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El español de Puerto Rico

Para establecer lo que es correcto o incorrecto en el español de Puerto Rico,


necesitamos conocer cuáles son los rasgos caracterizadores del español
puertorriqueño.
El español de Puerto Rico es parte del español de América y como él es resultado
de una serie de procesos que comenzaron con el descubrimiento de la Isla en 1493.
Dentro de las variadas zonas del español americano, el de Puerto Rico se encuadra
dentro del español antillano, junto con el español de Santo Domingo, Cuba, costas
caribeñas de Venezuela y Colombia. Ello significa que compartimos con estas regiones
o países del Caribe muchas de nuestras características lingüísticas.

Según Manuel Álvarez Nazario (1992), el español de Puerto Rico presenta cinco
componentes:

 la base española
 el influjo indígena
 la aportación afroneqroide'
 la creación y adaptación criollistas
 la influencia del inglés

 LA BASE ESPAÑOLA. Los españoles que llegaron a Puerto Rico en el momento


de la conquista y colonización imponen el castellano como lengua. La procedencia de
estos conquistadores era variada: castellanos, leoneses, gallegos, extremeños,
asturianos, andaluces, Estos últimos, según los estudios poblacionales, constituyeron
el 30% de los peninsulares que llegaron a costas americanas (Boyd-Bowman, 1972).
Según Álvarez Nazario, el grueso de ellos pertenecía a las clases populares:
marineros, artesanos, soldados, labriegos. Sin embargo, sobre esto ha habido un gran
debate, el cual deja como conclusión hasta el momento que también llegaron miembros
de la nobleza desposeída" artesanos, pequeños propietarios, mercaderes y
propietarios (Lipski, 1996).

Cabe resaltar, además, una indiscutible influencia en la formación del español de


América que es la influencia de las Islas Canarias, lugar de escalas obligatorias de la
ruta al Nuevo Mundo. Expresiones como guagua, más nunca, más nadie, ¿qué tú
quieres?, para yo salir, para ellos entender, son sólo algunos ejemplos de lo que
supone esta influencia en el español de Puerto Rico, Cuba o Venezuela (Lipski, 1996).
Por su parte, López Morales atribuye las expresiones para yo salir, para ellos entender
a posible sintaxis importada del inglés. (López Morales, 1998)

 EL INFLUJO INDÍGENA. Cuando los europeos llegaron a la Isla, ésta estaba


poblada por taínos, pertenecientes a los grupos arahuacos. El contacto entre
gentes, culturas y lenguas se produce de inmediato y, aunque los indios taínos
desaparecen como grupo puro antes de que terminara el siglo XVI, es lógico
pensar que por varias décadas conviviesen el idioma indígena y el español.
Muchas palabras indias se incorporaron enseguida al español: maíz, bohío, juey,
caoba, comején, sabana, piragua, batata, tabaco, guanábana y muchas otras.
Numerosos nombres de pueblos, barrios, ríos: Guaynabo, Caguas, Cayey,
Maunabo, Humacao, Caguana.

 LA APORTACIÓN NEGROIDE. Desde comienzos de la colonización se


incorporaron a la fuerza trabajadora los negros africanos, que han dejado una marcada
huella en la expresión puertorriqueña. Son palabras de origen africano: mofongo,
ñeme, funche, chango, bomba, mango, dengue, manga, bembe; dichos como "ser la
changa ", "es un ñame", "el que no tiene dinga tiene mandinga".

 LA CREACIÓN Y ADAPTACIÓN CRIOLLlSTAS. Otra aportación muy importante


es la que se produce como resultado de la inventiva criolla que crea nuevos términos y
frases. Todo pueblo inventa nuevas formas de decir, dándole así al idioma dinamismo y
vitalidad y marcando en él la huella propia. En el caso de Puerto Rico, el español se
enriquece con numerosísimas palabras aquí surgidas, referentes muchas veces a
actitudes y sentimientos particulares del pueblo. Por ejemplo: agallarse, aguajero,
aguzao, bachatero, brete, garata, achantarse, embarcar (a alguien), tongonear, tostón,
aprontao, repelillo ...

A estos vocablos hay que añadir abundantes modismos y decires que se han ido
creando con el paso del tiempo y que colorean y distinguen de forma muy especial el
español de Puerto Rico:

 “Pararle (a alguien) el caballo”

 “Darle (a alguien) de arroz y de masa”

 -"No ser cáscara de coco"

 -"Ser como la hoja del yagrumo"

 -"Caerle mimes (a alguien) "

 -"Tener la mancha del plátano"

 -"Hacer bruscas"

 -"Caer como guanábana madura"

 .-"Coger(a alguien) de mangó bajito"

• LA INFLUENCIA DEL INGLÉS. Aunque sabemos que la influencia del inglés ha


alcanzado a todas las lenguas modernas y por ende al español, es opinión bastante
generalizada que en Puerto Rico, por razones históricas y políticas, esta influencia es
mayor. Sin entrar en la polémica constante de cuán acertada sea esta opinión, nos
limitaremos a indicar este aspecto de nuestro vocabulario.

