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San Martin y su relación con la corona Inglesa.

gastonlupis
27 ene. 2012
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Gente les muestro una monografía que hice. Soy estudiante de historia y teníamos como
consigna realizar una monografia contraponiendo a dos autores que tocan el tema acerca de si
San Martín actuó de forma independiente en la emancipación de América o si su relación con las
lógias masonicas de Gran Bretaña influyeron en su liberación.
Les dejo el texto por si alguien quiere leerlo. Los autores que utilize son R. Terragno con
"Maitland y San Martín" y Sejean con su libro "San Martín y la tercer invasión inglesa".
Saludos

¿Cuáles fueron los móviles que impulsaron a San Martín para llevar adelante el proceso de
emancipación americano?

Objetivos:
Analizar el papel que ocupó San Martín en el proceso independentista americano.
Comprender los móviles de acción que impulsaron a San Martín a realizar cada acción en su plan
de liberación del continente.

Hipótesis:
Casi todos los historiadores argentinos han sostenido que San Martín fue el ejecutor del plan para
liberar América de los españoles. Cruzar los Andes, tomar el control de Chile e ir por mar a
destruir el corazón del imperio español fue, según la historiografía argentina, una inspiración del
libertador, en la que nadie influyó y a la que nadie hizo aporte alguno. Escuelas, libros de historia
y el común de la gente en general no desacreditan esta idea.
Sin embargo, con el aporte de nuevas perspectivas se puede señalar que esto no fue tan así. En
este trabajo se tratará de manejar dos posturas:
Por un lado, la idea de que San Martín obró en América siguiendo órdenes de la corona inglesa
que, luego de dos intentos fallidos por tomar posesión en estas tierras, intentó dejar de lado la
conquista política y territorial, y buscar una forma de hacerse económicamente con las colonias
americanas. Para este análisis se hará necesario tomar a Juan Bautista Sejean, con su libro “San
Martín y la tercera invasión inglesa”.
Por otro lado, Rodolfo Terragno, en su libro “Maitland & San Martín” analiza estos hechos
desde otra perspectiva. Este autor no supone que fue San Martín el ideólogo del plan que daría la
independencia a los países americanos, tampoco niega la relación con la corona inglesa. En su
análisis Terragno hace mención a la existencia de un plan elaborado por un agente escocés
(Maitland) que San Martín seguramente debió conocer, pero no afirma que fue Inglaterra quien
le encargó al prócer la tarea de liberar estas tierras.
En este sentido, se intentará contraponer a los dos autores, para poder elaborar una conclusión
propia de los sucesos acaecidos a principios del sigo XIX en América del Sur, tomando como
ejes, algunos de los puntos mas controvertidos en el accionar de San Martín en el proceso de
independencia americano.
El regreso de San Martín al Río de la Plata.
Con respecto a este punto, J. B. Sejean argumenta varias cuestiones que, avanzado el análisis las
va desechando.
Nos dice Sejean “… Es un dato por todos conocido, que dejo su lugar natal, Yapeyú en 1786,
cuando era un niño de siete u ocho años. Ello obliga descartar como motivación el afecto al
terruño, pues el amor a la patria no puede desarrollarse tan profundamente en esa etapa de la vida
y en tan breve tiempo. Es una verdad inconclusa que los sentimientos patrióticos nacen del
arraigo, del contacto con la tierra, de la relación con la gente: nadie podría afirmar seriamente
que esas circunstancias se dieron en caso de San Martín.
Además debemos tener en cuenta que durante su breve niñez el país realmente no existía como
tal y tanto sus padres como su educación y el medio cultural donde nutrió su alma, su
personalidad, fueron españoles.
Desechando el patriotismo como causa que suscitó el formidable accionar de San Martín, trataré
de indagar cuál otra podría haber sido.
Es posible que la independencia de Estados Unidos, la Revolución Francesa, las enseñanzas de
los filósofos de la época – que constituyeron las semillas liberales – hayan influido en su
persona, en sus convicciones, pero llegué a la conclusión de que eso sólo no pudo haber
determinado su decisión de abandonar su carrera militar en España para embarcarse en una
aventura incierta, en tierras prácticamente desconocidas.
Creo que a la luz de los antecedentes es lícito preguntarse si el accionar tuvo en mira el interés
americano o el inglés; si su discurso patriótico fue sincero o solamente una pantalla para encubrir
el encargo británico.
En mi opinión, no deberíamos ser nosotros los satisfechos, los gratificados, los orgullosos por la
campaña de San Martín, sino los ingleses…”
Siguiendo este punto controvertido, desde la óptica de Terragno podemos entender que la llegada
de San Martín al Río de la Plata puede tomar otra significación. En este sentido el autor nos dice
“…Cuando llegó de Londres, el 19 de enero de 1812, Buenos Aires ya tenía gobierno propio:
aunque la independencia aún no había sido proclamada, la antigua colonia estaba, de hecho,
liberada de España.
Es cierto que, hijo de una familia española, San Martín se había criado en España y había servido
al Rey como oficial durante 22 años. No obstante, acreditaba ser nativo del país, partidario de la
independencia y poseedor de una considerable experiencia militar. Estaba calificado para
establecer un regimiento y el gobierno aceptó que creara un cuerpo de granaderos a caballo.
Ese cuerpo se convirtió muy pronto en la llave para ganar el control político de Buenos Aires. El
8 de octubre de 1812 fue usado para imponer un cambio de gobierno y establecer uno afín a la
Logia Lautaro, un partido pseudo masónico que el propio
San Martín y Carlos María de Alvear establecieron en Buenos Aires como filial de la Gran
Reunión Americana, de Londres San Martín fue, de hecho, el jefe del primer golpe militar de
nuestra historia: el que derrocó al primer Triunvirato…”
Otro punto interesante en el análisis del accionar de San Martín en la emancipación americana
podría ser el establecimiento en Mendoza.

