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Programa 2

Sabias tu cuales son los síntomas de la depresión

 Estado de ánimo irritable o bajo la mayoría de las veces

 Dificultad para conciliar el sueño o exceso de sueño

 Cambio grande en el apetito, a menudo con aumento o pérdida de peso

 Cansancio y falta de energía

 Sentimientos de inutilidad, odio a sí mismo y culpa

 Dificultad para concentrarse

 Movimientos lentos o rápidos

 Inactividad y retraimiento de las actividades usuales

 Sentimientos de desesperanza o abandono

 Pensamientos repetitivos de muerte o suicidio


 Pérdida de placer en actividades que suelen hacerlo feliz, incluso la actividad sexual

Programa 3

¿Cómo me puedo ayudar si estoy deprimido?


A medida que continúe el tratamiento, poco a poco comenzará a sentirse mejor.
Recuerde que, si está tomando un antidepresivo, este puede demorarse de 2 a 4
semanas para hacer efecto. Trate de hacer las cosas que solía disfrutar. No se
presione. Otras cosas que le pueden ayudar incluyen:

 Trate de ser activo y hacer ejercicio


 Divida las tareas grandes en tareas pequeñas, establezca prioridades y
haga lo que pueda cuando pueda
 Pase tiempo con otras personas y hable con un familiar o amigo sobre lo
que siente
 Mantenga rutinas diarias establecidas. Por ejemplo, coma y acuéstese a
dormir a la misma hora todos los días.
 Retrase la toma de decisiones importantes en su vida hasta que se sienta
mejor y hable sobre sus decisiones con otras personas que lo conozcan bien
 Evite automedicarse con alcohol o con medicamentos que no le fueron
recetados
Programa 4
¿Cómo puedo ayudar a un ser querido que está
deprimido?
Si conoce a alguien con depresión, lo primero que debe hacer es ayudarle a ver a
un médico o profesional de la salud mental. También puede hacer lo siguiente:

1- Intentar comprender su experiencia depresiva

A la persona deprimida le ayuda saber que comprendemos el proceso que


atraviesa, que su depresión no es un fallo de su forma de ser, que no depende de
su voluntad ni es algo que le esté sucediendo por su culpa.

No hay que trasmitir al paciente que la depresión se solucionará “animándose”,


“poniendo de su parte” o “distrayéndose”, sino sólo a través de un tratamiento
tanto psicológico como farmacológico prescrito y controlado por un profesional de
la salud.

2- Ofrecer apoyo en su proceso

Lo importante en una experiencia depresiva es que la persona se sienta apoyada


y comprendida. Muchas veces, sobre todo cuando no se sabe bien como actuar, el
mejor modo de hacerlo puede ser a través de frases sencillas como:

 «¿Qué puedo hacer por ti?»

 «No estás solo»


 «No es tu culpa»
 «Me tienes a tu lado para lo que necesites»
 «Eres importante para mí»
 «Sé que estás sufriendo y no te voy a dejar»
 «Esto pasará y juntos lo superaremos»
 «¿Quieres un abrazo?»
 «Te quiero»

E incluso, hay ocasiones en las que la mejor ayuda puede ser no decir nada y
sólo permanecer al lado de quien sufre la depresión.

Consideremos también que los procesos depresivos suele cursar con sentimientos
de soledad (el paciente se siente como si atravesara un largo y oscuro túnel) y es
de suma importancia que quienes conviven con él le transmitan el mensaje de que
no está solo («Estamos juntos tú y yo para superar esta depresión, y vamos a
vencerla»), y también que no tiene por qué sentir culpa alguna de lo que le
sucede.
 3- Gran dosis de paciencia

Hay que hacer ver a la persona deprimida que su trastorno puede tener un
curso muy largo ante el que hay que tener mucha paciencia. También se le
insistirá en la importancia de seguir el tratamiento prescrito para llegar a ver la
luz que le aguarda al final del túnel. Del mismo modo le transmitiremos que
salir de él será un trabajo en el que estaremos a su lado en todo momento.

Siendo que la evolución de la depresión puede ser lenta y muy invalidante (sobre
todo al principio del proceso), será de gran ayuda que el familiar que esté a su
cargo acompañe al paciente en sus visitas al psiquiatra y a las sesiones de
terapia, en parte también para asegurarse de que está cumpliendo el tratamiento,
sobre todo cuando hay reticencia a ser tratado por profesionales.

 4- No forzarle a realizar las cosas que le resulten imposibles

Se debe ayudar al paciente a que hagan aquellas cosas que sea capaz de
hacer, sin forzarle a las que le resulten imposible. En este sentido es
importante fomentar un equilibrio diario de rutinas en lo referente al sueño,
comidas, ejercicio e incluso relaciones sociales (siempre en la medida de sus
posibilidades). Estas medidas aparentemente sencillas, son en realidad muy
importantes para conseguir una recuperación más satisfactoria.

 5- Prestar atención a posibles pensamientos suicidas

Quienes conviven con el paciente deprimido deben ser instruidos por los
profesionales de la salud que atienden al paciente, en cual debe ser su actuación
en cada momento.En concreto es importante que se interesen por el tipo de
pensamientos que tiene el paciente y saber si está luchando mentalmente contra
su trastorno, a fin de detectar pensamientos suicidas.

