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Suicidio y sociedad actual

“Cuando se ha perdido todo,


cuando ya no se tiene esperanza,
la vida es una calamidad
y la muerte es un deber”.
Voltaire

“El suicidio
es cobardía ante la vida y
valentía ante la muerte”.
Viktor Frankl

Introducción
El fenómeno del suicidio es un tema peculiar que ha llamado la atención de todo tipo de profesionales que
buscan la explicación más coherente del porqué del suicidio, unos para prevenirlo y otros solamente para
tratar de comprender la mentalidad del sujeto que se suicida. El trabajo de comprender en su totalidad tal
fenómeno no es exclusivo del psicólogo sino que abarca a todas aquellas disciplinas que otorguen algo al
estudio.
En el presente ensayo mostraré en primer término la delimitación del concepto en un estudio más
orientado a la sociología, esto es: ¿qué es el suicidio y cómo influye la sociedad actual en la mentalidad del
sujeto suicida?
Posteriormente haré un breve repaso sobre las diferentes concepciones y modos de ver el suicidio a lo
largo de la historia, ayudándonos de la historia de la filosofía, pues considero importante esta ya que dio las
principales cosmovisiones que acompañaron a las sociedades occidentales.
Pasaremos entonces a revisar diversas características del suicidio (con sus respectivas cifras estadísticas)
en relación con las influencias de la sociedad actual. Las características irán acompañadas de la explicación
que demuestre la supuesta causa de las muertes autoinflingidas en esa categoría.
La finalidad de este ensayo es promover una visión más crítica sobre la sociedad actual que considero la
más importante causa de suicidio en el mundo, la sociedad actual pareciera más libre y mejor formada que las
anteriores pero a mayor libertad es mayor la responsabilidad de no entrar en el libertinaje que provoca una
sociedad depresiva, caldo de cultivo para comportamientos autodestructivos.
Sobre las fuentes bibliográficas he decidido basarme en el texto ya clásico del suicidio escrito por
Durkheim hace ya cerca de un siglo, además de otros libros de la pasada década que demuestran la importante
influencia de la sociedad llamada posmoderna en los individuos. Las estadísticas serán tomadas de recursos
de internet que considero los más actuales y en especial del libro “El fenómeno del suicidio en el Estado de
Guanajuato” que analiza estadística y psicológicamente el suicidio más a fondo en nuestra Entidad
Federativa.
Concepto de suicidio
La palabra suicidio viene de la palabra latina Suicidium que está formada por los vocablos: sui= a sí, de sí; y
cidium= acto de matar; es decir, el suicidio es el acto de matarse a sí mismo, darse muerte a uno mismo.
Esta definición es correcta pero queda escueta al momento de analizarla mejor pues se dan casos que
podrían permanecer al margen de ella, por ejemplo: cuando, en caso de una enfermedad grave, no se va al
médico y la persona se deja morir, no está cometiendo un acto en sí, de hecho lo está dejando de hacer (ir al
médico), lo que acarrea el empeoramiento de la enfermedad y como consecuencia la muerte.

Tomo entonces la definición que me parece la más pertinente, es decir, la de Durkheim (1897) que señala
que “se llama suicidio a todo caso de muerte que resulte, directa o indirectamente, de un acto, positivo o
negativo, idealizado por la víctima misma, sabiendo ella que debía producir este resultado” (pág. 5).
Cabe resaltar la importancia de la consciencia que tiene la persona sobre su acto de suicidarse, es decir,
saben lo que están haciendo y es una idea que se ha ido formando desde tiempo atrás, no es una idea repentina
de la cual la persona no tiene consciencia. Este punto es importante pues desde el punto de vista sociológico,
que se aplica en este ensayo, no se contempla el suicidio de las personas con algún trastorno psicótico que
pudiera llevar al acto involuntario de morirse.