Muchos de los anglicismos presentes en el español de Puerto Rico pertenecen al


caudal léxico de la lengua general. Por ejemplo: bar, club, líder, túnel, etc. Otros son
propios de la Isla: brown, size, freezer, parking. En un estudio auspiciado por la
Academia Puertorriqueña de la Lengua Española y realizado por Humberto López
Morales, se probó que el léxico de la industria y eje la banca puertorriqueñas se
compone eminentemente de palabras del inglés. (López Morales, 1979: 61)

Más recientemente, se han comparado los resultados de tres estudios de recuento de


anglicismos en el habla culta, llevados a cabo con idéntica metodología en las ciudades
de Madrid, México y San Juan de Puerto Rico. La proporción de anglicismos
encontrados en Madrid es de 1,7% del total de palabras; en México casi el 2%; en San
Juan el 6.5%. De éstos, hay muchos anglicismos compartidos: boxear, gol, nylon,
fútbol, Ifder, mitin, show, spray, entre otros. Con Madrid, por ejemplo, se comparten:
álbum, convención, devaluación, fuselaje, inflación, longplay, pijama, reportero, ticket,
entre otros. De los 62 términos que integran la lista común a las tres ciudades, más de
la mitad, 38, están aceptados en el Diccionario académico: 24 no están en él, pero son
de uso común tanto en Hispanoamérica como en Madrid. (López Morales, 1998: 199)

La sintaxis, por su parte, también muestra algunos posibles casos de transferencia del
inglés. El caso más generalizado es el del uso inapropiado del gerundio: “Te mando un
paquete conteniendo libros” en vez de decir “Te mando un paquete que contiene
libros”.

Lo correcto y lo incorrecto en Puerto Rico


Hablar del español de Puerto Rico, aun con la reducida extensión territorial de esta
Isla, es hablar de una situación muy compleja. No todo el mundo habla igual y la razón
fundamental es de carácter sociocultural. Hay en el país marcadas diferencias sociales
y éstas se proyectan en marcadas diferencias lingüísticas.

Los hablantes saben identificar socioculturalmente a los demás miembros de su


comunidad lingüística, utilizando como indicador, entre otros, su modo de hablar. Esta
conciencia lingüística es mayor en los estratos altos de la sociedad que' en los bajos,
Una investigación hecha en San Juan por López Morales (1979) así lo demuestra. Se
seleccionó una muestra de individuos para oír unas cintas grabadas con voces de
hablantes procedentes de diversos estratos. Después de oír la grabación, el individuo
escogía entre las alternativas profesional/obrero. El total de aciertos fue 83%. Los
sujetos de niveles altos acertaron en un 94.7%; los de niveles medios en un 90%; los
de niveles bajos en un 65.5%. Los aspectos de la lengua que tomaban en
consideración para.Ia decisión fueron sobre todo el vocabulario (34%) y la
pronunciación (26.1%). La sintaxis apenas logró un 5%.
Quiere ello decir, entonces, que los indicadores con mayor fuerza
diferenciadora son el vocabulario y la pronunciación. Mientras más riqueza y
variedad léxica y mejor articulación de los sonidos logre un hablante, más alto será el
sociolecto en que los demás lo ubiquen. En esta investigación mencionada, palabras
como congestionamiento, intersección, convivencia, hostilidad sirvieron para catalogar
a quienes las emplearon como profesionales. En cambio dispués, selución, haigan
fueron indicadores de sociolectos bajos. En la pronunciación, fueron indicadores para
catalogar de obrero a voces en las que se registraba: cambio de por r por l; elisión de-
/d/-intervocálica; elisión de-/s/-final; velarización de-/rr/. De la sintaxis lo que más llamó
la atención fueron las repeticiones de ciertas frases y muletillas.

Otros estudios han trabajado con fenómenos morfológicos como íbamos -íbanos,
comiste-comistes, siéntense-siéntesen, hubo-hubieron, somos-semos, haya-haiga,
mejor-más mejor, queramos-querramos. Se prueba que el estrato sociocultural bajo es
el que presenta mayor inseguridad en el uso de las formas correctas, y que los
sociolectos altos optan por la primera opción de cada par. (Vaquero, 1978: 127)

Para lograr un mayor nivel de corrección debemos evitar, entonces, en nuestra


expresión los siguientes fenómenos parcial o totalmente estigmatizados:

• PRONUNCIACiÓN

- laterización de-/r/ o (cambio de Irl por /I/)


- (billal, molestal, mujel, polque, puelto)

- elisión o eliminación de-/d/-intervocálica


- (deo, mellao, cansá, descará, prohibío)

- elisión o eliminación de-/s/-final de palabra


- (loh nene, loh ojo, lah muchacha)

-velarización de-/rr/-
(perro, carro, arrodillarse)

- aspiración de-/r/-final de sílaba


- (cahne)

• MORFOLOGÍA

- nos en vez de mos (íbanos, salíanos, entrábanos) (íbamos, salíamos,


entrábamos)

-haiga en vez de haya

-siéntensen, cállesen, váyasen (siéntense, cállense, váyanse)


- habían muchas personas; habemos pocos ( había, hay pocos)

- semos muchos (somos)

- acortamientos en las palabras: toos (todos), pabajo (para abajo), parriba (para
arriba), pal (para el…)

• SINTAXIS

-muletillas (este... este...; entonces ... entonces)

- repeticiones de frases parecidas (y... y... y...)

