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Alteraciones de los Uréteres del gato

Dr. Rubén M. Gatti, M.V. (*)

Introducción

Lo primero que hay que tener en mente para diagnosticar un proceso patológico es saber que
existe.

Los uréteres son la vía de comunicación entre el órganos formador de la orina que es el riñón y
el órgano receptor y acumulador de la orina que es la vejiga. Los uréteres entran en la vejiga en
forma oblicua y de esta forma tienen un pequeño trayecto por la pared vesical, esto tiene por
fin actuar como válvula para evitar el reflujo cuando la vejiga está llena.

En principio podríamos hacer 2 grandes divisiones en las patologías de los uréteres que son:

1- Alteraciones Congénitas
2- Alteraciones Adquiridas

Estas alteraciones se producen en distintos momentos de la vida del gato y con signología
también diferente.

1- Alteraciones Congénitas de los uréteres

Los defectos congénitos de los uréteres del gato son poco frecuentes y se caracterizan por
agenesia y diferentes lugares de ubicación en su desembocadura, lo que comúnmente se
llaman uréteres ectópicos. Se ha detectado que 2 cada 1000 gatos pueden tener un solo riñón
que generalmente es el izquierdo, con lo cual falta el riñón derecho y su uréter.

La ectopia de los uréteres puede ser unilateral o bilateral, las hembras están más afectadas.

Los uréteres ectópicos pueden vaciar su contenido en distintas porciones del tracto urinario
posteriores a la vejiga como la uretra (es el lugar más frecuente), la vagina y el vestíbulo en las
hembras o el conducto deferente en los machos. En el perro se han detectados uréteres
ectópicos que si bien entran en la vejiga, siguen por la submucosa y se abren recién en la
uretra proximal, se denominan intramurales, y no se han descripto en el gato todavía.

Es posible que se encuentren otras alteraciones congénitas urológicas, al mismo tiempo que los
uréteres ectópicos.

No se han detectado en el felino predisposiciones raciales o familiares como si se ha hecho en


el perro.

Signos clínicos

Al no tener un órgano receptor de la orina como la vejiga, la orina del uréter ectópico sale
directamente al exterior en forma permanente, lo cual produce el signo clínico de
INCONTINENCIA URINARIA.
Esta incontinencia se manifiesta con la pérdida de orina ya desde el nacimiento, pero no se
hace visible hasta el destete porque la madre lame continuamente al cachorro, por eso se
diagnostica generalmente entre los 2 y 6 meses de vida. En estos pacientes se observa orina
en los lugares de descanso, humedecimiento permanente de la zona perineal y miembros
posteriores, y con el tiempo hay decoloración del pelaje y desarrollo de dermatitis. Puede
haber también un auto lamido insistente de la zona en animales adultos.

Algunos gatos pueden presentar signos del tracto urinario inferior como disuria, polaquiuria y
hematuria, pero no incontinencia. En estos casos la presentación clínica es mas posterior, casi
siempre después de los 6 meses de edad y se produce por una cistitis bacteriana a
consecuencia de los uréteres mal posicionados.

Algunas complicaciones de los uréteres ectópicos son el hidroureter y la hidronefrosis.

Diagnóstico

Frente al signo de incontinencia urinaria, si el gato es joven, de pocos meses de edad el


diagnostico más sugestivo es el de uréteres ectópicos. Pero hay que tener en cuenta otras
posibles patologías como:

a- Lesión de la Médula Espinal (fractura vertebral por ejemplo) un signo que acompaña es
la cola flácida.
b- Anomalías vertebrales genéticas como en el caso del gato Manx
c- Disautonía felina (síndrome de Key-Gaskell)
d- Alteraciones congénitas de la vejiga urinaria y uretra como agenesia o hipoplasia.
e- Uraco persistente
f- Otras alteraciones ureterales como el Ureterocele.(*)

(*) El Ureterocele es la dilatación quística de una porción de la submucosa del uréter que
llega a la vejiga. En la mayoría de los casos son ectópicos, y hay un solo caso observado en
el gato, hasta ahora. (7).

