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HABANA: 1838 .
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Lo 1.', qué cosas son Indulgencias: quién puede concederlas: coino se
han de ganar; y si son útiles á todos los fieles.
Lo 2:', de cuántas maneras es la Indulgencia : qué quiere decir Indul
gencia de culpa y pena: si una misma Indulgencia se puede ganar muchas
veces en un dia .
Lo 3.', cuándo sć suspenden las Indulgencias; y cuándo cesan ente
ramente .
Lo 4.°, de las Indulgencias para el artículo de la muerte; y cuáles son
las que aprovechan a las Animas del purgatorio.
Tambien se trata del Jubileo, así ordinario como extraordinario ; y se es
: criben algunas cuestiones acerca de ellos.
DEDICATORIA
1
DICTÁMEN DEL R. P. Fr. DIEGO MIGUEL BRINGAS,
Predicador Apostólico y de S. M., ex -Guardian del Colegio
de la Santa Cruz de Querétaro, y Padre de esta Provincia
de Santa Helena.
M. R. P. N. MINISTRO PROVINCIAL Fr. Jose ALBORC.
Cumpliendo con el superior orden de V. P. R. de 1.º de Mayo próximo
pasado, en que se sirve remitir á mi censura el tratado de Indulgencias queen
Jos tomos ha trabajado y pretende dur a la luz pública el R. P. de Provincia Fr.
Juan Calzadu, digo: que los he leido con la atencion debida, y no sé si debo dar
la preferenciaá esta,o ú la complacencia y admiracion con que los he recorrido.
Esta es una obra perfecta en su especie, está en ella desempeñado exactísima
mente el objeto, y se deben dar lus gracias al R. P. Calzada por una obra en
que interesan la gloria de Dios, la salud de las almas y el honor de nuestro ins
tituto, cooperando en la parte que podamos a realizar el deseo de su sabio Autor.
Sin leerla con atenta reflexion, no se puede formar un concepto justo del in .
menso trabajo que debe haber custadoá su Autor : todo brilla en ella,fundamentos
sólidos, claridail,exactitud, crítica juiciosa ymoderada, curiosidad utilísima; en
una palabra, nada queda que desear para una completa instruccion en la materia .
Nofaltarí quien la juzgue inútil, ó á lo menos importuna en nuestra era
desgraciada; mas yo por el contrario,creo que nunca es mas del caso, porque
ahora es el tiempo de la mayor necesidad,y de aplicar remedios a la piedad mo
ribunda por la multitud de escritos pestiferos.
No hallandose,pues, en esta preciosa obra cosa digna de censura, y si mu
chas dignus de elogio ,puede V. P. R. dar al Autor su bendicion y licencia para
que solicite su impresion. Este es mi parecer y deseo . Convento de San Antonio
de Guanabacoa 12 de Agosto de 1836.-M. R. P.N. Provincial.--Fr. Diego
MIGUEL BRIXGAS. 000
LICENCIA DE LA ORDEN.
FR. JOSE ALBORC, DE LA REGULAR OBSERVANCIA
de N. P. San Francisco, ex -Lector de Artes, Predicador Apos
tólico y General de Jure, ex-Difinidor, Vice-Comisario de los
Santos Lugares de Jerusalen por S. M., Examinador sinodal
del Arzobispado de Cuba, Ministro Provincial de esta Provin
cia de Santa Helena, y siervo, &c. Al R.P.Predicador Apos
tólico y Padre de Provincia Fr. Juan Calzada, salud y paz
en nuestro Señor Jesucristo.
Habiendo visto los dictámenes de los RR. PP. Fr. Diego Miguel Brin
gas, Predicador Apostólico y de S. M., y Padre de Provincia, y Fr. Manuel
Serna, Predicador Apostólico y general De Jure, y Difinidor actual, los que de
Órden nuestra han examinado la obra de Indulgencias, compuesta en dos tomos
por el R. P. Fr. Juan Calzada, Predicador Apostólico y Páire de Provincia, y
afirman no haber hullado en ella cosa contraria á nuestra sagrada religion, bue
ras costumbres y regaliasde S. M., en virtud de lus presentes, firmadas de nues
tra mano y nombre, selladas con el sello mayor de nuestro oficio, y refrendudas
de nuestro Srcretario; por lo que á nos toca, concellemos á V. P. nuestra bendi
cion y licencia para solicitar su impresion , al mismo tiempo que le dumos las
gracias por su trabajo, y zelo de la instruccion de losfieles en materia de tuntu
importuncia. Dodusen nuestro convento de la Purisima Concepcion de la Haba
na a 29 de Agosto de 1836.-Fr. Jose Alborc, Ministro Provincial.- Por man
dado de su P. M. R., FR . AYTONIO DE Santa Maria, Secretario de Provinciu.
OPO
CUESTION VIII .
CUESTION IX.
CUESTION XIII.
CUESTION XV .
CUESTION XVI.
1
.
46
" dudó afirmar que el Concilio de Trento ninguna otra cosa propo
" ne creer en punto de Indulgencias, sinó que la potestad de conce
” derlas se dió á la Iglesia por Jesucristo, y que el uso de ellas es sa
" ludable.” Hasta aquí es cierto lo que escribe Vanespén, y despues
prosigue: ” De las dichas palabras de Bosuet, es manifiesto que él
" pensó que la Indulgencia consiste únicamente en la condonacion
" o remision de la penitencia, impuesta á los penitentes en satisfac
» cion de sus crímenes.” Esta última proposicion de Vanespén esla
misma doctrina de don Vicente Palmieri en su Tratado Historico
Dogmático - Crítico de las Indulgencias, adoptada por Monseñor
Ricci en el famoso Sínodo de Pistoya, y condenada por nuestro
Santísimo Padre Pio VI (â) en una de sus proposiciones. Pero
¿quién no ve que la ilacion que saca Vanespén de la doctrina cató
lica de Bosuet, no es tanto produccion de su infeliz lógica, como de
su preocupacion y de la mala fé con que escribe acerca de las In
dulgencias, deprimiendo é insultando á los Papas en sus determi
naciones pontificias?
El señor Bosuet tan lejos estuvo de pensar lo que le atribuye
Vanespén, que siempre pensó, escribió y enseñó todo lo contrario.
Oigamos a este Pastor cuando instruye a su grey sobre este asun
to: " Las Indulgencias, dice en su célebre Catecismo (o), se han es
»tablecido para mitigar el rigor de las penas temporales, debidas
" al pecado..... Una buena madre como lo es la Santa Iglesia, nada
" concede á sus hijos que no utilice verdaderamente á facilitarles
” alivio en esta vida y en la otra....... El espíritu de la Iglesia en la
" respectiva concesion de las Indulgencias, es auxiliar á los hom
"bres de buena voluntad á satisfacer para con Dios, y suplir los de
" fectos de su flaqueza, excitándolos mas y mas al fervor de la devo
"cion у al amor de Dios... Es doctrina del Concilio de Trento, di
"ce en otra obra ( p), que la Indulgencia es muy útil y provecho
"sa; pero ¡oh, Dios! ¿cuál seria esta útilidad, si el eximir á los fieles
" de los rigores de la justicia de la Iglesia , hubiese de ser para suje
" tarlos á mayores rigores en la otra vida ? pues yo he aprendido de
” vuestros Santos (9 ) que todos los castigos de la vida presente son
" nada en comparacion de las penas que teneis preparadas en el pur
" gatorio para purificar á las almas que han de subir a los cielos......
[ñ] Véase la Bula Auctoremfidei de 28 de Agosto de 1794, proposicion 40.- Tambien pue.
des verá Muzarelli en el opúsculo 14 de la obra citada; y al Anónimo dominicano en el tra
tado de Indulgencias, parte 1.* , cap . 1.°, §. 2.0
[0] En la Instruccion sobre el Sacramento de la Penitencia, leccion 9.a
( p] En las Instrucciones sobre el Jubileo, traducidas á nuestro idioma por don Joaquin
Moles, éiinpresas en Madrid 1776, meditacion 2.a, punto 7.º, consideracion 5.a
[7] San Agustin, sobre el Salmo 37, nún. 3.
" No, no se puede dudar que la Indulgencia deje de servirpara des
" cargarnos de las penas del purgatorio en la otra vida.” Ahora bien :
si Bosuet enseña todo lo contrario de lo que dicen Eybél y Vanes
pén, ¿por qué se atreven á citarle por defensor de su errada opinion ?
Porque quieren alucinar á los incautos, y engañar con esa ruindad
á los simples.
Veamos tambien lo que enseña este zeloso prelado acerca de
lo segundo: " El Papa, dice en su Catecismo, tiene potestad de con
" ceder Indulgencias en toda la Iglesia, y los Obispos en sus respec
Ptivas diócesis con las limitaciones que les ha puesto la misma Igle
"sia.” Esta doctrina de Bosuet es en un todo conforme á la que en
señan los Concilios generales. El Lateranense IV ( r ) tratando
de las Indulgencias, afirma que el romano Pontífice tiene plenitud
de potestad para concederlas. Lo mismo nos da á entender el Tri
dentino; pues en el Decreto sobre las Indulgencias, ordena á los
Obispos que cuando en sus diócesis hallen algunos abusos acerca
de ellas, se lo avisen al Sumo Pontífice por cuya autoridad y pru
dencia se determine lo que sea conveniente á la universal Iglesia.
El Constanciense (s), condenando los errores de Wiclef y de Hus,
dice expresamente que el Papa canónicamente electo, es sucesor de
San Pedro: que tiene la suprema autoridad en la Iglesia de Dios:
que por causa piadosa y justa puede conceder Indulgencias a todos
los cristianos: y finalmente, que los Obispos pueden concederlas,
cada uno á sus súbditos,segun la limitacion de los Sagrados Cáno
nes. Luego la doctrina de Eybél que enseña que el romano Pontífi
ce no tiene más potestad para conceder Indulgencias que cualquier
otro Obispo de la cristiandad, es errónea como opuesta á los Con
cilios generales: es una doctrina nueva y peregrina, de la cual nos
avisa elApóstol (1) que nos guardemos.
Tal me parece tambien la doctrina que vierte un Anónimo
acerca de las Indulgencias en un cuaderno, intitulado: Demostra
cid Teológica de la plena y omnimoda autoridad que por dere
cho divino y sin dependencia alguna del Papa tienen los Obis
pos en sus respectivas diócesis, impreso en Santiago de Chile
en 1813. Pero de él hablaré en la cuestion XXII de este tomo.
.
CUESTION XVII.
1
CUESTION XVIII.
CUESTION XXII.
!
64
jantes abusos expidió el Concilio IV Lateranense el referido Decreto.
Desde entonces, dice Catalani (h), quedó reservada á los Su
mos Pontífices la Indulgencia plenaria, de tal manera que si un
Obispo se atreviera á concederla sin especial licencia del Papa, seria
nula, segun consta del Derecho (i). Y por eso, Martino V reprendió
con severidad á Enrique, Arzobispo de Cantorberi,porqueen el año
de 1423 tuvo la temeridad de conceder á sus súbditos una especie
de Jubileo con Indulgencia plenaria, segun lo escribe Rainaldo (j),
continuador de los Anales de Baronio.
Argumento primero contra la conclusion .-- Algunos Teólo
gos aumentan á los Obispos la facultad de conceder Indulgencias;
pues Grosin (k), el P. Fr. Luis Mas y Cuniliati afirman que los
Obispos pueden conceder un año de Indulgencia en el Aniversario
de la Dedicacion.- Porel contrario, hay varios Canonistas que les
disminuyen ladicha facultad; pues Clericato (1), Esmiér, Pedro
Marcancio y Paz Jordán nos dan á entender que los Obispos solo
pueden conceder cien dias en la Dedicacion de la Iglesia. Y así pa
rece que opinó Benedicto XIV, segun he leido en el Compendio de
su Doctrina Moral y Canónica, extractada por el Ilmo. don Juan
DomingoMansi; el cual Compendio he visto añadido á la Teología
Moral del Beato Alfonso de Ligorio y á la Dogmática de Francis
co Henno; y en castellano, impreso en Madrid el año de 1789.
Respondo á lo primero que los Teólogos sobredichos se equi
vocaron, porque tal vez leyeron los dos últimos al que escribió pri
mero, sinreflejar la determinacion del Derecho. A Cuniliati corrije
su Ilustrador, poniéndole delante el texto del libro quinto de las De
cretales ( ll), en que manda Inocencio III que la Indulgencia que
concedan los Obispos en el Aniversario de la Dedicacion, no esceda
de cuarenta dias.
En cuanto á lo segundo, es de extrañar ciertamente que estan
do tan coartada á los Obispos la facultad de conceder Indulgencias,
haya algunos Canonistas que se la limiten más. Todos suelen citar
el mismo texto que yo; pues si consta de él espresamente que los
[h ] Lupo y Catalani en los lugares citados. — San Juan de Capistrano en el tratado de la
potestaddel Papa, parte 3.a de la segunda parte principal.
[?] Capítulos Cum ex eo, y Nostro en el 5.0 é Indulgentiæ en el 6. °
[ j] Tomo 27 de los Anales al año 1423, número 21 .
( kj Grosin en el trat. 38 de Lárraga . - Mas sobre Ferrer, tomo 1.º de la Suma, núm. 835 .
Cuniliati en el Apéndice sobre las Indulgencias.
l]] Clericato, decis. 20 de la Penitencia, núm . 17. - Esmier, tomo 3.º de la Jurispruden
cia, lib. 5. ° , trat . 1. °, cap . 3. °, núm . 279. – Marcancio, tomo 3.º de su Tribunal Sacramen
tal, parte 1.número
", tratado 5. °, titulo 1.º, cuestion 5.1_Paz Jordan , tomo 1.º de sus obras, lib. 5. °,
titulo 16 , 53.
111 ) Capítulo Cuin ex eo, 14, de poenit. of remis.
1
65
Obispos en la Dedicacion de Iglesia tienen facultad de conceder un
año, ipor qué se la limitan á cien dias? Más estrañaba yo el ver ci
tado por esa opinion á un Canonista tan célebre como Lambertini.
Y á la verdad, quien lea en el Epitome de su Doctrina, traducido
al castellano y dado á luz por don Antonio Valladares, esta espre
sion ( I ): "Los Obispos tienen facultad por el Derecho para conce
"der cien dias de Indulgencia en la Dedicacion de Iglesia,"ino juz
gará que Benedicto XIV sigue la tal opinion ? Deseoso yo de hallar
la verdad, determiné buscar el agua en la fuente; mas viendo que
Mansi no cita el lugar de Benedicto XIV de donde habia sacado
esa doctrina, me fué preciso registrar todas sus obras en aquellos
lugares en que trata de las Indulgencias; y habiéndolo hecho así, en
contré que el señor Benedicto dice lo mismo que yo. No he visto
que trate el punto , sinó en la Instruccion Eclesiástica 63 que escri
bió en 1.º de Enero de 1737, siendo Arzobispo de Bolonia y Car
denal. En ella (m) concede cien dias de Indulgencia á los Sacerdo
tes, tanto seculares como regulares que asistiesen á los enfermos de
loshospitales, lo cual dice que concede como Cardenal . "Aunque
"como Arzobispo, prosigue, solo pudiéramos conceder cuarenta
" dias, y tambien un año en el casode hacer la Dedicacion de algu
"na Iglesia.” Luegosegun este sabio Canonista, no solamente cien
dias, sinó un año de Indulgencia pueden conceder los Obispos en la
Dedicacion de Iglesia. De aquí se infiere, ó que el docto Mansi ( lo
mismo digo de los otros) tuvo algun descuido, ó que lo han tenido
despues los impresores.
Argumento segundo . - Los Obispos son legítimos sucesores
de los Apostoles, y su autoridad se deriva inmediatamente de Jesu
cristo . De aquí es que cada Obispo tiene una autoridad absoluta ,
amplísima é ilimitada en todo su obispado, segun el antiguo axio
maadmitido por uncasi general consentimiento de Teólogos y Ca
nonistas, que dice: Todo lo que puede el Papa en toda la Iglesia,
lo puede el Obispo en su diócesis. Es asi que los Obispos por un
consentimiento unánime renunciaron en el Concilio Lateranen
se IV la facultad que antes gozaban, de conceder toda especie de
Indulgencias, para honrar y distinguir de ese modo al sucesor de
San Pedro: luego no obstante cualquiera restriccion de la Silla
Apostólica, pueden los Obispos recuperar sus primitivos derechos,
y ejercer la facultad de conceder toda especie de Indulgencias, se
gun las circunstancias lo exijan.-- Asi se esplica un Anónimo, au
tor del cuaderno intitulado: " Demostracion Teológica de la plena
( 11 ) En la palabra Indulgencia, párrafo 2.0
( m ) Al numero 16.
11
66
» y omnimoda autoridad que por derecho divino y sin dependencia
" alguna del Papa tienen los Obispos en sus respectivas diócesis:" im
preso en Santiago de Chile en 1813. Todas son proposicionessuyas, 1
CUESTION XXIII.
CUESTION XXVII.
89
su cesacion, pudiendo fácilmente hacerlo. Advierto lo segundo que
tambien cesó por la misma causa la Indulgencia plenaria concedi
da por Clemente XIII ( II) á las Iglesias de mi órden para el dia 27
de Noviembre en que celebraba la fiesta de todos sus Santos, pero
habiendose trasladado perpétuamente dicha fiesta para el dia 29
del mismomes, hay en él Indulgencia plenaria concedida despues
por Pio VI (m) en 1781. Advierto últimamente que las Indulgen
cias concedidas por Clemente VII y Clemente VIII para la fiesta
del Santísimo Nombre de Jesus, de que haré mencion en la cuestion
vigésima primera del tomo 2.0, cesaron del todo para aquellos que
celebran dicha fiesta en la Domínica segunda despues de la Epifa
nía. Toda la religionfranciscana se sujetó como debia (n) al De
creto de Inocencio XIII, celebrando dicha fiesta en la referida Do
mínica; pero reflejando la familia de los observantes, dice Minde
rér (ñ ), que no la celebraba ya en el mismo dia en que habia acae
cido el Triunfo del Santísimo Nombre de Jesus, y que las Indulgen
cias estaban concedidas precisamente para el dia 14 de Enero, ob
tůvo nueva concesion de Benedicto XÍII para volver a celebrarla
el dia 14, de la cual concesion hacen memoria Cavalieri (o), Talú
y Merati. Esta, esta es la causa porque hemos seguido celebrán
dola en el dicho dia; no la que dice Pitoni (p), de que queremos es
cudarnos con el privilegio antiguo . Además de que en el Martiro
logio, en el Misal y en -el Breviario Seráficos, aprobados por Pio VI
en 1785, se halla tambien esta fiesta el dia 14 de Enero.
CUESTION XXVIII.
Las Indulgencias įaprovechan á las Animas del purgatorio ?
Antes de resolver esta cuestion, supongo lo primero que es de
féque hay purgatorio (a). Este es un lugar junto al infierno, adon
de van segun la ley comun los que mueren en gracia de Dios de
biendo por sus pecados alguna pena, para ir despues á gozar de la
(11) Por un Rescripto que trae Ferraris, palabra Indulgencia, art. 5.', núm. 82 y 43.
im ] Véase el R. P. Fr. José de Avila en su Coleccion de Indulgencias, impresa en Mé.
jico 1787, dia 29 de Noviembre.
[n] Enrique Pisart en la Esposicion de las Rúbricas del Misal romano, parte 5. , tít. 2.9–
Talú en el núm. 900 y 913.
(n ) En la partc 2.- , núm. 342.
loj Cavalieri, tomo 1.º sobre el Decreto 100.- Talú , núm . 913.- Merati en el tomo 2.º,
sec . 6. *, cap. 8.°
[ p] Juan Bautista Pitoni de los Sagrados Ritos, núm. 1414.
(a ) ElConcilio general Florentino alfin de la sesion 25 en el tomo 13 de Labé.- Véase
Martin Perez de Ayala en la obra de las Tradiciones, impresa en Valencia 1776, tomo 1.º
parte 2.", consideracion 5.4 : Alfonso de Castro contra las Heregiae, impreso en Madrid 1773,
palabra purgatorio . - Belarınino, Goti , &c .
14
90
gloria eterna donde no pueden entrar sin estar enteramente puri
ficados. Dije segun la ley comun ; porque algunas veces dispensa
Dios en esta ley, y decreta que algunas Almas tengan su purgato
rio en otras partes, ó para instruccion de los vivos ó para socorro
de los difuntos. Supongo lo segundo que, segun doctrina de San
Agustin (6), las penas del purgatorio son mucho más graves que
todas las que se padecen en este mundo; y aun añade Santo To
más, que la pena más pequeña del purgatorio escede incomparable
mente á la mayor de este mundo . Considera las tribulaciones del
Santo Job, los suplicios más horribles que inventó el ingenio de los
tiranos para afligir á los hombres, los tormentos más inhumanos
que hizo sufrir á los Mártires el furor rabioso de los gentiles y de
los hereges; y cree que todos ellos en comparacion del fuego del
purgatorio son leves, dice San Gregorio Magno (c). Y no porque
son tan graves estas penas, se acaban presto.Hay muchas Almas
en el purgatorio que han estado allí penando mucho tiempo. Véase
lo que dije sobre esto en la cuestion VII hácia el fin. Supongo lo
tercero que de todos los adultos que sesalvan, son pocos los que van
al cielo sin pasar por el purgatorio. De innumerables Almas que
supo Santa Teresa de Jesus que se salvaron, solo tres dice la San
ta (d ) que dejaron de ir al purgatorio. Pero no me admiro; pues veo
en la Historia Eclesiástica que aun algunos Santos que veneramos
sobre los Altares, padecieron en el purgatorio antes de subir al cie
lo. San Pedro Damiano (e) refiere para nuestra enseñanza el pur
gatorio de San Severino,Obispo de Colonia; y San Gregorio Mag
no cuenta de San Pascasio, Diácono de Roma, que mientras esta
ba su cuerpo en el féretro haciendo milagros, estaba su Alma en el
purgatorio padeciendo atrocísimas penas. ¡Oh,severidad de la justi
cia divina! ¡qué poco se acuerdan de tí los pecadores! Ultimamente,
supongo que no pudiendo los que están en el purgatorio merecer ni
pecar porque se les acabó la vida, tampoco pueden satisfacer á Dios
por sus pecados, sinó es abrasándose en aquellas voracísimas lla
mas; pero reciben alivio, dice el Concilio de Trento (f ), con los su
[b] San Agustin en el tomo 4.º de sus obras,impresas en Paris desde 1689 sobre el Sal
mo 37, verso 2. —Santo Tomás en el 4. °, dist. 21, cuestion 1.*, art. 1.", cuestion 3 .^ - Na
varro al fin del tomo 1.º
[c] San Gregorio M., tomo 3.º de sus obras, impresas en Paris 1705 sobre el tercer Sal.
mo Penitencial, verso 2.º - Belarmino, libro 2.° de gémitu columbæ , cap. 9.º
[d] Santa Teresa, tomo 1.º de sus obras, impresas en Madrid 1742 en el cap. 38 de su
Vida, núm . 23. - El Ilmo. y V. don Juan de Palafox en el tomo 8.º de sus obras, impresas en
Madrid 1762 en la obra Luz á los Vivos, nota 16 á la relacion 110.
[e] San Pedro Damiano en el tomo 3.º de sus obras, que he visto impresas en Basano 1783,
opúsculo 34, cap. 5.0-San Gregorio, tomo 2.º en el libro 4. ° de los Diálogos, cap. 40 y 41.
If ] En el Decreto sobre el purgatorio .
91
fragios de los fieles que son las oraciones, las limosnas y los ayunos
que aplican por los difuntos, y principalmente con el Santo Sacri
ficio de la Misa . Lo cual supuesto,
Respondo con San Buenaventura ( ) y Alejandro de Ales,
que las Indulgencias aprovechan a las Animas del purgatorio por
modo de sufragio.- Seprueba lo primero, por la práctica comun
de la Iglesia; pues disputar contra ella, comodice San Agustin ( h),
es una insolente locura . — Lo segundo, por el consentimiento comun
de los Papas, especialmente por las declaraciones que han hecho,
Sixto IV contra Pedro de Osma, Leon X contra Lutero, y Pio VI
contra el Sínodo de Pistoya ( i).— Lo tercero en fin, porque si los
sufragios de los vivos; esto es, cualesquiera obras buenas que apli
can los vivos por los muertos les aprovechan para la remision de
sus penas, puesto que los fieles difuntos que están en el purgatorio
son todavia, dice San Agustin ( j), miembros de la Iglesia católica,
unidos á nosotros por la fé y por la caridad; tambien les aprovechan
las Indulgenciasque son, coino afirma el Doctor Seráfico, de los su;
fragios más escelentes y más eficaces de la Iglesia . — Mas para que
valgan las Indulgencias a las Animas del purgatorio es menester,
dice Santo Tomás ( k), que se esprese así en la forma de la conce
sion ; pues de otra manera no les aprovecharán.
Y qué quiere decir que les aprovechanpor modo de sufragio?
Para que entiendas bien esto, te responderé con alguna difu
sion. Las Indulgencias de un modo se aplican á los vivos, y de otro
á los difuntos: á los vivos por modo de absolucion y paga (1), y á
los difuntos por modo de sufragio y ayuda: me esplicaré . El Sumo
Pontífice, como pastor universal que es de toda la Iglesia, usa de las
llaves que Jesucristo le confió paraabrir las puertas del cielo á los
que las tienen cerradas. Con estas llaves franquea á todos los cris
tianos el tesoro de las Indulgencias, pagando de él á la divina jus
ticia lo que debemos los vivos, y lo quedeben tambien los difuntos.
Pero como los vivos estamos bajo de su jurisdiccion inmediata, y
los difuntos no; como es juez de los que vivimos unidos á él en la
18) San Buenaventura en el 4.°, dist. 20, parte 2.a, art. 1.º, cuestion 5.a - Alejandro de
Ales en la Suma de la Teología, parte 4.a, cuestion 23,miembro 5. _Víesta Suma en San
Francisco de Toluca .
[h] En el tomo 2.º ,Epíst.54, núm . 6.
Li Véase la prop. 42 condenada en la Bula Auctorem fidei, y lo que dije en la cuestion 16,
[ j] San Agustin, tomo 7.º en el libro 20 de la Ciudad de Dios, cap. 9.0
[k] Santo Tomás en el4.",dist. 20 , cuestion 1.4, art.5.",cuestion 3. á lo 2.°; y dist. 45,
cuestion 2.“, art. 3. °, cuestion 2 .^ _ Goti, dub. 4. °
[?] Belarmino, libro 1. de Indulgencias, cap. 5.0 y 14. - Reginaldo en los números 152
y 192. - Véase sobre esto una Bula de Sixto 4.º, que empieza Romani, en Amort, parte 2. * de
su Historia, sec. 2.", 9.3. °; y en Minderėr, parte 2. alfin de la conferencia 1."
92
Iglesia militante, y no lo es de los que murieron ya y están en el pur
gatorio; paga por los unos de diferente modo que por los otros. Res
pecto de los vivos, él mismo en persona de Jesucristo y revestido
de su autoridad, se hace pago del tesoro de la Iglesia; y como que
es nuestro juez legitimo, nos absuelve inmediatamente de nuestras
deudas, y nos da por libres en la presencia de Dios. Mas respecto
de los difuntos, no los absuelve de sus penas ni puede absolverlos,
dice San Buenaventura; pues están ya fuera de su jurisdiccion, si
nó que ofrece á Dios del tesoro de la Iglesia todo cuanto necesitan,
para que salgan cuanto antes de aquellas penas, mediante la acep
tacion divina. De aquí es que cuando decimos: Hoy, visitando los
Altares, se saca Anima del purgatorio, la cual locucion desagra
da á algunos Teólogos ( Il); no queremos decir que si visitamos los
Altares aplicando la Indulgencia plenaria por un Alma del purga
torio, infaliblemente la sacamos de él. Lo que queremos decir es,
que por nuestra visita de Altares ofrece á Dios el Papa, del tesoro
de las satisfacciones de Cristo y de los Santos, todo cuanto necesita
aquella Alma para que salga del purgatorio. Pero como depende de
la voluntad divina el que acepte nuestro Señor lo que el Papa le
ofrece por aquella Alma, de aquí es que saldrá ella inmediatamen
te del purgatorio, si Dios quiere aceptarlo; mas no saldrá por en
tonces, si Dios por sus altos juicios no lo acepta.
El Cardenal Cayetano (m) y Córdoba requieren otras condi
ciones, para que a las Animas del purgatorio valgan las Indulgen
cias. Dicen, fundados en la autoridad de San Agustin y San Gre
gorio Magno, que no basta que esten en gracia de Dios, sinóque es
menester que cuando vivian se hiciesen dignas de conseguirlas con
obras de penitencia y de misericordia . — Pero esta opinion, dice Be
larmino (n ), es desechada comunmente por los Teólogos que no es
cluyen de los sufragios á ninguna de las Almas del purgatorio ; pues
por una parte están todas necesitadas, y por otra unidas á nosotros
con el vínculo de la caridad . Ni los Santos quisieron decir otra cosa ,
dice Rainaudo (ñ).
Sin embargo,habiendo prometido Jesucristo que los misericor
diosos alcanzarán misericordia, ¿con cuánta mas facilidad acepta
[1] Juan Bautista Tiers en el Tratado de las Supersticiones, tomo 4.°, que he visto im
preso en Paris 1745, libro 7. °, cap. 16 y 18.
[m] Cayetano en el Tratado 16, cuestion 5.a_Córdoba, cuestion 14.
[n] Belarmino, libro 1.º de Indulgencias, cap. 14. – Suarez, tomo 19, disp. 53, sec. 4.4–
Minderer,parte 2.a, núm. 31. - Zacarías Pascualigo, tomo 1.º del Sacrificio de la Misa, im
preso en Venecia 1707, cuestion 733.
[ñ] Teófilo Rainaudo en el tomo 15 , Heteróclita , parte 2. ", sec. 3.°, punto 1.º desde el
núm . 14.-Navarro, notab . 22, núm . 46.-Palao, punto 10, núm . 11 .
93
rá nuestro Señor las Indulgencias y los demás sufragios por aque
los que fueron solícitos en ganar Indulgencias para sí y para las
Animas del purgatorio, que por aquellos otros que nunca se acorda
ron de sus difuntos, ni usaron de misericordia con los pobres? Asi
vemos en la vida de Rabáno Mauro (o) que Dios no quiso aceptar
por algun tiempo los sufragios que le ofrecia el monasterio de Ful
des por el alma de su mayordomo Edelardo , porque cuando vivia
robaba las limosnas á los pobres, y defraudaba los sufragios á los
religiosos. Otro caso semejante refieren nuestras Crónicas ( p )deun
religioso, que habiendo sido descuidado en aplicar por los frailes
difuntos los sufragios que mandan nuestras leyes, dispuso la justi
cia divina que cuando él estaba enel purgatorio , no le aprovecha
sen los que le aplicaban otros, sinó que se cumpliese en él lo que
dijo el Apóstol Santiago (9): "se hará juicio sin misericordia al que
" no la tuvo con su prójimo."
A vista de estos ejemplos, abramos los ojos los que vivimos en
este mundo . Con la medida con que midamos á otros , dice Jesucris
to ( r ), con esa misma se nos hade medir á nosotros. Si queremos
que nos trate Dios con misericordia en la otra vida, compadezcá
monos ahora de las Almas que están en el purgatorio . Ellas son es
posas de Jesucristo, y muy agradecidas. Sus penas son cruelísimas,
y no pueden socorrerse á sí mismas: socorrámoslas nosotros que po
demos. Acaso están allí nuestros padres, nuestros hermanos, nues
tros amigos , esperando nuestros sufragios: no seamos inhumanos
con ellos. "¿ Quién hay, decia el señor Palafox (s), quién hay tan
" cruel de corazon , que ya que se olvide de sí en esta vida, pueda ol
»vidarse de su padre y madre, hermanos y amigos que están penan
"do en la otra ? Que aquel á quien arrastran las pasiones, no se me
" jore ni obre lo bueno, malo es; pero que teniendo á su padre cau
" tivo y preso en el purgatorio , pudiendo con una cosa tanfácil como
" rezar el Rosario , no le saque de la prision , es ingratitud sobre to
"da ingratitud."
A poca costa podemos aliviarlos. Cuando oimos Misa, cuando
rezamos el Rosario ó la Corona, cuando recibimos la Comunion (1),
cuando hacemos cualesquiera otras obras buenas, ofrezcámoslas
[0) Juan Tritemio en la Vida de Rabáno Mauro, Arzobispo de Maguncia, libro 2.°–Es.
tá alprincipio de las obras de Rabáno, impresas en Colonia 1626 .
[ p] El Ilmo. Fr. Damian Cornejo en la Crónica Seráfica, parte 4. ", libro 1.º, cap. 33.
Vadingo en sus Anales, al año 1383, núm. 2.
[9] En el cap. 2.° de su Epístola, verso 13.
[rj San Lucas en el cap. 6.° de su Evangelio, V. 38 .
is ) En el tomo 3.º, parte 2.2, Pastoral 10, núm . 28 .
[ ij Minderer, parte 2. ", núm. 141. - Lambertini, Vidal .
94
por las benditas Animas del purgatorio. ¡ Qué fácilmente podemos
socorrerlas con Indulgencias! cuando yo diga en esta obra que son
aplicables por los difuntos, ó cuando lo diga el R. P. Avila en su
Cuaderno de Indulgencias de Méjico, aplícaselas con tiempo, segun
te diré en la siguiente
CUESTION XXIX .
Cuando una Indulgencia es aplicable por los difuntos, ¿ en qué
tiempo se les ha de aplicar?
Como escribo para doctos é ignorantes, es menester aclarar las
cosas. Supongo pues lo primero con San Buenaventura (a), que
cuando los sufragios se aplican por alguna Alma en particular ,aun
que todas las del purgatorio, como que están llenas de caridad, se
gozarán del bien de su compañera, ella percibe por lo comun el
fruto de tales sufragios. — Supongo lo segundo con Francisco Sua
rez (d) y Navarro, que cuando decimos que las Indulgencias, ó cua
lesquiera sufragios aprovechan a los difuntos, no entendemos por
difuntos las Almas de los que están en el cielo, porque estas no tie
nen deudas que pagar; ni las de los niños del limbo, porque care
cen de la gracia de Dios; ni tampoco las de los condenados, porque
en el infierno ya no hay redencion; sinó que entendemos las Al
mas de aquellos difuntos que están penando en el purgatorio.- Su
pongo finalmente que hay muchas Indulgencias que pueden los vi
vos, ó ganarlas para sí, ó aplicarlas por modo de sufragio á los di
funtos. Tal es la Indulgencia plenaria de Porciúncula para los cris
tianos que en eldia 2 de Agosto se confiesen, comulguen, y visiten
una de las Iglesias de la religion seráfica, pidiendo a Dios por las
necesidades comunes de la Iglesia; y tales son otras muchas Indul
gencias de las que he hecho, y haré mencion en esta obra. En esta
suposicion, se pregunta ¿en qué tiempo el que quiere ganar la Indul
gencia por un difunto, hade aplicarsela?
Respondo con Luis Nogueira (c) y el Cardenal de Lugo, que
el que quiere ganar la Indulgencia por una Alma del purgatorio,
debe tener intencion de aplicarsela al tiempo de hacer las diligen
cias para ganarla; verbigracia: Vas á ganar la Indulgencia de Por
ciúncula por el alma de tu padre difunto, debes aplicarsela ó des .
(a) San Buenaventura en el 4.°, dist. 45, art. 2.°, cuestion 3.a - Santo Tomás en el 4. °,
dist. 45, cuestion 2. ', art 4.º_Martin Carrillo sobre la Bula de Difuntos, parte 2. ", cap. 10.
-Fr. Antonio de la Natividad, Silva de Sufragios en portugués, lib. 7. , cap. 6.°
[ 6] Suarez, disp. 53, sec . 1.4-Martin Navarro, notab. 22, núm. 3.
[C] Nogueira en la esposicion de la Bula de la Cruzada, disp. 26, núm. 359 y 361.-Go.
bát , núm . 492 y 493. - Lugo, núm . 74 de las Indulgencias.
95
tinarsela antes de hacer la última obra para ganarla. Pondré otro
ejemplo. Pudiendo el que tiene la Bula de la Cruzada en los do
minios del Rey Católico y del Fidelísimo ganar en los dias de es
tacion las Indulgencias, tanto para sí como para las Animas del
purgatorio, el que quiere ganarlas para las Animas, debe antes de
visitar los Altares, tener intencion determinada de aplicarlas, ó
bien á todas en comun (d), ó á alguna de ellas en particular. Y por
que aquella Alma que tú señalas en particular, puede no estar en
el purgatorio, será muy acertado, dice el P.Mas (e), señalar con
dicionalmente otra Alma, y otra, y otras.-La razon de la conclu
sion es, porque como la obra es propia del que la hace , si este no
dirige su intencion en favor de otro,siempre la retendrá para sí. Y
la tal intencion en favor de otro , debe preceder necesariamente a
la obra buena ; porque yo no podré absolutamente aplicar mis obras
á otro sinó en cuanto esten debajo de mi dominio, y es evidente que
ya no están debajo de mi dominio luego que acabo de hacerlas; pues
nadie es señor ahora de lo que tuvo antes, sinó puede ya disponer
de ello. Y por eso debo hacer la aplicacion cuando estoy haciendo
las diligencias para ganarlas .
En los dias en que se saca Anima debes determinar tú mismo,
dice Moncada, el Alma porquien aplicas la Indulgencia ;comotam
bien, si tomas la Bula de difuntos, en la que concede el Sumo Pon
tífice Indulgencia plenaria, debes señalar tú mismo el Alma por
quien la aplicas. Y aunque es plenaria la tal Indulgencia, es sano
y prudente consejo tomar dos Bulas en un año por un mismo difun
to, y continuar los años siguientes en tomarsela, aplicarle muchas
Indulgencias plenarias, muchas Misas en Altar privilegiado, &c.;
porque aunque es verdad que una Indulgencia plenaria iguala á to
das las penas que debe una Alma en el purgatorio, nunca se sabe de
cierto que aquella Indulgencia que se le aplica, tenga en particular
esa eficacia. La causa deeste misterio no podemos los hombres des
cubrirla, porque los juicios de Dios ( f ) son un abismo sin suelo, son
para nosotros impenetrables; pero sin embargo voy á rastrearla (g).
Ya dije en la cuestion pasada que las Indulgencias que se con
ceden á los muertos, dependen de la aceptacion divina. Ahora aña
do que asi como es menester una multitud de circunstancias para
queacepte Dios las tales Indulgencias , asi no dudo que faltando
(d) Andrés Mendo sobre la Bula de la Cruzada, disp. 20,núm . 10.-
Pedro de Moncada
en la Declamacion por las Almas del purgatorio, cap. 9.º del libro 2.º desde el núm. 18.
(e) Fr. Luis Mas en las Adiciones á Ferrer, parte 1. , núm. 853.
if | Salmo 35 ,7.-Fr. Diego Fernandez sobre este lugar.
( g ) Véase lo que dice Navarro notab. 22, núm . 50 y 51. -Y Rainaudo en la sec. 3. * ci
tada, punto 1.º, núm . 19.
96
cualquiera de ellas, puede el Soberano Juez no querer aceptarlas.
Aun suponiendo con algunos Teólogos (h) que las Indulgencias
que se aplican á los difuntos les aprovechan infaliblemente, y que
los Papas que las han concedido tuvieron causa justa para ello,
(las cuales suposiciones no sé si Dios las hará) ¿qué sabemos si el
que bizo la obra para aplicarles la Indulgencia, puso en hacerla
todos los requisitos necesarios para que fuese acepta á los divinos
ojos? ¿Quién es capaz de saber si aquella Alma por quien se aplica
la Indulgencia, se halla ya en disposicion de salir cuanto antes de
aquellas penas; ó tal vez la niega Dios por algun demérito el fru
to deaquella Indulgencia? Si, segun opinion de San Gregorio Mag
no (i) y de los Doctores Angélico y Seráfico, salió el alma de este
mundo sin que se le perdonaran algunos pecados veniales,¿quién sa
be sinó querrá Dios perdonárselos hasta que la actividad delfuego
del purgatorio se los consuma; y entonces de que la servirán las
Indulgencias, mientras no se le perdonen las culpas? Y finalmente,
¿qué sabemos si es verdadera la sentencia de Córdoba y el Carde
nal Cayetano, quienes afirman que los que en esta vida no quieren
hacer penitencia de sus culpas, nise ejercitan en obras de miseri
cordia , ni se aplican á ganar Indulgencias para sí ni para las Ani
mas del purgatorio; en una palabra, que viven con tanta negligen
cia en este mundo que apenas se salvan, no son dignos de que tan
presto les conceda Dios Indulgencia plenaria? Ciertamente que to
das estas cosas nos convencende que el que vive, nunca está cier
to ni seguro de que la Indulgencia plenaria, ni otros cualesquiera
sufragios que haya ofrecido por una Alma, la han sacado infalible
mente del purgatorio. Y por eso dije que es saludable consejo tomar
muchas Bulas por una Alma del purgatorio, y aplicarla condicional
mente muchas Indulgencias y sufragios; pues como dice San Agus
tin (j), mejor es que sobren estas cosas á los que nunca les dañan,
que no el que les falten siendoles tan provechosas. Finalmente, léa
se la Insinuacion de la divina piedad en la Vida y Revelaciones de
Santa Gertrudis (k); y en el libro 5.º los capítulos 17, 18, 19, 22 y
24, se verá confirmado todo lo que llevo dicho.
[h] Suarez,disp. 53, sec . 3.?-Domingo Soto en el 4.°, dist. 21 , cuestion 2."—Antoine,
cuestion 17.- Minderer, parte 2.", núm. 11. — Diama, Colet, Ferraris, Charmes.
[il San Gregorio Magno en el tomo 2.º, lib. 4.°, de los Diálogos, cap. 39. - San Isidoro
de Sevilla en eltomo 2.º de sus obras, impresas en Madrid 1778, lib. 1. °de los Oficios Ecle
siásticos, cap. 18.- Pedro Lombardo en el 4.° de las Sentencias, dist. 21:—Santo Tomás en
el 4. °, dist. 21, cuestion 1. * , art. 3. °-San Buenaventura en el 4. °, dist. 21 , parte 1.-, art. 2.°,
cuestion 1.2-El Tostado sobre el cap . 25 de San Mateo desde la cuestion 711 hasta la 724.
[3] San Agustin, tomo6.º en el lib .del Cuidado por los Muertos, cap. 18.- Dimas Serpi
en el Tratado del Purgatorio , cap. 68 .
[*] Está impresa en Madrid esta preciosa obra el año de 1782.
97
CUESTION XXX .
CUESTION XXXI.
[h] He visto la concesion de Benedicto XIII en los Diálogos del Purgatorio que dió á
luz el P. D. Gaspar de Oliden, impresos en Alcalá 1732, en la última hoja; y la de Pio VI
en el dicho sermon del capuchino Barcelona,
P. desde la pág. 14.
[ :) Jorge Gobát en la 2.a parte del Tesoro de Indulgencias, cap. 21 , cuestion 61 .
in Tomo 4.º, trat. 5. °, resol. 37.
[k] Santo Tomás en el 4.°, dist. 20, cuestion 1.", art. 5. °, cuestion 3.a
[ 2) Belarmino en el lib. 1.º de Indulgencias, cap. 14, cuestion 3.'— El capuchino Fr. Ber
nardo de Bolonia en el tomo 3.º de su Teología, trat.5.", núm . 55. - Serri en el lugar citado.
16
106
sar este tesoro sinó el que tiene las llaves de la Iglesia.-A lo so
gundo respondo que aunquela Indulgencia se conceda general
mente a todos los fieles, en el nombre de fieles no se comprehen
den los difuntos cuando no se espresan . Por uso y costumbre de la
Iglesia se ha introducido, dice Antoine (I), que en la concesion de
las Indulgencias bajo del nombre de fieles sin otro aditamento, no
se entiendan sinó los vivos. Luego aunque las Indulgencias se con
cedan espresamente a todos los fieles, no por esose conceden á
los difuntos.
Instarás. Habiéndose discutido en la Sagrada Congregacion
de Indulgencias, si convendria pedir al Sumo Pontífice que las In
dulgencias concedidas hasta entonces en la Iglesia pudiesen apli
carse por los difuntos, resolvieron los eminentísimos Cardenales
en 19 de Mayo de 1731 " que se suplicase al Santísimo que en cuan
" to á las Indulgencias que se hubiesen de conceder en adelante, y
" en cuanto a las concedidasque se hubiesen de renovar, se diese fa
" cultad á los fieles para aplicarlas por los difuntos .” Es asi que esta
resolucion de los Cardenales fué aprobada benignamente por nues
tro Santísimo Padre Clemente XII, segun consta del Voto (m)
que presentó en la misma Congregacion el ilustrísimo Arzobispo
de Lerma, Secretario de ella: luego por lo menos, las Indulgencias
que desde entonces se han renovado y las que se han concedido de
nuevo, podrán aplicarse por los difuntos.
Respondo que aunque es cierto que se discutió, se resolvió y
aun se aprobó en la S. C. de Indulgencias todo cuanto dice la Ins
tancia; tambien es cierto que la dicha deliberacion de los Carde
nales nunca llegó á tener efecto ( n ), pues ni se firmó por el Papa,
ni se promulgópor un Decreto general como queria el referido Se
cretario de la Congregacion . Prueba de esto es que las Indulgen
cias concedidas en 1736 por el mismo Papa Clemente XII ( ñ ) á
los que recen de rodillas por las Animas cuando tocan de noche,
segun diré mas adelante, no se pueden aplicar por los difuntos. Es
verdad que desde entonces suelen conceder los Papas muchas mas
Indulgencias que son aplicables por las Animas, que las que con
cedian antes; pero siempre es menester que lo espresen, como dijo
despues el gran Pontífice Benedicto XIV . Luego para que las In
[11] Antoine al fin de la cuestion 15.– Suarez, Minderér.
(m ) Hallarás este Voto en Eusebio Amort, Historia de las Indulgencias, cuestion 14; ý
en Minderér, parte 2. “ , núm . 69 .
(n] Amort en el tomo 3.º de la Teología Ecléctica, impresa en Bolonia 1753, disp. 7. de
las Indulgencias, cuestion 83; y Minderér en el núm . 44 de la 2. * parte .
in} Por su Bula Cælestes, que es la 181 en el tomo 15 del Bulario romano; y la 184 en el
tomo 14 del de Coquelines.
107
dulgencias que conceden los Papas se puedan aplicar por las Ani
mas , es preciso que asi lo declaren .
De lo dicho en esta cuestion y en las tres anteriores á ella, in
ferirás que solo el romano Pontífice puede conceder Indulgencias
que sean aplicables á los difuntos. Esta es doctrina comun, dice
Navarro (o).
CUESTION XXXII.
111
la disciplina regular, nos conceden muchas los Papas para que po
dumos ganarlas en nuestras propias Iglesias.
Cuando fué General de miórden el reverendísimo Fr. Cle
mente de Palermo, viendo este zeloso Prelado las muchas licencias
que le pedian sus súbditos para visitar personalmente los Santua
rios de Roma, de Loreto, de Asís, y de los montes Alberne y Va
rál, acudió al Sumo Pontífice Benedicto XIV, suplicandole rendi
damente, que para impedir que los religiosos de su órden se ausen
tasen de los conventos de su morada y anduviesen vagueando de
unos lugares á otros con dispendio de la observancia regular, se
sirviese concederles el tesoro grande de las Indulgencias anexas á
la visita personal de dichos Santuarios, con la condicion de que die
sen devotamente algunas vueltas por los claustros de sus conventos
y visitasen sucesivamente sus propias Iglesias: la cual gracia pi
dió tambien para todas las religiosas de su órden, sujetas a su obe
diencia. A esta súplica condescendió benignamente Su Santidad el
dia 28 de Abril de 1758 (1), concediendo a todas las personas sobre
dichas que confesando , comulgando, y practicando las demás dili.
gencias que señala, puedan ganar una vez al año cinco Indulgen
cias plenarias (una por cada Santuario ) en cinco dias diferentes.
Acerca de la chal concesion solo tengo que advertir, que en cuales
quiera dias del año que uno elija puede lograr dichas Indulgencias.
Las otras diligencias que señala el Papa, son las siguientes:
Por las siete Iglesias de Roma, dar siete vueltas por el claus
tro, y visitar despues el Santísimo Sacramento.
Por el Santuario de Loreto, dar tres vueltas por el claustro,
y visitar una vez el Altar ó la Imágen de la Santísima Vírgen.
Por el Santuario de Asís, tres vueltas por el claustro, y visitar
el Altar ó Imágen de nuestro P. San Francisco.
Por el Santuario del Monte Alberne, lo mismo.
Por el Santuario del Monte Varál , tres vueltas por el claustro,
y visitar despues el Altar ó Imágen de Cristo crucificado.
Nota.- En algunos conventos en que se hacen estos ejercicios
de comunidad, se sjelen cantar
Por las siete Iglesias de Roma, las Letanías de los Santos, y
al entrar en la Iglesia la Antifona Petrus Apóstolus, V. Consti
tues, y la oracion Deus cujus dextera, y debajo de una conclusion
Ecclesiæ tuæ.
Por el Santuario de Loreto, se canta la Letanía Lauretana, y
[1] Fr. Francisco Romero en la esplicacion de la Indulgencia de Porciúncula, impresa
en Madrid 1761, pág. 126. — Nápoles en el tomo 1.º de la Cronología Serática, pág 297.
Ferraris, palabra Indulgencia, art. 5.', núm . 81.- Minderer, pág . 311.
112
alconcluirla, la Antifona Sub tuum præsidium , V.Ora pro nobis,
у la oracion Gratiam tuam , y Ecclesiæ .
Por el de Asís, se cantan los Himnos de la fiesta de nuestro P.
San Francisco,V.Ora pro nobis, beate P. N. Francisce, y la ora
cion del Santo Deus qui Eclesiam , a la que sejunta Ecclesiæ tuæ.
Por el del monteAlberne, los Himnos de las llagas de nuestro
Padre al dar las tres vueltas por el claustro, y en la Iglesia la Aña
Crucis apparethostia, V. Signasti, y al fin Deus qui mira cru
cis mysteria, á la que se junta Ecclesiæ .
Por el del Monte Varál, los Himnos Vexilla Regis, y Pange
lingua gloriosi lauream , y en la Iglesia Christus factus est......
hasta quod est super omne nomen . V.Adoramus te Christe, y
las oraciones Respice quæsumus y Ecclesiæ tuæ.
De modo que en las dichas vueltas se pida siempre por la
exaltacion de la Santa Madre Iglesia, estirpacion de las heregías,
conservacion del Sumo Pontífice, y paz y concordia de los Prínci
pes cristianos.
Item , á todas personas sujetas a la obediencia ó direccion del
Ministro General de mi órden, y á los hermanos de cualquier cofra
día fundada en nuestras Iglesias, concedió Inocencio XII (u) las In
dulgencias siguientes:-A los que por un cuarto de hora tengan ora
cion mental, cien dias de Indulgencia por cada vez. A los que por un
mes entero la tengan todos los dias por media hora continuada, ó
á lo menos por un cuarto de hora, si verdaderamente arrepentidos
y confesados recibieren la Sagrada Comunion, y pidieren á Dios por
las necesidades comunes ( No'a 14) de la Iglesia, les concede cada
mes una Indulgencia plenaria que pueden aplicar por los difuntos.
A los jesuitas concedió Gregorio XIII (o) que pidiendo á Dios en
las Iglesias de la Compañía, delante del Altar del Santísimo Sacra
mento por las necesidades comunes de la Iglesia, consigan todas y
cada una de las Indulgencias aun plenarias, que conseguirian si en
los dias de las mismas Indulgencias visitaran las Iglesias que están
adornadas con ellas en aquellos lugares en que habitan. - Y los de
más regulares i podrán quejarse con razon de que las Indulgencias
Nota 14.- Por las necesidades comunes de la Iglesia entiendo la exaltacion de la Santa
Madre Iglesia, la estirpacion de las heregías, y la paz y concordia entre los Príncipes cristia
nos; pues estas son las necesidades por las que comunmente nos mandan los Papas que pi.
damos cuando nos conceden Indulgencia plenaria . Y esta advertencia se tendrá presente en
toda la obra .
[ u] Por la Bula Ad ea de 24 de Diciembre 1692, que hallarás en Kacembergér, núm. 92:
en Perusino, tomo 3.º de sumismo
Cronología, parte 1.-: en Ferraris y en las Rúbricas de nuestro
Breviario, aprobadas por el Papa al fin.
[ u] Por su Bula Cum sicut accepimus 23 de Diciembre de 1579, que he visto en el Ins
tituto de la Compañía de Jesus, tonio 1.º, pág. 68.
113
se les escasean? ¿ No somos todas las personas religiosas las más pri
vilegiadas en este punto?Además de que podemos ganar las conce
didas al comun delos fieles, los señores Obispos y Arzobispos ¿no
nos reparten con franqueza y liberalidad las que pueden, aun á los
exentos de su jurisdiccion ? Los romanos Pontífices ino han sido
siempre larguísimos en conceder Indulgencias á los religiosos, y nos
estienden los Jubileos para que podamos ganarlos sin ir á Roma?
Aun Paulo V ( xv ), cuando en el año de 1606 nos revocó a los re
gulares las Indulgencias por las dudas y confusiones que habia acer
ca de algunas de ellas, nos concedió a todos los regulares de am
bos sexos otras muchas Indulgencias, asi plenarias como parciales,
de las cuales trataré despues. Luego aunque hay algunas Indul
gencias que no podemos ganar por nuestro estado, hay otras mu
chas que podemos ganar fácilmente sin salir de nuestras casas, ob
servando la disciplina regular y cumpliendo bien con nuestros de
beres. Luego el uso de las Indulgencias es utilísimo a todos los fie
les, por mas perfectos que sean.
CUESTION XXXIII.
¿ Cómo se han de ganar las Indulgencias ?
Respondo con el Catecismo, que se han de ganar haciendo lo
que se manda al pie de la letra en estado de gracia. Acerca de lo
cual te haré las advertencias siguientes :
Primera. - EI que no hace lo que se manda, aunque deje de
hacerlo por impotencia ó por ignorancia, no ganará la Indulgencia,
como dice Murillo (a). No, no vale aquí lo que afirman Casiodo
ro (6) y San Bernardo, de que la voluntad de hacer una obra buena
cuando esta no se puede hacer, se premia como si se hiciera; y la
razon es,dice Montefortino(c),porque losque dispensan las Indul
gencias, han querido que ellas dependan de aquellas obras que se
ñalaron , como de una condicion precisa. Pero Dios, que es infinita
mente liberal y que mira al corazon del hombre más bien que á sus
acciones, le premia con dones de gracia y de gloria, el deseo de
hacer una obra buena cuando no puede ejecutarla.
w ] En su Bula Romanus Pontifex, que es la 21 en el 3. tomo del Bulario romano; tam
bien la trae Minderér, pág. 201.
[ a ] Pedro Murillo en su Catecismo, impreso en Madrid 1752, lib. 2.°, cap. 29. - Colét,
cap . 5.0
[b] Aurelio Casiodoro en el tomo 2.º de sus obras, impresas en Ruan 1679, sobre el Sal
mo 31, verso 7.º_ San Bernardo, tomo 2º en el tratado á Hugo de San Victor sobre el Bau
tismo, núm. 8.
(c) Gerónimo de Montefortino, cuestion 27, art. 3. ° del lugar citado .-- Suma Astensc,
art. 5.0--- Domingo Soto, dist. 21, cuestion 2.*, art. 3. °
17
114
Segundu . - El que deja de hacer parte notable de lo que se
manda, como si mandándose ayunar tres dias, solamente ayunara
dos, ninguna parte (d) de la Indulgencia ganará. Mas si la parte
que dejara de hacerfuera muy pequeña, tanto en sí misma como
respecto á la obra que se manda, en este caso no dejará de ganar
la, dice Minderér (e).
Tercera. - Cuando la Indulgencia requiere confesion y comu
nion como sucede con la de Porciúncula en nuestras Iglesias, debes
confesarte el dia ó la víspera de la Indulgencia, aunque la concien
cia no te remuerda de culpa grave. Pero si tienes costumbre de con
fesarte á lo menos una vez cada semana, y no tienes la desgracia
de caer en pecado mortal, podrás ganar entre semana todas las In
dulgencias sin que entonces te confieses: menos en tiempo de Ju
bileo en el cualdebes confesarte aunque sea de pecados veniales,
y en aquellas Indulgencias que están concedidas en forma de Jubi
leo. Asi lo ha decretado la S. C. de Indulgencias ( $ ) .
Cuarta . — Aunque estas disposiciones de la Sagrada Congre
gacion confirmadas por Clemente XIII, obligan por lo comun á
todos los fieles; sin embargo, Eugenio IV, segun refiere Cuares
mio (g), concedió a los religiosos de Tierra Santa que pudiesen ga
nar Indulgencia plenaria con sola contricion,cuando nopueden con
fesarse por falta de Confesor. Amórt en su Historia de Indulgencias
trae tambien otro indulto semejante, concedido á los misioneros por
Clemente XII. Mas estas concesiones están ya revocadas por Cle
mente XIV, coino dirédespues. A los Indios concedió Paulo V (h) á
instancias de Felipe III que puedan ganar las Indulgencias y Ju
bileos, con tal que se confiesen aunque no comulguen ; y aun Pio IV
concedió a los mismos, que aunque no se confiesen (porque no ten
gan entonces proporcion de confesarse ), solamente con que estén
contritos, tengan propósito de confesarse cuando puedan, y bagan
las demás diligencias que se requieren, puedan ganar cualquiera
Indulgencia ó Jubileo . De estos indultos hablaré en el 2.0 tomo,
(d) San Antonino, cap. 3. °, § . 4. °
lej Minderér, part. 1.", núm . 476 y 477. – Vicente Filiucio, tomo 1.º de sus Cuestiones
Morales, trat. 8. °, núm . 153.-Suarez, Mastrio, Diana .
If ] Véanse dos Decretos de dicha Congregacion en Ferraris, pal. Indulgencia, art. 2.°,
núm . 46: en Belza, Adiciones a Cliquét, núm. 3 de sus Apéndices;y en el tomo 2.º de Rein
festuel, renovado por Flaviano Rici, cuestion 5.a de las Indulgencias.
[ g] Francisco Quaresmio ó Cuaresmio en la Elucidacion de Tierra Santa, tomo 1.º,im
preso en Amberes 1639, lib. 2.°, cap. 6.° -Amort, pág. 461. - Benedicto XIV en la Bula In
ter praeteritos, &. 6.°-Está en el tomo 3.º de su Bulario.
[ h] Trae los Breves de Paulo V y Pio IV, Machicado y Vallarna en las Adiciones á
Ferraris, palabra Jubileo.— Véanse tambien las Leyes de Indias, lib. 1.º, tít. 1.º, ley 23 ; y el
Teatro de la Legislacion por don Antonio Perez y Lopez, tomo 14, impreso en Madrid 1796
cn la palabra Fc católica, §. 10, pág. 152.
115
cuestion 55.- En 1.º de Abril de 1794, Pio VI (i) concedió por un
año á los fieles del reino de Francia, que en caso de faltarles Con
fesor pudiesen ganar las Indulgencias sin confesarse, con tal que
hiciesen un acto de contricion con propósito de confesar sus peca
dos lo más pronto que pudiesen.
Quinta. Cuando son varias las diligencias que han de prac
ticarse para ganar alguna Indulgencia ó Jubileo, aunque es lo mas
seguro el confesarse luego para hacer en estado de gracia todo lo
que se manda; sin embargo, la opinion más comun es, segun dice
Benedicto XIV ( j), que basta el estar en gracia al tiempo de ha
cer la última: advirtiendo con Juenin (k) que todas las demás obras
se han de hacer sin actual afecto al pecado mortal.
Sesta. — Si practicas las diligencias para ganar alguna Indul
gencia plenaria conservando el afecto á un pecado venial, aunque
ganes la Indulgencia plenaria no la ganarás enteramente ( I): pues
siDios no te perdona la dicha culpa venialporque tienes afecto á
ella, tampoco te perdonará la pena que corresponde á esa culpa.
De aquí inferirás que no es tan fácil,como algunos piensan, conse
guir todo el efecto de una Indulgencia plenaria; pues es menester
para conseguirlo, no solo el que estés verdaderamente contrito de
todos los pecados graves, sinó tambien que detestes de corazon y con
eficácia todas las culpas veniales sin retener el afecto á alguna. Y
por eso, aunque son muchos los cristianos á quienes se aplica la In
dulgencia plenaria en el artículo de la muerte, son pocos los que de
jan de ir al purgatorio.
Séptima. Por lo comun, en los dominios del Rey Católico
es necesario tener la Bula de la Cruzada para poder ganar las In
dulgencias, tanto plenarias como parciales (11); mas en los dominios
del Rey Fidelísimo, solamente se necesita para poder ganar las
plenarias.
Octara . — Es necesario el estado de gracia cuando uno gana
la Indulgencia para sí; mas cuando la aplica por algun Alma del
purgatorio, ya dije en la cuestion XXX que segun la opinion mas
[1] Véase la Coleccion desus Breves, relativos á la revolucion francesa, traducidos por
el doctor don Pedro Zarandia, é impresos en Zaragoza 1829, tomo 3. °, pág. 281.
[j] José María Perrimezien el tomo 7.º de la Teología, imp.enRoma 1738, disert. 397.
El Ilmo. José Climent, tomo 2.º de sus obras, impresas en Madrid1788, pág: 94. - El Carde
nal de Torquemada . – San Antonino, Cóncina, Ligorio, Ferraris, Biluart, Minderer y otros que
cita Benedicto XIV en la inst. 48, y en la Bula Inter præteritos desde el 9. 73.
[k ] Gaspar Juenin, toino 4.9 de la obra de los Sacramentos, impresa en Valencia 1771,
disert. de las Indulgencias, cuestion 6.", 3.°-Cuniliati, Pedro Marcancio.
[l] Amort, tomo 2.º de la Teología Moral, impresa en Ausburg 1757, (. de las Indulgen
cias, cuestion 41. - Antonio Arbiol, Desengaños Místicos, lib . 2.°,cap. 2.0-Ligorio, Minderer,
Ill Mendo sobre la Bula de la Cruzada, disp. 29, cap . 1.º Nogueira sobre la misma ,
disp. 23, núm.80 .
116
comun no es necesario. En fin, advierto que como abarca tantas co
sas esta cuestion, necesito para mayor claridad volver á tratar de
algunas de ellas en las cuestiones que siguen.
CUESTION XXXIV.
EI que pecn en confianza de la Indulgencia, ipodrá ganarla ?
Respondo con Gobát (a) y Martin Navarro que sí puede ga
narla; pues como dice este Canonista, la circunstancia de la con 1
CUESTION XXXVI.
[b] Luis Mas,núm. 828 de su Disertacion . - Murillo, núm .388. - Mendo,Nogueira, Tru
llén, Porres, Pedro Catalani, Palao, Tamburino, Quintanadueñas.
{c ]Félix Potesta, tomo 1.ºde su Exámen Eclesiástico, imp. en Madrid 1759, núm . 3835.
En el Tratado de la Bula de la Cruzada que añadieron á Sabino Bononiense, cap. 1.°, duh. 17 ,
art. 3. °-Quintanadueñas, Gonzalez Mateo, Echarri.
{ a} Nogueira, Ramos, y Tomás Tamburinoen sustratados sobre la dicha Bula .
lej Barbosa en la Suma de las Decisiones Apostólicas, palabra Indulgencia, núm .11 ; y
palabra Cruzada, núm . 5. - Ferraris en la palabra Bula, núm. 46 y 62. - Francisco Guijarro en
el Buen uso de la Teología Moral, tomo 2.º, trat. 9.º, preg. 14.-Ginés, tomo 2.º, trat . 6.° ,
art. 3. Lezana .
IS ] En la disp. 29, núm. 8 y 20 .
126
posicion que en los Jubileos de dos semanas concedidos por Inocen
cio X , y publicados en España en los años 1645 y 1648, no fuéne
cesaria la Bula para ganarlos, y que el Comisario general de la Cru
zada no suspende los dichos Jubileos. Asimismo, CristóbalCrespí
de Valdaura, célebre jurisconsulto y presidente del Consejo de Ara
gon, que escribió poco despues sus observaciones del Derecho(ş),
nos dice en una de ellas que vió publicarse en Madrid otro Jubileo
de dos semanas concedido por Alejandro VII, el cual tenia esta es
presion: puede ganarse sin tener la Bula de la Cruzada. Y últi
mamente, yo acabo de ver en los papeles públicos que en el Jubi
leo estraordinario, concedido a todos los fieles el dia 2 de Diciembre
de 1832 por Gregorio XVI, en el pase que dió del Breve (h) el Co
misario general de la Cruzada don Manuel Fernandez Varela, de
clara su escelencia que levanta la suspension delas Indulgencias,
solamente para el efecto de conseguir dicho Jubileo. Luego los di
chos Jubileos no se suspenden por la Bula de la Cruzada, asi co
mo tampoco se suspenden las Indulgencias de la Bula de la Cru
zada por la publicacion de tales Jubileos.
Pero aun dado que se suspendieran por algun Comisario de
Cruzada, esta suspension, como dicen Portél (i) y Abréu, seria qui
tada por el mismo Papa que concedió el dicho Jubileo; pues en las
no - obstancias de la Bula de la concesion, deroga por aquellavez las
constituciones y ordenaciones Apostólicas que se oponen á ella.
Respondo lo tercero con varios Espositores de la Bula, que es
probable que tampoco se suspenden por ella las Indulgencias inme
diatamente concedidas para los difuntos ( 1), ni las concedidas para
el artículo de la muerte (k ).— Pruébolo. Es opinion bastante co
mun entre los Autores (1) que unas y otras Indulgencias, como que
( g) Las he visto en la biblioteca pública de la catedral de Méjico, impresas en Leon de
Francia 1730. Léase en la 2.a parte la observ. 105 , núm . 77.
(h) El Breve se halla traducido al castellano en el Diario de la Habana, 11 Abril
de 1833; y el pase del Breve por el Comisario general de la Cruzada, en el Noticioso de la
Habana 12 de Noviembre de 1833.
[i] Lorenzo de Portél, tomo 2.º de sus Respuestas Morales, caso 6.º Uso de la edicion
veneeiana 1645. - Sebastian de Abreu en el Espejo de Párrocos, lib. 10, cap. 13, núm. 609.
(1) Lezana en la Suma , palabra Bula de la Cruzada, núm. 41.- Pascualigo del Sacrifi
cio de la Misa, cuestion 759.- Bordonio de los Legados, cap. 7.", cuestion 22.-Carrillo,
part. 2.*, cap. 9.º, núm . 9.- Trullén, Ramos, Tamburino.
[*] Porres, lib. 2. °, cap. 10, núm. 11. - Antonio de Quintanadueñas en el tomo 1.º de
Bus Singulares, trat. 9.º de su Apéndice, dub. 6. °, núm . 2. - Antonio del Espíritu-Santo en
el Directorio de los Regulares, part. 1.4, trat. 2.', disp. 5.", núm. 23 y 60.
[l] Paserino, cuestion 108, núm .881.-Nicolio en la palabra Indulgencia, núm. 11.- Dia
na, tomo 4.º, trat. 1.º, resol. 32. - Lezana, tomo 2.º de sus obras Regulares, palabra Indul.
gencia , núm . 10 y 11. - Nogueira sobre la Bula , disp. 23, núm . 147 y 125.- Viva del Jubileo,
cuestion 4.2, art. 4.° --Cavalieri, tomo 3.º, Decreto 195 , núm. 5; y Decreto 245, núm .- 8; y en
el Diálogo sobre la correa .
127
son dignas de especial nota, no quedan revocadas por revocaciones
generales sinó se nombran espresamente. Por eso , aunque Paulo V
revocó en el año de 1606 todas las Indulgencias concedidas hasta
entonces á los regulares, no se entienden comprendidas en su re
vocacion las que habian sido concedidas inmediatamente a los re
gulares difuntos, como declaró el mismo Papa. Por eso tambien
aunque en el Jubileo del Año Santo suspende el romano Pontífice
todas las Indulgencias, asi plenarias como parciales, no se entien
den suspensas las concedidas para el artículo de la muerte. Es así
que en la suspension de las Indulgencias que hace el Comisario de
la Cruzada, no se espresan ni las concedidas á los difuntos ni las
concedidas para la hora de la muerte; luego no se suspenden por
ella. De otro modo será preciso decir, que la facultad de dar a los
moribundos la bendicion apostólica con Indulgencia plenaria que
conceden los Papas a todos los Obispos de la cristiandad que se la
piden, como tambien la facultad que tienen los Camilos para apli
car Indulgencias plenarias á los que se hallan en el artículo de la
muerte, son de poca utilidad en los dominios del Rey Católico : lo
cual no me parece que es conforme con el espíritu benigno de la
Iglesia que tiene tanta caridad con los moribundos, aun con los mas
pobres y miserables, como dice Benedicto XIV.
Respondo lo cuarto que cuando se suspenden las Indulgen
cias al publicarse la Bula, no se suspenden las que han concedido
los Papas á los órdenes mendicantes. - Así lo han declarado (ll) la
Sagrada Congregacion del Concilio en 24 de Marzo de 1640, y la
Santa Sede Apostólica, y así lo dice espresamente el Comisario
general de la Cruzada. Por mendicantes entienden comunmente
los Espositores de la Bula ( m ), no solamente los que en rigor lo son ,
sinó tambien aquellos religiosos y religiosas que participan de sus
privilegios: entre los cuales cuento tambien á los novicios, pero no
á los donados.
Respondo lo quinto que los mendicantes no podemos ganar las
Indulgencias de la Bula de la Cruzada, sin que tomemos la Bula,
ni tampoco otras Indulgencias que no hayan sido especialmente
concedidas á nosotros, óá nuestras Iglesias.
He dicho ya que cuando el Comisario general de la Cruzada
suspende las Indulgencias al publicar la Bula, esceptua de esta sus
[ll] Potesta en el tomo 1.º, núm . 3883.- Ferraris en la pal. Bula de la Cruzada, núm . 45.
Francisco de Madrid en el 2.º tomo de su Bulario, núm. 588.- Mendo, disp. 20, núm. 27; y ,
disp. 29, cap. 6.0
[ m ] Avendaño en el tomo 1.º de su Tesoro, tít . 5.º desde el núm . 282.- Alonso Parra en
el 2.0 tomo de su Bulario, reflexiones sobre la Bula 79.-Lezana, Villalobos, Ramos, Mendo,
Diana , Tamburino, Porres .
128
pension las que están especialmente concedidas á nosotros los men
dicantes. Tambien juzgo con Escobar ( n ) que se han de entender
esceptuadas respecto de nosotros, las que están directamente conce
didas á nuestras Iglesias.Verbigracia : á los que visitan con devocion
Jas Iglesias de los menores de San Francisco, segun consta de sus
Anales ( ñ ), están concedidos por varios Papastres años y doscientos
cuarenta dias de Indulgencia en cualquier dia del año, y en varias
festividades están concedidas muchas más. Estas y otrassemejantes
Indulgencias que no fueron revocadas por Paulo V , no necesitamos
tener la Bula de la Cruzada para ganarlas; porque son tan propias
de nuestra órden , que el Papa Juan XXIIque las confirmó en 1330,
dirigió el Breve de su confirmacion á los Superioresde ella.
