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BIBLIOTECA IBEROAMERICANA DE ENSAYO/8 Fernando Broncano

COLECCION DIRIGIDA POR MANUEL CRUZ, JULIANA GONZÁLEZ y LEON OLIVÉ

1. Fernando Salmerón - Diversidad cultural y tolerancia


2. Isabel Cabrera - Ellado oscuro de Dios
3. Luis Villoro - Estado plural. pluralidad de culturas
4. Mercedes de la Garza - Rostros de 10 sagrado en el mundo maya
5. Ezequiel de Olaso - Jugar en serio. Aventuras de Barges
6. León Olívé - MulticulturaJismo y pluralismo
7. Ernesto Garzón Valdés - Instituciones suicidas. Estudios de ética y política
8. Fernando Broncano - Mundos artificiales. Filosofía del cambio tecnológico
9. Fernando Escalante Gonzalbo - La mirada de Dios. Estudio sobre la cultura
del sufrimiento
Mundos artificiales
Filosofía del cambio tecnológico

Facultad de Pnosoña y Letras


Universidad Nacional Autónomade México
SUMARIO

Prólogo.......................................................... 11

Introducción..................................................... 15

La mirada de Ulises: la racionalidad tecnológica y sus críticos... 19


iEn qué consiste el problema de la racionalidad
tecnológica?........................................... 19
El determinismo tecnológico o el sueño de la razón que
cultura Libre produce monstruos.................................... 28
JI'edición, 2000 Pierre Menard, inventor de la bicicleta o la frivolidad del
constructivismo........................................ 39
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del copy-
right, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta La pregunta por Heidegger: el desasimiento de la técnica
obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento y el control democrático de las alternativas
informático, y la distribución de ejemplaresde ella mediante alquiler o préstamo públicos
tecnológicas............................................ 55
La racionalidad como astucia de la razón. .. .. . . .. . . .. . .. . 71
D.R. © 2000 de todas las ediciones en castellano, Resumen.................................................... 77
Editorial Paidós Mexicana, S.A. Sugerencias bibliográficas.................................. 79
Rubén Darlo 118, col. Moderna, 03510, México, O.E
Te!.: 5579-5922, Fax: 5590-4361
D.R. © Editorial Paidós SAICF Mundos artificiales.............................................. 81
Defensa 599, Buenos Aires La tecnología y sus alrededores: la ciencia, las técnicas,
D.R. © Ediciones Paidós Ibérica, S.A. las ciencias de lo artificial. .. .. .. . .. .. .. .. . .. . .. . . .. . .. . 83
Mariano Cubí 92,08021, Barcelona De la división entre lo natural y lo artificial. . . .. . .. . .. . .. . 99
Diseñando mundos artificiales................ .. .. .. .. .. .. 116
Coeditan: Editorial Paidós Mexicana, S.A.,
y Facultad de Filosofía y Letras,
Resumen.. . . .. . .. . . .. . . .. . .. .. . .. .. .. . .. . . .. . .. .. . . . . .. . .. .. 129
Universidad Nacional Autónoma de México Sugerencias bibliográficas.................................. 130

La lógica del diseño yel sujeto de las decisiones tecnológicas... 133


ISBN: 968-853-450-1
La tensión entre innovación y riesgo...................... 135
iQuién diseña los objetos?................................ 139
Impreso en México - Printed in Mexico Los diseños: ¿árboles o redes'.............................. 154

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8 MUNDOS ARTlPICIALES SUMARIO 9

¿Tienealguna lógica el cambio tecnológico? Lainteracción Resumen. . . . . . . .. . . . . .. . . . .. . . .. . . . . . . .. . . .. . . . . . .. .. .. . .. .. 282


de los patrones y las habilidades en los diseños.... ..... 165 Sugerencias bibliográficas... .. . .. . .. . . .. .. . .. . .. . . .. . . .. . . . 283
Resumen. .. . . . . . . . .. .. . . . .. . .. . . .. . . . . .. . . . .. . . . .. . . . . .. . . . . 170
Sugerencias bibliográficas......... .. . . . . .. . .. . .. . .. . .. . . .. . 171 Epílogo: los viejos cacharros nunca mueren. . . .. . . .. . . .. . .. . . . 285
Los espacios olvidados.... .. . .. . . .. . .. .. . .. . .. . . .. . .. . .. . . . 285
El cambio técnico y la evolución. . . .. . . . . .. . .. . .. . .. . .. . .. . . .. . 173 Acerca de la conservación de especies y sus argumentos. . 287
Algunos problemas en la explicación del cambio La cultura de los artefactos................................. 293
tecnológico............................................. 175 Los objetos también están sometidos a evolución. . .. . .. . 296
La perspectiva evolucionista: cambio, evolución, progreso La conservación de los artefactos.......................... 299
yel problema de Elster.. . 185
La teoría económica evolucionista......................... 193 Bibliografía. . . .. . .. .. . . . . .. . . .. . .. . . .. . . . .. . . .. . . . .. . . . . .. .. . . . .. 305
La teoría culturalista del cambio tecnológico:
la tecnología como conocimiento. .. .. . . . . .. . . .. . . .. . 210
La evolución de los artefactos. . .. . .. . .. . .. .. . . .. . .. . .. . . .. . 219
Resumen. .. . . . . . . . .. .. . . . .. . . .. . .. .. . . .. . . . .. . . . .. . . . . . .. . . . 223
Sugerencias bibliográfícas.. .. .. . .. . .. .. . . .. . .. .. . . .. . .. . .. . 224

El control social de la tecnología y los valores internos del


ingeniero. .. . . .. . . . . .. .. . . . .. .. . . .. . . . . . .. . .. . . . . .. .. . . . .. . 225
Los dilemas del control social de la tecnología. . . .. . . .. . . 225
Las bases normativas del sujeto tecnológico: el punto de
vista del ingeniero..................................... 231
La emergencia de una tradición interna................... 235
El diseño participativo y las tensiones internas entre
valores. . . .. .. . . . .. . . .. . .. . . .. . . .. . . .. . . .. . . . . . . . .. . . . .. . 248
Resumen.................................................... 256
Sugerencias bibliográficas.................................. 257

Controversias tecnológicas y racionalidad colectiva. . . .. .. . . .. 259


La invención de las controversias tecnológicas............ 259
Entre la discusión y el conflicto. . .. . . .. .. . .. . .. . .. . .. . . .. . . 263
Bienes (y males) públicos en el desarrollo tecnológico. . . 268
Dilemas de acción colectiva en el caso de bienes
públicos..... 272
Dimensiones de la gestión colectiva del desarrollo
tecnológico............................................. 275
Las controversias y los costos de segundo orden:
la institucionalización del cambio tecnológico...... 279
PRÓLOGO

• Q U I É N SE ACUERDA DE LA COMIDA DE ALGAS? Dos décadas

l de investigación para obtener proteínas de las al-


gas llevaron a una vía muerta: sabían mal y eran
muy caras de obtener. Otra oportunidad perdida. Otras veces
hay suerte y se consigue: alguien inventa el clip y de pronto
descubrimos que teníamos necesidad de ordenar los papeles
de la mesa. En el principio fue la rueda, la palanca, el plano
inclinado y poco más. Todo se fue enredando: el tornillo, la
rueda de molino, los batanes... y después los ingeniatores, las
escuelas politécnicas, la revolución industrial, los movimien-
tos ecologistas, los cyborgs, el miedo, la carrera por lo último. La
tecnología es la parte que más ha cambiado del ser humano.
Este libro es una reflexión sobre varios aspectos del cambio
tecnológico, sobre lo mucho que ignoramos y sobre lo dificil
que es integrar el cambio tecnológico en la sociedad democrá-
tica. Sobre lo fácil que es la manipulación del miedo y del deseo
y sobre lo dificil que es la reflexión sensata acerca de las posibi-
lidades y las alternativas tecnológicas. Hay una moralina protec-
nológica y una moralina antitecnológica, Las dos son gratis, son
otros los que pagan los costos: los riesgos y las oportunidades
perdidas. Es desesperante tener que recordar que la tecnología
no es otra cosa que la transformación colectiva de la realidad,
que no se transforma hacia ningún lugar, hacia ningún mundo
perfecto, sino desde este tiempo y lugar Ydesde este mundo imper-
fecto. Yque lo hacen seres imperfectos, que tienen que ir apren-
diendo sobre la marcha, aprovechando los muchos errores y los
ocasionales aciertos.

11
12 MUNDOS ARTIFICIALES PRÓLOGO 13

El punto de vista es filosófico. Pero el filósofo no tiene convirtiendo en imprescindible. Manolo Liz, Margarita Váz-
un punto de vista privilegiado, no se ha subido en una esca- quez, Javier Aracil, Jesús Ezquerro (a quien debo una cuida-
lera y ve desde arriba el salón y la reunión. Pasea, habla con dosa revisión), Pepa Toribio, Alfonso Bravo, Mikel Olazarán:
unos y con otros, pregunta, escucha y de vez en cuando le- con ellos aprendí a pensar sobre la técnica. Más recientemen-
vanta las cejas: su punto de vista es el del curioso que se mue- te, Javier Echeverría, Eulalia Pérez Sedeño, Toni Doménech,
ve de uno a otro corrillo y no se queda definitivamente en Camilo Cela Conde, Eduardo Albar, Santiago López Carcía:
ninguno. Al final de la fiesta levanta acta y dice lo que ha vis- gracias a ellos el océano de mi ignorancia tiene algunas islas.
to: lo que ha podido ver y escuchar. Hegel decía lo mismo Ernesto Sosa, Marcelo Sabatés, Eduardo Rabossi, David Sosa,
con mejores metáforas: el búho de Minerva levanta su vuelo León Olivé, han sido de excepcional ayuda en los últimos
al atardecer de la historia, pensar el tiempo presente con cate- meses y lo han sido mucho más en los últimos años. Manuel
gorías de lo universal, etc. Al fin y al cabo, intentar dar cuenta Cruz, con su apoyo constante, y Laura Lecuona, con su cuida-
de lo que pasa, interpretar los signos, poner palabras a nues- do profesional, han hecho posible y gratificante el proceso
tros temores y a nuestras mejores intenciones. Su voz es una de edición. Quedan muchos otros, quedan Paquita, Alicia,
voz más. Bienvenida si tiene algo que decir; prescindible si es Fernando.
una voz engolada que suelta sartas de tópicos adornados de
términos abstrusos. Conocí a uno que cuando se liaba siem-
pre acababa la parrafada con la misma predecible sentencia:
«j Esto es episternológico!» Pensaba que así añadía profundi-
dad a su discurso. Aquí se adopta una actitud diferente, la de
la filosofía analítica. Que no es otra cosa que pelearse con el
lenguaje y el pensamiento para decir las cosas claramente: to-
do lo que se puede pensar, se puede pensar claramente, todo
lo que se puede decir, se puede decir con claridad. El filósofo
analítico es el que toma la actitud contraria al que leía el tex-
to a la señora de la limpieza y si ella lo había entendido, lo
corregía para oscurecerlo un poco. Al contrario: si la señora
de la limpieza no lo entiende, es que tú tampoco lo has en-
tendido. No se excluye el uso de algunos términos técnicos
como «epistemológico», «metafísico», etc., pero no hay que
darles demasiada importancia.
Para acabar, mi agradecimiento a aquellas personas que
me han ayudado a pensar más claramente sobre estas cues-
tiones. Miguel Ángel Quintanilla, Jesús Vega, Bruno Maltrás,
son los más cercanos y con los que necesito discutir continua-
mente. A Jesús le reitero mi agradecimiento: su ayuda se va
INTRODUCCIÓN

sm LIBRO SE ORGANIZA EN SEIS CAPtTuLOS más un epílogo.

E Consiste en una reflexión filosófica sobre la tecnología


como fenómeno histórico e institucional que aparece
con la Revolución Industrial. Puede ser leído alternativamen-
te como un ensayo o como un manual sobre filosofía de la
tecnología.
El primer capítulo reconsidera tres líneas de pensamiento fi-
losófico sobre la tecnología a cuyo trasluz vamos a delinear las
tesis principales del libro. Estastesis son, en primer lugar, el de-
terminismo tecnológico, base fundamental del pesimismo que
ha sostenido a muchas filosofías, aunque también base implí-
cita del optimismo del que hacen gala muchas versiones pro-
pagandísticas; en segundo lugar, el constructivismo social, de
origen filosófico posmoderno, una corriente que goza de una
creciente popularidad en numerosos círculos; en tercer lugar, la
concepción «situada» de origen heideggeriano. Sopesamos sus
argumentos y los mensajes que han aportado al dominio co-
mún y criticamos aquellas tesis de las que discrepamos. Es un
capítulo que tiene un cierto carácter histórico como desarrollo
de las aportaciones filosóficas más importantes, pero es sobre
todo una guía para delimitar las posiciones siguientes. Elcapítu-
lo termina con una propuesta sobre la lógica de la tecnología
en la historia o, si se quiere, sobre su racionalidad, que se resu-
me en la capacidad de crear y aprovechar oportunidades. Esta
idea es el eje central de todo el libro, que discurrirá alrededor de
ella desde varias posiciones.

15
16 MUNDOS ARTIFICIALES INTRODUCCIÓN 17

El segundo capítulo es una teoría sobre la naturaleza de pueden iluminarse y entenderse tomando algunas nociones
los artefactos tecnológicos y una demarcación de la tecnolo- de la teoría de la evolución biológica.
gía frente a otros fenómenos culturales como la ciencia. La Los capítulos quinto y sexto se dedican a los problemas
tesis central es que los artefactos tecnológicos tienen una pro- normativos y sociales que plantea el cambio tecnológico. Se
piedad, la composicionalidad de sus partes y funciones, que defiende la idea de que la tecnología contemporánea ha des-
explica la capacidad de crear continuamente nuevos artefac~os cubierto de manera irreversible la necesidad de formar con-
a partir de un trasfondo limitado de recursos. La composicio- sensos y estructuras sociales estables de reflexión y control
nalidad establece una relación entre la estructura abstracta de sobre el cambio técnico. En el debate social sobre las opcio-
los artefactos, su diseño, y las operaciones de innovación y nes tecnológicas no todos los intereses son iguales. Una con-
producción que dan nacimiento a los artefactos. dición de legitimidad es separar los intereses de cada grupo y
El tercer capítulo desarrolla la idea de diseño en tanto observar las normas a las que obedecen. En el capítulo quin-
que actividad social. La emergencia de la capa~idad de dis,;- to planteamos la perspectiva del ingeniero, o si se quiere, de
ñar como operación abstracta fue lo que separo la tecnología los sistemas de innovación, como una de las perspectivas in-
de las técnicas artesanales, supuso una revolución en la divi- volucradas en el desarrollo tecnológico. Planteamos la idea
sión social del trabajo que condujo al complejo sistema con- de que la capacidad de consenso y negociación no excluye la
temporáneo y creó un nuevo dominio cultural y profesional. atención, el respeto y la legitimación del punto de vista inter-
La capacidad de crear colectivamente nuevos artefactos fue no de los ingenieros.
posible por la emergencia de nuevas formas de le~guaJe y re- En el capítulo sexto proponemos un modelo de contro-
presentación de los objetos futuros. Se propone la Idea de pa- versia y consenso social que, por un lado, concede crédito al
trones como concepto que categoriza y ordena los recursos pesimismo de la razón en lo que a las capacidades reales de
de los que se dispone para diseñar nuevos objetos y procesos. formación estable de consensos se refiere y, por otro lado, no
El cuarto capítulo aborda el problema de la forma del desmaya en un optimismo de la voluntad de construir el há-
cambio técnico. Debido a un compromiso determinista im- bito institucional de la controversia.
plícito en la mayoría de las aproximaciones (optimistas y pe- El epílogo, por último, es una llamada desesperada al
simistas) a la tecnología, el cambio técnico se ha tratado cultivo de la cultura tecnológica, lejos de la admiración reve-
generalmente como algo no proble~áti~o, sin mayor in~erés rencial y del desprecio a todo lo que tradicionalmente se ha
teórico. La llamada corriente evolucionista en economía se considerado bajo y de poco interés para la «alta cultura». La
ha encargado de mostrar los aspectos contingentes, histór~cos defensa del «medio ambiente artificial» es una metáfora so-
del cambio técnico y la enorme sensibilidad de este cambio a bre la urgente necesidad de extender la sensibilidad social
pequeñas variaciones en el medio. En este capítul.o anali~a­ hacia nuestras propias realizaciones técnicas. Del mismo mo-
mas el concepto de cambio técnico, su forma y vanas teorías, do que el humanismo renacentista propagó el respeto a los
entre ellas la de la economía evolucionista, que han tratado objetos de arte, se aboga por una nueva forma expandida de
este concepto. En general sostenemos un patrón neoevolu- humanismo que reconcilie a la cultura con sus propias pro-
cionista que deriva de la idea de que la tecnología, como otros ducciones.
sistemas culturales, está sometida a procesos de cambio que
LA MIRADA DE U LISES:
LA RACIONALIDAD
TECNOLÓGICA Y
SUS CRÍTICOS

El navegante Odisea engaña a las divinida-


des naturales como en un tiempo hacía el
viajero civilizado con los salvajes, a quienes
ofrecía piedras de vidrio multicolor a cam-
bio de marfil.
M. HORKHEIMF,R y T.W. ADORNO,
Dialécticade la Ilustración

¿EN QUÉ CONSISTE EL PROBLEMA DE LA RACIONALIDAD TECNOLÓGICA?

Pensar la racionalidad en el ojo del huracán

Treinta años después de la revolución tecnológica, de la ex-


tensión universal de las tecnologias de la información, de la
transformación del mundo en un sistema complejo de in-
teracciones, del acceso inmediato y cotidiano a cualquier
hecho lejano en los estrechos intervalos de tiempo que per-
miten los medios de comunicación, de la duda escéptica so-
bre los proyectos sociales de liberación que dominaron el
siglo, de la emergencia de nuevos imaginarios sociales como
los cyborgs y los mundos después del desastre, treinta años

19
20 MUNDOS ARTIFICIALES tA MIRADA DE UUSES 21

después del 68, la tecnología se ha ganado el puesto de pro- diendo a la dimensión de sus consecuencias económicas, so-
blema filosófico de primer orden. La tecnología ha desbanca- ciales, ambientales o científicas. Si bien es cierto, por citar es-
do al mundo físico y al mundo social de su lugar de objetos te último caso de la ciencia, que el desarrollo tecnológico
privilegiados de reflexión que ocuparon en las edades clási- sería imposible sin la ciencia, no es menos cierto que ningu-
cas de la filosofía y en épocas más recientes (el siglo XIX) res- na de las investigaciones científicas avanzadas serían posibles
pectivamente. Y se ha alzado a ese puesto por la cercanía de sin la tecnología contemporánea. La tecnología ha converti-
los sistemas tecnológicos en todos los intersticios de la vida: do la ciencia en un sistema masivo de investigación que de-
cotidiana, social, histórica. El horizonte que nos rodea, el pende de los analizadores automáticos, de los procesadores
paisaje que observamos todos los días e incluso lo que per- de información, de los materiales avanzados, de los grandes
manece oculto, como lo están las ondas electromagnéticas sistemas de observación, de las redes informáticas. Esta capa-
que .traen la información a nuestros aparatos, conforma cidad de impregnar el conjunto de todas nuestras dimensio-
nuestra nueva naturaleza y el ámbito de nuestras preguntas nes culturales y sociales nos obliga a repensar su naturaleza y
últimas. a reflexionar sobre la novedad de su creciente dominio.
Lo que nos es más inmediato no es por ello lo más senci- La primera de las cuestiones filosóficas es la racionalidad
llo y accesible al pensamiento. La cercanía ciega: es aleccio- tecnológica. Daniel Bell, uno de los economistas que estu-
nador que a Marx, el pensador de más larga y aguda vista del diaron en los años sesenta y setenta las nuevas características
siglo XIX, se le escapara precisamente el marco que estaba de- de la sociedad nacida de la tecnología dice en su libro más
terminando el siglo siguiente, la nueva importancia del Esta- conocido, El advenimiento de la sociedad postindustrial:
do y de la sociedad civil, de modo que el marxismo nunca
llegó a tener una teoría del Estado. De modo análogo, la gran La tecnología ha creado una nueva definición de racionalidad,
filosofía de nuestro siglo (la epistemología y metafísica) ha una nueva forma de pensamiento, que pone de relieve las rela-
ciones funcionales y las cuantitativas. Sus criterios de actuación
estado dominada por el fenómeno de la ciencia, por la omni-
son los de la eficiencia y la optimización, o sea, una utilización
presencia del lenguaje, de las estructuras representacionales y de los recursos con el mínimo costo y el mínimo esfuerzo. Esta
de los marcos conceptuales, y ha sido incapaz de pensar lo nueva definición de la racionalidad funcional encuentra su
que precisamente estaba transformando la ciencia contem- transferencia en nuevas formas de educación, en las que las
poránea: la creciente dependencia de la tecnología, de las nuevas técnicas cuantitativas de la ingeniería y la economía
prácticas no lingüísticas, de los procesos de institucionaliza- desbordan a los métodos más viejos de la especulación, la tra-
ción y colectivización que son la marca de agua de la tecno- dición y la razón [p. 222).
logía contemporánea.
La tecnología significa la irrupción de grandes sistemas La afirmación de Bell es doble:
en los que están implicados técnicas, conocimientos, institu- 1) La forma de la racionalidad tecnológica es la racionali-
ciones sociales, investigadores e ingenieros y patrones de dad instrumental.
uso. Es un producto de transformaciones industriales, econó- 2) La racionalidad tecnológica es nueva en la historia.
micas, políticas y científicas que han situado el desarrollo
tecnológico como la fuerza económica más importante, aten-
22 MUNDOS AltTIFICIALES LA MIRADA DE ULlSES 23

Sospecha y escepticismo lagos, economistas o filósofos que no denuncian radicalmen-


te el fenómeno tecnológico, lo que de verdad hacen es ocultar
Esta alegada irrupción de una nueva definición de racionali- bajo el lenguaje aséptico del cambio tecnológico, entendido
dad ha desembocado en el más agrio de los debates filosófi- como un desarrollo autónomo de artefactos y procesos, la es-
cos. Unos han celebrado la nueva forma de racionalidad, pesa mezcla de intereses políticos y económicos que son la
otros han dedicado sus esfuerzos a su aclaración y otros, por verdadera explicación de la tecnología en las sociedades con-
fin, han desarrollado una nueva forma de escepticismo. Por temporáneas. De manera que la cuestión de la no racionalidad
debajo de muchas filosofías contemporáneas que han estu- de la tecnología llevaría incluida la denuncia de la ocultación
diado el fenómeno tecnológico subyace una actitud de sos- culpable de este hecho por quienes se consideran abande-
pecha acerca de la propia racionalidad de la técnica: aun si rados de la nueva racionalidad. Así, la tarea del intelectual
las decisiones tecnológicas concretas son racionales, puede auténticamente crítico sería denunciar a los teóricos de la ra-
ocurrir que la misma práctica de la tecnología no searacional. Es- cionalidad para que por fin el pueblo se dé cuenta de que el
o ta sospecha, signo de un nuevo escepticismo, sostiene la tesis emperador está desnudo y que su ropaje racional no era más
de que la tecnología es racional sólo en apariencia, mas no que una ilusión.
en la realidad: el creciente dominio de la tecnología implica- La forma más importante de escepticismo contemporá- '
ría la expansión correlativa de la racionalidad instrumental; neo es la que considera imposible distinguir las razones téc-
pero esta aparente extensión de la racionalidad instrumen- nicas de otras razones económicas, sociales o políticas. Uno
tal, optimizadora y cuantitativa, ocultaría una paralela exten- de los más conspicuos defensores del llamado «constructivis-
sión de la incapacidad para hacemos cargo de nuestro mo socia¡", Michael Callan, lo expresa de esta forma:
destino, bien a causa de que la tecnología se haya convertido
en una fuerza autónoma, bien a causa de que haya amplifica- Lo que estoy cuestionando aquí es la afirmación de que es po-
do y al mismo tiempo ocultado las relaciones de poder, bien sible distinguir durante el proceso de innovación fases o activi-
; a causa de que nos haya cegado filosóficamente para hacer- dades que son distintivamente técnicas o científicas de otras
que están guiadas por una lógica económica o comercial [Ca-
nos incapaces de pensar nuestro puesto en el mundo.
llon 1, p. 83].
y esta sospecha se extiende a todos los que pretenden
una reflexión menos apocalíptica sobre la naturaleza de la
tecnología. Se sospecha, para decirlo en dos palabras, que se ¿Por qué es escéptica esta forma de pensar? La razón no está
hace una «filosofía pagada por la empresa»! y que los soció- en lo que afirma, sino en lo que niega. El escéptico respecto
al conocimiento no es el que postula la presencia de factores
1 La expresión es de Staudenmaier; y se refiere a quienes cultivan el sociales en el conocimiento, lo que no puede ser negado, si-
modo «whig}) (liberal) de escribir la historia de la tecnología. Se aplica este no el que niega que, además, la verdad tenga también algo
calificativo a los historiadores de la ciencia que reconstruyen la ciencia des-
de las categorías del presente, y todo el proceso anterior como un proceso
que conduce al estado actual, de manera que resulta en una historia al la historia como una historia de artefactos y genios inventores. Se diría de
margen de todo contexto y que pierde por tanto su carácter histórico. Lo ellos que habrían sido pagados por la empresa para ocultar detrás de los
aplicamos por extensión a los historiadores de la tecnologfa que escriben artefactos todos los conflictos.
24 MUNDOS ARTIFiCIALES loA MInADA DE lIL1SES 25

que ver con nuestra aceptación justificada de las teorías. El poder de la fuerza sin importar que los medios destruyan la
escéptico respecto a la tecnología es, análogamente, el que esfera pública de la controversia.
niega que la eficiencia tenga que ver con el cambio tecnológi- Pero además de su impotencia práctica, el escepticismo
co, no el que afirma que en el desarrollo de la tecnología los se basa en muchos casos en afirmaciones confusas y genera-
factores tienen una índole diversa. les sobre la racionalidad tecnológica que impiden analizar
con detalle los sistemas tecnológicos. Y ésta es una de las ta-
reas más urgentes pues, mientras que la cultura nos ha dota-
Razones para no serescéptico do de instrumentos teóricos muy potentes para el estudio de
los sistemas intelectuales, la práctica humana y el complejo
¿Tenemos razones para no aceptar estas posiciones escépticas de prácticas que llamamos tecnología en particular han que-
de sospecha sistemática?, ¿se puede ser lúcido y crítico sin dado al margen de la reflexión filosófica. En esta situación
necesidad de adoptar una actitud desesperada ante toda jus- los pronunciamientos de principio y en términos generales
tificación racional de las decisiones tecnológicas? Al contra- nos impiden enfocar los detalles sobre los que tal vez podría-
rio, solamente el abandono del escepticismo nos capacitará mos realizar una evaluación racional de los pros y los contras
para la comprensión crítica de la tecnología. de los sistemas tecnológicos contemporáneos.
El escéptico puede serlo hacia la teoría o hacia la práctica: Por último, el escepticismo no resuelve, sino que aumen-
el escepticismo teórico se refiere al conocimiento en general ta, el temor (O su contrario, la admiración) irracional por las
y al conocimiento científico en particular; el práctico puede innovaciones tecnológicas. Adoptar un punto de vista tan ge-
referirse a instituciones como la política o el Estado, de for- neral impide una transformación de la conciencia pública.
ma indiscriminada o, en nuestro caso, hacia el sistema tecno- En definitiva, el escepticismo de principio acerca del fe-
lógico en su conjunto. En primera instancia aparece como nómeno de la tecnología tiene problemas de compatibilidad
una actitud crítica y se presenta a sí mismo como una suerte con una actitud racional en las controversias tecnológicas y
de terapia, pero en realidad es una actitud que nos incapacita es incapaz de hacer propuestas acerca de cómo decidir demo-
para la crítica. Pues el escéptico por principio es como aquel cráticamente las estrategias tecnológicas más adecuadas.
que en el contexto de discusiones sobre la justicia o la injusti-
cia de acciones o sucesos particulares siempre afirma cosas
como «aquí cada uno va a lo suyo» o expresiones similares. La racionalidad colectiva como proyecto
Lo malo de esta actitud, en apariencia crítica, es que evita de
hecho el rendir cuentas de las acciones y consecuencias con- La cuestión de la racionalidad de la tecnología no es más que la
cretas que han sido expuestas para su discusión. El escepticis- cuestión de la racionalidad de las opciones tecnológicas so-
mo general acerca de la tecnología socava cualquier propuesta bre las que nos cabe decidir democrática y colectivamente. y,
tecnológica y cualquier intervención racional en una contro- como en cualquier decisión individual o colectiva, podemos
versia tecnológica, abriendo la puerta para que tal controver- razonar a favor y en contra de las razones que nos mueven a
sia degenere en una polémica en la que ganará quien tenga el esta decisión, pero no podemos dejarnos caer en el escepti-
cismo generalizado. El núcleo de la cuestión es cómo pueden
26 MUNDOS ARTIFICIALES LA MIRADA DE ULlSES 27

ser racionales las decisiones tecnológicas en las que están in- este punto de vista, se puede entender también como la cues-
volucrados muchos y muy heterogéneos actores. tión de si las trayectorias tecnológicas promueven a largo pla-
La racionalidad es una propiedad que puede predicarse zo los valores incluidos en el ethos de la tecnología.
de las decisiones individuales o colectivas, de las decisiones La noción de racionalidad es normativa, es decir, permite
atómicas o de los planes complejos, de las acciones puntua- criticar las decisiones no racionales, pero no tiene por qué ser
les o de las trayectorias históricas. A medida que vamos as- absurdamente normativa, «utópica», en el sentido de que
cendiendo en la escala de la complejidad ascendemos hasta solamente pueda ser ejercida por seres perfectos, porque en-
el nivel hegeliano de la racionalidad en la historia. Así, en tonces conduciría a una teoría hipócrita de las acciones hu-
una escala grande, hablamos de la racionalidad del desarro- manas. La tensión entre lo descriptivo y lo normativo es y
llo científico para referirnos a trayectorias largas en la historia debe ser constitutiva de cualquier teoría de la racionalidad.
de la ciencia en las que están involucrados cambios teóricos Una teoría de la racionalidad que tuviera como consecuencia
profundos. Pero los grandes episodios están compuestos por que la gran mayoría de las decisiones son irracionales sería
decisiones rápidas adoptadas sobre la base de la información una teoría hipócrita; paralelamente, una teoría que por ser
relevante en el contexto inmediato. Son decisiones que to- consentidora de los errores nos impidiera la crítica de las de-
man agentes motivados por los más variados intereses, entre cisiones y llevase a la consecuencia de que todo lo real es ra-
los que no siempre destaca 'la búsqueda de la verdad como el cional sería igualmente ciega e inútil. La racionalidad, para ir
primero de la agenda. El problema de la racionalidad del de- avanzando conceptos, se parece mucho al concepto de salud:
sarrollo científico se puede reescribir así: cómo estas decisio- es borrosamente normativo pero no nos impide las decisio-
nes de corto alcance pueden componer una trayectoria en la nes precisas. No tenemos una idea de qué puede ser la salud
que, en términos generales, aumente la verdad de nuestros perfecta pero sí tenemos las percepciones claras de la enfer-
conocimientos y disminuya la falsedad. En el caso de la tec- medad' pace Foucault y todos los que creen que la enferme-
nología el problema es similar, aunque centrado en la efi- dad es una mera construcción social del poder.
ciencia, con el añadido de que involucra agentes mucho más En este capítulo no vamos a exponer positivamente cuál
heterogéneos, intereses mucho más variados y acciones que es la noción de racionalidad tecnológica que consideramos
no son, o al menos no prioritariamente, epistémicas. adecuada. Haremos más bien un negativo de esta noción
La racionalidad no excluye la existencia de valores, por contrastándola con las concepciones que han sido dominan-
muy instrumental que se quiera. Es el ordenamiento de los tes en la filosofía de la tecnología de los últimos años:
valores lo que está en juego y lo que hace racional la empresa 1) El determinismo tecnológico o la tesis de que la tecno-
de la tecnología. Al igual que en la ciencia existe un código de logía es autónoma y modela la sociedad al margen de
valores, también hay valores intrínsecos que componen el las intenciones de sus miembros.
ethos particular de la tecnología, que no siempre es admitido 2) El constructivismo social, o la tesis de que los objetos y
y reconocido, un ethos que, al igual que sucede con la ciencia los sistemas tecnológicos son un conglomerado de inte-
en lo que respecta a la búsqueda de la verdad y la prevención reses indistintos en los que priman los sociales.
del error, no puede olvidarse sin salir del terreno interno de la 3) La visión heideggeriana de la tecnología como un modo
tradición tecnológica. La racionalidad de la tecnología, desde metafísico de ser.
28 MUNDOS ARTIFICIALES LA MIRADA DE ULISES 29

Cada una de estas visiones tiene un mensaje que hay que nipulación del fluido vital era ya sólo cuestión de tiempo. Y
escuchar y un conjunto de hipérboles y exageraciones con las en ese contexto nació el monstruo creado por el doctor Fran-
que no tenemos por qué cargar necesariamente. kenstein, un objeto/sujeto que cobraba vida autónoma y que
tomaba sus propias decisiones dirigidas por un lógica impla-
cable que producía un terror hasta ahora desconocido entre
EL DETERMINISMO TECNOLÓGICO o EL SUEÑO DE lA RAZÓN todas las fuentes anteriores de inseguridad, plagas, hambru-
QUE PRODUCE MONSrRUOS nas, rayos, inundaciones, guerras. ¿Estaba loco el doctor
Frankenstein o era simplemente inmoral?, ¿quizás simple-
Los hijos de Mary Shelley mente estaba haciendo algo ilegal o políticamente incorrec-
to?, o tal vez sólo se dejaba llevar por una lógica implacable
El monstruo «creado» por el doctor Frankenstein es una cria- de causas encadenadas.
tura verdaderamente exigente. Una vez que comenzó a tomar Un influyente núcleo de pensadores de este siglo ha exten-
conciencia de las cosas y observó la felicidad de los pobres dido la sospecha sobre la irracionalidad del cambio tecnológi-
exigió a su creador que le «construyera» una compañera, y su co. La posición es conocida por el término de «determinismo
creador supo que si cedía a sus deseos habría creado una es- tecnológico». Iacques Ellul, Lewis Mumford y recientemente
pecie que odiaría a los humanos. Mary Shelley nos recuerda Langdon Winner son los filósofos más conocidos defensores
en su novela el relato del Génesis, precisamente en el mo- de esta forma de determinismo. La tecnología se habría con-
mento en que Dios descubre que ha hecho las cosas mal y vertido en un sistema autónomo, en una especie de nuevo y
tiene que arreglarlas a toda prisa con una costilla de Adán. peligroso Levíathan que arrasa con su dinámica todos los sis-
Las creaturas que uno crea se vengan pidiendo y pidiendo sin temas humanos, económicos, políticos, culturales y cual-
parar. Cuando Mary Shelley escribió El doctor Frankenstein la quier tipo de relación entre individuos y grupos. Ellul escribe
nueva tecnología, fruto del encuentro entre los modos de in- «La técnica se ha convertido en el nuevo y específico milieu en
vestigación científica y la innovación artesana en el nuevo el que se obliga a existir al hombre [... 1. Es artificial, autóno-
marco del protocapitalismo, recorría y transformaba Europa ma e independiente de toda intervención hurnana.»>
y América a toda velocidad. Se habían descubierto tipos nue- La tesis del determinismo tecnológico se presenta en dos
vos de fuerzas, el universo se había llenado de fluidos lumi- formatos: en primer lugar como una tesis de contenido ético,
nosos, magnéticos, calóricos, eléctricos y algunos pensaban político y en general normativo; en segundo lugar como una
que la vida no era más que un tipo de fuerza entre otros, un tesis de contenido empírico, como una teoría de la historia."
fluido vitaJ.2 Cabría imaginar que el descubrimiento y la ma-
justicia británica. Les resultaba ilustrativo al parecer observar cómo las
2 No se ha observado sino hastamuy recientemente que Mary Shelley re- mandíbulas se contraían en horribles gestos y las manos agarraban con
fiereen su libro experimentosreales que pudo observar en Londres. Charlct- fuerza al experimentador o al público.
te Sleigh ha reconstruido los experimentos que realizó GiovaniAldini, sobri- 3 Ellul [p. 10) citado en Roe Smith [p. 47).
no de Galvani, durante el año 1802 en la Royal Humane Society. Entre ellos 4 Esta distinción es analizada por Bimber, aunque su trabajo refiere
se incluía «resucitar» cadáveres mediante corrientes galvánicas. Se aplicarona más bien a la vieja discusión acerca de si Marx era o no determinista tecno-
los miembros del cadáver de George Póster, al poco de ser ahorcado por la lógico.
30 MUNDOS ARTIfiCIALES LA MIRADA DE l1USI:S 31

El determinismo de carácter normativo consiste en una críti- Habermas proponen cambios sociales, políticos y culturales
ca de la falta de control social de la tecnología y en las ame- que liberen a la tecnología del dominio que sobre ella ejerce
nazas a la autonomía individual. Lewis Mumford y Iacques una representación ideológica, en las tesis del determinismo
Ellul han sido los pioneros de esta interpretación; Langdon tecnológico solamente un cambio en la tecnología es acepta-
Winner, su más conocido defensor en la actualidad, sostiene ble. El control político y moral debe llevar a tecnologías alter-
nativas, no a sociedades alternativas.
Los seres humanos tienen todavía una presencia nominal en el
sistema, pero han perdido su papel activo y dirigente.Tienden
a obedecer a pies juntillas las normas y requerimientos de los
sistemas que supuestamente gobiernan. Aquí tiene lugar una Crítica del determinismo tecnológico.
revalorización de valores que Nietzsche habría encontrado de-
testable: por la necesidad técnica [Winner 1, p. 381· En el balance de esta forma de determinismo, que tiene origi-
nalmente un impulso político emancipador, está el haber se-
La esencia de esta formulación deriva de la afirmación de ñalado cómo muchos sistemas tecnológicos aumentan el
que la tecnología moderna impondría una forma de raciona- control social y el autoritarismo, cómo el poder se centraliza
lidad imperiosa, la racionalidad económica o racionalidad y hace más fuerte por el hecho de que las alternativas tecno-
instrumental. y esta imposición sería desastrosa: «más allá de lógicas hayan sido unas y no otras. En su contra está el ele-
un cierto nivel de desarrollo tecnológico -afirma Winner- el mento de necesidad que originariamente encontramos en las
control de los fines libremente articulados y firmemente defendidos tesis de Max Weber sobre los procesos de racionalización en
es un lujo que ya no es posible permitirse» [1, p. 234]. Este juicio las sociedades avanzadas y que un amplio espectro de auto-
expresa un elemento normativo acerca de la tecnocracia que res han convertido en una especie de ley natural ante la que
ha sido desarrollado entre otros autores por Habermas: la no cabe resistencia alguna. «Sólo un dios puede ayudarnos»,
tecnocracia ocultaría autoritariamente la libre discusión de decía Heidegger en la entrevista para Der Spiege1. mostrando
alternativas y fines bajo una ilegítima extensión de los argu-
mentos «técnicos» a terrenos que no lo son [véase Habermas del determinismo tecnológico. Particularmente Marcuse, quien en El hom-
1]. Sin embargo, los defensores del determinismo tecnológi- bre unidimensional a veces habla de la tecnología en términos deterministas:
co añaden un postulado de necesidad: es la lógica interna del «Hoy la dominación se perpetúa y se difunde no sólo por medio de la tec-
nología sino como tecnología, y la última provee la legitimación del poder
desarrollo de los grandes sistemas tecnológicos la que con- político en expansión, que absorbe todas las esferas de la cultura» IMarcu-
duciría necesariamente a esta «adaptación inversa» de los se, p. 187], pero está claro que está hablando de una dominación política
fines a los medios [véase Winner 1, pp. 234 Y ss.]. Esta afir- ante la que caben alternativas que liberen las potencialidades que la propia
mación de facto distancia a los defensores del determinismo tecnología crea, hasta un punto que pueden ser leídos hoy sus textos como
tecnológico de autores como Marcuse y Habermas en los que una defensa de utopías tecnológicas y científicas: «La civilización indus-
trial ha alcanzado el punto en el que, con respecto a las aspiraciones del
la crítica política al capitalismo se distingue de las tesis acerca
hombre por una existencia humana, la abstracción científica de las causas
de la naturaleza de la tecnología." Mientras que Marcuse y finales se vuelve anticuada en los propios términos de la ciencia. La misma
ciencia ha hecho posible que las causas finales sean el dominio propio de
5 Es un tanto discutible si Marcuse y Habermas quedan exonerados la ciencia» [pp. 260-2611.
32 MUNDOS ARTIfiCIALES LA MIRADA DE ULlSES 33

bien claramente las consecuencias no queridas de esta forma Según Bimber, todavía quedaría una tercera forma de de-
de aparente crítica de la sociedad contemporánea: la resurrec- terminismo tecnológico, la que denomina de «consecuencias
ción del fatum y de la providencia como filosofía y agenda no deseadas de la tecnología». Se trata, más que de una forma
oculta de la historia. de determinismo, de una descripción de los mecanismos por
Hay una segunda forma de determinismo tecnológico que los que los sistemas tecnológicos entrelazan sus necesidades
se presenta más como una explicación del cambio social produciendo la apariencia de tener una dinámica autónoma.
que como un programa de reforma de la tecnología contem- En su fórmula más débil, «toda innovación tecnológica tiene
poránea. Esta segunda posición convierte al cambio tecnoló- efectos no deseados», no es una versión del determinismo, si-
gico en un motor del cambio social poderoso que se impone no una apreciación que todo sociólogo hace respecto de las
a las demás fuerzas sociales. En 1967 Heilbroner escribió un acciones humanas y en su fórmula más fuerte, en la que
famoso artículo en Technology and Culture, «¿Son las máqui- las consecuencias no deseadas siguen una misma dirección y
nas el motor de la historial», que comienza con la cita de trayectoria, sumando sus efectos para producir un sistema
Marx de La miseria de la filosofía: «El molino manual trae la autónomo, se reduce a las versiones anteriores del determi-
sociedad feudal; el molino de vapor, la sociedad capitalista nismo. En esta forma de determinismo cabe incluir una ob-
industrial.s En este trabajo Heilbroner [11 defiende una ver- servación cotidiana de extremada importancia para estudiar
sión nomológica del determinismo tecnológico en el sentido el cambio tecnológico: las dependencias que genera una in-
fuerte que establecen estas dos proposiciones: novación tecnológica cuando se extiende socialmente: la co-
1) Dado un estado de la tecnología en una región espa- municación entre ordenadores genera una necesidad urgente
cio-temporal determinada, sólo existe un futuro social de cables o medios rápidos de transmisión de información,
posible. las compañías deben ponerse de acuerdo para desarrollar
2) El futuro tecnológico es predecible, al menos parcial- transmisiones de «banda ancha», para ello deben introducir
mente mediante la prospectiva. transformaciones técnicas y económicas que terminan cam-
Estas tesis del determinismo tecnológico están ocultas biando la gestión de la comunicación, etc. Si observamos las
pero activas en al menos dos tradiciones contradictorias en grandes transformaciones históricas como la introducción
apariencia: la primera es la tradición marxista denominada del vapor, de los tintes sintéticos y otras similares, observare-
en otros tiempos «rnecanicista», la segunda es la tradición mos que estas dependencias son la regla y no la excepción.
propagandística del progreso tecnológico que encontramos Pero esta observación no implica directamente el determinis-
difundida en todo tipo de iconografía publicitaria desde los mo; lo que nos lleva al determinismo es la forma en la que
más viejos tiempos de la propaganda comercial. 6 consideramos que estas interdependencias modifican las tra-
yectorias de desarrollo tecnológico. Por último, el propio
Heilbroner [2 J ha postulado un «determinismo blando» que
6 Roe Merrit Smith tiene un interesante trabajo de esta iconografía en
en realidad se reduce a la idea de que la tecnología es una
Estados Unidos desde el siglo pasado. Ojeando las láminas del siglo pasa-
do uno siente rápidamente el efecto de déjii vu que encuentra en la publici- fuerza de cambio social entre otras. Estas formas de determi-
dad actual. Sobre el uso de la iconografía para el estudio del desarrollo nismo son más bien formas de autonomía de un dominio
tecnológico es muy interesante también H. Nielsen. que no son incompatibles con la acción intencional, sino
34 MUNDOS ARTIFICIALES LA MIRADA DE UL!SES 35

que son producto de la estructura funcional y de la arquitec- de este presunto argumento empírico, lo importante es po-
tura de los artefactos. No les alcanza nuestra crítica puesto ner de manifiesto hasta qué punto se encuentra en grave ries-
que son posiciones razonables, no diferentes del autono- go ahora la noción de racionalidad. Si todos los ciudadanos
mismo que presenta toda obra humana en la que existe una desean algo distinto de lo que tienen y a pesar de ello ocurre
tradición acumulativa de cambios, desde la ciencia al arte pa- algo no deseado, no podemos decir de ellos que sean agentes
sando por las propias instituciones como el derecho." productores de su existencia, sino seres dirigidos por fuerzas
La primera apreciación acerca de! determinismo es que se ciegas a las que ni siquiera cabe resistir. Si fuera cierto, e! pro-
trata de una tesis empírica que debe ser contrastada con los blema entonces no sería tanto de la tecnología en sí misma
datos que tenemos de los historiadores, pues como interpre- cuanto de los mecanismos por los que la sociedad puede ex-
tación de la historia entra en e! capítulo de cualquier otra for- presar colectivamente su voluntad.
ma de determinismo llamémoslo «metafísico», en el viejo Pero si nos referimos al terreno de los hechos, Io cierto es
sentido positivista de irrefutable. Un determinismo de esta que hasta e! momento todos los datos de los historiadores de la
clase siempre encontrará un modo de escapar a cualquier ar- economía más importantes, si bien han' señalado la importan-
gumento empírico. En esta línea, A. C. van der Valk ha pro- cia de! desarrollo tecnológico en la configuración de las socieda-
puesto un test social para comprobar empíricamente si e! des, han mostrado mucho más claramente la sensibilidad que
determinismo tecnológico es correcto: tiene el desarrollo tecnológico a factores sociales como e! apo-
yo financiero, político y cultural," Es decir, la tecnología es mu-
El advenimiento de la tecnología de clonación parece ser el cho más dependiente de la voluntad social que a la inversa.
último caso de test de la tecnología moderna. Dado el hecho Pensar que dada una situación tecnológica el futuro ya está de-
de que una gran mayoría de la gente aborrece la idea de la clo- terminado puede resultar consolador tanto para las ideologías
nación, el imparable desarrollo de esta tecnología probaría anti como pro desarrollistas, pero lo cierto es que nos dejan
definitivamente la existencia de una fuerza detrás de la propul- igual que estamos ante lo que Rosenberg [2 J ha llamado e! pro-
sión de la tecnología moderna [Van der Valk, p. 11·
blema de la caja negra, e! de cómo se relacionan los cambios
científicos, tecnológicos y sociales. Por citar un caso sumamen-
No sabemos muy bien cómo sería posible saber si la gen- te conocido y citado, e! de la tecnología china: no podemos ex-
te aborrece la clonación hasta e! punto y en la cantidad que plicar cómo habiendo desarrollado prácticamente las mismas
afirma Van der Valk, ni las razones en las que se basa para ha- innovaciones que la Europa de los siglos XVI y XVII, su trayectoria
cer tal afirmación, pero supongamos que sea así: en este caso diverge tanto de la europea. Lo mismo podemos decir de la cul-
tendríamos una comprobación empírica de si es cierto que tura japonesa entre los siglos XVII y XIX. Y lo que es más reciente:
una tecnología se impone por encima de la voluntad mayori- casi todas las predicciones de los teóricos de la tecnología autó-
taria. No vamos a dilucidar aquí las numerosas zonas oscuras noma acerca de cómo se habrían de desarrollar los grandes

7 Jesús Vega ha subrayado la distinción entre determinismo y autono- 8 Los datos más elaborados acerca de la tecnología contemporánea se
mismo. Aunque estoy de acuerdo con ella, no creo que el autonomismo encuentran en los ya hitos de Manuel Castells 1 y 2, pero también en clási-
signifique ningún determinismo: el determinismo no admite grados. coscomo Rosenberg 2, Mokiry E. L. Iones 2 y 3.
36 MUNDOS ARTIFICIALES LA MIRADA DE UtlSES 37

complejos tecnológicos de los años sesenta y setenta se han ob- se piensa en el contexto de muchos movimientos sociales,
servado claramente falsas. Que la tecnología nuclear, por citar la resistencia social a los efectos autoritarios de una nueva
un ejemplo cercano, esté en clara recesión por la voluntad po- tecnología puede ser articulada sin acudir al determinismo
lítica de muchas sociedades y estados, refuta de forma flagran- tecnológico. Andrew Feenberg ha sido uno de los pocos filó-
te el determinismo. sofos de la tecnología contemporáneos que ha separado cla-
ramente el proyecto emancipador y crítico del análisis de la

Eldeterminismo y la raz6n en la historia tecnología en las últimas décadas: ha surgido el pensamiento, la actitud y
la actividad ecológica y han crecido movimientos que en algunos países
tienen relevancia política. Por otro lado, todos los gobiernos consideran la
Pero el determinismo es mucho más grave como filosofía de capacidad tecnológica como la mejor preparación en la competencia eco-
la tecnología porque, como intentaremos mostrar en este li- nómica. La tecnología ha sido el factor determinante en las transformacio-
bro, los artefactos abren pero no determinan las trayectorias nes económicas después de la primera crisis energética y las tecnologías de
futuras de la sociedad. El hilo conductor que da coherencia a la información han transformado definitivamente nuestras sociedades en
lo que tiene mucho de parecido con una nueva revolución «industrial». Esa
este libro nos lleva a una conclusión contraria: el futuro está
importancia tendría que notarse en la filosofía, que al fin y al cabo sigue la
abierto y está constituido por las posibilidades disponibles o regla hegeliana de levantarse al atardecer del día, pero no es lo más rele-
accesibles. La innovación tecnológica es, precisamente, un vante desde nuestro punto de vista: la filosofía de la tecnología es impor-
medio de transformación colectiva del futuro que nos cabe tante porque los sistemas tecnológicos, los artefactos, la instrumentalidad,
esperar: cada innovación abre posibilidades que pueden ser las prácticas, la capacidad de transformar la realidad, el poder de las ins-
o no aprovechadas por las sociedades y los grupos y las socie- tituciones sociales y las microinstituciones, y otros factores que iremos
considerando, se han convertido en parte de una transformación más pro-
dades. Sólo está escrito nuestro pasado. funda en la filosofía contemporánea, que ha girado hacia las prácticas y la
Desde e! punto de vista moral y político las tesis de! de- acción humana convirtiéndolas en el territorio privilegiado que en otros
terminismo son aún mucho más graves puesto que socavan tiempos tuvo el pensamiento y la actividad puramente intelectual, ajena a
toda responsabilidad con el futuro. Bajo una apariencia críti- la corporalidad y ajena a la socialidad del otro y de lo otro. De manera que la
ca se esconde a veces un simple pesimismo o escepticismo filosofía de la tecnología es importante porque es parte de la teoría de
la acción, de la acción humana, intencional y racional. Pero, ¿cabe hablar
sobre las capacidades de cambio histórico de las sociedades
de racionalidad en un proceso en el que no somos agentes intencionales?
que en realidad equivale, conceptual y éticamente hablando, Las tesis del determinismo, en lo que respecta a la racionalidad tecnológi-
a la exoneración de toda responsabilidad con e! futuro a ca, son las tesis de la racionalidad cero: es como hablar de la racionalidad
quienes se sitúan en esta perspectiva." Al contrario de lo que de la historia natural. Yen ese preciso momento abandonamos también el
tema que nos había congregado, la acción humana. Porque el determinis-
9 El determinismo tecnológico nos conduce a otra cuestión: ¿cuál es la mo es al fin y al cabo la idea de que la tecnología es parte de otra historia
naturaleza de la reflexión filosófica sobre la tecnologíat. jcual es el lugar en la que nosotros no contamos. Pero si no hay problema de racionalidad
de la filosofía de la tecnología? Es una cuestión marginal y situada en un ni de intencionalidad ni de límites de la acción ni de responsabilidad civil
metanivel del discurso en el que queremos movemos, pero que merece la o penal, ¿para qué continuar hablando? Es curioso que muchos partidarios
pena considerar brevemente en esta circunstancia. La importancia que al del determinismo lo hagan en el contexto de un debate ético o político so-
menos en tamaño ha ido adquiriendo la filosofía de la tecnología tiene bre la tecnología, sin reparar en que la ética y la política presuponen ya la
que ver sin ninguna duda con la preocupación que ha ido produciendo la racionalidad de los agentes.
38 MUNDOS ARTIFICIALES LA MInADA IH ULlSES 39

tecnología. En su análisis, tanto Marcuse como Habermas, PIERRE MENARD, INVENTOR DE lA BICICLETA o lA fRIVOLIDAD
Foucault, y por supuesto todos los defensores del determinis- DEL CONSrRUCTIVISMO
mo, han caído en un fatalismo injustificado [véanse A. Feen-
berg 1 y 2]. Lo más grave no es que hagan un mal análisis de El constructivismo social es la traducción posmoderna, en el
la tecnología sino que hacen un mal análisis de la sociedad, terreno de la filosofía de la tecnología, de la teoría de la cons-
que deja de considerarse como un campo tenso en el que di- trucción social del texto en el terreno de la literatura:
versos grupos luchan por liberarse de sus ataduras o por man-
tener sus privilegios para convertirla en un mero apéndice de Es una revelación cotejar el don Quijote de Menard con el de
la burocracia o la tecnocracia. Ahora bien, la extensión de la Cervantes. Éste, por ejemplo, escribió (Don Quijote, primera
democracia a la tecnología, según Feenberg, no sólo es posi- parte, noveno capítulo J:
1... ] la verdad, cuya madre es la historia, émula del tiempo, de-
ble, sino cada vez más urgente, y precisamente en los prime-
pósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo
ros momentos del diseño, no cuando las tecnologías se han
presente, advertencia de lo por venir.
impuesto y estabilizado. Las tecnologías implantadas, al igual
Redactada en el siglo XVII, redactada por el «ingenio lego»
que las leyes aprobadas, son restos de batallas (perdidas o Cervantes, esa enumeración es un mero elogio retórico de la
ganadas, según por qué parte) que, una vez establecidas, le- historia. Menard, en cambio, escribe:
gislan y determinan los comportamientos. Es antes de su im- l... ] la verdad, cuya madre es la historia, émuladel tiempo, de-
plantación cuando la democracia es imprescindible. pósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo
Concluyamos ya este análisis de las tesis deterministas: el presente, advertencia de lo por venir.
problema de la racionalidad de la tecnología, si no aceptamos La historia, madre de la verdad; la idea es asombrosa. Me-
el determinismo, se convierte en el problema de si es posible nard, contemporáneo de William James, no define la historia
racionalizar el propio desarrollo tecnológico, en el problema como una indagación de la realidad sino como su origen 11. L.
de cómo hacer que las decisiones tecnológicas sean a la vez Borges, Pierre Menard, autor del Quijote].
racionales y democráticas, en el problema de cómo evaluar
las opciones emprendidas en un contexto amplio de intere- Pierre Menard, autor del Quijote, escrito por Borges, es una
ses y, por último, en el problema de cómo lograr que esta ra- de las reconocidas primeras reivindicaciones de la intentio re-
cionalidad sea colectiva, intencional, libre del miedo y de las ceptoris, del papel del lector en la «construcción» del texto, más
constricciones del poder, pero también audaz en los proyec- allá de la mera interpretación. El texto deja de ser un objeto
tos de transformación. cuyo sentido está exhaustivamente constituido por la intentia
En el siguiente apartado vamos a tratar la segunda corrien- auctotis, por las motivaciones y vivencias del autor, tal como
te escéptica sobre el desarrollo tecnológico: el constructivismo defendía la hermenéutica clásica, o por la intentio operis o es-
social. Si el determinismo fue la ideología dominante en los tructura formal y semántica del texto, tal como defendió el es-
grandes movimientos ecologistas de los años ochenta, el cons- tructuralismo: ahora el texto es una construcción del conjunto
tructivismo ha sido el representante de la cultura posmodema de sus lectores y del contexto histórico en el que vivieron.
de los noventa. Esta misma idea, que ha dado origen a toda la posmoder-
nidad en crítica literaria, se ha traducido en el campo de los
40 MUNDOS ARTIFICIALES LA MIRADA DE ULlSES 41

estudios sobre ciencia y tecnología en una forma de entender mentes que conviven en este nuevo espacio es el constrncti-
el cambio sociotécnico: el texto científico y el artefacto tecno- vismo, que puede ser más estrecho, cuando se limita a un
lógico son una «construcción social», No está muy claro qué constructivismo social de los objetos de un dominio de in-
se quiere indicar bajo este rótulo, pero el núcleo común es vestigación, o más amplio cuando aparece en la forma de re-
que no tiene sentido, a juicio de estos autores, estudiar los des de actores que no son necesariamente agentes humanos
textos científicos desde el punto de vista de sus propiedades tradicionales. En lo que se refiere al cambio tecnológico nos
formales, de su significado o de su posible verosimilitud, ni limitaremos a las tesis del constructivismo amplio defendido
los artefactos y procesos tecnológicos desde el punto de vista por Bruno Latour, Michel Callon y Wiebe E. Bijker, entre
de su diseño y eficiencia en la práctica. En términos positi- otros numerosos estudiosos de los sistemas sociotécnicos. 11
vos, sin embargo, unos autores se refieren a la «construcción El principio fundamental en lo que respecta al estudio del
social» como al conjunto de intereses sociales que causan la cambio técnico es el principio de simetría. Es un principio que
producción del texto o el artefacto y otros al conjunto de in- tiene su origen en un grupo de investigadores en sociología
tereses y agentes que «interpretan» el texto o artefacto. del conocimiento, originarios de la Universidad de Edimbur-
El papel del razonamiento y los métodos de contrasta- go, autodenorninado Programa Fuerte [véase Bloor]. Este
ción y prueba en la génesis de las teorías o innovaciones lo programa defendía la idea de que el investigador de la cien-
ejercen ahora las controversias. A diferencia de un razona- cia, sociólogo, historiador o filósofo, debe permanecer indi-
miento, que es algo que no puede ser entendido sin entender ferente ante la verdad o falsedad de las teorías a la hora de
los pasos y las inferencias, las controversias son procesos so- explicar causalrnente los orígenes de tales teorías.'? En lo que
ciales externos que puede observar un sociólogo sin necesi- respecta al constructivismo sociotécnico, este principio se ex-
dad de captar su significado. Su función será la del notario pande en otros tres: 13
que levanta acta de los agentes implicados y de sus intereses y
discusiones, sin descender a las posibles razones que tengan
en sus argumentaciones.
La posmodernidad en los estudios sobre la tecnología se 11 Wiebe E. Bijker,Thomas Hughes y Trevor Pinch (comps.); Wiebe E.

ha convertido con una pasmosa rapidez en la industria de Bijker y l. Law (comps.); Wiebe E. Bijker; Bruno Latour, Aodrew Pickering,
mayor crecimiento en los ámbitos de la filosofía y la sociolo- Iohn Law (comp.) y Michael Callon 2 son algunas de las más importantes
referencias de esta corriente y en cualquier caso una fuente para el resto.
gía. Se han abierto institutos, programas, departamentos, re- 12 El otro componente característico del programa fuerte es el principio
vistas y se ha formado una multitudinaria comunidad de de causalidad que especifica que han de estudiarse los orígenes causales del
investigadores que aparecen bajo las siglas SSK (Social Studies conocimiento buscando estas causas en las estructuras sociales. Este princi-
of Knowledge), sss (Social Studies of Science) o 81'S (Science, pio no es sostenido necesariamente de manera tan fuerte en la forma de
Technology and Society};'? El núcleo común a las varias co- constructivismo a la que nos estamos refiriendo.
13 Bijker discute la extensión del principio de simetría de la sociología
del conocimiento de D. Bloor a los principios que expresamos aquí
10 Marta González r., losé A. López Cerezo y losé L. Luján (comps.) 1 Y [pp. 272-273] Bijker encuentra que esta expansión contradice en parte el
2 son dos fuentes magníficas para una visión panorámica de los temas, los programa sociologista, puesto que la sociedad también es una construc-
autores y las bases filosóficas de estos estudios. ción a veces de actores no intencionales como los artefactos.
42 MUNDOS ARTlFICIAI.ES LA MIRADA DE UUSES 43