- poca complejidad en las oraciones

- eliminación de preposiciones (Contrató un abogado) (Contrató a un abogado)

- faltas de concordancia (Compró un libro y se los prestó) (Compró un libro y se lo


prestó)

• VOCABULARIO

- pobreza (repetición de palabras, palabras comodines como cosa, deso, coso, la


pendejá esa, la vaina esa)

impropiedad (inmunidad por impunidad, injerencia por inherencia, )

- palabras y expresiones identificadas como vulgares (tripas, cacumen, güeler,


tremenda tipa, pa colmo e males, eslembarse, un tronco de tripeo)

La literatura puertorriqueña de los 70 recoge de la lengua oral muchos de estos


fenómenos, a manera de testimonio de la oralidad. Veamos algunos ejemplos:

Dos días le duró aquel notón a Güilson y de allí hubiera salío pal manicomio
más seguro que el Seguro Social. Pero el rocheo se le fue culeando poco a poco
y a lo último hasta empezó a gufearse el espaceo y a darle pena cuando empezó
a sentir el cráneo cayéndole en su pendejo sitio otra vez.

Entonces le entró una canina que no se la hubiera quitao ni con un balbiquiú


e dinosaurio. Ya Yuniol y el Cubiche se habían tragao lo poco que había en la
nevera y en la fóquin cocina no quedaba ni una lata e salsa e tomate. Así es que
Güilson no tuvo más remedio que tirarse a la calle a capealse aunque fuera una
empanadilla e coquí pa transar con la viejas tripas.
(Ana L. Vega, "Cráneo de una noche de verano")

Yo le pedía poca cosa. Que cuando me apareciera a las seis de la tarde,


después de habelme pasao el día congelao como un tividínel, no me pusiera
mala cara si llegaba con ustedes. Que me los atendiera como lo que ustedes son:
mis hermanos del alma. Que me les silviera su celvecita, que me les preparara
algo pa pical, unas salchichas Savoy, unos platanutres, cualquiel zanganá. Que
echara otra foquin taza de arroz y otra de habichuelas pa ustedes y que friera tres
foquin bistés más, qué más da, si donde comen dos, comen tres, coño. To el
mundo sabe que no soy hombre de andal poI la calle hasta las tantas ni de
buscalme chivos por la izquielda. Yo me traigo los panas pa mi casa y me
entretengo allí sanamente jugando dómino y hablando e baloncesto sin
necesidad de meterme en bares ni de andal por ahí buscando lo que no se me ha
perdío.
- A las mujeres no las pue uno malcrial polque se trepan ...
(Lugo Filippi Y Vega, "Cuatro selecciones por una peseta")

O SEA QUE lo importante es que la juventud moderna tenga voz, que la


juventud moderna está necesaria de oídos, los jóvenes tenemos material que
decir, ideas' del arreglo de la vida que los jóvenes tienen escondidas en el seso.
O sea que los jóvenes tenemos un gran futuro en el porvenir. O sea que por
ejemplo no es bien que todo muchacho de dieciocho años no tenga su maquinón.
O sea que yo no digo que tenga un Ferrari que sería lo justo ya que uno no
vuelve a tener dieciocho años que es uno de los problemas bien problemas. O
sea pero que realísticamente hablando que tenga su Ford, que tenga su Toyota
(…:): lo importante es que tenga su carro o su cacharro o su cascarita o su
cascarito con cuatro ruedas.
(Luis Rafael Sánchez, La guaracha del Macho Garnacha)

En conclusión, el dominio de un idioma y las destrezas de comunicación -no sólo


las destrezas comunicativas básicas, sino también otras más abstractas y elaboradas
que nos permiten desarrollar conversaciones menos ligadas a la situación del habla
espontánea, así como entender cabalmente textos escritos o redactar documentos-
están condicionados por las particularidades que la lengua adquiere en cada país, las
valoraciones positivas. o negativas que la sociedad hace de esos usos y los criterios de
corrección que cada uno aplicamos a la hora de hablar y de escuchar. Se necesita,
pues, desarrollar conciencia lingüística y sentido de la corrección y la perfección
expresiva para ser mejores comunicadores.

Lectura tomada del libro Teoría y Técnicas de Comunicación Oral,


de Elena Escudero

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