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UNIÓN CIVIL

Índice
Introducción
Antecedentes♥
Marco conceptual
1. Definición de Unión Civil ♥
2. Caracteríticas ♥
3. Movimiento LGTB♥
4. Homosexualidad ♥
5. Diferencia entre gay, lesbiana y homosexual♥
6. Diferencia entre transexual y homosexual♥
7. Tipos de homosexualidad
8. Homofobia♥
Enfoques teóricos
1. Enfoque Teologico♥
2. Enfoque Filosofico♥
3. Enfoque clínico (enfoque psicosocial, nietzeche,
apa, capa)♥
4. Enfoque Sexual y/o Evolucionista♥
5. Enfoque Histórico♥
5.1 Enfoque Marxista♥
Marco Legal
1. Derechos Humanos♥
2. Penas por la Homosexualidad
3. Legislación Homosexual en el mundo
4. ¿Cómo se regula en el Perú?
5. Iniciativas legislativas en el Perú
6. Posibilidad de la Union Civil en el Perú
7. Requerimientos del Movimiento LGTB
Opinión Pública
Argumentos en Contra
Argumentos a Favor
 Aspectos
Teológico
Cientifico
Cultural
Psicosocial
Conclusiones
Introducción
Antecedentes
La homosexualidad ha estado presente en las sociedades desde tiempos muy antiguos, y se
han encontrado casos de homosexualidad bastante bien documentados desde la más
temprana antigüedad.

EN GRECIA Y ROMA

El lugar del homosexual en la sociedad y la percepción de la homosexualidad cambian


muchísimo entre las sociedades y las épocas. En la Grecia antigua, por ejemplo, se consideraba
normal que un muchacho (entre la pubertad y el crecimiento de la barba) fuera el amante de
un hombre mayor, el cual se ocupaba de la educación política, social, científica y moral del
amado. Pero se consideraba más extraño que dos hombres adultos mantuviesen una relación
amorosa (aunque se ve que era normal en la relación entre Aquiles y Patroclo, o en las parejas
de soldados tebanos y hasta en la relación entre Alejandro Magno y Hefestión).

Existen numerosos ejemplos de literatura lírica exaltando el amor y las relaciones


homoeróticas. Los poetas latinos de la época dan por hecho que todos los hombres sienten
deseo homosexual en algún que otro momento. Ejemplos de poetas con alguna obra que
hablaban estas relaciones son Cátulo, Horacio, Virgilio u Ovidio. Cabe destacar el hecho de que
ser "pasivo" no era bien visto socialmente, pues se consideraba que serlo significaba ser
intelectualmente inferior y más inexperto que el que asumía un rol "activo". También es
destacable que la homosexualidad femenina no estaba bien vista; la máxima griega era, a este
respecto, que "la mujer era para la reproducción, pero el hombre para el placer". Se reconocía
que era necesario preservar la estirpe, la especie, pero que solamente se podía encontrar
placer en la relación íntima con otro hombre, ya que el hombre se consideraba un ser más
perfecto que la mujer y, por lo tanto, la unión entre dos hombres sería más perfecta.

En la antigua Roma, si bien algunos autores como Tácito o Suetonio contemplaban la


homosexualidad como un signo de degeneración moral e incluso de decadencia cívica, era
relativamente frecuente que un hombre penetrara a un esclavo o a un joven, mientras que lo
contrario era considerado una desgracia.

Julio César, el gran genio militar, creador del Imperio, se decía que era el marido de todas las
mujeres y la mujer de todos los maridos. Famoso por sus amoríos con las mujeres de la
nobleza romana, los rumores sobre su homosexualidad tienen su origen en el 80 A.C.

LA INQUISICIÓN
Durante los siglos V al XVIII, la tortura y la pena capital, generalmente en la hoguera, eran los
suplicios a los que se condenaba en la mayor parte de Europa a los homosexuales. La Santa
Inquisición de la Iglesia Católica no se diferencia mucho, en su persecución de la
homosexualidad, de lo que era corriente en casi todas partes, y es culpable de la tortura y
muerte de innumerables personas acusadas del denominado pecado nefando. La persecución
de la homosexualidad por la Iglesia Católica fue constante a lo largo de la Edad Media, si bien
la sodomía era una acusación útil que a veces se unía, y no siempre se distinguía, de la de
herejía, lo que hace francamente difícil cualquier análisis. Los procesos más sonados, como el
ataque contra los templarios, acusados de entregarse a prácticas homosexuales y heréticas,
son todos sospechosos y promovidos por razones políticas. En circunstancias normales los
nobles y privilegiados rara vez eran acusados de esta clase de delitos, que recaían casi
enteramente sobre personas poco importantes y de las que tenemos pocos datos.
PERSECUCIÓN NAZI DE LOS HOMOSEXUALES

Durante la época nazi, se consideró a la homosexualidad una inferioridad y un defecto


genético, por lo que se aplicó un artículo de una ley del código penal alemán de 1871. Se
trataba del párrafo 175 que decía: "Un acto sexual antinatural cometido entre personas de
sexo masculino o de humanos con animales es punible con prisión. También se puede disponer
la pérdida de sus derechos civiles. “Durante la República de Weimar ‒entre el final de la
primera guerra mundial y el ascenso de Hitler‒ esta ley pocas veces se puso en práctica, por lo
que el Berlín de la década de 1920 era considerado un lugar de gran vida homosexual. Con la
llegada del nazismo, los alemanes considerados homosexuales fueron apresados o internados
en campos de concentración, donde muchos fueron asesinados. De acuerdo al historiador
alemán Klaus Müller, se calcula que aproximadamente 100.000 hombres fueron arrestados
bajo el mencionado artículo penal entre 1933 y 1945. Aproximadamente la mitad fueron
sentenciados a prisión; de ellos, entre 15.000 y 10.000 fueron enviados a campos de
concentración, de los cuales sobrevivieron unos 4.000 al finalizar la guerra.

SITUACIÓN LEGAL EN EL MUNDO

La homosexualidad es contemplada de diversas maneras por los diferentes ordenamientos


jurídicos: como primera diferencia, existen países donde el comportamiento homosexualidad
está penado y otros donde no lo está, partiendo de esta base:

Países donde la homosexualidad es legal: generalmente los gobiernos trabajan con el objetivo
de reducir la homofobia de la sociedad y otorgar nuevos derechos, siendo el mayor de ellos el
matrimonio homosexual y la posibilidad de que las parejas homosexuales adopten menores
(caso de España). Entre los derechos también se encuentran, además del matrimonio y la
adopción, las uniones civiles u otro tipo de reconocimientos de estas uniones.

Países donde la homosexualidad es ilegal: ésta se castiga con penas que pueden llegar a la
pena de muerte (caso de Irán y de Arabia Saudita), o por lo menos con sanciones económicas o
la cárcel.

LUCHA CONTRA LA DISCRIMINACIÓN

Muchos países occidentales han legalizado o al menos descriminalizado la homosexualidad,


siguiendo recomendaciones del Parlamento Europeo y del Consejo de Europa.

Equiparación de derechos con los heterosexuales


ANTECEDENTES DE LA UNIÓN CIVIL EN EL MUNDO:

Dinamarca fue, en 1989 el primer país del mundo en reconocer a las parejas del mismo sexo
con una ley de uniones civiles, esta ley fue aprobada por todos los partidos del parlamento
danés, exceptuando el Partido Popular Cristiano. El 7 de junio de 2012 el Parlamento aprobó
una ley que reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo, tanto civil como de la
Iglesia de Dinamarca.

Las uniones civiles están reguladas en Dinamarca, Israel, Islandia, Hungría, Francia, Finlandia,
Alemania, Portugal, Croacia, Luxemburgo, Reino Unido, Andorra, Nueva Zelanda, República
Checa, Uruguay, Colombia, en algunos estados de Estados Unidos (Hawái, California, Vermont,
Distrito de Columbia, Maine, Nueva Jersey y Connecticut), en algunas regiones de Italia
(Campania, Emilia-Romaña, Toscana, Umbría, Abruzos, Lacio, Liguria, Apulia y Véneto), en
partes de Suiza (ciudad y región de Zúrich), en parte de Australia (estado de Tasmania), en
parte de México (Ciudad de México y el estado de Coahuila) y en parte de Brasil (estado de Río
Grande do Sul).

ANTECEDENTES DE LA UNION CIVIL EN EL PERÚ

Los congresistas Martha Chávez (Fuerza Popular), Humberto Lay (Restauración Nacional) y
Julio Rosas (Fuerza Popular) presentaron proyectos alternativos a la unión civil:

 El proyecto de la unión civil del congresista Carlos Bruce


 El proyecto de julio Rosas sobre la Atención Mutua
 El proyecto de Martha Chávez sobre la Sociedad solidaria.

Marco Conceptual
1. Definición de Unión Civil
Es el contrato que pueden celebrar las parejas que hacen una vida común, a través del
cual el Estado reconoce su nuevo estado civil y regula ante la ley diversos aspectos
familiares, patrimoniales y de derechos de salud, laborales y previsionales de su
relación.
La Unión Civil perfecciona el reconocimiento institucional y la protección de las parejas
que sin estar casadas conviven, comparten patrimonio y constituyen un núcleo
familiar.
Es una institución transversal, que puede ser aplicable tanto a parejas del mismo sexo
como de distinto sexo. De este modo contribuye a terminar con la discriminación de
las parejas del mismo sexo, constituyéndose como un estatuto integrador y protector.

2. Características de la Unión Civil


-Los contrayentes que celebren la Unión Civil pasan a ser convivientes civiles.
- Establece que los contrayentes pasan a ser considerados por la ley como parientes.
Además, entre un conviviente civil y los consanguíneos de su pareja pasa a existir
también un lazo legal de parentesco por afinidad.
- Los convivientes civiles se deberán ayuda mutua y quedan obligados a solventar los
gastos de su vida en común.
- Los convivientes civiles tendrán un régimen de separación de bienes pero, si lo
desean, pueden acordar un régimen de comunidad de bienes
- Cada conviviente civil es heredero del otro de la misma forma y con los mismos
derechos que corresponden al cónyuge sobreviviente.
- El principio que rige el tema de los hijos será siempre el interés superior del niño o
niña.
- En caso de inhabilidad de los padres para cuidar un hijo o hija, el conviviente tendrá
la misma preferencia que los abuelos o que otros parientes consanguíneos, para que
se le otorgue el cuidado personal de ese niño o niña.
- El o la conviviente civil y el cónyuge no padre, tendrán preferencia, al igual que los
ascendientes, para quedar a cargo del cuidado de los hijos.
- La Unión Civil permite el reconocimiento de las uniones civiles celebradas en el
extranjero. Los matrimonios entre personas del mismo sexo que se hayan celebrado
en el extranjero pueden inscribirse y ser reconocidas en el Registro Civil como uniones
civiles.
- La Unión Civil reconoce al conviviente civil como carga en el sistema de salud.
- Para efectos laborales, el conviviente civil pasa a tener los mismos derechos que un
cónyuge:
1. Es beneficiario de la pensión de sobrevivencia
2. Tiene permisos en caso de fallecimiento del otro miembro de la pareja civil
3. Tiene derecho a recibir la última remuneración.
4. Tiene derecho al desahucio del conviviente fallecido.
- En caso de que termine la Unión Civil, existe el derecho de demandar compensación
económica si uno de los convivientes no pudo desarrollar una actividad remunerada o
lucrativa mientras duró la convivencia civil.
- Serán los Tribunales de Familia los que verán y resolverán las controversias derivadas
de la Unión Civil.

