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Big Data e Internet de las Cosas en la Responsabilidad Social Empresarial.

Article · May 2015

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Iñigo Zubitur Sasturain


Universidad Politécnica de Madrid
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BIG DATA e IOT: EL AVANCE TECNOLÓGICO EN LA
RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL.

Autor: Iñigo Zubitur Sasturain.

Ideas Clave: Eficiencia, Confianza, Sostenibilidad, Big Data, Internet of things,


Privacidad.

Introducción:

Desde la revolución industrial, ha habido un cambio de paradigma. La


tecnología empezó a tener un rol fundamental en el proceso productivo, determinando
la capacidad productiva de una empresa más que su capital y mano de obra. Con la
evolución de la tecnología, un mundo de posibilidades se abrió a las firmas, que
comenzaron a crecer fuera de su actividad económica tradicional, creando nuevas
industrias, convirtiéndose en operadores internacionales y usando la población
mundial como su mercado.

En los últimos años las compañías han orientado más sus esfuerzos hacia la fabricación
y servicios sostenibles, usando estrategias como la prevención de la contaminación y el
diseño ecológico mediante la gestión del ciclo de vida etc. Hasta hace poco las labores
de obtención de datos para estos estudios eran casi manuales y evaluar indicadores de
reporte complicado por la falta de datos. Con la expansión de internet, las
posibilidades se han aumentado exponencialmente dado que diferentes elementos
pueden estar conectados entre ellos, los procesos automatizados y monitorizados,
comunicándose entre ellos, etc.; creando el llamado Internet de las Cosas.

El Internet de las Cosas puede definirse como una infraestructura virtual donde los
objetos físicos están unidos a través de la maximización de las capacidades de
trazabilidad, comunicación y captura de datos. Así se establece un nuevo paradigma
sobretodo en la logística de las empresas, donde las firmas pueden crear un modelo
completo de su cadena de suministros, y conseguir un proceso eficiente y efectivo,
además de conseguir maximizar el compromiso con sus grupos de interés. Pero este
intercambio no se limita solo a las fronteras de la empresa, sino que se extiende a sus
grupos de interés y los actores con quien se relaciona.

Toda esta información y cantidad de datos recopilada se llaman Big Data y pueden
representar grandes ventajas competitivas. Si bien el Big Data empezó en las empresas
de tecnología donde no tenían que conciliar esta información con otras fuentes
tradicionales, en las empresas tradicionales bien establecidas BD no debería estar
separado del resto de operativa de la empresa. Estamos empezando a aprender lo que
son estas cosas, ya que siempre hemos autocensurado nuestra imaginación sobre lo
que es posible conseguir con datos. No nos resultaba inconcebible disponer de tantos
datos, porque ignorábamos que sería tan fácil recopilarlos, almacenarlos, procesarlos y
difundirlos. Ahora están más disponibles que nunca para su estudio. Los datos son un
factor más que contribuye a la producción de una empresa.

A pesar de la importancia del vínculo de la RSC y la tecnología, todavía pocas


empresas han conseguido explotar todo el potencial que tienen los Datos en la
implementación de estrategias de RSC.

Paralelamente, las organizaciones se están convirtiendo debido a esto en depositarias


de información personal de sus clientes/consumidores y están comenzando a aflorar
problemas de tensión en la confianza del tratamiento que se le da a esos datos.

Las reflexiones de este trabajo se asientan en 3 ejes principales:

I. Oportunidades del BD e IOT en la estrategia empresarial.

-Sostenibilidad ambiental

-Sostenibilidad social

II. Necesidad de una gobernanza adaptada que integre notablemente


transparencia y necesidad de estandarización.

III. La regulación del uso y la protección de los bienes privados y sensibles


destinados a mantener la confianza como factor clave del triunfo de BD e IOT.

OBJETIVOS DEL BIG DATA EN LA ESTRATEGIA EMPRESARIAL

La toma de medidas es fundamental para el funcionamiento de un negocio. Recoger y


entender datos sobre cómo una organización opera lleva a generar conocimiento que
puede mejorar la toma de decisiones, refinar objetivos y centrar esfuerzos.