1) Principio de simetría epistémico: la explicación del cono- den, entre otros muchos factores, a causa de sus propiedades
cimiento debe ser indiferente a su verdad o falsedad. técnicas, preferibles a otras alternativas. Supongamos que te-
2) Principio de simetría pragmático: la explicación de! cam- nemos tres modelos posibles de un diseño, por ejemplo, de
bio técnico debe ser indiferente al éxito o fracaso de un nuevo modelo de automóvil: A, B Y C tales que sus pro-
los programas o marcos tecnológicos. piedades técnicas los ordenan de menor a mayor así, A>B>C.
3) Principio de simetría ontológico: la explicación del cam- Supongamos que ahora observamos e! patrón de innovación
bio técnico debe ser indiferente a si los agentes causa- de estos modelos y encontramos que, efectivamente, A fue e!
les son intencionales (individuos) o no (estructuras elegido para ser producido masivamente, o que, en el caso de
sociales o artefactos). que todos ellos hubieran sido producidos, A es el mayorita-
rio en ventas, B e! segundo y C el tercero. Si algún día escri-
biéramos la historia del automóvil explicaríamos e! éxito de
El principio de optar porlo mejor A, entre otras razones, porque fue preferido por sus propie-
dades.!"
Para entender mejor las implicaciones de estos tres principios Este modo de explicar las decisiones tecnológicas, obso-
debemos detenernos brevemente a ver qué es lo que niegan: leto según e! constructivismo, supone que la gente (ingenie-
Los principios epistémico y pragmático afirman, en reali- ros, empresarios, políticos, usuarios, etc.) elige entre las
dad, dos cosas distintas. La primera es una observación metodo- opciones disponibles la que se adecua mejor a sus intereses.
lógica con la que es difícil mostrarse en desacuerdo: que el his- A este patrón explicativo subyace un supuesto en el que la
toriador, e! sociólogo o e! filósofo deben atender por igual a los optimalidad de los diseños coincide con la racionalidad de
éxitos que a los fracasos. Es más, si de los éxitos podemos apren- las elecciones [véase Elster 1 J: el agente racional elige no so-
der algo acerca de la lógica del cambio tecnológico es seguro lamente la alternativa que cumple sus objetivos sino la que
que, al menos desde un espíritu popperiano, podemos aprender mejor cumple sus objetivos. Tradicionalmente se ha creído
mucho más de los fracasos. Y esta observación sirve por igual al que la racionalidad y la optimalidad son supuestos para po-
principio epistémico. Pero nuestros dos principios afirman, ade- der interpretar, explicar y reconstruir la historia de las accio-
más, algo más fuerte: el éxito noexplica nada, e1 mismo debe ser ex- nes humanas. Y cualquier posible desviación de lo que este
plicado. Este principio es una herencia del programa fuerte de so- principio nos haría esperar sería lo que demandaría alguna
ciologia del conocimiento contra las formas de contar la historia «causa» explicativa que interfiere en la racionalidad de los
de la ciencia o explicar su desarrollo en las que las teorías verda- agentes. Así, en e! caso de los automóviles, una desviación de
deras se explican como resultado de operaciones internas, epis- la ordenación de preferencias podría acudir, por ejemplo, a
térnicas, mientras que las teorías falsas se explicarían por la in-
terferencia de factores externos como los intereses sociales (o en
14 El ejemplo es abstracto, pero tengo en la cabeza la película Tuc1ler,
la epistemología clásica las pasiones, los compromisos ideoló- de Francis Ford Coppala, en la que se narra la historia de un ingeniero de
gicos o metafísicos y otras fuentes de perturbación). automóviles innovador cuyos diseños fueron rechazados en los años cin-
En e! caso de la tecnología, supone e! abandono de la cuenta, pese a ser, o precisamente por ello, muy superiores a los produci-
idea de que los artefactos y procesos se introducen y extien- dos por las grandes marcas.
44 MUNDOS ARTIFICIALES LA MIRADA DE ULlSES 45

que el agente podría haber estado ofuscado por la propagan- si y sólo si son racionales. Es necesario abandonar o modifi-
da, que no conocía todas las alternativas disponibles, que fue car el concepto de racionalidad.
obligado por el poder a elegir en un orden diferente, etc. El so- El construetivismo social de la realidad, y por extensión
ciólogo, historiador o filósofo racionalista busca en el entorno todo tipo de constructivismo que use el principio de simetría
del agente o en mecanismos psicológicos internos explicacio- epistémico o pragmático, abandona o reforma necesariamen-
nes a lo que se ha convertido en un problema explicativo: có- te la idea de racionalidad y en nuestro caso la idea de raciona-
mo es posible que el agente no haya elegido lo mejor.'! lidad tecnológica. No puede acudir a la explicación clásica de
En resumen, el sistema racionalista de explicar el cambio las ideologías, puesto que las ideologías, al menos en la tradi-
tecnológico o de reconstruir la historia consiste de la aplica-o ción marxista o en la de Manheim, son visiones distorsiona-
ción de un patrón de explicación intencional que presupone das de la realidad que presuponen la radical racionalidad de
que los agentes son racionales, y que esta racionalidad es má- los agentes: el que está abajo en la escala social, puesto que
xima. La unión del principio de racionalidad máxima con el no tiene nada que perder salvo sus cadenas, ve las cosas como
carácter intencional de las decisiones implica que el abando- son, sin interferencia, mientras que el resto está coaccionado
no de la asimetría entre las explicaciones de las tecnologías y sesgado por los mecanismos causales que derivan de su po-
que tienen éxito y las que no las tienen no pueda hacerse im- sición en la arquitectura sociaL El constructivismo considera
punemente: es necesario abandonar o al menos reformar la que este tipo de explicaciones son todavia excesivamente ra-
idea de que las explicaciones intencionales son intencionales cionalistas para su gusto. Pero lo que en realidad ha abando-
nado es el supuesto de racionalidad: de hecho reconstruye la
historia, cualquier historia humana, adoptando criterios si-
15 Es posible e incluso probable que no coincidan las decisiones del
métricos respecto a si los agentes son racionales o no lo son.
agente y la optimalidad de la alternativa. La microfísica del historiador o
sociólogo puede entonces dirigirse hacia varias opciones [véase Elster 1,
Pero veamos ahora qué ocurre cuando tenemos en cuen-
pp. 74-76]: puede que las opciones estén mal definidas, en cuyo caso es ta el tercer principio de simetría, el ontológico.
explicable cualquier desviación de lo que cabría esperar, en segundo lugar,
puede que sea intrínsecamente imposible ordenar A, B, e tal como había-
mos supuesto al principio, por ejemplo, por el hecho de que la ordenación De aClantes a cyborgs
se hace relativamente a objetivos que compiten entre sí y que todos ellos
son categóricos desde el punto de vista del agente. Pensemos en objetivos
como la potencia, el bajo consumo, el bajo costo, consideraciones ecológi-
Algunos autores, precisamente los que han tenido mayor éxi-
cas como la emisión de gases o la reciclabilidad, etc. Si ocurre que el orden to popular, se han adherido a un principio más fuerte, que
de las alternativas cambia respecto a cada uno de estos objetivos, y que el cae bajo el rótulo de principio de simetría ontológico:
orden es relativo a la estructura interna del agente, nos encontraremos con
que no existe ninguna salida intrínsecamente óptima. En tercer lugar ca- Así, Bruno Latour puede haber elegido estudiara Louis Pasteur,
be que exista lo que Elster ha denominado «mecanismos» y que son patro- pero el objeto del estudio no es tanto celebrar como decons-
nes causales que obligan al agente a ser irracional. independientemente de truir al sujeto. ParaLatour, Pasteur es un efecto, un producto de
lo que él haría en circunstancias ideales: las limitaciones cognitivas, las deter-
un conjunto de alianzas, de materiales heterogéneos. En la
minaciones sociales, la ideología, en el sentido marxista de sesgo de la in-
medida en que Pasteur «es>¡ un «hombre» necesitamos ver que
formación a causa de la propia posición en el entramado social, etcétera.
46 MUNDOS ARTIFICIALES LA MIRADA DE ULlSES 47

esto es un producto más que algo inherente a Pasteur [Law real de reconstrucción histórica. El historiador posmoderno
(comp.), p. 12J. busca e! cyborg en la historia con el mismo interés que el his-
toriador de! XIX buscaba e! héroe o el genio.
Todos somos redes heterogéneas, productos de solapamientos
confundidos. ¡Habrías encontrado realmente nuestro camino Los estudios tradicionales sobre la ciencia son asimétricos acer-
en la última semana sin máquinas?, ¡desde luego que no! Tú ca de la agencia y reconocen la agencia genuina solamente en
eres en parte máquina [p. 17]. el campo humano pero no en la naturaleza, que es contempla-
da como materia inerte esperando pasivamente la representa-
Las entidades hacen la historia, pero no en las condiciones que ción. Así, los filósofos de la ciencia han tenido miedo de la
ellas mismas eligen [p. 18]. agencia humana (deseos, querencias, motivos) y han querido
dominarla vía la Razón entendida como método. Los sociólo-
gos han buscado más bien entender la agencia humana (inte-
Esta última paráfrasis de Marx'" establecía originalmente reses) como causas genuinas de creencia y extensión cultural.
un dilema entre las intenciones de los hombres y las conse- De nuevo y en común con otros, mis estudios me convencen
cuencias no queridas de sus actos. Pero este texto parece llevar- de que esta distribución asimétrica de agencia es insostenible,
nos obligatoriamente a un solo polo de la tensión: la historia especialmente cuando las cuestiones sobre la ciencia y la tec-
se hace por medio de agentes que no tienen por qué ser ni si- nología están en el candelero. Más obvio me parece que las má-
quiera humanos. quinas hacen cosas que no pueden hacer sin ayuda de las mentes y
Michel Callan [21 ha popularizado la noción de redes so- los cuerpos humanos, esto es, las máquinas sonagentes performativos
ciotécnicas en las que los humanos y sus artefactos entran por en un sentido análogo a los agentes humanos, esto es, agentes huma-
igual en e! complejo de sistemas causales que e! historiador nos disciplinados. Quizás es menos obvio, pero pienso que
debemos dejar a la agencia salir a la superficie en nuestra com-
debe reconstruir:
prensión de la ciencia, la tecnología y la sociedad [Pickering,
p. 40; el subrayado es mío j.
un objeto técnicopuede ser tratado como un programa de acción
que coordina una red de roles. Estos roles son ejercidos por no
humanos (las propias máquinas y otros objetos como accesorios Un agudo crítico de esta corriente, Robert Nola, ha califica-
o suministros de energía) y «humanos periféricos» (tales como do el posmodernismo de «Chernobil cultural» de la filosofía
vendedores, consumidores, reparadores, etc) [p. 136). francesa, a la par con Disneylandia y otra serie de desastres cul-
turales que le han ocurrido últimamente al país de la cultura
Andrew Pickering propone los cyborgs, mezcla de organis- universal. El hecho de convertir las máquinas en actantes a la par
mos y máquinas, no sólo como metáfora, sino como modelo que cualquier ser humano, aunque aparentemente puede ser
leído como una frívola boutade de intención retórica, es sin em-
16 «Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre
bargo un grave suceso cultural, mucho más grave que e! de los
arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos.» La cita, muy cono-
cida y repetida, está en el segundo párrafo de El dieciocho Brumario de Luis
principios de simetría sociológicos: epistémico y pragmático.
Bonapaite, uno de los textos a los que hay que acudir para estudiar el modo A fin de cuentas, e! sociologismo de! programa fuerte en
en el que Marx entendía y reconstruía la historia. sociología de! conocimiento no es más que e! último, más
48 MUNDOS ARTIFICIALES LA MIRADA DI: ULlSES 49

ingenuo y fácilmente refutable que cualquiera de los demás promiso político con propuestas de resistencia a la tecnolo-
reduccionismos. El reduccionismo sociológico considera que gía nacidas en los movimientos sociales como son los varios
hay «causas» sociales, en el sentido de que hay hechos socia- ecologismos. feminismos o antimilitarismos.
les que tienen influencia causal sobre las acciones humanas. El constructivismo es un poderoso instrumento de crítica
Nadie sabe, sin embargo, dónde reside el poder causal de los por cuanto permite descubrir el sesgo que introducen en el
hechos sociales, como no sea en los patrones individuales de lenguaje y los diseños los intereses sociales. La actitud femi-
construcción de la acción, en el miedo provocado por la ex- nista, por ejemplo, ha permitido analizar cómo existen ses-
pectativa del castigo o en el deseo sembrado por la propagan- gos de género en numerosas ciencias, particularmente en la
da o libremente decídído.'? Hay reduccionismos hacia abajo, biología, y cómo se perpetúan actualmente en las biotecnolo-
como ocurre cuando se afirma que todo hecho social se redu- gías de reproducción asistida [véanse Pérez Sedeño y Longi-
ce a intenciones de los individuos, o quizá a otras instancias no l. La existencia de formas de traducción del poder de
aun inferiores, y reduccionismos hacia arriba, como el impli- control sobre la ciencia y la tecnología es un hecho reconoci-
cado por la afirmación de que un individuo, o la intención de do y sin embargo difícil de detectar. En eso estriba el interés
un individuo es una construcción social. Pero, a diferencia de la crítica intelectual de la tecnología: en hacer visible lo
de los reduccionismos hacia abajo, que al fin y al cabo pre- que el tiempo y la estabilización de los artefactos convierte en
tenden buscar la causalidad en niveles más profundos de invisible. Tal como ocurre en la sociedad en general, una desi-
explicación, los reduccionismos hacia arriba convierten la ex- gualdad en el poder es fácil de reconocer cuando estamos en
plicación de la conducta humana en algo misterioso: ¿cómo un periodo de discusión o controversia, pero cuando se es-
es posible que la sociedad «cause» algo? tabiliza en forma de un hábito o ley tiende a desaparecer el
elemento desigualitario para dejar visible únicamente el fun-
cional. Nadie suele reparar en las barreras arquitectónicas de
La enfermedad infantil del constructivísmo las ciudades, donde «nadie» se refiere al ciudadano medio,
salvo cuando se comienza a pertenecer al grupo minoritario
Pero el reduccionismo hacia arriba no es el menor de los pro- de los ciudadanos con minusvalías motrices, por ejemplo, a
blemas del constructivismo. Es más curioso el dilema ante el quienes tienen que mover las sillas de sus hijos pequeños
que se encuentra cuando se enfrenta a lo que parece ser una a través de las aceras, las escaleras múltiples, los accesos a los
de las causas mayores de su éxito: su capacidad para el com- metros y autobuses, etc. Esto ha sido descubierto y puesto de
manifiesto claramente por los mejores estudios de caso co-
17 Foucault, un autor sin el que no pueden entenderse las actitudes mo los de Bijker sobre el desarrollo de un artefacto como la
posmodernas, se presentaa sí mismo como un descubridor de la microflsi- bicicleta, en donde el hecho de que fuera usado por varones
ca del poder, pero dejando a un lado la cuestión del carácter de estas metá- de clase alta o por mujeres se tradujo en una controversia so-
foras físicas (algo que Sokal ha puesto ya abiertamente sobre el tapete de la
cial sobre los mecanismos de seguridad como los frenos.
discusión (véase Sokal y Bricmont]), Foucaulthabríahecho bien en medi-
tar sobre los mismos problemas que ya se planteó Spinoza cuando refle- Una vez que el artefacto se estabiliza, esos orígenes se pier-
xionó sobre la naturaleza del poder, acudiendo a mecanismos causales den o transforman.
mucho más plausibles y humanos como el miedo y el deseo.
50 MUNDOS ARTIFICIALES tA MIRADA DE llLlSES 51

Esta función social, política e intelectual es responsable Sabemosque preferimos una ciencia informada por algo como
de la bienvenida que han tenido los estudios sociales de la las normas mertonianas [... ). Descubrir que las normas de la
ciencia y la tecnología. Pero el constructivismo, pese a que ciencia son a veces más honradas de palabra que de obra no las
sea mayoritario entre los profesionales de esos estudios (co- hace menos dignas: simplemente destruye el lazo con la prácti-
mo lo es el platonismo entre los matemáticos) es una forma ca del conocimiento que Roben Menan y sus seguidores inten-
taban establecer [p. 232).
de entender el significado político de tales estudios, y aquí se
encuentra ante un dilema: ¿tiene algún compromiso el teóri- Robert K. Merton inició en los años cincuenta y sesenta la
co de estos estudios con los movimientos de emancipación o sociología de la ciencia, pero su aproximación es lo contrario
simplemente con el proyecto de extensión universal de la de- del «sociologismo». Consideró que la ciencia había sido his-
mocracia a ámbitos como el diseño? tóricamente el producto de un compromiso con valores mo-
. En un artículo que produjo cierto malestar entre los rales como el comunitarismo, el universalismo, el desinterés
teóricos constructivistas, Langdon Winner [3] criticó la incapa- para todo lo que no sea la verdad y el escepticismo organi-
cidad de compromiso social del aparentemente hipercriticis- zado para combatir la credulidad ingenua [véase Merton).
mo sociologista. Muchos constructivistas se han dado por Siempre ha sido considerado por los constructivistas como el
aludidos [Bijker, Aibar y Bijker] y han sostenido que los estu- paradigma de la forma de estudiar la ciencia antirrelativista,
dios constructivistas tienen implicaciones para la política de de manera que las palabras de Collins son más bien curiosas
la tecnología. Pero Collins, uno de los más destacados defen- en boca de quien ha defendido abiertamente el relativis-
sores del constructivismo, en una controversia suscitada por mo, mucho más en lo que respecta a las normas del método
Social Studies of Science, órgano privilegiado del sociologismo científico.
de la escuela de Edimburgo, ha reivindicado en tono sarcásti- y es que la queja de Collins señala rápidamente cuál es el
co la neutralidad política de los estudios sociales de la cien- dilema al que se enfrenta el filósofo constructivista: si se trata
cia contra los defensores del espíritu sesentayochista de los de una persona comprometida con alguna causa social o po-
movimientos internos de reforma de la ciencia como fueron, lítica, su interés básico es mostrar que la causa puede llevarse
por ejemplo Science for the People y otros similares. Collins a buen término en la práctica, que no existen determinismos
afirma cosas como: «Aunque ya no tenemos razón alguna irreversibles, que se deben descubrir los sesgos del poder allí
para creer que un sistema político en particular es vital para donde los filtros de la costumbre los ha hecho invisibles y
el crecimieno del conocimiento científico, todavia sabemos, que, por consiguiente y en conclusión, serían necesarios los
sin embargo, cómo queremos que se haga nuestra ciencia» mejores estudios (en el mejor sentido científico del término)
[Collins 4, p. 2321. para descubrir exactamente el grado de penetración de la de-
Collins, un sociólogo abiertamente relativista y uno de sigualdad social en la práctica de la ciencia, de la tecnología o
los más radicales en la crítica a las formas racionalistas, cree en general de la economía, la política y la sociedad.
que al estudioso de la ciencia solamente le interesa la ciencia, Helen Longino lo ha expresado claramente en una frase
sea cual sea su posición política, y además especifica este de- referida al compromiso social del movimiento feminista en
seo acerca de cómo queremos que sea la ciencia: filosofía, en epistemología en este caso: hacer filosofía de la
52 MUNDOS ARTIFICIALES
LA MIRADA DE ULlSES 53

ciencia como una feminista, no hacer filosofía feminista de


la ciencia. Porque solamente son útiles los estudios cuando Desgraciadamente, las prescripciones propuestas en nuestro
son lúcidos y permiten una práctica racional. De manera que tiempo (es decir, desde la aparición del positivismo lógico)
han estado más cerca del espíritu del maestro de escuela po-
si a un militante le preguntamos qué trabajos le vienen mejor
niendo notas que del gestor político tratando de mejorar el es-
para su causa, preferirá que sean aquellos que le sean más píritu de investigación [Fuller, p. 94).
útiles por la información que contienen, y aquellos que no
impidan la práctica, convirtiendo al sujeto, a todo sujeto, in-
cluido aquel que pretende cambiar las cosas, en un mero ins- Nada hay que objetar a las aspiraciones a colaborar en una
trumento, o como se ha dicho, en los órganos sexuales de mejora de la política de la ciencia y la tecnología; es parte del
reproducción de las máquinas. De modo que por su propio compromiso político, incluso de la mejor parte de! compro-
interés rechazará la filosofía constructivista en lo que se refie- miso político, pero Fuller, en la mejor tradición burocrática,
re a los trabajos que tiene que usar, incluso para defender e! propone que los filósofos se dediquen a un trabajo práctico
constructivista. como éste:
Pero es que incluso e! filósofo constructivista que no desea
Los investigadores, por ejemplo, pueden ser colocados en com-
un compromiso político abierto, como es e! caso del sociólo-
petición mutua directa en situaciones en las que previamente
go Collins, al que acabamos de citar, para defender la inde-
no competían. Es más, puede requerírseles que incorporen los
pendencia de la ciencia y la política, lo hará con argumentos intereses de otra disciplina, incluyendo a los practicantes de
como los que acabamos de leer, que son, siento decirlo, una esa disciplina, a fin de recibir una financiación adecuada. Fi-
de las más lúcidas refutaciones del constructivismo, pues lo nalmente los investigadores pueden ser forzados a dar cuenta
que afirman es que e! compromiso de! sociólogo lo es tan só- de sus resultados, no sólo a los practicantesde su propia disci-
lo con una buena ciencia (aunque lo haga defendiendo e! re- plina, sino también a los de otras disciplinas y puede que in-
lativismo) . cluso al público en general. Al manipular estas variables de la
Queda, por último, una tercera opción que no es la del producción del conocimiento, el epistemólogo social puede
compromiso político ni la neutralidad, sino la de formar al asegurarse de que los límites disciplinaresno se solidifiquen en
filósofo o al sociólogo como gestor o árbitro de la ciencia y la «géneros naturales»y que la comunidad científica no adquiera
tecnología. Así, Steve Fuller, otro de los más ardientes defen- intereses de clase rígidamente definidos [p. 94).
sores de una filosofía constructivista, ha reconocido que la
agenda oculta es «volver a la idea del siglo XIX de la interven- Esta vocación administrativa del filósofo constructivista
ción de los filósofos con el fin de mejorar el curso de la pro- ya fue propuesta curiosamente por Feyerabend, para quien el
ducción de! conocimiento». Fuller critica en consecuencia la anarquismo metodológico que promovía respecto al desa-
filosofía de la ciencia y la tecnología contemporáneas y más rrollo de la ciencia dejaba de ser tal respecto a la función de!
bien alejadas de toda prescripción sobre la política científica, filósofo que se convertía, al igual que promueve Puller, en un
precisamente por su poca audacia normativa: garante de los intereses sociales dentro de la comunidad
científlca.l" En otro lugar he mantenido la sospecha de que

111 Fuller incluso especifica con algún detalle las tareas que reserva a
54 MUNDOS ARTIFICIALES LA MIRADA DE ULlSES 55

Feyerabend esconde un trasfondo más cercano al proyecto na se convierte en un absurdo, incluidos los esfuerzos por co-
autoritario del idealismo alemán [véase Broncano 6) y ahora rregir la irracionalidad. No es lo mismo mostrar el mismo in-
lo afirmo claramente respecto a la propuesta de Fuller: no tie- terés de investigación hacia los éxitos que hacia los fracasos
ne mucho sentido recorrer un camino de crítica radical a las (esa neutralidad es una de las mejores recomendaciones me-
filosofías tradicionales de la ciencia, como el positivismo ló- todológicas que pueden hacerse a quien estudie el cambio tec-
gico, para terminar defendiendo una mera reforma adminis- nológico: ambos han de ser estudiados), que demostrar el
trativa de la función de los filósofos en la programación mismo desinterés hacia el éxito que hacia el fracaso: esta
social de la ciencia y la tecnología. neutralidad es una de las peores recomendaciones que puede
Concluyendo nuestra valoración del punto de vista cons- hacerse a quien tiene o desea tener algún tipo de responsabi-
tructivista sobre la racionalidad científica: debemos distin- lidad sobre el futuro.
guir tajantemente entre el interés social, político, filosófico
que tiene descubrir los velos que enmascaran muchas dife-
rencias sociales, un logro que a veces consiguen los mejores LA PREGUN'IA POR HEIDEGGER: EL DESASIMIEN'!D DE lA 'lí!CNICA

estudios constructivistas, de la obsesión metodológica por y EL CONTROL DEMocRÁnco DE lAS AITERNA11VAS TECNOLÓGICAS

negar la importancia de factores internos, como la verdad en


el caso de las teorías científicas o la eficiencia en el caso de la La tercera familia de objeciones contra la racionalidad tecno-
tecnología, que se expresa en el principio de simetría o neu- lógica está enraizada en la tradición fenomenológica y tiene
tralidad ante la verdad y la falsedad, la eficiencia y la inope- su origen en Heidegger. Distinguiremos entre el pensamiento
rancia. Pero esta neutralidad sólo lo es en apariencia: es de Heiddeger en Ser y tiempo, que ha sido fecundo en ideas
neutral en lo que respecta a la racionalidad de los actores hu- acerca de los sistemas tecnológicos, incluso en nuestros días,
manos, individuales o colectivos. Ocurre, sin embargo, que de las críticas que expresa en la posguerra en «La pregunta
al abandonar el supuesto de racionalidad, la historia huma- por la técnica» y otros escritos contemporáneos. Este segun-
do Heidegger ha tenido una influencia muchísimo mayor. Es
los filósofos, pues sus prescripciones, afirma, «se convierten en inútiles si el Heidegger que se adscribe a una corriente profundamente
no tienen como objetivo último el guiar el curso de la investigación pre- pesimista junto con Iacques Ellul y Lewis Mumford.!? Es una
sente y futura» [Puller, p, 94). Así propone que sea obligación (y derecho) tradición que confronta el nuevo universo de la tecnología
del epistemólogo: 1) «tratarla clase de asuntos que van a ser decididos por contemporánea con el mundo cotidiano en el que discurren
inercia institucional» [p. 93]; 2) «determinar el valor relativo de la investi-
gación producida por las disciplinas académicas» Ip. 93J; 3) elevar la queja
nuestras vidas,
contra el hecho de que (dos investigadores en política del conocimiento no Nuestro mundo familiar se compone de prácticas, hábi-
tienen función alguna en el descubrimiento o la construcción de los temas tos y tradiciones que trazan los límites de nuestra identidad
que tratan de resolver» Ip. 931; 4) «reestructurar periódicamente los am- de grupo y, quizás por ello, se convierten en algo más que
bientes en los que los investigadores compiten por los recursos» [p. 931. descripciones de cómo somos, adquiriendo un estatuto casi
De modo que se trata de una agenda que hace temer que le deje al filósofo
poco tiempo para seguir siendo filósofo, o sea, para reflexionar con cierta
distancia sobre el conocimiento, incluida su participación en el proceso. 1') Ellector puede encontraruna buena historia de la filosofía de la tecno-

Pero, claro, esto para Fuller significa abandonar la responsabilidad. logía en los escritos de Carl Mitcham. especialmente en Mitcham 1 y 2.
56 MUNDOS ARTIFICIALES l.A MIRADA DE UtlSI2S 57

normativo, al menos en cuanto sirve para diferenciarnos y autor realiza acompañado de su hijo. El cuidado de la moto-
distanciarnos de otros que no comparten esa identidad. En cicleta es el objeto de los pensamientos y las reflexiones del
las civilizaciones tradícíonales-" la relación con el mundo y padre, que ejerce de narrador a lo largo de las interminables
la inserción en él a través de los objetos técnicos se produce jornadas a través de las Creat Plains del Oeste Medio estadouni-
en medio de un equilibrio dirigido por el discurrir «natural- dense y extiende esta meditación on the road a una meditación
del mundo natural. Los cambios, cuando ocurren, son lentos sobre la relación que establecemos con la tecnologia. Los
y no tienen efecto en el tiempo de las vidas de la gente, no grandes sistemas tecnológicos nos convierten en extranjeros
afecta a sus expectativas psicológicas sobre el mundo ni a los en un paisaje ajeno, cambian nuestra vida y transforman en
lazos que les atan a los otros. El cambio técnico en esas socie- extraños a nuestros propios instrumentos; por el contrario, la
dades es indistinguible en velocidad e importancia de los motocicleta, en medio de las praderas, sin talleres de repara-
otros factores que configuran el cambio social. La irrupción ción, sin otra mediación que nuestra habilidad, metáfora del
de la tecnología contemporánea habría producido una rup- caballo del antiguo pionero, nos reconcilia con la más vieja
tura de esta situación originaria de equilibrio. Los grandes sis- de nuestras relaciones con los instrumentos. la de cuidarnos de
temas tecnológicos y el cúmulo de artefactos que nos rodea ellos porque dependemos mutuamente unos de otros.
estarían perturbando estas formas de vida normativamente
constitutivas y llevándonos a otras en las que nos sentiría- Atraviesas un área de industria pesada de una gran ciudad y ahí
. mas extraños y que, para decirlo en términos heideggerianos, está toda la tecnología. Enfrente están las cercas de alambre de
cada vez nos alejarían más incluso de comprender la propia púas, los portones con candados. los letreros diciendo NO PASE,
esencia de la técnica. Y más allá, a través de la atmósfera de hollín, ves extrañas, feas
formas de metal y ladrillo de propósito desconocido y cuyos
maestros artesanos nunca ves. No sabes qué tienes tú que ver
con eso ni por qué está ahí, no hay nadie para decírtelo y en-
El arte del mantenimiento de la motocicleta y la instrumentalidad tonces te sientes alienado, extraño, como si tú no pertenecieras
heideggeriana aquí Ip. 15].
Probablemente la mejor ejemplificación de la filosofía heid- Cuando nos enfrentamos a los artefactos con otra acti-
degeriana de la tecnología se encuentre en una novela bestse- tud, con la de aquellos que saben que son cosas nuestras, de
ller de los años en que estaban comenzando los primeros las que debemos cuidarnos, la tecnología se convierte en otra
movimientos ecologistas, Zen yel arte del mantenimientode la cosa muy diferente. en algo que nos pertenece; cuando uno
moto de Robert M. Pirsig. Narra un viaje a través de las llanu- se ocupa de su moto por sí mismo descubre hasta qué punto
ras centrales de Estados Unidos en una motocicleta que el nuestra cultura ha aceptado la enajenación como un hecho
20 Entenderemos por tradicionales las anteriores o simultáneas pero consumado:
enfrentadas al proceso de globalización: véase Castells 2. Castells ha seña-
lado la paradoja que resulta de que el proceso de globalización implique Mientras trabajaba pensaba sobre esta misma falta de cuidado
un renacimiento de los movimientos sociales basados en señas de identi- en los manuales de los ordenadores que estaba editando. Escri-
dad. bir y editar manuales técnicos era lo que había estado haden-
58 MUNDOS ARTIFICIALES LA MIRADA DE UI.ISE$ 59

do para vivirlos últimos once mesesdel año, y sabía que estaban lo sobre el tema. Sea cual sea nuestro juicio sobre la posición
llenos de errores, ambigüedades, omisiones y de información heideggeriana, su influencia filosófica ha sido decisiva (en el
tan resumida que tenías que leerlo seis veces para conseguir campo de la filosofía de la técnica, en los demás no tiene senti-
darle algún sentido a aquello. Pero lo que me asombró desde do resaltar su importancia), y lo curioso es que se ha extendido
la primera vez fue el acuerdo de esos manuales con la actitud
del espectador que había visto en la tienda: estaba incorporada mucho más allá de la filosofía a ciertas formas de ingeniería co-
en su formato. En cada línea estaba implícita la idea de que mo la arquitectura o la inteligencia artificial. Encontramos citas
«aquí está la máquina, aislada en el tiempo y en el espacio de de Heidegger en textos de arquitectura, en manifiestos ecologis-
todo lo demás del universo. No tiene ninguna relación conti- tas, en manuales cristianos de bioética y en textos de ingenieros
go, tú no tienes ninguna relación con ella diferente a la de de robótica e inteligencia artificial «situada».
apretar botones, mantener niveles de voltaje, comprobar las No hay en Heidegger, como es bien sabido, una actitud
condiciones de error... », y así todo lo demás. El mecánico no muy proclive o defensora de la tecnología. Los años de ma-
tomaba realmente ninguna actitud diferente de la actitud del duración filosófica de Heidegger coinciden con la reacción
manual hacia la máquina, o de la actitud que yo tenía cuando anticientífica y antitecnológica de la República de Weirnar."
la compré. Yse me ocurrió que no hay ningún manual que ten- Muchos intelectuales, siguiendo la línea de La decadencia de
ga que ver con el objetivo real del mantenimiento de la moto, Occidente de Spengler, achacaron a la ciencia y la técnica la
el aspecto más importante de todos. Tener cuidado de lo que
derrota que la orgullosa Alemania había sufrido en la prime-
estás haciendo es algo a lo que no se le concede importancia o
que se da por supuesto. ra Guerra Mundial. La crítica de la tecnología alcanzó los
En este viaje tendríamos que darnos cuenta, explorarlo un más profundos niveles filosóficos de orden ontológico, aun-
poco, para ver si en esta extraña separación entre lo que el que su influencia se extendió por numerosos aspectos de
hombre es y lo que el hombre hace podemos obtener algunas la cultura, de la ciencia y del arte. Se acusaba a la ciencia y a la
claves de lo que ha ido infernalrnente mal en este siglo xx. No tecnología, para decirlo rápidamente, de haber sido contami-
quería darme prisa, es una venenosa actitud del siglo xx. Cuan- nadas por el materialismo. El historiador de la ciencia Paul
do uno tiene prisa por algo quiere decir que no se va a preocu- Forman ha reconstruido el impacto que tuvo esa actitud en la
par mucho por ello y se va a dedicar a otras cosas [p. 25]. ciencia alemana y cómo los científicos reaccionaron ante
la enorme presión de los intelectuales ocultando sus creen-
Pirsig nos habla pues de este extrañamiento de nuestra cias filosóficas y abjurando de cualquier manifestación que
cultura ante los objetos que nos rodean, no ya, como postu- pudiera ser malinterpretada como cercana al materialismo.
laba el determinismo tecnológico, porque nos dominan y La metafísica tuvo serias consecuencias políticas y culturales.
convierten en sus objetos, sino porque han dejado de ser al- No fue la única actitud ante la tecnología, pero sí fue la
go nuestro para travestirse en meros medios de uso de los que dominante en Alemania durante los años de la posguerra y
no hay que cuidarse más que en tanto sirvan a su objetivo. En configuró de forma esencial una tradición filosófica muy in-
términos de Heidegger, son «emplazados» por su objetivo.
Para algunos autores [véase, p. ej., Mitcham 2] Heidegger es,
21 La ciencia de esta época y la influencia que recibió del entorno inte-
con Ortega, el gran filósofo de la técnica, con quien coincide, lectual anticientífico han sido estudiados por el historiador de la ciencia
curiosamente, en no haber escrito poco más que algún opúscu- Paul Forman y por Sánchez Ron.
I.A MIRADA DE Ul.ISES 61
60 MUNDOS ARTlFICIAl.ES

abrirá una región totalmente distinta para la esencia de la téc-


fluyente a lo largo de todo el siglo. En su origen encontramos nica. Es la región del desocultamiento, es decir, de la verdad
una crítica en la que, quizá no por casualidad, coinciden Hei- [Heidegger 5, p. 15).
deggery la escuela de Prankfurt.F La tecnología, se argumenta,
está contaminada del espíritu dominador de la naturaleza. El
Que la técnica no sea un mero medio es un descubri-
pecado original de la técnica no está en ella misma sino en
miento notable. Heidegger va a mostrar una comprensión de
ese espíritu prometeico que se le achaca. la racionalidad técnica que llega más allá de la mera raciona-
Heidegger hereda en parte esa tradición, pero añade algo
lidad instrumental a la que aludíamos en la cita de Daniel
más, su compromiso metafísico con una forma de entender
Bell al comienzo. En Ser y tiempo Heidegger establece una re-
la tecnología: la tecnología es metafísica por otros medios. La
flexión metafísica sobre la instrumentalidad que tiene mu-
idea de la racionalidad técnica como racionalidad instru-
cho que ver con el análisis que hace Wittgenstein de las
mental, para Heidegger, impide que seamos capaces aun de
formas de vida. La separación del mundo de la conciencia y
captar la esencia de la tecnología,
el mundo objetivo no se reunifica en la vieja solución idealis-
ta, sino a través de un nuevo análisis del mundo-a-mano en
de este modo damos testimonio de este estado de necesidad:
que nosotros, con tanta' técnica, aún no experienciemos lo
el que se realiza la existencia:
esenciante de la técnica; que nosotros, con tanta estética, ya no
conservamos lo esenciante del arte [véase Heidegger 1, p. 37). Los griegos tenían un adecuado término para (cosas», pragma-
La técnica no es lo mismo que la esencia de la técnica [... ). La ta, esto es, aquello con lo que se tiene que ver en el «andan> que
esencia de la técnica tampoco es en manera alguna nada técni- "se cura de» (praxis). Pero dejaron ontológicamente en la oscu-
co. Por esto nunca experimentamos nuestra relación para con ridad junto al carácter específicamente "pragmático» de los
la esencia de la técnica mientras nos limitemos a representar pragmata y los definieron inmediatamente como (meras cosas»
únicamente lo técnico y a impulsarlo, mientras nos resignemos [Heidegger 1, p. 81).
con lo técnico o lo esquivemos [p. 9).
Esta reivindicación de las cosas como ptagmata ha dado
y Heidegger nos propone una definición de esta esencia: pie a que Richard Rorty y Hubert Dreyfus, dentro de la ola de
reivindicación actual de las identidades filosóficas estadouni-
Si nos preguntamos paso a paso lo que es propiamente la denses, reivindiquen a su vez a Heidegger como pragmatista
técnica, representada como medio, llegaremos al salir de lo [véanse Rorty y Dreyfus 2 J, pero quizás Heidegger esté dicien-
oculto. En él descansa la posibilidad de toda elaboración pro-
do algo ontológicamente más fuerte que lo que el pragmatis-
ductora.
La técnica no es pues un mero medio, la técnicaes un mo-
mo de James o Dewey pretendían. Heidegger está hablando
do de salir de lo oculto. Si prestamos atención a esto se nos de un mundo constitutivo humano en el que no cabe hablar de
lo natural como opuesto a lo artificial, y mucho menos de lo
interno y representacional como opuesto a lo externo causal:
22 Me refiero fundamentalmente a Dialéctica de la Ilustración, que a
efectos de lo que estamos debatiendo es una especie de manifiesto de revi-
si6n de la actitud ilustrada.
62 MUNDOS ARTIFICIALES LA MIRADA DE t/L.ISES 63

En el «andan> se encuentra un útil para escribir o el palillero, el Este territorio intermedio es un dominio ontológico que
útil para cosero la aguja, el útil para hacer algo o el instrumen- Heidegger con toda la razón no quiere reducir a la antropolo-
to, el útil para caminar o el vehículo, el útil para medir o el ins- gía, al contrario, es el lugar en el que tiene que construirse el do-
trumento de medida [p. 81]. minio del hombre. «Enel útil usado es codescubierta por medio
Un útil es «algo para» [... j, en la estructura expresada con del uso la "naturaleza", la "naturaleza" a la luz de los productos
el «para» «hayuna referencia» de algo a algo [p. 81]. de la naturaleza» [p. 84]. Se trata de un espacio de interacción
El útil, respondiendo a su (ser útil», «es» siempre por la
y de posibilidades que emergen a la luz, con lo que adquiere
adscripción a otro útil: palillero, pluma, tinta, papel, carpeta,
mesa, lámpara, mobiliario, ventanas, puertas, cuarto. Estas «co-
sentido la idea de la técnica como un aparecer, puesto que cons-
sas» jamás se muestran inmediatamente por sí, para llenar co- tituye un ámbito en el que tiene lugar la existencia, que no es
mo una suma de cosasreales un cuarto [p. 811· sino una realización temporal de posibilidades.
En la siguiente sección veremos a modo de ejemplo có-
si observamos estos textos encontraremos en los objetos mo estas ideas de Heidegger han sido recuperadas en una
propiedades que tradicionalm~nte se han aplicado a los con- aproximación recientísima a algunas de las tecnologías más
ceptos, como es la referencia a otra cosa, la intencionalidad y importantes contemporáneas, la Inteligencia Artificial y la
la capacidad de componerse en unidades mayores. No es por robótica.
casualidad: Heidegger está analizando el «mundo-a-mano» de
los objetos mediante categorías que, como más tarde compro-
baremos, son propiedades que tienen los diseños: la referencia Inteligencia sin representación
a una función y la dependencia en su funcionalidad de otros
diseños que completan su identidad, del mismo modo que la Esta interpretación que hacemos de Heidegger nos muestra
tuerca necesita ser completada con el tornillo. Y esta cornposi- un criterio de racionalidad tecnológica lejano respecto de las
cionalidad de los útiles «compone» un mundo en el que lo na- caricaturas de la «racionalidad instrumental- que solemos
tural existe como materia que es conformada en el diseño. Lo encontrar en muchos textos tecnófilos y tecnófobos. Pues si
que Heidegger piensa de los útiles se aplica en parte también a el mundo-a-mano es un mundo que el hombre hace y en el
las representaciones conceptuales en el modo en el que se rela- que al tiempo se hace, la racionalidad es una propiedad que
cionan con el mundo. Heidegger, como Wittgenstein, se aleja define algunas de las trayectorias posibles, algo sobre lo
del representacionalismo cartesiano que separa lo «interno» o que el análisis de Heidegger no tiene en principio una posi-
mental de las habilidades corporales: las representaciones, al ción comprometida en términos del propio análisis.
igual que la materia, solamente existirían en cuanto corporei- De hecho esta interpretación es la que ha influido en una
zadas en las habilidades que permiten al sujeto tener una exis- región de la tecnología tan aparentemente lejana a la filoso-
tencia en el mundo. De ahí que los descubrimientos en lo que fía heideggeriana como es la inteligencia artificial, que no creo
respecta a la técnica en Heidegger resulten tan novedosos, pues inoportuno traer a colación [véanse Brook y Steels (comps.).
conectan con una de las formas recientes más interesantes en Clark, Dreyfus 1, Dreyfus y Dreyfus, Winograd y Flores]. Es-
el estudio de aquello que el lenguaje y los artefactos compar- tos autores comparten independientemente de sus diferencias
ten, el modo de conectar con el mundo. un profundo malestar con la inteligencia artificial clásica, no
64 MUNDOS ARTIFICIALES
LA MinADA DE UUSES 6S

ya sólo como tecnología sino como proyecto teórico para es- Rodney Brooks ha dado un nombre propagandístico a esta
tudiar la inteligencia. La inteligencia artificial clásica habría corriente que no hubiera desagradado al propio Heidegger: «in-
estado dirigida, desde el punto de vista de esta concepción, teligencia sin representación». Consiste en el proyecto de conce-
por el paradigma cartesiano representacionalista con la única bir la inteligencia como una interacción mediada, continua,
peculiaridad de haber trasvasado el representacionalismo in- temporal entre el cerebro, el cuerpo y sus órganos, los instru-
ternalista mental al nuevo lenguaje del procesamiento de infor- mentos y el mundo, de modo que la actividad resultante es un
mación: los conceptos tradicionales serían ahora objetos en producto cooperativo de la interacción de todos estos elemen-
un lenguaje mental que, en principio, no establecería dife- tos. Laracionalidad no es tratada como una propiedad interna
rencias ontológicas entre lo que ocurre internamente en una y mucho menos representacional en donde los cálculos deter-
máquina procesadora y lo que ocurre en el cerebro. El cuerpo minen cada uno de los movimientos. Si usamos la metáfora de
y el contexto de acción sería únicamente un lugar o circuns- un tango, que no puede ser bailado individualmente, podría-
tancia donde se produce la acción causada por los estados mos hablar de la racionalidad como de una propiedad pareci-
internos, cuya esencia son sus relaciones informacionales o da a la armonía de los movimientos del baile. Hay muchas for-
computacionales, que determinan su carácter computacio- mas de bailar, algunas de ellas son armónicas y otras no: la
nal. Éstas son a grandes rasgos las principales características racionalidad sobrevendría sobre la forma de la interacción «si-
del paradigma computacional en inteligencia artificial y por tuada» en el mundo. De acuerdo con esta interpretación de la fi-
extensión en filosofía de la mente. Dreyfus [1] ya protestó losofía heideggeriana, el carácter del mundo técnico, su carácter
contra la imagen del hombre que se derivaba de esta concep- ontológico, sería independiente de cualquier noción de racio-
ción, y desde hace años ha sido materia de controversia en el nalidad que podamos considerar. Se trata tan sólo de una forma
terreno de la filosofía de la mente. No es sin embargo el te- de superación de la concepción representacionalista, la concep-
rreno al que queremos llevar nuestro ejemplo. Dentro de la ción en la que las técnicas son representaciones en forma de re-
propia inteligencia artificial y especialmente en los autores glas, y postular una situacionalidad o «armadura» (algo que
dedicados al diseño de robots y agentes artificiales prepara- quizás tiene que ver con el Gestell de «La pregunta por la técni-
dos para sobrevivir en contextos abiertos y no predecibles, se ca»), una mirada dirigida al proceso, antes que al Estado. La ra-
ha producido en los últimos años una reivindicación de las cionalidad, instrumental o no, nada tiene que ver en una orien-
ideas heideggerianas de la situacionalidad en un «mundo-a- tación que pretende ser ontológica.
mano» de actividades." Pero estas ideas no agotan todo lo que Heidegger sostuvo
acerca de la técnica. Junto a este Heidegger que aporta una vi-
23 Hasta tal punto se declaran continuadores de la tradición heidegge-
sión positiva de la habilidad técnica encontramos al Heideg-
riana que Winograd y Flores, y en panicular Winograd, padre en cierta me-
ger de la posguerra irremisiblemente pesimista respecto a la
dida de los programas capaces de comprender mundos externos, dedican
el capítulo 3 de su libro a (explicar» la filosofía heideggeriana. Y lo más tecnología.
sorprendente es lo recomendable de su lectura para alguien ajeno al pensa-
miento de Heidegger. No solamente Heidegger ha influido en esta concep- dad «situada» han influido en esta concepción, pero lo que a nosotros nos
ción. Como reconoce Andy Clark, también Merleau-Ponty, Píaget, Vigotsky
importa en este momento es cómo se relaciona con la propuesta metafísi-
y todos aquellos que han concebido la actividad mental como una activi- ca heideggeriana.
66 MUNDOS ARTIFICIALES LA MIRADA DE ut.r s ns 67

Técnica y destino Dreyfus ha encontrado en esta actitud de Heidegger una


llamada a una relación libre con la técnica, una manera de
Después de la guerra, hacia 1959, Heidegger desarrolla una usarla sin quedar atrapado por ella, Dreyfus considera que
versión alejada de las ideas sobre la instrumentalidad de esta actitud es la que encontramos en la cultura japonesa
1927 y cercanas a las que Horkheimer y Adorno estaban di- [véase Dreyfus 3, p. 99], Y es también la actitud que encon-
fundiendo: tramos en el ensayo-relato de Pirsig que por algo se titula El
Zen yel arte del mantenimiento de la moto. Puede que sea cier-
Ahora el mundo aparece como un objeto al que el pensamien- to, en cualquier caso el argumento que desarrollamos aquí
to calculador dirige sus ataques y a los que ya nada debe poder no tiene que ver con cuál haya sido la verdadera actitud de
resistir r...j. La naturaleza se convierte así en una única esta-
Heidegger, sino con las consecuencias que tienen algunas
ción gigantesca de gasolina, en fuente de energía para la técnica
yla industria modernas [Heidegger 3, p. 23]. ideas que han sido influyentes después de él. Es más, conce-
La pregunta fundamental de la ciencia y de la técnica con- do que esta interpretación ecologista puede ser la correcta.
temporáneas no reza ya: ¡de dónde se obtendrán las cantidades Pero incluso así, precisamente en esta forma, se muestra ya lo
suficientes de carburante y combustible? La pregunta decisiva que me parece que reside el aspecto más dañino, más sutil-
es ahora: ¡de qué modo podremos dominar y dirigir las ini- mente dañino y peligroso: es una forma de pensar la técnica
maginables magnitudes de energía atómica y asegurarle asi a la esencialmente antidemocrática y antihumana.
humanidad que estas energías gigantescas no vayan de pronto y no porque Heidegger personalmente no tuviera mayor
-aun sin acciones guerreras-e- a explotar en algún lugar y ani- interés por la democracia, que es sabido que no lo tenía, ni
quilarlo todo? [p. 23]. por su compromiso con el nacionalsocialismo, que sabemos
hoy que nunca abandonó, pese a tantos intentos de salvarlo,
Pero Heidegger, pese a algunas interpretaciones, no es un sino porque de un modo esencial su comprensión metafí-
ecologista avant la lettre, sino que nos propone algo diferente, sica, y de su tesis de la técnica como desvelamiento de un
una especie de desasimiento de los objetos técnicos, un mo- destino al que la acción intencional es ajena, lleva necesaria-
do de estar en donde mente a un desinterés por la cuestión de la transformación
del presente como producción del futuro. Porque la com-
nuestra relación con el mundo técnico se hace maravillosa- prensión de la técnica como un aparecer no puede desligarse
mente simple y apacible. Dejamos entrar objetos técnicos en de un pensamiento en el que el destino es inhumano, es aje-
nuestro mundo cotidiano y al mismo tiempo los mantenemos
no y en el que sólo cabe una actitud poética de desasimiento,
fuera, o sea los dejamos descansar en sí mismos como cosas
que no son algo absoluto, sino que dependen ellas mismas de una actitud que es aparente y superficialmente religiosa pero
algo superior [... ]. Denomino la actitud por la que nos mante- realmente hipócrita: no prohíbe el disfrute, incluso el disfrute
nemos abiertos al sentido oculto del mundo técnico laapertura irrestricto de los bienes de la técnica, no prohíbe el uso del
al misterio [Heidegger3, p. 27]. poder, prohíbe el querer, el deseo, sobre todo el más profundo
de los deseos, el de no someterse al destino,
68 MUNDOS AnTll'lCIALES LA MIRADA DE ULlSES 69

porque todo análisis de la situación se queda corto al interpre creta como la falta de vivienda al que aplicó su método y es-
tar por adelantado el mencionado todo del mundo técnico trategia filosófica y concluyó en estos términos:
desde el hombre y como su obra. Se considera lo técnico, re-
presentado en el sentido más amplio y en toda la diversidad de i Qué pasa con el habitar en ese tiempo nuestro que da qué
sus manifestaciones, como el plan que el hombre proyecta y pensar? Se habla por todas partes, y con razón, de la penuria de
que finalmente le obliga a decidir si quiere convertirse en escla- viviendas. No sólo se habla, se ponen los medios para reme-
vo de su plan o quedar como un señor. diarla. Se intenta evitar esta penuria haciendo viviendas, fo-
Mediante esta representación de la totalidad del mundo mentando la construcción de viviendas, planificando toda la
técnico, todo se reduce al hombre, y, como sumo, se exige una industria y el negocio de la construcción. Por muy dura y amar-
ética del mundo técnico. Atrapados en esa representación, nos ga, por muy embarazosa y amenazadora que sea la carestía de
reafirmamos en la opinión de que la técnica es sólo una cosa viviendas, la auténtica penuria del habitar no consiste en primer
del hombre. Se hace oído sordo a la llamada del ser que habla lugar en la falta de viviendas. La auténtica penuria de viviendas
en la esencia de la técnica. es más antigua aún que el ascenso demográfico sobre la tierra y
Dejemos de una vez de representar lo técnico sólo técnica- que la situación de los obreros en la industria. La auténtica pe-
mente, esto es, a partir del hombre y de sus máquinas. Preste- nuria del habitar descansa en el hecho de que los mortales pri-
mos atención a la llamada bajo cuyo influjo se encuentran en mero tienen que volver a buscar la esencia del habitar, de que
nuestra época, no sólo el hombre, sino todo ente, naturaleza e tienen que aprender primero a habitar. iQué pasaría si la falta de
historia, en relación con su ser [Heidegger 2, p. 811. suelo natal del hombre consistiera en que el hombre no consi-
dera aún la propia penuria del morar como la penuria? Sin em-
bargo, así que el hombre considera la falta de suelo natal, ya no
Este texto de Identidad y diferencia me parece sumamente hay más miseria. Aquélla es, pensándolo bien y teniéndolo
ilustrativo y aleccionador para todos aquellos que pretenden bien en cuenta, la única exhortación que llama a los mortales al
una recuperación de Heidegger con propósitos éticos y aun habitar [Heidegger 4, p 142).
políticos. Quienes creen que acabando con la forma de repre-
sentar «lo técnico sólo técnicamente» ya han hecho las paces Leído este texto como una llamada al espacio vital se lle-
con Heidegger se equivocan: en e! mismo paquete están to- na de connotaciones terribles, si atendemos al uso que hizo
das las demás instancias, las éticas, las políticas, las antropo- e! nazismo de ese término; pero leído ateniéndonos única-
lógicas. Porque las exigencias del ser son inhumanas, en e! mente a los términos filosóficos demuestra una llamada a
sentido de que las cosas humanas, tan humanas como e! frío una esencia del espacio de habitación difícilmente compren-
o e! calor, no cuentan en el camino de! destino de! ser. sible o bien terriblemente «conservadora». El problema que
Quisiera traer a colación un texto más bien anecdótico en subyace nace de la contradicción interna en el pensamiento
lo que respecta a las ideas de Heidegger sobre la técnica. No de Heidegger.v' Mientras que ha determinado correctamen-
encontraremos muchas propuestas concretas en Heidegger
24 Esta tensión tiene también su correlato en la actitud estética de Hei-
(salvo su programa de acción en e! rectorado, pero mejor lo degger. siempre paralela a la actitud hacia la técnica. Molinuevo ha insisti-
dejamos a un lado). Sin embargo, en «Construir, habitar, do en la separación de los varios aspectos de la filosofía de Heidegger y
pensar» entró en la consideración de un problema tan con- sobre qué cosas son y no son recuperables. Su análisis, creo, puede trasla-
darse a la filosofía de la técnica.
70 MUNDOS ARTIFICIALES LA MIRADA DI'. llLlSES 71

te que no podemos separar a la gente de los lugares, en tanto LA RACIONALIDAD COMO ASTUCIA DE lA RAZÓN
que espacios que habitan, porque son parte de su constitu-
ción diríamos nosotros, Heidegger abandona de pronto el Es el momento de reconsiderar las críticas de la racionalidad
problema real, técnico, político y moral de qué, cómo, para instrumental y plantear claramente ya cuál es nuestra opción,
quién, para qué, dónde, etc., construir y se retira a un lugar que iremos desarrollando a lo largo de los demás capítulos.
que llama el pensar que a) en primer lugar deja sin respues-
ta los problemas centrales antropológicos (y también me-
tafísicos) y b) en su lugar da una respuesta que, considerada Lafiabilidad de la racionalidad
con los ojos más compasivos, suena a tautológica: habitar es
habitar. ¿Aqué estamos llamando racionalidad? No tenemos una bue-
No resisto la tentación de comparar este texto de Heideg- na caracterización de la racionalidad aunque no nos faltan siste-
ger con este otro del más radical de los arquitectos de la Bau- mas de normas racionales. La noción económica, instrumental,
haus, Hans Meyer: tecnológica de racionalidad prescribe, en un mundo de recursos
escasos, alcanzar los objetivos buscados con el menor costo po-
Construir es la organización de los procesos vitales. Construir sible. La racionalidad nos ordena ser eficientes en nuestras ac-
es sólo en parte un procedimiento técnico. El diagrama econó- ciones." Pero no está muy claro qué significa: numerosos filó-
mico son las directrices que determinan el esquema del proyec- sofos han protestado contra la restricción de la racionalidad a la
to de la construcción. Construir no es ya una tarea individual, elección de medios dejando a un lado la deliberación de fines
en la que se realizan las ambiciones arquitectónicas. Construir
y la discusión de normas, muchos economistas han señalado la
es un trabajo de un conjunto de artesanos e inventores. Única-
mente el que sabe dominar los procesos vitales trabajando en insuficiencia de la teoría de la decisión clásica para explicar y
colaboración con los demás puede considerarse realmente un predecir la conducta económica correcta sin introducir normas
buen constructor. Construir, si antes representaba un negocio morales de conducta-" Todas las críticas se resumen en dos:
individual (favorecido por la desocupación y por la escasez de la racionalidad instrumental es muchas veces insuficiente (se
vivienda), ahora es una empresa colectiva de toda la nación puede ser instrumentalmente «racional», pero completamente
[Meyer]. tonto y ciego como agente que toma decisiones) y en no pocas

Meyer, director unos años de la Bauhaus hasta 1930, 25Véanse Quintanilla 5 y la discusión que hacemos más adelante.
cuando en Alemania ya era imparable la marea del fascismo, 26Los economistas y matemáticos han desarrollado la teoría de la de-
hizo explícito un programa y un proyecto para la tecnología cisión y la teoría de juegos como modelos de decisiones racionales en con-
que explica perfectamente por qué la Bauhaus sufrió tantas textos de incertidumbre y dependencia de las acciones de muchos agentes,
persecuciones desde su nacimiento en los consejos obreros sin embargo, hay una queja universal contra el formalismo matemático de
la teoría de la decisión. Los psicólogos han observado que los sujetos ncr-
de 1919, y que, también hay que decirlo, por qué ahora se re-
males (subrayamos el «normales»] no siguen las normas de la teoría de la
chaza tantas veces bajo la acusación de funcionalismo, tecno- decisión cuando realizan juicios intuitivos sobre las situaciones en las que
logismo, etc., olvidando este componente político y moral deben tomar decisiones. H. Simón. y después de él numerosísimos teóri-
sin el que no tiene sentido. cos de la ciencia cognitiva, han propuesto una noción «satisfactora» más
72 MUNDOS ARTIFICIALES LA MIRADA DE ULlSES 73

ocasiones es innecesaria, puesto que bastan criterios menos exi- aprovechar las oportunidades, de la racionalidad tecnológica co-
gentes para adoptar decisiones correctas e intuitivamente ra- mo astucia: 27
cionales. El mito de Odisea el astuto ha sido convertido por Hork-
No sabemos si hay un criterio adecuado de racionalidad, heimer y Adorno, en la Dialéctica de la Ilustración, en el para-
pero sí podemos recoger muchas de las críticas en una noción digma de la racionalidad ilustrada en la Antigüedad. Odisea
que no abandona el componente normativo que usualmente engaña a los hombres y a los dioses, sobre todo a los dioses,
adscribimos al término «racional», y al tiempo relativiza el que ahora quedan puestos al descubierto en su impotencia
comportamiento racional a los contextos en los que toma- ante la capacidad de simulación de Odisea. Horkheimer y
mos decisiones: la racionalidad es la facultad que tenemos Adorno estaban preocupados por la capacidad de la ilustra-
para adoptar las decisiones correctas y, como tal, exigimos ción griega para destruir los mitos, sustituyendo, según ellos,
que sea simple y llanamente una facultad fiable. los viejos mitos por el nuevo mito que representa Odisea. Pe-
1) La fiabilidad es siempre relativa a la exigencia del con- ro hay muchos más aspectos en Ulises que los que Horkhei-
texto: no es lo mismo tomar una decisión en un contexto en mer y Adorno han resaltado, incluso creo que han ocultado
el que las alternativas están bien definidas, los objetivos de- precisamente los más relevantes desde el punto de vista de la
terminados y consensuados y los medios contrastados, que racionalidad. Ulises es quien está más harto de la guerra y de
en los contextos más habituales en los que faltan algunas de las venganzas. Ha acudido a Troya por obligación, pero re-
esas condiciones. Tendríamos, desde este punto de vista, con- suelve la situación actuando como estratega hábil e inventa
textos que son más o menos exigentes y que nos piden nor- un artefacto y un engaño que ayuda a ganar la guerra. No es un
mas equivalentes de racionalidad. No exigimos que sea una pacifista, claro, pero no es el militar y militarista profesional
racionalidad máxima ni nos conformamos con lo que a veces Aquiles, ni el poderoso Agamenón que es capaz de desenca-
se denomina «racionalidad mínima», sino que exigimos que denar una guerra para satisfacer su orgullo de amante herido.
tenga las garantías adecuadas al contexto. Ser racional en la Ulises se encuentra con la violencia y trata de resolver la si-
vida cotidiana, en asuntos pequeños, no exige la misma refle- tuación de la forma más racional posible. Insisto en los dos
xión que cuando dependen bienes o vidas ajenas de nuestras términos. En su posterior viaje es perseguido por los dioses,
decisiones. cómo no, a quienes la inteligencia les molesta. Y en varias
La racionalidad es, para decirlo en pocas palabras, la pro- ocasiones nos muestra Ulises las terribles contradicciones y
piedad que describe la calidad de los controles de calidad que adop- paradojas de la racionalidad, cómo para ser racional a veces
tamos respecto a nuestras inferencias y decisiones. hay que ser irracional, por ejemplo, ordenando a sus hom-
2) En segundo lugar, es concreta y «situada»: recupera- bres que no cumplan sus órdenes cuando el canto de las sire-
mos la idea de la racionalidad como capacidad para crear y nas haga insoportable la llamada.
27 Debo esta noción a Jesús Vega [2], quien la ha desarrollado históri-
camente y quien ha dirigido mi atención hacia el mito de Odisea. Jesús in-
que maximizadora de racionalidad: el agente es racional cuando toma la siste más en la capacidad de ser hábil en las acciones situadas, mientras
decisión que le parece mejor relativamente a su conocimiento y sus capaci- que la noción que aquí presentamos incluye un momento más amplio de
dades, no la absolutamente mejor. descubrimiento de las alternativas.
74 MUNDOS ARTIFICIALES LA MIRADA DE BUSES 75

