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Maria del sol Ortiz Moreno- 0000146711

Taller 8: “Fausto” y la eficacia de los programas de intervención

1. Descripción de los sucesos relevantes en el caso de homicidio múltiple denominado


Fausto.

La secuencia de capítulos narra las acciones que fueron tomadas por las autoridades
locales y estatales, con el fin de esclarecer el homicidio múltiple de cinco miembros de una
familia de seis en el estado de en México, propiamente en Ecatepec. A lo largo de la
narración se entreteje una compleja historia que relaciona, instituciones legales con sus
características naturales, como la burocracia, y la destinación de fondos que entre decisión y
decisión entorpecía o facilitaba la investigación, Los medios de comunicación de la época,
que no muy diferentes de la actualidad vendían sus relatos por medio del amarillismo de sus
expresiones; las reacciones de la población, que justificadamente, apelaban por estar
abandonados y sentir que día a día crecía su inseguridad en su poblado; las motivaciones de
los primeros investigadores, quienes a pesar de estar poco financiados seguían esforzándose
por encontrar al culpable de tan atroz crimen y finalmente, el intento de encontrar las razones
por las cuales pudo ser llevado a cabo este homicidio, es decir darle un motivo al criminal y
por lo tanto poder asociarlo a un sospechoso.

A grandes rasgos la historia puede resumirse en que, después de casi 5 meses del acto y
un descarte abrumador de sospechosos, se establece que el multihomicidio fue llevado a cabo
no por una persona, sino por tres, quienes tenían motivos de venganza contra el padre de la
familia llamado “el profesor” quien se dice acostumbraba a aprovecharse de las situaciones
para tener beneficio económico para sí mismo sin importarle las consecuencias sobre el otro.
Esto sucedió con uno de ellos, y con el otro tuvo un corto acercamiento en el que lo humilló
por su procedencia y estado socioeconómico. Esto, junto con un estado de alcoholización
importante, constituyó la oportunidad perfecta para entrar a la vivienda de la familia y
ejecutar su intención inicial de “Darle un buen susto”. Sin embargo, terminaron por asesinar
al profesor, a su esposa y a sus tres hijas, además de que la mayor de ellas fue abusada
sexualmente dos veces por uno de ellos. El único de los miembros de la familia que
sobrevivió fue el niño de 3 años, quien gracias a quedar inconsciente fue ignorado u olvidado
por criminales.

2. Posible tratamiento a la víctima después de los hechos


Podemos establecer en primer lugar, las características de la víctima, en este caso, el
niño pequeño. Según lo que se narra en el relato, el niño mantuvo hasta el final una actitud
tranquila, principalmente a causa de su falta de comprensión de los hechos, menciona cosas
cómo “A mamá la operó un doctor, pero salió mal” evidenciando que el niño a pesar de
asociar las imágenes a las que estuvo expuesto, tales como a sangre o incluso ver alguna
navaja, él asoció estas a una situación cotidiana y menos traumática. Adicionalmente, en los
últimos capítulos, se menciona que él niño junto con su abuelo viajaban en un vehículo y el
niño al ver una foto, dijo que el hombre en ella era quien había operado a su mamá, a pesar de
esto, luego podemos notar que esto no es así, por lo que se podría deducir que después de
unas semanas el niño empieza a tener distorsiones en su recuerdo, que más adelante podrán
ser aún más generalizadas. A partir de esto basaría mi intervención en los siguientes tres
puntos:

-No existe un estado de crisis, por lo tanto, no hay que provocarla intentando “tratarla”. Si
bien el sentido común nos dice que ser testigo de un evento como estos puede
desencadenar un trauma en el niño o una crisis emocional. Según los hechos, después de
un par de semanas el niño se adaptó adecuadamente a su vida con su abuelo, o eso narran.
Ante este sentido común se podría hacer una formación en cuanto a los signos que podría
presentar el niño que serían normales, por ejemplo, el llanto constante, por la falta
evidente de su núcleo familiar, presentar dificultades a la hora de comer, tener menos
interés en el juego, entre otras (UTCCB, 2014). Así pues, se podría hacer una mejor
contención de estas.