El porqué de Cuyo
En cuanto a este punto Rodolfo Terragno explicita que “…Aunque libró antes el combate de San
Lorenzo (1813) y reorganizó el Ejército del Norte, San Martín dejó pronto en claro que su
principal interés era asegurarse la gobernación de Cuyo: un sitio sin importancia política, en el
cual él jamás había estado.
La capital de Cuyo, Mendoza, era –como Maitland había destacado – “indudablemente indicada”
para organizar e iniciar una operación militar destinada a Chile. Cuando obtuvo la gobernación
de Cuyo, en 1814, San Martín la convirtió en un mundo aparte, dedicado casi exclusivamente a
preparar el ejército que cruzaría los Andes. Con ese propósito, hizo requisiciones y movilizó a la
población…”
Al respecto Terragno agrega el plan concebido por un general de origen escocés llamado Thomas
Maitland, encargado de elaborar una estrategia para tomar las posiciones Sudamericanas. De esta
forma el autor nos transcribe el plan ingles del cual fragmentare una parte para seguir con el
análisis de la elección de Cuyo:
Nos dice Maitland:
“…Una vez capturadas Buenos Aires y Montevideo, su objeto debería ser enviar un cuerpo a
tomar posición al pie de la falda oriental de los Andes, para cuyo propósito la ciudad de
Mendoza es indudablemente el lugar más indicado.
La formación de la expedición naval que debe llegar por el Pacífico es un asunto de mayor
dificultad y, a mí entender, sólo puede practicarse del siguiente modo.
Yo propondría que la fuerza fuera la siguiente:
Infantería: ................................3.000
Caballería desmontada: .......400 con una proporción de artillería.
Esa fuerza debería ser reunida y empleada en la siguiente manera.
1.500 infantes, o dos regimientos, deben dirigirse de Inglaterra al Cabo de la
Buena Esperanza en barcos destinados en última instancia a Sud América.
La infantería a bordo debe desembarcar en el Cabo y ser reemplazada por igual número de
efectivos, destinados al objetivo final, que han de ser enviados inmediatamente a BotanyBay,
donde se efectuará el rendezvous de toda la expedición.
Los otros mil quinientos serán provistos por la India, desde donde se dirigirán, apenas estén
listos, directamente a Botany Bay. Allí debe ensamblarse todo e impartirse las últimas órdenes.
El objetivo de esta fuerza, en mi opinión, debe ser indudablemente Chile, y mi razón para creer
esto es que, en primer lugar, Chile está a barlovento del rico asentamiento de Perú en México  .
Tomando Chile, cortaremos las provisiones de grano, que son absolutamente esenciales para la
existencia de las otras provincias. Y estableciendo una comunicación con una fuerza que actúe
en el este, le daremos solidez y estabilidad al conjunto de nuestra operación.
Si el plan fuera exitoso en toda su extensión, el Perú quedaría inmediatamente expuesto a ser
ciertamente capturado y, alimentando a nuestra fuerza en Buenos Aires, últimamente podríamos
extender nuestra operación hasta desmantelar todo el sistema colonial, aun por la fuerza si
resultare necesario…”
Por otro lado la explicación que nos provee Sejean sobre esta acción no dista de ser diferente:
“…Pero entre los hechos trascendentes producidos por San Martín hay uno que sobresale por su
importancia y por su significación. Me estoy refiriendo al establecimiento de aquel en Cuyo y a
la formación del ejército de los Andes.
Veremos con asombro que todo, hasta el detalle mínimo, fue pensado, meditado y decidido en
Inglaterra.
Pero veamos como es posible llegar a descubrir que la elección de Cuyo como base de
operaciones para pasar a Chile y de allí al Perú por mar no podía haber sido ideada, planeada y
decidida solitariamente por San Martín.
En primer lugar debemos recordar el estado y la situación del ejército. El país era pobre y
pacífico, la formación de cuadros militares integrados por nativos era cosa reciente. De más esta
decir que la disciplina y la preparación de esas milicias no era óptima.
Ese fue el ejército que San Martín encontró en Enero de 1814, cuando se hizo cargo de su
comando. Es obvio que esas fuerzas no reunían las condiciones mínimas para afrontar la
campaña que tenía en mente.
Así como todo es historia sabida, a nadie se le ocurrió tomar por otro camino para lograr ese
objetivo dado que cruzar los Andes para caer sobre los realistas instalados en Chile, y luego, por
mar, llegar a Perú.
Por que debemos convenir que para semejante empresa era menester, además de un ejército
formidable, una flota no menos importante, y el país carecía tanto de uno como de otro.
Por otra parte, debemos tener en cuenta que San Martín no conocía el territorio; nunca había
estado en la zona cuyana ni en Chile.
Con todas estas limitaciones cabe pensar que la factibilidad del plan era prácticamente imposible.
Pero aceptemos por vía de hipótesis que con esfuerzo, imaginación y sacrificio de la población
del país, San Martín lograra la formación de un ejército disciplinado para pasar a Chile – en
definitiva así ocurrió y eso es mérito indiscutido de San Martín -, pero si la meta final era Perú:
¿De dónde iban a obtenerse los barcos y los marinos necesarios si tanto nosotros como los
chilenos estábamos en pañales en esa materia?
Estos interrogantes permiten concluir que San Martín no pudo ni podía haber planeado llegar al
Perú sin contar anticipadamente con el aporte de Inglaterra, tal cual aconteció, porque insisto los
criollos por si mismos no tenían ninguna oportunidad de cumplir el trayecto marítimo desde
Chile hasta las costas peruanas.

