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MODELO N° 01: DENUNCIA PENAL DE SECUESTRO Y EXTORSIÓN

DENUNCIA Nª :
ESCRITO:
SUMILLA: Denuncia por el Delito de
Secuestro y Extorsión

SEÑOR FISCAL DE TURNO DEL DISTRITO JUDICIAL DE …………

A.M.H., con DNI Nª ……………. ,


domiciliado en Jr. Ancash No. 265
de esta ciudad; señalando
domicilio procesal en la calle Francisco Pizarro
659 Of. 207 de esta misma ciudad de Lima, a
usted digo:

Debo advertir, Señor Fiscal, que he venido residiendo en la provincia de Pataz,


localidad de Tayabamba y que si bien es verdad los hechos que vengo a
denunciar se han producido en la indicada localidad, también lo es que debido
al ambiente de violencia que ha impuesto el denunciado como Presidente de
las “Rondas Campesinas de Pataz”, me resulta materialmente imposible
ingresar la presente denuncia en mi jurisdicción ya que los ronderos no solo
tienen amenazada a mi familia, sino a toda la población en el sentido de
detener y castigar a todo aquel que se preste para presentar cualquier
documento en las oficinas del Fiscal y/o del Juez de Pataz. En el mismo
sentido se tiene amenazados a los Abogados que “se presten” para
defenderme o defender a cualquier ciudadano que pretenda denunciar a algún
rondero, así como a todo aquel que pretenda denunciarlos.

En consecuencia, se debe tener presente que:

A) Mi vida corre peligro si me encontrara en la localidad de Tayabamba y


pretendiera ingresar la presente denuncia.
B) La vida de mis familiares corre peligro si pretendieran ingresa la
denuncia ante el Ministerio Público porque los ronderos se encuentran a
inmediaciones de las oficinas de la Fiscalía.
C) No puede ingresar la denuncia a través de un tercero porque nadie
desea hacerlo ya que se ha advertido públicamente que quien se preste
para tramites referidas a alguna denuncia contra los ronderos será
severamente sancionado, lo que implica su secuestro y violencia física
contra ellos.
D) No puedo ingresar la denuncia a través de algún Abogado porque
ninguno acepta defenderme al haber sido públicamente advertidos de
que serian castigados si intervinieran autorizando o interviniendo en la
presentación de alguna denuncia contra los ronderos.
En virtud a lo anterior, Señor Fiscal, solicito se admita la denuncia y se le
dé el trámite de ley.

I. DELITOS QUE SE DENUNCIAN:


Secuestro y Extorsión.

II. PERSONAS A LAS QUE SE ATRIBUYEN LOS DELITOS:


A). R.A.M.C., Urbanización Los Cedros Mz. “A” Lote No. 09 de esta ciudad
de Lima.

B). Los que resulten responsables.

III. CIRCUNSTANCIAS EN QUE SE HAN PRODUCIDO LOS DELITOS:

3.1 En fecha Miércoles 22 del Presente, en circunstancias en que a las 8.30


Hrs. me encontraba en la puerta de mi domicilio ubicado en
las intersecciones de las calles Bolívar y Grau, esquina de la
Plaza de Armas, (que a la vez funciona como local comercial) se
acercó una camioneta TOYOTA 4 X 4 con Placa de Rodaje No. OD-
1880, en la que se encontraban aproximadamente 6 personas
(entre ellos R.A.M.C.), quienes sin bajar me preguntaron si yo era
A.M.H., contestándoles afirmativamente, ante lo que me pedían que me
acerque al vehículo y suba al mismo. Ante ello contesté que cerraría mi
puerta, pero lejos de acercarme al vehículo ingresé a mi casa y cerré
inmediatamente la puerta, ante lo que aquellos sujetos empezaron a
golpearla violentamente por lo que por temor a que me la rompan al
abrir, circunstancias en que procedieron a ingresar a mi casa diciendo
que eran “RONDEROS”, viendo que el denunciado R.A.M.C. portaba
arma de fuego (escopeta retrocarga). Inmediatamente me exigieron que
suba al vehículo antes referido, conduciéndome a la “Casa del maestro”
ubicada en la calle Alfonso Ugarte S/N de Tayabamba.
Estos hechos, Señor Fiscal, fueron vistos por mi sobina K.M.M. que se
encontraba en el segundo piso de mi domicilio, según ella me lo ha
referido.

