Está en la página 1de 7

YOGA Y ANSIEDAD

EN LA ÉPOCA

DIGITAL
YOGA Y ANSIEDAD

Sabemos que el yoga es increíblemente


beneficioso para menguar los efectos del
estrés, la ansiedad, el dolor crónico y más
cosas. Estos son hechos demostrados
científicamente. En la píldora de hoy hago un
repaso de las principales técnicas usadas
para manejar el estrés y la ansiedad.

RESPUESTA SIMPÁTICA

Cuando estamos enfrentados a una situación


de peligro, real o percibido, el sistema
nervioso desencadena una respuesta
involuntaria descargando adrenalina y cortisol
en el sistema.

Esto crea una reacción inmediata de lucha,


huida o inmovilización, según el nivel de
peligro presentado por la amenaza.
YOGA Y ANSIEDAD

Cuando hay una activación simpática de lucha


o huida el cuerpo está movilizado, listo para
enfrentar la situación de forma activa.

Cuando el peligro percibido es mayor, el


miedo nos inmoviliza y colapsa. Es este
estado el sistema nervioso nos quiere
proteger anestesiándonos a nivel físico y
emocional. Este estado se llama también
disociación.

RESPUESTA PARASIMPÁTICA

En este estado no percibimos peligros


inminentes y nos sentimos a salvo.

También nos sentimos conectados a nosotros


mismos, nuestro entorno y a los demás. Es un
estado de estar presente, alerta, disponible,
interesado, mentalmente ágil, creativo, curioso
con actitud colaborativa y altruista.
YOGA Y ANSIEDAD

En este estado somos empáticos, podemos


escuchar al otro y colaborar con él. Nuestras
facultades cognitivas están en su máximo:
podemos procesar conceptos abstractos,
tomar decisiones e iniciativas pensando en el
bien común. Es el estado natural del yoga.

EN YOGA ESTIMULAMOS LA RESPUESTA


PARASIMPÁTICA DE DIFERENTES
MANERAS

Respiración: la respiración lenta y controlada


incide directamente sobre el SN autónomo
estimulando una respuesta parasimpática por
parte del n. vago.

Observación de las sensaciones


físicas: Esto ayuda a reconocer nuestras
respuestas simpáticas, a nivel fisiológico. En
el trabajo con trauma reconocer la activación
simpática en ausencia de peligro nos ayuda a
YOGA Y ANSIEDAD

calmarla porque podemos decidir cómo


responder en vez de reaccionar. Es la manera
de reprogramar nuestro sistema nervioso.

Observación de los pensamientos: Cuando


observamos los pensamientos podemos ver el
efecto que tiene sobre nuestra fisiología. La
ansiedad a menudo lleva a pensar en un
futuro problemático para poder estar
preparados a enfrentarlo pero desemboca en
una respuesta fisiológica. Prestar atención a
nuestros patrones nos ayuda a deshacerlos.

Recitar mantras o afirmaciones puede ocupar


la mente con otro tipo de pensamientos
positivos o reafirmantes.

Movimiento: En los últimos años se ha


demostrado que las fascias están densamente
inervadas por receptores nerviosos que
informan el SNC sobre el cuerpo. El tipo de
YOGA Y ANSIEDAD

movimiento que realizamos en yoga estimula


una respuesta parasimpática mediante las
fascias.

Las fascias: responden a los estiramientos


activos y pasivos, a la presión y al tacto.

Postura: En su libro, "El poder de la


presencia" Amy Cuddy explica cómo las
posturas que adoptamos a diario influyen en
nuestra psique. Hay posturas que aumentan la
autoestima bajando los niveles de cortisol en
la sangre y otras que las aumentan. Las
posturas que realizamos en yoga ayudan a
subir la autoestima, aumentar la capacidad de
estar presente y sentirse partícipe en la propia
vida.

Visualización: a menudo se usan


meditaciones guiadas y visualización para
calmar la ansiedad. La combinación de
YOGA Y ANSIEDAD

respiración, atención al cuerpo y escuchar una


voz relajante provoca una respuesta
parasimpática.

Saborear: saborear la comida tal y cómo se


hace en retiros de yoga… También saborear
los momentos buenos mediante la práctica de
la gratitud.

También podría gustarte