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PRIMER DIA

Monición: Nos hemos reunido queridas hermanas para iniciar este triduo en
honor a San Vicente de Paúl, en este tiempo largo de crisis provocada por la
pandemia del coronavirus. San Vicente ha experimentado a Dios por los
acontecimientos, para él, Dios le habla por y en el encuentro del pobre, los
pobres fueron el camino que Dios había escogido para encontrar a Vicente.
Esta experiencia de nuestro Santo fundador, nos invita a renovarnos y darle
gracias por el gran regalo de Vicente a la Iglesia. Con gozo iniciemos este
encuentro.

Invocación: En el nombre del Padre, …

Canto: enséñanos a amar


Enséñanos a amar Vicente de paúl
al pobre nuestro hermano, como lo amaste tú.

Vicente de Paúl que descubriste a Cristo desvalido entre los pobres


que a la luz de tu vida descubramos que ellos son nuestros amos y señores.

No sabemos sufrir con los que sufren, rehusamos llorar con los que lloran,
ignoramos la voz que nos suplica y la mano que hambrienta nos implora.

Oración inicial

Dios Padre Nuestro, que has llenado de caridad a san Vicente de Paúl,
escucha nuestra oración y concédenos tu amor. A su ejemplo, haznos
conocer y servir a tu Hijo Jesús en nuestros hermanos pobres y
desamparados. Siguiendo sus enseñanzas, haz que aprendamos a amar “con
el sudor de nuestra frente y el esfuerzo de nuestros brazos, en humildad,
sencillez y caridad”. Por su intercesión, libra nuestros corazones de la vanidad
y el egoísmo. Haznos recordar que todos, un día seremos examinados en el
amor. Amén

Salmo 139: Meditado


Antífona: Dios nos concede sus gracias según las necesidades que de ellas
tenemos, Dios es una fuente de la que cada uno saca el agua según sus
necesidades (XI, 37)
Enlace:

Una carta de ayer que podemos releer hoy


Monición: San Vicente es un santo que vive intensa y profundamente su
amor a Dios y ha descubierto que Jesucristo está en la persona de los
pobres.

¿Pues qué? ¿hay inconveniente en amar a Dios? ¿Se le puede amar


demasiado? ¿puede haber excesos en una cosa tan santa y tan divina?
¿Podremos alguna vez amar bastante a Dios, que es infinitamente amable?
Es cierto que nunca amaremos bastante a Dios y que nunca nos excederemos
en su amor, si atendemos a lo que Dios merece de nosotros. ¡Oh Dios
Salvador! ¿quién pudiera subir a ese amor extraño que nos tienes, hasta
derramar por nosotros, miserables, toda tu sangre, de la que una sola gota
tiene un precio infinito? ¡Oh Salvador! es imposible; aunque hagamos todo
lo que podamos, nunca amaremos a Dios como es debido; es imposible, Dios
es infinitamente amable. Sin embargo, hemos de tener en cuenta que,
aunque Dios nos manda amarlo con todo nuestro corazón y con todas
nuestras fuerzas, su bondad no quiere que esto llegue a perjudicar y arruinar
nuestra salud a fuerza de actos; no, Dios no nos pide que nos matemos por
esto» (XI, 133).

Momento de reflexión personal…


¿San Vicente con esta carta, a qué me invita?
San Vicente, tan atento a lo real, encuentra al mismo Jesucristo, no ya en la
cima de una ascensión mística, ni en una serena meditación sobre la

grandeza del Verbo Encarnado, sino en el pobre, en el niño abandonado, en


el enfermo, el galeote. Ha visto a esa gente en su miseria y no la puede
olvidar. La vida es el libro de cabecera de san Vicente. Habituado a la
observación desde su primera juventud, se revela pronto como un hombre
enriquecido con una serie de experiencias que se vuelve resueltamente a los
pobres y a Dios. Su conocimiento de fe se convierte en una experiencia, una
vida a imitación de Jesús, un corazón al estilo del de Jesús. Esta experiencia
de amor, lo impulsa a él y a los suyos, a «abrazar los corazones de los
hombres», y a encontrar a Dios en ellos.