3.2 Encontrándome ya en la “Casa del Maestro” me metieron violentamente


a una habitación, empezando a decirme que el Alcalde O.M.B. me había
comprado una camioneta o que explique cómo había adquirido el
vehículo de Placa de Rodaje ROK-366, Marca MITSUBISHI, dando de
mi parte las explicaciones correspondientes, para inmediatamente
empezarme a decir que mi explicación era falsa y que dicho vehículo no
había sido adquirido por mí, sino que había sido comprado por el Alcalde
y que yo no era más que un testaferro, que me había restado para que
“ese delincuente” compre cosas “con el dinero del pueblo”, que ellos
sabían que era así, y que –por tanto—yo debía reconocer públicamente
tal hecho. A la vez que me expresaban lo antes dicho me daban golpes
con la culata de la escopeta retrocarga, en el pecho, en el brazo
derecho, en la mano izquierda y en la espalda, además de manazos en
la cara. Debo dejar expresa constancia que todo ello era producido por
el denunciado R.A.M.C., limitándose a mirar los sujetos que lo
acompañaban.

3.3 Como esas exigencias, Señor Fiscal, eran referidas a hechos falsos,
obviamente me negué a aceptarlas, lo que motivaba los golpes que me
daban. Me amenazaban que me colgarían en el mismo lugar y si
persistía en no aceptar sus exigencias me llevarían a “La Quebrada”,
que es un lugar descampado, donde me colgarían hasta que hablen lo
que ellos decían, o “de donde no regresaría”. Se me mantuvo como
rehén hasta el miércoles 23 del Pte., aproximadamente a las 12:30 Hrs.,
en que luego de aceptar las exigencias de mis captores me condujeron a
las oficinas del Fiscal Provincial, ante quien tuve que decir lo que bajo
violencia y amenaza se me obligó que diga.

3.4 Debo establecer, Señor Fiscal, que los hechos en mi agravio se han
producido en circunstancias en que en la localidad de Tayabamba se
han suscitado una serie de hechos y violencia protagonizados por la
denominada “Ronda Campesina” que preside el denunciado R.M.C.;
entre ellos el secuestro de otras personas, como es el caso del señor
J.L.Q. (hasta ahora secuestrado) Y V.A.R., este ultimo Ex trabajador de
la Municipalidad Provincial de Tayabamba, a quien tuvieron privado de
su libertad por aproximadamente 10 días. Todo ello, como lo he
expuesto, en un ambiente de violencia e inseguridad por los actos de las
denominadas Rondas Campesinas.

3.5 Para vuestro conocimiento es que bajo ese ambiente de violencia e


inseguridad, el Fiscal Provincial de Pataz y el Juez de Investigación de la
misma provincia tuvieron que salir de la ciudad de Tayabamba, viéndose
obligada a intervenir directamente una Comisión de alto nivel, integrada
por un representante del Presidente de la Corte de Justicia de La
Libertad, el Presidente de la Junta de Fiscales Superiores, el Coronel de
la Tercera Región PNP y un Representante de la Defensoría del Pueblo.
Es en ese mismo ambiente de violencia en que fui conducido ante el
Fiscal, habiéndoseme advertido previamente que, si yo no decía lo que
se me había indicado, sería trasladado nuevamente hasta la “Casa del
Maestro” y luego a otros lugares. Es evidente que de haber dado una
versión distinta ante el Fiscal eso podría haber ocurrido ya que la
presencia del Fiscal y de la Policía Nacional del Perú no amilana el
actuar agresivo de los “ronderos” que dirige el denunciado, quien
inclusive porta armas de fuego y las exhibe ante estas mismas
autoridades, sin que ni siquiera se le llame la atención. Son
precisamente esas armas las que portaban al momento en que me
condujeron para que dé mi manifestación en las oficinas de la Fiscalía.