3. Trámite de solicitud de hora


Quienes quieran celebrar un Acuerdo de Unión Civil, tendrán que solicitar hora ante el
Registro Civil. Este trámite de solicitud de hora podrá realizarse a partir del 09 de julio
de 2015, de lunes a viernes entre las 08:30 y las 14:00. Es un trámite absolutamente
gratuito y debe realizarse en las oficinas del Registro Civil.
No se pueden hacer solicitudes de hora por teléfono o a través del sitio web del
Registro. El trámite es presencial.

4. ¿Dónde se realiza?
- La ceremonia se realiza siempre ante un Oficial del Registro Civil y puede tener lugar
tanto en las oficinas del Registro Civil, como en un lugar externo, dependiendo de la
disponibilidad de la oficina.

5. ¿Qué requisitos deben cumplir los interesados?


1. Ser mayores de 18 años.
2. No estar casados al momento de contraer el vínculo.
3. No tendrán que acreditar convivencia previa a la celebración.
4. No se requerirán testigos.
6. ¿Quiénes no pueden celebrar AUC?
- Las personas menores de 18 años. Ni con autorización de sus representantes legales.
- Quienes no tengan la libre administración de sus bienes, decretada por orden judicial
(con sentencia de interdicción por demencia), salvo quien se encuentre declarado en
interdicción por disipación.
- Quienes tengan un matrimonio no disuelto o un AUC vigente.
- Parientes por consanguinidad o afinidad que sean ascendientes o descendientes (por
ejemplo: con abuelo(a), padre o madre, suegro(a), hijo(a), yerno o nuera, nieto(a), y
los colaterales del segundo grado (hermano(a), cuñados(as)).
- Mujer antes de cumplidos los 270 días de terminado un AUC o matrimonio anterior,
cuando desee celebrar un AUC con un hombre distinto respecto de quien haya
terminado el AUC o matrimonio.
- Mujer embarazada, cuando desee celebrar un AUC con un hombre distinto respecto
de quien haya terminado el AUC o matrimonio, deberá esperar el parto.

7. ¿Los extranjeros pueden celebrar AUC?


Sí, pueden, siempre que tengan su documento de identidad vigente o pasaporte,
cualquiera sea su tipo de visa.
Tratándose de personas con residencia en el país, deberán tener su cédula de
identidad chilena para extranjeros vigente.

8. ¿Se puede celebrar el AUC mediante poder o mandato?


Sí, el Acuerdo podrá celebrarse a través de una persona mandatada especialmente
para este efecto. El mandato debe ser otorgado solo para los efectos de celebrar el
AUC, por lo tanto, un mandato general no sirve para estos efectos.
El mandato o poder deberá otorgarse por escritura pública en la que se indiquen los
nombres, apellidos, nacionalidad, profesión u oficio y domicilio de las personas
contrayentes que otorgan el mandato, y la individualización del/la mandatario/a. En
caso de optar por pactar la Comunidad de Bienes, la persona mandatada deberá estar
facultada para ello.

9. ¿Cómo se pone término a la Unión Civil?


- De común acuerdo entre los convivientes, a través de un Acta ante el Registro Civil o
escritura pública que se inscribe en el Registro Civil.
- Unilateralmente si uno de los integrantes de la pareja desea disolver el vínculo. En
este caso se hace a través de una escritura pública o acta en el Registro Civil y
notificación al otro conviviente.
- No se exige plazo mínimo para la terminación unilateral.
- La Unión Civil también termina por la muerte de uno de los convivientes o porque los
convivientes celebren matrimonio.
- Una vez terminada la Unión Civil, la persona recupera su Estado Civil previo a la
celebración, salvo

10. Movimiento LGTB


HISTORIA DEL MOVIMIENTO DE LIBERACIÓN GAY
Ya en siglo XIX varias organizaciones gay habían dado los primeros pasos para lograr el
reconocimiento social. En la segunda mitad del siglo XIX la sodomía era considerada un
delito; sólo estaba despenalizada en los países que habían seguido el modelo del
código penal francés, que consideraba delitos sólo a aquellos comportamientos que
perjudicaran a un tercero.
En el resto de los países, los homosexuales sufrían penas de prisión, de entre 5 y 10
años, que en algunos lugares podían llegar a la cadena perpetua, es por esta situación
que a fines del siglo XIX empezaron a surgir iniciativas sobre la despenalización de la
homosexualidad. En un principio fueron acciones individuales de los primeros
activistas como las de Heinrich Hössli (1784-1864), Karl Heinrich Ulrichs (1825-1895) o
Károly Mária Kertbeny (1824- 1882). En Alemania se formó asociaciones con el
objetivo de lograr la despenalización de las prácticas homosexuales masculinas; esto
originaría, durante la República de Weimar, el movimiento de reivindicación de los
derechos de los homosexuales más enérgico del mundo.

En 1897 se creó en Berlín el Comité científico humanitario para luchar contra el


artículo 175 del código penal y por el reconocimiento social de los homosexuales y los
transexuales, convirtiéndose así en la primera organización pública de defensa de
derechos gays del mundo.

En 1903 se creó otra destacada organización gay, la Gemeinschaft der Eigenen


(Comunidad de los propios), fundada por Adolf Brand cuyo ideal era el amor
homosexual entre hombres viriles y la pederastia según el modelo griego. Sus
miembros adherían al Eros pedagógico y defendían la masculinidad de los hombres
gay.

11. Diferencia entre Lesbiana, Gay y Homosexual

La homosexualidad (del griego ὁμο, homo «igual», y del latín sexus


«sexo») es una orientación sexual que se define como la interacción o
atracción sexual, afectiva, emocional y sentimental hacia individuos del
mismo sexo. Etimológicamente, la palabra homosexual es un híbrido del
griego homós (que en realidad significa «igual» y no, como podría
creerse, derivado del sustantivo latino homo, «hombre») y del adjetivo
latino sexualis, lo que sugiere una relación sentimental y sexual entre
personas del mismo sexo.

Gay se emplea para referirse a los hombres homosexuales.

Lesbiana se emplea para referirse a las mujeres homosexuales.

Desde 1973, la comunidad científica internacional considera que la


homosexualidad no es una enfermedad, desde 1990 por la OMS. Sin
embargo, la situación legal y social de la gente que se autodenomina
homosexual varía mucho de un país a otro y frecuentemente es objeto de
polémicas.
El término homosexual fue empleado por primera vez en 1869 por Karl-
Maria Kertbeny, pero fue el libro Psychopathia Sexualis de Richard
Freiherr von Krafft-Ebing el que popularizó el concepto en 1886. Desde
entonces, la homosexualidad se ha convertido en objeto de intenso
debate y estudio: inicialmente se catalogó como una enfermedad,
patología o trastorno que había que curar, pero actualmente se entiende
como parte integral necesaria para comprender la biología, genética,
historia, política, psicología y variaciones culturales de las identidades y
prácticas sexuales de los seres humanos.

Actualmente, el anglicismo gay se refiere en singular o plural a individuos


homosexuales; ha venido a sustituir términos castellanos en su totalidad
malsonantes u ofensivos (culero, invertido, maricón, puto,
sodomita, etc.). Muchos de los conceptos relativos a la orientación
sexual (heterosexualidad, homosexualidad, bisexualidad, transexualidad,
etc.)se confunden a veces entre sí, sobre todo por falta de
información y por exceso de prejuicios.

Ahora una vez definidos estos términos y nomenclaturas que tienden a


tergiversar nuestro entendimiento del tema, podemos comenzar a
diferenciar entre gay y homosexual.

Esta información está dirigida primordialmente a la comunidad


heterosexual para que comprendan lo que no les computa en la cabeza.

Según el Dr. Juan Carlos Oyuela Pavón:

“El homosexual es quien tiene tendencia sexual significativa hacia


personas del mismo sexo, pero no reivindica públicamente esta
inclinación como fuente de derechos; en cambio, el gay y la lesbiana sí
reclaman, públicamente, que sus cópulas sexuales sean reconocidas
como estilo de vida legítimo, y pretendiendo derechos. En esta
Universidad se admitirá a un profesor homosexual, pero no a un
profesor gay o a una profesora lesbiana.”

Convenientemente es interesante esta aproximación para una


comprensión más clara de lo que no se entiende, pero cabe mencionar
que esta definición carece de algo importante, el aspecto humano
biológico natural, me explico de la siguiente manera:

“Un homosexual es y seguirá siendo un gay siempre, esa es la


terminología que se nos ha dado para darle un nombre a la
homosexualidad (gusto entre personas del mismo sexo) en nuestro
mundo y lenguaje, pero en su relación habla que el homosexual es
alguien que ejerce al practica homosexual pero que no busca
reconocimiento ni anda divulgando ni reafirmando su condición de
homosexual.”

12. Diferencia entre Transexual y Homosexual


- Heterosexual: es la persona que se relacionan erótica y afectivamente
principalmente con personas del otro sexo.
- Homosexual: es la persona que se relacionan erótica y
afectivamente principalmente con personas de su mismo sexo. Gay es
un término que se utiliza en el caso de los hombres y lesbiana en el de
las mujeres.
- Bisexual: es la persona que se relaciona erótica y afectivamente
tanto con hombres como con mujeres.
- Travesti: es aquella persona que modifica su expresión de género
(vestido, uso de accesorios, etc.) por ratos, pero que vive el resto de su
vida con su sexo y género. No busca cambiar de género ni de sexo,
puede ser hombre o mujer, así como heterosexual, bisexual u
homosexual.
- Transgenéro: es aquella persona que modifica permanentemente su
expresión de género (hombre a mujer o viceversa), vive y se relaciona
con la sociedad desde su género adoptado con nombre e identidad.
Puede o no modificar su cuerpo con el uso de hormonas, aceites o
cirugías; puede ser homosexual, bisexual o heterosexual.
- Transexual: es aquella que modifica permanentemente tanto su
identidad y expresión de género (nombre, vestido, forma de relacionarse
con la sociedad) como su cuerpo a través del uso de hormonas, cirugías
u otros medios. No tiene que modificar forzosamente sus órganos
genitales. Las personas transexuales pueden cambiar de hombre a
mujer o viceversa. También pueden ser homosexuales, bisexuales o
heterosexuales.