Hay que tener en cuenta que también los uréteres ectópicos pueden desarrollar cistitis
bacteriana con los signos de disuria, polaquiuria y hematuria como comentamos
anteriormente.

Diagnósticos por imágenes

Radiología: las radiografías simples pueden dar una idea de las lesiones óseas de la columna
vertebral, se podrán ver si hay agenesia, malformaciones, fracturas, urolitos, etc.

La segunda opción es la urografía excretora o ureterografia descendente, donde se puede ver


el trayecto del uréter, y la desembocadura en los nuevos órganos terminales. También se
puede utilizar la uretrografía retrógrada, para ver el trayecto de la uretra y posibles conexiones
ureterales.

La ecografía puede dar imágenes de alteraciones renales, y también la presencia de


hidroureter.
Le endoscopia de uretra y vejiga puede también aportar imágenes de los orificios ureterales
ectópicos, obviamente que hace falta un endoscopio muy fino.

Tratamiento

Normalmente el tratamiento de los uréteres ectópicos es quirúrgico y la técnica consiste en


ligar el extremo distal del uréter, se secciona y se reubica en la vejiga entre el ápice y el
trígono. Esto normalmente resuelve la incontinencia y la infección.

En los casos que el riñón y el uréter estén comprometidos en forma unilateral, se puede
plantear la remoción quirúrgica de ambos órganos.

En todos los casos, de uréteres ectópicos y de cistitis, deberán hacerse los cultivos y
antibiogramas correspondientes.

En el caso de uréteres ectópicos intramurales en el perro se ha utilizado drogas como la


fenilpropanolamina , sulfato de efedrina o seudoefedrina, para reforzar el esfínter uretral
interno y de esa forma evitar o disminuir la incontinencia.

También se están utilizando en el perro técnicas de ablación laser transuretral para la porción
libre del uréter intramural.

2-Alteraciones adquiridas de los uréteres

Hay un creciente interés en las alteraciones adquiridas de los uréteres, debido a que se ha
observado un aumento de la incidencia de las mismas en los últimos años.

La alteración adquirida más importante del uréter es la Obstrucción y se ha observado en


aumento debido a la mayor presentación en el gato de urolitos de oxalato de calcio. Si bien la
obstrucción puede ser intraluminal, intramural o extramural, la primera es la más frecuente.
Las obstrucciones pueden ser parciales o completas. Al margen de los urolitos puede haber
otras causas de obstrucción.

Causas de obstrucción de los uréteres:

1- Urolitos intraluminales (ureterolitiasis)


2- Sustancias no mineralizadas intraluminales (coágulos, descamación del riñón, etc.)
3- Iatrogénicas (ligaduras quirúrgicas por error)
4- Estrechamientos cicatrizales
5- Neoplasias murales del uréter, renales, o extramurales de estructuras vecinas
6- Traumatismos abdominales que lesione el riñón y el uréter.

Urolitiasis Ureteral
El urolito mas encontrado es el de oxalato de calcio. Se ha observado que el gato tiene mayor
riesgo de formar cálculos renales que el perro. Según varios autores estos urolitos representan
el 90% de los cálculos en riñón y uréter. El oxalato de calcio se va formando en la pelvis renal y
se elimina por el uréter hasta la vejiga donde puede quedar retenido y con el tiempo va
creciendo, pero en algunas circunstancias puede quedar atrapado en el trayecto del uréter.
También se han encontrado otros tipos de cálculos como la combinación de oxalato y fosfato
de calcio y también con uratos. Hay que tener en cuenta que el 1,3 % de los cálculos urinarios
en los felinos se observaron en animales menos de 1 año de edad, según el centro de urolitos
de Minnesota, con lo cual no hay que descartar la obstrucción ureteral por urolitos, en
animales jóvenes, no obstante la edad media de presentación fue 7 años. Otro dato importante
es que el 9% de los gatos que formaban urolitos renales, los tenían en forma bilateral.

