Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Monición: Nos hemos reunido queridas hermanas para iniciar este triduo en
honor a San Vicente de Paúl, en este tiempo largo de crisis provocada por la
pandemia del coronavirus. San Vicente ha experimentado a Dios por los
acontecimientos, para él, Dios le habla por y en el encuentro del pobre, los
pobres fueron el camino que Dios había escogido para encontrar a Vicente.
Esta experiencia de nuestro Santo fundador, nos invita a renovarnos y darle
gracias por el gran regalo de Vicente a la Iglesia. Con gozo iniciemos este
encuentro.
No sabemos sufrir con los que sufren, rehusamos llorar con los que lloran,
ignoramos la voz que nos suplica y la mano que hambrienta nos implora.
Oración inicial
Dios Padre Nuestro, que has llenado de caridad a san Vicente de Paúl,
escucha nuestra oración y concédenos tu amor. A su ejemplo, haznos
conocer y servir a tu Hijo Jesús en nuestros hermanos pobres y
desamparados. Siguiendo sus enseñanzas, haz que aprendamos a amar “con
el sudor de nuestra frente y el esfuerzo de nuestros brazos, en humildad,
sencillez y caridad”. Por su intercesión, libra nuestros corazones de la vanidad
y el egoísmo. Haznos recordar que todos, un día seremos examinados en el
amor. Amén
Canto:
Para seguir el camino tras las huellas de Jesús, como siguieron los pasos de
Vicente de Paúl, haz de ser limpio y sencillo, amigo fiel de la luz, darte en
amor los pobres haciéndote pobre tu (2)
San Vicente que amaste a Dios con todo tu ser… Ruega por nosotros.
San Vicente adorador del Padre
San Vicente seguidor de Jesucristo pobre y evangelizador de los pobres
San Vicente atento siempre a las luces del Espíritu Santo
San Vicente fiel ejecutor de la voluntad de Dios
San Vicente imitador de la Virgen de Nazareth
San Vicente escogido como instrumento de la caridad de Dios
San Vicente mensajero de la ternura y misericordia de Dios
Padre Nuestro…
Ave María…
Gloria…
Acción de gracias
Monición: San Vicente es un santo que ama profundamente a Dios y al
prójimo. De su amor, brota espontánea la gratitud y sentimientos de alegría,
amor, humildad, respeto y alabanza a Dios por los dones recibidos, elevemos
nuestra gratitud al Buen Dios:
Señor te damos gracias por San Vicente de Paúl y porque con un corazón
abierto supo descubrir a Jesucristo en los pobres, a vivir en la prudencia
esperando los signos de Dios, a ser sumiso a la voluntad divina y a confiar
plenamente en la providencia de Dios.
Te damos gracias por el llamado que nos has hecho y te suplicamos por
tantos jóvenes que se siente movidos a la vida consagrada para que
encuentren respuestas en el Evangelio y en el modo de vida sencillo y
autentico de Jesús.
SEGUNDO DIA
Oración inicial
Dios Padre Nuestro, que has llenado de caridad a san Vicente de Paúl,
escucha nuestra oración y concédenos tu amor. A su ejemplo, haznos
conocer y servir a tu Hijo Jesús en nuestros hermanos pobres y
desamparados. Siguiendo sus enseñanzas, haz que aprendamos a amar
“con el sudor de nuestra frente y el esfuerzo de nuestros brazos, en
humildad, sencillez y caridad”. Por su intercesión, libra nuestros corazones
de la vanidad y el egoísmo. Haznos recordar que todos, un día seremos
examinados en el amor. Amén
Canto:
Enlace: Canción Vicente de Paúl eres un hombre para hoy - YouTube
Salmo : Espontáneo
Antífona: «Creo que sólo a las almas que tienen mansedumbre se les
concede poder discernir las cosas; pues, como la cólera es una pasión que
ciega la razón, la virtud contraria tiene que ser la que da el discernimiento
¡Amable Salvador nuestro! Concédenos esa mansedumbre.» (XI, 478).
Hermano de mis hermanos y con mis hermanos. No nos unen los lazos de
sangre, sino el deseo de servir a Dios. No hemos dormido en la misma
cama, pero soñamos el sueño de extender el Reino de Dios.
