Maria del Sol Ortiz Moreno-0000146711

¿Está la psicología orientada hacia la dirección correcta? Ensayo crítico

Considerando la perspectiva del autor es preciso decir que la psicología está

caminando hacia la cohesión, la coherencia y el trabajo en conjunto. Es decir, hacia una

reconciliación interna por medio de la unificación de criterios en la forma de ejercer la

profesión. Cabe aclarar que esto no quiere decir que los temas y los paradigmas desaparezcan

ni que toda la psicología vea los fenómenos de la misma manera, sino que mediante los

acuerdos y los diálogos heterogéneos se podrán reconciliar contradicciones del pasado

causadas principalmente por la ausencia de los encuentros. Lo anterior se materializa en la

invitación a ejercer teniendo en cuenta los resultados de las investigaciones, esto no solo con

el fin de fortalecer los datos sino de procurar la efectividad en la intervención en la que las

personas confían. De igual manera, la lectura plantea que esta ciencia está pronta a ser actora

fundamental en los cambios y en la toma de decisiones a nivel político, social y científico,

pues con la insignia de la congruencia en resultados, es decir de la rigurosidad, demostrará

con hechos que es capaz de hacerse cargo de los asuntos humanos, que sabe de lo que habla y

que tiene detrás de sus sugerencias una vasta investigación científica que no solo está basada

en los resultados de unos pocos que hablan de los mismo y que podrían dejarse llevar por el

sesgo de confirmación, sino que junto con ellos están los demás psicólogos que no son

partidarios del mismo paradigma pero que a través de sus resultados han encontrado

resultados similares.

Ahora bien, entre estos presurosos cambios, que suceden justo cuando pienso que ya

he aprendido algo ¿Qué camino me espera? A lo largo de mi formación como psicóloga he

concluido que, por medio de las acciones en contextos sociales y comunitarios, es decir desde

un contexto más global se pueden prever y disminuir drásticamente los males que aquejan

frecuentemente a las personas en su cotidianidad y en las diferentes dimensiones de su vida.

Por esto, considero que los pronósticos son alentadores pues, por una parte, las decisiones

que se están tomando dentro del gremio, como dije anteriormente, posicionarán mejor la

psicología en contextos de gran interés para mí, tales como la intervención desde

instituciones y acciones más globales, por ejemplo, el asesoramiento de políticas públicas, la

construcción de programas de psicoeducación y las acciones de prevención y promoción.

Finalmente, y con relación a lo mencionado en el párrafo anterior, me motiva

profundamente la intervención en los sistemas en los que se sumerge la persona más que la

intervención terapéutica individual. No porque considere que estos problemas son de menor

importancia, sino que con el tiempo me he dado cuenta de que el acceso a la salud mental

está muy delimitado por los recursos socioeconómicos que pueda tener una persona.

Entonces, ¿qué pasa con todo aquel que no vive en el centro del país? o ¿aquellas que viven

en zonas rurales preocupados por la satisfacción de sus necesidades más básicas? Por esta

razón, me cuesta pensarme en una práctica o una investigación que busque entender las

nuevas formas de ser de las personas influenciadas por la digitalización, cuando muchas de

ellas en este país ni siquiera acceden a esos niveles transformativos a los que sí están

expuestos otros. Por esto pienso que mis primeras aproximaciones no estarán en consonancia

con lo retos modernos que propone el autor, a menos que como dije anteriormente busqué la

prevención de las consecuencias negativas causadas por su uso.