La racionalidad de Ulises es cualquier cosa menos una ra- efectividad y capacidad de alcanzar resultados o el que los
cionalidad plana e instrumental, al menos según las caricatu- objetivos buscados estén incluidos en los resultados. Pero,
ras que de la racionalidad instrumental se hacen. Su historia como dice Quintanilla, no se deben matar moscas a cañona-
es una historia de contingencias ante las que su razón reac- zos, por lo que podemos distinguir también la adecuación de
ciona aprovechando las circunstancias favorables. La raciona- una acción que mide el grado de distancia entre los objetivos
lidad de Ulises integra aspectos morales, sin los que no propuestos y los resultados conseguidos. Por último, la efi-
entenderíamos su capacidad para convencer a los compañe- ciencia de una acción consiste en la relación entre la intersec-
ros de proseguir el viaje, pero no es mera moralidad, no se re- ción de los objetivos y los resultados dada la unión de
duce a ella. La racionalidad de Ulises es su habilidad para resultados y objetivos, es decir, la adecuación entre objetivos
explotar las posibilidades. La habilidad en situaciones con- y resultados obtenidos.
tradictorias, tensas, de incertidumbre y riesgo, la mezcla de 2) Valor. Puede que no sea suficiente que las acciones sean
audacia, prudencia y capacidad para el éxito son los compo- eficientes para que sean racionales, pues una acción puede tener
nentes esenciales de la racionalidad. un valor, más allá de los resultados que se obtengan en esa ac-
ción, por el hecho de que esa acción «significa» algo, o como
Nozick propone, porque su valor es el valor de todas las accio-
La.s dimensiones extendida.s de la racionalidad tecnológica nes de una clase. No se puede limitar la racionalidad de las ac-
ciones tecnológicas a lo que propone un utilitarismo restrictivo.
El agente aprovecha las oportunidades que le brinda el con- Muchas de ellas incorporan la intención de mostrar que así se
texto, y al hacerlo es racional cuando toma la decisión más deben hacer las cosas, que las hacemos de esta forma porque así
adecuada a sus intereses. Pero los intereses no son necesaria- se deben hacer." Más adelante (en el capítulo «El control social
mente meros instrumentos. La decisión puede tomar en de la tecnología ... ») analizamos cómo esta idea permite incor-
cuenta varias dimensiones [véase Nozick]. De hecho sin ellas porar los valores, entre ellos los valores internos del artesano y
no podriamos entender el cambio técnico. Solamente la pri- el ingeniero, pero también los valores sociales consensuados o
mera de ellas corresponde a lo que tradicionalmente hemos decididos. Esta normatividad interna no es ajena a la racionali-
entendido como racionalidad instrumental: dad y debe ser recogida por ella. Por ejemplo, cuando un arte-
1) Eficiencia. Quintanilla [5] propone un análisis de la sano, ingeniero o técnico insiste en que las cosas hay que hacer-
noción de eficiencia tecnológica que recoge de un modo sen- las con un alto nivel de calidad, la decisión no es solamente
sato y más realista la idea de racionalidad del ingeniero y el
economista sin reducirla a la mera relación entre costo y be- 28 Nozick se refiere por ejemplo a la utilidad interpersonal: pensemos
neficio. Distingue entre los objetivos conscientemente pro- en la utilidad de no mentir o de ser fiel a la pareja: el hacerlo así ahora re-
puestos y los resultados realmente conseguidos. De esa coge la idea de que si violara la regla haría mucho más verosímil la próxi-
manera se puede establecer una noción de eficiencia como ma violación. Lo mismo ocurre con la utilidad estratégica interpersonal:
superar la desidia en este instante hace más verosímil que pueda hacerlo
adecuación de los medios a los objetivos. La idea tradicional
en otras ocasiones. La idea de utilidad extendida que aplicamos aquí no se
ingenieril es la eficacia «termodinámica» o relación entre po- refiere solamente a estos aspectos, sino a un concepto mucho más amplio
tencia y gasto en términos de unidades de energía, es decir, la de racionalidad tecnológica.
76 MUNDOS ARTIFICIAI.ES tA MIRADA DE ULlSES 77

instrumental, sino que incorpora un valor extendido que reco- los economistas. Los contextos reales de acción y decisión
gemos en esta idea del valor de significado de la acción. son procesuales, interactivos, narrativos, y las decisiones no
3) Referencia simbólica. Hoy sabemos que las catedrales y sólo tienen que ser correctas, adecuadas en el sentido estruc-
los relojes se extendieron en parte por necesidades técnicas tural, sino que han de tomarse en tiempo real, a tiempo y de-
yen parte por los efectos simbólicos de la decisión tecnológica. ben adaptarse a la situación concreta.
Un reloj señalaba elementos de identidad profunda del suje- No hay nada más irracional que un tonto con un manual
to que toma la decisión. y la función simbólica de las decisio- de instrucciones. La imagen del ingeniero calculador con la
nes tecnológicas no es un elemento ajeno a la racionalidad, al regla de cálculo y el cálculo de la regla no es más que una ca-
contrario, es uno de los elementos que suele formar parte en ricatura hecha por gente alejada de las decisiones reales. El
las controversias tecnológicas. Es racional incorporar a las de- estudio histórico de la innovación tecnológica nos resalta
cisiones el hecho de que representan nuestras fronteras como por el contrario lo habitual que es encontrar elementos de
individuos, grupos o comunidades. De esta manera puede re- normatividad interna, de simbolismo y sobre todo de capaci-
cogerse en cierta forma la idea de estilo que no solamente es dad para ver más allá que los demás las oportunidades en un
importante en arte sino también en tecnología, especialmen- mundo de posibilidades. Yde ser hábil para realizarlas, astu-
te en los sistemas tecnológicos contemporáneos. to para engañar a la naturaleza y a los dioses.
Estas dimensiones configuran la decisión del agente o es- Este difícil equilibrio de contingencia y elementos estruc-
tán dadas por la naturaleza de la acción. En la tecnología se turales es el que se recoge en la idea de racionalidad como as-
configuran estas tres dimensiones de manera interna en la ló- tucia, como virtud de aprovechar la situación. Incorpora
gica de su desarrollo. Si las ignoramos nunca entenderemos elementos morales pero no es mera aplicación de un código,
las decisiones tecnológicas, o, peor aún, tendremos que reco- incorpora elementos de identidad, pero no es mera propa-
nocer que casi todas son irracionales. ganda. No es racionalidad máxima ni mínima, es racionali-
Pero el elemento que quisiéramos resaltar es la contin- dad fiable, suficiente.
gencia que recoge el concepto de oportunidad. Las oportu-
nidades son a la vez subjetivas y objetivas: son los cursos
disponibles de acción que el sujeto tiene que valorar. Están RESUMEN
ahí, pero el agente debe descubrir y saber que están disponi-
bles. Son posibilidades sobre las que hay que razonar. No to- En este capítulo hemos analizado tres corrientes muy impor-
dos los objetivos son posibles, ni representables siquiera tantes del pensamiento contemporáneo sobre la tecnología
antes de disponer de los medios adecuados, no todos los ob- en lo que respecta a la noción de racionalidad tecnológica.
jetivos son realizables, no todos los objetivos son legítimos, y De la discusión del determinismo tecnológico podemos
lo más importante, no todos los objetivos están dados: hay separar la cuestión de que los problemas tecnológicos se
que descubrirlos, hay que proponérselos y hay que ser capaz entrelacen y formen un tejido inseparable con problemas so-
de organizar los medios para llevarlos a cabo. Esta situacio- ciales y psicológicos, de la tesis determinista. Un problema
nalidad de las oportunidades dentro de un espacio de posibi- técnico rápidamente trasciende lo técnico puesto que se in-
lidades hace que no sean los elementos fijos como suponen serta en una red de cuestiones de relaciones con un medio
78 MUNDOS AlfrlFICIALES I.A MIRADA DE ULI$ES 79

técnico en el que esa solución tiene lugar, con un ambiente Por último, Heidegger: de él aceptamos en primer lugar
económico, que la hará posible, y con un ambiente social que el hombre y su medio técnico están para siempre imbri-
y de uso, que le dará sentido. La complejidad explica que to- cados, )\ en segundo lugar, que las formas de vida son nor-
da decisión tenga consecuencias (a veces no queridas) en mativas, que si abandonamos la referencia a nuestras formas
diferentes niveles y en lugares alejados del campo de deci- de vida hemos abandonado también el problema originario
sión. Pero esta observación no implica el determinismo. La de lo técnico. Pero no podemos aceptar la existencia de un
filosofía determinista produce el abandono del problema de nivel de pensamiento originario anterior, posterior o trans-
la racionalidad: no hay racionalidad cuando sólo intervienen cendente a los problemas reales y directos cotidianos: no hay
causas. Pero necesitamos la racionalidad porque vivimos en un sentido en la historia que haya que desvelar. Hay que dar sen-
mundo de incertidumbre y riesgo, y son los problemas real- tido todos los días a nuestras historias particulares. Si esta-
mente duros los que exigen que nuestra razón funcione con mos más próximos a Heidegger que a todos los demás en
lucidez: si la razón fuera mero cálculo no la necesitaríamos. uno de los aspectos, nos separa de él una zanja mucho más
Por último, es falso que la tecnología determine las socieda- profunda que con el resto porque recorre la noción misma
des: es un factor más entre los otros que las configuran, pero de racionalidad. Nunca puede ser un trasunto pálido de un
ella misma depende para su subsistencia de lo que estas so- plan oculto en la historia que no acabamos de desvelar los
ciedades decidan. humanos. No hay destino, somos los únicos responsables de
En cuanto al constructivismo, también hay una observa- la historia, los únicos; y necesitamos la racionalidad para que
ción correcta que no puede soslayarse: la flexibilidad inter- esa responsabilidad no se disuelva en disculpas.
pretativa de todos los sistemas técnicos. La identidad de los Frente a estas tres nociones proponemos una noción de
artefactos es inestable y está sometida a discusión en los pri- racionalidad como capacidad para descubrir y aprovechar las
meros momentos de la innovación y el diseño. Posterior- oportunidades. Una noción que recoge la contingencia de la
mente la interpretación se fosiliza en la costumbre, y una circunstancia y la habilidad para aprovecharla, pero también
solución contingente se convierte en lo que antes era sola- la norma de que la decisión sea la más adecuada posible. Esta
mente una opción que había que discutir frente a otras. De noción es la que desarrollaremos en los siguientes capítulos.
ahí que necesitemos un sujeto colectivo democrático y lúci-
do: no basta reconocer el carácter social de las decisiones téc-
nicas, antes bien se plantea el problema de cómo construir el SUGERENCIAS IlIBJ.JOCRÁFlCAS
sujeto social que tome las decisiones de manera que las op-
ciones del futuro dependan de lo que se decida colectiva- Sobre el determinismo tecnológico, Smith y Marx presentan
mente. Yeso no es ajeno a la racionalidad, por el contrario, una muy recomendable antología de estudios sobre el con-
la racionalidad colectiva es una de las formas más difíciles de cepto. El representante contemporáneo más conocido es
conseguir de la racionalidad y uno de los proyectos de más Langdon Winner [1 Y 2], aunque ya encontramos varios ele-
desesperanzada urgencia. Aunque, sin duda, para conseguirla mentos en Mumford, uno de los grandes clásicos de la histo-
necesitamos abandonar la frivolidad posmoderna del cons- ria y filosofía de la tecnología. Una crítica muy acertada
tructivismo. desde el punto de vista político se encuentra en Feenberg. En
80 MUNDOS ARTlFICIAI.ES

cuanto al constructivismo, la antología de M. González, J. A.


López Cerezo y J. L. Luján recoge algunos de los trabajos más
importantes. Latour [1 y 2] representa la posición más extre-
ma. Una posición más matizada se encuentra en Bijker y en
la antología ya clásica de Bijker, Hughes y Pincho Las conse- MUNDOS ARTIFICIALES
cuencias del pensamiento heiddegeríano para la tecnología
han sido desarrolladas especialmente por Agre, Dreyfus [1] Y
por Winograd y Flores en lo que se refiere a los campos de
N EL CAPrIlIl.o ANTERIOR liEMOS SOSrENIDO que las tres gran-
la inteligencia artíficial y la robótica, pero extensibles a toda la
tecnología. Sobre la noción de racionalidad extendida, No-
zick es una buena introducción. Nudler (comp.) recoge va-
rios estudios sobre la noción de racionalidad relevantes para
E des tradiciones en filosofía de la técnica de nuestro si-
glo, la tradición crítica, la sociológica y la hermenéutica,
tienen elementos valiosos que pueden ser mantenidos yele-
mentos rechazables de los que debemos distanciarnos. Esuna
nuestra presentación.
afirmación que ahora pondremos a prueba exponiendo qué
concepto de tecnología nos permite tal conclusión. Busca-
mos una característica que nos explique la creatividad, la
capacidad de extenderse a todos los rincones, la transforma-
ción que introduce la tecnología, en definitiva, un criterio de
demarcación. Un criterio así es una frontera conceptual que
trazamos en un fenómeno histórico y cultural. Hablamos de
historia del arte, de historia de la ciencia y de historia de la
técnica como fenómenos parcialmente autónomos 1 y nos re-
ferimos a tradiciones culturales que se mantienen vivas en
tanto se preserve la memoria de procedimientos, objetos y re-
sultados que, observados a lo largo de intervalos temporales
largos, configuran una trayectoria parcialmente autónoma
respecto a otras regiones de la cultura.

1 Nótese, sin embargo, que no siempre necesitamos criterios de de-

marcación: si queremos contar la historia de la cama, no necesitamos más


que identificar el objeto (cama» y situar cada ejemplar en un marco de re-
ferencia temporal. No existe ninguna relación interna en el proceso de
cambio. Un criterio de demarcación se aplica a fenómenos culturales cuya
historia adquiere una cierta autonomía respecto a otros, aunque interactúe
con ellos, como ocurre, por ejemplo, con el artey la filosofía, la ciencia y la
técnica, etcétera.

81
82 MUNDOS ARTIFICIALES MUNDOS ARTIFICIALES 83

No tenemos una definición clara del territorio de la tec- pende de la acción humana. A diferencia de las técnicas, la
nología: no ha recibido aún la atención cultural que han me- tecnología es un sistema de instituciones que no ha existido
recido otros fenómenos culturales. El reciente libro de Carl siempre, es un producto de la sociedad contemporánea cons-
Mitcham [21 es un volumen de tamaño normal que recoge tituido con los materiales de otras instituciones cercanas.'
casi todo lo importante en la historia del pensamiento sobre En primer lugar distinguiremos la tecnología de tres do-
la tecnología. Pues bien, para hacerse una idea de cuán oceá- minios cercanos: la ciencia, las ciencias de lo artificial y las
nica es la laguna de nuestra ignorancia, compárese, sólo en técnicas artesanales. En segundo lugar especificaremos una ca-
tamaño, con la bibliografía sobre fenómenos como la cien- racterística de lo artificial que nos permite relacionar estas
cia, el arte o el Estado y se tendrá una medida de la falta de tres instancias con la tecnologías: la complejidad de niveles. Por
tradición analítica sobre la tecnología. Quizás estemos en último, consideraremos la idea de las posibilidades pragmáticas
una situación similar a la de los filósofos del siglo XVIII que re- construidas colectiva y críticamente como el territorio especí-
flexionaban sobre el Estado moderno: ellos mismos forma- fico de la tecnología.
ban parte del proceso de constitución de la nueva forma de
Estado. Quizás es lo que ocurre con la tecnología: se trata de
un nuevo modo de organizar socialmente la transformación LA TECNOLOGÍA Y sus ALREDEDORES: lA CIENCIA, LAS TÉCNICAS,
de la sociedad que se está constituyendo al tiempo que refle- LAS CIENCIAS DE LO ARTIFICIAL

xionamos; y no es despreciable la posibilidad de que tam-


bién lo haga con materiales de nuestra propia reflexión. Lafrontera entre ciencia y tecnología
Si comenzamos preguntándonos ¿por qué la gente, las
empresas, los Estados, buscan y desean la tecnología? o ¿por Hay dos modos de estudiar las relaciones entre ciencia y tec-
qué la temen?, tendremos una buena pista para determinar qué nología. La primera es interna, se refiere a elementos cons-
es la tecnología contemporánea. Y esta característica, en la titutivos y definitorios de la actividad de la ciencia y la
que encontramos el núcleo de valor de la tecnología y por tecnología. La segunda es externa, se refiere a las relaciones
la que juzgamos los sistemas tecnológicos, es la capacidad de y distinciones que podemos establecer entre los sistemas so-
abrir posibilidades y crear oportunidades. El horizonte de expec- ciales de la ciencia y la tecnología. Ambas recogen dos di-
tativas cambia al aparecer un cambio tecnológico por peque- mensiones constitutivas de la ciencia y la tecnología: como
ño que sea y esta modificación no se reduce a los efectos que actividades características de la cultura y como instituciones
de hecho tenga este cambio, sino que se amplía a cuáles pue- sociales.
de tener. Los sistemas tecnológicos tienen muchos efectos: Veamos en primer lugar la distinción en lo que respecta a
transforman las sociedades, hacen ricos a algunos, pobres a su naturaleza como actividades. A su vez, hay dos maneras de
otros muchos, acaban con las tecnologías obsoletas, pero enfocar esta distinción: refiriéndonos al método y refiriéndo-
muchas otras posibles consecuencias (y oportunidades) se nos a la naturaleza del conocimiento característico de ambas."
quedan en el territorio de lo que podría haber sido. La tecno-
logía es ante todo un espacio de alternativas posibles: es el 2 Sobre esta afirmación del carácter histórico de la tecnología, véase

lugar desde el que se puede configurar el futuro en lo que de- más adelante el capítulo «El control social de la tecnología ... »,
84 MUNDOS ARTIFICIALES MUNDOS ARTlrlCIALES 85

La tradición moderna ha establecido que el criterio de la ciencia aprende de los errores, postula hipótesis en los sec-
identificación de la ciencia es el método: lo que distingue al tores de mayor riesgo y restringe los márgenes de error per-
conocimiento científico de otras formas de conocimiento y misibles en sus predicciones; la tecnología, dirigida a la
otros dominios culturales es ser un producto que ha sobrepa- construcción de artefactos eficientes que hacen menos peli-
sado los más rigurosos controles de calidad en lo que respecta groso y más habitable nuestro medio ambiente natural, no
a la justificación de sus enunciados y teorías: los experimen- puede, por el contrario, permitirse los lujos conjeturales que
tos, las pruebas matemáticas, etc. Si queremos aplicar a la tec- la ciencia se permite. La tecnología no permite la falibilidad
nología un esquema similar debemos buscar algún criterio de sus prospecciones: los aparatos tienen que funcionar en
lógico o metodológico para caracterizar la tecnología de ma- las condiciones normales, los puentes no pueden caerse. Por
nera unívoca. Las dos posiciones que encontramos como esta razón su trasfondo teórico son teorías que han sido bien
puntos de referencia son: corroboradas. Mientras que en la ciencia no tienen ninguna
1) La posición que considera que la tecnología y la cien- importancia las verificaciones, sólo las falsaciones -se argu-
cia difieren en el método. ye desde esta posición-, en la investigación tecnológica la ve-
2) La posición que considera que, no siendo la tecnología
otra cosa que ciencia aplicada, no hay ninguna dife-
rencia esencial entre ciencia y tecnología en lo que res- está llena de ejemplos que corroboran esta noción popperiana: la idea de
pecta al método. osciladores que emiten energía en paquetes discretos, que Plank tuvo que
La primera concepción sostiene sus argumentos sobre conjeturar para resolver el problema del espectro de emisión de energía de
la base de la distinción entre los objetivos respectivos de la un cuerpo negro/por ejemplo, fue una hipótesis física que añadió al apara-
ciencia y la tecnología. Es una posición defendida por los se- to matemático y que contradecía profundamente toda la ciencia clásica,
basada en que todos los procesos naturales eran continuos. Entre septiem-
guidores más o menos ortodoxos del falsacionismo poppe-
bre de 1900 y enero de 1901 Plank se atrevió a formular una hipótesis que
riano [véase Agassi]. La tecnología, se afirma, persigue la cambió radicalmente toda la física posterior. El propio Plank estaba asom-
fiabilidad de sus artefactos mientras que la ciencia persigue brado de la audacia de su propia hipótesis (Kuhn 1 es un monumento de
la capacidad explicativa que nace de la audacia de las hipóte- la historia de la ciencia que reconstruye con precisión este episodio). En el
sis.' De estos dos objetivos resultan métodos contradictorios: caso de la tecnología los grandes descubrimientos serían aplicaciones de
ciencia bien conocida. Así, la radio, por ejemplo, es un descubrimiento po-
co notable en lo que respecta al conocimiento. Cuando Hertz «descubre»
las ondas de radio en 1888 en realidad solamente comprueba lo que ya ha-
3 Véase el número monográfico que TecJmology andCulture [no. 6, 1966] bía sido predicho por la teoría de campos electromagnéticos de Maxwell
dedicó a esta discusión, en particular los trabajos de Agassi y el de M. Bunge más de diez años antes. Marconi en 1895 extiende la emisión de ondas de
[1 l. La bibliografía sobre el tema, como puede suponerse, es muchísimo más radio desde unos pocos metros (tal como había hecho Hertz) hasta 2.4
numerosa, pero estasdos posiciones son las más representativas. km. En 1901 transmite señales desde Cornualles hasta el otro lado del
4 En la filosofía popperiana la audacia de una hipótesis se mide por el Atlántico en Terranova, superando la curvatura terrestre. Desde el punto de
grado de sorpresa que produce respecto a un trasfondo de conocimientos vista tecnológico la transformación fue radical, tanto como para pensar
admitidos en una comunidad. Los grandes descubrimientos, los que según que es una fecha clave en la historia de la tecnología (y de la sociedad J, pe-
Popper caracterizan la buena ciencia, son primeramente hipótesis que pre- ro desde el punto de vista de la audacia cognoscitiva, afirmaría Popper, ya
dicen hechos que contradicen lo que cabría esperar. La historia de la física estaha todo hecho.
86 MUNDOS ARTlrICIALES MUNDOS ARTIrlCIALES 87

rificación, la corroboración y la aceptación sólo de riesgos guir un objetivos Este componente, sin embargo, no es su-
mínimos son la base fundamental de los procedimientos ficiente para hacer abandonar la posición que acabamos de
evaluativos. explicar. Quienes la defienden practican una especie de natu-
El desarrollo del conocimiento se contempla desde esta ralismo prescriptivo: las reglas se derivarían del conocimiento
perspectiva como un proceso que se mueve en una doble di- que tenemos de los estados futuros de un sistema de acuerdo
mensión. Por un lado las teorías científicas convergen hacia con nuestra ciencia aplicada, más ciertos fines que le son da-
una mayor verosimilitud, por otro lado, en la medida en que dos a la tecnología desde fuera." El conocimiento que tene-
nuevas y más poderosas teorías nos permitan establecer los mos del sistema nos proporciona una jerarquización de fines
límites de aplicación de las anteriores, se genera un proceso instrumentales de modo que las reglas pragmáticas se infie-
de convergencia hacia la mayor fiabilidad y eficiencia. Con- ren directamente del camino que la ciencia aplicada nos ha
viene en este momento recordar que estamos hablando de la trazado. Así pues, en último extremo, tampoco existe ningu-
tecnología en cuanto conocimiento, no en cuanto conjunto na diferencia apreciable entre ciencia aplicada y tecnología.
de acciones que usan conocimiento. La fiabilidad en este ca- Estas dos posiciones tienen una parte de verdad y otra de
so también es proporcional directamente a nuestro conoci- error. La primera tiene razón cuando insiste en que la ciencia
miento del modus operandi de los sistemas implicados. y la tecnología se distinguen radicalmente por sus distintos
En el extremo opuesto se encuentran quienes no distinguen objetivos, la explicación en un caso y la transformación prác-
entre ciencia aplicada y tecnología. Según esta posición, desde tica en el otro; tiene razón también cuando insiste en los di-
la ciencia más teórica hasta la más simple tecnología existe un versos valores que usamos para evaluar una y otra, pero yerra
continuo sin soluciones. Quienes defienden esto no niegan que cuando afirma que se produce una diferencia en el método.
existan diferencias entre la tecnología, la ciencia aplicada y la Al contrario, laforma de innovación que introduce la tecnología es
ciencia básica. Estaúltima se ocupa de las leyes que rigen clases la aplicación del método científico a la praxis humana.
muy grandes de sistemas de los que se han abstraído todas las
características individuales que nacen de su particular estructu.
ra o ~us relaciones con el entorno. La ciencia aplicada se ocupa 5 Sobre la naturaleza de las reglas nomopragmáticas. véanse Toribio y

precisamente de la aplicación de las teorías generales a estos sis- Quintanilla 3.


6 Niiniluoto ha establecido varias distinciones entre ciencia básica y
temas particulares, aplicación que no tiene por qué entenderse aplicada dentro de un continuo que son relevantes aquí: la más importan-
como una tarea trivial o poco creativa,ya que suele ser necesa- te y definitiva es la que existe entre utilidades epistémicas (verdad, simplicí-
rio construir modelos complejos en los que intervienen teorías dad, p. ej.}, que caracterizan los objetivos de la investigación científica
de muy diferente caráctery muchas vecespertenecientes a disci- básica y utilidades pragmáticas (ergonomía, ecología, Utilidad económica,
plinas diversas. Entre ambas no existe, empero, ninguna dife- etc.], que caracterizana la ciencia aplicada. La distinción entre ésta y la tec-
rencia metodológica. nología no es de naturaleza sino del hecho de que las proposiciones des-
criptivas se conviertan en normas prescriptivas, Así, una proposición
La tecnología se diferencia de la ciencia aplicada al me- aplicada tendría la forma: «el objetivo O en la situación S se alcanza ha-
nos en una cosa, algo que no debe olvidar ninguna concep- ciendo A». Esta proposición puede predecir un hecho o prescribir una ac-
ción: en la tecnología aparecen reglas nomopragmáticas que ción dependiendo de cómo la consideremos. Sobre la semántica de las
ordenan o prescriben acciones sobre un sistema para cense- reglas tecnológicas, véase el trabajo de Josefa Toribio.
88 MUNDOS ARTIFICIALES MUNDOS AnTIFICIALES 89

Decía Marx que la diferencia entre el perfecto trabajo de ciencia y la tecnología- aparecen proposiciones descriptivas,
la abeja y el imperfecto trabajo del artesano consiste en que leyes, regularidades, hechos y proposiciones prescriptivas,
este último se representa en la cabeza lo que quiere hacer. Es reglas. En las dos aparecen también valores,s e igualmente en-
cierto, pero no significa nada todavía, ya que la representa- contramos las mismas discrepancias entre valores incompati-
ción previa es lo que comparten en común todas las acciones bles.? Pero hay una diferencia: en la tecnología se transforma la
humanas: la artesanía, la técnica y la acción cotidiana que realidad mientras que en la ciencia solamente se transforman las
nos permite sobrevivir como individuos día a día. La tecno- representaciones. La capacidad de transformar el medio, desde
logía significa un modo especial de representación de la esta perspectiva, afectaría también al conocimiento necesario
acción futura: la representación puesta a prueba, sometida a para hacerlo.
conjeturas y refutaciones'? Al igual que ocurre en la investi- Quintanilla [3] ha postulado que la capacidad de trans-
gación científica, en la tecnología contemporánea también se formación de la realidad es la principal diferencia entre cien-
construyen modelos y prototipos fundados teóricamente que, cia y tecnología. Y es cierto, la transformación del medio
sobre todo, se someten al control de funcionamiento con el como resultado de la tecnología no puede ser dejada a un la-
objeto de asegurar sus márgenes de fiabilidad. Si entendemos do. Quintanilla define las técnicas como sistemas de accio-
método como batería de controles de calidad, teóricas en nes dirigidas a la transformación de la realidad. Si es así.
una, prácticas en la otra, las diferencias entre ciencia y tecno- desde el punto de vista de las acciones deberíamos encontrar
logía no se encontrarán en el método: no al menos en mayor entonces algún tipo de distinción en el conocimiento necesa-
grado del que las distintas ciencias difieren entre sí. Si no es, rio para llevarlas a cabo. Porque lo cierto es que también la
pues, en el método, veamos qué ocurre en relación con el ti- ciencia es un sistema de-acciones: acopio de información, ex-
po de conocimiento que incorporan. perimentación, cálculos, etc. [véase Hacking]. Pero el hecho
La ciencia produce conocimiento, la tecnología cambia la de la transformación induce algo más. Jesús Vega [11 ha en-
realidad, transforma la materia en nuevas formas, así que un contrado aquí una profunda diferencia. Las reglas tienen un
candidato potencial para encontrar una clara demarcación esta- componente proposicional. lingüístico, y un componente no
ría en el conocimiento que poseen los agentes. En ambas -la proposicional. que en inglés se denomina know-how, saber
cómo y que fue resaltado por el filósofo de la mente Cilbert
7 En los próximos capítulos insistiremos en cómo los diseños son
Ryle. Las habilidades técnicas, desde el punto de vista de Ve-
conjeturas sometidas a una y otra contrastación, basados a su vez en un co-
nocimiento común de trasfondo. Constant 11, uno de los más esforzados
ga, incluirían algo que no tienen las habilidades científicas,
defensores de la similaridad metodológica de la ciencia y la tecnología, va una referencia a un trasfondo de esquemas corporales y de
más allá y sostiene que la racionalidad de las ciencias de la ingeniería sigue
el mismo patrón de inferencia bayesiana que las inferencias científicas 8 Echeverría [31 incluye un tratamiento sistemático de los valores en la
(véase 3 J. Lo más estimulante de este recomendable trabajo es el modo en ciencia. Su tesis, correcta, es que el pluralismo de valores es la norma, más
el que recoge el reto del constructivismo social para admitir la implicación que la excepción.
de lo comunitario en la ciencia. Pero insiste en el papel esencial de la fiabi- 9 Véase más adelante el capítulo 3 para la tensión entre el valor de la
lidad como base de la racionalidad de las decisiones tanto en ciencia como innovación y el valor del control del riesgo. La tensión paralela en la cien-
en tecnología. Hay que añadir que además su ejemplo acerca de la ingenie- cia es la que existe entre la búsqueda de la verdad y la evitación del error:
ría del petróleo es sumamente convincente. una y otra nos producen estrategias metodológicas distintas.
90 MUNDOS ARTIFICIALES
MUNDOS ARTIFICIAl.ES 91

conocimiento no conceptual que enlaza con el modo en el del método científico a la transformación colectiva de la rea-
que están hechos nuestros cuerpos [véase Vega 1, cap. 2], lidad. No hay pues diferencias en el método o en la naturale-
nuestro ser en el mundo, para expresarlo en términos heideg- za del conocimiento. Las diferencias están en los productos.
gerianos.
Este criterio de demarcación nos lleva a una concepción
de la tecnología muy relacionado con las filosofías de la téc- Las ciencias de lo artificial y la tecnología:
nica de comienzos de siglo que subrayan una notable propie- el arte de modelar la realidad
dad que la teoría de la acción ha olvidado tradicionalmente. Sin
embargo, no lo considero un criterio suficientemente fuerte Mayor dificultad de diferenciación existe entre la tecnología y el
de distinción. Es verdad que hay una distinción entre el co- nuevo complejo de ciencias y de técnicas que Herbert A. Simon
nocimiento proposicional de un cosmólogo, pongamos por [31 ha denominado «ciencias de lo artificial». Veamos algunos
caso, a quien le preocupan los extremos de grandes y peque- ejemplos: teorías matemátícas de la planificación económica y
ñas dimensiones del universo, y el de un bioingeniero que social, como la teoría de juegos, la investigación operativa, la
diseña micro cámaras para explorar' el organismo. Pero en los programación lineal, la teoría de la elección colectiva; ciencias
territorios intermedios la distinción se borra o nos obliga a de la computación, inteligencia artificial y ciencias cognitivas,
convertir en tecnologías demasiadas ciencias aplicadas. Ade- teoría de sistemas y de la simulación, teorías de la «arquitectu-
más, en ciencias conviven también elementos esencialmente ra de la complejidad», teorías del diseño. Son instrumentos que
prácticos: una buena parte de la biología descriptiva, la taxo- se emplean habitualmente en la ingeniería, desarrollados en
nomía, la fisiología animal, la anatomía, etc., comparten con contextos de investigación ingenieril y que se estudian en las es-
la ingeniería precisamente este componente. Maynard Smith, cuelas técnicas, pero que no pueden ser considerados estricta-
el biólogo evolucionarlo, por ejemplo, cuenta que cuando mente como tecnología. Hay muchas razones para ello. La pri-
intentó encontrar un buen criterio de clasificación morfoló- mera es que trabajan con objetos abstractos como son los
gica de aves tuvo que comenzar a leerse tratados de diseño de modelos matemáticos, los programas de ordenador, las lógicas,
aeromodelismo. Otras ciencias como la geografía o la psico- etc, que no entrañan generalmente, o no lo hacen como obje-
logía nos muestran que sus representaciones exigen una refe- tivo primario, la transformación del conocimiento, sino la
rencia a estos esquemas corporales. transformación de la información. En segundo lugar, porque
Existe una diferencia entre la ciencia y la tecnología, es desarrollan instrumentos que tienen aplicación por igual en
verdad: la tecnología transforma la realidad, la ciencia no, o ciencia y en tecnología.
al menos no como objetivo. Pero esta diferencia no se encon- Del mismo modo que las ciencias tradicionales producen
trará en el conocimiento necesario para la transformación, teorías basadas en leyes naturales, dirigidas a dar explicacio-
en el conocimiento implicado en las acciones, sino en las ca- nes causales, estas nuevas ciencias construyen ciertos objetos
racterísticas de los productos de esas acciones, en las caracte- abstractos que llamamos modelos. Lo interesante de las téc-
rísticas de los artefactos. nicas de modelado es que no solamente nos ayudan a trans-
Insistimos para acabar esta comparación con la ciencia formar la realidad, también nos ayudan a entenderla. Las
en nuestra afirmación acerca de la tecnología: es la aplicación teorías científicas contienen también modelos, de hecho las
92 MllNnos ARTJrICJAtES MUNDOS ARTIFICIALES 93

teorías científicas son conjuntos de modelos, tal como postula mer producto es una estructura abstracta que computa o
la concepción estructuralista de la ciencia. Pero existe una di- transforma información: predice datos que representan la
ferencia entre los modelos de simulación y los modelos de conducta del sistema real que estamos tratando de represen-
teorías científicas. Aunque ambos son estructuras matemáti- tar. A partir de este modelo se construyen progresivos refina-
cas, los modelos que incluyen las teorías estándar tienen una mientos que tratan de aproximarse de manera continua a la
pretensión de verdad literal que no tienen estos nuevos ins- estructura de datos y ser cada vez más fiables en sus predic-
trumentos. Así, un modelo de un sistema mecánico no sola- ciones. El resultado final es también una estructura compleja
mente pretende predecir la conducta del sistema sino, en la abstracta que ahora ya podemos emplear como instrumento
medida de lo posible, capturar y representar la estructura del de controlo predicción de la realidad, pero también como
sistema. Los modelos de simulación están orientados directa- instrumento de conocimiento. Si funciona predictivamente,
mente a la predicción y sólo de manera derivada nos propor- es que hemos capturado algo nuevo acerca de la estructura de
cionan un conocimiento de la estructura. la realidad.
Javier Aracil, Manuel Liz y Margarita Vázquez [véanse El principio metodológico que rige en las ciencias de lo
Aracil 1 y 2, Liz 1, Vázquez, Vázquez y Liz] han estudiado las artificial es el principio de simulación: «si parece un pato, .an-
dimensiones epistemológicas de las nuevas técnicas de simu- da como un pato y hace ¡cuál, ¡cuál, no hay duda, es un pa-
lación, especialmente de los modelos que emplean las técni- to». Las ciencias de lo artificial se basan en la hipótesis
cas de sistemas dinámicos. El origen de una simulación suele metodológica de que ciertas regularidades funcionales pue-
ser una estructura de datos compleja, en la que no cabe des- den ser descritas y capturadas en un nivel abstracto aunque
cubrir a primera vista una regularidad simple: la predicción no conozcamos cuáles son los mecanismos causales que sub-
meteorológica, la previsión de perturbaciones en sistemas yacen. David Marr, un matemático de Essex, que desgraciada-
complejos como redes eléctricas o redes de comunicaciones, mente para el desarrollo de las ciencias de lo artificial murió
las interacciones de un sistema económico en su conjunto, el de leucemia a los 35 años, desarrolló en 1979 un trabajo de
desarrollo urbano, un sistema ecológico, etcétera. investigación sobre el sistema visual humano, ejemplo para-
Para simular un sistema el ingeniero necesita, primero, digmático desde entonces de lo que son estas ciencias. Leinte-
los datos empíricos relevantes, segundo un'} hipótesis provi- resaba simular y construir un sistema de visión equivalente al
sional, que le facilitan los expertos en ese sistema acerca de sistema humano, no importaba que estuviese implantado en
cómo se relacionan las propiedades que pueden actuar causal- un ordenador con un robot o en un cerebro humano; debería
mente en el sistema complejo, así como ciertos datos sobre de dar cuenta de las mismas capacidades en uno y otro caso,
su composición y algunas perspectivas sobre su evolución. El incluidas las ilusiones perceptivas. En su trabajo desarrolló
modelador no espera, sin embargo, a tener una teoría del sis- una batería de cálculos y modelos que intentaba aproximarse
tema en cuestión, elabora un primer boceto de modelo cuali-
tativo que posteriormente se convertirá en una estructura
mente, si nos enfrentamos a sistemas dinámicos de alto grado de compleji-
matemática cuando aplique sus técnicas particulares. 10 El pri- dad), pero pueden ser teorías formales como la teoría de la decisión, la
teoríade juegoso, en el caso de la inteligencia artificial y la ciencia cognitiva,
10 Pueden ser técnicas de sistemas dinámicos (no lineales, particular- técnicas de programación dirigidas a la representación del conocimiento.
94 MUNDOS AunrtCJALES MUNDOS AnTll'lCIAI.ES 95

al sistema tridimensional de la visión humana. No vienen al descubren una estructura que cualquier proyecto tecnológico
caso aquí sus características, aunque sigue siendo interesantí- deberá realizar en el diseño de un artefacto concreto.
simo releer su proyecto, lo importante fue la teoría de la dis- Al menos de una forma conceptual debemos distinguir
tinción de niveles de representación que se ha convertido ya la tecnología de las ciencias de lo artificial, a pesar de que en la
en una definición clásica de las ciencias de lo artificial. práctica estén profundamente relacionadas. Y también de una
En el nivel 1 tenemos una teoría del cálculo: ,,¡Cuál es el forma conceptual debemos distinguirlas de las ciencias clásicas.
objetivo del cálculo?, ¿por qué es apropiado?, y ¡cuál es la ló- Pero tampoco debemos confundirlas con ciencias aplicadas,
gica de la estrategia mediante la que se le puede llevar a puesto que su investigación puede ser en ciertos momentos te-
cabo?» [véase Marr, p. 33]. En el nivel 2 encontramos la repre- diosamente básica y abstracta. Piénsese en los lógicos que inves-
sentación y el algoritmo: ,,¡Cómo puede implementarse esta tigan lógicas no monotónicas o en las especulaciones de los
teoria del cálculo? En particular, ¡cuál es la representación de matemáticos que se dedican a la teoría de la decisión: a pesar de
la entrada y la salida y cuál es el algoritmo para la transfor- formar parte de estas nuevas ciencias, su nivel es probablemen-
macióni- [p. 33]. En el nivel 3 se sitúa la implementación en el te uno de los más básicos de la actualidad.
soporte fisico: «¡Cómo pueden realizarse físicamente la repre-
sentación y el algoritmo?» [p. 33J.
Si comparamos estos niveles con el proceso de modela- Tecnología y técnicas
ción que describen Aracil, Liz y Vázquez, descubrimos para-
lelismos robustos: el primer nivel corresponde al modelo La tecnología es la aplicación del método científico a la satis-
cualitativo que a rasgos generales tomamos del conocimien- facción de las necesidades humanas mediante la transforma-
to experto o del conocimiento de los expertos. El segundo ción del medio ambiente: en realidad también el método
nivel es propiamente el modelo y el tercer nivel es una reali- científico es la aplicación al conocimiento cotidiano de una
zación física que corresponde ya propiamente a la tecnolo- nueva forma de racionalidad basada en la curiosidad y la in-
gía. Es en el segundo nivel en el que encontramos el núcleo novación, en la cuidadosa comprobación de resultados bajo
de estas ciencias. No son ciencias genuinas porque sus explica- el arbitrio de jurados teóricos y empíricos y, ante todo, una
ciones no son causales." El sistema de visión de Marr, aunque racionalidad producto del trabajo cooperativo, aunque tam-
llegue a funcionar no nos dice nada sobre los mecanismos bién competitivo y crítico. No hay diferencia entre tecnología
concretos de la realidad. Pero tampoco son proyectos tecno- y ciencia respecto al método: las tecnologías surgen de la in-
lógicos porque están dirigidos a conocer las interacciones novación de nuestros sistemas de transformación del medio,
abstractas que se dan entre diversos roles funcionales de un en particular, en el momento en que se acepta la idea de que
sistema. Y al mismo tiempo nos descubren algo de la reali- el mundo puede ser transformado de muy diferentes formas
dad, la arquitectura funcional, al tiempo que también nos para satisfacer nuevas necesidades.
Son los mismos orígenes ideológicos que los de la cien-
11 La bibliografía sobre la causalidad en las explicaciones funcionales
cia: los que encontramos en Bacon, en Descartes, en las uto-
desborda cualquier intento de referencias. En Broncano 4 he propuesto mi pías renacentistas y, en general, en todos los movimientos de
visión personal. Una buena introducción en español es Liz 2. renovación social. No es casual que sea la Revolución France-
96 MUNDOS ARTIFICIALES MUNDOS ARTIFICIALES 97

sa la primera institución de formación tecnológica.J2 Ambas, la gran industria. La tecnología significa el paso de un modo
la ciencia y la tecnología, son producto de un proceso de ins- simple de comportamiento racional a un complejo institucio-
titucionalización y división del trabajo.t ' Pero la tecnología, nal en el que la planificación, la innovación y el control ya no
a diferencia de la ciencia, tarda aún varios siglos en consti- son patrimonio de personas particulares sino en cuanto éstas
tuirse socialmente a pesar de que las expectativas sociales no forman parte de instituciones. Lasdiferencias están en la escala,
le pueden ser más favorables. Su despegue definitivo exigirá en la división social del trabajo, en la composición de los pIa-
que maduren ciertas condiciones circunstanciales: tiene que nes, en el conocimiento incorporado y en la complejidad del
acumularse antes un amplio conjunto de técnicas sobre el sujeto que produce la tecnología.
que construye el acceso al estadio superior de la planificación Este cambio estuvo profundamente relacionado con la
tecnológica de la acción. Las técnicas surgen de las artesanías. emergencia de la actividad del diseño. El diseño, que estudia-
Artesanos inquietos que buscan nuevos métodos, inventores remos más adelante, implica un lenguaje abstracto simbóli-
en el sentido más folklórico del término, científicos interesa- co, de dibujos y representaciones precisas que permiten
dos en mejorar sus aparatos de medida, todos ellos introdu- varias transformaciones en las técnicas artesanales. Recojo al-
cen una dinámica de cambio en el pacífico mundo de la gunas que han sido señaladas en un lúcido artículo de David
artesanía. Nacen las técnicas de la artesanía, en primer lugar, McGee aplicado a la arquitectura naval:
como innovaciones en busca de mejores resultados y, en se- 1) El artesano trabaja directamente con materiales, mien-
gundo lugar, como aplicación de ideas científicas. (Con la tras que el diseñador lo hace con representaciones.
ciencia la relación es más compleja en los comienzos: son 2) El artesano tiene que ajustar las piezas una a otra por
muchas las leyes,naturales que se descubren a partir de las un lento trabajo de modelado y acoplamiento: en el
técnicas, e incluso alguna ciencia completa. Tal es el caso co- diseño se hace a través de la prefiguración de la forma
nocido de la termodinámica sobre la larga experiencia en in- exacta de las piezas.
genios de vapor [véase Cardwell].) 3) El diseñador puede modificar una y otra vez sus re-
La relación que existe entre la acumulación de descubri- presentaciones, el artesano solamente puede modifi-
mientos técnicos y la tecnología es la misma que existe entre el car los artefactos. Cuando se trata de algo tan grande
conocimiento que se desarrolla mediante un ciego proceso de como un barco de guerra, esta propiedad se convierte
ensayo y error y el conocimiento científico maduro, organizado en una ruptura determinante.
en complejos programas de investigación que articulan investi- 4) El diseñador crea un lenguaje esotérico que exige nue-
gaciones de naturaleza muy diversa en periodos muy amplios. vas habilidades que ya no son solamente prácticas.
O si se quiere, también, en la relación del trabajo artesanal con 5) Un diseño exacto y preciso permite cálculos matemá-
ticos y por consiguiente puede aplicarse la ciencia,
cosa que no ocurre con la artesanía.
12 vérin estudia la emergencia de un nuevo tipo de actor social, el in-
En la revolución científica las matemáticas se convirtie-
geniero, en los siglos xvn y XVIII, siglos en los que se produce la revolución
científica. Véase también Rogers. ron en el nuevo lenguaje de la naturaleza que permitió una
n Sánchez Ron realizó un buen estudio de la importancia que tiene la nueva forma de pensar las leyes mediante modelos abstrac-
institucionalización tanto en ciencia como en tecnología. tos que se aplican a muchos fenómenos de muy diversa natu-
98 MUNDOS ARTIFICIALES MUNDOS ARTIFICIAtl;S 99

raleza. Un modelo matemático de flujo de fluidos, por ejem- ejemplo gráfico de este cambio lo muestran los varios casos
plo, se puede aplicar a las corrientes eléctricas en un medio en que alguna cultura sin medios industriales han reproduci-
conductor, al aire en la superficie del ala de un avión o al do objetos sofisticados como armas o automóviles. La repro-
agua en una turbina. En la revolución tecnológica se produjo ducción se ha hecho mediante una costosísima reproducción
un proceso muy similar: los borradores y esquemas que usa- exacta de cada una de las partes, sin mediación de planos y
ban los artesanos, los mecánicos y los «ingeniatores. dan pa- especificaciones técnicas. La habilidad técnica indudable de
so progresivamente a representaciones cada vez más precisas sus herreros solamente puede ejercerse mediante un derro-
de los artefactos. Aparecen los planos: representaciones en che increíble de tiempo, materiales y mano de obra. Pode-
las que cada parte del dibujo representa una parte de la má- mos hacernos una idea de cómo el nuevo lenguaje abstracto
quina, del barco o el edificio. Poco a poco aparece un len- implica una irreversible separación del mundo de la técnica
guaje abstracto de representación: las piezas se dibujan en artesanal y una organización social de la distribución del tra-
diversas perspectivas, se introduce el plano a escala, que per- bajo técnico.
mite medir con precisión la forma de las partes en el plano. Concluyendo, la tecnología, sus instituciones, los siste-
El nuevo técnico puede ahora cambiar un papel, imagi- mas tecnológicos y sus productos, los artefactos, conforman
nar nuevas formas, corregir defectos, calcular resistencias y un territorio cultural profundamente relacionado con la cien-
comportamientos sin necesidad de realizar el objeto. Un pla- cia, con las ciencias de la modelación artificial y con las téc-
no lleva tiempo, formación, horas de trabajo. Pero introduce nicas, pero es un territorio que tiene una cierta autonomía en
un cambio sustancial: se mueve en un mundo abstracto que la historia, sus propias tradiciones y reglas.
progresivamente se hace más concreto y termina (o no) en
un artefacto concreto. McGee observa que en este proceso los
intereses sociales y políticos pudieron ser importantes. Su DE lA DIVISIÓN E"mE LO NATURAL Y LO ARTIFICIAL
ejemplo es el de la arquitectura naval militar en la Inglaterra
del XVIII YXIX: el Parlamento quería buenos barcos para la Ar- Algunos criterios de distinción
mada pero no pagar más impuestos, de ahí la presión por
calcular lo máximo posible el comportamiento de un barco La distinción entre lo natural y lo artificial sigue siendo una
antes de construirlo. Los arquitectos comienzan a desarrollar de las cuestiones más debatidas y es una importante división
representaciones cuidadosas del casco y a calcular el compor- que afecta a otras también muy importantes, como es la dis-
tamiento. Antes de 1860, observa McGee, apenas se puede tinción entre aspectos normativos y descriptivos. El caso es
prever más que los centros de gravedad, y apenas un poco del que, como tantas veces suele ocurrir, tenemos muy clara la
comportamiento dinámico. Pero aunque solamente fuera división mientras nadie nos pregunte por ella. Necesitamos
por reproducir los barcos cuyo comportamiento se mostró un criterio que cubra los casos paradigmáticos y que nos ilu-
excelente, ya estaba justificado un lenguaje abstracto que ya mine también en los casos difíciles.
no podían leer los carpinteros navales de los astilleros.!" Un
seña contemporáneo. Véase Banharncomo una buena introducción a la
14 La historia posterior ya se complica demasiado, es la historia del di- historia del diseño moderno.
lOO MUNDOS ARTIFICI·AL.ES MUNDOS ARTIFICIALES 101

Manue! Liz [véase 3] cree que no podemos encontrar un


Objetos naturales
criterio claro. Si bien admite que lo necesitamos, piensa que

o
cualquier criterio que adoptemos para dividir lo natural de lo
artificial tendrá que usar otras dicotomías que él cree que son Objetos
artificiales
aún más confusas o están aún en mayor peligro. Por ejemplo,
los objetos artificiales son objetos fabricados intencional-
Objetos artificiales
mente mientras que los naturales han sido producidos por
causas. Pero si somos escépticos respecto a alguna de estas
Objetos naturales
distinciones se pone rápidamente en peligro la posibilidad
de establecer una distinción clara entre los dos mundos. Y de
hecho es cierto que la dicotomía entre intenciones y causas FIGURA 1

es una de las más controvertidas de la filosofía actual, 15 por


lo que no tendría mucho futuro e! proyecto de establecer una
frontera seria entre objetos diseñados intencionalmente y los terio que establece qué partes del mundo natural son artifi-
que no lo han sido. La estrategia de Manue! Liz es encontrar ciales. No siempre está clara esta idea. Así, José Sanmartín [2]
objeciones de este tipo para cualquier distinción posible, por afirma «La distinción, en suma, entre lo natural y lo artificial sue-
lo que concluye que es un tipo de antinomia como las que le ser bastante sencilla. Loaproductosde.Ia.cultura. fácilmente
denunciaba Kant, una distinción que estamos obligados a identificables, se superponen ala-naturaleza, no.entran.a for-
hacer pero que no podemos hacer. La conclusión es precipi- mar parte de ella» [2, p. 78]. Ocurre, sin embargo, que esa
tada aunque sí es cierto que depende ~e otras distinciones, distinción tan fácil supone otra equivalentemente difícil, co-
incluso distinciones problemáticas. Pero eso le ocurre a toda mo es la distinción entre naturaleza y cultura. No podemos
distinción conceptual: depende de otras distinciones concep- referirnos fácilmente a ella sin una cierta sospecha de estar
tuales. Lo incorrecto en e! esquema de Liz es que sospecha cometiendo un círculo.
que la distinción debe demarcar dos mundos separados. No Tomemos pues e! primer candidato: objetos artificiales son
concibe que es una distinción entre e! mundo natural y una objetos producidos porla cultura y objetos naturales son los produ-
parte característica suya. cidos por la naturaleza. Si tuviésemos un criterio claro de dis-
Obsérvese en la figura las dos formas de distinguir lo na- tinción entre naturaleza y cultura, estaríamos ante una buena
tural y lo artificial: un criterio para demarcar lo artificial no distinción entre lo natural y lo artificial. Por ejemplo e! crite-
es un criterio que separe lo artificial de lo natural, sino un cri- rio biológico de distinción entre naturaleza y cultura: natura-
leza es la información transmitida genéticamente, cultura es la
15 Así, un filósofo como Jaegwon Kim ha criticado lanoción de propieda- información transmitida no genéticamente [Mosterín]. El criterio
des funcionales y por extensiónde propiedades representacionales como pro- es muy interesante pues se aplica a todos los casos normales,
piedades reales, puestoque no son propiedades causales. Sólo laspropiedades aunque tiene un problema de cierta gravedad: no nos permite
intrínsecamente causales son propiedades que conforman la arquitectura de la
realidad, las demás son propiedades de segundo orden que no entendemos diferenciar productos animales de productos humanos, pues,
bien hasta que no conocemos su basecausaL como muchos biólogos han estudiado [véase Bonner], son
102 MUNDOS ARTIFICIALES
MUNDOS ArtTIFICIALr.S 103

numerosas las especies que dependen para su supervivencia Un tercer criterio es el criterio de control. No basta la in-
de técnicas y artefactos que son transmitidos culturalmente, tencionalidad. El grado de artificialidad de un objeto lo produce
por aprendizaje individual mediante imitación. Los felinos el grado de control que tenemos sobre él. También es un criterio
enseñan a sus crías a cazar, los chimpancés fabrican bastonci- intuitivo que identifica como artificiales los objetos paradig-
llos para extraer termitas y pequeñas esponjas para empapar- máticamente artificiales. El reloj, por ejemplo, que desde el
las con el agua de los huecos de los árboles en las épocas de siglo XIV se convirtió en el objeto que apuntaba a la existencia
sequía. Si no observasen a sus semejantes hacerlo no lo apren- de un constructor y diseñador. Pero igualmente nos deja sor-
derían. Podemos decir que los animales fabrican artefactos y prendidos ante casos que no quisiéramos eliminar. El más
tienen técnicas, pero abandonamos entonces la intuición que claro son los grandes sistemas técnicos en los que se debaten
respalda nuestro criterio, el que lo artificial pertenece al do- las más duras controversias tecnológicas contemporáneas.
minio esencialmente humano. Son objetos complejos, cuyas partes están controladas, pro-
Un segundo candidato, que se acercamás a esta intuición, es bablemente con el mayor grado de control que podamos
el criterio de intencionalidad: objetos artificiales son aquéllos pro- imaginar, pero cuya composición ya no lo es. Precisamente
ducidos intencionalmente. Es el criterio de Marx para diferenciar las discusiones sobre riesgo aceptable en las nuevas tecnolo-
los productos del arquitecto de las construcciones de la abeja. El gías provienen de esta razonable sospecha. 0, como ha anali-
arquitecto se representa previamente lo que quiere realizar y ac- zado Javier Echeverría [véanse 1 y 31, las nuevas tecnologías
túa siguiendo un plan dirigido por esta representación. Como de la acción y la comunicación a distancia, internet, por
el anterior, también es un criterio intuitivamente aceptable y es- ejemplo, controlable en sus elementos, pero no en cuanto
tablece una condición suficiente de la tecnología. Pero igual- «objeto», mucho más parecido a un medio o a un paisaje.
mente nos deja sorprendidos ante muchos productos que ten- Los anteriores criterios establecen condiciones necesarias
dríamos dificultades para calificar como tales. ¿Qué es lo que pero no suficientes para encontrar objetos artificiales. El cri-
nos representamos?, ¿es el objeto?, ¿es su formal, ¿es su mate- terio que propondremos establece una distinción desde den-
ria?, ¿es el modo en el que llegamos a construirlo? Pensemos en tro: se trata de encontrar una propiedad que identifique una
un grupo de cazadores y recolectores que vuelve todas las tardes característica de nuestras técnicas y de los artefactos que fa-
a su aldea. Se representan el final de su camino, se representan bricamos con ellas. Este criterio es la composicionalidad de
los paisajes que deben atravesar, quieren llegar del modo más las técnicas y los artefactos. Para desarrollar este concepto
sencillo y rápido y todos los días hacen el mismo trayecto. El re- vamos a referirnos brevemente al modo en el que compren-
sultado es un sendero que es un subproducto de sus acciones demos sistemas complejos como los organismos o los arte-
intencionales, pero que en sí mismo nunca fue intentado como factos: la ingeniería inversa.
tal. ¿Sería artificial de acuerdo con el criterio de intencionali-
dad? Y, por otro lado, observemos los instrumentos de piedra
de las culturas de guijarros que realizaron homínidos anterio- Paisajes de eficacia
res. Apenas podemos distinguir en ellos elemento alguno de ar-
tificialidad, a pesar del duro esfuerzo que exigió su elaboración. La intencionalidad del diseño es un criterio que subraya el
origen de los artefactos, el control se dirige al éxito en nuestra
104 MIINOOS ARTIFICIALES MUNDOS ARTIFICIALES lOS

empresa, pero necesitamos alguna característica que dependa el diseño. Los sistemas artificiales son un tipo específico de
del propio objeto, algún criterio de artificialidad que depen- sistema que pertenecen al orden de lo complejo, un orden
da del propio hecho de la técnica y sus resultados. Pues bien, que podemos especificar así:
una pista para este criterio nos lo facilita un conocido argu-
mento antievolucionista que busca demostrar así la existen- Sistemas causales> Sistemasbiológicos> Sistemas artificiales
cia de un creador del mundo y las especies:
No hemos resuelto todavía nuestro problema de encon-
Supongamos que, al cruzar un zarzal, mi pie tropieza con una trar un criterio claro de «artificíalidad», pero hemos descu-
piedra, y se me pregunta cómo esa piedra ha llegado hasta allí; bierto algo nuevo en la distinción entre naturaleza y artificio
probablemente podría contestar que, por lo que yo sabía, ha- que emerge del argumento del relojero.
bía estado allí siempre: quizá tampoco sería fácil demostrar lo Daniel Dennett [3] ha traducido esta tricotomía en esta
absurdo de esta respuesta. Pero supongamos que hubiese en-
contrado un reloj en el suelo, y se me preguntase qué había su- dicotomía:
cedido para que el reloj estuviese en aquel sitio; yo no podría 1) Orden: estructura física causal puramente nómica.
dar la misma respuesta que antes, de que, por lo que yo sabía, 2) Diseño: estructura física causal que exige un tipo es-
el reloj podía haber estado allí desde siempre. pecial de explicación.
La idea es que ciertas estructuras en la naturaleza necesi-
Este argumento fue escrito por William Paley, en su Natu- tan ser interpretadas y no meramente explicadas mediante
ral Theology - or Evidences of the Existence and Attributes of the un tipo especial de perspectiva que es la ingeniería inversa o
Deity Co/lected from the Appearances of Nature, en 1802. Su ar- perspectiva del diseño. No es suficiente conocer exhaustiva-
gumento se basa en un argumento a la mejor explicación, mente el complejo causal de un reloj como lo haría un físico
que infiere que cierto grado de complejidad estructural en los para saber que ese objeto es un reloj: necesitamos algunos
efectos no sería posible sin cierto grado de complejidad es- hechos más. La forma física solamente adquiere «sentido» so-
tructural en las causas." Independientemente de que sea muy lamente cuando adivínamos que un proceso sistemático ha
convincente como demostración de la existencia de Dios, sí organizado así la materia para que se realicen ciertas funcio-
es efectivo como criterio para delimitar el territorio que los nes: la rueda de escape, el péndulo, los engranajes, la esfera y
sistemas biológicos comparten con los artefactos dentro de la las manillas, etc. Imaginemos un ser de otro planeta (o un ar-
naturaleza. Es un territorio en el que reinan la complejidad y queólogo industrial) que encuentra el reloj en la playa: debe
«interpretar» las partes, la forma, como partes y formas ade-
16 Sober [3, pp. 63 y ss.] estudia la estructura lógica de este argumento cuadas a ciertas funciones. Este proceso de interpretación que
distinguiendo entre lo que es un argumento a la mejor explicación y lo que llamamos ingeniería inversa se somete a ciertos principios o
es una inducción: muchas de sus consideraciones están supuestas en la apli- presupuestos. El más importante es un supuesto de optimiza-
cación que vamos a hacer a los objetos técnicos de la teoría de las funciones ción de recursos: en el reloj no sobran tuercas, cada parte está
biológicas. Otras consideraciones pueden encontrarse en Beth Prestan,
ahí porque cumple una función en el sistema y si no, no esta-
1998, quien compara eluso de la noción de función en los artefactos y en
los organismos. Manuel Liz dirigió mi atención a este trabajo en una prove- ría. El supuesto de optimización tiene un doble componente:
chosa sesión de discusión sobre la distinción entre artificio y naturaleza.
106 MUNDOS ARTIFICIALES MUNDOS ARTIFICIALES 107