Breve repaso histórico de las concepciones del suicidio


El suicidio ha estado presente en toda la historia de la humanidad, pero el transcurso y la forma de ver los
hechos han variado, es por ello que me parece importante señalar como se veía el suicidio en las diferentes
épocas que han marcado la historia de la sociedad occidental.
En la época antigua, en las sociedades grecorromanas preponderaba la idea de que la muerte era el paso a
la inmortalidad o a una nueva vida, una especie de eterno retorno; con la llegada de las escuelas estoica y
epicúrea se afianza más esta concepción pues consideraban el suicidio, no como una cobardía o rechazo a la
vida sino que era una victoria sobre la adversidad.
Con la llegada del cristianismo las cosas cambiaron pues San Agustín se opuso al acto e idea del suicidio
así como a sus argumento a favor ya que, según la tradición cristiana, ningún hombre puede atentar contra la
vida ni de otro ni de sí mismo pues violaría el mandamiento de “no matarás”. Esta concepción religiosa
provoco en la sociedad de la Edad Media un profundo rechazo a la muerte autoinflingida.
Siempre que una sociedad se enfrenta a una crisis se tiende al suicidio no importando la concepción
predominante, es así como en los siglos XIV y XV la decisión de matarse por cuenta propia pulula en las
mentes de los hombres de aquella época pues toda Europa se veía amenazada por constantes epidemias y
guerras que diezmaban la población.
En la época imperialista de los siglos XVII y XVIII los soldados de las potencias expansionistas como
Francia fueron los principales afectados de la nueva ola de suicidios que se gestó en un mundo de constantes
conflictos bélicos donde los soldados de todas las grandes naciones debían prepararse con una rígida
disciplina.
A continuación explicaré con mayor detalle el fenómeno del suicidio de nuestros días, para lo cual me
remitiré a ideas filosóficas que fueron creando el ambiente para una nueva epidemia de suicidios.

Filosofía, sociedad actual y suicidio


La filosofía existencialista es acusada de provocar en la sociedad, en la filosofía y en el individuo un vuelco
sobre los valores que los mantenían en equilibrio, es de suma importancia entonces comprender la evolución
de las ideas existencialistas y cómo fueron a desembocar en la época posmoderna la cual considero la
verdadera culpable de destruir los valores que cohesionaban a la sociedad edad moderna.
Pero ¿Qué es el existencialismo? A grosso modo se refiere al pensamiento filosófico que centra su
atención a la existencial del ser humano y a las cosas que le rodean, sus cuestiones principales son el ¿Por qué
la existencia y no la nada? y ¿Cómo es que existe el ser humano? el existencialismo ya no busca el ser como
esencia de las cosas sino la existencia de las cosas.
Sören Kierkegaard es considerado el padre del existencialismo pues enfrenta al racionalismo e idealismo
absoluto de Hegel pues mientras este último decía que “todo lo real es racional y todo lo racional es real”
haciendo cognoscible todo cuanto existe y todo como un instante en la evolución del Absoluto, Kierkegaard
reaccionó de forma bastante admirable argumentando que la existencia humana no podía rebajarse a ser sólo
un momento en una evolución del Absoluto, no todo es comprensible y expresable a otros, la existencia
humana es subjetiva, el hombre está encerrado en sí mismo por lo cual experimenta angustia. Kierkegaard no
sólo atacó al idealismo sino que también arremetió en contra de una cristiandad que trataba de racionalizar la
religión, además de ello también criticó a la sociedad burguesa que le rodeaba.
Nietzsche y su vitalismo (corriente pre existencialista) es el filósofo que más atacó los valores de la
sociedad hasta ese momento imperantes. Con su frase “Dios ha muerto” se abre un nuevo episodio en la
historia pues con ello no sólo afirmaba un ateísmo sino una destrucción de los valores religiosos, culturales e
intelectuales. Nietzsche le quita al hombre su seguridad en una sociedad integrada gracias a los valores de la
religión, pero con la muerte de Dios la cohesión termina y el hombre ahora debe hacerse responsable de su
propia existencia, es libre para crear nuevos valores que le ayuden a superarse como individuo y como
especie.
El existencialismo siguió su curso y durante el siglo XX fue gran auge impulsado seguramente por la
inseguridad y la angustia que le causaron las dos guerras mundiales y la Guerra Fría: el hombre ahora tiene el
poder de autodestruirse y su antiguo Dios se ve cada vez más muerto conforme el ateísmo crece y las Iglesias
van cayendo.
El existencialismo desde Kierkegaard hasta Sartre o Heidegger muestra un profundo resentimiento contra
la homogeneidad que pretende dar la sociedad a todos los individuos, la sociedad fuerza al individuo a ser
como los demás; la globalización tiene un solo idioma, una sola moneda.
Es así como se enfrenta un sociologismo a un individualismo, el individualismo originado por el
existencialismo se ha malinterpretado y se ha formado un individualismo relativista, nihilista, pesimista, este
individualismo tiene lo peor del sociologismo y del existencialismo pues por un lado se pretende dar libertad
y surge el libertinaje, se pretende que cada quien viva su individualidad pero sin pensarlo todos se vuelven
iguales, las modas pretende ser contrarias a la sociedad pero terminan siendo parte de la sociedad actual, el
sujeto quiere ser diferente pero le teme a esa diferencia pues no quiere sentirse sólo. El arte se ve corrompido
con expresiones sin sentido en pinturas, esculturas, obras cinematográficas, el dadaísmo surge y es respetado.
El posmodernismo hace de las suyas en la filosofía y ya no se puede afirmar nada pues todo es relativo.
Las familias ya no se forman a la antigua, desde la falta de uno de los padres de familia hasta familia con
padres del mismo sexo, van generando en la psique de las nuevas generaciones una desubicación; la religión
ya no ejerce tanta fuerza de cohesión y el sujeto es arrojado al mundo. Se puede decir que el hombre es libre,
pero el hombre le teme a esa libertad pues todo pierde sentido sin algo establecido.
El hombre sigue una vida aparentemente feliz iniciando estudios, culminándolos, trabajando, obteniendo
dinero para mantener una familia, casándose, teniendo hijos, divorciándose, y continuar una vida regular hasta
su muerte que cada vez es más deseada pero a la vez temida.