13. Tipos de Homosexualidad

Verdadera
Son aquellos homosexuales que sólo les gusta la gente de su mismo sexo. No
encuentran atractivo el sexo opuesto e incluso les produce rechazo pensar en
tener relaciones con el sexo opuesto.
Reconocen su homosexualidad antes de finalizar la adolescencia. Lo tienen muy
claro y no se esconden ni lo ocultan.
Hay dos formas de homosexualidad verdadera: la esencial y la neurótica. Vemos
la diferencia que existe.
Homosexualidad verdadera esencial
Homosexualidad verdadera esencial
Homosexualidad verdadera esencial
Sus impulsos sexuales los experimentan como satisfactorios. Están orgullosos de
su homosexualidad. Son homosexuales que defienden los derechos que tienen y
luchan por la integridad social, que la ley reconozca la unión entre personas
homosexuales a todos los niveles.
Homosexualidad verdadera neurótica
Este tipo de homosexuales son personas que no encuentran satisfactoria su
orientación sexual, lo ven como algo insoportable y poco placentero. Suelen
mantener contacto con personas del sexo opuesto e incluso en ocasiones
contraen matrimonio pensando que de este modo se "curarán".
A veces no llegan hasta este punto y mantienen relaciones esporádicas con el
sexo opuesto para no estar en período de abstinencia durante un largo período.
Suelen recurrir a ayuda psicológica para aceptarse y aceptar su orientación
sexual.

Homosexualidad esporádica
Este tipo de personas no son consideradas por los expertos como homosexuales
ya que ellos mantienen relaciones habitualmente con gente del sexo opuesto, es
decir, los consideran heterosexuales. Lo que sucede es que en situaciones
concretas y por las circunstancias concretas, mantienen relaciones con su mismo
sexo; por ejemplo aquellos que están en la cárcel, o cuando tienen viajes muy
largos siempre con personas de su mismo sexo y para cubrir sus necesidades
sexuales mantienen relaciones.
Muchos los consideran homosexuales aunque sea de forma esporádica porque su
necesidad de mantener relaciones sexuales les hace juntarse con su mismo sexo,
mientras que los heterosexuales sólo mantienen relaciones con el sexo opuesto
por mucha necesidad que tengan.

14. Homofobia
• Lesbofobia: Es el término específico con el que se designa la homofobia a las
lesbianas. Aunque el término homofobia es respecto a la homosexualidad (tanto del
hombre como de la mujer) se ha acuñado un término más preciso, sólo para lesbianas,
porque la lesbofobia puede tener unas características especiales que tiene que ver con
el carácter específico y diferencial de la vivencia de la homosexualidad femenina
respecto a la masculina. El lesbianismo parece socialmente mucho más invisible que la
homosexualidad masculina, de esta manera la lesbofobia también tendría que ver con
un mayor ocultamiento e ignorancia de la existencia de lo lésbico.
• Transfobia: Es el rechazo a los transexuales, transgéneros, etc. Dentro de los propios
colectivos homosexuales existe también un gran rechazo de esta población, quizá
porque roza lo que parece ser el tabú más grande de todos, la transgresión de los roles
de género y de lo socialmente establecido en cuanto a la identidad de género.
• Bifobia: Rechazo a los bisexuales. La bisexualidad es todavía muy atacada por el
mundo heterosexual y también por el homosexual, en consecuencia los bisexuales no
parecen tener cabida en ninguno de los dos mundos. En España todavía no, pero en
muchos países, como en EE.UU, existe ya un movimiento bisexual bastante grande con
sus propios colectivos y sus propias reivindicaciones.
• Plumofobia: Rechazo a la pluma o al amaneramiento tanto en gays como en
lesbianas. En los gays sería el rechazo a las demostraciones o gestos que se relacionan
tradicionalmente con el ámbito femenino y en las lesbianas rechazo a gestos,
actitudes, etc. socialmente relacionadas con los masculino. Este rechazo parece cada
vez mayor dentro del ambiente homosexual y vendría a confirmar la hipótesis de que
la homofobia está muy relacionada con la trasgresión de los roles de género
tradicionalmente impuestos en cada sociedad
• Heterosexismo: Ideología dominante en nuestra sociedad en base a la cual se
establecen las relaciones heterosexuales como la norma y patrón a seguir
(heteronormatividad). Formándose de esta manera la base para que toda orientación
sexual distinta pueda ser rechazada, alienada y relegada a lo “anormal” y a lo “otro”.
Un ejemplo ilustrativo de esto sería la utilización de la frase “…de la acera de enfrente”
para referirse a las personas homosexuales; excluyéndolos así del grupo de los que van
por el camino correcto. O bien, el término en inglés “straight”, que es recto o derecho,
para referirse a los heterosexuales.

Enfoque
ENFOQUE TEOLÓGICO

"¿Qué dice la Biblia acerca del matrimonio gay o matrimonio entre personas del mismo
sexo?"

Aunque la Biblia habla del tema de la homosexualidad, no menciona explícitamente el


matrimonio gay o matrimonio entre personas del mismo sexo. Sin embargo, es evidente que la
Biblia condena la homosexualidad como un pecado inmoral y antinatural. Levítico
18:22 identifica el sexo homosexual como una abominación, un pecado detestable. Romanos
1:26 declara que los deseos y acciones homosexuales son vergonzosos, no naturales, lujuriosos
e indecentes. La Primera Carta a los Corintios 6:9 afirma que los homosexuales son injustos y
no heredarán el reino de Dios. Puesto que ambos los deseos y acciones homosexuales son
condenados en la Biblia, es evidente que los homosexuales "casándose" no es la voluntad de
Dios, y sería, de hecho, pecaminoso.

Cuando la Biblia menciona el matrimonio, es entre un hombre y una mujer. La primera


mención del matrimonio, Génesis 2:24, lo describe como un hombre dejando a sus padres, y
uniéndose a su esposa. En pasajes que contienen instrucciones sobre el matrimonio, como por
ejemplo, 1 Corintios 7:2-16 y Efesios 5:23-33, la Biblia identifica claramente el matrimonio
entre un hombre y una mujer. Bíblicamente hablando, el matrimonio es la unión de por vida
de un hombre y una mujer, principalmente con la finalidad de crear una familia y proporcionar
un entorno estable para la familia. 

¨El papa Francisco pide una Iglesia abierta, pero no a favor del matrimonio gay¨

(Revista: El Universo, domingo 4 de octubre del 2015)

El Papa Francisco reafirmó la oposición de la Iglesia Católica Apostólica Romana al matrimonio


entre parejas del mismo sexo en la inauguración de una reunión de tres semanas de obispos
de todo el mundo, pero dijo que la religión debía mostrar amor y comprensión hacia todos.

EN EL PERÚ

¨Carlos Bruce presenta el proyecto de ley sobre unión civil entre homosexuales¨

(Diario: La Republica 12 de septiembre del 2013| 20h)

El congresista Carlos Bruce presentó en el Congreso de la República un proyecto de ley de


unión civil entre homosexuales, que busca, según explicó, reconocer los derechos civiles de
este sector de la población y terminar con la discriminación en ese sentido.

En oposición Parlamentaria y a su vez pastor ferviente de la iglesia se hace presente:

*El congresista fujimorista Julio Rosas, quien fue pastor de una iglesia evangélica, es el más
acérrimo opositor al proyecto de Ley Unión Civil  entre personas homosexuales impulsado por
su colega Carlos Bruce y desde el inicio del debate, ha manifestado distintas frases que
remarcan su posición.  

Entre las bases de su oposición a la polémica norma, el parlamentario sostiene que “la
homosexualidad es una atracción que no requiere derechos” pues asegura que no se puede
legislar en base a “gustos de una persona”. 

En un marco religioso, Rosas sostiene que es voluntad de Dios que la persona homosexual dé
un cambio de vida y destaca casos como Fernando Ñaupari, el primer transexual del Perú que
regresó “reformado” a vivir como varón. 

Manteniendo su posición así en el siguiente titular matutino del diario:

El Comercio.

¨Las 7 frases del congresista Julio Rosas contra la unión civil homosexual¨

(20.05.2014| 10 am)
-    “¿Qué derechos les falta? Tienen derechos para estudiar, trabajar, comer, transitar y
desenvolverse como cualquier ser humano". 

-    “En todas las iglesias cristianas se acogen a todas las personas sin discriminación ya sean
homosexuales, lesbianas. Todos son bienvenidos porque Jesús vino para salvar y  buscar al
pecador”. 

-    “Si bien respetamos al homosexual como persona, no podemos aceptar la homosexualidad
como tal, son dos cosas diferentes (…) Esa práctica no es aceptable a la luz de la biblia”. 

-    “La homosexualidad es una atracción que no se puede regular por ley (…) está fuera del
plan de Dios, porque Dios creó hombre y mujer y gracias a esto está reconocido por nuestra
Constitución”. 

-    “Creemos que el ser humano ha sido creado hombre y mujer y no hay un tercer sexo”. 

-    “El ser mujer u hombre corresponde al sexo biológico natural, en cambio la homosexualidad
corresponde a una atracción, a gustos y deseos”.

-    “En la categoría de hombre y mujer no hay problema, hay categoría a favor de la mujer, por
eso en todo lo que sea derecho de la mujer se tiene que respetar”. 

ENFOQUE SEXUAL Y/O EVOLUCIONISTA


El tema de la homosexualidad no es un tópico menor. Ésta se ha presentado desde los inicios
de la humanidad, lo que se puede afirmar por la existencia de distintas evidencias de culturas
que presentaban comportamientos homosexuales en el año V antes de Cristo.