En cuanto á las Indulgencias de la Bula de la Cruzada, me
parece claro que los mendicantes no podemos ganarlas sin que la
tomemos: pues se conceden bajo la condicion onerosa de que se ha
de tomar dicha Bula, dando por ella la limosna que tase el Comi
sario; luego a quien falte esta condicion no se le concederán sus In
dulgencias. Y aunque algunos Escritores antiguos de mi órden (0)
afirman que Paulo III nos concedió á los menores en el año de 1533
el privilegio de poder ganar las Indulgencias de la Bula de la Cru
zada sin tomarla, con la condicion de que los Sacerdotes dijéramos
dos Misas, los coristas dos veces los Salmos penitenciales, y los le
gos doscientos Padre-nuestros con otras tantas Ave-Marías; sin
embargo, soy de sentir con Avendaño ( p) que el dicho privilegio no
subsiste. Lo primero,porque el año de 1533en que dicen que lo con
cedió Paulo III no era el Pontífice, sinó Clemente VII.Lo segun
do, porque dado caso que lo concediese despues Paulo III , lejos de
estar el dicho privilegio en su vigor y observancia , está en prác
tica el uso contrario, como advirtió Trullén (9). Y lo tercero, por
que los mismos Autores que citan el privilegio, convienen en que
podemos recurrir a los amigos espirituales para tomar la Bula, y
aun nos aconsejan que la tomemos: en lo cual ¿qué otra cosa nos dan
á entender, sinó que el tal privilegio no subsiste ó que es muy dudo
in ) Antonio Escobar en el tomo 3.º de la Teología Moral, part. 1.", sec. 2.*,problema 61.
[ n] Vadingo al año de 1330, Bula 118 de Juan XXII en el registro.-Engelberto Pauck
en el cap. 5.º de su Viña Seráfica , núm . 16.– Francisco Haroldo en el Epítome de los Anales
de Vadingo al año 1331, núm . 9.
( 0) Henrique de Villalobos en la 1.a part. de la Suma Moral, impresa en Madrid 1658,
trat . 27, cláusula 12, núm . 30. - Leandro de Murcia en la cuestion 21 sobre el cap . 6.° de
nuestra regla.- Pedro Navarro, cap. 7.º sobre la misina, cuestion 4.2 - Córdoba, Manuel
Rodriguez .
[P] En el tomo 1.º de su Tesoro, tít . 5.°, núm . 257.
191 Juan Gil Trullen, tomo 4 de su obra Moral, en el lib . 1.º sobre la Bula , f . 3 ",
dub. 1.6 - Palao, punto 2.0-- I'cdro Catalani, cap. 2.", núm . 9.
129
so? Necesitamos pues tomar la Bula, para ganar susIndulgencias.
Tambien necesitamos tomarla paraganar aquellas ( r ) Indul
gencias quc están directamente concedidas á las Iglesias que no
son nuestras, y las que se conceden a los religiosos particulares sin
que intervengan en ello sus Prelados. Si se consideran atentamen
te las palabras de la suspension , no dejarémos de conocer que cuan
do se publica la Bula de la Cruzada, se nos suspenden dichas Indul
gencias; y por consiguiente, que necesitamos de ella para ganarlas.
Respondo últimamente que todos los otros fieles necesitan in
dispensablemente tomar la Bula de la Cruzada para ganar cuales
quiera Indulgencias que hayan concedido los Papas.- La razon es,
porque el Comisario general de la Cruzada, por facultad que tiene
para ello de la Silla Apostólica, suspende, durante el tiempo de la
publicacion de la Bula, todas y cualesquiera Indulgencias que los
Sumos Pontífices han concedido, revalidándolas tan solamente en
favor de los que toman la Bula. Avendaño ( s) y Montenegro es
ceptuan de esta ley general á los Indios, y Guijarro á los pobres
de solemnidad; pero Domingo Muriel (1) y Fr. Antonio de San José
se oponen á dicha escepcion. Y con razon, segun me parece; por
que entre los Indios, unos son pobres, otros lo pasan medianamen
te, y otros son ricos y acomodados; y así solo en favor de los neófi
tos ó recien convertidos se podrá seguir esa opinion. Los pobres de
solemnidad pueden tomar la Bula por sí, ó por medio de otros; pues
en todas partes suele haber personas caritativas que sacan algu
nas Bulas para repartir a los pobres,la cual limosna es muy acep
ta á los ojos de Dios. Otros casos he visto yo mas apretados, como
cuando en un pueblo que está muy distante de otros, van algunos
por la Bula llevando la limosna, y al repartidor se le han acabado.
Infiere de todo lo dicho que aunque hay algunas Indulgencias
que podemos ganar sin tenerla Bula, hay otrasmuchísimas (y son
las más) que no podemos ganar sin tenerla. Siendo pues la Bula
de la Cruzada un tesoro riquísimo de bienes espirituales, y pudien
do conseguirse fácilmente por la limosna de dos reales y medio, įse
rás tú tan mezquino y tan desidioso, que no procures tomarla luego
que se publica, tanto para tí como para todos los de tu casa ? ¡Ah!
¿ cuántos reales gastarás inútilmente en la diversion, en la comida
o bebida, en las amistades del mundo, y tendrás reparo tal vez en
[ ] Porree, lib. 2. °, cap. 10, núm . 4.- El P. Mas en el núm. 832.
( s) Avendaño en el tomo 2.º de su Tesoro, tít. 12, cap. 23.- El Ilmo. Montenegro en su
Itinerario de Párrocos, lib. 5.°, trat. 1.°, sec. 23.- Guijarro en el lugar citado.
[1] Véanse los Fastos del Nuevo -Mundo, pág. 213. — Esta obra no es de Ciriaco Morel,
como aparece en la impresion que he visto, sinó del P. Domingo Muriel, ex-jesuita. -Anto.
nio de San José en el trat. 28, núm . 30.
19
130
dar dos reales y medio para tomar una Bula que te estaria llenan
do de innumerables gracias y favores por el tiempo de dos años? Si .
te has portado hasta ahora con tanta ruindad y tacañeria, procura
enmendarte desde hoy, á lo menos para evitar pecados.
Ultimamente, advierto que esta cuestion es enteramente inútil
para aquellos territorios que están separados en la actualidad de
la dependencia y dominio del Rey Católico, como ha sucedido en
la Nueva - España desde el año de 1821; pues cesando allí la publi
cacion de la Bula de la Cruzada, cesa tambien la suspension de las
otras Indulgencias que hace el Comisario de Cruzada al publicar
la Bula, como dijo el escelentísimo é ilustrísimo señor don Pedro
José de Fonte, Arzobispo de Méjico, en un Edicto que espidió en
Cuernavaca el dia 28 de Noviembre de dicho año.
Escribo esta advertencia el 24 de Mayo de 1833 en San Fran
cisco de la Habana, en donde me hallo en la actualidad desterrado
de Méjico ,en cumplimiento del Bando de 22 de Diciembre de 1827
sobre espulsion deespañoles.
CUESTION XXXVII.
(e ) Minderér del Jubileo, confer. 10, cuestion 10.-Boivin en la cuestion del Jubileo.
[ F] Murillo, núm 387. — Gobát en su Tesoro, núm . 66.- Teodoro, part. 1.a de las In
dulgencias, cap. 13, art. 5.", cuestion 5.1 -- Arriaga, Plácido Renz, Quintanadueñas.
( 8) Navarro del Jubileo, not. 33, núm . 3.- Minderér del Jubileo, núm. 574 y 602.
[x] Perez de Lara en el Compendio de las Tres Gracias,$.De las Indulgencias que se
conceden por la Bula, núm . 14 y 15.- Mendo en la disp. 2.- sobre la Bula, cap. 7. - Belza
132
Ni me hace fuerza lo que dice Sebaldo Minderér contra mi
conclusion, esto es, que las Indulgencias de la Bula de la Cruzada
están comprendidas en la suspension general del Jubileo, porque no
están esceptuadas espresamente en ella. No me hace fuerza nin
guna: porque así como la Indulgencia de Porciúncula no se suspen
dia en la Iglesia de Santa María de los Angeles de Asís antes del
año de 1750, pues aunque no se esceptuara en las Bulas de la sus
pension , habian declarado varios Papas (i) que no era su intencion
comprenderla en las dichas suspensiones generales; del mismo mo
do hemos de discurrir de todas las gracias é Indulgencias de la
Bula de la Santa Cruzada. Es menester pues, para que las Indul
gencias de la Bula de la Cruzada ó de la Porciúncula sean com
prendidas en la suspension, que lo declare espresamente el Papa
como lo hizo ya con la de Porciúncula Benedicto XIV, el cual de
seando en el Año Santo de 1750 llevar todo el pueblo cristiano, en
cuanto le fuese posible, á Roma, madre y señora de la Santa uni
versal Iglesia; la suspendió espresamente ( j) en dicho año para los
vivos. Yo preguntaria á Minderér, isi cuando los Papas nos conce
den Jubileo, sea ordinario ó estraordinario,podrá un Confesor ab
solver á los penitentes de la heregía mista ? No, me responderia al
instante Minderér, porque aunque los Papas en los Jubileos dan fa
cultad a los Confesores para absolver á los penitentes en el fuero de
la conciencia de todos sus escesos y crímenes por mas enormes que
sean (aun los contenidos en la Bula de la cena ); pero como tienen
ya declarado otros Pontífices que el crímen de la heregía mista no
se comprende en la facultad general de absolver de censuras y pe
cados reservados (k) sino se espresa, de aquí es por más universales
que sean las cláusulas de la concesion, no podrá absolverlos. Lue
go aunque los Papas suspendan todas las Indulgencias en el Jubi
leo del Año Santo, como otros antecesores han declarado ya que las
Indulgencias de la Bula de la Cruzada no se suspenden por dichas
cláusulas generales, de aquí es que no quedarán suspensas sinó se
nombran espresamente .
enel 3.º tomo del Cliquét Ilustrado, núm . 1de los Apéndices, b. 1.º, núm . 35; y 0. 2. ,núm. 3.
Diana, tomo 4.º, trat. 3.°, resol . 35. - Trullen, lib. 1.º de la Esposicion de la Bula, &. 1.º
dub . 12. - Potesta, tomo 1.º, núm. 3835.
[ i] Clemente VIII y X, Urbano VIII, Inocencio X y XII, Benedicto XIII. - Ferraris,
palabra Indulgencia, art.5.", núm .54.-.Teodoro, part. 1.a de las Induldencias, cap. 13, artí
culo 5. °, cuestion 7.a
( 1) Perusino en el tomo 3.º de la Cronología Seráfica, part. 1.a, fol.410. Francisco Rome
ro Sanchez en la Esplicacion de la Indulgencia de Porciúncula.---Agustin María de Nápoles,
[k] El Ilmo. Bertrán en la Pastoral y en el Edicto sobre el Jubileo del Año Santo . - El
Ilmo. Fermosino en el tomo 1.º de las Leyes Eclesiásticas,cuestion última. – Benedicto XIV
en la Bula Inter præteritos, g. 86. — Es la 21 del tomo 3.º de su Bulario.—Mateuci, Cautela
del Confesor, al fin del lib . 1. -Minderér del Jubileo.
133
Despues que escribí lo dicho hallé iinpreso un Edicto (I) que
con motivo del Jubileo del Año Santo de 1775, espidió en Madrid
el ilustrísimo señor don Manuel Ventura Figueroa, Comisario Ge
neral de la Cruzada, que confirma mi conclusion. Declara en él su
señoría ilustrísima que por la suspension de Indulgencias que se
acostumbra hacer por los Sumos Pontífices en el Año Santo, nunca
ha sido ni es del ánimo y voluntad de la Sede Apostólica suspen
der ó alterar el valor de las gracias, Indulgencias, absoluciones, ni
otra cosa alguna de todas las concedidas en la Bula de la Santa Cru
zada, tantopara los penitentes como para los Confesores: y que así
lo tienen declarado y testificado los Pontífices por diferentes Breves
que se guardan en elarchivode laComisaría general,desde la san
tidad de Gregorio XIII á 18 de Noviembre de 1574, hasta nues
tro Santísimo Padre Pio VI á 28 de Febrero de 1774.
Respondo lo tercero que tampoco se suspenden las Indulgen
cias siguientes: las concedidas de cualquier modo para el artículo
de la muerte: las concedidas directamente a los difuntos, entre las
cuales se cuentan las de Altar de Anima o privilegiado: las que con
cedieron Inocencio XI é Inocencio XII á los que acompañan al
Santísimo Sacramento cuando le llevan á los enfermos, que son sie
te años y siete cuarentenas á los que le acompañan con luz; cinco
años y cinco cuarentenas á los que van sin luz acompañándole; y
tres años con tres cuarentenas á los que estando impedidos envian
á otra persona para que le acompañe con luz: las que suele conce
der el Papa reinante á los que habiéndose confesado y comulgado,
ó estando á lo menos verdaderamente contritos con propósito fir
me de confesarse, visiten devotamente la Iglesia en que el Santísi
mo Sacramento está espuesto por razon de las cuarenta horas, y
oren allí segun la intencion de la Iglesia, que son siete años y siete
cuarentenas, todas las veces que lo hicieren: y finalmente, las con
cedidas por Benedicto XIII á los que al toque de las Ave -Marías
recen las acostumbradas preces por la mañana ó al mediodia ó a la
tarde, que son cien dias de Indulgencia por cada vez que las recen,,
y una plenaria á los que continuando en esta devocion por un mes,
confiesen y comulguen el dia que quieran, y pidan á Dios por las
necesidades comunes de la Iglesia. Todas estas Indulgencias se pue
den ganar en todo el tiempo del Año Santo, como que están escep
tuadas espresamente ( 11) de la suspension general,
[l] Se halla en la Esplicacion del Jubileo del Año Santo, escrita por don Francisco de
Moriana, é impresa en Madrid 1775 desdela pág. 69. – SantosGrosin hace mencion de este
Edicto en el Tratado de la Bula.
[ll] Benedicto XIV en la Bula Cum Nos nuper, que es la 18 del tomo 3.º de su Bulario .-
i
134
Respondo lo cuarto que desde el año de 1725 ninguna Indul.
gencia se suspende para las Almas del purgatorio. Siendo devotí
simo de ellas el Sumo Pontífice Benedicto XIII les concedió esta
gracia particularísima (por ninguno de sus predecesores concedida ),
de que todas aquellas Indulgencias que en el Año Santo quedaban
suspensas para los vivos, pudiesen ganarse en dicho año para las
Animas benditas del purgatorio ( m ), aun cuando fuesen aquellas
Indulgencias en cuyas concesiones no hubieran declarado los Pa
pas que se pudieran aplicar por los difuntos; de suerte que el Año
del Jubileo pudiese llamarse con razon aun para las Almas del pur
gatorio Año Santo, año de remision, año de libertad у de Júbilo.
Este ejemplo de piedad,tan digno de imitarse, siguieron despues los
dos insignes Pontífices Benedicto XIV (n) en el Jubileo ordinario
de 1750 , y Pio VI en el de 1775 ( véase la Nota 16). Y como los Pa
pas suelen seguir las huellas de sus inmediatos predecesores, creo
piadosamente que en los Jubileos ordinarios que sigan, determi
narán lo mismo sobre este punto los sucesores de Pio VII.
Respondo últimamente contra Ferraris ( p) y Amórt que en el
Año Santo se suspenden todas las demás Indulgencias, asi plena
rias como no plenarias,aunque sean perpetuas. — Así consta clara
mente de dos Bulas de Benedicto XIV ( 9 ), espedidas para el Jubi
leo de 1750, como lo confesará cualquiera que las lea despacio y
con reflexion. Muchos son los Autores que llevan la opinion contra
ria en cuanto a las Indulgencias parciales: son dignos de escusa por
que escribieron antes de Benedicto XIV. Pero Eusebio Amórt y
Lúcio Ferraris, estos dos escritores célebres, ¿serán dignos de al
guna escusa en opinar que las Indulgencias parciales, concedidas
por los Sumos Pontífices, no se suspenden por el Jubileo del Año
Santo? Yo pienso que no lo son; pues no solamente escribieronen
tiempo del dicho Papa, sinó que habiendo metido en sus escritos,
Benedicto XIII en la Bula Decet, que es la 39 en el tomo 13 del Bulario romano.- Juan Bau.
tista Pitoni en las Decisiones de los Sagrados Ritos, núm . 1434.
Nota 16 .--Como vivimos tan lejos de Roma, y han llegado por acá tan pocas Bulas de
los tres últimos Papas, no he podido encontrar, pormas diligencias que he hecho, otras dispo
siciones pontificias sobre el Jubileo ordinario de 1775 que la Bula de Clemente XIV Salutis
nostre en que lo publicó, y la de Pio VI Summa Dei (n) en que lo estendió a toda la Iglesia ,
Sin embargo, nos asegura el reverendoagustiniano Belza (0), que las Bulas de Benedicto XIV
sirvieron de modelo para el dicho Jubileo de 1775 .
{m} Benedicto XIII en la Bula Salvatoris, que es la 48 en el tomo 13 del Bulario roma
no.---Benedicto XIV en el ſ. 24 de la Buia inter præteritos.
[ n] En las Bulas Cum Nos nuper é Inter præteritos, que acabo de citar.
(nj Se hallan en el Ferraris, palabra Jubileo al fin del art. 3.°
Loj Fr. Francisco Belza en el núm . 4 de los Apéndices, núm. 30. Teo
Ip) Ferraris en la abra Jubileo, art . 1.º, núm . 14.-- Amort en el tomo 3.º de
logía Ecléctica,cuestion 62 de las Indulgencias.
[9] Cum Nos nuper é Inter præteritos, 9. 22.
135
en aquellos mismos lugares en que trataron de intento esta mate
ria (Ⓡ), la misma Bula del señorBenedictoXIV Cum Nos nuper ,
en la que durante el Jubileo ordinario de 1750 suspende Su Santi
dad espresamente las Indulgencias no plenarias ó parciales ( 8), lle
van la opinion contraria. De donde podemos inferir que ni leye
ron aquella misma Bula que insertaron en sus escritos,ni tampoco
la otra del dicho Papa Inter prætéritos, en la que tratando Su San
tidad este punto, nos dice en el . 22 que para remover toda cues
tion habia puesto adrede estas palabras: " todas y cada una de las
» demás Indulgencias que no espresamos, tanto plenarias como no
" plenarias.. las suspendemos, y declaramos que quedan suspensas."
Digamos pues que en este punto se descuidaron los referidos Escrie
tores: Quandoque bonus dormitat Homerus.
Infiere de todo lo dicho, lo primero, que la Indulgencia plena
ria de Porciúncula, en cuanto está estendida á todas las Iglesias de
los conventos de nuestro P. San Francisco, se suspende para los vi
vos en el Jubileo del Año Santo: como tambien la Indulgencia co
tidiana de Santa María de los Angeles de Asís, que por haberla con
cedido Inocencio XII (t), se llama comunmente Inocenciana . - Lo
segundo, que dado caso que no se suspendan en Roma (u) las In
dulgencias de las estaciones y de las siete Iglesias, se suspenden
sin duda ninguna cuando se comunican fuera de Roma. Así, aunque
á la Iglesia de nuestra Señora de los Angeles de Méjico, y á la de
nuestro P. San Francisco de esta ciudad de la Habana están con
cedidas las Indulgencias estacionales de San Juan de Letran de
Roma (por estar unidas á aquella Iglesia) en lossiete dias que se
ñalé en la cuestion XVIII, número 4 ; aunque Clemente XIV (v)
concedió a todos los cristianos que visiten las Iglesias de los bele
mitas las Indulgencias estacionales en los dias de las estaciones de
Roma, y las Indulgencias de los siete Altares en doce dias cada
año, todas estas Indulgencias se suspenden para los vivos en el Año
Santo. Lo tercero en fin , que aunque el sabio Pontífice Benedic
to XIV procuró decidir todas las controversias relativas al Jubileo
[ r] Ferraris pone por estenso la primera Bula en el mismo art. 1.º-Amort, no solo pone
la misma Bula en la cuestion 62, asi de su Teología Doginática como de su Teología Moral
que imprimió en Ausburg el año de 1757 dedicándosela al mismo señor Benedicto, sinó que in
serta tambien, despues de las cuestiones de Indulgencias, la sobredicha Inter præteritos.
[s] Indulgentias, tam plenarias, quam non plenarias..... suspendimus.
( Está su Breve que empieza Redemptoris, en la obra citada de Romero Sanchez,
pág. 141. - Véase Luis Lipsin en su Catecismo sobre la Indulgencia de Porciúncula.
[ u] Véanse Gaudencio Buentiempo en el tomo 7.º de su Paladion Teológico, trat. 8.° de
las Indulgencias, disp. 2.2, cuestion 5.a, núm . 27. – Teodoro en la part. 1.a de las Indulgen
cias, cap. 13, art. 5. °, cuestion 1.9_Y Amort en la Tcología, cuestion 62, resp. 3.a.
[1 ] En dos Breves, que comienzan Ad augendam. Estánen el Bulario de los PP bele
initas, impreso en Roma 1773, pág. 292 y 294.
136
del Año Santo, y por eso nos deben servir de modelo sus Constitu
ciones,mientras no sepamos que sus sucesores determinan otra cosa;
sin embargo, como las Indulgencias dependen siempre de la volun
tad del que las da, se hace preciso leer las Letras pontificias con el
mayor cuidado, para arreglarse enteramente á lo que dispongan.
Examinemos todas las veces que podamos el tenor de su concesion,
y obrarémos siempre con acierto,
CUESTION XXXVIII.
DECRETO PRIMERO
CUESTION XLVII .
Cuando es menester visitar la Iglesia ólos Altares para ganar
una Indulgencia, ¿ en qué tiempo se ha de hacer la visita ?
Antes de responder, es preciso advertir que en los Obispados
de Toul en Francia y de Varmia en Polonia esponian el Santísimo
Sacramento para ganar cualquiera Indulgencia. Llegando esto á
noticia del señor Benedicto XIV que actualmente gobernaba la
Iglesia, espidió una Bula (a) para impugnar este error, enseñando
en ella que los fieles ganan las Indulgencias concedidas á los que
visitan alguna Iglesia , aunque no se esponga el Santísimo: pues esto
solamente se requiere para conseguir aquellas Indulgencias que se
dan á los fieles por razon de las cuarenta horas; y en algunas otras
que yo he visto (6) concedidas por sus sucesores Clemente XIV
y Pio VI, en las que han puesto la condicion de asistir por algun
tiempo á la esposicion del Santísimo, aunque no se espone por mo
tivo de las cuarenta horas. Hecha esta advertencia,
Respondo con Teodoro del Espíritu -Santo ( c), que dentro del
tiempo de la concesion no hay hora en que no pueda ganarse la In
dulgencia.-Lo cual consta evidentemente de las mismas Letras
pontificias. A estas es necesario atender, para saber con certeza
cuándo empieza y cuándo acaba el tiempo fijo de la concesion. En
las fiestas de los Santos, suelen los Papas conceder las Indulgencias
desde las primeras vísperas, como ya dije. Mas en las ferias como
son los dias de las estaciones, suele durar el tiempo de la Indulgen
cia (d) las veinte y cuatro horas de un dia natural; esto es, desde
la media noche hasta la mitad de la noche siguiente.
Infiere de aquí que dentro del tiempo de la concesion de la In
dulgencia, puedes visitar la Iglesia ó los Altares en cualquiera ho
ra del dia ó de la noche.
CUESTION XLVIII.
CUESTION XLIX.
[ e] San Buenaventura en el 4.°, dist. 20, parte 2. ", art. 1.°, cuestion 6.a — Véase Virgi
nio Valsequi, cap. 12 de la obra citada.
IS San Raimundo en el libro 3.º de la Suma, que he visto en San Fernando de Méji
co, impresa en Verona 1744, tít. 34, §. 5. °-San Antonino, parte 1.a de la Suma Moral, tít. 10,
cap. 3. °, . 3.°; y Pedro Ballerini en la preleccion 3.a á las obras del mismo Santo , cap. 4.
y 5.º-SumaAstensc, tít. 40, art. 2. °-Natal Alejandro en el tomo 1.º de la Teologia, apen
dice al cap. 2.° de las Indulgencias. - Lupo en la disert. de las Indulgencias, cap. 10.- flo.
norato Tourneli en el tomo 9.º de la Teología, impreso en Paris 1763, cuestionde las Indul
gencias, art. 1. , conclus. 5.9—El ilustrísimo Feijoo en el tomo 1.º, carta 45.- Vanráns, cues
tion 3. " , núm . 15 .-- Santander
en el tomo 1. °,doctrina1.a
(8) Teodoro del Espíritu Santo en la parte 1.a de las Indulgencias, cap. 5. °, art . 7.0
Minderer en la 1.a parte, núm . 479.
164
Prueba primera de la conclusion . — Para que las Indulgen
cias sean válidas, se requieren' dos condiciones de parte del que Jas
da, y otras dos de parte del que las recibe, dice San Buenaventu
ra: de parte del que las da , se requiere potestad, y causa justa y ra
zonable para concederlas; y de parte del que las recibe,confesion
con arrepentimiento de los pecados, y fe con devocion verdadera.
Supone tambien el Doctor Seráfico lo que dije yo en la cuestion vi
gésima primera, es a saber: que no cualquiera causa aunque sea
justa y razonable, es bastante para cualquiera Indulgencia, sinó que
es menester que sea tambien proporcionada á la cuantidad dela In
dulgencia que se concede: pero esta suficiencia ó proporcion de la
causa, quiere el Santo que sea no solo de parte del que da la In
dulgencia, sinó tambien de parte del que la recibe, y por eso dice
que segun los hombres se acercan más o menos á aquella causa,
asi participan más o menos de la Indulgencia; pues todos deben
suponer que los dones y misericordia delEspíritu -Santo se dis
tribuyen con cquidad y proporcion . El que ha cometido muchísi
mos y gravísimospecados y no ha dado todavia satisfaccion alguna
á la divina justicia (h), no es fácil que consiga luego todo el fruto
de la Indulgencia plenaria, pues su corta penitencia por tantas y
tan enormes culpas como ha cometido, tiene poca proporcion con
la cuantidad de tamaña Indulgencia: á no ser que hiciera las diligen
cias para ganarla , con un fervor estraordinario. Procure pues satis
facer a Dios con oraciones, con limosnas, con ayunos ú otros ejer
cicios penales, humillarse en la divina presencia, hacer actos fervo
rosos de contricion y de amor de Dios, y de este modo se irá dispo
niendo para lograr todo el fruto de la Indulgencia plenaria. Y para
que se anime á practicarlo de buena gana, oiga lo que dice el Con
cilio de Trento (i) á todos los que hemos pecado despues del Bau
tismo. " Es propio de la divina clemencia, dice, que no se nos perdo
"nen los pecados sin ninguna satisfaccion, para evitar que teniendo
" con este motivo por más leves los pecados, caigamos en otros ma
" yores con ofensa y contumelia del Espíritu-Santo: pues no hay du
» da que las penas satisfactorias nos apartan en gran manera del
" pecado, y nos bacen mas cautos y vigilantes para lo sucesivo; sa
”nan tambien las reliquias de los pecados, y quitan los hábitos vi
ciosos con las obras de las virtudes que les son contrarias. Ni la
[h] En la Historia de las Indulgencias de Amort, parte 2.º, sec. 4.”, cuestion 1.", halla
rás en los 83. 240 y 250 la letra de Guillermo Estío y Francisco Silvio que esplican asi la
mente del Doctor Seráfico, y siguen su opinion . — Tambien la sigue Fr. Andres Esgambati
de los menores conventuales en el tonno 14 de su Teología , impreso en Nápoles 1793, lib. 32,
capítulo 2.0
[ i ] Sesion 14, cap. 8. °
165
» Iglesia halló jamás un camino más seguro para libertarnos de las
" penas con que el Señor nos amenaza, que el que frecuenten los
" hombres estas obras de penitencia con verdadero dolor de cora.
* " zon .” En esta suposicion, el que ha cometido muchos y enormes crí
menes, frecuente con un corazon contrito las obras de penitencia,
ponga en práctica las virtudes contrarias á sus vicios, mortifique sus
apetitos y pasiones, sea compasivo con sus prójimos para que Dios
se compadezca de él, pida al Señor una y muchas veces que le con
ceda el perdon de sus culpas, asi mortales como veniales, y de este
modo, segun da á entender el Doctor Seráfico, se pondrá en apti
tud y proporcion de lograr enteramente la Indulgencia plenaria.
Prueba segunda . — Es doctrina comun de los Teólogos que las
Indulgencias modernas son una remision de aquellas penitencias
eanónicas que imponia la Iglesia antiguamente por los pecados;
pues con referencia á ellas suelen conceder los Prelados Indulgen
cia de cuarenta dias, de un año, de siete años, &c. Opinan tambien
comunmente que por las Indulgencias nos perdona Dios las penas
del purgatorio; pues sinó fuera asi, las Indulgencias nos causarian
más daño que provecho. Pondré un ejemplo para que me entiendas.
A los que al toque de la campana recen á mediodia las acostumbra
das preces del Angelus Domini con las tres Ave-Marías, concedió
Benedicto XIII cien dias de Indulgencia. Al que gane pues esta
Indulgencia de cien dias, se le perdona toda aquella penitencia que
segun los cánones penitenciales antiguos debia imponérsele por cien
dias en esta vida, ó por la Iglesia ó por el Confesor. Asimismo le
perdona Dios tanta pena del purgatorio, cuanta le perdonaria si hi
ciera cien dias de penitencia segun los referidos Cánones ( j). Pero
asi como en este mundo cien dias de penitencia valen más á uno
que la hace con mayor fervor y devocion, que á otro que la hace
con menos, pues la penitencia tanto es más satisfactoria cuanto se
hace con mayor fervor y caridad ; de la misma manera , dice gSan
Antonino ( k ), cien dias de Indulgencia valen más al que los ana
haciendo las diligencias con fervor y devocion, que á otro que pro
cura ganarlos y hace las diligencias con frialdad y tibieza. Y á la
verdad, si es propio de la justicia divina que en lajustificaciondel
impío, por el sacramento de la penitencia, no dá Dios a todos igual
gracia, sinó que la reparte como quiere, y conforme á la disposi
cion y cooperacion propia de cada uno, segun dice el Concilio de
Trento (1); parece muy regular que se porte de la misma manera
[3] Próspero de Aquila en su Diccionario Teológico, palabra Indulgencias, 8. Vim .
(kj San Antonino en el lugar arriba citado.--- Ballerini en el núm . 26 de dicha preleccion .
ilj Sesion 6. *, cap. 7 °
166
en la remision de las penas por medio de las Indulgencias, y que es
tas tengan su efecto segun la disposicion del que las recibe. Luego
si queremos lograr todo el fruto de la Indulgencia plenaria, haga
mos todo lo que se nos manda, con la mayor devocionque podamos.
Prueba tercera . - Hablando Bonifacio VIII ( ) de la Indul
gencia plenaria del Jubileo que concedió en el año de 1300 , dice:
» Cada uno la conseguirá con máseficacia, cuantas más veces y con
" cuanta mayor devocion visitare las Iglesias." La mente de Bonifa
cio, dice Adriano IV (m), es que los que no visitaren las Iglesias con
suficiente devocion,no ganarán enteramente la Indulgencia plena
ria, sinó parte de ella á proporcion de la visita más o menos devota .
InocencioIV (n) seesplica de esta manera: "Aunque la Indulgencia
»se conceda generalmente; sin embargo, uno consigue más que otro,
”dentro del término constituido por el Prelado, si tiene mayor devo
" cion, ó ha trabajado más en hacer obras satisfactorias, ó se ha es
” puesto á mayores peligros por conseguirla .” Casi en los mismos
términos habla Inocencio V ( ñ), diciendo que las Indulgencias no
valen á todos igualmente, sinó que valen más á los que más se dis
ponen para ganarlas, ó con mayor fervor, ó con mayores fatigas.
Luego segun la mente de los dichos Pontífices y de otros varios que
omito porno ser molesto, el que más trabaja en disponerse con ac
tos fervorosos de penitenciay de caridad para ganar una Indulgen
cia plenaria, conseguirá más de ella que el que hace las diligencias
con flojedad y pereza.
Prueba cuarta. - Las Indulgencias antiguas no solian conce
derse á los pecadores, sinó despues que se disponian para recibir
las por medio de la penitencia. Asi vemos que San Pablo no conce
dió la Indulgencia al incestuoso de Corinto, sinó despues que ha
bia hecho penitencia rigurosísima. San Cipriano (o) escribia á los
Mártires que no le pidiesen la paz ó la Indulgencia, sinó para aque
llos pecadores á quienes faltase poco tiempo para acabar de satis
facer por sus culpas. Los Concilios del siglo cuarto (p) aunque mas
indulgentes que San Cipriano, como advierte Lupo, daban facultad
á los Obispos para que pudiesen usar de Indulgencia con aquellos
penitentes que acreditasen su conversion con el fervor, con las lá
[Z] En la estrav. Antiquorum , tít. de las penitencias y remisiones en el quinto.
[m ] Véanse Pedro Ballerini en el núm. 29; y Amort en la cuestion citada de su histo
ria , S. 220 .
[ n] Sobre el capítulo Quod autem , tít. de las penitencias y remisiones. Puedes ver su
misma letra en Tourneli, Navarro, Feijoo, Natal Alejandro y Ballerini.
[ñ] Véase el lugar citado en la Historia de Amort, f. 196.
of En la Epístola 10 segun la edicion de Balucio, en Paris 1726 .
Ip) Elde Ancira en el año de 314, canon 2. ° y 5.-El 1. ° general de Nicea en 325,
canon 12 .-- Véase Cristiano Lupo en la discertacion de las Indulgencias, cap. 5.0
167
grimas, con las buenas obras. Aun el último Concilio general, que
es el que habla más de las Indulgencias, desea que por ellas no se
enerve ni se relaje la disciplina eclesiástica. Atendiendo á esto el
Devoti (7) nos dice que la Iglesia no nos concede las Indulgencias
para fomentar nuestra desidia, sinó para escitar nuestra debilidad
y flaqueza: conviene pues, que no seamos negligentes y perezosos
cuando somos llamados á recibir este celestial tesoro, sinó que pon
gamos todo esfuerzo en hacer frutos dignos de penitencia y en sa
tisfacer á Dios por nuestras culpas, practicando con gran cuidado
y diligencia lo que nos previene la Iglesia. Luego para conseguir
enteramente la Indulgencia plenaria, hemos de hacer, con el ma
yor fervor que podamos, todo lo que se nos manda; pues si lo ha
cemos con negligencia no la ganarémos, dice Lambertini (r).
Confírmase con la autoridad de Bosuet, quien asienta (s) que
los rigores de la Iglesia pueden suplirse por medio del fervor y de
un amor ardiente. "El espíritu de los antiguos Cánones, dice, y en
” tre todos del Concilio general de Nicéa, es conceder la Indulgen
»cia á los que recompesaren con el fervor lo que se hubiere relaja
»do de la austeridad antigua: por consiguiente parece que aun el
"dia de hoy la intencion de la Iglesia es que entren los fieles en es
" te espíritu de fervor, y que amen más, cuanto más se les perdone,
"segunlo que dijo Jesucristo (1) á la Magdalena. Es verdad que el
» Concilio de Trento desca que se moderen las Indulgencias para
" que no pierda su vigor la disciplina eclesiastica; pero no hay co
"sa mas eficaz para precaver este descaecimiento, que hacer entrar
Þá los fieles por el suave y poderoso medio de las Indulgencias en
"este espíritu de fervor, tan conforme al Evangelio y á toda la an
" tigüedad. ¿De qué sirve objetarnos, dice este sabio Prelado,que las
" penitencias que se exigen para ganar las Indulgencias y Jubileos
"son muy ligeras para que se haga una razonable compensacion de
" las penas de la otra vida; pues que tantos graves Autores, de los
"cuales algunos fueron elevados a la cátedra de San Pedro, han en
» señado yprobado con solidez que lasobras penitenciales que se pi
”den como materia necesaria para la Indulgencia, aunque sean pe
" queñas en sí mismas, se realzan por el aumento del fervor que ins
"pira la Indulgencia á los penitentes, y que acompañadas del pre
" cio infinito de la sangre de Jesucristo y de los méritos de los San
[ 9] Juan Devoti en el tomo 2.º de sus Instituciones Canónicas, título 3.°, 8. 5.° - José
Rigual.
(r) En la instruccion 53, núm . 11 .
(s1 Bosuet en las Instrucciones para el tiempo del Jubileo, meditacion 2.8, punto 1.°; y
punto 7., consideracion 3.a y 5.2
[t] San Lucas, cap. 7. °, verso 43 y 47.
168
" tos á favor de la Indulgencia , pueden ser levantadas hasta produ- *
" cir una perfecta purificacion ? En qué grado se requiera este fer
» vor para causar tan superior efecto, no tenemos necesidad de sa
"berlo. ¿ Y quién sabe tampoco á qué grado ha de llegar un acto de
" amor de Dios para unir al alma tan perfectamente con Jesucristo,
" que pueda llevarsela al cielo sin pasar por el purgatorio? Sin em
"bargo, un grado hay en que esto es así; pero no hay necesidad de
" que lo sepamos nosotros. Lo mismo es en cuanto al hacer las obras
" penales á que está ligada la Indulgencia: hay un grado de fervor
" que redime de todas las penas de la otra vida. Bástale al cristia
" no, sin querer ser mas sabio de lo que le conviene, encender en sí
" cuanto mas pueda este saludable ardor, y dejar lo demás á la divi
" na misericordia. La Indulgencia pues considerada en sí misma,
"siempre es útil y eficaz; sin que el que la gana deba atribuir la fal
» ta ó diminucion de su efecto, sinó á su propia indisposicion y cul-.
" pable tibieza ."
» ; O Salvador y dulce dueño de mi alma! esclamaba este humil
"de y fervoroso Obispo ( u ). Reconozco claramente mi pecado: há
” Ilome cubierto de vergüenza y de confusion. ¿Qué penitencia pue
”de ser correspondiente á la multitud y gravedad de mis culpas?
» Dadme, Dios mio benignísimo, dadme, como á la Magdalena, un
" corazon penetrado de amor y de dolor de haberos ofendido: porque
" ¿quién ignora que cuanto más se os ama, tanto más se siente el ha
" ber pecado contra vos? ¡O santo dolor de la penitencia! ¿cuándo
” tendré la dicha de hallarte ? ¿cuándo llegarás á ablandar y enterne
" cer mi corazon? Lágrimas de la penitencia, tan frecuentemente so
" licitadas, venid que ya es tiempo, llegad y preparadme dignamente
” para recibir la Indulgencia de mis pecados. Dichosa Indulgencia,
" que cuando produce todo su efecto, aumenta el amor de Dios y el
"dolor de haberle ofendido. ¡Ay, Jesus mio! ¡y cuán dulce ha de ser
" este dolor, como escitado por el amor! Pero sin embargo, ¡ cuán vi
" vo, cuán doloroso y cuán penetrante, si el amor que le produce es
"verdadero! Haced pues, que yo corra en solicitud de la Indulgencia
" con el designio de unirme á vos mas perfectamente. Mas no permi
” tais que sea yo del número de aquellos penitentes que practican las
” obras satisfactorias con tibieza, con desidia, con indolencia, sin
" compuncion, sin mortificar las pasiones, sin apartarse de las oca
” siones de pecar; y que creen que ya lo han hecho todo con entrar
"esteriormente en las Iglesias,visitar las estaciones, y llegarse con
" los demás á la sagrada mesa, sin trabajar seriamente en convertir
( u ) Bosuet en las mismas Instrucciones, meditacion 2.2, punto 1.º, consideracion 1. "; y
punto 6.°, consideracion 2.a & c .
169
" su corazon . Libradme, Señor y dueño mio, de esta corteza engañosa
" de devocion. Dadine en la penitencia un fervor tan grande, que me
” haga verdaderamente digno del beneficio incomparable de la In
"dulgencia; y haced que de talmanera me aproveche de ella, que me
" sirva para aumentar mi fervor .” Luego para que ganemos totalmen
te la Indulgencia plenaria, hemos de hacer todo lo que se nos man
da, no con frialdad y tibieza, sinó con el mayor fervor que podamos.
» Nadie, dice Ballerini (v ), confunda nuestra sentencia queatri
" buye á cada uno el fruto de las Indulgencias, segun la disposicion
” de los que las reciben , con aquella otra que enseña que solo ganan
" las Indulgencias los que procuran satisfacer á Dios por sí mismos
" cuanto pueden. Esta opinion, que es de Cayetano ( x) y Navarro ,
" la fundan en aquel principio: el que puede satisfacer por sí y no
" satisface, es indigno deque se le aplique la satisfaccion agena.
" Pero ¿quién no ve que con este principio, sise toma rigorosamen
" te, no habria lugar á las Indulgencias , sinó en cuanto alguno es
" tuviese imposibilitado de satisfacer por sí? Cuando el Apóstol San
» Juan comunicó su propia satisfaccion al bandolero por modo de
"Indulgencia , le perdonó mucha parte de la penitencia que élmis
”mo hubiera podido cumplir por sí. De la misma manera San Ci
"priano dió pruebas que por la intercesion de los Mártires podia
”remitir alguna parte deaquella plena satisfaccion que los peniten
"tes hubieran podido cumplir entera. Fuera de que esta sentencia
"casi hace inútiles y vanas las Indulgencias, como que no deja nin
"gun fruto de ellas aun á los justos que hacen perfectamente las
" obras que se mandan, sinó están en ánimo de satisfacer á Dios
"cuantopuedan. A nosotros,que juzgamos que los talespor su bue
”na disposicion son dignos de ganar enteramente la Indulgencia
"plenaria, no nos puede agradar esto; y con razon creemos que so
" İamente la referida opinion como singular fue desaprobada por
» Benedicto XIV (y), sin que tocara á la nuestra que no es singular,
" sinó mucho más comun ; puesto que la llevan tantos y tan escelen
" tes Autores como hemos dicho. Porque una cosa es que procure
” mos disponernos con actos fervorosos de penitencia y devocion,
” para que asi logremos coger todo el fruto de la Indulgencia, que
"es lo que únicamente decimos; y otra cosa es que el que no tenga
" propósito de satisfacer á Dios por sí mismo todo cuanto pueda,
”nada perciba de la Indulgencia, que es lo que negamos.”
(v) Pedro Ballerini en el núm . 32 de la preleccion citada.
( z) Cayetano en el trat. 10, cuestion 1.a-Navarro del Jubileo, notab. 21. - La Teología
lugdunense.
[y] Véase lo que dije en la cuestion trigésima quinta.
24
170
Argumento contra la conclusion . — Las Indulgencias, segun
el axioma comun , valen tanto como suenan . De otro modo seria
preciso decir, que la Iglesia promete una cosa y da otra : lo cual no
haria mucho honor á la Iglesia. Luego si la Cabeza de la Iglesia pro
mete Indulgencia plenaria á los que practican tales y tales obras,
parece que to :los los que las practiquen deben igualmente ganarla.
Es asi que segun tú asientas en la conclusion, aunque la Indulgen
cia sea plenaria y todos hagan todo lo que se manda hacer para ga
narla , no todos la ganan igualmente sinó que unos ganan más y
otros menos: luego ó es falso el sobredicho axioma, ó tu conclusion
no es verdadera .
Respondo que las Indulgencias valen tanto como suenan, siem
pre que concurran las demás cosas necesarias. Una de ellas es el
que haya causa para concederlas, no solo justa y razonable, sinó
tambien proporcionada a la cuantidad de la Indulgencia que se con
cede: de tal suerte que asi como la Indulgencia, aunque sea peque
ña, concedida sin causa legítima nada vale, asi para dar otra In
dulgencia mayor se requiere mayor causa ; y esta tal Indulgencia,
dice Esgambati (2 ), valdrá tanto y nada mas, cuanta fuese la sufi
ciencia de la causa .Mas esta suficiencia se ha de entender, como ya
dije, no solamente de parte del que da la Indulgencia, sinó tambien
de parte del que la recibe. Porque el que la recibe, es preciso que
haga alguna cosa que tenga la debida proporcion con la cuantidad
de la Indulgencia ; de otra suerte no conseguirá toda la Indulgen
cia que se le da, sinó parte de ella segun la proporcion de la obra.
No todos tienen la misma cantidad de deudas que pagar, ni todos
ponen igual esfuerzo para disminuirlas, á las cuales cosas atiende
el Superior que da la Indulgencia. Y asi no es fácil definir, dice
Guillermo Estío (a), en qué grado consista precisamente aquella
proporcion. Ya vimos que San Cipriano rogaba á los Mártires que
en sus memoriales no le pidiesen la Indulgencia, sinó para los que
estuviesen próximos al cumplimiento de sus penitencias: y que los
antiguos Concilios facultaban a los Obispos para que tratasen con
más humanidad é indulgencia á los que mostrasen su conversion
con lágrimas de verdadera penitencia, y con la práctica de las bue
nas obras. De aquí se manifiesta que los que han vivido encenaga
dos en muchísimos y enormísimos crímenes, no alcanzarán luego
por la Indulgencia la remision plenaria de las penas de sus delitos,
[ z] Andres Esgambati en el libro citado, cap. 2.° de las Indu:gencias.- José Angles 50 .
bre el 4.°, part. 2.1 , impresa en Burgos 1585, ari. 2. ° sobre las Indulgencias, dificulta l 4 ."
Castro Palao.
[a ] Estío en el 4. ", dist. 20), 10.- Esgambati en el capítulo citado.
171
á no ser que satisfaciendo antes con otras obras penales ó con ac
tos fervorosos de amor de Dios, se hayan puesto en proporcion de
ganar enteramente la Indulgencia plenaria.
Instarás. Luego la Indulgencia plenaria no vale tanto como
promete, supuesto que no es plenaria para todos. Yo creia que la
ſlamaban plenaria , porque su efecto era remitir enteramente la
pena temporal.
Respondo que la Indulgencia plenaria, cuanto es de parte de
ella y de la intencion del que la concede, vale tanto como promete
ó tiene todo el valor que suena tener: pero por defecto de la dispo
sicion suficiente del que va á recitirla, no se le comunica efectiva
mente todo el valor de ella . La intencion del Sumo Pontífice es que
todos los fieles gocen todo el valor que la Indulgencia promete; mas
esto seentiende bajo de la suposicion de que se proporcionen á to
do ese fruto. Y asi la Indulgencia se llama plenaria, no porque ac
tualmente y siempre perdone toda la pena, sinó porque es capaz
de perdonarla , suponiendo de parte del sugeto la disposicion pro
porcionada;de modo que segun la mayor o menor disposicion del
sugeto, perdona más omenos cantidad de la pena, y en aquellos en
quienes halla disposicion para la remision de toda, la perdona toda.
Pregunto yo, si uno con afecto á un pecado venial hace las diligen
cias para conseguir la Indulgencia plenaria de un Jubileo, ¿ la con
seguirá enteramente reteniendo el afecto al tal pecado? No por
cierto ,meresponderán aun los que siguen la opinion mas benigna;
pues el tal sugeto no tiene toda la disposicion que debe; porque por
más plenaria que sea la Indulgencia, aquel pecado venial á que
tieneafecto, le sirve de impedimento para que la consiga entera
mente. Luego si en este caso la Indulgencia no deja de ser plena
ria, aunque el dicho sugeto no la gane enteramente porque tiene
estorbo, otro tanto respondo yo en la opinion que sigo.
De todo lo dicho se infiere que si hemos pecado gravemente
despues del Bautismo, si hemos vuelto á crucificar al Hijo de Dios
con nuestras culpas y profanado su sangre divina, debemos conver
tirnos a él con todo nuestro corazon, arrepentirnos de veras de nues
tras ingratitudes, manifestar todas nuestras llagas al médico espi
ritual, y sujetarnos con humildad a los rigores de la penitencia. No,
no hagamos las obras satisfactorias con tibieza, con tedio, con una
fria indiferencia, creyendo que basta para quedar convertidos, en
trar en la casa de Dios y llegarse con los demás á la sagrada me
sa, sin practicar otras diligencias. Para salir de nuestra frialdad y
tibieza, es preciso valernos, dice Bosuét, de las poderosas armas de
la oracion, del ayuno, de las limosnas y de las buenas obras, y tra
172
bajar seriamente en el árduo é importante negocio de la salvacion,
y en la duracion permanente de nuestra conversion verdadera. Imi
temos á Santa María Magdalena en amar ardientemente á Jesus,
que tanto nos ama y tan liberalmente nos perdona, hagamos con un
estraordinario fervor lo que toca á su santo servicio , y de este modo
¿ quién duda quenos pondrémos presto en aptitud de lograr ente
ramente la Indulgencia plenaria ?
CUESTION LV.
Si se mandan varias obras para conseguir una Indulgenı ia ple
naria ó Jubileo, ¿será menester para su consecucion hacer
las todas en estado de gracia ?
Aunque ya apunté algo sobre esto en la cuestion trigésima ter
cera, advertencia quinta; sin embargo, habiendo vuelto á leer so
bre esta materia, pondré una conclusion sobre ella. Pero antes su
pongo lo primero con Benedicto XIV (a) y Bonacina, que aunque
es necesario para ganar las Indulgencias estar en gracia, no es ne
cesario adquirirla por la confesion, sinó se declara en la Bula en
que se conceden. Supongo lo segundo, que cuando hablo en esta
cuestion,de las obras hechas en pecado, no comprendo entre ellas
ni la confesion ni la comunion; pues ya dije en la cuestion trigési
ma nona, que el que para ganar una Indulgencia se confesase mal
ó hiciese una comunion sacrílega, aunque al acabar de hacer la úl
tima diligencia se pusiera en gracia de Dios por un acto de perſec
ta contricion, no ganaria la Indulgencia (b ). Esto supuesto,
Respondo que aunque es lo más seguro (c) el empezar por
una buena confesion para hacer en gracia de Dios las otras obras;
sin embargo, segun la opinion más comun (d) basta para ganar la
Indulgencia ó Jubileo, hacer la última obra en estado de gracia,
con tal que se hagan las demás con ánimo penitente .
Lo primero, porque lo que absolutamente se requiere para ga
nar la Indulgencia plenaria, es el que la última obra se haga en gra
cia; pues en aquel instante se ha de percibirel fruto de la Indulgen
cia, y no podria percibirse si el alma estuviera en pecado. Las de
[@] Benedicto XIV en el tomo 13 de sus obras, cuestion canónica 314. – Bonacina, cues
tion 1.6 de las Indulgencias, punto 5.º, propos. 2.*, núm. 5.
[ 0] Viva, cuestion 8.a del Jubileo, art. 4.°
[g] San Carlos en las Actas de la Iglesia de Milan, impresas en Padua 1754, torno 2.º,
part. 7.", pág. 889.
[d ] Así la llama Benedicto XIV en la Bula Inter præteritos ( la 21 del tercer tomo de su
Bulario ), g. 75. - El Cardenal Juan de Torquemada,tomo 5.º de sus obras, impreso en Vene
cia 1578, trat. de la penitencia, &. Item in Levitico, núm . 88. - Charmes, cuestion 4.a de las
Indulgencias, art. 1.:-Flaviano Rici, &c .
173
más obras que se mandan practicar antes de la última, no es preciso
que se hagan en estado de gracia; puesto que no se tienen como mé
rito de condigno para conseguir la Indulgencia, sinó como condicion
y disposicion que manda el que la concede. Y asi como, dice Minde
rér ( e ), las obras sobrenaturales que hace el pecador sin la gracia
santificante le van disponiendo para que la reciba; del mismo mo
do las obras impuestas que hace con ánimo penitente y devoto el
que está en pecado, le van preparando para que consiga la remision
de la pena luego que se le perdone la culpa.
Lo segundo, porque asi es la práctica comun de los fieles que
ordinariamente en tiempo del Jubileo suelen hacer las visitas y los
ayunos antes de confesarse, con el fin de prepararse mejor para el
sacramento de la penitencia, y despues confiesan y comulgan para
conseguir asi con mas certeza la Indulgencia plenaria. Esta cos
tumbre pública de los fieles, como dice Benedicto XIV (Š), es bas
tantemente concedida y no reprobada por el mismo que concede la
Indulgencia , siendo imposible que se persuada el Santo Padre que
las visitas que para conseguir el Jubileo hacen los fieles por trein
ta dias ó por quince interpolados, no las hacen sinó aquellos que se
han puesto antes en gracia .
Lo tercero en fin, porque los Sumos Pontífices algunas veces
prescriben obras que se han de practicar por muchas semanas y
aun por muchos meses, para poder conseguir una Indulgencia ple
naria. Asi Clemente XI ( g) en 1714 concedió una Indulgencia
plenaria, aplicable por los difuntos, á los que por un año entero re
cen todos los dias la Corona de Santa Brígida ( á lo menos de cin
co dieces ), confiesén y comulguen el dia que elijan, y pidan á Dios
por las necesidades comunes de la Iglesia . Benedicto XIV (h) con
cedió otra plenaria en 1743 á los que por un mes continuo acos
tumbren rezar cotidianamente la dicha Corona de Santa Brígida
(bendita por los Padres Superiores de los monasterios del Santísi
mo Salvador, ó por otro que tenga facultad para ello), y confesa
dos y comulgados en el dia que escojan, hagan oracion á Dios por
las mismas necesidades de la Iglesia. Finalmente, en 1736 conce
dió Clemente XII (i) á todos los fieles que al toque de la campana
[e] Minderer, part. 1. de las Indulgencias, núm . 487.
If ] En el mismo g. 75 .
igj Por una Bula que comienza De salute, que es la 72 de la 1.a parte del Bulario de
Clemente XI. — Tambien la trae Minderér, parte 2.a al fin de la confer. 10.
[h] Véanse el R. P. Cádiz en la introduccion al tomo 1.º de sus obras, impreso en Ma.
drid 1796; y el Ferraris en la palabra Indulgencia, art. 6.°, núm . 23; y art. 4.°, núm. 23.
[ i] Por un Breve que empieza Cælestes, y hallarás en la Pastoral 61 de Lambertini; y en
el Directorio Parroquial de José Cantero, al fin .
174
por la nocherecen de rodillas con devocion el Salmo De profun
dis ó un Padre -nuestro y una Ave -María con el verso Requiem
æternam , foc ., en sufragio de las Almas del purgatorio, cien dias
de Indulgencia en cada dia que lo rezaren: y á los que continúen
por un año entero en rezar lo mismo, les concede una Indulgencia
plenaria, con tal que en el dia que eligieren se confiesen, comul
guen, y hagan la oracion sobredicha.
En esta suposicion, ¿quién dirá que no es moralmente imposi
ble que los más de los fieles perseveren por un año entero en gracia
de Dios sin cometer alguna culpa grave, ó que si la cometen salgan
luego de ella en aquelmismo dia , para poder hacer todos los dias
del año en estado de gracia las obras respectivas que diariamente
se les señalan? ¿ Qué importa que los Sumos Pontífices lo deseen,
sinó es fácil que lo consigan ? Oigamos sobre esto al sapientísimo
y prudentísimo Benedicto XIV. " Aunque Nos, dice ( j), háyamos
»deseado con ansia que las visitas de las Iglesias se hagan en esta
»do de gracia, ó despues de una confesion fructuosa, ó por lo menos
"despues de un acto de contricion ; empero considerando que no to
” do lo que deseamos se puede siempre conseguir,y que esmenester
"compadecerse de la fragilidad humana, juzgamos que no deben ser
Mescluidos del fruto de la Indulgencia los que sin haberse antes con
»fesado, empiezan y prosiguen las visitas de las Iglesias, con tal que
cuando acaban la última obra con la que se adquiere la Indulgen
” cia, se hallen en estado de gracia; y con talque se hagan las vi
»sitas con afecto de devocion , y con ánimo de dar culto á Dios."
Ahora bien: si á Bcnedicto XIV le pareció dificil que en tiempo
del Jubileo, que es cuando la gente verdaderamente cristiana sue
le estar más fervorosa, se hicieran en estado de gracia todas las vi
sitas de las Iglesias que solian durar treinta dias, ¿ cuánto más difi
cil será que los fieles a quienes se conceden las Indulgencias plena
rias sobredichas, puedan hacer en estado de gracia las obras que
diariamente se les prescriben por el dilatado tiempo de trescientos
sesenta y cinco dias? Siendo esto moralmente imposible (k), atendi
da la fragilidad humana, es preciso decir que para que las tales In
dulgencias plenarias no se concedan en vano,bastará haceren esta
do de gracia la última obra con que se adquieren, con la condicion de
que si acaso cuando practicas las otras diligencias te hallasen peca
do mortal, las practiques con ánimo penitente y sin afecto al pecado.
Argüirás con Natal Alejandro (I). La piedad de las mismas
[j] En los ff. 76, 73 y 74 de la citada Bula.
Tk ) Biluart, art . 5.º de las Indulgencias ,
ll] En la regla 11 sobre las Indulgencias .
175
obras que se requieren para ganar la Indulgencia, pide que sean
obras vivas como que se hacen en obsequio de Dios.Es asi que no
son vivas las tales obras, pues son hechas por uno que no tiene la
gracia santificante, y de consiguiente es todavia enemigo de Dios
por el pecado: luego son inútiles para ganar la Indulgencia.
Respondo con Benedicto XIV (?!), que las tales obras, aunque
hechas por aquel que no está en gracia, son obras moralmente bue
nas; pues aunque son obras de un enemigo, son de un enemigo que
se apareja y dispone para reconciliarse con Dios. No son obras que
le dan derecho á la vida eterna: pero son obras meritorias de con
gruo é impetratorias, pues provienen de auxilios sobrenaturales, y
se encaminan á aplacar á Dios. De consiguiente, las tales obras si
se juntan con la última que se ha de hacer precisamente en estado
de gracia, no desmerecen que se les apliquen los méritos de Cristo
у de los Santos por medio de las Indulgencias ( m ). Luego para ga
nar las Indulgencias, no se requiere que todas las obras que se man
dan, sean vivas por la gracia; pucs sin ella no dejan de ser obras
buenas, asi como la fe sin la gracia es verdadera fe segun el Con
cilio de Trento ( n ).
CUESTION LVI.
!
180
cieran; supuesto que teniendo ella tanto influjo en las buenas accio
nes de todo el dia, conservaríamos a todas horas la intencion vir
tual que tú juzgas tan necesaria para el logro de las Indulgencias.
Pero si yo conozco que el mismo influjo tiene en las acciones del
dia la intencion particular que la general , pues tan fácilmente se
interrumpe la una como la otra por las varias ocupaciones de la
vida humana; y veo por otra parte que si hago por la mañana la
intencion particular que tú dices , me espongo a dejar deganar otras
varias Indulgencias entre dia por no haber estendido la intencion
á ellas, ¿ por qué he de seguir tu opinion, á la que intentas traer por
fuerza al Cardenal Bona ?
En dos veces que le citas, en ambas tuerces su sentido. En nin
guna de las dos (y aun creo que en ninguna de sus obras) trata la
cuestion presente, y asi no podemos saber cual era su opinion acer
ca de ella. En la primera vez no habla Bona de la intencion gene
ral de ganar Indulgencias que tú repruebas, sinó que tratan
tratando de
la preparacion próxima para rezar el Oficio divino, aconseja á to
dos ( n ) que renueven la intencion actual al principio de cada hora,
y que no se contenten con la virtual. Luego si esta autoridad pro
bara algo contra mí, probaria tambien que para ganar Indulgen
cias no basta la intencion virtual, lo cual es inmediatamente con
tra tí. Bona aconseja la intencionactual para cada hora del Oficio
divino, yo aconsejo la misma para logro de las Indulgencias: pero
de
que aconsejemos uno y otro lo mejor,.ni puede inferirse que yo
soy de sentir que la intencion habitual es insuficiente para ganar
Indulgencias, ni que afirma Bona que no basta la virtual para re
zar el Oficio divino. En la segunda vez que le citas, no infiero yo de
lo que dice Bona, lo mismo que infieres tú. Es cierto que señala en
tre los puntos de la recta intencion la que uno ha de tener de ganar
las Indulgencias que están concedidas á tal obra que va á practi
car. Mas ¿qué mucho que se esplique de ese modo, si va hablando de
aquella obra buena en particular á las que están anexas Indulgen
cias? Si yo hablara á alguno de la Misa del dia de Corpus, no era
mucho que le dijera queentre otras intenciones buenas que podia
tener oyendo aquella Misa, habia de tener tambien la de ganar ta
les y tales Indulgencias que concedieron losPapas a quien la oiga.
" Cuando te pongas á hacer una obra buena, dice este piísimo Carde
”nal (í), procura tener muchísimas intenciones buenas, como la de
"honrar a Dios con aquella obra, hacer su voluntad santísima, imi
"tar á Jesucristo, vencer aquel vicio, conseguir aquella virtud, sa
[n] Suadeo, dice Bona, ut reclæ intentionis actus imitio cujusque officii instauretur.
[ n] En el lugar citado del Relox Ascético.
181
» tisfacer por tus culpas, obedecer al prelado, dar buen ejemplo á
” tus prójimos, socorrer á las Almas del purgatorio, ganar las In
" dulgencias concedidas á la dicha obra , & c ., & c.: porque con una
"obra buena que hagas, teniendo al hacerla diez intenciones rectas,
"podrás merecer tanto como si hicieras diez veces aquella obra sin
" tener tales intenciones ." Lo que dice pues el Cardenal Bona, no
se opone á mi opinion.
Sin embargo, aconsejo a todos los fieles que cuando hagan al
guna obra buena á la que están concedidas Indulgencias, tengan
al mismo tiempo voluntad ó intencion de ganarlas. Mas por cuan
to nuestra memoria es muy fragil, y aunque hagamos con devocion
las obras buenas, unas veces nos olvidarémos de las Indulgencias
al tiempo de hacer la obra buena, y otras ignorarémos que están
concedidas por aquella obra que hacemos, exorto á todos á que lue
go que se levanten por la mañana, ó á lo menos en los domingos,
hagan intencion espresa de ganar todas cuantas Indulgencias pue
dan en las buenas obras de aquel dia ó de aquella semana, y de apli
car tambien las que puedan por las Animas del purgatorio. Asi lo
aconsejan muchos Autores místicos y morales, entre los que he
visto á Nieremberg (o), Arbiol, Sanz Lopez, Joaquin de Alvalate,
y á Manuel Ignacio de la Reguera, consultor de la S. C. de Ritos,
é ilustrador de la Teología Mística de Godinez.
CUESTION LVII.
concesion, podemos ganarlas todas con una sola obra que hagamos:
pues asi lo da á entender bastantemente la fórmula de la concesion.
V. g. A los que teniendo la Bula de la Cruzada visiten cinco Alta
res en cualquier dia en que hay estacion en Roma, y rueguen á Dios
por la union y victoria de los Príncipes cristianos contra los infie
les, se les conceden las Indulgencias de las estaciones.Pues con una
sola vez que los visiten, ganarán todas cuantas Indulgencias esta
cionales haya concedidas en aquel dia, ya sean plenarias ó ya par
ciales, pudiendo aplicarlas por los difuntos.
Respondo lo segundo con Edmundo Voit ( 6 ), Diana у Anto
nio del Espíritu -Santo, que cuando la obra no se puede repetir en
aquel dia, ó no suele volver á hacerse por entonces, podemos ganar
con ella muchas Indulgencias .- La razon es, porque nunca hemos
de presumir de la mente del que concede cualesquiera Indulgen
cias elque quiera que su concesion sefrustre: y se malograria cier
tamente la concesion de muchas, dice Viva (© ), si la obra que se ha
ce una vez y no puede reiterarse, fuera insuficiente para ganarlas.
Infiere de aquí lo primero, que con una comunion que ha
gas (d ), tienes bastante para ganar cuantas Indulgencias haya en
aquel dia en las diversas Iglesias que visitas, haciendo en ellas las
oraciones que se requieren, especialmente si las Indulgencias son
aplicables por los difuntos. Mas esto se entiende cuando las tales
Indulgencias están concedidas por diferentes causas ó motivos.
Lo segundo, que si teniendo la Bula de la Cruzada ayunas la vigilia
ó víspera de Corpus, y pides á Dios por la union y victoria de los
Príncipes cristianos contra los infieles, no solamente ganarás quin
ce años y quince cuarentenas de Indulgencia que se conceden por
la dicha Bula, sinó tambien cien dias concedidos por Martino V, y
otros ciento por Eugenio IV : y si acaso eres cofrade de nuestra Se
ñora de la Merced, puedes ganar otros tres años y tres cuarentenas
de Indulgencia (e).—Lo tercero, que si cuando tocan á las Ave
Marías por la tarde, saludas á la Reina del cielo con las acostum
bradas preces, puedes ganar á un mismo tiempo cien dias de In
dulgencia concedidos por Benedicto XIII, cincuenta dias por Six
to IV ( f ), y si estás en Méjico, otros ochenta dias concedidos por
[ b] Voit en el tomo 2.º de la Teología Moral,núm . 655. - Diana, resolucion 13 y 14 de
las Indulgencias.- Antonio del Espíritu - Santo en la 1.a parte del Directorio de los Regula
res, trat. 2. °, disp. 5.a , sec . 1.2 - Gobát en su Tesoro, part . 1. ' , núin . 210.
( c) Viva, cuestion 8.a del Jubileo , art. 1.º, núm . 5.
( d) Reinfestuel, núm . 51 de la edicion de Amberes 1758.- Leonardo Jansen en el ca
80 102 de la Teología Moral, núm . 10.-- Amórt en la Teología, cuestion 36.- José de Avila.
( e) Mira en el
de Diciembre
tomo 11 del Bulario romano la Bula Exponi nobis de Inocencio XI, 23
1678.
de
[ 1 ] Vadingo en sus Anales al año de 1475, num . 46.
183
el Escelentísimo é Ilustrísimo señor Nuñez de Haro ( %): y si acaso
tienes Corona de Jerusalen (h) ó Medalla romana con Indulgen
cias, otros cien dias: y si al rezar las Ave-Marías pronuncias con
reverencia los sacratisimos nombres de Jesus y de María, ¿ por qué
no has de poder ganar cincuenta dias de Indulgencia por cada vez
que los pronuncies, concedidos por Sixto V (i) y confirmados por
Benedicto XIII ?
Respondo últimamente con Antonio de Córdoba ( j), Enrique
Enriquez y Pablo María Quarti, que tengo por probable que cuan
do varios Pontífices nos conceden muchas Indulgencias parciales
por una misma obra, aunque esta pueda reiterarse, podemos ganar
las todas con una vez que las practiquemos; á no ser que conste otra
cosa de la mente del que las concede.
Pruebo esta conclusion con las razones siguientes:—Primera,
porque para ganar dichas Indulgencias, hacemos al pie de la letra
todo lo que nos mandan los que las conceden . - Segunda, porque
siendo la Indulgencia un beneficio del Príncipe se ha de interpre
tar latamente, siempre que pueda hacerse sin perjudicar á otro. Y
iá quién se sigue perjuicio de que con una obra sola ganemos mu
chas Indulgencias? - Tercera , porque un privilegio no se quita con
otro, ni hay mayor razon para que se ganen las unas Indulgencias,
y no se ganen las otras. - Cuarta, porque con un solo acto puedo
cumplir muchos preceptos, como con un ayuno el precepto de la
témpora, el de la vigilia, y aun el de mi regla:con una vez que re
ce el Oficio divino, satisfago á la obligacion de rezar que tengo con
traida por varios títulos.- Quinta ,porque es casi comun entre los
Espositores de la Bula de la Cruzada (k ), que en aquellos dias de es
tacion en que se saca Alma del purgatorio, con una visita de Alta
rés se ganan dos Indulgencias; una Indulgencia para el que hace
la visita, y otra para aquella Alma del purgatorio que él determi
na. Luego siempre que varios Pontifices nos conceden muchas In
dulgencias parciales por una misma obra,poulrémos ganarlas todas
con una vez que la practiquemos. Y asi, exorto a todas aquellas
[ g] Por su Edicto de 19 de Octubre 1791 sobre las campanas.
[h] Inocencio XI por su Breve Unigenili , que hallarás en la Cronologia de Perusino, to
mo 3.°, part. 1. *, pág. 280.
[!] Véanse los Breves en Amórt, cuestion 47 de la Teología .
[ j] Córdoba, cuestion 32.- Enriquez en el libro de las indulgencias, cap. 17, §. 5.9
Quarti en el tít. 3.º de las Bendiciones, sec . 16, dub . 6. °- Antonio Fernandez de Moure en
el Exámen de la Teología Moral, parte 3. ", f. 8.º de las Indulgencias, núm . 10.-Suma As
tense, Bordonio, Lezana, Grafis, Leandro, Sa.
[k] Los Salmanticenses en el tratado de la Bula, cap. 3. °, núm . 118.- Raimundo Lum.
bier en sus Fragmentos Morales, núm . 1117 , -- Valentin de la Madre de Dios en el Fuero de
la Conciencia, núm. 517. - Mendo, Trullen ,Vidal, Esteva, Manuel Rodriguez, Ibañez de Aoiz,
Belza , Ramos, Grosin, Pedro Catalani, Escobar y Mendoza, José Sanchez de la Parra.
184
personas que acostumbran hacer obras piadosas, como enseñar la
doctrina cristiana ú oir su esplicacion, andar el Via - crucis, hacer
los actos de fe, esperanza y caridad, rezar el Rosario ó la Corona,
visitar aquellas Iglesias á las que están concedidas Indulgencias,
acompañar al Santísimo cuando le llevan en procesion ó á los en
fermos, &c., que tengan intencion de ganar todas cuantas Indulgen
cias estén concedidas a la práctica de tales obras.
Dije en la conclusion: á no ser que constc otra cosa de la men
te del que las concede. Porque como esto pende precisamente de
la intencion del que da las Indulgencias ( 1), si este declarara lo con
trario de lo que yo sigo, debiéramos en ese caso atenernos á su de
claracion .
Todo el argumento de los que llevan la opinion contraria, se
reduce á que la obra buena si se practica una vez sola, no es causa
proporcionada para ganar tantas Indulgencias; y asi es preciso re
petir la obra por cada una de las concesiones. A lo cual
Respondo primeramente con la Glosa ( II) y Martin de Roa,
que para conceder y conseguir Indulgencias, no tanto se ha de mi
rar al tamaño de la obra que se hace para ganarla, cuanto a la
piedad y grandeza de la causa porque se concede. La asistencia á
las puertas de la Basílica de San Pedro de Roma cuando el Papa
bendice solemnemente al pueblo en algunos dias, parece una cau
sa leve para dar Indulgencia plenaria; sin embargo, dice Belarmi
no ( m ),el asistir en aquellas circunstancias, es un medio apto para
confesar públicamente la fe bajo de una cabeza visible de la univer
sal Iglesia, y por consiguiente es causa proporcionada para conce
der Indulgencia plenaria. El que un hombre que tiene de caudal
cuatro milpesos, de dos reales y medio de limosna por una Bula de
la Cruzada, no parece bastante causa para que se le concedan tantas
Indulgencias como en el sumario se dicen: con todo eso, dice Vi
llalobos (n), como la dicha cantidad aunque en sí corta, se junta con
las cantidades que dan otros por la misma Bula, es causa justa y
proporcionada para que se le concedan tantas Indulgencias; pues,
segun afirma Biluart, cuando la Indulgencia se da á muchos, no es
preciso que la obra de cada uno en particular sea proporcionada al
fin de la Indulgencia. Los que dispensan pues tan apreciable teso
[7] Bonacina, punto 5. sobre las Indulgencias, núm. 29. — Eligio Baseo en el tomo 1.º,
palabra Indulgencia , 2.°, núm . 6.
[ ll] Glosa sobre la estravagante Antiquorum.-Roa en el libro de los Cuatro Estados,
cap . 35.
{ m Belarmino en el cap. 12 del lib. 1.º de las Indulgencias . – Tourneli, Minderér.
art.