3.6 Una vez que brindé mi manifestación ante el Fiscal de Pataz, fui
liberado, no sin antes exigirme que mi sobrina K.M.M. se desista de una
denuncia que había interpuesto ante la Comisaria PNO de Tayabamba,
por el delito de Secuestro en mi agravio, por lo que me dirigí a la
indicada Comisaría, no siendo atendido. Retornando a la Comisaría el
segundo día me dijeron que ya había pasado la denuncia ante la
Fiscalia, ante la que con mi sobrina nos acercamos procediendo decirle
que retirábamos la denuncia interpuesta por mi indicada sobrina,
procediendo a dar instrucciones a su personal para que elabore un
documento, procediendo luego a firmar mi persona, mi menor sobrina
K.M.M. y E.H.L., siendo que esta había acompañado a mi sobrina para
que interponga la denuncia ante la PNP, dada su minoría edad.
Además de estos hechos, Señor Fiscal, el viernes de abril,
aproximadamente a las 11:00 Hrs, se acercaron tres sujetos que se
identificaron como miembros de la “Ronda”, exigiéndome que colabore
con ropa de mi negocio, ante lo que tuve que darles una chompa, tres
poleras, un pantalón y polos. Ante ello y considerando que seguirían los
actos de coacción y/o extorsión contra mi persona, me vi obligado a
abandonar la ciudad de Tayabamba, caminando hasta la localidad de
Quiches en el Departamento de Ancash, viajando en vehículo desde
este lugar hasta Chimbote, donde puse la denuncia policial cuya copia
estoy adjuntando a la presente denuncia. Posteriormente y para una
mayor seguridad de mi persona trasladándome hasta esta ciudad de
Lima, donde he fijado mi residencia.

3.7 Producto de la violencia contra mi persona se han producido lesiones en


diversas partes de mi cuerpo, las que serán debidamente
constatadas por los Médicos del Instituto de Medicina Legal, debiéndose
cursar el oficio respectivo para la actuación de dicho profesional.

3.8 Debo dejar expresamente dicho, Señor Fiscal, que la denominada


“CASA DEL MAESTRO” se ha convertido en un lugar donde se priva de
la libertad a los que son secuestrados; pues, no solo se me ha tenido a
mí en ese lugar sino también a V.A.R., J.L.Q, C.L.M. y M.M.A., al
quienes bajo violencia y amenaza se les ha exigido que den
manifestaciones ajenas a la verdad.

IV. JURISPRUDENCIA APLICADA

R.N. Nª 115-2012-LAMBAYEQUE. Pub. 24-01-2013


“El delito de Secuestro sanciona aquella conducta que vulnera la
Libertad de Movimiento entendida esta como la facultad de
poder dirigirse al lugar que quiero; requiriendo para su comisión,
que el sujeto activo no tenga derecho o motivo, ni facultad justificada
para privar de su libertad al sujeto pasivo, actuando dolosamente; que
en el caso de los miembros de las Rondas Campesinas, estas han asumido
diversos roles en el quehacer de los pueblos tales como seguridad y
desarrollo y entre ellos, también se encuentra, sin duda alguna, los
vinculados la control penal en tanto en cuanto aplican las normas del
derecho consuetudinario que les corresponda y expresen su identidad
cultural”.
{BERMÚDEZ TAPIA, Manuel. Jurisprudencia penal actual de la
Corte Suprema, volumen II. Ediciones Legales, Lima, 2015, pp. 1101-
1102}

R.N. Nª 529-2011-ICA. Pub. 25-08-2012


“La conducta antijurídica en el delito materia de acusación debe recaer
especialmente sobre la Libertad Personal de la víctima, entendida como
Libertad Ambulatoria o de Locomoción, es decir, la facultad o capacidad
de las personas de trasladarse libremente de un lugar a otro conforme a
su espectro volitivo y las circunstancias especiales. En ese sentido, de la
redacción del tipo penal que recoge el supuesto básico de secuestro, se
aprecia que estamos ante una figura únicamente punible a titulo de dolo,
el mismo que debe abarcar las circunstancias agravantes glosadas en el
tipo penal en cuestión. De este modo, para su configuración, es preciso
constatar en el agente una especial intencionalidad dirigida hacia la
realización del resultado típico, esto es, la privación o restricción de la
libertad ambulatoria de su víctima, a su vez, dicha intencionalidad
concierne, necesariamente, un conocimiento actual de los elementos
objetivos del tipo, conocimiento que está sólidamente ligada al aspecto
volitivo de la conducta, de modo que conciencia y voluntad, como
elementos imprescindibles del dolo, deben concurrir inexcusablemente
en la materialización del delito de secuestro”.
{BERMÚDEZ TAPIA, Manuel. Jurisprudencia penal actual de la
Corte Suprema, volumen II. Ediciones Legales, Lima, 2015, pp. 1089-
1090}