-Se debe establecer una red de apoyo estable que provea el entorno adecuado para el
desarrollo de aspectos tales cómo el apego, que son fundamentales para crecer con
normalidad. Por esto, sería bueno crean vínculos, de ser posible con la hermana de su
mamá quién siempre se mostró colaboradora con el caso y que podría unirse fácilmente
con el niño por su familiaridad.

-Se deben brindar algunas herramientas, tal vez no inmediatamente, que le permitan al
niño un mejor manejo o gestión de sus emociones, para que al crecer pueda hacer un
afrontamiento eficaz a los recuerdos que puedan quedar. Yo sugeriría que a partir de los 6
años el niño pudiera participar en algún tipo de entrenamiento en resolución de problemas
y regulación emocional, en cuanto a esto la literatura menciona que es de mucha utilidad
la implementación se secuencias de pasos para llegar a una solución, además la
instauración de elementos discriminativos que le permitan identificar las emociones
positivas y las negativas, junto con una serie de refuerzos a esta identificación por parte
de los cuidadores (Caycedo, Gutiérrez, Ascencio, y Delgado, 2008.)

3. Estrategias basadas en el tipo de programa y las características de los victimarios

La información obtenida a lo largo de los capítulos permite entender que a pesar de


que estas tres personas hayan cometido tan atroz crimen, no tenían factores que los llevaran a
ser un peligro para la sociedad, sino que gracias a la oportunidad y bajo el efecto de
sustancias psicoactivas como el alcohol resultados por desinhibir su comportamiento. Luego
cuando fueron capturados, si bien gracias a la profesionalidad de los policías no se dieron a
la huida, tampoco se opusieron a esta, ni intentaron negar los hechos en los que participaron.
De igual forma, fueron colaboradores en la narración de los hechos, y su intención no fue
evitar las consecuencias de sus actos. Además de esto, se puede resaltar que después de los
meses ellos, aparentemente volvieron a su vida normal, y no cometieron ningún otro crimen.
Por lo que sabemos, antes del evento ellos eran funcionales para la comunidad y para ellos
mismos, no hay reporte de algún tipo de comportamiento disruptivo, sino que por el contrario
a pesar de las condiciones de vulnerabilidad ellos laboraban y llevaban sus vidas personales
con normalidad. Considerando lo anterior, diría que el programa que sería necesaria llevar a
cabo con estos tres hombres se ubicaría en los programas de tratamiento de nivel básico pues,
por su comportamiento y también por sus edades (es decir motivación para no pasar mucho
tiempo en la cárcel) estarían mucho más adheridos al programa y a la intervención
terapéutica. Como decía anteriormente, superficialmente no parece haber mayor dificultad en
las áreas de ajuste de estos hombres y, por último, por su juventud y disposición podría llevar
fácilmente lo aprendido dentro del programa a su vida cotidiana. Se debe resaltar que uno de
ellos, el hombre que durante la fiesta presuntamente abusó de otra muchacha necesitaría una
evaluación más profunda pues parece haber una forma de relacionarse íntimamente con las
mujeres que no es la más adecuada y limita con lo abusivo constantemente. Finalmente, en
cuanto al tipo de profesionales que deberían involucrarse en la intervención, considero que
deben ser profesionales que logren hacer una evaluación de los factores que subyacen a este
tipo de comportamientos, además se necesitarían profesionales en el área del trabajo social
que movilizaran algunas instancias a nivel laboral o de habilidades para la vida, para que
estos hombres se alejaran lo mas posible a estas condiciones precarias en las que se
encontraban. En cuanto a la administración del programa creo que podrían ser personas
entrenadas en el mismo, y no necesariamente profesionales, considerando los costos y las
verdaderas necesidades de ellos. Por esto, los ubicaría en los programas de tratamiento de
nivel medio.

Referencias

Caycedo, C., Gutiérrez, C., Ascencio, V., & Delgado, Á. P. (2008). Regulación
emocional y entrenamiento en solución de problemas sociales como herramienta de
prevención para niños de 5 a 6 años. Artículos en PDF disponibles desde 1994 hasta
2013. A partir de 2014 visítenos en www. elsevier. es/sumapsicol, 12(2), 157-173.

Unidad de Trauma, Crisis y Conflictos de Barcelona (UTCCB). (2014) Primeros auxilios


psicológicos en niños de 0 a 3 años. Recuperado de
https://faros.hsjdbcn.org/es/articulo/primeros-auxilios-psicologicos-ninos-0-3-anos

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