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CLUB DE POESÍA Desligado del mundo Y ordenará tu cama

BIBLIOTECA LUIS ÁNGEL ARANGO Y no quiere hacer nada Y tu colección de abejas


Tallerista: Alejandro Cortés González Y quisiera estar todo el tiempo Y no te dirá adiós sin un mensaje
alejandroelnotario@gmail.com Bailando sobre la lluvia. De palomas en la puerta.

SI ESE VIENTO FUERA MÍO (2013)


Guillermo Martínez González (1952-2016) BREVE RETORNO AL PARAÍSO YO SOLO AMO SUS SUEÑOS DE AGUA

Gracias Yo le canto a María


De: DECLARACIÓN DE AMOR A LAS Manzana La lavandera
VENTANAS Por estar en mi mano La que lava la ropa
(1980) Por enseñarme de nuevo Entre susurros elementales
El paraíso, Y abalorios de humildad.
ESAS TARDES, ESOS PARÉNTESIS Gracias. Yo estaré siempre de su lado
Porque amo sus sueños de agua
Sucede que hay días Sus anillitos de alegría
Que hay tardes en que uno PIENSA EN SUS CABELLOS DE AGUA Su pequeño mundo de jabón
No quisiera trabajar Y la ternura
En que uno quisiera estar por ahí Si un hombre Que riega
Fumándose un cigarrillo Vestido de lluvia En mis camisas.
O bebiéndose un buen vino Te visita en la noche
Mientras se acerca la noche. No lo dejes partir muchacha
En que uno quisiera estar por ahí Piensa que sus cabellos ESCOBA
Hablando sobre las primeras novias Son de agua
Con un viejo amigo Que él ha escapado Escoba
Mientras la lluvia cae sobre la ciudad De salvajes que bailan Amiga nuestra
Como una cortina blanca En el verano. Te amamos
Como un coro de ángeles húmedos. Piensa que es alguien Porque eres humilde
Sucede que hay tardes Que conoce la música de los acantilados Y buena.
En que uno quiere volar por la ventana Un hombre dispuesto Escoba
En que uno quisiera ser como la música Para el tercer turno Pequeña amiga
Que no pesa en el aire ni en los hombres De los oficios de la noche. Algún día
En que uno está para soñar Alguien que ha caminado Estarás con nosotros
Para conversar con antiguos En el mar sobre las aletas Los bebedores de ayunos
Días de la infancia. De los tiburones. Limpiando los días
Sucede que hay días así No lo dejes partir Las nubes
Mañanas de esas en que uno amanece de vago No lo dejes que se pierda en la tarde Y las estrellas
Tardes de ésas paréntesis de ésos Como si el arco iris devorara su cabeza. Y los sueños
En que duelen los horarios del oficio Piensa que él jamás estropeará tus pies De los hombres.
Y las teclas de la máquina (Él será suave como la luna Mientras tanto
Se clavan en el alma. Llena de pájaros) Enséñanos
En que uno está totalmente Ni pasará como el viento sobre tu lecho. Huerfanita
De los árboles Del mar que me persigue desde la infancia Las palabras flotan esplendorosas
A cantar en el polvo Saludo al alba con extrañas metáforas Como en el principio del mundo
A espantar las moscas Doy mis buenos días al mundo Cuando todo necesitaba un nombre.
Y a no morir Con mi séquito de fantasmas.
Entre los desperdicios
Del mundo. NOCTURNO
EL TRASNOCHADOR
En la sombra del árbol
EL AGUA QUE LLEVA EN SUS Bebiéndome la luna Donde pájaros tristes saborean
BOLSILLOS Ebrio de vinos nocturnos La fruta enloquecida del viento.
Recorro la ciudad hasta el alba En el origen de la lluvia
Vendrá entonando la Rapsodia de Saulo Comiendo fábulas en la sombra. Y el salmo de los anochecidos
Y te hablará de un río Recordando que cuando llegue a casa En el borde de la luz
Del cuerpo blanco Tendré que espantar Tal vez allí estaré
De las mariposas en la sombra Como casi todas las noches Cuando este sueño que nos une
Del lenguaje chino A los caballos salvajes que pastan Se haya roto en el oleaje del tiempo
De la luna y el pasto. Cerca de mi ventana. Y la muerte como un centinela de la amargura
Espéralo muchacha Pensando que tal vez no alcanzaré Nos traiga su grano de polvo.
Vendrá en el mes de mayo A ver como todas las mañanas
En el mes de los días de lluvia A la muchacha que se baña desnuda
Y del movimiento de los árboles En la alberca del patio vecino PADEZCO DE UN SUEÑO
Bajo la luz de las estrellas. Mientras silba una canción de moda.
Espéralo En la alcoba como siempre me esperan Dejar de gritar
No dudes Algunos fantasmas De oponer un vuelo de aves
El maneja la trayectoria del sol Los que me acosan ansiosos Al lívido atardecer de los acantilados
Y tiene tu signo Hasta que muerdo las cobijas Eso deseo
Y todo será tan simple Y llega el espejismo de los sueños. Como los gorriones quisiera
Como el alma de los pájaros. Volverme hierba
Naranjo puro
De: PUENTES DE NIEBLA En una pagoda de aire
SALUDO AL MUNDO CON MI SÉQUITO (1987) Pero padezco de murallas
DE FANTASMAS Y un sueño apedreado por los muertos.
Y AHORA VIENES TÚ
A veces despierto en la noche
Sobresaltado por el galope secreto del viento Y ahora vienes tú, SÍMBOLO
Por la conversación transparente Oh misteriosa, entre el viento y la oscuridad
De mujeres desnudas Y tus ojos despiden el extraño Como fluye el agua
Por el fragor de antiguas batallas Fulgor de las premoniciones. De lo profundo de la tierra.
Y el humor dulce de recientes muertos. Detrás de las sombras tu risa es indefinible Como alguien enciende
Y entonces invadido de inmensos Como las cosas elementales El fuego en medio de la borrasca
Surtidores de mariposas Y tu cabellera ilumina la noche como un faro O Alicia a través del espejo se une
Poseído de la canción incesante En el espeso recuerdo de los sueños del mar. Al viento en el País de las Maravillas;
Así quisiera escribir mi poesía: desnudo El canto del agua
Casi invisible: cantando En una casa de niños De: EL ÁRBOL PURO DEL RÍO
Como un pájaro de luz sobre la muerte. La luz sobre la flor en los fosos. (1994)

