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LA MIEL

La miel, sin lugar a dudas, es el alimento energético por excelencia y un estupendo


remedio para muchas enfermedades y dolencias como veremos más adelante. La
espectacular acción positiva que ejerce sobre el organismo se debe a sus
componentes, como los azúcares, oligoelementos orgánicos y minerales, las
hormonas y las vitaminas, sustancias vivas que desempeñan un papel de poderosos
catalizadores, capaces de liberar la energía contenida en potencia en otros
elementos.

La miel, producto natural, es un alimento incomparable para los lactantes, niños,


ancianos y reconstituyente para los deportistas y personas que se sientan fatigados.
Además la miel es un producto que entra a formar parte de numerosas recetas de
cosmética y belleza natural.

Se dice que el simple consumo regular de miel ejerce una acción positiva sobre los
corazones castigados por el "stress". La miel es una fuente de ahorro para un corazón
fatigado. La miel aumenta la cantidad de glucógeno disponible en el hígado y ejerce
una acción hepato-protectora.

La miel no necesita una digestión previa. Actúa muy favorablemente en


enfermedades de estómago. Su consumo regular aumenta la tasa de la hemoglobina
de la sangre al mismo tiempo que el peso del cuerpo. La miel es un sedante que
actúa sobre todo el cuerpo.

CLASES DE MIEL

Acacia: suave. Color y consistencia ambarino y como de jarabe. Aroma y sabor


delicados. Es una miel que granula muy difícilmente. Muy adecuada para los niños
pequeños. Recomendada contra la diabetes, estreñimiento.

Ajedrea: estimulante de las funciones genésicas. Tónico estomacal.

Algodonero: De color casi incolora cuando está líquida y cerca del blanco cuando
está granulada. Aroma y sabor poco pronunciados. Miel de mesa.

Brezo: De color y consistencia desde un color ambarino claro hasta un rojo oscuro,
bastante espeso y viscoso. Aroma y sabor sutiles. sabrosa miel de mesa. Es una de las
mieles más ricas en principios minerales .Muy útil contra el reuma. Desinfectante de
las vías urinarias.

Castaño: muy adecuada para facilitar la circulación sanguínea.

Col: en las afecciones de los bronquios.

Colza: De color paja o rojizo y consistencia granulada. Aroma y sabor débiles. Actúa
sobre el corazón, pues contiene abundantes factores glucotílicos y colinérgicos.
Espino blanco: calmante, tónico del corazón.

Espliego: Color ligeramente ambarino y consistencia fluida. De aroma y sabor muy


característicos. Miel muy fina de mesa. Muy rica en hierro. Tónico cardíaco.
Antiséptico pulmonar. Muy adecuada contra la tos, gripe, disentería y contra las
úlceras de estómago o duodeno.

Espliego híbrido: Color ambarino y consistencia fluida. Aroma acentuado y sabor


particular.

Eucalipto: Garganta, vías urinarias, pulmones.

Mejorana: reumatismos, asma.

Naranjo: Color amarillo ámbar claro, transparente cuando está líquida, y blanco
ligeramente teñido con granos finos y ungüentos cuando está cristalizada. Aroma y
sabor perfumados. Excelente miel de mesa. Tiene propiedades antiespasmódica y
está recomendada como calmante y en tisanas ligeras para niños pequeños y para
adultos en casos de insomnio.

Pino o abeto: sin lugar a dudas una de las mejores mieles para facilitar la
expectoración de los bronquios.

Pipirigallo y trébol blanco: Color blanca y consistencia fina. Aroma delicados y sabor
neutro. Muy útil en tisanas. Tónico y calmante del corazón.

Romero: Color ambarino nevoso y consistencia algo espesa. Recomendada como


estimulante del hígado, insuficiencia hepática, acidez de estómago y pirosis de las
úlceras de estómago o de duodeno. Es estimulante en casos de fatiga,
convalecencia, cansancio, etc. Antiespasmódica, contra el asma y la irritación de la
garganta debida al tabaco. Las mujeres deberían utilizarla en casos de ausencia de
menstruación (amenorrea)

Tilo: Color del verduzco al negro. Consistencia muy viscosa. Aroma y sabor
balsámicos. Estómago e intestinos. Favorece el descanso nocturno. Diurética, eficaz
en reglas difíciles (dismenorrea), contra la arteriosclerosis.

Tomillo: Aumenta las fuerzas físicas, antiséptica, contra la tos, fiebres, gripes.

APLICACIONES DE LA MIEL

Alcoholismo: activa la eliminación del alcohol de la sangre hasta un 35 %.

Corazón: aumenta el caudal de los vasos coronarios. Ahorra energías al corazón


fatigado facilitando sus contracciones. En los casos graves de trastornos cardíacos,
se hacen inyecciones de miel desproteinada.

Crecimiento: Para los recién nacidos que no soportan el azúcar.


Diabetes: endulzar las tisanas y otros con miel de acacia.

Envenenamiento por setas: El profesor Binet propone una inyección de agua mielada
o lavativas de miel (100 gr por litro de agua), mientras se espera al médico. En
efecto, la sangre de los intoxicados por setas está empobrecida en glucosa.

Estómago: La miel es rápidamente asimilable, porque no necesita digestión previa.


Empleada en las úlceras. En los dolores de estómago después de las comidas se
toman 30 gr por la mañana en el desayuno.

Garganta: Contra los comienzos de laringitis y faringitis es muy apropiada la miel


azufrada (miel líquida mezclada en una taza con una cucharadita de postre de flor
de azufre). Dos o tres veces al día.

Hígado: Aumenta la cantidad de glucógeno disponible, ejerciendo una acción


hepato-protectora. Huesos: La miel es recalcificante óseo y dental.

Insomnio: Sedante

Intestino: acción sobre la flora intestinal. Contra el estreñimiento en curas


prolongadas.

Llagas: Antiséptico. Aplicación sobre úlcera, corte, herida. Acelera la regeneración


de las células.

Sangre: Aumenta la tasa de hemoglobina.

Deportistas: En los entrenamientos tomar 30 gramos por día. Fútbol, baloncesto,


balonmano, voleibol y hockey de 30 a 60 gramos por día media hora antes del
ejercicio. Miel con zumo de limón en los descansos. Natación: 40 gr media hora
antes de la competición. carreras: de 15 a 30 gr 20 minutos antes de la prueba.
Ciclismo: miel en las comidas y en camino. marcha: miel a intervalos regulares.

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