In
4.0
Enrique de Villalobos en la Suma, part. 1.º, trat. 26, dificultad 8.", núm. 5.-Biluart,
185
ro , si quieren hacerlo con prudencia y fidelidad, han de atender pre
cisamente a todas aquellas circunstancias que por entonces ocurren .
Y por eso vemos que la Iglesia, por una mismacausa absolutamente
tomada, concede unas veces mayor (a) y otras menor Indulgencia.
Habiendo concedido Urbano IV cien dias de Indulgencia á los fie
les que contritos y confesados asistiesen á las vísperas de Corpus
en la Iglesia, Martino V y Eugenio IV concedieron despues por la
dicha obra otros doscientos dias cada uno. Pregunto yo: para ganar
estos quinientos dias de Indulgencia, ¿será preciso asistir á las di
chas vísperas en tres Iglesias? ¿Quién se atreverá á afirmarlo, su
puesto que los Papas no lo dicen ? Luego si en este caso basta asis
tir á vísperas una vez ó en una Iglesia para ganar tantas Indulgen
cias, aunque son tres los que las conceden y aunque la obra puede
reiterarse, ¿ por qué no ha de bastar en otros ?
Respondo lo segundo, que aunque es cierto que ha de haber
proporcion entre la Indulgencia y la obra que se manda para con
seguirla, no es menester que la obra sea real y efectivamente pro
porcionada, sinó que basta que sea tal en el juicio y estimacion del
que la concede, como dice Gerson (o) con los Teólogos. En esta su
posicion, siendo hombres lo que han concedido y conceden actual
mente las Indulgencias, y por consiguiente de diferentes genios y
opiniones, ¿quémucho que lo que á un Papa, lo que á un Obispo le
ha parecido suficiente causa para dar una Indulgencia plenaria, á
otro le haya parecido insuficiente ? ¿Qué muchoqueGregorio XV(p)
en el año de 1621 tuviese por causa proporcionada eldecir: Ben
dita sea la Santa é inmaculada Concepcion de la bienaventura
da Virgen María, para conceder á quien dijese devotamente esta
alabanza en honor de la Virgen la Indulgencia de cien años (No
ta 18 ); y que despues suplicando la Duquesa de Parma á Benedic
to XIV en el año de 1742 que la confirmara, se negase á ello dicien
Nota 18. - El Autor de la Sinopsis (memoria) cronológica de la Vida del Ilmo. y V.e
señor don Pedro de Castro, Arzobispo de Granada y de Sevilla, dice al año de 1622, pág. 111 ,
que la Indulgencia concedida por Gregorio XV fue de cien dias. Pero yo más creo áTeófi
lo Rainaudo que floreció en elmismo siglo en que Gregorio fue Papa, el cual en el tomo 8 .
de sus obras, pág. 334, estampó que la dicha Indulgencia fue de cien años. Lo mismo dicen
Domingo Viva ( 9),Antonio Nadal, Ferraris, Ligorio, y otros; y la prueba de esto es el ha
berse negado Benedicto XIV á confirmarla.
[ ñ] Minderér, part. 1.*, núm. 355.
To Gerson en el Opúsculo de las Indulgencias, consideracion 9. •_Plácido Renz en la
part. 12 de su Teología Especulativa, disp. 5.", cuestion 2.", art. 2.°-Estío en el 4.°, distin
cion 20 , 8. 10.- Filiucio , núm. 116 y 125. - Mastrio.
[ p] 'Véase Minderér, part. 1.", núm . 322 .
(97 Viva en el Apéndice de las Indulgencias, §. ultimo. - Nadal en la 2.a part. de la Ce
testial Conversacion, cap. 7. °, núm . 344.-Ferraris, art. 6.°, núm . 10.- .Ligorio, Glorias de
María, part. 2.", obsequio 9.º á María .
26
186
do que él no intentaba revocar la Indulgencia de su antecesor , pero
que no queria confirmarla porque siendo la Indulgencia grande, era
la causa incongruente y desproporcionada ? Fuera de que la Ígle
sia, como ya he dicho, ha variado mucho sobre el modo de conceder
Indulgencias: las circunstancias de los tiempos la han hecho cono
cer que lo que en unas ocasiones ha sido útil á los fieles, les ha per
judicado en otras. Y por tanto , veneremos siempre las determina
ciones de los Prelados de la Iglesia acerca de las Indulgencias, es
pecialmente las de los SumosPontífices; pues aunque algunavez
parezcanmenos conformes á la prudencia, como no sabemos quécir
cunstancias les ocurrirían, debemos abstenernos de juzgarlas. " En
"todo tiempo presumiré,decia el Ilustrísimo Lepe (r), Obispo de
»Calahorra, que hay causa suficiente para la Indulgencia, sea limi
” tada ó plenaria, y que el Superior en fe de haber causa, la conce
” de: en particular, se debe tener esta ciega y pia credulidad en las
" que concede el Sumo Pontífice, por la asistencia particular del
” Espíritu -Santo á la Santa Sede."
Respondo lo tercero con el insigne Bosuet, que el fervor de
la penitencia y de la caridad es bastante para suplir cualquiera
.
desproporcion que pueda haber entre la Indulgencia y lo que se
manda hacer para ganarla. Este doctísimo Prelado, á quien nadie
se atreverá a tachar de laxo, nos descubre este pensamiento en sus
escritos. En las Instrucciones que dió como pastor celoso á sus ove
jas para el tiempo del Jubileo, haciéndose cargo de la disciplina
antigua y moderna de la Iglesia acerca de las Indulgencias, se es
plica de esta manera: "El espíritu de los antiguos Cánones, y entre
" todos del Concilio de Nicéa, es conceder la Indulgencia á los que
" recompensen con el fervor lo que se haya relajado de la austeridad
" antigua: por consiguiente parece que aun en el dia la intencion
" de la Iglesia es que entren los fieles en este espíritu de fervor,y que
" amen más, cuanto más se les perdona, segun lo dijo Jesucristo por
» su boca. Es verdad que el Concilio de Trento desea que se mode
" ren las Indulgencias, para que no pierda su vigor la disciplina ecle
» siástica; pero no hay cosa mas eficaz para precaver este descae
" cimiento, que hacer entrar á los fieles por medio de las Indulgen
" cias en este espíritu de fervor, tan conforme al Evangelio y á toda
» la antigüedad. —¿De qué sirve oponernos, dice mas adelante este
» sabio , que las penitencias que se exigen para ganar las Indulgen
"cias y Jubileos, son muy ligeras para que se haga una razonable
"compensacion de las penas de la vida futura; pues que tantos gra
[ r] Don Pedro deLepe en la 4. part. de su Catecismo Católico, cap. 11, núm . 23 y 24.
José Cantero en el Directorio Catequistico, tomo 2.º, núm . 471. - Filiucio, núm. 232.
187
» yes Autores,de los cuales algunos (s) fueron elevados a la cátedra
»de San Pedro, han enseñado que las obras penitenciales que se es
»tablecen como materia necesaria para la Indulgencia, aunque
" sean pequeñas en sí mismas, se realzan por elaumento de fervor que
" inspira la Indulgencia á los penitentes, y que acompañadas del
" precio infinito de la sangre de Jesucristo y de los méritos de los
" Santos á favor de la Indulgencia, pueden quedar de tal suerte
" realzadas, que lleguen a producir en sus almas una perfecta purifi
» cacion ?" Luego segun este sabio Prelado y otros que pudiera ale
gar (t), el intenso fervor de la penitenciay del amor de Dios en
el que practica las obras á que están ligadas las Indulgencias, es
suficiente para suplir la falta de proporcion que pueda haber entre
unas y otras. — Véase lo demás que dije en la cuestion LIV.
CUESTION LVIII.
CUESTION LIX.
1
198
dia dos Indulgencias plenarias; la una concedida por Paulo V á los
que habiendo confesado y comulgado hacen la profesion religiosa,
y la otra concedida por Benedicto XIII á los que visitan nuestras
Îglesias.
A la segunda objecion respondo que en las concesiones de In
dulgencias que hace la Iglesia, no hemos de considerar si los suge
tos á quienes las concede tienen ó no alguna pena que se les per
done, sinó que hemos de reflexionar lo que la Iglesia en virtud de
tales gracias les concede o no les concede. Porque si en este mundo
se hallara un hombre tan feliz que por un acto fervorosísimo de con
tricion consiguiera, asi el perdon de todas sus culpas como el de las
penas correspondientes á ellas ( f ), claro está que aụnque la Igle
sia le concediera en un dia dos Indulgencias plenarias, ning!ına de
las dos conseguiria; porque la Indulgencia no puede tener lugar en
donde no hay ninguna pena temporal debida por el pecado. Mas
eso no depende de que sea en un solo dia ó sea en muchos; pues si
en todo un año no tiene algo que se le perdone, en todo él ninguna
Indulgencia conseguirá. Hemos de considerar pues lo que la Igle
sia concede á los fieles, repartiéndoles en un dia dos ó tres Indul
gencias plenarias. Pero ¿qué otra cosa les ha de conceder, sinó el
que consigan dos o tres veces en un dia una total remision de las
penas que corresponden á sus culpas? ¿ Y podrán obtenerla dos ó
tres veces en un dia? Estoy tan lejos de hallar alguna imposibilidad
en eso, que voy á probar al instante que es mas fácil á algunos el
ganar para sí en un dia dos ó tres Indulgencias plenarias, que á
otros el ganar una sola.
Supongo antes , que como ya dejo dicho, es mas dificil que lo
que algunos piensan, conseguir el efecto total de una Indulgencia
plenaria. Es menester para conseguirlo, por una parte hacer al pie
de la letra lo que manda el que la concede; y por otra estar verda
deramente arrepentido, no solo de las culpas mortales, sinó tambien
de todas las veniales sin tener afecto á ninguna. Esto supuesto, hay
algunos entre los cristianos que aunque hacen las diligencias para
ganar una Indulgencia plenaria, no por eso la ganan ; ó porque no
están verdaderamente contritos, ó porque no hacen al pie de la le
tra todas aquellas cosas que manda el que la concede . Hay otros
que ganan la Indulgencia plenaria, pero no la ganan totalmente;
porque conservan el afecto á alguna culpa venial, tienen demasiado
apego á aquella pasioncilla que les domina. Otros habrá que se ar
repentirán por la mañana de todas sus culpas con propósito firme
1 ) Véase la Glosa sobre la estravagante Antiquorum .
199
de emendarse de ellas, y practicando las demas diligencias conse
guirán el total efecto de una Indulgencia plenaria; mas en el dis
curso del dia algunos de estos caerán en pecado mortal, y otros aun
que sean mas cautos cometerán fácilmente alguna culpa venial, de
la que prontamente pedirán á Dios perdon.
Ahora bien: si todos saben que los justos,como dice el Sabio (8),
caen con mucha facilidad en defectos leves, y con la misma facili
dad se levantan de ellos por medio de la penitencia, ¡qué inconve
niente puede haber en que aquellas personas timoratas que consi
guieron por la mañana el total efecto de una Indulgencia plenaria ,
si en el discurso del dia caen en algun pecado (especialmente cuan
do no es mortal ) se levanten de él cuanto antes por un acto de con
tricion , y ganen despues para sí ( h ) otra y otra Indulgencia plena
ria? ¿Quién no conoce que es mucho mas dificil el que los pecado
res envejecidos en sus maldades, dejen de tener afecto á alguna cul
pa aun cuando sea por poco tiempo, que el que las almas justas y
temerosas de Dios caigan en defectos leves, y se levanten de ellos
muchas veces en un dia ? Luego á las almas que procuran adelan
tarse en el camino espiritual, que son las que mas a menudo procu
ran ganar Indulgencias, les es más facil el ganar para sí dos ó tres
plenarias en un dia, que á los pecadores el ganar una sola. Luego
aunque logre yo por la mañana una Indulgencia plenaria, como es
ta no me libra de caer en pecado aquel dia, no me serán supérfluas
la segunda ni la tercera, supuesto que puedo ganarlas. Además
que podré ganar una plenaria para mí, y otras muchas para las
Animas del purgatorio si son aplicables por ellas..
CUESTION LXI .
CUESTION LXIII.
( 8) Suarez en el lugar citado . - Ferraris, palabra Indulgencia, art. 4.', núm . 8, sexid.
Kacembergér, núm. 77.- TomásRotario en el tomo 3.º de la Teología de los Regulares, li.
bro 2.º, cap. 2.°, punto 2.º, núm . 14.-Estracio en la3.a parte del Espejo Carmelitano,núme
ro 1907 y 1928. - Bernardo de Hoces sobre la prop. 37 de Alejandro VII desde el núm. 8.
Buen - Tiempo en la cuestion 11 de las Indulgencias, núm. 76 .
(h ) Quòd si hac vice non discésseris, reservo tibi hanc gratiam usque ad extremum mortis
tuæ articulum.- Véase Tellado en su Prontuario, cap . 4.° 4.4.°, núm. 131 .
( i) Kacemberger en los núm . 112 y 113 de las Indulgencias.
215
te, y de lasotras opinan varios ( j) que entran en la revocacion de
Paulo V. Es tambien más favorable, pues no necesitan de aplica
cion y puede ganarse sin que haya Sacerdote que la aplique, con tal
que el enfermo, confesado y comulgado si pudiere, y sinó á lo menos
contrito, invoque devotamente el santísimo Nombre de Jesus.
Me dirán que Eugenio IV declaró que la Indulgencia plena
ria que nos concedia para el artículo de la muerte, se habia de re
servar siempre para el artículo verdadero de ella.
Respondo lo primero que esa tal vez seria la causa de que se
imprimiera en nuestro Breviario la sobredicha cláusula.
Respondo lo segundo que si Eugenio IV puso la tal restric
cion, otros Papas que fueron posteriores á él, como Nicolao V (K)
y Sixto IV, la quitaron. Y si ellos la quitaron, ¿ por qué la hemos de
poner nosotros ?
Finalmente, la tercera súplica hago á los Ilustrísimos señores
Obispos y Arzobispos, rogándoles por las entrañas de nuestro Re
dentor Jesucristo, que se dignen de leer con reflexion la Bula de Be
nedicto XIV: Pia Mater, que es la trigésima cuarta en el tomo se
gundo de su Bulario, para que empapados en su saludable doctrina
repartan con liberalidad á sus diocesanos moribundos, sin olvidarse
de los más pobres y desvalidos, el infinito é inagotable tesoro de las
Indulgencias, ya por sí mismos, ya por los Confesores que deleguen.
CUESTION LXIV .
CUESTION LXVI.
que escribió .
Respondo ¡qué honor para Santo Tomás, considerarle como
en ayunas de la historia! Pues qué, pregunto yo, ¿no leeria el An 1
En el prólogo, . Acerca..... donde dice la variedad, lee variedad quitando el artículo la.
Página 3, línea 3, dice auxilios con x, lee ausilios con s.-Y lo mismo en la Nota 1.2
que está en la misma página.
Pág. 10, en la cita [d], dice disposicion , lee disputa.
Pág. 18, en la cita [1], dice Papas toledanos, lee Padres toledanos.
En la misma pág. y cita , dice antiguos Papas, lee antiguos Padres.
Pág. 18, en la cita [u], dice causéla, Ice cautela.
Pág. 51, lín. 34, dice a los primero, lee á lo primero.
Pág. 56, lín. 22, dice que en la última, lee que la última.
Pág. 132, lín. 27, dice de aquí es por mas, lee de aquí es que por mas.
Pág. 152, lín. 34, dice ó haciendo, lee ó haciéndolo .
Pág. 173, lín. 16, dice concedida, lee conocida .
Pág. 180, lín. 23 ,dice para logro, lee para el logro.
Pág. 210, lín . dice se imprime, muchas veces, lee se imprime, muchas veces suele.
Pág. 225, lín. 15, dice condenacion, lee condonacion.
Pág. 228, lín. 31, dice quitándose, lee quitádose.
Pág. 229, lín . dice no es mas útil, lee ino es mas útil .
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1
看
1
TRATADO
DE LAS
TOMO SEGUNDO
HABANA: 1840 .
1
PRÓLOGO.
Desde el año de 1833 me deparó Dios una preciosa obra en
toscano, impresa en Roma en 1818 con aprobacion de la S. Con
gregacion de Indulgencias al principio y al fin de la obra. Se inti
tula: Raccolta, ó Coleccion de Oraciones y Obras Piadosas, por
las cuales los Sumos Pontifices han concedido Indulgencias; y
en estos dias me acaban de regalar la séptima edicion de la mis
ma obra, impresa tambien en Roma en 1831. Hay en ella muchí
simas Indulgencias concedidas por los Pontífices Pio VI, Pio VII
y Leon XII, que hasta ahora bien poco se han estendido por la Es
paña y por las Américas. Por tanto, he procurado tomar de la di
cha obra muchas Indulgencias, é insertarlas en este tomo, para
utilidad de las almas. Hay Indulgencias concedidas en honor de la
Santísima Trinidad y de nuestro Señor Jesucristo, en alabanza de
la Vírgen María y de su esposo San José, en reverencia de los An
geles y de los Santos. Las hay por tener oracion mental,por visi
tarlos altares en dia de Estacion de Roma, por rezar el Rosario y
la Letanía, y por hacer los actos de fe, esperanza y caridad. Tam
bien las hay por andar el Viacrucis, por asistir á las misiones y á
la esplicacion de la doctrina cristiana, por invocar á Jesus y Ma
ría, por besar el hábito de los religiosos, por rezar por los fieles di
funtos y por losagonizantes &c., &c. De manera, que así como en
un jardin hay diversidad de flores que recrean la vista y el olfato
de los que entran en él, así en este libro hay variedad de oraciones
con Indulgencias,que recrearán á tu alma y á las almas que estan
en el purgatorio si les aplicas alguna Indulgencia, como puedes ha
cerlo fácilmente. ¡Oh, si supieras cuales son las penas delpurgato
rio, como les grangearías los tesoros espirituales de Indulgencias
que te ofrece la Iglesia! Tal vez estarán alli abrasándose tu padre ,
tu madre, tus hermanos y amigos, y pudiendo tu sacarlos de aque
llas penas con Indulgencias y otrossufragios, ¿ tendrás el corazon
tan duro que te descuides de hacerlo? Acuérdate de aquella senten
cia de Jesucristo: "Con la misma medida con que midiéreis á vues
" tros prójimos, se os há de medir á vosotros . " Si tú ahora usas de mi
sericordia con los pobres y con las almas del purgatorio, esperaque
Dios ha de usar de ella contigo; mas si tú ahora fueres cruel é in #
[b] Próspero Lambertini del Sínodo diocesano, tomo 2.º, lib. 13, cap .18, núm . 4 y 5.
[c] En el tomo 4.º, lib. 7.°, cap. 1.º-Advierte que el tratado de Tiers sobre las supersticio
nes, se prohibió por la S. C. del Indice por un decreto de 10 de Mayo 1757, y por otro de
12 de Marzo 1703. Véase el tono 4.º de la Cronología seráfica, pág. 247,
3
Para prueba de esta conclusion debia bastar á cada uno, dice
Lambertini (d), la autoridad de la Iglesia, que ha concedido que
un hecho tan célebre, y un beneficio tan insigne se inserten y re
fieran en las lecciones del Breviario romano - seráfico ( Véase la
nota 1.") en el dia 2 de Agosto en que se celebra la fiesta de la De
dicacion de la Iglesia de Santa María de los Angeles de Porciúncu
la: siendo manifiesto a todos con cuanta cautela, con cuanta dili
gencia y circunspeccion procede ella en estas materias. Mas por
cuanto Tiers y otros críticos de su calaña se desentienden de esta
prueba y desean otras, voy a dárselas al instante, supuesto que las
hay con abundancia.
Pruebas del siglo XIII,en el que se concedió la Indulgen
cia. - 1. En el año de 1277(e) el Beato fray Benito de Arezo, que
fué discípulo de San Francisco, y su paisano el Beato fray Ray
nerio, dequien rezamos el dia 5 de Noviembre, dieron fé y testimo
nio delante de muchos testigos, de haber oido varias veces á fray
Maseo de Marignano de que habia acompañado á San Francisco
cuando fué á Perusa á pedir la Indulgencia al Papa Honorio, y se la
concedió. El erudito Esteban Balucio halló este precioso monumen
to en un códice manuscrito de la célebre biblioteca Colbertina, y lo
dió á luz en el libro 4.º de sus Misceláneas. Otro ejemplar del mis
mo instrumento publicó en el año de 1761 el clarisimo Arzobispo
Juan Domingo Mansi, habiéndole tomado de un códice manuscrito
del siglo XIV que halló en una biblioteca de Luca. Vadingo im
primió otro ejemplar en sus Anales al año de 1277: y otro finalmen
te Suiskeno, uno de los Bolandos, el dia 4 de Octubre en la vida
de San Francisco (f ).
2. - Por elmismo tiempo Pedro Calfáno, á quien otros llaman
Zalfano, natural de Asís, dió tambien testimonio de que habia asis
tido él mismo á la consagracion de la Iglesia de Santa María de
los Angeles, y que entonces habia oido á San Francisco predi
car la Indulgencia de Porciúncula delante de siete Obispos. Los
Bolandos citan tres ejemplares del referido testimonio: uno que
halló Balucio en la biblioteca de Colbért, otro que tomó el Ilustrí
Nota 1." — Se pusieron estas lecciones en dicho Breviario en el siglo XVI, luego que
San Pio V en el año de 1568 reformó el Breviario romano . Octavio de San Francisco, Obis
po de Asís, afirma que tuvo un Breviario franciscano impreso en Venecia en 1586, en el que
vió ya en la fiesta de la Dedicacion de Santa María de los Angeles las mismas lecciones
que tenemos hoy. Véase su Demostracion Cronológica de la Indulgencia de Porciúncula,
impresa en Luca 1726, §. 3. °
[a ] En la Disquisicion que hizo sobre la Indulgencia de Porciúncula, f. 1, núm. 5 y 6.-
Heleido este opúsculo en el tomo 15 de sus obras.-- [e] Véase la Historia de la Indulgencia
de Porciúncula por el P. Flaminio MaríaAníbal de Látera, cap.5.', núm . 3;y cap. 8.°, núm . 8.
-[f] Véanse tambien los Bolandos en la vida del Beato Benito, dia 31 de Agosto.
4
simo Mansi de la de Luca, y otro que vieron ellos mismos auten
ticado, y publicaron en el dia 4 de Octubre.
3.2.– En los mismos Bolandos (g) y en Vadingo puede leer el
que quiera los testimonios que dieron sobre esta Îndulgencia de
Porciúncula el Beato Francisco de Fabriano (de quien reza la re
ligion seráfica el dia 14 de Mayo); fray Angel de Perusa, Ministro
de la provincia de San Francisco ; Miguel Bernardi, ciudadano de
Asís; el Beato Juan de Alverna, que compuso el prefacio de la mi
sa de San Francisco; fray Ubertino de Casali, célebre en piedad
y doctrina; y la Beata Angela de Foliño, de quien rezamos el dia 30
de Marzo: todos los cuales florecieron en este siglo.
Pruebas del siglo XIV . - 1.a Por los años de 1308 (h ) fué
Obispo de Asís Teobaldo, quien para refrenar la audacia de algu
nos malévolos, que movidos ó de los zelos de la envidia, ó acaso de
la ignorancia, se oponian con obstinacion á la Indulgencia de Por
ciúncula, dió acerca de ella sus Letras testimoniales, cuyo original
segun los Bolandos se guarda en el archivo de los Menores Con
ventuales de Bolonia. Los mismos Bolandistas tuvieron una copia
legalizada, y escribieron un trasunto de ella. Y otracopia sacada
del mismo original, he leido yoen las notas (i) que dió á luz sobre
la vida de San Antonio de Padua fray Antonio María Azoguidi,
de los Menores Conventuales de San Francisco, y bibliotecario de
su convento de Bolonia .
2.–Por la misma causa Conrado, Obispo de Asís, dió en el
año de 1335 sus Letras testimoniales, que contienen difusamente la
historia de la misma Indulgencia. Este diploma de Conrado, y el
testimonio del Beato Benito de Arezo, dice Lambertini ( j ) que se
guardan en el archivo público de la ciudad de Asís,que se presenta
ron en forma auténtica a la S. C. del Santo Oficio, y que se dieron
á luz en Foliño en 1690. Los Bolandos tuvieron en su poder una
copia autenticada de las Letras testimoniales de Conrado, y ponen
un traslado de ellas en dicho dia. Otro he visto en Honorio Maren
tini de Suma - Ripa en la obra que intituló: Verdad de la Indul
gencia de Porciúncula (k), impresa en Venecia 1760; y otro final
mente en la Demostracion Cronológica de la referida Indulgen
[ 8] Los Bolandos el dia 4 de Octubre, en la3.a parte de los fragmentos sobre la vida de
San Francisco .-- Vadingo en sus Anales al año 1277, núm . 17, & c.- [h] Vadingo al año 1223,
núm. 2.- Flaminio de Látera, cap. 5.°, núm . 4 y 6.-[i] En la nota 23.- Se hallan estas no
tas en los Sermones que escribió San Antonio sobre los Salmos, y dió á luz el dicho P. Azo .
guidi en dos tomos impresos en Bolonia 1757. Alprincipio del primer tomo está la vida del
Santo, y despues las notas. Los he visto en San Fernando.- ( ) En la citada Disquisicion
sobre la Indulgencia, núm. 8 y 9.- [k] Marentini en el núm . 1 del Registro.
5
cia ( I) que hizo Octavio de San Francisco, sucesor de Conrado en
el obispado de Asís.
3. —Diez años antes que Conrado habia escrito con mucha
estension sobre la misma Indulgencia el P. Minorita fray Francis
co Bartoli, natural de Asís. Su manucristo se conserva en el ar
chivo del convento de los Menores Conventuales de dicha ciudad.
Véanse los Bolandos en el citado dia, y el P. Flaminio de Látera
en la historia que escribió de la referida Indulgencia ( ll).
4 .'— Por los añosde 1385 escribió fray Bartolomé de Pisa su
libro de las Conformidades de San Francisco con Cristo , que fué
aprobado, como dice Lambertini (m), en el capítulo general de mi
órden, celebrado en el año de 1399. El curioso podrá ver en los
Bolandos (n) y en Marentini lo que escribió Pisa acerca de esta
Indulgencia .
5.1_En el año de 1373 murió Santa Brígida, princesa de Sue
cia, que fué célebre por sus revelaciones. En una de ellas (ñ) ha
bla de San Francisco de Asís, y de la Indulgencia que Cristo le
concedió para todos.
Pruebas del siglo XV. - 1.a En 1459murió San Antonino de
Florencia, ornamento insigne del orden de Predicadores. En su
tercera Parte Historial (o) nos dice de esta manera : " En el año
" de 1223, por el mes de Enero alcanzó San Francisco primera
"mente de Dios, por los ruegos de su Madre María, y despues de
" su Vicario Honorio III, Indulgencia plenaria de los pecados en
"cada año para todos los que llegasen á la Iglesia de Santa María
” de los Angeles el dia 1.° de Agosto, y que durase por un dia na
” tural con su noche, comenzando desde las segundas vísperas de
"aquel dia hasta las vísperas del dia siguiente, en el cual fué con
"sagrada aquella Iglesia por siete Obispos de órden del señor Pa
”pa, y publicada la dicha Indulgencia.
2.1. – Florecieron tambien en este siglo dos astros de los mas
brillantesde mi órden , San Bernardino de Sena ,y su discípulo San
Juan de Capistrano. El primero, que murió en 1444, fué á Por
ciúncula algunos años ( p) á ganar la Indulgencia plenaria, habló
en alabanza de ella en sus sermones (9), y exortó á sus oyentes á
que se dispusiesen para ir á ganarla. - Elsegundo, que fué Vicario
( 1) En el 8.5.º, en el cual se hallan las notas que piiso Octavio al diploma
de Conrado.
[77 Cap. 5.°, núm. 4 .- [m ] Lambertini en el núm . 10 de la Disquisicion .- {n } Log Bolandos
en el . 9.º ;y Marentini desde el núm .2 de laDisertacion1." - [n]Cap. 90 de las Revelacio.
nes Estravagantes.- [0] En el tít. 24, cap. 7.°, 4. 4 .'— [p ] LosBolandos, núm. 201. - Vadin .
go. Bernabéo, contemporáneo del Santo.- [9] San Bernardino en el sermon de la Santísi.
ma Trinidad, art. 3.°,cap. 2.°; y en otro que citan los Bolandos en el tomo 2 de Octubre,
pág. 917 de la edicion de Ambéres 1768.
6
[ e]. En la obra de la Canonizacion, lib. 4 °, part. 29, cap. 17, núm . 2.- { f } Juan Bau
tista Solerio en el prólogo á la nueva edicion del Martirologio de Usuardo, hecha en Ambé.
res 1714.- Juan Gráncolas, Moreri,Lambertini.- ( g) En la Bula 54 del 2. tomo de su Bu
Jario, núm . 2 .- [h ] Los Bolandos alprincipio del dia 2 de Agosto ;y en el Martirologio de
Usuardo, añadido. – Vadingo al año de 1223.
11
Respondo que viendo Gregorio XIII, despues de la mitad del
siglo XVI, que se habian multiplicado los Martirologios, y que no
estaban exentos de algunos yerros, ya por inadvertencia de los
escritores, y ya por descuido de los que los imprimian, dió comi
sion á una junta de siete sabios, que fueron Silvio Antoniano, Luis
de 'Torres, Belarmino, Baronio,Juan Bautista Bandini, Miguel
Gislerio y Bartolomé Gavanto (Nota 3."), de que corrigiesen un
Martirologio. Echaron estos mano del que compuso Usuardo, te
niendo a lavista para reformarle otros varios Martirologios. En
tiempo de Urbano VIII y por su órden se corrigió el Martirologio
romano segunda vez; y la tercera en 1748 por Benedicto XIV .
Ahora bien: si la Iglesia en ninguna de estas tres ocasiones ha
puesto en el Martirologio romano la historia de la Indulgencia de
Porciúncula como es evidente, ¿ por qué Tiers nos echa en cara
que ya no se encuentra allí? ¿se podrá quitar una cosa de algun
lugar, si nunca se puso en él? ¿No sabe este Doctor parisienseque
desde que se corrigió la primera vez el Martirologio romano, man
dó Gregorio XIII (i) que las órdenes regulares que tuvieren al
gunos Santos ó particulares oficios, como sucede á casi todas, no
los ingieran en él, sinó que los tengan aparte en sus propiosMar
tirologios? ¿Ignora que la Dedicacion de la Iglesia de Santa María
de los Angeles de Porciúncula, en la que se hace mencion de esta
Indulgencia, ha sido tan peculiar de la religion seráfica que se ha
gloriado siempre en ella como en uno de sus blasones mas gloriosos?
Pues abra los Martirologios de toda la familia Franciscana, re
gistre el de los Menores Observantes, el de los Conventuales у el
de los Capuchinos, lea sus Breviarios (que están aprobados por la
Iglesia, como lo están el Breviario y Martirologio romanos) y ha
llará en todos ellos, que desde tiempo inmemorial la concedieron los
Papas esta fiesta en memoria de tan insigne beneficio, dice Lam
bertini ( j ); y que desde entónces hasta el dia de hoy, lejos de dis
minuirla los Pontífices, la han dado nuevo realçe. ( Nota 4.")
Nota3. Estos mismos corrigieron despues el Breviario romano en tiempo de Cle
mente VIII.
Nota 4.* En el Oficio de nuestro P. San Francisco, aprobado primeramente por la S.C.
de Ritosydespues porPio VI,hayen el Himnode Laudesasi:(que se compone de versos sáfi
cos y adónicos) una estrofa que hablando del Santo, dice
Obtinet lapsis précibus Maria,
Ejus in templo vénian lucrandam
Mensis Augusti redeunte claro
Orbe quotannis.
( i) Por suBula Emendato jam Kalendario de 14 de Enero 1584, que hallarás alprinci.
pio del Martirologio romano. - 1, Lambertini en la Disquisicion citada, núm. 6 y 23.- Los
Bolandos.
12
Mas dado y no concedido que la historia de la Indulgencia de
Porciúncula hubiera estado, antes en el Martirologio romano, y
ahora no estuviera, ¿se seguiria de aqui precisamente que ella era
falsa é incierta, como arguye Tiers? No por cierto. Prueba de ello
es, que habiéndose quitado á San Siricio Papa del Martirologio
romano en la primera correccion y aun en la segunda, Benedic
to XIV, que antes de ser Sumo Pontífice habia trabajado mucho
sobre la causa del Santo, mandó volver á ponerle en la tercera el
dia 26 de Noviembre. Los motivos que tuvo este sabio Pontífice
para hacerlo, puede verlos el curioso en su Bula citada desde el
número 49 hasta el último. Luego aunque la historia de la Indul
gencia de Porciúncula hubiera estado antes en el Martirologio ro
mano y ahora no estuviera, no era señal indefectible de que ella
era falsa ó incierta. Pues ¿ cuánto menos lo será perseverando des
. de tiempo inmemorial hasta ahora en el Martirologio romano -se
ráfico, sin que jamás se haya quitado de él?
" ¿ Y cómo es, dice el Cura de Vibrai, que no sintió bien de la
» Indulgencia de Porciúncula Bonifacio, Cardenal de Amanatis,
"pues escribió contra ella en el año de 1388 ?»
Respondo lo primero, que segun dicen Marentini ( k ) y Fla
minio de Látera, Bonifacio, á quienunos llaman Cardenal de Ama
natis y otros de Vitalinis, confiesa ( 1 ) que él mismo habia ido
á Asís en tiempo de la Indulgencia en 1368 (veinte años an
tes que escribiera contra ella ); y que con ánimo de ganarla, tanto
para sí como para sus difuntos, habia repetido devotamente sus en
tradas en la Iglesia de Porciúncula. Por lo cual la duda o incerti
dumbre de Bonifacio no era, dice Marentini (!?), sobre la verdad
de la Indulgencia, sinó sobre la gracia verdaderamente singular
que depende principalmente de la aceptacion divina, y que espera
ban los pueblos que podia conseguirse para las ánimas del purga
torio con la repeticion de las diligencias. En una palabra, estaba
dudoso sobre cuántas almas habria él mismo sacado del purgato
rio por sus repetidas entradas en la Iglesia de Porciúncula, si era
verdad lo que se decia sobre el toties quoties de aquella Indul
gencia. Y si esta respuesta no satisface á Tiers,
Respondo lo segundo, que Bonifacio de Amanatis, natural de
Pistoya, de quien nos dice Tiers que escribió contra la Indulgen
[k] Honorio Marentini en la obra citada, núm . 44, $. 2 .'_ Flaminio de Látera en la his
toria de la Indulgencia de Porciúncula, cap. 2. °, núm . 8.— Pero este escritor padece una
equivocacion ; pues dice que habia ido Amanatis á Asís en busca de la Indulgencia el año
de 1458.- [?] Véanse en los lugares citados Marentini y Látera. Este dice que Amanatis
hace esta confesion en su vida. - [ll ] Marentini en el núm. 24.
13
cia de Porciúncula, nofué Cardenal verdadero y legítimo como él
supone con la buena fé que acostumbra, sinó falso y cismático,
electo por el Antipapa Pedro de Luna, que se intituló Benedic
to XIII ( m ), en cuya obediencia murió, segun Moreri, en el año
de 1399. Esto supuesto, ¿será digno de crédito en materia de Indul
gencias un hombre cismático que se aparta de la cabeza legítima
de la Iglesia y muere en su desobediencia ? ¿ No confiesa Amanatis
que habia ido en otro tiempo á la Iglesia de Santa María de los
Angeles á ganar esta Indulgencia, yque habia hecho las debidas
diligencias para conseguirla ? Pues ¿ cómo despues de una confesion
taningenua habla de ella como de una cosa incierta, y la coloca
entre los abusos que solian practicar los cuestores ? ¿ Quién sabe si
el cisma en que se metió, fué tal vez la causa de que se deslizara
en tales espresiones ? Mas para que se vea que este Anticardenal
no es digno de que se le crea en lo que habla contra la Indulgen
cia de Porciúncula , pondré á la vista el aprecio con que la mira
ban los verdaderos Papas y Cardenales en el mismo siglo XIV en
que escribió. Bonifacio VIII, que vivió a principios de este siglo,
despachó sus legados, dice Victoreli (n ), á la Iglesia de Santa Ma
ría de los Angeles, para que el dia 2 de Agosto predicasen de su
parte á los pueblos sobre la dicha Indulgencia . Gregorio XI escri
bió, dicen los Bolandos (ñ), en 1372 una carta desde Aviñon á to
dos los prelados del orden de los Menores, pidiendo misioneros pa
ra la Bosnia; ý en ella les hace honorífica mencion de la Indulgen
cia de Porciúncula. Clemente V (0) preguntado, despues que es
pidió su Decretal contra los abusos delos cuestores, qué sentia de
la Indulgencia de Porciúncula, respondió: Nos no ponemos en ella
nuestra boca. Lo mismo respondieron , dice Vadingo,Juan XXII
en el año de 1320 y su inmediato sucesor Benedicto XII. El últi
mo Papa de este siglo, que fué Bonifacio IX, concedió ( p) la In
dulgencia plenaria de Porciúncula á los fieles que penitentes y
confesados visitasen el dia de la Epifanía la Iglesia de Colonia, en
la que descansan los cuerpos de los tres Reyes Magos; y otra en
los mismos términos á los Cofrades de la Cinta, en la fiesta de la
Natividad de la Vírgen. Y finalmente, segun escribe Conrado, Obis
po de Asís, al fin de su diploma por los años de 1335 venian tam
[m] Véanse Agustin Oldoino en la Historia Pontificia de Chacon, tomo 2.º, en la 3 !
creacion de este Antipapa;y Moreri en la palab.Cardenal, 3.a promocion de Benedicto XIII.
-[n] Andres Victoreli en la misma Historia Pontificia de Chacon, tomo 2.º, en la vida de
este Papa.- Los Bolandos8.1,0 y 2.° - [ñ ] Los Bolandos en el núm . 85 de dichos fragmentos.
-Vadingo trae dicha carta al año 1372, núm. 32.-[0] Los Bolandos núm . 89. – Vadingo al
año 1223, núm. 4.-El Ilustrísimo Cornejo, cap. 25.- ( p] Hermano Crombác en la vida de
los tres Reyes Magos, pág. 830. - Clemente X en la Bula Ex injuncto.
14
bien á Asís á ganar la Indulgencia de Porciúncula algunos Carde
nales que la autorizaban mas con su presencia. ¿Quién pues cree
rá mas bien á un cismático y Anticardenal, que á tantos verdade
ros Papas y Cardenales? Solo Tiers.
Acerca del segundo argumento, convengodesde luego con el
arguyente en que segun los testimonios de los Papas, y de los mas
célebres Teólogos yCanonistas (9), para que seaválida y lícita la
concesion de las Indulgencias, es preciso que haya alguna causa
justa y razonable; porque no siendo, como dije en la cuestion 21 del
tomo primero, ni los Papas ni los Obispos señores del tesoro de la
Iglesia, sinó dispensadores de él, deben distribuirlo fielmente segun
la intencion deJesucristo. Pero ¿qué Pontífice, qué Teólogo, qué
Canonista nos ha dicho hasta ahora que la causa para la distribu
cion de todas las Indulgencias ha de mirar necesariamente al
bien público de los estados, y que en no distribuyéndolas así, no son
buenas ni valederas? Solamente Tiers (Nota 5.“), el cual en sus
argumentos escribe mentiras y verdades con el fin de alucinar á
los simples.Este Doctor de la Sorbona no se detendrá en decir, se
gun los principios que asienta, que de nada sirve una infinidad de
Indulgencias que la Iglesia Madre compasiva suele repartir á sus
hijos; puesto que las tales concesiones no miran de modo alguno al
bien público de los estados. Pero ¿qué importa? Con tal que éleche
por tierra la Indulgencia de Porciúncula, no le dará mucho cui
dado que de su doctrina salgan consecuencias que inmediatamente
se oponen á la práctica comun de la Iglesia. ¡Gran Dios! Cuando
tantos Soberanos Pontífices miraron con el mayor respeto á esta
Indulgencia, como concedida por vuestro Santísimo Hijo á San
Francisco, este crítico es tan osado que se atreve á decir, que ni
Jesucristo, ni Honorio III refieren en ella las condiciones que á
él se le antojan para que sea válida. ¿Pues qué, Jesucristo no es
dueño absoluto de sus dones, y los puede distribuir a quien quiere
y del modo que quiere? A su Vicario Honorio III ¿no le bastaba
para conceder o confirmar la Indulgencia el entender que esa era
la voluntad de Dios? Asi el uno como el otro idejarian de buscar
en ella la gloria de Dios y la utilidad de la Iglesia, que segun los
Doctores Angélico (r) y Seráfico son causas suficientes para con
ceder Indulgencias ?
Nota 59 Véase lo que dije de Domingo Soto en el tomo 1.", cuestion21, conclusion 3
[9] Habert, Biluart, Suarez, Esmalgrueber.— [r] Santo Tomas en el Suplemento de la
39 parte, cuest. 25, art. 2. °-San Buenaventura en el 4.°, dist. 20, part. 29, art. 1.", cuest. 49
Silvestre Mozolino ó dePrierio en la Suma, palab. Indulgencia . - Beato Angel de Clava.
sio, Bonacina, Giribaldo, Minderér.
15
Al tercer argumento respondo que confesamos lisamente los
Franciscanos que no tenemos Bula alguna de Honorio III que au
torice esta Indulgencia. La causa es el no haberla querido el Se
ráfico Patriarca San Francisco, que lleno de fé y de candor le dijo
al Papa que tenia bastante con su palabra; y que siendo aquella
Indulgencia obra de Dios, corria por su cuenta elpublicarla . Ca.
recemos asimismo de aquellas cartas que escribió Honorio III a
los siete Obispos (Nota 6."), para que consagraran la Iglesia de
Porciúncula y publicaran allila Indulgencia.Pero ¿qué se infiere
de aqui? ¿que no es cierta la Indulgencia de Porciúncula ? ¡Arrojo
temerario!pues hay tantas pruebas para justificarla. ¿ No sabe Tiers
que un hecho público se puede probar de varios modos? ¿Quiere
testigos de vista? Pues ya le pongo delante á Pedro Calfáno, no
ble patricio de Asís, que dió testimonio de haber estado presente
á la publicacion de la Indulgencia que hizo San Francisco delante
de siete Obispos. ¿Quiere testigos de oidas ? Pues ya le presento
á un discípulo de San Francisco, el Beato Benito de Arezo, cuya
vida traen los Bolandos el dia 31 de Agosto, y á su compañero el
Beato Raynerio, insigne en virtudes y milagros ( s):los cuales
en 1277 dieron testimonio público de haber oido á fray Maséo, disa
cípulo tambien de San Francisco, de que habia acompañado al
Santo cuando fué á Perusa á pedir al Papa la Indulgencia, y se la
concedió. Si Tiers aun no da crédito á los dichos testigos, cuyas
deposiciones dió á luz su paisano y contemporáneo Esteban Balu
cio, puede ver los testimonios que dieron de ella en el mismo si
glo XIII y en el siguiente varios personages íntegros, veraces, sa
bios, ilustres en santidad y milagros, testigos en fin de quienes di
ce el célebre Melchor Cano ( t) que es una temeridad y un desacato
el no creerlos. Si recusa á los religiosos porque para él tienen el
delito de serlo, admita los testimonios de los Obispos y de los ciu
dadanos de Asís. No crea mas al Anticardenal de Amanatis, que
á tantos verdaderos Papas (u ) comohan hablado deesta Indulgen
cia, y á tantos testigos abonados como he referido en mis pruebas.
Nota 6.a Aun existen, dice Albáno Bútler (v), crítico juicioso de nuestros dias, siete cer .
tificados auténticos de aquellos siete Obispos que fueron por ordende Honorio á publicar la
Indulgencia. De buena gana pondria yo aqui una copia de ellos, si los hubiera encontrado;
pero no he tenido esa dicha . - He leido los nombres de los siete Obispos en Octavio de San
Francisco, pág. 106 de su Demostracion Cronológica. (Véase el Diario Histórico del P.
Fuente, dia 1.º de Agosto, núm . 24.)
[ s ] Vadingo al año de 1304, núm . 12. - Los Bolandos en el núm. 50 de los fragmen .
tos .-(i) Cano en el lib. 11 de los lugares Teológicos, cap. 6.° Prima.— (u) Alejandro IV, que
murió en el año de 1261, hace espresamencion de esta Indulgencia en una Bula que em
pieza Benigna, y está dirigida a todos los Patriarcas, Obispos y otros Prelados inferiores:
así lo dice el P. Flaminio en la obra citada, cap . 6.°, núm . 1 y 2. - iv] Bútler en el tomo 10
de las Vidas de los Santos, en una nota á la vida de San Francisco de Asís .
16
El cuarto argumento tiene un poco de apariencia, pero nada
de substancia. Confesamos todos que basta un Obispo solo para
consagrar ó dedicar una Iglesia, y por eso el Pontifical romano
hablaen singular cuando trata del que la consagra. Pero desde el
siglo IV solian juntarse muchos Obispos comarcanos, dice Sel
vagio ( 2x ), para solemnizar mas la fiesta de la dedicación de cual
quieraIglesia. Y para que vea Tiers que esto se practicaba fre
cuentemente cuando se dedicó la de Santa María de los Angeles
por siete Obispos, sepa que segun escribe Oldoino en la Historia
Pontificia de Chacon (y ), Honorio III consagró, acompañado de
muchos Obispos y Cardenales, la Iglesia del monasterio de Casa
mári en 1217, la de San Sebastian de Roma en 1218, y la Cate
dral de Rieti en 1225. Sepa que Gregorio IX, que fué elque cano
nizó á San Francisco dos años despues de su muerte , consagró en
Roma , acompañándole muchos Obispos y Arzobispos, la Iglesia de
San Adrian en 1228 , y el Altar mayor de Santa Sabina en 1238 .
Y si se figura alguno que este acompañamiento de Obispos erapro
pio y característico de los Papas, se engaña ; pues hallará en Baro
nio (2) que Alardo, Obispo de Verona y legado de la Santa Sede ,
consagró las Iglesias de San Juan de Acre en 1191 en compañía
de tres Arzobispos y cuatro Obispos . Fuera de eso, el Concilio La
teranense IV con que nos arguye Tiers , ¿ no da á entender clarame
te enelcapítulo 62 que una Iglesia puede ser dedicada por mu
chos Obispos ?
" Es verdad, dice el Cura de Vibrai; pero eso sucedia cuando
" dedicaban las grandes Basílicas, no una casi desierta como era la
» de Porciúncula."
- Respondo que ni la Iglesia del monasterio de Casamari que
dedicó Honorio III, ni las Iglesias de San Juan de Acre que dedi
có Alardo eran grandes Basílicas, y sin embargo fueron dedica
das con acompañamiento de tantos Obispos. La Iglesia de Santa
María de los Angeles era una Iglesia pequeña; pero se habia hc
cho famosa , ya por haberla reedificado San Francisco, ya por ha
ber tenido alli su orígen el orden delos Menores y el de las Clari
sas; ya en fin, porque en ella se habia aparecido Jesucristo en com
pañía de su Madre y de una multitud de Angeles,y habia conce
dido á San Francisco la Indulgencia de Porciúncula que le pidió.
Si estaba pues en práctica en aquellos tiempos que se juntasen mu
[ x] Julio Lorenzo Selvagio en el libro 2.º de las Ant des cristianas, part. 1 !,
cap. 5.0 - Devoti, Vanespen.– [y] Agustin Oldoinoen el tomo 2.º, en las vidas de Honorio III
y Gregorio IX.-[z] Véase el Baronioen sus Anales al año citado.-Y tambien Mateo de
Paris en la llistoria de Inglaterra al año de 1252.
17
chos Obispos para consagrar una Iglesia ; y por otra parte habia
conocido Honorio III, que era voluntad de Dios que la Indulgen
cia de Porciúncula se publicara en Santa María de los Angeles:
¿ qué mucho que habiendo tantas sillas episcopales en la comarca
de Asís, y siendo la Indulgencia de Porciúncula una cosa tan es
traordinaria en aquellos tiempos, enviara siete Obispos á publicar
la, y de paso á consagrar la Iglesia? Pero estos Obispos que envió
no eran de provinciaslejanas, como pondera Tiers; pues aunque el
Obispo de Gubio ó Eugubioes sufragáneodel Arzobispo de Ur
bino, no dista Eugubio de Asís sinó cuatro ó cinco leguas. Acerca
de Nocéra ( a ) debe saber este crítico, que hay dos ciudades de ese
nombre, una en la Umbría en el patrimonio de San Pedro, con
Obispo que solo depende de la Santa Sede; y otra en el reino de
Nápoles, cuyo Obispo es sufragáneo de Salerno, y á esta la llaman
Nocéra di Pagani,porque la habiantomado lossarracenos. Si hay
puestan cerca de Asís una ciudad llamada Nocéra, ¿por qué juz
ga Tiers que para publicar la Indulgencia de Porciúncula habia
de enviar el Papa á un Obispo, que residia en el reino de Nápoles ?
Porque este crítico malicioso suele tomar las cosas por la peor par
te, y abusar frecuentemente de la crítica: esa es la causa de que
no encuentre la verdad.
Al quinto argumento respondo, que toda la fuerza que apare
ce en él, se funda en dos supuestos falsos. Primeramente supone
Tiers que el IV Concilio general de Letrán, en el que se ponen lí
mites á los Obispos sobre la concesion de las Indulgencias, obliga
tambien á los Papas en cuanto á esto, y por eso dice que no es ve
rosímil que quisiese confirmar Honorio la Indulgencia plenaria de
Porciúncula en perjuicio de lo que acababa de ordenar en el Con
cilio su predecesor Inocencio III. Pero pregunto yo, ¿de dónde sa
caria este crítico que Inocencio IIl siendo tan sabio y prudente
quisieseatar las manos á sus sucesores en la reparticion de las In
dulgencias, siendo asi que afirma elmismo Papa en el decreto del
Concilio, que reside en el romano Pontífice plenitud de potestad pa
ra concederlas? ¡No es eso ó burlarse de la sabiduría de este Papa, ó
querer alucinar á los simples? A la verdad que yo no he leido seme
jante estravagancia, no digo en algun Teólogo ở Canonista; pero ni
aun en los argumentos de los hereges. Sinó temiera dilatarme, yo
haria ver á este Doctor de la Sorbona, que ni Honorio III (6), ni
otro algun Papa de cuantos han sucedido á Inocencio se creye
[a ] Véanse en los Bolandos el índice topográfico del tomo 2 de Octubre; y en Moreri
las palabras Gubio y Nocéra - (bj De Honorio III, véase Raynaldo en sus Anales al año
1223, núm . 22; y al año 1224, núm . 22.
4
18
ron jamas obligados al referido decreto del Concilio. Mas įpara
qué me he de empeñar en demostrar una verdad tan clara que nin
gun hombre de juicio me negará ? Y asi, solo Tiers tendrá la osa
dia de decir que el Sumo Pontífice Honorio III por haber conce
dido la Indulgencia plenaria de Porciúncula, que es perpetua y
universal, violó la regla del Concilio . Tambien supone que la In
dulgencia de Porciúncula fué concedida por causa de la Dedica
cion de su Iglesia; lo cual es falso, pues el Seráfico Patriarca cuan
do pidió la Indulgencia á nuestro Señor Jesucristo y á su Vicario
no hizo mencion alguna de la Dedicacion de la Iglesia; y si esta
fué dedicada por siete Obispos de órden del Papa, fué sin duda pa
ra solemnizar más la publicacion de la Indulgencia. Y asi, digo con
tra Tiers que la Indulgencia no se concedió por causa de la Dedi
cacion, sinó que la Dedicacion se hizo por causa de la Indulgencia.
Asimismo dice este Doctor lo que se le antoja, cuando afirma
que en el año 1221 no conocia Honorio III ni el mérito personal,
ni la virtud de San Francisco, y que en ese año aun no habia echa
do el Santo los primeros cimientos de su órden. Para que se vea
la falsedad de estas proposiciones, basta decir que habiendo naci
do en el año de 1182 ( C) comenzó á tener séquito de discípulos
en 1209, y que en este año aprobó su regla Inocencio III, no por
escrito sinó de palabra. Para esta aprobacion tuvo el Papa una
conferencia solemne con los Cardenales, y despues de haber visto
en sueños que la Basílica Lateranense amenazaba ruina y que San
Francisco la sostenia arrimando sus hombros, le concedió la apro
bacion de su regla. El dia 16 de Abril del mismo año hizo el Santo
la profesion con suscompañeros en manos de Inocencio III, el cual
les dió facultad para que pudiesen predicar penitencia en todo el
mundo. En 1212, despues de haber sacado del siglo á Santa Clara
у á su hermana Santa Inés, se presentó al Papa dándole noticia del
maravilloso incremento de su órden, y pidiéndole su beneplácito
para ir a la Siriaá predicar la fé con ansia de padecer martirio.
En 1214 estuvo el Santo en España,donde fundo varios conventos.
En 1215 partió á Roma al Concilio general de Letrán (d ), en don
de Inocencio III confirmó nuevamente su instituto, y declaró de
lante de todos que ya habia aprobado su regla. En 1217 en que ya
era Papa Honorio III predicó en Roma delante de él, y le pidió
al Cardenal Hugolino para protector de su órden . Y finalmente,
(c) Los Bolandos, Cornejo, Lisboa y Bútler en la vida del Santo.-El Martirolio y el
Breviario romano - seráficos en el dia 16 de Abril .- [d Gabriel Cosárt en la edicion de los
Concilios de Labé, adicion 12 al Concilio IV Lateranense. — Vadingo, Cornejo, Bútler.
19
en 1219 predicó al Soldán de Egipto con intrepidez, y logró aman
sar su fiereza.
Ahora bien, ¿quién creerá que San Francisco no habia echa
do los primeros cimientos de su órden en el año de 1221, siendo
asi que Inocencio III habia aprobado ya dos veces su regla, una
en 1209 habiéndolo tratado antes con los Cardenales, y otra en
1215 en presencia de todos los Padres del Concilio general de Le
trán, y siendo asi que en el año de 1219 en que el Santo celebró
capítulo general en Porciúncula, habian concurrido á él cinco mil
religiosos de su órden ?¿Quién creerá que Honorio III, que era ya
Cardenal en el año de 1198 , no conocia el mérito personal ni la
virtud de San Francisco en el de 1221, siendo asi que el Santo Pa
triarca habia predicado delante de él, le habia pedido protector pa
ra su órden, habia hecho milagros por todas partes, y habia funda
do un sin número de conventos con el beneplácito de la Santa Sede ?
Soloun ignorante, ó un crítico inconsiderado como Tiers lo creerá.
Si Tiers no hubiera leido tan superficialmente las Crónicas de los
frayles Menores, si hubiera registrado con ánimo quieto sus Ana
les, hubiera visto enellos, ya elrespeto y veneracion con que siem
pre miró Honorio IIl á San Francisco, ya el amor y benevolencia
que mostró este Papa á sus hijos, dándoles varias cartas de reco
mendacion para los Obispos antes del año de 1221. Pero como es
te crítico solamente miraba nuestras Crónicas y nuestros libros pa
ra sacar de aqui argumentos contra nosotros, por eso se le ocultaba
la verdad. Mejor la descubrieron los Bolandos ( e ), que hablando
de esto dijeron: " La santidad de Francisco, probada con muchísi
"mos milagros, era tan conocida de Honorio, que nunca pudo du
»dar de laverdad de sus dichos." Es cierto que Tiers llena de ala
banzas á Honorio por observante del decreto del Concilio; mas to
das estas alabanzas cederán en deshonor del mismo Papa, si aban
donando el referido decreto, y no teniendo mas fundamento que la
vision de un particular, como se esplica Tiers, concedió la Indul
gencia de Porciúncula. Mas su locucion es presuntuosa , y muy
agena de un crítico moderado, puesto que Benedicto XIV llama
atrevido y temerario al que tenga por apócrifas asi la vision co
mo laIndulgencia. Omito contestar á lo que dice este Doctor del
Hijo de Dios y del Espíritu - Santo; pues un Teólogo principiante
puede responder á ello.
Al sesto argumento respondo primeramente, que no puedome
nos de estrañar de que tenga la osadia Tiers de oponerse á la In
[ e] Los Bolandos en el núm. 131 de dichos fragmentos.
20
dulgencia de Porciúncula por el silencio de San Buenaventura. ¿Ya
no se acuerda este crítico, que habiendo escrito Juan Launoy sobre
la eficacia del argumento negativo, él mismo la impugnó en 1662,
defendiendo que el argumento negativo aun cuando se tome del
silencio general de todos los autores, de ninguna manera es con
cluyente cuando lo contradice la autoridad de un sabio escritor por
mas moderno que sea ? Pues si tantos hombres sabios han escrito
en todos tiempos á favor de la Indulgencia de Porciúncula, segun
he dicho en las pruebas, ¿ qué sacará Tiers contra mí del silencio
de San Buenaventura? Nada, segun lo que él escribió contra Lau
noy. Mas por cuanto este crítico caviloso es semejante á una vete
ta ( Nota 7."), que se mueve con cualquiera viento, quiero decir: por
cuanto unas vecesdice que el argumento negativo no tiene fuerza
ninguna, como en lo que acabo de referir; y otras, que tiene muchí
sima, como cuando se valió de él para impugnar hasta con inju
rias al sabio Mabillon que defendia la santa lágrima de Vandóma:
Respondo lo segundo, que San Buenaventura no se puso á
escribir toda la vida de San Francisco, porque estaba ocupadísimo
en el gobierno de la familia Seráfica, de la que era general; sinó
que instado de los Padres del Capítulo general de Narbona, y obli
gado de la devocion que profesaba al Santo Patriarca, solamente
recogió (f ) algunos fragmentos, parte que otros escritores habian
dejado, y parte que se hallaban dispersos, para que no pereciesen,
muriendo aquellos que habian vivido con San Francisco y habian
sido testigos de sus prodigios. Y asi dejó de escribir muchas cosas
de la vida del Santo, que se tienen comunmente por ciertas.
Y si me insta el Doctor de la Sorbona ¿por qué en lo que es
cribió San Buenaventura de la vida de San Francisco no hizo
mencion alguna de la Indulgencia de Porciúncula, siendo ella una
cosa tan singular?
Respondo que si me es lícito sondear la intencion del Doctor
Seráfico en no escribir sobre la dicha Indulgencia , me parece que
pudo tener tres motivos, ó por lo menos alguno de ellos para ha
cerlo así. El primero es, segun insinua Lambertini ( 9 ), el ver, que
en su tiempo era ella conocidísima y buscada de todos, sin que na
Nota 7.a Con razon se quejan de la inconsecuencia y descaro de Tiers, Honorato de
Santa María en las reflexiones sobre la crítica, tomo 1.º, disert. 3.4, art. 2.°, $. 3.0; y tomo
3.°, disert. 5.", art. 2. °, §. 3. °-Y el Ilustrísimo fray Miguel de San José en su Bibliografía
Crítica, palab . Thiers.
If ] Así lo dice el Doctor Seráfico en el prólogo de la leyenda de San Francisco, que
he visto en el tomo 5.º de sus obras.-- [ 8 ]Próspero Lambertini en la Disquisicion sobre di
cha Indulgencia, núm . 14.-Flaminio de Látera en la historia de la misma Indulgencia,
cap. 3. ", núm . 2 y 4.
21
die hasta entonces se hubiese atrevido á impugnarla. Y en efecto,
hasta el año de 1277 en que ya habia muerto el Doctor Seráfico,
ninguņo se atrevió á negarla ni á ponerla en duda. Pero entonces
fué, dicen los Bolandos (h), cuando los Prelados de la religion Se
ráfica determinaron prudentemente sacar testimonios de aquellas
personas fidedignas que ó habian vivido con San Francisco, ó con
sus compañeros; para que no sucediese que yendo en aumento las
dudas, no hubiese con qué probar una cosa tan estraordinaria.
El segundo motivo que pudo tener el Doctor Seráfico en guardar
silencio sobre la Indulgencia, es el uniformarse (i) á la mente del
Santo Patriarca que no quiso Bula para ella, diciendo que Jesu
cristo la habia de magnificar y divulgar por sí mismo, como efec
tivamente lo hemos visto. Este egemplo del Santo fundador habia
seguido ya su discípulo Tomas de Celáno, cuando por órden de
Gregorio IX escribió la vida del Santo por los años de 1228. Y es
te mismo egemplo siguió despues fray Mateo de Acuasparta ( j ),
cuando queriendo Martino IV en 1281 darle Bula confirmatoria
de esta Indulgencia, la rehusó alegando el hecho de San Francisco.
El tercer motivo que pudo tener San Buenaventura para de
jar de hablar de la Indulgencia de Porciúncula, es por no contra
venir á las determinaciones de los Sumos Pontífices (k). Para lo
cual se ha de suponer que asi Inocencio III en el Concilio IV La
teranense celebrado en 1215, como Inocencio IV en el Lugdu
nense I celebrado en 1245, habian mandado (1) á todos los Prela
dos eclesiásticos que anunciasen á sus súbditos la Cruzada para la
restauracion de la Tierra Santa, á cuya penosísima espedicion con
cedian Indulgencia plenaria. Para ganar esta Indulgencia los Cru
zados, no solo tenian que abandonar su casa, su muger, sus hijos,
su patria y todos sus bienes, sinó que se veian en la dura precision
de militar por tres años aun en las provincias ultramarinas, espo
niéndose continuamente á tantos riesgos de perder la vida. Siendo
pues tan fácil de conseguirse la Indulgencia de Porciúncula, y tan
dificil la de las Cruzadas, ¿no parecia inoportuno que elogiase el
Santo en sus escritos la de Porciúncula y convidase á los pueblos á
ganarla , en unos tiempos en que estaba conmovida toda la Euro
pa para ir á ganar la de la conquista de la Tierra Santa? Ensal
zando en ese tiempo a la de Porciúncula, no hubiera podido causar
{h] Los Bolandos, núm. 60 de losfragmentos. – Vadingo en sus Anales al año 1277.
[ 1] Flaminio en el cap. 4. °,núm. 3.-| ; Vadingo al año1223, núm. 3. - Matias Grouvéls
en la Historia Crítica de la Indulgencia de Porciúncula, segun dicen los Bolandos en el núm.
117. - El Ilustrísimo Cornejo.- [k] Flaminio en el cap. 4." , núm . 3 .- [?] Se halla este man
dato de los Papas al fin de dichos Concilios, que puedes ver en la Coleccion de Labé, tomg
11 , part. 1.4
22
zelos a la Silla Apostólica, que mandaba en sus Concilios genera
les a todos los Prelados eclesiásticos, que ninguno impidiese ó re
tardase ni directa ni indirectamente la obra mas santa que por en
tonces se conocia, que era el recobro de Jerusalen ? ¿No habia sido
este uno de los inconvenientes principales que los Cardenales pu
sieron al Papa cuando fué á pedirle la referida Indulgencia San
Francisco , diciendo que si se la concedia, se mirariancon despre
cio las de Roma y las de Palestina? Luego obró con mucha pru
dencia el Doctor Seráfico en no haber hecho mencion en sus
obras de la Indulgencia de Porciúncula, principalmente cuando
nadie hasta entonces habia escrito contra ella.
Agrégase á esto que en el año de 1260 (11) escribió Alejan
dro IVá San Luis, Rey de Francia, que los tártaros habian hecho
irrupciones en las naciones transmarinas: que los sarracenos ha
bian sujetado á la Armenia, Antioquia, Trípoli, Damasco y otras
tierras;y por tanto, que amenazaba gran riesgo á todá la cristian
dad. En el año siguiente de 1261 se promulgó la Indulgencia de
la Cruzada por toda la Francia, para todos aquellos quedispusie
sen socorrer a la Tierra Santa ; y San Luis tuvo una junta de los
Obispos y personas principales de su reino, en la cual se trató prin
cipalmente de llevar socorroá los cristianos del Oriente que peli
graban. En este mismo año (m) estaba en Paris San Buenaven
tura escribiendo la vida de San Francisco. Atendidas pues las cir
cunstancias del lugar y tiempo en que escribia, no hubiera sido
prudencia publicar unaIndulgencia plenaria que hubiera retraido
á los pueblos de conseguir la Indulgencia de la Cruzada y de lle
var el subsidio á los cristianos, al revés de lo que deseaban con
ansia San Luis y el Sumo Pontífice. He aqui la prudente, la pru
dentísima causa del silencio de San Buenaventura acerca de la re
ferida Indulgencia .
Al sétimo argumento puedo responder yo lo mismo que res
pondió á Tiers Juan Estiltingo, uno de los Bolandistas, cuando
en 1699 escribió aquel crítico una disertacion sobre el cuerpo de
San Fermin . "Ella, dijo el Bolandista ( n ), más está llena de una
»erudicion afectada y de una grande confianza de su autor, que de
" pruebassólidas.” Otro tanto digo yo acerca de este argumento: él
abunda de erudicion, pero no tiene solidez . Porque á la verdad,
¿ qué tiene que ver que las Crónicas de los fraylesMenores llamen
[11] Véanse Odorico Raynaldo en sus Anales al año 1260, núm. 35: el Ilustrísimo Man .
si enuna nota al núm . 36; y Francisco Pagi enel Breviario de los hechos de los Pontífices,
al número 37 .- [m ] Honorio Marentini en la Verdad é índole dela Indulgencia de Por
ciúncula, num . 35, 8. 8.'-[n] En el tomo 1.9 de Setiembre, dia 1.º
23
á la Indulgencia de Porciúncula absolucion é Indulgencia plena
ria de culpa y pena, con la consecuencia que va á sacar este Doc
tor de que ella es supersticiosa y falsa? De que los fieles llamen co
munmente Jubileo á la Indulgenciade cuarenta horas, įsacaré yo
buena ilacion de que esta Indulgencia es falsa, ó á lo menos supers
ticiosa ? Todos meresponderán que no: lo único que me dirán,será
de que los dichos fieles no usan bien de los términos, y que esa es
una locucion abusiva; pues lo mismo digo yo á Tiers. Aun cuando
fuera malo que los frayles Menores en sus Crónicas llamasen á la
Indulgencia plenaria de Porciúncula absolucion é Indulgencia de
culpa y pena , eso nunca probaria que era falsa ó supersticiosa: lo
que probaria únicamente,seria de que ellos abusaban de los térmis
nos . Y pregunto yo: ¿habrá sido malo, se habrá seguido algun es
cándalo de que los frayles Menores en sus Crónicas hayan llama
do á la Indulgencia de Porciúncula absolucion é Indulgencia
plenaria de culpa y pena? Solamente Tiers se habrá escandalizá
do de eso por las razones aparentes que alega, á las cuales voy á
responder comenzando por la última.
No es cierto que el Concilio general Constanciense mandase
revocar las Indulgencias que prometen absolucion de culpa y pe
na, como afirma Tiers. Lo único que hubo sobre esto en el dicho
Concilio, celebrado en 1417 para ocurir al cisma el mas funesto que
ha conocido la Iglesia, fué lo que ya refiero. En la sesion cuadra
gésima decretáron los Padres delConcilio (n) que el Papa futuro,
lo primero evitase la demasiada profusion de Indulgencias, para
que no se envilecieșen. Lo segundo, que revocase las Indulgencias
concedidas á semejanza de otras desde la muerte de Gregorio XI.
Y lo tercero, que anulase las Indulgencias locales que se Ilamaban
de culpa y pena; esto es, las Indulgencias plenarias concedidas á
ciertos lugares con facultad de absolver plenariamente á los que
fuesen á visitarlos; y que diese potestad á los Diocesanos para in
quirir sobre ellas, y aun suspenderlas si les pareciesen escandalo
sas. Los dos primeros decretos fueron pedidos al Concilio por la na
cion Alemana, y el tercero por la Inglesa . ¿ Qué hizo Martino V ,
electo Papa por el Concilio ? Aunque no concedió á las dichas na
ciones todo cuanto le pedian, hizo con ellas un concordato señalan
do cuatro reglas al Tribunal de la Cancelaría para el despacho
de las Indulgencias, las cuales podrá ver el curioso 'en Minde
rér (0). Sobre el tercer decreto , que es el que nos hace al caso por
ahora, es menester saber que en tiempo del dicho cisma habian
[ n ]Véanse Labé en el tomo 12 de los Concilios, pág. 243 y 1456; y Minderér en la obra
de Indulgencias, pág. 193.-C.) Minderer, part, 1.", apéndice 1,
24
concedido los Papas muchas Indulgencias locales, con facultad de
elegir confesor y ser absuelto por él de culpa y pena. Deaqui pro
venia que en Inglaterra habia muchas cuestas y demandas, algu
nos fieles no hacian caso de sus Curas ni les pagaban los diezmos;
y finalmente, habia otros que de la nimia facilidad del perdon to
maban ocasion de pecar más. Todos estos perjuicios iba a evitar
el Concilio con el decreto que hizo á peticion de la nacion Inglesa.
Martino V coartó mucho estas Indulgencias y facultades, que se
gun Riganti (p) solian causar algunos escándalos;pero no las quitó
enteramente . Tampoco las quitó Clemente V; pues aunque cuen
ta entre los abusos de los cuestores que absolvian á los fieles de
culpa y pena, de aqui no se infiere que revocase tales Indulgen
cias. Y aun dado y no concedido que las hubiera revocado todas,
no comprenderia su revocacion a la de Porciúncula; pues habién
dosele preguntado despues que espidió su Clementina, ¿qué se de
bia sentir acerca de esta Indulgencia ? Respondió lo que ya dije:
Nos ad eam Indulgentiam non appónimusos nostrum . Nos no
ponemos en ella nuestra boca. Luego el argumento de Tiers nada
prueba contra mí.
Convengo desde luego con él en que las Indulgencias, sean
las que fueren, no pueden perdonar la culpa, sinó solamente la
pena; pero ¿qué inferirémos de aqui ? ¿ Inferiremos con este crítico
severo, que todas las absoluciones e Indulgencias de culpa y pe
na que traen los libros son supersticiosas, y que la Iglesia nunca
las ha concedido, sinó que fueron añadidas ó inventadas por los
cuestores ? Me parece que seria una ilacion temeraria. Porque co
mo ya dije en la cuestion 66 del libro primero , es menester que
conozcamos que la Iglesia, segun la diversidad de los tiempos, ha
variado mucho en el modo de conceder Indulgencias, usando en
unos tiempos de unas fórmulas, y en otros de otras. Luego porque los
Papas no concedan hoy en sus Letras pontificias Indulgencias y
absoluciones de culpa y pena, no podemos afirmar sin temeridad
que nunca las han concedido.
Y para que todos conozcan la ignorancia ó la malicia de
Tiers, es preciso advertir que segun afirma el célebre jurisconsulto
Navarro (9) un siglo antes que publicara sus obras aquel crítico
en la Francia, en elmismo pais donde él nació y escribió, solian lla
mar á la Indulgencia plenaria Indulgencia de culpa ypena. Y de la
misma manera la llamaban por entonces no solamente los franceses,
sinó tambien los españoles, como consta de los escritores siguientes.
(2 ) Juan Bautista Riganti sobre la regla 63 de la Cancelaría, tomo 4. °-[ ] En la
obra de Indulgencias y Jubileo, notab. 10, núm. 18.
25
En la capitulacion que el Rey de España Cárlos I hizo en el
año de 1518 con el adelantado Diego Velazquez, fué uno de los
artículos, segun dice el Cronista Herrera ( ro), que se habia de pedir
al Papa una Bula para que los conquistadores de N. E. fuesen ab
sueltos de culpa y pena .