Obstrucciones no mineralizadas

El lumen ureteral tiene un tamaño normal de 0,4 mm por lo cual toda inflamación o fibrosis
posterior, puede ocluir la luz.

Las sustancias no mineralizadas pueden ser coágulos o sustancias de descamación de riñón. Los
coágulos pueden provenir de una hemorragia renal por traumatismo, y de un trauma ureteral
por el pasaje de un urolito. Y las sustancias de descamación pueden provenir de inflamación e
infección renal, por ejemplo una pielonefritis.

Las ligaduras quirúrgicas por error durante una ovariohisterectomia u otras cirugías
abdominales.

Las neoplasias pueden producir obstrucción, ya sean ureterales primarias o secundarias a


otros tumores generalmente renales o vesicales en el trígono. Por ejemplo carcinoma de
células transicionales, linfomas,o miosarcomas.

Otra altración de los uréteres puede ser su rotura completa o desgarro luego de un
traumatismo violento (accidente por automóvil, caída de balcones, etc,) , la escisión quirúrgica
iatrogénica, o por la obstrucción por urolitos. En este caso la orina sale al espacio
retroperitoneal o peritoneal, si se acumula en una zona especifica se llama un urinoma
(seudoquiste paraureteral). La ecografía puede indicar la presencia de líquido extraperitoneal y
posiblemente dilatación del uréter y el riñón correspondiente.

Fisiopatología de la obstrucción ureteral

La obstrucción ureteral unilateral completa, anula totalmente la función del riñón, pero
generalmente no produce signos clínicos de uremia, (aunque si podría presentar dolor), porque
el riñón contralateral compensa el bloqueo. No obstante esto, el uréter afectado puede sufrir
otras alteraciones como la inflamación, espasmos, constricción, e inclusive su ruptura con
derrame de orina en la cavidad abdominal.

Al producirse la obstrucción aumenta la presión en el uréter proximal y esto se traslada a los


túbulos renales, luego al glomérulo y finalmente se produce la disminución o anulación de la
filtración glomerular. Este riñón se comienza a agrandar por el acumulo de orina generando
una hidronefrosis momentánea. Por otro lado, a las 24 hs de la obstrucción, comienza el
aumento compensatorio del volumen de filtración glomerular (VFG) del riñón contralateral y
aumenta también el tamaño de este riñón.

El riñón afectado con la hidronefrosis, comienza el proceso de fibrosis a partir de la semana de


la obstrucción, y se irá acrecentando con el tiempo hasta llegar a un riñón totalmente
fibrosado. Si hay desobstrucción espontánea o se resuelve quirúrgicamente en forma
temprana el riñón puede comenzar a funcionar lentamente pero si ya han pasado más de 4
semanas del taponamiento, se producirá una falla importante en la concentración de la
orina.

Obstrucción ureteral bilateral

Esta situación generalmente ocurre en dos fases consecutivas, primero se obstruye un uréter
en forma crónica con la consiguiente atrofia del riñón afectado y luego se produce la
obstrucción del otro uréter, lo cual produce un bloqueo renal total, o bilateral, con la
consiguiente insuficiencia renal aguda. Según algunos autores este hecho es la principal causa
de indicación de hemodiálisis en el gato en los últimos tiempos.

Diagnóstico

En caso de obstrucción bilateral, se presenta un síndrome urémico agudo con los siguientes
signos clínicos.

a- Hallazgos físicos:
1- Dolor en la zona renal (por agrandamiento del riñón y estiramiento de la cápsula renal)
2- Riñones asimétricos a la palpación.

b- Signos clínicos
1- Anorexia (45% de los casos)
2- Vómitos (42%)
3- Letargia (31%)
4- Aliento urinoso
5- Oliguria, anuria
6- Hematuria
7- Hipotermia
8- Deshidratación
9- Pérdida de peso

c- Laboratorio
1- Azotemia pronunciada (urea y creatinina altas) 96% de los casos con alteración bilateral
2- Anemia 50%
3- Hiperfosfatemia 54%
4- Hiperpotasemia 35%
5- Hipercalcemia 14%
6- En la orina se pueden observar leucocitos, eritrocitos, cilindros y bacterias. En algunos
casos puede haber cultivos positivos y cristales de oxalato de calcio. La infección
urinaria se detectó en el 8% de los casos.