Grandes categorías que pueden explicar el suicidio


Tony Anatrella (1993) desarrolla una teoría en contra de la sociedad depresiva en la cual se encuentra el
suicidio. Analiza a grandes rasgos las razones del porqué del suicidio que a continuación presento:
1.- La huida. El individuo trata de escapar de una situación que le parece insoportable y se hace a la idea
de que lo ha hecho todo por terminar con ese problema y que lo único que le falta hacer es huir él mismo del
problema retirándose de este mundo con la muerte. Se ve claramente la visión que tiene el sujeto de ser
incapaz de resolver el problema, ha intentado todo y ya no queda esperanza más que la muerte.
2.- El duelo. Cuando el sujeto se encuentra hundido en una profunda melancolía ve la vida de forma tan
pesimista y tan dolida que cree que sólo con la muerte podrá descansar. El duelo se refiere a una pérdida,
desde una pérdida física o interpersonal hasta la pérdida de la seguridad en una etapa anterior. Esto se ve
claramente en el adolescente que ha perdido su infancia y ve las responsabilidades que le tocan en un futuro y
decide adentrarse y hundirse en el duelo.
3.- El castigo. En casos en que el individuo se cree culpable de algo y decide morir por cuenta propia
representa este tipo de suicidio; en algunas ocasiones el sujeto se cree culpable por error en la asimilación de
una perdida como es el caso de una mujer que se siente culpable porque tuvo un accidente de trafico donde
ella iba manejando y murió un ser querido; pero otras veces otra persona es la que le hace sentir culpable de lo
que pasa con su vida.
4.- El crimen. Ciertos sujetos suicidas experimentan un odio hacia otros y deciden morir llevándose a los
otros en ese acto. Es el caso, por ejemplo, de los terroristas que decidieron estrellar los aviones en las torres
gemelas matándose ellos mismos y matando a muchos otros. Como en el caso anterior el pensamiento suicida
puede venir desde dentro de la misma persona o desde fuera, puede bien una persona no ser influenciada por
otra pero aun así tener un pensamiento misantrópico o racista y llevarse con él a otros desgraciados.
5.- La venganza. Un sujeto puede hacerse morir solo para culpabilizar al otro de su muerte. El sujeto
atenta contra su vida y deja escrito ese pensamiento que responsabiliza a otro o a otros de su muerte, incluso
pueden llegar a culpabilizar a la sociedad entera.
6.- La llamada y el chantaje. Anterior a la venganza ocurre el fenómeno del chantaje, cosa común en las
relaciones amorosas que terminan y uno decide chantajear al otro para regresar. En ciertos casos es tanta la
presión que el otro decide regresar pero en otros no regresan y la víctima termina por suicidarse. La llamada
se refiere más bien a ese proceso de llamar la atención y pedir ayuda a su modo, algunas de las veces esa
ayuda no llega y terminan por morir.
7.- El sacrificio y el tránsito. Hay quienes consideran que la muerte es tan sólo el paso de una vida
tortuosa a otra vida mejor y deciden suicidarse para llegar al más allá que les aguarda con grandes alegrías.
Otras veces tan solo consideran la muerte como algo superior, religiosamente hablando, a esta vida.
8.- La ordalía (el juego). Por increíble que parezca también se han llegado a registrar casos en los que el
individuo no quería en si suicidarse sino experimentar por juego algo cercano a la muerte o tratan de retar al
destino o a una concepción de la muerte considerándose ellos mismos ganadores y para comprobarlo optan
por divertirse jugando la ruleta rusa, por ejemplo.