un supuesto de buena estructura o de máximo en un paisaje todos los relojes posibles, algunos de ellos existentes, algunos
de eficacia, y un supuesto de economía causal. que nunca existirán, otros que se han perdido para siempre.
Su representación geométrica configura un paisaje de eficacia
Principio de buena estructura: la relación estructura/función es y las trayectorias de un punto a otro podemos entenderlas co-
la más simple y eficiente de las posibles mo paseos de exploración en este paisaje de eficacia, como
exploración en el horizonte de posibles diseños de relojes.l"
La buena estructura es relativa a un marco físico que constri- El principio de buena estructura nos dice que los objetos
ñe las posibilidades: por ejemplo, el material del que está he- que encontraremos ahí constituyen máximos locales en la
cho el reloj. En términos económicos significa que nos eficacia funcional: relojes que funcionan o han funcionado,
encontramos ante un óptimo que puede ser absoluto o rela- aunque no sean los mejores posibles, pero sí mejores que
tivo, global o local. Podemos entender mejor esta idea en el cualquier otra configuración de partes, de tuercas, tornillos y
marco del concepto de paisajes de eficacia. En el Colegio Ma- volantes que podamos hallar en los alrededores cercanos de
yor «Arzobispo Fonseca» de Salamanca se expone una precio- este espacio.
sa colección de relojes que abarcan los siglos XVI al XVIII. SUS
formas, mecanismos y materiales varían enormemente: ma- Supuesto de progreso de las trayectorias adaptativas: las tra-
dera, papel incluso, marfil, diversos metales y aleaciones. To- yectorias históricas siguen la línea de aumento del valor de eficacia
dos miden el tiempo pero lo hacen con diferente precisión,
fiabilidad, robustez, etc. Algunos son más manejables y No hay milagros en la historia de los artefactos. Los organismos
transportables que otros, unos sirven para el mar y otros para y artefactos nacen después de largos procesos de adaptación en
el bolsillo, otros son ornamentos domésticos. Hasta que no el que la selección natural, en un caso, la inteligencia en otro,
se ve la colección no se puede uno imaginar cuán grande es van mejorando las partes o inventando nuevas."? Los diseños
la variedad de formas de los relojes. Imaginemos ahora que con buena estructura que han producido la forma y la arquitec-
tenemos una cierta forma de medir su valor de eficacia.'? No tura funcional de un artefacto exploran las trayectorias en el pai-
nos importa si es fácil o no hacerlo o si la eficacia es una pro- saje de eficacia yfie suceden en la historia «subiéndose» a las al-
piedad singular o el resultado de un complejo multidimen- turas de eficacia de los diseños anteriores. De manera que las
sional de otros valores. A cada reloj le podemos dar un valor
de eficacia y representarnos de forma abstracta el espacio en
18 La teoría de los paisajes de eficacia ha sido desarrolladapor los teó-
el que se expone la colección, una preciosa sala del XVI, como ricos de la complejidad del Instituto de Santa Fe: Kauffmann, Kauffmann y
un espacio geométrico en el que cada punto representa el va- Levin, Cowan, Pines y Meltzer (comps.). Dennett 3 discute el significado
lor de eficacia. Las trayectorias en el espacio podemos consi- filosófico de estas propuestas. En español se encuentra ya abundante bi-
derarlas como paseos por la habitación explorando las varias bliografía sobre este tema. Como introducción es interesante el libro colec-
soluciones al problema de medir el tiempo. Pensemos ahora tivo de entrevistas La tercera cultura, Barcelona: Tusquets. 1997.
1<) En los dos capítulos siguientes trataremos del proceso de diseño y
en una sala borgiana infinita en la que estuvieran expuestos de cómo se producen los cambios que realizan estas líneas de progreso. El
principio que consideramos aquí es solamente un principio metodológico
17 Véase en el capítulo siguiente la propuesta por Quintanilla [4}. que debe desarrollarse en una más amplia teoría del cambio técnico.
108 MUNDOS ARTIFICIALES MUNDOS ARTifiCIALES 109

trayectorias posibles, nos dice este principio, se restringen a factos de los objetos naturales, pero ya hemos logrado distin-
aquellas que siguen la dirección del diseño adaptativo. En guir un grupo formado por organismos y artefactos de los sis-
la evolución de los organismos se traduce en el principio de temas causales. Ambos son sístemas funcionales, son producto
que la adaptación es una (quizás la más importante) de las fuer- de una trayectoria pasada cuyo resultado es un buen diseño.
zas evolutivas, en los diseños artificiales se traduce en el princi- Todavía tenemos que añadir una nueva característica en
pio de que el artefacto se ha producido racionalmente siguien- común de los organismos y los artefactos: su complejidad
do un plan, y que los cambios han seguido la línea de aumentar funcional.
la eficacia de los artefactos anteriores.
Estos dos principios se aplican a todos los sistemas dota-
dos de diseño, sean sistemas naturales o sistemas artificiales. La complejidad funcional
Son dos supuestos metodológicos que nos permiten aplicar
la estrategia interpretadora que llamamos de ingeniería in- Los artefactos y los organismos son sistemas funcionales, en
versa: decodificamos las partes, la forma, la materia de los or- los que la conducta de las partes es interdependiente y sólo
ganismos y sistemas bajo la hipótesis de que cumplen una mediante esta interdependencia podemos caracterizar su
función, y que el hecho de que la cumplan explica que esa complejidad. Una montaña tiene partes, pero no tiene com-
parte, materia o forma esté ahí. Insisto en que son principios plejidad funcional. La complejidad que encontramos en la
metodológicos. Como tales, son análogos al principio de naturaleza de los organismos y artefactos técnicos tiene un
causalidad que aplicamos al estudiar las regularidades físicas doble componente: el primero es la heterogeneidad de las
del universo: suponemos que la realidad está dotada de una partes, el segundo elemento es la composicionalidad. La hete-
estructura causal-? y, como también ocurre en nuestras conje- rogeneidad se refiere a la variedad de tipos y categorías que
turas sobre los mecanismos causales naturales, podemos encontramos en los elementos constitutivos de un sistema
equivocarnos, lo que hemos tomado por una relación causal complejo. En algún nivel de la estructura de un sistema debe-
bien puede ser una relación contingente, casual. Lo impor- mos encontrar heterogeneidad: puede ser en el nivel de los
tante es que sin suponer que el mundo tiene una estructura materiales, puede ser en el nivel de las formas, pero con ele-
causal no investigaríamos científicamente nada, del mismo mentos homogéneos no, encontramos un sistema complejo.
modo que sin suponer estos principios racionales de diseño La composicionalidad.se refiere al hecho de que tanto los or-
no lograríamos comprender los artefactos, ni siquiera los ganismos como los artefactos son sistemas que muestran una
más cotidianos como la cuchara o el tenedor, ni tendría sen- ilimitada variedad de formas construida con elementos fini-
tido la ingeniería como una profesión racional. tos. Este hecho se debe a que combinaciones diferentes de
Repárese en que todavía no hemos distinguido los arte- elementos, siguiendo pautas y constricciones apropiadas nos
permiten construir elementos completamente diferentes. Un
20 Obsérvese la diferenciaentre dos regularidades: «no existe una esfe- reloj está formado por elementos muy simples, como ruedas
rade oro del tamaño de la Tierra» y «no existe una esferade uranio del ta- dentadas, muelles o contrapesos, palancas, etc., los mismos
maño de la Tierra». La primera es una meraregularidad, la segunda es una elementos organizados de otra forma nos permiten construir
ley causal: está prohibida por las disposiciones causalesdel uranio. objetos completamente distintos: una máquina calculadora
110 MUNDOS ARTIFICIALES MUNDOS AI~T1FIC1AI.ES 111

por ejemplo. En el Science Museum de Londres se exhiben de los artefactos el cambio técnico a diferencia de la vida sí
modelos mecánicos de las primeras máquinas de computa- ha implicado un cambio en los materiales básicos. Hace un
ción de Charles Babbage.?' Si uno observa estas máquinas millón de años los utensilios de nuestros antecesores fueron
podrá notar que la complejidad de las máquinas calculado- cinco materiales básicos: madera, hueso, piedra, cuerno y
ras es solamente producto de la composición ordenada de piel. En el neolítico la gama se enriqueció con materiales ani-
ruedecillas dentadas. Algo tan complejo como los cálculos males, como la lana, fibras vegetales y con minerales, como la
diferenciales puede nacer de algo tan simple como las ruedas arcilla, posteriormente le tocó el turno a los metales. Ac-
dentadas. Es el poder de la complejidad. tualmente, quienes han intentado contar los materiales dis-
La complejidad se produce en tres niveles: la materia, la ponibles hablan de 70000, pero especulativamente [véase
forma y la conducta de las partes. Manzini, pp. 37-39] porque nadie sabe cómo hacerlo. Los pri-
meros automóviles empleaban menos de cien materiales
Complejidad material La vida está formada por un complejí- diferentes, hoy posiblemente más de cuatro mil [véase Man-
sima arreglo de unos pocos materiales básicos que están ahí zini, p. 38]. El diseño no es ya sólo reordenación de la forma
desde el principio de la vida. Los cuatro nucleótidos, adeni- de los materiales, sino búsqueda y «diseño» químico de nue-
na, guanina, citosina y timina, se combinan y a través del vos materiales de manera intencional.
ARN, formado también sólo por cuatro componentes (sustitu-
yendo la timina por otra pirimidina, el utracilo) codifican Complejidad formal Podemos entender la forma en un sen-
veinte y sólo veinte aminoácidos. Toda la vida sobre la tierra tido estricto como forma geométrica del material o en un
está constituida por esos elementos tan simples. Pero los vein- sentido muy lato del término forma, que alcanzaría hasta los
te aminoácidos se combinan en cadenas de cientos de ele- elementos simbólicos de los programas de ordenador. Aun-
mentos que llamamos proteínas y que están codificadas en que en un sentido profundo no hay tantas diferencias como
cadenas de «letras» del código genétíco.P Toda la complejísi- cabe pensar: dos símbolos básicos de un ordenador sola-
ma variedad de la vida se sostiene sobre una sorprendente- mente son distinguibles por su forma, Si los objetos físicos,
mente pobre variedad de elementos componentes. En el caso las configuraciones de las puertas de los microchips no reco-
nocieran la forma física, no reconocerían tampoco la infor-
21 Charles Babagge (1792-1871) fue un matemático inglés al que
mación transportada. Nuestra era de la información es sobre
se considera el padre de la computación mecánica. En 1822 construyó
una calculadora mecánica. En 1823 comenzó un nuevo modelo con el
todo una era de manipulación y equivalencia de formas: la
apoyo del gobierno que habría de constar de 25 mil piezas, de las que lo- información puede viajar de los circuitos eléctricos de un mi-
gró montar dos mil de ellas en 1832. No consiguió el apoyo necesario para crochip a 'las capas de un disco óptico ya los pulsos electro-
otro tercer modelo que diseñó en 1847. En 1991 Doron Swade consiguió magnéticos de una fibra óptica para terminar en los pulsos
reconstruir una máquina en el Museo de la Ciencia que funcionó exito- mecánicos de un altavoz, a causa de la posibilidad de inter-
samente.
22 Hofstadter [cap. 16} es una magnífica e insuperada demostración
conectar y construir equivalencias en las formas de los mate-
del carácter de código que tiene el código genérico. El hecho de que las ri-
bosimas hayan fijado la sisternaticidad (semántica) del mapa de las «pala- aminoácidos es una especie de accidente congelado que caracteriza a la vi-
bras» de ADN en aminoácidos específicos y las cadenas de ARN en cadenas de da, a toda la vida sobre la Tierra.
112 MUNDOS ARTIFICIALES MUNDOS ARTll'ICIALES 113

riales. Como el hecho de la información nos informa, la rela- «sencillo» ejercicio para entender la complejidad funcional: in-
ción entre materiales y formas es múltiple: un martillo es una tente desarmar y volver a armar uno de los viejos despertadores.
forma (o una pequeña variedad de formas) hecha de nume- Si al volver a armar el mecanismo le sobran piezas, entenderá
rosos e ilimitados materiales. La evolución de los materiales rápidamente esta relación: la pieza estaba en su lugar porque
puede ir en direcciones nuevas: búsqueda de materiales que cumplía su función. Si no, no estaría. Lacomplejidad funcional
soporten formas muy diferentes, plásticos, aleaciones, cerá- está expresada en lo que constituye la arquitectura funcional del
micas nuevas.P Una máquina compleja es un complejo de organismo o del artefacto, su diseño, que debe recoger en un so-
formas elementales cuya conducta depende de la composi- lo plan los tres niveles.
ción anatómica de las partes. Varíese la composición formal y Las mismas funciones pueden ser realizadas por formas
la máquina variará de conducta o simplemente no tendrá muy diferentes, como las formas pueden conformar materia-
conducta alguna. les muy diferentes. También es una característica que tienen en
común los artefactos y los organismos. Obsérvese la función de
Complejidad funcional Lasfunciones son conductas de las par- «volar», moverse por el aire como medio: los pájaros lo hacen
tes de un sistema que explican la existencia de esa parte. En mediante las alas, los murciélagos mediante membranas en sus
realidad tenemos dos nociones de función que han producido dedos, las ardillas voladoras mediante pliegues en la piel, los
numerosas discusiones a lo largo de la reciente historia del con- peces voladores mediante aletas [véase Dawkins 2]. Las cau-
cepto: 24 la noción sistémica que recoge nuestro supuesto de sas por las que evolucionan las funciones no siempre son las
buena estructura, es decir, el que las partes se conduzcan de ma- que hacen evolucionar las formas." Este convencimiento
nera que la conducta total del sistema sea óptima, y el históri- ha cambiado sustancialmente el evolucionismo como marco
co, que recoge nuestro supuesto sobre la adaptación, a saber, conceptual: no puede ya emplearse como sustrato básico para
que el hecho de que haya sido beneficioso o adaptativo explica funcionalismos ingenuos, como les ocurrió a varias corrientes
por qué está ahí ese componente. El lector puede realizar un antropológicas y sociológicas. También y sobre todo en los ar-
tefactos, se instauran procesos de cambio técnico desigual: los
23 En 19991a prensaespañola se hizo eco del centenario del nacimiento materiales, las formas y las funciones tienen sus'propios ritmos
de Eduardo Torroja (1899-1961 l, una de nuestras glorias de la ingeniería: fue de cambio, aunque haya interacciones entre ellos. La compleji-
un maestrode las estructuras de hormigón y del diseño de arquitecturas y cu- dad de cada uno de los tres niveles de realización sostiene for-
biertasque eliminaron la tradicional separación en las cubiertas y bóvedas de ,
dos materiales, uno estructural y otro de cerramiento. Diseñé láminas de pe-
mas de inercia específica. Por razones que es interesante estu-
queño espesor que realizaban las dos funciones. Losdiseños de TOIToja son diar, la vuelta a materiales, formas y funciones anteriores se
uno de los grandes ejemplos de esta línea de la evolución de materiales: la produce con regularidad sorprendente: en la época de la cons-
búsqueda de materiales plásticos que integren la forma y la función, que trucción en acero se construyen catedrales neogóticas, en la épo-
muestrenla complejidadfuncional porqueson capaces de asimilar múltiples ca de los desastres ambientales se rodean las habitaciones de
formas, paralela a la diversificación de materiales.
24 ABen, Bekoffy Lauder (comps.) es una recopilación casi exhaustiva
de todas las perspectivas relevantes sobre la noción de función. Para cual- 25 Las discusiones sobre la relación entre las formas y las funciones
quiera interesado en la noción de diseño se trata de una «biblia» que debe queda dignamente representada en estas antologías: Sober 4, Rose y Lau-
ser leída y cuidadosamente meditada. der, Ridley.
114 MUNDOS /\rtTlFICJAtES MUNDOS ARTIfiCIALES 115

madera, en la época del Estado laico los museos y los estadios con otras varias especies con las que hemos convivido. Pero
recuperan la función del templo. el cambio cualitativo ocurre cuando se produce la composi-
cionalidad de segundo orden en el diseño de instrumentos.
Desde los primeros momentos de la especie encontra-
La instrumentalidad de segundo orden mos algunos artefactos simples que solamente se pudieron
y la naturaleza de lo artificial haber producido mediante técnicas complejas: las hachas de
piedra. Las hachas de piedra sólo se pueden fabricar habien-
Es precisamente la comunidad de propiedades que compar- do fabricado antes instrumentos de piedra o hueso para
ten artefactos y organismos lo que nos permite establecer obtener lascas, o instrumentos de pulido. Tenemos posterior-
una característica específica de las técnicas humanas. Se basa mente ya artefactos que tienen complejidad en los tres nive-
en la correlación que existe entre la complejidad de los arte- les: una lanzadera de azagayas, con las lanzas, el instrumento
factos y la complejidad de las causas. Son muchos los anima- esencial de caza del Paleolítico, muestra heterogeneidad de
les que disponen de técnicas, es decir, de patrones estables de materiales: piedra, madera, fibras vegetales, complejidad
conducta que transforman el medio, y son también muchos de formas y complejidad funcional: hay que usar dos basto-
los animales que fabrican artefactos. Sabemos que las dos es- nes, uno como lanzadera, con una forma especial de apoyo,
pecies de chimpancés fabrican auténticos instrumentos [véa- otro como soporte de la punta para formar la lanza. Los ins-
se Gooda1l3, Mosterín, Gibson e Ingold]. Fabrican pequeños trumentos para fabricar instrumentos, las técnicas que hacen
bastones con los que hábilmente extraen las termitas de los posible otras técnicas denotan instrumentalidad de segundo
termiteros, y estos bastones tienen formas específicas que va- orden. No es el tejer telas de lino lo que hace de los humanos
rían de cultura a cultura, fabrican pequeñas esponjas de fi- una especie técnica, es el plantar campos de lino para tener
bras con las que extraen agua de los huecos de los árboles en materiales disponibles. Sólo los humanos de entre las es-
los meses de sequía, fabrican nidos en los árboles, y si no pecies supervivientes parecen haber tenido esta capacidad
aprenden a hacerlo, como ocurre con los chimpancés criados estratégica. ,,
en cautividad, son incapaces de sobrevivir. No son las técni- y ahora ya podemos volver sobre los criterios de división
cas, no es la instrumentalidad lo característico de la técnica entre lo natural y lo artificial: la cultura, la intencionalidad,
humana. Es el hecho de que sean composicionales de segun- el control no son suficientes." Es necesario cierto tipo de cul-
do orden, que solamente puedan ser producidos mediante tura, de inteligencia e intencionalidad, de control, para que
racionalidad instrumental compleja. existan técnicas y sistemas artificiales. La cuestión ahora es:
El antropólogo Steven Mithen ha propuesto que emplee- ¿cuáles son las condiciones de inteligencia y cultura que ha-
mos este criterio para reconstruir la historia de la mente hu- cen posible los artefactos y las técnicas cómposicionales de
mana. Pues bien, hay un salto cualitativo en la evolución segundo orden? Es necesaria la intencionalidad estratégica:
cuando se comienzan a construir instrumentos para fabricar ins-
trumentos. Hoy sabemos que la cercanía de la inteligencia de 26 Insisto en que mis críticas a los criterios que hemos examinado se
los chimpancés a nuestra especie es muchísimo mayor que la refieren a que son insuficientes. En lo demás acepto que se trata de caracte-
que existe con el resto de las especies. Lo mismo ha ocurrido rísticas necesarias que investigan propiedades profundas de los artefactos.
116 MUNDOS ARTlFICIAI.ES MUNDOS ARTIFICIALES 117

acciones compuestas en planes, es necesaria una cultura con como se ha encargado de mostrar la psicología cognitiva y la
suficiente división social del trabajo, es necesario el control inteligencia artificial. Comprendemos el mundo y actuamos
parcial de los productos: es necesaria y suficiente la existencia sobre él mediante esquemas y patrones que nos remiten
de diseños, la acción planificada y cooperativa. unos a otros: el patrón general «ir al cine» activa otros como
Un brevísimo caveat: alguien podría aducir que los orga- «mirar la cartelera», «buscar un autobús», quizá «llamar a un
nismos también tienen «diseño». Desde hace dos siglos la amigo» 28 Estas redes de esquemas y guiones forman el tras-
existencia de un «plan» de formación del organismo es fondo del que está hecha nuestra experiencia vital. Con más
la gran fuente de resistencias al evolucionismo. Y es cierto razón, la forma sofisticada de racionalidad que ejemplifica la
que hubo un salto cualitativo en la historia cuando aparecie- tecnología no puede reducirse a unidades tan pequeñas co-
ron ciertos genes y adquirieron una función controladora del mo las que están implicadas en la concepción tan extendida
desarrollo: hay organismos porque los genes se «expresan» del razonamiento instrumental medios-fin aplicado a la ac-
ordenadamente. Pero no hay composicionalidad de segundo ción. y además no debemos olvidar el carácter colectivo y
orden que se sustente sobre la intencionalidad estratégica. La cooperativo del sujeto de la investigación, la aplicación y el
intencionalidad estratégica exige fabricar instrumentos para desarrollo tecnológicos. Las comunidades de ingenieros que
fabricar partes, es una composicionalidad que exige evolu- trabajan en laboratorios, empresas Yotros centros de investi-
ción cultural, el que los «mernes-.t? los patrones de acción gación y producción sostienen una compleja estructura de
sometidos a transmisión, imitación y cambio, sean también relaciones sociales y de división del trabajo. A su vez, los re-
composicionales, Es precisamente lo que ocurre cuando apa- sultados de su trabajo se organizan en grandes unidades que
recen los diseños. estructuran otras más pequeñas. Llamaremos a las unidades
más grandes proyectos tecnológicos y a las unidades más peque-
ñas diseños tecnológicos.
DISEÑANDO MUNDOS AlrnFICJALES Un diseño es un plan de acción cuyo resultado es un ar-
tefacto o sistema artificial (a propósito dejamos a un lado el
La racionalidad práctica, individual o colectiva, no se reduce interesantísimo problema de cómo delimitar los sistemas
a un cálculo de consecuencias de acciones tomadas una a naturales de los artificiales). La estructura de este plan es
una y concebidas atómicamente. La racionalidad se predica compleja, pues, como más adelante veremos, no puede en-
de grandes conjuntos de acciones articuladas en forma de tenderse simplemente como una secuencia jerarquizada li-
proyectos. Incluso las acciones más triviales como ir al cine o nealmente de órdenes y fines.
hacer una tortilla exigen la formación de microproyectos, tal
28 El de R. Schank y R. P. Abelson es uno de los libros ya clásicos sobre

27 La noción de «meme» fue inventada por Richard Dawkins como la relación entre la acción en forma de planes y la comprensión de la reali-
análogo del gen. Es un patrón de conducta o una idea que se transmite por dad. La filosofía, salvo en algunos trabajos muy técnicos dentro de la filo-
imitación y que se reproduce en la medida en que supone algún beneficio sofía de las ciencias cognitivas o del lenguaje, no ha desarrollado aún el
o placer para el imitador. La cultura, según Dawkins, es el conjunto de me- potencial que significa esta manera de ver la relación entre el pensamiento,
mes que adopta cada población en la historia. la acción y la realidad.
118 MUNDOS ARTIFICIALES MUNDOS ARTIFICIALES 119

Losproyectos son grandes unidades que perviven a lo largo La arquitectura funcional de un diseño
de la historia. Contienen fases de investigación y fases de apli-
cación y desarrollo. Constituyen el marco en el que tiene senti- Un diseño se define por su arquitectura funcional: un plan de
do la evaluación de las tecnologías. Los diseños tomados uno a acción siempre se forma mediante una descripción funcional
uno pueden ser aceptados o rechazados, corregidos o sustitui- que es independiente del medio o del sistema físico que lo rea-
dos por otros nuevos a los que se añaden innovaciones locales lice o ponga en marcha. Tomemos por caso una máquina que,
o totales. Es también a escala de proyectos como podemos como cualquier otra, tiene por objeto una forma determinada
medir el alcance y el efecto social de la tecnología o comparar de transferencia o transformación de energía: el diseño es el
proyectos alternativos que persigan similares resultados. Por plan cuyo objetivo final es la realización física de esa máquina
ejemplo, dos proyectos diferentes de tecnologías biológicas que y su funcionamiento con el grado de eficiencia previsto. Al di-
pretendan adecuar características fenotípicas de cierta especie a señar un artefacto establecemos mediante mapas, cálculos acer-
las necesidades humanas: uno, el tradicional, basado en la ge- ca de los materiales, diagramas de flujo, etc., la conjetura de que
nética de poblaciones y el perfeccionamiento por selección, yel el artefacto es posible. Es esencial que este diseño, presentado en
otro, basado en la identificación de genes de ruptura de la ca- diversas formas y modalidades de proyecto, sea traducible,
dena ADN y reproducción del gen en un organismo. 0, por ejem- en una primera aproximación, a una secuencia de objetivos par-
plo, dos proyectos de simulación del pensamiento inteligente, ciales que habrán de constituir los componentes de un plan ge-
uno basado en el perfeccionamiento de programas que se neral de acción. Estos subplanes, a su vez, se pueden describir
implementen en los medios existentes en la actualidad, y otro de una manera meramente funcional -en el diseño de una
basado en la construcción de ordenadores con nuevos materia- máquina, por ejemplo, los diversos componentes forman a su
les orgánicos que simulen el comportamiento neuronal. Estos vez objetivos de diseños que, por tanto pueden comenzar a
grandes proyectos constan de multitud de diseños que son sus- representarse funcionalmente-. La organización del plan se
tituidos y perfeccionados, sea en la fase de investigación como va haciendo progresivamente más y más precisa hasta que la
modelos que se corrigen antes de ponerse en práctica, sea en la descripción funcional se convierte en reglas de procedimien-
fase de aplicación a partir de las deficiencias o problemas ob- to fundamentadas en el conocimiento científico de las leyes
servados. que rigen los materiales y los sistemas físicosconcretos con que
Los diseños cumplen en las tecnologías una función si- trabajamos.
milar a la que las teorías cumplen en la ciencia. En esencia se La estructura de un diseño, tal como lo hemos represen-
trata de una secuencia de operaciones con el resultado de un tado, es la de un árbol jerarquizado de planes formado por
objetivo prefigurado previamente. Consta de órdenes de ac- reglas que contribuyen a la consecución de objetivos que
ción o de preposiciones nomopragmáticas con una estructu- pueden entenderse como nudos de la red que articula el ár-
ra articulada compleja. La estructura proposicional tal vez bol."? Esta primera aproximación a la arquitectura de un di-
podría hacernos llevar la analogía más allá del nivel metafó-
rico, pero la lógica de la tecnología es muy diferente de la de
2~ En el siguiente capítulo modificaremos esta idea de la estructura del
la ciencía; se mueve dentro del mundo de lo artificial. para diseño como árbol para acercarla a la realidad práctica, y hablaremos más
distinguirlo de los otros mundos. bien de retículos.
120 MUNDOS ARTIfICIALES MUNDOS ARTII'¡CIALES 121

seña nos muestra, como es fácilmente observable, una forma el plan de transformación, nos encontramos con la existencia
de razonamiento instrumental simple y lineal: los objetivos de obstáculos que en muchos casos no son predecibles, de
están prefijados y el conocimiento disponible nos permite modo que el plan debe contemplar mecanismos de reacción
establecer, en principio, la fundamentación de las operacio- ante las dificultades y los obstáculos. Un obstáculo en la rea-
nes. El modelo admite una representación formal mediante lización de un plan impone al agente la tarea de razonar ha-
el espacio de estados determinado por las propiedades rele- cia atrás buscando, entre los medios disponibles, un nuevo
vantes del sistema concreto que queremos transformar. Un fin parcial no formulado antes en el plan: el de la superación
diseño, en esta primera aproximación, constituiría la elec- del obstáculo. En tercer lugar, el diseño tiene que enfrentarse
ción de un camino entre los diversos estados posibles. La a un problema más arduo: hemos supuesto hasta el momen-
elección determina los fines del proceso y los cambios de es- to que siempre es posible no sólo formular, sino hasta jerar-
tado son causados por la intervención de un agente intencio- quizar los diversos objetivos que constituyen los varios
nal, bien directamente o mediante el uso instrumental de un estadios de la acción. La tecnología, sin embargo, como cual-
artefacto. quier otra forma de acción, tiene que enfrentarse al hecho de
Un diseño, tal como nos aparece en este modelo, podría que muchos objetivos, y por consiguiente los planes asocia-
ser realizado y ejemplificado por algún programa experto de dos a ellos, entran en relaciones de solapamiento, oposición
inteligencia artificial: un jugador de ajedrez, por ejemplo. Es- y, a veces, cooperación. El hecho de aumentar la seguridad de
te concepto de diseño es correcto en esencia pero, si conside- un mecanismo puede afectar su eficiencia o su costo, el dise-
ramos que la racionalidad tecnológica es una propiedad muy ño más perfecto puede no ser el más comerciable, etc., la
sofisticada de sistemas de acciones colectivas, el modelo nos competencia entre objetivos, la vieja decisión entre cañones y
resulta excesivamente simple. No contempla varias cuestio- mantequilla es el primer problema que se aprende en los ma-
nes que deberían ser tenidas en cuenta. nuales de teoría económica. Es también el primer problema
En primer lugar, el hecho de que la transformación de un de teoría del diseño.
sistema de un estado a otro, cuando la transformación es el
resultado de una acción intencional, no depende solamente
de posibilidades legales, ni siquiera del conocimiento o las Las posíbilidades pragmátícas: la tecnología
intenciones del agente sino también de sus capacidades prác- en la historía de la humanídad
ticas para llevarlo a buen término. En realidad se trata de un
caso de un problema más general que debe tenerse en cuenta La idea de diseño ejemplifica dos elementos diferentes: la
en el diseño, a saber, la existencia de recursos suficientes para complejidad estructural de los artefactos y la racionalidad es-
la realización del plan. Una primera corrección que debere- tratégica de quienes los producen. Esta doble dimensión nos
mos imponer a nuestro modelo es que el diseño debe tener permite una nueva forma de mirar la tecnología en la histo-
en cuenta ciertas condiciones de ligadura que no dependen ria, el qué es y qué es lo que la hace valiosa, si es que hay
de la estructura interna del producto sino de sistemas exter- algo. Y de esta forma contestar a la pregunta a la que hemos
nos que interaccionan con él. Ligado el problema que plan- dedicado este capítulo, ¿qué característica o características
tean las interacciones con el medio sobre el que debe actuar definen la tecnología y sus productos?
122 MUNDOS ARTIFICIALES MUNDOS AIUlrlCIALES 123

Como se dijo al comienzo, esta pregunta, aplicada a cual- Nuestro lenguaje y nuestro mundo conceptual, en primer
quier campo de la cultura, nos permite clasificar una región con lugar, determinan lo que es conceptualmente posible. No es
cierta autonomía, la literatura, la religión, la ciencia. Por ejem- posible, por ejemplo, un círculo cuadrado: no es algo que
plo, en la ciencia consideramos las teorías valiosas por su con- dependa del mundo, sino de lo que significan «círculo» y
tenido empírico o clase de estados que las teorías explican y «cuadrado». En segundo lugar, dentro de lo que es posible
predicen. El contenido empírico de una teoría científica al ser conceptualmente hay un conjunto más pequeño, lo nomoló-
formulada consiste en un conjunto de estados que, según las le- gicamente posible, o lo físicamente posible. Depende de cómo
yes de la teoría, son posibles. En la tecnología el contenido de un está hecho nuestro universo. Las leyes naturales establecen
diseño tecnológico (en el momento de su formulación) también qué estados están prohibidos: por ejemplo, es posible, aunque
determina un conjunto de estados posibles. Son los estados de seguramente no existe, una esfera de oro de diez toneladas,
los sistemas que abarca esa particular tecnología, sistemas que pero no es posible una esfera de uranio de diez toneladas: es-
cumplen la misma función que los modelos físicos de una teo- tá más allá de la masa crítica de la reacción en cadena de fi-
ría. Los diseños tecnológicos, a diferencia de las teorías científi- siones nucleares. Un subconjunto de lo físicamente posible
cas, abren una clase de posibilidad diferente: la posibilidad es lo pragmáticamente posible: son las posibilidades capaces de
pragmática. Una tecnología en general y un diseño en particu- ser realizadas en cada grupo y estadio cultural. Hay además
lar delimita un conjunto de estados y cosas pragmáticamente po- otras posibilidades que deben ser tenidas en cuenta: la litera-
sibles. A diferencia de lo que ocurre con las teorías científicas, tura, la imaginación establece mundos imaginativamente posi-
que establecen leyes indiferentes a nosotros, las posibilidades bles. No están limitados a lo físicamente posible, aunque sí a
pragmáticas son relativas a una cultura, a un grupo humano en lo conceptualmente posible (en otro caso serían inintelígi-
una situación determinada. Para situar adecuadamente el lugar bles), Forman «la materia de la que están hechos nuestros
de la tecnología es conveniente tratar, aunque de forma no téc- sueños», el trasfondo de nuestra creatividad, e intersectan con-
nica, ciertas nociones de posibilidad [véase la figura 21· tinuamente con la ciencia y la técnica. Por último, aunque no
menos importante, está lo legítimamente posible, lo que de-
pende de nuestras convenciones legales y nuestras conviccio-
Posibilidades ffsicas nes morales. También es relativo a culturas y grupos y cambia
a lo largo de la historia, aunque lo hace mediante una diná-
posibilidades
mica de reflexión propia. La tecnología ocupa un lugar de in-
pragmáticas
tersección de todas estas posibilidades. Las posibilidades
pragmáticas son las posibilidades imaginadas física y legíti-
mamente posibles, que además somos capaces de actualizar.
El espacio de estados nomológicamente posibles es el
marco más importante en el que se mueve la tecnología
puesto que define el ámbito en el que cabe buscar satisfac-
ción a los objetivos prácticos. Sea lo que sea lo que buscamos
FIGURA 2 no nos cabe esperar más que aquello que es físicamente posi-
124 MUNDOS ARTifiCIALES MUNDOS ARTIFICIALES 125

ble, aunque podamos imaginar viajes en el tiempo, naves ción.»3o El contexto de la cita de Marx es el de la relación en-
que escapan a velocidades superiores a la luz, galaxias pobla- tre el cambio histórico de las diversas formaciones sociales y
das de seres inteligentes y una larga serie de objetos que se las fuerzas o posibilidades que se dan dentro de ellas, pero
han convertido en parte de nuestros mundos familiares a tra- me parece que tienen un alcance más profundo como filoso-
vés de la literatura y el cine. Por otra parte, de entre las cosas fía de la historia y como reflexión sobre el horizonte de ex-
posibles, muchas veces ignoramos qué es lo que nos es acce- pectativas de cada época. El mensaje de Marx es que los fines
sible pragmáticamente, qué es lo que podemos hacer, y no y los medios, o mejor dicho, la representación de los fines y
solamente por ignorancia de los medios que están a nuestra valores, y los medios que los realizan (la representación de
disposición sino, mucho más importante, por no tener obje- ellos) son interdependientes. En los fines, valores y deseos
tivos determinados, porque nuestros deseos no han cobrado hay un elemento volitivo y emotivo y uno representacional.
forma. Pero las posibilidades pragmáticas están ahí, aunque Éste es el componente que no es ajeno ni a nuestro conoci-
no hayamos reparado en ellas. Forman nuestro horizonte de miento del mundo ni a nuestro conocimiento de nuestras ca-
expectativas prácticas en el que se configura el futuro. pacidades y habilidades. En esta concepción en la que los
Es habitual pensar en la ciencia y la tecnología como ám- fines y los medios se hacen mutuamente dependientes, ni las
bitos negativos y restrictivos. Sin embargo, conforman el es- leyes naturales ni las técnicas artesanales o tecnológicas tie-
pacio de lo que nos cabe esperar y lo que podemos hacer. nen por qué entenderse como restricciones. Por el contrario,
Píndaro, en uno de sus Epinicios, nos ofrece una fórmula pro- en la medida en que nuestro conocimiento y nuestra habili-
funda y exacta de racionalismo práctico: «Agota, alma mía, el dad se amplían, no sólo se hace más extenso el horizonte de
campo de lo posible, pero no aspires a la inmortalidad.» nuestras expectativas, sino que el campo de nuestros fines,
Ahora bien, una larga tradición nos hace pensar que las de lo que deseamos y de lo que valoramos como bueno, se
necesidades y los deseos son algo dado, algo que emerge es- hace más amplio al compás y, si nuestra reflexión lo consi-
pontánea e incondicionadamente, y que el arte y la técnica gue, más lúcido y ajustado.
son los esclavos instrumentales para la satisfacción. En esta Cada desarrollo técnico, cada innovación, abre un con-
concepción lo primero en el orden es el deseo y sólo después, junto de posibilidades pragmáticas: amplía el horizonte de
al descubrir la realidad y los medios, momento de la satisfac- lo pragmáticamente posible. Pero eso no implica que seamos
ción o, en su defecto, el acomodo y la resignación. Hay sin conscientes de esas posibilidades. Tener los medios no signi-
embargo otra manera de entender la relación entre la repre- fica que hayamos descubierto un problema que esos medios
sentación de los medios y la representación de los fines que pueden ayudar a resolver. La creatividad puede estar tanto en
se adapta mucho mejor a la realidad de nuestras deliberacio- los medios como en la capacidad correcta para descubrir los
nes prácticas. fines, para detectar objetivos en el medio. En el momento en
Siempre me ha sorprendido la frase de Marx: «La huma- que somos capaces de descubrir objetivos pragmáticamente
nidad se propone siempre únicamente los objetivos que pue-
de alcanzar, pues, bien miradas las cosas, vemos siempre que 30 Prólogo a la contribución de la economía política, en Marx y Engels,
estos objetivos sólo brotan cuando ya se dan o, por lo menos Obras escogidas, vol. 1 [p. 348 de la versión de Editorial Ayuso (Madrid,
se están gestando, las condiciones materiales para su realiza- 1975), sobre la edición de Editorial Progreso).
126 MUNDOS ARTIFICIALES MUNDOS AllTll'lCIALES 127

posibles los medios se convierten en oportunidades. El des- jetivo es alcanzable no se atiende sólo al encadenamiento de
cubridor del clip para papeles no figurará entre los grandes objetivos parciales, sino que se delibera en un contexto más
descubridores de materiales, pero sí entre los grandes descu- amplio: por ejemplo, se tiene en cuenta la habilidad de los
bridores de problemas. agentes para llevar a cabo la transformación diseñada. Un
Los diseños no son pues -o no son sólo- la respuesta instrumento no es un simple objeto físico: exige un sujeto
instrumental a necesidades o deseos preexistentes, en buena que sepa para qué sirve y cómo utilizarlo y que realmente
medida son a veces el instrumento mediante el cual descubri- pueda utilizarlo. Las consideraciones de «saber cómo» son
mos nuestras propias necesidades y problemas prácticos. Yes esenciales para juzgar la realizabilidad de un objetivo. El «sa-
esta capacidad para hacer visible las necesidades en donde re- ber cómo», las habilidades y destrezas, están esperando aún
side la fuerza formativa de la técnica en la historia de la hu- la atención teórica que merecen: son capacidades cognitivas
manidad. Las oportunidades son elementos contingentes: que median entre el mundo de los objetos y artefactos y
son ventanas en nuestras capacidades que solamente tienen nuestro mundo conceptual, son la forma en la que las posi-
sentido contra el trasfondo de capacidades técnicas de cada bilidades pragmáticas se convierten en oportunidades reales.
época y cultura. Las oportunidades forman la perspectiva que En el primer capítulo hemos avanzado la idea de raciona-
tenemos sobre nuestras posibilidades pragmáticas, de ahí su lidad tecnológica como astucia, como habilidad para aprove-
significado antropológico como horizonte de expectativas. Jun- char las oportunidades. Es el momento de aclarar el concepto
to con la imaginación constituyen el trasfondo de los fines. de oportunidad a la luz de la teoría anterior de las posibilida-
des tecnológicas.
El mundo en el que discurre nuestra existencia personal y
Aprovechar la oportunidad: las habilidades y las posibilidades social, mental y cultural, es un mundo de posibilidades. Nues-
tra memoria está constituida por lo que fue y por lo que no pu-
Volvamos a la noción de diseño: cuando un diseño establece do ser, por lo que se actualizó y por las posibilidades no realiza-
que un objetivo es pragmáticamente posible, realiza un jui- das, cuyo no realizarse dejó huella en nuestro recuerdo personal
cio acerca de su realizabilidad. Se detecta en primer lugar un o en la memoria colectiva. Nuestro mundo representacional,
objetivo, se compara con otros objetivos y se delibera sobre subjetivo o intersubjetiva es, pues, un universo de mundos po-
su incompatibilidad." El proceso de diseño es primariamen- sibles. Por otra parte, el mundo actual, real, está formado por
te una deliberación sobre fines. Cuando se juzga que un ob- una estructura causal que determina haces de posibilidad. En
este marco la racionalidad exige, en primer lugar, la determina-
31 La deliberación sobre la incompatibilidad de objetivos es una carac- ción de las trayectorias posibles, de las alternativas y oportuni-
terística central de la racionalidad tecnológica. Muchas de las críticas a la dades, y después en la elección adecuada. En las teorías de la ra-
racionalidad tecnológica se basan en una oposición entre la racionalidad cionalidad vigentes, por ejemplo en la teoría económica de la
deliberativa, que se supone que pertenece al dominio de la ética y la políti-
ca, frente a la mera instrumentalidad de la racionalidad tecnológica. La
racionalidad, la teoría de la decisión, se deja fuera de la delibe-
propia estructura del espacio de posibilidades pragmáticas hace imposible ración el espacio de oportunidades; se toma como algo dado, al
esta estructura plana de la racionalidad de los diseños. Éste será el hilo igual que las metas, valores, utilidades, etc. Pero de acuerdo con
conductor del siguiente capítulo. lo que venimos diciendo acerca de las posibilidades pragmáti-
128 MUNDOS ARTIFICIAI.ES MUNDOS ARTlFICIAl.ES 129

cas y de su percepción, este espacio no está dado, es parte del idea básica de racionalidad es la que exige economía de cos-
proceso de diseño o del establecimiento de un plan de acción. tos para alcanzar resultados, pero es una facultad inútil si no
Esmás, la parte más ardua de los problemas que nos plantea el somos capaces de percibir las oportunidades y si no somos
cambio técnico proviene del hecho de que las oportunidades capaces de dilucidar las trayectorias en los espacios de efica-
no están dadas: ¿cuáles son las condiciones que hacen que una cia tecnológica. Hay, pues, una profunda interacción entre
cultura determinada sea capaz de percibir y después aprovechar nuestras capacidades de representación de oportunidades y
las oportunidades que ofrecen sus posibilidades pragmáticas? la racionalidad tecnológica. La astucia es una habilidad, pero
Es probablemente el reto más importante que se ofrece a los es una habilidad educable. También en el terreno de la racio-
teóricos del cambio técnico. ¿Por qué unas sociedades son capa- nalidad debemos abandonar el esencialismo: ¿por qué no
ces de percibir y aprovechar estas oportunidades mientras que hablar también de progreso en la racionalidad? Como si la
otras sociedades no lo son? racionalidad no fuese algo que hay que conquistar y defen-
Cada innovación tecnológica, por leve y mínima que sea, der y como si ya estuviéramos dotados de un mecanismo
establece una bifurcación en las trayectorias posibles en lo insensible a los cambios en nuestro sistema cognitivo indivi-
que anteriormente hemos denominado paisajes de eficacia. Se dual y en nuestra organización colectiva del conocimiento y
modifica así el espacio de posibilidades. Estas posibilidades la transformación del mundo.
están dadas en un sentido objetivo, pero no siempre son per-
cibidas subjetiva o intersubjetivamente. Los ingenieros de
Alejandría desarrollaron los rudimentos de la tecnología RESUMEN
de vapor, pero esta tecnología no fue percibida como una
fuente de energía, quizás porque los objetos que se fabrica- Hemos dedicado este capítulo a los conceptos de tecnología
ron solamente fueron percibidos como juguetes curiosos, y de lo artificial. Es un capítulo dedicado a los aspectos onto-
quizá porque no existía la necesidad de fuentes de energía lógicos de la tecnología, pues sobre ellos podemos dilucidar
que surgió un milenio más tarde. . más tarde los aspectos más concretos y prácticos de la racio-
Necesitamos teorías del cambio técnico precisamente pa- nalidad, del cambio técnico y de los valores. La tecnología se
ra dar cuenta de estos efectos. Pero la cuestión filosófica es la define como un territorio cultural parcialmente autónomo
distancia que existe entre lo que objetivamente es posible y respecto a la ciencia, aunque también respecto a las técnicas
lo que se percibe. Las posibilidades se convierten en oportu- tradicionales, con respecto a las que supone una ruptura y,
nidades relativas a la cultura tecnológica 3 2 La cultura tecnoló- por último, respecto a las nuevas «ciencias de lo artificial». La
gica es un repertorio de habilidades y conocimientos, un separación respecto a estos tres dominios culturales no exclu-
trasfondo que filtra las capacidades de percepción y realiza- ye una íntima relación ni una interdependencia con ellos pe-
ción de oportunidades [véase Vega 1] y en esta medida modi- ro el hilo conductor de todo el capítulo es que la tecnología
fica la idea formal de racionalidad como una capacidad supone la existencia de un espacio de posibilidades pragmáticas
abstracta e independiente del contenido al que se aplica. La que no es necesaria en los otros aspectos. Es un dominio cul-
tural basado en la ampliación de las posibilidades pragmáti-
32 la ideade cultura tecnológica ha sido desarrollada por Quintanilla 15]. cas y la apertura de nuevas oportunidades.
130 MUNDOS ARTIFICIALES MUNDOS ARTII'lCIALES 131

La ampliación de las posibilidades pragmáticas se produ- Lauder es, si no exhaustiva, casi imprescindible. La noción de
ce a través de la transformación artificial del medio. Por ello composicionalidad de segundo orden se debe a Mithen, y
dedicamos una parte del capítulo a dilucidar las característi- aunque es un libro de antropología, o quizás por ello, debe-
cas de lo artificial. Encontramos la característica esencial en ría tenerse en cuenta en cualquier filosofía de la técnica. Aun-
lo que denominamos composicionalidad de segundo orden, que no es citado en el texto, la concepción de la tecnología
o capacidad para fabricar instrumentos que produzcan ins- de este capítulo debe mucho a la idea de Ortega.
trumentos. Es una característica específicamente humana. La
tecnología convierte esta capacidad en una institución social.
Esta característica nos lleva a la noción de diseño como plan
de acciones complejo que es realizado en un artefacto o que
explica su producción. La capacidad tecnológica coincide
con la capacidad de diseño. Los diseños son a la tecnología
lo que las leorías a la ciencia.
La última parte del capítulo se dedica al concepto de posi-
bilidad pragmática y de oportunidad. Se define un espacio ob-
jetivo, las posibilidades pragmáticas, y un espacio subjetivo, las
oportunidades. La cultura tecnológica se convierte entonces en
la capacidad social para captar y aprovechar las oportunidades,
algo relacionado profundamente con la noción de racionalidad
tecnológica propugnada en el capítulo anterior.

SUGERENCIAS BIBI.lOGRÁI:ICAS

El concepto de tecnología se desarrolla en Quintanilla 3,


Bunge 3 y Mitcham 2. En los artículos incluidos en Broncano
(comp.) 3 se desarrollan varios de los aspectos de la noción
de tecnología. Algunas ideas expuestas suponen una cierta
noción de diseño que nace en la inteligencia artificial: Simon
3 es un libro clásico para la idea de «ciencias de lo artificial»,
pero también de la idea de diseño. Schank y Abelson es un
libro básico para la noción de diseño como plan de acción
basado en esquemas, al igual que Marr, donde se pone en prác-
tica un diseño. Sobre las relaciones entre la idea de diseño en
tecnología y en biología, la recopilación de ABen, Bekoff y
LA LÓGICA
DEL DISEÑO Y EL SUJETO
DE LAS DECISIONES
TECNOLÓGICAS

una idea central del ca-

E
N ESTE CAPrruLO DESARROLlAREMOS
pítulo anterior: los artefactos son complejos de partes y
funciones y los diseños son el lenguaje que permite
crearlos y producirlos. La tecnología nace al organizarse so-
cialmente la producción de artefactos mediante un lenguaje
abstracto de representación del objeto, de predicción de su
comportamiento y de construcción regulada. La aparición
histórica de los diseños permitió una creatividad y una inno-
vación desconocida en las épocas basadas en la artesanía. El
cambio tecnológico sucederá a partir de ahora transformado
en la historia de los diseños, desde que nacen como nebulo-
sos objetos mentales hasta que, transformados en artefactos,
se difunden en un contexto social que, a su vez, los cambia y
transforma.
Los diseños son los análogos de los modelos científicos.
De modo análogo también, la lógica de la tecnología es la ló-
gica de los diseños, del mismo modo que la lógica de la cien-
cia es la lógica de los modelos físicos de los objetos. Como
objetos culturales, los diseños son algo más que un plano o
dibujo: son la forma en la que se producen los objetos técni-
cos. Por esta razón la racionalidad tecnológica ha de estudiar-

133
134 MUNDOS ARTIfiCIALES
loA L(ÍGICA DEL DISENO Y EL SUJETO DE LAS DECISIONES 135

se en el marco de los procesos de diseño. Nos enfrentaremos abstracto. Es e! sentido de diseño como estructura fun-
a dos concepciones igualmente peligrosas: la tecnocrálica y cional.
heroica, según la cual el diseño es un proceso en el que sola- 5) Un quinto sentido hace referencia al proceso de trans-
mente interviene una elite de «conocedores», y la constructi- formación de la estructura funciona 1 que puede ser
vista, según la cual la «sociedad» en abstracto construye y o no intencional. Así, la evolución diseña los orga-
da forma a los objetos. Entre ambas cabe una concepción nismos, pero no los planifica, de! mismo modo, los
más sofisticada y adecuada a lo que realmente ocurre con los objetos son diseñados por la sociedad o los grupos im-
objetos. plicados en su producción y uso. Es e! sentido de dise-
Por diseño entenderemos varias cosas que están profun- ño como transformación de una estructura primitiva.
damente interrelacionadas, por lo que, salvo que e! contexto En todos estos senlidos están implicados los procesos re-
lo exija, no separaremos conceptualmente: presentacionales, como e! medio representacional o simbóli-
. 1) Un diseño es una representación abstracta de un obje- co, los sujetos que los crean, los llevan a la existencia y los
to que está codificada generalmente en un lenguaje usan, y las expectativas y constricciones bajo los que se pro-
simbólico como e! de la geometría proyectiva, aunque ducen. Al proceso general le podemos asignar una lógica o
puede estarlo también en otro lenguaje abstracto de forma de desarrollo que es lo que consideramos racionalidad
símbolos como son los sistemas de ecuaciones mate- tecnológica en tanto que capacidad para hacer posible la rea-
máticas. Lo importante es que represente la forma de lización de los deseos e intereses o, como hemos sostenido,
cada una de las partes del objeto en relación con la para crear y aprovechar las oportunidades. El hilo conductor
función que va a cumplir. Es e! sentido de diseño co- de este capítulo será la idea de que la racionalidad se puede
mo representación. ejercer también, o sobre todo, cuando e! sujeto es colectivo
2) Es también una especificación de reglas para la produc- y plural.
ción del objeto: escala, materiales, etc. Así, podemos con-
cebir un plano, bien como una representación, o bien co-
mo un proyecto para la construcción de un objeto. Es el LA TENSiÓN ENTRE INNOVACiÓN Y RIESGO
sentido de diseño como proyecto o plan.
3) Un tercer sentido hace referencia al proceso de produc- La racionalidad como astucia, la habilidad de explotar las cir-
ción de la representación en cuanto proceso creativo cunstancias para hacer posibles las oportunidades, depende
que se realiza en la mente del diseñador. Es el sentido de! éxito de nuestras capacidades de transformación de la
de diseño como creación mental. realidad cuando se ejercen en circunstancias favorables. Los
4) Un cuarto sentido se refiere a la arquitectura (o estruc- griegos llamaban virtudes a la excelencia en e! ejercicio de
tura) de forma y función de un objeto en cuanto com- nuestras facultades, de manera que no está fuera de lugar lla-
plejo de funciones. Así, hablamos de! diseño de! ala de mar virtud a la racionalidad. Es una característica que está
una gaviota o de un reactor. Es e! sentido en el que e! asociada al hecho de que nuestras decisiones y acciones no
objeto realiza lo que ha sido establecido en el plan son arbitrarias ni casuales, sino que siguen patrones que de-
nominamos métodos. Los métodos regulan nuestras creen-
136 MUNDOS ARTIFICIALES LA LÓGICA DEL DISEÑO Y EL SUJETO DE LAS DECISIONES 137

cias y acciones intencionales: las creencias y las acciones son nalidad es precisamente la habilidad para moverse en ese
racionales en virtud de que siguen métodos que tienen esta territorio.?
virtud de la racionalidad; los métodos, por su parte, se pue- En la noción de racionalidad que proponemos, la innova-
den entender como sistemas de controles que lleva a cabo ción y e! control forman parte sustancial de! proceso completo
nuestro cerebro o la comunidad de sujetos. Las acciones no de desarrollo de cualquier producto tecnológico. La mezcla ade-
son racionales o irracionales en sí mismas, sino como resul- cuada de control de riesgo y de audacia innovadora es un pro-
tado de haber sobrepasado ciertos controles, por e! hecho de
que han tenido cierta historia adecuada en e! proceso de elec- ocurra. la interferencia puede también producirseen la dirección opuesta,
ción de esa alternativa. Es entonces cuando decimos que la como ocurrecuando la estimación de la dificultad de un objetivo produce
un decaimiento del deseo de alcanzarlo. Es el efecto que Elster [21 ha de-
racionalidad explica e! que la acción haya alcanzado su obje-
nominado uvas verdes (la zorra deja de desear las uvas porque le cuesta al-
tivo con éxito. canzarlas). Tanto uno como otro son errores gravísimos de la racionalidad
Como ya vimos en e! capítulo anterior, la tecnología es y ambos son parte de una familia de fallos en la inferencia y la decisión ra-
una forma fiable de transformar el medio, la forma más fia- cional en los que se sustentan en cierta medida muchas formas de poder y
ble que hemos logrado poner en práctica. Al transformar el desigualdad. Pues el poder es siempre poder sobre estos mecanismos, sea
medio se transforman también las posibilidades futuras: se como inteligente «gestión» del deseo, sea como administración del miedo.
Estos mecanismos son estables y permanentes en todos nosotros, inclui-
puede conseguir lo que se buscaba, pero al tiempo se abren dos los propios técnicos que creen estar alejados de los sesgos. El único re-
espacios de posibilidad que no estaban presentes. Ahora medio es el control cuidadoso y prudente de todas las decisiones. La
bien, las posibilidades son eso, posibilidades, algunas bue- racionalidad se ejerce individual o colectivamente en medio de peligros in-
nas y otras malas. De ahí que la racionalidad tecnológica ternos que nacen de nuestros propios sesgos y mecanismos. El estudio de
sea necesariamente un concepto tenso entre dos dimensio- los mecanismos irracionales como mecanismos sistemáticos ha crecido ex-
nes que no siempre, casi nunca, se complementan: la nove- ponencialmente desde que los psicólogos sociales Amos Tvershy y D. Kah-
neman comenzaron a estudiarlos en la década de los setenta [véanse Stich
dad y el control. La novedad entraña abrir posibilidades y y Elster 2, los trabajos de Wason y Iohnson-Laird recogidos en Carreteroy
por ello entraña riesgo. De manera que la racionalidad con- Garda Madruga, 1983]. En Broncano 7 he realizado una valoración de las
siste en una adecuada mezcla de habilidad innovadora y muchas discusiones que ha suscitado la sospecha acercade nuestra irracio-
prudencia de control. Debemos subrayar que la racionali- nalidad constitutiva. Lo importante del asunto es que los mecanismos son
dad es necesaria porque no estamos programados, porque sistemáticos e independientes de la cultura y la educación del sujeto. Cien-
tíficos y técnicos expertos en estadística cometen los mismos fallos de esti-
no hay manual de instrucciones para la vida: nos movemos mación que los legos (o los niños) cuando se enfrentan a problemas en
en un territorio de incertidumbre y riesgo en el que puede contextos no familiares. El carácterde mecanismos que tienen estos sesgos
resultar tan irracional la audacia como e! miedo.' La racio- proviene de su origen evolutivo, como las ilusiones perceptivas. Y estos
mecanismos siguen funcionando también en los niveles de sofisticación
1 El mayor peligro de la tecnología está en nuestros mecanismos de tecnológica: no hay otro remedio racional que extremar racionalmente
irracionalidad. La avaricia ciega: los ingleses llaman a este fallo de la racio- el control sobre nuestras propias debilidades. Incluso, como hizo Ulises,
nalidad wishful thinking, pensamiento desiderativo [véase Elster 2]. Es un atándonos a un mástil (mediante normas y leyes) para evitar la seducción
fallo de lucidez producido por la interferencia del deseo o el miedo sobre de las sirenas.
la estimación de la probabilidad de un suceso: el deseo de que ocurra, o el 2 Marta Nussbaum discute en su libro sobre racionalidad y ética en
temor de que lo haga, aumenta la estimación de las probabilidades de que Greda la tensión entre la noción platónica de una tejnegenerala universal
138 MUNDOS ARTIFICIALES LA I.{ÍGICA DEL DISEÑO Y EL SUJETO DE l.AS DECISIONES 139

blema de racionalidad tecnológica, pero no de racionalidad es- do desde la cuestión de si hay que aceptar o no ciertos riesgos
trecha, en el sentido de que haya normas y reglas para tomar de- hasta la cuestión misma de cómo y quién estima el riesgo.
cisiones inapelables. Si algo nos ha demostrado la historia de la No se trata ya tanto del riesgo de la tecnología sino del ries-
tecnología de las últimas décadas ha sido el fracaso sistemático go de irracionalidad de quien la evalúa: quién custodia a los
de todas las promisorias «técnicas» de prospectiva que optimis- propios guardianes. Ahora bien, no podemos responder a es-
tas como Daniel Bell y otros autores de los años sesenta daban ta pregunta sin haber considerado antes la constitución so-
por bien establecidas. Lascontroversias tecnológicas no han si- cial del proceso de diseño de los objetos y procesos.
do desde entonces la excepción sino la regla. Yhoy todos saben
que la racionalidad debe incorporar la dimensión colectiva de
la controversia y la negociación, de manera que cuestiones que ¿QUIl~N DISEÑA LOS OBIElDS?
anteriormente se han concebido como externas, políticas, hoy
las consideramos internas, y sólo los malos ingenieros se atreve- La tecnología contemporánea no consiste en acciones básicas y
rían a despreciarlas como externas. Pero la incorporación del atómicas sino en sistemas gigantescos de acciones realizadas
riesgo y del impacto nos conduce directamente al tema del su- por numerosos agentes de manera cooperativa, empleando co-
jeto de la tecnología. nocimientos y útiles heterogéneos. Los productos de la tecnolo-
Desde hace décadas, cuando comenzaron los primeros gía son transformaciones en el medio que son fruto de acciones
movimientos sociales de discusión y rebelión social frente a que fueron realizadas de tal forma y en tal secuencia que produ-
algunas aplicaciones tecnológicas, la controversia ha ascendí- jeron esa transformación y no otra alternativa. Una vez que los
objetos han alcanzado su existencia material y están en el mun-
do pueden usarse para aquello que fueron «diseñados», pero
sobre todas las tejnai que coincidiría con la racionalidad, aplicada por igual
también pueden ser «aprovechados» de manera algo o muy dis-
a la ciencia, la técnica o la ética (concebida ella misma como una tejne). Es-
ta técnica coincidiría con un cálculo numérico de las consecuencias de una
tinta para lo que fueron diseñados. Así, al cabo de un tiempo,
acción respecto a un orden de objetivos bien establecido. Por el contrario, objetos que surgieron para unos fines terminan cumpliendo
Aristóteles cree que es imposible una tal tejne universal puesto que la ac- otros muy diversos: los ordenadores apenas ordenan nada, ni
ción humana se enfrenta generalmente a objetivos que compiten entre sí, y computan, ni hacen nada de lo que les dio origen, los merce-
entre los que hay que deliberar, más que aplicar un cálculo. Desde entonces des'" son otras muchas cosas además de medios de transporte y
este enfrentamiento parece haberse instalado en la historia de la noción de
racionalidad. La pregunta es, sin embargo, si es incompatible la delibera-
nadie sabe qué fueron o para qué servían los círculos de piedra
ción aristotélica entre objetivos con la aplicación de reglas rigurosas de de Stonehenge o de los Pirineos (los eromlech). El caso es que,
representación, tal como quería Platón. Una gran cantidad de filósofos observando la forma de ese objeto, incluso a veces su funciona-
[Horkheimer y en general la Escuela de Frankfurt han sido los más influ- miento, no podemos saber cuál es su instrumentalidad o iden-
yentes) ha considerado que la incompatibilidad es evidente pero no ha tidad técnica. Los artefactos son como los textos," no basta
ofrecido ningún argumento aceptable para sostenerlo. Pero la racionalidad
conocer la estructura física, hay que entenderlos y para ello ne-
tecnológica no es ajena a la racionalidad deliberativa que se supone rige el
mundo de la ética y la política. Quizá porque no se ha reparado suficiente-
mente en este carácter prudencial de las decisiones entre objetivos contra- 3 Dennett [L]. con un título tan sugerente como «Interpretando textos,
dictorios, que es precisamente el origen de la deliberación sobre fines. gente y otros artefactos», explota las similitudes entre textos, artefactos y
140 MUNDOS ARTlrICIALES
LA LÓGICA DEI, DISliÑO y EL SUJETO DE LAS QEC1SIONES 141

cesitamos saber quién y con qué intenciones los diseñó, cuál es


la forma del diseño y quién los usa y para qué. de un sistema tecnológico debe tomar en cuenta esta natura-
La naturaleza de los artefactos, los diseños y la naturaleza leza relacional, temporal, sistémica y cooperativa de los siste-
del sujeto individual o colectivo en el que transcurre su exis- mas. Fuera de esta relación los artefactos son objetos físicos
tencia están profundamente relacionados en la tecnología como otros cualquiera, pero no objetos técnicos. Y las accio-
contemporánea. Distinguiremos en primer lugar los sujetos a nes, independientemente del sistema en que se integran, son
los que adscribiremos esta facultad: los sujetos colectivos; en acciones sin sentido de las que poco cabe decir. Este doble
segundo lugar las unidades o entidades básicas de las que punto de vista contextual, sistémico y cooperativo indica que
vamos a predicar la racionalidad: los sistemas de acciones. estamos en un nivel diferente al de la racionalidad práctica
~uestra tesis es que la racionalidad tecnológica se predica de
individual y atómica. Puede darse el caso de que, dado un
sistemas de acciones ejercidas y evaluadas por sujetos colecti- conjunto de acciones, todas ellas sean racionales, tomadas
vos y cooperativos. una a una, sin que lo sea el resultado cuando las unimos sis-
témicamente.
En las técnicas tradicionales el sujeto es individual. El in-
Un sujeto colectivo tercambio social sucede después: un artesano fabrica artefac-
tos que intercambia con el consumidor. Puede que coincidan
La tecnología comparte con la ciencia el carácter social: las el productor y el consumidor. Así ocurre en las sociedades en
instituciones científicas son al conocimiento ordinario lo las que la división social del trabajo no se ha generalizado.
que los grandes sistemas tecnológicos a las técnicas artesana- Pero el medio en el que se desarrolla la tecnología es el de ac-
les. En ambos casos la racionalidad tiene que desarrollarse en tividades tan complejas como el diseño, la producción por
un medio social complejo en el que la racionalidad indivi- elementos, el control de productos, la protección jurídica de
dual no es suficiente. los diseños, la comercialización, etc. El sujeto de la acción
. La racionalidad de los sistemas tecnológicos es una rela- tecnológica es un sujeto colectivo, agente responsable de
ción que un artefacto establece entre un conjunto de agentes acciones que son realizadas y evaluadas en forma cooperati-
que lo han producido en ciertas circunstancias y otro conjunto va. Las actividades de los individuos se organizan en estas
de a~ente~ que lo u~an en otras circunstancias.' Cualquier de- empresas complejas porque se realizan en el marco de insti-
termmación o cualificación que hagamos de la racionalidad tuciones industriales, económicas, de investigación, jurídi-
cas, de mercado y muchas otras que crean el medio en el que
puede desarrollarse la tecnología. Las instituciones nacen pri-
conductas como sistemas que necesitan todos ellos de capacidad de inter-
pretación, en la medida en que las propiedades visibles no son suficientes mero como de hábitos sociales que derivan con el tiempo en
para captar el sentido o la función en el caso de los artefactos. formas institucionales ocasionales o permanentes. Los há-
. . tanto de producción como de uso establecen las
4Las CIrcunstancias bitos dan lugar a sistemas de reglas y convenciones que cons-
restricciones en las que nacen los artefactos. Son restricciones económicas
de materiales, de medios de producción, de conocimiento, etc., en lo que
resp~eta a la ~)[oducción. En lo que respecta al consumo y uso hay circuns-
tancias parecidas, de recursos, conocimiento, medio geográfico, etc. Los fa- bricantes de automóviles saben muy bien que un mismo modelo tiene que
ser rediseñado para destinarlo a un mercado diferente.
t42 MUNDOS ARTIFICIALES LA LÓGICA DEL DISEÑO Y EL SUJETO DE LAS DECISIONES t43

tituyen la institución. 5 Este patrón de desarrollo sirve para to- La emergencia del diseño abstracto de los artefactos sola-
do tipo de instituciones, y por ello también para la tecnolo- mente se puede llevar a cabo en sociedades con una arqui-
gía." Lo que llamo aquí «sujeto colectivo» corresponde a los tectura institucional compleja. Imaginemos el diseño de un
grupos organizados en estas instituciones y que son los crea- nuevo modelo de automóvil. Es algo más que un medio de
dores y transformadores de los objetos tecnológicos. Los transporte: tiene que encontrar un equilibrio entre costos
sistemas tecnológicos no constituyen instituciones en un de producción y rendimiento, debe ser ligero, potente, bajo
sentido jerárquico sino reticular. Están constituidos por redes en consumo, bello, amplio, etc. La determinación de objeti-
de microinstituciones sociales que incluyen artefactos, cono- vos, el propio proceso de diseño, de diseño de producción,
cimientos y, por supuesto, gente. En tanto que instituciones de venta y publicidad, de captación de necesidades, valores
son sistemas de acciones [véase Quintanilla 31. Pero son ac- sociales e intereses instrumentales, son partes del diseño ge-
ciones llevadas a cabo cooperativamente en instituciones. La neral que son posibles solamente si el complejo institucional
idea institucional añade un elemento, el de la existencia de en el que nace tiene la suficiente estabilidad institucional co-
patrones y normas de acción estables." mo para llevar a buen fin el proceso. Pocas sociedades son
capaces de realizar esta tarea. En el caso de las compañías de
automóviles, pocas son capaces de desarrollar un nuevo mo-
') En una institución hay dos tipos de reglas: reglas constitutivas y reglas
de acción. Las primeras determinan el estardentro o fuera de la institución,
delo. Compárese con un caso muy diferente: el Canal de Cas-
las segundas los comportamientos aconsejables. Piénsese en un juego de tilla, la obra civil más importante de la España Ilustrada, que
ajedrez: las reglasde movimiento son constitutivas, la regla que nos acon- comunicaba las ricas zonas cerealistas de Tierra de Campos,
seja enrocarcuanto antes es regulativa. llevó varias décadas. La planificación, la recolección de fon-
6 Pensemos por ejemplo en el Tribunal de Aguas que reguló durante dos, la excavación, etc., entrañaron una movilización social
siglos el riego en la huerta valenciana: es plausible pensar que en el co-
desconocida en la Castilla sin apenas tejido social del XVIII Y
mienzo hubo un sistema de acuerdos y convenciones sobre el tiempo y la
XIX. Cuando por fin se pudo poner en funcionamiento, su
cantidad de riego que le corresponde a cada vecino; con el tiempo, se for-
ma un sistema de normas y reglas que se traduce en la institución del tribu- existencia ya no tenía sentido económico.
nal. El tribunal tiene autoridad porque el sistema de hábitos se mantiene y La tecnología, en resumen, supone la emergencia de un
deja de ser una institución real cuando desaparece ese sistema de hábitos. proceso de constitución y división del trabajo que nace origina-
El dinero o las letras comerciales, los códigos de la circulación, son institu-
riamente en las técnicas artesanales y conduce al entramado
ciones que nacen de esta forma. En varios casos el entramado cultural
da lugar a macroinstituciones que perseveran autónomamente a lo largo de
contemporáneo responsable del cambio técnico: ingenieros,
la historia creando sus propias tradiciones. Los sistemas educativos (no la científicos, gerentes, usuarios. En este camino cualquier modi-
educación, que puede basarse en formas de enseñanza y aprendizaje fami- ficación en uno de los componentes afecta al todo: la educación
liares o grupales no institucionales), las religiones, la ciencia, son institu- técnica, las organizaciones de consumidores, las técnicas de
ciones de esta clase. La tecnología es una de ellas. producción, el entramado institucional de investigación y desa-
7 En algunas instituciones permanentes se desarrollan además ele-
mentos que podemos llamar de (memoria colectiva» sin los cuales es im-
rrollo. Siendo la tecnología una forma social de la transforma-
posible que el sujeto colectivo como tal desarrolle mecanismos de ción del medio, su sensibilidad a los cambios institucionales es
aprendizaje: son las tradiciones que constituyen líneas históricas en el de- algo que no admite la menor discusión.
senvolvimiento tecnológico.
144 MUNDOS ARTIFICIALES
LA LÓGICA DEL DISENO Y EL SUJETO DE LAS DECISIONES 145