Canto:
Para seguir el camino tras las huellas de Jesús, como siguieron los pasos de
Vicente de Paúl, haz de ser limpio y sencillo, amigo fiel de la luz, darte en
amor los pobres haciéndote pobre tu (2)

Letanías a San Vicente de Paúl

 San Vicente que amaste a Dios con todo tu ser… Ruega por nosotros.
 San Vicente adorador del Padre
 San Vicente seguidor de Jesucristo pobre y evangelizador de los pobres
 San Vicente atento siempre a las luces del Espíritu Santo
 San Vicente fiel ejecutor de la voluntad de Dios
 San Vicente imitador de la Virgen de Nazareth
 San Vicente escogido como instrumento de la caridad de Dios
 San Vicente mensajero de la ternura y misericordia de Dios

Padre Nuestro…
Ave María…
Gloria…

Acción de gracias
Monición: San Vicente es un santo que ama profundamente a Dios y al
prójimo. De su amor, brota espontánea la gratitud y sentimientos de alegría,
amor, humildad, respeto y alabanza a Dios por los dones recibidos, elevemos
nuestra gratitud al Buen Dios:

Señor te damos gracias por San Vicente de Paúl y porque con un corazón
abierto supo descubrir a Jesucristo en los pobres, a vivir en la prudencia
esperando los signos de Dios, a ser sumiso a la voluntad divina y a confiar
plenamente en la providencia de Dios.
Te damos gracias por el llamado que nos has hecho y te suplicamos por
tantos jóvenes que se siente movidos a la vida consagrada para que
encuentren respuestas en el Evangelio y en el modo de vida sencillo y
autentico de Jesús.

Señor, queremos reconocerte día a día en nuestra oración personal,


queremos llevar al mundo la caricia de tu amor que nos hace salir de nosotros
mismos, hacer procesos de conversión y presentarte un corazón generoso
cargado de buenas obras.

Oración final: todas


Oh Esperanza de Israel, Salvador suyo en tiempos de tribulación, mira
propicio desde el cielo: contempla y visita esta viña, llena sus cauces,
multiplica sus brotes; renuévala ya que tu diestra la plantó. La mies es mucha,
los obreros pocos; por tanto, te rogamos, dueño de la mies, envíes
trabajadores a tu mies. Aumenta la familia, acrecienta nuestra alegría, para
que se edifiquen los muros de Jerusalén. Esta es tu casa, esta es tu casa; no
se encuentra en ella, te pedimos, piedra que tu mano santísima no haya
colocado. Pero a los que Tu mismo llamaste, consérvalos en tu nombre y
santifícalos en la verdad. Amén.

SEGUNDO DIA

Monición: En este segundo día, meditamos la mansedumbre de San Vicente.


Él quería que esta virtud distinguiera a sus comunidades, para que llegaran a
ser, en expresión suya, unos pequeños paraísos. Deseaba que caracterizara
su acción: solamente con una mansedumbre infinita puede uno acercarse a
las heridas de los cuerpos y de las almas, y así curarlas, únicamente la
mansedumbre puede infundir confianza a las personas y devolver la
esperanza a quienes ha abandonado toda esperanza humana. La
mansedumbre es una virtud indispensable en la vida comunitaria: la vida
fraterna exige respeto y dulzura, sin las cuales es imposible la verdadera
caridad. Iniciemos nuestra celebración.
Invocación: En el nombre del Padre, …

Oración inicial

Dios Padre Nuestro, que has llenado de caridad a san Vicente de Paúl,
escucha nuestra oración y concédenos tu amor. A su ejemplo, haznos
conocer y servir a tu Hijo Jesús en nuestros hermanos pobres y
desamparados. Siguiendo sus enseñanzas, haz que aprendamos a amar
“con el sudor de nuestra frente y el esfuerzo de nuestros brazos, en
humildad, sencillez y caridad”. Por su intercesión, libra nuestros corazones
de la vanidad y el egoísmo. Haznos recordar que todos, un día seremos
examinados en el amor. Amén

Canto:
Enlace: Canción Vicente de Paúl eres un hombre para hoy - YouTube

Salmo : Espontáneo
Antífona: «Creo que sólo a las almas que tienen mansedumbre se les
concede poder discernir las cosas; pues, como la cólera es una pasión que
ciega la razón, la virtud contraria tiene que ser la que da el discernimiento
¡Amable Salvador nuestro! Concédenos esa mansedumbre.» (XI, 478).