Estadísticas de ideación y tentativa de suicidio


Si se quiere estudiar bien el suicidio es necesario darle un vistazo también a la mente de las personas que
deciden quitarse la vida, la depresión es una enfermedad cada vez más frecuente en la sociedad del siglo XX,
se calcula que entre el 12 y el 20% de la población padece de este problema de salud. La depresión va
generando un vacío existencial cada vez más difícil de llenar que puede terminar en suicidio.
La ideación suicida es la idea latente de no poder continuar con la vida que se lleva, esto afecta
principalmente a los jóvenes que se encuentran en la etapa de transición a la edad adulta, se sobreviene ese
temor por el futuro, la responsabilidad de elegir sobre su futuro académico o laboral, aunado a la carga
académica que lleven en su grado de estudios y a los problemas de un adolescente que busca autoestima,
querer y ser querido, ser reconocido, es decir, metas de interacción social.
En el estudio de Chávez Hernández y Macías García (2003) se realizó una encuesta en la que participaron
2532 jóvenes cuyo rango de edades fue de 13 a 22 años y sobre la ideación suicida en la última semana
transcurrida antes de la encuesta estos fueron los resultados:

Durante la semana pasada… 1 a 2 días 3 a 4 días 5 a 7 días frecuencia Total en %

No podía seguir adelante. 21.7% 6.5% 3.6% 807 31.8%

Pensé en la muerte 16.4% 4.8% 4.7% 656 25.9%

Sentí que mi familia estaría 8.6% 3.5% 3.5% 396 15.6%


mejor si yo estuviera muerto.
Pensé en matarme 5.1% 1.5% 1.7% 210 8.3%

Se observa entonces que de una población de 2532 adolescentes el 81% (2075) de estos han pasado por
situaciones que incitan una ideación suicida. Las mayor parte de ellos tiene una gravedad de tendencia suicida
leve, pero es importante señalar que esta puede ir en progreso y desencadenar tendencias suicidas más graves.
Posterior a la ideación suicida viene el intento de suicidio como tal, es decir, el acto, sea positivo o
negativo, que pretende autoinflingirse o ir “ensayando” su suicidio. Aquí bajan las estadísticas de la muestra
de estudiantes encuestados que declararon haber atentado contra su vida, pues del total de encuestados
solamente el 8.4% (212 alumnos) respondieron que por lo menos una vez en su vida habían intentado quitarse
la vida.
Entre las principales motivaciones que llevaban a los alumnos a querer quitarse la vida se encuentran
principalmente la esfera interpersonal (problemas familiares, con amigos, compañeros de aula, etc.) con un
porcentaje de 61.7%, le sigue la esfera emocional (soledad, tristeza, melancolía, etc.) con 24.4% y como
tercer esfera se encuentran los sucesos precipitantes (violación, aborto, pérdida, etc.) con un 7.3% de la
muestra; otro de los motivos expuestos en la encuesta fue la de experimentar/diversión que tuvo un 3.6%,
parecido a este porcentaje, con un 3.1%, hubo quienes no quisieron responder la pregunta.
Otro de los factores estudiados en esta encuesta fue el método que utilizaron para intentar el consumar su
vida y se encontró que la gran mayoría utilizó armas punzocortantes o toma excesiva de medicamentos; otros
pocos métodos fueron el ahorcamiento, arrojarse de las alturas o a vehículos en movimiento, ahogamiento,
envenenamiento, por medio de golpes o arma de fuego, dejar de comer o tomar medicamentos. Esto resalta
con las estadísticas de suicidios consumados que veremos más adelante en los que los métodos de
ahorcamiento y arma de fuego son, al parecer, más eficaces para el acto de suicidarse.
El intento de suicidio muchas de las veces pasa desapercibido considerándolo como un “querer llamar la
atención”, pero esto la mayoría de las veces no es así, sino que es más bien un acto de querer comunicar el
estado de angustia, depresión frustración y a veces de venganza que padece la persona.

