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INERVACION VAGAL COMO AYUDA PARA MANEJAR EL PÁNICO

Las técnicas de inervación vagal también se han utilizado para manejar el pánico y
la ansiedad, en forma similar a la relajación o la respiración diafragmática lenta (u
otras formas de control respiratorio).

La estimulación del nervio vago puede reducir significativamente ciertas


sensaciones corporales, especialmente el ritmo cardiaco.

De este modo se podría emplear cuando se perciben los primeros signos de un


ataque de pánico para reducir la intensidad de las sensaciones, y ayudar a la
reinterpretación de las mismas, de manera no alarmista.

Entre los métodos utilizados (recomendados por autores como A. Bados) están los
siguientes:

Presionar sobre un ojo durante la espiración

Masajear la carótida.

Tensar los músculos abdominales e intercostales después de una inhalación


profunda. Este ejercicio puede producir un pequeño aumento inicial del ritmo
cardíaco pero poco después ayuda a conseguir una reducción rápida y
notable.

Hacer una espiración forzada con la boca y la nariz cerradas. Se


recomienda apretar la nariz con los dedos y haciendo como se expulsa el aire,
pero sin abrir la boca. No hacerlo si se está acatarrado porque puede
propagarse la infección a los oídos.

La reducción del ritmo cardiaco puede ser en algunas personas muy intensa y esto
podría producir mareos - y, en algún caso (muy raramente) desmayo durante unos
minutos.

Por tanto, se aconseja que al principio se practique sentado y cerca de un sitio


donde poder acostarse si fuese necesario (p. ej., sofá o cama).

Más información en: http://www.cop.es/colegiados/PV00520/

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