A lo largo del tiempo, la homosexualidad ha sufrido distintas modificaciones, en algunas


épocas ha sido admitida, en otras rechazada; en algunas culturas como por ejemplo la tribu
Batak de Sumatra la impulsa y refuerza como un periodo durante la adolescencia siendo
normal en el crecimiento, esto puede causarnos impacto pero es sólo una diferencia cultural,
aunque marcada por una gran brecha hacia lo que es concebido como homosexualidad, un
ejemplo es que en algunas culturas es perseguida y en otras, incluso, castigada. Desde siempre
ha sido una conducta que incita a la reflexión, que genera cuestionamiento y, sobre todo,
polémica.

Una de las interrogantes sobre la homosexualidad que aparece en forma más recurrente es la
relacionada al “¿se nace o se hace?”, aludiendo a si esta conducta tiene un origen biológico o
surge debido a las influencias sociales y ambientales. Por otro lado, se encuentra el persistente
cuestionamiento de si acaso es una enfermedad o no.

Frente a estos dilemas, la psicología ha tenido bastante que decir, y las distintas corrientes han
intentado definir tanto el origen de la homosexualidad como el concepto per se, por lo que no
es de extrañar la innumerable cantidad de hipótesis que intentan explicar e interpretar esta
conducta.

Aunque existan variadas hipótesis sobre el origen de esta conducta, es necesario dejar claro
que no existe ninguna que sea la verdad absoluta; queda al criterio de cada persona optar por
la que encuentre más adecuada.

 Homosexualidad
La palabra proviene del griego “homoio” que significa mismo, y “sexus”, vocablo latino
referente a sexo, es decir, desde lo etimológico la persona homosexual es quien gusta de
individuos de su mismo sexo, ya sea sienta excitación erógena y/o atracción afectiva. El
término es utilizado para designar tanto el comportamiento masculino como femenino, sin
embargo, en este último caso se usa con mayor frecuencia el concepto lesbianismo, en honor a
la isla de Lesbos donde residía Safo, poetisa reconocida por sus cantos al amor homosexual.

Para lograr una definición adecuada sobre la homosexualidad es conveniente considerar que
existen diferencias con respecto a los siguientes términos: orientación sexual, conducta,
desviación y perversión sexual.

En torno al término orientación sexual se puede decir éste hace referencia a la tendencia a
sentirse atraído sexual y afectivamente por un objeto, siendo éste persona, objeto o situación
a través de la cual se vuelca el impulso sexual (citado en Mora, P., Paredes, M., Pérez, M.,
1995).

La conducta sexual hace referencia a la capacidad fisiológica inherente del animal para
responder sexualmente a cualquier estímulo que sea suficiente para elicitarlo. Según Kinsey
(Pérez, citado en Mora, P., et al. 1995.) sería un tipo de actividad que puede organizarse entre
hombres, mujeres y hombres con mujeres; y el término homosexual describiría las relaciones,
no a los individuos envueltos en ellas.

Por otra parte, el término desviación se usa para categorizar a los individuos que se apartan de
una supuesta norma heterosexual, esto considerado en el sentido sociológico como un
comportamiento que viola las normas. Bancroft (citado en Mora, P., et al.1995) alude que
también se puede considerar criterios estadísticos y psicopatológicos.

En relación a la perversión Freud plantea que existe una disposición a ella, la que sería
originaria y universal de la pulsión sexual de los seres humanos. Además, considera lo perverso
como una “actividad sexual desviada del objeto y/o del fin considerado normal”. Muchos
planteamientos sobre homosexualidad la consideran una perversión, una aberración, lo que
favorece la tesis de la homosexualidad psicopatológica, la cual debería recibir tratamiento.

En un principio, las ideas del por qué algunas personas se sienten atraídas hacia su mismo sexo
se sustentaban fundamentalmente en que la heterosexualidad era lo único natural y bueno,
por lo tanto se veía la homosexualidad como una anomalía. A mediados de siglo XX la
discusión acerca de la definición de este concepto tomó un tinte científico, y surgieron
distintas explicaciones teóricas acerca del tema, las que se pueden diferenciar -a grandes
rasgos- entre teorías biológicas, que ponen énfasis en características genéticas, fisiológicas y
neuroanatómicas; y teorías psicológicas, centradas principalmente en la experiencia y el
desarrollo social del individuo, dentro de las cuales se puede citar a autores como Linnhoff y
Freud, quienes postulan que la homosexualidad es adquirida o aprendida.

Ahora bien, como se mencionó anteriormente, la homosexualidad en un principio era vista


como una anomalía y era considerada una enfermedad. En este contexto, se llevaron a cabo
diversos intentos para tratar dicho trastorno, dentro de los que destacan las terapias
correctivas –las cuales usaban el reforzamiento positivo y el castigo como método-,
tratamientos eméticos, tratamientos hormonales, terapia psicoanalítica –basada en la teoría
de Freud, debiéndose sacar a la luz un conflicto que el sujeto había vivenciado durante su
desarrollo-, terapias religiosas y morales, e incluso se llegó a practicar la cirugía cerebral,
consistente en la destrucción de una parte del hipotálamo, de modo de controlar el
comportamiento sexual. Esto a principios de siglo XX, ya que si consideramos antecedentes
históricos anteriores a esta época se evidencia la concepción de homosexualidad como
pecado, donde ésta no sólo era causa de discriminación, sino que era severamente castigada.

En parte, la visión negativa frente a la homosexualidad todavía perdura, fundamentándose en


la noción de esta conducta como transgresora de algunas reglas y valores en los que se apoya
un gran porcentaje de las sociedades, dentro de los más poderosos, la herencia genética y la
normativa religiosa; no obstante, tras una completa revisión científica sobre el tema, en
1973 la Asociación Americana de Psicología (APA) decidió eliminar la homosexualidad del DMS,
y en 1990 la Organización Mundial de Salud (OMS) la retiró de su lista de enfermedades
mentales (Sapetti, 1987).

Más esto no fue suficiente, ya que se continuaron practicando terapias para “sanar” a gays y
lesbianas. Frente a esta situación, en 1998 la APA emitió una declaración en la que se opone a
cualquier tratamiento psiquiátrico basado en asumir la homosexualidad como un desorden
mental, y en el 2000 produce otro comunicado que aumenta dicha postura.

En la actualidad tanto la APA como diversas agrupaciones y psicólogos en general, están


bastantes integrados en el tema, ya no como enfermedad, sino que enfocados en la ayuda del
homosexual en su aceptación y adaptación social.

Para finalizar, es necesario acotar que en la actualidad no existen Test que indiquen índices de
homosexualidad.

Enfoque Psicoevolutivo

El enfoque psicoevolutivo encuentra su origen en la Teoría de la Evolución propuesta por


Darwin, y está sustentado en dos de sus conceptos básicos: selección natural y adaptación.

Con selección natural se entiende que casi todas las características de una especie tienen un
valor de supervivencia. Darwin reconoció que la capacidad de reproducirse de una población
era mucho mayor que la necesaria para mantener su tamaño constante, y que sólo algunos de
los animales que nacían eran capaces de llegar a la madurez sexual. Esto se traduce en que, a
largo plazo, los animales que sobreviven están mejor equipados para vivir en su medio
ambiente; además, serán estos animales quienes dejarán descendencia, por lo tanto,
individuos con mejor adaptación. Cabe destacar que adaptación es un concepto que hace
referencia a lo adecuado de un rasgo o característica de una población en relación a un medio
ambiente en particular (Plutchik, 1987).

Siguiendo con el tema de la adaptación, diversos autores han planteado que sólo existen unas
cuantas clases de este tipo de conductas. Las observaciones realizadas al respecto sugieren
que durante el curso de la evolución han aparecido dos tipos generales de adaptación: las
respuestas innatas, que corresponden a reacciones genéticamente programadas a ciertos tipos
de estimulación, y las respuestas aprendidas, relacionadas con la capacidad de aprender de la
experiencia.

La premisa principal del enfoque psicoevolutivo corresponde a que la selección natural no sólo
produjo cambios en el cuerpo humano, sino que también en el comportamiento humano. En
otras palabras, cualquier comportamiento que sobrevive debe haber sido conservado por ser
provechoso para el desarrollo de la especie, es así como –por ejemplo- hemos integrado la
capacidad de aprender de la experiencia y las emociones cumplen un rol importante en
nuestro mecanismo de adaptación.

 Comprensión teórica de la homosexualidad a partir del enfoque psicoevolutivo

Para lograr entender el concepto de homosexualidad bajo la óptica de la evolución, ha de


tenerse en cuenta dos supuestos básicos de la teoría propuesta por Darwin: su carácter
genético y su principio adaptativo. Con estos aspectos en consideración, se puede proceder a
explicar la homosexualidad en función de si es –o no- heredada genéticamente y si
corresponde a un mecanismo de adaptación.

Uno de los primeros intentos por explicar la homosexualidad desde un punto de vista
adaptativo se halla en el libro del zoólogo y etólogo británico Desmond Morris. Este autor, al
hacer un análisis del ser humano como un animal, plantea la hipótesis de que la
homosexualidad es una anormalidad fisiológica funcional adaptativamente, como método
natural de control poblacional. Según Morris, la homosexualidad se dispara conforme aumenta
la población. Es un mecanismo de defensa que evita de alguna forma la reproducción excesiva.
Sumando los homosexuales a los estériles y a los célibes voluntarios el crecimiento
demográfico se controla naturalmente. Como se verá más adelante, esta teoría de finales de la
década de los 60’s aún hoy en día mantiene fieles seguidores.

Sin embargo, la evidencia ha avanzado mucho desde entonces. De modo de adentrarnos al


tema, se ha de considerar que estudios biológicos han revelado diferencias entre
homosexuales y heterosexuales en su exposición a las hormonas prenatales (Levay, citado en
Werner), estructuras del cerebro y posiblemente otras características tales como patrones de
la huella digital.

Entorno a la teoría de las hormonas prenatales, se han realizado estudios descubriendo que los
varones homosexuales tienen niveles de andrógenos circulantes más bajos que los
heterosexuales. Las hormonas prenatales pueden afectar a la organización del sistema
nervioso central: la presencia efectiva de andrógenos en la vida prenatal parece contribuir a la
orientación sexual hacia las mujeres y la deficiencia de andrógenos prenatales parece provocar
la orientación sexual hacia los hombres. Se puede citar también que las mujeres
preadolescentes expuestas a grandes cantidades de andrógenos antes del nacimiento son
inusualmente agresivas y los niños expuestos a un exceso de hormonas femeninas en el útero
son menos atléticos, menos asertivos y menos agresivos que los otros niños.