Hermano de mis hermanos y con mis hermanos. No nos unen los lazos de
sangre, sino el deseo de servir a Dios. No hemos dormido en la misma
cama, pero soñamos el sueño de extender el Reino de Dios.

Somos los brazos, los ojos y las manos de Dios, donde Cristo es nuestro
centro, y el puente de partida de nuestra acción. El necesitado debe ser
nuestro preferido.

¡Cristo es nuestra regla de oro! No esperar a que venga, sino buscarlo. No


esperar a que pida, sino servirlo con amor.
Pasar por la vida haciendo el bien. Actuar en la vida dando amor y calor, sin
esperar ganancias ni galardón. Dar gratuitamente lo que gratis se nos dio.
¡En tus manos me pongo yo!

Gloria al Padre…

Oh Señor dame una canción para Vicente de Paúl,


una que pueda transmitir la gran urgencia del amor,
lo imperativo de servir a los más pobres de los pobres.
y el fuego abrasador por predicarles la verdad.

Una carta de ayer que podemos releer hoy

La vida fraterna requiere siempre el respeto y la mansedumbre. Desde


1646, san Vicente explica esa cuestión a las Hijas de la Caridad:

Sin mansedumbre, no hay caridad

«El primer punto ha sido sobre las razones por las que las Hijas de la
Caridad tienen que esforzar en adquirir estas virtudes del respeto y de la
mansedumbre. Sobre ello se ha dicho que:

1º. Esto agrada a Dios y al prójimo; 2º. Es imitar a nuestro Señor Jesucristo,
que durante toda su vida estuvo lleno de mansedumbre; 3º. No podríamos
ser verdaderas Hijas de la Caridad, si no tuviésemos esas dos virtudes, ya
que sin respeto no se tiene mansedumbre, y sin mansedumbre no se tiene
caridad; 4º. No basta con tener caridad con los extraños, sino que
principalmente hemos de tenerla con nuestras Hermanas; si les faltamos al
respeto y no somos mansas con ellas, es señal de que no las amamos y que,
por consiguiente, no somos Hijas de la Caridad más que en apariencia,
indignas de llevar su nombre y su hábito; 5º. Si no tuviésemos respeto ni
mansedumbre, sería de muy mal ejemplo para nuestras Hermanas nuevas y
podría apartar a todas las jóvenes que tuviesen deseos de ser de nuestra
Compañía» (IX, 247-248).

¿San Vicente con esta carta, a qué me invita?


A esta virtud la podemos llamar también virtud de la dulzura, de la
apacibilidad, de la amabilidad y hasta de la suavidad. Tiene una estrecha
relación con la virtud de la caridad, de la que aparece como un componente
esencial. San Vicente de Paúl tuvo una especial consideración por ella y
trabajó mucho por adquirirla, combatiendo su ‘humor negro’. Esto le
permitió expresarse con gestos inspirados en la mansedumbre y en la
paciencia. También en este caso su enseñanza es fruto de su experiencia de
vida y de su esfuerzo personal, que lo llevaron a mortificarse y a controlar
su carácter un tanto rudo.

Canto:
Gracias Señor, gracias Señor, entre mis hermanos los pobres de tu amor .

Letanías a San Vicente de Paúl

 San Vicente patrono universal de las obras de caridad… Ruega por


nosotros.
 San Vicente, renovador de la Iglesia.
 San Vicente que hiciste una clara opción por los pobres
 San Vicente que trabajaste por hacer efectivo el evangelio
 San Vicente organizador del apostolado de los laicos
 San Vicente fundador de la Congregación de la Misión
 San Vicente amigo y orientador de Santa Luisa de Marillac
 San Vicente fundador de las Hijas de la Caridad

Se puede agregar algunas letanías de manera espontánea

Padre Nuestro…
Ave María…
Gloria…
Acción de gracias
Todas: ¡Oh, Dios! quiero apropiarme de tu promesa. Ayúdame a caminar
con la mansedumbre necesaria para agradarte.
Gracias Señor, por enseñarnos la vivencia de la Mansedumbre que es la
virtud que ayuda a conquistar los corazones, ayúdanos a tener un corazón
abierto cuando nos acercamos al hermano, a ejemplo de San Vicente.

