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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
DE LOS LLANOS OCCIDENTALES
EZEQUIEL ZAMORA
UNELLEZ

DERECHO HEREDITARIO
O DE SUCESIÓN.

BACHILLER:

Pérez Abril C.I: 20.964.758.

Subproyecto: Civil IV

BARINAS, ABRIL DEL 2020


El derecho hereditario o Derecho Sucesorio, podríamos definirlo como conjuntos

de normas jurídicas que dentro del derecho privado, regulan el destino del patrimonio

de una persona natural, después de su muerte. Garantiza que los bienes del difunto

lleguen a mano de los herederos o legatarios cabe destacar que es un derecho de

suma importancia ya que con este se busca proteger tanto los bienes de la persona

fallecida como los herederos o legatarios. La sucesión es entonces, uno de los modos

de adquirir y transmitir la propiedad y demás derechos. Nuestro código civil establece

en su artículo 796 “la propiedad y demás derechos se adquieren y transmiten por la

ley, por la sucesión y por efectos de los contratos”. En este sentido Sanojo afirma: “la

palabra sucesión en su sentido más extenso, es la transmisión de un derecho de una

persona viva o muerta, a otra. Así se dice que el comprador, el donatario, el heredero y

el legatario son sucesores; pero en su sentido estricto, que es el que se da en esta

parte del código civil, es la transmisión de los derechos de un difunto a un heredero o

aun legatario”

Es importante resaltar que quien transmite los derechos se llama causante;

quien los recibe se denomina sucesor o causahabiente. Lo fundamental es destacar

que toda persona titular de derecho puede transmitir estos a otra; ya en su totalidad o

solo en parte. Y esta transmisión puede tener lugar entre personas vivas o a causa de

la muerte. O sea que puede haber sucesión inter vivos referidos a los contratos, y

sucesión mortis causa.

La Sucesión Mortis Causa, es aquella mediante la cual, a la muerte de un sujeto

de derecho, se realiza una transferencia de estos derechos a otros sujetos, que

continúan vivos. Debe advertirse que no se transmiten por causa de la muerte, todos
los derechos; sino solo aquellos que no se extinguen con la desaparición física del

causante; e igualmente, que además de los derechos se transmiten o pueden

transmitirse las obligaciones. Esto es que, en principio, quien sucede al difunto puede

hacerlo, tanto en los derechos, como en las obligaciones que configuran su patrimonio.

Dos son las causas de la sucesión hereditaria en el derecho Venezolano: la declaración

de voluntad del causante, es decir el testamento, y en su defecto la ley, que surge con

carácter supletorio, cuando dicha voluntad no ha sido expresada o lo ha sido de forma

no valida. Este derecho puede ser recibido mediante testamento, sucesión legítima,

sucesión mixta, y también dichos bienes se pueden transmitir a titulo universal y a título

particular.

El testamento es un acto envestido de solemnidades formales que le son

inherentes y celebrados según lo dispone la ley. Entonces el testamento es la

disposición de última voluntad con que una persona determina el destino de su

patrimonio después de su muerte y regula las relaciones jurídicas para el tiempo en

que no vive ya. La sucesión testamentaria es aquella que se origina cuando el de cujus,

en provisión de su muerte próxima o remota, dispone voluntariamente de sus bienes

señalando a quienes y en qué forma deben transmitirse.

La sucesión legitima es la figura jurídica mediante la cual, por imperio de ley a la

muerte de un sujeto de derechos se realiza una transferencia de sus derechos y

obligaciones a otro u otros sujetos expresamente señalados por la misma ley, a no ser

que exista una declaración de manifestación de voluntad del fallecidos, podemos decir

que este encuentra su fundamento en los derechos derivados de los vínculos

parentales. La herencia se defiere en relación a la sucesión intestada o legitima de la


que nos venimos ocupando (ya que en la sucesión testamentaria el diferimiento tiene

lugar a favor de los instituidos herederos) a los ascendientes, descendientes, cónyuges

o parientes colaterales hasta el sexto grado.

La sucesión a título universal, sucede activa y pasivamente al causante, de

manera total y absoluta, en todos sus derechos y obligaciones, es una universalidad de

derechos, entendiendo en este complejo patrimonial no solo los derechos propiamente,

sino también las obligaciones del sujeto que fallece. Mientras que la sucesión a título

particular o legatario recibe del causante los derechos y obligaciones que se refieran

exclusivamente a un bien o a un conjunto de bienes determinados, que hayan sido

expresamente señalados por el causante.

De todo lo antes expuesto podemos decir que la herencia es todo el patrimonio

del difunto, considerado como una unidad, que abarca y comprende todas las

relaciones jurídicas del causante, independientemente de los elementos singulares que

lo integra. Alemán lo define “como la transmisión del patrimonio de un causante a su

heredero como un todo”; es decir, la transmisión los herederos del conjunto de bienes,

derechos y acciones de los cuales era titular el difunto, y que no se extinguen con la

muerte.

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