Otros autores mencionan que la exposición a hormonas prenatales está relacionada a una
estrategia reproductiva adaptante de una madre. Es decir, en tiempos de tensión, cuando es
difícil criar a niños, puede ser adaptante tener algunos niños homosexuales que podrían
ayudar a los descendientes de sus hermanos en vez de tener descendientes propios, aunque
esta idea suena descabellada ha tenido una integración buena, puesto que estudios
demuestran que en una familia grande se da mucho mas la homosexualidad en los últimos
hermanos, lo que tiende a comprobar la hipótesis.
Dentro del contexto de la biología se puede aludir la investigación del neurólogo LeVay, quien
a principios de 1990 decidió estudiar una pequeña zona en la parte inferior del encéfalo -que
ocupa menos del 1% de volumen total del cerebro- de homosexuales fallecidos de sida,
conocida como el núcleo intersticial del hipotálamo 3 (INAH3, en sus siglas inglesas), una zona
etiquetada por muchos expertos como muy importante a la hora de determinar las tendencias
sexuales de la gente.
Ya, desde hacía tiempo, se sabía que el INAH3 de las mujeres era menor que el
de los hombres y LeVay sospechaba que alguna diferencia de este tipo podía aparecer también
en los homosexuales. Al final del trabajo, con datos en la mano, el volumen de esa
pequeñísima zona del cerebro de los homosexuales era significativamente menor que el de sus
congéneres que siempre se sintieron atraídos por mujeres, comprobando su hipótesis.
LeVay (citado en Werner) abrió las puertas de una dimensión desconocida sobre el estudio de
la homosexualidad, lo que nos lleva a pensar que ésta es una característica con la cual algunos
sujetos nacen, y no se hace durante el desarrollo psicoevolutivo.

Otra evidencia de que la homosexualidad sea de origen genético, son las investigaciones de
Richard Pillard y James Weinrich, dos especialistas de la Universidad de Boston, quienes vienen
observando el árbol genealógico de los homosexuales desde 1985 y han probado que el 57%
de los hermanos gemelos idénticos de un homosexual es, asimismo, homosexual.

La probabilidad disminuye al 24% cuando el hermano no es gemelo idéntico y, al 13%, si la


relación se limita a un hermano adoptado.
Estas conclusiones llevaron a Dean Hammer -científico del Instituto Nacional del Cáncer en
EEUU- a intentar descubrir la existencia de los genes responsables de la homosexualidad.
Hammer cree que en alguna zona del cromosoma X -heredado de la madre- puede haber un
locus que determine la inclinación sexual de los varones.
Al parecer, en el brazo largo del cromosoma X (una zona conocida por Xq28) existe un
marcador idéntico compartido por un elevado porcentaje de hermanos que son homosexuales,
que es, por otra parte, sólo compartido por la madre y no por el padre o los hermanos
heterosexuales.

Con independencia de cuál sea el mecanismo responsable de la orientación sexual de un


individuo en particular, los científicos han comenzado a plantearse la posibilidad de que el
comportamiento homosexual sea un producto del proceso evolutivo explicable en términos de
“valor adaptativo”, planteado en la teoría evolutiva de Darwin. A fin de cuentas, el fenotipo
humano, como el de cualquier otra especie animal, está integrado por diversas pautas de
comportamiento que tienden a maximizar el éxito reproductivo individual. Sin embargo, si
aceptamos que la selección natural actúa sobre las poblaciones humanas, ¿cómo podemos
explicar la aparición y el mantenimiento de comportamientos homosexuales que, al menos en
apariencia, no contribuyen a la reproducción de los individuos que los exhiben? Son varias las
hipótesis que se han propuesto para tratar de resolver este interesante dilema. Algunos
autores han creído encontrar el valor adaptativo del comportamiento homosexual dentro de
un contexto de selección por parentesco. Otros hablan de genes “gay” que sólo se expresan en
condiciones de heterocigosis y que confieren ciertas ventajas que mejoran los resultados
reproductivos de los individuos portadores. Se ha llegado incluso a plantear la posibilidad de
que el comportamiento homosexual sea una forma de preparación para las cópulas
heterosexuales y la competición espermática. ¿Cómo es esto posible? La respuesta puede
parecer muy sencilla. Algunos rasgos característicos de los homosexuales, como la ternura,
sensibilidad, entre otros, puede ser de enorme valor para la atracción sexual, fenómeno de
enorme importancia reproductiva – mucho más atractivo, postulan Wallace y Werner, que
conductas violentistas que pueden ocasionar la muerte prematura del macho potencialmente
padre. Así, la homosexualidad sería una anomalía de valor adaptativo, puesto que en su forma
pura, el macho amoroso, es efectivamente exitosa reproductivamente. Esto, desde luego, no
transforma a la homosexualidad en una aberración, sino en un efecto colateral inofensivo de
una técnica reproductiva de enorme fuerza adaptativa, y por tanto, de gran valor evolutivo.

Por otra parte, investigaciones en bonobós, nuestro parientes primates más cercanos, indican
que la homosexualidad podría servir como herramienta social, en considerando que estos
primates presentan evidencias de homosexualidad funcional como método de creación de
estatus. Aquéllos con mayor estatus pueden tener tanto machos como hembras, y en
situaciones de conflicto, un macho puede ofrecerse sexualmente como método de
pacificación; en otra posibilidad, los bonobós homosexuales se revelan como una gran ayuda
para las madres bonobós, participando activamente en la crianza de los jóvenes. Esto, para
mostrar que la homosexualidad bien pudiera ser una conducta social evolutiva, sea que aún
perdure como característica funcional o afuncional (Kirkpatrick, 2000).

A pesar de la diversidad de hipótesis propuestas, de momento todavía carecemos de un marco


teórico adecuado que permita una interpretación satisfactoria de la existencia del
comportamiento homosexual. No debe extrañar, por tanto, que la cuestión de su valor
adaptativo siga siendo objeto de debate. Una de las ideas más interesantes surgidas en los
últimos años en relación a este debate toma como punto de referencia la función que
desempeña el comportamiento homosexual en las sociedades humanas. La hipótesis básica
sobre la que descansa esta idea es que la sexualidad humana puede tener otros propósitos
aparte de los puramente reproductivos.

De hecho, una hipótesis plantea que la homosexualidad es una forma de mantener el “control
poblacional, refiriéndose a mantener las tasas de natalidad en un nivel estable”, esto explicaría
la alza que se a tenido de la homosexualidad en los últimos tiempos, ya que, según esta
hipótesis, esto se debe al aumento de la esperanza de vida y los avances de la medicina, lo que
provocan una alza generalizada de la población, es aquí donde la homosexualidad juega el
papel de mantener el nivel poblacional, puesto que entre parejas homosexuales no se pueden
engendrar descendencia.

En el artículo publicado en 1995 por el antropólogo Paul L. Vasey, de la Universidad de


Montreal (Canadá), se plantea la hipótesis es el papel social reservado a la sexualidad, el
mayor apoyo a esta hipótesis proviene de la propia extensión que alcanza el comportamiento
homosexual entre los primates no humanos, donde los machos realizan actos homosexuales,
en señal de poder social. En datos procedentes de informes científicos y comunicaciones
personales de diversos primatólogos, se demuestra que por lo menos 33 especies de primates,
sin contar a la especie humana, exhiben comportamientos homosexuales (Guillén Salazar, n.d.
2006).

Según la evidencia reunida por Vasey sugiere que el comportamiento homosexual de los
primates refleja más una faceta normal de su repertorio sexual que una respuesta anormal
frente a las condiciones de cautividad, lo que nos lleva a pensar que la homosexualidad en
estos primates es algo normal y aceptado.

Sobre la homosexualidad en sí, si bien se desconoce su origen, los estudios revelan que tiene
una base biológica importante. Sin embargo, esto no quiere decir que sea una conducta
determinada genéticamente, sino que son varios los factores que influyen, como la cognición y
el ambiente (influencia sociocultural). Desde esta perspectiva, la homosexualidad se explicaría
en función de un modelo multidimensional, en el que la herencia genética sería la base, mas
no con un fin determinista, sino que como propensión a originar la eventual aparición de la
conducta, si es que surgen los factores que la susciten.

