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“El suicidio
es cobardía ante la vida y
valentía ante la muerte”.
Viktor Frankl
Introducción
El fenómeno del suicidio es un tema peculiar que ha llamado la atención de todo tipo de profesionales que
buscan la explicación más coherente del porqué del suicidio, unos para prevenirlo y otros solamente para
tratar de comprender la mentalidad del sujeto que se suicida. El trabajo de comprender en su totalidad tal
fenómeno no es exclusivo del psicólogo sino que abarca a todas aquellas disciplinas que otorguen algo al
estudio.
En el presente ensayo mostraré en primer término la delimitación del concepto en un estudio más
orientado a la sociología, esto es: ¿qué es el suicidio y cómo influye la sociedad actual en la mentalidad del
sujeto suicida?
Posteriormente haré un breve repaso sobre las diferentes concepciones y modos de ver el suicidio a lo
largo de la historia, ayudándonos de la historia de la filosofía, pues considero importante esta ya que dio las
principales cosmovisiones que acompañaron a las sociedades occidentales.
Pasaremos entonces a revisar diversas características del suicidio (con sus respectivas cifras estadísticas)
en relación con las influencias de la sociedad actual. Las características irán acompañadas de la explicación
que demuestre la supuesta causa de las muertes autoinflingidas en esa categoría.
La finalidad de este ensayo es promover una visión más crítica sobre la sociedad actual que considero la
más importante causa de suicidio en el mundo, la sociedad actual pareciera más libre y mejor formada que las
anteriores pero a mayor libertad es mayor la responsabilidad de no entrar en el libertinaje que provoca una
sociedad depresiva, caldo de cultivo para comportamientos autodestructivos.
Sobre las fuentes bibliográficas he decidido basarme en el texto ya clásico del suicidio escrito por
Durkheim hace ya cerca de un siglo, además de otros libros de la pasada década que demuestran la importante
influencia de la sociedad llamada posmoderna en los individuos. Las estadísticas serán tomadas de recursos
de internet que considero los más actuales y en especial del libro “El fenómeno del suicidio en el Estado de
Guanajuato” que analiza estadística y psicológicamente el suicidio más a fondo en nuestra Entidad
Federativa.
Concepto de suicidio
La palabra suicidio viene de la palabra latina Suicidium que está formada por los vocablos: sui= a sí, de sí; y
cidium= acto de matar; es decir, el suicidio es el acto de matarse a sí mismo, darse muerte a uno mismo.
Esta definición es correcta pero queda escueta al momento de analizarla mejor pues se dan casos que
podrían permanecer al margen de ella, por ejemplo: cuando, en caso de una enfermedad grave, no se va al
médico y la persona se deja morir, no está cometiendo un acto en sí, de hecho lo está dejando de hacer (ir al
médico), lo que acarrea el empeoramiento de la enfermedad y como consecuencia la muerte.
Tomo entonces la definición que me parece la más pertinente, es decir, la de Durkheim (1897) que señala
que “se llama suicidio a todo caso de muerte que resulte, directa o indirectamente, de un acto, positivo o
negativo, idealizado por la víctima misma, sabiendo ella que debía producir este resultado” (pág. 5).
Cabe resaltar la importancia de la consciencia que tiene la persona sobre su acto de suicidarse, es decir,
saben lo que están haciendo y es una idea que se ha ido formando desde tiempo atrás, no es una idea repentina
de la cual la persona no tiene consciencia. Este punto es importante pues desde el punto de vista sociológico,
que se aplica en este ensayo, no se contempla el suicidio de las personas con algún trastorno psicótico que
pudiera llevar al acto involuntario de morirse.
Se observa entonces que de una población de 2532 adolescentes el 81% (2075) de estos han pasado por
situaciones que incitan una ideación suicida. Las mayor parte de ellos tiene una gravedad de tendencia suicida
leve, pero es importante señalar que esta puede ir en progreso y desencadenar tendencias suicidas más graves.
Posterior a la ideación suicida viene el intento de suicidio como tal, es decir, el acto, sea positivo o
negativo, que pretende autoinflingirse o ir “ensayando” su suicidio. Aquí bajan las estadísticas de la muestra
de estudiantes encuestados que declararon haber atentado contra su vida, pues del total de encuestados
solamente el 8.4% (212 alumnos) respondieron que por lo menos una vez en su vida habían intentado quitarse
la vida.
Entre las principales motivaciones que llevaban a los alumnos a querer quitarse la vida se encuentran
principalmente la esfera interpersonal (problemas familiares, con amigos, compañeros de aula, etc.) con un
porcentaje de 61.7%, le sigue la esfera emocional (soledad, tristeza, melancolía, etc.) con 24.4% y como
tercer esfera se encuentran los sucesos precipitantes (violación, aborto, pérdida, etc.) con un 7.3% de la
muestra; otro de los motivos expuestos en la encuesta fue la de experimentar/diversión que tuvo un 3.6%,
parecido a este porcentaje, con un 3.1%, hubo quienes no quisieron responder la pregunta.
Otro de los factores estudiados en esta encuesta fue el método que utilizaron para intentar el consumar su
vida y se encontró que la gran mayoría utilizó armas punzocortantes o toma excesiva de medicamentos; otros
pocos métodos fueron el ahorcamiento, arrojarse de las alturas o a vehículos en movimiento, ahogamiento,
envenenamiento, por medio de golpes o arma de fuego, dejar de comer o tomar medicamentos. Esto resalta
con las estadísticas de suicidios consumados que veremos más adelante en los que los métodos de
ahorcamiento y arma de fuego son, al parecer, más eficaces para el acto de suicidarse.
