Está en la página 1de 2

San Vicente de Paúl nació el 24 de abril de 1581 en Pouy, de la ciudad de Dax, región

de las Landas, en Francia y fue el tercero de seis hermanos.


Se ordenó como sacerdote a los veinte años y ejerció como párroco y capellán de una
familia aristocrática. Además, fue capellán general de las galeras francesas .
En el año 1617 fundó la primera Confraternidad de la Caridad, constituida por mujeres
acaudaladas dedicadas a ayudar a los enfermos y a los pobres.
En 1622 san Francisco de Sales le nombró superior de los conventos parisinos de la
orden de la Visitación de Santa María.
Con la ayuda de la familia para la que trabajaba como capellán fundó la Congregación
de la Misión, dedicada a predicar entre los campesinos de las propiedades de la
familia.
Además creó otras organizaciones altruistas, como las Hermanas de la Caridad, que se
formó en 1633 bajo su dirección y con la ayuda de Santa Luisa de Marillac
San Vicente de Paúl falleció en París el 27 de septiembre de 1660 a la edad de 80 años.
Fue canonizado en 1737 por el Papa Clemente XII y nombrado patrón de las obras de
caridad en 1885.

El primer testimonio de san Vicente es el del amor. Su vida no es más que amor y
podemos repetir para resumirlo lo que él mismo dice de Cristo: “Sus humillaciones no
eran más que amor; su trabajo era amor, sus sufrimientos amor, sus oraciones amor, y
todas sus operaciones exteriores e interiores no eran más que actos repetidos de su
amor”. San Vicente define el amor que Dios nos tiene y el que debemos demostrarle.
Dios nos ama. Jamás duda de ello y nos lo dice claramente, con palabras familiares:
«Bien, ¡alabado sea Dios! ¡Alabado y glorificado por siempre! Sí, hermanos míos,
cuando Dios coge cariño a un alma, la soporta, haga lo que haga. ¿No habéis visto
alguna vez a un padre, que tiene un niño pequeño al que ama mucho? Le deja hacer a
ese niño todo lo que quiere y hasta llega a decirle: ‘Muérdeme, hijo mío’. ¿De qué
proviene todo esto? De que ama a ese niño. Pues lo mismo se porta Dios con nosotros,
hermanos míos”.
Pero Dios quiere que le amemos. Corazón abierto, hacer su voluntad, caridad en acto.
Dice: “Se trata de amarlo más que a cualquier cosa “, y gusta repetir que la caridad
hace que vayamos hacia Él.
En consecuencia, San Vicente nos muestra el buen camino. Si el amor de Dios y por
Dios es la fuente de su vida, la caridad con el prójimo – esto no es una revelación, todo
el mundo lo sabe – es el alma de su vida. Vive el Evangelio con fuerza y perseverancia.
El Amor de caridad es el gran motor de su vida y de su acción.
ORACIÓN
Noble San Vicente de Paúl,
amado servidor de los pobres,
que sigamos tu ejemplo y hagamos
buenas obras entre aquellos
a los que la sociedad ha abandonado,
esclavizado u olvidado.

Inspíranos a alimentar a los hambrientos,


para amar a un niño, para proporcionar
consuelo y medicina a los enfermos,
para vestir a aquellos cuyos vestidos
están desgastados, y ofrecer esperanza
y las palabras de nuestro Señor a todos
los que necesitan un respiro.

Ruega por nosotros a nuestro amado Dios


para que nos comprometamos
desinteresadamente a hacer los mismos actos
de caridad que hiciste toda tu vida, e intercede
ante él para que podamos tener el favor
de su guía y fuerza y amor sobre esta importante
y significativa obra.
Amén.

También podría gustarte