R.N. Nª 1036-2011-CUSCO. Pub. 25-04-2012


“En el tipo penal de secuestro se exige un necesario actuar doloso,
entendido como el conocimiento y voluntad del agente activo de privar la
liberad personal a una persona sin derecho, motivo, ni facultad
justificada; esto es, se requiere que la privación de libertad sea un fin en
sí mismo y no necesariamente un medio para realizar otra conducta,
toda vez que la conducta genérica del delito de secuestro consiste en
privar a alguien de su libertad personal, y se proyecta desde tres
perspectivas: el agente priva a una persona, sin derecho, de la facultad
de movilizarse de un lugar a otro. Desde este punto de vista lo
importante no es capacidad física de moverse por parte del sujeto
pasivo, sino la de decidir el lugar donde quiere o no quiere estar, uy lo
más importante, la conducta típica del delito de secuestro se concreta en
los verbos rectores “sin derecho”, “motivo” ni “facultad justificada”. En
cambio, cuando la privación de libertad es un medio para realizar otra
conducta podría configurarse, por ejemplo, el delito de Secuestro
Extorsivo, en el que se deba realizar, previamente, la privación de la
libertad personal, tratándose de un delito de carácter pluriofensivo, pues
se vulnera el Patrimonio, la Libertad Ambulatoria y la Libertad de
Determinación. (…), se debe señalar que los miembros de una
determinada Comunidad Campesina tienen el derecho de conservar sus
costumbres, siempre que estas no sean incompatibles con los derechos
fundamentales reconocidos en la Constitución Política del Perú; es decir,
en la medida en que sean compatibles con el sistema jurídico y la
Constitución, se deben respetar los métodos que las comunidades
campesinas suelen utilizar tradicionalmente para resolver los conflictos
de interés internos; en consecuencia, en la conducta analizada no se
aprecia voluntad de privar la libertad ambulatoria y de
autodeterminación”.
{BERMÚDEZ TAPIA, Manuel. Jurisprudencia penal actual de la
Corte Suprema, volumen II. Ediciones Legales, Lima, 2015, pp. 1078-
1079}

R.N. Nª 1625-2011- LIMA. Pub. 30-11-2011


“Al respecto debe tomarse en cuenta que el delito de Secuestro previsto
en el articulo ciento cincuenta y dos del Código Penal, sanciona a
quien “sin derecho, motivo ni facultad justificada, priva a otro de su
Libertad Personal, cualquiera sea le móvil, el propósito, la modalidad o
circunstancia o tiempo que el agraviado sufra la privación o restricción
de su libertad”; como se advierte, el bien jurídico protegido es la Libertad
ambulatoria o libertad de movimiento, entendida como la facultad que
tienen la persona de poder determinar libremente su situación en el
espacio, trasladándose o permaneciendo en un lugar según su propia
voluntad y deseo; se trata pues, de un delito netamente doloso, ya que
para su configuración se requiere que el agente actúe con conocimiento
y voluntad de privar o restringir de una forma efectiva la Libertad
Ambulatoria de su víctima.
Por otro lado, estando a los agravios expresados por los recurrentes en
cuanto a este extremo, debe precisarse que si bien se admite la
posibilidad de que en la ejecución de un delito de robo, la victima sufra
una transitoria privación de libertad vinculada con la finalidad de
sustracción patrimonial, en cuyo caso, la afectación a la libertad personal
termina siendo absorbida por el mayor desvalor del delito de robo; sin
embargo, cuando dicha privación de libertad deja de estar ligada al
propósito de apropiación, adquiere autonomía delictiva, presentándose
un concurso real de delitos”.
{BERMÚDEZ TAPIA, Manuel. Jurisprudencia penal actual de la
Corte Suprema, volumen II. Ediciones Legales, Lima, 2015, p.988}

R.N. Nª 2294-2009-LIMA. Pub. 26-10-2010


“Que, el delito de secuestro de acuerdo al articulo ciento cincuenta y dos
del Código Penal, modificado por el articulo uno de la ley número
veintisiete mil cuatrocientos setenta y dos, de fecha cinco de junio de
dos mil uno- norma aplicable al presente caso, por ser más favorable
sanciona al agente que sin derecho, motivo ni facultad justificada, priva a
otro de su libertad personal, cualquiera sea el móvil, el propósito, la
modalidad o circunstancia o tiempo que el agraviado sufra la privación o
restricción de su libertad, agravándose tal hecho en su inciso justo
cuando el agraviado es menor de edad- como en el caso sub examina- o
anciano y prevé un margen punitivo no menor de veinte años, el mayor
de veinticinco años de privación de la libertad, en tal sentido, se advierte
que la pena que se le ha impuesto- doce años- está muy por debajo del
mínimo legal- veinte años-, cuando incluso pudo y debió ser mayor- no
solo para este encausado, sino también para sus cosentenciados”.