Elescepticismo organizado ció a causa de las conslricciones de orden práctico, econó-


mico y político que presentaban los grandes artefactos, Así
Una segunda condición que la tecnología comparte con la nació el hábito de someter a prueba los planos, a pesar de
ciencia, puesto que comparten el método, es el escepJicismo que los cambios en cada plano eran en sí mismos costosísi-
organizado. La idea se resume en que las relaciones de auto- mos en tiempo y cálculos. Pero siempre son menos costosos
ridad siempre están someJidas a escruJinio. La confianza y la que los errores del artefacto real. La historia posterior es un
autoridad son importantes en la ciencia, pero los argumentos proceso de complejidad creciente en los controles a los que
de autoridad no tienen ningún valor: la autoridad interna y se somete a los objetos. La intervención de grupos sociales de
el prestigio se debe a que quien los posee demuestra en la usuarios de movimientos sociales y organizaciones de consu-
práctica cualidades de investigador. Pero cualquiera puede midores ha sido uno de los últimos capítulos de esta historia.
desafiar sus conclusiones y convencer a la comunidad de lo La división social del trabajo y el escepticismo organiza-
contrario. Lo esencial es que los argumentos, los experimen- do se han ido convirJiendo en el marco en el que se ejerce la
tos, las teorías, y en nuestro caso los diseños, están sometidos racionalidad del sujeto colectivo de la tecnología al compás
a un escrutinio colectivo. del proceso de esas formaciones sociales que consJituyen
La base de la racionalidad del desarrollo científico y tec- la naturaleza de tal sujeto. Si insistimos en este carácter es a
nológico se sustenta sobre la capacidad de someter las unida- causa de la complicación que supone la coordinación de
des básicas, teorías o diseños a una batería de evaluaciones perspectivas. La racionalidad colecJiva es como bailar un tan-
críticas o controles de calidad. Estos controles comienzan go: no bastan las buenas intenciones de cada uno, no basta la
desde el primer momento de la gestación o el descubrimien- habilidad individual, no basta una orquesta precisa y acopia-
to tecnológico, continúan en las cuidadosas puestas a prueba da. Es aquí donde los sistemas tecnológicos se muestran más
que sufre el diseño, bien porque se fabrique un prototipo o exigentes incluso que los científicos. Si en la ciencia basta
en un diseño matemático del mismo, y no terminan con la con una comunidad científica excelente, en la tecnología no.
aplicación práctica del producto, al contrario, es entonces La tecnología exige la coordinación de un sujeto más com-
cuando sufren los controles a los que los usuarios y técnicos plejo que el de la comunidad de científicos (ingenieros y di-
de mantenimiento les someten para contrarrestar si en la señadores en este caso), de manera que los grupos sociales o
práctica se corroboran las expectativas previas, o, si acaso, las propias sociedades que disfrutan o sufren la tecnología
hay que modificar las expectativas, que todo puede ocurrir. participen con una función interna dentro del proceso de de-
David McGee ha explicado muy convincentemente cómo es- sarrollo tecnológico. Y no sólo mediante el control externo
ta necesidad de contrastación está en el origen histórico del que les permite el dominio de los medios de financiación, o
diseño. Pone como ejemplo histórico la arquitectura naval de las decisiones últimas de aplicación tecnológicas, sino en
del imperio británico en el siglo XVIII. La construcción de un un sentido más profundo que involucra a todos en el proce-
barco es una decisión que ha de tomarse con cuidado pues so de desarrollo tecnológico. Castells ha explicado cómo
tras costosas inversiones y trabajos es muy posible que no la extraña colaboración de recursos científicos, técnicos y
cumpla su objetivo: tal vez sea lento o, si es rápido, cabecee sociales ha permitido que ciertas regiones muy específicas
demasiado y sea inútil en la batalla, etc. El diseño previo na- se hayan convertido en núcleos de revolución tecnológica,
146 MUNDOS ARTIFICIALES LA LÓGICA DEL DISENO Y EL SUJETO DE LAS DECISIONES 147

mientras que grandes centros industriales han perdido la fun- textos de uso poco favorables impiden el desarrollo de una
ción que tuvieron en otro tiempo [véanse Castells 1, Castells tecnología en particular. Jesús Vega ha estudiado cómo el he-
y Hall]. Cómo estas regiones han acertado en la coordinación cho de que las primeras máquinas de vapor desarrolladas en
es algo que merece la pena estudiar cuidadosamente, pero el Museo de Alejandría solamente tuvieran una recepción co-
sobre todo es necesario reparar en esta forma emergente de mo objetos ornamentales explica el que la oportunidad tec-
racionalidad que exige la coordinación de perspectivas. Es una nológica de la tecnología del vapor tuviese que esperar varios
condición normativa: sin ella la tecnología todavía no es un siglos más [véase Vega 1]. Los ingenieros alejandrinos so-
sistema de transformación racional colectiva de la realidad. lamente construyeron juguetes, máquinas maravillosas que
nadie empleó como fuentes de energía mecánica en las ne-
cesidades cotidianas. Probablemente hubo otros factores, es
La creatividad del receptor seguro, pero lo interesante es que ese uso ornamental es res-
ponsable de que no se percibiese como una posibilidad de
El uso no es mero uso. Bijker considera que dos usos o dos fuente de energía, más que la falta de teorías ingenieriles ade-
grupos sociales que realizan usos sistemáticamente distintos cuadas como las que surgieron en el XVIII. En el Mediterráneo
transforman los objetos primitivos en dos artefactos distin- romano y helenístico parece haber existido una barrera para
tos. Su ejemplo favorito es el de los grupos distintos (gentle- la difusión de la energía de vapor. Pero esta barrera no estaba
rnen y damas) que transformaron los primitivos diseños de en el conocimiento de los ingenieros, ni en su habilidad, si-
bicicletas en dos direcciones distintas." Sean o no aceptables no que se encuentra en las expectativas de uso de la sociedad,
las conclusiones de Bijker, lo cierto es que si no estudiamos la que hace invisible esta tecnología.
trayectoria de los usos sociales no entenderemos nunca los Las tradiciones y las comunidades ingenieriles, las insti-
objetos de la tecnología y los procesos. El uso sistemático re- tuciones empresariales y otras instituciones del proceso tec-
diseña el instrumento, lo transforma a veces en direcciones nológico, nacieron y se desarrollaron en el siglo pasado. La
distintas a las intenciones del constructor y crea el medio en incorporación de la perspectiva del usuario, a través de nue-
el que los artefactos y las técnicas sobrevivirán, de forma que vas formas institucionales, es algo novedoso: poco a poco va
no es inusual encontrar en la historia que determinados con- calando la idea de que el usuario debe incorporarse activa-
mente al proceso de producción de la tecnología aunque to-
8 Véase Bijker y en general la bibliografía sobre el constructivismoa la
davía no se hayan encontrado los medios adecuados para
que nos referimos en el capítulo anterior. Como ya hemos analizado más hacerlo. Y en cualquier caso, podemos estar seguros de que
arriba, Bijker y los constructivistas dicen algo más fuerte que lo que aquí un ingeniero no será un buen ingeniero a menos que sea
proponemos: afirman que dos interpretaciones sociales distintas implican también un buen usuario del producto. Así por ejemplo, un
dos objetos tecnológicos distintos. Lo que supondremos aquí es que dos teórico de los métodos de diseño como J. Christopher Iones
usos sociales sistemáticos diferentes rediseñan los artefactos en dos direc-
nos cuenta esta experiencia:
ciones diferentes. No tiene que ver con la mera operación de interpreta-
don. Las máquinas de vapor no son caballos de hierro, como dicen los
indios de las películas, pero las bicicletas de montaña sí pueden llegar a ser Al diseñar por ejemplo un edificio, una casa o un hospital o al-
objetos de una variedad distinta que las bicicletas. go [... ], tú sabes desde el principio que será bastante parecido
148 MUNDOS AnTIFICIALES
I.A t.o crcx DEL DISEÑO Y El. SUJETO DE LAS DECIS(ONES 149

al hospital corriente, a la casa corriente. Entonces es una tonte-


el desarrollo, y fases de aplicación, en las que el componente
ría emplear métodos complejos. [... ] Pero a veces estás inten-
tando diseñar algo que nadie ha hecho nunca [... ]. Nadie sabe fundamental es la acción y los instrumentos de la acción. Ha-
cómo hacerlo. De modo que no puedes usar un proceso exis- blaremos de descubrimiento tecnológico cuando existe una
tente [... j. Entonces tienes que «diseñarel diseño» [... ], así co- modificación sustancial de algún proyecto. Hablaremos de
mo diseñar el resultado del diseño. [... ] Si trasladas tu atención innovación cuando la modificación no es sustancial." Las
del productor al consumidor eludirás esta dificultad. Los con- fronteras entre ambas fases son borrosas, sin que, por ello,
sumidores están más ligados a la vida real [... ]. Todos somos carezca de interés distinguirlas. A nadie se le escapa, por otra
usuarios [... ], sé que somos especialistas y todos los demás is- parte, que los descubrimientos no suelen tener un origen mi-
tas, pero antes que nada tenemos que desayunar y dormimos» lagroso: una condición esencial es la existencia de una previa
[l. Ci Iones, p. 43]. tradición de soluciones parciales o problemas parciales, úni-
co marco en el que se adquiere la destreza suficiente coJI.1o
El diseñador tiene que adquirir de algún modo ese conoci- para resolver o plantear creativamente nuevos problemas. Es-
miento de uso y de las expectativas de recepción sin el cual su ta es la conclusión, al menos, que vamos extrayendo de lo
diseño está condenado a ser un juguete inútil, un mero ejercicio que vamos conociendo sobre la creatividad humana. 10 La
de transformación de la materia, pero no de innovación tecno- existencia de una larga tradición de pequeñas innovaciones
lógica. En el ejemplo de Iones, puede que la familiaridad con el es generalmente una condición esencial de la invención."
comer y el dormir le dé ese conocimiento, pero lo más lógico es La emergencia de descubrimientos tecnológicos radical-
que sean los propios usuarios los que definan sus necesidades. mente nuevos presenta un problema serio para las teorías de
y así el proceso puede ser interactivo, no lineal, un proceso en la racionalidad más consagradas, en particular aquellas que
el que, como explica Christopher Iones, el proceso de diseño se se han cavado una división irreconciliable entre la razón se-
convierta en un proceso de diseño del diseño. Diseñar es como gún los fines y la razón instrumental. La diferencia entre los
bailar un tango: exigepráctica de acomodación a los movimien- fines que son meros fines instrumentales y los fines universa-
tos, a la música y al compañero. les o universalizables sólo tiene sentido cuando podemos
distinguir claramente unos de otros. El problema surge de
'J La distinción entre innovación y descubrimiento es un lugar común
Un sujeto creativo en la bibliografía sobre diseño. Véase, por ejemplo, Quintanilla 2.
lO La tecnología, junto con el arte, es uno de los reductos donde toda-

Una tecnología, en el sentido mayor del término, por ejem- vía desarrolla su vida salvaje el mito de la creatividad como proceso irra-
cional que marca la distancia entre el genio y los demás seres humanos.
plo en el sentido en el que hablamos de biotecnologías o de Poco a poco vamos encontrando muchas más regularidades de las que se
tecnologías de energías renovables, es un conjunto de pro- podía imaginar uno en los procesos de creación. Casi todos los caminos
yectos con objetivos similares que se desarrollan, evalúan y nos llevan a una misma conclusión: para ser un genio hay que estar muy
aplican en un periodo limitado o determinable. Las tecnolo- familiarizado con los problemas a través del trabajo. Véase por ejemplo
gías, en este sentido, tienen fases de invención y descubrimien- Boden y Wiesberg.
11 Esta idea ha sido desarrollada en la noción de cultura tecnológica de
to, en las que cuenta ante todo el conocimiento empleado en
Bravo y Quintanilla.
LA LÓGICA DEL DISENO Y EL SUJETO DE LAS DECISIONES 151
150 MUNDOS ARTIFICIALES

que los fines o valores más importantes, al menos en lo que vos. Del mismo modo, la superación de la división del tiem-
respecta a la tecnología, no serían siquiera representables a po productivo entre trabajo yacio, una de las más importan-
menos que exista ya una representación de los medios para tes reivindicaciones de la época contemporánea, ni siquiera
alcanzarlos. La cuestión que planteo es que no se trata de un pudo ser pensada en sociedades anteriores a la formalización
problema de, o sólo de, racionalidad sino fundamentalmen- del trabajo como trabajo asalariado.
te de límites de representación. Hay un sentido profundo y La extraña forma de racionalidad que inaugura la tecno-
no determinista en el que tiene razón Marx cuando relaciona logía radica precisamente en esta capacidad para transformar
las formas con las cuales las sociedades producen y reprodu- nuestras percepciones y valores al tiempo que transforma la
cen su existencia y las formas en las que se representan los naturaleza. Por eso mismo, los sistemas de control a los que
fines de esa existencia. Este sentido profundo está basado en está -debe estar- sometida la tecnología no son indepen-
una no menos profunda reflexión sobre la naturaleza humana: dientes del propio desarrollo tecnológico, sin que eso nos
somos seres que vivimos en mundos posibles, de posibilida- lleve a la conclusión pesimista de Winner de que la tecnolo-
des abiertas y de posibilidades no realizadas, de capacidades gía se ha convertido ya en un proceso autónomo.
y, por ello, precisamente por ello, de desigualdades en el po-
der,"? Pero esta capacidad no es abstracta, se realiza en el
marco de las posibilidades que configura el medio: en qué se El control colectivo de los diseños
emplea el tiempo depende del medio artificial. Los sistemas
técnicos son algo así como nudos que configuran trayectorias La naturaleza compleja de la racionalidad tecnológica co-
históricas posibles. mienza a entenderse ahora más claramente. Tenemos, en pri-
Cuando se desarrollan proyectos tecnológicos fundamen- mer lugar, la tensión entre creatividad y riesgo, en segundo
tales -aquellos que calificamos sin dudar de grandes descu- lugar nos encontramos ante circunstancias que ponen sus
brimientos: el motor de explosión, el hormigón armado, la condiciones de tiempo, recursos, capacidades, etc., y en tercer
fibra óptica, la píldora anticonceptiva- se generan nuevas lugar tenemos un sujeto colectivo que se forma en una cre-
posibilidades o futuros accesibles ante los que las sociedades ciente red de instituciones. En este marco la racionalidad
deben responder haciendo aparecer nuevos valores regulati- adquiere dos características. La primera es que es necesaria-
mente deliberativa. A veces se opone racionalidad instrumen-
tal, que supuestamente regiría en el mundo técnico, frente
12 Una definición neutra de poder es «poder hacer cosas), capacidad
a racionalidad deliberativa que regiría en el mundo de los
para transformar. En el otro extremo está la noción metafóricamente física
de Poucault, del poder como un tipo de «campo de fuerzas» que todo lo valores y la política. Pero el modo complejo de desarrollo
penetra. Si la primera peca de ingenua, la segunda de ininteligible. David tecnológico nos lleva a repensar esta división. La argumenta-
Anisi define el poder de un modo lúcido: poder como poder usar el tiem- ción técnica es una parte más del largo proceso de desarrollo
po de otros. Mediante la autoridad (la jerarquía), comprándolo (el merca- tecnológico en el que se oyen otras voces igualmente relevan-
do) o convenciendo a los otros de que les conviene trabajar para nosotros tes. En próximos capítulos nos ocuparemos de esta idea, de
(los valores). Me parece que esta idea de poder como capacidad de movili-
modo que no continuaremos más en la exposición de los
zación podría completar la idea de poder como capacidad de transforma-
ción. Con la ventaja de que permite discutir las desigualdades de poder. modos en los que se realiza y debe realizar la deliberación.
152 MUNDOS ARTIFICIALES LA LÓGICA DEL DISEÑO Y H SUJETO ee LAS DECISIONES 153

En segundo lugar la racionalidad tecnológica es, como indi- estudiamos su dinámica variando sucesivamente las condicio-
camos al principio, una virtud colectiva para la producción nes iniciales, llevando al sistema a sus condiciones límites de
de artefactos fiables. La fiabilidad es un núcleo esencial de la permanencia. En algunos casos el modelo matemático no es su-
racionalidad técnica. No se trata de producir cosas solamen- ficiente y es necesaria la construcción de un modelo a escala, o
te, de transformar el medio, sino de que esa transformación incluso un prototipo, sobre el que estudiaremos en condiciones
sea exactamente la que queremos colectivamente o lo más reales el funcionamiento del sistema.
aproximada posible. La forma en la que la fiabilidad se forta- En el caso improbable de que el diseño haya sobrepa-
lece es a través del establecimiento de un sistema riguroso de sado todos los controles sin sufrir transformaciones, queda
controles en todas las fases del desarrollo tecnológico. todavía un cuarto conjunto de controles que se efectuarán
Los diseños pasan el filtro de múltiples controles desde el antes de generalizar nuestro diseño, convirtiéndolo en un
momento en que son imaginados hasta que se convierten en proyecto que pasa a la aplicación industrial y al uso social: se
futuros productos de uso. Ya se somete al diseño a un sistema evalúa entonces el impacto ambiental, el impacto social, así
de controles cuando su existencia es aún meramente concep- como la recepción que, independientemente o no de los
tual. Se trata de controles que evalúan la compatibilidad del impactos anteriores, va a tener el producto en la sociedad
diseño con nuestro cuerpo de conocimientos cientificos y concreta en la que se pretende aplicar. Incluso después de
prácticos al tiempo que con nuestros valores y deseos: no realizado el proyecto, se someterá a un duro control de segui-
todo lo pragmáticamente posible es deseable, ni todas las po- miento en el que se evaluará si nuestras conjeturas sobre los
sibilidades deseables son legítimas. Repárese en que los pro- costos y beneficios eran acertadas, si las consecuencias no
yectos tecnológicos actuales, piénsese en proyectos como los queridas, ni probablemente previstas, son o no aceptables o
de la exploración espacial o el reactor de fusión, entrañan tal si, a pesar de todo, la sociedad sigue rechazando el producto.
cantidad de recursos humanos y materiales que, de hecho, la La idea de control a la que nos referimos no debería re-
evaluación previa se convierte ya en una de las partes más ducirse a lo que suele entenderse por tal desde el punto de
importantes del propio desarrollo del diseño. vista reducidamente ingenieril. Ni tampoco a los controles
A esta segunda evaluación le sigue una no menos impor- que realmente observamos. Puesto que son una parte consti-
tante. La existencia del diseño es, hasta el momento, no sólo tutiva del proceso de diseño, incrementan el costo del arte-
conceptual sino también conjetural: no tenemos la seguridad facto o del sistema. De ahí que volvamos a la tensión entre
de si el diseño es factible pragmáticamente. Es ahora cuando novedad y control. La racionalidad nos insiste en que some-
debe comprobarse la realizabilidad del plan en relación con tamos a control nuestros artefactos, pero no tenemos reglas
estos tres elementos: los conocimientos científicos, los cono- incondicionadas sobre cuánto control necesitamos. Por el
cimientos prácticos necesarios para realizar el diseño y los re- contrario, lo que hace de la racionalidad una difícil virtud
cursos instrumentales suficientes. humana y no un mecanismo algorítmico es que nos exige
Un tercer conjunto de controles intentará someter al diseño una sutil y adecuada mezcla de control y audacia.
a pruebas de fiabilidad a priori que estudian el comportamiento El control de la tecnología tiene la ventaja de que es el
futuro del sistema bajo ciertas condiciones cambiantes. Para medio por el que se aumenta la fiabilidad. Si tomamos un
ello establecemos una representación matemática del diseño y avión con cierta confianza no es porque conozcamos perso-
154 MUNDOS ARTIFICIALES LA LÓGICA DEI. DISEÑO Y El. SUJETO DE LAS DECISIONES 155

nalrnente al piloto, a la tripulación y a los técnicos de mante- santes. Este criterio de novedad que emplea Lakatos para de-
nimiento, sino porque confiamos en un sistema colectivo marcar el método nos explicaría, aplicado a la tecnología, su
de controles. La desventaja es que el control es algo que in- rápido desarrollo en los últimos dos síglos.t"
crementa el costo de los artefactos y la complejidad social.
Del mismo modo que los diseños produjeron un aumento
de costos, los costos de diseño, y una división social de cono- El sentido de los objetos
cimientos y grupos, el control es algo que se añade a la tec-
nología contemporánea y que muchas veces molesta a los Los diseños son los objetos conceptuales que hacen de los ar-
empresarios y a los inversionistas, pero que es parte del tefactos construidos objetos útiles. Para decirlo en términos
método racional de desarrollo. La propia racionalidad deli- filosóficos, los diseños constituyen el sentido de los objetos tec-
berativa se aplica a la decisión de cuánto tiempo y cuántos nológicos. Captamos el sentido de un sistema de acciones
recursos debemos invertir en control y cuántos en produc- cuando comprendemos la estrategia a la que obedece, es decir,
ción. De nuevo nos remitimos a capítulos posteriores, pero la el conjunto articulado de medios y fines que hace coherente
idea es que estas decisiones se generan en contextos colecti- y razonable cada una de las acciones. Lo mismo podemos
vos, tensos, de controversia y discusión. Hay sociedades cui- afirmar de los objetos tecnológicos. El diseño es un objeto
dadosas con la fiabilidad y otras que son menos. Cuál es la conceptual realizado pero no observable directamente en la
medida correcta es parte también de la deliberación sobre có- forma de un objeto a menos que conozcamos cómo ese obje-
mo queremos transformar el futuro. 13 to entra en relación con otros objetos y a menos que conoz-
camos su uso correcto. Un instrumento puede ser utilizado
de muchas formas, pero dentro de un conjunto de prácticas
Los OISEÑOS: ¿ÁRBOLES o REDES? culturales es en donde recibe un uso correcto. Es necesaria la
familiaridad con esas prácticas y con la cultura que las pro-
La lógica del desarrollo de la tecnología es el resultado de dujo para identificar el diseño realizado en un objeto o en un
la aplicación de los métodos de innovación de la ciencia a la sistema estratégico de acciones.
práctica artesanal: se comienza con un problema, se elabora Cuenta Craham Creen en Nuestro hombre en La Habana
una conjetura, el diseño, y, en caso de aceptación, se desarro- una divertida historia que ejemplifica las dificultades de los
lla el artefacto o el plan diseñado. Podemos hablar de descu- expertos para identificar los diseños. El personaje de Creen es
brimiento cuando, además de resolver de forma más efectiva un inglés vendedor de electrodomésticos en La Habana con
problemas anteriores, se crean nuevos problemas más intere- algunos apuros económicos al que los servicios secretos de
su majestad le obligan a aceptar un trabajo. Presionado por
13 Piénsese como ejemplo en las diferentes perspectivas que existen en
la falta de resultados, decide enviar a Londres los planos del
los países de la Comunidad Europea y Estados Unidos respecto al control último modelo de aspiradora que ha llegado a la tienda, in-
de los productos agrícolas modificados genéticamente. La fiabilidad de es- dicando que es el alzado de unas extrañas construcciones en
tos productos, en sus varias dimensiones, entra en conflicto con la búsque-
da de nuevos productos rentables o rápidamente rentables. 14 Véase, para un modelo amplio, Bunge 3.
156 MUNDOS ARTIFICIALES
LA LÓGICA DEL DISEÑO Y EL SUJETO DE LAS DECISIONES 157

la selva. Los expertos de la City se apresuran a identificar acción tenga sentido.!v Se podrá argüir, con razón, que si
aquello como una rampa de misiles que una potencia extran- el conocimiento del diseño es necesario para comprender el
jera está construyendo con sigilo. Cuando el engaño se des- objeto, la comprensión del objeto se convierte en imposible
cubre, los dirigentes del espionaje no tienen otro remedio para la mayoría de los objetos que nos rodean. Y ciertamente
que condecorar a su héroe, a menos que el verdadero fracaso, lo es si pensamos en el diseño como algo que está en la cabe-
el de su «destreza», quede en manifiesto ridículo. El cuento za de alguien, pero no lo es si pensamos en él como en un
nos muestra que ante cualquier cacharro no hay otro modo objeto cultural cuya existencia depende de la división social
de adscribirle un diseño que el hacer una conjetura sobre el del trabajo, que ahora ya no es solamente una condición de
uso, la intencionalidad o la función. Las conjeturas, ante la su producción, sino también de su comprensión."? La divi-
falta de datos, son tan improbables como pueden ser las con- sión, al menos la división técnica, es otro modo de caracteri-
jeturas del biólogo en los comienzos de su investigación. zar el sujeto productor de la tecnología: el diseño será el
No debe sorprendernos la opacidad que muestran a veces producto total del conocimiento y las habilidades empleadas
nuestros cachivaches tecnológicos. Se trata de una propiedad por todos aquellos que intervienen en el desarrollo y la apli-
heredada de las acciones intencionales que los constituyen: cación del sistema tecnológico.
las conductas humanas son transparentes solamente para
quienes comparten un mismo sistema cultural, o formas de
vida, para usar un lenguaje wittgensteiniano. En los casos Los diseños como árboles
de interpretación radical, las hipótesis que hagamos sobre las
intenciones de los agentes se apoyan en la doble base del Un diseño admite varios niveles de descripción en función
acuerdo con la conducta observada y en la piadosa atribu- del grado de conocimiento o de control que tengamos o pre-
ción de racionalidad a los sujetos.P No existe imposibilidad tendamos tener sobre el sistema. Los niveles de descripción
física que prohíba la existencia de una civilización tecnológi- funcional se corresponden simétricamente con los sucesivos
ca cuyos objetos sean irracionales, por ejemplo una sociedad grados de finura en el plan que debe llevar a la producción
como la descrita por Stanislav Lewen Ciberiada. Que haya un 'del objeto o desarrollo de un sistema de acciones. No es ne-
diseño racional detrás de los artefactos tecnológicos, incluso cesario que un ingeniero diseñe todos los elementos del sis-
cuando no funcionan, es una conjetura de «tecnología inver- tema, puede emplear elementos prefabricados y limitarse al
sa» que Dennett [3] nos indica como condición para la com- ajuste general. No es necesario que quienes se encargan del
prensión de su diseño y a la que nos hemos referido en los diseño macroscópico sean expertos en el diseño de los ele-
supuestos del capítulo anterior. mentos parciales.
El sujeto que comprende un artefacto realiza una opera- ]6 La equivalencia entre comprensión y formulación de un plan es
ción mental equivalente a la de quien formula un plan para uno de los postulados más interesantes de la inteligencia artificial y una de
hacer funcionar correctamente el aparato, del mismo modo sus aportaciones a la teoría del significado: Schank y Abelson, Wilensky y
que comprender una acción es postular un plan en el que la Ezquerro.
17 Véase Cross. Jesús Vega [11 ha desarrollado esta tesis casi exhaustiva-
mente.
15 Véanse Davidson 1 y 2.
158 MUNI10S ARTIFICIALES LA LÓGICA DEL DISEÑO Y EL SUJETO DE LAS DECISIONES 159

En el capítulo anterior insistimos en la composicionali- Los diseños como redes de interdependencias


dad de los artefactos: son complejos de partes que, a su vez,
se dividen en partes. El diseño en tanto que plan de construc- Que un diseño no sea representable en un modelo tan sim-
ción o innovación es el acto por el que se organiza el plan de ple no se debe tanto a la incertidumbre del sujeto cognoscente
acción complejo que produce la arquítectura funcíonal. Se cuanto a la estructura material y sustantiva de los productos
puede representar en una primera aproximación un diseño de la tecnología. Consideremos a efectos prácticos provisio-
como un árbol de alternativas que van resolviendo los pro- nales que un diseño es un conjunto de soluciones funciona-
blemas secuencialmente. Esta primera aproximación es sufi- les a ciertos problemas, pues bien, una de las características
ciente en casos de aplicación, no de descubrimiento, con los esenciales de los objetos tecnológicos es la interdependencía
que existe una completa familiaridad, a saber, los casos de funcional de las soluciones. La interdependencia es, en mu-
problemas para el adiestramiento de carácter mecánico o chas ocasiones, mucho menos obvia de lo que parece. Nigel
cuasimecánico. Cross estudia las dificultades que surgen a la hora de analizar
El modelo deja de funcionar para otros problemas técni- las funciones que cumple un objeto artesanal. Apunta el caso
cos más interesantes. Cuando el problema deja de ser trivial del diseño de las ruedas de un carro rural estadounidense cu-
el número de alternativas crece exponencialmente, de forma yos radios tienen la curiosidad de no ser perpendiculares al pla-
que incluso los sistemas expertos deben adoptar estrategias no de la rueda sino que mantienen un cierto ángulo respecto
heurísticas que van más allá del modelo de árbol si se quiere al plano de giro [véase la figura 3]. El conjunto de interdepen-
que cumplan uno de los requisitos elementales, el de trabajar dencias que genera la concavidad de la rueda no es fácilmen-
en tiempo real. Un sistema heurístico debe ser capaz de usar te deducible atendiendo únicamente a la figura del carro.
el conocimiento del pasado para plantear estrategias futuras,
debe hacer, por otra parte, ciertas operaciones no contempla-
das en el modelo de árbol: así, cuando encuentra un obstácu-
lo, el diseño debe ser lo suficientemente flexible como para
que el sistema experto razone sobre fines intermedios (supe-
rar el obstáculo mediante un subplan); el sistema debe tam-
bién saber comparar la discrepancia entre el objetivo y el
estado alcanzado, de manera que pueda corregir la trayecto-
ria; debe, además, comparar objetivos que compiten entre sí
para alcanzar un razonable compromiso. Desgraciadamente
un plan de acción diseñado para agentes normales, empíri-
cos, humanos, no puede representarse, si no es idealizada-
mente, como árbol de alternativas.

FIGURA 3
160 MUNDOS ARTIFICIALES tA LÓGICA DEL DISEÑO Y EL SUJETO DE LAS DECISIONES 161

Una primera conjetura acerca del motivo que llevó a este 6) se aumenta la sujeción de la rueda puesto que el perno
extraño diseño es la de su origen en la práctica de entallar la que la sujeta al eje, por la misma inclinación, la empu-
rueda con un aro de hierro para aumentar su resistencia y du- ja hacia adentro.
ración: se sujetaría perfectamente, así es como lo hacen tam- Nos hemos distraído con un objeto que, aunque técnico,
bién los cuberos. Precisamente por la contracción tal vez la pertenece a una era no tecnológica, pero ahora sabemos de la
rueda presionase sobre los radios elevando un poco el eje. complejidad e interdependencia funcional de los sistemas aun
Pero Cross. quien a su vez sigue los estudios de G. Start, un más cotidianos. Si echarnos una mirada a nuestro alrededor po-
historiador de la artesanía, nos muestra la insuficiencia de es- dríamos decir cosas similares de cualquiera de los objetos que
ta razón: una concavidad casual, mal calculada posiblemente nos rodean. Claro que la interdependencia aumenta con la
provocaría una rápida ruptura de la rueda. La concavidad, complejidad de la estructura del artefacto. En esta interdepen-
pues. debe obedecer a otra u otras razones adicionales. Una dencia funcional de los elementos radica la desesperante auto-
primera es la de evitar la ruptura de la rueda a causa de los nomía que parecen cobrar los productos tecnológicos sobre las
golpes que sufre como consecuencia del peso de la caja que intenciones de quienes los construyeron: pensemos en una fá-
el caballo, al caminar, carga alternativamente sobre una y brica, en un hospital o en un fragmento del sistema educativo;
otra rueda. Esta segunda función es menos obvia en la medi- no son pocos los que piensan que estos sistemas sociales gene-
da en que no depende del proceso de producción, sino del ran una autonomía basada en leyes casi naturales, lo que indu-
uso del artefacto. Pero hay además otro conjunto de interde- ce a una doble respuesta ideológica, la de quienes culpan a los
pendencias que nos vamos a permitir indicar para ejemplifi- artefactos tecnológicos del sistema de relaciones sociales y la de
car nuestra tesis: quienes las justifican precisamente por la autonomía generada.
1) permite aumentar el volumen de la caja del carro por Pero descubrir la densidad de relaciones que establece un arte-
arriba, influyendo como consecuencia en el diseño de facto puede ser desconsolador si eso nos lleva a reconocer que
los asientos; no sabemos ni sabremos nunca cómo manejarnos con estas
2) obliga a que el eje de sujeción se incline para conseguir complejidades. Nuestras acciones, incluso tecnológicas, se rea-
acoplar la rueda; lizan sobre los fragmentos de los sistemas, pero son todos los
3) por esta misma razón el peso de la rueda puede dismi- que tienen importancia, a vecesde supervivencia, para nosotros.
nuir puesto que, inclinando el eje de sujeción en la La pregunta es ¿cabe una tecnología que sea a la vez fragmenta-
medida justa, se consigue que los radios inferiores de ria y holística? Si encontramos una vía estaremos fundamentan-
la rueda caigan verticalmente sobre el suelo de modo do las bases de la racionalidad tecnológica. La respuesta, tal es
que los radios soportan todas las fuerzas sucesivas y no nuestra conjetura, es que la propia tecnología ha generado en la
simultáneamente; práctica esta forma de comportamiento, al menos en términos
4) el eje del carro puede elevarse, aumentando la capaci- locales, otra cosa es que la ideología del ingeniero experto, co-
dad de movimiento en terrenos accidentados; mo en otro tiempo ocurrió con la del científico empirista, es-
5) la longitud del eje puede disminuir por la misma ra- conda y distorsione el sentido de muchas prácticas reales. Ésta
zón que aumenta la caja, permitiendo un radio de giro es la propuesta que analizaremos a continuación.
menor;
162 MUNDOS ARTIFICIALES LA LÓGICA OH DISEÑO Y El. SUJETO DE LAS DECISIQNES 163

Escalando el monte de lo perfecto: los diseños como redes La tecnología, en cuanto es producida por la aplicación
de patrones del método científico a las técnicas artesanas, sustituye en
parte el tiempo por la inteligencia. Acelera el cambio. La tec-
Las nuevas tecnologías y artefactos que continuamente nos nología introduce en el pacífico dominio de las técnicas tra-
invaden o los nuevos planes sociales a los que debemos de dicionales la innovación permanente, la innovación por la
someternos nos resultan ajenos por la novedad y misteriosos, innovación, mediante el método de diseñar previamente
cuando no amenazadores, por la ignorancia que tenemos de los productos, someterlos a contrastación y posteriormente
su sentido. Por el contrario, los objetos e instrumentos de las aplicarlos. Se genera una dinámica en la que los productos
artesanías provocan en nosotros la nostalgia de una vida más tecnológicos existentes crean problemas que sólo pueden
perfecta y equilibrada.l" La causa está en que, durante mucho arreglarse ya mediante nuevas soluciones tecnológicas. Mas,
tiempo, se han comportado como soluciones casi inmejora- pese a las diferencias, un diseño sigue siendo un producto
bles a muchos problemas humanos. Los objetos artesanos único que responde a una configuración singular de proble-
son el resultado individual y apenas modificable que cataliza mas, relacionados unos con otros y con los usuarios que los
un conjunto de soluciones a problemas sociales que también han planteado. ¿Cómo es posible el conocimiento que los ha-
son interdependientes. Pensemos en cosas como los sende- ce llegar a ser soluciones aplicables?
ros, el queso fermentado, el arado de vertedera, el porrón, la La propuesta que formulamos proviene de dos campos
técnica de barbecho, la vivienda con el corral en la planta ba- muy distintos, si bien no es improbable que haya una pro-
ja, el cepillo de carpintero, el huso y la rueca, la cerámica de funda relación, que nace de percepciones culturales propias
barro resistente al calor, etc. Cualquiera de estos objetos tiene de nuestra época más contemporánea. Se trata de las ciencias
un aura de perfección y no perfectibilidad en su contexto que cognitivas, de una parte, en particular de las que se ocupan
recuerda a los productos de la evolución biológica, también de la comprensión, y de la arquitectura, de la teoría del urba-
soluciones en el tiempo a sucesivos desafíos de circunstan- nismo, de otra: la propuesta consiste en subdividir las confi-
cias ambientales. Un producto artesano resulta al final de un guraciones complejas de problemas en unidades discretas que
largo proceso en el que se mezclan variaciones mínimas en pueden ser estandarizadas y a las que adscribiremos nombres
las técnicas de producción o de uso que se imponen y sobre- como patrones, en caso de urbanismo, o esquemas, en el caso
viven como soluciones a problemas ambientales. La artesa- de las ciencias cognitivas. Nos importa menos el nombre que
nía no resulta de variaciones genéticas al azar, como ocurre el aprovechamiento de una buena idea y una intuición co-
con las especies, sino de microsoluciones intencionales a mún. La propuesta urbanística se debe al teórico Christopher
problemas de uso, sin embargo, el tiempo es una dimensión Alexander y a su escuela [véanse Alexander; Alexander, Ishi-
fundamental en el desarrollo artesano. kawa y Silverstein 1, la cognitiva y la corriente procedimental
que sigue a Minsky, Schank, Abelson y otros."? Reparemos en
las reflexiones de Alexander.
18 Duque emplea esta distinción presente en todas las sociedades para
diferenciar conceptualmente la naturaleza, que sería lo familiar, de la téc- 1'J Dos trabajos fundamentales en esta línea son los de Marvin Minsky
nica, que sería lo innovador. [1 y 21.
164 MUNDOS Aln"IFICIAnS LA LÓGICA DEL DISEÑO Y EL SUJETO DE LAS DECISIONES 165

Las ideas de Alexander nacen de la conciencia del carácter pendencias. A estas unidades las llama patrones. Cada patrón
interactivo e interdependiente que tienen los sistemas y es- constituye una configuración de problemas que han de ser re-
pacios humanos. Señala la contradicción que existe entre la sueltos conjuntamente. Por otro lado, los patrones se articu-
estructura «arbórea» que adoptan las representaciones de mu- lan entre sí mediante relaciones que van desde la intersección
chos sistemas sociales, una ciudad, por ejemplo.F'' y el carác- a la inclusión de soluciones. Algunos patrones propuestos
ter de interrelaciones constitutivas que existen entre lo que en por Alexander para la arquitectura son: red de transportes pú-
la representación arbórea son ramas. Piénsese, pongamos por blicos, paseo, casas alineadas, comunidad de trabajo, enlace
caso, en un semáforo y en un quiosco de prensa; en el esque- de calzadas, aparcamiento cerrado, entrada principal de vi-
ma arbóreo pertenecen a dos sistemas diferentes e indepen- vienda, cuarto de baño, rincón de juego.
dientes, los cuales son el sistema de regulación de tráfico y de Los patrones propuestos nacen más que de los desarrollos
distribución comercial de los productos culturales, pero sabe- teóricos del saber práctico que acumula el ingeniero, el arquitec-
mos bien que si colocamos el quiosco aliado de un semáforo to, el sociólogo, el urbanista o el diseñador en su trabajo diario.
vamos a generar un espacio de relaciones sociales e interde- Esto es importante porque, si no, es muy difícil de justificar por
pendencias que a ningún urbanista consciente debería esca- qué se eligen estos núcleos como patrones de diseño y no otros.
pársele. Cualquier sistema técnico se caracteriza por generar La cuestión es que podemos ir formando lo que Alexander lla-
un alto grado de interdependencias entre objetos, usos, ele- ma, un poco pomposamente, un lenguaje de patrones, en reali-
mentos e instituciones, de manera que sería una ingenuidad dad un listado de patrones que mantiene entre sí relaciones de
describirlos en forma de árbol de componentes, como si los progresiva menor generalidad. Utilizando este lenguaje, el urba-
diversos elementos pudiesen caracterizarse aisladamente. Pe- nismo está capacitado para abordar la complejidad de proble-
ro este punto de vista sistémico y holista, a poco que nos des- mas subdividiéndolos en unidades más tratables.
cuidemos, nos lleva a la impotencia al comprobar que La propuesta de Alexander, por discutibles que sean sus
cualquier pequeña transformación práctica afecta al todo de soluciones, nos permite dos cosas: en primer lugar, una apro-
relaciones sociales, de manera que estaríamos generando una ximación al problema de las interdependencias de un dise-
especie de dilema del asno de Buridan sólo que a la inversa: ño, que ahora se configura como un conjunto articulado de
nos abstendríamos de actuar por la cantidad de cosas que ha- patrones, en segundo lugar, lo que más nos importa en este
cer. La propuesta de Alexander es partir como base de trabajo trabajo, una aceptable solución al problema del conocimien-
y de diseño de ciertas unidades que, a la vez que tienen un ta- to práctico que hace posible diseñar sistemas y, por consi-
maño accesible para la transformación práctica, son núcleos guiente, la racionalidad tecnológica.
que articulan un sistema permanente de relaciones e interde-

20 Léase el precioso ensayo «La dudad no es un árbol» en Alexander. ¿TIENE AI.GUNA LÓGICA EL CAMBIO TECNOLÓGICO? LA INTERACCiÓN
Aunque parezca que está hablando de urbanismo, lo cierto es que sus con-
DE LOS PATRONES Y LAS HABILIDADES EN LOS DISEÑOS
clusiones son generalizables inmediatamente a cualquier sistema social.
Mucho me temo que la concepción sistémica de Bunge [2], con la que en
otras muchas cosas estaría de acuerdo, debiera de modificarse para incluir La idea de subdividir los diseños en patrones, en tanto que ele-
las interacciones entre sistemas como núcleos constitutivos. mentos que mantienen una cierta estabilidad en las soluciones,
166 MUNDOS ARTIFICIALES tA LÓGICA DEL DISEÑO Y EL SUJETO DI; lAS DECISIONES 167

nos permite también abordar la epistemología de la tecnología debemos adscribírsela también a la actividad y el conoci-
de manera que fundamentemos en algún lugar la racionalidad. miento que se desarrollen en el nivel metatecnológico, es decir,
Como veremos, esta base será pragmática, pero no por ello in- al nivel en el que planteamos tanto la producción como el
suficiente para justificar las pretensiones de racionalidad para- control de la tecnología. Porque una de las tesis que defende-
dígmátíca" que reclama para sí la tecnología. mos es que ambas, la producción y el control tecnológicos,
Según una concepción muy grosera y primitiva, mas por son actividades que no deben ser consideradas ciegas y autó-
ello profundamente enterrada en nuestras intuiciones comu- nomas, sino procesos profundamente relacionados entre sí y
nes sobre la tecnología, la lógica del desarrollo tecnológico desenvueltos siguiendo ciertas vías de racionalidad, aunque
vendría a producirse aproximadamente de esta forma: se par- no sea una racionalidad perfecta ni completa. Las estructuras
te de la preexistencia de necesidades o al menos se supone de patrones nos pueden guiar en este camino.
que Ia dinámica que aquéllas siguen en la conciencia social Concebimos los patrones como micromundos en los
es independiente de la tecnología; se organizan y ordenan que se plantea un conjunto limitado de relaciones y de obje-
los fines en fines últimos e instrumentales sobre la base de los tos y, por consiguiente, también de problemas. Las soluciones
deseos y valores presentes en la conciencia social; es entonces pueden estar total o parcialmente rutinizadas y la creatividad
cuando entra en acción el tecnólogo quien, sobre el pie for- necesaria para encontrarlas se explica de varias formas a par-
zado de los objetivos que le propone la sociedad, formula el tir de la estructura de patrones:
proyecto más económico para alcanzar los fines previstos. 1) puede modificarse un patrón preexistente;
Por elemental que parezca, ésta es la lógica del desarrollo tec- 2) pueden articularse de una manera novedosa dos o más
nológico que se emplea cuando se hace depender el desarro- patrones que anteriormente estaban relacionados, o
llo de la tecnología de otras lógicas sociales, la económica y encontrar una relación que no existía;
la militar, para decirlo claramente. Lo que no significa que 3) puede transferirse estructuras o soluciones de un pa-
por negar la anterior teoría del desarrollo tecnológico negue- trón a otro, incluso entre campos completamente dis-
mos las vinculaciones de la tecnología con otros sistemas. tintos;
Uno de los varios problemas que presenta esta concep- 4) puede crearse un nuevo patrón.
ción es que convierte el desarrollo y la innovación tecnológica La cuestión fundamental. desde el punto de vista de la ra-
en procesos irracionales, ya que impide cualquier conexión cionalidad del desarrollo tecnológico, es que el tecnólogo, al
entre los fines sociales y los proyectos tecnológicos. La mayo- comienzo de su trabajo, no se encuentre perdido en una sel-
ría de las veces la «genialidad» del inventor o la casualidad va de problemas sino que, por el contrario, desarrolle su in-
son las que soportan la dura tarea de encontrar el camino vestigación abordando parsimoniosamente los problemas tal
más racional para los fines, pero, ¿cómo vamos a confiar en como éstos están determinados por los patrones. La noción
la racionalidad de unos medios que han sido generados tan de patrón incluye la idea de que el patrón, en tanto que retí-
irracionalmente? Si adscribimos racionalidad a la tecnología culo de problemas y soluciones, tiene una estabilidad mayor
que los diseños concretos que se desarrollen siguiendo su
21 Ésta es la opción de Quintanilla [1], de la que no disentiría si nos guía. El ingeniero que diseña una planta química, aun cuan-
ponemos de acuerdo en qué entendemos por un sistema técnico. do el producto que va a procesar o el método de procesa-
168 MUNDOS ARTIFICIALES LA LÓGICA DEL DISENO Y EL SUJETO DE LAS DECISIONES 169

miento sean completamente nuevos, propondrá un diseño papel constitutivo ya que se trata de transformar la realidad si-
que habrá sido el resultado de encontrar progresivas solucio- guiendo sistemas de acciones efectivos.
nes a varios patrones preexistentes. Es precisamente este mé- Los teóricos de la tecnología han mantenido numerosas
todo el que confiere a la tecnología su asombrosa capacidad polémicas sobre esta cuestión desde hace varios años" resal-
de innovación, piénsese si no en el modelo de desarrollo que tando o restringiendo el papel de las habilidades [véanse Fei-
resultará bajo la constricción de que todos los ingenieros bleman 1 y 2). No se pone en cuestión su importancia, pero
sean tan creativos como Marconi o Eiffel, la capacidad de in- nadie se atreve a integrarlas dentro de una concepción racio-
novación de la tecnología no se opone al supuesto de que no nalista de la tecnología. Pesan mucho aún las opiniones de
es posible la creatividad absoluta: no hay objetos o planes Polanyi-? y de Wittgenstein,23 quienes, al tiempo que señalan
que sean absolutamente nuevos. Podría ocurrir, pero me el carácter último de habilidad que tienen todas las activi-
atrevo a discutirlo también en ese terreno.F dades humanas, incluidas la ciencia o el lenguaje, resaltan
El sujeto explota la información contenida en una situa- también que las habilidades contienen un elemento inexpre-
ción en la que se encuentra. Esta capacidad depende de los sable, casi místico, que las convierte en inefables, incluso en
planes que el sujeto alcanza a formular en esa situación. La impensables, puesto que son condiciones del propio pensa-
construcción de planes se efectúa acudiendo al almacén de la miento. Pues bien, a partir de los patrones podemos abordar
memoria ordenadamente y «pidiendo» historias que puedan las habilidades, si no superando el abismo que existe entre
encajar en esa situación. La experiencia técnica contiene leyes ellas y la razón teórica, sí, al menos, tendiendo un puente
científicas y normas pragmáticas, pero también y sobre todo metodológico entre ambas.
respuestas concretas a situaciones-problema. Las historias Una habilidad es un comportamiento instrumental que
tienen estructuras internas tales que podemos acceder a va- se ha rutinizado por alguna razón, de manera que el organis-
rios grados de resolución en la descripción de las escenas, al mo realiza ciertas acciones que exigen un comportamiento
tiempo que podemos acceder de una a otras siguiendo cone- inteligente sin que necesariamente el cerebro realice de ma-
xiones muy específicas, la explotación resultante dependerá nera consciente las operaciones mentales que se requieren
del número, la calidad y la riqueza de los patrones almacena- para ello, y, a veces, sin que sea posible acceder a las opera-
dos en la memoria del sujeto. ciones de computación que realiza el cerebro al actuar (los
Estemodo de estudiar la creatividad nos permite al tiempo psicólogos cognitivos se ocupan por profesión de desentra-
abordar uno de los más espinosos problemas de la filosofía de ñar este nivel extraño de conocimiento). El punto interesante
la técnica: la función interna que tienen las habilidades y destre- para nosotros es la gran especificidad que presentan en cuan-
zas en la tecnología. Si en cualquier actividad humana son im- to capacidades de acción: una persona hábil en un grupo de
portantes las habilidades, en la tecnología desempeñan un operaciones no lo es en otras que aparentemente no exigen
más empleo de inteligencia, de forma que no podemos ha-

22 Emst Gombrich hace una aportación a la historia del arte, desde mi 23 Véanse Polanyi 2, Wittgenstein 2 y Lakatos 1. El trabajo de Lakatos
punto de vista, definitiva: no todo es posible en toda época. Por ejemplo, permitirá al lector adquirir una necesaria distancia crítica con las posicio-
un escorzo en una pirámide faraónica. nes, tan sugestivas por otra parte, de Polanyi y Wittgenstein.
170 MUNDOS ARTIFICIALES LA LÓGICA DEL DISEÑO Y m. SUJETO DE LAS DECISJONES 171

blar de alguna capacidad general de resolución de problemas. culturas y épocas. La coordinación de los intereses de las mu-
Por otro lado, en las actividades cooperan de manera interac- chas partes implicadas en el desarrollo tecnológico hace que
tiva todas las capacidades, como la memoria, la coordina- la racionalidad sea necesariamente deliberativa. Así, el cono-
ción sensorio-motriz, etc., aunque también de una manera cimiento que los implicados en el desarrollo tecnológico de-
específica. La combinación de especificidad de objeto y tota- ben poseer incluye dimensiones económicas, sociales, éticas
lidad de actuación es posiblemente una de las causas que y políticas.
han inducido a muchos filósofos, Polanyi el primero de La segunda parte de este capítulo se dedica a la naturale-
ellos, a adoptar una posición reverencial respecto de las habi- za compleja del diseño y del proceso de diseño de los artefac-
lidades, hasta el punto de llegar a reivindicar una autonomía tos. Se expande la idea de composicionalidad que apareció
de ciencia tan exagerada como la que presenta en La república en el capítulo anterior y se desarrollan dos ideas. La primera
de la ciencia,>4 donde reivindica que el poder de las decisio- es la idea de que el diseño como planificación implica el ma-
nes corresponde solamente a quienes posean la peculiar sabi- nejo de esquemas de procesos progresivamente más abstractos
duría práctica que nace de la habilidad del científico. La en la medida en que ascendemos en la escala de generalidad
cuestión es importante desde el punto de vista de la raciona- y progresivamente pormenorizados a la hora de ponerlos en
lidad tecnológica, puesto que está involucrado el problema práctica. La segunda idea es la naturaleza interdependiente
del control de la tecnología y la ideología del experto. de las partes. La conclusión de ambas ideas nos lleva a la no-
ción de patrón desarrollada por el arquitecto Christopher Ale-
xander: los patrones son redes de interdependencias que
RESUMEN pueden ser formalizados y controlados por el diseño.