Gracias Señor, por la vocación de Hermano, Gracias Señor, por mis


Hermanas de comunidad. Gracias, Señor, porque te veo reflejado en cada
una de ellas a quienes haz llamado para el servicio de los más pobres.

Queremos vivir la mansedumbre tan necesaria para una verdadera vida


fraterna, especialmente en los momentos de conflicto, cuando somos
ofendido o agredidos. Señor Jesús tu que viviste la mansedumbre
especialmente en el momento de tu pasión, ayúdanos a aprender de ti.

Oración final: todas


Señor Jesús, Tú que quisiste hacerte pobre, haz que tengamos ojos y
corazón para los pobres; y que te reconozcamos a Ti en ellos; en su sed, en
su hambre, en su soledad, en su desventura. Suscita en nuestra Familia
Vicentina, la unidad, la sencillez, la humildad y el fuego de la caridad que
abrazó a San Vicente de Paúl. Danos fortaleza para que, fieles a la práctica
de estas virtudes, podamos contemplarte y servirte en la persona de los

TERCER DIA

Monición: San Vicente de Paúl no fue ajeno a las pandemias, con ningún
otro tema sus emociones se agitaron tan profundamente. Los brotes de
peste asolaron Europa con frecuencia durante sus años de actividad,
arrebatando la vida a muchos de sus seres queridos. Las pandemias no son
algo nuevo en la historia de la humanidad y hoy el mundo sufre una
pandemia muy agresiva debido al Covid-19. La audacia de Vicente nos
anime a superar las dificultades, encontrar soluciones y continuar sirviendo
a los más necesitados. Con alegría y confianza en Dios iniciamos nuestra
celebración.

Invocación: En el nombre del Padre, …


Oración inicial

Dios Padre Nuestro, que has llenado de caridad a san Vicente de Paúl,
escucha nuestra oración y concédenos tu amor. A su ejemplo, haznos
conocer y servir a tu Hijo Jesús en nuestros hermanos pobres y
desamparados. Siguiendo sus enseñanzas, haz que aprendamos a amar
“con el sudor de nuestra frente y el esfuerzo de nuestros brazos, en
humildad, sencillez y caridad”. Por su intercesión, libra nuestros corazones
de la vanidad y el egoísmo. Haznos recordar que todos, un día seremos
examinados en el amor. Amén

Canto: Misioneros vicentinos (CV 562)

Oración a San Vicente de Paúl en tiempos de pandemia. Espontáneo


Antífona: «Lo único que le recomiendo con ferviente y ardientemente es
tomar todas las precauciones razonables para preservar su salud».

Oh, san Vicente de Paúl, nuestro padre y nuestro Modelo,


tú que durante toda tu vida quisiste
imitar a Jesucristo, Misionero y Siervo,
te encontraste, en tu tiempo,
con la enfermedad del pueblo durante la plaga de la peste.
Intercede a la Santísima Trinidad en favor de todos los países del mundo
que han sido atacados por el flagelo actual.

Que sanen los cuerpos y los corazones de todas las víctimas.


Ayuda a los cuidadores, apoya a los seres queridos, inspira a los
investigadores.
Ayuda a los que cruzan las puertas de la muerte.

Tú, que en tu tiempo diste instrucciones firmes y ardientes


para luchar contra el mal, ¡ven ahora a rescatarnos!
Enséñanos a dedicar nuestras vidas por los más vulnerables,
a fortalecernos para ayudarles mejor,
con perseverancia y sin imprudencia,
con el único deseo de ayudarles según sus necesidades.
Abre nuestras mentes a la infinita Providencia de Dios,
que dejemos a Él actuar con toda su voluntad.
Inspíranos, para que sigamos fielmente las instrucciones de los que están a
cargo.
Nos ponemos en tus manos, confiados y animados por verdaderos
sentimientos de Hermandad y Celo.
AMEN

Una carta de ayer que podemos releer hoy


Al aconsejar a los miembros de su Familia sobre cómo servir en medio de
la plaga, San Vicente eligió un término medio. Por un lado, los instó a
permanecer cerca de los afectados por la plaga y a no abandonarlos; Por
otra parte, animó a la Familia a observar las precauciones que líderes civiles
y eclesiásticos recomendaban.