R.N. Nª5188-2008-LAMBAYEQUE. Pub. 16-02-2010


“Si la conducta atribuida a los ronderos no resulta atípica o no está
justificada, esto es, se confirma su injusto objetivo, será del caso
considerar el conjunto de factores culturales en la escala individual del
sujeto procesado. Cabe acotar que el análisis en mención requiere,
como presupuesto, tener muy claro la existencia jurídica de la ronda
campesina, la autoridad rondera que actuó- la condición de tal del
rondero incriminado-, su nivel de representación y de conocimiento de
sus funciones, así como las características y alcances de la norma
consuetudinaria aplicada, aspectos que en varias de sus facetas puede
determinarse mediante la aplicación de pericias culturales o
antropológicas. En este nivel, el examen judicial debe tener en cuenta
que los patrones o elementos culturales presentes en la conducta del
rondero tienen entidad relevante para afectar el lado subjetivo del delito:
su culpabilidad. Esto significa que la configuración del injusto penal y/o
su atribución culpable en concurrencia con tales factores pueden
determinar-si correspondiere- la impunidad del rondero, la atenuación de
la pena o ser irrelevantes. El agente, como consecuencia de su patrón
cultural ronderil, puede actuar (i) sin dolo – error de tipo- al no serle
exigible el conocimiento sobre el riesgo para el bien jurídico, (ii) por error
de prohibición, porque desconoce la ilicitud de su comportamiento, esto
es, la existencia o el alcance de la norma permisiva o prohibitiva; o (iii)
sin comprender la ilicitud del comportamiento ejecutado o sin tener la
capacidad de comportarse de acuerdo a aquella comprensión”.
{Gaceta Penal, t.13. Gaceta Jurídica, Lima, julio 2010, p.87}

R.N. 5189-2008-LAMBAYEQUE. Pub. 15-01-2010


“ Que, el delito de secuestro requiere que para su comisión el sujeto
activo no tenga derecho o motivo, ni facultad justificada para privar de su
libertad al sujeto pasivo, actuando dolosamente; que en el caso de los
miembros de las rondas campesinas, que ejercen sus facultades, existe
un motivo real y suficiente que hacen viable su participación, siendo el
caso precisar que sus facultades son las estrictamente necesarias para
preservar el orden público en su jurisdicción y sujetas a la inviolabilidad
de derechos fundamentales de los ciudadanos, tal como lo establece el
articulo ciento cuarenta y nueve de la constitución política del Perú que a
la letra dice: “… las autoridades de las comunidades campesinas y
nativas, con el apoyo de las rondas campesinas, pueden ejerce las
funciones jurisdiccionales dentro de su ámbito territorial de conformidad
con el derecho consuetudinario, siempre que no violen los derechos
fundamentales de la persona…”; bajo esa premisa normativa, las rondas
campesinas constituyen una forma extendida de institución comunal
ancestral y consuetudinaria que ejerce funciones de gobierno local,
justicia, desarrollo local e interlocución con el estado, cuarto: que, el tipo
penal previsto en el articulo ciento cincuenta y dos del Código Penal,
protege la libertad de movimiento, entendida esta como la facultad de
poder dirigirse al lugar que quiera, siendo el fundamento de la
punibilidad el menoscabo de la libertad corporal; siendo para el elemento
esencial la concurrencia del elemento subjetivo plasmado en la intención
de tomar a la victima y privar de su libertad; que, en el caso de
integrantes de rondas campesinas del caserío de San Lorenzo y pueblo
nuevo Villacis, jurisdicción de la provincia de Jaén, al requerir la
presencia de los agraviados a la base Ronderil para solucionar los
conflictos familiares que mantenían sobre posesión de terrenos y use de
aguas, pese a las actas de compromiso, decidieron sancionarlos de
acuerdo a sus costumbres, condenándolos a “cadena ronderil” de cinco
bases, esto es pasarlos de una ronda a otra con fines de reeducación;
no evidenciándose de la conducta de los procesados la intención -dolo-
en su accionar, sino mas bien el ejercicio de facultades conforme a la
normatividad que se rige para las rondas campesinas”.