El intento de suicidio muchas de las veces pasa desapercibido considerándolo como un “querer llamar la
atención”, pero esto la mayoría de las veces no es así, sino que es más bien un acto de querer comunicar el
estado de angustia, depresión frustración y a veces de venganza que padece la persona.
̽ En el texto original se anota 2531 cuando en realidad debería ser 2432 haciendo suma de las cifras de
hombre y mujer en ese año.
̽ ̽ Del período 1996 a 1999 no se incluyeron datos del Distrito Federal.
En la tabla anterior se puede observar el incremento del suicidio año por año en Guanajuato llegando a ser
más del 100% más en el año 2000 con respecto al 1995. También se observa la diferencia de hombres con
respecto de las mujeres, siendo los primeros más propensos al suicidio que ellas.
En el año 2000 se suicidaron 164 personas de las cuales un 17% vivía en comunidades rurales, el resto se
encontraba dentro de las ciudades.
Las edades en las que con mayor frecuencia se suicidaron en ese año son entre los 20 y los 24 años para
ambos sexos. La mayoría de los suicidios se concentran en las personas jóvenes menores de 25 años, estas
edades ocupan casi la mitad del total de suicidios.
Con respecto a su estado civil, los solteros son los que más se suicidaron con un 47% del total, seguido de
los matrimonios y como tercer lugar están los que vivían en unión libre. Cabe resaltar que el hecho que los
solteros se suiciden más no quiere decir que la soledad los haya matado, ya que también se tomaron en cuenta
los suicidios de adolescentes que no estaban en edad de casarse.
Otro aspecto que se tomó en cuenta fue la ocupación y el nivel educativo en el que se encontraban los
suicidas. El 95% sabían leer y escribir, 17% no contaba con alguna escolaridad, el mayor porcentaje fue de
nivel primaria con un 36%, alrededor de un 23% contaba con secundaria, 8% con preparatoria y un 7%
contaba con estudios profesionales; 69% del total eran económicamente activos, de los que trabajaban 48%
eran artesanos u obreros, 14% comerciantes y dependientes y un 12% trabajaban en el campo.
Un aspecto que me parece interesante mencionar es el de uso de alcohol y sustancias toxicas en el
momento de realizar el acto. 41% de los hombres y solo el 7.8% de las mujeres habían bebido alcohol
momentos actos de consumar su vida. También se llegó a utilizar algún otro tipo de drogas más tóxicas pero
en menor grado ya que de todos los suicidas sólo un 14.2% de hombres y un 13.9% probaron alguna droga
antes de morir.
Del total de personas fallecidas por esta causa sólo el 16% dejo una o varias notas póstumas, las cuales son
los mejores indicadores de porque se suicidó la víctima. En la gran mayoría de estas se encontró un lenguaje
claro y lógico lo cual indica que no se encontraban en un estado de perturbación grave. Se expresaba en gran
parte deseos de morir y de terminar con una situación, otros tantos expresaban la necesidad de apoyo
emocional.
Conclusiones
Se ha llegado a creer que el sujeto suicida tiene la completa responsabilidad y libertad de su acto como lo
han llegado a argumentar filósofos como Nietzsche, sin embargo siempre hay lugar para responsabilizar a una
sociedad entera.
Viktor Frankl notó con cierta agudeza que el mundo y las sociedades estaban enfermando de falta de
sentido, el individuo había perdido sus dos grandes sentidos que eran la pulsión completamente animal y los
valores tradicionales. El hombre sin sentido tiende a tratar de engañarse con falsos valores que lo llevan a un
narcisismo y a una agresión a sí mismo y hacia los otros. La sociedad ha impuesto por modas o por medios
masivos de comunicación ciertos estándares poco profundos.
Una vez que el hombre no puede adaptarse a ciertos valores, cuando ha sido víctima de ciertos patrones
que lo sobajan o cuando simplemente se aburre, decide morir. Esto lo vemos cuando una mujer es violada,
víctima no solo de su agresor sino de la sociedad que permite y desarrolla ideas agresivas; cuando una
adolescente se suicida por sentirse sólo, ya que la sociedad impone que para encajar tienes que tener amigos,
parejas sentimentales y ser agradable a todo mundo; sucede en el señor con problemas económicos (como se
ve ahora en España o en Grecia) que es víctima de las circunstancias que buscan un auge económico a costa
del ciudadano y al hecho de darlo cada vez más valor al dinero; sucede en el niño que se enajenó por ver
caricaturas que incitan a la violencia. Podría mencionar infinidad de casos que aparentemente están aislados
pero lo importante es señalar la influencia de una sociedad depresiva en el individuo suicida.
Para muchos la solución está en la religión y en el retorno de los viejos valores, en lo particular considero
que esos valores tuvieron su fecha de caducidad y que de poco serviría volver a utilizarlos, las Iglesias no
dejan de dar tropiezos y la religión de cada persona se vuelve cada vez más superficial.
Bibliografía.
Chávez Hernández, A. M. y Macías García, L. F. (2003) El fenómeno del suicidio en el estado de Guanajuato,
México: Universidad de Guanajuato.
Recursos de internet
Aguila, A. Situación actual del suicidio en México. Recuperado el 7 de abril de 2012, de
https://docs.google.com/viewer?
a=v&q=cache:HOwFiWFoa1EJ:www.suicidologia.com.mx/imagenes/situacion%2520actual%2520del
%2520suicidio%2520en
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Flaubert, G. (10 de julio de 2012). Depresión y suicidio en México. Recuperado el 7 de abril de 2012, de
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