MUCHACHA EN EL RÍO
SIN NOMBRE EL VUELO
Recuerdo tu pubis bajo la sombra del puente. El
Estrella Para ruido del agua junto a tu cuerpo. Recuerdo la
Oh pequeño sol de la noche Que no te derribes salvajina y tu voz que sobresalía del Chorro de las
Quiero En el lodo Piedras. Te recuerdo junto al caballo, junto a la
De nuevo la luz: Vuela ángel mío estrella que descendía del árbol. Te recuerdo así:
Soy ese pájaro ciego Vuela: desnuda sobre las piedras del río.
Ese pájaro inútil Pesado monstruo de mi pureza.
Ahogado en la tormenta.
EL QUEMADO
INSTANTE
UNA RESURRECCIÓN Bajaba de las montañas con su cara de alarido,
Por un instante la luz con su pesadilla de llama en el rostro. Allá vivía
Una resurrección, Como mariposa dorada en su enramada de hojas oscuras. Allá canta
Pido ahora para poder vivir Se ha detenido en el aire mientras la memoria de su antiguo rostro hierve
En estos días de muerte En aquel árbol en la noche.
De mal que se agarra Que sacude sus hojas
A mi garganta como una soga. Como un loco
Para volver a sentir de nuevo mis heridas Como un pájaro verde ESCUELA
El sol que quema al deseoso Embriagado de sol.
El odio, la ironía que nace de mi amor. Me sabías a hierro, a jaula de pájaro trizado por el
Para volver a verte, amiga mía, polvo. Nada te debo porque nada me enseñaste.
Dulce cantora entre la lluvia, SI EL VIENTO Moralistas sin sotana, loros parlantes hablaban de
Como cuando estábamos poseídos de luz todo porque nada sabían. Nada te debo. Pasé por
Y tú soñabas frente a mi espejo Si el viento que habita las estrellas tus aulas como el prisionero que devora la luz a
Y de tu boca salían pájaros. Y el curso de los ríos través de las rejas.
Renacer, Si el viento de esta noche
Eso pido como cualquier Lázaro Que despierta estremecidos a los árboles
En estos días en que transito Y sacude el silencio turbio de la ciudad LOS MUERTOS
Solo en la sombra Si ese viento fuera mío
Como piedra lanzada al vacío. Sería el pasajero del Mundo Que Flota Amanecían en las calles con la cara de
El canto que alumbra los pájaros del bosque espanto alterada por las moscas
Y no este sol negro oculto dolor
CANCIÓN Con el que camino desnudo bajo un cielo gris. O bajaban al pueblo en el lomo de las mulas
guindados como animales de sacrificio
Tú abres
La dicha de los jilgueros O flotaban en la hierba y el río con el
treno inflamado bajo la luz de la luna: los gitanos en los mercados de La Ceiba y Los Lo cierto es que está ahí
Helechos. Inerte en el pavimento
En aquel tiempo Barrido por las hojas:
la violencia se paseaba con su tambor Niños tristes deambulaban en las aguas. Y nos duele su plumaje
de medianoche por las aldeas. Espantados gallos se detenían en los techos Humillado por el barro.
flotantes. Nadie sabía qué había despertado aquel
tumulto de hojas y animales perdidos. Aquel grito
CAIN de piedras y de náufragos en el lodo. CIUDAD