ENFOQUE CLINICO.
Mucho se ha escrito últimamente sobre adoptar el estilo de vida gay y “salir del armario”. Salir
del armario se entiende como deshacerse de las cargas del miedo y la auto-decepción para
embarcarse en el camino de la libertad y la integridad personal. Pero hay también un grupo de
hombres homosexuales que no buscan la autorealización a través de la salida a la identidad
gay. Estos hombres han elegido crecer en otra dirección. La palabra homosexual da nombre a
un aspecto de la condición psicológica de ese hombre. Pero no es gay. Gay describe una
identidad sociopolítica contemporánea y un estilo de vida que ese hombre no reclama. Yo lo
llamo homosexual no gay. El homosexual no gay es un hombre que experimenta una división
entre su sistema de valores y su orientación sexual. Se identifica fundamentalmente con el
patrón de vida heterosexual. El homosexual no gay siente que su progreso personal esta
profundamente limitado por su atracción hacia el mismo sexo. Antes del Movimiento de
Liberación Gay, el homosexual era presentado en la literatura psiquiátrica de forma
unidimensional desde la perspectiva de su “condición médica”. Ahora el movimiento gay ha
apoyado nuevas investigaciones, a menudo 4 llevadas a cabo por investigadores gay, para
verter una luz largamente olvidada sobre los aspectos personales y de relaciones de la
experiencia gay. Con la ayuda de estos estudios, muchos hombres pueden decidir ahora si
quieren abrazar el estilo de vida gay o tomar la senda que conduce al crecimiento fuera de la
homosexualidad. Mi esperanza es poder iluminar este último camino, el que lleva hacia la
plenitud. Un chico de 16 años vino a mi consulta, preocupado por si podría ser homosexual. Le
dije que si lo era, podía elegir una terapia afirmativa gay o podía buscar la maduración fuera de
la homosexualidad. Procedí a continuación a hablarle sobre los hombres que estaban bajo
terapia conmigo. Al principio parecía perplejo y después de pensarlo dijo: “ah, ¿entonces
quiere decir que aún no han salido del armario?”. Este joven había sido confundido por la
retórica popular que asume que si eres homosexual, entonces la única respuesta honesta es
vivir la identidad gay. Creyendo esto, estaba sorprendido de oír que había hombres que, al
margen de otras identidades, elegían una lucha diferente. Los que buscan la terapia reparativa
no culpan al estigma social de su infelicidad. Muchos se han fijado en el estilo de vida gay, han
recorrido el camino que suponía para ellos una “vía negativa” y han vuelto desilusionados por
lo que habían visto. La definición de uno mismo está tejida dentro de la tradición familiar.
Rechazan abandonar su identidad heterosexual. En vez de plantear batalla contra el orden
“natural” de la sociedad, levantan la espada de su lucha interior. Tal como explicaba un
paciente de 23 años: “He tenido estos sentimientos y estas necesidades pero la idea de ser una
persona gay es simplemente ridícula… es un modo de vida tan extraño, en los límites de la
sociedad… es algo de lo que nunca podría formar parte” Otro hombre afirmaba: “Nunca he
creído tener tendencias homosexuales porque hubiera nacido “de esa manera”. Es un insulto a
mi dignidad y un mal servicio a mi búsqueda de crecimiento que me digan que no tengo
esperanza de cambio” Otro afirmaba: “Para mi, abrazar un estilo de vida homosexual ha sido
como vivir una mentira. Lo he encontrado doloroso, confuso y una fuerza destructiva en mi
vida. Sólo desde que he empezado a ver lo que hay detrás de estos sentimientos
homosexuales, he empezado a encontrar paz y aceptación de mi mismo”. Tanto la sociedad
como la psicología necesitan comprender qué es el homosexual no gay. La sociedad ahora ve a
este grupo con cierta burla y la psicología lo percibe como una actitud de odio a sí mismo y de
confusión. Su identidad está perdida entre la ideología popular. El mundo heterosexual le re-
huye y el mundo gay le considera como un extraño. Los profesionales de la salud mental
tienen una gran responsabilidad por la desatención del homosexual no gay. En su empeño por
apoyar la liberación de los gays han empujado al olvido a este otro grupo. Al no categorizar la
homosexualidad como un problema han creado dudas sobre la validez de la lucha de este
grupo. El homosexual no gay por sí mismo ha contribuido a esta negligencia social. No es
probable encontrarlo en desfiles o manifestaciones celebrando su identidad. Más bien,
resolverá sus conflictos de forma callada y discreta. ¡Qué paradoja que sean estos hombres
conservadores los que lleven a cabo esta lucha contracultural! Hoy, incluso 5 los abusadores
de niños y prostitutas cuentan sus historias en los programas de mayor audiencia1 . Es un
desacierto que el no gay deba ser identificado por lo que no es. La presunción del mundo gay
es que lo que le mantiene “en el armario” es el miedo o la ignorancia y que suficiente tiempo y
educación también él encontrará la liberación. Sin embargo, el no ser gay es una decisión y una
elección consciente tan fuerte sobre la propia identidad como lo es el ser gay. Para este
hombre, el no salir del armario puede ser un lugar de crecimiento dinámico y auto-
comprensión, un lugar de compromiso con el cambio. Para él, “el armario” es un lugar de
elección, reto, camaradería, fe y crecimiento, un lugar interior que a menudo se abre de forma
trascendente. Recientemente se ha hecho un gran progreso en el reconocimiento del gay en la
sociedad. Ahora, la misma comprensión se debe extender al homosexual no gay. Él ha hecho
una elección filosófica y existencial válida. No es un individuo acosado por la culpa, intimidado,
asustado. Es alguien que, desde la totalidad de su propia identidad, busca no abrazar, sino
trascender, el predicamento homosexual.

ENFOQUE MAXISTA Y UNA VISTA A LA HOMOFOBIA


Los que están a favor de la revolución deben intentar entender la cuestión de los
homosexuales, tanto por razones científicas como programáticas. Los marxistas siempre han
intentado entender la sociedad como un todo y desarrollar un análisis materialista histórico de
todos los fenómenos sociales—desde las relaciones de producción a la religión, la familia y
demás. Lenin apuntó en ¿Qué Hacer?, que no es suficiente el prestarle atención solamente a
aquellas cuestiones que afectan inmediatamente al proletariado:

“la conciencia de las masas obreras no puede ser una verdadera conciencia de clase si los
obreros no aprenden –basándose en hechos y acontecimientos políticos concretos y, además,
actuales sin falta—a observar a cada una de las otras clases sociales en todas las
manifestaciones de su vida intelectual, moral y política; si no aprenden a hacer un análisis
materialista y una apreciación materialista de todos los aspectos de la actividad y la vida de
todas las clases, sectores y grupos de la población..”

Nosotros sostenemos la concepción de Lenin de que el partido del proletariado debe ser la
“tribuna del pueblo” que busca liderar a la clase trabajadora en su lucha contra todas las
formas de opresión bajo el capitalismo y enlazar las luchas de los oprimidos a la lucha por el
gobierno de la clase trabajadora. Los marxistas se oponen a toda opresión capitalista, y en este
espíritu se oponen a la persecución de los homosexuales masculinos y femeninos así como de
cualquiera que sea oprimido sobre la base de sus preferencias sexuales como son los
trasvestis, los transexuales, los sadomasoquistas, etc. Siempre y cuando haya consentimiento
expreso entre los participantes, nos oponemos categóricamente a la intervención del estado.
El capitalismo no concentra el dolor que causa en una sola clase identificable como una fuerza
única y de fácil movilización. Si éste fuera el caso nuestra labor sería simple. El capitalismo
distribuye el dolor en patrones aparentemente caóticos, dejando que sus víctimas luchen por
sus intereses en forma aislada, cada grupo separado de los otros—los discapacitados, los
inmigrantes, las minorías religiosas, los ancianos y los jóvenes. Es tarea del partido
revolucionario ser adalid de los intereses de todos los oprimidos y organizar sus luchas
tomando como eje la revolución proletaria.

Tribuno del Pueblo

Como explicó Lenin, un marxista debe ser:

“...arbitrariedad de opresión, dondequiera que se produzca y cualquiera que sea el sector o la


clase social a que afecte; que sabe sintetizar todas estas manifestaciones en un cuadro único
de la brutalidad policíaca y de la explotación capitalista; que sabe aprovechar el hecho más
pequeño para exponer ante todos sus convicciones socialistas y sus reivindicaciones
democráticas, para explicar a todos y cada uno la importancia histórica universal de la lucha
emancipadora del proletariado.” 
-¿Qué Hacer?

Esta concepción no era meramente una pose táctica temporal adoptada por un Lenin
inmaduro; la defensa de los oprimidos y de los derechos democráticos era una línea integral
del bolchevismo. Lenin estaba en explícito desacuerdo con la idea de que los marxistas “sólo
tenían que ocuparse de su propia clase” y rechazaba el consejo de los mencheviques de
“abandonar los ‘sueños del Blanquismo’ de liderar todos los elementos revolucionarios del
pueblo...” (Obras Completas, V16)

El caso clásico en el cual se evidenció el tema de la vanguardia marxista como tribuno del
pueblo fue el Caso Dreyfus. En 1894 el Capitán Alfred Dreyfus, un oficial judío del estado
mayor general de los franceses, fue sometido a consejo de guerra por traición, degradado y
enviado a prisión. Cuando posteriormente se puso en claro su inocencia, los clericalistas, los de
derecha y el estado mayor anti-semita hicieron lo posible por impedir que se conociera la
verdad. Durante 1898-1899 hubo encuentros frecuentes en las calles entre los partidarios de
Dreyfus ( intelectuales, socialistas y burgueses radicales) y la derecha francesa. Aunque
algunos izquierdistas argumentaban que no era interés de la clase obrera defender a un oficial
de la burguesía militar, que no tenía ninguna relación con el movimiento de los trabajadores,
este conflicto conmocionó a la Tercera República casi hasta sus cimientos. La mayoría de los
socialistas franceses comprendieron que era importante apoyar los derechos democráticos y
relacionar esta lucha con el movimiento en contra del gobierno capitalista.

Históricamente la homosexualidad ha sido perseguida por ser “antinatural” y porque


supuestamente ofrece un peligro a la reproducción de las especies. Estas dos racionalizaciones
están de hecho fuertemente relacionadas, porque lo que se presupone como “antinatural” de
la actividad homosexual es el hecho de no ser reproductora. De hecho no hay base para pensar
que la homosexualidad tenga mayor impacto en las estadísticas de la reproducción de la que
puedan tener las relaciones heterosexuales recreativas, la masturbación, o el celibato.

Es sencillamente imposible saber con certeza como las condiciones sociales y las orgánicas
interactúan para determinar la preferencia sexual, si bien aún no se ha demostrado la función
biológica de la unidireccional sexual, está claro que en la sociedad contemporánea hay una
presión social considerable hacia una orientación sexual exclusivamente heterosexual. Una
atmósfera social más tolerante puede llevar a un aumento del comportamiento homosexual,
pero no implica necesariamente un aumento en la proporción de personas con preferencia
homosexual, ni una disminución en el comportamiento heterosexual significativamente
reproductivo. Ciertamente la necesidad de reproducir la población humana no está amenazada
por la homosexualidad; la cantidad de actividad heterosexual necesaria para propósitos
reproductivos es una pequeña fracción de toda la actividad que tiene lugar en realidad.

La Homosexualidad Antes del Capitalismo

La intensidad del prejuicio social y las sanciones legales contra el comportamiento sexual
masculino y femenino ha variado considerablemente de un lugar a otro en diferentes
momentos históricos.

En general, la homosexualidad (dentro de patrones específicos) era aceptada en la antigüedad


clásica. En 1980 un profesor de la Universidad de Yale, John Boswell, publicó Christianity,
Social Tolerance and Homosexuality (Cristiandad, Tolerancia Social y Homosexualidad), que
describía cómo desde mediados del siglo XI hasta mediados del siglo XII en la Europa católica
hubo un verdadero florecimiento en el clero de la actividad homosexual explícita y de los
escritos homosexuales, incluyendo la poesía erótica. Esto se correspondió con la aplicación de
la prohibición del matrimonio de sacerdotes que hasta ese momento había sido permitido (al
igual que se permite hoy en la Iglesia Oriental). Los sacerdotes homosexuales fueron los que
más fuertemente apoyaron la prohibición del matrimonio heterosexual, pero la base
fundamental de este cambio fue la necesidad de la Iglesia de adaptarse al modo de producción
feudal. En la mayoría de las sociedades feudales la tierra era heredada por el mayor de los
hijos varones y ese principio podría haber disminuido rápidamente las tierras de la Iglesia. Por
lo tanto, era necesario impedir que el clero se casara y tuviera hijos varones. El decretar fuera
de la ley la actividad heterosexual en el clero implicaba o la aceptación de la homosexualidad
como norma, o, por el contrario, prohibir también la actividad homosexual. Este asunto se
decidió en el Tercer Concilio Lateranense en 1179, el que impuso sanciones contra la
homosexualidad. La decisión no se reflejó inmediatamente en los códigos legales, pero entre
1250 y 1300 la sodomía pasó de ser legal, a ser penada con la muerte en la mayoría de los
países de la Europa feudal. Aunque sus orígenes fueron los requerimientos dentro de la Iglesia,
no es de sorprenderse que la doctrina de la sodomía como un pecado particularmente
malévolo se aplicó universalmente, o de que rápidamente se convirtiera en un crimen
eclesiástico para toda la población y más tarde un crimen según las cortes del rey. Tampoco
puede sorprendernos de que de tiempo en tiempo existiera una tendencia desigual a que esta
prohibición perdiera fuerza.

