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2.1.2.

-Clasificacion y Tipos de enlaces químicos


Cuando dos o más átomos de unen para formar moléculas,  se
mantienen unidos mediante un puente entre sus electrones más
externos. A este puente se le llama enlace químico. No todos los
enlaces químicos tienen las mismas características.
Una característica de las uniones electrónicas de los átomos, es que
tienden a formar una estructura estable, semejante al gas raro que
le corresponda a su periodo químico, es decir, a completar 2
átomos en su órbita externa (cuando contienen hidrógeno) y 8
electrones en los demás casos.
Hay tres tipos de enlaces químicos:
1. Enlaces iónicos.
2. Enlaces covalentes.
3. Enlaces metálicos.
Enlace iónico:
Los enlaces iónicos son los que se dan cuando se combinan un
elemento metálico y uno no metálico. El elemento no metálico le
falta un electrón para completar su órbita, por lo que se convierte
en receptor, con carga negativa y se le llama anión. Los elementos
metálicos tienen un electrón en su última orbita, que es con el que
se acoplan a otros átomos. Este electrón externo le da al átomo
metálico una carga positiva, y le se llama catión. En este caso los
átomos se atraen por fuerzas electrostáticas por las que el anión (el
elemento no metálico) atrae al catión (elemento metálico). Es
decir, que un átomo cede y otro absorbe un electrón. Estos
compuestos son sólidos químicamente estables. Cuando se
disuelven en líquido, se rompe el enlace, y permanecen en el
líquido con sus cargas eléctricas. Esto permite que la solución sea
conductora de la electricidad. A esta solución se le llama electrolito.
Enlace covalente:
Los enlaces covalentes son los enlaces con los que se unen dos
átomos,  y ambos comparten o intercambian electrones. Estas
uniones son más estables. Hay varios tipos de enlaces covalentes.
Enlace covalente polar:

Estos enlaces son los que existen cuando dos elementos no


metálicos diferentes se unen mediante el enlace covalente, en el
cual, por ser diferentes las moléculas, pues cada una de ellas tiene
una carga positiva o negativa (como en los enlaces iónicos), pero
que en este caso se une con enlaces covalentes. Estos enlaces
covalentes son asimétricos, es decir, un átomo puede tener dos
electrones para ceder (como el oxígeno) y dos espacios para
absorber electrones, mientras que el hidrógeno tiene un electrón
para ceder y un espacio para completar. Por las características de
cada elemento, el oxígeno requiere dos electrones para completar
su órbita, mientras que el hidrógeno solo requiere uno. Por ello se
combinan en proporción de una molécula de oxígeno por dos de
hidrógeno.
Enlace covalente no polar:

Es el enlace con el que se unen dos átomos de un mismo elemento


no metálico, para formar una molécula. Como ambos átomos
tienen la misma carga, no hay uno que predomine en la atracción
sino que ambos están equilibrados en su carga energética y sus
enlaces son simétricos, es decir, que ambos átomos comparten y
reciben el mismo número de electrones.
Enlaces metálicos:

Los enlaces metálicos son los enlaces electrónicos con los que se
mantienen unidos los metales, los cuales toman una forma
cristalina en la que los electrones forman una nube que mantiene
unido el conjunto. Esta disposición es la que permite que cuando
se  hace circular una corriente eléctrica (flujo de electrones) o el
calor, éstos se desplacen los electrones de los átomos circundantes,
transmitiendo el flujo eléctrico o calórico.      

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