La vuelta a Europa
Otro factor de análisis de las acciones sanmartinianas se ajustaría al porqué de la partida del
Perú, una vez tomada esta ciudad por las fuerzas americanas.
Con respecto a este tema Terragno no nos da muchos datos del por que de la retirada, sin
embargo nos dice:
“…A poco de entrar en Lima y hacerse cargo del gobierno, San Martín envió al general
Francisco Salazar como ministro (embajador) ante el gobierno de Guayaquil, con instrucciones
de “trabajar por la incorporación de Guayaquil al Perú”.26
También envió San Martín ayuda militar al Libertador de Colombia, Simón Bolívar, cuyo
ejército ya había sitiado a los realistas de Quito. Esa ayuda fue útil a Antonio José de Sucre,
lugarteniente de Bolívar, que derrotó a los españoles en Pichincha
(29 de mayo de 1822).
Mientras tanto, la contrarrevolución realista se había hecho fuerte en las montañas peruanas.
Carente del apoyo de Buenos Aires y enfrentado a problemas políticos en Lima, San Martín
consideró que no podría consolidar la independencia peruana sin el apoyo de Bolívar.
Decidió, entonces, ir a entrevistarse con el venezolano.
Se proponía reclamarle “Guayaquil y su ría”, dado que eran de “ninguna utilidad a
Cundinamarca” (es decir, a Colombia) y, en cambio, sin ellas el Perú “no podría ser jamás un
poder político de importancia”.
Iba, también, a pedirle refuerzos militares para aplastar la contrarrevolución realista.
En la entrevista de Guayaquil, el 26 de julio de 1822, Bolívar le hizo ver que no permitiría la
anexión de Guayaquil al Perú, y que sería él (no San Martín) quien liderase la ofensiva final
contra los realistas en territorio peruano. El 20 de setiembre de 1822, San Martín decidió
retirarse y dejar que el propio Bolívar concluyera la obra. Después de un año en Mendoza, el
Libertador viajó otra vez a Inglaterra (1824)…”
Por otro lado, Sejean señala que:
“…Pero centremos nuestra atención en su actividad en este continente, por que ello pone en
manifiesto que no tenía ni tuvo ningún interés en radicarse en nuestro país o bien por que le
resultaba más atractivo vivir en la civilizada Europa que en la convulsionada y pobrísima
América.
Antes de hablar de ello quiero hacer hincapié en un dato de la realidad que nos muestra que San
Martín encaró su radicación europea con bastante anticipación. En efecto, en abril de 1822 ya
había pedido al gobierno peruano que le concediera licencia para marchar a Europa y se le
giraran a Inglaterra sus haberes. Debemos recordar que San Martín abandonó Perú en Setiembre
de ese año y después de una breve estadía en Chile se traslado a Mendoza, donde estuvo
aproximadamente un año, para luego partir hacia Europa tras pasar rápidamente por Buenos
Aires.
No quiero volver sobre los aspectos afectivos del asunto, pero si por amor a la patria regresó para
pelear por ella no veo que halla habido alguna razón valedera que adormeciera ese sentimiento y
le impidiera quedarse en el país para bregar por el establecimiento, la consolidación y vigencia
de los principios liberales que constituyeron su bandera durante la campaña militar y política.
Creo que el hecho de que San Martín nunca halla retornado a la Argentina es por demás
elocuente y demostrativo del nulo interés que tuvo de radicarse en estas tierras…”