La última recesión económica (2007-2008) hizo que muchas compañías abandonaran


iniciativas de RSC, pero lejos de perder importancia, la RSC adoptó una mayor
orientación hacia la eficiencia de recursos operativos y gestión del talento. El vínculo
entre beneficios y RSC está cada vez más claro en cuanto a estos resultados financieros
directos, pero las empresas deben entender todas las implicaciones de sostenibilidad
de la RSC, como son los beneficios indirectos relacionados con la imagen y reputación
de marca y confianza del mercado. También en el internet de las cosas se ve la
oportunidad de responder a los principales problemas de la sociedad, ya que permiten
avanzar significativamente en términos de eficacia, seguridad y calidad potenciando la
preservación de los recursos de nuestro planeta.

A continuación se verá cómo se están usando BD para potenciar estos beneficios


directos o indirectos y enfoques a los retos que están surgiendo durante los últimos
años:
SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL

Un gran potencial de impacto del Big Data e IOT en la sostenibilidad reside en


que permite a las empresas entender y actuar frente a sus mayores impactos
ecológicos. Se trata de la variedad, no del volumen, la capacidad de integrar muchos
tipos diferentes de datos y entender cómo afectan al negocio.

Compañías como GE o Schneider Electric están poniendo sensores en su maquinaria


rotativa o estática para optimizar mejor su negocio y reducir su impacto ambiental.
Incluso pequeñas mejoras se traducen en grandes resultados en empresas de escala.
Así, GE estima que reducir un 1% el consumo de sus motores mediante análisis de
operación de todos los nuevos motores instalados se traduciría en 30$ billones de
ahorro para la industria aérea a lo largo de 15 años con sus respectivas emisiones de
contaminantes. De manera similar, GE estima posible una mejora del 1% de eficiencia
mejorando los algoritmos de control de las turbinas de gas adaptándolas a cada
localización, que resultaría en 66$ billones de ahorro globales.

UPS ha desplegado sensores en toda su flota de 46.000 camiones monitorizando


régimen de giro del motor, velocidad, dirección, frenos, tiempos de parada,
condiciones meteorológicas, temperatura, etc.; Todos estos datos, a través de
herramientas de análisis y un equipo dedicado a su estudio, llamado iniciativa ORION
le permiten reducir tiempos muertos, distancias (85.000.000 millas anuales), optimizar
la mecánica del vehículo y ahorrar dinero y emisiones de CO2.

SOSTENIBILIDAD SOCIAL

La otra rama de la sostenibilidad brota de la relación de las empresas con los


clientes. Las marcas pueden analizar e interactuar con los consumidores 24h al día. Las
organizaciones buscan obtener y dar sentido a los datos de los consumidores más que
nunca. La unión de datos de consumidores de fuentes clásicas con los servicios online,
webs y móviles permite a las empresas y otras organizaciones crear un perfil ajustado
de sus consumidores y hacer marketing más efectivo para ellos, crear o mejorar
servicios, o usar los datos para afrontar problemas sociales o éticos.

Al mismo tiempo que este uso cada vez más sofisticado e intenso de los datos
constituye oportunidades de negocio y situaciones gana-gana, hay un indudable
impacto en los consumidores de los cuales se recopilan los datos. De manera que al
estar los consumidores confiando sus datos a una amplia variedad de organizaciones,
la dinámica de confianza entre consumidores y organizaciones se está poniendo a
prueba.
Si bien la recopilación de datos personales puede resultar en experiencias más útiles,
personalizadas y excitantes para los consumidores, y en consecuencia representar valor
para las empresas, este potencial no será realizado si es minado por una falta de
confianza que llevase a una falta de voluntad de compartir debida a sospechas o falta
de honestidad en el uso de los datos, impactando en los consumidores y empresas.