Análisis estadístico del suicidio consumado en México


Según el suicidólogo Alejandro Águila se estima que cada segundo una persona se intenta quitar la vida en el
mundo y cada cuarenta segundos uno lo logra. En total casi un millón de personas mueren al año por esta
causa, esta cifra es superior a todas las cifras de muertos en los conflictos bélicos.
En México las cifras más actuales y más concisas hechas públicas son las del INEGI del año 2007 en las
cuales muestran los resultados siguientes:
En total se reportaron 3494 suicidios en todo el país, siendo el Jalisco la entidad federativa con mayor
índice de muerte autoinflingida representado por un 9% del total, es decir, alrededor de 314 fallecidos; por
orden descendente le siguen Veracruz con un 7.4%, el Distrito Federal con un 6.9%, Guanajuato con un 5.9%
y Chihuahua con un5.7%.
Los estados con menor índice de suicidios consumados ordenados ascendentemente son: Tlaxcala con un
0.8%; Chiapas, Guerrero y Colima tuvieron un 0.9% y Nayarit un 1.1%.
Los principales motivos para cometer el acto fueron el disgusto familiar, una causa amorosa o una
enfermedad grave e incurable. Cabe resaltar que del total sólo un 40% se logró conocer la causa exacta por la
cual se había tomado esa decisión.
El medio más empleado fue la estrangulación, seguido del uso de arma de fuego y como tercer método
más empleado fue el ingerir veneno. Estos tres métodos corresponden a los más eficaces y, exceptuando el
arma de fuego, los más fáciles de conseguir y más económicos Se puede inferir entonces que el individuo que
no consuma su muerte no es mucho por la suerte sino más bien que su deseo, muy en el fondo, de seguir
viviendo le incita a “probar” primero con métodos menos eficaces.
Los lugares de mayor ocurrencia son la propia casa, le sigue la vía pública, después está el campo y como
cuarto lugar la cárcel. Se puede decir que el que se quiere suicidar busca tan sólo morir donde llegue el
momento, busca el método más fácil y eficaz y realiza el acto. Otros de los lugares utilizados pueden ser
edificios o terrenos abandonados, las vías del metro en ciudades como el D.F.

Análisis estadístico del suicidio en Guanajuato


Para hacer un análisis más detallado me remitiré al estudio de Chávez Hernández y Macías García (2003)
que realizaron del suicidio en la entidad federativa de Guanajuato; el estudio fue tomado de estadísticas
proporcionadas por el INEGI de los años 1995 al 2000.
A continuación muestro la cantidad de personas que se suicidaron en todo el país y los que murieron por la
misma causa en Guanajuato, la división se hará respecto de los años y género.

República Mexicana Guanajuato

AÑO Hombres Mujeres Total Hombres Mujeres Total

1995 1999 429 2428 71 12 83

1996 ̽ ̽ 1853 380 2233 82 28 110

1997 2056 403 2459 102 33 135

1998 2043 389 2531̽ 116 31 147

1999 2142 389 2531 116 31 147

2000 2304 432 2736 131 33 164

̽ En el texto original se anota 2531 cuando en realidad debería ser 2432 haciendo suma de las cifras de
hombre y mujer en ese año.
̽ ̽ Del período 1996 a 1999 no se incluyeron datos del Distrito Federal.
En la tabla anterior se puede observar el incremento del suicidio año por año en Guanajuato llegando a ser
más del 100% más en el año 2000 con respecto al 1995. También se observa la diferencia de hombres con
respecto de las mujeres, siendo los primeros más propensos al suicidio que ellas.
En el año 2000 se suicidaron 164 personas de las cuales un 17% vivía en comunidades rurales, el resto se
encontraba dentro de las ciudades.
Las edades en las que con mayor frecuencia se suicidaron en ese año son entre los 20 y los 24 años para
ambos sexos. La mayoría de los suicidios se concentran en las personas jóvenes menores de 25 años, estas
edades ocupan casi la mitad del total de suicidios.
Con respecto a su estado civil, los solteros son los que más se suicidaron con un 47% del total, seguido de
los matrimonios y como tercer lugar están los que vivían en unión libre. Cabe resaltar que el hecho que los
solteros se suiciden más no quiere decir que la soledad los haya matado, ya que también se tomaron en cuenta
los suicidios de adolescentes que no estaban en edad de casarse.
Otro aspecto que se tomó en cuenta fue la ocupación y el nivel educativo en el que se encontraban los
suicidas. El 95% sabían leer y escribir, 17% no contaba con alguna escolaridad, el mayor porcentaje fue de
nivel primaria con un 36%, alrededor de un 23% contaba con secundaria, 8% con preparatoria y un 7%
contaba con estudios profesionales; 69% del total eran económicamente activos, de los que trabajaban 48%
eran artesanos u obreros, 14% comerciantes y dependientes y un 12% trabajaban en el campo.
Un aspecto que me parece interesante mencionar es el de uso de alcohol y sustancias toxicas en el
momento de realizar el acto. 41% de los hombres y solo el 7.8% de las mujeres habían bebido alcohol
momentos actos de consumar su vida. También se llegó a utilizar algún otro tipo de drogas más tóxicas pero
en menor grado ya que de todos los suicidas sólo un 14.2% de hombres y un 13.9% probaron alguna droga
antes de morir.
Del total de personas fallecidas por esta causa sólo el 16% dejo una o varias notas póstumas, las cuales son
los mejores indicadores de porque se suicidó la víctima. En la gran mayoría de estas se encontró un lenguaje
claro y lógico lo cual indica que no se encontraban en un estado de perturbación grave. Se expresaba en gran
parte deseos de morir y de terminar con una situación, otros tantos expresaban la necesidad de apoyo
emocional.