San Vicente le escribió a Alain de Solminihac: “Los campesinos pobres


afectados por la peste generalmente quedan abandonados y con muy poca
comida. Será una acción digna de su piedad, Excelencia, tomar medidas
enviando limosnas a todos esos lugares. Asegúrese de que sean puestos en
manos de buenos pastores, que tengan pan, vino y un poco de carne para
que estos pobres los recojan en los lugares y horarios indicados para ellos…

Amplió la definición de mártir para incluir a todos los que valientemente


dieron su vida por los pobres. Hablando de las Hijas de la Caridad, dijo: “Un
Santo Padre dijo una vez que cualquiera que se entrega a Dios para servir a
su prójimo y voluntariamente soporta todas las dificultades que pueda
encontrar en ello, es un mártir ¿ Sufrieron más los mártires que estas
Hermanas… que se entregan a Dios y a veces están con personas enfermas
llenas de infección y llagas y a menudo con fluidos corporales nocivos; a
veces con niños pobres para quienes todo debe hacerse; o con pobres
convictos cargados de cadenas y aflicciones?… Son mucho más dignas de
elogio que cualquier cosa que pueda decirle. Nunca he visto algo así.

¿San Vicente con esta carta, a qué me invita?


Mientras lidiaba con emociones dolorosas, San Vicente seguía convencido
de que, sin importar las circunstancias, nunca debemos abandonar a los
pobres. Son nuestra «porción» en la vida, afirmó. Fue firme al decirle a los
miembros de su Familia que, incluso en circunstancias extremadamente
difíciles, debemos ser creativos para encontrar formas de atender las
necesidades de los que sufren.

Canto:
Enséñanos a amar, Vicente de Paúl, al pobre nuestro hermano, como lo
amaste Tú. (bis)

Letanías a San Vicente de Paúl

 San Vicente renovador del clero y de la Vida consagrada… Ruega por


nosotros
 San Vicente multiplicador de las vocaciones y agentes de pastoral
 San Vicente que leíste los signos de los tiempos como palabra de Dios
 San Vicente que nos enseñaste la disponibilidad en la misión
evangelizadora
 San Vicente ejemplo de vida cristiana
 San Vicente modelo de esperanza dinámica
 San Vicente, espero de amor y de justicia social

Se puede agregar algunas letanías de manera espontánea

Padre Nuestro…
Ave María…
Gloria…
Acción de gracias
Señor te damos gracias por esta hermosa vocación misionera, por llamar a
San Vicente de Paúl al servicio tuyo, y porque con un corazón sensato supo
responder con generosidad.
Gracias te damos Señor, por todos los vicentinos y vicentinas del mundo,
sacerdotes, hermanos, seminaristas, hijas de la caridad, laicos y demás, que
comprometidos con la Iglesia anuncian el Evangelio en todos los lugares del
mundo.

Te damos gracias padre bueno, por tantas personas que integran la Familia
vicentina, por todos aquellos hombre y mujeres de buena voluntad que,
siguiendo los pasos de Jesús, nos muestran el valor de la caridad que tú nos
enseñaste.

Oración final: todas


Señor Jesús, Tú que quisiste hacerte pobre, haz que tengamos ojos y
corazón para los pobres; y que te reconozcamos a Ti en ellos; en su sed, en
su hambre, en su soledad, en su desventura. Suscita en nuestra Familia
Vicentina, la unidad, la sencillez, la humildad y el fuego de la caridad que
abrazó a San Vicente de Paúl. Danos fortaleza para que, fieles a la práctica
de estas virtudes, podamos contemplarte y servirte en la persona de los
pobres y un día unirnos a Ti y a ellos en tu Reino. Amén

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