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TEMA: CUANDO LA VOLUNTAD DE DIOS ES DIFERENTE A LO QUE ESPERAMOS

TEXTO: Lucas 7: 18 Los discípulos de Juan le dieron las nuevas de todas estas cosas. Y llamó Juan a
dos de sus discípulos, 19 y los envió a Jesús, para preguntarle: ¿Eres tú el que había de venir, o
esperaremos a otro? 20 Cuando, pues, los hombres vinieron a él, dijeron: Juan el Bautista nos ha
enviado a ti, para preguntarte: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro?
21
En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos, y a muchos
ciegos les dio la vista. 22 Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, haced saber a Juan lo que habéis visto
y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos
son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio; 23 y bienaventurado es aquel que no
halle tropiezo en mí.
INTRODUCCION: El domingo anterior terminamos la serie de mensajes sobre LA NATURALEZA DE
LA FE DE ABRAHAM, ese domingo hablamos sobre LA FE QUE NO DUDA POR INCREDULIDAD.
y aprendimos que Abraham dudo en varias ocasiones y por diferentes motivo, pero menos por
incredulidad. Pues él estaba plenamente convencido que Dios es poderoso para hacer todo lo que
le había prometido.
Dudar: Es vacilar, estar inseguro.
• La duda es causada por nuestra debilidad y fragilidad humana.
• La fe no es la ausencia de dudas; es más bien aprender a expresar nuestras dudas a Dios.
• El problema no es tener dudas, más bien el problema es no expresar nuestras dudas a
Dios.
• Cuando Abraham expreso sus dudas, Dios no se decepciono o se enfadó con Abraham,
más bien Dios lo fortaleció, reafirmándolo en su fe y recordándole el pacto y las promesas
que le había hecho.
• Cuando expresamos en oración nuestras dudas a Dios, estamos reconociendo:
1. nuestras limitaciones y debilidades humanas.
2. la grandeza del poder y el amor de Dios.
• Esta actitud de oración trae honra al nombre de nuestro Dios, y de esta manera le estamos
dando la gloria. Pues estamos reconociendo que solo él puede ayudarnos.
Hoy con la ayuda de Dios hablaremos sobre el tema: CUANDO LA VOLUNTAD DE DIOS ES
DIFERENTE A LO QUE ESPERAMOS
El pasaje que leímos nos habla de una experiencia aparentemente negativa que estaba
atravesando Juan el Bautista. Juan no era una persona débil de carácter, su fibra moral era tan
fuerte que denuncio el pecado de adulterio del Rey Herodes.
Juan había visto mucha evidencia de la deidad de Jesús:
• Anuncio la venida de Jesús como el cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
• Anuncio la venida de Jesús como el Mesías.
• Bautizo a Jesús.
• Testificó de la unción del Espíritu Santo en Jesús.
• Escuchó la voz del Padre que dijo: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
• Direcciono a sus discípulos para que siguieran a Jesús como el mesías.
No obstante, Juan compartía los conceptos Judíos del Mesías, el esperaba que el Mesías
viniera como un rey victorioso para vencer los ejércitos de Roma y establecer la independencia
Judía. En lugar de ver a Jesús haciendo la preparación para un conflicto militar, vio a Jesús
sanando personas y enseñándole a los pecadores el camino de salvación.
Herodes había mandado poner preso a Juan Bautista, y lo había llevado encadenado a la prisión
por causa de Herodías, esposa de su hermano Filipos, con la cual Herodes se había ido a vivir en
unión libre. Juan fue echado a las mazmorras de la fortaleza Maqueronte cerca del mar Muerto
donde duro aproximadamente un año.
Durante su tiempo en la cárcel Juan se pudo preguntar: ¿Por qué Jesús estaba contento yendo
alrededor de los pueblos, sanando a los enfermos, liberando a los cautivos, ayudando a los
necesitados, hablando con los pecadores, mientras la nación gemía bajo la tiranía extranjera y
clamaba por su rey?