En el año de 1532 Clemente VII, segun refiere Bernal Diaz
del Castillo (s), envió Bulas á Hernan Cortés y á todos sus sol
dados, de los cuales era uno el mismo Castillo, para que los absol
viesen de todos sus pecados á culpa y pena.
En el de 1543 el Apóstol de las Indias San Francisco Ja
vier (t) escribió desde Goa á su fundador San Ignacio, lo siguiente:
" Procure Vuestra Santa Caridad conseguir del Sumo Pontífice
" para los hospitales de esta ciudad, que asi los enfermos como los
"que les sirven, siempre que confesados reciban el cuerpo de nues
”tro Señor Jesucristo, logren Indulgencia y perdon de todos sus
" pecados; y que cuando mueran, sean absueltos de culpa y pena,"
En la vida del famoso Arzobispo de Toledo don fray Barto
lomé Carranza, dice eldoctor Salazar (u) que en el añode 1576
le envió Gregorio XIII su bendicion apostólica, absolviéndole de
culpa y pena; y que habiéndose confesado con el maestro fray Alon
so Chacon, fué absuelto por él en virtud de la gracia pontificia.
Aun en el año de 1654 el Ilustrísimo y Venerable Señor Pa
Jafox (o ) hablaba así á sus Diocesanos del Obispado de Osma:
" Hay Indulgencias plenarias, é Indulgencias limitadas. Las Indul
"gencias plenarias son las que absuelven las almas á culpa y pena;
"de suerte que quedala del cristiano que recibe este gran bien, en
"habiendo hecho las diligencias que se le mandan, pura y limpia.”
Mas ¿qué mucho que los franceses y los españoles usaran es
te lenguaje, si le usaron algunos Papas?Ya dije en la cuestion
sesta del tomo primero, que Pio IV y San Pio V en el siglo XVI,
Alejandro V en el XV, é Inocencio IV en el XIII concedieron In
dulgencias de culpa y pena, segun consta de los Bularios romanos,
y se puede ver en los franceses Harduino (x), Tomasino y Felipe
Labé. No es mucho pues que Gerson (y), que vivió en el siglo XV,
tratase exprofeso de estas Indulgencias, sin tenerlas como Tiers
[r] Antonio de Herrera en la Historiade las Indias Occidentales, decada 2.",lib. 3.°,
cap. 11.-(s) Castillo en la Conquista de N. E., tomo 4.° de la impresion de Madrid 1796,
al fin del cap. 195.- Muriel en los Fastos del Nuevo Mundo , sobre la Búla 48.
[1] En el torno 1.º de sus cartas, pág. 105 de la edicion citada.- [u ; Salazar de Miranda en
la vida del Ilustrísimo Carranza, cap. 33.— (v) En la Pastoral 10, núm . 76 y 77.- Se halla
en la parte 2.a del tomo 3.0- [x] Juan Harduino en el tomo 8.º de la Coleccion de Conci.
lios.Tomasino, libro 2. ° de la Disciplina, cap. 15, núm . 6. - Labé, tomo11 de los Conci
lios, part. 2 *, pág. 2136 y 2212- [y] En los Opúsculos de la Absolucion Sacramental, y de
las Indulgencias .
5
26
por supersticiosas. No es mucho que Santa Brígida ( 2) hable de
ellas en sus Revelaciones habiéndolas escrito en el siglo XIV . Y
no esmucho que Vadingo, Lisboa, Cornejo y otros escritores de
las Crónicas de mi órden, llamen á la Indulgencia dePorciúncula
absolucion de culpa y pena, cuando ella fué concedida en el si
glo XIII. Si Tiers hubiera leido las Letras testimoniales que die
ron sobre esta Indulgencia Teobaldo y Conrado, Obispos de Asís,
y otros escritores de los siglos XIII y XIV, hubiera visto en ellas
que asi San Francisco cuando pidió la dicha Indulgencia , como
Honorio III cuando se la concedió, la llamáron absolucion de cul
pay pena: no porque la Indulgencia perdono directamente la cul
pa,dice Consalvo Duranto ( a ); sinó porque la supone,ya perdona
da por la confesion con la que suele juntarse. Yo bien sé que este
modo de hablar se tiene hoy por una locucion impropia, y por eso
diria Lambertini (6) que si á un Obispo le presentan alguna In
dulgencia con semejante fórmula, puede tenerla por sospechosa;
pero si ha ya mas de seiscientos años que se concedió la Indul
gencia de Porciúncula, si se concedió en el mismo siglo en que ve
mos que Inocencio IV dió otra Indulgencia en los propios térmi
nos á los cofrades de la Cinta; si, segun dice Antonio de Córdo
ba (c), en los siglos pasados usaron los Papas de la dicha fórmula
para dar Indulgencias plenarias,¿qué inconveniente puede haber
en que la usase Honorio III para conceder la de Porciúncula, y en
queasi lo refieran nuestras Crónicas? Solo Tiers podrá encontrar
lo en su crítica desarreglada é injusta.
De todo lo dicho se infiere contra Tiers, que la Indulgencia
plenaria de Porciúncula, como afirma el insigne predicador Bur
dalue (d), es una de las mas seguras y de las mas auténticas que
hay en la Iglesia.
Conclusion segunda .- La Indulgencia plenaria, llamada de
Porciúncula, se gana el dia 2 de Agosto, desde las primeras víspe
ras hasta que sepone el sol en dicho dia, en todas las Iglesiasde
la religion Seráfica, confesando, comulgando, visitando alguna de
dichas Iglesias, y pidiendo en ella por la concordia de los Prínci
pes cristianos, estirpacion de las heregías y exaltacion de la Santa
Madre. Iglesia.
[2] En el lib. 6.° de sus Revelaciones, cap. 102.— [a] Consalvo Duranto en lasnotas
sobredichas Revelaciones.-- Bautista Fragoso en el tomo 2.º del Régimen de laRepública
Cristiana, impreso en Colonia 1737, lib. 2.°, disp: 4.°, núm . 26.- La Teología Pictaviense,
tomo4.°,art. 5.º de lasIndulgencias.- San Antonino, Navarro, elCardenal Toledo.— [6] Del
Sínodo Diocesano, lib. 13, cap. 18, núm. 7.- [ C] Córdoba en la obra de Indulgencias, cues
tion 6 ." - [d] Luis Burdalue, tomo 12 de sus Sermones, traducidos por Miguel del Castillo,
en el Sermon de la Indulgencia de Porciúncula, parte 3.1
27
Para probar esta conclusion pondré aqui traducida una Bula
de Gregorio XV (e), por la que estiende a todas las Iglesias de mi
órden la Indulgencia de Porciúncula.- " Gregorio , Papa XV , para
"perpetua memoria . El resplandor de la gloria del Padre que ilumi
”na al mundo con su claridad inefable, entonces especialmente fa
" vorece con begninidad a los piadosos deseos de los fieles que es
" peran en su Magestad llena de clemencia, cuando la devota hu
”mildad de ellos es ayudada con las súplicas y méritos de los San
'tos. Queriendo pues ilustrar con algun espiritual don á todas y á
" cada una de las Iglesias del orden de los frayles de San Francisco
»de la Observancia, aun de los reformados, en donde quiera que es
”tén, confiados en la misericordia de Dios Omnipotente, y en la au
" toridad de San Pedro y San Pablo sus Apóstoles, concedemos be
" nignamente en el Señor Indulgencia plenaria y remision de to
"dos los pecados a todos los fieles cristianos de uno y otro sexo que
” verdaderamente arrepentidos y confesados, y alimentados de la
"sagrada comunion, visitaren devotamente cada año alguna de di
"chas Iglesias en el dia 2 de Agosto, desde las primeras vísperas
" hasta que se ponga el sol en ese dia, y alli rogaren á Dios por la
" concordia de los Príncipes cristianos,estirpacion de las heregías
”y exaltacion de la Santa Madre Iglesia :habiendo de valerlas pre
"sentes Letras perpetuamente ... Dada en Santa María la Mayor de
»Roma, bajo el anillo del Pescador el dia 4 de Julio de 1622, año
"segundo de nuestro pontificado.-- Escipion, Cardenal de Santa
Susana . "
He leido en elBulariode los Capuchinos (f) otra Bula dada
por el mismo Pontífice el dia 12 de Octubre de 1622, por la que
concede tambien á sus Iglesias la referida Indulgencia de Por
ciúncula. A lasIglesias de los Conventuales hizo el mismo favor
ClementeX(8) en 1670; y á las de nuestros Terceros Regulares
Urbano VIII(h) en 1643. Todas estas concesiones las he visto
tambien en Marentini (i). De las Iglesias de nuestras monjas ha
blaré en la cuestion tercera.
Confirmase la conclusion con los hechos de muchos Pontífi
ces, que en los dias 1 y 2 de Agosto visitaron devotamente nues
tras Iglesias, para ganar tan apreciable Indulgencia. Pondré aqui
Çe] Empieza Splendor, y se halla en el Teatro de los Regulares de Lantusca,palabra
Indulgencia : en Romero Sanchez, Esplicacion deesta Indulgencia, en Ferraris, en Kacem
berger. - If ] Empieza tambienSplendor, y se halla en el tomo 1.º, impreso en Roma 1740,
pág: 69; y en Torrecilla, tomo 5.o de sus Consultas, cuest. 10, núm . 9.- ( 8 ) Por su Bula
Coelestium, quees la 33 en el tomo 7.º delBulario de Coquelines.- .[h} Por su Bula Cum
sicut, que trae Bordonio en el tomo 4.°, resolucion 137, núm. 34.-[i] Marentini en la obra
citada, en los núm. 12 y 15 del Registro.
28
un estracto de los Diarios de los Maestros de Ceremonias de los
Papas, que se presentó á la Sagrada Congregacion de Indulgen
cias en 3 de Setiembre de 1747, y he visto impreso en Minderér,
pág. 289.
»Año de 1621.-Domingo, dia 1.° de Agosto: fué el Papa (Gre
”gorio XV) vestido de estola á la Iglesia de San Francisco Trans
"tíberim, en la que habia la Indulgencia de Porciúncula como en
" las otras Iglesias Franciscanas.
» 1693.— Dia 2 de Agosto: nuestro Santísimo Señor Inocen
" cio XII, habiendo celebrado Misa en su capilla secreta , fué á pié
" con estola y bonete á la Iglesia de Santa Clara, en donde habia
"la Indulgencia de Porciúncula.
" 1694. — Dia 2 de Agosto: fué el mismo Pontífice á la Iglesia
"de San Francisco de la Ribera, por la Indulgencia de Santa Ma
Þría de los Angeles.
» 1695, 96, 97 y 98. - Dia 2 de Agosto: fué el mismo á la Igle
"sia de las monjas Capuchinas, por la Indulgencia de Santa Ma
» ría de los Angeles.
» 1699.— Dia 2 de Agosto: Su Santidad (el mismo Inocen
"cio XII) habiendo celebrado Misa fué á la Iglesia de Santa Clara
"de las monjas Capuchinas á ganar la Indulgencia de Porciúncula.
» 1701.- Dia 2 de Agosto: Clemente, Papa XI, fué á la Iglesia
» de San Francisco de la Ribera á ganar la Indulgencia.
" 1702. - Dia 1.º de Agosto: á las 22 horas ( Nota 8.") fué nues
" tro Santísimo Señor (el mismo Papa) á la Iglesia de San Buena
»ventura de los padres Reformados á ganar la Indulgencia de
» Porciúncula .
" 1704, 705, 706, 707, 708, 710, 711, 713, 715 y 716.—Dia 2
”de Agosto: practicó lo mismo el dicho Papa en cada uno de los
"años que aqui se especifican.
»1717.—Dia 2 de Agosto: el mismo ( Clemente XI) aunque
" tenia muy poca salud, quiso que en una silla de manos le llevasen
"á las monjas del orden delasCapuchinas, para ganar en su tem
" plo la Indulgencia llamada de Porciúncula.
" 1718 y 1720. — Dia 2 de Agosto: fué el mismo Pontífice á la
"dicha Iglesia con el propio fin.
» 1721. — Dia 1.° de Agosto: á las 22 horas Inocencio XIII
"fué á pié á laIglesia de los Capuchinos á ganar la Indulgencia
de Porciúncula .
Nola 8.“ Empezándose á contar las horas italianas despues de ponerse elsol, segun di
ce elP. Terreros, la hora vigésima segunda en el dia 1.º de Agosto vendrá á ser como las
seis de la tarde si contaran las horas como nosotros.
29
» 1723.—Dia 1.º de Agosto: á las 22 fué el mismo Papa á la
"Iglesia de los Santos doce Apóstoles á lograr dicha Indulgencia.
" 1727. — Dia 2 de Agosto: el Sumo Pontífice Benedicto XIII
" visitó la propia Iglesia con el mismo fin .
» 1728.- Dia 2 de Agosto: fué el mismo Papa al templo de los
»frayles Menores Observantes Reformados de San Francisco, en
"el Monte Aureo, á ganar la Indulgencia de Porciúncula.
» 1741. — Dia 1.º de Agosto: á las veinte yuna horas y media
" Benedicto, Papa XIV, fué á la Iglesia de los Capuchinos á ganar
" la Indulgencia de Porciúncula.
» 1744. — Dia 2 de Agosto: Su Santidad (el mismo Papa) tomó
" el camino para el templo de San Francisco en la Ribera, con el
"fin de conseguir la Indulgencia llamada de Porciúncula.
" 1745.- Dia 1.° de Agosto: el mismo Soberano Pontífice, des
" pues que comió se entró en la Iglesia de los Capuchinos en bus
"ca de la Indulgencia de Porciúncula.
" 1747. — Dia 1.º de Agosto: nuestro Santísimo Señor ( Bene
" dicto XIV) luego que acabó de comer, tuvo el gusto de entrar
"en eltemplo de los Capuchinos con ánimo de ganar la Indulgen
" cia plenaria, que se llama de Porciúncula .” Hasta aqui llega el
Diario que he leido. Luego es cierto que la Indulgencia de Por
ciúncula se gana en todas las Iglesias de la religion Seráfica.
La objeccion que luego se presenta acerca de estas dos prue
bas, es que diciendo yo en la primera que Gregorio XV estendió
la Indulgencia de Porciúncula á las Iglesias de los Franciscanos
por su Bula, espedida el dia 4 de Julio de 1622, afirma el Diario
romano en la segunda, que el dia 1.° de Agosto de 1621 fué el mismo
Papa á la Iglesia de San Francisco Transtíberim á ganarla. Lue
go ó la fecha de la Bula no está buena, ó el Diario no dice verdad.
Respondo que habiendo concedido Honorio III la Indulgencia
plenaria de Porciúncula á la Iglesia de Santa María de los Ange
les de Asís, sus sucesores la fueron estendiendo poco a poco. Bo
nifacio IX ( j ) y Calixto III en los siglos XIV y XV la comuni
caron á varias Iglesias, asi de mi órdencomo de fuera de ella. Eu
genio IV (k) en elaño de 1440 la concedió á nuestras Iglesias del
Oriente, para que los religiosos y terceros nuestros de uno y otro
sexo lapudiesen ganar en ellas el dia de nuestro Padre San Fran
cisco. Sixto IV en el año de 1481 la estendió, dice Lambertini ( 1),
[j ] Marentini sobre la Indulgencia de Porciúncula trae las Bulas de estasconcesiones
en los núm . 3 y 6 del Registro.-
Minderér, part. 2.a desde el núm . 259.- [k] Marentini en
elnúm .8y 7 del Registro . [?] Lambertini en el núm.23dela Disquisicion .- Vadingoen
sus Anales al año 1223, núm . 4 .
30
á todas las monjas de la órden para que la pudiesen ganar en sus
Iglesias, y despues la comunicó a todas las casas de los frayles,
asi del primer orden como del tercero: las cuales concesiones con
firmó despues Leon X y otros Pontífices que le sucedieron. Pau
lo V la estendió varias veces a nuestras Iglesias y á las de los Ca
puchinos á favor de todos los fieles (11); pero sus concesiones no
fuéron mas que temporales. Finalmente,Gregorio XV la estendió
perpetuamente á nuestras Iglesias el dia 4 de Julio de 1622 en el
inodo que dije arriba. Durando pues en 1621 la concesion tempo
ral de Paulo V, que fué antecesor inmediato de Gregorio, no es
mucho que en el mismo año fuera este Papa á San Francisco
Transtíberim á ganarla .
Infiérese de todo lo dicho, que para ganar la referida Indul
gencia en la Iglesia de Santa María de los Angeles de Porciúncu
la, no es menester otra cosa que confesarse bien y visitar con de
vocion aquel santo templo; mas para ganarla en las demas Igle
sias de la órden es preciso confesarse, comulgar y visitar la Igle
sia,pidiendo a Dios en ella por las necesidades comunes de la San
ta Madre Iglesia.
Opónese á esto el R. P. Fr. José de Avila en su Coleccion de
Indulgencias de la ciudad de Méjico (m), diciendo: " que a él le pa
" rece que la estension dela Indulgencia de Porciúncula á nuestras
"Iglesias proviene mas bien del privilegio de comunicacion de gra
» cias que tienen unas con otras entre sí, que de la Bula sobredicha
” de Gregorio XV, supuesto que este Pontífice dice en ella que las
"concede Indulgencia plenaria; pero no dice que la de Porciúncu
» la : y que en el dia 2 de Agosto se pueden ganar en nuestras Igle
” sias de América cuatro Indulgencias plenarias. Primera: la In
"dulgencia de Porciúncula, por participacion dela ermita, llama
" da con ese nombre de la ciudad de Asis. Segunda: la Indulgencia
" plenaria, concedida por Gregorio XIII á las Iglesias de los fray
"les Observantes de laNueva - España y del Perú. Tercera: la que
"participamos de las Iglesias de Torres - Vedras y de Cerralvo.
"Cuarta: (si acaso no es la misma que la primera) la concedida
" por Gregorio XV á nuestras Iglesias. Ultimamente, dice que las
" ires primeras Indulgencias no piden comunion .” De aqui sacaria
[11] Véanse Gobát en el trat. 4.°, núm . 351. - Lorenzo de Portel en los Dubios regula
res, palab. Indulgencia, núm . 2; y en la adicion, núm. 1 : este dice que la 1.a concesion de
Paulo V á nuestras Iglesias fué en 1608 por diez años, y la 29 en 1619 por otros siete.
Amort en la Teol., cuest.43, dice: quesegun consta de los Anales de losCapuchinos por Bo
verio, Paulo V en 1608 la estendió tambien á sus Iglesias por el tiempo de diez años.-Min
derér.-[ m] Desde la pág . 61 hasta la 74.
31
el Diarista de Méjico (n) la opinion que ha puesto varias veces
en su Diario, de que para ganar la Indulgencia de Porciúncula no
es menester comulgar.
Antes de responder al R.Avila , pondré aqui las concesiones
de San Pio V y Gregorio XIII.
» Deseando, dice San Pio V (ñ), que la Iglesia del convento
" de Santa María de los Angeles de la villa de Cerralvo, del órden
"de los frayles Menores Descalzos de la Observancia de San Fran
” cisco del obispado de Ciudad - Rodrigo, se tenga en la veneracion
" debida, y que los fieles de Cristo concurran á la misma Iglesia,
» por causa de devocion tanto mas gustosamente, cuanto con mas
» abundancia conocieren que por eso han de ser recreados con los
" dones de la gracia celestial; concedemos perpetuamente a todos
" los fieles de uno y otro sexo, verdaderamente arrepentidos y con
» fesados, que en el dia de la festividad llamada de Porciúncula,
"desde las primeras vísperas hasta que se ponga el sol el mismo dia,
» visitaren devotamente dicha Iglesia, y alli pidieren por la exal
»tacion de la fé católica y estirpacion de las heregías, cuantas ve
”ces lo hicieren, otras tantas les damos Indulgencia plenaria y re
”mision de todos sus pecados.”
" Queriendo, dice Gregorio XIII ( 0 ), que las Iglesias de los
"monasterios ó casas de los frayles del orden de los Menores de
» San Francisco de la Observancia del reino del Perú y de la Nue
»ya-España sean tenidas en debida veneracion, y frecuentadas por
»los fieles de Cristo con honores congruentes, y para que los mis
"mos fieles vayan mas gustosamente a las dichas Iglesias por cau
"sa de devocion , cuanto mas abundantemente se miraren recrea
»dos por el don de la gracia celestial : confiados en la misericordia
” de Dios Omnipotente, y en la autoridad de San Pedro y San Pa
"blo sus Apóstoles, á todos los fieles de ámbos sexos verdadera
”mente penitentes y confesados , que en cualquier año visitaren
" devotamente las sobredichas Iglesias ó alguna de ellas en el pri
"mero y segundo dia del mes de Agosto, y alli pidieren á Dios por
"la paz y union entre los Príncipes cristianos, estirpacion de las
"heregías, y exaltacion de la Santa Madre Iglesia: en el dia de los
"dichos que esto hicieren, les concedemos y comunicamos miseri
[ n] En los Diarios de Méjico de 2 de Agosto de 1806, y de 1.º de Agosto de 1807.
[a] En un Breve cuyo original se guarda en el archivo de dicho convento; pero hallarásco
pia de élen Sabino, irat. 65, apología de la Indulgencia de Porciúncula, núm. 27: en Cor.
nejo, part. 19 de laCrónica, lib. 3.°, cap. 26 ; y enMarentini, Verdad de la Indulgencia de
Porciúncula, núm. 57, §. 1.0- [0] En un Breve que trae el P. fray Clemente de Ledesmaen
su Dispertador de noticias teológicas, morales, tomo2.º impreso en Méjico 1698 , palab.In
dulgencia de Porciúncula.
32
"cordiosamente en el Señor Indulgencia y remision plenaria de to
» dos sus pecados. No obstante cualesquier cosa en contrario, y
»habiendo de valer las presentes en los tiempos futuros perpetua
"mente. Dada en San Pedro de Roma, debajo del anillo del Pesca
"dor el dia 17 de Mayo de 1577, año sétimo de nuestro pontifica ,
" do.-Cæ. Gloriario ." -- Esto supuesto,
Respondo que cuando el R. Avila habla de la Indulgencia
de Porciúncula , en vez de ir por un camino llano y carretero, me
parece que va por una senda fragosísima y estraviada. ¿Qué nece
sidad tenemos de ir a buscar por rodeos, por via de comunicacion
de privilegios, la Indulgencia de Porciúncula para nuestras Igle
sias, cuando Gregorio XV se dignó de concedérsela espresamente?
Es verdad que este Pontífice no la llama de Porciúncula en su
concesion. Tambien es cierto que, como afirmadicho Avila, el P.
Teodoro del Espíritu -Santo enel año de 1747 hizo á la S. C. de In
dulgencias esta preguntaentre otras: "¿ Si la Indulgencia llamada
"de Porciúncula,concedida para el dia 2 de Agosto á todas las Igle
" sias, asi de religiosos como de religiosas del orden de los Menores
" de San Francisco, es una misma con la concedida por Honorio III
»á la capilla de Santa María de los Angeles de Asís?» Y que la
S. C. no le respondió. Pero ¿ qué sacamos de estos argumentos ne
gativos, cuando hay tantos positivos en contra ? En primer lugar,
todos cuantos ( p ) han escrito delaIndulgencia plenaria conce
dida á nuestras Iglesias para el dia 2 de Agosto, sean domésticos
ó estraños, la llaman comunmente de Porciúncula. En segundo,
la llaman tambien de Porciúncula el Martirologio romano-será
fico, aprobado por Pio VI, el de los Menores Conventuales y el de
los Capuchinos, aprobados asimismo por la Santa Sede. En terce
ro , del mismo modo la han llamado los Maestros de Ceremonias
de los Papas en sus Diarios, Benedicto XIV (q) en sus escritos,
Clemente X en su concesion á las Iglesias de los Conventuales,
y otros Soberanos Pontífices. Finalmente, ha usado el mismo len
guaje la Sagrada Congregacion de Indulgencias en un decreto
de 5 de Febrero 1748, quepondré en la cuestion quinta; y en otro
de 29 deMarzo 1763, que puedes ver en Agustin María de Nápo
les (r). Por lo cual, si la S. C. de Indulgencias no respondió á
las preguntas del P. Teodoro, no fué, como escribe Avila, por la
dificultad que tenian; pues ellas eran, segun dice Perusino (s),
pág. 221, núm. 116 y 125. - Amort, Minderér.-[9] En la Disquisicion citada, en la obra del
Sínodo diocesano,y en un Rescriptode 23 de Setiembre 1741, que estenderé en la cuest. 3.
- {r } Tomo 4.* de la Cronología Seráfica,pág. 500.- (s; Perusino en el tomo 3.º de la Cro
nología, part. 25, pág.388. - SebaldoMinderér,part.2 *, núm .263.
33
muy fáciles de resolver; sinó porque estaban resueltas ya, dice
Sebaldo.
Concedo pues al P. Avila que si la Indulgencia plenaria de
Gregorio XIII es distinta ( Nota 9.4) de la que concedió Gregorio
XV, como quiere fray Clemente de Ledesma, podrán ganar lasdos
los que visiten nuestras Iglesias de Nueva- España y del Perú, la
primera confesándose aunque no comulgen (la cual pueden ganar
el primer dia de Agosto por la mañana), y la segunda confesándo
se , comulgando y haciendo la oracion acostumbrada. ¿ Pero cuatro
Indulgencias plenarias? ¿y tres de ellas sincomulgar? De ningun
modo lo concederé; pues la concedida por San Pio V al convento
de Cerralvo, la que concedió GregorioXV á todas nuestras Igle
sias, y la Indulgencia de Porciúncula, no son mas que una, y esta
(menos en alguna Iglesia á la que se haya concedido espresamen
te ) de ninguna manera puede ganarse sin confesion, sin comunion
y sin oracion devota. ¿Por qué? Porque así lo determinó el que ha
concedido la Indulgencia. Esto es lo cierto (u ), esto es lo seguro,
y esta es la práctica comun de toda la orden de San Francisco.
¿Y qué dices del Jubileo concedido por Pio IV para el dia 2
de Agosto á la Iglesia de nuestro convento de 'Torres Vedras,y de
la Indulgencia plenaria cotidiana concedida por Inocencio XII (0)
asi á la Iglesia de Porciúncula, como á laIglesia patriarcal de
Asís? ¿ No se comunican á todas nuestras Iglesias, como dice el
R. Avila (a)?
Responderé brevemente, porque me voy dilatando mucho. Es
opinion bastante comun entre los Canonistas (y), que cuando se
conceden Indulgencias ó privilegios á una Iglesia de Regulares
por algun motivo especial, no se comunican entonces a todas las
Iglesias de la misma órden; pues solamente se comunican cuando
se conceden para honrar á los Santos de la propia órden. El Breve
de Pio IV que alega el P. Avila, y que yo hubiera leido de buena
gana si fray Francisco de Madrid lo hubiera puesto en su Bula
Nota 9.a Digo que si acaso es distinta ; pues fray José Alvarez de la Fuente (1) y Domin
go Muriel, que tratan de la concedida por Gregorio XIII, dicen que es la misma Indulgencia
de Porciúncula. Escriben los dos que no es menester la confesion actual para ganarla ; pero
esto se opone al Breve que he referido, y al decreto de la S. C. de Indulgencias de 19de
Mayo 1759 que puse en el tomo 1.º, cuestion 38 .
[t] Fuente en la Sucesion Pontificia, tomo 7.', núm . 15 de la vida de Gregorio XIII.
Muriel en los Fastos del Nuevo Mundo sobre la Bula 84 .- [u ] Amorten la Teología, cues
tion 43, núm. 9.- Minderér, part. 2.a en los núm . 296 ,297 y 312.- [u] Véanse Ferrarispalab.
Indulgencia, art. 5.°, núm. 52; y Pitoni,tomo 3.º de los Regulares, núm . 4010 y 4011.
[ x] En la obra citada, en los dias 25 de Marzo y 2 de Agosto .- [y] Reinfestuel en el 5.°,
tit. 33, núm . 62. – Bordonio de los legados, cap. 7. °, núm . 153. - Pedro Marcancio en las
Resoluciones de Varios Casos, caso 15 al fin del tomo 3.° Jacinto Donato, tomo 1.º de la
Práctica Regular, part. 1.", trat: 7. , cuest. 15. - Cuaresmio, Amort, Minderér.
6
34
rio, se espidió segun infiero del decreto del Ilustrísimo Arzo
bispo de Lisboa don Juan de Almeida, para dar honra y culto
á nuestra Señora de los Angeles, titular del convento de Tor
res - Vedras en Portugal. Y como María Santísima no fué Santa
de mi religion ; pues aunque es patrona de todas no tomó el hábito
en ninguna, de aqui es que la tal Indulgencia ó Jubileo de Torres
Vedras no se comunica a los demás conventos de mi órden . Otro
tanto digo de la Indulgencia plenaria cotidiana, concedida á nues
tra Iglesia de Santa María de los Angeles de Porciúncula. Cual
quiera que lea en la Cronología Seráfica de Perusino (z) los mo
tivos tan particulares que tuvo Inocencio XII para conceder á la
Iglesia de Porciúncula la Indulgencia plenaria cotidiana, no se per
suadirá fácilmente que se comunique a todas nuestras Iglesias, pues
cesan respecto de ellas todos aquellos motivos. Y si esta Indul
gencia nose comunica, ¿cuánto menosse comunicará á nuestras
Iglesias de la Observancia la concedida por el mismo Papa á la
Iglesia patriarcal de Asís (que se titula de San Franciscoporque
alli se enterró susanto cuerpo ), supuesto que la dicha Iglesia no
pertenece a los Observantes, sinó á los Claustrales ó Conventuales
que tienen distinto General? Pero diga sobre esto el R. Avila lo
que quiera, yo nunca me atreveré á usar en el confesonario, ni de
las facultades que tienen los Confesores en Santa María delos
Angeles de Asís en tiempo de la Indulgencia dePorciúncula ( a ),
ni de las que son propias del Jubileo de Torres Vedras; pues ade
mas de ser su comunicacion tan incierta , sé que habiendo los Me
nores Conventuales publicado la Indulgencia de Porciúncula en
forma de Jubileo, mandó la Inquisicion de Roma (6) al Procura
dor general de dicha órden, eldia 12 de Setiembre de 1657, que
avisase á los Guardianes de los conventos de que en adelante se
abstuviesen de publicarla en semejante forma. Luego no se comu
nican á todas nuestras Iglesias, ni el Jubileo concedido por Pio IV
á la Iglesia de nuestro convento de Torres - Vedras para el dia 2
de Agosto, ni la Indulgencia plenaria cotidiana concedida por Ino
cencio XII á la Iglesia de Santa María de los Angeles de Por
ciúncula, como dijo espresamente Lambertini ( c). Finalmente,
»adviertan mucho los religiosos, dice fray Manuel Rodriguez ( d ),
" que la Indulgencia de Porciúncula no es Jubileo; pues en ella no
» se concede facultad para absolver de casos reservados.”
[z] Tomo 3.°, part. 1. desde la pág. 405.- [a] Minderer, part. 2.', núm . 311.- [b] EI
Cardenal Francisco Albici,dela Inconstancia en la fe, cap. 40, núm. 129.- Minderér, part.2.*,
núm . 255 .-- Teodoro en el Tratado de Jubileo, cap. 1.°, $. 3.°, núm. 9. — c) En elnúm. 23
de la Disquisicion.- [d ] Tomo 2.º en la cuest. 88 de la edicion citada, art. 6.°
35
Conclusion tercera .- La Indulgencia plenaria de Porciún
cula, estendida á nuestras Iglesias para el dia 2 de Agosto, puede
aplicarse por las ánimas del purgatorio. — Así lo concedió el Sumo
Pontífice Inocencio XI por unBreve (e ) de 22 de Enero de 1987,
que traen Perusino, Matéuci, Ferraris, el Bulario romano y el de
Coquelines, aunque no convienen en la fecha. Otorgamos perpe
” tuamente, dice el Papa en el citado Breve, " que la Indulgencia ple
”naria, concedida por nuestro antecesor Gregorio XV á los que en
"el dia 2 de Agosto visiten las Iglesias del orden de los frayles
»Menores Observantes yReformados, y hagan lodemas que man
da, pueda aplicarse tambien por modo de sufragio á las almas de
» los fieles de Cristo que hayan pasado de esta vida juntas á Dios
"en caridad, no obstando cualesquiera cosa en contrario.”
Semejanteconcesion hicieron el mismo Inocencio XI ( ) á
las Iglesias de los Capuchinos el dia 10 de Mayo de 1689, y Ale
jandro VIII á las de los Conventuales el 10 de Enero de 1690. Lue
go la Indulgencia plenaria de Porciúncula, estendida á nuestras
Iglesias, se puede aplicar tambien á las ánimas del purgatorio.
Acerca de las dichas concesiones, advierto lo primero: que
aunque en las lecciones del Breviario franciscano del dia 2 de
Agosto se dice que Honorio III concedió á nuestro P. San Fran
cisco la Indulgencia de Porciúncula por el espacio de solo un dia
natural, esto es, desde las vísperas del primer dia de Agosto hasta
las vísperas del dia siguiente ; sin embargo,se gana en laIglesia de
Porciúncula hasta que el sol se pone el dia dos. Así lo ha decla
rado la S. C. de Indulgencias en un decreto de 16 de Febrero
de 1739, que traen Perusino (8), Minderér y Lipsin ; y así consta
de los Breves de aquellos Papas que en la Iglesia de Porciúncula
no han suspendidola referida Indulgencia enel año del Jubileo, co
mo Urbano VIII, Inocencio XII, &c.
Advierto lo segundo ( porque me voy estendiendo demasiado),
eque segunafirma y prueba Minderér (h), ”pueden por privilegio
” ganar la Indulgencia de Porciúncula, aunque no visiten la Igle
e Empieza: Alidsfelicis,y se halla en Perusino,tomo 3.º de la Cronología, part. 1.",
pág. 261. - Mateuci, Oficial de Curia, cap. 26 , núm . 7. - Ferraris, palab. Indulgencia, art. 5.',
núm . 51. - Bulario romano, tomo 11, Bula 164; y en el de Coquelines, tomo8.“ , Bula 177.
Tambien se halla en Romero Sanchez, en Minderér, & c.- ! } )Empiezan los Breves de es
tos dos Papas : Alids felicis, y los he visto, el 1.º en el Bulario de los Capuchinos, to
mo 1.º, pág. 136 ; y el 2.º en la obra citadadel Marentini, núm . 18 del Registro. Asiel Bu
lario con notas del P. fray Miguel de Zug, como el Marentini, se hallan en la bibliotecade
los RR . Capuchinos de esta ciudad dela Habana.- [ & ] Perusino en el tomo 3.°, part. 2.a
pág. 217.- Minderérenla pág.278de su obra.- Luis Lipsinen su Catecismo Histórico
teológico-dogmático, hacia el fin del tomo 2.º cuando trata de la Indulgencia de Porciúncu
la. - th) Minderér, part. 2.* de su obra , confer. 5.",cuest.15. - Apolonio Holzman, tomo 2.º
de la Teología moral, part. 5.“, núm. 770.
36
"sia á que está concedida, con tal que cumplan las demas condi
»ciones: lo 1.—Los religiosos y las religiosas de las tres órdenes
"de nuestro Padre San Francisco, ya esten bajo de la jurisdiccion
" de la órden ,ó ya bajo del gobierno de los Ordinarios: si van de
*camino, haciendo oracion en otras Iglesias ó lugares en que se
· " hallen : si están enfermos ó ancianos, visitando la capilla ó el ora
Ptorio de la enfermería si pudieren; y sinó, rezando en su propia
'celda ó cama; y finalmente, si están cautivos ó embarcados, en
" las mismas cárceles ó embarcaciones.
» Lo 2.º-Nuestros Terceros seculares de uno y otro sexo;
" porque son verdaderos miembros de la órden, entre los cuales y
» los religiosos de la primera órden hay estrecha comunicacion de
"privilegios é Indulgencias, concedidas por los Sumos Pontífices
" Inocencio XI é Inocencio XII, como se refiere en las Rúbricas
"particulares de nuestro Breviario Seráfico, aprobadas por este úl
"timo Papa desde el número 180.
» Lo 3. – Los Cordígeros, ó los que traen legítimamente el cor
"don de nuestro Padre San Francisco, ya porque entran en la di
»cha comunicacion de privilegios é Indulgencias, como que están
» sujetos a la direccion del Ministro generalde toda la órden, y ya
" porque Gregorio XV les concedió en 1622 que puedan gozar de
wiodas las Indulgencias de las que gozan los religiosos Menores
"de la Regular Observancia, segun consta del número 165 de las
" mismas Rúbricas.
» Lo4. – Finalmente, los Síndicos y Procuradores(con sus mu
» geres é hijos) de los monasterios de los frayles Menores de nuestra
»Regular Observancia, de Santa Clara, de la Concepcion y de la
» Anunciacion;como lo prueba por una Bula de Clemente VIỈ de 16
" de Abril de 1526, que pone en la página 294 al fin de la Confe
” rencia quinta ."
CUESTION II.
Nota 16. Deferirsignifica ceder, ser del parecer de otro, convenir con él en su opinion.
Véanse los Diccionariosde Terreros y la Academia.
[1] En el Oficial de Curia, cap. 26, núm. 7.0
53
EPÍSTOLA ( 11)
Que se guarda en el archivo de nuestro convento de Turin .
" Habiendo el P. Procurador general del órden de los Meno
"res Observantes de San Francisco espuesto á la S. C. del Concilio
"Jas nuevas lítis que se levantaban en algunos lugares por el to
" ties quoties de la Indulgencia de Porciúncula, se dió la siguien
" te respuesta. — Dia 4 de Diciembre de 1723. - La S. C. de los
" Eminentísimos Cardenales de la Santa Iglesia Romana, intér
"pretes del Concilio Tridentino, decretó: que se guarde la cos
" tumbre. - C ., Cardenal Origi, Prefecto . — En lugar + del sello
" Próspero Lambertini, Secretario."
Ultimamente en el mes de Agosto de 1747, renovada ya por
Clemente XI la S. C. de Indulgencias (que aunque erigida por Cle
mente VIII se habia interrumpido por algunos años) se presentá
ron á ella el Doctor don Tomas Castelli y el R. P. Teodoro del Es
píritu -Santo, proponiendo entre otras la sobredicha duda. La S.C.
pidió informes á los Procuradores generales de toda la Religion
Seráfica,y habiéndolos oido, nadaresolvió por entonces; pero el
Secretario de dicha Congregacion anotó estas palabras sobre el
manojo de los papeles presentados: Aliundè provisum (m); esto es,
que aquellas dudas estaban ya resueltas por otra parte, y por tan
to que se habia de sobreseer de aquella causa. En lo cual no hizo
otra cosa la S. C. de Indulgencias, que remitirse á las decisiones
de la S. C. del Concilio.
Resumiendo pues lo que llevo dicho en esta prueba, no hay
duda que Inocencio XI comprendió en su Decreto las Indulgen
cias ordinarias concedidas de un modo comun; mas no fué su inten
cion comprender en él la Indulgencia plenaria de Porciúncula que
es una Indulgencia estraordinaria, concedida por Cristo á
Francisco de un modo nuevo y singular, y por tanto condecorada
con especiales favores por los Papas. Y para que no pienses que
yo afirmo esto sin causa, oye los motivos que tengo para ello.
Pero antes has de suponer que todos los años desde tiempo an
tiquísimoé inmemorial, segun dijo Clemente VII en un Breve (n)
que espidió en el año de 1526, se hace una solemnísima procesion
desde el convento de Asís, donde está el cuerpo de nuestro Padre
[U] Marentini en la obra citada, núm .48, 8 5 ° - [m ] Perusino, tomo 3.º de la Crono
logía Seráfica,part. 2.", pág. 388.- Minderér, part. 2.º, en los núm . 263 y 276.- [n ] Lo pue.
des ver en Lambertini, al fin de su Disquisicion.
54
San Francisco, hasta la Iglesiapequeña de Porciúncula en donde
#
se gana la Indulgencia; y que el mismo romano Pontífice por me
dio de una Sagrada Congregacion, manda como Soberano tem
poral que es, al Gobernador de Perusa que vaya personalmente á
Asís con tropa, y procure con su vigilancia contínua y suma pru
dencia que en tanta concurrencia de pueblos no se siga ningun
perjuicio; y finalmente, que ponga todos los medios para que asi
la procesion como las repetidas entradas en la Santa Capilla, se
hagan sin confusion ni desorden.
En el año pues de 1678 en que se publicó el Decreto sobre
dicho, volviendo el dia de la Consagracion de Santa María de los
Angeles, no solo en la ciudad de Roma, sabiéndolo y consintiéndolo
el mismo Pontífice Inocencio XI, hicieron los fieles las acostum
bradas entradas en las Iglesias de nuestra órden con la esperanza
de ganar toties quoties la Indulgencia plenaria; sinó que sucedió
lo mismo en las Iglesias de los Menores de todo el mundo, y aun
el dicho Papa envió sus ministros y soldados á Asís, para que se
gun la costumbre procurasen que en semejantes entradas y salidas
so evitase cualquier desórden: y de este modo fueron continuando
los fieles en los años siguientes hasta el de 1700, repitiendo siem
pre las entradas en todas las Iglesias de los Menores Urbis f. Or
bis, sin prohibirlo ni impedirlo ningun Pontífice. Lo cual es
prueba que la intencion de Inocencio XI no fué comprender
en su Decreto esta Indulgencia; pues á no ser así, hubiera ma
nifestado su intencion contra la tal costumbre que es notoria, uni
versal y pública. No es mio este modo de argüir, sinó de Ringerio,
Obispo de Asís, en su Encíclica al cleroy pueblo de su dióce
sis, y de Próspero Lambertini, asi en la Disquisicion como en el
Discurso (ñ)
Ya en el año de 1700, léjos de reprobar la Iglesia la costum
bre inmemorial que los frayles Menores alegaban á favor del to
ties quoties de la referida Indulgencia, decretó la S. C. del Con
cilio(contra el Obispo Labacense, dice Lambertini) que se guar
dase la mencionada costumbre. Sabian los Eminentísimos Padres
de la Congregacion del Concilio, dice Minderér ( o ), que desde
tiempo antiquísimo, desde que vivia Honorio III, habia sido cons
tante y unánime la persuasion de los fieles, de que el dia 2 de Agos
to ganaban toties quoties la Indulgencia plenaria en la Iglesia de
Porciúncula: sabian que los fieles, tanto plebeyos como nobles, te
nian la piadosa costumbre de entrar repetidas veces el mismo dia
[n ] Véase Marentini en la pág. 390 , y en la 265.—[o] Minderér, part. 2.8, núm. 282.
Holzmán, núm . 774. - Marentini, pág. 297 y 394 .
55
en todas las Iglesias de los Menores, lo mismo que en la de Por
ciúncula, á presencia de los Cardenales, de los Patriarcas y de los
Obispos:sabian finalmente, que en el espacio de once años que Ino
cencio XI sobrevivió á la publicacion de su Decreto, habian con
tinuado los fieles en ir cada año el dia 2 de Agosto, viéndolo y con
sintiéndolo el mismo Papa, á visitar muchasveces todas las Igle
sias del orden de San Francisco, con la esperanza de ganar mu
chas veces la Indulgencia, segun y como lo habian hecho antes del
Decreto, y que los otros dos Papas que le sucedieron, tampoco ha
bian reclainado su observancia: y á vista de todo esto juzgaron pru
dentísimamente que jamás habia sido la intencion de InocencioXI
el comprender en su Decreto la Indulgencia plenaria de Porciúncu .
la; por lo cual decretaron que se habia de guardar la costumbre.
Asi resolvió tambien la misma Congregacion del Concilio en
el año de 1723 contra algunos Párrocos del Piamonte, de los cua
les uno, varon docto y piadoso, y que habia sido la principal causa
de que el Procurador general de mi órden pidiese á la dicha Con
gregacion nueva declaracion sobre el toties quoties con el fin de
que se acabasen las discordias, luego que oyó el Decreto, no bus
có distinciones ni efugios para eludir tan preciso y solemne juicio ;
sinó que con un raro ejemplo de humildad no se avergonzó de can
tar la palinodia ( P ) públicamente y por su propia voluntad en Vi
ñon, poblacion grande del Piamonte. Y á la verdad, ¿qué distincion
ó qué retorsion pudiera pensarse todavia cuando el Secretario de
aquella Congregacion (Próspero Lambertini) espuso con toda cla
ridad la verdadera y propia inteligencia del toties quoties? Pre
gunto yo: cuando se inquiere el sentido y la propia inteligencia de
algun decreto de la S. C. del Concilio, já quién hemos de dar más
crédito ? ¡A este ó á aquelescritor particular que (con qué ánimo
y con qué motivo, Dios lo sabe) supone ó finge al Decreto la inte
ligencia que le parece bien, y que favorece á su partido: ó á aquel
escritor público que tiene por oficio arreglar los negocios de la
misma Congregacion, que es guarda fiel de todas las sentencias
que ella profiere continuamente, que conversa y trata con frecuen
cia con los mismos jueces, y que solo por amor á la verdad espone
la mente verdadera y propia de la Sagrada Congregacion? Pode
mos decir, que ignora los primeros elementos de la crítica el que
no concluye que este último se ha de preferir con justa razon á los
demas. Apartemos pues de nosotros cualesquiera interpretaciones
que otros piensen del todo agenas de la mente de la Sagrada Con
[ p] Honorio Marentini en la obra citada, núm. 48, g. 5.° y 3.9
56
gregacion. PrósperoLambertini, comoque erasu secretario, pudo
y debiósaber el verdadero sentido é inteligencia de los Eminentí
simos Cardenales que asistieron a la dichajunta. Luego si, segun
él escribe,la S. C. en su Decreto no reprobó, sinó ántes aprobó la
antigua é inmemorial costumbre de que repitan los fieles las tales
entradas, ó por la Capilla de Porciúncula, ó por todas las otras
Iglesias del orden de los Menores con ocasion de la Indulgencia de
Porciúncula, persuadiéndose de que ganan la misma Indulgencia
toties quoties; ciertamente que no deben ser oidos los que intentan
traer á otra inteligencia el dicho Decreto de la S. C. del Concilio .
Infiérese de todo lo dicho, que asi la S. C. del Concilio, como
la de Indulgencias, resolvieron la duda á mi favor; pues esta se re
mitió a la decision de aquella, y aquella resolvió que se observe la
costumbre, que es lo que alegaron los Menores.
Mas por cuanto se empeñan en negar esta verdad algunos sa
bios, entre los cuales he visto á los ilustradores del Fuero de la
Conciencia (9), pondré aqui sus fundamentos para ver si satisfa
go á ellos.
" Primero. Eusebio Amórt, dicen, resuelve en sus cuestiones
" prácticas que la Indulgencia de Porciúncula no puede ganarsemu
»chas veces en un dia . Segundo: el P. Ubaldo Giraldi,añaden, ha
" ciéndose cargo de esta dificultad, afirma que hoy dia ninguna co
"sa cierta puede establecerse acerca de ella hasta que sea declara
" da por la Santa Sede; porque habiéndose propuesto la dificultad á
”la S. C. de Indulgencias, decretó esta en 20 de Setiembre de 1745
" que se oyesen los Procuradores generales del órden de San Fran
” cisco, y exhibiesen los documentos de las concesiones. Los cuales
" documentos dice el P. Giraldi (quien escribia en Roma el año
"de 1757) que hasta entonces aun no se habian presentado. - Ter
" cero: asimismo añaden que la declaracion de la Congregacion del
» Concilio que alega Ferraris, solo nos dice que se guarde la cos
" tumbre; pero cuál sea esta costumbre, es la duda .- Cuarto: se de
»be escitar á los fieles, dicen, á que entren y salgan repetidas veces
"en las Iglesias de San Francisco el dia 2 de Agosto desde prime
"ras vísperas, y repitan las oraciones acostumbradas; porquepuede
"suceder que si en una u otra vez no ganan la Indulgencia,repitien
"do las diligencias se dispondrán mejor para ganarla."
Respondo á lo primero, que el argumento principal que alega
Amórt para probar que la Indulgenciade Porciúncula no se puede
ganar muchas veces en un mismo dia, es el citado Decreto Ino
[9] En la part. 2.", trat. 6.° sobre la proposiciou 37 condenada por Alejandro VII, al fin .
57
cenciano de 7 de Marzode 1678 , el mismo que alegó el Ilustrísimo
Obispo de Labác en su Memorial contra los franciscanos de su dió
cesis. Pero este Decreto de ninguna manera comprende á la Indul
gencia de Porciúncula. Así lo afirma Ringerio, Obispo de Asís.
Así nos lo asegura Lambertini (r), Secretario de la Congregacion
del Concilio, á los cuales debo dar más crédito que á Eusebio
Amórt. Y así lo resolvió la S. C. del Concilio por un Decreto
de 17 de Julio de 1700, y por otro de 4 de Diciembre de 1723. Es
digno de notarse, dice Marentini (s), que Eusebio Amórt aunque
trató muchas veces de la Indulgencia de Porciúncula, nunca hizo
mencion en sus escritos de ninguno de los dos Decretos de la S.C.
del Concilio que nos favorecen; niaun de la Bula de Inocencio XI,
en la que espresamente concede que pueda aplicarse por los difun
tos. Porqué se portase así este hombre sabio, no es fácil averiguar
lo . Luego ¿qué prueba su autoridad para enervar mi conclusion ?
A lo segundo respondo que si es cierto lo que afirman los ilusa
tradores del Fuero de la Conciencia que dice el P. Giraldi (pues
yo no he podido hallar sus Adiciones), no es verdad todo lo que es
cribe este Escolapio. Convengo desde luego con él en que habién
dose propuesto á la S. C. de Indulgencias la duda de įsi la Indul
gencia de Porciúncula segana tantas veces el dia 2 de Agosto,
cuantas se visite alguna de las Iglesias del orden de San Fran
cisco? decretó la S. C. que se oyesen los Procuradores de mi órden,
y exhibiesen los documentos que tuviesen. Más ¿cómo le he de
creer cuando dice que los tales documentos aun no se habian pre
sentado á la dicha Congregacion al cabo de doce años, cuando me
consta todo lo contrario? ¿Es creible que toda la religion Seráfica
que se componede tantas familias, interesadas todas en las glorias
de su Padre, habia de mirar con esa indolencia un asunto de tanta
gravedad é importancia? Pero lejos de mí un pensamiento tan ba
jo, y tan afrentoso para toda la religion de San Francisco. Lo cier
to es que segun refiere Minderér (t) con otros escritores de mi ór
den que tratan exprofeso esta materia, en el mismo año en que sa
lió el citado Decreto de la S. C. de Indulgencias que fué (no el
de 1745 como afirma el P. Giraldi), sinó el de 1747 en el dia 4 de
Agosto, en ese mismo año en el mes de Setiembre presentaron sus
votos á la dicha Congregacion,no solamenteel Procurador gene
ral de la Observancia, sinó tambien el de los Reformados, el de los
[1] En la Disquisicion sobre la Indulgencia de Porciúncula, núm . 26 ; y en la cuest. ca
nónica 362, f. Indulgencia.— [s] Marentini en el núm. 61, . 2.°, pág. 377 .- [?] Sebaldo Min ,
derer, part. 2.4por toda la conferencia 5 .” — Perusino en el tomo 3.º de la Cronología Se.
ráfica, part. 2.", pág. 388. - Lopez Muñoz en la 2.. Ilustracion del Echarri,
9
58
Conventuales, el de los Capuchinos, y el de nuestros Terceros Re
gulares. Tengo sobre la mesa los votos de los dos primeros, y los he
leido con indecible júbilo.Y despues de eso, ¿me querrán persuadir
á mí los ilustradores del Fuero de la Conciencia, que es verdad lo
que nos cuenta el P. Giraldi ?
Acerca de lo que respondió á los Procuradores el Secretario
de la Congregacion de Indulgencias de resultas de la presentacion
de sus votos, ya queda dicho en la página 53.
A lo tercero y cuarto respondo que una vez que admiten es
tos autores el Decreto de la Congregacion del Concilio, que dice
que se guarde la costumbre, yo haré por quitarles la duda de
cual sea esta costumbre. Porque, ó han de decir que la Sagrada
Congregacion delConcilio en las dos respuestas que escribe Lam
bertini que dió, habló adefesios, echándose fuera de la duda que la
proponian; ó que respondió al intento, resolviendo la dificultad. Si
dijeran lo primero, harian ciertamente muy poco honor a aquellas
Sagradas Congregaciones, compuestas de tantos sabios, é institui
das por los Sumos Pontífices, para dar solucion adecuada á las du
das que les propongan ; lo cual no se me hace creible de unos hom
brespiadosos ymoderados. Luego dirán lo segundo, dirán que la
Congregacion del Concilio resolvió la dificultad que la propusie
ron. Pues veamos ahora qué es lo que alegan las partes, para que
entendamos la sentencia del juez.
Por una parte se presenta á la Congregacion del Concilio el
Obispo de Labác, quejándose de que no obstante el Decreto de Ino
cencio XI de 7 de Marzo de 1678, en que declaró que la Indul
gencia plenaria concedida á los que en dias determinados visi
ten alguna Iglesia , se gana solamente una vez al dia, los frayles
de San Francisco de la provincia de Carniola persuadian al pue
blo que la Indulgencia de Porciúncula se podia ganar en sus Igle
sias todas cuantas veces las visitaran el dia 2 de Agosto. Por otra
parte se presenta el Provincial de San Francisco de dicha provin
cia, alegando la antigua costumbre que habia habido en toda su
órden de publicar la Indulgencia de Porciúncula el dia 2 de Agosto,
del mismo modo que la publicaban los religiosos de su provincia;
y que esto mismo se habia practicado aun en Roma sin interrup
eion alguna desde el año de 1678 en que se espidió el Decreto Ino
cenciano, hasta el actual de 1700; lo cual prueba que la Indul
gencia de Porciúnculano estaba comprendida bajo del referido De
creto. Ambas partes litigantes pretendian que se declarase por cier
ta la opinion que cada una seguia, y de consiguiente pedian á la
Congregacion una respuesta auténtica y decisiva sobre el punto
59
del toties quoties de la dicha Indulgencia. Para dar a esta duda
una respuesta concisa y categórica, supuesto que el Obispo ale
gaba a su favor elDecreto, y el Provincial alegaba la costumbre,
bastaba que la Congregacion respondiera así: Guardese el Decres
to; ó de este otro modo :Guardese la costumbre. ¿Qué hizo la Sa
grada Congregacion ? Oyó las razones alegadas por una y otra par
te, y despues de haberlas pesado, aceptó solamente la del Provin
cial, y pronunció la sentencia en su favor por este rescripto: Guár
dese la costumbre.
Si la S. C. hubiera respondido: Guardese el Decreto, nadie
pienso yo que hubiera dudado ni qué Decreto era ese, ni á favor de
quien pronunciaba la sentencia, supuesto que una de las partes ha
bia alegado el Decreto. Pues ¿por qué habiendo respondido la Con
gregacion: Guardese lacostumbre, por qué dudan los dichos au
tores con el R. P. Teodoro, cuál es la costumbre que manda la
Congregacion que se observe? Causa adıniracion que lo duden,
puesto que ella fué alegada por otra de las partes. A mí me pare
ce que no es menester estudiar mucha teología para saberlo . Por
que ¿qué hombre sabio que no tenga cataratas en los ojos, no echa
de ver al instante que aquel sólitum que la Congregacion del Con
cilio manda una y otra vez que se observe, no es otra cosa que
aquella costumbre pacífica, pública é inmemorial, no interrumpi
da por el dilatado tiempo de mas de seiscientos años, permitida, to
lerada y aun aprobada por la Iglesia, la cual costumbre han ale
gado siempre á su favor los frayles Menores? ¿Qué hombre docto
que no se deje arrastrar de la pasion, dejará de conocer inconti
nenti que la costumbre que manda la Congregacion que se guarde
no es otra que aquella piadosa y antigua práctica, "segun la cual
" (dice Lambertini) entran los cristianosmuchas veces en la Santa
"Capilla de Porciúncula, ó en las otras Iglesias á las que se ha es
» tendido esta Indulgencia, creyendo que la pueden ganar mu
chas veces ? »
Así lo conoció en el año de 1723 aquel Párroco del Piamonte
que públicamente se retrató de su opinion, como dije arriba. Y así
lo conoció tambien el año de 1700 elIlustrísimo Obispo de Labác,
cuyas quejas contra los fraylesMenores no quiso admitir la S. C.
del Concilio, segun afirma suSecretario Lambertini (u). Luego
es innegable que la S. C. del Concilio sentenció esta causa á favor
de los frayles Menores, pues no quiso admitir las quejas del Obis
po de Labác contra ellos. Luego hacemos bien los frayles Me
[4] En la cuestion 362 citada .
60
nores en persuadir y predicar al pueblo, que la Indulgencia de Por
ciúncula concedida para el dia 2de Agosto á los que visitan nues
tras Iglesias, puede ganarse en ese dia desde lasprimeras víspc
ras, todas cuantas veces las visiten. Y como por otra parte esta In
dulgencia aprovecha tambien á los difuntos, "nada impide, dice
» Lambertini, que se aplique muchas veces en un dia, ya por un
"alma, ya por otra de las que están penando en el purgatorio."
Este, este es el único motivo, Ilustradores del Fuero de la
Conciencia, porque se debe escitar á los fieles á que entren y sal
gan repetidas veces ( segun vuestras mismas palabras) en las Igle
sias de San Francisco el dia 2 de Agosto, y repitan las oraciones
acostumbradas: pues si fuera el motivo que vosotros decis, ó el que
alegaban los Párrocos que cita Lambertini, lejos de que debiéra
mos escitar á los fieles á que entraran y salieran muchas veces, de
bíamos prohibirles semejantes entradas y salidas. ¿ Por qué? Lo
primero, porque entonces esta Indulgencia no tendria mas privile
giosque las otras; y si en lasotras no hay obligacion de escitar á
los fieles á que entren en la Iglesia muchas veces en un dia y re
pitan allí las oraciones, ¿por qué ha de haber esta obligacion en la
de Porciúncula? Lo segundo, porque una vez que entran y salen
los fielesen las Iglesias de San Francisco, creyendo (dice Bene
dicto XIV ) que la pueden ganar muchas veces en un dia, debian
prohibírseles las tales entradas y salidas para sacarlos de su error:
pues cuando la S. C. de la Inquisicion de Roma declaró por un De
creto (del que hice mencion en la Nota 15 de este tomo) que no
constaba que la Indulgencia plenaria de Porciúncula fuese coti
diana, prohibió (o) que no se hicieranlas entradas y salidas en la
Iglesia de Porciúncula en cualquier dia del año, con la persuasion
de que se ganaba la Indulgencia. Pero si vemos que la Iglesia, en
vez de prohibir semejantes entradas y salidas el dia 2 de Agosto,
determina por medio de sus Congregaciones que se continuen, y
que se deje á los fieles en la buena féen que han estado hasta aho
ra, de que pueden ganar esta Indulgencia muchas veces en el dia ,
yą por sí, ya por las benditas ánimas, ¿ qué inferiremos de aqui, si
nó que mi conclusion tiene la aprobacion de la Iglesia?
Ultimamente, a los que arguyen de que los mas que escriben
del toties quoties son de mi órden: Respondo que asi como las
cosas de los cristianos no se pueden conocer mejor quepor sus li
bros, asi siendo la Indulgencia de Porciúncula propia de la órden
Seráfica, y tan propia que es uno de sus timbresmas gloriosos, ¿de
[v] Honorio Marentini en el núm. 58, pág. 366 .
61
dónde se podrá conocer mejor que de los Anales de los Menores,
y de otros escritores de la misma órden ?
Conozco que me he estendido demasiado; pero me ha sido pre
ciso rebatir á los impugnadores.
CUESTION III .
[a] Agustin de Vetancur en la cuarta parte del Teatro Mejicano, trat. 4. °, núm . 5 ; y
en el tratado de la ciudad de Méjico, que está al fin del mismo tomo, núm . 201 y 202.
[ b] Cayetano de Alejandris en el Confesor de Monjas , cap. 10, cuest. 18 y 19.- Minderér,
part. 2.", confer. 7.", cuest. 17. — Pelizario en el trat. de Monjas, cap. 9.º, cue 22.-Portel
en el tomo 1.º de las Respuestas Morales, part. 2.º, caso 14.- [cj Breviario Franciscano,
impreso en Madrid 1769, desde el núm . 180 de nuestras Rúbricas.- [d ] En el tomo 4.° de
los Comentarios á las Constituciones Apostólicas, en la 28 de Eugenio IV, núm. 6.
10
66
Frontera (e) Urbano VIII, que casi un siglo antes habia sido Pa
pa, Y así lo habia hecho tambien Clemente VIII en el año de 1605
con otras monjas Benedictinas de Prusia y de Polonia. Mas
para quitar toda duda en esta materia, el dicho Clemente XI
se dignó confirmar en 1714 el siguiente Decreto de la Sagrada
Congregacion de Indulgencias quehe leido en Perusino ( Š ), en
Ferraris, en Ursaya, y aun en los Bularios.
DECRETO
DECRETO
{n} Véanse dos Decretos de la misma Congregacion de Ritos que están en las Rúbri
cas antiguas de nuestro Breviario en los núm . 139 y 140; pero advierte que el Decreto del
núm. 140, está revocado por I io VI - [0 ] Teodoro en el lugar citado.-- [ p ] Amórt en la
pág. 447. — Bulario Lateranense, pág. 52 del Apéndice en la edicion citada.- Holzman, par
te 5.", núm. 767.– [9 ] Mateuci en el Oficial de Curia, cap. 26, núm .14 y 15.
73
que las Iglesias de las monjas del Instituto de Santa Clara gozan
de la Indulgencia de Porciúncula, dándonos en esto á entender que
estaban virtualmente comprendidas en las Bulas de Gregorio XV
é Inocencio XI. Kacemberger (r) reprueba la opinion de Matéu.
ci, y lleva la contraria. A mí no me gustan ni la una opinion ni la
otra, tomadas absolutamente y sin restriccion; y asi voy á seguir
otro rumbo.
Pero antes supongo que segun dijo en la cuestion pasada, hay
treinta y un dias en el año Indulgencia plenaria perpetua, conce
dida por los Santos de miórden a todos los fieles queconfesando y
comulgando visiten nuestras Iglesias, esto es, las Iglesias de los
fraylesMenores de San Francisco. He leido con atencion las con
cesiones de veinte y cuatro de estas Indulgencias que he hallado,
ya en los Bularios romanos, ya en los escritores de mi órden; y hu
biera leido las restantes si hubiera podido dar con ellas. En casi
todas las que he visto, hablan generalmente los Papas de nuestras
Iglesias y de las de nuestras monjas. Sin embargo, no he dejado de
encontrar algunas en que ó no se hace mencion espresa de las Igle
sias de las monjas, ó se habla de ellas con limitacion . Esto supuesto,
Tengo por cosa cierta que cuando los Papas han concedido
Indulgencias a las Iglesias de los religiosos de San Francisco para
honrar á los Santos de su órden, participan de ellas por lo comun
las Iglesias de lasmonjas de la propia órden, aun cuando los Papas
no las espresen. Porque, si las monjas están sujetas á la obediencia
de los Prelados de la órden, hay entre ellas y nosotros, entre sus
Iglesias y las nuestras, una comunicacion estrechísima de Indul
gencias concedida por varios Pontífices, particularmente por Ino
cencio XI en 1686 , y por Inocencio XII en 1695. Sinó están su
jetas á ellos, no por esohan perdido sus Iglesias las Indulgencias
que son propias de su órden, segun lo ha declarado varias veces
la S. C. de Indulgencias (s). De aqui es que aunque Sixto V (t),
cuando concedió Indulgencia plenaria á los que visiten nuestras
Iglesias en los dias de nuestro Padre San Francisco y de otros
Santos de mi órden, no haya nombrado espresamente las Iglesias
de las monjas sinó para el dia de la Seráfica Madre Santa Clara,
no por eso dejarán de ganarlas los fieles que las visiten en tales
dias. Y lo inismo digo de las que concedieron Clemente XI (u) pa
[r] Kiliano Kacembergėr en el cap. 3.° de las Indulgencias,núm .93.- [s] VéaseMin .
derer, part. 2.", núm . 370.–[1] Por su Bula Cum à primæva de 28 de Setiembre 1585, que
hallarás en el Teatro de Lantusca, palab. Indulgencia: en el Bulario de Rodriguez; yen
Juan Pitoni sobre los Regulares, núm. 1030 .- (u) Por su Bula Redemptoris, 15 de Noviem
bre 1713, que es la 129 en el tomo 12 del Bularioromano .
11
74
ra el dia 9 de Marzo en honor de Santa Catalina de Bolonia, y
Pio VII para el dia 6 del mismo mes en honor de Santa Coleta .
Otra cosa me parece que es cuando los Papas posteriores á
Inocencio XII conceden Indulgencias á nuestras Iglesias, esto es,
á las Iglesias de los frayles de mi órden, con espresa limitacion para
las de las monjas. Asi las concedió Benedicto XIV ( o) para el dia
de San Luis Rey de Francia, y para el de Santa Isabel Reyna
de Hungría: de modo que respecto de las Iglesias de los Menores
Observantes de San Francisco, concede la Indulgencia plenaria á
todos los fieles que las visiten; mas respecto de las Iglesias de las
monjas, la coarta á las mismas monjas y á las que están encerra
das en sus claustros. Ni aqui pienso yo que vale la mutua comuni
cacion sobredicha; porque habiendo sido ella concedida por Papas
anteriores á Benedicto, parece que este, concediendo la Indulgen
cia en el modo dicho, deroga la tal comunicacion implícita y vir
tualmente. Aunque de todas cuantas Bulas he leido en que se con
ceden Indulgencias á nuestras Iglesias, ninguna he visto en estos
términos; sin embargo, en los Decretos de la S.C. de Indulgencias
que trae Amórt en su historia ( ar ) hay muchas concedidas asi: y
entonces me parece que no vale la comunicacion de Indulgencias
que se haya concedido antes, por mas íntima y estrecha que sea .
CUESTION VI.
[m] Tomas Sanchez sobre el Decálogo, tomo 2.º, lib . 5. °, cap. 5. °, núm. 5. - Murcia
sobre la regla de San Francisco .- [n] Raynaudo, tomo 17 de sus obras, cap. 11 de la apos
tasia, 4. 9 y
° dela escelencia del voio, punto 7.º- BartoloméFumo, Laiman, & c.- [ñ] Alon.
60 Rodriguez, Ejercicio de Perfeccion,part. 3.", trat. 2.°, cap . 8.° y 9.0 - Juan de Rance, to
mo 4.°,confer. 16.- [a] En la palab. Altar.- [6] Fagnano en el 3.°,tít. de la celebracion
de las misas, cap. Quidam, núm . 15 .- (c) Minderér, part. 2.. desde el núm . 57. -Bordonio,
80
obligacion. Por tanto, leanse con mucha atencion los Breves de al
tar privilegiado; pues las Indulgencias, como he dicho muchas ve
ces, no valen más que lo que suenan.
Advierto á los sacristanes, que segun determinó la Sagrada
Congregacion de Ritos por un Decreto (d ) de 13 de Agosto de 1667,
aunque haya uno ó dos altares privilegiados en alguna Iglesia, no
es lícito poner á las puertas de ella alguna tablilla que diga:In
dulgencia por los difuntos, sinó que debe ponerse sobre el mismo
altar un rótulo con estas palabras: Altar privilegiado por los di
funtos. Espidiose este Decreto, dice Cavalieri, para que no se en
gañen los fieles, creyendo que hay allí alguna Indulgencia por vi
sitar la Iglesia ó los altares que sea aplicable por las ánimas. Yo
suplico encarecidamente a los Prelados de las Iglesias, que en la
tablilla que se ponga sobre dicho altar, no solo se escriban estas
palabras que manda la Sagrada Congregacion:Altar privilegiado
por los difuntos, sinó que tambien se especifique si es para todos
los Sacerdotes, ó solo especial para los de alguna órden ; si es á fa
vor de todos los fieles difuntos, ó solo a favor de algunos; si es pri
vilegiado diariamente, ó qué dias á la semana, &c .; pues sé que
por no escribir esto con claridad, se suelen cometer muchos yer
ros en grave perjuicio de las ánimas. Advierto tambien que cuan
do por alguna causa particular se concede altar privilegiado, no
se deroga este por revocaciones generales, segun dicen Teodo
ro (e), Barbosa y Minderér.
CUESTION IX .
CUESTION XI.
[i] En las páginas 358, 371, 375 y 425 .- j ] Comienza Pretiosus, §. 23.- Es la 79 en
el tomo 6.º del Bulario de los Predicadores.-- [k ] Principia Romanus Pontifex; y la he visto
tambien en Perusino, tomo 3. °, part. 2. ", pág. 159.- 11j Bremond en el tomo 8.°, trat. de
consensu bullarum , tít. 15, cuest. 4.", §. 3.", núm. 6.-- David en su Bulario, impreso en Ro
ma 1742, pág. 289. - El Bulario de los Canónigos del Salvador, en la parte 1.* impresa en
Roma 1733, trae al principio el Decreto de la S. C. de Indulgencias . --Víestos tres Bule
rios en la biblioteca pública de la Metropolitana de Méjico.
86
tísimo Salvador, Cavalieri (U), Minderér y Eusebio Amórt, en
quien he leido elDecreto de la dicha Congregacion de 20 de Ene
ro de 1733, número 3, que es del tenor siguiente:
» Benedicto XIII el dia 26 de Marzo de 1729 hermoseó con
+
" privilegios á la Congregacion del Santísimo Salvador. Entre otros
" añadió Indulgencia plenaria para sus Iglesias en las fiestas de San
"Agustin y Santa Mónica. Item , á los que visitasen las Iglesias de
" ellos en la Natividad del Señor, en la Pascua y en tiempo de ad
" viento y de cuaresma, diólas Indulgencias de las estaciones de
»Roma. Finalmente, concedió altar privilegiado para solos los Ca
"nónigos de esta Congregacion que celebrasen en alguna de sus
» Iglesias. Despues Clemente XII (*) revocó las dichas concesio
»nes, y señaladamente esta (**),espedida por Benedicto XIII á fa
»vorde los Canónigos Reglares. Mas por cuanto en la Bula revoca
wtoria hay estas palabras para remover la ocasion de pleitos, creen
"que solo fueron revocados los privilegios contenciosos, de cuyo gé
"nero no son tales Indulgencias. Empero, porque en dicha Bula re
» vocatoria se contienen tambien estas palabras: todas lasgracias,
» favores,indultos yprivilegios se tengan como sinó sehubieran
concedido: se pregunta įsi se han de tener por revocadas las ta
» les Indulgencias, como tambien el privilegio de altar de ánima?
"Se respondió: el dicho órden goce de las dichas Indul
" gencias y gracias espirituales, concedidas á él en la Bula de
Benedicto XIII."
Esta misma declaracion dió el año siguiente de 1734 el Ilus
trísimo señor Secretario de la dicha Congregacion de Indulgen
cias, segun refiere Bremond en el lugar citado: lo cual se ha de
notar y tener presente, para resolver todas las dudas de este género.
Ultimamente, el Sumo Pontífice Pio VII (m) declaró privile
giados á favor de cualesquiera almas del purgatorio, todos los alta
res de aquellas Iglesias donde se hace la esposicion del Santísimo
Sacramento, durante la Oracion de las cuarenta horas. Así consta
de un Rescripto que existe en la Secretaría del Vicariato de Roma,
dado el 12 de Mayo de 1817 .
[ 11] Cavalieri, tomo 2.º de sus obras litúrgicas, sobre el Decreto 364, núm. 4.- Minde.
rer, part. 1.4, núm . 788. - Amórt en la Historia de las Indulgencias, cuest. 62; y en las Res
puestas de la S. C. - Guijarro, tomo 2.º, pág. 139.—[*] Por su Bula Romanus Pontifex.