En este sentido no hay que tener miedo o recato a la hora de preguntar al paciente
por lo que piensa, pues la depresión es un enfermedad altamente letal y el silencio
podría implicar un grave riesgo.

El mejor modo de abordar esta información es normalizando al máximo la


situación y haciéndole ver al paciente que en la depresión es frecuente tener este
tipo de pensamiento pero que el suicidio nunca debería ser una opción.

Programa 5

Técnicas que podemos manejar si tenemos depresión

Escríbete una carta


 Imagina que superaste el episodio depresivo y que ahora le vas a ayudar a alguien a que
también supere esa situación tan difícil. Dile en esa carta que hiciste tu para superar ese
momento tan difícil que viviste

Escribe listas
Lo que te hace sentir mal, lo que te hacía sentir bien, lo que falta en tu vida o lo
que sobra. Hacer listas te ayuda a ordenar tus pensamientos y a ver claramente
las necesidades que tienes en este momento.

Si haces una lista de puntos positivos, te ayudará a ver que en tu vida no todo es
malo. Si la haces de puntos negativos, podrás priorizar por dónde debes
empezar.

Cada punto negativo de tu lista te indica algo que debes intentar cambiar,


solucionar o aceptar. Además, te ayuda a priorizar para ver cuáles son
los próximos pasos que debes dar y cuáles son menos importantes. Según
vayas tachando cada uno de los puntos, irás sintiéndote un poquito mejor.

Programa 6
Que no hacer con alguien deprimido

1- Restar importancia a la situación


Hay tendencia a contemplar la depresión desde la perspectiva propia del observador y sin empatizar con
lo que pueda estar sintiendo el que la padece. Se tiende igualmente a pensar en la depresión como
una actitud negativa  que mejoraría con un simple cambio de actitud por parte del paciente.
Craso error el de estas actitudes —muy frecuentes— que propician a trivializar el problema y
predisponen a dar consejos al paciente desde la perspectiva de quien no sabe lo que es sufrir una
depresión.
2- Decirle al paciente que se “anime”
Es muy frecuente recurrir al «anímate» como si esta palabra mágica pudiera arreglarlo todo. En realidad,
con este modo de animar lo que en realidad se hace es infravalorar al deprimido y a su sufrimiento, y
aunque la intención sea buena, el efecto puede ser tan devastador como sería decirle a un preso que su
situación resolverá saliendo de la cárcel y paseando al aire libre.
Ante estos consejos (y otros como «vamos, alégrate», «sé positivo», «sé cómo te sientes»), es posible
que el deprimido se sienta poco respetado en su experiencia depresiva e incluso culpable por haberse
metido en una prisión de la que es incapaz de salir y desde la que hace sufrir a sus seres queridos.
3- Anular al deprimido al intentar ayudarle
Un exceso de cuidados y atenciones pueden anular la poca voluntad que aun le queda a quien
atraviesa una depresión.
Esto sucede cuando la familia o la pareja cuida excesivamente al paciente y asume por él tareas,
responsabilidades y decisiones que sólo deberían ser suyas, haciendo que se sienta más inútil y
convirtiéndose —sin quererlo— en cómplice de la depresión y de que esta se perpetúe.
4- Hacer reproches
Es un hecho que quien convive con una persona deprimida lo pasa muy mal, y como consecuencia puede
caer en el error de reprochar al paciente por lo que son sólo síntomas de su enfermedad.

- Hacer creer al paciente que si está así es porque quiere


Se deben evitar frases impositivas del tipo “pon buena cara” o preguntas como “¿por qué estás
triste?”, pues serán interpretadas como si la depresión fuera algo que se ha elegido y no un evento
surgido como cualquier otra enfermedad y manifestado sin más e independientemente de la voluntad del
paciente.
Hay que reforzar al paciente en la convicción de que no está deprimido porque actúa indebidamente mal
o hace algo que lo propicia. Le insistiremos en que él no tiene la culpa de estar como está y que tener
una depresión no es algo que él haya elegido ni depende de su voluntad, como tampoco lo es tener una
neumonía de la que nadie se recupera poniendo buena cara o saliendo a la calle a pasear.

Programa 7

Factores de riesgo de la depresión


Diferentes circunstancias pueden ayudar a desencadenar la depresión. Los
principales factores que aumentan el riesgo de caer en una depresión son:
 Haber sufrido algún episodio depresivo antes.
 Tener antecedentes familiares de este trastorno.
 La pérdida de seres queridos.
 La soledad.
 Estrés continúo.
 Tener problemas para relacionarse con los demás.
 Situaciones conflictivas en el entorno (por ejemplo, el trabajo u hogar).
 Haber sufrido traumas físicos o psicológicos (maltrato físico, abuso sexual).
 Padecer una enfermedad física seria o problemas crónicos de salud.
 El consumo de algunos medicamentos (puede consultarlo con su médico).
 Abusar del alcohol o consumir otras drogas.
 Tras el parto, algunas mujeres son más vulnerables a la depresión. Los
cambios hormonales y físicos junto con las nuevas responsabilidades con el
recién nacido pueden ser difíciles de asumir.
 Tener una personalidad con alguna cualidad extrema (inseguridad,
dependencia, hipocondría, perfeccionismo, autoexigencia) predispone a
padecer depresiones.

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