Sospecha de Obstrucción ureteral bilateral


1- Síndrome urémico agudo o crónico
2- Riñones asimétricos
3- Dolor agudo abdominal sobre todo a nivel renal
4- Dilatación de pelvis renal (hidronefrosis) y dilatación del ureter
5- Hematuria persistente
6- Urolitiasis renal o vesical (evaluar siempre el uréter)

Hidronefrosis

La hidronefrosis es la dilatación de la pelvis y los cálices renales por la acumulación de orina, a


consecuencia de la obstrucción del flujo de la misma. La hidronefrosis produce un aumento del
tamaño renal pero también una reducción de su parénquima. Las obstrucción al flujo de orina
se puede producir en distintos lugares de tracto urinario, como uréteres, vejiga o uretra.
Cualquier bloqueo de estos órganos produce el estancamiento de la orina y la acumulación de
la misma en la pelvis renal. El riñón afectado por la hidronefrosis va perdiendo función a
medida que se atrofia el tejido activo. Por otro lado estos riñones son propensos a la infección
bacteriana con lo cual se produciría una pionefritis o pielonefritis, acompañado con los signos
de infección, como fiebre, neutrofilia, bacterias en orina y piuria. Si la hidronefrosis es
unilateral, el otro riñón, normalmente se hipertrofia para compensar la función. La ecografía de
la hidronefrosis, muestra una pelvis dilatada y con disminución del tejido renal.

Diagnósticos por imágenes

Todo gato con signos de enfermedad renal aguda o crónica debe ser evaluado con los
métodos de diagnóstico por imágenes.

1- Radiología:
La radiología simple, puede detectar cambios en el tamaño renal, y la presencia de
urolitos en riñón, uréteres, vejiga y uretra, en un 80% de los casos.
La radiológica con contraste puede utilizarse en varios métodos: la urografía excretora
utilizando los contrastes iodados por via endovenosa, con lo cual se observará la
excreción renal y el trayecto del uréter y la acumulación en la vejiga. Es un método
efectivo en los primeros momentos del proceso porque luego disminuye el flujo
sanguíneo de los riñones afectados, y además el flujo de orina puede estar totalmente
anulado.
Otra técnica utilizada es el pielograma anterógrado percutáneo que es una técnica
donde se hace punción percutánea de la pelvis renal, bajo guía ecográfica, se aspira la
orina y se vuelve a inyectar en igual cantidad, el medio de contraste yodado. Luego se
sacan las Rx cada 5 minutos por media hora aproximadamente.
También se puede realizar una uretrografía ascendente para observar el trayecto
uretral y la vejiga y eventualmente la desembocadura de los uréteres en la vejiga.

2- Ecografia:

Es de gran utilidad para observar imágenes del riñón, uréteres y vejiga.


a- En el caso del riñón con lesión crónica, se observan con variado grado de fibrosis, sin
diferenciación cortico medular.
b- En el riñón de la obstrucción aguda, se observa desde un tamaño normal a agrandado,
también se puede ver un parénquima normal a una imagen difusa cortico medular, la
pelvis puede estar dilatada mostrando una hidronefrosis (esto puede tardar unos días
en aparecer), con un espacio de más de 2 mm se considera hidronefrosis, y este
aumento de tamaño se puede interpretar como hidronefrosis o pielonefritis (en este
caso hay otros signos ecográficos) . Los uréteres también se pueden ver dilatados y
tortuosos, y con buenos equipos y gran pericia del operador se puede llegar a ver el
urolito en el uréter, según Kyles tiene una sensibilidad de 77% para detectar
ureterolitos en el gato. La combinación de radiografía y ecografía tiene un 90% de
posibilidades de éxito para encontrar ureterolitos.
c- La ecografía doppler que visualiza la circulación sanguínea puede ser útil para
determinar la circulación renal, ya que la obstrucción del uréter aumenta la presión en
el parénquima renal y disminuye el flujo sanguíneo aferente al riñón.