La fe de Juan fue golpeada porque lo que veía parecía contrario a lo que él esperaba del Mesías.
Juan era tan humano como nosotros, y parece que esperaba que Dios obrara de otra forma en ese
momento. Que actuara según su forma de entender el ministerio del mesías.
Juan el bautista tuvo su tiempo de incertidumbre, pero fue a quien le podía dar respuestas: Jesús
mismo. Nuestro Señor, entonces, no responde de la manera directa que Juan esperaba, pero su
respuesta es asombrosa.
Juan el bautista envió a dos de sus discípulos para preguntarle a Jesús:
¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro?
La respuesta de Jesús es doblemente maravillosa por dos razones:
1. En primer lugar, Jesús le explica a Juan que el Mesías está haciendo lo que vino a hacer.
Jesús les dijo a los discípulos de juan: Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos
ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y
a los pobres es anunciado el evangelio con su respuesta, Jesús le hace saber Juan que nada ha
cambiado en el plan mesiánico, las señales milagrosas son el testimonio que Jesús es el mesías, le
recuerda que Dios Padre ha puesto su Espíritu en Jesús y que lo ha elegido para anunciar las
buenas noticias a los pobres y mostrar la bondad del Padre a la humanidad.
¿Las características de los milagros de Jesús?
• Los milagros de Jesús demuestran que el Reino de Dios ha llegado.
• Los milagros de Jesús demuestran el inicio de la caída del reino de las tinieblas y la victoria
sobre la muerte y Satanás.
2. En segundo lugar, Jesús lo exhorta a no encontrar tropiezo en la forma en que está llevando a
cabo lo que vino a hacer.
Bienaventurado el que no halle tropiezo en mí. La palabra “tropiezo” se traduce como ofender,
abandonar la fe, rechazar, desconfiar, escandalizarse, ofenderse.
En otras palabras ¡Dios bendecirá a los que no se escandalizan, ofenden, rechazan o abandonan a
Jesús por todo lo que enseña y los milagros que hace!
Esta declaración de Jesús fue un recordatorio a Juan de que no debía suponer que sabía cómo se
llevaría a cabo el ministerio Mesiánico de Jesús.
Cuando la voluntad de Dios es diferente a lo que esperamos
Cuando la voluntad de Dios es diferente a lo que esperamos se nos hace a veces difícil aceptarla
porque no la entendemos, pero debemos recordar que su plan o propósito es el camino que con
amor infinito Dios ha trazado desde antes de nuestro nacimiento para que cada uno de los
creyentes andemos con gozo en él.
La Voluntad de Dios es una elección libre y voluntaria del creyente de Cristo, lo que la hace difícil
aceptarla a veces. Pero debo ser consciente y radical en decidir actuar conforme a ella para en
causar mi vida a Dios.
Cinco maneras de aceptar la voluntad de Dios para integrarlos a nuestra manera de pensar:
1. Acepta que Dios quiere tu bien.
Isaías 48: 17 Esto dice el Señor, tu Redentor, el Santo de Israel: «Yo soy el Señor tu Dios, que te
enseña lo que te conviene y te guía por las sendas que debes seguir.
2. Reconoce que Dios es justo.
Dt 32: 4 Él es la Roca, sus obras son perfectas. Todo lo que hace es justo e imparcial.
Él es Dios fiel, nunca actúa mal; ¡qué justo y recto es él!
3. Cree que Dios te protege siempre.
Esdras 8: 22 Pues me dio vergüenza pedirle al rey soldados y jinetes que nos acompañaran y nos
protegieran de los enemigos durante el viaje. Después de todo, ya le habíamos dicho al rey que
«la mano protectora de nuestro Dios está sobre todos los que lo adoran, pero su enojo feroz se
desata contra quienes lo abandonan».
4. Elige confiar en Dios.
Salmo 56: 3 Pero cuando tenga miedo, en ti pondré mi confianza.
5. Persevera en la oración.
Colosenses 4: 2 Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias;

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