[** ] Que comienza In sede.- [m ] Véase la dicha Coleccion de Oraciones, impresa en Ro
ma 1818 ,pág. 256.
87
CUESTION XII.
Nota 19. Puedesleer en el Misal, antes de las Rúbricas generales, Decretum Urbis &
orbis de la S. C. de Ritos con la aprobacion de Clemente XI, que tambien he visto en el tó
mo 8.º del Bulario romano.
[h] Tomo 2.º, trat. 14, cap. 3.', Apéndice último.- [i] Francisco Mostazo, lib 2. ° decar ,
çis piis, cap. 5.°, núm. 48.— Pascualigo, cuest. 731. - Mateuci, cautela, lib. 1. , cap. 6.°, nú
mero 23.- Compendio Salmant.- [j ] Barbosa en las Decis.Apostólicas, palab. Missa defunc
torum , núm . 1.-Diana Coord. en el tomo 4.º, trat. 1.', resoluc. 9.9, núm . 1. - Bordonio de
los Legados, cap. 7. ', núm. 55 y 56. – Ferraris,palab. Altar privilegiado, núm . 21 y 22.Cava .
lieri, tomo 3.°, Decreto 91.
13
90
»se misas de difuntos.” Este Decreto fue confirmado despues por
Inocencio XI el dia 4 de Mayo de 1688, y por Clemente XI el
dia 29 de Setiembre de 1714 como llevo dicho. Luego si las dichas
declaraciones pontificias se han de entender de aquellos dias en que
segun las Rúbricas no se pueden decir misas de Requiem ,es evi
dente que cuando estas puedan decirse segun las Rúbricas, no bas
tará la misa del dia para ganar la Indulgencia.
Y si para ganarla no basta la misa del dia, mucho menos bas
tará otra cualquiera votiva. Porque las declaraciones de los dichos
Papas que amplian el privilegio de altar de ánima á las misas det
dia, se hicieron, dice fray Francisco Gonzalez (k), con el fin de
obligar a los Sacerdotes á que observen la Rúbricaque prohibe el
decir misas privadas deRequiem en las fiestas dobles y en los do
mingos. Es asi que los Papas no estendieron el dicho privilegio á
las misas votivas; luego estas son insuficientes para la consecucion
de la referida Indulgencia.
Infiere de todo lo dicho: lo primero, que se engañó el Doctor
de la Sorbona Drovén ( 1), cuando dijo que los altares de ánima se
llaman privilegiados (Nota 20), porque hay privilegio para cele
brar en ellos misas de Requiem, aun en aquellos dias en que pro
hibe la Santa Iglesia celebrarlas en otros altares; lo cual nos da
tambien á entender otro Doctor de la Sorbona Francisco Amado
Pouget. Yo no sé si en la Iglesia galicana se habrá concedido ese
privilegio á los Sacerdotesfranceses; pero si sé que los Vicarios de
Cristo, los Pontífices de laIglesia romana, á quienes debemos obe
decer, lejos de conceder tal privilegio á los Sacerdotes Urbis f. or
bis, les han prohibido desde antes que nacieran estos Doctores pa
risienses, el decir misas privadas de difuntos en altares privilegia
dos en los domingos y fiestas dobles. Silos Doctores de la Sorbona,
si todos los Sacerdotes franceses hubieran hecho más caso de las
determinaciones pontificias, no veríamos en sus escritos tantas opi
niones peregrinas. Omito las muchas que trae Tiers en su trata
do de supersticiones (II), en el que muerde, como tiene de costum
bre, á los monjes yá los religiosos Mendicantes, sin que le merez
can mas atencion los Pontífices que conceden los altares de áni
Nota 21. De Tiers tomaria sin duda varias cosas el autor del perverso papelintitulado
Bosquejo, reimpreso en Mejico el año de 1820, que luego se prohibió. Ya hablé de él en el
prólogo del tomo 1.º
(m) Amórt en la Teología, cuest. 46. - Ferraris, palab. Altar privilegiado, núm . 23.
Cavalieri, tomo 3.º, decreto 97.— [n] Merati en al tomo 1.º sobre Gavanto, parte 1.º,tít. 5.°,
núm . 8; y en el Dacreto 812. — Talú en el Decreto de la S. C. de Ritos, núm . 805 .- (ñ) Ca.
valieri, tomo 3.°, Decreto 73, núm. 1 y 2.- Minderér, núm. 152 de la 2.* parte . - Fraxineli
en una resolucion que dió acerca delas misas de difuntos, §.5 .'— Está en Merati, pág. 354
dela edicionveneciana 1769. „ [O] En su Bula Quod expensis de 26 de Agosto 1748, que es
la 61 en el tomo 2.º de su Bulario .- A los nuevamente indultados manda con pena de su
pension, que ningun estipendio reciban por la segunda y tercera misa.
92
funtos en los dominios de los Reyes de España y Portugal, no hallo
inconveniente en que se apliquela Indulgencia plenaria por todos
los difuntos en general. Pues por una parte hay para el dia de todos
los difuntos la concesion de altar privilegiado para todas las misas
que se celebren en ese dia, como dije en la cuestion undécima: y
por otra, el Sacerdote no puede aplicar la Indulgencia de altar pri
vilegiado, sinó á aquella alma ó á aquellas almas por quienes cele
bra la misa. Luego aplicándose la misa por todos los difuntos en
general, á todos se aplicará la Indulgencia.
Lo mismo siente Torrecilla ( p ) de cualquiera otra Indulgen
cia plenaria que sea aplicable por los difuntos: y supuestoque con
vienen los Teólogos (9) en que es divisible el efecto de la Indul
gencia plenaria, ¿ qué inconveniente puede haber en que se aplique
por muchas almas, ó por todas las del purgatorio?
CUESTION XIV.
Si yo, ó un Sacerdote secular decimos misa del Rosario no sien
do cofrades de él, ipodrémos ganar las Indulgencias concedi
das á los cofradesdel Rosario por cada vezque le rezan en
tero, ó de quince dieces ?
El fundamento de esta cuestion es una Bula de Clemen
te X ( a ), espedida en Roma el dia 16 de Febrero de 1671, en la
que á peticion de los Reyes católicos Cárlos II y su madre Ma
riana de Austria, concedió a todos y á cada uno de los Sacerdotes
seculares y regulares que tengan licencia de celebrar misa del
Santísimo Rosario, segunlasconstituciones y Decretos de la Santa
Sede; como tambien á todos los religiosos, monjas y terceros del
órden de Santo Domingo, y cofrades del Rosario, los cuales ver
daderamente contritos y confesados, ó teniendo á lo menos propó
sito firme de confesarse, asistieren devotamente á la celebracion
de dicha misa, pidiendo a Dios por las necesidades comunes de la
Iglesia; que cuantas veces esto hicieren, consigan todas y cada una
de las Indulgencias que ganan los cofrades del Rosario por cada
vez que le rezan entero. Concede asimismo, que todas las personas
sobredichas que tuvieren la costumbre de celebrar misa del Rosa
rio ó de oirla ; si una vez en cada mes, confesados y comulgados pi
( p) En el tomo 2.° de la Suma, trat. 4.°,disp . 4.". secc. 4.",cap. 2.°, núm. 59 y 60...
[ 9] Amórt en la Teología, cuest. 41.- Viva, cuest. 6.a del Jubileo, art. 2.°, núm . 3. °-EI
Anónimo Dominicano, part. 1.", cap. 3. °, §. 3. °, núm . 7. - Lacroix, lib. 6.°, part. 2.", núme.
ro 1316 .- [ 2] Empieza Calestium munerum . Es la 29 en el tomo 6.º del Bulario romano.
La trae tambien Pitoni en las Decisiones para los Regulares, núm. 3599.
93
dieren á Dios por las necesidades de la SantaMadre Iglesia, ga
nen las mismas Indulgencias que ganan los referidos cofrades por
asistir a la procesion del Rosario el primer domingo de cada mes.
Y últimamente, les concede que puedan aplicar todas las dichas
Indulgencias por modo de sufragio á los difuntos.
Qué tantas sean las Indulgencias que ganan los cofrades del
Rosario por rezarle entero, no es fácil el decirlo. Sin embargo, es
pecificaré todas cuantas pueda, segun constan del Sumario que
tengo a la vista, reconocido y aprobado por la S. C. de Indulgen
cias, y confirmado por Inocencio XI (6 )..
Por rezar la tercera parte del Rosario ganan sus cofrades
cuarenta dias de Indulgencia, concedidos por Alejandro, Legado
de la Santa Sede.
Cinco años y cinco cuarentenas, por Sixto IV ..
Sesentamilaños y otras tantas cuarentenas, por Inocencio VIII.
Por decir Jesus al fin de cada Ave -María , les concedió el
mismo Papa cinco años y cinco cuarentenas, que componen dos
cientos cincuenta años y otras tantas cuarentenas.
El Cardenal de Claromonte, cien dias.
Raymundo, Legado de la Santa Sede, cien dias.
Leon X, diez años y diez cuarentenas.
Adriano VI, cincuenta años.
Clemente VII, dos años.
San Pio V, cuarenta dias.
El mismo les concedió otros siete dias por cada vez que re
zando el Rosario pronuncien el Santísimo nombre de Jesus, ó el
de María, que vienen á ser mil cuatrocientos treinta y cinco dias.
Clemente IX concedió á los que recen el Rosario entero, to
das y cada una delas Indulgencias que ha concedido la Sede Apos
tólica á todos los fieles que en los reinos de España recen la Co
rona de la Vírgen.-Pero cuáles Indulgencias sean estas, no he
podido averiguarlo hasta ahora. Volveré á hablar de ellas cuando
trate de las Indulgencias de la Corona.
Si multiplicamos por tres todas las Indulgencias especificadas,
añadimos á ellas siete años y siete cuarentenas que concedió San
Pio V por rezar el Rosarioentero, y reducimosá años los dias y
las cuarentenas, vendrán á sumar dichas partidas doscientos mil
setecientos noventa y nueve años, y ciento ochenta dias de Indul
gencia: loscuales gananlos cofrades por rezar elRosario entero.
[b] En la Bula Nuper de 31 de Julio de 1679, cap. 3.° y 4 .'_ Es la 8.º de este Papa en
el tomo 7.º del Bularioromano. Tambien se halla en el P. 'fray Francisco Gonzalez, Crisol
del Rosario, cap. 5. °, 8. 8.°-En Teodoro y en Minderér.
94
No ignoro que el autor del Tesoro de Vivos, impreso en Ma
drid el año de 1755, señala ( c ) por rezar el Rosario muchas Indul
gencias más que las que yo digo.Pero nolas refiero, porque unas
fueron concedidas despues de la dicha Bula de Clemente X, otras
están restringidas á ciertos y determinados dias del año, y otras no
tienen toda aquella autenticidad que yo quisiera; como tampoco me
parece que la tiene la Indulgencia plenaria que afirman algunos
autores ( d ) que gana el que reza el Rosario entero,comosea cofrade.
Por asistir a la procesion del Rosario el primer domingo de
cada mes, ganan los cofrades (e) las Indulgencias siguientes.
Siete años y siete cuarentenas, concedidas por San Pio V
en 1569 .
Cien diaspor Gregorio XIII en 1579.
Una Indulgencia plenaria por el mismo Papa en 1581.
Otra Indulgencia plenaria por elmismo en 1577 .
Y otra Indulgencia plenaria por Paulo V en 1608 .
Supuestas pues las dichas concesiones amplísimas que la Si
lla Apostólica ha hecho á los cofrades del Rosario, porque todas
las Indulgencias concedidas á los hermanos de alguna cofradía por
cualquierObispo, Cardenal ó Papa , son comunes a todoslos cofra
des del Rosario, segun consta del Sumario referido ( f ), se pre
gunta įsi diciendo yo, ú otro cualquier Sacerdote secular ó regu
lar, misa del Rosario ganarémos todas las dichas Indulgencias, en
suposicion de que hagamos lo que nos manda Clemente X en la
citada Bula?
Respondo con fray Antonio de Porres (g), fray Buenaventura
Tellado y fray Justino Miecoviense, que sí. — La razon es clara.
Clemente X en la Bula sobredicha concede las Indulgencias del
Rosario y de la asistencia á su procesion, " á todos, y á cada uno de
" los Sacerdotes seculares y regulares, á quienes sea lícito celebrar
" misa del Santísimo Rosario, segun las constituciones y Decretos
wde la Santa Sede Apostólica.” Es asi que á mí y á otro cualquier
Sacerdote secular ó regular noses lícito celebrar dicha misa ,tan
to en la fiesta de la Santísima Virgen del Rosario, como en otro
cualquier dia del año en que las Rúbricas del Misal nos lo permi
tan; luego no hay inconveniente en que ganemos todas cuantas
Indulgencias se dignó de concedernos el dicho Papa. Todas: asi
(c) Desde la pág. 34.— [d] Polafox, tomo 3.°, part. 2,4 al fin de la Pastoral 10 , cap. 1.º
del Apéndice, núm. 4. - Fray Antonio Garcés en sus Cartas de Favor, al principio del Resú
men de las Indulgencias del Rosario. — JaymeBaron en la Luzde la Fé y dela Ley, tomo 1.*
lej Véase el cap. 5.° de la Bula Nuper.- [ ] En el cap. 1. - 18] Porres en su Tratado
de Indulgencias,lib. 2.°, cap. 9. ,desde el núm . 8. - Tellado en el Prontuario de Terceros,
cap. 4. °, núm. 166,
95
las parciales como las plenarias; pues bajo la concesion universal
cualquiera particular se contiene.
De la misma opinion que yo, era sin duda el R. P. Maestro
fray Justino de Miecou (h), sabio y devoto escritor de la religion
Dominicana; pues habiendo afirmado que la misa del Rosario tiene
concedidas Indulgencias, escribe despues lo siguiente: " Advierto
»que la misa del Rosario Salve Radix sancta está concedida so
» lamente a los religiosos del órden de Predicadores. Los demás Sa
» cerdotes satisfacen celebrando la misa de la Vírgen, que empieza:
Salve sancta Parens."
Argüirás. LaBula de Clemente X se debe entender de la mi
sa votiva del Rosario, que empieza: Saloe Radix sancta, lo cual
consta claramente de una Bula de Benedicto XIII ( i), en la que
renovando y ampliando este Papa los privilegios que la Santa Sede
habia concedido hasta entonces al orden de Predicadores, confir
ma para el mismo órden privativamente, respecto de la misa votiva
privilegiada del Rosario, la sobredicha constitucion de Clemente.
Es asi que ningun Sacerdote secular ni regular puede lícitamente
decir la tal misa votiva, pues fué aprobada por la S.C. de Ritos sola
mente para los frayles del orden de Predicadores; luego ningun Sa
cerdote que no sea de dicho órden, podrá ganar las tales Indulgen
cias por decir misa del Rosario. Así parece que se esplican los
RR. PP. Maestros de la religion Dominicana fray Jayme Baron,
fray Antonio Garcés, fray Francisco Sanchez,Vidal,Bremond, Iri
barren, Gonzalez de San Pedro y el autor del Tesoro de Vivos ( j).
Para responder bien á este argumento, confieso que he leido
у releido la Bula de Clemente X; y aunque á primera vista pare
ce que tiene mucha fuerza, yo no le encuentroninguna. Para ma
yor claridad supongo que los religiosos Domínicos tienen dos mi
sas del Rosario: la una votiva, de la cual habla el argumento ; y la
otra queespropiade la fiesta, y empieza :Gaudeamus omnes in Dno.
He hecho las diligencias para saber en qué tiempo se les han con
cedido estas dos misas, pero no he podido averiguarlo. Gavanto (k),
(h] En el tomo2.º sobre la Letanía Lauretana, disc. 313, núm . 13.- [ t] Empieza Prea
tiosus, §. 7. °-En elBulario de los Predicadores, es la Bula 79 del tomo 6.°; y en el Roma.
no, la 37 del tomo 10 .- [ j ] Baron en el Sumario de lasIndulgencias del Rosario que trae
al fin del tomo 1.º del Remedio de todas las necesidades, impreso en Zaragoza 1732. - Gar
cés en el citado Resúmen.-Sanchez en el Rosario de la Virgen María, al fin del capítulo8 .
-Vidal en el trat. 17 de Vigand, exámen 2.° núm. 40.- Antonio Iribarren alfin de las Plá .
ticas delRosario, $.8.° _Francisco Gonzalez ,Crisol del Rosario, cap. 4.°, en los ntim . 21, 39
y 41. - Tesoro de Vivos, desde la pág. 45. — Bremond, puede verse en el tomo 6.º de su Bu
Jario, pág. 272, tomo 7.0, pág. 454; ytomo 8.°, trat de consensu bullarum , tít. 15, cuest. 4.',
§. 2.°, núm . 8.-[k] Gavanto sobre las Rúbricas del Misal, part. 4.", tít. 15 , núm. 22. - Agus.
tin Barbosa del Oficio delPárroco, part. 1.", cap. 11, núm .31. — Diana Coordin , en el tomo 2.º,
trat. 1.º, resolucion 80 ,
96
Barbosa y Antonino Diana, cuando tratan de la festividad del Ro
sario, adhiriéndose sin duda á un Decreto antiguo (Nota 22) de la
8. C.de Ritos de 19 de Noviembre de 1622, que se halla en el Fer
raris bajo el número 1423, no quieren que digan en ella los Sacer
dotes aquella misa que habia concedido la S. C. de Ritos solo al
órden de Predicadores el dia 25 de Junio de 1622, y el dia 8 de
Abril de 1628, en lo cual parece que dan á entender que hablan
de la misa de la fiesta . No obstante, asegurándonos fray Martin
Vigánd (T) y fray AntonioBremond ( á quienes como a religiosos
Domínicos toca mas bien el saberlas cosas peculiares de su órden)
que fué la misa votiva la que aprobó para ellos la S. C. en los dias
y años referidos, me inclino más á creer que fuese así. Como quie
ra que sea , á mí me consta que la misa del Rosario Salde Radix
sancta, es tan propia de los religiosos de mi gran Padre Santo Do
mingo, que solo ellos pueden decirla ; pues aunqueno ignoro que
fray Francisco Vidal (II ) y fray Francisco Gonzalez de San Pe
dro escribieron quepodiandecirla tambien los Sacerdotes secula
res de su Tercera Orden; tambien sé que el último se retrató (m)
de la dichaopinion, alegando que le habia reprendido su General
por lo que habia escrito ,y le habia avisado al mismo tiempo que
no era de la mente del Papa estender el privilegio á los terceros.
Pero porque la dicha misa votiva sea propia y peculiar de los
Domínicos, ipodrá inferirse de aqui que la Bula citada de Clemen
te se deba entender solamente de esa misa? Esto es lo que no pue
do yo conceder. ¿ Por ventura la misa Gaudeamus que tienen ellos
en su Misal para el dia de la fiesta, no es misa del SantísimoRo
sario ? Y la que tenemos nosotros en el Misal romano el primer do
mingo de Octubre, que empieza: Salve sancta Parens, ¿ no es tam
bien misa del Rosario? Nadie me lo negara. Pues ahora si Cle
mente X en la primera parte de su Bula no requiere otra cosa pa
ra el logro de las Indulgencias, sinó que se diga misa del Rosario;
Nota 22. Llamo antiguo al dicho Decreto, porque he leido entre los Decretos de Espi
ridion Talú que teniamos en la biblioteca de San Fernando de Méjico, impresos en Vene
cia 1785, el siguiente
AVISO.
" Misse propriæ quamplurima certis Ordinibus Regularium concessæ , quæ in eorum Ec,
„ clesiis, nonnisi ab illis fi non aliis celebrandæ sunt, prout ex iteratis Decretis legitur; hodiè
„ Sacerdos quicumque in Ecclesiis Regularium potest dicere missas illius ordinis proprias: ex
Rescripto Clementis PP. XIV die 18 Junii 1773, recepto &- typis dato in Calendario Roma
„no hujus anni 1785 pro suâ executione .”
(lj Vigánd, Tribunal de Confesores, trat. 15 , núm. 71.–Bremond en los tomos 7.0 y 8.0
de su Bulario.-- [11] Vidal en el lugar citado. - Gonzalez en el Crisol del Rosario, cap. 7.0,
núm. 18 del Apéndice.- [m ]El mismo Gonzalez en la Instruccion de los Hijos de María, nú
mero 15 del Apéndice.
97
¿ por qué nosotros hemos de coartar esta concesion á la misa voti
va? ¿Por qué hemos de escluir de las Indulgencias la misa de la
fiesta principal ? ¿ Es acaso una cosa nunca vista el que los Sumos
Pontífices hayan concedido Indulgencias á tales misas? El mis
mo Papa de quien voy hablando, ¿no concedió á instancias de la
propia Reina (n) Indulgencia plenaria ( Nota 23) á los que en la
fiesta del Dulcísimo Nombre de María asistiesen á la misa solemne
en cualquiera Iglesia de los dominios sujetos al Rey Católico? Ino
cencio XI (ñ) ¿no concedió otra en los propios términos para el
dia del Patrocinio de la Vírgen? Otros varios Papas ¿no han con
cedido Indulgencias a los que asistan á la misa del dia en varias
festividades del año ? Pues si en todos esos dias se ganan las Indul
gencias por asistir a la misa que es propia de la respectiva fiesta,
¿ por qué no se han de ganar las concedidas por Clemente X, ce
lebrando la misa de la fiesta principal del Rosario?
Dirán lo primero, que Benedicto XIII al confirmar los privi
legios concedidos por la Santa Sede á los Domínicos, no hace
mencion de otra misa que de la votiva : Salve Radix sancta. Lue
go á ninguna de las otras misas del Rosario están concedidas las
Indulgencias. — Lo segundo, que el mismo señor Benedicto les con
firmó privativamente la dicha constitucion Clementina; luego que
dó esta restringida solo para los Domínicos. — Lo tercero, ¿á qué
otras personas habia de estender Clemente su constitucion, sicuan
do la espidió, apenas habia quien rezara de la festividad del Rosa
rio fuera de la religion Dominicana? Luego á ella sola parece que
quedó restringida la citada Bula de Clemente.
Respondo á lo primero, que como por una parte Clemente X
en la segunda parte de su Bula habia concedido Indulgencias á los
que acostumbrasen decir misa del Rosario (lo que nadie puede ha
cer sin votivarla), y por otra tenian los Domínicos el privilegio es
clusivo de decir la misa votiva: Salve Radix sancta, no es mucho
que Benedicto XIII, que había sido hijo muy amado de la propia
órden y queria mantener á sus hermanos en el mismo privilegio
que tenian, hiciese espresa mencion de la tal misa, pues era ella la
privilegiada. - Respondo á lo segundo , que es cierto que el señor
Benedicto confirmó á los Padres Domínicos la constitucion Cle
mentina. Pero ¿en qué términos se la confirmó? No privativa
Nota 23. Aunque era perpetua esta Indulgencia, como fué concedida para el dia17 de
Setiembre y se trasladó la fiesta para el domingo infraoctavo de la Natividad de la Vírgen,
cesó la dichaIndulgencia, como dije en eltonio 1.º, cuestion 27.
[n] Por la Bula Alids emanarunt. Es la 48 de Clemente X en el tomo 6.º del Bulario
romano.- [n] Por su Bula Eximia , que es la 56 en el tomo 11 del mismo Bulario.
14
98
mente; de tal modo, que escluyera de las Indulgencias á otras cua
lesquiera personas que pudiesen ganarlas, pues era eso muy ageno
de la liberalidad de este Papa; sinó privativamente respecto de la
misa votiva privilegiada, que empieza: Salve Radix sancta; de tal
suerte, que ningun Sacerdote que no fuese Dominico, tuviese facul.
tad de decirla. Pero si los que seguimos el Misal romano no pode
mos decir esa misa votiva, podemos decir otra que señala el mismo
Misal despues de la misadel Rosario. - A lo tercero respondo, que
es evidente para mí que Clemente X no restringió su constitucion
á los Domínicos. He aquí los fundamentos que tengo. Primero: Cle
mente no dirigió su Bula á los Domínicos, no la espidió á peticion
de ellos, no habia sido religioso de su órden. Luego asi como es re
gular que por haber sido Benedicto XIII religioso Domínico,
cuando hablase á los de su religion acerca de la misa del Rosario,
les hablase de aquella misa queera propia y peculiarde su órden;
así tambien debemos creer, que cuando un Papa que ha sido pres
bítero secular de la Iglesia romana como lo fué Clemente X ha
bla á todos los Sacerdotes seculares y regulares sobre la misa del
Rosario, no les ha de hablar de aquella misa que sea propia y pri
vativa de algun órden religioso, sinó de aquella que se use comun
mente en la Iglesia romana .-- Segundo: Clemente X concedió las
dichas Indulgencias a todos y á cada uno de los Sacerdotes secu
lares y regulares que digan misa del Rosario. Es asi que los reli
giosos Domínicos no pueden comprenderse en la dicha concesion
bajo el nombre de Sacerdotes seculares, pues no lo son ; ni tampo
co elde regulares, pues espresa la Bula inmediatamente despues
á los Domínicos: luego á ellos solos no pensó Clemente restringir
su constitucion. — Tercero : ¿ y no seria un yerro clásico el inter
pretar mezquinamente la dicha Bula, cuando la espide el Príncipe
Supremo de la Iglesia á instancia de los Reyes Católicos, y en ma
teria de Indulgencias?
¿Y quiénes rezaban de nuestra Señora del Rosario, me repli
carán, cuando se espidió la Bula de Clemente? Porque solamente
á ellos se podrán estender las Indulgencias.
Respondo que destruida por los cristianos la armada turca en
el golfo de Lepanto el domingo primero de Octubre de 1571, man
do San Pio V que todos los años en dicho dia se hiciese comemo
racion de Santa María de la Victoria. En el de 1573, Grego
rio XIII (o) con el fin de dar gracias a Dios y á su Santísima Ma
( o) Por su Bula Monet Apostolus, que es la 11 en el tomo 2.º del Bulario romano, y en
le tomo 5.º del Bulario de Bremond.
99
dre por laconsecucion de tan insigne victoria, instituyó la fiesta
de María Santísima del Rosario con el rito de doble mayor; pero
solo para aquellas Iglesias en donde hubiese altar ó capilla del
Rosario. En el de 1671, Clemente X ( P), movido de las instancias
de la sobredicha Reina Mariana de Austria, concedió á todo el cle
ro secular y regular de los dominios del Rey Católico, que celebra
sen la fiesta del Rosario ; elcual indulto, dice Lambertini, fué es
tendiendo despues la S. C. de Ritos á diversasregiones y Obispa
dos. Finalmente, en el año de 1716 estendió Clemente XI (9) á
toda la Iglesia el oficio y la misa del Rosario; luego en el año
de 1671, en el que concedió Clemente X las referidas Indulgencias,
no solo se podia decir misa del Rosario en todas las Iglesias del
mundo en que hubiese altarde la Virgen Santísima del Rosario,
sinó que podian decirla tambien todos los Sacerdotes seculares y
regulares de los dominios del Rey Católico, aunque no tuviesen di
cho altar. Luego todos estos podian ganar las Indulgencias.
Y no solamente estos podrán ganarlas ahora; sinó tambien to
dos aquellos Sacerdotes á quienes la Santa Sede ha estendido des
pues la misa del Santísimo Rosario . — El único inconveniente que
presentarán algunos, es quela Silla Apostólica concedió dichas In
dulgencias antesque estendiera la misa. — Pero yo estoy en que ese
noes motivo suficiente. Pregunto: si un secular, habiendo confe
sado y comulgado, visita con devocion la Iglesia del Colegio Após
tólico de San Fernando de Méjico el dia 2 de Agosto, y pide á Dios
en ella por las necesidades de la Santa Madre Iglesia, iganará la
Indulgencia de Porciúncula, estendida á las Iglesias demi órden
por Gregorio XV? Si en la metropolitana de esta capital asisten
los Canónigos alcoro el dia 8 de Diciembre, y cantan el oficio y
la misa de la Inmaculada Concepcion de María, compuestos por
Leonardo Nogarola (r ), clérigo veronés, ¿no ganarán las Indul
gencias que concedió Sixto IV en su Estravagante ( s ), espedida en
Roma el año de 1476 , é inserta en el cuerpo del Derecho ? Todos
me dirán que sí; porque hacen al piede la letra lo que mandan es
tos Papas en sus Bulas. Pues si en el primer caso gana el secular
la Indulgencia de Porciúncula (1), no obstante que Gregorio XV
( P ) Por su Bula Ex injuncto, dada el 26 de Setiembre. Es la 26 en el tomo 6.ºdel Bu.
lario deBremond. - Lambertini en el lib. 2." de las Fiestas, cap. 12, núm. 14. - 19] Véase el
Decreto 25 dela S. C. de Ritos en el tom. 8. del Bulario romano,pág. 440; y Pitoni en las
Decisiones de los Sagrados Ritos, en los núm. 22, 1363 y 1436 .- [1] El oficio empieza : Sicut
lilium , y la misa: Egredimini. Véanse Azpilcueta Navarro,tom . 3.°, en el Manual de Confe
Bores,cap. 27, núm . 182: Casa -Rubios, de los privilegios de los Menores, palab. Indulgentiæ
quoadseculares, septimò, núm . 2.-[s]Empieza:
quias y Veneracion de los Santos.-[ijVéanse Cum præ excelsa, y estáen el tít.de lasbullar.
Bremond, tom . 8.° en el Trat. deConsensu Reli
tít. 1. , cuest. 9.', núm . 45 ; y Pitoni en las Docis. para los Regulares, tom . 2.°, núm. 2085 .
100
la concedió el año de 1622 á los que visitaran alguna de las Igle
sias de mi religion ya fundadas; y la de San Fernando no se fundó
hasta el de 1734: si en el segundo las ganan los Canónigos, no obs
tante que la Silla Apostólica no les concedió los dichos oficios у
misa de la Concepcion (que desde tiempo de Sixto IV eran propios
de mi religion Franciscana) hasta que Clemente XIII (u) á ins
tancias de Cárlos III los estendió al clero secular y regular de to
dos sus dominios en el año de 1761, ¿por qué yo, porque otro cual
quiera Sacerdote secular ó regular que celebremos misa del Ro
sario, no hemos de ganar las Indulgencias concedidas por Clemen
te X á los que la digan, cuando lejos de haber algun motivo para
restringir su Bula, todas las circunstancias nos mueven á ampliar
la cuanto podamos?
Ultima instancia . - Habiendo concedido Alejandro VII (0)
en el año de 1656 por súplicas de Felipe IV , que se celebrase en
los reinos de España la fiesta del Patrocinio de la Vírgen, y que
ganasen Indulgencia plenaria los que asistiesen á la misa solemne
en ese dia; para que esta concesion se estendiera á los dominios de
América sujetos al Rey Católico, fué menester que la Silla Apos
tólica lo determinara, como efectivamente lo hizo Inocencio XI ( 0)
en el año de 1679 á instancias de Cárlos II. Luego para que ganen
las Indulgencias de Clemente X los que digan misa del Rosario,
será preciso que asi como la Santa Sede les ha estendido la misa,
les estienda tambien las Indulgencias.
Respondo á lo primero, que una vez que Alejandro VII habia
concedido á los reinos de España el oficio y la misa del Patroci
nio de la Virgen María, no era menester que Inocencio XI esten
diera dicha fiesta á las Américas españolas para que pudiéramos
celebrarla en ellos; pues Gregorio XII (y) habia declarado ya
desde el año de 1573 que todas las cosas concernientes al Misal y
Breviario que hubiese concedido la Silla Apostólica á las provin
cias de España , se entendiesen concedidas tambien á los dominios
americanos del Rey Católico . Pero muchas veces , como dice Ca
valieri (2), se piden y se conceden aquellas cosas que sin otra con
cesion era lícito el hacerlas . 1
16
114
CUESTION XVIII.
¿ Qué Indulgencias concedió San Pio V á los que recen el Oficio
Pardo de nuestra Señora, el de Difuntos, los Salmos Gra
duales y los Penitenciales ?
Haciendose mencion de estas Indulgencias, asi en la cuestion
antecedente como en la décima tercia del tomo primero, es preciso
decir las que son.
Respondopues con Frutos Olalla (a ) que á losque recen por
obligacion el Oficio Parvo, segun las Rúbricas del Breviario ro
mano, les concede San Pio V ( 6 ) cien dias de Indulgencia por ca
da vez; y otros tantos á los que recen por obligacion el oficio de
Difuntos. A los que recen por devocion el Oficio Parvo ó el de Di
funtos, les concede cincuentadias por cada uno . Y finalmente, con
cede otros cincuenta dias á los que recen los Salmos Graduales ó
los Penitenciales, sea por obligacion ó por devocion . — Y á los que
recen devotamente alguna de las oraciones insertas en el Brevia
rio romano, quince dias de Indulgencia.
Argüirás. San Pio V en la Bula (c) que suele hallarse al prin
cipio del Breviario romano, concede cien dias de Indulgencia á to
dos los que recen el Oficio Parvo de la Vírgen ó el de Difuntos.
Luego ganarán los cien dias de Indulgencia los que recen los di
chos oficios,ya los recen por obligacion , ó ya por devocion. Y en
efecto, Minderér (d), Marin, Leonardo Lesio, y aun Lambertini
ponen absolutamente cien dias de Indulgencia para todos los que
recen el Oficio Parvo, ó el de Difuntos.
Respondo que yo hubiera puesto los mismos dias de Indulgen
cia que ellos, sinó hubiera leido la segunda Bula del Santo que es
pidió cerca de tresañosdespues de laprimera. Pero si el Santo en
la Bula segunda declara su mente acerca de las Indulgencias que
habia concedido en la primera,¿ no hemos de atenernos á su misma
declaracion é interpretacion? Y advierto que como ya dije en el
tomo primero, San Pio V fue parcísimo en conceder Indulgencias:
yo he visto concesiones que hizo siendo Papa, de cuarenta, de quin
ce y aun de siete dias.
[a] Frutos Bartolomé Olalla en su Ceremonial de la Misa rezada, núm. 666 y 670. - Co
leccion de Oraciones por las que los Papas han concedido Indulgencias, pág .283.— [6] Por
su Bula Superni, f. 8. - La espidió el 11 de Marzo de 1571. Es la 122 en el tomo 2. del
Bulario romano; y la 167 en el tomo 4.º, part. 3. * del de Coquelines. (c) Empieza: Quod d
nobis. Fué espedidaen 9 de Julio de 1568, y es la 64en el tomo 2.º del Bulario romano.
[d] Minderér,part. 2.", núm .432. - Fray Agustin Marin, Compendio de las Rúbricas del Bre.
viario, en los Instruccion
núm . 197 y107,
201.- 1.º
Lesio de Justitia of Jure, lib. 2.°, cap. 37, núm . 76. - Lam
bertinien la f.
115
CUESTION XIX .
concedió
cada
cien
100 dias .
dia
IV
dias
los
las
en
de
la
40 . 80 .
dea.
[ i] Vadingo en sus Anales al añode 1477, núm .2 .--Pagi en la vida de Sixto IV, núm. 39.
- [ j] Lambertini de las Fiestas, lib. 1. °, cap. 13, nú !n. 7.-1k) Odorico Raynaldo al año 1389,
núm . 4 y 5 , trae la Bula de Bonifacio IX: Ad totienda.- !] ElV. Avila en el tomo 6.º de sus
obras impresas en Madrid 1759, trat. 18, pág. 206.— [11] Belarmino en una carta que escri
bió á 5 de Setiembre de 1608. Hallarás una copia de ella en la Teología deAmórt,al fin de
la cuestion 2.a de las Indulgencias .- [m ] Se hallan estas Advertencias ó Instrucciones en
el tomo 2.º de las Actas de la Iglesia de Milan, impresas en Padua el año de 1754. — Actor.
pars. 4. ", pág. 620.
118
no IV, Clemente V, Martino V y Eugenio IV habian concedido
Indulgencias a la fiesta y octava del Córpus; y especificando des
pues las siguientes, afirma que están concedidos
» A los que asistan
» A las primeras vísperas, cien años de Indulgencia.
»A la misa solemne, cien años.
" A los maytines, igualmente ciento.
"A las segundas vísperas, tambien ciento .
" A prima, tercia, sesta, nona y completas, cuarenta años de
" Indulgencia por cada hora .
» En cada dia de la octava, asimismo ciento.
"Al que ayunare la víspera, tambien ciento."
Lo cual consta de las Actas de la Iglesia de Milán, impresas
en Padua el año de 1754. Luego son años de Indulgencia los que
están concedidos á la fiesta y octava del Córpus.
Respondo lo primero que habiendo yo estrañado lo que
dice San Carlos en la citada impresion de Padua, la cual es bas
tante comun, pues la he visto en San Fernando de Méjico, en la
biblioteca pública de su catedral, y en esta de nuestro Padre
Santo Domingo de la Habana, registré mucho tiempo ha, varias
librerías de Méjico por ver si hallaba otra edicion. En efecto, se
cumplieron mis deseos,pues encontré (en la biblioteca del Colegio
de Santos, ó en la del Seminario) otra edicion antiquísima de di
chas Actas, impresas en Milan el año de 1595, (once años despues
de la muerte del Santo ) y ví en ella que al folio 785 trae las mis
mas palabras que la edicion de Padua. En esta suposicion, no me
persuado que los Editores de una obratan escelente, fueran tan ne
gligentes ó maliciosos que dejaran a los impresores viciar el testo
del Santo. Y asi
Respondo lo segundo que San Carlos Borromeo se equivocó
en poner años de Indulgencia enlugar de dias. Cotéjense las In
dulgencias que espresaindividualmente el Santopara la fiesta y
octava del Córpus con las que concedió Urbano IV, y se verá que
son las mismas si ponemosdias en lugar de años. Pero Urbano IV
¿ concedió a dicha festividad años de Indulgencia? Eso es lo que afir
man San Carlos y el Año Cristiano que cité arriba (Nota 28). Pe
ro no dudo que se equivocaron; pues de tantos autores como he vis
to que tratan sobre la materia, ninguno lo afirma sinó ellos. En
efecto, yo he leido con gran cuidado la misma constitucion de Ur
Nota 28. Hablo del Año Cristiano traducido por Castellót; pues no habiendo podido on
contrar en esta ciudad de la Habana el Año Cristiano en frances, no sé si el R. P. Croisét,
que es el autor de la obra, se equivocaria ó no.
119
bano IV en el Bulario romano de Querubino, en el Bulario ro
mano de Coquelines ó de la edicion de Mainard, en las Cle
mentinas ( n ), en la Cronología Seráfica (ñ), en el Cardenal Pe
tra, en Minderér ... y en todos dice que Urbado IV concedió
dias de Indulgencia « la festividad del Córpus . ¿ Qué más? He
leido una obra que compuso el Angélico Doctor Santo Tomás (0)
por órden de Urbano IV, y haciendo honorífica mencion de la
dicha Bula de este Papa, dice que concedió por ella á la fiesta
y octava del Córpus los dias de Indulgencia que yo señalo . Lue
go si en la dicha obra aprobada por Urbano IV , afirma el An
gélico Doctor que fueron dias de Indulgencia (y no años ) los que
concedió el tal Papa á la sobredicha fiesta y octava, será cierta
mente mas digno de que le creamos por todas estas circunstancias
que á San Carlos Borromeo quien escribió sobre las mismas Indul
gencias trescientos años despues. Ni debemos admirarnos de que
los Santos tengan alguna vez estos deslices; pues eso lo permite
Dios para que conozcamos que los Santos fueron hombres como lo
somos nosotros .
Infiere de lo que he dicho en esta cuestion que San Carlos
Borromeo y el V.Juan de Avila, astros brillantes de la Iglesia, lé
jos de oponerse como hacen algunos teólogos y canonistas moder
nos, á que los Papas hayan concedido Indulgencias de ciento у de
mil años, parece que lo confiesan . No me admiro; pues vivian en
un siglo en que hubo varias concesiones de estas, como dije en la
cuestion octava del tomo primero.
Desearás saber įsi cuando rezamos de algun Santo en la in
fraoctava del Córpus ó de la Concepcion, ganarémos tambien las
Indulgencias?
Å la primera parte de la dificultad respondo que sí; pues se
gun nos dicen Miguel Báuldri ( p), Gavanto yCavalieri, asi lo de
claró Juan XXII en cuanto a la octava delCórpus. Gavanto (9)
dice que leyó el Decreto de este Papa en un antiguo manuscrito.
Lo mismo opino en cuanto a la infraoctava de la Concepcion de
María; porque habiendo la misma causa, parece que ha de ser la
misma la disposicion de la ley.
(n] Libro 3.º, tít. 16 de las Reliquias y veneracion de los Santos.mn] Tomo 4.º, im.
preso en Roma 1795, pág. 569.— [0] El Opúsculo 57, impreso en Roma 1570 .- ( P ) Bauldri
en el Manualde Sagradas Ceremonias, sobre la fiesta delCórpus. - Cavalieri, tomo 2.º sobre
el Decreto 130 .- [9] En la secc . 6.", cap. 20, núm . 5.
120
CUESTION XX.
Nota 29. Don Joaquin Lorenzo Villanueva en su Año Cristiano de España, dia 8 de Di.
ciembre, pone dos yerros sobre esto, que pudo tomar del Continuador de Fleuri [f ] . El uno es
que Leonardo Nogarola, el cual compuso el Oficio de la Concepcion que rezamos, fue reli
gioso de mi órden . Yo me alegrara de eso; mas įpara qué he de dar glorias falsas á mi ma
dre la religion Seráfica, si tiene tantas verdaderas? Leonardo fue clérigo secular, natural de
Verona, Doctor de Sagrada Teología y Protonotario apostólico en tiempo de Sixto IV.-El
otro yerro es, que el dicho Oficio de la Concepcion fue compuesto tambien por Bernardino
de Bustos. Es cierto que fray Bernardino de Bustos,religioso venerable de mi órden, compu
so un Oficio de la Concepcion, y que Sixto IV lo aprobó; pero ni este es el que reza la religion
Seráfica, ni Sixto IV le concedió Indulgencias (g) por entonces. Digo por entonces; porque
segun refieren fray Gasparde la Fuente(h) y el P. Perlin, se las concedió despues (las mis
mas que habia concedido al de Nogarola ) á peticion del R. P. fray Mateo de Novara, Coini
sario en la Curia romana del Beato Angel de Clavasio, Vicario general de la Observancia.
[a ] Por su Bula Cum praexcelsa, que hallarás en las Estravagantes comunes, lib. 3.°,
tít. 12 de las Reliquias y veneracion de los Santos.—[b] Por su Bula Cum primùm , que ha
llarás en las Adiciones á Ferraris, palab .: Patroni sancti.--[c] Antonio Pagi en la vida de Six .
to IV, núm . 39. - Oldoino en la misma, Historia Pontificia de Chacon.- [d] Por una Bula
de 8 de Noviembre de 1760, que puedes ver en el lugar citado de Ferraris.- [e]Por su Breve
Calestium , 5 de Abril de 1756, que trae la CronologíaSeráfica, tomo 4.º, pág. 208 .- ( ) Al
año 1476, §. 85.— [g] Vadingo en sus Anales al año de 1477, núm . 2 ; y al de 1480, núm . 38.
- [h] Fuente en el Ármamentario Seráfico, que vi en la Santa Cruz de Querétaro . - P. Juan
dePerlin en la Apología por la inmaculada Concepcion, dist. 9.º, cap. 2.2 - Benito Plaza en
la Causa de la inmaculada Concepcion, accion 5.", art. 2.°, núm . 57.
121
dad . - Estas tres Indulgencias requieren confesion, comunion y pe
dir á Dios por las necesidades comunes de la Iglesia.
Argüirás contra la conclusion. No se puede negar que al Ofi
cio de la Concepcion de María, compuesto por Leonardo Nogaro
la, el cual comienza Sicut lilium , concedió Sixto IV las Indulgen
cias delafiesta y octava del Córpus. Pero ¿en qué vinieron á pa
rar estas Indulgencias ? En lo que paró el oficio; pues lo acesorio
sigue la naturaleza de lo principal. Oye pues lo que escriben al
gunos críticos acerca del dicho Oficio. Edmundo Martene (i) dice:
"que habiendo advertido en él los hombres eruditos algunas cosas
" dignas de reprension, dejaron de rezarlo todos, segun observa Juan
" Heselio, Doctor de Lobaina que asistió al Concilio de Trento ."
Natal Alejandro ( j) afirma que el citado Oficio está compuesto
de testos de Santos Padres y autores eclesiásticos, pero fingidos y
que no se encuentran en sus obras; por lo que San Pio V lojuzgó
indigno de que se leyera en la Iglesia, y lo suprimió. Lambertini
cita á Natal Alejandro, y viene á decir lo mismo que él, pero con
términos mas moderados. No rezándose puesel dicho Oficio, cesan
ya las Indulgencias, dice Cavalieri (k ). Agrégase á esto que segun
el Continuador de Fleuri ( 1), y el Doctor Juan Heselio, Sixto IV
no instituyó la fiesta de la Concepcion con octava.
Respondo que,segun escriben el célebre Canonista Navarro ( IT)
у elP. Velazquez, desde el año dé 1476 en que Sixto IV concedió
las Indulgencias, hasta el de 1568 en que publicó San Pio V el Bre
viario romano, se estuvo rezando el dicho Oficio (lo mismo que la
misa) asi en la Iglesia de Roma, como en otras muchas de la cris
tiandad . Sinó se rezó en todas, fue por la muchedumbre y diversi
dad de Breviarios que antes de San Pio V se permitian ; pues so
lia tener cada obispado su Breviario particular. Consta, dice Vi
llanueva, por algunos libros antiguos de nuestros coros, queeste
Oficio se rezó antiguamente en España, y se halla en el Breviario
Toledano de 1493.Prueba tambien esto mismo la gracia que hizo
Lcon X (m) el año de 1517, de suspender el entredicho por toda
la octava de la Concepcion en aquellas Iglesias de España en que
se celebraba el sobredicho Oficio,
[i] Martene, tomo 3.ºde los Ritos antiguos de la Iglesia , impreso en Amberes 1764,
lib. 4. cap.30, núm . 17.- [ j ]Natal Alejandro, tomo 3.º de la Historia Eclesiástica, diser
tacion 16 del siglo 2.°, $. 21. - Lambertini en el libro 2.º de las Fiestas, cap. 15, núm . 22.
[k] Tomo 2.º, sobre el Decreto 139. - 11) Al año de 1476, §. 84.- {U} Martin Navarro en el
Manual de Confesores, cap. 27, núm . 182; y en el tratado de laOracion y Horas Canónicas,
cap. 19, núm . 87.- Juan Antonio Velazquez, de la Concepcion de María , lib. 4.°, disert. 2.,
anotacion 4.–Nápoles, tomo 4.°de la Cronología Seráfica, pág. 386.- [ m ] Por la Bula: S
pra gregem , que es la 14 de este Papa en el Bulario
17
de Rodriguez.Haroldo, num . 16.
122
Tambien es cierto que toda la religion Seráfica, como tan
amante de lainmaculada Concepcion de María á la que ha elegido
por Patrona debajo de estedulcísimo misterio, apropió para sí este
Oficio desde que lo aprobó Sixto IV; de tal manera, dice Frasén (n)
que habiendo publicado San Pio V en Julio de 1568 el Breviario
romano en el que puso otro Oficio en lugar de este, consiguió ella
permiso del mismo Papa en el año siguiente para rezarlo como
Oficio propio de la órden. ¿Y por qué? Oigámoslo de la boca de
los estraños, para que no digan que hablamos por pasion. " Porque
Neste Oficio que rezan los Franciscanos, es el más conforme á la
" pureza y plenitud de gracia de la Madre de Dios en el momento
"primero en que fue criada :" dice don José Ignacio Vallejo (ñ),
presbítero del obispado de Guadalajara en la América septentrio
nal. " Porque este Oficio que rezan los Franciscanos, proclama la
"incomparable gloria de la preservacion de María por tantas lenguas
» cuantas son sus cláusulas:" dice el Doctor don Ignacio de Castro ( o ),
»Cura del obispado del Cuzco en la América meridional. Pero co
mo tanta luz no puede menos de ofender los ojos de los lagañosos,
de aquellos digo, que miran todavia con ceño la pureza original de
María, como Juan Launoy, Juan Heselio y Luis Muratori; por eso ,
dice el citado Vallejo ( p), les ofende y les da en cara el tal Oficio.
En cuanto a la misa que empieza : Egredimini, Leon X con
cedió Indulgencia plenaria (9) á los Menores Observantes que la
celebraran, y despues la estendió á los mismos religiosos y á las
Clarisas que la oyeran ; pero advierto que esta Indulgencia entró
en la revocacion de Paulo V ( lo cual quisiera yo que advirtieran
algunos). Ultimamente, el mismo Oficio y la misma misa que con
licencia y aprobacion de tantos Papas ha rezado mi órden desde el
siglo décimo quinto hasta el dia de hoy, hansido estendidos por la
Santa Sede á la República de Luca ( ), al órden de los Siervos de
María (s), á los Reyes Católicos don Fernando y doña Isabel (1)
para fomento de su devocion, y al piadosísimo Rey Cárlos III pa
ra eluso de uno y otro clero de todos sus dominios (u).
De lo que he dicho hasta aqui se infiere primeramente, que
[n] Claudio Frasén, tomo 8.º de la Teología, cuest. de la Concepcion de la Vírgen, &. 34
-Croiset,Año Cristiano, dia 8 de Diciembre; y en la vida de nuestra Señora, 8. 36.-Juan
Eusebio Nieremberg en las escepciones del Tridentino sobre la pureza original de María,
cap. 25.- [n ] Vallejo, Vida de la Madre de Dios, part. 1.", cap. 19. - 10] Castro en la Diser.
tacion 1.º sobre la Concepcion de laVírgen, impresa en Lima 1782, pàg . 40.- [ p ] En la di
cha obra , en los cap . que tratande la Concepcion de María.- 19] Manuel Rodriguez, tomo 2.0,
cuest. 87, art. 4.° --Arbiol y 'Tellado de los Terceros.- r] Se halla esta concesion en Ná.
poles, tomo 4.º de la Cronología Seráfica, pág.568.- {s] Èn el mismo tomo, pág386.- [1] La
Real Junta de la InmaculadaConcepcion, en la oracion que presentó á Cárlos III sobre este
misterio. Se halla en el tomo 7.º del Ferraris, desde la pág. 94 de la citada edicion .- [u ] Ha
Barás tambien la dicha Bula: Cum primùn en el tomo4. de nuestra Cronología, pág. 384.
123
no es cierto lo que dicen Martene y Heselio, de que todos dejaron
de rezar el Oficio que compuso Leonardo. Cuando murió Hese
lio, que fue en el año de 1566, era cabalmente cuando mas se reza
ba. Aun despues del año de 1568, en que San Pio V publicó el Bre
viario reformado, se rezó el dicho Oficio por muchos años en algu
nos obispados, como lodá á entender claramente el Teólogo y Ca
nonista Navarro, escritor célebre del siglo décimo-sęsto. La reli
gion Franciscana se compone de varias familias; y como todas han
pensado de un mismo modo sobre la pureza original de María, to
das creyeron que debian rezarla este Oficio, en el que repiten con
mucho júbilo que su Concepcion es inmaculada. Si Heselio anduvo
tan mezquino con la Vírgen, que la supuso (o) concebida en pecado
despues delDecreto del Tridentino, ¿qué mucho que le diera en cara
el tal Oficio en el que se dice repetidas veces que su Concepcion fue
sin mancha? Pero yo advierto que si en el Oficio que compuso Leo
nardo, se dice que la Concepcion de María fue inmaculada;en el que
puso San Pio V en el Breviario, se dice que fue santa : la cual
palabra, en sentir del máximo Doctor San Gerónimo ( x ), significa
mas limpieza y mas perfeccion que la palabra inmaculada.
Infiérese lo segundo, que es falso lo que afirma Natal Alejan
dro, de que " San Pio V juzgó que el dicho Oficio era indigno de
" que se leyera en la Iglesia y lo suprimió, por estar compuesto de
" autoridades fingidasde Santos Padres.” Pregunto yo: si San Pio V
hubiera creido que este Oficio era indigno de que se rezara, ¡ se lo
hubiera concedido á toda la orden de San Francisco? Si hubiera
pensado que no era digno de estar en el Breviario romano, ¿habria
dado licencia para ponerlo en el Breviario Seráfico ? Yo no lo creo
de la entereza y rectitud de este Papa. Luego no fue la causa
que alega Natal Alejandro, la que movió a San Pio V á dejar de
poner en el Breviario el Oficio de la Concepcion aprobado por
Sixto IV , y sustituir otro en su lugar. Pues ¿cuál fue la causa?
Voy á manifestarla. Mas antes, para hacerlo con mayor clari
dad, pondré á la vista de mis lectores lo que refieren sobre esto
tres sabios Jesuitas que escribieron sus obras como un siglo antes
que Natal Alejandro. Si San Pio V, dice Suarez (y), mudó el Ofi
cio de la Concepcion aprobado por Sixto IV, no fue porque halla
ra en él alguna cosa falsa; sinó porque quiso que se restituyera la
Iglesia á la costumbre antigua que habia tenido. Fernando Qui
{v} Juan Hesels ó Heselio en su Catecismo, cap. 7.º de la esplicacion del Ave - María.
-Véase Miguel de Luna er sus Teoremas porlaConcepcion, teorema 13.- [2 ] Sobre la
Epístola de San Pablo alos de Efeso,cap.1.º, verso 4.°- (y)Suarez, tomo 17, disp. 3., sec .
cion 5 :-- Repito lo que dije en el tomo 1.º,que uso dela edicion veneciana de 1740.
124
rino de Salazar en un tratado que escribió en defensa de la Con
cepcion (2) de María , dice casi lo mismo: por lo que omito sus pa
labras. Se habian compuesto, dice Teófilo Raynaudo, muchos Ofi.
cios del misterio de la Concepcion: era preciso señalar uno para to
da la Iglesia, y San Pio V escogió el que está ahora en el Breviario
romano, reduciéndolo á la forma antigua, propuesta en una revela
cion al Abad Elsino. En esta revelacion que cita Raynaudo y se ha
lla entre las obras de San Anselmo, un personage vestido de pontifi
cal dijo á Elsino, ( Nota 29) Abad dc Ransey: que si queria verse li
bre de la tempestad que padecia , prometiese á Dios celebrar solem
nemente la fiesta de la Concepcion de María. Y preguntando entón
ces el Abad qué Oficio la habia de rezar, le manifestó que la rezase
el Oficio de su Natividad, mudando este nombre en el de Concep
cion. Sosegóse luego la tormenta, y el Abad cumplió su promesa.
Yo prescindo si la Epístola en que se cuenta la dicha revela
nse , ó no. Sé que Cristiano Lu
cion, es de San Anselmo Cantuariense,
po (a) y Lambertini la cuentan entre las obras dudosas del Santo:
Natal Alejandro y el Benedictiano Gerberon entre las apócrifas.
Pero tambien sé que la tuvieron por obra genuina del Santo, el
Cardenal Baronio (Nota 30) que asistió a la correccion del Bre
viario en tiempo de Clemente VIII, Bartolomé Gavanto (6) que
asistió no soloa la correccion sobredicha, sinó tambien á la que se
hizo despues en tiempo de Urbano VIII, el Marques de Mondejar,
Francisco Guerra (c), Teófilo Raynaudo, Salazar, Gersony otros
varios escritores y Concilios de los siglos décimo-cuarto , décimo
quinto y décimo - sesto; y aun segun el sentir del P. Benito Plaza (d)
fue admitida la dicha revelacion por el comun consentimiento en
mas de siete siglos. En España, que segun el sabio Mabillon (e) ce
Nota 29. Otros dicen: Herluino, Abad de Bec .
Noin 30. Entre las obras de San Anselmo hay una Epístola y un tratado de la Concep
cion de María. El que lea con reflexion á Baronio en las notas sobre el Martirologio romano,
conocerá claramente que admite la Epístola como obra genuinadel Santo, y duda mucho de
la legitimidad del tratado , alcual llama Comentario.Cristiano Lupo, que no advirtió la dife.
rencia de estas dos obras, dijo equivocadamente que Baronio pone en duda la Epístola, sien
do asi que habla del tratado . Véase Gerberon en la censura sobre las obras del Santo.
[ 2] Salazar, cap. 35, núm. 9.-Raynaudo, tomo 8.°, trat. 6.°, núm . 32. a) Lupo en el
tomo 4.º de sus obras sobre el Concilio de Maguncia del año 1050, página 233. - Lamber
tini, núm. 19 del lugar citado . - Natal Alejandro en el tomo 7.º de su Historia Eclesiástica.
-GabrielGerberon en la edicion quehizo de lasobrasde San Anselno.- [6 ]. Gavanto y Ba
ronio el dia 8 de Diciembre. - Gaspar Ibañez ( Marqués de Mondejar) en la disert. 8.* de las
eclesiásticas, cap. 4.°, desde el núm. 18 .- [c ] El Ilustrísimo Guerra en la obra que intituló:
Magestad de las Gracias y Virtudesde Maria, tomo 1.º, disert. 2.", núm.32. - Salazar, cap.35,
§. 5. – Juan Gerson en el Sermon 3.° de la Concepcion de María .- [d] Así lo afirma Valle
jo en la Vida de la Madre de Dios, part.1.", cap. 8.—Plazaen la obra citada,accion 3.", ar.
tículo 2.º, desde el núm . 56 .- (e) Mabillon en las Actas de los Santos de San Benito, si
glo 2.º, vida de San Ildefonso. Víesta obra en la biblioteca de la Catedral de Méjico.- Mar.
tene, tomo 4.º, en el libro 4.° de los Ritos Antiguos de los Monges, cap. 2.°, núm . 15.
125
lebra la fiesta de la Concepcion de María desde el tiempo de San
Ildefonso, se pusieron en muchos Breviarios las lecciones de los
maytines de esta fiesta, sacadas al pie de la letrade la dicha Epís
tola de San Anselmo. ' Yo ví algunos de ellos, dice el Padre Sala
" zar ( f ), el de Plasencia del año de 1500, el de Vich de 1520, el
" de Cartagena de 1484, y otro de la misma diócesi de 1519.” A es
tos añade Mondéjar el de Segovia, el de Cuenca, el de Córdoba y
el de Sevilla.
Ahora bien: si segun acabo de probar, era tan comun en el
siglo décimo - sesto y en los dos anteriores el tener por obra genui
na de San Anselmo la Epístola sobredicha, y de consiguiente el
tener por cierta la revelacion que contiene; ¿ qué mucho que San
Pio V , atendiendo por una parte á esta revelacion como insinua
Gavanto, y por otra la costumbre antigua de la Iglesia como dice
Suarez, pusiera en el Breviario romano el Oficio de la Natividad
de la Vírgen para la fiesta de su Concepcion, poniendo el nombre
de Concepcion en donde está el de Natividad? Mas si el mismo Pa
pa dió licencia á los Franciscanos para que rezaran el Oficio de la
Concepcion, compuesto por Leonardo, y lo pusieran en su Brevia
rio, segun consta de mas de catorce ediciones que cita Frasén, en
eso mismo daba á entender que no lo tenia por indigno de que se
rezara en la Iglesia.
» Pero el tal Oficio , replica Natal Alejandro, está compuesto
"de autoridades fingidas de Padres."
De cuántas maneras podria yo mostrar á este crítico la fal
sedad de su proposicion, sinó mirase á la brevedad? Sin embargo,
le rebatiré de algun modo tamaña calumnia, que redunda princi
palmente en desdoro de Sixto IV.
Si he de hablar con la ingenuidad que me es propia, yo no en
cuentro en todo el Oficio de la Concepcion compuesto por Leo
nardo, sinó dos ó tres cosas que puedan haber dado causa para una
crítica tan desmedida.-La primera que Natal Alejandro censu
rará, es que se dice en el Oficio que las lecciones del segundo noe
turno son de San Gerónimo, nosiendo suyas. A lo cual respondo
primeramente que aun despues de haberse corregido dos ó tres ve
ces el Breviario romano, se le notan esas mismas faltas en varias
festividades del año. Las segundas lecciones de los dias 8 у 9 de
Setiembre, las de la fiesta de San Rafael, y las de la Dominica
cuarta despues de Pentecostés, se dice en el Breviario que son de
San Agustin, siendo asi que los Maurinos las ponen ya entre las
If I Salazar y Mondejar en las obras citadas.
126
obras apócrifas delSanto. ¿Y quién ha dicho por eso queson indig.
nos los tales Oficios de que se recen y lean en la Iglesia? Si acaso
Natal Alejandro lo dice, es menester que antes me pruebe que los
Maurinos no estan sujetos á errar.-Respondo lo segundo, que si
las dichas lecciones delOficio de la Concepcion no son de San Ge
rónimo, se creia en el siglo décimo-quinto que lo eran, pues se ha
llan entre las obras del Santo ; y por lo menos son antiquísimas.
Mariano Victorio, y los Benedictinos José Zoller (g) y Juan Mar:
tianay opinan que el sermon de la Asuncion de la Virgen del que
se tomaron las dichas lecciones y la primera antífona (* ) de segun
das vísperas, es de Sofronio, contemporáneo de San Gerónimo, á
quien llama este santo Doctor hombre muy sabio y erudito.
La segunda cosa que Natal Alejandro criticara, es la antífona
quinta de segundas vísperas (** ), la cual dirá él que no es de San
Ambrosio, como supondria el que compuso el Oficio . - A lo cual
respondo lo primero, que en el dicho Oficio no se dice que sea esta
antifona de San Ambrosio.—Y lo segundo, que aun cuando lo hu
biera creido así Leonardo, no hubiera creido sinó lo que era comun
en su siglo, y aun en el siguiente. Pudiera yo citar muchos testi
gos de esto; pero solo citaré dos del siglo décimo - sesto. Santo To
mas de Villanueva y el venerable P. fray Alonso de Orozco (h),
que fueron astros brillantes de la religion Agustiniana, tanto por
su virtud como por su ciencia, citan á San Ambrosio por autor de
la referida antífona. Luego no es mucho que Leonardo y Sixto IV
ereyeran lo mismo.
¿Y quién sabe si este crítico tendrá que notar algo sobre la
tercera antífona (***) de segundas vísperas? ¿ Dirá acaso que el li
bro ó tratado (i) de que se tomó, no es obra de San Agustin como
supondria Leonardo?Pues si acaso lo dice, le respondo que no hay
duda en que los monges de la Congregacion de San Mauro, en la
edicion Parisiense que hicieron de las obras del Santo desde el año
de 1689, lo ponen ya entre sus obras apócrifas en el tomo octavo.
Pero pregunto yoá Natal Alejandro: ¿no se creyó comunmente
desde el siglo octavo hasta fines del décimo -sétimo que el dicho
tratado era obra propia de San Agustin? ¿ No lo creyó asi el V. Be
da? ¿ No lo creyó Belarmino? ¿ No lo creyeron tambien los Teólo
gos de Lobaina, que dieron á luz dichas obras antes que los Mau
rinos ? Estos įno confiesan llanamente que hallaron varios códices
( g ) Zoller en el Concepto Cronográfico de la Concepcion de María, núm . 1 y 15.
(*) Empieza: Nihil est candoris.— [** ] Empieza :Hæc est virga ..- [***] Comienza : Hanc quam
iu despicis ...- [1 ]Santo Tomás y el V. Orozco en lossermones que he visto en susobras de
la Concepcion de María.- (1) Ds quinque hæresibus, 6 contra quinque hæreses, cap. 5.º
127
manuscritos que dicen que es obra del Santo, y que ellos han sido
los primeros que han puesto dicho tratado en el Apéndice? Luego
no debe admirarse Natal Alejandro de que creyendo todos que era
de San Agustin el dicho tratado, lo creyera tambien Leonardo. De
bia pues este crítico severo, que escribió su historia en el siglo dé
cimo - octavo, hacerse cargo de cómo se pensaba en el siglo déci
mo -quinto y en mucha parte del décimo -sesto, cuando ni el Baro
nio, ni los Págis, ni los Bolandos, ni los monges de San Mauro, ni
otros escritores de fina crítica habian empezado á escribir.
Acerca de lo que nos dice el Continuador de Fleuri de que
Sixto IV no instituyó la octava de la Concepcion, ya le respondió
Antonio Pagi, diciéndole que si en vez de copiar á Espondano hu
biera leido la constitucion de Sixto, no habria caido en tal desbar
ro. Lo mismo respondo á Juan Heselio. ¿ Quién duda que si co
jiéramos el agua de la fuente y no la tomáramos de los charcos, la
beberíamos mas clara y cristalina? Pero unas veces la desidia,
otras la ignorancia, y no pocasla presuncion y otras pasiones ra
teras, nos hacen caer en mil defectos (Nota 31).
Ultimamente, me dirán que los que rezamos el Oficio de la
Concepcion que tenemos ahora, no ganamos ya las Indulgencias
concedidas por Sixto IV : lo uno porque está mudado el Oficio, se
gun dá á entender Villanueva ; y lo otro porque dice Cavalieri que
cesaron tales Indulgencias.
Respondo que en el estado veneciano donde escribió Cava
lieri, se rezaba comunmente el Oficio de la Concepcion de la Vír
gen que trae el Breviario romano; y como no á este sino al que
compuso Leonardo fueron concedidas las Indulgencias, por eso di
ria que estas habian cesado ya. Este sabio Agustiniano, ó no ad
virtió, ó tal vez no supo que la religion Franciscana lo ha estado
rezando to los los años desde que lo aprobó Sixto IV. Ni es tanta
la mutacion que tiene, que pierda por eso las Indulgencias. Segun
refiere Vadingo (k) en sus Anales, solo se han mudado en él algu
nas pocas palabras, y por consiguiente es moralmente el mismo.
¿ No confesamos con Sixto IV (1) y Natal Alejandro que el Oficio
Nota 31. Aunque Sixto IV no mandó en su constitucion que la fiesta de la Concepcion
de María se celebrase con octava en toda la Iglesia, como lo hizo Inocencio XII ( j) en 1693
á instancias del Rey Católico Cárlos II, no se puede negar que dió licencia para ello; y que
con el deseo de que así se hiciese, concedió a todos las Indulgencias.
lj ] Por su Bula In excelsa, que es la 56 en el tomo 9.º del Bulario de Coquelines; tam
bien se halla en el tomo 7. del Bulario romano.- [k] Vadingo al año 1477, núm. 2. - Cróni.
ca Seráfica, part. 7.", lib. 3. °, cap. 27.- Nieremberg en el cap. citado. -[ij Sixto IV en una
Bula que he visto en el Bulario de Bremond, tomo 3.°, impreso en Roma 1731, pág. 555.
Natal Alejandro, tomo 8.º de su Historia (edicion de Ferrara) disert. 6.e del siglo 13, art. 1.º,
donde lo prueba nerviosamente . -
128
del Córpus que rezamos ahora, fue compuesto por el Angélico Doc
tor Santo Tomas, no obstante que San Pio Vmudó enél algunas
cosas, como afirman Zobio ( ll)y Gavanto? ¿No decimos lo mismo
del Oficio de la Transfiguracion del Señor, que compuso Calixto III,
sin embargo de que está (m) algomudado ? AlOficio del Santísimo
Nombre de Jesus, compuesto por elMinorita fray Bernardino de
Bustos, y concedido por Clemente VII á los frayles Menores y Cla
risas, ¿ no le llama Clemente VIII (n) el mismo Oficio, sin que sir
va de impedimento el decir que está enmendado por Baronio ? Lue
go aunque el Oficio de la Concepcion que compuso Leonardo, ten
ga hoy alguna mudanza leve, no pierde por eso las Indulgencias.
Así lo dá á entender el Martirologio de los RR. PP. Conventua
les de nuestro Padre San Francisco en el dia 8 de Diciembre,
CUESTION XXI.
¿ Y cuáles estan concedidas á las fiestas de la Transfigura
cion del Santísimo Nombre de Jesus, y de la Visitacion de
nuestra Señora ?
Respondo lo primero que en el año de 1457 concedió Calix
to III para la fiesta de la Transfiguracion del Señor las mismas
Indulgencias que habian concedido sus antecesores para la fiesta
del Corpus; y á los que celebren la fiesta de la Transfiguracion
con octava, les concede las mismas Indulgencias que estan conce
didas á los que celebren la octava del Corpus.-- He visto la Bu
la ( a) en Odorico Raynaldo, y un resumen deella en Luis Guerra.
Respondo lo segundo que Clemente VII (6) en el año de 1530 ,
y Clemente VIII en el de 1598 estendieron todas las Indulgencias
del Córpus á los fieles que el dia 14 de Enero asistiesen á la fiesta
del Santísimo Nombre de Jesus, y rezasen con devocion cinco Pa
dre nuestros, y cinco Ave-Marías por las necesidades comunes de
la Iglesia. Los religiosos del convento de San Cosme de Méjico,
que celebran esta fiesta con octava, pueden ganar todas las Indul
gencias concedidas á la octava del Córpus.
Respondo lo tercero, que Urbano VI concedió en 1389 á la
fiesta y octava de la Visitacion de María las mismas Indulgencias
que habia concedido Urbano IV á la fiesta y octava del Corpus:
[ll] Zobio, tomo 13 de los Anales, al año 1264, núm. 5. - Gavanto, seccion 6.", cap. 20,
núm . 1.° - {m ] Gavanto y Lambertini sobre la dicha fiesta.- { n} En su Bula Sacratissimi,
que es la 3.a en el Bulario de Rodriguez .- [a] Comienza Inter dirince, y está en los Anales
Eclesiásticos al año 1457, desde el núm . 73 ; y en el tomo 1.º del Bulariu de Guerra, pág. 43.
-[6] La Bula de Clemente VII empieza Salvatoris, y está en Vadingo al año 1530, núm . 11.
129
las cuales confirmó en el mismo año Bonifacio IX (c). Las mon
jas de Santa Isabel de Méjico que celebran la fiesta de su titular
con octava, podrán ganar las Indulgencias concedidas por Urba
no IV á la octava de Córpus; pero no las concedidas por Marti
no V y Eugenio IV, porque estos dos Papas fueron posteriores á
Urbano VI.
CUESTION XXII.
[ll] En su Historia Eclesiástica, disert. 25 del siglo 5.º, cuest. 2.", art. 2.°, proposic. 2."
-- [m ] Cap. 1.º, verso 4.0- [n ] Tiers enlos cap . 7.0"y8.º del citado libro 7.º
134
si confiesa Tiers con los Teólogos (a) que la Sagrada Humanidad
de Jesucristo puede considerarse como unida al Verbo Divino y
como separada de él, y que de cualquier modo que se considere, es
siempre dignade culto y veneracion, ¿qué inconveniente puede ha
ber en que yo la considere ó como unida al Verbo, y la dé todas las
veces que quiera el culto supremo de latría; ó como separada del
Verbo, y la dé entonces elde hiperdulía? ¿ Es acaso estolo que con
denanlos Concilios de Efeso y de Constantinopla que él álega? No
por cierto, dice Frasén (o); pues los Concilios hablan precisamente
de la adoracion de latría que se debe a la Humanidadde Jesucristo
en cuanto la concebimos unida a lapersona del Verbo. Los citados
Concilios reprueban , dice Santo Tomás ( p), la doctrina herética
de Nestorio que ponia en Cristo dos personas, y por consiguiente
dos adoraciones. Nosotros abominando el error de Nestorio, con
fesamos que hay en Cristo una sola persona divina con dos natu
ralezas, y decimos: que el que en la oracion sobredicha considere
á la Humanidad de Jesucristo unida a la persona del Verbo, en su
posicion de que la adore, debe darla necesariamente la perfecta
adoracion de latría; pero el que la considere en abstracto, como pa
rece que la consideraba algunas veces Santa Teresa (9), puede
muy bien adorarla con el culto de hiperdulía. Y para que se vea
que no es agena esta oracion del lenguage de San Buenaventura,
oigamos lo que escribió en una obra que todos reconocen por suya.