El Capitalismo y la Familia Nuclear

La persecución de los homosexuales disminuyó entre los siglos XIV y XIX y después aumentó
abruptamente en los años finales de los 1800s. Este arranque de homofobia estuvo claramente
relacionado con el hecho de promoverse la familia nuclear como norma social y
consecuentemente la prohibición del sexo fuera del matrimonio. En el Manifiesto
Comunista de 1848 Marx y Engels describieron a la familia proletaria (diferente de la familia
burguesa) como una institución remanente y en decadencia. Sin embargo, en unas pocas
generaciones la familia nuclear se estableció firmemente como la forma característica de la
vida doméstica del proletariado en el capitalismo.

El modo de producción capitalista no requiere de ninguna forma particular de organización


doméstica de la clase trabajadora. Siempre que haya una cantidad suficiente de nuevos
trabajadores dispuestos a vender su fuerza laboral, no debe importarle a los burgueses, al
menos en teoría, la forma en que la clase trabajadora se reproduce. En los primeros tiempos
de la revolución industrial la vida doméstica de los proletarios se caracterizaba por formas
decadentes pre-capitalistas de una familia multi-generacional. La transición del campo a la
fábrica fue traumática, marcada por un desajuste social masivo y desórdenes domésticos
(asociados con alcoholismo, abuso infantil, etc.). El emplear a hombres, mujeres y niños en
largas jornadas con sueldos que sólo garantizaban la subsistencia demostró ser un
impedimento para el desarrollo de una familia nuclear. Esto es lo que el Manifiesto describió
como “la trampa burguesa... de la intimidad de las relaciones entre padres e hijos” cuando el
desarrollo de la gran industria significó que “los lazos familiares de los proletarios y
convirtiendo a los hijos en simples mercancías y meros instrumentos de trabajo.” La ausencia,
en los primeros proletarios, de una estructura doméstica que siguiera un patrón firmemente
establecido no era beneficiosa para el capitalismo. No era cosa fácil integrar el embarazo, el
amamantar los bebés y la cría de los hijos a las fábricas y demás empresas. Con el paso del
tiempo, la sociedad burguesa aceptó que estas funciones como mejor podían llevarse a cabo
eran fuera de las fábricas. Esta es la base material de la familia nuclear proletaria. Este es su
origen y hasta el día de hoy esto es lo que la sostiene.

El desarrollo histórico de la familia estaba condicionado por la necesidad de socializar a los


proletarios jóvenes, de cuidar a los ancianos y de cuidar la salud material y emocional de la
población trabajadora. Se diseñó siguiendo la práctica de la clase dominante (la cual se había
desarrollado antes para satisfacer sus propias necesidades). La familia nuclear también proveía
una cierta medida de cohesión social y de estabilidad para el orden burgués. Un proveedor de
salario masculino, menospreciado en su trabajo, aceptará su destino más fácilmente si en su
casa, donde él es “el que manda”, sus necesidades son satisfechas. De esta manera él se
convierte en un importante moldeador de la próxima generación de trabajadores para que
acepten la naturaleza jerárquica de la sociedad de clases. Al mismo tiempo sus
responsabilidades domésticas refuerzan el poder de aquél que lo emplea—un trabajador
tendrá entonces que tener en cuenta que su esposa e hijos dependen de él antes de darle un
golpe al capataz o votar a favor de la huelga.

A pesar de toda su utilidad, fue difícil instaurar la familia nuclear en el proletariado y requirió
de un considerable apoyo ideológico, legal y material. En Inglaterra se utilizaron todo un
repertorio de respaldos—desde el “Factory Acts” (Leyes de las Fábricas) que limitaba las horas
de trabajo de las mujeres y los niños, al énfasis en la castidad, la templanza y el auto sacrificio
de los plebeyos promulgado por varias denominaciones no conformistas cristianas. Al final del
siglo XIX, a medida que la hegemonía de la familia nuclear se establecía gradualmente, se
prolongó la infancia, la maternidad se promulgó como la ocupación a tiempo completo más
apropiada para las mujeres, la prostitución se convirtió en una ocupación para desclasados y
los homosexuales fueron victimizados y odiados.

La Familia Nuclear Proletaria y la Homofobia

La familia burguesa discutida por Marx y Engels se basaba en la premisa de que un individuo
burgués masculino debía tener acceso sexual exclusivo a su esposa (para garantizar que sus
propiedades fueran heredadas por descendientes de su propia sangre). Para esto no era
necesario prohibir la actividad sexual extra marital (ya fuera homosexual o heterosexual) del
esposo. Estas actividades no amenazaban la línea de sucesión de propiedades, así que no había
una necesidad obvia para prohibirlas. Sin embargo, el establecimiento de la familia nuclear
como la institución social doméstica primaria para el proletariado y otros estratos plebeyos
requería de estos tabúes.

En parte era sólo una cuestión de suprimir alternativas que no fuera la familia nuclear, con
efectos potencialmente perjudiciales. Cuando se está intentando convencer al pueblo de que
la felicidad consiste en que el hombre trabaje en una fábrica con la mujer cuidando de cinco
hijos en la casa—lo cual no es una tarea sencilla para empezar—entonces no ayuda el permitir
configuraciones domésticas más agradables. Las parejas homosexuales o los grupos de solteros
con acceso a prostitutas, o cualquier otra combinación bohemia, pueden verse como
alternativas más interesantes, más satisfactorias, o con más comodidades materiales, que ser
parte de una familia proletaria.

Existe otra tendencia más de la génesis de la homofobia moderna. Bajo el capitalismo del siglo
19 el factor central que condicionaba la vida doméstica proletaria era considerar que el costo
total de criar a la próxima generación era una responsabilidad individual y no una
responsabilidad social. Los niños no podían sostenerse a sí mismos económicamente, ni
tampoco podían hacerlo los que los cuidaban. La familia nuclear requería que la madre y los
hijos fueran sostenidos económicamente por un hombre, que fuera lo suficientemente
productivo para ganar un salario que cumpliera con este propósito. Esto implicaba que se
retrasara la tenencia de hijos, lo cual, con la ausencia de la tecnología moderna de
planificación familiar, requería de los adolescentes una gran dosis de abstinencia sexual. Esto
no se conseguía con facilidad. Tenía como consecuencia un cierto nivel de frustración y de
tensión social y requería el apoyo de la autoridad religiosa, así como de la intervención estatal
a través de leyes que fijan la edad de consentimiento y otras.

Se crean dificultades si se prohíben las relaciones heterosexuales de los adolescentes a la vez


que se permiten las homosexuales, a menos que esta homosexualidad adolescente sea
cuidadosamente institucionalizada, como se da en las escuelas públicas inglesas.
Consecuentemente, durante los últimos años del siglo 19, había el temor de que si no se
ejercía la debida presión para contrarrestarlo, los libidinosos adolescentes masculinos
canalizarían sus energías en dirección al homosexualismo. El miedo de que la heterosexualidad
sucumba al asalto homosexual frecuentemente se da como la justificación de las medidas en
contra de los homosexuales en este período. El miedo a que “la juventud se corrompiera”
junto a la importancia de mantener el poder del padre en la familia contra cualquier
contendiente homosexual eran temas esgrimidos por los fiscales, jueces y periodistas durante
los juicios contra Oscar Wilde en los años 1890s, los cuales fueron cruciales en la articulación y
estructuración de la moral anti-homosexual en Gran Bretaña y en otras partes (vea por
ejemplo, H. Montgomery Hyde, Oscar Wilde, 1976).

A las mujeres se las veía con menos significación social y esencialmente asexuales. Por esto,
sus vidas sexuales no fueron sometidas a una persecución tan activa. Las jóvenes eran mucho
más supervisadas que los hombres y en gran mayoría eran mantenidas dentro de sus casas. El
mayor éxito obtenido en la supresión de la sexualidad adolescente femenina significa que el
lesbianismo era mayormente ignorado, en general, el prejuicio homosexual extremo se
restringía a los hombres. Generalmente se describía la actividad lesbiana como mujeres que
tenían un comportamiento “masculino”.

Los Primeros Socialistas y la Homofobia: el Caso Schweitzer

Hay una considerable historia de oposición del movimiento de los trabajadores a la opresión
de los homosexuales, particularmente en Alemania, sede del movimiento socialista más
grande y de mayor influencia del período antes de la Primera Guerra Mundial. En agosto de
1862 dos señoras mayores, que estaban disfrutando de un paseo por un parque público en
Manheim, se encontraron con un talentoso joven abogado de nombre Jean Baptiste von
Schweitzer y otro joven no identificado en una situación altamente comprometedora. Como
resultado de esto Schweitzer pasó dos semanas en la cárcel y fue expulsado de la profesión. Se
sugirió que este incidente lo imposibilitaba de pertenecer a la Asociación General de
Trabajadores Alemanes de Ferdinand Lassalle (vea James D. Steakley, “The Homosexual
Emancipation Movement in Germany (El Movimiento de Emancipación Homosexual en
Alemania), 1975). Lasalle defendió a Schweitzer diciendo:

“Lo que Schweitzer hizo no está bien, pero yo no puedo considerarlo un crimen. De cualquier
manera, no podemos permitirnos el perder a alguien con tanta habilidad, una persona
realmente fenomenal. En última instancia, la actividad sexual es un asunto de gustos y debe
ser la elección de cada persona, siempre y cuando no afecte los intereses de la otra persona.
Aunque yo no dejaría que mi hija se casara con un hombre como ese.” 
—John Lauritsen and David Thorstad, The Early Homosexual Rights Movement (1864-
1935)  (Los Inicios Del Movimiento del Derecho de los Homosexuales), New York, 1974

En 1864 Lassalle murió como resultado de un duelo (por una mujer) Y Schweitzer se convirtió
en el dirigente de los Lassallistas durante los siguientes ocho años. Aunque los de Eisenache,
un grupo que estaba apoyado por Marx y Engels, sostuvieron muchas discusiones políticas con
los de Lassalle, estas polémicas públicas no parecen haber estado contaminadas con epítetos
homosexuales. En mayo de 1875 los dos grupos se fundieron para crear el Partido Social
Demócrata Alemán (SPD), que se convirtió en la sección líder de la Segunda Internacional
(Socialista).