Así estamos en una situación en la que las diferencias entre las empresas más
valoradas y las más confiadas están desapareciendo. El valor y la confianza de una
empresa están estrechamente relacionados.

CUSTODIOS ÉTICOS

Es cierto que la mayoría de los consumidores entra en estas relaciones compartidas con
marcas y proveedores digitales por propia voluntad o son informados de ello –
información a cambio de mejores ofertas, descuentos o promociones en productos y
servicios-. Sin embargo estamos acercándonos a un punto de inflexión sobre quién se
beneficia más con ese intercambio. Las empresas pueden crear la sensación –real o
ficticia- de que amasan datos indiscriminadamente y perderán frente a otras que se
erijan como custodios éticos que ofrezcan confianza a los consumidores.

CONFIANZA

La confianza que un consumidor vierte en una marca estará formada en esta tendencia
no solo por términos de satisfacción de producto, sino de una manera creciente por una
vía emocional surgida de cómo los datos son fusionados, guardados y usados: el
llamado capital de confianza. Este se asienta en tres valores principales: transparencia,
coherencia e integridad.

En este sentido Amazon es la compañía líder. Es interesante analizar su Business Case.


Probablemente sea una de las compañías que más datos personales, después de las
redes sociales pueda tener de un consumidor: gustos personales, preferencias, incluso
saber si se está embarazo en base a la información que tienen. Pero Amazon aparece
como el líder en satisfacción de consumidor ¿por qué los datos que retiene Amazon no
asustan a los consumidores pero los de Facebook sí? Esta compañía presenta una
tenacidad remarcable en los estudios de confianza de los últimos años, no es solo la
compañía más admirada de todas, sino que además su admiración subió del 34% en
2011 al 47% en 2013. De hecho, solo un 7% de los americanos considera que podría
haber riesgos en su privacidad. El estudio de Truth Central demostró que los
consumidores confían en Amazon y eso se traduce en fidelidad a la marca y afecto de
los clientes. Cuando eran preguntados sobre sus preocupaciones de seguridad y
privacidad, el afecto desarrollado les daba sensación de confianza. El mero hecho de
ver “tics verdes de seguridad” en todas las casillas y ocasiones en las que se
introducían datos, les daba confianza en el trato de los datos que hace Amazon con su
información, porque ya sabían el uso que iban a hacer con ellos y que iba a reportarles
ventajas.

La diferencia clara es que Google y Facebook “tienen” los datos mientras que Amazon
“los usa”. Es la creencia, correcta o incierta, de que se están almacenando sin un
objetivo específico para un futuro uso la que deteriora la confianza y crea inseguridad.
Este proceso de “dar a cambio” es clave. Las organizaciones deben entender su
obligación de establecer “intercambio de valor” para analizar los datos de forma que
mejoren la experiencia de sus clientes de manera transparente, honesta y genere
confianza. De otra manera, el cliente pensará que pierde potencialmente o está en
desventaja con los datos que se tiene de él.

La forma de presentar al cliente o consumidor la manera en que se está llevando a cabo


esta recogida de datos es también importante. La forma más efectiva es contestar
claramente al ¿para qué? , luego el ¿por qué? y por último el ¿qué?. La anécdota de los
tics verdes de Amazon recoge esta particularidad sociológica de las personas. La
información que influye en configurar la identidad de la marca y la motivación es el
¿para qué?, es esto lo que establece el vínculo.

Siguiendo con un ejemplo contrario, un caso en el que se está perdiendo esta


oportunidad en el sector energético español es el Smart Metering. Es cierto que la fecha
límite de despliegue oficial de contadores inteligentes está situada en 2018, pero la
infraestructura está prácticamente desplegada.

Las ventajas para las compañías eléctricas son evidentes: Por un lado se ahorran el
coste de los operarios, que ya no serán necesarios para realizar mediciones; se agiliza y
simplifica el área comercial de las compañías, que pueden ofrecer diferentes tipos de
tarifas, como con la telefonía móvil; y también se controla mejor el fraude: si alguien
manipula el contador la compañía lo sabrá al instante.