»La bienaventurada Vírgen, dice el Seráfico Doctor (r), debe ser
” particularmente venerada despues de la Suma Trinidad, y de su
" beatísimo Hijo nuestro Señor Jesucristo ." Estas últimas pala
bras dirá Tiers que son superfluas, y tambien dirá que lo son en
la oracion de que tratamos; porqueestando comprendido Jesucris
to bajo el nombre de la Santísima Trinidad, le vuelve á nombrar
espresamente. Pero á esta objecion le respondo, que tambien San
Pablo cayó en el mismo defecto, si es que asi quiere llamarlo . ¿Y
por qué? Porque amaba tanto el Apóstol á Jesucristo, le tenia tan
grabadoen su corazon, que nunca se saciaba ( s) de pronunciarlo:
en sus Epístolas repiteel nombre de Jesus doscientas treinta y seis
[ n ] El Doctor Angelico en la 3. parte de la Suma,cuest. 25, art. 2.'— ElSeráfico, el
Sutil, y elsólido Ricardo sobre el 3.º de las Sentencias, dist. 9.", cuest. 1.-El Eximio en el
tomo 16, disp. 53, secc. 3 ." -- Frasén, Teófilo Raynaudo, &c.- [0] Claudio Frasén, tomo 8.°
de la Teología,trat. 1.°, disp. 3. ", art. 3. °, secc. 1.", cuest. 1. -Guillermo Herinx,Suma
Teológica, part. 4.°, disp. 3.a, núm. 10 y 11.- \ p ] En el art. 1.ºdel lugar citado.- 9) Véa
se la Vida de Santa Teresa, escrita por ella misma en los cap. 9. °, 12, 22 y 28.--(1 ) Benta
Virgo præcipuèest veneranda post Trinitatem summam ,et ejus prolem beatissimam Dnum nos.
trum Jesumchristum . San Buenaventura sobre el 1.º de las sent., al fin .- [s] Cornelio Ala
pido en el Proemio sobre las Epístolas de San Pablo, cap. 4.°, núm . 38; y sobre la Epístola
& los de Efeso, cap. 1.º, verso 10 .
135
veces, y elde Cristo cuatrocientas veinte y una. De aqui apren
dieron los Santos á nombrar á Jesus tantas veces, siendo paraellos
miel en la boca, melodia en los oidos, y jubiloen el corazon .Cuan
do lo pronunciaba mi Santo Patriarca, dice el Doctor Seráfico (1),
que era tanto lo que se saboreaba y relamía, coma si comiera un
panal de miel. Y como San Buenaventura era otro Serafin en el
amor de Jesus, no se detendria en repetir con frecuencia su sacra
tísimo nombre, aun cuando hubiera sabido que le habia de criticar
por eso el espíritu cáustico de Tiers. Y no solo el Doctor Seráfico
tiene ese modo de hablar; tambien la Iglesia suele usarlo alguna
vez. "Recibe ó Santa Trinidad, decimoslos Sacerdotes en la misa,
"esta ofrenda que te presentamos en memoria de la Pasion, de la
"Resurreccion y de la Ascension de nuestro Señor Jesucristo.”
Acerca del tercer defecto que nos imputa de que en esta ora
cion ponemos en paralelo á Dioscon los Santos, al Criador con las
criaturas, y al Señor con sus siervos, le respondo que una vez que
convidamos a todas las cosas criadas á que den á Dios, á la Vírgen
María y á los Santos aquel culto y aquella gloria que respectiva
mente se les debe, como dije antes, es inútil que nos diga ahora que
comparamos la santidad de Dios con la de sus criaturas. Ha de sa
ber ese francés, que en los dominios del Rey Católico todos los pre
dicadores al comenzar el sermon , decimos de rodillas la oracion si
guiente: Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del al
tar, y la Purísima Concepcion de María Santísima, Madre de
Dios y Señora nuestra, concebida sin maucha de pecado origi
nal en elprimer instante de su ser : sin que ninguno haya pensa
do por eso dar el mismo honor y la misma alabanza al Santísimo
Sacramento que á la Vírgen; pues saben todos que debemos ado
rar al Santísimo con el culto de latría (u), y venerar con el de hi
perdulía á la Santísima Vírgen. Todoslos dias damos el epíteto de
santo á Dios nuestro Señor, alPríncipe de los Apóstoles y al Pon
tífice de la Iglesia romana, sin que por eso pongamos en paralelo
la santidad de Dios con la de San Pedro, y mucho menos con la
del Papa; pues á Dios le decimos santo , porque es santo por su
esencia, y el principio de toda santidad: al Príncipe de los Apóstoles
le llamamos santo, pero conocemos que no lo es esencialmente, si
no por gracia, por privilegio, por participacion; y finalmente, al
Papa lellamamos santo y aunsantísimo, por lasuprema dignidad
que tiene de sucesor de San Pedro, cabeza visible de la Iglesia y
[l] En la Leyenda de San Francisco, cap. 10.- [ u] El Tridentico, ses. 13, cap. 5.°, y
can . 6 .-- Santo Tomás en el art . 5.º de la cuestion citada, Berti en el tomo 4.º de las Inse
trucciones Teológicas, lib. 33, cap. 12, teorema 1.º
136
Vicario de Jesucristo. Luego es falso, falsísimo lo que este críti
co nos achaca de que en esta oracion ponemos en paraleloá Dios
con las criaturas, y al Rey Soberano con sus súbditos.- Ultima
mente, cuando Monsieur Tiers hacia las funciones de párroco en
su curato de Vibrai, incensaría muchas veces al Santísimo Sacra
mento, á las reliquias de los Santos; y á los cadáveres de los difun
tos cristianos. ¿Y qué me habria respondidosi yo le hubiera dicho,
que cuando incensaba daba el mismo honor y el mismo culto a las
reliquias de los Santos y aun al cadáver de un cristiano, que al
Santísimo Sacramento, pues el acto de incensar es uno mismo? ¿ No
me hubiera respondido con razon, que yo era ó muy tonto ó muy
malicioso, supuesto que aunque el acto de la incensacion es uno, se
diferencia (o) precisamente segun los objetos á que se dirige? Pues
eso mismo le respondo yo.
Y para que se vea la mala fe con que procede este crítico, nos
dice en el cuarto reparo que "pedimos a Dios por esta oracion el
" perdon de los pecados. Y que la fe nos enseña que despues del bau
» tismo no puede perdonársenos pecado alguno, á menos que no lo
" confesemos y recibamos la absolucion de un Sacerdote.” ¿Qué
»quiere decirnos Tiers con tales espresiones? ¿Nos quiere dar á en
tender que ningun pecado, aunque sea venial,se nos perdona fuera
del sacramento de la penitencia? Esta es una proposicion falsa, te
meraria y opuesta al Concilio Tridentino, que nosdice las palabras
siguientes (cc): "Los pecados veniales en los cuales caemos con fre
" cuencia , aunque hacemos bien en confesarlos; sin embargo se pue
"den callar sin culpa, y perdonarse con otros muchos remedios.”
Hasta los niños de la escuela saben que dice el Catecismo: el peca
do venial se perdona por una de estas nueve cosas: Por oir mi
sa con devocion, f *c. Nos quiere dar a entender que ningun pe
cado mortal se nos perdona despues del bautismo sin que le con
fesemos? Si entiende asi su proposicion, diré que es cierta y verda
dera; pero que no viene al caso , pues ninguno ha escrito hasta aho
ra que por el rezo de esta oracion se perdonan los pecados morta
les. Luego Tiers abusa de la crítica, supuesto que nos atribuye lo
que nunca jamás hemos pensado.
Pero "¿qué quieren decir, pregunta en el quinto reparo , aque
» llas palabras: por los siglos infinitos de los siglos? Ellas no mi
"ran, dice con satisfaccion, á la gloria y alabanza que sedan á Dios,
[v] Véase acerca de la adoracion é incensacion el R. P. fray Enrique Florez en su Clave
Historial, cuando trata de los Concilios delsiglo 8.°, pág. 143 de la edicion 13 de Madrid.
[x ] El Tridentino en la ses. 14, cap. 5. - Melchor Cano en la Releccion del Sacramento de
la Penitencia, parte 6.4 -
137
»supuesto que son eternas; y seria inútil siendo eternas, pedir que
" durasen para siempre. Luego aquella remision, prosigue, ipodrá te
» nerse por toda la eternidad? Que toda la eternidad sea desgraciada
" ó que sea feliz, no hay remision de pecados que esperar ni en la
» una ni en la otra ." - Si Tiers no fuera taimado, diria yo que era
ignorante. El con toda su ciencia no encuentra donde poner aque
las palabras: por los siglos infinitos de los siglos, siendo asi que
yo no hallo inconveniente en colocarlas en dos lugares , ó que miren
á dos cosas diferentes; conviene á saber: á la gloria y alabanza de
Dios , y al perdon de nuestras culpas. Recaen principalmente aque
llas palabras sobre la gloria, honra y alabanza que nosotros damos
á Dios , y que deseamos al mismo tiempo que todas las criaturas
le den por los siglos infinitos de los siglos. La razon que alega Tiers
en contra, es frívola y de ninguna substancia. Prueba de esto es,
que la Iglesia en el Oficio Divino usa varias veces de semejante
modo de hablar: lo cual es facil que advirtiera Tiers, pues siendo Cu
ra rezaria todos los dias las Horas Canónicas. Los Himnos deVíspe
ras de San Pedro y San Pablo, del comun de un mártir y de los Do
lores de María Santísima en la Domínica tercera de Setiembre,
concluyen diciendo que se dé á la Santísima Trinidad: gloria y ala
banza eterna por todos lossiglos de los siglos. Y si fuera cierto
lo que dice el PárrocodeVibrai,¿ quién no echa de ver que el Su
mo Pontífice Urbano VIII, que fué buen poeta latino, y que en el
año de 1629 corrigió por sí mismo.y por otros (y) los más de los
Himnos Sagrados, no corrigiera tambien los referidos ? Mas por si
acaso me replicara Tiers que la necesidad métrica obligaria á los
autores de los Himnos á usar de tales locuciones, pondré un ejem
plar en prosa. La Antífona segunda de Laudes en la fiesta de la
Santísima Trinidad, dice así ( z ): Alabanza y gloria eterna se den
á Dios Padre, y al Hijo, y al Espíritu -Santo consolador,por los
siglos de los siglos. Pues cómo es esto, señor Doctor? ¿Por qué
desea la Iglesia que se dé á Dios gloria y alabanza eterna, por to
dos los siglos de los siglos? ¿Por qué Moyses y David (a) nos di
cen profetizando que ha de reinar elSeñor in ætérnum f. ultra,
eternamente y mas allá? Mas allá de la eternidad įhabrá algun es
pacio de tiempo? No por cierto, responde el Tostado; sinóque usa
ron los Profetas de esta locucion hiperbólica por la redundancia de
su corazon, por el vehemente deseo que tenian de que el reino de
( y) Gavanto y Merati sobre los Himnos.-[z] Laus & perennisgloria Deo Patri, et Filio,
Sancto simulParáclito, in sæculorum sæcula. -ia Exodo 15, 18. –Salmo 9.–Véase el Abu
lense sobre el lugar citado del Exodo; y Alapide sobre el mismo, y sobre el cap . 4.° de Mi
queas, verso 5 .
19
138
Dios, su gloria y su alabanza fuesen perennes, interminables, por
los siglos infinitos de los siglos. Como si dijeran: deseamos que Dios
reine eternamente,y si aun pudiera darse alguna duracion mas allá
de la eternidad, deseamos que reine por toda ella y aun mas allá
sin fin. De estos ardientes deseos se reviste la Iglesia católica, y por
eso no escrupuliza en decir que se dé á Dios gloria y alabanza
eterna , por todos los siglos de los siglos. Y como nosotros los que
rezamos el Sacrosancte, somos por nuestra dicha hijos de la mis
ma Iglesia, no es mucho que imitemos á tan buena Madre en los
deseos y en las espresiones.
Tampoco hallo inconveniente en aplicar aquellas palabras:
por los siglos infinitos de los siglos, al perdon de nuestras culpas,
sin embargo de la ilacion ridícula de Tiers. Oigámosla otra vez
para rebatírsela: "iLuego aquella remision de pecados podrá te
"nerse por toda la eternidad ? Que toda la eternidad sea desgracia
” da ó que sea feliz, no hay remision de pecados que esperar ni en
” la una ni en la otra . " Si quiere valerse Tiers de esta crítica inmo
derada, sacará la misma ilacion de otras oraciones de la Iglesia.
En la última oracion de la misa del dia 1.° de Noviembre, pedimos
á Dios nuestro Señor que seamos defendidos con los ruegos perpe
tuos de los Santos. Luego las súplicas de los Santos ¿podrán te
nerse y esperarse perpetuamente ? En la oracion secreta del dia 7
de Marzo decimos a Dios: No nos falte, Señor, la piadosa oracion
de tu Confesor y Doctor Santo Tomás, la cual nos alcance siempre
tu perdon. "Luego el perdon de Dios, dirá Tiers, ipodrá tenerse y
" esperarse siempre y por toda la eternidad ? Que toda la eternidad
" sea desgraciada ó feliz, no hay que esperar que los Santos pidan
" por nosotros, ni nos alcancen el perdon de Dios en la una ni en
” la otra .” Asi puede argüir cualquiera si quiere abusar (Nota 33 )
de los términos. Pero lejos de nosotros semejante crítica que con
la mania de satirizar, mira siempre las cosaspor el peor lado. Sa
bemos de cierto que segun dice el Espíritu -Santo ( c ), en cualquier
lugar donde cayere el hombre, sea en el lugar de los réprobos ó sea
en elde los escogidos, allí quedará para siempre; y de consiguien
te, que no tenemos que esperar en la otra vida el perdon de los pe
cados mortales. Digo de los pecados mortales, porque el perdon
de los veniales bien podemos esperarlo en la otra vida, señor Tiers,
si nuestra eternidad es feliz; pues así nos lo da á entender el mis
Nota 33. Perpetuu, a, um, significa algunas veces cosa continua.- Las palabras: Sem
per, in æternum , in perpetuum , sæculum y otras semejantes, no siempre significan eternidad:
algunas veces, dice Benito Pereyra ( ), significan el tiempo de toda la vida del hombre.
{ o} Pereyra , tomo 3.º sobre elcap. 13 del Génesis, desde el número 50.- (c) Eclesias
tės li, 3. – SanGregorioMagno en el libro 8.°de los Morales, cap. 15; y en el lib. 12, cap. 4.
139
mo Jesucristo en el Evangelio (d). Pero de lo dicho podremos in
ferir quelaremision de los pecados que nos conceda Dios en esta
vida ó en el purgatorio , no podamos tenerla y retenerla por toda
la eternidad, como nos insinúa este Doctor de la Sorbona? Si te
nemos la dicha de salvarnos, ¡no nos regocijarémos en la gloria por
los siglos infinitos de los siglos, y darémos á Dios continuas gra
cias por el perdon de las culpas que se dignó de concedernos por
su infinita misericordia? Sí por cierto; pues el perdon de nuestras
culpas, no es como la fe y la esperanza, las cuales dejarémos de
tener cuando veamos á Dios cara a cara, sinó que nos ha de du
rar eternamente. Pedimos pues á Dios en la oracion sobredicha,
que nos perdone de tal modo nuestras culpas, que no vuelva jamás
á acordarse de ellas. (Nota 34)
En el reparo sesto nos dice Tiers, " que el verso Bienaventu
» radas las entrañas de la Virgen María que llevaron al Hijo del
» Eterno Padre, y esta respuesta: Y bienaventurados los pechos
"que alimentaron á Cristo nuestro Señor, significan casi una
"misma cosa, y no tienen relacion ni conexion alguna con la ora
»cion precedente.” ¿Quién no echa de ver aqui (e) elespíritu cáus
tico y fruslero de este francés? El confiesa que estos versos con
que elogiamos á María Santísima, están compuestos del Evange
lio de San Lucas, y de las palabras que ha consagrado la Iglesia á
sus oficios; mas porno dejar su miserable mania de satirizar y mor
der, les pone el defecto de que significancasi una mismacosa. ¿Pue
de llegar á mas la audacia y mordacidad de este hombre, que á des
cubrir defectos en las alabanzas que damos á María, tomadas del
Evangelio? Si en estas halla defectos, no es mucho que sea censor
tan rígido de los elogios que damos á la Vírgen, que apenas en
cuentre alguno que no le parezca escesivo: en lo cual muestra cla
ramente su espíritu cáustico y mordaz. Su espíritu fruslero le re
presenta en la oracion sobredicha una multitud de falsos aspectos
y de miserables dificultades. Tal es la que últimamente nos pro
pone de que las alabanzas que damos á María no tienen relacion
ni conexion con la oracion precedente. ¡Qué razon tan frívola y de
tan poca substancia! Cuando sea cierto lo que nos dice este críti
co, le preguntaria yo de buena gana: ¿qué relacion tiene el Padre
Nota 34. Sobre si vuelven los pecados perdonados, véanse Santo Tomás ( f), San Bue
naventura y el Tostado. Todos tres dicen que de alguna manera vuelven por la mayor grave
dad del pecado siguiente.
[d] San Mateo 12, 32.-- Alapide.-- Véase lo que dije en mi tomo. 1.º, cuest. 29, §. últi,
mo.-[e] Si quieres conocer bien lo que es el espíritu cáustico y el fruslero, lee al Abate Pará
en los Elementos de la Filosofia, tomo 4.º, trat. 5. ', núm. 770. - if ) Santo Tomás en la 3.
part., cuest. 88, art. 1.°-San Buenaventura en el 4.°, dist. 22, art. 1.°, cuest. 1.* y 2. El
Tostado en la cuest . 140 sobre el cap. 18 de San Mateo,
140
nuestro con el Ave -María ? Y con ser que no tiene ninguna, las ha
juntado la Iglesiaen todas las horas canónicas. ¿ Qué conexion tie
nen las partes del Oficio Divino unas con otras? Bien poca ó nin
guna ; y no obstante componen un todo maravilloso, aunque muy
diferente del que tiene una oracion retórica. Luego aunque sea
cierto que los elogios que damos á María no tengan relacion ni
conexion alguna con lo precedente, no por eso lo descompondrán.
¿Se descompone acaso una mesa porque tenga diversidad de man
jares? ¿O un jardin porque tenga variedad de flores ? Pues ¿qué otra
cosa son las partes del Oficio Divino, sinó unas flores hermosísimas
que exhalan diferentes olores, y vienen á componer entre todas un
primoroso jardin ? ¿ Qué es el Oficio Divino, sinó una regalada me
sa espiritual en la que hay variedad de manjares para que esta mis
ma diversidad nos quite el tedio y el hastío, tan propios de nuestra
naturaleza estragada? Y pregunto yo: ¡no viene á ser otro tanto la
oracion de que hablamos ? El que no tenga el espíritu preocupado
de Tiers, fácilmente lo confesará .
Sobre lo demas que nos opone este crítico en la observacion
sesta, respondo á lo primero que si el Sacrosanctæ no se rezó an
tiguamente en las Iglesias monásticas y catedrales, hoy dia se re
za en las unas y en las otras, sin que yo quiera afirmar por eso que
se reza en todas. Ni es fácil determinar desde cuándo comenzó á
decirse. En los coros de los Menores Observantes de nuestro Pa
dre San Francisco se rezaba ya en el año de 1593, segun escribe
Bordonio (g); y tal vez se rezaria desde 1513, en que fue la con
cesion deLeon X. En otros coros empezaria árezarse cuando vie
ron que Urbano VIII la habia puesto en el Breviario en 1631. Y
en otros se pasaria mas tiempo sin que la rezasen ; pues aunque es
bueno usar de tal privilegio, ninguno ha dicho hasta ahora que es
tamos obligados á usarlo .
A lo segundo respondo, que aunque es cierto que San Pio V y
Clemente VIII no la insertaron en el Breviario romano, que fué
corregido de órden de los dos; tambien es cierto que Urbano VIII,
que no fue inferior a los dos ni en la potestad, ni en la erudicion,
ni en el zelo de la disciplina, cuando por sí mismo y por otros va
rones sabios puso la última mano al Breviario, la mandó colocar (h)
al principio de él. Y para que todos conozcan que la sinceridad y
la buena fe están muy lejos de este crítico cuando nos diceque bus
ca la verdad, no puedo menos de advertir que Urbano VIII espi
( g ) Francisco Bordonio en el tomo 2.º de sus obras, resol. 30, cuest.23.– <h ] Teodoro,
part. 1. , cap. 13, art. 4.° –Minderer,part. 1.º, núm. 824. - Jorge Gobat, tomo 2.º, trat. 4.°,
desde el núm . 578; y tomo 1.º, pág. 535.-Amórt.
141
dió su Bula sobre la última correccion del Breviario en el año
de 1631, y Tiers concluyó su Tratado de las Supersticiones en el
año de 1697, segun afirman Pontás, Moreri, Richard, el Obispo de
Guadix y el mismo Tiers (i). Ahora bien: ¿ he de creer yo que es
cribiendo este Doctor de la Sorbona la dicha obra en Paris, no ha
bia de tener noticia de la últimacorreccion del Breviario, hecha y
publicada en Roma por Urbano VIII sesenta y seis años antes? No
tengo tan buenas tragaderas. Lo que yo creo es la mala fe con que
procede este crítico, pues siendo asi que para probar los defectos
que supone en la oracion sobredicha, nos dice que ni San Pio V, ni
Clemente VIII la insertaron en el Breviario, omite adrede que Ur
bano VIII la mandó poner en él.
Ultimamente, nos dice: " que la Indulgencia que comunmen
»te se cree concedida á los que la rezan, no es cierto que sea de
» Leon X.” ¿ Y por qué no es cierto, pregunto yo ? ¿ Es acaso porque
tú lo dices? Tambien dices ( j ) que no subsiste la Indulgencia de
Porciúncula, y toda la Iglesia cree lo contrario de lo que tú dices.
Tambien hablas (k) contra el Himno Stabat Mater dolorosa, por
que crees que María Santísima no lloró junto a la cruz de su Hi
jo, y el Cardenal Lambertini (1) escribe justísimamente contra tu
sinrazon y temeridad. ¿Qué, no basta para que creamos la dicha
Indulgencia, que la haya mandado poner en el Breviario romano
un Papa tan lleno de literatura y tan zeloso de la disciplina como
Urbano VIII, que enmendó de nuevo el Martirologio y el Pontifi
cal romanos, y que al acabar de corregir el Breviario la pone en
el principio de él ? ¿ Y de dónde consta ,medirá Tiers, que Leon X
concediese la tal Indulgencia ? Respondo que consta de Juan Lam
pergio ( II ), venerable monje Cartujo, que habiendo muerto en el
año de 1539 ya lo dejó escrito en sus obras. Consta del Compendio
de los Privilegios de ios Frayles Menores ( m ). Consta del Bulario
de Manuel Rodriguez (n ) y del primer tomo de sus cuestiones.
Y en fin , consta de las Rúbricas del Breviario romano - seráfico
aprobadas por la Santa Sede. Tiers pudiera con facilidad ha
ber visto algo de esto, pues nos cita en su mismo tratado las obras
de Manuel Rodriguez y el Compendio de nuestros privilegios;
pero quiso más desentenderse de todo, y dejarse arrastrar de su
pasion contra la fraylía y el monaquismo, que hacer buen uso
[i] En el dicho tomo 4.º, lib. 7.°, cap. 17, habla del año de 1697, y le llama año presente.
- ; ) En el mismo cap. 17.- [k] En el cap . 8.° del dicho libro.- (1) Próspero Lambertini,
lib. 2.° de las Fiestas, cap. 4.°, núm . 5 .- [ll] En el tomo 5.º de sus obras,Aljaba del Amor
Divino, lib. 2.º, al fin de la3.a parte.[ m2] Casa-Rubios en la palab. Officium divinum , seo
cundó, núm. 5 y6 .- { n] Rodriguezen su Bulario,oráculo48 y 69de Leon X ;y en el tomo 1,9
de sus Cuestiones Canónicas, cuest. 42.
142
de la crítica y verse precisado á concederlo. Lo cual supuesto,
Respondo ya á la cuestion ,que todas las personas que despues
del Oficio Divino recen devotamente la oracion sobredicha, consi
guen: lo primero,remision plenaria de los defectos y pecados venia
les que por fragilidad humana hubiesen contraido en rezarlo; y lo
segundo, el perdon de las penas que corresponden a los dichos pe
cados.- Lo primero consta claramente de la Rúbrica puesta en el
Breviario romano antes de la dicha oracion; y lo segundo, de que
en tales concesiones pontificias (o) se entienden por culpas las pe
nas que por ellas se deben . — En cuanto á la remision de los peca
dos veniales, es opinion comun. Y en cuanto a la remision de las
penas, es opinion de Amórt ( P ), Gobát y Minderér, quien dice que
el Sacrosanctæ puede considerarse ó como un sacramental que
quita los pecados veniales, ó como una oracion a la que está con
cedida Indulgencia .
Sobre lo cual advierto primeramente que por el rezo de dicha
oracion , ningun pecado mortal se perdona; pues ella, como dice
Bordonio ( 9 ), no puede tener tanta eficacia aun por voluntad del
Papa, que quite los pecados mortales. — Lo segundo, que es preciso
estar en gracia para alcanzar los beneficios que por esta oracion
se nos conceden; pues ni la remision de los pecados veniales, ni el
favor de las Indulgencias se han concedido jamás al que se halla
en pecado mortal .—Lo tercero, que recemos esta oracion con fer
vor, ó que al tiempo de rezarla, nos arrepintamos de los pecados
veniales: lo cual podemos hacer fácilmente, ó cuando pronuncia
mos aquellas palabras: Nobisque remissio omnium peccatorum ,
ó cuando decimos en el Pater noster: Dimitte nobis debita nos
tra. Porque siendo la opinion mas comun de los teólogos (r) que
no se perdonan los pecados veniales sin penitencia á lo menos vir
tual, y que los sacramentales no tienen de por sí é inmediatamente
la virtud de perdonar dichos pecados, será esto lo mas seguro . - Lo
cuarto, que no es menester decir esta oracion al fin de cada hora
canónica, como quiere Donato (s); sinó que bastará decirla al fin
de todas las horas que por entonces se recen .— Ultimamente ad
vierto, que aunque fray Antonio de San José escribe en su com
pendio Salmanticense (t), que se dice que Gregorio XV concedió
{ o ] Como en las Estravag. Antiquorum y Unigenitus, en el título de las Penitencias у
Remisiones.- [ p] Amórt en laHistoria de las Indulgencias, cuest. 51.-- Minderér, part. 2.",
núm. 393. - Guasco en su Diccionario Ricciano, palab. Sacrosancta .- [ 9] Tomo 1.", resolu
cion 29.— [r7 San Agustin en la Epístola á Vicente Rogatista, núm. 53. - Santo Tomás en
la 3.a parte, cuest . 87, art . 1.º y 3.2- Ricardo en el 4. °, dist. 16 , art. 5 °, cuest. 1.* _ Sua
rez, tomo 19,disp . 11. - Henno, Droven y Goti del Sacramento de la Penitencia .-- [ s] Jacinto
Donato en el tomo 4. ° de su Práctica Regular, trat. 18 , cuest, 65.- [l] En el tomo 2.º, tre
tado 31, núm. 78 y 79 .
143
otro indulto mas amplio á los que recen el Salmo: Laudáte Dnum .
omnes gentes, este indulto, segun he leido en varios autores (u),
no lo concedió a todos indistintamente; sinó solamente á aquellos
que tengan Indulgencias de los cinco Santos que el mismo Grego
rio canonizó en el año de 1622.
(j ] San Bernardo en el sermon 15 sobre los Cantares. - San Antonio de Padua en el ser .
mon de la Domínica 3. * de cuaresma al fin .- ( a ) Por una Bula de 16 de Diciembre de 1746,
que empieza: Quemádmodum, y es la 23 del tomo 2.º de su Bulario . - La traen tambien Fer
raris en la palab. Oracion, núm. 33; y Minderer en la pág. 360. - Véase la citada Coleccion
en las pág . 49 y 50.
147
pias condiciones. Tercera .- A todos los sobredichos (esto es, asi
á los que enseñan como á los que aprenden ) que practicaren con
frecuencialo referido, y verdaderamente contritos y comulgados
rogaren á Dios por las necesidadescomunes de la Iglesia, les con
cede Indulgencia plenaria, que pueden aplicar por los difuntos una
vez al mes, en el dia que cada uno señale. Cuarta . - A los que
por media hora continuada ó á lo menos por un cuarto de hora,
todos los dias y por todo un mes, tuvieren oracion mental y ver
daderamente penitentes y confesados recibieren el Santísimo Sa
cramento de la Eucaristía, y pidieren á Dios por las dichas nece
sidades de la Iglesia, les reparte una vez cada mes Indulgencia ple
paria , que pueden aplicar tambien á las ánimas del purgatorio.
He visto la citada Bula traducida al castellano en un precioso
librito del P. Nepueu, intitulado: Método de la Oracion Mental y
su Práctica, reimpreso en la Puebla de los Angeles el año de 1783.
Te aconsejo que sinó tienes otro libro que trate de la oracion men
tal, leaseste;ó un cuaderno del R.P. fray Eusebio Villarejo, Mi
sionero de Pachuca, que intituló: Diálogo Breve y Sencillo sobre
la Oracion Mental.
No se puede negar que todos los cristianos, pero especialmen
te las personas religiosas, tenemos en dicha Bula una mina riquí
sima; pues con el cumplimiento de nuestros deberes monásticos,
con la observancia de nuestras respectivas constituciones podemos
ganar muchas Indulgencias, ya para nosotros mismos, ya para las
pobres almas que están penando en el purgatorio. No desperdicie
mos pues tan rico tesoro.
Advierto a las personas que están sujetas á la obediencia ó di
reccion del Ministro General de mi órden, que ademas de las di
chas Indulgencias pueden ganar otras, concedidas por Inocen
cio XII: lascuales dejo de poner aqui por haberlas puesto ya en el
primer tomo al fin de la cuestion 32, página 112. Mas para ganar
unas y otras Indulgencias, las diligenciasse han de duplicar. Véase
lo que dice Gobát (1) sobre el genio del que concede laIndulgencia.
[ 6] Jorge Gobát en el tomo 2.º de sus obras, núm. 436 de su Tesoro.
148
CUESTION XXV.
Al que hace los actos de Fe, Esperanza y Caridad, ¿están
concedidas Indulgencias?
Son las Virtudes Teologales las más escelentes de todas, como
que miran inmediatamente á Dios y nos juntan con él. La Fe nos
enseña, dice el Catecismo de Ripaida, que creamos en Dios como
en verdad infalible: la Esperanza , que esperemos en él como en po
der infinito; y la Caridad, que le amemos sobre todas las cosas co
mo á bien sumo. Si queremos agradar á Dios, hagamos con devo
cion y juntamente con frecuencia los actos de estas virtudes, ya
para cumplir con nuestra obligacion en esta parte, y ya para con
seguir el tesoro inapreciable de lasIndulgencias. Lo cual supuesto ,
Respondo que Benedicto XIII (a) el dia 15 de Enero de 1728
concedió algunas Indulgencias por hacer dichos actos; y que Be
nedicto XIV las confirmó y las amplió el dia 28 de Enero de 1756
en los términos siguientes.
Al que haga con devocion los actos de Fe, Esperanza y Ca
ridad, le concede por cada vez que los haga en el dia, siete años y
siete cuarentenas de Indulgencia, aplicables por las ánimas del pur
gatorio .- Al que por un mes entero los haga todos los dias, y en
uno de ellos se confiese ,comulgue y pida á Dios por las necesidades
comunes de la Iglesia , le concede una Indulgencia plenaria en ea
da mes, que puede aplicar por sí ó por los difuntos ; y otra plena
ria para el artículo de la muerte, con tal que entonces haga tam
bien dichos act os.
Así consta de un Decreto de la S. C. de Indulgencias (6) que
he leido en la Cronología Seráfica (c), en Ferraris y en Andreuci.
No señala Benedicto XIV palabras fijas y determinadas para
hacer tales actos; pero sí manda que se espresen en ellos los moti
vos especiales de cada una de las Virtudes. Y advierto que aunque
muchos libritos traen los actos de Fe, Esperanza y Caridad,no
todosespresan los referidos motivos; y asi, para ganar las sobredi
chas Indulgencias, y otras que tal vez hayan concedido los Dioce
sanos, puedes valerte si quieres de los siguientes actos, segun la
fórmula que señaló Clemente XIV el dia 5 de Abril de 1772 (d).
[ a] Véase el B. Ligorio al fin de la Teología Moral,en la Práctica del Confesor con los
moribundos, f. 8.°, donde pone la concesion de Benedicto XIII.— [b ] Empieza : Animadvertens.
- [C] Nápoles en el tomo 4.° de nuestra Cronología, pág. 194 : - Ferraris, palab. Indulgen
cia, art. 6.°, núm . 48. – Andres Andreuci en la Gerarquia Eclesiástica, disert. 8. °, 8.3.
-[d] Se hallan en latin en la Coleccion de las Bulas Inocencianas para los Misioneros, im
presa en Roma el año de 1778, pág. 177.
149
CUESTION XXVI,
CUESTION XXVII.
[6] Ligorio, Glorias de María, part. 2. ", obsequio 1.º - Amórt, Cantero y Guijarro en los
lugares arriba dichos.-Teodoro , part. 2.", cap. 2. 3.°, $. 5.º - Catalani, número 14 80
bre el Ceremonial. - Albano Bútler, tomo 13 de las Vidas de los Santos, trat. 3.º al fin.
Velderrain en su Ceremonial, núin . 629. - Coleccion de Oraciones & c., pág . 36.- (c) Em .
pieza : Cum Nos nuper, y la he visto en Minderer, Apéndice 2.° del Jubileo, pág. 627.
159
»tro antecesor Benedicto XIII á todos los fieles que al toque de la
»campana al amanecer, ó al mediodia, ó por la tarde, recen la Sa
" lutacion Angélica ó las otras preces, segun el tiempo.” ¿ Quién
no echa de ver en estas palabras que Benedicto XIV hace diferen
cia de las Ave-Marías, y de las preces del tiempo pascual que sus
tituyó en lugar de ellas? Luego no es su mente que se recen las
Ave -Marías en tiempo de pascua, sinó es por aquellas personas
que no saben otra cosa.
Para ganar los cien dias de Indulgencia por cada vez que se
recen las Ave-Marías, dicen los dichos ilustradores, Guijarro y el
P. Mas (d), que se ha de pedir á Dios por las necesidades comu
nes de la Iglesia . Si cada uno ha de señalar para ganar las Indul
gencias las condiciones que se le antojen, todo se volverá confu
sion, y nunca nos entenderemos. El Papa no pide esta condicion
para ganar las Indulgencias parciales, sinó que recemos verdade
ramente contritos. Lo mismo dice Lambertini (e), proponiendoes
tas Indulgencias á sus Diocesanos. Otro tanto dice el Cardenal Pe
tra; luego la tal peticion no es necesaria.
Ultimamente, advierto que los fieles que se hallan en lugares
donde no tocan la campana, podrán adquirir las sobredichas Indul
gencias, si cerca de la hora determinada de la mañana, medio dia ó
tarde, rezaren lo que se manda, conforme á un Rescripto de Pio VI
de 18 de Marzo de 1781 ($ ).
CUESTION XXVIII.
¿ Los Sumos Pontífices han repartido Indulgencias á los que
rezan por los fieles difuntos?
Santo y saludable es el pensamiento de pedir á Dios por las
ánimas de los difuntos, para que lavadas con la sangre preciosa de
Jesucristo, adquirido el fruto de la redencion eterna, puedan en
mayor presteza en la gloria. Movidos de esta reflexion los
Pontífices, han franqueado el tesoro de las Indulgencias á los fie
les de la militante Iglesia, para que las ayuden con sus oraciones á
salir cuanto antes de aquellas penas. Y así
Respondo lo primero que Clemente XII, por un Breve (a) que
espidió el dia 14 de Agosto de 1736, concedió perpetuamente las
Indulgencias que se siguen: A todos los fieles que al toque de la
En los lugares arriba citados.- [e] Lambertini en la Instruccion 61 al principio.
Petra en el núm. 2 sobre la 1.9 Bula de Calixto III. -If ] Véase la citada Coleccion de Ora .
ciones &c. en la pág. 37.-[a] Empieza: Cælestes Ecclesiæ, y se halla en la Pastoral 61 de
Lambertini: en elDirectorio Parroquial de Cantero al fin; yen Ferraris, palab. Indulgencia,
artículo 6. °, número 21 .
160
campana por la noche rezaren de rodillas con devocion el Salmo
De profundis, ó un Padre nuestro y una Ave -María, con el ver
so Requiem æternam foc ., en sufragio de lasalmas benditas del
purgatorio, les concede cien dias de Indulgencia en cada dia que
lo hicieren . — Y á los que continuaren por un año en rezar esto
mismo todos los dias, les concede una Indulgencia plenaria, con
tal que en un dia del año, que queda á su eleccion, se confiesen y
comulguen , y pidan á Dios por las necesidades comunes de la
Iglesia (Nota 40).
Los que no saben latin pueden rezar por los difuntos un Pa
dre nuestro y una Ava -María, y decir en romance el verso Re
quiem æternam , de este modo:
Dales Señor el eterno descanso; yla luzperpetua les alumbre.
Descansen en paz. Amen.- En aquellos parages en que no se toca
la campana para rezar por las ánimas, ganará las Indulgencias el
que rece lo dicho a la hora ( poco mas o menos) en que se suele to
car en la parroquia, segun lo declaró Pio VI ( *) el 18 de Marzo
de 1781. Lo mismo dije de las Indulgencias de las Ave-Marías.
Advierto que el indulto concedido á los Regulares por Bene
dicto XIII sobre el rezo de las Ave-Marías del que hablé en la
cuestion penúltima, les favorece tambien para el rezo por las áni
mas; pues, como prueba Ferraris ( 6), donde hay la misma razon,
debe haber tambien la misma disposicion del Derecho. Y asi cuan
do una comunidad religiosa al toque de la campana para rezar
por las ánimas se balla ocupada en algun acto que pertenezca á
la observancia regular y sea incompatible con elrezo, ganará las
mismas Indulgencias, si apenas concluye aquel acto reza las pre
ces que se señalan .
Para la diócesi de Méjico concedió su Arzobispo, el Ilustrísi
mo Señor Haro y Peralta(c ), ochenta dias deIndulgencia á los
que al toque de las ánimas recen arrodillados el Salmo De profun
dis; y los que no saben latin, un Padre nuestro y una Ave -María
con el verso como dije arriba, en sufragio de las ánimas benditas
del purgatorio; y otros ochenta dias á todas aquellas personas que
á las campanadas de las tres de la tarde recen con devocion un
Credo en reverencia de la pasion de nuestro Redentor Jesucristo.
Nota 40. Ya dije en la nota 14 del primer tomo que por las necesidades comunes de la
Iglesia entiendo la paz y concordia entre los Príncipes cristianos, la estirpacion de las here
gías, y la exaltacion de la Santa Madre Iglesia.
(*) Pág. 395 de la dicha Coleccion.- [b ] Ferraris, núm . 22. — Mas en la Suma de Fer.
rer, tomo 1. , trat. 9.º, núm.864. -Guijarro, tomo 2.º, trat. 9.º, preg. 7. — c) Don Alonso
Nuñez de Haro en su citado Edicto sobre las campanas.
161
Respondo lo segundo que Pio VII (d), por un Brebe univer
sal y perpetuo de 7 de Febrero de 1817 que se conserva original
en el archivo de la Catedral de Arezo, concede trescientos dias
de Indulgencia á todos los cristianos que á lo menos contritos y
considerando devotamente la pasion de nuestro Señor Jesucristo,
rezaren en sufragio de los fieles difuntos cinco Padre nuestros
y Ave-Marías con el verso: Te ergo quesumus, tuis famulis
súbveni, quos pretioso sanguine redemisti; y despues: Requiem
æternam fc.
Los que no saben latin digan despues de los cinco Padre nues
tros y Ave -Marías lo siguiente: 0 Jesus, te suplicamos que so
corras á tus sieroos, que redimiste con tu preciosasungre. Da
les, Señor, el eterno descanso; y la luzperpetua les alumbre. Des
cansen en paz. Amen .
Item . A los que por un meshayan practicado todos los dias el
dicho ejercicio, concede la Indulgencia plenaria y remision de to
dos los pecados en un dia (á su arbitrio ) de cada mes, en que ver
daderamente arrepentidos, confesados y comulgados pidieren por
las necesidades de la Santa Madre Iglesia, y por el eterno descan
so de los difuntos. Las dichas Indulgencias pueden aplicarse tam
bien á las almas santas del purgatorio.
Respondo lo tercero que á los que han hecho el voto a favor
de las ánimas, del que habléen la cuestion31 del tomo primero,
han concedido Benedicto XIII (e) y Pio VI tres gracias singula
rísimas; conviene á saber. — Primera: á los Sacerdotes, aunque so
lo apliquen el fruto personal ó especialísimo que les corresponde
del sacrificio de la misa, que cualquier altar donde celebren sea
para ellos privilegiado .- Segunda: á los fieles de uno y otro sexo,
que en el dia que comulguen , y en todos los lúnes del año aunque
no comulguen, todas las misas que oigan sean como celebradasen
altar de ánima; esto es, saquen delpurgatorio tantasalmas, cuan
tas misas oyeren en dichos dias . — Tercera: que todas y cuales
quiera Indulgencias, de cualquier modo concedidas,sean aplicables
por modo desufragios á las ánimas del purgatorio , aunque no se
esprese en la concesion .
[d ] Consta de la Coleccion de Oraciones y obras piadosas por las que los Sumos Pontí.
fices han concedido Indulgencias, impresa en Roma 1818 ,con aprobacion espresa de la S. C.,
página
ba 1827,171:--
página[e]Véase
3. y 9.un
•
cuaderno que empieza: Caridad la mas heróica , reimpreso en Culo
22
162
CUESTION XXIX.
Nota 41. Así está en latin : Sanctus, Sanctus, Sanctus, Deus. Dominus exencituum : Plena
est terra gloriâ tuâ. Gloria Patri, gloria Filio, gloria Spiritui Sancto.- Para ganar los tres
cientos dias en los dias que señala, lo rezarás tres veces al dia.
{ a} La citada Coleccion de Oraciones, pág . 55.- EI R. P. Trinitario fray Manuel Den
che, Esplicacion de la Doctrina Cristiana, en el tomo 1.º de la segunda impresion al pie de
una hermosa estampa de la Santísima Trinidad, á la quededicó suobra. - Lo mismo he leido
en el Trisagio de fray Eugenio de la Santísima Trinidad, que anda en las manos de todos.
[b] He leido una copia de dicho Decreto en un cuaderno en 16.°, cuyo título es: Indulgen
cias Perpetuas, concedidas por el señor Pio VI, impreso en la Pueblade los Angeles, en la ofi
cina del Seminario Palafoxiano el año de 1794.- Véase tambien la referida Coleccion de
Oraciones en la página 58.
163
Ademas de esto, á los que rezaren todos los dias las dichas
preces, les conceden que puedan ganar dos Indulgencias plenarias
en dosdomingos de cada mes que pueden elegir á su arbitrio, en
los cuales confesados y comulgados pidan á Dios conforme á la in
tencion de Su Santidad.
Para que puedan ganarse estas Indulgencias, se requiere que
haya una santa union de tres personas, las cuales recíprocamente
se convengan en rezar ó unidas ó separadas las siete veces el Glo
ria Patri fc. y una Ave -María; y que cuando cualquiera de las
tres personas muriere ó por otro motivo faltare, deban las otras
dos poner otra en su lugar, para que pueda mantenerse siempre
la piadosa union de las tres personas, en honor de la Santísima
Trinidad.
Losque no saben latin, pueden rezar el Gloria Patri y el si
cuterat en castellano, de este modo: Gloria al Padre, y al Hijo,
y al Espíritu - Santo, como era en el principio, sea ahora y siem
pre, y por los siglos de los siglos. Amen.
Respondo lo tercero,que Pio VII (c )concedió perpetuamente
la Indulgencia de trescientos dias a todos los fieles que en accion
de gracias á la Santísima Trinidad por las gracias y privilegios
particulares concedidos á María Santísima, especialmente en su
gloriosísima Asuncion al cielo, recen tres veces en la mañana, tres
veces al medio dia y tres veces por la tarde los versos: Gloria Pa
tri, et Filio, et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio, et nunc
et semper, et in sæcula sæculorum . Amen.
Concedió tambien la Indulgencia de cien dias por cada una
de dichas veces ; y finalmente , la Indulgencia plenaria una vez al
mes , á los que en el discurso de él hayan frecuentado cumplida
mente en las tres veces al dia la dicha devocion, pudiéndola con
seguir en cualquier dia del mes en que se confesaren y comulgaren ,
y pidieren á Dios por las necesidades de la Iglesia . - Las cuales
Indulgencias pueden aplicarse á las almas santas del purgatorio,
segun consta del Rescripto de la S. C. de Indulgencias de 11 de
Julio de 1815.
Ultimamente, Juan XXII concedió treinta dias de Indulgen
cia a los que inclinen la cabeza al verso : Gloria Patri, et Filio, et
Spiritui Sancto, segun dice Catalani (d).
(c) Consta de la misma Coleccion, pág. 168.- [d ; José Catalani en el tomo 2.º sobre el
Ceremonial de Obispos, cap. 1.°, f. 6. °, núm . 11, fol. 9.0
164
CUESTION XXX .
¿ Hay Indulgencias concedidas en alabanza del Santísimo Sa
cramento , y á los que le acompañan cuando le llevan á los
enfermos?
A lo primero, respondo que Pio VI ( a) con Rescripto de la
Secretaría de Memoriales de 24 de Mayo de 1776, concede cien
dias de Indulgencia por cada dia a todos los fieles cristianos que á
lo menos contritos de corazon, rezaren una vez al dia en alabanza
del Santísimo Sacramento la Jaculatoria siguiente:
" Sea alabado, y dénse gracias en todo momento
» AI Santísimo y Divinísimo Sacramento ."
ү por todos los juéves del año, y toda la octava del Córpus, 'á
los que la rezaren tres veces en tales dias, concede trescientos días
de Indulgencia . - Y á aquellos que rezaren dicha Jaculatoria ca
da dia por el discurso de un mes, confesándose y comulgando en
un dia á su arbitrio, y pidiendo por las necesidades de la Santa
Madre Iglesia, concede Indulgencia plenaria.
PioVII con Decreto Urbis fi orbis de la Sagrada Congre
gacion de Indulgencias de 30 de Junio de 1818, á mas de haber
confirmado las dichas Indulgencias, concede asimismo perpetua
mente cien dias de Indulgencia (aplicables á las almas del pur
gatorio) todas las veces que los fieles, adorando á Jesus Sacramen
tado, recen contritos la dicha Jaculatoria: Sea alabado foc., ya sea
á la señal de las horas que se da con la campana en las Iglesias en
donde hay esposicion del Santísimo Sacramento, ó por la oracion
de las Cuarenta Horas, ó á la señal de las campanas que indican la
bendicion que se da en las Iglesias con el SantísimoSacramento,
ó por otro cualquiermotivo (*).
Item . Pio VI (6) por Rescripto de la Secretaría de Memo
riales de 17 de Octubre de 1796 , concede perpetuamente Indul
gencia plenaria á cualquiera de los fieles cristianos que contrito,
confesado y comulgado en el primer jueves decada mes visitare el
Santísimo Sacramento, ó espuesto, o encerrado en el tabernáculo,
y allí rezare la oracion siguiente ( compuesta segun se dice por
San Cayetano ) para implorar la Divina Misericordia, y pidiere por
las necesidades de la Santa Madre Iglesia .-- A aquellos que en
cualquier otrojueves del año confesados y comulgados como arriba
.[@] Véase la citada Coleccion en la página 56 .- [*} Véase la pág. 449 de la dicha Co
leccion . [ ] Véase la pág. 72 de la misma Coleccion.
165
rezaren la sobredicha oracion, concede siete años y siete cuaren
tenas de Indulgencia.- Y finalmente, a los que la recen en cual
quier otro dia con corazon á lo menos contrito, concede cien dias
de Indulgencia . - Y todas estas Indulgencias pueden aplicarse por
las almas santas del purgatorio.
ORATIO.
» Respice (1). Domine, de Sanctuario tuo, et de excelso cælo
»rum habitaculo, etvide hanc sacrosanctam Hostiam , quam tibi
" offert manus Pontifex noster sanetus Puergtuus Dominus Jesus
" pro peccatis fratrum suorum , et esto placabilis super multitudi
" nem malitiæ nostræ , Ecce vox sanguinis fratrisnostri Jesu Clamat
"ad te de Cruce. Exaudi (2) Domine, placare Domine: attende &
» fac. Ne moreris propter temetipsum, Deus meus: quia Nomen tu
»um invocatum est super civitatem istam, et super populum tuum,
»et fac nobiscum secundum misericordiam tuam. Amen."
LA MISMA ORACION EN CASTELLANO.
[*) Aunque el Perusino poneaño 13.°, debe decir 12.0_[ ] Kacemberger de Indulgen
cias,núm . 90. - Pauc en el cap. 21, núm. 93. - El Compendio de los privilegios de la Com
pañía, palab. Indulgencia, g. 27. – Minderér, part. 2.*, núm . 406.-[0] Empieza: Universis.
Fue confirmado por Benedicto XIII en la Bula Paterna, que hallarás en la segunda parte
del Perusino; y por Clemente XIV en su Breve Pias, de que hablaré despues . [ p] En el
núm . 132 .
172
Tercer fundamento, sacado de las Rúbricas particulares del
Breviario Romano- Seráfico, revistas por la S. C. de Ritos, y apro
badas por Inocencio XII, las cuales dicen así (9): " Acerca de la
» Estacion del Santísimo Sacramento , que se compone de seis Pa
" dre nuestros, seis Ave-Marías y otras tantas veces el Gloria Pa
" tri, obsérvese diariamente, y con especialidad los sábados, el Es
"tatuto de Julio III (r ) al capítulo quinto, el cual ordena que en to
" dos los conventos despues de las Ave-Marías vayan todos los reli
" giosos al coro, y puestos los brazos en cruz, digan delante del San
"uísimo Sacramento seis veces el Padre nuestro, seis el Ave -María
"y otras tantas el Gloria Patri,el último por Su Santidad, para que
" ganen la Indulgencia plenaria . - Con el dicho Estatuto se confor
"ma enteramente otro, que dice así: ( Y porque las Indulgencias de
" la Estacion del Santísimo Sacramento no están revocadas, se en
" carga mucho á todos, tanto á los frayles como á las monjas y á los
"terceros seculares que la recen todos los dias). El cual está inser
" to y específicamente confirmado en un Breve ( s) de Inocencio XII
”de 19 de Mayo de 1694.” Así las Rúbricas citadas. — Esto mismo,
dicen Pauc y Minderér, se leia en el Calendario Franciscano, apro
bado é impreso en Roma el año de 1717. - Infiérese de lo dichoque
el Sumo Pontífice Inocencio XII confirmó dos veces las Indulgen
cias de la Estacion: la primera en el Breve que acabo de citar
de 19 de Mayo de 1694, y la segundaen otro de 10 de Noviembre
de 1698 (1) cuando confirmó nuestro Breviario y sus Rúbricas.
Estos son los principales fundamentos que tiene la religion
Seráfica para creer que no está revocada el dia de hoy la Indul
gencia plenaria de la Estacion del Santísimo Sacramento. Ellos
son tales, que movieron á una de las Congregaciones generales de
los Jesuitas á resolver ( por la comunicacion de privilegios é In
dulgencias que han tenido y tienen con nosotros los Franciscanos)
que cualquiera de ellos que rezase la sobredicha Estacion, podia
ganar todos los dias Indulgencia plenaria (u).
Acerca del cúmulo de Indulgencias que Leon X nos conce
dió por rezar la dicha Estacion en cualquier hora del dia ó de la
noche, referiré primeramente lo que han escrito varios autores, sin
que yo apruebe ni repruebe todo lo que ellos dijeron, y despues di
ré
yo mi parecer.
(9) Tít. 8. °, núm . 87 y 88.— [ ] Véase el Continuador de Vadingo al año 1553, tomo 18
de los Anales de los Menores, pág. 283.— [s] Empieza: Debitum pastoralis officii, . 23. - Es
la Bula 46 en el tomo 12 del Bulario romano; y la 92 en el tomo 9.º del de Coquelines. Tam
bien se halla en Perusino, part. 1.a, pág. 394.- [l] Comienza: Exponi nobis, y la hallarás al
principio de nuestro Breviario Seráfico .- [u ] Véase el volúmen 1.6 del Instituto de la Com
pañía de Jesus, impreso en Praga 1757, pág. 315.
173
Ferraris (o) y Marentini escriben que habiendo declarado
Paulo V en 23 de Febrero de 1609 que no habia revocado las In
dulgencias concedidas a las ánimas delpurgatorio, y pudiéndose
aplicar por ellas las Indulgencias de la Estacion por haberlo otor
gado así Leon X ,de consiguiente noentraron en la revocacion ge
neral en cuanto a la aplicacion por los muertos.
Apolonio Holzmán (x), Kacemberger, Cors, Diego de Arago
nia y el mismo Ferraris, opinan que no entraron en la revocacion
de Paulo V porque eran locales; pues las Indulgencias de la Es
tacion habian sido primeramente concedidas á las Iglesias de Ro
ma y de los otros lugares, indiferentemente para todos los fieles
que las visitaran; y por tanto no fueron revocadas por el dicho
Papa ,, que solamente revocó las Indulgencias personales concedi
das directa é inmediatamente a los Regulares.
Engelberto Pauc (y), Lantusca, Portél, Torrecilla y Domin
go Viva, afirman que no las comprende la revocacion general de
Paulo V , porque no fueron directamente concedidas á los Regu
lares, sinó á todos los fieles que visiten las Iglesias de Roma, de
Jerusalen, de Santiago y de Porciúncula; y á los Menores solo les
fue concedido que en lugar de ir a visitar las dichas Iglesias, pu
diesen visitar las suyas propias rezando en ellas la referida Esta
cion. Por lo cual esta concesion no fue en realidad Indulgencia,
sinó privilegio de ganar las que ya estaban concedidas á los dichos
lugares santos, las cuales, asi como las demas personas seculares,
pueden ganar tambien las regulares, porque no son de peor condi
cion. Lo que hizo pues Leon X, dice Torrecilla, fue conmutar á
los Franciscanos el trabajo de ir á peregrinar á Roma &c., á vi
sitar aquellos lugares piadosos, en el rezo de la Estacion en su pro
pia Iglesia, coro ú oratorio.- Pudieran estos escritores confirmar
su asercion, lo primero con lo que escribe Amórt (2) de que " la
"facultad concedida el año de 1519 ( no dice si por Bula ó por Orá
" culo ) á los Canónigos lateranenses de Italia, de poder ganar en
"sus propias Iglesias las Indulgencias que están concedidas á las
» Iglesias de la misma ciudad donde moran, probablemente no fue
"revocada por Paulo V; porque este privilegio no es Indulgencia,
[v] Ferraris, palab. Indulgencia, art. 5.°, núm. 2. — Marentini de la Indulgencia de Por.
ciúncula, núm . 14.- (x) Holzmán, tomo 2. ° de la Teología Moral, part. 5. ", núm . 818.- Ka
cemberger, núm . 88. - Francisco Cors en su Luz Seráfica, cap. 3. °-Aragonia, Privilegios
de los Regulares,
Lantusca trat.de
en el Teatro 7. los
, cap. 8. desde
Regulares, el núm
palab. . 7:-(y ! Pauc
Indulgencia; y en enel ellibro
núm de
. 132.
la Re- Angel
de
nuestros Terceros. - Portel, pág. 189 de la edicion citada , núm . 8, y pág. 191, núm . 5.
Martin de Torrecilla en el tonio 6.º Apologético,núm . 1244. — Viva en el Apéndice de In
dulgencias, ģ. 1.º y 3.- [z] En la Historia de Indulgencias, cuest. 50.
174
»sinó privilegio que trata de Indulgencias.” Otro privilegio seme
jante concedió Gregorio XIII á los Jesuitas (a) por una Bula
de 1579; y aun á los Cistercienses se les concedió porotra Bula,
dice Caramuel (6), que pudiesen ganar en sus propias Iglesias to
das las Indulgencias concedidasá las Iglesias de todo el mundo;
luego estos privilegios, segun la doctrina de Amort, probablemente
no fueron revocados por Paulo V. Esto mismo dice Lorenzo Por
tel respecto de las Indulgencias de la Estacion . — Lo segundo, la
pueden corroborar con las Bulas ya citadas de Leon X ( c), en una
de las cuales dice á las monjas de Santa Clara, que habiendo con
cedido Indulgencia plenaria á los Menores de la Observancia que
rezasen la Estacion delante del Sacramento del Altar (y los enfer
mos en sus camas) por el feliz estado de la Santa Madre Iglesia,
para quitar los discursos ó salidas de los frayles de la dicha ór
den ... Nos, inclinados á vuestras súplicas, os la estendemos, y quere
mos que os favorezca lo mismo que á ellos; y en cuanto sea nece
sario, de nuevo la concedemos para consuelo espiritual vuestro, y
de los mismos religiosos bajo de cuyo gobierno vivis....-— Nótese el
motivo que alega Leon X para la dicha concesion, como tan zeloso
de la disciplina regular; y véase lo que dije acerca de esta causal
en el primer tomo, al fin de la cuestion 32.
Fray Miguel de Zug, que imprimió en Roma á mediados del
siglo décimo-octavo el Bulario de los Capuchinos, tratando de las
dichas Indulgencias concedidas por Leon X, dice así en el tomo
sesto (d). "Primeramente: es cierto que no se halla decreto algu
" no particular, por el que se declaren revocadas las tales Indul
"gencias, como tambien es cierto que habiéndose propuesto algu
» nas veces á la Sagrada Congregacion de Indulgencias, que juicio
" se deberia hacer de esta concesion de Leon X despues de la
” constitucion de Paulo V , no ha dado la dicha Congregacion res
” puesta alguna categórica .” Por lo cual se inclina á creer este sa
bio, que subsisten las tales Indulgencias todavia. Sin contradiccion
ninguna, concluye: está hoy la dicha concesion en su fuerza para
los terceros seculares de San Francisco, pues no son regulares.
Finalmente, Sebaldo Minderér, á quien el R. P. Carmelita
fray Antonio de San José llama en su Compendio Salmanticen
se (e ): investigador exactísimo de las Indulgencias, tiene por mas
probable y verosímil que las dichas Indulgencias no entraron en
[ a] Viva en el §. 3.° del Apéndice . - La Bula empieza: Cum sicut accepimus, y la hevisto
er el tomo 1.º del Instituto de la Compañía.- [6] Juan Caramuel, tomo 2.º de la Teología
Regular, núm . 3478.- [c] Cum sicut nobis y Dum præcelsa.- [d] Pág. 236 de la edicion de
Roma 1750.- (ej En el tomo2.º, trat, 39, núm. 13.
175
la revocacion de los Oráculos de Gregorio XV y Urbano VIII, y
que aunque fueron comprendidas para los regulares en la revoca
cion general de Paulo V , fueron despues revalidadas por varios Su
mos Pontífices; y consiguientemente tiene por cierto que duran to
davia ( f ).- Esta opinion sigo yo.
Argumento primero contra la conclusion . — La objecion
principal contra ella se reduce á este dilema: las Indulgencias de
la Estacion del Santísimo Sacramento, ó se fundan en el Oráculo
arriba citado de Leon X , como quieren unos ; ó en el privilegio que
el mismo Leon concedió por Oráculo á los hijos de San Francisco,
para que mediante esta conmutacion de diligencias pudiesen ganar
sin salir de casa las Indulgencias que estaban concedidas á los san
tos lugares de Jerusalen, de Roma, de Porciúncula y de Santiago,
como quieren otros. De cualquier modo que sea están revocadas;
porque si se fundan en el Oráculo de Leon X , están revocadas por
Paulo V ( g) é Inocencio XI ( h ), quienes revocaron espresamente
todas las Indulgencias concedidas por Oráculo á los Regulares; y
si se fundan en el privilegio sobredicho, está revocado por Grego
rio XV ( i) y Urbano VIII , quienes revocaron todos los indultos y
privilegios concedidos por Oráculo; luego las tales Indulgencias
no subsisten .
Antes de responder á este argumento, advierto que por mas
fuerza que tenga él pudiera yo omitirlo si quisiera, supuesto que
he probado mi conclusion por concesiones pontificias que son en
un todo posteriores, asi á la revocacion de las Indulgencias que hi
zo Paulo V á los Regulares en 1606 , como á la revocacion de los
Oráculos hecha por Gregorio XV en 1622, y por Urbano VIII
en 1631. Sin embargo, como este argumento es el Aquiles de los
contrarios, y por otra parte ataca á la opinion que yo sigo de que
subsisten las dichas Indulgencias, no quiero que se quede sin al
guna respuesta mia, aunque esta , por la oscuridad é incertidumbre
en que nos hallamos en muchas cosas de hecho, tal vez no les sa
tisfaga, como tampoco me satisfacen á nií varias de las que tengo
leidas en algunos autores clásicos. Lo cual supuesto,
Respondo primeramente con Minderér,que respecto de los
[ f ] Minderer, part. 2. desde el núm . 404 hasta el 408 inclusive.- [ g ] En la Bula
Romanus Pontifex de 23 de Mayo 1606, que traen Ferraris, palab. Indulgencia, art. 4.° ; y
Holzmán en el núm . 814. - Th} En el Decreto Delata de 7 de Marzo de 1678, que se halla
en el mismo artículo de Ferraris; y en la Teología de Reinfestuel, tomu 1.º, trat. 12, dist. 3.4,
cuest. 7.9 añadida por Kreslinger.-{i } Gregorio en la Bula Romanus Pontifex de 2 de Ju
Jio de 1622; y Urbano en la que empieza: Aliâsfelicis de 20 de Diciembre de 1631. - Se ha.
llan en el Apéndice Alfabético de Kacemberger, palab. Privilegiorum civæ vocis oraculo con .
cessorum revocatio; y en el tom . 2. ° del Bulario de los Capuchinos, pág. 8. * de la introduccion.
176
religiosos y religiosas de N. P. San Francisco, me inclino mas á
creer que las dichas Indulgencias, concedidas á ellos por Leon X,
se incluyeron en la citada revocacion de Paulo V; pero quedespues
les han sido revalidadas.
¿Y quién se las revalidó ? Diré algo de lo mucho que he leido
acerca de esto. Antes de Paulo V las revalidó Paulo III en el año
de 1535 ,dicen Córdoba (j ) y Marentini; y Julio III en el de 1553,
dicen MigueldeNápoles (k ) y Domingo deGubernatis. - Despues
de la revocacion de Paulo V hecha en 1606, afirman Gerónimo Ro
driguez (1) y Tomas Botario, que el mismo Papa volvió a conce
dérselas. Domingo Viva, Bordonio (11) y Mateo de Moya, dicen que
Urbano VIII se las confirmó; pero con la precisa condicion de que
habian de rezar dichas preces delante del Santísimo; lo cual no
carece de fundamento, dice Minderér: Pauc en su Viña Serafi
ca (m) escribe que fueron confirmadas para los terceros de San
Francisco por un Brevede Alejandro VII de 28 de Julio de 1657,
y que la cláusula formal que sobre esto contiene un Estatuto in
cluido en el referido Breve, es la siguiente. " Exortamos en el
"Señor á los terceros de San Francisco que recen las acostumbra
"das oraciones de la Estacion del Santísimo Sacramento, para que
”mediante esta diligencia puedan ganar seguramente las Indul
" gencias concedidas por los Sumos Pontífices." El dicho Breve fue
confirmado por Inocencio XI, como dije en la primera prueba de
mi conclusion. Finalmente, elV. Arbiol en su Tercera Orden (n)
copia un testimonio jurado del R. P. Provincial fray Juan de Santa
María, en el que certifica que en el año de 1671 obtuvo de Cle
mente X que le confirmase de palabra las Indulgencias de la Es
tacion del Santísimo Sacramento para toda la orden de San Fran
cisco, en la misma forma y latitud en que sus predecesores las ha
bian concedido . — Si es cierto ó no todo lo que escriben estos au
tores, no me es fácil averiguarlo: en lo que á mí no me cabe duda,
es en que Inocencio XI é Inocencio XII nos han confirmado las
sobredichas Indulgencias, ó por lo menos nos han concedido de
nuevo una Indulgencia plenaria .
Respondo lo segundo con el sabio Capuchino fray Miguel de
[j] Antonio de Córdoba en las Adicioncs á Casa -Rubios. — Marentini de la Indulgen
cia de Porciúncula, núm . 15.- Manuel Rodriguez, tomo 2.º, cuest . 87 en la edicion de Sa
lamanca 1601, art. 7.?—[k ] Miguel Angel de Nápoles en el tomo 1.º de la Cronología Se
ráfica, impreso en Nápoles 1650, pág. 293. -Gubernatis en el tomo 3.º de su Orbis Serafi.
cus, impreso en Roma 1684, pág . 315. -Ví estas dos obras en el Colegio de Querétaro. -
[l] Gerónimo Rodriguez en su Compendio, resoluc. 77, núm . 12 y 47.- Rotario en el lugar
citado, punto 2.º, núm. 10 .— [ 1 ] Francisco Bordonio en el tomo 3.0 de sus obras, resoluc . 81,
núm.18.-Moyaen el tomo 2.° de la Teología Moral, trat. 313, disp.4.",cuest. 8.®- {m } Pauc
en el cap. 28, núm . 132.-El Breve comienza: Exponi nobis.- [n Part. 2. ", cap. 21.
177
Zug ( ñ ), que en cuanto a los terceros seculares de nuestro P. San
Francisco está hoy en toda su fuerza la dicha concesion de Leon X.
Esta proposicion es indubitablepara mí; pues he leido muy despa
cio las Bulas de aquellos Pontífices que han revocado Indulgen
cias, y me parece que ninguna de ellas les comprende.
No la de Paulo V , espedida el añode 1606 para todos los Re
gulares; pues la S. C. de Indulgencias declaró que aquellas perso
nas que no hacen votos sustanciales de religion, ya vivan en los
claustros, ya fuera de ellos, no estan comprendidas en la citada
Bula. Este Decreto de la S. C. fué confirmado á instancias de fray
Francisco Diaz de San Buenaventura, por un Breve de Inocen
cio XI de 10 de Octubre de 1686, que hallarás en el Bulario ro
mano (o) y en otros autores que cito. Luego si declararon la S. C.
é Inocencio XI, que las personas que no hacen votos sustanciales
de religion no estan comprendidas en la dicha revocacion de Pau
lo V, es evidente que no haciendo tales votos los terceros secula
res de San Francisco no están incluidos en ella.
Tambien es evidente que no comprende á los terceros otra
revocacion de Indulgencias que en 7 de Marzo de 1678 hizo para
los Regulares el mismo Inocencio XI en su famoso Decreto ( p ),
del que he hecho mencion tantas veces; porque en él no hizo otra
cosa este Papa que renovar para los Regulares la Bula revocatoria
de Paulo V. Luego si declaró despues el mismo Inocencio que los
terceros seculares no quedaron comprendidos en la revocacion de
Paulo V, como acabo de decir, virtualmente declaró que tampoco
quedaban en la suya.
Pero me dirán que Benedicto XIV, en una Bula (9) que espi
dió en Santa María la Mayor de Roma el dia 15 de Marzo de 1751,
revocó a los terceros seculares de San Francisco todas y cada
una de las Indulgencias que de cualquier modo les hubiesen sido
concedidas hasta entonces,y les repartió otras de nuevo, entre las
cuales no se hallan ciertamente las Indulgencias de la Estacion.
Los Franciscanos no responden á esta objecion de un mismo
modo. — EI R. P. Capuchino Zug, apenas leyó esta Bula se retrato
de lo que habia escrito en el tomo sesto de su Bulario; pues al fin
del mismo tomo (r), hablando de los terceros seculares, dice así:
"En otro tiempo gozaban de las Indulgencias de la Estacion con
[ ii] En el tomo 6.ºdel Bulario de los Capuchinos, pág. 236.— [0] El Breve comienza:
Alids emanavit, y es la Bula 162 en el tomo 11 del Bulario romano. Tambien se halla en el
Directorio de las Tres Ordenes, art. 5. ", Bula 1. ^_ En Perusino, part. 1. *, pág. 272; y en la
Tercera Orden de Arbiol, part. 2. ", cap. 15.— [ P] Delatæ sæpiùs. [9]Empieza: Ad Roma
num Pontificem ,yla hallarás en el tomo 3.º de suBulario; y en la Cronología de Perusino,
tomo 3.°, part. 2.- [ ] En el Indice, palab. Tertiarii sæculares,
24
178
"cedidas por Leon X; mas ya por una Bula que acaba de publicar
" el Sumo Pontíficeque gloriosamente reina, tanto estas como otras
» Indulgencias les han sido revocadas y sustituidas otras en su lu
" gar; de tal suerte, que lo que dije acerca de esto en la página 236
"se ha de tener por nulo y de ningun valor.”—EI R. P. fray Fran
cisco Cors, Lector jubilado de la provincia de Cataluña, en su Luz
Seráfica, que sacó á luz en Vich el año de 1769, responde (s) que
Benedicto XIV en la citada Bula solamente revocó a nuestros
terceros las Indulgencias y gracias personales, imitando á Pau
lo V que hizo otro tanto con los Regulares; mas no le revocó las
Indulgencias locales, ó concedidas á ciertas Iglesias y lugares píos,
como son las de la Estacion del Santísimo Sacramento & c .-EI
R. P. Minderér, Ex - provincial de la provincia de Argentina, que
(segun llevo dicho) tiene por ciertas las Indulgencias de la Esta
cion para los terceros y demas hijos de San Francisco, pone en
su obra (t) un estracto de la referida Bula, y haciéndose cargo de
su contenido, responde que Benedicto XIV la espidió con ocasion
de algun fólio ó librito presentado á la Congregacion de los In
quisidores generales, que contenia muchas Indulgencias apócrifas,
revocadas, inciertas y mal interpretadas contra la mente de la Si
lla Apostólica, segun consta de la misma Bula; y que á la religion
Seráfica incumbe suplicar al Sumo Pontífice que se digne decla
rar la mente de su antecesor, isi con aquellas Indulgencias apó
crifas tendria ánimo de revocar tambien las verdaderas, concedi
das ciertamente por sus antecesores ?—Yo no sé si la religion Se
ráfica ha hecho ó no lo que dice el P. Minderér;pero si sé que (tal
vez por influjo suyo ) la Tercera Orden recurrió al Papa, y consi
guió otra vez sus Indulgencias como deseaba. Y asi
Respondo que a peticion de los terceros de San Francisco de
Madrid, Clemente XIV, porun Breve ( u ) de 16 de Junio de 1773,
reconocido y aprobado por el Comisario general de Cruzada, vol
vió á concederles las Indulgencias que antes tenian , confirmando
y renovando una Bula de su antecesor Benedicto XIII (v) de 10 de
Diciembre de 1725. En ella este Papa aprobó, corroboró con au
toridad apostólica,
r
y á mayor abundamiento concedió
as
de nuevo to
das y cualesquie gracias, privilegios é Indulgenci enton hasta
ces concedidas y comunicadas á toda la Orden Tercera de peniten
[ s] Cap. 3.°, en los núm . 3,4 y 5 .— [1] Sebaldo Minderer en su obra de Indulgencias y
Jubileo, impresa en Venecia 1764, part. 2.", núm . 440 .— {u } Empieza: Pias Cristi fidelium , y
le vi reimpreso en Méjico; y tengo sobre la mesa el que está iinpreso en Madrid. –( u) La
Bula comienza: Paterna. Se halla en latin en la part. 2. * de Perusino, pág. 58; y en romance
en el Prontuario de Terceros de Tellado, cap. 1. °, . 4. °
179
cia, dividida en tres estados; renovando espresamente varias Letras
pontificias de sus predecesores, y con especialidad las que yo alego
en mis pruebas.- El dicho Breve de Clemente XIV y la citada
Bula de Benedicto XIII, traducidos al castellano, se imprimieron
en Méjico el año de 1787 con las licencias necesarias en el Suma
rio de las Indulgencias de nuestros terceros, dispuesto por el R.