3- Tomografía computada y Resonancia Magnética

Excelentes métodos de diagnostico para evaluar uréteres, urolitos y sustancias no


mineralizadas, también se puede hacer excretoria con métodos de contraste yodado
endovenoso. La contra es su alto costo y la necesidad de anestesia general.

Tratamiento

Lo primero siempre es estabilizar al paciente

Si el paciente está con azotemia, hay que tratar de mejorar esa situación a través de forzar la
diruresis si es posible (si no hay anuria obstructiva) o utilización de hemodiálisis. Hay que tener
muy en cuenta el control de la hiperpotasemia que por si sola puede llevar a la muerte del
paciente.

1- Tratamiento Médico:
El primer paso en la Obstruccion Ureteral Aguda es intensificar la diuresis con
soluciones electrolíticas, teniendo cuidado de no producir sobrecarga de volumen. La
fluidoterapia puede aumentar la presión hidrostática en el uréter y favorecer la
migración del urolito hacia la vejiga. Esto se puede intentar por 3 a 4 días, si hay
producción de orina y se ha reportado un 20% de resolución para estos casos.
Es útil utilizar analgésicos y antiinflamatorios para evitar el espasmo ureteral.
Se ha utilizado la Amitriptilina (1 mg/kg oral cada 24 hs) con buenos resultados,
debido a la relajación del musculo liso ureteral.
También se ha indicado el uso de Glucagón , pero no hay resultados concluyentes.
Otras medicaciones a utilizar serian los analgésicos generales para el gato y los
antiespasmódicos del tipo antagonistas alfa 1 adrenérgicos, (simpáticoliticos) como la
Nicergolina, Prazocina, Alfuzosina, Tamsulosina, etc. Estos últimos prodrían ayudar en
la dilatación ureteral, aunque no hay estudios definitivos en el gato.
En el caso de indicios de infección, se darán antibióticos de amplio espectro en
principio y siempre es conveniente hacer el cultivo y antibiograma.