No obstante, el uso de esta información a favor de los consumidores no está claro. El


usuario no tiene acceso al consumo en tiempo real, y tampoco a su curva de demanda.
Toda esa información de la que ahora disponen queda opaca.

Hay una oportunidad gana-gana claramente perdida. Estos contadores, podrían


permitir al consumidor ver su curva de demanda, y ajustarse según periodos valle-pico
donde la energía sea más barata, bien consultando la Web, o bien recibiendo
notificaciones en su Smartphone cuando, por ejemplo, es más conveniente poner la
lavadora y así aplanar la demanda global a las eléctricas, y él tener un incentivo
económico. En un futuro cercano, podría dejarse cargada la lavadora y a través del
contador de la compañía que esta se encendiera en el momento más adecuado.

Las compañías eléctricas, con el nuevo contador, sabrán a qué hora se acuesta una
familia, a qué hora se levanta, quién come en casa, quién come fuera, qué
electrodomésticos utiliza, quién mira el fútbol… El uso que puedan hacer con estos
datos no está claro. El de la privacidad es un tema muy importante por el que se está
pasando por encima en España. Es algo parecido al caso de Facebook. Se sabe que se
recopila información pero la desconfianza viene del no retorno.
BUENA GOBERNANZA Y ASEGURAMIENTO DE DATOS

La normativa ISO 2600 en su sección 6.7 - Asuntos de Consumidores trata de recoger


acciones y expectativas de las organizaciones. En concreto se destaca la necesidad de:

-Especificar el propósito de la recopilación de datos antes de, o en el momento de


recopilarlos.

- Proporcionar el derecho al consumidor de verificar si la organización dispone de


datos sobre él, cuestionar esos datos según lo estipulado por la ley y enmendarlos o
eliminarlos.

- Proteger los datos de carácter personal mediante medidas adecuadas de seguridad.

- Publicar la identidad y localización de la persona encargada de rendir cuentas sobre


el cumplimiento de esta normativa (figura del controlador de datos) y hacer
responsable a esta persona de asegurar la privacidad de los datos y de mantener su
seguridad.

Las compañías querrán demostrar a los clientes y consumidores que sus


preocupaciones son tomadas con seriedad, que se adhieren a guías estrictas en cuanto
al uso de los datos y que hay una infraestructura robusta dedicada. Las empresas que
consigan asegurar esto, serán las que tengan mayor valor en un futuro porque serán las
que gozarán de mayor imagen y reputación.

Recursos humanos desempeña un papel fundamental en esta transformación de apoyo


central, para garantizar el suministro de nuevas competencias en materia de análisis de
datos, diseño, ingeniería de software, como ingenieros y desarrolladores. Ellos también
deben acompañar a los equipos en las competencias y evitar una brecha generacional
entre empleados.

TRANSPARENCIA, CONTROL DEL CONSUMIDOR, CONFIANZA DIGITAL

Tomando como partida las empresas tecnológicas, varios estudios realizados


arrojan las siguientes cifras:

- Actualmente, el 78% de los consumidores cree que es difícil confiar en las


compañías en el tratamiento de datos.
- 70% cree que no hay formas confiables de saber en qué se usan los datos.
- Hace falta mayor transparencia, control del consumidor y educación para
resolver estos inbalances.

Para aquellos consumidores con menos confianza en los operadores de telefonía


móvil, las principales razones eran una confusión creciente alrededor de los datos
generados y su protección (49%) y una desconfianza generalizada hacia todos los tipos
de organizaciones conforme pasa el tiempo (48%). De hecho, más de la tercera parte de
los casi 13.000 encuestados (78%) declara que es difícil confiar en las compañías en lo
referente a la forma en que usan sus datos personales e información sensible. La
confianza también presenta variabilidad según sector vertical: Las redes sociales sufren
de una percepción particularmente pobre con solo el 20%. Curiosamente, en el otro
lado del estudio se sitúan las instituciones financieras, que aunque tienen retos de
confianza en áreas de su negocio, tienen un buen ratio de confianza en protección de
datos del 51%.