P. Comisario Visitador fray Miguel de Guevara.-Luego la Bula
de Benedicto XIV no impide á los terceros que ganen las Indul
gencias de la Estacion, por habérselas concedido de nuevo Clemen
te XIV ; asicomo la Bula revocatoria de Paulo V tampoco impide
á los Franciscanos que las ganen, por habérselas renovado Inocen
cio XI é Inocencio XII.
Solo resta averiguar įsi Gregorio XV y Urbano VIII que re
vocaron los Oráculos de viva voz, revocaron juntamente con ellos
las Indulgencias? A lo cual digo contra Amort, que es opinion co
munísima y para mí cierta, de quelas Bulas de los dichos Pontífi
ces revocatorias de los Oráculos, de ninguna manera se estienden
á las Indulgencias. Llevan esta opinion Paserino (r), Teodoro,
Minderér, Gobát, Bordonio, los Salmanticenses, Peirinis, Gruebér,
y otros muchos que cito. He aqui los fundamentos de ella, la cual
siguieron como mas probable los Revisores romanos (y) en una re
solucion que en 12 de Setiembre de 1694 dieron á la provincia de
Colonia.-1.° Cuando los Papas conceden Indulgencias á los fieles,
siempre las espresan de muchos siglos acá con el nombre propio
que tienen de Indulgencias; luego es muy regular que hagan lo
mismo cuando las revocan . — 2 .° Cuando Paulo V, despues que re
vocó en el año de 1606 las Indulgencias á los Regulares, confir
mó (2) en el de 1609 á los tres Ordenes de nuestro P. San Francis
co las gracias, concesiones, privilegios é indultos espirituales con
cedidos por sus predecesores y por él, no comprendió las Indulgen
cias debajo de dichos nombres; porque, como dicen Suarez (a) y Ma
téuci, en los Rescriptos generales de los Papas no se comprende la
Indulgencia bajo el nombre de gracias, ni de indultos, ni de privi
[ x ] Paserino, cuest. 108 de las Indulgencias, núm. 882.– Teodoro, part. 1.', cap. 13,
art. 4.0 - Minderer, part. 1." desde el núm . 342; y en la conf. 11 , cuest. 5.& Gobát,tomo 1.°,
trat. 9.º, núm. 730; y tomo 2.º, trat. 4. °, núm . 22.- Bordonio de los Legados, cap . 7.º desde
el núm. 164. - Los Salmanticenses Morales, tomo 4.º, trat. 18, cap. 2.°, núm . 52.- Peirinis,
núm . 1.º sobre la Bula 18 de las novísimas de Urbano VIII. - Grueber de los Privilegios de
los Religiosos, trat. 1. °, disp. 4.", núm . 48, y trat. 2.°, disp. 1.", núm. 41 y 42. - Donato, Reu
ter , Dueñas, Lantusca, Rotario, Pórres, & c.— [y] Holzmán,núm . 818 y 824.- Minderér,
part. 2.“, núm . 405.- [z ] Por su Bula Injuncti nobis, que hallarás autenticada en el Directorio
de las Tres Ordenes de fray Francisco Diaz de San Buenaventura, art. 5. ° desde el núm . 81 :
en Perusino , part. 1.a desde la pág. 266; y en el Teatro de los Regulares de Lantusca,
palab. Privilegia,núm. 4 .- [a] Suarez, lib.8.° de Legibus,cap. 9.º, núm . 10.- Mateuci so
bre la proposicion 37, condenada por Alejandro VII.
180
legios, sinó se nombra espresamente por su nombre propio . - 3.º Si
en las cosas favorables no se comprenden las Indulgencias bajo el
nombre de gracias, ni de privilegios, nide indultos espirituales,mu
cho menos se comprenderán en las odiosas, conforme á una regla
del Derecho (6); luego no hablando espresamente de las Indulgen
dias ni Gregorio XV ni Urbano VIII en sus Bulas revocatorias, es
para mí evidente que no quedan comprendidas en ellas. - 4 . Cuan
do los Papas revocan en las Reglas de la Cancelaría, que mandan
publicar al dia siguiente de su eleccion, las gracias, los privilegios
y los indultos concedidos por sus antecesores, no revocan por eso
sus Indulgencias; pues como afirma el insigne Canonista Navar
ro ( c ), solo uno que esté dormitando puede pronunciar tal desva.
río ; luego aunque los dichos Pontífices Gregorio y Urbano revo
casen todas las gracias, indultos y privilegios que hasta entonces
habian sido concedidos por Oráculo, no por eso revocaron las In
dulgencias, supuesto que no las nombran . — 5 .° Las Indulgencias á
ninguno perjudican, ni el uso de ellas causa detrimento alguno á la
disciplina eclesiástica, cuya guarda y conservacion fue el fin de los
dichos Papas en revocar todos los privilegios concedidos por Orácu
lo .- 6 .° En fin, el Cardenalde Lugo atestiguó,por relacion de mu
chos fidedignos (d), que Urbano VIII, despues que hizo la última
revocacion de los Oráculos, habia declarado que nofue su inten
cion incluir en ellos las Indulgencias; luego las Indulgencias no
estan comprendidas en las dichas Bulas.
Agrégase á esto que los privilegios concedidos por Oráculo, si
estan autenticados por alguno de los Ministros ú Oficiales de la
Santa Sede á quienes se solia y debia dar entera fe por razon de
sus oficios, no quedaron revocados por Gregorio XV ni por Urba
no VIII, como lo declaró este último en su segunda Bula ( e) de 11
de Abril de 1635, moderando y restringiendo la primera. Quienes
sean estos Oficiales lo dá á entender la estravagante cómun Ad ré
gimen ( f ), como dicen el P. Teodoro y Reinfestuel. Es asi que,
segun consta de los Anales de Vadingo ( 8), del Bulario de los Ca
[b] Odia restringi, favores convenit ampliari.15 .— (c) Navarro, lib. 5.º Consilior., tít.de
las penitencias, advertencia 2.*, núm. 3.- Manuel Rodriguez, tomo 2.º, cuest. 99 , art. 4. °
Donato en el tomo 1.º, trat. 16,cuest. 6."—[ 2] Véanse Minderer, part. 2.°, núm. 405. - Pauc
en su Viña Seráfica, cap . 28, núm . 132.- Viva en el Apéndice de las Indulgencias, &. 1. °,
núm . 7. - Gruebér.- [e] Empieza: Alidsfelicis, y es la Bula 477 en el tomo 6. , part. 2. del
Bulario de Coquelines. Tambien la trae Ferraris, palab. Orácula, núm. 9 .'- [ f ] En el li.
bro3.º, tít. 2.o de Præbendis, cap. 13. — Véanse Teodoro, part. 1.",cap. 13, art. 4.0 - Reinfes
tuel, libro 5.º de las Decretales, tít. 33, núm . 155.-Aragonia, tratado 1. °,cap. 7.°,núm. 12;
y trat. 7 °, cap. 8.°, núm . 8; y Gregorio Mayans sobre el Concordato de 1753, en el tomo 25
del Seminario de Valladares, pág.145, observ. 28.- ( 8) Véanse las citas en la 1.• letra ?
de esta cuest.; y el Directorio de las Tres Orderes, pág. 314, núm. 67 .
181
puchinos y del de ManuelRodriguez, el Oráculo de LeonX so :
bre las Indulgencias de la Estacion fue autenticado por el Presbí
tero CardenalLorenzo Puci, que fue Datario, Protonotario apostó
lico, Penitenciario mayor, escritor de Letras apostólicas, y conti
nuo comensal de dicho Papa, como puede verse en el Breviario de
Pági, en los Anales de Rainaldo y en la Historia Pontificia de Cha
con ; luego el privilegio que Leon X concedió por Oráculo á los hi
josde San Francisco acerca de la Estacion no está revocado por
Urbano VIII.
En cuanto a la revocacion de Oráculos hecha por Clemen
te XII en una Bula ( h ) de 12 de Febrero de 1732, estoy tan lejos
de creer que incluyó en ella las Indulgencias, que tengo por deli
rio aun el pensarlo. Lo uno, porque este Papano estendió su revo
cacion a todos los Oráculos en comun como hicieron sus predece
sores, sino á algunos en particular, entre los cuales no pueden in
cluirse las Indulgencias, escepto que las metan por fuerza. Y lo
otro, porque aun en la Bula que espidió despues en 30 de Marzo
del mismo año ( i) revocando muchas constituciones que su ante
cesor Benedicto XIII habia dado á favor de varios órdenes religio
sos, no fue su intencion revocarles aquellas Indulgencias que las di
chas constituciones contenian. Así lo declaró varias veces por el
órgano de la S. C. de Indulgencias, segun lo dije por estensoal fin
dela cuestion undécima.
Con todo eso Eusebio Amórt se opone á mi sentir, diciendo
que las Indulgencias son propiamente indultos, gracias y privile
gios, los cuales se revocaron en las citadas Bulas de Gregorio XV
у Urbano VIII.- Que la misma y aun mayor causa habia para re
vocar las Indulgencias concedidas por Oráculo, que para revocar
los indultos y privilegios; pues nacia mucha mas confusion de aque
llas que de estos. Y finalmente, que segun la práctica de la S.C.
de Indulgencias se tienen por revocadas; pues ni suele confirmar
las al instante, ni las concede de nuevo.
Respondo que segun he leido trató Amórt esta materia en tres
lugares: en la cuestion quincuagésima sesta de su Historia de In
dulgencias, en la cuestion quincuagésima de Indulgencias que se
halla en el tercer tomo de su Teología Ecléctica, y en las notas
que puso á la obra de Privilegios de Gruebér. En el primero dice
que tiene por mas probable el que las dichas Indulgencias se com
prenden en las Bulas de Gregorio y Urbano. Lo mismo dice en el
(h) Empicza: Romanus Pontifex, y se halla en Perusino, part. 2.' , pág. 157; y en el
Ferraris, pałab. Orácula, núm. 20.- [ij Émpieza tambien: Romanus Pontifex, y es la Bula 65
en el tomo 14 del Bulario romano : Perusino la trae en la pág. 159 de la part. 2 .
182
segundo. Pero en el tercero, oponiéndose á la opinion de Gruebér,
resuelve magistralmente que ya deja demostrado en su obra de In
dulgencias, que segun el estilo y práctica de la Sagrada Congre
gacion se tienen por revocadas las Indulgencias concedidas por
Oráculo. Confieso con ingenuidad que todas las demostraciones de
este sabio, todas las razones que alega en prueba de su opinion ( las
mismas que acabo yode esponer en el argumento) por mas claras
é invencibles que á él le parezcan, no me hacen á mí fuerza nin
guna, como tampoco hicieron á Minderér ni á Teodoro del Espíritu
Santo ( j). Porque á la verdad, ¿cómo hemos de creer que en las
Bulas de Gregorio y Urbano se comprenden las Indulgencias bajo
el nombre de gracias, ó de indultos, ó de privilegios, cuando no
se comprenden en otras Bulas bajo de los mismos nombres? No se
comprenden las Indulgencias, cuando los Papas al dia siguiente de
şu eleccion revocan las gracias, los privilegios, los indultos con
cedidos por sus predecesores:no se comprenden las Indulgencias en
la Bula citada de Clemente XII, revocatoria de varias Bulas espe
didas por Benedicto XIII á favor de los Regulares, sin embargo
de que dice en ella que revoca y anula todas las gracias, todos los
fatores, tados los indzıltos y privilegios que esten contenidos en
las dichas Bulas: no se comprendenni pueden comprenderse las
Indulgencias en las Bulas de Paulo V (k), por las que confirmó á
los Franciscanos, á los Mercenarios y á los Benedictinos reforma
dosde Francia, todos ycada unodelos privilegios, favores, con
cesiones, gracias é indultos espirituales; luego ¿por qué se han
de comprender en las Bulas de Gregorio y de Urbano? Unas mis
mas palabras ¿no es regular que signifiquen unas mismas cosas?
Pues ¿por qué en estas Bulas se han de comprender las Indulgen
cias bajo el nombre de gracias y de indultos, y en las otras no ?
¿ Por qué en las cosas favorables no se comprenden, y en las odio
sas sí? Cosa es esta ciertamente rara, y que yo no puedo entender.
Luego aunque afirme Amórt que las Indulgencias concedidas por
Oráculo estan revocadas por Urbano VIII, mientras no me dé otras
razones que me hagan mas fuerza, no puedo asentir á su opinion.
Pero ¡no te hace fuerza, me dirán los Anotadores del Ferra
ris ( 7), la segunda razon que alega Amórt, de que la misnia y aun
mayor causa habia para revocar las Indulgencias concedidas
por Oráculo, que para revocar los indultos y privilegios; pues
nacia mucha mas confusion de aquellas que de estos?—Tan lejos
[j] Minderer, part. 1. a desde el núm. 786.— Teodoro en el art. 4. ° citado.— [k] Lee las
Bulas 46,47 y 85 de dicho Papa en el tomo 5, °, part. 3. * del Bulario de Coquelines.- [!! En
la nota que han puesto al Ferraris en la palab.Orácula, núm . 23 de laedic . madrileña1787.
183
está de hacerme fuerza, que veo en ella un supuesto falso. Supone,
Amórt en las dichas palabras, que cuando Gregorio y Urbano revo
caron los Oráculos, habia muchas Indulgencias inciertas y dudo
sas que estaban concedidas por Oráculo. Mas já quién estaban con
cedidas? ¿ Al comun de los fieles? el mismo Amórt (II) me diria al
instante que no: lo uno, porque estos Papas no hablan en las dichas
Bulas con todos los fieles en comun; y lo otro, porque si me res
pondiera que sí, seria preciso que tambien dijera que la famosa
Indulgencia de Porciúncula, concedida por Oráculo (m) á mi Se
ráfico P. S. Francisco para todos los fieles, entraba en la revoca
cion; lo cual no ha soñado ninguno hasta ahora. Pues já quién es
taban concedidas por Oráculo esas Indulgencias de que nacia tan
ta confusion y escándalo? ¿Acaso á los Regulares? Nada menos
que eso, respondo yo; pues las que antes les habian concedido por
Oráculo los Sumos Pontífices, acababa de revocárselas Paulo V,
que fue inmediato antecesor de Gregorio, á quien se siguió inme
diatamente Urbano. Pondré aqui las mismas palabras de Paulo V
en la Bula (n) revocatoria de las Indulgencias de los Regulares.
» Casamos, dice, anulamos y abrogamos perpetuamente todas y ca
” da una de las Indulgencias concedidas á las personas Regulares
" por cualesquiera romanos Pontífices y aun por Nos, ora esten con
» cedidas por Letras apostólicas, ora por Oráculo de vida voz, ó por
" otra cualquiera manera." Luego no habiendo en tiempo de Gre
gorio y Urbano las Indulgencias concedidas por Oráculo que su
pone Amórt, no es creible que ellos hubieran pensado en revocarlas.
A la tercera razon que alega , de que segun la práctica de la
Sagrada Congregacion se tienenpor revocadas las tales Indul
gencias, porque no las confirma al instante, ni las concede de
nuevo; y que si nuevamente las concediera, las tendria por re
vocadas yabolidas, respondo que no son ciertas estas causales. El
que no se confirmen ni se concedan de nuevo las tales Indulgen
cias, como tambien otras que han sido concedidas en realidad por
Letras apostólicas, proviene, segun Teodoro y Minderér, ó de la
falta de pruebas auténticas, o de que se apartan los suplicantes del
estilo que suele tener la referida Congregacion, tanto en las nuevas
concesiones como en la confirmacion de las Indulgencias. A mas
de que la dicha Congregacion fue renovada á principios del siglo
décimo sétimo, con el fin de que moderase las Indulgencias, como
advierte Amórt (ñ); luego si ha de cumplir con este fin , no es po
[ ll] Amórt en su Historia, cuestion 51.- Minderér, part . 1.“, número 824.- Teodoro.
[m] Ilector Capici en el tomo 2.º de las Decisiones del Derecho, observacion 191, núm. 11.
(n] Ya dije que comienza: Romanus Pontifex. Es la 21 en el 3.º tomo del Bulario romano.
(n] En su Historia de Indulgencias, pág. 428 de la dicha edicion.
184
sible que confirme ni que conceda de nuevo todas las que le pidie
ren , aun cuando las reconozca por válidas. Luego no es buena la
ilacion que él saca, de que la S.C.de Indulgencias tiene por abro
gadas y abolidas las que no confirma al instante, ni quiere conce
der de nuevo. — Tampoco es cierto lo que nos dice, de que si nue
damente las concediera, las tendria por revocadas...... ¿ No tiene
presente Amórt de que entre los Decretos de dicha Congregacion
que dió á luz en su Historia de Indulgencias, nos pone uno de 9 de
Mayo de 1729, número 1.º, en el que los Franciscanos de un con
vento preguntaron a lamisma Congregacion,si cierta Indulgencia
estaba revocada, y si habia de concederse de nuevo; y que les res
pondió á lo primero: que no estaba revocada; y á lo segundo: que
debia renovarse? Luego la Sagrada Congregacion no tiene siem
pre por revocadas las Indulgencias que concede de nuevo .
Argumento 2.°—Teodoro del Espíritu - Santo, versadísimo en
materia de Indulgencias, como que fue Consultor de la S. C. de
ellas, elogiado deBenedicto XIV en su Sínodo Diocesano por la
obra de Indulgencias que escribió, despues de haber tratado espro
feso la materia controvertida, resuelve por último (o) que la Indul
gencia que llaman de la Estacion del Santísimo Sacramento no es
tá ya en su vigor; porque despues de haber buscado algun testi
monio auténtico óargumentoseguro de su concesion, nunca pudo
dar con él . Luego es lo mas cierto, dicen los llustradores del Fue
ro de la Conciencia, que no hay tal Indulgencia ó Indulgencias de
la Estacion.
Respondo primeramente que tengo al P. Teodoro por hombre
docto, versado en materia de Indulgencias, y por tanto digno del
elogio de Benedicto XIV por la obra escelente que escribió. Pero
¿de este elogio podrémos inferir que canonizó el dicho Papa todas
las opiniones de Teodoro ? No por cierto; pues aunque Teodoro se
apellida del Espíritu -Santo, no sabemos hasta ahora que el Espí.
ritu - Santo le haya inspirado en sus escritos. Confieso que fue hom
bre sabio, y como á tal le cito con frecuencia en esta obra; pero
¿qué hombre por sabio que sea no está espuesto á equivocarse?
Solo aquellos que escribieron los libros sagrados, como que fueron
inspirados de Dios. Todos los demas estamos sujetos á errar y á
equivocarnos. Ojalá que fuera esta la única vez que se equivocara
Teodoro. Empeñado, como dije en la cuestion octava del tomo pri
mero, en negar que la Sede Apostólica ha concedido Indulgencias
(o] Teodoro en su obra de Indulgencias, part. 2.4, cap. 2. °, art. 1. ', $.4.0 - Los dichos
Ilustradores en el tomo 2.º sobre la proposicion 37, condenada por Alejandro VII.- Y el P.
Mas en la Suma de Ferrer, trat. 9.º, núm . 862.
185
de mil y mas años, nos asegura ( P), como Consultor de la S. Con
gregacion de Indulgencias, que en 20 de Enero de 1733 se presen
ió å la dicha Congregacion en forma auténtica un Breve de Ju
lio III de 1.° de Marzo de 1552, por el que habia concedido á una
Cofradía de la ciudad de Goa , entre otras varias Indulgencias, la
de altar de ánima; mas no quiere decirnos que entre esas otras
Indulgencias del referido Breve habia una concesion de mil años
de Indulgencia, y otra de quinientos años. Lo mas es que el P. Teo
doro se vale del citado Breve para probar que es falsa la opinion
de Tiers, de que Gregorio XIII fue el autor de los altares de áni
ma; pues ¿ por qué yono me he de valer del mismo Breve para pro
bar contra el P. Teodoro que los verdaderos Papas han concedido
miles de años de Indulgencia, cuando esta espresa en él ( Nota 42)
una concesion de mil años para los que visitasen con devocion la
Iglesia de dicha Cofradía ? Pero dejando esto á un lado:
Respondo lo segundo con el autor del Bulario de losCapuchi
nos (q), que si la opinion del P. Teodoro adquirió tanta fuerza por
la fama de su doctrina, y porqueimprimió en Roma su obra el año
de 1743 siendo Consultor de la S. Congregacion de Indulgencias;
tambien se imprimió en Roma en el año de 1750 otra obra del P.
fray Diego de Aragonia, aprobada por dos Consultores de la mis
ma Congregacion de Indulgencias, don Roman Justiniani, Abad
de los Monjes Silvestrinos, y fray Isidoro Mancini, Ex -provincial
de los Mínimos, intitulada:Dilucidacion de los Privilegios de los
Ordenes Regulares, especialmente Mendicantes, en la que se lee
lo siguiente ( r ): " Por la revocacion general de las Indulgencias de
"los Regulares, no se tiene por revocado aquel cúmulo de Indul
"gencias que Leon X habia concedido á los frayles de San Fran
"cisco, á las monjas de Santa Clara y Tercera Orden por Orácu
" lo de viva voz, que fue autorizado por Lorenzo Puci, que era Da
”tario y contínuo comensal de dicho Papa; pues segun la declara
"cion de Urbano VIII en la segunda Bula de la revocacion de los
"Oráculos, quedaron esceptuados de la revocacion, como afirma
» Teodoro ( s), los que estuviesen legalizados por alguno de aque
» llos Oficiales á quienes se solia dar entero crédito por razon de
"sus oficios & c .”
Respondo últimamente, que si Teodoro negó la existencia ac
( Nota 42.) –Entre los Decretos de la S. Congregacion de Indulgencias que trae Amórt
en su Historia, cotéjese el núm. 1 de 20 de Enerode 1733 con lo que escribe Teodoro en el
lugar últimamente citado, y se conocerá claramente si es verdad lo que yo digo.
[ p] Teodoro en la part. 2.", cap. 1. °, art. 4. °, §. 1. ° - [ 9] En el tomo 6.°, pág. 236.
[r! Tratado 7.°, cap. 8.°, núm . 7 y 8.- Aunque yo no he visto la edicion de Roma, tengo 80
bre la mesa otra hecha en Bolonia en 1753. — [s]Part. 1.°, cap. 13, art. 4.°
25
186
tual de la Indulgencia de la Estacion, porque creyendo que entró
en la revocacion general de Paulo V no encontró algun argumen
to seguro de su nueva concesion ó confirmacion, ya la presento yo
en mis pruebas un Breve de Inocencio XI, por el que consta la con
firmacion de la dicha Indulgencia, como llevo dicho. Este Breve
pudiera muy bien haberlo visto el P. Teodoro en la tercera Viña
Seráfica de Engelberto Pauc (t); en Kiliano Kacemberger, Suple
mento á la Teología Sacramental de Esporér; y en el Directorio de
las Tres Ordenes del P. fray Francisco Diaz de San Buenaventu
ra, impreso en la misma Roma el año de 1689, supuesto que estas
obras se habianpublicado antes delaño de 1743 en que él publicó
la suya . — Los Ilustradores del Fuero de la Conciencia, Luis Mas
y el P.fray Francisco Vidal ( u ), como que son mas modernos que
el P. Teodoro, pudieran tambienhaberlo vistoen Perusino, en Ar
biol, en Minderér y aun en la Biblioteca del Ferraris; pero sinó lo
buscaron ó no dieron con él, ¿qué he de responder yo á eso ?
Argumento 3. - El R. P. fray Francisco Sanchez, Catedra
tico de Teología en la Universidad de Manila , en una obrita que
intituló: Exámen de Indulgencias (la ví en Méjico en la bibliote
ca del Colegiode Santos) se esplica de esta manera (u): " Acerca de
»la Estacion del Santísimo, cada uno suma y multiplica Indulgen
»cias plenarias y no plenarias, segun que mejorle parece. En unos
» Sumarios se dice que ganan los cofrades del Cordon siete Indul
" gencias plenarias cada dia . Un escritor franciscano dice que se
"ganan por ella cuarenta y cinco Indulgencias plenarias. En otros
"muchos Sumarios y libritos impresos, se dice que los que rezan
"dicha Estacion ( que con mucha facilidad puede estenderse á to
"dos los fieles ) ganan cada vez que la rezan cuatrocientas y vein
»te Indulgencias plenarias, siete veces remision de la tercera par
"te de los pecados, veinte y dos cuentos y ciento y un mil años de
" perdon , y treinta y dos mil trescientas treinta y cuatro cuaren
" tenas; y se sacan trece ánimas del purgatario. De suerte que
"cada uno echa mas o menos Indulgencias, segun que mas ó me
" nos tiene larga la pluma." — Hasta aqui el R. P. Maestro Sanchez,
queriendo inferir de la incertidumbre en que estamos los francis
canos acerca del número fijo de Indulgencias que podemos ganar
por rezar la dicha Estacion, que no ganamos ninguna. ¡Fuerte em
peño el de este Padre Maestro!
Respondo primeramente que habiendo yo leido las Indulgen
cias del Rosario en varios libros, he hallado en unos mas Indulgen
[q] En el cap . 19, núm . 80 .— [u]Sobre la proposicion 37, condenada por Alejandro VII.-
[ v] En el trat. 3.°, núm . 27, 28 y 29,
187
cias que en otros. No porque entre los religiosos de mi gran P. San
to Domingo, que son por lo comun los autores de tales libros, ten
gan unos la pluma mas larga y otro menos, sino porque los unos tie
nen unos fundamentos, y los otros tienen otros. Unos juzgan que es
cierta é indubitable la Bula de Alejandro VI (x) que duplica las
Indulgencias, y otros la tienen por apócrifa é incierta (y ). Esto
mismo y mucho mas es preciso que suceda a los que escriben sobre
las Indulgencias de Roma, de Jerusalen y de Santiago de Galicia,
por la incertidumbre en que nos hallamos en muchísimas cosas de
hecho: en prueba de esto referiré lo que sucedió al R. P. fray Pe
dro María Paserino. Este famoso Dominicano cuya autoridad es
de tanto peso, dice Lambertini (2), por haber sido tan práctico en
las opiniones de las Congregaciones de Roma, y haber ejercitado
allí con grandes elogios el honroso cargo de Procurador general
de su órden por muchos años, hizo las mas esquisitas diligencias
en aquella cortepara averiguar cuantas y cuales son las Indulgen
cias de las Estaciones de Roma; y despues de haber dado tantos pa
sos y haber consultado sobre la materia á los hombres mas sabios
é inteligentes, confiesa con ingenuidad que no pudo hallar otra cosa
que la incertidumbre (a); pero es indubitable, añade Paserino (6),
que son en gran cantidad las Indulgencias de las Estaciones.
Ahora bien: si es cierta la opinion que sigue Minderér con
otros muchos, de que aun está hoy vigente para nosotros la conce
sion sobredicha de Leon X , ¿qué multitud de Indulgencias no ga
narémos en rezarla ? ¿ Qué escritor, por mas diligente que sea, po
drá averiguar las Indulgencias que han sido concedidas á los fieles
en Santiago, en Porciúncula, y especialmente en Roma y en Jeru
salen? El Beato Ligorio (c) afirma que llegan estas Indulgencias
á quinientas treinta y tres plenarias,y que las parciales son innu
merables. Otros dicen otra cosa, porque tienen otros fundamentos.
¿Y quién se admirará de que varien los escritores en eso?
Mas porque algunos se escandalizan con el P. Sanchez, de que
por rezar una Estacion al Santísimo Sacramento puedan ganar los
hijos de San Francisco tantas Indulgencias plenarias, referiré aqui
una consulta que trae Amórt (a). ” Se preguntó á la S. Congrega
"cion de Indulgencias si los cofrades del Cordon de San Francisco
[ x] Empieza: Ilius qui, y la he visto en el Bulario de Bremond, tomo 4.°, pág. 115 .
( y). Véanse el Tesoro de Vivos, pág. 35 de la impresion de Madrid 1755, y el Crisol del Ro
sario del P. fray Francisco Gonzalez,cap. 4.', núm . 28.-[z] En las Instrucciones Pastorales
la48y.la 81: - (a) Nihil aliud invenire potui, nisiqudincertumsit, quanta f quales sint hus
jusmodi Stationales Indulgentice. [6 ]En la obra deIndulgencias, cuestion 98, núm . 770.
( @jBeato Alfonso Ligorio, Gloriasde María ,part. 2 “, obsequio 6.0— [d;En suHistoria de
Indulgencias, antes de las cuestiones prácticas.
188
»andando el Viacrucis, en memoria de la pasion del Señor, ganan
" por cada vez setenta y siete Indulgencias plenarias, segunse ha
”bia divulgado en el arzobispado de Albi. La razon de dudar era ,
"porque Inocencio XI á30 de Setiembre de 1681,é Inocencio XIÍ
Þá 16 de Diciembre de 1696, en sus respectivos Breves les conce
” den por andar el Viacrucis las mismas Indulgencias quese ganan
"por visitar los Santos lugares de Jerusalen ; Urbano VIII ệ Ino
»cencio XII en su Breve (e) de 19 de Mayo de 1694, conceden las
"mismas Indulgencias que hay en las Estaciones de las Iglesias de
" Roma, de Compostela y de Porciúncula. Se computa que estas son
"setenta y siete plenarias, y que se sacan trece almas del purgato
”rio.—Respondió la Sagrada Congregacion el dia 17 de Noviem
» bre de 1710: Dilata ."
No se escandalizó pues la S. Congregacion de tantas Indul
gencias plenarias como la propusieron en la consulta :dilató sí cuer
damente la respuesta, por ser tan dificil averiguar el número fijo
y determinado de las que se ganan en Jerusalen, y aun en las Igle
sias de Roma. Solamente en Jerusalen, escriben varios autores que
he leido (f ), hay mas de veinte plenarias y otras muchas parcia
les. En Roma, dice Domingo Viva (?) que todos los dias hay trein
ta y ocho Indulgencias plenarias concedidas á varias Iglesias, y
un sin número de no plenarias. Si á estas Indulgencias agregamos
las de Compostela y Porciúncula, y las que están concedidas a las
Estaciones de Roma, aunque estas no se ganan sinó en los dias de
Estacion señalados en el Misal romano, ¿ qué mucho será que lle
guen á gran número las plenarias, y á mucho mayor las parciales?
Respondo lo segundo, que hasta ahora no he leido que autor
alguno franciscano estienda á todos los fieles las sobredichas In
dulgencias de la Estacion, como quiere darnos a entender el R. P. ,
Sanchez en su paréntesis. Y á la verdad, que hablémos de la Indul
gencia confirmada espresamente por Inocencio XI,de la que trato
especialmente en la conclusion, ó que hablemos del cúmulo de In
dulgencias que concedió por rezar la Estacion Leon X, ninguna
de estas concesiones fue hecha a todos los fieles en comun, sino á
los hijos de San Francisco en particular.
Respondo lo tercero, que me llené de admiracion cuando leí en
el Sumario de las Indulgencias (Nota 43) que gozan los terceros
(Nota 43 .) — Se halla este Sumario á continuacion del tratado del Tercer Orden de Santo
Domingo de Guzman, compuesto por el Dr.Gabril Verdú, reimpreso en Méjico año de 1777,
y en esta ciudad de la Habana el de 1788.- [e] Comienza: Debitum . - if Minderér, part. 2.5
núm . 372. - Manuel Rodriguez,tomo 2.° de las Cuestiones Regulares, cuest. 93. Miguel deZug
en el tomo 3.º del Bulario delos Capuchinos, desde la pág. 233. - Ferraris, Arbiol.- ( g) Viva
en el Apéndice de las Indulg., f. 1.", núin . 8. - José Roca en su Opúsculo Seráfico, núm . 80.
189
de nuestro P. Santo Domingo, compuesto por el R. P.Maestro fray
Francisco Sanchez, Rector de la Universidad de Manila, la con
cesion siguiente (h): "Rezando ( los terceros de Santo Domingo)
" seis Padre nuestros y Ave-Marías con Gloria Patri al fin de cada
" uno de ellos; los cinco, en reverencia de las cinco Llagas de Cristo
"Señor nuestro; y el uno, por la intencion del Sumo Pontífice, ga
" nan veinte y dos cuentos, ciento y un mil años de perdon, y cua
”trocientas y veinte Indulgencias plenarias, y veinte y siete veces
"remision de la tercera parte de todos sus pecados, y treinta y dos
" mil trescientas y veinte y cuatro cuarentenas de perdon; y se sa
"can trece ánimas del purgatorio. Todo esto se gana tantas cuan
»tas veces rezaren, ya sea en la Iglesia, ya sea en su casa, en la ca
"lle, ó en los caminos. - Sumario de Lima."
¿Y quién no se admirará de ver por una parte en el Exámen
de Indulgencias el empeño que tomó el P. Sanchez en oponerse
á la Estacion del Santísimo Sacramento y á sus Indulgencias; y por
otra, queno obstante toda esa oposicion tuvo por válidas a lasmis
mas Indulgencias que impugnó, y las colocó en el Sumario de los
terceros de su misma órden ? Yo supongo que esta concesion del
Sumario no fue hecha inmediatamente á los terceros de nuestro P.
Santo Domingo, sino que gozan de ella por la participacion tan
ámplia que dice el P. Maestro que tienen con todas las religiones,
Terceras Ordenes y Cofradías. Y enesta suposicion, ¿dedónde la
sacó el dicho Padre ? El nos dice que del Sumario de Lima; pero no
nos esplica si este Sumario de Lima era de la Cinta, ó del Carmen,
ó de la Merced. Yo soy de sentir que el tal Sumario seria del Cor
don, ó de los terceros de San Francisco. En prueba de eso, coteje
el que quiera esta concesion del Sumario que se halla en esta mis
ma página, con la que dice el mismo Padre que encontró en mu
chos Sumarios impresos del Cordon, y está de letra cursiva ó bas
tardilla, y conocerá claramente que un huevo no es tan semejante a
otro huevo, como una concesion á otra.
Ahora bien: que llame yo con el comun de los fieles Estacion
del Santísimo Sacramento á lo que el P. Sanchez no quiere llamar
Estacion , pero conviene conmigo en decir que son seis Padre nues
tros y seis Ave - Marías con seis veces el Gloria Patri, es una cues
tion de nombre que no varia la sustancia. En esta suposicion, de
buena gana pondria yo al R. P. Maestro este dilema. Si la conce
sion que halló V. P. en los Sumarios del Cordon es cierta para los
terceros de su órden, porque participan de las Indulgencias de to
[h] Esta se halla en el f. penúltimo de las concesiones, fólio 80 de la impresion mejica .
na, y73 de la habanera . Tengo las dos á la vista .
190
das las TercerasOrdenes y Cofradías, como dice V. P. en su Suma
rio, ¿ por qué no ha de ser cierta para los hermanos del Cordon y
terceros de San Francisco, á quienes directamente se concedió ? Y
si para estos no es cierta, como dice V. P. en su Exámen de Indul
gencias, ipor qué ha de ser cierta para aquellos?
Argumento 4.0_Otra objecion hace Tiers (i) contra las In
dulgencias de la Estacion, diciendo que son desmedidas y despro
porcionadas. Pero ¿ qué mucho que este Crítico severo hable así de
las Indulgencias de la Estacion, cuando se atreve a hablar del mis
mo modo de las Indulgencias de la Cinta, del Cármen y del Rosa
rio, aprobadas espresamente por la Sagrada Congregacion de In
dulgencias y por los romanos Pontífices? Tal es el respeto con que
suele hablar este frances de la Sagrada Congregacion y de los
Papas: todo le huele á supersticion, y nada le parece bueno sino lo
que opina él. Pudiéramos decir á este monsieur lo que dijo el San
to Job (j) á sus amigos: ¿qué, tú solo eres el hombre sabio que hay
en el mundo; y en faltando tú, faltará en él la sabiduría ? Yo res
ponderia al instante á ese argumento de Tiers, sinó lo hubiera he
cho ya en la cuestion 57 deltomo primero.
Por último, haré algunas advertencias acerca de la Estacion
у de las Indulgencias sobredichas.—1.a Que aun estando hoy en su
vigor la citada concesion de Leon X , no podemos ganar todos los
dias por rezar la Estacion mayor del Santísimo Sacramento las
Indulgencias estacionales de Roma. La razon es, porque el Sumo
Pontífice Inocencio XI (K) determinó en el año de 1678, con acuer
do de la Sagrada Congregacion, que no se puedan ganar las Indul
gencias estacionales de Roma, sinó en los dias de las Estaciones
señalados en el Misal romano; y de consiguiente, solamente en es
tos dias, que son ochenta y siete en el año, podremos ganar tales
Indulgencias. Pero en cuanto a los demas, podrémos ganarlas todos
los dias, segun dice Minderér (1), rezando en ellos la referida Es
tacion. - 2.a Que habiendo decretado el mismo Papa " que no se gane
»mas de una vez al dia la Indulgencia plenaria, concedida a los que
Men ciertos dias visitaren la Iglesia ohicieren otra obra piadosa ,”
aunque recemos dos ó mas veces al dia la Estacion del Santísiino
Sacramento, no podemos ganar en aquel dia por rezarla mas de
una Indulgencia plenaria para nosotros; pero podrémos aplicar por
[ i] En el Tratado de las Superticiones, lib. 7. °, cap. 14 y 15 .- [ j] Job 12, 2.- [k ] Por
su Decreto Delata, que hallarás en Potesta, tomo1.º de su Exámen, núm . 3813.- En la Teo
logía moral de Reinfestuel, trat. 12, dist. 3. °, cuestión 7.'—Y en la Tripartita de Arsdekin ,
tomo 2. , part. 2. ", trat, 3.0,cap. 7.84[ Minderér, part. 2.", núm . 438. – Kaoemberger de
las Indulgencias, núm . 88.
191
losdifuntos ( II) todas las demas Indulgencias. — 3.a Que noes cier
to lo que está impreso en algunos libritos (m), de que el religioso
que rece la Estacion menor de tres Padre nuestros y tres Ave-Ma
rías, y aunel que rece un solo Padre nuestro y un Ave -María con
el Gloria Patri, gana las mismas Indulgencias que ganaria si re
zara la Estacion mayor; pues ni constan las talesconcesiones ( No
ta 44), ni aun cuando constaran subsistirían en el dia , porqueentra
ron en la revocacion de Paulo V,y no han sido revocadas. - 4 . Que
para ganar las Indulgencias de la sobredicha Estacion , no es me
nester rezarla estendidos los brazos. La razon es, dicen Holzmán
y Minderér ( n ), porque los Papas parece que no han mirado tanto
á aquel modo de orar, cuanto a la sustancia de la oracion; y tam
bien, porque aunque en una ú otra concesion antigua se pedia la di
cha condicion, los Pontífices mas modernos no hacen mención al
guna de la estension de los brazos. Sin embargo, no he podido me
nos de estrañar (segun he observado en variospueblos donde he es
tado misionando) de que haya algunos predicadores que reprueben
este modo de orar en las mugeres, estando él autorizado, ya con
la determinacion de los Papas, ya con el ejemplo de María Santí.
sima (ñ) y de Jesucristo . Y si acaso me replican que las mugeres
se pondrán indecentes y con los brazos desnudos; respondo lo pri
mero, que si ellas no quieren no se pondrán indecentes; y lo segun
do, que prediquen muy en hora buena contra la desnudez de losbra
zos, mas no contra un modo de orar que es tan agradable á Dios.
Yo le doy gracias de que he visto en las Iglesias de Méjico á mu
chas señoras que no se han avergonzado de rezar la Estacion del
Santísimo en esa postura; pero no puedo negar que hay muchos
entre los cristianos que se avergüenzan de la Cruz de Jesucristo.
CUESTION XXXII.
Los fieles pueden ganar algunas Indulgencias rezando una
parte de Rosario ?
Consta de Letras pontificias que el gran Patriarca Santo Do
mingo (a) instituyó el Santísimo Rosario por inspiracion divina.
( Nota 44.1 – Ni en nuestros Anales, ni en Manuel Rodriguez, ni en ninguno otro autor
clásico he hallado mas que lo que dice Casa-Rubios en la palabra Indulgentiæ Stationum
quoad Fratres, núm. 15.- [11] Minderér, part. 1.a, confer. 7.*, caso 3. °; y en el núm . 549.
Viva del Jubileo, cuestion 6.6, art. último. — Y en el Apéndice, § . 1.º, núm . 8.- [m] Joaquin
de Alvalate, Tratado de la Teología Mística, cap. 15. --Agustin de Oliva, Esplicacion de las
Obligaciones del Frayle Menor ; en el Tesoro Espiritual que pone antes de la Esplicacion de
la Doctrina. — Cárlos Sanchez, Instruccion de Novicios, trat. 7.9, pág. 479 y 481.- [n ] Holz
mán, núm . 818. --Minderer, part. 2. ", núm . 438. - Pauc, cap. 21, núm . 93.-n] Mística Ciu
dad de Dios, part. 2.", en los números 444, 687, 700 y 849.- [a] Véase su Vida, escrita por
el Beato fray Francisco de Posadas, é impresa en Madrid 1748, lib. l.°, cap. 7.0 y14.
192
Mandole la Reina del cielo que lo predicara por todo el mundo, pa
ra aplacar la ira de Dios, é implorar la proteccion de la misma Ma
dre de las misericordias: el Rosario entero se compone de quince
dieces, y se llama tambien Salterio; porque asi como el de David
tiene ciento y cincuenta Salmos, asi este tiene ciento y cincuenta
Ave-Marías, entreverada entre estas la Oracion Dominical ó el Pa
dre nuestro; tambien se llama comunmente Rosario el que se com
pone de cinco dieces, que es la tercera parte. La devocion del Rosa
rio es muy útil á la Iglesia, como que es un presidio singularísimo
contra todos los vicios y heregías. Aumentoseesta , dice el Cardenal
Petra (6 ), cuando la aprobó Sixto IV á instancias de Francisco Du
que de Bretaña, y de su esposa Margarita; y se ha estendido tan
to entre los católicos, que al presente, decia el Beato Ligorio ( c) en
el siglo pasado, no haydevocion mas practicada de los fieles de to
dos los estados que la del Santísimo Rosario. ¡Ojalá que pudiera
yo decir lo mismo de este siglo en que vivimos! Para que así su
ceda, y reviva la devocion del Rosario que se ha amortiguado en
tre nosotros .
Respondo lo primero que Sixto IV, por una Bula ( d ) de 1479,
concedió cinco años y cinco cuarentenas de Indulgencias a todos los
cristianos que recen la tercera parte del Rosario, por cada vez
que la recen. Clericato ( e) dice que Clemente VII añadió otrosdos
años á los que no son cofrades del Rosario; pero yo, que he leido y
releido la Bula del dicho Papa, no puedo conformarme con su opi
nion ; pues Clemente no habla en toda la Bula sino con los cofrades;
y así, á ellos y no á todos los fieles concede lasdichas Indulgencias.
Respondo lo segundo que Benedicto XIII, por un Decreto ( f )
de la S. C. de Indulgencias de 13 de Abril de 1726 , concede-á todos
los fieles de ámbos sexos que recen con devocion el Rosario, ó á lo
menos una parte de él, cien dias de Indulgencia por cada Padre
nuestro y otros ciento por cada Ave-María. Y á los que por un año
entero recen todos los dias ó el Rosario ó su tercera parte, si con
fesados y comulgados pidieren á Dios por las necesidades comunes
de la Iglesia, les concede una vez en el año Indulgencia plenaria,
aplicable por los difuntos en el dia que cada uno elija.-Para lo
cual se requieren dos condiciones. Laprimera, que el Rosario esté
bendecido por algun religioso Domínico; y la segunda, que cuando
[6 ] En el tomo 5. sobre la Bula 18 de Sixto IV desde el núm . 10.- {c) Glorias de Ma.
ría, part.2.", obsequio 3.0— (d ) Empieza:Ea que, y es la 18 de este Papa en el tomo 1.º del
Bulario romano.- [e ] Juan Clericato en el tomo 2.º, decis. 9. & del Sacramento de la Peni.
tencia, núm. 9. - La Bula de Clemente, comienza: Etsitemporalium , y es la 40 en el mismo
Bulario.- [f] Se halla en el tomo 6.º del Bulario de Bremond, pág. 586. — Y en Minderér,
part. 2.", núm . 579 .
193
recen el Rosario mediten los misterios de nuestra reparacion. Y
así, el que rezando el Rosario medite los novísimos, ú otras cosas
buenas que no sean los dichos misterios, no ganará las Indulgencias,
como lo resolvió la misma Congregacion (). Pero el dichoPontífi
ce declaró despues ( h ), que las personas rudas y que no saben me
ditar, puedan ganar las Indulgencias con solo rezar devota y pia
dosamente el Rosario.
De otras Indulgencias que pueden ganar todos los fieles re
zando todo el Rosario ó su tercera parte, hablaré al fin de la cues
tion siguiente. A los cofrades del Rosario les estan concedidas mu
chísimas mas Indulgencias por rezarle; pero ya hablé de ellas en
la cuestion XIV de este tomo.
CUESTION XXXIII.
CUESTION XXXIV.
( Nota 46 .) – En el tomo 1.º de las obras del V. P. Fr. Diego José de Cádiz, impreso en
Madrid el añode 1796 , en la noticia de las Indulgencias de las Coronasde Santa Brígida
que se halla al fin de la Introduccion, se ponen otros veinte y cuatro dias de Indulgencia ple
naria; pero yo no me atrevo áespecificarlos aquí, pues citándose allí una concesion de Be
nedicto XIV de 15 de Enero de 1743, veo que el Decreto de la S. Congregacion de Indule
gencias que yo cito y que es posterior a la dicha concesion, no hace mencion de tales dias.
Ni tampoco la Coleccion de Oracioncs: véase la pág. 421.
27
202
Respondo lo tercero, que Leon XII con su propio Rescripto
de 21 de Oetubre de 1823 (que se conserva en el archivo de los
Padres Menores Observantesde Araceli de Roma)concede perpe
tuamente a todos los fieles cristianos la Indulgencia de cien dias,
por todas las veces que rezaren las siguientes tres breves oraciones
con tres Ave -Marías á la Beatísima Vírgen, para alcanzar su pro
teccion en el ejercicio de las virtudes, y especialmente de la casti
dad. - A aquellos que las hayan rezadotodos los dias en el espacio
de un mes , al fin del mismo concede Indulgencia plenaria en un
dia á su arbitrio confesando, comulgando, y pidiendo segun la in
tencion del Sumo Pontífice. Las cuales Indulgencias son aplica
bles tambien á las ánimas del purgatorio.
LAS TRES ORACIONES.
CUESTION XXXVII.
[f ] Minderér, part. 2.",núm .501; y part. 1.", núm. 351.--- Los Ilustradores del Ferra.
ris en la pal. Habitus sobre el núm . 41; y en la pal. Indulgencia, art. 5.° sobre el núm. 47.
[ g. Empieza Pretiosus, ſ. 10. — Esta Buta no está revocada en las gracias que no perjudican
al derecho de los Obispos, como dice Guijarro en el 2.º tomo de su TeologíaMoral, pág. 139;
y yo lo he dicho al fin de lacuest.11deeste tomo.-[h] Casa -Rubios en la pal. Indulgen
cias para los seglares. Tomás Montalvo en la Glosa de nuestros Estatutos, tomo 1.°, cap . 11,
art. 2.° desde el núm . 39.- Manuel Rodriguez, art. 10 de la cuestion dicha. — Peirinis en el
núm . 2 .-- Kacemberger, núm. 109 de las Indulgencias.--- Aragonia, trat.7.°, cap. 6.0, núm .12
y 13. - Ferraris, pal. Indulgencia,art. 5. desde el núm. 37. - Minderér, part.1.", núm . 117.
29
218
de los frayles menores y se enterraren con él. Despues declaró (1)
que basta para ganar la Indulgencia, pedir el hábito y tenerlo so .
bre sí ó sobre la cama, y enterrarse con él aun cuando no se lo
pongan antes de morir.- Eldar y bendecir los tales hábitos, toca
solamente, dice Sixto IV (j),á los Prelados locales en su distrito, ó
ásus Superiores, ó á quien ellos lo cometan. De tal suerte, que si re
cibes la mortaja de mano de un religioso que no puede darla, no
ganará la Indulgencia el difunto á quien amortajen con ella (k ). Y
mucho menos la ganará aquel muerto á quien los herederos ó al
baceas, por no pagar la limosna que se suele dar por un hábito re
ligioso,mandan vestirle una mortaja que se parezca al hábito. Véa
se sobre esto una Real órden de Fernando VII en el Noticioso de
la Habana de 12 de Setiembre de 1832.
Ademas de que todos los Mendicantes participan de la Indul
gencia
Pa
plenaria concedida por Leon X, como dice Cavalieri, otros
pas han concedido tambien Indulgencias a los que se entierren
con el hábito de otras religiones. Clemente XII, por una Bula ( 1)
de 9 de Diciembre de 1734, concedió a los fieles de uno y otro se
Xo (verdaderamente contritos, confesados y comulgados si pudieren
ó por lo menos contritos, que antes de morir ó en el mismo artícu
lo de la muerte, en señal de penitencia interior pidieren con hu
mildad el hábito de los Servitas, y murieren con él, ó quisieren ser
enterrados con él)Indulgencia plenaria. Item :por el órgano delaS.
Congregacion de Indulgencias dió un Decreto Benedicto XII ( II)
el dia 12 de Mayo de 1753, concediendo que cualquier cristiano
que mandare ó encargare que despues de su muerte se le vista y
entierre con el hábito de laorden de San Juan de Dios, sea parti
cipante de todas la Indulgencias que de cualquiera manera estan
concedidas á los que mueren en los hospitales de la misma ór
den. Es asi que Paulo V (m) habia concedido Indulgencia plena
ria á los enfermos que mueran en los hospitales de San Juan de Dios,
con tal que en el artículo de la muerte se confiesen y comulguen
si pudieren; ysinó, por lo menos contritos invoquen devotamente
el Santísimo Nombre de Jesus con la boca; y sinó pueden, á lo me
[i] Amórt, Historia de las Indulgencias, pág. 129.– Kerkove, cap.4.°, $. 3.°, núm 5.
Cavalieri, tomo 3. °, Decreto 195, núm . 5. — Talamanco en la pág. 423.j] En la Bula Au
rea, que empieza : Sacri Prædicatorum , 1479.- Es la 22 en el tomo 3.º, part. 3. * del Bulario
de Coquelines.- {k] Tellado, Prontuario de Terceros, cap. 4.°, §. 5.°, núm . 162.-- Arbiól,
Tercera Orden, part. 2.°, cap. 10.- [!] Empieza: Unigeniti, y es la 147 en el tomo 14 del Bu
lario de Coquelines. - Véase don Matías Vinuesa en el Verdadero Siervo de María, impre
60 en Madrid 1820, cap. 13.- [11] Véase el dicho Decreto con las Reflexiones de Fr. Alon
so Parra en el tomo 2.º del Bulario de San Juan de Dios, pág. 313 y 314 de dicha edicion.
[m] Por su Breve: Cum certas de 19 de Febrero de 1607, que hallarás en el mismo Bulario ,
tomo 1.", pág. 92
219
nos con el corazon , como dije en mi primer tomo al fin de la cues
tion 58; luego Benedicto XIV concede Indulgencia plenaria á los
que se entierren con el dicho hábito.
Infiere de todo lo dicho que los hábitos de las religiones se han
de respetar, y mirar con aprecio. Algunas veces, dice elBeato Po
sadas (n), ha castigadoel Señor á los que se burlaron deellos. Pues
¿ qué hará, pregunta el mismo, con los que los sacan á las tablas
del teatro para representaciones vanas y tal vez lascivas, como su
cedió aqui en el Carnaval de este año de 1832, habiendo traido de
Paris (ñ) los vestidos de máscara? Con razon determina el primer
Concilio de Milan (o), que los que en las máscaras se ponen ves
tidos de clérigos ó de religiosos, o que se parezcan á ellos en la for
ma, asi los que los visten como los que se los prestan ó dan, sean
castigados con graves penas; pues, como dicennuestras leyes ( p),
de aqui se han seguido innumerables ofensas á la Magestad de Dios,
y gravísimos inconvenientes.
CUESTION XLI.
EFFICAX ORATIO .
CUESTION XLIII.
[d] Por su Breve Cun sicut accepimus, que heleido.- (e) Lauréa en el Epitome de los
Canones, palabra Regularium Indulgentia .-- Gobát, Tesoro de Indulgencias, núm. 549.
(1) Antonio de Pórres, Tratado de Indulgencias, lib. 1. °, cap. 5. °, núm. 57.
231
mencionadas en el parágrafo séptimo. - Véase la cuestion vigési
ma del tomo primero.
$. 19.—Las Indulgencias pues que Paulo V revocó por esta
Bula, son solamente aquellas, dicen Mateuci ( 8) y Minderér, que
directa, principal é inmediatamente habia concedido hasta enton
ces la Santa Sede á los Regulares de uno y otro sexo.—Pondré al
gun ejemplo. Inocencio VIII (h) concedió a los frayles menores
que celebrasen ó comulgasen en las fiestas de nuestro Señor y de
nuestra Señora, Indulgencia plenaria , la cual estendió Leon X á
las monjas de Santa Clara, para cada dia que comulgasen. Estas
Indulgencias, dice Reinfestuel (i), entran en la revocacion de Pau
lo V.Julio II concedió á la Congregacion Lateranense (j), que
rezando en la Iglesia el Miserere y una oracion por el Papa, con
siguiesen todas las Indulgencias concedidas á las Iglesias de todo
el mundo. Estas Indulgencias, dice Minderér, entran en la revoca
cion de Paulo V. Leon X concedió Indulgencia plenaria á los me
nores, cada vez que dijesen ú oyesen la misa de la inmaculada Con
cepción de María, y orasen por Su Santidad y por toda la Iglesia;
y despues la amplió á las clarisas para cada vez quelaoyesen.
Estas Indulgencias entran en la revocacion de Paulo V. Por qué?
Porque todas las dichas Indulgencias habian sido concedidas por
los Papas á los Regulares, en atencion a su estado religioso, dice
Bremónd .
Pero no revocó Paulo V á los Regulares las Indulgencias con
cedidas indiferentemente a todos los fieles; pues los religiosos no
son de peor condicion que los demas cristianos.Tampoco les re
vocó las Indulgencias locales; esto es, las concedidas a las Iglesias
de los Regulares, ya porque así consta de una declaracion que dió
el mismo Papa (k ) á la Congregacion de Fevilláns en 28 de No
viembre de 1606 , de otra de la S. Congregacion de Indulgencias (1)
en 7 de Setiembre de 1607, y aun de otra de la S. Congregacion
de Obispos (II) en 21 de Agosto de 1615 ; ya tambien, porque de
otro modo hubiera revocado las Indulgencias plenariasconcedidas
á todos los fieles que visitaran las Iglesias de los Regulares; lo cual,
dice Pignateli (m), ninguno hasta ahora ha tenido el atrevimiento
[ g] Mateuci sobre la prop. 37 condenada por Alejandro VII.-Minderér en los núm 3. 75
y 376.-Amórt en su Historia de Indulgencias, cuest. 50. - Bremónd,tomo 8. °, trat. de Con
sensu Bullar, tít. 1. °, cuest. 9.a, núm. 32.— [h ] Véase Manuel Rodriguez, tomo 2.º, cuest.87 ,
art. 2.° y4.0 - Y la Bula Cum sicut de 29 deMarzo 1515 , la 9. deLeon X en el Bulario ro
mano, 8. 6 .'- [i] En la Teología Moral, tomo 1.°, cuest. 6.a de las Indulgencias. - 0 ) Véase
Viva en el Apéndice de las Indulgencias, §. 3. °— [k] Juan Bautista Pitoni en las Decisiones
para los Regulares, tomo 2. °, núm. 1685.- Minderér, núm. 376 .- [9] Angel Lantusca en la
pal. Confraternitas. - Peirinis en las Adiciones al 2. tomo, cap.5.", núm. 82. [11] Gavan
to, Manual de Obispos en la pal. Indulgentiæ .- [m ] Jacobo Pignateli en el tomo 6.°, cons.90.
232
de afirmar. — Ni revocó, dicen Lezana (n) y el capuchino Zug, las
que por súplicas de los religiosos ó por respecto á ellos habian con
cedido los Papas á cualesquiera personas seculares. Tal es la In
dulgencia de tres años y tres cuarentenas (ñ), que concedió Urba
no VI en el año de 1378 á los que llamen á los carmelitas religio
sos de la gloriosísima Madre de Dios y siempre Virgen María
del Cármen ; y las que á instancias de los mismos carmelitas con- '
cedió Sixto V en 1587 á los que pronuncien con reverencia el San
tísimo Nombre de Jesus, segun dije en la cuestion 23 de este tomo.
Sobre las Indulgencias concedidas a favor de las ánimas del
purgatorio, es opinion comun, dice Minderér (0), que ni las Indul
gencias de los altares privilegiados, ni las otras que habian sido
concedidas directamente á los difuntos, aunque hayan sido religio
sos, entran en la revocacion de Paulo V : así lo declaró el mismo ( p )
á la dicha Congregacion de Fevilláns en 23 de Febrero de 1609.
Y así, no está revocada la Indulgencia plenaria que por instancias
de los menores descalzos de la provincia de San Gabriel, conce
dió Clemente VIII (9) en 20 de Junio de 1596 á favor de cual
quiera religioso difunto de la referida provincia, de sus padres, y
de aquellos bienhechores insignes, que hospedando á los religiosos
en sus casas tengan carta de hermandad; del cual privilegio, co
mo dice Peirinis, participan todos los órdenes mendicantes. Por
tél ( r) cree que esta Indulgencia, en cuanto toca al religioso difun
to, fue revocada por Paulo V ; y lo mismo insinua Montalvo. Mas
yo creo todo lo contrario; pues ademas de la declaracion sobredi
cha del mismo que revocó las Indulgencias, el Ilustrísimo Cara
muél( s), que nació en Madrid el mismo año y dia en que Paulo V
anuló en Roma las Indulgencias de los Regulares, nos cuenta que
habiendo suplicado sus hermanos los cistercienses á dicho Papa
que renovase otra Indulgencia semejante, concedida por Grego
rio XIII en el año de 1577, se negó á ello, diciendo: Yo no reto
qué las Indulgencias que estaban concedidas á las ánimas del
purgatorio; la cual respuesta, como dice este sabio, se ha de no
tar y tener presente .
En cuanto a las Indulgencias que hasta el año de 1606 habian
[ n ] Lezana en la Suma, palabra Indulgencia, núm. 13.-Zug en eltomo 6. , pág. 351.
[ñ ] Teófilo Rainaudo en eltomo 7.0, pág. 256 .- [o]Minderér, part. 2.",núm. 164 y383.
Don Fr. Benito Uria en el lugar citado. -Diana Coord en el tomo 4.",trat. 1.°, resol. 29; y
trat. 5.°, resol. 40. - Reinfestuel, Amórt, Ferraris, Teodoro, Miguel de Zug.- [ p] Citan esta
declaracion Minderer y otros.- {9] Por su Bula De omnium salute, de la que hice mencion
en el tomo 1.º, cuest. 19.-- [r] Portél en Jos Dubios Regulares, pal . Indulgencia.- Montalvo
en la Glosa, tomo 1.º, cap . 13, art 8. °, vúm . 17.- [s] Caramuel en el tomo 2.° de la Teolo
gia Regular, núm. 2854 y 2855. – Pascualigo del Sacrificio de la Misa, tomo 1.º,cuest. 760.
233
sido concedidas directa é inmediatamente a los religiosos vivos, con
facultad de aplicarlas por los difuntos,convienen todos en que fue
ron revocadas á los vivos por Paulo V. Pero si este Papa las revocó
tambien para los difuntos ó no,hay diversas opiniones. Amórt (1),
Minderér, Teodoro del Espíritu -Santo y Miguel de Zug, opinan
que sí. Pelizario ( u ), Ilsung, Lezana y Paserino, tienen por proba
ble que no. Yo sigo la opinion primera; pues quitado lo principal,
parece que se quita lo accesorio (v).
Ultimamente, no habiendo Paulo V por esta Bula revocado
las Indulgencias sinó á los Regulares que hacen los tres votos so
lemnes, se sigue de aqui que no haciendo tales votos los terceros,
ya vivan fuera de los claustros ó ya dentro de ellos, no estan com
prendidos en dicha Bula. Así lo declaró la S. Congregacion de In
dulgencias en un Decreto que confirmó despues Inocencio XI, por
un Breve (x) de 10 de Octubre de 1686.
Concluyo esta larga cuestion, advirtiendo que las Indulgencias
revocadas por Paulo V á los Regulares en 23 de Mayode 1606,
no habian sido revalidadas hasta el 19 de Marzo de 1666, segun
consta de la proposicion trigésima séptima condenada por Alejan
dro VII; ni hasta el 7 de Marzo de 1678, segun lo declaró la S.
Congregacion de Indulgencias en un Decreto aprobado por Ino
concio XI , ni sabemos en fin que hasta el presente año de 1839 las
haya revalidado ningun Papa, de lo cual parece que se olvidan al
gunos regularistas.
CUESTION XLV .
Cuando el Prelado regular envin á sus súbditos fuera delcon
vento á pedir limosna, á confesar, á hacer mision foc ., ipo
drán estos ganar fuera de casa las Indulgencias concedidas
por Paulo V en los $ 9.7.0 y 11 de la dicha Bula ?
Respondo con Minderér (a) que las ganarán, con tal que vi
siten alguna Iglesia de su órden si pueden ; y sinó pueden, visiten
la Iglesia del pueblo ó lugar donde se hallan.—Pruebo esta con
clusion. Lo primero, porque es doctrina bastantemente comun (6)
(1) Amórt en la Teología, cuest. 19, núm. 4.-Minderér, núm. 382. – Teodoro en elq.2.°,
cuest. 3.'— Miguel de Zug en el Bulario de los Capuchinos, tomo 6.º, pág. 351. - Cavalieri
en el Diálogo sobre la Sagrada Correa, núm . 255.-[u] Pelizario, trat. 8.°, cap. 5º, núm. 181
y 182. – Jacobo Ilsung, Teología Práctica, trat. 1.º, disp. 3.", núm. 74.- Lezana en la palab.
Indulgencia , núm . 12.—Paserino, cuest. 108 de Indulgencias,núm .881. - Peirinis, tomo 2.º,
en los núm. 7 y 8 sobre la Bula 8.a de Paulo V : - [v] Segun la Regla 42 del Dereeho en el
Sesto.- [x] Empieza: Aliùs, y se halla en Minderér, pág. 377;y en Perusino, part. 1.", pági
na 272.— [a] En los núm . 390 y 391.- [6 ] Bordonio, tomo 3.°, resol. 81 , núm . 17. - Manuel
Rodriguez,tomo 2.º, cuest. 2.°, art. 8.0 – Vidal,cuest. 2. sobre la propos.37 condenada por
Alejandro VII.- Pelizario, núm. 188.-Gobát en cl Tesoro, núm . 342 .
31
234
que aquellos religiosos que ordinariamente viven en el convento,
aunque por disposicion de los Prelados esten fuera de él por algun
tiempo, predicando, pidiendo limosna ó empleados en otro cualquier
ministerio que pertenece al convento, no por eso se dice que viven
fuera del claustro,sinó dentro de él. Y esa pudo serla causa de
que Barbosa (c) y Kacembergér, afirmáran que Paulo V habia con
cedido las Indulgencias de la sobredicha Bula a todos los Regula
res, que ó vivan dentro de los claustros, ó fuera de ellos con licen
cia de sus Superiores. - Acerca de los misionarios que por órden
de sus Prelados se ocupan enhacer misiones por los pueblos, se re
puta, dicen Solórzano (d) y Montenegro, que viven dentro de los
claustros aun cuando esten fuera de ellos, como lo declaró el Sumo
Pontífice Clemente VIII por un Breve de 5 de Mayo de 1595, y lo
mismo declaró despues acerca de los doctrineros ó párrocos regula
res en las Indias; cuyos Breves hallarás en Fraso (e ), y un estrac
to de ellos en los Fastos del Nuevo-Mundo.
La segunda prueba de la conclusion se funda en una declara
cion de Paulo V, que trae Alejandro Peregrino en el Compendio de
los Privilegios de los Clérigos Reglares ó Teatinos, parte primera
en la palabra Indulgencia,por la que se dignó declarar quelos reli
giosos que con licencia de sus Superiores se hallen fuera de sus con
ventos, puedanganar las dichas Indulgencias visitando las Iglesias
donde moran. Y aunque yo no he podido hallar á Peregrino por
mas diligencias que he hecho, son tantos y tales los autores que le
citan, que seria una temeridad el negarlo; pues veo que le citan
acerca de la declaracionreferida Lorenzo de Peirinis ( f ), Juan
Bautista Lezaná, Eligio Baseo, Antonio de Pórres, Minderér, Bon
tempo, Miguel de Zug y Teodoro del Espíritu - Santo. Y á la ver
dad , habiendo estendido Paulo V en 30 de Octubre de 1619 las In
dulgencias de los Regulares á los freyles de las órdenes militares
de Santiago, Alcántara y Calatrava, con esta cláusula: 6 ya vivan
en sus conventos, ó ya fuera de ellos por mandato de sus Supe
riores, iqué mucho es que hiciera esta misma declaracion para to
dos los Regulares?
Advertencia . — Gregorio XV, inmediato sucesor de Paulo V ,
[c] Barbosa en la Suma de las DecisionesApostólicas, palab. Indulgentia,núm. 4.
Kacembergér, núm . 78 de las Indulgencias.- [d ] Juan de Solórzano,Política Indiana, tomo
2.º, lib. 4 .., cap. 18, núm. 29; y cap. 16 , núm. 38.-— Montenegro en el lib. 5.º de su Itenera.
rio, trat. 1.", sec. 25 , núm. 7. - Pitoni en el tomo 2.º de las Decisiones para los Regulares,
núm . 1260.- [e] Pedro Fraso del Real Patronato de las Indias, tomo 2.°, cap . 56, núm . 27
y 32.- Domingo Muriel en la Bula 186, y en la 197.- [ f ] Peirinis, núm 1 . sobre la dicha
Bula 8. – Lezana, pal. Indulgencia, núm . 9. – Baseo en el tomo 1.ºde las Floresde la Teo
logía, pal. Indulgencia,art. 2.°, núm. 12.-. Porres, lib. 1. °, cap.5.º - Bontempo en la cuest. 11
de las Indulgenciae, núm. 77.-Zug en el tomo 6.0, pág. 355.- Teodoro, g. 3.°, cuest. 2a
235
por un Breve ( g )de 10 de Noviembre de 1622, confirmado por Ino
cencio XI, comodije en la cuestion trigésima primera de este tomo,
concedió á los cofrades del Cordon, que por distancia, enfermedad ú
otro legítimo impedimento no pudiesen visitar las Iglesias de la ór
den para ganar las Indulgencias, que rezando cinco vecesel Padre
nuestro, el Ave-María y el Gloria Patri en honra de las cinco lla
gas de nuestro Señor Jesucristo y de nuestro P. San Francisco, ga
nen las Indulgencias como si personalmente visitaran dichas Igle
sias; y que puedan aplicarlas por las ánimas del purgatorio. De
estas gracias participamos los menores, clarisas y terceros de San
Francisco ( h ), por la mutua comunicacion de privilegios é Indul.
gencias que tenemos unos con otros, concedida por Inocencio XI é
Inocencio XII, segun dije en la cuestion 31 , suposicion segunda.
CUESTION XLVI.
Sobre el 9. 11 de la misma Bula. El religioso que en todos los
dias del año visita su Iglesia, y pide a Dios porla concor
dia entre los Príncipes cristianos, estirpacion de las here
gias, exaltacion de la Santamadre Iglesia y salud del Roma
no Pontífice , i ganará todos los dias del año las Indulgen
cias de las Estaciones de Roma?
Ha habido algunos escritores que no se atrevieron á resolver
esta duda; tales fueron Paserino (a), Avendaño y el Reverendísimo
Samaniego . Otros hubo,entre los cuales he leido á Pórres ( 6), Pe
dro Bote y Leandro de Murcia, que sostuvieron la afirmativa. Sin
embargo de eso
Respondo con el Cardenal de Lauréa (C), Nogueira, Peirinis,
Minderér y otros muchos, que el religioso ó la religiosa que visitan
todos los dias del año su Iglesia y piden a Dios por las necesidades
dichas, no ganan ni pueden ganar en todos los dias del año las In
dulgencias de las Estaciones de Roma. — Esta conclusion es para
mí ciertísima, por las razones siguientes:
[ g) Empieza: Pias christi, y se halla en fray Francisco Diaz de San Buenaventura, Di.
rectorio de las Tres Ordenes, iinpreso en Roma 1689, pág. 9.- {h ! Ferraris en la pal. Indul
gencia, art. 5.°, núm . 12.- [a] Paserino en la cuest.101de la obra de Indulgencias, núm.786.
Diego de Avendaño en el tomo 1.º del Tesoro Indico, tit. 5. °, núm. 296. - El Reverendísimo
fray José Jimenez Samaniego en el lugar que citaré en el argumento.- ] Pórres, lib. 1.º
de Indulgencias, cap. 5. °, pregunta 10.-Bote, Tesoro de la Doctrina Cristiana, tomo 3.º en
el Sumario de las Indulgencias de los Religiosos . - Murcia sobre la Regla de San Francisco,
cuest. 21 sobre el cap. 6. °, núm . 17.—[c] Laurea en el Epítome de los Cánones, pal. Regu
larium Indulgentie . — Luis Nogueira sobre la Bula de la Cruzada, disp. 10, sec. 4. _Peiri
nis, tomo 2.º en el núm . 3 sobre la Bula 8.a de Paulo V.Minderér, part. 2.", núm. 216,
Juan Pablo Paravicino en el tomo 3.º de su Poliantea de Cánones & c.
236
Primera . - El fin que tuvo Paulo V en la constitucion sobre
dicha fue, segun dice Benedicto XIV (d), el de reformar y mode
rar las Indulgencias de los Regulares: el de quitar la confusion que
de su muchedumbre se originaba, dice el mismo Paulo en el exor
dio de su Bula. Luego no es de creer que nos concediera para todos
los dias del año las Indulgencias de las Estaciones; porque á la ver
dad, ¿qué moderacion seria concedernos á los Regulares que vivi
mos con quietud en los claustros la consecucion diaria de las In
dulgencias estacionales, cuando los pobres peregrinos que se can
san y se fatigan para llegar á Roma, aunque visiten las Iglesias
de las Estaciones todos los dias del año, no pueden ganar en todos
ellos las Indulgencias estacionales, sinó solamente en aquellos dias
que son propios de las Estaciones ?
