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Harold Pinter:
el lenguaje del caos
Verónica Duarte Loveluck
Actriz, Pontificia Universidad Católica de Chile; Master of Arts in Theater, City University of
New York; Profesora Escuela de Teatro UC
No llevamos etiquetas Sartre es que estos últimos presentan plica y contra-réplica, y entre acción
en el pecho1 la irracionalidad de la condición humana y reacción. En el caso de Pinter, sus
con razonamiento altamente lúcido y obras se deslizan sutilmente desde
Al hablar de Harold Pinter, no construido con toda lógica2. una situación aparentemente coti-
podemos dejar de recordar que una Si bien estoy de acuerdo con diana, hacia un terreno ambiguo que
de las etiquetas más fuertes que se le que la obra de Pinter puede atener- perturba al espectador impidiéndole
han puesto es la del absurdo. ¿Pero se a estas definiciones, reconozco adivinar dónde se esconde el peligro.
qué significa esa etiqueta? Martin que, mientras autores como Beckett Mientras Beckett nos sitúa de entrada
Esslin, uno de los pioneros en acuñar y Ionesco llevan al paroxismo la en un terreno desconocido, y Ionesco
esa definición en 1961, define el tea- transgresión de los mecanismos nos invita a re-conocer a través de la
tro del absurdo en dos aspectos. En formales, Pinter se mantiene en los parodia un modelo teatral gastado,
cuanto a la temática, las obras tratan márgenes de lo convencional. En Pinter nos deja acomodarnos en un
la angustia metafísica, originada por el Esperando a Godot, por ejemplo, entorno familiar, sorprendiéndonos
absurdo de la condición humana. En Beckett transgrede fundamentalmente cuando menos lo esperamos con una
cuanto a la forma, el autor absurdo la idea de acción, creando una obra extrañeza fugaz, que apenas pasa,
hace lo posible por presentarnos esta (…) en la que aparentemente no sucede desaparece y se vuelve inasible.
idea, (…) mediante el abandono sistemá- nada, y donde se espera la llegada En mi opinión, la consistencia
tico de las convenciones tradicionales y el de un personaje que finalmente no formal de las obras aludidas de Bec-
razonamiento discursivo. Esslin agrega llega. Por otra parte, en su obra La kett y Ionesco propicia que parezcan
que lo que diferencia a los autores cantante calva, Ionesco rompe toda modelos cerrados y acotados a una
absurdos de otros como Camus y lógica entre causa y efecto, entre ré- época. En cambio, mediante la com-
1. Pinter, Harold (1962), Escribir para el teatro, traducción de Rafael Spregelburd http://www.gacemail.com.ar/Detalle.asp?NotaID=3788
2. Esslin, Martin (1966), El teatro del absurdo, Barcelona: Seix Barral S.A., p. 15.
IV. Grandes creadores del mundo 157
hacia dónde se dirigirá la escena que las que nos son presentadas, Lo que en un ordenamiento lineal
siguiente, provocando desconcierto y ya no es cuestión de preguntarse nos habla del desarrollo y caída de
ante la secuencia aparentemente qué efectos tendrá cada escena, ya un triángulo de relaciones, mediante
convencional que se nos expone al que conocemos su desenlace en las el desorden temporal revela otra
principio. Por otro lado, Pinter nos escenas precedentes. intencionalidad. Si semejamos este
muestra el resultado de una situación Al destruir nuestra expectativa recurso al del montaje cinematográfi-
que ha llegado a su fin. Sabemos en cuanto a la progresión de la acción, co, entendido como asociación visual,
que las consecuencias de la relación el autor nos permite observar la situa- [que] confiere su significado definitivo a
tratada en la obra no serán otras ción presente desde otra perspectiva. las distintas imágenes5, Pinter realiza
Michael Billington2
¿Qué se piensa en esos momentos? crímenes de guerra en los que Bush y Blair siguen
No hay tiempo para pensar, solo se lucha desespe- comprometidos.
radamente por vivir, por respirar. En tu discurso también te referiste a cómo una obra
En tu discurso, se podía ver que ibas ganando energía se genera a partir de una línea, de una palabra, de
a la par que en el contenido del discurso. una imagen.
He estado preocupado muchos años de la des- Una de las cosas más fascinantes de ser escritor es
trucción, de la tortura. Es una gran vergüenza estos encontrar la vida en diferentes personajes a quienes no
conoces en absoluto. Algunas veces trabajo más conscien-
temente, otras, hay que dejar que las cosas caminen. A fin
de cuentas, el autor es quien está a cargo3. Por ejemplo,
en The homecoming (Regreso al hogar), no sabía lo que
iba a pasar. Gradualmente fue ocurriendo: simplemente
la fuerza sexual de Ruth comenzó a controlarlo todo.
Ella es uno de mis personajes favoritos.
¿Qué piensas de la relación del autor con su obra, y su
apropiación por parte del director y los actores?
Definitivamente las obras adquieren otra vida, me
guste o no. Defiendo el texto, pero el director y los actores
tienen que ser independientes, no deben ser esclavos del
texto. Pero esa libertad también puede ser peligrosa. Hay
directores que tienen gran poder, en Alemania e Italia
especialmente. En UK son más respetuosos, creo yo.
¿Vas a escribir más obras de teatro?
Estoy más en la poesía, no creo que me vayan a
aparecer más obras. ¿No es suficiente con todas las que
ya he escrito? (Risas)
¿Tienes una posición acerca de lo que el teatro
puede hacer?