Se destila de los párrafos anteriores que muchos consumidores sienten que han
perdido el control y la conectividad es algo integral a la sociedad moderna. En el futuro
serán más demandantes en cuanto a cómo se tratan sus datos y aumentará la tensión
de desconfianza.

Si la confianza continúa erosionándose y el valor percibido de sus datos aumenta sin


guía como hasta ahora, pueden producirse los siguientes efectos:

■ Erosión de valores de marca

■ Diálogo reducido entre consumidores y organizaciones

■ Menores niveles de uso de servicios debido a preocupaciones de privacidad

■ Mayores objeciones a los costes de servicio

■ Mayor nivel de desinformación y confusión

Si una organización quiere ser confiada, deberá ser más transparente con el uso y
protección de los datos, satisfacer las preocupaciones y desarrollar intercambio de
valor mutuo con el consumidor donde los datos sean protegidos, puestos en valor, y no
monetizados unilateralmente, ilustrando los beneficios del intercambio de datos y
permitir a los usuarios la toma informada de decisiones. El temor a la aparición de una
sociedad de vigilancia influye en los consumidores y necesita paliarse mediante la
adecuada pedagogía e información.

Pero los consumidores a día de hoy no piensan que están informados sobre el manejo
de datos personales. 7 de cada 10 opina que hay pocas o ninguna forma de conocer el
trato de datos personales, subiendo a 8/10 en España. Esto destaca la necesidad de
herramientas de gestión sencilla de los datos personales y educación en el uso de estos.

Paralelamente, conocedores de la disponibilidad de esta información en todos los


ámbitos de la sociedad, los clientes y consumidores demandarán más información
sobre los servicios y productos que consumen, entrando probablemente en una nueva
situación de competencia.

Por ejemplo, en Reino Unido, el Open Data Institute liberó los datos que recopiló sobre
ratios de supervivencia en cirugía cardiaca, y cuando la gente reconoció que algunos
hospitales y cirujanos tenían ratios mucho mejores que otros, empezaron a preguntar
cómo podían unos estar haciéndolo mejor que otros. En los últimos años, los ratios de
supervivencia han seguido haciéndose públicos y han mejorado enormemente.

Este movimiento de apertura de datos al que se tiende traerá la necesidad de una


mejora continua de las organizaciones y la presión de un mayor escrutinio y exigencia
de efectividad y eficiencia, aunque claramente reportará un aumento de la confianza y
la “autorización al valor”.

Las empresas deben evolucionar estructura y gobierno hacia la agilidad y la capacidad


la adaptación. De hecho, el Internet de las cosas implica la innovación permanente: La
velocidad de ejecución y la capacidad de fallar y rápidamente rebotar será primordial.

RIESGOS DEL OPEN DATA Y RETOS

Siguiendo con el caso del sector sanitario, algún tipo de cajas negras podrían
colocarse en los quirófanos para que los cirujanos aprendan de sus errores, para que
pacientes que han sido víctimas de negligencia consigan obtener su indemnización o
para demostrar que una actuación médica ha sido irreprochable.

Pero los médicos temen que algo así abra la puerta a una avalancha de demandas por
negligencia y se resisten a su introducción. La sociedad necesita tiempo para asimilar
cómo aceptar e integrar una tecnología nueva y para desarrollar la nueva cultura que
esta requiere. La sociedad acaba de empezar a sentirse más o menos cómoda con los
ordenadores y las redes sociales, medio siglo después de que su uso se haya
generalizado.

En este sentido, la experiencia de los medios de comunicación sociales resulta


instructiva. Hay numerosas anécdotas de personas a las que se les denegó un empleo
por cuestiones como una fotografía suya tomada durante una fiesta y publicados años
atrás en su página de Facebook. Sucesos como este vienen a evidenciar el extremo
hasta el cual los encargados de recursos humanos no se habían replanteado sus
métodos de selección para un mundo en el que nuestro pasado siempre está online y
en el que resulta más necesario que nunca «pasar por alto» las locuras juveniles de
cada uno. No es posible extrapolar de tal forma la máxima de que, la identidad de la
organización la componen los trabajadores, llevándolo a tal extremo.