Segunda . — Aquellas palabras de la concesion: en todos los
dias (Nota 49), no significan todos los dias del año, sinó todos los
dias de las Estaciones ( e); pues, como dice el Cardenal Tusco ( f ),
el adverbio perinde significa toda semejanza. Es asi que Paulo v
no concede á los Regulares que visiten sus propias Iglesias, sinó
las Indulgencias que por visitar en los dias de Estacion las Iglesias
de dentro y fuera de Roma consiguen los seculares; luego es claro
que los Regulares aunque visiten sus Iglesias todos los dias del
año, no ganan ni pueden ganar las Indulgencias estacionales en
todos los dias del año, sinó en los dias de las Estaciones.—Es indu
bitable que los que estan viviendo en la ciudad de Roma, aunque
visiten personalmente todos los dias las Iglesias de las Estaciones,
no ganan las Indulgencias estacionales todos los dias; pues ¿cómo
es creible que todos los dias las ganemos nosotros, que viviendo con
tranquilidad en el claustro no tenemos que dar sinó cuatro pasos
para visitar nuestra Iglesia ?
Tercera. A continuacion del $. 11 , en que concede Paulo V
á los Regulares las Indulgencias de las Estaciones, les concede lue
go en el 12 cinco años y cinco cuarentenas de Indulgencia para
cada dia del año en que recen cinco Padre nuestros y cinco Ave
Marías en su Iglesia. Ahora bien : si Paulo V hubiera concedido á
los Regulares que ganasen todos los dias del año las Indulgencias
[ Nota 49 .] — Pondré á la vista las mismas palabras de la Bula._ . 11. ” Religiosi intra :
" claustra viventes, qui suam Ecclessiam devotè visitáverint, et ut præfertur, oráverint, con
" sequantur easdem Indulgentias, quas visitantes Ecclesias Urbis & extra eam diebus statio
" num consequuntur, in omnibusdiebus, perindè ac si ipsas Urbis Ecclesias personaliter visi
" tarent." — [ En la Bula Ad Romanum Pontificem, que es la 41 en el tomo 3.º de su Bu.
lario, §. 2.° ~(e) Véanse los Ilustradores del Fucro de la Conciencia sobre la proposicion 37
condenada por Alejandro VII.-- Y Minderér, núm . 216. - If ] Domingo Tusco en el tomo 2.0
de sus Conclusiones Prácticas del Derecho, letra D, conclusion 375, núm . 12 y 13.
237
de las Estaciones, que son ciertamente grandes, ¿es creible que les
hubiera concedido por la misma obra otras Indulgencias menores?
¿Qué religioso al visitar su Iglesia hubiera hecho caso de las In
dulgenciasmenores,pudiendo ganar otrasmayores con aquella mis
ma visita ? Es muy regular que ninguno. Luego Paulo V ¿concede
ria estas Indulgencias menores, no habiendo de hacer caso de ellas
los Regulares? ¿Qué, las concederia no mas que para ostentar su
poder ? Así parece que se sigue , si es que los Regulares tuviesen
motivo paraapreciarlas. ¿Yquién ha de creer que hiciera eso Pau
lo V en una Bula en que se ponia de intento á moderar las Indul
gencias de los Regulares? ¿En una Bula,espedida de acuerdo con
los Cardenales que habian discutido muchas veces la materia que
en ella se trata: yo no lo creo ciertamente . Lo que sí creo es, que
Paulo V concedió á los Regulares en el Q. 11 de su Bula las Indul
gencias estacionales para todos los dias en que hay Estacion en
Roma, y en el 12 les concedió cinco años y cinco cuarentenas de
Indulgencia para todos los demas dias del año.
Cuarta . - En fin, aun dado caso que Paulo V nos hubiera con
cedido á los Regulares las Indulgencias de las Estaciones para to
dos los dins del año ( lo que se me hace increible), la tal concesion
estaria ya modificada en cuanto a las palabras últimas, por el céle
bre Decreto Inocenciano ( 9 ), promulgado en Roma á los setenta
y dos años despues de la Bula de Paulo V; pues por el órgano de
la S. Congregacion de Indulgencias declaró en él Inocencio XI,
"que las Indulgencias de las Estaciones de Roma que por un be
" neficio singular comunicaron los romanos Pontífices, ó en adelan
" te comunicaren á algunos lugares, órdenes ó personas, solamen
"te se puedan ganar en los dias de las Estaciones de Roma seña
» lados en el Misal romano .” Luego el religioso ó la religiosa que
visitan todos los dias del año su Iglesia, y piden á Dios por las ne
cesidades sobredichas, no pueden ganar las Indulgencias estaciona
les en todos los dias del año, sinó solamente en los dias de las Es
taciones, que son ochenta y siete.
Argumento contra la conclusion . - El Reverendísimo é Ilmo.
don fray José Jimenez Samaniego, que fue General de mi órden el
año de 1676, y despues Obispo de Plasencia ( Nota 50 ) en el de 1683,
en la exacta compilacion de los Estatutos generales que hizo para
[Nota 50. ) - La ciudad de Plasencia no está en el reino de Galicia, como afirman Peru
sino (h ) y Nápoles en la Cronología Seráfica, sinó en la provincia de Estremadura.-- [ g) Em.
pieza: Delata sæpiùs, y le hallarás en Corella , Práctica del Confesonario , tratado 17 desde el
núm . 239: en Murillo sobre el Quinto de las Decretales, núm . 384: en Diaz, Espejo Seráfico,
part. 1.", cap. 3.°, documento 11 y 12: en Amórt, Ferraris, Potesta , &c.- [h] Perusino en el
tomo 3. °, part. 2. ^, pág. 29 : Nápoles en el tomo 4.°, pág. 667.
238
la familia cismontana de la regular observancia de mi seráfico P.
San Francisco, pone uno que dice de esta manera (i): " Amonesta
”mos á los religiosos que cada dia, á lo menos alguna vez de las
" que van alcoro, visiten la Iglesia con el fin de ganar las grandes
"y ciertas Indulgencias que les concedió Paulo V en una Bula (j),
" por las palabras siguientes: Los religiosos que viven dentro de
» los claustros, si visitaren derotamente su Iglesia, y pidieren á
”Dios en ella por la concordia foc., consigan las mismas Indul
"gencias que consiguen los que visitan las Iglesias de Roma y
" fuera de ella los dias de Estaciones en todos los dias, como si
" personalmente visitaran las Iglesias de Roma."
Item . En otros Estatutos de mi órden , llamados de Barcelona,
reformados el año de 1621 en la Congregacion general de Segovia,
é impresos en Madrid el de 1746, hay uno del tenor siguiente (k):
" Cuando los religiosos entraren ó salieren de la Iglesia, despues de
” haberse hincado de rodillas y hecho una profundísima reverencia
” al Santísimo Sacramento, harán oracion y besarán la tierra, para
"que alcancen las Indulgencias concedidas a las Estaciones; y lo
"mismo harán al entrar y salir del coro." Se cita á la márgen un
indulto, concedido por Gregorio XIII á las Iglesias de los carmeli
tas, y lo que añade fray Gerónimo Sorbo en el Compendio de nues
tros Privilegios.
En vista de los dichos Estatutos, parece que toda mi órden, ó
por lo menos una gran parte de ella , comolo es la familia cismon
tana, opinará que los Regulares pueden ganar en todos los dias del
año lasIndulgencias de las Estaciones deRoma; pues de otro modo
seria inútil amonestarlos que hagan las diligencias cada dia con el
ánimo de ganarlas,
Respondo que en materia de Indulgencias hemos de atender
siempre a las revocaciones y concesiones posteriores. Desde Cle
mente VIII y Paulo V, que gobernaron la iglesia á principiodel si
glo décimo séptimo, se ha variado mucho este punto de disciplina.
De aqui es que aun cuando sea cierto lo que afirma el capuchino
Sorbo, de que Clemente VII concedió las Indulgencias de las Esta
taciones para todos los dias del año á los que visitaran las Igle
sias de los carmelitas, aunque esta concesion se estendiese á las
Iglesias de los franciscanos, lo cual niegan con razon Lumbier (1)
[il Samaniego en la dicha Compilacion, cap. 3.°, §. 9.º, pág. 80 de la impresion de Ma
drid 1751.-- Montalvo en la Glosa sobre nuestros Estatutos, tomo 1.', cap. 13, art.8. , núm . 10.
[j] Es la misma Bula de que voy hablando.-[k] En elcap. 2.°, §. de la oracion vocal, núm . 8.
tij Lumbier, Fragmentos Morales, núm . 1139.– Alfonso de Casa -Rubios, pág. 299 de la ci.
tada edicion , núm. 12.
239
y Casa - Rubios; despues de la dicha Bula de Paulo V, revocatoria
de las Indulgencias delos Regulares, todavía es preciso decir: que
la tal concesion de Clemente VII y otra cualquiera que sea anterior
al año de 1678, quedaron modificadas y restringidas en cuanto á
aquellas palabras: para todos los dias del año, ya por Clemente X
que en 1673 concedió las Indulgencias estacionales á los que visi
ten las Iglesias de los carmelitas; pero solo en los dias de las Es
taciones, como dije al fin de la cuestion 36, ya por Inocencio XI,
que en el referido Decreto declaró por punto general esto mismo.
Y así, solamente podrémos ganarlas en los dias de las Estaciones
de Roma, señalados en el Misal romano.
En los propios términos Pio VI, por un Breve de 26 de Febre
ro de 1793, que he visto con sus pases, concedió perpetuamente las
Indulgencias estacionalesde Roma á todos los fieles que en los di
chos dias de Estaciones visiten esta Iglesia de San Francisco de la
Habana, y pidan á Dios por las necesidades de la Iglesia.
CUESTION XLVII.
CARTA -ORDEN,
Que por comision de nuestro Santísimo P. Clemente XIII escri
bió el Procurador general de mi órden al Reverendo P.
Provincial de la provincia de la Santísima Trinidad de Chi
le, segun está en el tomo IV de la Cronología Seráfica , pá
gina 522 de la edicion de Roma de 1795, con los escolios del
Reverendo P. Cronólogo fray Agustin María de Nápoles.
" 1763, 24 de Agosto.
" SE PROHIBE A LOS PREDICADORES, QUE NO PROMULGUEN INDULGENCIAS
” APÓCRIFAS, PARA QUE LAS GANEN LOS OYENTES.
» Reverendo P. Ministro Provincial de la Santa provincia
"de la Santísima Trinidad de Chile . — El Ilustrísimo y Reveren
” dísimo señor Obispo de Chile, en las Indias Occidentales de las Es
” pañas, ha presentado unas preces, esponiendo al Santísimo Padre
" y señor nuestro Papa Clemente XIII , que cierto religioso de nues
" tra orden de los menores de la Regular Observancia, con ocasion
"de un sermon que predicó en su Iglesia catedral, promulgó una
» Indulgencia de diez y ocho años para que la ganasen todos los
Poyentes, fundado acaso en la asercion de Casa- Rubios (a) y otros
"autores, que publican con demasiada amplitud (Nota 51) estas
» Indulgencias apócrifas, concedidas por oráculo de viva voz, y que
" consta que se han revocado varias veces. Y habiendo sido amones
[ Nota 51 .)–Por mas vueltas que he dado á las palabras nimis lectè que trae la carta, no
he podido conciliarlas con el sentido de la oracion en que se hallan. Lo mismoha sucedido
á otros hombres doctos con quienes he consultado. Por lo cual hemos convenido en que el
adverbio lectè será yerro de imprenta, en lugar de latè; y así, nimis latè: he traducido con de
masiada amplitud. —El Traductor .- { e) Minderer, part. 1. ", núm . 351. - Kerkove sobre los Es
tatutos generales, cap. 7.°, . 5.°, núm. 23. - If ] En el 5.º de las Clementinas, tít. 7. °, ca
pítulo 1.º Religiosi. — [a] En efecto, Casa-Rubios en el lugar arriba citado en la letra c po
ne esta Indulgencia de diez y ocho años, sin quese le opongan los comentadores de su Com
pendio Córdoba y Sorbo. Y aun la misma Indulgencia escribieron tambien Miranda, Diana
y Gobát, á los que sigue Lucio Ferraris ( en el lugar arriba citado en la letra c) . La asercion
pues de estos se reprueba aqui por el Pontífice. Nápoles.
241
" tado el dicho predicador por el mismo Ilustrísimo señor Obispo de
" la nulidad de estas Indulgencias, no quiso retratarse de lo que ha
" bia afirmado; ántes bien otros religiosos, con ocasion de sermones
"que han tenido en las Iglesiasde la órden, no desisten de promulgar
"Las mismas Indulgencias de diez y ocho años. Por comision (6) pues
»del Santísimo Padre y señor nuestro Papa Clemente XIII, mando
"á V. P. Reverenda que amoneste á todos y á cada uno de los reli
"giososde esa provincia, que no se atrevan á promulgar mas las
"tales Indulgencias, que ciertamente son nulas ( c ), y que den al
» Ilustrísimo señor Obispo la debida satisfaccion: de otra suerte, se
”habrá de llegar a la imposicion de las censuras y de otras penas
”al arbitrio de Su Santidad. Estas cosas juzgué hacer saber á V.P.
» Reverenda; entretanto quedo pidiendo a Dios le llene de prospe
” ridad . — De V. P. Reverenda, siervo . - Fr. Juan Alfaro Corona
» da, Procurador general de la Orden. En Roma, en el convento
" de Araceli el dia 24 de Agosto de 1763."
CUESTION XLVIII.
[1] Así consta de una carta que he visto en el archivo del Colegio de San Fernando, ca
jon 6.", legajo 6.°, núm . 10.- [a] Fray Pedro José Parras, Gobierno de los Regulares de
América, tomo 2.º, impreso en Madrid 1783, part. 2." , cap. 8.'—Pedro Fraso del Real Patro
nato de las Indias, tomo 2.º, cap. 77, núm. 11 .-[6] Cárlos de Breno en el Manual de los Mi.
sioneros de Oriente, tomo 2.°, lib. 1.°, cap. 1. °, cuest. 40.- (c) Juan Solórzano, del Gobier
no de las Indias, tomo 2.', lib. 3.°, cap. 18, núm. 26 y 27.
35
266
sin aprobacion y espresa licencia de su Prelado. Así consta de una
Estravagante de Juan XXII (d).
Supongo lo tercero, que los misioneros regulares que se ocu
pan en las misiones ó conversiones, por mucho que disten de sus
conventos se reputa que moran dentro de sus mismos claustros, se
gun lo declaró Clemente VIII por un Breve (e ), que hallarás en
Fraso, en Solórzano y en el Bulario de fray Francisco de Madrid.
Supongo lo cuarto con Domingo Ursaya ( f ), Diego Ramos
y Verriceli, que todos los misioneros regulares, de cualquiera re
ligion que sean, tienen comunicacion de todos los privilegios con
cedidos de cualquier modo á las otras órdenes religiosas en cuan
to a las misiones.
Supongo lo quinto, que las facultades de los dichos misioneros
no se suspenden en el Jubileo del Año Santo. Así lo han declarado
Clemente X, Benedicto XIII ; y últimamente, Benedicto XIV ( g),
cuyas declaraciones hallarás juntas en Minderér en su Tratado
del Jubileo (h).
Supongo lo sesto, que á los misioneros de infieles y hereges,
como que su oficio es verdaderamente apostólico( i), han concedi
do los Papas amplísimos privilegios,ya por el dificil recurso que
suelen tener á la Santa Sede, y ya porque no se vean á cada paso
con las manos atadas en un negocio que tanto importa á la religion,
y que tantas dificultades ofrece. ¿ Quién duda que cuando un Rey
envia un Embajador suyo con el título de plenipotenciario para que
ajuste las paces con una potencia estrangera, y haga con ella tra
tados de alianza y de comercio, no le enviará desde luego con ple
nos é ilimitados poderes, a fin de que concluya cuanto antes los di
chos tratados? Pues del mismo modo el Romano Pontífice, que se
vale de los misioneros para que vayan como legados suyos á tier
ras remotísimas á convertir infielesa la fe católica y reducir here
ges al gremio de la Iglesia Santa, es necesario que los envie con
facultades amplísimas y casi sin limitacion, á fin de que no se re
tarde una obra tan apreciable y tan grata á los ojos de Dios. Así
lo han hecho varios sucesores de San Pedro desde que empezaron
á ocupar á los religiosos, especialmente á los mendicantes, en estas
[d] Empieza: Ad nostrum, y se halla entre las Comunes, tít. de los Regulares.- [e] Co
mienza:Quamquam vos, y lo traen Fraso, cap. 56 del lugar citado, núm. 27: Solórzano, núm . 48 ;
y el Bulario de los Menores Descalzos, tomo5.9, pág. 80 de la edicion de Madrid 1749.
( f Ursaya, tomo 5.°, part.2. a , disc. 14, núm. 15 y 16.—Ramos,Advertencias sobre la Bula
de la Cruzada, núm . 102.---Angelo María Verriceli de las Misiones, cuest. 98 , núm . 100; y
cuest. 132, núm . 2. —Arsdekin , tomo 2.º , part. 2.º, trat. 2. °, cap. 5.', $. 6.° - Pelizario, to
mo 2.º, trat. 8.°, cap . 2.°, núm . 86.- [ g ] Por su Bula Cum nos nuper. - {h ]Minderer desde
la pág. 626 hasta la 629.- [i] Así lo dice Benedicto XIV en la Bula Ecclesiæ , que es la 57
en el tomo 2.º de su Bulario, &. Prætered .
267
empresas tan árduas: los enviaban.con unas facultades amplísimas.
Yo he leido varias Bulas de Inocencio IV ( j), Alejandro IV, Ni
colao III, Clemente V, Juan XXII, Urbano V , Leon X y Adria
no VI, y he visto en todas ellas los grandes privilegios que les con
cedieron. El que quiera verlos lea las Bulas en los autores que cito,
ó un compendio de ellas en la respuesta al primer Obispo de Fili
pinas en el año de 1583, el R. P. M. Agustiniano fray Alonso de la
Veracruz, oráculo de Méjico en su tiempo. Hállase esta respuesta
en las Conquistas de Filipinas por fray Gaspar de San Agustin ( k ),
en la Crónica de San Gregorio de Filipinas por fray Juan de San
Antonio (1), y en las Advertencias á los Confesores por el P. fray
Juan Bautista, impresas en Santiago Tlatilulco (II). Pero ¿qué mu
cho que les concedieran tantos privilegios, si de otra manera su mi
nisterio escabroso hubiera padecido mil atrasos? Los misioneros,
decia Benedicto XIV (m) å los Obispos de Nápoles, necesitan de
unas facultades estraordinarias, y Nos con mucho gusto se las da
rémos del tesoro de la Iglesia, para que concluyan con felicidad una
obra tan escelente. Si eso decia este sabio Pontífice, hablando de
los que hacian mision entre los fieles y vivian en la misma penín
sula de Italia, ¿qué diria de los misioneros de infieles, de los cua
les algunos distan de la capital del orbe cristiano tres mil y cua
tro mil leguas?
Supongo últimamente, que á los indios recien convertidos los
considera el Gobierno en calidad de neófitos todo el tiempo que
permanecen bajo el cuidado y direccion de los misioneros (n), ya
porque estan tiernos y débiles en la fe, como que no reciben por lo
comun el sacramento de la confirmacion, y ya porque en lasnacio
nes que tienen tal vez á la vista suelen faltar muchos gentiles que .
( g) Las traen el Ilustrísimo Reyes, Estatutos para los Misioneros, impresos en Ma,
drid 1781 alföl.109. - Verriceli de las Misiones, tít. 16 ,sec.6 ." — Y Perusino, part. 1. ", pág. 208.
( h] En su Vida, escrita por el P. Palou, pág. 268.-[i] Véase lo que dicen sobre unas y otras
facultades el reverendísimo fray Domingo Losada en el Compendio de los Privilegios de In.
dias, part. 3.a , núm. 179 y 184 ; y Juan Bautista Lezana , tomo 3.º de la Suma en el Comen .
tario sobre el Mare- Magnum de los Predicadores, núm. 35 y 36 .
271
claró el dia 7 de Julio de 1628 (j) que la Omnimoda de Adriano VI
estaba en todo su vigor, y podian usarla los misioneros. Tambien
he leido, que Benedicto XIII confirmó por una Bula (k) de 26 de
Mayo de 1727 (Nota 62) los privilegios de los misioneros de su ór
den dominicana. Y finalmente, he visto que el sabio Pontífice Be
nedicto XIV supone vigentes, asi la Bula de Juan XXII á los me
nores, como la de Adriano VI; pues refiere en su obra de la Beati
ficacion y Canonizacion ( I), que en la causa marroquí del Beato
Juan de Prado, el Papa dió por válido el proceso que habia hecho
un misionero en Marruecos, en virtud de la jurisdiccion cuasi epis
copal que le concedia la dicha Bula de Juan XXII, présentada por
los Postuladores en aquella respetable asamblea, y despues añade
lo siguiente: "Semejante potestad dió tambien el Sumo Pontífice
"Adriano VI á los mendicantes, y especialmente a los menores de
”la regular observancia, es a saber: que en los lugares de las In
" dias en donde no se hayan fundado obispados, ó si se han fundado
" en aquellos lugares donde no puedan hallarse dentro del espacio
" de dos dietas ( II) ni los Obispos ni sus Oficiales, puedan los Pre
” Jados de dichos frayles, ó los otros frayles á quienes esto fuere co
"metido por sus Prelados, ejercer todos los actos episcopales, es
"ceptuando aquellos que requieren órden episcopal, como se lee en
”su Bula, que está impresa en Verriceli & c.” Hasta aqui el lo
señor
Benedicto, sobre lo cual haré la siguiente reflexion. Si, segun que
nos dice Lambertini, la Curia Romana en un asunto tan grave co
mo es la beatificacion de un siervo de Dios, reconoció por válida
la Bula de Juan XXII, porque está dirigida a los franciscanos que
vayan á misionar á cualesquiera partes del mundo; luego las que
tengan el mismo lenguage, y por otra parte no conste de su revoca
cion, las hemos de reconocer por vigentes. Es asi que todas las Bu
las de los Pontífices de los siglos XIII y XIV que yo cito en la pá
gina 276 tienen la espresion sobredicha, menos la de Nicolao III;
luego todas, si esceptuas la de Nicolao, estan en su fuerza y vigor.
Yiqué diré de la Bula de Clemente V (m), que solo se diferencia de
[ Nota 62.1 - Aunque esta Bula fue reducida á los términos del derecho comun por otra
de Clemente XII de 30 de Marzo de 1732, no obsta eso para que los privilegios que tenian
los predicadores antes de la Bula Pretiosus esten en su vigor. Así lo declaró el mismo Cle
mente en otra Bula Cum sicut de 10 deAbrilde 1733, que hallarás en el tomo 6.º del Bula.
rio de Bremond, pág. 733.- Véase el mismo Bremond en el tomo 8.°, trat. de Consensu bulla
rum , tit. 15, cuest. 4.a, f. 4.°, núm . 8 ; y lo que yo dije al fin de la cuest. 11 de este tomo.
[j] El P. domínico fray Juan de la Cruz, misionero de Filipinas, afirma en la obra citada,
trat. 9.º, resol. 12, que la dicha declaracion de Cardenales se guarda auténtica en elarchi.
vo del convento de Santo Domingo de Manila.- [k; Empieza: Pretiosus, f. 24 : es la 177
en el tomo 12 del Bulario de Coquelines.— [?] En el lib. 2.°, cap. 2.°, núm . 4.- [??] Una die.
ta es la jornada de diez leguas.- [m ] La he visto en Francisco Cuaresmio, Elucidacion de la
Tierra Santa, tomo 1.º al principio del lib. 2.
272
la de su inmediato sucesor Juan XXII en la fecha y en el nombre
del Pontífice, y convienen en todas las demas palabras? Diré que
si á esta la tuvieron por vigente cuando en la causa del Beato Juan
de Prado la presentaron sus Postuladores, lo mismo hubiera suce
dido con aquella si entonces la hubieran presentado. De todo lo dicho
infiero, que en las conversiones vivas tienen los misioneros amplísi
mas facultades (n ) para el exacto cumplimiento de su ministerio.
Mas no quiero decir con esto que puedan usar en el dia de to
das aquellas facultades que antes les han concedido. Entre estas
hay algunas que nunca usaron los misioneros en atencion a la dig
nidad episcopal, como el conferir órdenes menores. Fuera de eso,
el privilegio de conferir tales órdenes fue revocado despues por el
Tridentino (ñ), y por tanto seria una temeridad el usarlo. Acerca
de la confirmacion, el único de quien sabemos que la administrase
fue el P. fray Toribio Matolinía (O ),que bautizó,mas de cuatrocien
tos mil indios, y murió el año de 1569. El privilegio de admistrar
el sacramento de la confirmacion, fue concedido a los misioneros
solamente para aquellos territorios en los que no hubiese Obispos;
luego no habiendo en esta América ni en Filipinas (y yo creo que
lo mismo sucede en la otra América ), no obstante lo que dice Mu
riel ( P), no habiendo ningun territorio que deje de estar consigna
do á alguna diócesis, me parece que los misioneros no pueden usar
en ellas del sobredicho privilegio . — Hay tambien otras gracias que
fueron concedidas directamente á los misioneros, y se sabe que es
tan revocadas. Tales son todas aquellas Indulgencias que varios
Pontífices habian concedido á los misioneros hasta el año de 1606 ;
pues en el fueron revocadas todas por Paulo V que les concedió otras
de nuevo , como dije en la cuestion XLIV.- Item : por una gracia
especial habia concedido Clemente XII ( 9) á los misioneros de in
fieles, que cuando no tuviesen con quien confesarse pudiesen ga
nar las Indulgencias aun plenarias con un acto de contricion y el
deseo de confesarse; pues este indulto fue revocado por Clemen
te XIV, como diré en la cuestion quincuagésima tercera . - Y así,
cualquier indulto, cualquier privilegio que nos haya concedido la
Silla Apostólica, y sepámos que está revocado, no usemos de él, ni
[n] Solórzano en el tomo 2.º del Gobierno de las Indias, lib. 3.°, cap. 18.— [ñ] El Tri
dentino en la ses. 23, cap. 10 de la Reforma. -Véanse Montenegro en su Itinerario, lib. 5. °,
trat. 1.º, sec. 10, núm . 25 .-- Dueñas, tomo 1.º, trat. 2. °, sing. 5.", núm. 6 y 7.-Cruz, trat. 9.°,
resol. 11, núm . 2.- [0 ] Fray Juan Torquemada, Monarquía Indiana, lib. 16, cap. 15; y lib. 20,
cap . 25.—[ P] En los Fastos del Nuevo - Mundo, nota 7.a sobre la Bula 599. Ya dije en el 1.º
tomo que esta obra no es de Ciriaco Morel ó Morelli, como aparece en la edicion de Venecia
de 1776, sinó delex -jesuita don Domingo Muriel. Véase Hervás, Vida del Hombre, tomo 4.°,
pag. 74. - 19] Por un Decreto que trae Amórt en su Historia de Indulgencias, pág. 461.
Benedicto XIV en la Bula Inter præteritos, f. 6.0: es la 21 en el tomo 3.º de su Bulario .
273
seamos tercos en defenderlo. Mas cuando sabemos que se nos ha
concedido, y no nos consta de su revocacion, ipor qué no hemos de
procurar sostenerlo ?
Argumento primero contra la conclusion.- Una de las Bu
las con que intentas probar tu conclusion, es la que citas de Leon X
de 25 de Abril de 1521. Pero esta Bula, segun Muriel ( r) y Pig
nateli, no contiene sinó privilegios personales, como que fue diri
gida a dosministros Provincialesdel orden de los menores fray Juan
Clapion, confesor del Emperador Cárlos V, y fray Francisco de
los Angeles ó Quiñones, por el tiempo que viviesen. Sabemos que
el privilegio personal sigue á la persona y se acaba con ella, se
gun la doctrina comun. Luego muertos Clapion y Quiñones espi
raron aquellos privilegios, y por consiguiente no debes estender
los á otros.
Respondo con el Reverendísimo Losada ( ), que cuando la
Bula de Leon X se espidió no contenia sinó privilegios personales
y temporales; pero luego que Adriano VI (1) la confirmó en el año
siguiente y la estendió a todos los frayles que estuviesen en las In
dias, ya aquellos privilegios pasaron á reales y perpetuos en virtud
de la nueva concesion. Pondré aqui las mismas palabras de Adria
no. " Y porque hemos sabido que los Romanos Pontífices nuestros
"predecesores concedieron algunos indultos á los frayles que estan
" en las dichas partes de las Indias, ó procuran ir á ellas; Nos,con
" firmando todas estas cosas, y en cuanto es necesario concediéndo
»las de nuevo, queremos que los dichos Prelados de los frayles, du
" rante el tiempo de sus oficios, y los frayles á quienes ellos lo con
" cedieren, puedan gozar libre y lícitamente de todos los referidos
” indultos, asi general como particularmente concedidos y que en
” adelante se concedieren, teniéndolos todos por suficientemente es
" presos, como si fueren aqui enteramente insertos."--Al que con
atencion reflexione estas palabras, le sucederá lo que al padre
Avendaño, que habiendo escrito primeramente (u ) que los privile
gios concedidos en la Bula de Leon X fueron personales y no per
petuos, considerado despues que las dichas palabras de Adriano
se refieren principalmente á la concesion del mismo Leon, como
que fue su inmediato antecesor, confiesa con ingenuidad ( 0) que se
hizo general y perpetua . Lo mismo dijeron los Ilustrísimos Montene
[r] Muriel en los Fastos del Nuevo-Mundo en la nota 1.a sobre la dicha Bula de Leon X.
Pignateli, tomo 6.°, cons. 16, ad 3M.- [s ] Losada en el Compendio de los Privilegios Regu
lares de Indias, part. 1.a, núm . 10. - Juan Torquemada, tomo 3.º de la Monarquía Indiana,
lib. 15, cap. 4.0—[1 ] Por su Bula citada Exponi nobis.-[u] Diego de Avendaño, tomo 2.0
del Tesoro, tít. 12, núm . 209. [v] Idem , núin . 385 del mismo título; y en las Adiciones al
tomo 2.º, núm . 261 .
36
274
gro ( x ) y Antonio del Espíritu -Santo, y otros varios escritores que
examinaron este punto sin pasion;comoFraso, Dueñas, Pelizario & c.
Antes de pasar á otracosa responderé á una duda de Muriel ( y)
у á una equivocacion de Rainaldo. Duda Muriel si los ilustres per
sonages Clapion y Quiñones pasaron ó no á esta América. El ana
lista Rainaldo,afirma que vinieron y predicaron a los indios, y que
Quiñones volvió de la mision americana á la Europa. En todo lo
cual se equivoca; pues nunca pudieron venir á la América estos
franciscanos, por mas que lo desearon . Porque Clapion murió en Va
lladolid de España en el año de 1522. Quiñones fue electo en 1521
Comisario general de familia, en 1523 General de toda la Orden ,
y en 1528 Cardenal con el título de Santa Cruz; y aunque renun
ció el generalato para venir á las Indias, no se le admitió la renun
cia. Pero sin embargo de que nunca pudo venir, toda la Nueva
España le debe estar agradecida; puesél mismo, siendoGeneral
de la Orden , escogió y envió acá alV. P. fray Martinde Valencia
у á sus doce compañeros, primeros Apostoles de esta América ( Z ).
Argumento segundo contra la Omnimoda de Adriano.si
hemos de creer á Pignateli (a ),las facultades concedidas por dicho
Papa fueron personales. Mas suponiendo que hayan sido reales y
perpetuas, la Bula de Adriano, segun dice Muriel, aunque no está
enteramente revocada dentro de los límites de los obispados; sin
embargo, está derogada en cuanto á varios puntos, como consta de
una Real Cédula de 4 de Setiembre de 1701, de una Bula de Be
nedicto XIV (6) de 8 de Noviembre de 1751, y de la decision de la
famosa lítis de la Puebla de los Angeles.
Respondo á lo primero, que si Pignateli hubiera leido la Bula
de Adriano no habria proferido tal dislate. Solo con leer lo que yo
digo en la solucion al primer argumento, se satisfará cualquiera de
que las facultades de la dicha Bula fueron reales y perpetuas.- En
cuanto á lo segundo, respondo que ni la Cédula de Felipe V, ni la
Bula de Benedicto XIV que cita Muriel se oponen á mi conclu
sion; pues no tratan de las misiones vivas, sinó de las parroquias y
doctrinas de los Regulares. Ya dije, y el mismo Muriel ( c) lo con
fiesa, que aunque algunos confunden estos nombres doctrinas y mi
[x] Montenegro en su Itenerario, lib. 5.°, trat. 1.º, sec . 10.— Espíritu Santo en el Direc
torio de los Regulares, trat. 2. °, disp. 4. "—Fraso del Patronato, tomo 2.º, cap. 52 y 53.
Dueñas, tomo 1.º, trat. 2.°, sing. 5 ,a- Pelizario,tomo 2.º, trat. 8.°, cap.4.',núm . 88. - Cruz,
pág. 360 & c.— (Y) Muriel en la nota 1.a sobre la Bula de Leon X.-Odorico Rainaldo en el
tomo 12 de sus Anales al año 1521 , núm . 127.-[ 2] Véanse Vadingo en sus Anales, y 'Tor.
qucmada en la Monarquía Indiana .- {a] Pignateli en el lugar citado de la cons. 16. - Muriel
en la nota 8." sobre la Bula 37. - 10] Einpicza: Cum nuper, y es la 51 en el 3. ° tomo de su
Bulario.- [c] En la nota 1. * sobre la Bula 522.
275
siones, hay mucha diferencia de unas á otras. En esta suposicion ,
existiendo en las misiones ó conversiones vivas las mismas causas
que habia cuando se descubrieron las Américas, como dije antes,
no es mucho que subsistan en ellas las facultades de la Bula de
Adriano. Pero como estas causas han cesado ya en los curatos y
doctrinas, por eso en ellas se acabaron las dichas facultades.
En el año de 1564 se publicó en España el Sagrado Concilio
Tridentino, y como en virtud de susdisposiciones ( d) los Regula
res que ejercian el oficio de curas en las doctrinas de las Indias de
biansujetarse á la jurisdiccion y visita de los Obispos, mandó S.M.
Católica que en todos sus dominios se pusiese en práctica. Efecti
vamente, se practicó desde luego en el vastísimo reino del Perú,
segun dice Parras ( e). Mas no sucedió lo mismo en esta América
septentrional, en donde los religiosos doctrineros, escudados con
un Breve de San Pio V (f), otro de Gregorio XIV ( 8), y algunas
Cédulas Reales, tardaron acaso mas de lo que debian en sujetar
se á los Obispos diocesanos. El Gobiernode España, en unas par
tes contemporizaba con los Obispos, mandando observar las deter
minaciones del Tridentino; y en otras condescendia con los Regu
lares, permitiendo la puntual observancia del Breve de San Pio V ,
conforme a las circunstancias que ocurrian. Así iba entreteniendo
el tiempo, esperando á que se sazonase la mies en todas partes, y
se diesen providencias generalesque comprendiesen á todos. Llegó
el año de 1648 en que fue la decision final de la ruidosa causa de
la Pueblaentre el Ilustrísimo Palafox y los padres Jesuitas; pues
en ella declaró una Congregacion de Cardenales, que el dicho Bre
ve de San Pio V no tiene fuerza sinó en los lugares donde faltan
párrocos; la cual declaracion confirmó Inocencio X (h) en el mismo
año. Desde entonces procuró el Gobierno ir apartando de las doc
trinas á los religiosos, y poner en ellas clérigos seculares; pero sin
embargo, no pudo lograrlo enteramente hasta el año de 1751, en el
que á instancias de Fernando VI el Sumo Pontífice Benedicto XIV
proveyó de remedio sobre esto en todas las Indias occidentales por
medio de la sobredicha Bula, en laque deroga los citados Breves
de San Pio V y Gregorio XIV , y declara espresamente que ellos
[d] Ses. 25, cap. 11 de los Regulares.— [e; Tomo 2.º, part. 3.* en los cap. 1.°, 2. y 3.0
( F ] Comienza: Exponi nobis, 24 de Marzo de 1567. Es la Bula 34 en el tomo 2. del Bula
rio romano; y se halla tambien enParras, cap. 2.° citado; y en Montalvo, tomo 2.º de laGlo
sa, cap . 19, art.5.°, núm. 3 .- [ g } Empieza: Quantum animarum , 16 de Setiembre de 1591.
Es la Bula 3.a en el tomo 5.º del Bulario de Bremond; y se halla en Ayeta, Defensa de la
Verdad; y'en Cruz, trat. 9.º, resol. 1.4- [h] Por la Bula Cum sicut accepimus, que es la 32 en
el tomo5.º del Bulario romano. Tambien puedes verla en la Defensa delseñorPalafox, to
mo 12 de sus obras.
276
no tienen lugar sinó en donde hay falta de presbíteros seculares.
De todo lo dicho se infiere: lo primero, que no habiendo párro
cos ni parroquias en las misiones de infieles, alli es cabalmente don
de tiene su fuerza y vigor (i) el Breve de San Pio V. Lo segundo,
que si les aprovecha este Breve, que fue dirigido al Rey Católico
para utilidad de todos los Regulares de las Indias, mucho mas les
aprovecharán las Bulas de Adriano VI y de otros Pontífices, que
se concedieron directamente á los misioneros de infieles; cuando
por una parte no consta de su revocacion, y por otra es evidente
que muchas de sus facultades se han vuelto á conceder despues del
Concilio de Trento, como confiesa Pignateli ( j).
Por último, dice Muriel que la Bula de Adriano está vigente
fuera de los límites de los obispados, en lo cual convengo con él;
pero me parece que en los dominios que son ó han sido del Rey Ca
tólico en esta América, no hay lugar alguno de cristianos que no
esté dentro de los límites de alguna diócesis. Es cierto que por huir
de un estremo, venimos á dar en otro; pues son los obispados dila
tadísimos. Conforme á una ley de Indias (k), " los límites que se se
»ñalan á cada uno de los obispados, son quince leguas de término
"en contorno por todas partes.” Mas yo pienso que esta ley se ha
brá practicado pocas veces. Hablando Muriel(1) de la América
meridional, escribe que el obispado del Tucumán tiene cuatrocien
tas leguas. Aun es mucho mayor en esta el obispado de Sonora,
puesquecomprende
las
las dilatadas provincias de Sonora y Sinaloa, en
llegará el número de almas á ciento cincuenta mil: la pro
vincia de la Pimería, que se estiende mas de cien leguas; y última
mente la península de la California, cuya longitud pasa de quinien
tas leguas, por lo cual el Gobierno la ha dividido en dos provincias.
En tan asombrosa estension, todos los clérigos seculares que habia
en el obispado el año de 1817 eran cincuenta y ocho. Varias par
tes de este obispado estan rodeadas de gentilidad; como la Pime
ría, la Antigua y la Nueva - California, y en estas provincias hay
misiones de infieles.
En estas misiones, pues, aunque consignadas al obispado de So
nora , y en otras semejantes, me parece que pueden valerse los mi
sioneros del Breve de San Pio V, de la Omnimoda de Adriano VI,
y de todas cuantas facultades les hayan concedido otros Papas y
no esten revocadas. En este concepto estoy por todo lo que llevo di
[i] Véanse Parras en el cap. 3.º citado, núm . 755; y el Carilenal Petra, tomo 4.º en el
núm. 27 sobre la Bula 2.- de Gregorio XI.- [ j] Pignateli, tomo 6. °, cons. 16.– Verriceli de
las Misiones trae una Bula de Clemente VIII á los misioneros carmelitas, en la pág. 223.
[k] Ley 3. ", tit. 7.º, lib. 1.º de la Recopilacion .-[?] En la nota 7.1 sobre la Bula 599.
277
cho: en él estan todos aquellos misioneros: en el mismo estuvo el
Ilustrísimo Obispo de Sonora Rousét; y no se que algun Obispo de
aquella diócesis haya pensado de otro modo. Ni obsta que el terri
torio de aquellas misiones esté consignado al obispado de Sonora;
pues, como llevo dicho, el Gobierno considera á los indios recien
convertidos en calidad de neófitos todo el tiempo que permanecen
bajo el cuidado y direccion de los misioneros; y el Obispo no se me
te jamas en cosa alguna de su gobierno, hasta que hallando en sa
zon las misiones se entrega de ellas dejándolas los misioneros, y
señalando límites a las parroquias; de acuerdo con el Gobierno des
tina desde entonces presbíteros seculares, para que como párrocos
vayan á cuidar de aquellas almas.
CUESTION LI.
PRIMER DECRETO ( c ).
Facultad de dar la bendicion con Indulgencia plenaria á los
cristianos que estan entre los infieles y hereges, cuando se
hallan en el artículo de la muerte.
" Para que á los fieles de Cristo, que viven entre los infieles y
"hereges en cualquiera parte del mundo, y se hallan en el último
" peligro de la vida, no falten aquellos auxilios espituales que la Ca
» iólica y Piadosa Madre Iglesia suele repartir misericordiosamen
» te á sus hijos que salen de este mundo, el Santísimo señor nues
” tro Clemente (por la Divina Providencia Papa XIV), por el gran.
"de amor con que maternalmente los abraza, concede con mucho
" amor á todos los Patriarcas... Prefectos ó Superiores de las mi
”siones que existen, ó en cualquier tiempo han de existir entre los
" infieles y hereges, la facultad de dar á los moribundos la bendicion
"con Indulgencia plenaria; y asimismo la de poderla comunicar á
"los misioneros sujetos á su jurisdiccion en el distrito de sus mi
” siones , con tal que observen para dar la dicha bendicion la fór
"mula de Benedicto XIV (d).
"Mas por cuanto fácilmente sucederá que algunos de los di
» chos cristianos que estan entre los infieles y hereges mueran sin
»recibir los sacramentos, y tal vez sin asistencia de un sacerdote;
" por tanto Su Santifiad, de la copiosa fuente de la benignidad apos
»iólica, les concede tambien Indulgencia plenaria, con tal que in
[ c) Se halla en la dicha edicion desde la pág. 168 .- [d] Puedes ver esta fórmula en las
miomas Bulas desde la pág. 171 .
287
" voquen contritos el Santísimo Nombre de Jesus, á lo menos con
" el corazon, reciban la muerte de mano del Señor con humildad y
» resignacion cristiana, y encomienden el alma en las manos de su
» Criador. Y para que esta última parte del Decreto llegue á noti
»cia de todos los fieles, cuidarán los Prefectos de publicarla repe
» tidas veces en el distrito de las misiones. Dado en Roma en la
» Casa de la S. Congregacion de propaganda fide el dia 5 de Abril
" de 1772. — Estéban Borja, Secretario."
Estendió tambien á nuestros misioneros del Occidente la de
claracion hecha en otro tiempo para los Orientales en cuanto a la
consecucion de las Indulgencias, repartiéndoles otras nuevas, co
mo se ve en los dos Decretos siguientes:
» Como sucede muchas veces que los padres del órden de los
"menores de San Francisco de la observancia que trabajan en las
" sagradas misiones en las Indias Occidentales, y los fieles que vi
» ven dentro de los límites de la prefectura de las misiones de dichos
" padres carezcan de confesor, de donde se sigue que no pueden ga
”nar algunas Indulgencias que estan fijasá ciertos y determinados
» dias; nuestroSantísimo señor Clemente XIV, por relacion del in
» frascrito R. P. don Estéban Borja, Secretario dela S. Congrega
"cion de propaganda fide, estendióá los dichos padres y fieles que
"carecen de confesor, las otras Indulgencias concedidas por Su
”Santidad en 24 de Mayo de 1772 á favor de los Obispos, Vicarios
» Apostólicos, misioneros y fieles cristianos del imperio de laChi
”na y de los reinos de Tunquín, Sián, Cochinchina, Ciampa y Cam
"boya, como aparece del Decreto del tenor siguiente. Dado en
"Romaen la Casa de la dicha S. Congregacion el dia 23 de Mayo
"de 1773. - Estéban Borja, Secretario.”
Para aclarar el Decreto que antecede, y saber las Indulgen
cias que se conceden en él, es preciso escribir el siguiente:
[e] Le hallarás en la dicha edicion desde la pág. 181.
288
TERCER DECRETO .
A los indios y á los otros cristianos que viven entre los infieles
y hereges, ¿han concedido los Papas algunas Indulgencias?
Respondo lo primero: que a todos los fieles de uno y otro sexo
existentes en el imperio de China y demas reinos del Oriente nom
brados en la cuestion pasada, como tambien á los indios y á todos
prefec
los demas cristianos que viven dentro de los límites deSanlasFrancis
turas de las misiones de los menores observantes de
co, les concedió Clemente XIV dos Indulgencias plenarias cada
año, que son perpetuas y aplicables por las ánimas del purgatorio.
[i] Mira lo que apunta Nápoles en el tomo 4.º, pág. 340 antes de la letra d.
38
290
Para ganarlas han de confesar sus pecados en los dos dias del
año que escojan, han de comulgar y hande pedir á Dios fervorosa
mente por la propagacion de la santa fe católica. Todo consta de los
dos Decretos sobredichos, que se hallan en la cuestion antecedente.
Respondo lo segundo: que a todos los fieles cristianos que vi
ven entre los infieles y hereges, y se hallan en el artículo de la muer
te, les pueden aplicar sus Superiores la bendicion con Indulgencia
plenaria, segunla fórmula de Benedicto XIV.-Mas si los dichos
cristianos se hallaren á la hora de la muerte sin confesor, el Sumo
Pontifice Clemente XIV, por la ardiente caridad con que abraza
á los tales enfermos, les concede la Indulgencia plenaria de la co
piosa fuente de la benignidad apostólica, con tal que hagan unac
to fervoroso de contricion con deseos de confesarse, invoquen el San
tísimo Nombre de Jesus á lo menos con el corazon , y reciban la
muerte con resignacion cristiana, encomendando su alma en las
manos de su Criador. Consta lo dicho del Decreto de la S. Congre
gacion de propaganda, aprobado por el mismo Papa en 5 de Abril
de 1772, y puesto en la cuestion anterior.
Con este motivo suplico segunda vez á los Ilustrísimos seño
res Obispos, á los Vicarios apostólicos y á los Prefectos de las mi
siones, que al ver la caridad tan ardiente que el Padre comun de
todos los fieles manifiesta en la dicha concesion, le imiten en ser
francos y liberales, dando a los confesores celosos la facultad de
aplicar á los moribundos la bendicion con la Indulgencia plenaria;
pues mueren muchos cristianos sin este socorro espiritual, que fá
cilmente pudiera dárseles.
Respondo lo tercero: que a todos los cristianos que viven en
tre los infieles y hereges concedió el mismo Clemente XIV, el dia 5
de Abril de 1772 ( a ), siete años y siete cuarentenas de Indulgen
cia por cada vez que recen contritos los actos de fe, esperanza y
caridad que se hallan en este mismo tomo al fin de la cuestion vi
gésima quinta. Estas Indulgencias son perpetuas y aplicables por
las ánimas del purgatorio. Ademas de estasIndulgenciaspueden
ganar los dichos cristianos las que concedió Benedicto XIV al co
mun de los fieles, segun dije al fin de la misma cuestion XXV.
( a) Por un Decreto de la S. Congregacion de propaganda, que hallarás en la dicha edi
cion de las Inocencianas desde la pág. 176.
291
CUESTION LV.
» fe, que segun el juicio del confesor pareciere que por entonces se
"hayan de abstener de la comunion,les concede que aunque no co
"mulguen puedan ganar cualesquiera Indulgencias aun plenarias,
»con tal que verdaderamente penitentes y confesados cumplan to
» do lo demas que en las Letras de la Indulgencia se manda. Dado
" en Roma.... ” Este Breve, segun Avendaño y Domingo Muriel ( f ),
fue confirmado por Urbano VIII el dia 13 de Marzo de 1634.
De lo dicho hasta aqui infieren algunos ( g) que todos los in
dios pneden ganar las Indulgencias y jubileos sin que comulguen,
y tal vez sin que se confiesen. Esto es lo que generalmente se cree
con perjuicio de los pobres indios. Mas si atendemos a la letra de
los Breves, acaso pensarémos de otro modo .
El Breve de Paulo V, confirmado por Urbano VIII, no habla de
todos los indios en general, como reflexionan Muriel y Avendaño,
sinó de todos y cualesquiera fieles de las Indias Occidentales nue
vamente convertidos á la fe. A estos fieles; esto es, á los indios, á
los negros y á otros cualesquiera cristianos que se hallen en las In
dias Occidentales y esten recien convertidos á la fe, les concede
Paulo V las Indulgencias, con tal que juzgue el sacerdote con quien
se confiesen, que se abstengan por entonces de la comunion. Y pre
gunto yo: si el confesor manda á algunos de estos que comulguen,
iganarán las Indulgencias sin comulgar? Claro está que no ; pues
faltarían entonces á lo que determina el Papa en el citado Breve.
Es, pues, evidente; lo primero: que Paulo V desea que comulguen
los indios recien convertidos á la fe, para que ganen las Indulgen
cias y jubileos, como los demas fieles las ganan; mas por no oponerse
á la costumbre en que los indios estaban de comulgar raras veces,
porque los que tenian cargo de sus almas juzgaban que así les conve
nia ,condesciende con que ganen las Indulgencias sin comulgar , con
tal que cumplan todas las demas diligencias; y lo segundo: que este
Breve de Paulo V no favorece á los indios de Méjico, de Lima, de
Guatemala , de Panamá; pues no estan recien convertidos á la fe.
Pues veámos si les favorece el Breve de Pio IV. Parece que
sí; pues es perpetuo ( h), y está concedido a todos los indios de uno
y otro sexo de las Indias Occidentales. Luego está concedido tam
bien á los de Méjico y Lima, pues estas dos capitales se compren
den bajo de las dichas Indias. De aqui se infiere que, segun el re
ferido Breve, si un indio carbonero de Méjico practica todas las di
[5 ] endaño en el tomo 2.º de su Tesoro, tít. 12, núm . 225. - Muriel en la Bula 286.
( g ? Véase la ley 23, tít.1. °, lib. 1.º de la Recopilacion de Indias.--Vallarna en el lugar citado.
Solórzano en su Política Indiana , tomo 1.º, lib. 2. °, cap . 29, núm. 6. - Murillo en el núm . 386
del Quinto de las Decretales.-[h] Así lo dicen Rodriguez y Solórzano en los lugares citados.
293
ligencias para ganar un jubileo, y no puede confesarse porque no
encuentra con quien, lo ganará sin embargo de que no se confiese
ni comulgue, con tal que tenga contricion y propósito de confesar
se luego que tenga oportunidad, ó por lo menos dentro de un mes.
Pero iqué dificil es que un indio rudo, como son los carbone
ros de Méjico, si está en pecado mortal haga un acto de perfecta
contricion por sí solo, sin que el confesor le instruya y le ayude!
¿ No será mucho mas fácil que este pobre é infeliz indio consiga el
perdon de los pecados por el sacramento de la penitencia, en el que
el confesor le instruirá , le pondrá á la vista la gravedad de sus pe
cados, y procurará moverle á que tenga dolor de todos ellos, y á
que ame sobre todas las cosas á aquelSeñor que le crió, le redimió
y quiso quedarse sacramentado por el amor de los hombres ?
Desengañémonos, no todo lo que es lícito es conveniente. Aun
cuando los indios pudieran ganar las Indulgencias sin comulgar y
sin confesarse, no es conveniente que dejen de recibir estos sacra
mentos, cuando por una parte muchos de ellos lo desean con ansia,
y por otra los reciben todos los demas cristianos. Ya es tiempo que
procurémos los sacerdotes acabar de quitar de entre nosotros aque
lla costumbre antigua y casi universal que hubo en las dos Amé
ricas en los siglos pasados, de privar de la sagrada comunion á los
pobres indios con tanto perjuicio de sus almas. Con razon se que
jaban de esa costumbre á fines del siglo décimo sesto el P. jesuita
José Acosta (i) en el reino del Perú, y el P. franciscano fray Juan
Bautista en el de Méjico. Si un confesor ó un párroco tienen algu
na duda sobre comulgar á los indios, lean á cualquiera de los dos
autores en los lugares que cito, y me parece que depondrán todos
sus temores. Y á la verdad, ¿qué motivos puede haber para no dar
la comunion á los indios, habiendo mas de tres siglos que recibie
ron la fe ? ¿ Los pecados que tienen ? Nosotros tambien los tenemos,
у los cometemos con mas malicia que ellos, y con todo eso nos con
fesamos y comulgamos para ganar las Indulgencias y jubileos.¿Les
falta acaso la devocion al Santísimo Sacramento? No me parece
que les falta, supuesto que ya la tenian en el siglo décimo sesto,
cuando estaban recien convertidos; pues, segun fray Manuel Ro
driguez ( j), cran tantos los indios que acudian entonces á confesar
se y á comulgar, que los ministros (como eran pocos) no podian
dar á basto para administrarles los sacramentos ; y esa fue la causa,
dice el citado Padre, porque Felipe II impetró del Sumo Pontífi
( ij Acosta: De Procurar la Salvacion de los Indios, lib. 6. °, cap. 9.0 y 10.- Juan Bautista
en las Advertencias á los Confesores,part. 1.- desde la pág .56 hasta la 74. - José de la Cruz
sobre el Bautismo, trat. 9.°, res. 8.º desde el núm . 12.-1)) Rodriguez en el art. 6.° citado.
294
ee Pio IV el Breve sobredicho a favor de ellos. Pues ¿qué es lo que
les faltaba para poder comulgar? Acaso me responderán que a los
indios les falta instruccion. No lo niego respecto de algunos; mas
esto podemos remediarlo fácilmente, uniéndonos los predicadores,
los confesores, los párrocos, y dando a los pobres indios toda la en
señanza que necesitan. ¿No hacemos esto mismo con todos los otros
fieles quedesean comulgar, y nopueden hacerlo porsu ignorancia?
Pues hagamos lo mismo con los infelices indios, y démosles el con
suelo de que se confiesen y comulguen cuando lo requieran las In
dulgencias y jubileos. Si los indios lo hacen así; esto es, si se con
fiesan y comulgan para ganar las Indulgencias, habrá mas certe
za de que las ganen. Digo que habrá mas certeza; porque sinó co
mulgan ó no se confiesan, soy de parecer que no las ganan, por lo
que voy á decir.
Respondo lo tercero: que los referidos Breves de Pio IV y Pau
lo y fueron revocados por el Papa Clemente XIV el dia 17 de Ma
yo de 1772. Por lo menos, no tengo duda que el citado Breve de
Pio IV, en el que concede á los indios que puedan ganar las Indul
gencias sin confesarse, está revocado por Clemente XIV ; pues que
riendo esteSoberanoPontífice quese conformen todos los cristia
nos con el Decreto de Clemente XIII, de 9 deDiciembre de 1763 (k ),
declaró que ya quedaban derogados, asi el indulto que tenian los mi
sioneros de infieles de ganar las Indulgencias con solo un acto de
contricion , sin confesarse por no tener confesor , como otros cual
esquiera indultos particulares semejantes á él. Así consta del De
creto de la Sagrada Congregacion de Indulgencias de 24 de Mayo
de 1772, aprobado por el dicho Clemente XIV ( I), que puedes ver
en la cuestion quincuagésima tercera de este mismo tomo.
§. De las estaciones de Roma y de sus Indulgencias.
Aunque la palabra latina Statio se toma algunas veces entre
escritores eclesiásticos por el ayuno, segun dicen Baronio en sus
Anales, y Ducange en su Glosario; otras veces se toma por las jun
tas que hacian los primeros fieles en alguna Basílica o Iglesia, en
donde se detenian á orar, asistir al sacrificio de la misa y recibir
el Cuerpo de Jesucristo. En esta significacion se ha de tomar, dice
Jacobo Pamelio, comentador de Tertuliano y San Cipriano Már
tir, cuando hablan estos escritores de la Estacion (a) en los luga
res que cito. La palabra Estacion, traida desde la antigüedad, no es
[k] El Decreto de Clemente XIII se halla en el tomo 1.º, cuest. 38 , pág. 137 .- [?] Em
piezael Decreto: Como sea necesario, y le hallarás en este tomo.-- [a; Tertuliano en ellib. 2.
ad uxorem , cap . 4.°-San Cipriano en la epíst. 41.- Pamelio sobre los dos.
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desconocida de Roma, dice Pamelio, en este mismo significado, ha
biendo llegado á nosotros lo que antiguamente se observaba. Oiga
mos sobreesto mismo lo queescribió el IlustrísimoObispo de Cuba
don Gabriel Diaz Vara Calderon (b ), despuesde haber vivido seis
años en la ciudad de Roma, y adquirido individuales noticias de sus
grandezas y tesoros. " Los primeros fieles, dice, que se hallaron en
" Roma en tiempo de las persecuciones de la Iglesia solian juntarse
" en los Sacros Cementerios, y con la oracion y santas pláticas que
" tenian se animaban contra las borrascas de la furia infernal del
" gentilismo, y á esta junta llamaban Estacion , palabra usada del
" latin, que significa cualquier brede detencionque se haga en al
" gun lugar. Estas santasEstaciones se continuaron despues, no ya
" en los Cementerios, sinó en diversas Iglesias de Roma, asistiendo
» á ellas los Sumos Pontífices con el clero y pueblo, yendo en pro
"cesion con el estandarte sacro de la cruz delante. En llegando á
" la Iglesia de la Estacion, les hacia el Papa una breve plática co
”mo las que se hallan de los Sermones de San Leon y Homilías de
»San Gregorio. Coronaban esta santa devocion ayunando todo el
" dia , entreteniéndose en la Iglesia de la Estacion en oraciones y
” santos ejercicios, separados los hombres de las mugeres, como
"consta de muchas piedras que hay en Iglesias antiguas. No esta
» ba entonces determinada la Estacion fija á alguna Iglesia, deján
”dose solo á la devocion del pueblo, hasta que San GregorioMag
" no determinó los dias y las Iglesias en que se hubiesen de celebrar
" las Estaciones." La costumbre, pues, de visitar las Estaciones en
Roma es antiquísima, trae su origen desde los tiempos de los Após
toles, dice Sixto V (c).
Arguyen algunos críticos de este modo. Juan Diácono, que es
cribió la Vida de San Gregorio á mediados del siglo nono,dice en
el libro segundo, capítulo XVIII hablando del Santo: "Ordenó so
" lícito las Estaciones por las Iglesias y sepulcros de los mártires,
" segun que hasta ahora el pueblo romano corre por ellas á porfia
» como cuando vivia el Santo.” Lo mismo dice Ruperto ( d ), que es
cribió en el siglo duodécimo. Luego si San Gregorio Magno orde
nó ó estableció las Estaciones de Roma, la costumbre de visitarlas
no puede ser desde el tiempo de los primeros Papas, sinó desde fi
nes del siglo sesto ó principios del séptimo. Así arguyen el Bolan
dista Papebroquio ( e), Fleury y otros.
[b] Calderon, Grandezas y Maravillas de Roma, part. 3.*, cap. 2.° - [c] En la Bula Egre.
gia, que trae Minderér en la pág. 266.- Esla 23 en el tomo 2.° del Bulario romano.- [d ] Ru
perto en el tomo 2.º, lib. 3.° de los Divinos Oficios, cap. 4.0; yen el lib . 2.° sobre la Regla de
San Benito, cap. 14 .- (e) Papebroquio in Propylæo ad acta SS.m Maji, disert. 17, núm . 12 de
la edicion de Amberes 1885. - Fleury, lib. 36, §. 16.- Vanespen.
A
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Respondo que San Gregorio no fue en rigor el autor de las Es
taciones de Roma, como le llama Papebroquio, sinó que las reno
vó, las puso en órden, puesto que las visitaban los fieles desde los
primeros Papas. San Gregorio, dice Panvinio ( f ), indagador dies
trísimo de las antigüedades, redujo á cierto órden las Estaciones
de Roma, habiendo sido instituidas antes de él. Yo no niego que
San Gregorio fue autor de algunas Estaciones; pero á otras que ya
existian, dice Gavanto ( 8 ), las renovó, las redujo á mejor órden que
el que tenia
n. Si Papebroquio y Fleury quieren llamar á San Gre
gorio autor de las Estaciones de Roma, porque las renovó y las
colocó en mejor disposicion que la que tenian antes (en el cual sen
tido puede tomarse sin violencia lo que dicen Juan Diácono y el
Abad Ruperto ), llámenle muy en hora buena;pero ¿cómo se podrá
negar que la costumbre de visitar las Estaciones es mucho mas an
tiguaque San Gregorio Magno, cuando hacen espresa mencion de
ellas Tertuliano ySan Cipriano Mártir, que vivieron mas de tres
siglos antes que él ?
Acerca de las Indulgencias estacionales ó de las Estaciones
de Roma son muchas las opiniones que ha habido hasta ahora . An
tes de referirlas, oigamos lo que nos dicen el famoso domínico Pa
serino, y el agustiniano Cavalieri. Pedro María Paserino (h), cuya
autoridad es de tanto peso, decia Lambertini (i), por haber sido tan
práctico en las opiniones de las Congregaciones de Roma en don
de escribió, y haber ejercitado alli mismo con grandes elogios el
cargo de Procurador general de su órden por muchosaños; despues
de haber hecho en aquella Corte lasmas esquisitas diligencias para
averiguar cuantas y cuales son las Indulgencias de las Estaciones;
despues de haber consultado sobre ello á los hombres mas sabios de
Roma, confiesa con ingenuidad que no pudo hallar otra cosa que
la incertidumbre. Juan Miguel Cavalieri en una obra que escribió
en toscano, intitulada: La Sacra Cintura, impresa en Milan 1737,
dice así ( j): " Cuales y cuantas sean las Indulgencias de las Esta
” ciones de Roma, no se puede saber con certeza; pues ni concuer
”dan entre sí los Doctores en referirlas, ni la S. Congregacion ha
"determinado alguna cosa sobre este punto; estando acaso esto en
" semejante estado, ó por la injuria de los tiempos, ó por el descuido
de los hombres, ó por la voracidad de los incendios que hayan des
” truido tal vez los mismos originales auténticos."
[f] Onofre Panvinio en el lib. de las Estaciones de Roma.- [ g ] Gavanto sobre las Rú.
bricas del Misal, part. 4. ", tít. 12, núm . 27.—Merati, núm . 34.- (h ) En la obra deIndulgen.
cias, cuest. 98,núm . 770.- [i] En sus Pastorales 48 y 81.- [1] En el núm. 487 del diálogo
sobre la Sagrada Correa, el cual diálogo es la segunda parte de dicha obra.
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Esto supuesto, hablaré en compendio de la variedad de opi
niones que ha habido acerca de dichas Indulgencias. El Angélico
Doctor Santo Tomas, escribiendo sobre el cuarto de las Sentencias
de Pedro Lombardo (k), dijo (fundado sin duda en la tradicion ) que
San Gregorio Magno concedió siete años de Indulgencia á las Es
taciones de Roma. Esta opinion de Santo Tomas ( que siguen Be
larmino (I) y Bonifacio VIII entre los antiguos ; y Teodoro ( II) y
Minderér entre los modernos) la impugnan Papebroquio ( m ) y los
dos Págis, fundados principalmente en el silencio que guardó sobre
esto Anastasio Bibliotecario.
En el año de 1728 se imprimió en Roma, dice Cavalieri, un
libro sobre la Sagrada Correa , que señala Indulgencia plenaria
para varios dias del año, y muchos miles de años para cada dia de
las Estaciones. A este siguieron el mismo Cavalieri en la obra ci
tada, y fray Domingo Tagliaferri, Regente deestudios de San Agus
tin de Sena, en otra obra sobre la misma Corrca, que imprimió en
Foliño 1715. He visto las dos obras.
En el de 1665, dice Minderér, compuso el P. franciscano fray
Angel Lantusca un libro sobre la regla de los terceros de nuestro
P. San Francisco, y le imprimió en Roma con aprobacion del Re
verendísimo fray Jacinto Libelo, del órden de Predicadores, y Maes
tro del Sacro Palacio. Puso en él un índice de las Indulgencias es
tacionales de Roma, y señala tambien muchos miles de años para
cada dia de Estacion, y una plenaria para los mas de los dias. Se
reimprimió despues en Milan, en Viena de Austria y en Frisíngen .
Lúcio Ferraris, Holzman y Kacembergér lo imprimieron en sus
obras; mas aunque todos lo sacaron de Lantusca, hay bastante dife
rencia entre unos y otros, lo cual consiste por lo comun en el des
cuido de los impresores y de los correctoresde los libros.
Francisco Suarez (n ) y Alfonso Casa-Rubios opinan que las
Indulgencias de las Estaciones no son plenarias.- Teodoro del
Espíritu-Santo (ñ), Eusebio Amórt y Sebaldo Minderér, afirman
que no consta que sea plenaria alguna de dichas Indulgencias, y tie
[k] Santo Tomas en la dist. 20, cuest. 1.9, art. 3.", cuestioncilla 3.a_Paserino, cuest. 98
de las Indulgencias.— [?] Belarmino de las Indulgencias, lib. 1.°, cap. 3.- Bonifacio en la
BulaSublimi, que trae Amórt en la Historiade Indulgencias, pág. 161;y Minderér, pág. 265.
Il] Teodoro, part. 2.^, cap. 1.",art. 2.°, §. 2.°-Minderér, part. 2.a, núm . 207.- (m . Pape
broquio en la disert., núm. 17, part. 1.1_Antonio Pagi sobre elBaronio al año 847. – Francis
co Pagi en el Breviario de los Papas, tomo 1.º, Vida de San Silvestre, núm. 3; y tomo 2.º, Vi
da de Sergio II, desde el núm . 11.- [12] Suarez en el tomo 19 de la citada edicion de 1740.
Casa -Rubios de los Privilegios de los Menores, pal. Indulgencias.— [n ] Teodoro, part. 2.",
cap. 1. °, art. 2.°-Amórt, tomo 3. de la Teología Ecléctica, cuest. II de las Indulgencias.
Minderér, part. 2. ", núm . 212.
39
298
nen por improbables los muchos miles de años de Indulgencias es
tacionales que se hallan en tantos libros.
Mas no se puedenegar que algunos Papas creian que algunas
Indulgencias de las Estaciones eran plenarias, y otras parciales,
aunque ningunasespecificaron. Prueba de esto es que Sixto IV (0)
en 1477 concedió á los cofrades del hospital del Espíritu -Santo,
"que todos los que impedidos por legítima causa no pudieran visi
" iar las Estaciones de Roma ó asistir a las bendiciones papales, en
»dando al referido hospital aquella limosna que darían por su pro
" pia piedad en las dichas Estaciones si personalmente las visitaran,
" consiguiesen todas las Indulgencias de las Estaciones de Roma
”y de las bendiciones papales, asi las plenarias, como las concedi
»das por cierto número de años.” — Tambien Leon X ( p ) en 1516
concedió al órden de los caballeros del Toison de Oro, que los que
en los dias de las Estaciones de Roma visitaren una ó dos Iglesias,
ó dos ó tres altares de una que ellos elijan, "consigan todas y cada
" una de las Indulgencias aun plenarias, que conseguirían si perso
"nalmente visitaran en los mismos dias todas y cada una de las
» Iglesias de dichas Estaciones, y las siete principales, como tam
"bien la de Santa María de Pópulo y la de San Gregorio." Asimis
mo Benedicto XIV (q) en 1741 concedió a los caballeros del Real
órden de San Genaro, que visitando con devocion en los dias de las
Estaciones de Roma en donde quiera que esten una ó dos Iglesias,
ó dos ó tres altares de una ó de distintas, segun escoja cada uno,
»consigan todas y cada una de las Indulgencias aun plenarias que
» conseguirían si en los mismos dias de las Estaciones visitaran per
” sonalmente las Iglesias de Roma deputadas para esto ."—Últi
mamente, Clemente XIV (r) en 1772 hizo otra concesion en los
mismos términos á los caballeros de la Real y distinguida órden es
pañola de Cárlos III. Luego suponen estos Papas que á lo menos al
gunas de las Indulgencias delas Estaciones de Roma son plenarias.
A la Bula de Sixto IV responde Minderér (s), que como en ella
comunica á los cofrades del Espíritu-Santo no solamente las In
dulgencias de las Estaciones, sinó tambien otras Indulgencias, por
eso hace mencion en dicha Bula de las Indulgencias plenarias. Otro
tanto diria este sabio franciscano á la Bula de Leon X.Mas no po
dria responder lo mismo á las de Benedicto XIV y Clemente XIV;
[ 0] Por la Bula Illius qui, f. 15: está en el tomo 1.º del Bulario de Querubino.— ( p)Por
su Bula Præclara, que hallarás en el tomo 10 del mismo Bulario.- (9) En la Bula Romana
Eclesiæ , que se halla en el tomo 1.º de su Bulario.— [r] Por su Bula Benedictus Deus, que
traducida al castellano puso Vallarna en las Adiciones al Ferraris, en la pal . Patroni Sanc
ti.- [ ] Minderér, part. 2.", núm . 213.
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pues en ellas no comunican estos Papas á los respectivos caballe
ros otras Indulgencias que las de las Estaciones de Roma.
Estas y otras muchas cuestiones tenia yoescritas en mi larga
Disertación sobre las Indulgencias de lasEstaciones de Roma,
deseandoaveriguar cualesy cuantas eran sus Indulgencias (pues
el deseo de averiguar esto fue la causa primera de la obra que doy
á luz); pero no quiero darlas a la prensa porque son en el dia inú
tiles, supuesto que el Sumo Pontífice Pio Vi habló ya acerca de
dichas Indulgencias por el órgano de la S. Congregacion de Indal
gencias, como lo verás en la cuestion siguiente.
CUESTION LVI.
¿Se podrán visitar los cinco altares en diferentes horas del dia ?
Respondo que en siendo las.cinco visitas dentro de un dia na
tural, que dura desde la media noche hasta la mitad de la noche si
guiente, pueden interrumpirse. Y así, podré visitar por la mañana
tres altares, y por la tarde ó por la noche los otros dos, ya sea en
la misma Iglesia, ó sea en otra diferente (f ). Porque la visita de
un altar no tiene dependencia ni conexion con la del otro.
CUESTION LXI.
Cuando las visitas de los cinco altares se continuan en una
misma Iglesia, ¿ será preciso para visitarlos moverse de un
lugar á otro ?
ORACION
Para antes de visitar los altares, y para ganar cualquiera In
dulgencia plenaria que seaaplicable por las ánimas, y quie
rasaplicarla por alguna deellas.
"Señor mio Jesucristo, que por la redencion de los hombres
" quisisteis morir en una cruz, dadme un dolor grande de todos mis
"pecados. Yo los aborrezco, yme pesa de todocorazon de haber
"İos cometido; porque siendo Vos mi Padre, mi Dios y mi Reden
" tor, y yo criatura vuestra, redimida con el precio de vuestra san
" gre,he tenido el atrevimiento deofenderos.Propongo con vuestra
" gracia de no volver á pecar. Para ganar esta Indulgencia os pido,
" amorosísimo Jesus, por la union y victoria de los Príncipes cris
”tianos contra los infieles, por todas las necesidades de la Iglesia y
”de la monarquía española,por el Romano Pontífice y por el Obis
" po diocesano, por la exaltacion de la fe, estirpacion de las here
"gías, conversion de los infieles, hereges y pecadores, por los que
"estan agonizando, por las ánimas benditas del purgatorio, espe
"cialmente por el alma de N., á la que aplico esta Indulgencia; y
"si esta alma no se halla en el purgatorio, la aplico por el alma de
» N. ó de N., ó por la que Vos querais, para que la lleveis cuanto
" antes á la gloria. Amen.
OTRA ORACION
GLOSA
eca Whiona
FIN .
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Número 117