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EN LO PRINCIPAL: CONTESTA DEMANDA DE RELACION DIRECTA Y REGULAR;

PRIMER OTROSÍ: INDICA FORMA DE NOTIFICACION; SEGUNDO OTROSÍ:


PRIVILEGIO DE POBREZA; TERCER OTROSÍ: PATROCINIO Y PODER.

S.J.L. DE FAMILIA DE SANTIAGO (3°).

ELIANA DEL CARMEN REBOLLEDO NOCHES, chilena, soltera, cedula nacional


de identidad número 17.411.017-4, dueña de casa, domiciliada en Pasaje Tachira N°
2309, comuna de Peñalolén, por la parte demandada en autos de Relación Directa y
Regular caratulados “MERCADO / REBOLLEDO”, causa RIT C-3752-2014, a US.
respetuosamente digo:

Que, por este acto y dentro de plazo, vengo en contestar la demanda de relación
directa y regular interpuesta en mi contra por don RODRIGO ANDRÉS MERCADO
TORRES, chileno, soltero, pintor, cédula nacional de identidad número 16.799.062-2,
domiciliado en Avenida Los Presidentes N°6569, departamento A-21, comuna de
Peñalolén, solicitando que S.S. la rechace en todas sus partes; en base a las
consideraciones de hecho y de derecho que a continuación expongo:

Los hechos

Es efectivo que de la relación sentimental que mantuve con el demandante, nació


nuestra hija ANAHIS ANDREA MERCADO REBOLLEDO, de 8 años de edad.

Es efectivo que mientras vivíamos junto al demandante se generó un fuerte vínculo


entre él y Anahís, debido a la participación de éste en su crianza. Sin embargo, con el
paso del tiempo, esta relación se ha ido deteriorando producto del contexto violento e
inseguro en que vive el demandante y a que se alcoholiza con mucha frecuencia,
incluso cuando ve a nuestra hija; situación que pone “incómoda” a Anahís y le genera
conflictos internos porque ella sabe que “eso está mal”.
No es efectivo que yo impida que el demandante vea a nuestra hija. Por el
contrario, he sido yo la más interesada en fomentar sus encuentros, instándola para que
sean lo más frecuentes posibles. Normalmente, Anahís comparte con su padre todo el fin
de semana, desde el viernes después de clases hasta el domingo a las siete de la tarde
aproximadamente, hora en que regresa a casa.

No es cierto que el demandante no vea a Anahís desde hace tres meses, pues
la última vez que se vieron fue el fin de semana del domingo 29 y domingo 6 de junio,
aunque sin pernoctar en la casa de éste.

Lo anterior se debe a que hace aproximadamente tres meses atrás, siendo cerca
de las dos de la madrugada, Anahís se escapó de la casa del demandante porque
éste se encontraba ebrio al punto de que no podía prestarle atención. Anahís, de tan
solo ocho años de edad, llegó a mi casa después de caminar cerca de cinco minutos sola
en medio de la madrugada.

En relación a la participación del demandante en las actividades del colegio de


Anahís, no es pertinente que se mencione en esta causa, ya que no dependió de mí que
el colegio tomara la medida de excluirlo de las decisiones relacionadas con la niña. El
demandante olvida mencionar a S.S que lo anterior se produjo porque él ejerció violencia
verbal reiterada contra mí en presencia de autoridades educativas.

No es cierto S.S., que yo maltrate a nuestra hija; tampoco lo es que yo la


responsabilice de las discusiones que tengo con su padre. El demandante confunde
lo anterior con una enseñanza rigurosa del deber y la responsabilidad que intento inculcar
a nuestra hija. Por mencionar a US. solo uno de los tantos episodios que se han suscitado
al respecto en este último tiempo, la última visita que Anahís realizó a su padre el
domingo 29 de junio, tenía que hacer las tareas del colegio, pero su padre le indicó que
era yo la que debía comprarle los materiales y que, en consecuencia, a él no le
correspondía correr con ese gasto.

Finalmente S.S., el demandante no menciona el hecho de que vive en un contexto


de violencia y que frecuentemente se arman peleas en su propia casa; que varias veces
ha sido procesado por hurto; y que, como mencioné más arriba, sufre serios problemas
de drogadicción, siendo ese el verdadero fundamento de las dificultades que
hemos tenido para regular la relación directa y regular con nuestra hija.
Por todo lo expuesto y para resguardar tanto la integridad física como síquica de
nuestra hija Anahís, es que solicito a US. rechazar en todas sus partes la demanda
interpuesta por RODRIGO ANDRÉS MERCADO TORRES, en tanto éste no muestre
un cambio sustantivo en su hábitos relacionados con el consumo de drogas y
alcohol.