Mudo contemplaba la hoguera cuando Maligna es esta ciudad


pensó en matar a Abel. Ciego anda el crimen EL ÁNGEL Como baba del diablo
desde la tarde en que levantó su garrote de Desde que surge la luz del sol.
odio, su hueso negro. Nos acompañaba cuando íbamos al río o a cazar Donde la lluvia cae interminable
mariposas en el valle. Sabíamos de su presencia Como una monodia
cuando nos sumergíamos en el agua o nos Sobre los ventanales y los muros
LOS HAMBRIENTOS colgábamos de los árboles en el silencio de la Sobre el rostro de pordioseros
penumbra. Conocía nuestros secretos: la voz del Que aúllan como bestias heridas
Con su bostezo llegaban ante la mesa rota. azulejo, la voz del caballo en la sombra. La Ante los basureros
Querían ver más panes sobre el mantel blanco. enredadera en donde nos ocultábamos de la lluvia Las iglesias
Lloraban, lloraban los hambrientos ante los y los espantos. Ah, tan suave como las patas del Y los portalones de mármol.
pequeños huevos de sangre. Ante el caldo que gato, nos acompañaba con su acecho de vigía Donde cada saludo
olía a nada, a silencio de gallina remota. invisible, con su pulmón de pájaro a la orilla del Se parece a una pedrada
bosque. E inútiles brillan las estrellas en el cielo.
Sí, maligna es esta ciudad:
FÁBULA Temibles sus atardeceres de vaho plomizo,
De: TERRAZA PARA PISAR EL VACÍO, Sus crímenes ocultos, sus jóvenes asesinos
Infancia como la luna de un circo pobre. Siempre Libro inédito hasta entonces. Algunos de sus Que conspiran en los bares.
la misma bailarina rota, el mismo payaso poemas hacen parte de la antología Terrible es el espasmo de sus prostitutas
remendado. La misma música y el rebaño de SI ESE VIENTO FUERA MÍO En los baños o los camastros de tendido grasiento
nubes en la colina roja. El mismo enano que bebe (2013) Mientras avanza el alba como un puñal
agua en el río con sortijas de luz. Sobre el sueño de los pobres.
NADIE SABE

LA CRECIENTE Nadie sabe EL CANTANTE


Por qué ha muerto este pájaro.
Cuando crecía el río era como un rey lluvioso Tal vez fue la lluvia Empezó a cantar
entre las hojas de plátano y batracios negros Un viento airado Con su guitarra de sangre
celebraban la muerte en las orillas. O el silencio Agitada por la lluvia.
De la última estrella. Pájaros de ojos negros
Era la fiesta de los leñadores y lanzadores de Si cayó de un árbol Sobre el lomo de la luna
lazos en las barandas del puente. La algarabía de O en pleno vuelo Escucharon su canción
Traicionado por el frío. Agujereada por el relámpago.
CABALLO BLANCO