De manera similar, en el mundo de los big data se grabarán muchas cosas por defecto
simplemente porque existen o porque suceden. Transcurrirá un tiempo antes de que la
sociedad encuentre la manera de manejar esto y cambien las prácticas y las actitudes
para que sea posible incorporar de forma razonable la tecnología a nuestras vidas, a
nuestras instituciones y a nuestros valores.

Actualmente, el anonimato de los datos recopilados es la mayor garantía que suele


ofrecerse, en el sentido de que no se guardan con una etiqueta textual con la identidad
del sujeto del que se obtuvieron, puesto que el más mínimo fallo en una infraestructura
podría exponer todos los datos personales accesibles a través de una API o una página
web. La anonimización como garantía y herramienta de exclusión de la aplicación de la
normativa sobre protección de datos, ha sido puesta en cuestión por el Working Party
de la Comisión Europea, cuyo Dictamen 05/2014 sobre técnicas de anonimización
apunta a la imposibilidad de anonimizar. Referido a esto, los casos de los informes
médicos anonimizados de los funcionarios de Massachusetts, el premio de Netflix o la
publicación anominazada de una base de datos de búsquedas de AOL han puesto de
manifiesto que en muchos casos se puede conseguir re‐identificar a los individuos
anonimizados(7) cruzando varias bases de datos.

El Grupo de Trabajo reconoce el valor potencial de la anonimización, en particular


como estrategia para permitir a las personas y la sociedad en su conjunto beneficiarse
de los «datos abiertos» (open data) al mismo tiempo que se mitigan los riesgos para los
interesados. No obstante, los estudios de caso y las publicaciones científicas muestran
la dificultad de crear un conjunto de datos verdaderamente anónimo conservando, sin
embargo, toda la información subyacente requerida para la tarea

La rapidez con la que se generan nuevos datos y situaciones especiales con los mismos
implica que las leyes de protección de datos vayan siempre por detrás de la realidad.
Por tanto es responsabilidad de las empresas, que son las conocedoras de estas
implicaciones, que la seguridad sea primordial y tratar los datos con cautela incluso
anonimizados.

Las nuevas cláusulas de consentimiento en las interacciones con proveedores de


servicios en Internet intentan cubrir estas situaciones especiales no previstas. Sin
embargo, desde el derecho se habla de “la falacia del consentimiento” (8) pues el
cliente da su consentimiento en la gran mayoría de los casos sin leer las condiciones.
Además, como ya se ha indicado, el consentimiento debe estar ligado no solo a los
datos sino también a su utilización para una finalidad determinada para la cual los
datos fueron recogidos como recoge la ISO 26000. Sin embargo en “big data” el
concepto de reutilización de los datos es un elemento fundamental: datos que han sido
recogidos con un objetivo, al tiempo pueden encontrar otra utilización completamente
diferentes del objetivo original incluso dentro de la misma empresa.

CONCLUSIONES: DECÁLOGO DE PROPUESTAS DE RSE


Cabe destacar que la “sociedad de lo numérico” y el mercado de bienes
intangibles aún están incipientes. Transcurrirá un tiempo antes de que cambien las
prácticas y actitudes para incorporar de forma razonable la tecnología a nuestras vidas,
a nuestras instituciones y a nuestros valores. Estos cambios divisados pueden ser
tremendamente rápidos en empresas de logística o servicios, pero serán de naturaleza
más incremental en empresas tradicionales, aunque no menos disruptivos.