En este capítulo hemos ampliado dos características de la ra-


cionalidad tecnológica que aparecían ya en el capítulo ante- SUGERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
rior. Consideramos que la racionalidad del cambio técnico
deriva del modo en el que una colectividad compleja crea y Sobre la naturaleza colectiva de la tecnología un trabajo pio-
transforma diseños de artefactos y sistemas. La base de nues- nero y fundamental es el de Cross y Elliott. Constant 1I [1] es-
tra argumentación es que la racionalidad de cualquier acción tudia con gran cuidado histórico el ejemplo de la revolución
tecnológica es una relación entre un contexto de producción en la industria aérea. Douglas es una buena introducción a
y un contexto de uso. En cada contexto hay circunstancias los problemas de sujetos colectivos. La obra compilada por
restrictivas y un sujeto que produce o usa el artefacto. La ra- Bijker, Hughes y Pinch se ha convertido ya en un punto de re-
cionalidad deriva del éxito de esta relación. Un aspecto al ferencia de la complejidad social del proceso de diseño y, de-
que le hemos dedicado atención es a la naturaleza colectiva jando a un lado los compromisos constructivistas de muchos
del sujeto de la tecnología, en la que se encuentra una de las de los colaboradores, es un libro imprescindible. Sobre la no-
más profundas diferencias con el cambio técnico de otras ción de diseño, además de las referencias del capítulo ante-
rior, especialmente Sima n [3], Boden amplía muchas ideas
24 Polanyi 2, cap. 4. sobre la creatividad. Pero sobre todo nos referimos a la obra
172 MUNDOS ARTIFICIALES

de Christopher Alexander, cuyas nociones de diseño tuvieron


cierto impacto hace dos décadas pero que merece una lectura
filosófica aún no realizada. El libro de J. c. Iones contiene
también ideas muy sugerentes. La noción contextual del pro-
ceso de diseño se encuentra en obras como las de Winograd y EL CAMBIO TÉCNICO
Flores, Hutchins, Smith y Clancey. Todas ellas pertenecen a
las nuevas ideas que han nacido de la inteligencia artificial Y LA EVOLUCIÓN
llamada «situada».

L CAMBIO ES CONNAIURAL A LA CULTURA HUMANA Y el cambio

E técnico ha sido la regla desde los tiempos profundos


de nuestros orígenes. En las culturas preindustriales el
cambio seguía las pautas erráticas de la innovación parsimo-
niosa que se difundía lentamente; en la cultura industrial, la
tecnología impone una forma distinta de desarrollo: la crea-
tividad se convierte en un fin, la novedad por la novedad, el
cambio permanente. La emergencia del proceso artificial de
diseño, del conocimiento técnico y de los lenguajes abstrac-
tos de diseño conforma un marco en el que la creatividad se
convierte en norma. Ya ocurrió algo muy similar cuando la
aparición de la escritura permitió la literatura como actividad
esencialmente creativa, proceso que se acelera con la impren-
ta. La tradición oral alcanza muy rápidamente sus límites de
creatividad, que son eliminados por la capacidad de memoria,
la corrección reiterada y la difusión que permiten la escritura
y, posteriormente, la imprenta. Los sentimientos estéticos y
simbólicos pueden ser los mismos en las dos tradiciones, pe-
ro los efectos de escala hacen que las culturas con tradición
escrita adquieran una dimensión que no tienen las que per-
manecen en estadios de transmisión oral. Pero la mala nueva
es que el proceso de cambio rapidísimo se convierte él mis-
mo en un nuevo medio en el que crece y se desarrolla la tec-
nología, por no decir los demás aspectos de la economía y la

173
174 MUNDOS ARTIFICIALES EL CAMBIO TÉCNICO Y LA EVOLUCJÓN 175

cultura. Ya no cuenta solamente que la tecnología cambie, lo ALCUNOS PROBLEMAS EN LA EXPLICACIÓN DEL CAMBIO mCNoLÓCICO
esencial comienza a ser cuál es el lugar que cada agente logra
en la nueva carrera del cambio tecnológico. La lógica del cambio técnico es uno de los problemas más ur-
La competencia por la mejor información, la habilidad gentes en lo que respecta al estudio y a la praxis de control: las
para estar en el momento preciso en el lugar adecuado, la ca- decisiones tecnológicas tienen consecuencias ambientales, tie-
pacidad tecnológica de una sociedad, su cultura tecnológica, nen consecuencias sociales y también económicas. Una deci-
la lucidez para comprender las trayectorias de lo que está ocu- sión equivocada en tecnología amplifica la equivocación en el
rriendo, son ya los nuevos escenarios en los que discurre la futuro. Una empresa de larga trayectoria puede finalizarla si su
historia. Viejos imperios lucharon durante siglos por la pose- decisión es equivocada o si es incapaz de reorganizarse adecua-
sión del secreto de la seda o al menos por el control de las ru- damente, una decisión tomada sin precauciones por los efectos
tas de comercio; nuevos imperios lucharon a comienzos del en el sistema de empleo puede conducir a que una gran parte de
siglo xx por el control de las fuentes de las materias primas la población quede sin capacidades de adaptación a las nuevas
para sus conglomerados industriales. Estas formas de compe- exigencias. 1
tencia han cambiado radicalmente en el marco de los proce- Al tiempo que las consecuencias se entrelazan unas con
sos contemporáneos de desarrollo tecnológico. La lucha no otras ha crecido la conciencia «metatecnológica» de reflexio-
es tanto por poseer cuanto por estar: en el lugar preciso, en la nar previamente sobre las decisiones tecnológicas. Las luchas
corriente de información necesaria. Las relaciones de asime- por la exigencia de estudios de impacto previos a cualquier
tría y poder abandonan las viejas formas de la propiedad para decisión ya es una práctica normal de muchas legislaciones;
adoptar las nuevas formas de control del cambio tecnológico. no lo es tanto la exigencia de que los estudios sean fiables y
Los nuevos señores no son ya los que poseen los medios de suficientemente comprensivos. De modo que hay ya mucho
producción de los bienes sino los que poseen la capacidad en juego para que el cambio técnico no sea objeto de refle-
de transformación de los medios de producción de los bie- xión y debate público en todos los niveles de decisión."
nes. Quien tiene la capacidad de imponer un «estándar» tiene El control social del cambio tecnológico exige, de manera
la capacidad de someter la capacidad de cambio. Cuando es- ideal, saber y poder: conocimiento de los mecanismos de la
cribo estas líneas la última tripulación de la Mir ha vuelto a la innovación y capacidad para controlarlos. Desgraciadamen-
Tierra. Se plantea ya cómo ayudar a Rusia a recuperar la esta-
ción espacial, pues todo el mundo ha entendido que el fin de 1 De la Torre y Conde, y Castells 3 presentan buenas aproximaciones
la Mir es la segunda caída del muro de Berlín, el verdadero fi- al impacto social y económico de las nuevas tecnologías. En ambos casos
nal de siglo en el dominio de la tecnología. Una de las glorias se adopta una posición sistémica, en donde buena parte de los problemas
de la capacidad humana de transformación ha interrumpido surge de la falta de preparación específica para el cambio técnico, sea en la
su trayectoria porque el medio que la produjo había cambia- fase de proyecto, sea en la fase de gestión del cambio. El problema del em-
pleo, por ejemplo, es el problema de la preparación para la nueva estructura
do radicalmente. Una trayectoria perdida.
del empleo, que, a su vez, es un problema de comprensión de las conse-
cuencias de una decisión tecnológica en un sistema social de red.
2 Como introducción a la política tecnológica pueden consultarse Pa-
vitt y Quintanilla {coord.).
176 MUNDOS ARTIFICIALES EL CAMBIO TÉCNICO Y LA EVOLUCJÚN 177

te, sabemos muy poco, si es que sabemos algo, acerca de los siguen son las que, a mi modo de entender, resultan más
factores que determinan el cambio tecnológico como para asombrosas y difíciles de tratar, pero también son piedras de
orientarlo racionalmente en la dirección adecuada." Sabe- toque para cualquier teoría posible del cambio tecnológico.
mos, por ejemplo, que hay correlación entre el desarrollo
económico y el tecnológico, pero no sabemos repartir las
causas y los efectos de esa correlación. Sabemos que hay rela- 1. El caso QWERIT o la contingencia del desarrollo tecnológico
ción entre el desarrollo científico y el tecnológico, pero tam-
poco sabemos repartir las causas y los efectos. y sabemos El proceso de aparición, desarrollo y difusión de una innova-
también que hay correlación entre el cambio social y el cam- ción parece tener cierta lógica bien definida, al menos prima
bio técnico, pero tampoco sabemos repartir las causas y los [acie y siempre que nuestra historia sea de grano grueso y no
efectos. Se han realizado buenos estudios de los casos recien- maticemos demasiado los detalles. Pero si seguimos inves-
tes de éxito tecnológico como Japón y los «dragones asiáti- tigando nos aparece un mundo de casualidades y sucesos
cos» y comenzamos a tener un acervo de estudios históricos, contingentes que han determinado las trayectorias de esa in-
pero, frente a lo que suponía Daniel Bell, la prospectiva tec- novación tanto como las necesidades, el conocimiento, la
nológica es todavía un sueño irrealizado. financiación y otros factores que suelen aparecer en las histo-
Son muchas las cuestiones que plantea una teoría del de- rias de cambio técnico.
sarrollo tecnológico, algunas de orden técnico y otras de or-
den conceptual o filosófico. De entre éstas segundas, las que Las macroinvenciones no obedecen, al parecer, a leyes eviden-
tes/ no responden necesariamente a incentivos y se resisten a
todos los intentos por relacionarlas con variables económicas
3 Eugenio Moya [p. 2141 me critica por decir que el control del cambio exógenas. Muchas de ellas son el resultado de golpes de inge-
tecnológico es de suyo un problema tecnológico y no moral (o no sólo mo- nio, casualidad y buena suerte. La historia de la tecnología, por
ral). Mi posición no es como insinúa «tecnopornogréfíca»: todo vale a favor tanto, contiene un componente imposible de explicar en términos pu-
de la técnica, sino que se atiene a dos principios de sentido común, el pri- ramente económicos [Mokir, p. 30; el subrayado es mío).
mero es moral: el «debe» presupone el «puede» y el «puede) presupone el Muchos descubrimientos tecnológicos tuvieron una histo-
«sabe cómo», el segundo es que existen en el mundo ya varias morales com- ria que comenzó antes de que fueran reconocidos como «in-
prensivas incompatibles y todas ellas razonables [véase RawIsJ. Las decisiones venciones» [Mokir, p. 30J.
morales deben ser acompañadas de decisiones políticas suficientemente
compartidas por todas las posiciones. Moya propone como alternativas
«morales» un principio de autonomía y un principio de respeto que no le El caso es que las macroinvenciones son las que realmen-
impiden la petición de que intervenga el Estado (por ejemplo contra los pa- te tienen un gran impacto económico, puesto que las mi-
dres testigos de Jehová, p. 206) como petición «moral», no política. Que el croinvenciones y pequeñas mejoras, que han sido defendidas
Estado intervenga por criterios morales, sabiendo que no estamos de acuer- por los seguidores de Schumpeter como la base de la trans-
do en ellos (él mismo rechaza casi todas las alternativas más extendidas), es formación económica del cambio técnico, son difíciles de ex-
algo que desde Felipe 11 a las guerras de religión yugoslavas hemos si-
do muchos los que nos permitimos poner en duda como solución y sí, por plicar en términos puros de racionalidad económica."
el contrario, consideramos como problema. Independientemente de que
compartamos, como es el caso, los principios que propone Eugenio Moya. 4 López García ha recordado los diversos estudios de economistas que,
178 MUNDOS ARTIFICIALES EL CAMBIO T~CNICO y LA EVOLUCIÓN 179

Algunos casos han sido estudiados por los economistas invención hasta las de difusión o estandarización, como fue
como un ejemplo de acumulación de contingencias: la difu- el caso de QWERIY. No hay necesidad histórica en el cambio
sión del teclado QWERIY es un caso curioso estudiado por Da- técnico: es una extraña suma de inteligencia y contingencia
vid [1 Y 2J y Gould: el nombre proviene de las teclas de como en cualquier otro ámbito de la historia humana.
la primera fila. En las primeras máquinas del siglo pasado, la
excesiva rapidez producía que las palancas de las teclas se en-
redasen entre sí, por lo que G. 1. Sholes patentó el actual te- 2. ¿Por qué innovamos?
clado en 1860. Eligió la configuración QWERIY, precisamente
por la dificultad de teclear, dada la estadística de aparición de Estamos tan habituados al progreso tecnológico que no re-
letras en el inglés. Originariamente fueron DHIATENSOR, que paramos en que no resulta fácil de explicar en términos psi-
permiten teclear más de 70 por ciento de las palabras inglesas, cológicos, ni sociológicos, ni económicos. Las personas, las
así como otros ordenamientos, todos ellos más eficientes empresas, las sociedades y las culturas difieren en su tasa de
que el actual. En QWERlY, por ejemplo, la letra A ha de teclearse innovación y creatividad, mientras que unas exploran y cam-
con el meñique de la mano izquierda, lo que es una tortura bian constantemente sus técnicas y métodos, otras confían
para una mayoría de diestros. QWERIY se introdujo un poco an- en el tiempo y hacen los mínimos cambios imprescindibles
tes de 1880 por G. 1. Sholes, precisamente para retrasar la ve- para ir tirando. Lo curioso es que no existe una explicación
locidad de tecleado en máquinas que se detenían numerosas sencilla para el hecho de la innovación ya que, aunque cuan-
veces porque los tipos se enganchaban. En 1880 una acade- do una innovación tiene éxito todos se benefician de ella, no
mia de escritura de Cincinnati, en la que se enseñaba un méto- está claro que sea razonable asumir el riesgo del propio tra-
do de ocho dedos desarrollado por LouisTaub, retó a velocidad bajo invertido en innovar. Como bien sabemos, en algunas
de escritura a cualquier otra alternativa a QWERIY en competi- culturas el «que inventen ellos» ha tenido alguna receptivi-
ción pública. Fue ganada por Frank E. McGurring. mecanó- dad social. incluso entre intelectuales a quienes se les supone
grafo ducho en este método, un suceso tan fortuito y banal la máxima capacidad de razonamiento. Y lo grave es que es
como el que más, que determinó sin embargo la continuidad una posición que tiene cierto fundamento si nos atenemos a
del teclado. En 1890 existían aproximadamente cinco mil má- las normas de racionalidad a corto plazo. Santiago López re-
quinas y no habría supuesto ningún problema la sustitución; cuerda que algunos economistas, como Wolf en 1912, ya
cien años después, la sustitución es técnicamente imposible y subrayaron los altos costos que para una empresa tiene la
nunca merecerá los costos del acuerdo para llevarla a la prácti- innovación tecnológica y cómo el hecho de que exista in-
ca. Este caso no es la excepción sino la regla que encontramos novación no puede explicarse con las normas de la racionali-
habitualmente en el cambio tecnológico, desde las fases de la dad económica. A muchas empresas o países les resulta más
rentable esperar a que sean otros los que inventen para apro-
vecharse de la innovación. Es más, la misma renovación
desde comienzos de siglo, han señalado los límites que teóricamente tiene
el cambio técnico: el beneficio de una innovación decrece con el tiempo a tecnológica, la introducción de artefactos y técnicas ya dispo-
medida que hay que invertir más y más en su mejora. Sólo las grandes in- nibles y probadas no está justificada económicamente. En
novaciones cambian completamente el marco económico. realidad no está claro que haya que admitir la tesis marxiana
180 MUNDOS ARTIFICIALES
EL CAMBIO TI\CNICO y lA EVOLUCIÓN 181

de que la burguesía está condenada a revolucionar continua- en un producto rentable. Hay que modificar las cadenas de
mente las fuerzas de producción. producción, iniciar campañas de venta, buscar nuevas formas
Las varias revoluciones tecnológicas desde hace dos siglos empresariales de fabricación del producto, y otra larga lista
son producto de algunos hechos históricamente contingentes: de obligaciones que exigen comparativamente muchísimos
la creación de tradiciones tecnocientíficas, la emergencia de sis- más costos que los que supuso el diseño del artefacto en tan-
temas de innovación sostenidos públicamente, la acumulación to que creación conceptual. A veces se responde, cuando se
de cultura tecnológica. Las pautas de cambio tecnológico deben plantea este problema, que es la curiosidad humana la que
más a estos hechos que a la fuerza ciegade la mano invisible del explica la innovación científica y tecnológica. Es una respues-
mercado. ta que sirve solamente en algunos contextos, y aun así no está
Pese a esta creciente evidencia son muchos los economis- justificada: siempre es más rentable la imitación que la crea-
tas, gobernantes, intelectuales e incluso gente corriente que tividad. Tengamos en cuenta que los sistemas de recompensa
toman como un hecho incuestionable la inevitabilidad del tanto en la ciencia como en la tecnología siguen la ley de «el
cambio tecnológico. 5 ganador se lo lleva todo»:" de todos los implicados en la ca-
La innovación en cualquiera de sus etapas tiene costos. Y rrera competitiva por un descubrimiento, por una patente o
lo más importante, nos recuerda Santiago López, es que tiene por un nuevo producto, solamente una minoría se llevará el
rendimientos decrecientes: los beneficios que ofrece una in- premio. ¿Por qué va a ser racional competir en esta loca ca-
novación decrecen a medida que la innovación se inserta en rrera si nuestras probabilidades a priori están claramente en
un complejo sistema de producción- para llegar a convertirse nuestra contra? Dasgupta y David, en un conocido ensayo so-
bre la economía de la investigación, llaman la atención sobre
.'; Miguel Ángel Quintanilla suele referirse a esta actitud como el Principio el peso de este argumento y sobre lo sorprendentemente frá-
de don Hilarión: «[Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad!» giles que son los sistemas de innovación.
6 Brooks calcula la siguiente división de esfuerzos en I+D: esfuerzo en
conocimiento básico y en concepción de una nueva idea, 5%, diseño del
producto y concepción ingenieril en general, entre 10 y 20%, preparación y uno de los más urgentes problemas de la historia de las relaciones entre
desarrollo de la manufactura del producto, entre 40 y 50%, gastos asocia- tecnología, economía y sociedad.
dos a la puesta en marcha de la producción, eliminación de problemas, 7 Toni Dornénech ha llamado mi atención a la importancia que tiene
etc., entre 40 y 60%, determinación y desarrollo del mercado, entre 10 y el sistema «el ganador se lo lleva todo». Es eficiente como sistema de re-
20%. Como puede observarse la mera necesidad psicológica de inno- compensas pero es poco eficiente desde el punto de vista de la inversión en
vación no explica apenas el esfuerzo que debe realizarse en la puesta en capital humano: es un desperdicio de recursos sociales. Repérese en que es
marcha de una nueva producción. Mokir ha estudiado, además, lo que de- uno de los casos en los que la sociedad aplica inconscientemente un siste-
nomina «Ley de Cardwell». que Seencuentra en la historia de la tecnología ma seleccionista dado que lo que interesan son los resultados del sistema
de este autor: la gran mayoría de lassociedades que han disfrutado de periodos (ciencia o tecnología en este caso) y no otros aspectos como pudiera ser la
de gran creatividad tecnológica lo han hecho por muy cortos periodos. Y sin em- rentabilidad individual del esfuerzo hecho en formación como científico.
bargo, como han señalado muchos otros historiadores, Rosenberg [2] o El mismo sistema se aplica en otros casos, por ejemplo, en el mundo del
E. L. Iones [11, la creación de los estados significa también la percepción espectáculo, del arte y otros similares: s610 uno o una entre un millar llega-
de que han de innovar más rápidamente que los demás para mantenerse rán a ser modelos de revista, y, sin embargo, el esfuerzo personal ha sido
donde están. La contradicción entre estas dos observaciones históricas es enorme.
182 MUNDOS ARTII'ICIAtES EL CAMBIO TtCNICO y LA EVOLUCiÓN 183

De modo que cualquier explicación del cambio técnico de- cia isotrópica produce una extremada sensibilidad en regio-
be comenzar por explicar el propio hecho del cambio técnico. nes muy lejanas a cualquier cambio en cualquiera de las re-
giones de la tecnología."

3. La variedad de sistemas tecnológicos


5. La naturaleza y lafunción de los artefactos
Hasta el momento no tenemos una clasificación aceptada y los procesos tecnológicos
universalmente de las categorías que abarcaría una taxono-
mía de los objetos tecnológicos; tan asombrosa es la variedad Los artefactos, sean objetos o procesos, son sistemas físicos
de formas, funciones, procesos y relaciones que encontramos que tienen una estructura determinada por la función para
en la historia, y especialmente de la variedad que se produce la que han sido diseñados y construidos. El problema es que
a partir del desarrollo de la tecnología en el siglo XIX. Sea cual no siempre hay armonía entre el desarrollo de la estructura, la
sea el parámetro elegido -las técnicas, los tipos de artefac- evolución funcional y, lo que es más importante, el cambio y
tos, los materiales- sigue una línea de crecimiento explosivo la evolución de los usos, es decir, el ejercicio real de la función
en la multiplicidad y diversidad. El descubrimiento de la varie- prevista. Así, nadie hubiera sospechado que unos esquíes y
dad es también, y sobre todo, el descubrimiento de cómo los una bicicleta, objetos diferentes donde los haya, terminasen
recursos limitados y finitos de las capacidades humanas in- empleándose para el mismo deporte de descender por las pis-
telectuales y motoras han podido producir tal variedad de re- tas de salto de las estaciones invernales. Los sociólogos de la
sultados. corriente constructivista han subrayado' este hecho, hasta el
punto de que algunos piensan que un artefacto que es inter-
pretado de dos maneras diferentes por dos grupos sociales di-
4. El imperativo tecnológico y la aparente autonomía del desarrollo ferentes, son en realidad dos artefactos diferentes [véanse Bijker
y Pinch]. De ser correcto, este punto de vista sociológico con-
La aparente autonomía del cambio tecnológico, que ha sos- vertiría toda la evolución de la tecnología en algo dependien-
tenido en buena medida las tesis deterministas que hemos te de la perspectiva, pero dejaría de lado aspectos normativos
criticado en el primer capítulo, es un producto de la compo- de la racionalidad de las decisiones sobre alternativas tecno-
sicionalidad de las técnicas y de los artefactos, que se extien- lógicas: sería racional lo que de facto hubieran decidido los
de de una forma ilimitada, pero también impredecible, a lo
largo y ancho de todos los dominios tecnológicos. La inter- R La interdependencia de las técnicas de almacenamiento de informa-
dependencia de los sistemas tecnológicos tiene una extraña ción y conexión de redes informáticas con el Proyecto Genoma Humano
propiedad que podría calificarse de isotropía: cualquier parte es uno de los casos que confirman esta regla: el eca nadó como un proyec-
to de cartografía del genoma de muchos seres vivos, incluido el hombre.
del sistema puede estar en relación de interdependencia con
Para llevarlo a cabo era necesaria la creación y conexión de enormes bases
casi cualquier parte. Es algo que ha sido señalado en la detec- de datos. De hecho es un proyecto de información distribuida. Tuvo dos
dón de riesgos tecnológicos, pero que es en verdad una regla de efectos sobre la informática: ayudó a desarrollar métodos de análisis auto-
los sistemas tecnológicos contemporáneos. La interdependen- mático e impulsó la conexión de bases que hoy ya es tan usual.
184 MUNDOS ARTIFICIALES EL CAMBIO TÉCNICO Y LA EVOLUCIÓN 185

usuarios implicados. Su perspectiva habría determinado los LA PERSPECTIVA EVOLUCIONISTA: CAMBIO, EVOJ.UCIÓN, PROGRESO
usos que, a su vez, determinarían la función, que, a su vez, de- y EL PROBLEMA DE ELSl'ER
terminaría la descripción física de los sistemas. Lo cierto es
que este sociologismo se distingue poco de un idealismo de Elevolucionismo extendido
baja calidad que no es capaz de integrar las constricciones y
ligaduras que imponen las estructuras físicas y funcionales Una forma de encontrar respuesta a estas preguntas es buscar
con nuestras decisiones técnicas o económicas. en la concepción evolutiva de la tecnología respuestas que la
mera concepción económica del desarrollo o del equilibrio
no es capaz de darnos. Se trata de una concepción radical-
6. La esencia de la novedad mente histórica y antiesencialista que, desde mi punto de vis-
ta, es nuestro mejor punto de partida actual para explicar y
Toda la cultura humana es un producto de la creatividad y el entender por qué el cambio tecnológico se nos aparece con
aprendizaje, pero la tecnología tiene una especial función en las anteriores características, aun si esta concepción, desgra-
la historia puesto que modifica el espacio de expectativas ciadamente, no nos ofrece una buena respuesta a todas las
que los agentes se hacen acerca de su propio destino. Al crear preocupaciones que suscita. Pero quizás una cosa sea tener
nuevos instrumentos, se están creando de hecho nuevos una teoría lúcida del cambio tecnológico y otra muy distinta
fines determinados por las posibilidades abiertas por esos tener una teoría normativa del cambio social. A diferencia de
nuevos medios. La pregunta es así una pregunta por la nove- otras concepciones, la evolucionista no nos evita las respon-
dad esencial en la historia: icómo pueden surgir sentidos sabilidades y nos deja tajantemente solos ante las decisiones.
esencialmente nuevos de los viejos sentidos?, icómo llegó a La concepción evolucionista no sólo parte de una analo-
inventarse (y difundirse) la locomotora de vapor, partiendo gía con el evolucionismo biológico, sino que también hay
desde la máquina de Newcomen? [véase Basalla], icómo la una correlación histórica con el contexto de problemas que
máquina de Newcomen llegó a inventarse desde los molinos dio origen al evolucionismo darwiniano en relación con
de agua? otras concepciones del cambio biológico. También la biolo-
Estas cuestiones diferencian a la tecnología de otros aspec- gía moderna comenzó planteándose como un objetivo pri-
tos de la cultura. La ciencia, por ejemplo, no tiene el proble- mero el dar cuenta de la variedad y el aparente orden y
ma de la indeterminación de uso que tienen los artefactos; autonomía del cambio a lo largo de la historia y a través de la
por el contrario, presupone una constancia en el significado cadena del ser. Durante los siglos XVII y XVIII las numerosas ex-
de los términos a través de las generaciones. La innova- pediciones geográficas, el uso del microscopio y la extensión
ción continua es también otro de los aspectos esenciales de del coleccionismo habían hecho descubrir la inmensa varie-
la tecnología, aunque sea éste un rasgo que comparte con la dad de los seres vivos, la variedad de especies, y también de
ciencia. estructuras y órganos, variedad que acababa, una tras otra,
con las concepciones taxonómicas que pretendían dar cuenta
de ella (que se habían configurado en terrenos poco más ex-
tensos que el jardín del botánico). Al tiempo que la variedad
186 MUNDOS ARTifICIALES El. CAMBIO TÉCNICO Y LA EVOLUCiÓN 187

en el espacio, se descubrió también la variedad a lo largo del a la biología, Hegel en lo que respecta a la cultura- fue el
tiempo. El registro fósil mostró a los asombrados habitantes principal referente de la cultura del XIX. Algún autor [véase
de los siglos XVIIl y XIX la evidencia de seres vivos pasados con Bowler] ha dicho, con sobrada razón, que la revolución bio-
una estructura absolutamente distinta que la actual. En tercer lógica del siglo XIX no fue darwiniana, como tampoco la revo-
lugar, los paleontólogos, los fisiólogos y los embriólogos lución física fue newtoniana en el siglo XVII. Lo fue en el siglo
desvelaron la asombrosa adecuación que existía en los seres siguiente. De este modo la revolución biológica es ahora dar-
vivos entre la forma física de los órganos y la función biológi- winiana, un siglo más tarde.
ca que cumplían, así como la interdependencia sistemática La concepción evolutiva de un sistema es una descripción
de las formas, de manera que el cambio de una parte entra- a la que llegamos solamente cuando accedemos a un nivel de
ñaba la reagrupación de las otras partes para preservar la uni- profundidad más abajo de la mera observación superficial,
dad funcional del todo [véase Ruse]. sea del cambio, sea del cambio en una cierta aparente direc-
Todo ello dio origen a las más variadas tesis explicativas, ción, como pudiera ser la complejidad. Desarrollaremos al-
casi todas guiadas por la idea de que existía algo así como gunos detalles que singularizan la descripción evolucionista.
una jerarquía u ordenación entre todos los seres vivos, je-
rarquía clasificadora en lo que respecta al corte sincrónico y
jerarquía u ordenación asimétrica en el orden del tiempo. Introducir la historia en la teoría del cambio tecnológico
Surgió la idea de plan o diseño evolutivo, que sería algo así
como el principio rector del cambio a lo largo de la historia. El primero es la diferencia entre la mera experiencia de cam-
La idea tiene su origen en la embriología: la existencia de un bio y la descripción propiamente evolutiva. La mayoría de las
diseño explicaría el orden en el desarrollo de los órganos de reconstrucciones descriptivas del cambio tecnológico reco-
un ser vivo a partir de la mínima estructura observable en el gen las variaciones en las técnicas, los artefactos o los siste-
óvulo o la semilla; y lo que sirve para explicar la ontogenia. o mas que se dan en un espacio o a lo largo del tiempo, en una
desarrollo del individuo, se trasladó a la filogenia o desarro- cierta época. Al historiador puro, empírico y empirista, le in-
llo de la especie a partir de otras anteriores (según esta teoría, teresan solamente las categorías de novedad y diferencia. Su
más primitivas y menos desarrolladas). Con mucha mayor objetivo es describir las variaciones sobre la situación ante-
fuerza, las concepciones del cambio cultural estuvieron de- rior, encontrar precedentes o señalar las diferencias entre di-
terminadas por la idea de progreso y, siguiendo el modelo versos ítems en diversos contextos, contar cómo aparecieron
biológico, reconstruyeron la historia de cada campo de la y cómo se difundieron las innovaciones. Para el historiador
cultura como una línea dirigida por principios rectores ba- es legítimo restringir su búsqueda a la descripción detallada y
sados en concepciones estáticas, constitucionalistas y a priori cuidadosa de cómo ocurrió de hecho una novedad. Esta mo-
de la naturaleza del campo considerado, cualquiera que éste desta autolimitación convierte la historia de la ciencia, de la
fuese. técnica y de la sociedad, de la economía, etc., en puntos
Hay un perfecto paralelismo entre la teoría del plan bio- de partida de cualquier teoría evolucionista, ya que son fuen-
lógico y la teoría del cambio cultural. No es por casualidad: tes de datos y origen de la constatación asombrada de la ex-
la filosofía idealista alemana -Goethe en lo que respecta plosiva variedad de las realizaciones técnicas a lo largo de la
188 MUNDOS ARTll'lCIAtES H. CAMBIO TÉCNICO Y l.A EVOLlICJÓN 189

historia, en especial después del desarrollo moderno de la lucionista admite la existencia de crecimientos rápidos, por
tecnología. Pero la historiografía solamente llega a mostrar- ejemplo cuando algún cambio entraña o afecta a otros (poli-
nos la variedad en el tiempo, la evidencia del cambio. Empe- ploidia). De hecho algunos neodarwinistas heterodoxos, co-
ro, el cambio no debe ser confundido con evolución, como mo Gould y Eldredge, han defendido una especie de síntesis
tampoco tiene que ver con la evolución la idea de algunos de entre la concepción catastrofista y la parsimoniosa. Pero lo
oponer evolución como cambio lento a revolución como cierto es que las grandes transformaciones son difíciles de en-
cambio rápido. cajar en la concepción evolucionista, de manera que no se
La perspectiva evolucionista entraña algo más. En primer puede ser kuhniana ortodoxo y evolucionista con facilidad e
lugar es una teoría histórica del cambio. Afirma que los tipos irreflexión.
actuales se han formado a partir de tipos anteriores, y aporta
la idea de que existe un hilo conductor que nos remonta a va-
riedades del pasado. La teoría evolucionista, en lo biológico Los mecanismos de la evolución
o en cualquier otro campo, establece que la novedad es un
producto de variaciones sobre tipos anteriores, y que esta En segundo lugar, la existencia de un cambio que siga patro-
explicación es suficiente para explicar la asombrosa ramifica- nes evolutivos exige integrar en su explicación al menos los
ción de formas y funciones. y además establece que la preser- siguientes tres mecanismos. El primero es un mecanismo de
vación de formas es un hecho contingente e impredecible, un variación o innovación continua independiente. En la evolu-
subproducto epifenoménico de los azares del tiempo. ción biológica hay varios mecanismos de cambio genético:
Algunos piensan que el evolucionismo entraña el com- cambios en la copia reproductora, deriva genética y otros va-
promiso con una concepción del cambio lenta y parsimonio- rios. Son mecanismos ciegos, o casi ciegos, en el sentido de
sa. Es cierto que en la concepción darwiniana es esencial que que no están afectados por presiones funcionales del medio.
las variaciones sean numerosas, aunque muy pequeñas: no Además es esencial que el mecanismo produzca variaciones
hay grandes revoluciones, a diferencia de las cosmovisiones continuas. 10
de los catastrofistas. La parsimonia es esencial para el natura- El segundo, un mecanismo de selección que opera a causa
lismo [véase Saber 2], es lo que hace explicable y no irracional de que no todas las variedades pueden ser viables. La compe-
un cambio. Esto ha llevado a algunos teóricos evolucionistas tencia y la selección natural surgen en la evolución por la
del cambio tecnológico, como Basalla.? a insistir en el extre- limitación de los recursos por los que compiten los organis-
mo contrario, de forma excesiva a mi parecer, a saber, en la mos o las unidades de evolución. La competencia por los re-
continuidad de los tipos de objetos tecnológicos. Hay algo de
verdad en ello, pero también es cierto que la concepción evo- 10 Las teorías irradonalístas de la evolución cultural, como la poppe-
ríana, abogan por que la creatividad, al igual que los genes, sea un meca-
9 Basalla señala, por ejemplo, que se observa una continuidad de pa- nismo ajeno a la teoría, que no puede ni debe explicarse dentro de ella. Sin
trones de diseño desde el molino de agua hasta el motor de explosión a embargo, no me parece esencial a la concepción evolucionista el hecho de ???
través de los diseños de las primeras máquinas de vapor. Mokir matiza esta que el cambio sea al azar, como postula esa teoría, o, por el contrario,
continuidad, no obstante los reparos, las observaciones históricas de Basa- el que existan sesgos probabilísticos, como se postula en las llamadas lógi-
na son sugerentes y merecen ser tomadas en cuenta. cas del descubrimiento para el caso de la creatividad.
190 MUNDOS ARTIFICIALES EL CAMBIO TÉCNICO Y LA EVOLU.CIÓN 191

cursos (de subsistencia, económicos, computacionales o de La evolución yel carácter intencional de la acción técnica
tiempo) es una restricción física universal en los sistemas so-
metidos a crecimiento con variación. No es por casualidad Varios críticos de la concepción evolucionista han señalado
que se ha dicho que la evolución se parece más a un econo- que la evolución de cualquier aspecto cultural no seguiría los
mista repartiendo recursos que a un ingeniero. La selección patrones del darwinisrno, sino los del adaptacionismo la-
opera sobre las características que hacen más apto a un obje- marckiano. En ellamarckismo hay una realimentación desde
to para tener descendencia, en el caso de la evolución bioló- las necesidades producidas por cambios en el medio al orga-
gica, o para ser transmitido en el caso de la evolución cultural nismo o sistema que evoluciona. Esto es lo que ocurre con la
o técnica. Una cuestión diferente, tanto en la evolución bio- memoria y la capacidad de aprendizaje humanas, que harían
lógica como en otras, es si la selección natural es el único me- que el mecanismo ciego de la evolución no fuera aplicable a
canismo explicativo, lo que conduciría a la conocida crítica al los asuntos humanos. En el lamarckismo se afirman dos
evolucionismo como una explicación panglosiana (por el cuestiones distintas: por una parte las necesidades objetivas o
doctor Panglos del Cándido de Voltaire), en la que las caracte- problemas, que se producen por un cambio en el medio, in-
rísticas seleccionadas habrían sido las óptimas y las óptimas fluyen en las variaciones, que ya no son al azar sino dirigidas
habrían sido las seleccionadas. Pero, en primer lugar, la selec- por tales necesidades o intereses y, en segundo lugar, estas va-
ción es solamente uno entre varios otros mecanismos, de riaciones serían transmitidas a la descendencia. Efectivamen-
manera que, como señala Sober [1], podríamos considerar la te, la existencia de memoria colectiva, la acción racional, el
evolución, en analogía con la física newtoniana, como una aprendizaje, impiden que la evolución genética sea un mode-
teoría de fuerzas indeterminadas, en las que la resultante es lo isomórfico de la evolución cultural y técnica. Otra cues-
una extraña propiedad que llamamos eficacia biológica (fit- tión diferente es si ellamarckismo es el modelo de evolución
ness). Eso no implica, no obstante, que la selección no sea cultural. Con ello llegamos a la tercera cuestión, la del pro-
necesaria: es una constricción fundamental en todo sistema greso y la intencionalidad, que los críticos del evolucionismo
en crecimiento en una mundo de recursos limitados y rápido aducen contra los darwinianos.
crecimiento de la población. La crítica más dura desde esta perspectiva lamarckiana a
Eltercer mecanismo es un mecanismo de transmisión de las va- la extensión del evolucionismo al plano cultural, más allá
riaciones. En la evolución biológica es la herencia a través de la de la analogía superficial, ha sido la presentada por Elster [1].
división cromosomática. La reproducción biológica entraña un Elster distingue entre la analogía evolucionista económica,
mecanismo de copia y de dispersión de los alelos. La evolución de la que se declara simpatizante [p. 150], de las explicacio-
cultural tiene un mecanismo de transmisión diferente que es el nes funcionalistas en el terreno social, que convertirían la
aprendizaje, por imitación o por enseñanza. analogía en algo más que analogía para transformarse en un
El último detalle en el que debemos reparar es en cómo modelo de explicación de lo social. Elster [pp. 50 Yss.J señala
se plantea la cuestión de la existencia de progreso en una que un sistema sometido a un proceso evolutivo de carácter
concepción evolucionista. darwinista, por ejemplo una máquina mutadora, 1) en pri-
mer lugar sería incapaz de aprender de los errores pasados,
2) no podría realizar planes estratégicos del tipo un paso
192 MUNDOS AnTIF1CIALES EL CAMBIO TÉCNICO Y LA EVOLUCIÓN 193

atrás, dos adelante, 3) sería incapaz de esperar para conseguir Desde estas ideas generales examinaremos tres alterna-
algo en el futuro, 4) sería incapaz de adoptar compromisos o tivas recientes que se presentan como explicaciones evolu-
políticas estables de conducta. Elster extiende esta crítica a to- cionistas del cambio técnico con las que mantenemos una
da explicación funcionalista de las instituciones sociales por- simpatía profunda, aunque con dos de ellas sostendremos
que, según este autor, son incapaces de integrar la existencia discrepancias en lo que respecta a las insuficiencias.
de intenciones racionales estratégicas.
Pese a que está en lo cierto en cuanto a una extensión
irrestricta de la explicación funciona lista, creemos que no LA TEORÍA ECONÓMICA EVOLUCIONISTA
existe incompatibilidad entre una explicación local de carác-
ter intencional y una explicación global, histórica de tipo Recientemente se ha popularizado una forma de evolucio-
evolucionista. Lo cierto es que parece existir una compulsión nismo entre los economistas que se suele catalogar como
psicológica a explicar la historia, incluso nuestra propia his- neoschumpeteriano. Schumpeter fue el economista que más
toria personal, como un producto intencional orientado ha- insistió en el papel de la innovación tecnológica en el desa-
cia un fin, de ahí que la analogía biológica sea sustituida por rrollo económico capitalista. La propuesta se debe a los eco-
una analogía teleológica similar a la de los biólogos del si- nomistas Paul David, Richard Nelson y Sidney G. Winter, y
glo XIX. Es una interpretación insostenible. Aunque la acción comenzó a formularse en la década de los setenta [véanse
humana sea intencional, aunque exista memoria colectiva David 2, Nelson y Winter 1 y 2], pero recientemente se han
transmitida y guardada en el conocimiento público, no hay adherido muchos otros economistas como Giovanni Dosi
ninguna razón para pensar que los mecanismos históricos y otros influyentes investigadores del SPRU (Science Policy
son mecanismos intencionales. Por ello no creo que sean in- Research Unity, Universidad de Sussex). después de hacer al-
compatibles una explicación local de carácter intencional gunas variaciones interesantes. En su modelo podemos dis-
con una concepción funcionalista y evolucionista en lo que tinguir dos cuestiones diferentes. En primer lugar la crítica a
respecta a los grandes agregados. 1 los modelos económicos neoclásicos y, en 2segundo lugar, la

La consecuencia para la noción de progreso es muy simi- propia propuesta evolucionista con sus variaciones.
lar a la que nos podemos plantear para el problema de si La crítica al modelo o a los modelos neoclásicos de creci-
existe un sentido en la historia: hay progresos locales, del miento económico contiene, a su vez, dos elementos funda-
mismo modo que podemos darle sentido a nuestros planes y mentales.
proyectos, pero es una pretensión inhumana pensar que hay 1 El primero, de origen schumpeteriano, señala la incapaci-

algo como el progreso aplicado a tan grandes sistemas como dad de los modelos de equilibrio clásicos (neoclásicos) para
la ciencia y la tecnología. La pregunta por el progreso siem- integrar el cambio técnico que es, por naturaleza, un proceso
pre es relativa a secuencias identificables de segmentos como que no puede reducirse a estados de equilibrio, pues modifica
teorías, sistemas técnicos, etc. Precisamente adoptamos una continuamente la relación entre trabajo y capital, de manera
concepción radicalmente histórica como la evolucionista que, de acuerdo con estos economistas, habría que superar la
porque una pregunta de este tipo es incontestable. idea de modelos de equilibrio, de naturaleza esencialmente
estática para pasar a modelos dinámicos de cambio.
194 MUNDOS ARTIFICIALES EL CAMBIO TÉCNICO Y LA EVOl.UCIÓN 195

El modelo neoclásico es de los que tradicionalmente se La teoría alternativa es la concepción evolutiva del desa-
ha llamado de caja negra: partimos de una situación de equi- rrollo económico basado en la innovación técnica. En el mo-
librio en el mercado en el que hay un cierto número de delo más simple, partimos de una situación en la que las
bienes de consumo y una cierta oferta a precios dados. Su- empresas compiten en el mercado. A diferencia del modelo
pongamos que hay una modificación del presupuesto de clásico, las empresas se encuentran ante posibilidades limita-
modo que los consumidores pueden expresar sus deseos das de elección en la sustitución de trabajo por capital. Si
de manera más fina en otra banda de bienes. Ello se reflejará su tasa de beneficios varía negativamente, exploran las posi-
en los precios que indicarán a los productores qué bienes son bilidades que existen en su medio relativas a su estructura
más apetecibles: tal situación llevará a formas de innovación empresarial. La limitación de sus posibilidades está dada
que restauran el equilibrio del mercado. Como señalan los porque una empresa está constituida, entre otras cosas, por
economistas schumpeterianos, este modelo no explica qué es un conjunto de procesos, rutinas y habilidades de produc-
lo que ocurre desde que el empresario nota las nuevas necesi- ción que no son fácilmente modificables. Dichas rutinas
dades hasta que aparecen los nuevos bienes. Tampoco se re- tienen una especie de inercia o momento que las hace difícil-
flejan las grandes rupturas que suponen las tecnologías mente sustituibles, a menos que no exista más remedio. La
nuevas que se extienden por todos los sistemas productivos y empresa no optará por un cambio en las rutinas a menos que
de consumo. exista una perspectiva clara de beneficio en la alternativa. Es-
La segunda crítica insiste en el factor histórico y de cambio. to hace que las alternativas sean limitadas y, al tiempo, sean
Nathan Rosenberg se ha hecho muy conocido y popular fuera relativas a la percepción de la empresa.
del campo de los economistas señalando cómo la innovación De manera que la función de elección que se aplicaría aquí
es el factor fundamental del desarrollo tecnológico y cómo los no es la función clásica de la teoría de la decisión racional,
modelos de caja negra neoclásicos son incapaces de dar cuenta sino alguna variedad de la función de satísfaccíón no maxirni-
del proceso de interacciones que ocurren entre los cambios en zadora de H. Sirnon.!' dentro de una teoría de racionalidad
la ciencia, la economía y la sociedad [véase Rosenberg 21· En la limitada. Una vez que la empresa ha introducido una varia-
misma línea, Freeman y los otros investigadores del SPRU han ción de esta clase en el conjunto de sus rutinas, adquiere una
terminado convirtiendo en un supuesto poco discutible la exis- diferencia en capacidad potencial de beneficios en su rela-
tencia de una correlación causal entre los cambios en la innova- ción de competencia con otras empresas. Son entonces las
ción tecnológica y el desarrollo económico. La crítica funda- fuerzas económicas del mercado las que se encargan de selec-
mental contra la economía neoclásica es que un proceso cionar aquellas empresas que han introducido las mejoras
continuo como es el de la interacción entre innovación y creci- que mejor se adaptan al medio de intereses y necesidades de
miento no puede quedar reflejado en una teoría de naturaleza los consumidores.
esencialmente estática, como es la Teoría general del equilibrio.
11 En la función de Simon el agente no tiene delante todas las posibles
La teoría alternativa debe encontrar la estructura fina del proce-
opciones de elección que cabría pensar dada la descripción de la situación,
so, observando cómo los cambios en el sistema tecnocientífico sino que limita su espacio a aquéllas con las que él se consideraría satisfe-
se reflejan en cambios en la estructura y el desarrollo económi- cha, dadas sus actuales expectativas. La racionalidad resultante no es una
co, tal como sugieren los datos empíricos. racionalidad perfecta, sino una racionalidad limitada. Véase Simón l.
196 MUNDOS ARTIFICIALES
EL CAMBIO TÉCNICO Y I.A EVOLUCIÓN 197

De esta manera tenemos un mecanismo de variación y que corresponden a los periodos de innovación normal, de
un mecanismo de selección, lo que produce, según los defen- los cambios de paradigmas que siguiendo el modelo de
sores del modelo, un proceso evolutivo análogo al de la evo- Kuhn, aparecen cuando emerge un nuevo ejemplar con un
lución biológica. En el modelo clásico de Nelson y Winter nuevo conjunto de estilos de trabajo, sistemas de resolución
aparecía el concepto de trayectoria tecnológica como unidad de problemas y de preguntas que pueden ser planteadas. La
de variación. Las trayectorias tecnológicas son conjuntos de innovación sobre el modelo de Nelson y Winter está en que
conocimientos teóricos y prácticos que permanecen estables ahora se justifica la limitación de las opciones de una empre-
a lo largo del tiempo, aunque están sometidos a pequeñas sa a las variaciones que permite y establece un paradigma tec-
variaciones incrementales, que son las que adoptan las em- nológico. Giovanni Dosi, llevando la analogía evolutiva un
presas. Se trataría del trasunto de los genes en la evolución poco más allá del modelo original, indica que existen dos
biológica. mecanismos de selección, aunque exista un solo mecanismo
Giovanni Dosi y otros economistas del SPRU han introdu- de variación. La variación estaría producida por la creativi-
cido algunas reformas sobre la misma base esencial del mo- dad científica y tecnológica, los nuevos productos culturales
delo de Nelson y Winter.l-' Estos investigadores tratan de dar pasarían un primer filtro dentro de las comunidades científi-
cuenta de la diferencia entre pequeños cambios incrementa- cas, en el que se juzgaría la realizabilidad técnica del diseño
les que se producen continuamente en los procesos de pro- propuesto, y el subsecuente filtro de la innovación interna a
ducción y los cambios radicales que suponen las grandes la estructura de la empresa. De este modo la selección actua-
transformaciones tecnológicas, particularmente aquellas que ría en un doble nivel de profundidad, por una parte sobre la
introducen nuevas tecnologías que se aplican prácticamente estructura de las empresas, y, más allá, sobre el desarrollo tec-
a todos los campos, como han sido recientemente la microe- nológico basado en la ciencia.
lectrónica y la informática. Mientras que el modelo de Nel- Freeman y Pérez llevan este esquema hasta el extremo de
son y Winter podría funcionar en épocas de ensayo y error de generar una taxonomía de cambios como la siguiente:
las empresas, no funciona en una situación de oligopolios 1) Innovaciones incrementales, que se producen continua-
en las que las grandes empresas establecen programas tec- mente en la empresa, aunque a diferentes tasas depen-
nológicos a largo plazo. La propuesta de Dosi [2] es que la diendo de sectores, mercados y otros factores sociocul-
tecnología cambia siguiendo los mismos patrones que la cien- turales (en realidad son un índice de la creatividad y el
cia, y, a su vez, la ciencia sigue esencialmente el patrón de dinamismo de un sector).
cambio kuhniana, que establece periodos de crecimiento 2) Innovaciones radicales, discontinuas, impredecibles y dis-
normal y periodos de crisis o revolucionarios que producen tribuidas desigualmente. Coinciden con lo que popu-
la instauración de nuevos paradigmas. En analogía con los larmente entendemos como invenciones.
paradigmas científicos, Dosi distingue entre las trayectorias, 3) Cambios de sistema de tecnología, son cambios ligados a
un efecto de combinación de factores, organizativos, de
innovaciones radicales y de cambios incrementales. Su-
12 véanse Clark y Juma, Dosi 2, Dosi y otros. Este último es una espe-
cie de manifiesto colectivo de la corriente evolucionista, en el que aparecen
ponen ya cambios en los factores económicos. Por últi-
los principales nombres, ideas y proyectos.
198 MUNDOS ARTIFICIALES El. CAMBIO TÉCNICO Y LA EVOI.UCIÓN 199

rno, esta dimensión sociotécnica abre la puerta a un que toda analogía esté equivocada como fuente de hipótesis
nuevo tipo de cambio mucho más radical. teóricas, o, peor aún, para señalar fallos en la analogía, como
4) Cambios en los paradigmas tecnoeconómicos, en los que ya si una analogía tuviese que ser un modelo isomórfico del otro
no son distinguibles los factores económicos de los téc- polo, en nuestro caso de la evolución darwiniana de los seres
nicos. vivos, sino porque lo que se pone en cuestión son los pro-
Freeman y Pérez tenían en la cabeza ejemplos como los pios supuestos sobre los que se ha construido la analogía, y
producidos por la introducción intersticial en todos los sectores estos supuestos son los que dan valor al empleo de los con-
productivos y sociales de las tecnologías informáticas, como an- ceptos evolucionistas. Éstas son las dudas más importantes.
tes ocurrió con la electrónica. De acuerdo con estos autores, es-
tos tipos de cambios generan dinámicas de desarrollo muy dis- primera crítica a la TECT
tintas cualitativamente, pero con ciertos patrones observables: La pérdida de la normatividad
los ciclos de crecimiento-crisis serían un resultado causal de
cambios en diferentes estratos de profundidad. Para comenzar, están las cuestiones relacionadas con lo que
muchos autores consideran su principal virtud teórica, el
abandono de la teoría normal de la decisión racional como
Discusión sobre el evolucionismo económico sustrato de la teoría económica para adoptar una función de
racionalidad limitada basada en la noción de satisfacción
La concepción evolutiva económica es uno de los proyectos más que en la de decisión racional máxima. Todos sabemos
más serios actuales en la determinación de las relaciones en- que la teoría de la decisión racional tiene graves problemas
tre ciencia, técnica y sociedad. Promueve, además, lo que de fundamentación: los agentes normales raramente respe-
quizá sea su mayor mérito, una enorme cantidad de estudios tan todas las condiciones que establece la teoría de la deci-
de caso sobre el crecimiento de la economía en relación con sión.P La teoría de la decisión, además, es flagrantemente
diversas políticas emprendidas por empresas, sectores indus- incompleta para resolver problemas de racionalidad colecti-
triales o gobiernos. En tercer lugar está demostrando un gran va, sea en juegos de negociación, sea en casos de conflicto.
dinamismo teórico, enriqueciendo continuamente las hipó- Buscando una mayor adecuación a los datos, Herbert
tesis con nuevos supuestos, de manera que tiene toda la apa- Simon propuso en 1957 sustituir la función normal de de-
riencia de un auténtico programa de investigación en los cisión máximamente racional por una función de satisfacción,
mismos fundamentos de la economía. Por último, su prin- según la cual el agente elegiría aquella preferencia que le
cipal hipótesis tiene un irresistible atractivo como base de satisficiera suficientemente dada la percepción sobre las pro-
interpretación de fenómenos sociales, razón por la cual ha pias posibilidades. La función goza de una mayor plausibili-
ganado tantos adeptos tan rápidamente. De forma que, pese dad psicológica, es coherente con algunos resultados de las
a las dudas que siguen, hay que esperar que el programa
se desarrolle y genere nuevos trabajos. Sin embargo, no está 1J Oardenfords y Sahlin y Moser son dos magníficas recopilaciones de
de más que reconsideremos los fundamentos teóricos sobre los textos clásicos fundamentales sobre la teoría de la decisión y sus Pr'>
los que se basa la analogía evolucionista, no por el prurito de blemas más importantes.
200 MUNDOS ARTIFICIALES EL CAMBIO TÉCNICO Y LA EVOLUC¡ÚN 201

ciencias cognitivas y resuelve viejos problemas de teoría de la razones inductivas, me parece que lo más grave es que estas
decisión; problemas como, por ejemplo, por qué es irracio- conclusiones son una inconsistencia flagrante con la concep-
nal que Tío Gilito se baje del Rolls para coger una peseta del ción evolutiva que subyace a la teoría que establece de mane-
suelo, a pesar de que incrementa infinitesimalmente sus ga- ra esencial el carácter singular de cada caso de selección.
nancias (Paradoja de Allais, en Moser). Pero si se opta por esta
función como fundamento de la teoría de la decisión hay
que ser consciente de que ya no garantizamos la existencia de La reconstruccíón de la razón hístórica o el síndrome
óptimos, aunque pueda haber máximos locales. de La Fundación
Se aduce, correctamente, que el proceso de desarrollo
económico es un proceso y no es capturado en conceptos de Claro que esta conclusión es tan inevitable como desagrada-
equilibrio estático. De acuerdo, pero hay que ser consciente ble para el programa, y no es por casualidad por lo que se
de que se abandona la normatividad de la teoría económica observa en la segunda mitad de la década de los ochenta
para situaciones de mercado. La existencia de máximos, y la un deslizamiento desde el darwinismo inicial a un cada vez
prueba formal de su existencia, es lo que hace que la teoría más descarado lamarckismo. El darwinismo, ya lo hemos se-
económica basada en la decisión racional no sea simplemen- ñalado, fue muy difícil de aceptar pues abandonaba la espe-
te una descripción de cómo se comportan los agentes en ranza de una dirección clara en la historia, de manera que,
situaciones de mercado más o menos puras, sino cómo debe- aún después de Darwin, muchos biólogos todavía seguían le-
rían comportarse. yendo a Darwin en claves lamarckianas. El lamarckismo es
No hay nada que nos obligue a tener una ciencia econó- una variedad de la creencia en una dirección del desarrollo
mica prescriptíva, por el contrario, podríamos considerar que biológico en alguna línea de progreso, tal que permita or-
la economía pertenece a la clase general de la ciencias históri- denar las especies de acuerdo con su grado de perfección.
cas, o de las ciencias en las que la historicidad es el entrama- Singularmente ellamarckismo aporta la idea (no completa-
do fundamental, pero quizá la intención de los defensores de mente incorrecta) de que el motor de la evolución son las ne-
este programa no sea llegar tan lejos. Por el contrario, una cesidades producidas por un cambio en el medio que rodea a
de las motivaciones subyacentes a este programa es generar la unidad de evolución, más un mecanismo de realimenta-
propuestas de política científico-tecnológica para las empre- ción que hace variar la estructura del sistema dadas estas ne-
sas, y sobre todo para los gobiernos. Pero si se abandona la cesidades, de manera que se transmite el carácter adquirido a
fuerza normativa de la teoría clásica, la fuerza prescriptiva la descendencia, lo que es incorrecto desde el punto de vista
tendrá que basarse únicamente en argumentos inductivos de la evolución basada genéticamente, pero es perfectamente
sobre las correlaciones observadas. Así observamos que los correcto cuando en lo que pensamos es en mecanismos de
estudios de caso dejan de ser estudios históricos para conver- aprendizaje humanos que tienen un sistema de transmisión
tirse, no sé si ilegítimamente, en ejemplos de lo que habría que es la enseñanza (también algunos animales). Para trasla-
que hacer. Con este propósito se han aducido los casos de Ja- dar esta teoría a grandes sistemas como los involucrados en
pón, de Alemania, etc. Pero, dejando a un lado la cuestión el cambio tecnológico, sin tener que postular la influencia
metodológica de la legitimidad de los consejos basados en causal de cosas como la memoria colectiva o el aprendizaje
202 MUNDOS ARTlFIC1ALES EL CAMBIO TÉCNICO Y LA EVOUICIÓN 203

social o algo así, que no creo que estuvieran dispuestos a que los sistemas vivos se autoorganicen en la realidad no
postular los defensores del programa, hay que adoptar algu- añade nada a la fuerza normativa de nuestra teoría, a menos
na nueva mano oculta que no sea ni la de Adam Smith ni que introduzcamos subrepticiamente la necesidad histórica,
la de Darwin, y ésta la han encontrado en toda la nueva bi- como parece ser el caso.!> Porque mostrar la posibilidad de
bliografía del caos, los sistemas no lineales, la autoorganiza- evolución de un sistema, dado un modelo, no significa que
ción, etc., a partir de las especulaciones de Prigogine, Varela y ésa sea la trayectoria que vaya a seguir. Ni tampoco el modelo
otros, que le han añadido una injustificada generalización nos indica normativamente que ésa sea precisamente la línea
metafísica a la teoría matemática de los sistemas dinámicos que debe seguirse.
no lineales. En este sentido, nuestra teoría poco a poco se ha ido des-
La idea de esta línea de pensamiento es que a partir de lizando desde una concepción evolutiva original a una con-
cierto grado de complejidad en la organización de los siste- cepción historicista que definitivamente criticó Popper. De
mas, sea por el número, sea por la riqueza de interacciones, hecho, no es otra cosa la reciente inserción por parte de Free-
aparecen o emergen nuevas propiedades que preservan la es- man y otros de la teoría evolutiva en un esquema de ciclos
tructura del sistema más allá de las condiciones de equilibrio económicos basados en las correlaciones empíricas de los ci-
estático; por ejemplo, aparecen mecanismos de realimenta- clos de Kondriatev [véase Freeman y Pérez]. Aun asumiendo
ción que actúan sobre el medio para mantener constante que la existencia empírica de ciclos es un problema abierto
una variable interna. La idea que se sugiere subrepticiamen- para la ciencia económica, la postulación teórica de tales ci-
te es que la complejidad produce (¿necesariamente?) más clos como resultado de mecanismos ocultos en los que la in-
complejidad, de manera que se puede dibujar una línea de novación y el cambio técnico aparece como el motor de la
progreso y finalidad allí donde no había más que cambio historia, plantea -lo mismo que su correlato histórico de
contingente. la teoría de las civilizaciones de Toynbee, que tanto éxito tu-
Es cierto que los modelos que simulan la conducta de un vo hace algunos años- divertidas paradojas prácticas, como
sistema son más realistas en la medida en que incorporan las que señaló Asimov en sus primeras y mejores novelas, la
funciones no lineales y una clara distinción entre parámetros trilogía de La Fundación, en la que, por cierto, ya está implícita
y variables internas del sistema; en estos sistemas puede si- la teoría del cambio tecnológico defendida por este progra-
mularse todo tipo de atractores puntuales en el espacio de ma. En esta saga, un mundo tecnológicamente avanzado tra-
fases, que representan los cambios cuantitativos, e incluso
cualitativos. Es cierto también que son simulables procesos esta teoría, admiten simulaciones en computadoras, lo que nos suministra
de evolución darwiniana en los que se llegan a estabilizar una fuente de investigación empírica para hacer prospeetiva sobre sistemas
patrones de equilibrio de formas.t" Pero el propio hecho de económicos reales. De hecho la simulación de sistemas sociales mediante
técnicas de dinámica de sistemas es, quizá, una de las revoluciones meto-
dológicas más importantes de este siglo. Todo esto es cierto y no hace más
14 Incluso se han popularizado varios juegos de computadora que si- que añadir méritos a esta concepción como programa de investigación en
mulan estos sistemas, como el famoso «juego de la vida» de Dawkins y economía.
otros similares en los que la combinación aleatoria permite llegar a patro- 15 ABen introduce de rondón la necesidad mediante la capacidad de
nes estables. En el mismo sentido, los modelos de cambio técnico, según aprender de los sistemas que eligen alternativas.
204 MUNDOS ARTIFICIALES EL CAMBIO TÉCNICO Y LA EVOLUCiÓN 205

segunda crítica a la TECT

ta de reconstruir un imperio en decadencia, detenido en su La dudosa existencia de paradigmas tecnológicos


desarrollo por una pesada burocracia y una cultura en la que
la innovación científica ha dejado de ser el motor del cam- Hay una segunda línea de crítica que se refiere al traslado de
bio. Los héroes de La Fundación son ingenieros, científicos, co- la teoría kuhniana del cambio científico a la teoría del cam-
merciantes de un pequeño planeta que se desarrolla seguro bio tecnológico. La tesis de Dosi [2] es que el desarrollo tec-
de su destino, que les está garantizado gracias a una supersi- nológico sigue en líneas generales el mismo patrón que el
mulación matemática de presuntas leyes de la psicohistoria. desarrollo científico y éste, a su vez, sigue el patrón estable-
No conocen tal programa, celosamente ocultado, pero com- cido por Thomas S. Kuhn de periodos de cambio normal,
prueban que hay periodos de expansión y de crisis, que cie- acumulativo e incremental, y periodos revolucionarios que
rran ciclos históricos. En cierto momento, la creencia en su conducen a la instauración de un nuevo paradigma. Ase bue-
destino de progreso comienza a burocratizar su sociedad que na parte de la crítica de Dosi a la teoría original de Nelson y
se empieza a volver acomodaticia y poco creativa: llegado ese Winter se fundamenta en la idea de insertar las trayectorias
momento, son los agnósticos respecto a las leyes de la histo- tecnológicas propuestas por Nelson dentro de estructuras
ria quienes restauran la creatividad perdida. La moraleja nor- más complejas como son los paradigmas tecnológicos. Un
mativa se infiere sin dificultad. paradigma tecnológico, en la versión de Dosi o en la de ma-
Hace algunos años, cuando todavía tenía vigencia social yor alcance de Freeman [véase Freeman y Pérez] establece de
el marxismo, la creencia en ciclos necesarios de medios de manera normativa un conjunto de problemas que se pueden
producción que se sucedían a lo largo de la historia llevó a plantear, un conjunto de ejemplares y un conjunto de técni-
ciertos ingenieros sociales a realizar experimentos tan atroces cas de trabajo transmitidas tácitamente en el aprendizaje. La
como la NEP leninista en los primeros años de la revolución, motivación esencial de Dosi es la misma que dirige a Nelson
o el maoísmo tercermundista, que nos hizo conocer la ver- y Winter: es muy poco realista pensar que las empresas tie-
dad de las leyes históricas en Camboya o en el Perú de Sende- nen ante sí todas las opciones posibles para responder a la
ro Luminoso. No es éste, esperemos, el objetivo oculto de los demanda del mercado. Se trata por ello de encontrar un mo-
defensores del evolucionismo tecnológico, pero el marco delo en el que las opciones se restrinjan a un número mane-
conceptual desde el que argumentan no es esencialmente jable, y que la restricción tenga cierta justificación teórica,
distinto, aunque se presente con muchísima más paraferna- claro está. La idea de paradigma funciona en este sentido co-
lia matemática que la que el presidente Gonzalo pueda llegar mo una especie de gafas que enfocan la mirada hacia un con-
a comprender. junto determinado de soluciones, aquellas y sólo aquellas
Para resumir, me parece que el programa evolutivo se en- que son soluciones a problemas «legítimos», dado el para-
cuentra ante un dilema: si sigue fiel a la analogía, debe aban- digma.!" Hay, establece Dosi, una correlación entre las tra-
donar el darwinismo para acercarse a la teoría del plan o
diseño histórico; y si abandona la analogía no se distingue de
Hi «Ijn paradigma es una perspectiva, un conjunto de procedimientos,
la mano oculta de la teoría del equilibrio general. una definición de los problemas relevantes. Cada paradigma tecnológico
define su propio concepto de progreso basado en sus propias negociaciones
entre tecnología y economía» [véase Dosi 2, p. 148j.
206 MUNDOS ARTIFICIALES EL CAMBIO TÉCNICO Y LA EVOLUCiÓN 207

yectorias tecnológicas de las que hablan Nelson y Winter y la co y ahora el tecnológico. Es cierto, pero eso no quiere decir
ciencia normal kuhniana. Consisten las trayectorias en ruti- que sea una verdad palmaria e indiscutible, porque también
nas e innovaciones incrementales que suponen soluciones a es cierto que ningún historiador ha conseguido reconstruir
problemas accesibles a una empresa. Tales soluciones son la historia de la ciencia como un ejemplo de la dinámica
extensiones de un conjunto de ejemplos que genera el para- kuhniana sin violentar los datos empíricos. Los primeros
digma y que, cuando se agota y surge otro, da lugar a una re- paradigmas postulados se han convertido en múltiples mi-
volución tecnológica. Desde el punto de vista práctico, la niparadigmas que han terminado emborronando las tesis
propuesta de Dosi es que un paradigma crea un efecto de kuhnianas. Después de treinta años de reinado absoluto de
exclusión [véase Dosi 2, p. 153] que consiste en que los in- las tesis kuhnianas, lo único claro es aquello que a él mismo
genieros se encuentran ciegos [sic] frente a posibilidades tec- confiadamente le inspiró, la idea wittgensteiniana de juegos
nológicas que no sean las establecidas en el paradigma de lenguaje o complejos de actividades, reglas, reconocimien-
dominante. La propuesta de Dosi incorpora, además, una tos mutuos y otras cosas que constituyen las instituciones
extraña mezcla de la posición de Kuhn y la de Lakatos. Así, prácticas [véase Wittgenstein 11. Pero nada había en Witt-
Dosi habla de heurísticas o reglas implícitas que dirigen el genstein que tuviera que ver con los paradigmas kuhnianos.
sentido de las innovaciones. En la misma línea, se habla de Sin embargo, la propuesta que comentamos ha tomado co-
una etapa primigenia de la innovación tecnológica, de ensa- mo eje de la dinámica económica una estructura demasiado
yo y error, similar a la descripción de Popper del desarrollo conjetural y sospechosa, aun cuando sea tan perfecta, teórica-
científico, y de una etapa madura de oligopolio en la que in- mente hablando.!" críticas a la aplicación de la concepción kuhniana al cambio
tecnológico
novación tecnológica y dinámica económica se encuentran La cosa se agrava cuando pasamos al campo concreto de
entremezcladas y ligadas profundamente en su dinámica.'? la innovación tecnológica, puesto que hay varias preguntas
La analogía entre innovación tecnológica y dinámica de que es difícil contestar desde la teoría de los paradigmas tec-
la ciencia, hay que confesarlo, es tan sugerente que es difícil nológicos. En primer lugar, es consustancial a la tesis kuhnia-
resistirse a emplearla. La teoría de Kuhn tiene tal fuerza que na la unicidad de un paradigma: la ciencia empieza cuando
se ha convertido en un axioma sin apenas críticos entre los fi- acaba la crítica, afirma Kuhn. No hay coexistencia de paradig-
lósofos de la ciencia, y, desde luego, sin ningún crítico entre mas, salvo en el breve tiempo de una revolución y si hay pro-
los sociólogos de la ciencia. Durante los últimos treinta años gramas en competencia, señala Kuhn, es un índice de que no
ha servido como modelo para pensar en la evolución de una estamos en un terreno científico sino filosófico o humanís-
enorme variedad de procesos culturales, además del científi- tico. Pero esa regla no parece seguirse en la tecnología, en
donde lo normal es la coexistencia de diversas tecnologías,