LA CASA Aquel caballo Nada posee. Sin herida


De blancura robada al relámpago Ni salvación. Sin luz ni llaga.
Poco a poco se fue cayendo Aquel caballo fulminante Ciego, solamente ciego.
Sin que nadie la habitara por dentro De cola inmensa
Como una mujer abandonada. Para agitar el fuego
Aquella criatura de belfos rosados EL ADIÓS
El polvo caía de sus columnas En el vapor de la luna:
De sus techos de barro Aquel caballo Cantar de ciegos
Desvencijados por la lluvia y el viento. Su relincho solitario Cantar de viento herido
Su erizado galope hasta el alba. Cuando dos amantes
Caía el polvo sobre la cal viva Se despiden en el alba.
Para formar un solo tumulto
Un muerto caos DE NUEVO LO DESPIERTA EL ALBA
Invadido de gusanos. NOCTURNO
De nuevo lo despierta el alba
Caían sus muros Como una invasión de mosquitos. Este es el instante de los acantilados
Como cuando se muere un padre De nuevo con el espanto Y de los fantasmas que gimen
Entre la agonía de los perros Que hierve como un tejido En el soplo de las tinieblas.
Y el espanto de los árboles. De gusanos jubilosos. La hora en que los sonidos crecen
Y la ciudad se queda sola
Caía la casa En el espejo se pregunta Y como bestia muda
Y su espectro hirió el ojo Por el sentido de la muerte Despierta en busca del amanecer.
La enredadera flotante Mientras afuera cae la lluvia La hora en que la noche se baña
El relincho del caballo El canto de la paloma torcaz. En el silencio de los árboles
Ante la última luna. Que temblorosos se sumergen
Y así sale sin alma, desterrado. En el luto de la ciudad.
Implacable la luz cae
VISIÓN Pero siempre más allá
En una distancia que enloquece PALOMA BLANCA
La luna desciende sobre el árbol Como pájaro que huye.
Como una mancha roja Tu canto
Y un rezagado murciélago Y así lo devora la ciudad Sabe a hoja
Se pierde con su destello. El metálico ruido de su agonía. A fruta triste
Todo queda oscuro en el bosque Ve al lotero junto a la prostituta Del viento.
Aunque algunas veces Y al ciego que feroz
Brillen las hojas de los eucaliptos. Desgarra su guitarra contra el polvo.
ESTÁS AQUÍ
Lo deja impávido el aguacero.
El chapoteo de la mujer que cruza la calle Estás aquí
Y el delirio de los semáforos en la neblina. Para alumbrar lo muerto
Para llenar los ojos De batracios negros Conoces el vómito de la madrugada
Del que se cree en el milagro. Agonizantes en la hierba Eres el rey de los andrajos
No sabrías volar Y tu grito de dios El exhibicionista de la llaga
Si no supieras de pájaros Herido en la noche. El experto en los balbuceos
Si no conocieras el aire Inundación que arrasa piedras De la autocompasión.
Para erguirte como el árbol. Perros y flores de plátano. En tus arengas de sarna te complaces
Soñadora: penetras en los Turbión En tus insultos de harapo
Huesos del pobre Agua de tormenta Y condimento podrido.
Del que deambula solitario Vuelve. Eres el orante de los baldíos
Por las calles del mundo. Tuyo es el salmo
Tienes la luz de la estrella De los basureros
Pero tu poder VISIÓN DE UNA LOCA EN EL PARQUE Y de las muñecas mutiladas
Está en el silencio Que yacen en los charcos.
Del hombre que se desangra. Como la Madremonte Tuya es la nada
En la boca del infierno La agonía de los agujeros
Como el salivazo que se agota Que te gritan
VÉRTIGO En el delirio Que sólo perteneces
Apareces A la aguja de los desvaríos
Lenta Vestida de andrajos Al latigazo impávido
Cae una hoja. Pringados por la lluvia y el polvo. De las tormentas.
Lo demás es silencio. Te golpea
La letanía del hambre
Que sube hasta tu cerebro. CANCIÓN DEL MÚSICO DEFORME
CANTINELA De la basura,
De un agua percudida por el grito Te duele en el cuerpo
Toda la noche el viento. Del humo de las colillas La perfección de la rosa
Todo el viento toda la noche. Emerges con tu desnudez de niña Y el piano que estremece
Envejecida por el despojo Los cristales de la luz.
Que abofetea la tarde Tratas de olvidar
De: TERRAZA PARA PISAR EL VACÍO Y el silencio de Dios. Tu cuarto vacío
(2015) Inventando la música.
Desnudo te paseas
VUELVE CRECIENTE ERES EL ORANTE DE LOS BALDÍOS Sin contemplar las flores
Que se agitan en el patio.
Vuelve creciente Eres el extranjero absoluto
Con tu rugido de bestia oscura El beodo de los semáforos
Cargada de troncos El vago aterido por el alba.
Animales muertos Tuyos son los perros
O con los ojos desorbitados. Que te persiguen como letanías
Vuelve con la furia de tu agua De los niños de la noche.
Que muerde los acantilados Apenas masticas las palabras
Con tu diluvio Y eliges el grito en lugar del silencio.

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