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La historia de la antropología como ciencia es relativamente reciente.

Se configura como tal


en la segunda mitad del siglo XIX. Sin embargo, las preocupaciones del hombre acerca de su
propia naturaleza, se encuentran expresadas por autores de la antigüedad.

Este interés se encuentra en los nueve libros de la historia, escritos por Herodoto en el siglo
V a.C. Este autor griego, conocido como “el padre de la historia”, viajo por todo el mundo
conocido entonces, e incluyo en su obra interesantes observaciones acerca de los
habitantes del norte de África, Asia Menor y la propia Grecia. De igual valor e interés
etnográfico son las descripciones acerca de los pueblos de Asia Menor que se encuentra
en la obra de Jenofonte,
Anábasis (siglos V-IV a.C.)De la misma manera en que fueron esbozadas las ideas modernas
sobre el medioambiente, también lo hicieron los médicos de la escuela de Hipócrates. Por
su parte, en la misma época, Aristóteles (384-322 a.C.) no solo coloco al hombre dentro del
reino animal, sino que también se introdujo en la antropología política, la deducir de sus
variaciones la diversidad de caracteres existentes entre los pueblos. En la literatura romana
también se halla este tipo de reflexiones antropológicas, especialmente en el poema épico
de Lucrecio (siglo I a.C.) sobre la naturaleza delas cosas, con su referencia al origen de la
sociedad y al proceso de desarrollo cultural. Sin embargo, lo que caracteriza al pensamiento
antropológico en la antigüedad, así como en la época posterior, es que se da de manera
aislada e inconexa, la geografía. Esta es la razón de la discontinuidad del conocimiento
acerca del hombre y de la imposibilidad de su aprovechamiento como base para ulteriores
investigaciones.
La edad media
La recopilación de información etnográfica tiene, un largo periodo en la Edad Media. Los
datos se recogen de manera incidental a partir de viajes principalmente de carácter
comercial o religioso. El más notable de ellos fue el de Marco Polo (1254-1324) quien,
durante años que vivió y viajo por Asia. Por otra parte en la edad media no se manifiesta
interés por el conocimiento del hombre en concordancia con una antropología explicita. En
esa época, Dios y el mundo constituyen el marco de referencia, al que hay que remitirse
para toda explicación acerca del hombre.
Los misioneros: precursores de la antropología moderna Los grandes descubrimientos
geográficos de fines del siglo XV y, sobre todo, la conquista y colonización de América en el
siglo XVI, iniciaron una época ininterrumpida hasta la actualidad, en que
los estudios sobre el hombre acapararon el interés de un número creciente y heterogéneo
de investigadores.

La labor de los misioneros encaminada a la conversión de los aborígenes al cristianismo, y el


