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presentado por:
Yeissiret Lara
Miguel Angel Batista
Rosanna Aracelis De La Cruz
Altagracia Gonzalez De De Los Santos
La República Dominicana ha ido evolucionando su lengua a partir de las influencias que han
recibido de otros países y culturas. Partiendo de la cultura taína la cual es parte de este
informe como un elemento primordial seguido de los aportes de la colonia española cuando
en 1492 llegaron a nuestra isla e impusieron su lengua sobre la base de la lengua nativa de ese
entonces y, luego de un tiempo, traen un grupo de esclavos africanos para trabajar las tierras.
Màs adelante los franceses lograron apoderarse de Haití, y se sitúan en la parte oeste de la
isla. Años después, la emancipación de España de la República Dominicana en 1821 con el
propósito de incorporar a Haití al territorio nacional. Esto dió lugar a una integración cultural
en la que el idioma, a parte de otros rasgos culturales, se vio influido por cada una de las
culturas mencionadas a continuación.
Dentro de las tendencias actuales (Alba, Cómo hablamos los dominicanos, 2004). Esta visión
más innovadora se debe a la globalización y a la transformación de la población de la isla.
Los extranjerismos se importan a la isla a través del turismo y del auge económico que está
transformando, en concreto, dialectos del caribe, Asimismo, no hay que dejar de lado el
avance de las tecnologías y el acceso a Internet y a las redes sociales, que también se
manifiestan en la transformación del habla dominicana.
En el contexto de la lengua Taína, Según Rincón, "el 30% de los indigenismos recogidos en
las crónicas de Indias es de origen taíno, es una cantidad memorable partiendo de la
influencia tan inmensa que tuvimos de los españoles, por lo que es notable la poca utilización
de los indigenismos en el español dominicano.
Dentro del pequeño legado que obtuvimos de los taínos se pueden observar diferentes
palabras como la batata, yuca, maíz, aguacate, bohío, canoa, ají guano entre otras. También
en la actualidad conservamos costumbres como volar chichigua, cocinar en leña, tocar la
güira etc. Cabe destacar, que Pedro Henríquez Ureña presenta una lista extensa de distintas
palabras heredadas de los taínos donde el afirma la influencia de esas palabras en la jerga
dominicana, sin embargo Rolando Alba (2004) explica que aunque esas palabras son
indigenismos y existen, en la actualidad no son utilizadas por los hablantes lo que ha
provocado que esos vocablos mueran y dejen de ser útiles, por lo tanto, estos en su mayoría
quedan desfasados.
En lo referente a la presencia o vigencia de la lengua africana Alba (2004), sostiene que esta
tiene un índice inferior en el léxico de la lengua antillana que el indigenismo. De
hecho,varias investigaciones demuestran que en el dialecto dominicano, existe un registro
ligeramente alto comparada con otras islas del caribe del uso y conocimiento de los
africanismos. En los inventarios de palabras para determinar los mismos se encontró que
menos del 60% de las personas conocen y entienden estos términos cuando los leen o los
escuchan, sin embargo la mayoría de los hablantes no los integra en su habla. Es decir que la
lengua ha entrado en un estado de competencia pasiva.
Para Santos (2016), estas influencias están confinadas obviamente en los niveles etnico,
cultural y gastronómico. En la investigación que este realizara en las comunidades de Mata
los Indios en Villa Mella y en la provincia de la Vega, encontró que los sujetos entrevistados
para determinar el nivel de conocimiento y uso de los africanismos, pertenecían a personas de
estrato social menos favorecidos y comunidades que mantienen ciertas costumbres africanas.
Además, este inventario del vocabulario encuentra un mayor uso en la lengua informal. De
igual forma que las personas más jóvenes presentan un menor grado de dominio del léxico,
siendo la población mayor de 50 años quien posee mayor grado de pertenencia de los
términos. La investigación de Santos (2016), concluye que la lengua de los grupos
observados en poco se diferencia del español dominicano en general. En adición a esto
explica que en las colonias españolas del caribe las condiciones de habla no fueron proclives
a la creación de un idiolecto complementario diferente para las comunidades blanca y negra y
como tampoco lo fueron para la creación de variedades léxicas.
Considerando la situación actual y las evidencias encontradas en los estudios revelan que la
tendencia del léxico de origen africano que tiene ha tenido presencia en el español
domnicano, es que “se sitúa a medio camino de la muerte léxica” en palabras de Orlando
Alba (2004). A pesar de que se conservan en algunos contexto de la jerga popular, de mayor
edad, el desconocimiento de estas palabras se va acentuando cada vez más entre la población
más joven. Es decir que aunque hay quienes sostienen que “La contribución africana a la
cultura dominicana constituye el influjo extrahispanico más significativo” según
Lipski(1996:362) Esta influencia ha perdido fuerza a pasar de los años y de una generación a
otra.
Entre los términos que suelen citarse como producto del contacto lingüístico domínico-
haitiano, se encuentran el: bache (‘recipiente, usado principalmente en las cárceles, en el que
se echan los excrementos’), baquiní (‘velorio de niños’), carabiné (‘baile campesino’), congrí
(‘comida que consiste en arroz mezclado con habichuelas’), mañé (‘haitiano’), papá bocó
(‘brujo’), mangulina (baile) Guandul . Y una palabra que sí he escuchado muy a menudo es
papa bonye.
Referencias bibliográficas