17 «Cuanto un patrón tecnológico fundamental llega a establecerse


más, el mecanismo de generación de innovaciones y de avances tecnológi- 1.'1 Parecería mucho más natural considerar suficiente la idea primitiva
cos más parece que ha llegado a ser endógeno al mecanismo económico de Nelson y Winter de trayectorias tecnológicas, mucho más próximas a las
"normal"» [véase Dosi 2, p. 158}. Ésta es una de las razones por las que los tesis wittgensteinianas iniciales, y mucho más próxima a la idea intuitiva
defensores de este punto de vista relacionan los ciclos económicos con la que uno se hace de las decisiones que adoptan las empresas. Ésta no es, sin
dinámica de las revoluciones tecnológicas. embargo, más que una apreciación marginal a nuestro argumento.
208 MUNDOS ARTIFICIALES EL CAMBIO TÉCNICO Y LA EVOLUC¡ON 209

Críticas de Brentano a la empresa como unidad de selección


aunque haya transformaciones de mayor alcance que otras. En efecto, las empresas son unidades básicas económicas
Por ejemplo, la tecnología de la energía motriz por carbón y son ellas las que transforman, a través de la producción, el
no fue abolida por la eléctrica, al contrario, la presupone en conocimiento y los artefactos tecnológicos en bienes de con-
un tanto por ciento, como tampoco por los derivados del pe- sumo, pero no son necesariamente las unidades de cambio
tróleo. Pero, en segundo lugar, si pretendemos salvar la ana- tecnológico, al menos no en un sentido trivial, es decir, en el
logía kuhniana, dejamos absolutamente indefinido qué es mismo sentido en que decimos que si no hay instituciones
un paradigma tecnológico: ¿se refiere a un sector producti- tampoco hay tecnología. En primer lugar, los factores que
vo?, ¿a todos los sectoresí. ¿a cierta clase de procesos?, ¿a concurren en la decisión de la empresa impiden que poda-
grandes categorías de procesosi, ¿a una tecnología en el sen- mos discriminar entre los que son internos y los externos al
tido tradicional? (la tecnología del acero, la microelectró- desarrollo de una tecnología. Nunca sabremos, por ejemplo,
nica.ietc.] o, ¿es intertecnológica? La tesis evolucionista no si las consideraciones que toma en cuenta la dirección estra-
permite una clara categorización de las tecnologías porque tégica de la empresa son tecnológicas, económicas o jurídi-
interfiere con los paradigmas, sin embargo, en la tesis kuh- cas, tal vez. Pongamos por caso el que las regalías sean más
niana los paradigmas solamente son posibles en disciplinas y caras que lo que ella está dispuesta a pagar. Hay una selec-
comunidades ya constituidas. Y no es ésta una desviación su- ción sobre las empresas, pero no solamente en función de
1
perficial de la analogía: el soporte de la dinámica kuhniana sus decisiones tecnológicas. Por el contrario, parece más
son los mecanismos internos de autoridad en las comunida- intuitivo pensar que la decisión se efectúa en términos de de-
des, mientras que no parece que podamos extender el mismo cisión económica, en la que los aspectos estrictamente tec-
concepto a la dinámica económica sin una inflación incura- nológicos obran como un aspecto más del cálculo, aun si
ble del término «comunidad». El problema esencial de la admitimos que la decisión no obedezca a las normas de la
analogía reside precisamente en que no hay un mecanismo teoría de la decisión clásica.
psicológico claro que soporte la dinámica propuesta, algo Por otra parte, no está claro cómo habrían de categorizar-
2
que, contrariamente, sí tenía la teoría del equilibrio general. se las empresas en relación con el cambio tecnológico, a
saber, si como aquellas unidades productivas ligadas a un
sector en el que se emplea una clase de tecnología, o como
La cuestión de las unidades de selección unidades de gestión, que pueden involucrar complejos trans-
nacionales y que, de hecho, involucran muy diferentes siste-
La tesis del evolucionismo económico propone que las unida- mas tecnológicos.
des sobre las que opera la selección no son las tecnologías o los Pensemos, en tercer lugar, en fenómenos tan intratables
artefactos, o lo que se quiera, como podría pensarse en una te- 3 dentro de la teoría económica evolucionista como el del pa-
sis evolucionista del cambio tecnológico, sino las empresas. Son rasitismo tecnológico: para muchas empresas la investiga-
ellas y no sus partes las que son seleccionadas en virtud de las ción puede ser la peor estrategia posible y, quizás, mucho
decisiones de producción que han adoptado. No se acaba de más interesante la copia, e incluso tampoco la mera innova-
ver, sin embargo, por qué son estas unidades las elegidas como ción y sí, por el contrario, la inversión en mayor control de
el lugar donde opera la selección sobre la tecnología. calidad, pero de menor tecnología.
210 MUNDOS ARTIFICIALES El. CAMBIO TÉCNICO Y tA EVOLllC¡ÚN 211

En resumen, la teoría evolutiva de la economía en mi transmitida (entre animales de la misma especie) por apren-
opinión carece de fundamentación leórica; y su progresiva dizaje socia!». Desde esta perspectiva la cultura no es un
huida hacia teorías del cambio menos fundamentadas, cuan- patrimonio de la especie humana, por el contrario, hay nu-
do no casi místicas, indica -a mi ver-que este defecto es merosos casos de animales que transmiten información por
más grave de lo que parece y que obedece, más bien, al deseo medio de aprendizaje social no determinado genéticamente.
que todos tenemos de cubrir el agujero de nuestra ignorancia Han sido estudiados numerosos casos de variaciones cultura-
acerca de los factores que concurren en el cambio tecnológi- les locales entre bandas de primates, y algunos ejemplos, co-
co y económico. Mientras que el uso de la analogía evolucio- mo el de las herramientas usadas por los chimpancés del
nista ha sido una de las más importantes innovaciones de Combe, estudiados por la bióloga Iane Coodall, se han di-
la teoría económica de nuestro siglo, la tentación de resu- vulgado extensamente.
citar los férreos mecanismos deterministas de los ciclos, las cri- Toda la cultura es información pragmática. La información
sis, los sistemas de producción, etc., indica más bien que la pragmática, a su vez, se divide en información descriptiva, el sa-
analogía todavía no ha calado suficientemente. ber qué, información práctica, las habilidades, el saber cómo e
información valorativa, las preferencias, metas y actitudes. La
técnica pertenece a la segunda clase de información pragmática.
L\ TEORíA CUrIURALISIA DEL CAMBIO TECNOLÓGICO: La cultura se organiza en fragmentos o rasgos culturales que
LA TECNOLOGÍA COMO CONOCIMIENl'O Dawkins llamó «rnernes», un neologismo que pretende resaltar
la analogía con los genes. A diferencia de la dotación genética
Otra concepción, interesante tanto por su solidez teórica como de un individuo, la dotación cultural no es fija, cambia a lo lar-
por su compromiso con la teoría evolucionista, deriva de la ex- go del tiempo de su vida. Precisamente en el cambio está su
tensión del evolucionismo al hecho de la cultura, animal o hu- función biológica, la de hacer plástico su comportamiento fren-
mana. Los iniciadores de este proyecto fueron los biólogos Karl te a cambios del medio. Los rasgos culturales se pueden apren-
von Prisch, Nikko Tinbergen y Konrad Lorenz, cuyo trabajo se der y asimilar, olvidar y crear. La creatividad, el aprendizaje, la
reconoció con el premio Nobel en 1973, pero especialmente memoria y el olvido son, pues, los motores variacionales del
Lorenz, quien diseñó un programa de epistemología evolucio- cambio y la dinámica cultural. El aprendizaje a través de la en-
nista en el que el conocimiento humano se consideraba uno señanza, por su parte, es el análogo a la replicación genética. La
más de los mecanismos biológicos de autopreservación de la es- transmisión genética se produce solamente mediante la trans-
tructura del propio ser transformando el medio. misión generacional (transmisión vertical), mientras que la do-
El programa evolucionista respecto a la cultura tiene nu- tación cultural de los individuos se transmite también de mane-
merosos seguidores, entre ellos el que suscribe, y muy diver- ra horizontal, entre miembros de una población oblicua, entre
sas orientaciones, pero, en lo que respecta a la tecnología y el miembros de diversas generaciones que no pertenecen a la mis-
cambio técnico, merece la pena examinar la presentación ma línea genética. Esta presentación nos permite una formula-
que Jesús Mosterín hace en su último y reciente libro, Filoso- ción muy cercana a la de la evolución biológica. Las mutaciones
fía de la cultura. La primera idea es que la técnica es parte de y las selecciones pueden ser naturales o por azar o artificiales,
la cultura. La cultura es, según Mosterín, «la información usando medios de decisión racional, o por creatividad inventi-
212 MUNDOS ARTIFICIALES EL CAMBIO TfcNICO y LA EVOLUCIÓN 213

va. Varios autores han postulado que este sistema admitiría una cos sobre el papel del conocimiento práctico en el desarrollo
formulación cuantitativa, similar a la genética de poblaciones, de los diseños tecnológicos en la historia de la aeronáutica.
donde es posible dar un modelo de evolución de rasgos genéti-
cos dada la eficacia biológica que inducen en los organismos.
Cavalli-Sforza y Feldman, Boyd y Richerson proponen un mo- Dudassobre la concepción culturalista
delo estricto de evolución cultural, mientras que Durham y
Lumsden y Wilson proponen un modelo conjunto de evolu- Esta concepción que he denominado culturalista se encuadra
ción genético-cultural. dentro del programa más general de la epistemología evolu-
La dinámica del cambio técnico sería, pues, parte de la cionista [véase Broncano 2J. Tiene varias virtudes que la con-
dinámica general de la cultura. Lo que es transmitido y evo- vierten en un programa muy atractivo. La primera es la
luciona son las técnicas. Las técnicas son información práctica naturalidad con la que se inscribe dentro de la teoría evolu-
[véase Mosterín, p. 121J. Como tal, afirma Mosterín, se dis- cionista, de forma que no se trata simplemente de una analo-
tingue de las acciones concretas a que da lugar la informa- gía, sino de un auténtico proyecto naturalizador de la cultura
ción práctica, así como de los resultados de las acciones, por humana que permite una concepción unitaria del mundo,
ejemplo de los artefactos que son producidos por las accio- no dualista como la que ha mantenido nuestra cultura por
nes. Si nos preguntamos qué es información práctica o habi- tantos siglos. En segundo lugar remite el cambio cultural
lidades, Mosterín nos dice que son listas de instrucciones a sus protagonistas, los agentes individuales, de manera que
codificadas en forma física, en nuestro caso en el cerebro. Es- nos evita formas de determinismo económico que no tienen
tas listas de instrucciones o programas son las que se trans- una justificación nada clara. De llegar a ser realizado, particu-
miten culturalmente a través del aprendizaje verbal o por larmente en lo que se refiere a los modelos cuantitativos de
imitación. La ingeniería sería así una articulación de técnicas cambio cultural, sería una de las mayores conquistas cultura-
o programas prácticos con información descriptiva. Mientras les posibles. Su versión actual, sin embargo, suscita cuestio-
las técnicas son las recetas, la tecnología explica científica- nes de difícil resolución dentro del programa.
mente el éxito de la receta [p. 123]. La dinámica del cambio
tecnológico involucraría, pues, además de la transmisión de
habilidades prácticas, la transmisión de información des- 1. La noción de informacion
criptiva. En resumen, la tecnología es conocimiento que se
transmite culturalmente y que se distingue claramente de sus La primera se refiere a la noción de información de Moste-
realizaciones fenotípicas, los artefactos y procesos que resul- rín. La tesis de que la cultura es información pragmática (des-
tan de las acciones técnicas. criptiva, práctica o valorativa) convierte en un eje central de
La concepción evolucionista de la técnica como conoci- su concepción evolutiva la noción de información, y de he-
miento tiene varios partidarios entre los teóricos de la tecno- cho, más allá de la concepción personal de Mosterín, es esen-
logía, como E. W. Constant II [1 Y2] yW. G. Vincenti [1 y 2], cial para cualquier teoría evolutiva, incluyendo la biología,
quienes han desarrollado varios interesantes estudios históri- puesto que, no sólo metafóricamente, la información es lo
que está contenido en el código genético.
214 MUNDOS ARTIFICIALES EL CAMBIO TÉCNICO Y LA EVOLUCIÓN 215

Mosterín habla de tres formas (¿tal vez nociones?) de in- de la señal enviada por el medio a nuestros sentidos que sus-
formación: la información como forma o estructura, que pue- cita una representación intencional correcta o incorrecta.
de ser cuantificada respecto a un nivel de descripción o Desde este punto de vista, la noción informacional de
código mediante el número mínimo de decisiones que tene- Mosterín sería claramente independiente de su teoría de la
mos que tomar para determinar unívocamente el evento ori- cultura, porque la cultura residiría en las propiedades inten-
ginal, la información semántica, que Mosterín califica como cionales de las representaciones, tal como cuenta la historia
correlación entre señales y eventos y la información pragmáti- oficial; y el hecho de que sean o no información es claramen-
ca, que exige además un receptor que es informado o cam- te accesorio, es como si fueran o no creencias de color verde.
biado de forma por la recepción de la señal. Según Mosterín, A menos que lo que quisiera proponer Mosterín es que las
sólo la información pragmática puede ser correcta o incorrec- creencias o representaciones son también información, o su
ta (verdadera o falsa en el caso de la descripción de algo, efi- ser representacional consiste en ser estados informacionales.
caz o ineficaz en el caso de la prescripción de algo). No se Esto sería lo realmente novedoso y naturalizador, y, de paso,
nos dice, sin embargo, por qué la información pragmática lo que realmente nos permitiría incorporarlo a la perspectiva
adquiere esta extraña propiedad de la corrección o incorrec- evolucionista. Pero la noción de información, con ser necesa-
ción, aunque se nos aclara que la información pragmática ria, es insuficiente para esos propósitos, porque no se nos
«puede informar o desinformar (la creencia inducida puede contesta a la pregunta de por qué y de dónde surgen las pro-
ser falsa, la habilidad adquirida puede ser ineficaz, la prefe- piedades normativas de corrección o incorrección. Aunque pa-
rencia puede no ser adaptativa]» [p. 231, de manera que la co- rezca una pejiguería técnica de filósofo, se trata de una
rrección o incorrección es algo que podría suceder en virtud cuestión central y de fundamento no sólo para la noción de
del hecho de que la señal transforma las creencias o represen- representación o para la semántica sino también, como vere-
taciones en la cabeza del receptor, puesto que según Mosterín mos más adelante, para la propia filosofía de la tecnología,
es esta capacidad la única diferencia que existe entre infor- en la medida en que los artefactos son también objetos inter-
mación semántica y pragmática. Pero, claro, la corrección no pretables, en la medida en que sean objetos de uso instru-
puede nacer de este proceso, puesto que no hay nada en él mental, correcto o incorrecto.
que provoque a primera vista la emergencia de una propie- El caso es que una teoría informacional es necesaria para
dad normativa, como es la de tener una información correcta, a una teoría de la cultura pero, lamentablemente para la ver-
menos que lo que ocurra sea que las creencias o representa- sión de Mosterín, es insuficiente a menos que deflacionemos
ciones ya tienen ellas mismas esa propiedad, la de ser correc- tanto el significado de información (pragmática, en su caso),
tas o incorrectas, es decir, representar o no adecuadamente que la hagamos claramente intencional, en cuyo caso es in-
los estados del mundo. Y el hecho de que una señal del me- necesaria, porque ya teníamos, para ese propósito, la vieja
dio active o desactive una creencia u otra es lo que provoca teoría de Brentano.'?
que la información pragmática que adquiere el receptor sea
correcta o incorrecta. Esto es seguramente lo que Mosterín 19 Hay varias teorías actuales que proponen soluciones al problema
tiene en la cabeza, pero para este viaje no necesitamos tanta que Mosterín no detecta. No es el caso de entretenernos en una cuestión
alforja, porque esto es la historia que siempre nos contaron muy discutida, pero al menos señalaré los posibles caminos. Lo que nece-
216 MUNDOS ARTIFICIALES EL CAMBIO TÉCNICO Y LA EVOI,UCIÚN 217

No es que la teoría de Mosterín sea incorrecta: nadie nie- bién artefactos) es lo que da cuenta causalmente del proceso
ga que la cultura sea información, como nadie niega tampoco evolutivo. En la tesis del evolucionismo culturalista son se-
que su ser natural sea el de un proceso físico, lo importante leccionados ciertos objetos, los memes o rasgos culturales, a
está en la diferencia específica como un tipo especial de pro- causa de sus propiedades informacionales. En lo que respecta
cesos físicos en la naturaleza. Lo que ocurre es que la noción al cambio técnico, lo que contaría, desde el punto de vista de
de Mosterín es insuficiente y sospecho que su insuficiencia, Mosterín, son las recetas o secuencias de órdenes, tal vez con
más allá de discusiones sutiles sobre propiedades semánti- los contextos científicos que las acompañan. Y esta afirma-
cas, nos remite a su opción por una determinada concepción ción no es marginal sino esencial al concepto culturalista de
del proceso evolutivo, la de considerar los rasgos culturales evolución.P
o mernes, aisladamente, como los sujetos y soportes de la La efícacia (biológica en los genes, cultural en los memes)
evolución cultural. Esta concepción, y ésta será mi segunda no es un producto único de la estructura o forma contenida
crítica, contiene la misma dificultad que su concepción de en ellos, sean reglas de conducta o disposiciones, sino un
origen: la idea de que son los genes las unidades de la evolu- producto mucho más complejo de la expresión funcional de
ción biológica, a saber, una incorrecta idea de las explicacio- esos genes o rnernes en los fenotipos (organismos) o conduc-
nes funcionales, explicaciones que son esenciales en todas las tas y artefactos a los que dan lugar. La evolución no opera
ciencias biológicas, incluyendo las ciencias humanas. únicamente sobre los genes, sino sobre los organismos, en
tanto que productos funcionales de los genes. La cuestión
que subyace, dejando a un lado los detalles técnicos del de-
2. Los memes como unidades de seleccíón bate sobre las unidades de la selección [véase Saber 1], es la
de que las propiedades por las que un objeto dado es selec-
La idea básica es que la información contenida tanto en los cionado (un organismo en el caso de la selección) no son
genes como en los memes (o en la versión un poco más am- propiedades intrínsecas y únicas de los rasgos culturales o re-
plia de Lumsden y Wilson, los culturgenes, que incluyen tam- presentaciones (como tampoco lo son de los genes). Saber
nos hace reparar en la distinción que existe entre qué objetos
son seleccionados y cuáles son las propiedades por las que son
sitamos es una relación que vaya más allá de la información para construir seleccíonados" La evolución, sea biológica o cultural, es un
una noción de contenido que permita la existencia de malrepresentacio-
nes, sin acudir a una extraña propiedad no natural como la intencionali-
dad. Una opción posible es además de la correlación nómica de la que 20 Así, Mosterfn recuerda el experimento mental de Popper acerca de
habla Mosterín, establecer una relación de covariación modal abstracta dos escenarios de la humanidad después de una guerra nuclear: en el pri-
de caráctercontingente (ésta es la versión de Poder]. Otras teorías son los mero desaparecen los científicos pero quedan los libros, en el segundo, de-
funcionalismos de Dretske y Millikan, en los que el contenido nace de la saparecen los científicos y los libros. Popper afirma que en el primer caso
existencia de una relación de indicación [véase Dretske] adquirida por se tardará menos en llegar al mismo estadio de partida.
aprendizaje individual, o de una relación funcional transmitida histórica- 21 Saber pone el ejemplo de un juguete formado por un cilindro que
mente (véase Millikan], o un punto de vista determinado conjuntamente contiene varios pisos con agujeros de radio decreciente en cada piso. Tene-
por la perspectiva del observador y los patrones de conducta del sistema mos también un montón de bolas de distintos tamaños y colores. Si echa-
[véase Dennelt 1]. mos las bolas en el cilindro, puede ocurrir que las de cada color se queden
218 MUNDOS ARTIfiCIALES El. CAMlJIO T1~CNICO y LA EVOLUCiÓN 219

proceso complejo en el que podemos afirmar explicativa- 1) F es la disposición a que s realice la conducta A en las
mente que ciertos rasgos se explican porque incrementaron circunstancias e (normales).
la eficacia de los organismos o íterns que los portaban en el 2) El ques con la propiedad P realice F explica que s tenga P.
pasado. Para decidir sobre qué nivel actúan específicamente La explicación funcionalista en biología es que la selec-
las fuerzas evolutivas debemos decidir qué propiedades son ción natural explica que los organismos tengan ciertos rasgos
causalmente eficaces para explicar la evolución. Si es el nivel a causa de la función que cumplen esos rasgos. Ahora bien, la
de contenido informacional, será el nivel de las propiedades noción de función, tal como la hemos definido, involucra
informacionales, como afirma Mosterín, puesto que des- la historia y el medio del organismo. Si la selección opera.
precia las «propiedades fenotípicas» [p. 121] de los productos sobre características funcionales, no puede ser definida so-
causados por los memes o rasgos culturales. Serían únicamen- lamente en función de propiedades de los genes del orga-
te estas propiedades de contenido cultural las que determina- nismo, sino de propiedades relacionales e históricas de sus
. rían la evolución de los objetos (los objetos de evolución estructuras fenotípicas. En la extensión de la concepción evo-
pueden ser los propios rasgos culturales). Pero no son las lucionista de los genes a los memes en tanto que sujetos de
propiedades representacionales los estados mentales de los variación, esta idea se nos aparece mucho más claramente. y
sujetos, sino las propiedades funcionales de los productos de esto es lo que hace interesante la explicación y la analogía
nuestras acciones las responsables de la selección y evolución evolucionista, que precisamente nos permite insertarla en un
en la historia. Por el contrario, el conocimiento humano ha contexto funciona!.
evolucionado a causa de las propiedades funcionales de las En la concepción anterior eran las empresas las que evolu-
conductas y los artefactos a que ha dado lugar, y no a la cionaban a causa de las diferencias que inducían sus conoci-
inversa. Al menos en lo que respecta al cambio técnico. De mientos técnicos en forma de paradigmas. En la concepción
hecho, nuestras capacidades representacionales han sido se- culturalista lo que evolucionan son patrones representacio-
leccionadas por la plasticidad de conducta que inducen, lo nales a causa de sus propiedades representacionales. Ni una
que contribuye a aumentar la eficacia (fitness) de los orgams- ni otra teoría, pienso, puede dar cuenta de los interrogantes
mas que disponen de esta cualidad. que nos planteábamos al comienzo, aunque sí puedan hacer-
Las funciones son extrañas propiedades de carácter dispo- lo de algunos aspectos parciales.
sicionaI perfectamente legítimas como entidades explicativas,
pero de las que hay que tener en cuenta sus características es-
peciales. . . LA EVOI.UCIÓN DE I.OS ARTEFACroS
Decimos que una propiedad P es una propiedad funcio-
nal o que, dado el sistema s, el tener s P cumple la función F Queda una tercera posibilidad: la que insiste en los aspectos
si y sólo si, abiertos del cambio técnico, en la realización, como son los
artefactos o procesos; no en la medida únicamente de sus
propiedades físicas, sino en la medida en que son nodos de
en un piso diferente, pero la acción causal no ha sido por el color sino por retículos de funciones. En la perspectiva que estamos propo-
el tamaño de las bolas. niendo hay un compromiso filosófico con una forma de con-
220 MUNDOS ARTlrICIALES EL CAMBIO TÉCNICO Y I.A EVOLUCIÓN 221

cebir la cultura y las realizaciones humanas: insistimos en las mas funcionales que son asimismo los organismos. Ylas fun-
transformaciones del medio. La acción intencional humana ciones, sea en el terreno biológico o en el cultural, san
consiste en que las representaciones causen movimientos propiedades temporales, contingentes e históricas: cambian
corporales y transformaciones. Pero desde el punto de vista cuando cambian algunos de los polos de referencia de las
externo lo que observamos son transformaciones físicas: mo- funciones. La evolución actúa sobre los artefactos y sobre
vimientos, rituales, libros, cuadros, arados, acciones y obje- las técnicas en cuanto modifica sus propiedades físicas a cau-
tos. El sentido de los objetos se fija sólo parcialmente por las sa de que selecciona sus propiedades funcionales. y además
intenciones del autor o del diseñador. Varias décadas de críti- lo hace en Un sentido estricto que convierte la evolución dar-
ca literaria nOS han enseñado, creo que definitivamente, que winiana en un esquema general más allá de lo biológico.
las obras humanas cobran una autonomía que va mucho más El progreso en la tecnología es básicamente un progreso
allá de las intenciones de los autores. Pero lo que podemos en el control intencional de diseño, en hacer que la materia
decir de los textos se aplica también a los objetos técnicos. se adecue a la representación. Al introducir un sistema fun-
Desde Newcomen a Watt, las máquinas de vapor «intenta- cional, por otra parte, se modifican y crean patrones de acción
ban» ser molinos movidos por vapor en vez de por agua: no que pueden cambiar la función intencionalmente pensada,
reparaban en que estaba apareciendo una categoría nueva de por eso es por lo que un sistema evolucionista interpreta me-
motores [véase Basalla]. La forma del objeto es también ne- jor la historia que una explicación esencialmente intenciona-
cesaria pero no suficiente para determinar el artefacto como lista. La primera lección que un ingeniero debería aprender
tal artefacto: en primer lugar porque objetos de diversas for- es que no se puede diseñar todo: al aparecer una innovación
mas pueden servir para los mismos usos. En segundo lugar hay una función pretendida que rápidamente se transforma
porque la forma física exige además el conocimiento práctico y, lo que es más importante, transforma las funciones de los
para usarlo. En tercer lugar, los usos, el conocimiento prácti- sistemas a los que afecta.
co de los usuarios es necesario pero insuficiente para explicar Algunos creen ingenuamente que al desarrollarse la tec-
los objetos. En primer lugar porque los objetos adquieren nología, al hacerse mucho más interdependientes los siste-
una dimensión simbólica que puede influir mucho más en mas se produce algo así como una especie de emergencia de
los usuarios que su función técnica. En segundo lugar porque la autoorganización que hace que los sistemas tecnológicos
el uso no puede determinar la función a menos que se den generen sus propias condiciones de equilibrio. Pero ésta
características técnicas adecuadas por parte de los objetos. es una concepción metafísica, parecida a la Providencia cris-
Los artefactos, las técnicas, etc., son sistemas funcionales. Son tiana, y que tiene tanta base empírica como su contraria, el
sistemas que tienen ciertas propiedades relacionales comple- catastrofisrno, que profetiza que la tecnología camina de vic-
jas que se transmiten a lo largo del tiempo. Podemos COnce- toria en victoria hasta el desastre final. Lo único claro es que
bir de manera muy estricta los objetos como prolongaciones no podemos predecir el cambio tecnológico simplemente
físicas del cuerpo humano. Tal vez sea sorprendente esta afir- porque no existen regularidades observables, porque es un
mación si pensamos en una refinería petrolera o en una sistema evolutivo que puede ser reconstruido, pero no pre-
bomba termonuclear, pero, ciertamente, los instrumentos son dicho. Se puede calcular la viabilidad o eficacia presunta de
transformaciones físicas del medio que continúan los siste- una determinada innovación, como se hace en genética
222 MUNDOS ARTIFICIALES EL CAMRIO TÉCNICO y LA EVOLUCIÓN 223

de poblaciones, pero no podemos esperar que ese cálculo RESUMEN


nos ayude a ninguna conducta estratégica, simplemente por-
que los cambios en la vecindad funcional de la innovación Comenzamos este capítulo con la constatación de que no
pueden hacer variar radicalmente su eficacia prevista. tenemos una buena respuesta a la pregunta de ¡por qué se
Hemos señalado ya la objeción más importante a nuestra dedican tantos recursos a la innovación tecnológica? Sor-
perspectiva, la objeción propuesta por Elster [11 contra la ex- prendentemente no hay una explicación dentro de las teorías
plicación funcionalista en el terreno de la cultura, la acusa- clásicas de la racionalidad económica, y hay que buscar la ex-
ción de olvidar el papel de la razón en la historia, del hecho plicación en factores de orden psicológico, psicosocíal, polí-
de que la memoria colectiva puede hacernos aprender de tico o histórico. Esta debilidad afecta a la explicación del
nuestros errores y de que podemos conducirnos estratégica- cambio técnico, uno de los problemas centrales de cualquier
mente, más allá de la miopía del cambio evolucionista que teoría de la tecnología.
actúa solamente sobre los problemas inmediatos. Hemos in- En este contexto se examina la respuesta que nos permite
dicado también que una acción intencional local, como es el la concepción evolucionista de los sistemas complejos, sean
diseño, incluso el diseño autoconsciente de la tecnología, no biológicos o de otro tipo. Esta concepción permite explicar
es incompatible con una explicación evolutiva más general, y mediante mecanismos causales muy sencillos, como la selec-
la razón la acabamos de dar hace un momento: no es posible ción o el refuerzo mediante premios o castigos económicos,
el diseño y el control total, la ingenierización del mundo. Ni cómo se puede desarrollar heterogeneidad, orden y diseño a
siquiera es posible eliminar o bajar los márgenes de descon- partir de la homogeneidad.
trol más que relativamente a un sistema concreto. Pero lo Introducimos algunos rudimentos de la concepción evo-
mismo podemos decir de la memoria y la conducta estratégi- lucionista tal como se acepta en la actualidad que son rele-
ca: la aparición de normas y políticas permanentes no entraña vantes para su aplicación a la teoría del cambio técnico. En
una modificación esencial de la evolución sino simplemente este contexto sopesamos algunas críticas habituales a la
la aparición de sesgos sobre las innovaciones y los diseños extensión de la metáfora evolucionista a otros sistemas, en
locales. Cuando una sociedad se propone usar la energía de particular la acusación de que el evolucionismo socava la ex-
origen nuclear no está modificando radicalmente la evolu- plicación intencional de la historia [véase Elster 1].
ción, sino simplemente introduciendo una constricción en- Una vez determinado el marco evolucionista nos exten-
tre otras muchas. demos sobre la concepción evolucionista más conocida, la
La moraleja es que el proceso evolutivo es un sistema com- teoría de Nelson y Winter de la evolución de las empresas a
plejo de fuerzas que están relacionadas, pero que no son con- través de la innovación técnica. Esta teoría cumple casi todos
trolables en términos globales. Necesitamos de la historia, de la los requisitos que hemos establecido anteriormente. Sin em-
memoria colectiva, no porque haya un diseño o sentido único, bargo, observamos un peligro serio de autocomplacencia
no porque esté prefijado un fin al que debamos llegar,sino por- que puede llevar a una nueva teoría del destino histórico.
que debemos ser conscientes de adónde queremos huir; es el Bstudiamos también la aplicación a la evolución técnica
horror del pasado el que nos impulsa hacia el futuro y no la de la idea de memes que surgió en el contexto de la socio-
fuerza atractiva de algún fin no realizado. biología y que ha sido popularizada por Dawkins y Mosterín.
224 MUNDOS ARTIFICIALES

Introducimos igualmente algunas consideraciones sobre el


excesivo optimismo de esta idea: necesita aún una buena ex-
plicación de la acción intencional, como es el caso de la ac-
ción técnica.
La propuesta que hacemos es que una teoria centrada EL CONTROL SOCIAL
en la evolución interna de los diseños de artefactos y técni-
cas, que recoja, por supuesto, las circunstancias ambientales, DE LA TECNOLOGÍA
podría soslayar las críticas que hemos hecho y recoger las
ventajas de las varias concepciones evolucionistas. Y LOS VALORES INTERNOS
DEL INGENIERO
SUGERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

La concepción evolucionista es relativamente reciente y su-


pone una cierta familiaridad con los conceptos biológicos Los DILEMAS DEL CONfROL SOCIAL DE lA TECNOLOGÍA
que la aleja de las viejas formas de darwinismo social que
proliferaron a comienzos de siglo con terribles consecuen- Las decisiones tecnológicas configuran nuestro futuro con
cias. Respecto al cambio técnico un libro magnífico es e! con- una determinación que no tiene ninguna otra medida huma-
junto de trabajos recogidos en la compilación de López y na. Nos hemos instalado en una cultura en la que e! cambio
Valdaliso. Torre y Conde es una buena exposición de los pro- tecnológico impone las reglas de la Reina Roja de Alicia en el
blemas que plantea el cambio tecnológico, así como Bravo. país de las maravillas, correr mucho para quedarse en el mis-
Elster 1 es la mejor exposición de las teorías económicas y fi- mo sitio. El cambio técnico permanente es la forma cotidia-
losóficas de! cambio técnico y de sus problemas respectivos. na de vivir la historicidad, sustituyendo en e! pape! de
Es un libro esencial para este tema. Una buena y actualizada destino a la meteorología y otros avatares naturales o sociales
introducción a los problemas de la biología evolucionista es que configuraban las sociedades preindustriales.! La red de
Sober 3. La concepción evolucionista económica está explica-
da en López y en Mokir, como libros más accesibles, aunque 1 No debe inferirse que esta nueva forma se vive psicológicamente co-
las «biblias» son Nelson y Winter 2 y Dosi y otros. La concep- mo una liberación. Por el contrario, una nueva sensación de riesgo parece
ción «rnemética- o informacional de la evolución se encuen- haber sido una de las consecuencias de la modernidad, según la opinión
tra en Dawkins 1 y Mosterín. de algunos sociólogos. Por ejemplo, A. Giddens señala estos cambios en la
percepción del riesgo: 1) la globalización en intensidad del riesgo (la gue.
ITa nuclear o biológica, por ejemplo l, 2) la globalización del riesgo como
suma de pequeños cambios contingentes, por ejemplo el cambio climático
o en la btodiversídad inducido por los microcambios industriales y de
consumo, 3) el riesgo que genera el entorno creado por la incorporación
del conocimiento al medio natural, 4) el riesgo institucionalizado (los

225
226 MUNIJOS ARTIFICIALES EL CONTROL SOCIAl. DE LA TECNOLOGíA 227

cambios es tan densa y su interacción tan determinante que cios, distribución de tiempos o compensaciones por daños. Por
esta categoría de fatum que ha adquirido el cambio tecno- el contrario, el objetivo de control social se extiende cada vez
lógico es el trasfondo que da sentido a muchos proyectos más al diseño participativo en todas las fases de desarrollo del
morales y políticos contemporáneos. Por suerte, el determi- proyecto. Hay informaciones y desarrollos de posibles escena-
nismo tecnológico no es el único modo de vivir el cambio rios y alternativas que solamente pueden obtenerse o imaginar-
tecnológico. También es cierto que en una parte de la socie- se a través del debate social.
dad ha ido calando la esperanza y la creencia de que el con- Pero el control social de la tecnología presenta dificultades
trol social de las alternativas tecnológicas es posible. Si la particulares que son sensibles a varios de los problemas más
democracia es el proyecto y la posibilidad de la determina- profundos de las democracias contemporáneas, de la propia
ción colectiva y libre del futuro, el control social de las deci- noción de democracia en sociedades complejas. En nuestro ca-
siones tecnológicas es uno de los territorios donde se decide so son dilemas que tienen que ver con la naturaleza del sujeto
esa posibilidad. colectivo implicado en las decisiones tecnológicas. Nos encon-
El control social es la capacidad de tomar decisiones efecti- tramos ante grupos e instituciones que son arrastrados a algu-
. vas sobre el curso del cambio tecnológico sometidas tanto a nas dificultades bien conocidas de la acción colectiva: dilemas
normas de moralidad como de racionalidad. Algunas decisiones de cooperación, asimetrías temporales y asimetrías de informa-
se adoptan porque son óptimas desde el punto de vista racio- ción. En pocas palabras, ¡cómo es posible la democracia en un
nal, otras porque lo son desde el punto de vista moral. En am- territorio en el que las normas del derecho no son suficientes, ni
bos casos aplicamos valores que serán legítimos en la medida a veces necesarias, para permitir el control colectivo del futuro?,
que su origen sea un proceso legítimo de construcción colecti- ¡cómo es posible un control de la tecnología que sea a la vez de- ,
va. La exigencia de legitimidad del proceso de toma de decisio- mocrático. racional y moralmente legítimo? La democracia es
nes se extiende a todas las fases del desarrollo tecnológico. Pues una exigencia normativa acerca de la naturaleza del sujeto que
el control social no se limita, no se debe limitar, a la negocia- adopta la decisión y sobre las características del proceso de to-
ción de conflictos originados por los proyectos tecnológicos que ma de decisiones.
ya se han puesto en marcha, cuando han completado ya su dise- El problema es que las condiciones mínimas de control
ño, se han implantado o se encuentran en la fase última del de- democrático que afectan a todo tipo de decisiones políticas,
bate público. Las posibilidades de reflexión, debate y determi- en el caso de la tecnología, puede que no sean suficientes pa-
nación social en estas últimas fases apenas alcanza a otras ra garantizar su racionalidad, su moralidad y quizás tampoco
deliberaciones que las que se refieren a la localización de espa- la democracia. Para citar rápidamente algunas de estas pecu-
liaridades:
mercados de inversión, por ejemplo), 5) la conciencia del riesgo como ries- 1) Las decisiones tecnológicas son miopes, están genera-
go y no como destino, tal como ocurría en culturas regidas por visiones reli- das por una racionalidad limitada que no alcanza a so-
giosas, 6) la conciencia ampliamente social del riesgo: los riesgos son
conocidos y compartidos por amplios sectores sociales y no solamente por
pesar todas las iniciativas, sino tan sólo aquellas que se
los expertos, 7) la conciencia de la imposibilidad de control total de las limitan a objetivos próximos. Las trayectorias tecnoló-
consecuencias de las acciones y por consiguiente de la incompleción radical gicas, que nacen de la secuencia de decisiones, no for-
de cualquier programa de tecnologización socíal Ivéase Ciddens, p. 120). man las líneas de un plan perfecto sino más bien las
228 MUNDOS ARTIFICIALES EL CONTROL SOCIAL DE LA TECNOLOGIA 229

curvas casuales de un sendero montañoso que dibuja del mundo diferentes. Yademás no cabe la posibilidad
el perfil de un territorio accidentado. de una eliminación o reducción del punto de vista de
2) Las consecuencias de una decisión tecnológica están ninguna de las partes a la otra.
llenas de externalidades: quien paga el costo no es siem- Las tres exigencias de democracia, moralidad y racionali-
pre quien recibe el beneficio. y esta propiedad se apli- dad se constriñen mutuamente, para desmayo de fanáticos y
ca tanto al espacio como al tiempo: las decisiones fundamentalistas. Si falta una de las tres dimensiones el pro-
tecnológicas son adoptadas por actores del presente, ceso carece de una base suficiente de legitimidad. Pero las
pero serán generaciones futuras quienes sufran o go- condiciones anteriores enfrentan a los agentes a dilemas se-
cen muchas de las consecuencias de esta decisión. rios: las asimetrías informativas presentan problemas para la
Otro caso: no siempre los innovadores son los que ob- democracia, la diversidad irresoluble presenta problemas pa-
tienen el beneficio, o, como ha sido ya indicado en nu- ra la legitimación moral, y las externalidades y la no-divisibi-
merosas ocasiones, el medio ambiente puede sufrir lidad del bien público respecto al costo invertido presenta
daños que no se dividen en partes proporcionales a las problemas para la racionalidad colectiva de la decísíón.!
responsabilidades. Si bien es cierto que son muchos más los campos de deci-
3) Las asimetrías informativas pueden hacer que las decisio- sión en los que están involucrados estas tensiones, además del
nes sean democráticas en la forma pero no en la reali- control social de los proyectos tecnológicos (el Estado de bie-
dad, si ocurre que solamente una parte del colectivo nestar presenta problemas parecidos), es la importancia para el
está en situación de adoptar un punto de vista racional. futuro que tiene la tecnologia lo que convierte esta tensión en
Es posible que todos deseemos un control popular de un problema esencial de nuestras sociedades. Pero no hay un
la tecnología pero, ¿estamos dispuestos a calcular y punto privilegiado de equilibrio en la tensión entre los tres po-
asumir los costos que este sistema de control exige en los que pueda calcularse matemáticamente: al final, es el con-
información y educación a nuestras democracias? senso social el que determina la mezcla adecuada de valores. Y
4) Las decisiones tecnológicas toman la forma de una de- la necesidad de consenso nos lleva de nuevo al problema de la
cisión colectiva en la que el costo de la decisión para constitución plural del sujeto de las decisiones.
cada uno de los agentes implicados no se ve compen- El punto de vista que vamos a desarrollar se resume en la
sada con el beneficio que obtienen. idea de que el sujeto plural solamente es legítimo si cada par-
5) Las decisiones se toman en un marco irreversiblemen- te respeta los valores internos, constitutivos, de las otras par-
te plural. Los valores defendidos por los diversos gru-
pos y agentes involucrados en el proceso de decisión que plantea Rawls es el mismo que estamos considerando: las perspectivas
pueden ser radicalmente distintos, motivados quizá son diferentes y lo van a ser durante mucho tiempo. Cómo es posible un
por perspectivas, «teorías comprensivas»? o visiones contrato social que sea democrático y estable. La dificultad, insiste Rawls.
derivade la estabilidad: si las partesno están convencidas de que el acuer-
do es legítimo, el pacto nunca seráestable, sino tan sólo una fase transito-
2 El término es de Rawls; se refiere a las grandesvisiones del mundo, la riaparaderrocar al enemigo.
de las religiones, por ejemplo, que contienen sistemas morales completos 3 El capítulo siguiente se extiende acerca de esta tensión entre los tres
junto con concepciones de la sociedad, del hombre, etc. El problema polos de decisión.
230 MUNDOS ARTIFICIALES EL CONTROL SOCIAL DE LA TECNOLUGíA 231

tes, y si el acuerdo surge de un proceso público de formación que atenerse; el usuario, las organizaciones de usuarios, pro-
de un consenso estable. El respeto a los valores internos es pondrán restricciones, cambios y limitaciones con un punto
esencial. Las democracias contemporáneas son irreversible- de vista igualmente legítimo y distinto. Y el consenso resulta-
mente plurales, y también irreversiblemente corporativas, y rá al final en un proceso de mutuas constricciones y, en el
las llamadas al interés general son estériles si no reconocen mejor de los casos, de enriquecimientos mutuos.
previamente este carácter definitivo de la pluralidad de pers- En este capítulo consideramos un modelo aún más sim-
pectivas. La contrapartida del reconocimiento de la plurali- ple: nos fijaremos únicamente en el punto de vista del inge-
dad es que se exige de las partes una exposición clara de los niero. Es una de las partes implicadas que, a diferencia de las
valores de la propia tradición o del propio punto de vista al otras, está conformada por tradiciones y valores internos al
tiempo que un compromiso inicial de no deslegitimación de cambio tecnológico. No es tan habitual como parece el con-
los intereses de la(s) otra(s) parte(s). Los solapamientos, las siderar la perspectiva del ingeniero: los economistas tienden
discusiones y los procesos de formación pública de consenso a tomar como un dato la innovación y a aplicar simplemente
se desenvuelven entonces siguiendo una dinámica de múlti- criterios de rentabilidad; las perspectivas de los nuevos movi-
ples equilibrios de valores en tensión, que son examinados, mientos sociales no distinguen tampoco entre los intereses
sopesados y, finalmente, aceptados por el sujeto colectivo. del ingeniero y los del economista: el que los laboratorios de
Para simplificar el modelo de consenso, supondremos innovación estén pagados por la empresa parece implicar
tres sujetos o tres puntos de vista diferentes: el punto de vista que solamente son intereses económicos los que cuentan.
del ingeniero, el punto de vista del empresario, el punto de También es cierto que sí es habitual lo contrario, deslegitimar
vista del usuario. Puesto que toda decisión está sometida a los intereses de los usuarios, de los movimientos ecologistas,
externalidades, estos tres puntos de vista no agotan la discu- feministas, movimientos de solidaridad, etc., por ser movi-
sión: están los otros, que no son ni serán usuarios, pero qui- mientos «interesados» políticamente. Pero estos modos de
zás paguen los costos de la decisión, están las generaciones deslegitimación del otro son precisamente los que impiden
futuras (una parte de los otros que no puede estar representa- un acuerdo estable y legítimo.
da en la discusión), están los compromisos con el pasado,
los costos invertidos, etc. Pero la formación de consensos
no es diferente en esencia. En el proceso de debate sobre la LAS BASES NORMATIVAS DEL SUIIITO TECNOLÓGICO:
tecnología, idealmente, cada parte representa la defensa de El. PUNID DE VISTA DEI. INGENIERO
unos puntos de vista que son los de su perspectiva y situa-
ción particular. Los valores y objetivos de cada parte entran El imperativo moral del ingeniero
en la controversia junto a la discusión sobre los medios y las
alternativas concretas. La controversia será limpia y legítima A estas alturas el siglo toda reflexión sobre las relaciones entre
sólo si se respetan, aunque no se compartan, los puntos de tecnología y valores tiene que dar por supuesto que las decisio-
vista e intereses de la otra parte y no se niegan sus pretensio- nes tecnológicas, como los juicios y decisiones científicas, están
nes de legitimidad. El gerente propondrá criterios de presu- «cargadas de valores»: es una constatación que pertenece al tras-
puesto, de restricción de posibles diseños: tiene valores a los fondo común de nuestra cultura, en la que se ha reflexionado
232 MUNDOS AltTIFlCIALES El CONTROL SOCIAL DE LA TECNOI.OCIA 233

largamente sobre la naturaleza de la axiología en actividades etc. Pues bien, también la tecnología tiene una estructura de
humanas con reglas internas que las constituyen y preservan su valores propia, que se asienta sobre fines autónomos no redu-
autonomía y especificidad. ¿Quién va a negar ahora que los jui- cibles a intereses ajenos, aunque puedan entrar ocasional-
cios científicos estén no solamente cargados de compromisos mente en conflicto con otros fines, y que los casos difíciles
axíologícos, así como de compromisos éticos? Es difícil encon- nos obligan a considerar el grado de compromiso que tene-
trar a alguien que crea todavía que existe una inseparable barre- mos con esos valores. Se trata de valores que legitiman una
ra entre la actividad intelectual pura y la actividad comprome- actividad y una institución por sí misma, porque nacen de la
tida y dirigida por valores. naturaleza de esa actividad de tal modo que lo que uno pue-
Ahora bien, una cosa es que haya valores y otra muy dis- de cuestionar es la propia actividad en sí, pero no los valores
tinta es que todos los valores se mezclen en la misma ca- que la instituyen y constituyen.
tegoría, que no haya una diferencia entre valores internos y El imperativo de la tecnología es, para decirlo pronto y
externos. Que unos y otros valores intervengan en distinto rápido, el de crear oportunidades. Es este imperativo el que de-
grado en todas las decisiones no implica que no haya que termina una estructura de valores que no se limitan a la con-
exigir un orden de valores. Esta distinción es algo que olvi- sideración y elección de los medios, sino que están dirigidos
dan quienes insisten en la presencia de todos los valores e in- más bien a preservar nuestra reserva disponible de medios y crear
tereses en todas las decisiones. La exigencia de orden es sin un espacio en el quesea posible identificar y proyectar nuevos obje-
embargo una exigencia normativa sin la que no se puede se- tivos. Es una estructura de valores que está dirigida, en primer
guir hablando. Supongamos que un sociólogo constructivis- lugar, a la ampliación de nuestras capacidades y posibilida-
ta, habitualmente lúcido respecto a la presencia de todo tipo des y, en segundo lugar, al alejamiento de los peligros o al
de valores, se ve involucrado por casualidad en un conflicto cierre de las trayectorias peligrosas. La tecnología supone un
jurídico en el que él mismo es parte interesada: ¿debería de conjunto de instituciones en las que se ha desarrollado la tra-
decaer en su derecho a exigir justicia porque esté consciente
de que intervienen todo tipo de intereses en la decisión del elimina el pluralismo. Una razón, entre otras muchas que cabría aducir, es
juez? No, está en su legítimo derecho a exigir al juez que la competencia entre valores internos. En el caso de la tecnología, como
ordene sus propias motivaciones y coloque la justicia en el ejemplo, ya establecimos en el tercer capítulo el carácter tenso de la in-
primer lugar. Y si criticamos al sistema jurídico es porque te- novación y el riesgo. Los diversos proyectos y programas son propuestas
acerca de los puntos de equilibrio entre estos valores constitutivos. lo im-
nemos una intuición de este orden de valores. Todas las par- portante es que negar la existencia de estos valores equivale, simplemente,
celas de la cultura y la sociedad, en la medida que desarrollan a negar la existencia de esa institución. Ser consciente de este hecho es
una cierta autonomía, desarrollan también un sistema de va- esencial: tal vez el futbol sea también espectáculo, ocasión para lavardine-
lores que son constitutivos respecto a esa región: la ciencia ro negro, espacio para todp tipo de mitomanías, etc, pero si no ordena-
respecto a los valores epistémicos, el sistema educativo res- rnos los valores, simplemente nos resignamos a la desaparición del futbol,
del mismo modo que los estadounidenses se han resignado a la desapari-
pecto a la formación, la prensa respecto a la información,"
ción de la lucha libre y la han sustituido por un circo aceptado socialmen-
te. Que la ciencia, la educación, la prensa libre, la tecnología sigan este
4 El que las instituciones estén constituidas, entre otras cosas, por va- camino es una alternativa histórica que no podemos excluir. Al contrario,
lores internos, no significa que haya un orden natural de estos valores, ni lo sorprendente es cómo logran mantenerse.
234 MUNDOS ARTIFICIALES EL CONTJWL SOCIAL DE LA TECNOLOcíA 235

dición normativa de la ampliación del espacio de oportuni- conceptual. Pero la representación conceptual no es previa a
dades como fin constitutivo. la existencia de los medios, sino que en cierta forma se sola-
pa con ella: a menos que reconozcamos que algo es un me-
dio para algo, un objeto que puede ser utilizado, usado, para
Elcontenido moral de las posibilidades pragmáticas conseguir un deseo, es difícil que el propio deseo se active
como tal. En muchos casos ni siquiera puede existir represen-
En el capítulo segundo hemos propuesto la idea de que el tación del deseo sin el conocimiento práctico de los usos del
campo ontológico de la técnica está constituido por lo instrumento o medio. En resumen, la naturaleza de las técni-
que hemos denominado posibilidades pragmáticas. Mientras que cas no es meramente la de ser esclavas de los fines, sino la de
nuestro sistema conceptual define las posibilidades lógicas crear un espacio de oportunidades que interactúa con nues-
(es decir, lo lógicamente posible, imposible y necesario rela- tras motivaciones, deseos, miedos y valores, así como con
tivo a un conjunto de proposiciones) y las leyes físicas deter- nuestros conocimientos y conjeturas del futuro para hacer
minan el campo de lo físicamente posible y lo físicamente posible la emergencia de objetivos y fines representados sub-
imposible, las técnicas determinan los estados que son realiza- jetivamente en la cabeza de los agentes.
bles, dados nuestros recursos y capacidades. Es una restricción Quiero reiterar que el espacio de oportunidades es objeti-
de las posibilidades físicas: no podemos alcanzar objetivos vo y trasciende la representación subjetiva del sujeto. Esta tras-
que sean físicamente imposibles, aunque, por supuesto, po- cendencia es la que hace que las técnicas sean parcialmente
damos imaginarlos y representarlos en la medida en que autónomas respecto de los fines para los que fueron diseña-
caen dentro de lo conceptualmente posible. das, descubiertas O aprendidas.
Las posibilidades pragmáticas que están abiertas por la Ahora podemos aclarar en qué sentido consideramos
existencia de una técnica son posibilidades objetivas, en el fuertemente normativa la perspectiva del ingeniero: es cons-
sentido de que están más allá de la representación actual que titutiva de su tradición cultural, en el mismo sentido en que
de ellas se hace el sujeto. Al desarrollar una técnica creamos los valores internos de búsqueda de la verdad y evitación del
en cierto modo un conjunto de mundos posibles o de futu- error son constitutivos de la ciencia.
ros realizables que no hubieran sido alcanzables de no existir
la técnica, de manera que constituimos un conjunto de opor-
tunidades de acción, algunas deseables y otras no, algunas le- LA EMERGENCIA DE UNA TRA01C!ÓN INTERNA

gítimas y otras no.