interés, tanto de la metrópoli como de los colonos, por hacer viable la economía y
políticamente la colonización fue un estímulo importante para que los religiosos
convivieran con los indígenas, aprendieran sus lenguas y sus costumbres y legaran, para
estudios antropológicos posteriores, valiosos conocimientos sobre las culturas americanas.
Entre los más destacados de esos misioneros se encuentran el franciscano Bernardino de
Sahagún (¿1500?-1590) y el jesuita José de Acosta (1539-1600). El primero fue el autor de
una Historia general de las cosas de la nueva España, escrita en español y en lengua
náhuatl, que recoge un volumen importante de datos culturales relativos a los indígenas del
valle de México. El segundo escribió una obra de igual importancia, titulada Historia natural
y moral de las Indias, en la que adelanta una serie de conjeturas, bien encaminadas bien
encaminadas, acerca del origen del hombre americano.
El siglo de las luces y sus aportes a la antropología. Rousseau y Kant En el siglo XVIII se
avanzaron algunas teorías, casi todas referidas a aspectos naturales o biológicos del
hombre. Tal es el caso del alemán J.F. Blumenbach (1752-1840), quien formulo una teoría
que clasificaba en cinco razas a la humanidad, tomando en cuenta los diferentes colores de
piel. Denis Diderot (1713-1784), por su parte, identificaba el término antropológico por el
de anatomía. Sin embargo, dos pensadores, Rousseau y Kant, contribuyeron con sus
reflexiones a esclarecer la naturaleza y el campo de acción de la antropología. Jean-Jacques
Rousseau (1712-1778), en su Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad
entre los hombres distingue e, entre el enfoque histórico y el antropológico. Con relación a
este plantea que es un estudio que se interesa en el hombre como tal. Immanuel Kant
(1724-1804), por su parte, dirige su interés antropológico a los orígenes del hombre. Se
adscribe a la tesis monogenista, según la cual todas las razas humanas descienden de un
tipo único. En su crítica de la razón pura  plantea que la antropología es el estudio de lo que
la naturaleza ha hecho de los hombres. Sus lecciones de antropología las edito en 1798 bajo
el titulo Saber del hombre o antropología filosófica, que en realidad es un estudio de
antropología cultural.
La configuración de la antropología como ciencia
La ciencia de la antropología se configura basada en tres pilares fundamentales: el
concepto de evolución, el método comparativo y su definición de estudio de la historia
evolutiva de la humanidad. El primer antropólogo en plantear el problema de la evolución
fue J. Boucher de Perthes (1788-1868), cuyas hipótesis generaron interesantes discusiones
a partir de 1838.Entre los más relevantes pensadores de este primer periodo debemos
mencionara E. B. Tylor, L. H. Morgan, J. G. Frazer y H. J. Sumner Maine: El inglés Tylor
(1832-1917) público en Londres su obra cultura primitiva en 1871. Morgan (1818-1881) es
el antropólogo que es esta época defiende con más fuerza las tesis evolucionistas. Su obra
principal, La sociedad antigua, fue publicada en Nueva York en 1877. Al igual que Charles
Darwin, fundamento sus teorías evolucionistas a partir de los hechos observados sobre el
terreno. Su obra alcanzó gran popularidad por el uso que de ella hizo Friedrich Engels para
elaborar su esquema de evolución de las sociedades
humanas. Al igual que Morgan, James G. Frazer (1854-1941) se adhirió sin reservas alevoluc
ionismo en sus investigaciones antropológicas. Su obra principal, La rama dorada, tuvo su
primera edición en Londres, en 1890. Este libro centra la atención en el totemismo y en el
sacrificio a los dioses. Frazer desarrollo una teoría, que se tiene por prematura, con
respecto a la religión en general.H. J. Sumner Maine es un antropólogo de la época, cuya
orientación metodológica, sin embargo, se aparta del evolucionismo. Su primera gran obra,
La ley antigua, se editó en 1861. Sin negar totalmente el evolucionismo, pues usa
frecuentemente su lenguaje, Sumner Maine hizo un uso prudente de la aplicación de sus
esquemas de las sociedades históricas que estudio.
La segunda ciencia antropológica En las nuevas tendencias que caracterizan a estas
segunda etapa, se inician con la crítica directa del evolucionismo formulada por el
antropólogo norteamericano, de origen alemán, Franz Boas (1858-1942) en su trabajo
titulado Las limitaciones del método comparativo en la antropología, editado en 1896 y
reproducido en raza, lengua y cultura, Nueva York , 1940. Además de cuestionar los
métodos utilizados entonces, Boas propone el empleo de métodos más realistas y eficaces,
sobre todo en las investigaciones de la antropología cultural. La nueva tónica de esta
segunda etapa la proporciona el extraordinario incremento de las investigaciones
antropológicas de campo. Muchos antropólogos se destacaron en este sentido. Los más
sobresalientes fueron los ingleses W. H. R.Rivers, C. G. Seligman, A. C. Haddon y los
norteamericanos F. Boas, C. Wissler, A. L. Kroeber R. H. Lowie. Debido a esta actividad, el
interés investigativo centra, sobre todo, en los estudios intensivos referidos a una sola
población, de los que surgen verdaderos trabajos monográficos, aunque dirigidos a alcanzar
objetivos de mayor alcance.
El fin de una etapa y el comienzo de las corrientes actuales El difusionismo tuvo sus años de
plenitud en la segunda década del siglo XX. En la década siguiente comienzan las
discrepancias con esa teoría. La crítica más resuelta del difusionismo fue la ejercida por el
antropólogo británico Bronislaw Malinowski (1884-1942). Este afirmo, sin ambages, que los
difusionistas realizaban unas reconstrucciones pseudohistóricas que no se podían probar
científicamente. El advenimiento de otras de las corrientes predominantes, el
estructuralismo, fue preparado por los trabajos de los antropólogos A. R. Radcliffe-Brown
(1881-1955)y E. Sapir (1884-1939), quienes se interesaron en los estudios sobre la
aculturación y los contactos culturales, preparando el terreno para todas la evoluciones
posteriores de las investigaciones acerca de los cambios sociales y culturales, que se
realizan en la actualidad. Se considera como principal fundador de la actual antropología
francesa a Marcel Mauss (1872-1950), quien forma la primera generación de antropólogos
franceses en la investigación de campo. Su jerarquía es reconocida por antropólogos que se
inscriben en otras corrientes, como es el caso de Claude Levistrauss (1908), uno de los
principales representantes del estructuralismo.

Link del contexto histórico en que nace la antropología


http://lalooyeactividadintegradora.blogspot.com/p/contexto-historico.html

https://es.scribd.com/doc/201076184/NATURALEZA-Y-ALCANCE-DE-LA-ANTROPOLOGIA

https://es.wikipedia.org/wiki/Antropolog%C3%ADa

https://es.slideshare.net/RaulAntonio3/historia-de-la-antropologa

https://www.academia.edu/37285071/Antecedentes_hist%C3%B3ricos_del_surgimiento_de_la_antropolog
%C3%ADa

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