trabajos de naturaleza y
complejidad distintas y de fuentes de financiamiento también diferentes.
Paradójicamente la igualdad es el primer derecho que se violaría con la aplicación de la
pretendida ley, en detrimento de trabajadores paraguayos y en beneficio de trabajadores
brasileños, estableciéndose una diferencia salarial entre empleados que realizan el
mismo trabajo, por el mero hecho de la nacionalidad.

Es un sofisma tratar de medir la remuneración de ITAIPU con la remuneración pagada


por cualquier otra empresa del sector privado, considerando que son pocas las firmas
en nuestro país que tienen un resultado anual que supera los tres mil millones de
dólares, y las empresas que tienen una facturación de ese nivel sí cuentan con planes
de carrera y remuneración superior al promedio del mercado y sin duda por encima del
piso legal. Así también, se justifica la buena remuneración para atraer a los mejores
talentos del país a una de las empresas claves para el desarrollo nacional, a través de
los concurridos procesos selectivos externos.

Por otro lado, la política de remuneraciones y beneficios, adoptada de manera unificada


por ambas márgenes de la ITAIPU, son absolutamente compatibles o similares con la
política en tal sentido implementada por las empresas del sector eléctrico del Brasil (ya
que en la margen derecha no existe posibilidad de comparación con empresas del
rubro). Incluso, en algunos casos, las remuneraciones de la ITAIPU son inferiores, por
ejemplo, a las abonadas por la Eletrobras, conforme a los cuadros comparativos de
salarios de profesionales de niveles Fundamental, Soporte, Técnico y Universitario.

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5) ¿Por qué los empleados de ITAIPU no son funcionarios públicos?

Los empleados de la ITAIPU, no tienen el carácter de funcionarios públicos, en sentido


estricto, pues, no están regidos por Ley Nº 1626/2000 “Estatuto del funcionario público”.

Además de los argumentos entorno a la naturaleza jurídica de la ITAIPU y del singular


régimen del personal de la Entidad, la propia Ley N° 1626/2000, en el art. 4 define: “Es
funcionario Público la persona nombrada mediante acto administrativo para ocupar
de manera permanente un cargo incluido o previsto en el Presupuesto General de la
Nación, donde desarrolle tareas inherentes a la función del organismo o entidad del
Estado en el que presta sus servicios. El trabajo del funcionario público es retribuido y
se presta en relación de dependencia con el Estado.”

Los empleados de ITAIPU no son nombrados por decreto o resolución, estos se


incorporan a la Entidad con la celebración de contratos individuales de trabajo y, lo que
es más importante, sus ingresos no están incluidos en el Presupuesto General de la
Nación, lo que equivale decir que no provienen de tributos ni de otros ingresos recursos
previstos en el presupuesto. Se explicó también que la “patronal” de tales empleados no
es el Estado Paraguayo sino la propia ITAIPU, única e indivisible.

6) Principio de Isonomía

La fijación o concesión de salarios y beneficios en la Entidad Binacional ITAIPU, está


regida por el “Principio de Isonomía” (que significa igualdad de normas, salarios y
beneficios entre empleados paraguayos y brasileños), establecido por los artículos 5° y
6° del Protocolo sobre Relaciones de Trabajo y Seguridad Social de la Entidad, así como
por el Artículo 5° del Contrato Colectivo de Condiciones de Trabajo vigente en la
Entidad, que expresa:

ARTTÍCULO 5° - PRINCIPIO DE ISONOMÍA.- Considerando la binacionalidad de la


Entidad, rige el principio de isonomía, que significa igualdad de normas y beneficios a
ser aplicados a los Empleados de la ITAIPU, sin distinción de nacionalidad, sexo, raza,
religión, estado civil, ni preferencias políticas o sindicales, salvo la diferencia de salario
derivada de la existencia de un escalafón. Parágrafo Primero: Los beneficios otorgados
a los trabajadores de la ITAIPU, contratados en el lado brasileño, serán extendidos a los
empleados contratados en el Paraguay, en forma binacional. Parágrafo Segundo: La
política de Recursos Humanos aplicada a los empleados contratados por la ITAIPU en
el Paraguay deberá buscar la igualdad de trato con relación a los empleados contratados
en el Brasil, observando lo dispuesto en los Artículos 2º, 5º y 6º del Protocolo sobre
Relaciones de Trabajo y Seguridad Social.”

7) Política Unificada Binacional de Recursos Humanos

Por lo mencionado, la ITAIPU tiene implementada una Política Unificada Binacional de


gestión de los Recursos Humanos de ambas márgenes de la empresa, desde el año
2002, con equiparación en material de remuneraciones y de beneficios, generando
excelentes resultados en el clima organizacional, productividad y en la supresión de
reclamos históricos por falta de trato similar de los empleados paraguayos con respecto
a los beneficios de los empleados brasileños.

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A ello, debe agregarse la implementación de una política de “profesionalización” de los
Recursos Humanos, mediante la aprobación e implementación desde el 01/01/2014 del
Plan de Carrera y Remuneración por Competencias - PCR, que impuso en la Entidad la
igualdad de oportunidades y justicia en el mecanismo de contratación del personal del
cuadro permanente, por medio exclusivamente del Proceso Selectivo Externo de
Recursos Humanos; contando actualmente con el más exigente, transparente y
concurrido Concurso Externo de la República del Paraguay, en proceso de Acreditación
con ISO 9001:2015.

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