Conclusión
Todas las acciones puestas en debate en este trabajo monográfico me sugieren que, sea cual fuere
el origen del plan para emancipar la América española, San Martín sin duda lo conocía. Y no hay
mejor prueba de ello que la gran coincidencia que tiene el plan con las acciones llevadas a cabo
por el prócer. No me opongo a la creencia de la ayuda inglesa en este proceso de independencia,
pero creo que encarar la emancipación desde el planteo que fue Inglaterra la que lo posibilito es
cosa un poco exagerada. San Martín, siendo o no un agente mandado por Inglaterra, nunca tuvo
un apoyo directo de esta en su lucha por la independencia, no llegó al Río de la Plata con miles
de hombres ingleses. No formo un ejército en Cuyo con soldados traídos de Gran Bretaña, no
cruzó el segundo cordón montañoso más grande del mundo en carrozas proporcionada por la
corona, sí se trasladó desde Chile hacia Perú en barcos ingleses, sí siguió un plan elaborado por
Inglaterra. Pero lo demás lo hizo él por sus convicciones, sus relaciones con la gran reunión
americana no le quita mérito a los logros obtenidos. En síntesis, creó que San Martín hizo
muchísimo más que Inglaterra para pretender quitarle los laureles de esta emancipación.
Con respecto a Inglaterra, con o sin intención fue la más beneficiada, buscándolo o no, consiguió
su objetivo: la independencia de las colonias españolas, nuevos mercados, fragmentación de los
territorios, en sí, futura dependencia económica de estos pueblos hacia ellos.
Analizar las actitudes de San Martín no es algo que le ataña a la historia, son las causas, los
hechos, los procesos y las consecuencias políticas, económicas y sociales las que se deben poner
en tela de juicio.
No comparto la idea de Sejean, de buscar en cualquier detalle alguna relación para tratar de
afirmar su idea, pero celebro el análisis desde otro punto de vista. Terragno, por su parte, no
desacredita el accionar de San Martín, sólo lo enmarca en un contexto histórico desde donde se
puede comprender el accionar del prócer y su relación con la corona inglesa.
Desde mi punto de vista, San Martín tenía conocimiento del plan elaborado por Maitland y buscó
ayuda en Inglaterra que recibió, en parte. Pero esto no desacredita el accionar del prócer como
libertador de América, esto no significa que halla sido un agente inglés.

Les dejo la dirección de cuando subí el post, tiene un poco mas de info.

http://www.taringa.net/posts/info/13684414/San-Martin_Un-agente-ingles_.html

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