El Derecho

El artículo 229 del Código Civil consagra el derecho y deber del padre o madre que no
tiene el cuidado personal del hijo, a mantener una relación directa y regular con él, en los
siguientes términos:

“El padre o madre que no tenga el cuidado personal del hijo no será privado del derecho
ni quedará exento del deber, que consiste en mantener con él una relación directa y
regular, la que ejercerá con la frecuencia y libertad acordada con quien lo tiene a su
cargo, o, en su defecto, con las que el juez estimare conveniente para el hijo.

Se suspenderá o restringirá el ejercicio de este derecho cuando manifiestamente


perjudique el bienestar del hijo, lo que declarará el tribunal fundadamente.”

La norma anterior debe ser entendida al alero del Principio del Interés Superior del Niño,
principio que permea toda nuestra legislación y hunde sus raíces en el Derecho
Internacional sobre los Derechos del Niño. Así es como la Convención Internacional sobre
los Derechos del Niño establece en su artículo 3 n°1 que “en todas las medidas
concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar
social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos, deberán
adoptarse persiguiendo siempre el interés superior del niño”. En este mismo sentido, el
n°2 del mismo artículo indica que “los Estados Partes se comprometen a asegurar al
niño la protección y el cuidado que sean necesarios para su bienestar, teniendo en
cuenta los derechos y deberes de sus padres, tutores u otras personas responsables de
él ante la ley y, con ese fin, tomarán todas las medidas legislativas y administrativas
adecuadas”.

Relacionando el Derecho y los hechos narrados en esta presentación, resulta manifiesto


que en virtud del interés superior de nuestra hija Anahís Andrea Mercado Rebolledo, debe
establecerse un régimen comunicacional con su padre que le permita mantener una
relación directa y regular, pero sin desatender lo que es mejor para ella en razón de su
bienestar. Así las cosas, previo al establecimiento del régimen comunicacional con su
padre, debe procurarse que éste se encuentre en las condiciones de salud óptimas para
ejercer el derecho y cumplir el deber que impetra.

POR TANTO;

Y en virtud de lo expuesto, y lo dispuesto en los artículos 254 y siguientes del Código de


Procedimiento Civil; artículo 229 del Código Civil, y las normas pertinentes de la Ley
19.968 que crea los Tribunales de Familia;

RUEGO A US., tener por contestada Demanda de Relación Directa y Regular, interpuesta
en mi contra por don RODRIGO ANDRÉS MERCADO TORRES, ya individualizado,
respecto de nuestra hija ANAHÍS ANDREAMERCADO REBOLLEDO, solicitando a US.
la rechace en todas sus partes.

PRIMER OTROSÍ: Ruego a S.S. tener presente que, en virtud de lo dispuesto en el


artículo 23 de la Ley 19.968, vengo en solicitar se me notifiquen las resoluciones que se
dicten en autos, por medio de correo electrónico, designando al efecto la siguiente
dirección: falf@penalolen.cl.

SEGUNDO OTROSÍ: Hago presente a SS. que, de acuerdo con artículo 600 del Código
Orgánico de Tribunales, gozo de Privilegio de Pobreza, dado que, me patrocina La
Fundación de Asistencia Legal de la Familia, comuna de Peñalolén.

TERCER OTROSÍ: Ruego a S.S. tener presente que por este acto, vengo en conferir
patrocinio y poder a los abogados de la Fundación de Asistencia Social y Legal de la
Familia de la comuna de Peñalolén, don PEDRO MANUEL ESCOBAR QUINTANA,
cedula nacional de identidad número 13.231.925-1, y don MATIAS ARTURO GONZALEZ
SILVA, cedula nacional de identidad número 13.455.638-2, y asimismo vengo en delegar
poder en la Postulante en práctica de la Fundación de Asistencia Social y Legal de la
Familia, consultorio Peñalolén, CAROLINA ALEJANDRA BUSTOS DONOSO cédula
nacional de identidad número 17.793.825-4, todos domiciliados para estos efectos en
Pasaje 17-A, número 931, Villa Naciones Unidas, comuna de Peñalolén, correo
electrónico falf@penalolen.cl, teléfono 2791761.

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