ACUERDO PLENARIO Nª 1-2009/CJ-116


“3. El rondero ante el Derecho penal.
13ª. El derecho a la identidad cultural y al ejercicio de funciones
jurisdiccionales conforme al derecho consuetudinario está, pues, limitado
a las reservas que dimanan del propio texto constitucional y de su
interrelación con los demás derechos, bienes o intereses
constitucionalmente protegidos.
Así las cosas, los alcances de un tipo legal pueden restringirse en dos
casos {René Paul Amry: Obra citada, página 97}
A. Cuando la interpretación de los elementos normativos del tipo lo
permita (interpretación del tipo conforme a la Constitución).
B. Cuando sea aplicable una causa de justificación, en especial la
prevista en el artículo 20ª. 8 del Código Penal -en adelante, CP-:
cumplimiento de un deber o en el ejercicio legítimo de un derecho.

Lo expuesto guarda coherencia con el alcance del fuero comunal


rondero. Desde el primer caso -supuesto de atipicidad de la conducta- se
descarta de plano, por ejemplo, el delito de usurpación de funciones
(artículo 361ª CP) en la medida de que el rondero actúa en ejercicio de
la función jurisdiccional comunal constitucionalmente reconocida y
garantizada. También se rechaza liminarmente la imputación por delito
de secuestro (artículo 152ª CP) puesto que el rondero procede a privar
la libertad como consecuencia del ejercicio de la función jurisdiccional
-detención coercitiva o imposición de sanciones.
Asimismo, cabe destacar que la actuación de las Rondas Campesinas y
de sus integrantes no está orientada a obtener beneficios ilegales o fines
de lucro, y -en principio- la composición y practica que realizan tienen un
reconocimiento legal, que las aleja de cualquier tipología de estructura
criminal (banda o criminalidad organizada) asimilable a aquellas que
considera el Código Penal como circunstancias agravantes o de
integración criminal (artículos 186ª, párrafo 2, inciso 1, y 317ª CP).
Efectivamente, su intervención se origina en un conflicto de naturaleza y
trascendencia variables, que involucra a personas que reconocen en las
Rondas Campesinas instancias conciliadoras, de resolución de conflictos
y con capacidad coercitiva -uno de los atributos esenciales de la
jurisdicción-.
En estas condiciones, es de enfatiza que no es asimilable la actuación y
la conducta, siempre colectiva, de sus integrantes a un delito de
secuestro extorsivo y cuya presencia relevante en las estadísticas de la
criminalidad nacional determinó las modificaciones y reformas del
articulo 152ª CP, caracterizadas, todas ellas, por un incremento
constante de las penas conminadas, y de los rigores de su
cumplimiento”.

V. PRUEBAS:

5.1. Copia del Certificado Médico No. P-1246, con que se acreditan las
lesiones que se me ocasionaron por la violencia recaída en mi persona y
la incapacidad médico legal de 05 días, salvo complicaciones.
5.2. La manifestación de K.M.M., domiciliada en la calle Bolívar S/N de
Tayabamba, ocupación estudiante, menor de edad.
5.3. E.H.L., domiciliada en la esquina o intersección de las calles José
Gálvez y Cahuide, Tayabamba, Provincia de Pataz, ocupación
Profesora.
Estas testigos depondrán en el sentido que (a la primera) le constan los
hechos en que violentamente fui privado de la libertad por parte del
denunciado y otras personas y (a la segunda), le consta que se
interpuso la denuncia por mi secuestro y el hecho que posteriormente se
tuvo que retirar dicha denuncia ante la Oficina del Fiscal Provincial.

VI. ANEXOS:

6.1. Copia de mi DNI


6.2. Copia certificada denuncia policial
6.3. Copia de Certificado médico legal.

OTROSÍ DIGO:

Designo como mis Defensores a los Abogados que suscriben la


presente denuncia, a quien solicito se les dé participación en todas las
diligencias que se actúen en la investigación.

POR TANTO:

A Ud., Señor Fiscal, solicito admitir la presente denuncia y proveerla


conforme a ley.

Lima, 29 de abril de 2019.

Firma, Sello y Registro del Abogado Firma y DNI del denunciante

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