Somos los brazos, los ojos y las manos de Dios, donde Cristo es nuestro
centro, y el puente de partida de nuestra acción. El necesitado debe ser
nuestro preferido.
Gloria al Padre…
«El primer punto ha sido sobre las razones por las que las Hijas de la
Caridad tienen que esforzar en adquirir estas virtudes del respeto y de la
mansedumbre. Sobre ello se ha dicho que:
1º. Esto agrada a Dios y al prójimo; 2º. Es imitar a nuestro Señor Jesucristo,
que durante toda su vida estuvo lleno de mansedumbre; 3º. No podríamos
ser verdaderas Hijas de la Caridad, si no tuviésemos esas dos virtudes, ya
que sin respeto no se tiene mansedumbre, y sin mansedumbre no se tiene
caridad; 4º. No basta con tener caridad con los extraños, sino que
principalmente hemos de tenerla con nuestras Hermanas; si les faltamos al
respeto y no somos mansas con ellas, es señal de que no las amamos y que,
por consiguiente, no somos Hijas de la Caridad más que en apariencia,
indignas de llevar su nombre y su hábito; 5º. Si no tuviésemos respeto ni
mansedumbre, sería de muy mal ejemplo para nuestras Hermanas nuevas y
podría apartar a todas las jóvenes que tuviesen deseos de ser de nuestra
Compañía» (IX, 247-248).
Canto:
Gracias Señor, gracias Señor, entre mis hermanos los pobres de tu amor .
Padre Nuestro…
Ave María…
Gloria…
Acción de gracias
Todas: ¡Oh, Dios! quiero apropiarme de tu promesa. Ayúdame a caminar
con la mansedumbre necesaria para agradarte.
Gracias Señor, por enseñarnos la vivencia de la Mansedumbre que es la
virtud que ayuda a conquistar los corazones, ayúdanos a tener un corazón
abierto cuando nos acercamos al hermano, a ejemplo de San Vicente.
TERCER DIA
Monición: San Vicente de Paúl no fue ajeno a las pandemias, con ningún
otro tema sus emociones se agitaron tan profundamente. Los brotes de
peste asolaron Europa con frecuencia durante sus años de actividad,
arrebatando la vida a muchos de sus seres queridos. Las pandemias no son
algo nuevo en la historia de la humanidad y hoy el mundo sufre una
pandemia muy agresiva debido al Covid-19. La audacia de Vicente nos
anime a superar las dificultades, encontrar soluciones y continuar sirviendo
a los más necesitados. Con alegría y confianza en Dios iniciamos nuestra
celebración.
Dios Padre Nuestro, que has llenado de caridad a san Vicente de Paúl,
escucha nuestra oración y concédenos tu amor. A su ejemplo, haznos
conocer y servir a tu Hijo Jesús en nuestros hermanos pobres y
desamparados. Siguiendo sus enseñanzas, haz que aprendamos a amar
“con el sudor de nuestra frente y el esfuerzo de nuestros brazos, en
humildad, sencillez y caridad”. Por su intercesión, libra nuestros corazones
de la vanidad y el egoísmo. Haznos recordar que todos, un día seremos
examinados en el amor. Amén
Canto:
Enséñanos a amar, Vicente de Paúl, al pobre nuestro hermano, como lo
amaste Tú. (bis)
Padre Nuestro…
Ave María…
Gloria…
Acción de gracias
Señor te damos gracias por esta hermosa vocación misionera, por llamar a
San Vicente de Paúl al servicio tuyo, y porque con un corazón sensato supo
responder con generosidad.
Gracias te damos Señor, por todos los vicentinos y vicentinas del mundo,
sacerdotes, hermanos, seminaristas, hijas de la caridad, laicos y demás, que
comprometidos con la Iglesia anuncian el Evangelio en todos los lugares del
mundo.
Te damos gracias padre bueno, por tantas personas que integran la Familia
vicentina, por todos aquellos hombre y mujeres de buena voluntad que,
siguiendo los pasos de Jesús, nos muestran el valor de la caridad que tú nos
enseñaste.