Conclusiones
Se ha llegado a creer que el sujeto suicida tiene la completa responsabilidad y libertad de su acto como lo
han llegado a argumentar filósofos como Nietzsche, sin embargo siempre hay lugar para responsabilizar a una
sociedad entera.
Viktor Frankl notó con cierta agudeza que el mundo y las sociedades estaban enfermando de falta de
sentido, el individuo había perdido sus dos grandes sentidos que eran la pulsión completamente animal y los
valores tradicionales. El hombre sin sentido tiende a tratar de engañarse con falsos valores que lo llevan a un
narcisismo y a una agresión a sí mismo y hacia los otros. La sociedad ha impuesto por modas o por medios
masivos de comunicación ciertos estándares poco profundos.
Una vez que el hombre no puede adaptarse a ciertos valores, cuando ha sido víctima de ciertos patrones
que lo sobajan o cuando simplemente se aburre, decide morir. Esto lo vemos cuando una mujer es violada,
víctima no solo de su agresor sino de la sociedad que permite y desarrolla ideas agresivas; cuando una
adolescente se suicida por sentirse sólo, ya que la sociedad impone que para encajar tienes que tener amigos,
parejas sentimentales y ser agradable a todo mundo; sucede en el señor con problemas económicos (como se
ve ahora en España o en Grecia) que es víctima de las circunstancias que buscan un auge económico a costa
del ciudadano y al hecho de darlo cada vez más valor al dinero; sucede en el niño que se enajenó por ver
caricaturas que incitan a la violencia. Podría mencionar infinidad de casos que aparentemente están aislados
pero lo importante es señalar la influencia de una sociedad depresiva en el individuo suicida.
Para muchos la solución está en la religión y en el retorno de los viejos valores, en lo particular considero
que esos valores tuvieron su fecha de caducidad y que de poco serviría volver a utilizarlos, las Iglesias no
dejan de dar tropiezos y la religión de cada persona se vuelve cada vez más superficial.

Bibliografía.

Durkheim, E. (1928) El suicidio. Madrid: Editorial Reus.

Anatrella, T. (1994) Contra la sociedad depresiva, España: Editorial Sal Terrae.

Chávez Hernández, A. M. y Macías García, L. F. (2003) El fenómeno del suicidio en el estado de Guanajuato,
México: Universidad de Guanajuato.

Frankl, V. E. (1991) El hombre en búsqueda de sentido, Barcelona: Editorial Herder.

Tiryakian, E. (1962) Sociologismo y existencialismo, Buenos Aires: Amorrortu Editores.

Lipovetsky, G. (1986) La era de vacío, Barcelona: Editorial Anagrama.

Recursos de internet
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https://docs.google.com/viewer?
a=v&q=cache:HOwFiWFoa1EJ:www.suicidologia.com.mx/imagenes/situacion%2520actual%2520del
%2520suicidio%2520en
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Flaubert, G. (10 de julio de 2012). Depresión y suicidio en México. Recuperado el 7 de abril de 2012, de
http://www.spps.gob.mx/avisos/869-depresion-y-suicidio-mexico.html

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