2- Tratamiento Quirúrgico
La cirugía es el tratamiento ideal de la obstrucción ureteral estática o permanente,
también en neoplasias, ruptura del uréter o constricciones. Pero hay que tener en
cuenta que estas técnicas son muy complicadas por el reducido tamaño de los uréteres
y la recomendación inicial es que la hagan los cirujanos muy entrenados en este tipo
de cirugías.
Hay varias posibilidades de abordaje. Si la obstrucción es en el tercio superior o
proximal, se realizara una pieloureterotomia, los urolitos se pueden deslizar hacia la
pelvis donde pueden ser extraídos más fácilmente y con menos riesgo posterior de
estenosis del uréter.
Si la obstrucción es en el tercio distal, se hace la sección en la zona anterior a la
obstrucción y se reimplanta el uréter remanente en la vejiga. El resto del uréter con la
obstrucción, se elimina haciendo previamente la sutura a nivel de la vejiga. Si el uréter
queda corto, se puede hacer un acercamiento del riñón a la vejiga por las técnicas
correspondientes de traslado renal. Se puede inclusive llegar a suturar el polo posterior
del riñón al ápice de la vejiga. También se podría hacer la anastomosis del uréter
lesionado con el uréter del otro lado si es viable. Las técnicas quirúrgicas están en los
libros de texto.
En casos agudos se puede poner un tubo de nefrostomía en la pelvis del riñón
afectado, esto produce que el riñón siga funcionando y se gana tiempo para la
resolución espontánea o para estabilizar el paciente para la cirugía del uréter, este
tubo se coloca en forma quirúrgica o percutánea con asistencia ecográfica.
También el tratamiento de hemodiálisis puede ser ventajoso en estos momentos e
inclusive luego de la cirugía, mientras se desinflama el uréter afectado.
Como última opción esta el trasplante renal, obviamente con todas sus complicaciones
y además hay que tener en cuenta, que en los casos de ureterolitos, la predisposición
del paciente a formar los cálculos de oxalato.
3- Según Kyles (4), la sobrevida a los 2 años de los gatos con obstrucción ureteral, y
tratamiento quirúrgico fue de 88% y con tratamiento médico solamente fue del 66%.
Pero las complicaciones pos quirúrgicas fueron del 31% y la mortalidad del 18%.
Obviamente la cirugía de los uréteres es muy complicada y requiere de un cirujano
especialista en el tema como comenté anteriormente.
4- La litotricia, no ha sido efectiva en el gato, porque los urolitos de oxalato en el gato son
más resistentes a la destrucción por las ondas de choque, y el incremento de las
mismas podría dañar el riñón o el uréter. Por otro lado, los fragmentos de la litrotricia
pueden ser todavía mayores que la luz del uréter del gato (hasta 0,4 mm) por lo cual
podrían producir igual la obstrucción.
La litotricia laser puede tener más posibilidades pero solo en los urolitos vesicales y en
las hembras.
5- Tratamiento dietético
Los gatos que han formado urolitos de oxalato de calcio están predispuestos a volver a
formarlos luego de la extracción del uréter obstruido. La tasa de recurrencia puede
llegar al 40% de los casos. Por esto es importante analizar todos los cálculos
recuperados de las cirugías y así poder entablar tratamientos preventivos, al igual que
si hay infección urinaria, se deberán hacer los cultivos y antibiogramas
correspondientes. Se ha recomendado mantener la densidad urinaria alrededor de
1035 para evitar una excesiva concentración de solutos en la orina.
Además estos gatos generalmente quedan con una enfermedad renal crónica, (más
del 50% de los casos) por lo cual hay que hacer el manejo dietético para estas
alteraciones.

Bibliografia

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de August J., Ed. Intermèdica, BsAs, Argentina, 2008.
2- Gaskell C.J. Aparato urinario, en Medicina y terapéutica felinas. De Chandler, Gaskell y
Hilbery. Ed. Acribia, España, 1990
3- Kruger J., Osborne C.,Lulichi J., Polzin D. y Fitzerald S. : Sistema Urinario, capìtulo 17 en
Pediatría Veterinaria 2º edición, de Johnny Hoskins. Ed. Intermédica, BsAs Argentina,
1999.
4- Kyles A.E, Clinical, clinicopathologic, radiographic, and ultrasonographic abnormalities
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5- Robinson R. and Pedersen N.C.: Normal Genetics, Genetic Disorders, Developmental
Anomalies and Breeding Programs. Feline Husbandry, Niels Pedersen, Mosby, USA,
1991.
6- Scherk Margie, Enfermedades del tracto urinario, en El Gato, Medicina clínica y
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7- Segev G. Enfermedad de los uréteres, en Nefrología y Urología de Pequeños Animales
de Bartges J. y Polzin D., Ed. Intermedica. BsAs, Argentina . 2013
8- Crawford Mary, Sistema urinario en Pediatría Veterinaria Perros y Gatos de Johnny
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9- Chew D. y Barthez P, Diagnóstico de las enfermedades del tracto urinario superior en
perros y gatos. En Focus, Estudio del Tracto Urinario Edición Especial, 1998
10- Berent A. Como abordar obstrucciones ureterales en perros y gatos. En Veterinary
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11- Pimentel V. y col, Urèter ectópico bilateral extramural en un felino: relato de un caso.
Selecciones Veterinarias Vol 17, Nº 1, 2009. BsAs Argentina.
12- Dethioux F. y col. Nutricion preventiva para los principales riesgos de la salud del gato.
Focus edición especial, Royal Canin 2005.

(*) Especialista en Medicina Felina (CPMV)

Director del Curso de Posgrado de Medicina Felina de Veterinarios en Web

Ex Presidente de AAMeFe (Asociación Argentina de Medicina Felina)

Abril 2017

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