El SPD y la Cuestión Homosexual

August Bebel (líder de los de Eisenacher y líder eminente del SPD) habló en el Reichstag
muchas veces en defensa de los homosexuales y en contra de las consideraciones penales del
código criminal. Se dice que en una ocasión dijo:

“Pero señores, no tienen idea de cuantos hombres respetables, honorables y valientes, incluso
en las posiciones más altas, son llevados al suicidio año tras año, algunos por la vergüenza y
otros por miedo a un chantajista.” 
—Lauritsen y Thorstad, op cit.

Un caso defendido por los marxistas alemanes fue el de Oscar Wilde en Inglaterra, procesado
en 1895 bajo la enmienda Labouchere de 1885 la cual declaraba como ilegales las actividades
homosexuales. Eduardo Bernstein, principal teórico del ala derecha del SPD, escribió un
artículo enjundioso defendiendo a Wilde en las ediciones de abril y mayo de 1895 del Die Neue
Zeit. Bernstein comentó que:

“Aunque el tema de la vida sexual parezca de poca prioridad para la lucha económica y política
de la Social Democracia, esto sin embargo no significa que no es obligatorio encontrar una
norma para juzgar este aspecto de la vida social, una norma que se base en un punto de vista
científico y en conocimientos, en vez de en conceptos morales más o menos arbitrarios.” 
—Lauritsen y Thorstad, op cit.

Él rechazaba la idea de que la actividad homosexual fuera perseguida como “antinatural” y


anotó que muy pocas de las cosas que los seres humanos realizan son “naturales” —
incluyendo el sostener discusiones por escrito. Él decía que los juicios emitidos sobre lo que es
natural o antinatural para los seres humanos son reflejo del nivel de desarrollo de la sociedad,
en vez del de la Naturaleza, y apuntó que “las actitudes morales son fenómenos históricos”.

Bernstein anotó que en la mayoría de las grandes civilizaciones de la antigüedad (los egipcios,
los griegos y los romanos) se practicaba libremente el amor homosexual y dijo que: “las
relaciones sexuales entre individuos del mismo sexo son tan viejas y están tan diseminadas
que no hay etapa de la cultura humana de la cual pueda decirse que estuvo libre de este
fenómeno”. Él denunció que las teorías que consideraban la homosexualidad como una
enfermedad, eran otra forma de moralismo, punto este que fue retomado por otro social
demócrata, Adolf Thiele, en el debate sostenido en el Reichstag en 1905 sobre el tema. Karl
Kautsky, que representaba el ala izquierda del SPD, también se pronunció contra la opresión
de los homosexuales. Sin embargo, a pesar de las declaraciones públicas de muchos de sus
representantes más prominentes, el partido como un todo no tomó una posición respecto al
tema. Los fundadores del movimiento marxista compartían muchos de los prejuicios de su
época sobre la homosexualidad. Aparentemente Marx se refirió al tema por escrito una sola
vez, aunque en 1869 le había pasado a Engels un libro sobre el tema escrito por K.H. Ulrich,
que fue la primera persona que trabajó seriamente en la liberación de la ley de la
homosexualidad. No hay la certeza de que Marx haya leído el libro (con casi toda seguridad
el Die Geschlechtsnatur des mannliebenden Urnings) que le prestó Wilhelm Strohn, un
comunista alemán que vivía en Bradford. En carta a Engels de fecha 17 de diciembre de 1869
Marx le dice: “Strohn va a regresar a Bradford y quiere que le devuelvas elUrnings, o como
quiera que se llame el libro del pederasta.” Engels había comentado el libro a Marx en una
carta del 22 de junio de 1869. Antes de sus comentarios se quejó de que Wilhelm Liebknechtt,
el alemán que pensaba como ellos, estaba siendo demasiado conciliatorio con los Lassallistas,
que eran liderados por Schweitzer:

“El Urnings que me mandaste es una cosa muy curiosa. Estas son revelaciones


extremadamente antinaturales. Los pederastas están comenzando a contarse y están dándose
cuenta de que son un poder en este estado. Sólo les faltaba organización, pero según esta
fuente aparentemente ésta ya existe en secreto, Y como tienen hombres tan importantes en
los viejos partidos, e incluso en los nuevos, desde Rosing a Schweitzer, no pueden menos que
triunfar. . ‘Guerre aux cons,  paix aus trous-de cul’ será el slogan ahora [traducido por los
editores de las Obras Completas de Marx-Engels  como ‘Guerra a las vulvas, paz a los anos’] Es
una suerte que nosotros, personalmente, seamos demasiado viejos para temerle a que,
cuando este partido gane, tengamos que pagar un tributo físico a los vencedores. ¡Pero y la
generación más joven! A propósito, sólo en Alemania puede suceder que un hombre como
este pueda venir y convertir esa basura en una teoría y ofrecer la invitación introite [de entrar],
etc. ... Si Shweitzer es útil para algo es para sacarle a este honorable hombre los detalles de
otros pederastas en puestos claves, lo cual ciertamente no le sería difícil puesto que son
hermanos de alma.”

En los trabajos que publicó, Engels sólo hizo tres comentarios moralistas y convencionales
(todos dentro de una pequeña sección del segundo capítulo de su innovador Origen de la
Familia, la Propiedad Privada y el Estado).

La Homosexualidad en la Rusa Zarista

En Rusia bajo los zares, el clima era relativamente liberal. Rusia no había experimentado la ola
feudal de homofobia que había pasado por Europa Occidental. La dinastía de los Romanov a
finales del siglo 19 estaba intentando implantar la industria capitalista, pero no estaba
intentando implantar la familia nuclear proletaria. Había sólo dos artículos en el código
criminal zarista que se relacionaban con la homosexualidad: el artículo 995 que prohibía el
sexo anal (pero no otras actividades homosexuales) y el artículo 996 que tenía que ver con la
violación homosexual de niños menores u hombres con retraso mental (vea Simon
Karlinsky, Hidden from History: Reclaiming the Gay and Lesbian Past (Ocultos para la Historia:
Reclamando el Pasado Gay y de las Lesbianas), Londres, 1989). Un historiador citado por
Karlinsky alega que el único caso procesado bajo estos artículos en los años de 1890s estaba
relacionado con un maestro de escuela que sedujo a un alumno de trece años—a los cinco
años el maestro regresó a su trabajo.

En los 1890s hubo varios grupos destacados gay en Rusia. El pomposo Gran Duque Serguei
Alexandrovich llevaba frecuentemente a sus amantes de turno a funciones públicas. El grupo
centrado en Diaghilev no escondía su homosexualidad y había también un grupo importante
de literatos gay que incluía a celebridades nacionales como Kuzmin y Kliuev. “Todas las
personas conocían de su homosexualidad y esto no les traía problemas en sus vidas sociales o
profesionales” (Karlinsky, obra citada). En este clima relativamente liberal, los bolcheviques (al
igual que Marx y Engels anteriormente) no estuvieron obligados a tener en cuenta el tema de
la opresión de los homosexuales y ni Lenin ni Trotsky se conoce que hayan escrito nada sobre
este tema ni antes ni después de la Revolución de Octubre. Está claro, sin embargo, que
Trotsky tenía una actitud relajada y tolerante hacia el tema. En Literatura y Revolución,
publicada en 1924, escribió una crítica literaria de algunas poesías abiertamente homosexuales
sin ningún tipo de prejuicio. También escribió una nota necrológica benévola—casi tierna—en
la edición de Pravda del 19 de enero de 1926, sobre Serguei Esenin, un poeta abiertamente
bisexual (vea Leon Trotsky on Literature and Art (Leon Trotsky sobre el Arte y la Literatura),
Nueva York, 1972).

En el ámbito Nacional

Artículo 1°.
-Defensa de la persona humana

La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la


sociedad y del estado.

Artículo 2°.
Derechos fundamentales de la persona
• Inciso 1. A la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física y
A su libre desarrollo y bienestar. El concebido es sujeto de derecho en todo cuanto le
favorece.
• Inciso 2. A la igualdad ante la ley. Nadie debe ser discriminado por motivo
De origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o de cualquiera
otra índole.
• Inciso 7. Al honor y a la buena reputación, a la intimidad personal y familiar así
como a la voz y a la imagen propias.
Toda persona afectada por afirmaciones inexactas o agraviadas en cualquier medio de
comunicación social tiene derecho a que éste se rectifique en forma gratuita, inmediata
y proporcional, sin perjuicio de las responsabilidades de ley.

Artículo 3°.
Derechos Constitucionales. Númerus Apertus
La enumeración de los derechos establecidos en este capítulo no excluye los demás que
la
Constitución garantiza, ni otros de naturaleza análoga o que se fundan en la dignidad del
Hombre, o en los principios de soberanía del pueblo, del estado democrático de derecho
y de la forma republicana de gobierno.

Artículo 5°.
Concubinato. La unión estable de un varón y una mujer, libres de impedimento
matrimonial, que forman un hogar de hecho, da lugar a una comunidad de bienes sujeta
al régimen de la sociedad de gananciales en cuanto sea aplicable.

Artículo 6°.
Política Nacional de población. Paternidad y maternidad responsables. Igualdad de los
hijos. La política nacional de población tiene como objetivo difundir y promover la
paternidad y maternidad responsables. Reconoce el derecho de las familias y de las
personas a decidir. En tal sentido, el Estado asegura los programas de educación y la
información adecuada y el acceso a los medios, que no afecten la vida o la salud. Es
deber y derecho de los padres alimentar, educar y dar seguridad a sus hijos. Los hijos
tienen el deber de respetar y asistir a sus padres. Todos los hijos tienen iguales derechos
y deberes. Está prohibida toda mención sobre el estado civil de los padres y sobre la
naturaleza de la filiación en los registros civiles y en cualquier otro documento de
identidad.

Código civil:
Artículo 20.
Apellidos del hijo Al hijo le corresponde el primer apellido del padre y el primero
de la madre.

Artículo 24.
La mujer tiene derecho a llevar el apellido del marido agregado al suyo y a
conservarlo mientras no contraiga nuevo matrimonio. Cesa tal derecho en caso de
divorcio o nulidad de matrimonio. Tratándose de separación de cuerpos, la mujer
conserva su derecho a llevar el apellido del marido. En caso de controversia
resuelve el juez.

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