La industria médica es un claro ejemplo de las repercusiones de los big data. Aunque
en este ámbito hay grandes avances, las leyes restrictivas de privacidad obstaculizan
los procesos.
Como conclusión podríamos recoger las siguientes propuestas:

EJE 1: Mejorar la seguridad para reforzar la confianza

Proposición 1: Garantizar a los usuarios APIs (Application Programming Interfaces)


(API) técnicamente seguras para interactuar con los servicios:

Identificar y crear a nivel europeo un “círculo de confianza” para todas las API, más
allá de las condiciones que puedan negociarse de tercero a tercero.

Desarrollar una etiqueta de estándar europeo para certificar APIs conformes para
utilización segura pública y privada.

Parecido a los protocolos de comunicación, establecer arquitecturas de programación y


gestión de datos eficientes y demostradas seguras, que puedan ser consideradas
“estándar de facto”.

Hay empresas privadas con soluciones premiadas y reconocidas por su resiliencia y


seguridad, pero son privativas y no muy extendidas.

Proposición 2: Garantizar la portabilidad de los datos e intentar homogeneizar el


ecosistema de programas de tratamiento de información y la forma de generar y
presentar los datos para permitir la intercambiabilidad.

Garantizar el derecho a la portabilidad de datos en un marco europeo concertado.


El derecho a la portabilidad sería el derecho efectivo a transmitir sus datos de un
sistema de tratamiento automatizado a otro, sin que el controlador pueda ser un
obstáculo.

Sería una continuación del derecho de acceso y rectificación de la Ley de Protección de


Datos, incluiría:
• decidir compartir sus datos con condiciones a terceros, para beneficiarse de
nuevos productos y servicios y controlar estas reutilizaciones;
• obtener en cualquier momento una copia de sus datos en un formato
estructurado con el fin de volver a utilizarlos por uno mismo.
Tendría aplicación en salud, en seguros de automóvil, telefonía etc.

Por tanto, la aplicación de este derecho debe apuntar a promover la competencia y


reducir los obstáculos técnicos al cambio de proveedor, al tiempo que mejora el marco
general de la protección de los datos personales.
Proposición 3: Favorecer la creación de un estado conectado para la consolidación de
los datos y su puesta en uso.

-Experimentar con una iniciativa comparable al “blue button” americano para permitir
a los ciudadanos acceder a sus historiales y resultados de sanidad y compartirlos.

Asimismo se favorecería la competencia y eficiencia operativa del estado, y la


reducción de carga administrativa en el cruce de base de datos.

Utilizar la información consolidada y poner en valor para la mejora continua de la


infraestructura estatal (sanidad, transportes…), adelantándose a la exposición al juicio
público.

EJE 2: Sostener una gobernanza de la información fuerte y establecer marcos legales


adecuados y generar estudios y figuras estándar.

Proposición 4: Los negocios que incorporan Big Data están demandando regulaciones
nuevas, mejores y distintas. Estudiar las tendencias y peticiones normativas de las
empresas y adecuar los marcos legales a las situaciones excepcionales que empiezan a
encontrarse.

Proposición 5: Asegurar a los clientes/consumidores mecanismos de acceso a su


información personal. Mejorar la educación y cultura de los datos personales, unido
estrechamente a la eliminación de la brecha digital dentro de la propia sociedad.

BIBLIOGRAFIA
(1). European Commission - Information Society and Media DG. (2009) Internet of
Things – Strategic Research Roadmap.

(2). Atzori, L. Iera, A. and Morabito, G. (2010) The Internet of Things: A survey. Computer
Networks, 54, pp. 2787-2805.

(3). Loudhouse-Orange: Future of Digital Trust Report

(4). Truth Central at McCann Worldgroup. - Top Tech Companies research.


(5). Rapport des objets connectées – Institute Montaigne. Trad.: “Convertir a Francia en el
campeón del Big Data y los objetos conectados”

(6) http://www.econ.upf.edu/~montalvo/wp/big_data_banking_v4.pdf

(7). Heffetz y Ligett (2014).


(8) Ponencia de Ricard Martínez en la Jornada ““big data”: de la investigación científica
a la gestión empresarial”.

(9) ISO 2600.

(10) Dictamen 05/2014 sobre técnicas de anonimización de la Comisión Europea.

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