¡No hay nada como el teatro! La intensidad de la
vida que pasa entre el escenario y el teatro. ●
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lenguaje teatral lograría reflejar la falta de linealidad por la vía de lo incomprensible, los
de la estructura mental del recuerdo, personajes se convierten en materia
resistente a la expresando de manera convincente la prima deseable para que el especta-
percepción individual de la memoria dor construya el lado sumergido del
calcificación... frente a los hechos. iceberg que los constituye. De esta
forma, ese vacío misterioso establecido
Es en el silencio donde a mí en los silencios, ese entre las palabras,
se me hacen más evidentes es la zona creada por Pinter para
(los personajes)6 que el espectador elucubre sobre las
motivaciones, emociones y objetivos
La configuración de los perso- de estos personajes.
najes está íntimamente ligada con La omisión, por tanto, opera
su discurso. Es a través de éste que paradójicamente. En vez de mantener
conocemos sus motivaciones, emo- oculta cierta información, atrae la
ciones y objetivos. Sin embargo, el atención hacia lo que no fue dicho,
tratamiento particular del lenguaje volviéndolo significativo.
en Pinter transgrede la comunicación El desconcierto provocado por
directa de éstos a través de la palabra. el ordenamiento de las escenas se
Este procedimiento de ocultamiento propaga igualmente al tratamiento
forma parte de la escritura teatral. No del diálogo. Los personajes no res-
obstante, Pinter lo lleva al paroxismo, ponden como uno esperaría ante las
dejando un grado de indeterminación situaciones. En la escena quinta de
mayor en la palabra que los autores Traición, nos sorprende fuertemente
de su tiempo. la reacción del marido cuando la es-
Traición está llena de conver- posa le confiesa: [Jerry y yo…] somos
saciones que no parecen tener una amantes. Éste simplemente contesta:
dirección determinada; tenemos Ah. Sí. Pensé que podía ser algo así, algo
la sensación de que los personajes de ese tipo7. Ante esta manifestación,
dicen menos del uno por ciento de el espectador puede suponer que la
reacción verbal equivale a lo enun- sutilmente que el mundo interno de la cita anterior, Pinter comprende
ciado por la palabra y que el perso- su propia esposa le es desconocido, que, para enfrentarnos a la falta de
naje es indiferente a la revelación ya que empieza a sospechar que ésta articulación del mundo en el que
que se le ha hecho. Sin embargo, el es amante de Jerry. vivimos, no es posible reducirlo a
contraste entre el discurso y la ré- Así, la verdadera reacción de una expresión articulada. Esto no
plica supuesta en el contexto de las Robert se encuentra oculta detrás de quiere decir que el autor se abandone
relaciones establecidas en la obra, las palabras y la historia de la carta al sinsentido, por el contrario, se en-
abre una brecha de especulación. Se se vuelve un medio de distracción. trega al desorden o al caos, confiando
podría suponer que esta respuesta es El relato desvía la atención hacia la en que será capaz de transmitir una
un método de evasión. Al implicar anécdota, encubriendo el verdadero verdad más profunda, aunque sea
la preexistencia de una sospecha, la mensaje: Robert se siente alienado de más vaporosa.
réplica en cuestión reduce el impacto su esposa al saber que ésta puede ser En Traición, los referentes
de la confesión. Al mismo tiempo, amante de su mejor amigo. reconocibles abundan y, al mismo
diverge la atención del impacto
emocional hacia la anticipación del Si consideráramos el relato de
hecho por parte de Robert, llevando la
conversación hacia el: ¿Cúando? (…) la obra Traición como la evocación
¿Cuándo lo pensaste?8. La pregunta
queda abierta, ¿le es esta noticia
de un hecho pasado, el ordenamiento
indiferente a Robert o simplemente particular de las escenas en el eje
no quiere enfrentarla?
En otro pasaje de la escena cinco, temporal nos remitiría al tema
vemos cómo el lenguaje se convierte del caos de la articulación subjetiva
en la pantalla tras la cual se oculta
un mensaje. La verborrea en la que de la mente.
Robert le explica a Emma el intento
fallido de los italianos de entregarle Cuanto más aguda tiempo, la temporalidad y el len-
la carta que suponen es para ella, nos es la experiencia menos guaje son explorados más allá de
aturde con información aparente- articulada es su expresión10. su acepción establecida. Mientras
mente poco relevante. Sin embargo, la línea temporal es distorsionada
reparamos en el argumento principal El trabajo del dramaturgo ha de manera irregular e ilógica, el
que utiliza para explicar el no haber estado relacionado históricamente lenguaje es investigado desde su
recibido la mentada carta: Podríamos con la idea de darle sentido a una propiedad de camuflar ideas más
ser, y de hecho es mucho más probable serie de eventos, personajes y pala- que de expresarlas. El espectador,
que seamos, unos completos extraños9. bras. Dicho de otra manera, el autor por tanto, se centra en la interpre-
Esta aseveración, inserta en el con- será el encargado de darle orden a tación de estos mecanismos en vez
texto de su historia, es perfectamente las partes que constituyen el relato. de abandonarse en la recepción de
razonable. Si miramos más de cerca, Así, establecerá líneas perceptibles de un material digerido. Esto, sumado
sin embargo, la declaración no tiene causa y efecto, motivación y acción, a la hibridación formal, sitúa a Pinter
nada de inocente. Robert expresa etc. Como se expresa claramente en en el modelo de la postmodernidad,
vigente hasta hoy. ●
8. Ibid.
9. Ibid, p. 17.
10. Pinter (1962), Escribir para el teatro, op cit.