Es en este sentido en el que podemos sospechar que la re- Las comunidades tecnológicas
presentación de los fines guarda una profunda relación con
las oportunidades que nos ofrecen los medios de los que dis- Los sistemas tecnológicos" son complejos en los que interac-
ponemos. La relación no es sencilla, puesto que los fines es- túan personas con artefactos guiadas por planes que involucran
tán relacionados con nuestra imaginación, con la capacidad
de representarnos futuros posibles, que lo son, por la propia 5 La noción de sistema permite incluir objetos de naturaleza compleja
naturaleza de la representación, relativos a nuestro dominio e interconectada, incluyendo aquellos componentes que pertenecen a ni-
236 MUNDOS ARTIFICIAU,S I'L CONTROL SOCIAl. DE I.A TECNOI.OGfA 237

un cierto número de técnicas. Lo importante de los sistemas pertenecientes a ella generan una historia interna para dife-
tecnológicos es que están dirigidos a la transformación de la renciarse de otras tradiciones: de la filosofía escolástica, por
naturaleza a gran escala, mediante el reclutamiento y la orga- ejemplo, y de todas aquellas formas de conocimiento que
nización de la cooperación de los agentes, siguiendo pautas ahora se rechazan como diferentes. Como ha estudiado Mer-
fundamentadas en el conocimiento compartido, sea éste cien- ton, en un plazo crítico de cincuenta años se conforma en
tífico o técnico, y mediante un proceso de institucionalización Europa una nueva tradición que hoy identificamos con la
u organización social que no había sido realizado en anteriores ciencia: la figura del sabio científico se convierte en este plazo
culturas técnicas. La emergencia de este modo de organizar las en un modelo de éxito social, algo inusitado hasta enton-
técnicas hubiera sido imposible sin grandes cambios en la so- ces en las sociedades estamentales. En el caso de la tecnología
ciedad. Tomemos como ejemplo la revolución industrial del si- el proceso tiene sus peculiaridades, pero no es diferente en
glo XIX centrada alrededor de la tecnología del vapor: es ésta una esencia: el inventor tradicional, a veces anónimo y otras veces
tecnología que involucra y reorganiza la siderurgia, la minería como un reconocido artesano o artista va convirtiéndose en
del hierro y del carbón, el diseño de máquinas de vapor, tecno- una nueva «profesión», en una institución que en cierto mo-
logía, que, a su vez, hubiera sido imposible sin una potente in- do exige profesar allego y el sometimiento a normas existen-
dustria de máquinas, herramientas, etc. Ya hemos señalado en tes en la profesión. Es la profesión de «ingeniero», que surge
el segundo capítulo lo curioso que resulta el que las técnicas de en los siglos XVI y XVII al compás de la ciencia moderna. Héle-
uso del vapor como fuente de energía y movimiento hubieran ne Vérin narra cómo la profesión de ingeniero nace de nece-
estado disponibles por casi dos mil años, desde las máquinas de sidades sociales de los nuevos Estados, que exigen ya una
Herón de Alejandría. El imperio romano no llegó a desarrollar estandarización de prácticas, así como una fundamentación
esta tecnología, que apenas si sobrevivió más que como curio- matemática que las tradiciones verbales de los artesanos no
sidad ornamental. Esun caso en el que las oportunidades abier- son capaces de satisfacer. El conocimiento privado transmiti-
tas por una técnica no son realizables bajo una determinada do directamente de maestro a alumno debe ahora hacerse
formación social. La constitución de sistemas tecnológicos es público, para cumplir, por ejemplo, los márgenes de calidad
una parte del proceso de «estructuración» de una sociedad, que que exige la sociedad. Las ordenanzas reales obligan a los
involucra formas de institucionalización, establecimiento de constructores de buques a dibujar previamente, y mostrar sus
una amplia división del trabajo y la creación de formas de ex- diseños a la autoridad, así como a efectuar después viajes en
pectativas racionales acerca del futuro previsible que subyacen dichos buques, para mejorarlos en sucesivos diseños." A lo
al periodo de existencia de un sistema tecnológico. largo del siglo XVIII va surgiendo la profesión en un lugar in-
En el caso de la ciencia, desde el siglo XVII se conforma la termedio entre el Estado y la empresa privada, por un lado
tradición, basada en las relaciones de escuela o relaciones sometido a las fuerzas de la necesidad de estandarización, de
maestro-continuadores, relaciones que muy rápidamente lle- control público, por otro, sometido a las presiones del bene-
van a la conciencia de la tradición, en la medida en que los ficio económico. El resultado, en lo que a nosotros concier-
ne, es la génesis de una tradición.
veles muy distintos de organización, como son los artefactos y las perso-
nas. Sobre este punto, véase A. Pacey, «Technology: Practice and Culture». (,Véase vérin, pp. 341 Y ss.
238 MUNDOS AnTIFICJAI.ES EL CONTROL SOCIAl. DE LA TECNOLOGfA 239

Repárese en que esta doble presión solamente es posible pios, de un código deontológico que crea sus propias figuras
mediante una reorganización total de las prácticas sociales: ejemplares? y sus mitos de grandes héroes inventores que
por ejemplo, el simple caso de organizar las armas de fuego cambian la sociedad. La figura prometeica del ingeniero atra-
en categorías determinadas por los calibres, una tarea que se jo desde los primeros momentos a los literatos, atrajo a
proponen en Francia los reyes de Luis XII a Luis XV!/ implica Hollywood, como no podía ser de otra forma, y se convirtió
algo más que una mera orden, significa un auténtico ejercicio en parte de la conciencia pública, sustituyendo en buena me-
de ingeniería social, que entraña desde la movilización de ar- dida a la figura del sabio o el científico.
tesanos e ingenieros hasta sistemas de acuerdo entre las fábri- Algunos autores han defendido la existencia de comuni-
cas y los talleres. dades tecnológicas.'? siguiendo una tradición nacida en la
¿Por qué habría de generar este proceso un hilo conduc- filosofía de la ciencia. Tales comunidades serían, análoga-
tor interno de génesis de una tradición con normas propias? mente a las comunidades disciplinarias de la ciencia, el sus-
De hecho no hay ninguna necesidad histórica. Es más bien el trato institucional en el que se habrían desarrollado los
resultado de otras presiones sociales que conducen al mante- valores internos, del mismo modo que lo han hecho en las
nimiento de la tradición. Quizás la competencia internacio- comunidades científicas." Hay ciertas diferencias entre la tec-
nal, quizás otras razones, lo cierto es que a lo largo del siglo nología y la ciencia que no debemos ocultar, sin embargo,
XIX se observa un proceso claro de institucionalízación de la para evitar que la analogía nos desborde. La ciencia es un sis-
tecnología y los sistemas tecnológicos. Aparece la conciencia tema público de comunicación de resultados sometidos al
profesional del ingeniero, a veces en medio de profundas cri- control público de los pares. Los científicos están motivados
sis:" emerge como una conciencia portadora de valores pro- en una buena medida por la búsqueda del reconocimiento
de sus iguales, a los que respetan y cuya opinión es una guía
para su trabajo tan potente o más que la respuesta de la natu-
7Véase Vérin, p. 397.
RGispen narra cómo los ingenieros alemanes, anteriormente a la pri-
mera Guerra Mundial, adquieren una conciencia extraña de no pertenecer 'J Oig Y Billington narran de manera ejemplar el caso de Amman, el

ni a la clase dominante que dirige la empresa ni a la clase trabajadora. En constructor del puente de Washington en el Harlem de Nueva York. Es un
Alemania, la emergencia de la conciencia profesional del ingeniero se caso entre otros muchos de difícil navegación entre constricciones políticas
constituye, según el autor, como una conciencia social que explica, entre y futuros técnicos posibles, pero el caso es especialmente aleccionador
otras cosas, el apoyo posterior al nazismo. Pursell explica cómo esta con- acerca de la red de valores y constricciones que constituyen la tecnología
ciencia desgarrada se produce en el seno de una tensión bien diferente, en- moderna.
tre la conciencia de género de las mujeres ingenieras en la Inglaterra de las 10 Especialmente Vicenti 2, pero en la misma línea está el ya clásico
entreguerras y su conciencia profesional. En cuanto a la génesis de esta Layton y Constant 11 1. La filosofía de la tecnología alemana, de la que es
conciencia interna, no debemos olvidar que se produce tal vez como heredero el pensamiento original del Ortega de la «Meditación de la técni-
inducción desde campos distantes aunque relacionados. Hacker explica ca», forma el marco conceptual que conforma también esta tradición, pero
cómo la ideología profesional del ingeniero está relacionada con la con- como causa más próxima se encuentra sin duda la explicación kuhniana
ciencia profesional de los militares, de los que es ciertamente heredero en del desarrollo de la ciencia.
buena medida. El aparato militar se configura como una institución profe- J1 Broncano 5 es una propuesta acerca de cómo se desarrollan en la
sional en el Estado industrial, encomendado ahora a los «ingenieros de la ciencia los códigos deontológicos internos que categorizamos bajo el apar-
guerra». tado de método científico.
240 MUNDOS ARTlrICIALl'.S EL CONTROL SOCIAL DE LA TECNOLOGfA 241

raleza.'? En la tecnología, pese a la creciente interdependen- estabiliza como un medio válido de soporte de! cambio so-
cia con la ciencia, son los valores prácticos de los resultados, cial y económico.
de uso o de valor, los que guían la actividad innovadora. Los
criterios internos de los pares no tienen la fuerza que tienen,
pongamos por caso, las recompensas sociales o económicas La tradición ingenieril: una solución a un problema,
que produce una patente.!' por otra parte, frente al sistema ¿por qué se innova?
de comunicación pública de los resultados, e! secreto de las
innovaciones y diseños es a veces más la regla que la excep- La idea que proponemos es que el imperativo cuasi moral
ción. Pese a todo, la tecnología moderna ha desarrollado un que construye la tecnología como un dominio parcialmente
sistema de valores propios y una tradición que tiene todas las autónomo de la cultura no es ajeno, sino un producto con-
características de una tradición cultural. No es necesario que sustancial de la naturaleza compleja de los grandes sistemas
esta tradición reciba un soporte institucional autónomo, en tecnológicos. Los sistemas tecnológicos exigen la coopera-
e! sentido en e! que las disciplinas científicas y otras institu- ción de actividades heterogéneas en su naturaleza y en sus
ciones similares constituyen los vehículos que reproducen la valores. Consisten en inmensos complejos de solución de
conducta «metodológicamente correcta» de! investigador problemas que involucran una extensa y profunda división
científico. En la tecnología, en último pero no menos impor- social del trabajo, desde los aspectos gerenciales y económi-
tante lugar, e! usuario de la tecnología o de su producto tiene cos, pasando por los políticos hasta los científicos y «pura-
un pape! que no tiene en la ciencia: es e! que conforma la ca- mente» tecnológicos. La tecnología en general. e! inventor y
pacidad de uso y por consiguiente quien garantiza la supervi- el ingeniero en particular, existen y se han reproducido por-
vencia de! sistema tecnológico. que han ejercido una función en el cambio social y porque
En el caso de la tecnología, la tradición resulta construida las sociedades han preservado esta tradición, permitiendo la
por la continuidad de lo que hemos denominado sistemas transmisión de los valores que la constituyen.
tecnológicos. La propuesta nos remite a las formas en las que Si bien es cierto que hay técnicos porque es necesario un
se desarrolla la tecnología en e! mundo occidental a partir de saber práctico especializado para el mantenimiento de la
la Edad Media: el reclutamiento complejo de fuerzas econó- producción en un sistema basado en la división social del
micas, culturales, sociales y de recursos intelectuales para for- trabajo, la existencia de técnicos no explica por sí misma la
mar complejos de tecnologías se produce en Occidente y se dinámica de la tecnología en la tradición económica occi-
dental. Hay otras sociedades en las que también hubo técni-
l2 Sobre el carácter especial de los resultados científicos, Maltrás ha cos, como ocurrió en la cultura china, sin que se constituyese
aportado ideas interesantísimassobre el especial carácter de los resultados una tradición de tecnología. Esta dinámica debemos expli-
públicos en la ciencia. carla por la existencia de un cierto conjunto de perspectivas y
13 Jesús Vega me ha señalado en variasconversaciones la obsesión de
James watt. uno de los casos paradigmáticos de esta nueva figura, por pro-
valores que son preservados en la tradición tecnológica. Yes-
teger y ocultar sus descubrimientos bajo patentes. Un caso similar fue el de ta tradición nos permite resolver un problema que observa-
Brunelleschi, quien construía sus máquinas en lugares diferentes parapro- mos en el anterior capítulo, ¿por qué innovar?
teger su autoría [véase Scaglia].
242 MUNDOS ARTIFICIALES EL CONTllOL SOCIAL DE LA TECNOLOr-fA 243

Los economistas se han encontrado siempre en una si- Hay innovación porque la existencia de una tradición y el
tuación paradójica cuando se han enfrentado al cambio tec- conjunto de instituciones que conlleva significan una fuente
nológico. Todos han reconocido su importancia, desde el de novedades e innovaciones permanentes, significa, dicho
Adam Smith que introduce la innovación técnica en el cora- claramente, la preservación del valor de buscar la novedad
zón de su explicación del cambio técnico!" hasta Marx, quien técnica sin descanso. Y es esta existencia la que modifica la
afirma que «la burguesía no puede existir sin renovar conti- trayectoria de las demás instituciones. Las empresas tienen
nuamente los medios de producción». Sin embargo, a la que tomar en cuenta quieran o no la innovación debido a que
hora de explicar el cambio técnico, éste queda como una va- si una de ellas no lo hace, seguramente otra lo hará. Y así se
riable externa al equilibrio económico: da igual que haya ha creado una interdependencia: esta misma dinámica con-
cambio técnico o aumento de la explotación por disminu- tribuye a sostener las instituciones que son la causa de la ca-
ción del valor de la fuerza de trabajo. La función de producción rrera por la innovación.
que regula el equilibrio y por consiguiente la conducta de los
agentes toma el mismo valor. Pero la intuición que tenemos
los que no somos economistas es que el cambio tecnológico La genealogía de la creatividad
introduce una asimetría causal y temporal en la organización
de los sistemas sociales y económicos que no es capturada El obstáculo que se le plantea a alguien que postule que el
por la teoría clásica del equilibrio. Es precisamente en esta beneficio económico es el motor de toda la innovación tec-
asimetría en donde encontramos la fuente del valor de la tec- nológica es que no siempre la innovación tecnológica tiene
nología. beneficio. No siempre los grandes innovadores tuvieron un
premio económico, y es posible que lo contrario sea más ha-
bitual de lo que parece. Se puede aducir el caso de Edison,
14 La tesis de Aclaro Smith es que la innovación tecnológica es un pro-
quien fue un empresario-inventor, como también lo fue en
ducto y un motor a la vez de la división social del trabajo: «es mucho más
probable que los hombres descubran. métodos idóneos y expeditos para parte James Watt, pero no constituyen la regla; ocurre, ade-
alcanzar cualquier objetivo cuando toda la atención de sus mentes está di- más, que su creatividad innovadora excede muchísimo a su
rigida hacia ese único objetivo que cuando se disipa entre una gran varie- creatividad empresarial. Y, por cierto, también se arruinaron
dad de cosas. Y resulta que como consecuencia de la división social del en alguna ocasión. Incluso para empresas enteras, la decisión
trabajo, la totalidad de la atención de cada hombre se dirige naturalmente de innovar no siempre es rentable económicamente. Sí, qui-
hacia un solo y simple objetivo. Es lógico esperar que los que están ocu-
pados en cada rama específica del trabajo descubran pronto métodos más
zás, la de incorporar nuevas tecnologías una vez que han pro-
fáciles y prácticos para desarrollar su tarea concreta, siempre que la natura- bado su validez. Pero tomemos por ejemplo una empresa
leza de las mismas admita una mejora de este tipo» [A Smith, pp. 40-411, informática pequeña: siempre es mucho más productivo co-
aunque al tiempo reconoce que no siempre la invención es producto de las piar la tecnología de otros y abaratar costos insistiendo en los
mejoras incrementales de los usuarios: «otros (descubrimientos) han deri- costos de trabajo o de gestión. En términos de decisión racio-
vado de aquellos que son llamados filósofos o personas dedicadas a la es-
peculación, y cuyo oficio es no hacer nada pero observarlo todo; por eso
nal hay una fuerte prima para aquel que incorpore primero
mismo, son a menudo capaces de combinar las capacidades de objetos una innovación que tenga éxito, pero no la hay tan clara para
muy lejanos y diferentes» [p. 41]. aquel ingeniero o aquella empresa que decida perder el tiem-
244 MUNDOS ARTIFICIALES
EL CONTROl. SOCIAL DE LA '\'ECNOLOcfA 245

po y numerosas inversiones en la innovación. De hecho se recompensa social por su creatividad. La especie humana, co-
trata de decisiones estratégicas que solamente llevan a cabo mo todas las que conocemos del mismo tronco evolutivo,
empresas que crean un medio empresarial en el que tienen son especies esencialmente sociales: la gran mayoría de los
sentido planificaciones estratégicas, o investigadores indivi- problemas que debe resolver un individuo a lo largo del día,
duales que entran en una dinámica muy similar a las de los incluyendo los de supervivencia, son problemas sociales: de
científicos, para quienes la recompensa no es estrictamente una solución adecuada puede depender la supervivencia o la
económica, sino epistémica. reproducción más, quizá, que de los avatares de la lucha con
Como el propio Adam Smith reconoce, la creatividad hu- el medio. En este contexto social es en el que se producen las
mana está antes, es el impulso que crea la división social del transformaciones culturales que llamamos técnicas: el bene-
trabajo, por un sesgo que explicó muy bien Ricardo, por la ficio es para toda la comunidad, a pesar de que pueda no ha-
ventaja comparativa que produce la diferenciación. En eso no berlo sido para el descubridor. El caso es, no obstante, que la
parece distinguirse la evolución cultural y social de la evolu- creatividad es una de las características de toda la especie,
ción biológica de las especies. Pero también en biología los aunque puedan existir diferencias de grado y capacidad entre
comportamientos altruistas no son fáciles de explicar, no son los individuos. Parece que nos encontramos ante un caso
adaptativos. Para algunos filósofos son el producto del ocul- similar (si no es acaso del mismo tipo) que el del genuino
to egoísmo de los genes." para otros, un producto de la elec- altruismo moral: el de una conducta que beneficia a otros
ción de los individuos que mostraban esa conducta por parte sin necesidad de una expectativa racional de beneficio o re-
de quienes habían de reproducirse con ellos.l'' En este se- ciprocidad.
gundo caso tenemos que algunos comportamientos no son Puede que resulte extraño, si no cínico, hablar de altruis-
reducibles a cálculo, sino que, una vez que aparecen, se man- mo aplicado a los ingenieros: lo es si estamos pensando en
tienen y reproducen porque hay una selección positiva por los grandes ingenieros-empresarios. Pero nadie ha dicho que
sus efectos beneficiosos. sean o hayan sido ellos los motores de la innovación: ellos
No sabemos cuál es el origen de la creatividad técnica en son más bien sus beneficiarios, los poseedores de las paten-
la especie humana. Sin embargo, no hay ninguna razón para tes. Pero se ha atendido muy poco, desde mi punto de vis-
pensar que los individuos creativos.fueran los que tuvieron la ta, a los conflictos que surgen diariamente entre los impulsos
creadores y los intereses empresariales. Y curiosamente algu-
15 Williams es el ya clásico expositor de esa tesis, que ha llegado a ser nas de las últimas transformaciones más importantes han
popular gracias al gran divulgador que es R. Dawkins. sido producto de una actitud de rebeldía respecto a estos in-
16 Wilson y Saber han supuesto un renacimiento de la selección de
tereses. Castells [1J recoge algunos aspectos de la historia de
grupo con el apoyo de un nuevo argumento: hay selección de grupo cuando
los organismos o genes tienen todos la misma eficacia biológica por el he-
las innovaciones informáticas de los años ochenta, que han
cho de pertenecer al grupo. El altruismo se produciría, en primerlugar, por cambiado como pocas el escenario económico y social de
la generación de grupos de altruistas por el hecho de que son altruistas: nuestra época: han sido en buena parte producto de innova-
son por ello elegidos por sus parejas para procrear y, en segundo lugar, por dores externos a las grandes empresas. No puede entenderse
la competencia de los grupos con un alta tasa de altruistas frente a los que el fenómeno de creatividad que significa Silicon Valley en-
tienen tasas más bajas.
tendiéndolo solamente en términos económicos: al contra-
246 MIINDOS ARTIFICIALES
EL CONTROL SOCIAL O[ I.A TECNüLOGfA 247

rio, el movimiento económico de centros geográficos como La primera de las razones nos lleva a los mismos funda-
éste está impulsado por un efervescente proceso de realimen- mentos de la moral: el deber, sea cual sea, implica un «puede»
tación de la innovación que se produce fuera del mercado, en sin el cual la moral se vacía de contenido humano. Es en este
la educación, en la propia vida cotidiana, en los laboratorios sentido en el que el proyecto de autonomía humana adquiere
de innovación, en los restaurantes."? en las redes sociales una dimensión moral. La creación de futuros posibles más allá
creadas entre las universidades y los laboratorios, entre inge- del espacio de posibilidades determinado por las rígidas leyes
nieros y estudiantes. Puede estudiarse económicamente un de la naturaleza y las contingencias de la historia es parte de la
fenómeno como Silicon Valley, como París Sur o como Bos- propia naturaleza normativa de la moral. No necesitamos mo-
ton, pero no puede explicarse económicamente. ral si las alternativas están tan rígidamente determinadas que
solamente hay que obedecerlas. En el «Elogio de Epicuro», el
Lucrecio del De RetumNatura nos explica cómo el gran ejemplo
El valor de la tecnología y la moral de Prometeo moral de Epicuro había sido el elevarse a los cielos, cuando la
humanidad yacía en el suelo aterrorizada por el dominio de los
La mera posibilidad de establecer futuros nos introduce en dioses, y desde allí mostrarnos lo posible y lo imposible. Para
un nuevo campo normativo: el de la obligación de hacerlo. un moralista de la Antigüedad, el imperativo moral del conoci-
Se trata de una obligación que no está libre de debate. Al miento y la lucidez era el único sustrato que necesitaba para
contrario, son muchas las teorías morales que promueven la sostener el proyecto de la moral. No así en la Edad Contempo-
aceptación del destino y la consiguiente modificación del ránea, en la que el descubrimiento de la historia como proyec-
ánimo para sobrevivir psicológicamente a esta aceptación. to humano es el terreno en el que se realiza la moral. La mera
Podemos aducir además que el abrir mundos posibles no lucidez, aun si obligatoria, no es suficiente: terrible descubri-
implica abrir necesariamente mundos posibles deseables ni miento de que el destino no está escrito en ningún libro, ni si-
mundos posibles legítimos. Una tecnología induce un nuevo quiera en el libro de la naturaleza, que es, por el contrario, res-
espacio de probabilidades que se escapa siempre a las inten- ponsabilidad del presente.
ciones del sujeto creador, incluso a las intenciones de la so- Podemos contemplar la historia humana, en tanto que
ciedad receptora de la tecnología. Una tecnología, la más proyecto de autonomía, como un reino de fines que han de
inocua de todas, crea un paisaje de riesgos que no es en el realizarse, por consiguiente, dirigida por un diseño divino o
que nos movíamos antes de esa presencia. ¿Cómo podemos humano, ejercido por alguna suerte de alma colectiva, o po-
decir, pues, que tenemos la obligación de crear futuros ine- demos entenderla, con mayor modestia, como una continua
xistentes? y persistente huida de las miserias naturales, biológicas, so-
ciales. Si adoptamos esta posición, en la que la dialéctica ne-
17 La revistaNer.v Scientist dedica un número especial (no. 2159, del 7 de gativa predomina sobre el ejercicio de alguna forma de razón
noviembrede 1998) al estudio del fenómeno geográfico de SiliconValley. No histórica, adquiere sentido el contenido moral que postula-
es accidental que dedique parte del informe a los restaurantes donde uno pue- mos para la tecnología. Dicho en dos palabras, inventaríamos
de encontrar disrutiendo por las noches a los investigadores de las muchas
el futuro para escapar del presente y del pasado conocidos,
empresas y laboratorios: es la red social de innovación y no el mercado de los
productos lo que explica el éxito de esta zona de desarrollo. temidos y largamente padecidos.
248 MUNDOS ARTIFICIALES EL CüNTROL SOCIAL DE LA TECNOLOcfA 249

EL DISEÑO PARllCIPATIVO y lAS TENSIONES INTERNAS ENillE VALORES La fuente de conflictos más ardua y menos debatida entre
los filósofos de la tecnología es la que nace de las exigencias
Decisiones en conflicto del doble sistema de valores internamente tecnológicos. En
realidad cualquier diseño es un ejercicio de equilibrio entre
Hemos considerado la tecnología a la luz de un solo valor: la bienes que compiten: la fiabilidad, el costo, la eficiencia, el
creatividad, la capacidad para desarrollar nuevos fines. No es control de calidad: son muy pocos los objetivos que coope-
el modo tradicional de entender la tecnología. Por el contra- ran entre sí. Al contrario, el investigador que produce innova-
rio, es habitual el que se resalte la eficacia como la dimensión ciones, el diseñador que las transforma en objetos útiles, el
evaluativa que define lo tecnológico: el programa de contro- gerente que tiene que ponerlas en funcionamiento, el usua-
lar nuestra existencia convirtiendo la naturaleza en una na- rio que se beneficia o sufre las externalidades de las decisiones
turaleza artificial, construida a escala humana, en la que los tecnológicas, tienen que tomar continuamente decisiones acer-
riesgos sean riesgos asumidos, conocidos y aceptados en la ca de valores en conflicto. La decisión tecnológica, como la
medida en que nos fiamos de los ingenieros. El control es económica, es una decisión acerca de cómo conseguir lo me-
la capacidad que tenemos para imponer nuevas leyes. El im- jor con recursos escasos, información insuficiente y tiempo
perativo adoptaría la forma de un principio de finalidad: con- limitado.
trolar completa y exhaustivamente la existencia. Este precepto ha Pero, como también ocurre con la acción humana, la
sido en buena parte el origen de las críticas de raíz a la tecno- decisión racional sin el ejercicio de valores universales es in-
logía: el dominio de la naturaleza, como proyecto irrestricto suficiente. En el caso de la tecnología hemos postulado la
es en sí mismo, de acuerdo con estas tradiciones, moralmente existencia de ciertos valores que exceden el mero cálculo ra-
rechazable. A esta larga (y creciente) tradición crítica debe- cional de maximización de costos/beneficios, la búsqueda de
mos sumar otra fuente de problemas para nuestra racionali- nuevas alternativas y el control de la realidad. Ambos valores
dad estratégica: el conflicto ineludible entre el precepto del funcionan como programas o proyectos estratégicos, pero
control y el precepto de la creación. también como valores regulativos que sirven para evaluar las
La existencia de este doble sistema de valores que impul- decisiones, los artefactos, los procesos o las innovaciones en
sa a construir la realidad inventando nuevos futuros y que general. Pues bien, me parece especialmente interesante la
lleva a controlar la realidad es constitutiva de la tradición in- tensión que existe ente el objetivo de abrir nuevos caminos y
terna de la tecnología. Nos gustaría que ambos caminaran en el objetivo de controlar los procesos existentes. Las innova-
armonía, pero uno de los temas centrales de la teoría moral ciones señeras implican riesgos que derivan precisamente de
contemporánea es el descubrimiento de que el conflicto se su novedad, mientras que el control y la fiabilidad no siem-
instaura en el corazón de todo sistema de valores. Ejercemos pre nos conducen por el camino de la innovación. El camino
como seres morales no tanto al reconocer la existencia de va- de la eficiencia y el control es el camino de someter todos los
lores como al ser capaces de manejarnos en los casos difíciles aspectos de un proceso dado al plan intencional del diseña-
de conflicto entre valores. Y aquí se nos presenta una doble dor, de crear una «naturaleza- artificial en la que las conse-
fuente de conflicto: el conflicto entre valores internos mis- cuencias sean máximamente calculables en todos los niveles
mos y el conflicto entre valores internos y valores externos. del diseño de un objeto. El camino de la innovación implica
250 MUNDOS ARTlrlCIALES EL CONTROL SOCIAL DE LA TECNOLOcfA 251

a veces crear la posibilidad de nuevos procesos que aún no flicto y la cooperación. lB El ingeniero, como hemos dicho,
existen. La innovación entraña una disposición a reordenar está impulsado por un deseo de construir nuevas opciones,
todos nuestros recursos para poner en marcha una innova- de imaginar mundos no presentes y someter a control los
ción que todavía es conceptual. Si ambos objetivos compiten, existentes, el empresario tiene que innovar, es cierto, pero su
nos encontramos ante un dilema constitutivo, del mismo obligación primera es la preservación de la empresa, que en
modo que en la teoría de la elección social nos encontramos sí misma es un objeto histórico al que una equivocada deci-
en ocasiones ante dilemas en los que la autonomía y la liber- sión puede conducir a una rápida extinción; el consumidor
tad individual compiten con la igualdad de oportunidades tiene deseos de satisfacción de necesidades, pero tiene intere-
para todos los miembros del grupo. ses más elevados que hacen que los contextos de riesgo pesen
Lo mismo que ocurre con todos los demás aspectos de la más que los de incertidumbre e ignorancia. No sabe lo que le
vida humana, no hay reglas a priori para resolver estos con- depara el futuro y sin embargo es responsable de ese futuro y
flictos. Ni siquiera hay reglas. Estos conflictos nos desvelan de las generaciones que lo habitan, que también le incluyen
un aspecto profundo de la naturaleza de los valores en la tec- a él mismo.
nología: la necesidad de un aprendizaje práctico para adop- Los valores actúan como funciones de elección de alter-
tar la decisión adecuada. Cuando nos encontramos en casos nativas, como elementos de decisión, pero también actúan
como éstos aparece la exigencia de lo que Aristóteles conside- como filtros informativos y como elementos motivadores en
raba virtudes prácticas, o ejercicios de nuestras capacidades la búsqueda de soluciones: diferentes valores permiten «ver»
morales que se traducen en una especial capacidad para adop- aspectos que a otras perspectivas le quedan ocultas. De ahí
tar un rumbo adecuado en situaciones concretas. Pero estas que los conflictos sean de raíz, porque no se discute solamen-
capacidades o virtudes no se consiguen como resultado de la te el valor de los datos sino también su relevancia. Son los da-
aplicación de reglas o métodos, sino en virtud del ejercicio de tos que faltan lo que se pone en la mesa de las discusiones. Si
las capacidades de decisión en situaciones de conflicto. el empresario pregunta cuánto cuesta el nuevo componente
que le propone el ingeniero, éste puede contestar que no le
importa, pero la necesidad del dato ya es irrevocable; si el
El valor del diseño participativo consumidor o el ciudadano pregunta por una estadística de
riesgos o por los límites de error de la propia estadística, la
Los conflictos de valores se extienden a los desacuerdos entre necesidad de respuestas se hace urgente para que el diseño
las perspectivas de todos los agentes implicados en los proyec- pueda llegar a buen fin. La información que se obtiene en un
tos tecnológicos. Hemos considerado tres sujetos: el ingeniero, proceso de diseño compartido es siempre diferente y mayor a
el empresario, el usuario. Cada uno de ellos está conformado la innovación fuera de todo contexto de aplicación.
por un código interno de valores que resultan ser externos El diseño colectivo no elimina la principal propiedad de
respecto a cada uno de los otros, cada uno de ellos está so- la tecnología: que funcione, que obtenga los resultados bus-
metido a las tensiones propias de los valores internos y a las
tensiones que surgen de la confrontación con los externos, 18 Wilke y Brehmer son buenas extensiones de los problemas de la
todos ellos están sometidos a una tensión esencial entre el con- elección social a los contextos de controversias tecnológicas.
252 MUNDOS ARTIfiCIALES nr, CONTROL SOCIAL DE LA TEC-"'lOLOGfA 253

cados mediante los medios más adecuados. Tampoco impide vida, incluido el proceso de mantenimiento de las formas
que la innovación tecnológica tenga pretensiones de alcance de vida y de aspectos ambientales que se consideren valio-
mayores que los del contexto inmediato: si se está tratando sos. El control social de la tecnología no puede limitarse al
de diseñar una fuente de energía potente e instantánea para mero control político de los fondos de innovación tecnoló-
servir de ignición a la fusión de deuterio, el contexto social gica o a las decisiones de aplicación de talo cual proyecto.
inmediato carece de importancia en esa fase, pero no en las Hace un momento proponíamos un modelo de tres actores,
inmediatas, si se tuviera éxito en la empresa y el proyecto se el ingeniero, el empresario, el consumidor. Ahora podemos
convirtiera en el diseño de centrales de energía. explicar cuál es el papel del Estado en el proceso de desarro-
El diseño consiste en descubrir oportunidades y en en- llo de las tecnologías: puede entrar en el proceso como una
contrar los medios adecuados para llevarlas a cabo. El espa- parte, como financiadora de innovación, es decir como em-
cio de oportunidades es siempre un espacio situado en el presario que toma una decisión que afecta a su ámbito de
tiempo y en culturas y tradiciones concretas: muchas de las competencia, pero también puede entrar como un marco
discusiones sobre tecnologías alternativas podrían reenfocar- constituyente del proceso de acuerdo y desarrollo tecnológi-
se de otra forma, como formas alternativas de desarrollar la co. En este sentido el Estado no es una parte sino un medio
tecnología. Desde el mismo momento del descubrimiento que permite y facilita los acuerdos posibles entre los agentes
de problemas hasta las fases de desarrollo de soluciones, implicados en el desarrollo de las tecnologías. Los conflictos
el proceso de desarrollo de la tecnología puede convertirse él entre valores generan en la mayoría de los casos dilemas de
mismo en un proceso en el que se desenvuelva la capacidad racionalidad que no tienen solución fácil: los que pueden
de un grupo social para encontrar sus propios medios de cooperar a la solución no tienen por qué tener interés en ha-
transformación social. Reparemos en que hasta el momento cerlo si no obtienen un beneficio inmediato. Cuando nos
la teoría económica ha tratado la tecnología como un dato encontramos en marcos de conflicto como éstos las solucio-
exterior al proceso económico. Las nuevas formas de ver la nes clásicas no funcionan: no funciona la autoridad ni fun-
tecnología en un marco de trayectorias de habilidades y ruti- ciona el mercado ni funciona la moral simple. La razón es
nas de transformación permiten reintegrar la tecnología en clara: no existe una autoridad legítima por encima de las par-
un nuevo marco: cómo descubrir problemas, cómo cooperar tes, y la solución autoritaria de los conflictos entre valores
en el descubrimiento de los medios de innovación existen- tecnológicos no garantiza que la solución sea eficiente o legí-
tes en el entorno social, cómo generar los acuerdos de desarro- tima. Lo mismo puede decirse del mercado: el mercado no
llo necesarios, etc. Todo el mismo proceso es ya un proceso funciona en un espacio lleno de externalidades y de bienes
en el que el mercado es solamente un aspecto, pero no ne- o males colectivos como el que introduce la tecnología. Y en
cesariamente el más importante en cuanto al desarrollo tec- cuanto a la moral, el problema es ella misma: cómo buscar
nológico. un acuerdo en los valores que configuran una solución acep-
Por parte de los grupos sociales ha sido también muy table, legítima, estable al conflicto. En este escenario, el Esta-
común el tomar la tecnología solamente como un sistema do tiene sentido como esfera pública de discusión, es más
de servicios y productos que pueden ser consumidos o re- como creador de grupos y redes sociales de discusión y crea-
chazados. Pero no como un sistema de transformación de la ción tecnológica.
254 MUNDOS ARTIFICIALES El, CONTROL SOCIAL DE LA TECNOLOcfA 255

No existen aún muchas, pero no faltan experiencias de de la cultura, se convierte también en una obligación para el
creación de redes sociales de diseño tecnológico compartido. ciudadano contemporáneo al no ser ajeno a esta dimensión.
La dificultad no es tanto social como de comprensión de la Observemos que lo mismo nos ocurre si atendemos a
peculiaridad de la creación tecnológica, y de pensar que la in- otros campos de la cultura humana. Por ejemplo, el arte.
novación es un elemento externo con el que hay que contar, ¿Debemos asustarnos al descubrir que el arte está cargado de
no con un medio colectivo de transformación. Pero llegamos valores?, ¿debe llevarnos este descubrimiento a considerar
ahora a un nuevo problema que nos muestra las limitaciones más aceptable, pongamos por caso, una novela porque coin-
de las sociedades democráticas en lo que respecta al fenóme- cide con nuestros valores particulares? o, quizás al contrario,
no de la tecnología: el déficit de cultura tecnológica. Poco a ¿tenemos que ser fieles a un ideal estético aunque perezca el
poco las sociedades democráticas han ido comprendiendo mundo o, simplemente, aunque eso implique un daño ma-
que la extensión universal de la educación es un medio de nifiesto para alguien? Si establecemos un paralelismo entre
garantizar la propia supervivencia de las democracias, pero la tecnología y el arte observamos que el problema es el mis-
no parece haberse llegado a la misma conclusión en el caso mo. Muchos humanistas tecnófobos son los más ardientes
de la tecnología. defensores de la autonomía moral del arte, cuando no de-
fienden la idea más peligrosa de la «esteticidad- de la «etici-
dad». Lo sensato es reparar en que los valores estéticos son
La tecnología como cultura: adversus tecnócratas y ludditas 19 parcialmente autónomos, en tanto lo es nuestra tradición ar-
tística, sin la que seríamos incapaces de comparar a Barceló
Repitamos en primer lugar nuestra constatación de que la con Gaya, por ejemplo, y sin la que seríamos incapaces de
tecnología es un aspecto de la cultura humana. Lo es en un descubrir ideales estéticos en los grandes clásicos. Pero nadie
sentido amplio del término, en cuanto tradición que orga- en su sano juicio estaría dispuesto a invertir los valores mora-
niza socialmente técnicas y artefactos. En tanto que tal, los les y estéticos. Y después de la triste experiencia del realismo
sistemas tecnológicos adquieren un lugar en su propia tradi- social, tampoco nos gustaría la imposición de valores políti-
ción, que tiene una autonomía parcial respecto a otros cam- cos o morales a las reglas del arte. ¿Por qué, sin embargo, se
pos de la cultura. Esta autonomía no implica la separación defiende lo contrario en el caso de la tecnología? No encuen-
de la sociedad, es decir, no implica la tecnocracia, al menos a tro otra razón que la idea, defendida por muchos críticos de
priori: implica simplemente la constitución de un conjunto la tecnología, de que hay tecnologías malas y buenas. Pero
de valores que han de aplicarse internamente porque se exige esa transferencia de los valores desde las intenciones a los
una forma de conocimiento experto. Pero, por ser una parte objetos no solamente me parece un error filosófico, sino lo
que es más grave, una pretensión de legislar desde fuera las
1<) En el último tercio del siglo XVIll hubo reiterados conflictos en Ingla-
terra entre los tejedores que temían que la introducción de los telares me-
decisiones que deberían corresponder a los agentes.
cánicos creados a partir de la lanzadera volante de [ohn Kayen 1733 les Tanto tecnócratas como tecnófobos coinciden en que la
dejase sin empleo. Ned Ludd destacó en estos conflictos y a lo largo del si- cultura tecnológica es prescindible. La tecnocracia consiste en
glo siguiente se llamo luddüe a los trabajadores que provocaron conflictos disfrazar de soluciones técnicas lo que son claramente solu-
dirigidos contra la introducción de nuevas máquinas. ciones políticas y morales, el luddismo consiste en disfrazar
256 MUNDOS ARTlrlCIALES EL CONTROL SOCIAL DE LA TECNOLOGIA 257

de soluciones morales y políticas lo que muchas veces no son de discusión. En este capítulo abordamos la aparición histó-
más que soluciones técnicas que no se han sometido a los su- rica de una de estas perspectivas: las tradiciones ingenieriles
ficientes controles. El problema sigue siendo el de la consti- que generan un conjunto de valores internos entre los que
tución de una esfera pública de discusión tecnológica y de un destaca la capacidad de innovación. La tradición de innova-
sujeto colectivo de creación y control. ción se transmite a través de las instituciones de formación,
La tecnocracia es la idea de que deben ser los «expertos» los colegios profesionales y otros medios por los cuales se
quienes tomen las decisiones, pero ¡quién es experto en las configura un conjunto de normas que constituyen un punto
consecuencias de las tecnologías más que los usuarios? El de referencia de los ingenieros.
ideal que proponemos no es el de la legislación a priori acer- Estos valores y normas no excluyen la existencia de otros,
ca del valor moral de las tecnologías, sino el juicio a posteriori ni la postulación de tales valores implica la negación de la le-
por parte de una sociedad tecnológicamente culta que decida gitimidad de otros. Al contrario, es la controversia y delibera-
aceptar los riesgos libremente, no porque lo digan los técni- ción entre diversas perspectivas lo que permite el equilibrio
cos, o no aceptarlos libremente, no aterrorizados por las alar- entre racionalidad y legitimidad. Pero estos valores explican
mas no argumentadas. Como en el arte, como en la política, también el proceso de innovación de una forma que otras
como en la ciencia, la moral no está antes, sino después de la perspectivas economicistas acerca de la tecnología son inca-
ilustración. Encontraremos entonces que la dimensión cultu- paces de hacer.
~ ral implica un cierto equilibrio entre la sociedad que preserva La constitución de estructuras sociales de diseño colabo-
este aspecto cultural porque lo considera valioso y el con- rativo, o al menos la creación de lazos y redes de colabora-
junto de expertos sobre los que cae la tarea de reproducir y ción no sólo es una exigencia de la racionalidad, es también
desarrollar dicho aspecto. Una sociedad inculta tecnológica- uno de los factores que explican la rapidez del cambio técni-
mente es el camino más rápido para la tecnocracia, pero tam- co en algunas sociedades contemporáneas. Estas redes se for-
bién para deslegitimar a largo plazo la tecnología. Y una man a causa de muchos factores, pero entre todos ellos
comunidad de tecnólogos ajenos a los aspectos morales de destaca la difusión de una cierta cultura tecnológica no limi-
su trabajo es el camino más rápido para el incumplimiento tada al saber experto. La difusión de esta cultura se convierte
de sus propios objetivos. cada vez más en un requisito para que el control social de la
tecnología pueda ejercerse de una forma racional.

RESUMEN
SUGERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Ya sabemos que el cambio tecnológico es un proceso com-
plejo que está basado en la creación, la difusión y el posterior Julio Verne es uno de los novelistas que más reflexionaron
uso de diseños. En este proceso los diferentes grupos partici- sobre la figura del ingeniero en la nueva sociedad industrial.
pan con valores, objetivos e intereses diferentes. Esto hace de Además de Veinte mil leguas de viaje submarino, que contiene
la racionalidad tecnológica un concepto tenso sometido a di- memorables textos sobre la figura del ingeniero como salva-
lemas que nacen de la pluralidad y colectividad del proceso dor de la sociedad, en La isla misteriosa, una de sus novelas
258 MUNOOS ARTIFICIALES

más optimistas, un ingeniero estadounidense «diseña» una


isla salvaje sin más recursos que su conocimiento. En Los qui-
nientos millones de la Begún, una obra tardía y pesimista que
anticipa las guerras mundiales del siglo xx, dos ingenieros del
viejo mundo, uno francés y otro alemán, diseñan desde cero CONTROVERSIAS
dos ciudades, una regida por valores cívicos, republicanos, y
otra dirigida por valores militaristas. Las cuatro obras mere- TECNOLÓGICAS Y
cen una relectura.
Sobre el problema de la racionalidad en contextos colec- RACIONALIDAD COLECTIVA
tivos, Aguiar ha preparado una antología imprescindible
sobre este tema. Sobre la emergencia del ingeniero, la obra
de Bertrand Gille es un clásico para los comienzos de la nue-
va figura. El estudio de Vérin sobre los orígenes de la profe- LA INVENCiÓN DE lAS CONTROVERSIASTECNOLÓGICAS'
sión es fundamental. En el libro de Mokir se encuentran
numerosas y útiles referencias. La de Vincenti [1 J es una apa- Pagamos un precio por la responsabilidad colectiva en el de-
sionada defensa de la perspectiva del ingeniero. Sobre los sarrollo tecnológico: los conflictos y las controversias. Si has-
problemas del diseño compartido trataremos en el siguiente ta ahora no han sido más habituales quizás es porque los
capítulo. principales mecanismos de difusión de la tecnología se han
sustraído al debate en la arena pública. La tecnología se ha
expandido desde la revolución industrial impulsada por las
fuerzas de la autoridad y del mercado: o bien los poderes pú-
blicos han impuesto numerosas decisiones tecnológicas sin
más debate ni legitimidad que la que ellos mismos hayan
tenido como poderes, o bien ha sido el mercado el que ha
decidido las trayectorias tecnológicas por el mecanismo de la
oferta y la demanda, es decir, que las innovaciones se han di-
fundido porque alguien las ha ofrecido y alguien las ha de-
mandado. Pese a todo, la tecnología entra poco a poco, cada
vez más, en el debate público y debería hacerlo aún más. El 9

1 Buena parte de lo que se desarrolla en este capítulo fue inspirado co-


mo respuesta a una previa conferencia de Albar, con quien comparto la
concepción básica de lo que es una controversia. Agradezco su ayuda así
como la de ocasionales discusiones con José A. López Cerezo y José Luis
Luján sobre estas cuestiones, a cuyos puntos de vista espero haberme apro-
ximado con el tiempo y el desarrollo de las discusiones.

259
260 MUNDOS ARTIFICIALES CONTROVERSIAS TECNOLÓGICAS Y RACIONALIDAD COlECT1VA 261

de diciembre de 1998la ONU proclamaba la Declaración Uni- controversia y que terminan cuando se instaura un consenso
versal sobre el Genoma Humano y los Derechos del Hombre, de carácter nuevo en la comunidad. En el desarrollo tecnoló-
un hecho histórico en el largo camino de un amplio conjun- gico, por el contrario, no existen comunidades estables en el
to de controversias que han rodeado el desarrollo de las bio- mismo sentido que en la ciencia, lo que existen son conflic-
tecnologías. La controversia sobre el genoma humano es tos y polémicas acerca de las opciones tecnológicas; sin em-
parte de una más larga controversia sobre las biotecnologías bargo, en unos pocos casos, entre los que destacan la energía
genéticas, pero ha producido un acuerdo general sobre cier- nuclear, el uso de sustancias químicas en la agricultura y, más
tas constricciones a las que deben someterse las futuras apli- recientemente, las biotecnologtas, se han producido debates
caciones en el hombre generadas por el conocimiento del y conflictos a lo largo de todo el mundo que han ido gene-
genoma humano, algo que no ha ocurrido en las biotecnolo- rando una cierta práctica social de controversia. Lo que fue-
gías dedicadas a la producción de seres vivos alterados gené- ron primitivamente conflictos en varios casos han producido
ticamente. La efectividad de la declaración, como la de todas experiencias de búsquedas colectivas de discusión pública y
las declaraciones, depende de la capacidad de las leyes que consenso.
inspire y de la capacidad para hacer cumplir tales leyes por A pesar de que hasta el momento han sido casos esporá-
parte de la sociedad y los gobiernos, y, no obstante, de- dicos, son ejemplos de cómo el desarrollo tecnológico puede
muestra que algunos consensos son posibles. Muestra, ade- entrar en la esfera pública. A medida que el desarrollo tecno-
más, que las controversias tecnológicas se van a convertir en lógico se hace más complejo también son mayores las insti-
una parte familiar de nuestro paisaje cultural, como lo han tuciones involucradas en su mantenimiento y mayor su·
formado las controversias científicas desde hace cuatro si- dependencia de la percepción y la discusión social. Y esta de-
glos. Porque, a diferencia de la ciencia, que se ha desarrolla- pendencia no solamente se extiende a los grandes sistemas
do en medio de controversias, en tecnología han sido la tecnológicos, como pueden ser los sistemas de comunicacio-
excepción y no la regla. nes, las redes de energía, etc., sino también a las pequeñas in-
La dinámica de las controversias en el caso de la ciencia novaciones que no pueden subsistir, por ejemplo, sin un
ha comenzado a ser estudiada por la historia y la sociología.? adecuado sistema de normalización y estandarización mun-
Son procesos que ocupan periodos dilatados, que involucran dial y de otras formas de decisión de carácter social.'
a comunidades y que, en ocasiones, implican varias genera- Una controversia es una movilización social de medios co-
ciones de científicos, afectan a regiones muy amplias del municativos y otras microinstituciones que deliberan, evalúan
cuerpo de conocimientos y pronto o tarde acaban por impli- y contrastan las posibilidades tecnológicas que introduce una
car también a las propias normas de lo que se considera innovación, los riesgos, los costos, quiénes los van a pagar, y las
aceptable: son, en definitiva, episodios abiertos de discusión consecuencias indeseables. La discusión es un proceso conver-
que dividen a las comunidades durante el tiempo que dura la sacional colectivo que implica a grupos de expertos, medios de

2 La bibliografía sobre controversias en ciencia y tecnología es amplf- 3 Sobre las consecuencias que tiene la complejidad contemporánea
sima, pero podemos señalar algunos de los trabajos más influyentes: Ca- de la tecnología para una nueva concepción de cómo gestionarla, véanse
llins L 2 Y3; Shapin; Giere; Tristram. y Caplan y Thagard. Kahn y Rycroft, La Porte, Vasi, Iansiti, Arora y Gambardella.
262 MUNDOS ARTIfICIALES CONTltDVl:RSIAS TECNOLÓGICAS Y ItACIDNALlDAD COtECTIV¡\ 263

comunicación, organizaciones permanentes o esporádicas de esas instituciones: que existen, tienen distintos puntos de vista
usuarios, agencias gubernamentales, departamentos universita- y han aceptado una dinámica de resolución de conflictos limi-
rios, gestores de empresas, etc. El espacio y el tiempo son inde- tada a la discusión pública de una cuestión tecnológica. Laexis-
terminados, pero puede reconstruirse la dinámica una vez que tencia de una controversia demuestra que no existe consenso,
la polémica se ha cerrado y entonces emerge como un proceso pero que al menos existe un consenso básico para limitar el
unitario de consecuencias determinables. Las controversias ter- conflicto y centrarlo en las fronteras de la arena pública. Las
minan cuando se alcanza un consenso estable, lo que no impli- controversias, ésta es la tesis que sostenemos, son estadios supe-
ca necesariamente la resolución de! conflicto, puesto que cabe riores del desarrollo tecnológico: solamente son posibles en so-
que el consenso consista en la necesidad de dejar a un lado la ciedades suficientemente complejas y suficientemente maduras
cuestión controvertida.' para aceptar el conflicto y a la vez limitarlo. Lo más importan-
A lo largo de estos episodios asciende a la superficie algo te es que generan una cultura de debate y deliberación y una
que normalmente está oculto en e! desarrollo «norma]" de una práctica social de institucionalizar la argumentación y contraar-
tecnología, e! hecho de que se produce y reproduce en el seno gumentación, de forma que pueden considerarse medios de
de instituciones que se han originado en e! transcurso de la his- construcción de un sujeto colectivo tecnológico. Tiene razón
toria y que se sostienen por las microdinámicas sociales que lo Habermas [véase] cuando afirma que quien se involucra 'en la
permiten. Al desvelarse los mecanismos subyacentes se ilumi- acción comunicativa tiene que asumir ciertos presupuestos
nan también los dilemas y las tensiones sobre los que se sostie- involucrados en la propia acción, que deja de ser un acto de me-
ne la institución y las cuestiones de fondo que están implicadas ra racionalidad práctica para convertirse en un proceso colecti-
en su legitimidad. Se muestran entonces los intereses distintos vo en e! que están implicados agentes intencionales.
de los agentes diversos y la heterogeneidad institucional de Las controversias, por otra parte, son ellas mismas formas
quienes participan en el desarrollo tecnológico: las empresas, los de inserción de la tecnología en el contexto más amplio de la
gobiernos, los ingenieros como individuos y como miembros de sociedad, de manera que, en parte a través de ellas, en parte
tradiciones tecnológicas, las colectividades afectadas por e! gracias a ellas, los grupos sociales internalizan las opciones
desarrollo tecnológico, las nuevas organizaciones y movimien- tecnológicas como parte de sus decisiones colectivas. Las,
tos sociales de discusión y control ciudadano de la tecnología. controversias no son formas de guerra o conflicto social por
La propia existencia de una controversia nos dice algo sobre otros medios, al contrario, son el medio por e! que las colec-
tividades eliminan los conflictos haciendo explícitos los inte-
4 En el caso de una controversia tecnológica que se cerrase sin consen- reses, intercambiando información, negociando objetivos,
so implicaría la postergación de la decisión colectiva acerca de esta opción sopesando los miedos.
tecnológica hasta que nuevas informaciones permitan la adopción de una
opción consensuada. Hay que distinguir, desde este punto de vista, entre
lo que es la dilación de una decisión porque no existe consenso en la deli-
ENTRE lA DISCUSIÓN Y EL CONFLlCI'O
beración colectiva acerca de la oportunidad, y lo que es un ejercicio positi-
vo de no adoptar una nueva tecnología por el riesgo que supone. En este
segundo caso hay ya un consenso público acerca del uso de un principio En una controversia nos encontramos con grupos y sujetos
precautorio. diferentes que no comparten la misma perspectiva acerca del
264 MUNDOS ARTIFICIALES CONTROVERSIAS TECNOLÓGICAS Y RACIONAUIJAD COLECTIVA 265

horizonte de posibilidades ante el que se encuentran. En el mediante productos de probabilidades de fallos de los distin-
punto de consenso se aproximan los criterios por los que se tos subsistemas del sistema más global, y se corrigen median-
van a guiar finalmente las decisiones tecnológicas. Pensemos te redundancias o sistemas que actúan independientemente
en la larga controversia que desde los años cincuenta se de- de que los otros fallen; para los opositores a esta manera de
sarrolla acerca de lo que se considera un riesgo aceptable en evaluar los riesgos, un sistema técnico como una central nu-
seguridad de las centrales nucleares." para los ingenieros nu- clear es parte de un sistema social y geográfico que no puede
cleares, químicos o eléctricos, el fallo está en la divulgación ser evaluado en términos de probabilidades, como se hace
de las asombrosas medidas de seguridad y de los medios de con un sistema «técnico». Lo que hace vulnerable a un siste-
su evaluación, que causa una mala comprensión del proble- ma es precisamente la interdependencia que tiene con el me-
ma del riesgo. Para los opositores, que distinguen entre ries- dio social y geográfico: un medio político incierto puede
go e. incertidumbre y entre riesgo y vulnerabilidad de un afectar a la seguridad mucho más que el diseño técnico, cier-
sistema, por principio, la exclusión de los riesgos sociales (ig- tos diseños de centrales nucleares admiten un doble uso co-
norancia, fallo humano, terrorismo) implica la exclusión del mo productoras de plutonio para bombas nucleares, etc.
principal factor de incertidumbre y por consiguiente se soca- ¿Bajo qué condiciones la controversia puede desarrollarse en
va toda evaluación subsiguiente de riesgos. En la controversia el sentido de alcanzar un consenso social acerca del diseño
aparecen numerosos factores económicos, políticos, emoti- de centrales nucleares o de su abandono?
vos, simbólicos, pero también perspectivas diferentes acerca Una controversia nos aparece aquí como una situación
de cómo evaluar el riesgo y decisiones acerca de qué es un en la que hay un problema de racionalidad colectiva bajo
riesgo aceptable.f Para muchos ingenieros el riesgo se calcula condiciones de discrepancia radical de supuestos iniciales
y probablemente con graves asimetrías y desigualdades de
información y, por último pero no menos importante, de en-
5 Carlisle y Martin son dos artículos que narran parte de la controver-
sia y que al mismo tiempo participan en la controversia. Carlisle es una frentamiento de intereses. ¿Es posible la racionalidad colecti-
justificación de los informes que postulan que el riesgo de desastre en va bajo estos supuestos?
una central nuclear por fusión del núcleo es aceptable socialmente, en la Hay una cierta inclinación a resolver esta cuestión en-
misma medida en que lo es el convivir con la posibilidad de la desapari- viándola al terreno de la política: una controversia tecnológi-
ción de la vida por el impacto de un meteorito. Martín, por el contrario, ca, se dice, siempre es un problema político. Volviendo al
distingue entre el riesgo de un fallo del sistema y la vulnerabilidad del sis-
tema en un entorno indeterminístico como es un medio social. Esto nos
caso de la controversia sobre la seguridad de las centrales nu-
muestra hasta qué punto en una controversia el primer acuerdo es el cleares, no es inusual que ambas partes coincidan en esta
de concentrar la discusión sobre dominios coextensivos. Véase también apreciación: desde el punto de vista de los «técnicos» en segu-
Hetch, donde la controversia se extiende (en el caso francés) a los usos ridad nuclear -permítasenos simplificar la clasificación de
militares. las partes- la controversia ya está resuelta, las centrales nu-
6 Una cuestión muy interesante, por ejemplo, fuela incorporación a la
polémica del problema del almacenamiento de los residuos radioactivos,
cleares tienen mucho menor riesgo que cualquier otro que
que los ingenieros tecnócratas separaban del problema del riesgo de acci- acepte la sociedad, incluido el impacto de un meteorito, y
dente nuclear: la discusión sobre los límites del sistema es el primer y más ahora es un problema político, el de convencer a la sociedad
importante punto de la controversia. que asocia las centrales nucleares negativamente con las ar-
266 MUNDOS ARTIFICJAU!,s CONTROVERSIAS TECNOLÓGICAS Y RACIONALIDAD COLECTIVA 267

mas nucleares. Para la otra parte de la controversia, en nume- ejercitan tres formas distintas de racionalidad o irracionali-
rosas ocasiones, el problema también debe ser reenviado a la dad. En la primera clase nos aparece una forma de racionali-
política: la controversia sobre centrales nucleares es parte de dad ideal en la que los conflictos se solucionan por medios
la batalla política por el cambio de nuestra sociedad hacia epistémicamente perfectos, como son el razonamiento impe-
formas de energía no sólo más limpias, sino políticamente cable o la observación directa. En las polémicas, por el con-
descentralizadas. trario, la racionalidad epistémica es nula, y se subordina a
No vamos a negar que una controversia tecnológica tenga formas prácticas de racionalidad «maquiavélica». Por último,
un componente político, al contrario, siempre subyace una ésta es la tesis interesante de Dascal, habría una forma espe-
dimensión pública y política, pero no se desarrolla en el es- cial de racionalidad en las controversias de tipo conversacio-
pacio que es habitual considerar: el problema político de una nal, que habría de estudiarse con los medios de la retórica.
controversia es como sustentar el consenso suficiente para Podemos discutir separadamente las dos propuestas de
que la controversia tenga una dinámica propia y no sea sim- Dascal, por un lado la clasificación de conflictos y por otro la
plemente una táctica en un enfrentamiento político más am- tesis sobre la racionalidad. Para resumir mi posición, me pa-
plio, una dinámica autónoma que se mueva en el espacio de rece que la clasificación de conflictos es correcta, mientras que
las razones y que promueva una decisión basada en esta di- debemos matizar mucho su tesis respecto de la racionalidad.
námica y no en causas externas. El punto central está efectivamente en el grado de racionali-
Marcelo Dascal ha propuesto clasificar los conflictos colec- dad que se concede al contrario, que conlleva la aceptación
tivos en la ciencia y la tecnología en tres tipos respecto al grado de que posiblemente pueda llevar la razón y sus ideas y razo-
de racionalidad involucrado en el conflicto. En la primera cla- namientos sean los acertados, de modo que en los casos de
se están las discusiones, en las que los oponentes simplemente polémica tal aceptación está completamente subordinada al
buscan cómo llegar a la mejor solución cooperativa de un pro- objetivo primero de derrotarle. Sin embargo, me parece inne-
blema que ambos reconocen como soluble. En el extremo cesaria la división que Dascal establece entre racionalidad
opuesto están lo que Dascalllama polémicas, en las cuales todo perfecta, que se ejemplificaría en las discusiones, y racionali-
vale para derrotar al contrario, incluyendo las formas menos dad conversacional, que se ejercitaría paradigmáticamente en
morales de estrategias y tácticas. En las polémicas solamente las controversias. En primer lugar, porque sabemos por mu-
cuenta la derrota del adversario, y por consiguiente, la búsque- chos datos empíricos de la psicología que no hay tal cosa co-
da de una información común está subordinada tácticamente a mo racionalidad perfecta que sea el resultado de aplicar
otros fines estratégicos. En una situación intermedia se encuen- reglas, puesto que los sujetos fracasan habitualmente en su
tran las controversias, en las que se llega a una solución a través aplicación, y, por el contrario, nos encontramos ante una
de un conflicto en el que no todo está permitido, puesto que se cierta gradación de calidad de las decisiones. y si nos encon-
concede al oponente un respeto básico a sus capacidades y de- tramos ante esta situación de grados de racionalidad, no tie-
rechos epistémicos, a su información y a su capacidad de deci- ne mucho sentido separar las formas de racionalidad perfecta
dir autónomamente sus intereses. de las conversacionales. Me parece mucho más interesante,
En segundo lugar, e independientemente de esta clasifi- y ésta es la tesis que proponemos, distinguir los problemas
cación, Dascal supone que en las tres formas de conflicto se que presenta la racionalidad individual de los problemas que
268 MUNDOS ARTIFICIALES CONTROV[RSIAS TECNOLÓGICAS Y RACIONALIDAD COLECTIVA 269

presenta la racionalidad colectiva. Desde mi punto de vista la justificar la legitimidad de su existencia, independientemen-
especificidad de las controversias no vendría únicamente de te de que uno pueda observar con mayor o menor escepticis-
la necesidad de convencer retóricamente al contrario, lo cual mo esta legitimación. Y en la medida en que la legitimación
es cierto -los teóricos de la pragmática, como Dascal, tienen es necesaria, deberíamos distinguir el proceso de institucio-
que mostrarnos las peculiaridades del razonamiento conver- nalización de la legitimación de esa institución. A. Giddens y
sacional-, sino que también, y previamente, tendríamos J. Searle han descrito el proceso de institucionalización como
que mostrar cómo los sujetos se sitúan ante una posición en un proceso de internalización de hábitos de comportamien-
la que el resultado de sus decisiones depende de las decisio- to. La legitimación alude sin embargo a las razones públicas
nes que tomen otros. que justifican esos patrones de conducta. Y las razones públi-
Nuestra pregunta es, por consiguiente, ¿cómo es posible cas están en íntima relación con los bienes públicos. En el
la formación de consensos colectivos racionales partiendo contexto del problema de la legitimación es en el que debe-
desde situaciones en los que no existen? mos analizar las controversias tecnológicas.

BIENr,s (Y MALES) PÚBLICOS EN El. DESARROI.J.O TECNOLÓGICO El riesgo tecnológico como un problema de bienes públicos:
¡no en mi patio de atrás!
Para entender las dificultades que entraña, no ya el desarro-
llo de una controversia, sino el propio hecho de su existen- Lascontroversias sobre el uso de centrales nucleares como fuen-
cia, debemos comenzar por identificar el origen de las te de energía o sobre el desarrollo de nuevas variedades de seres
. tensiones que genera el desarrollo tecnológico. No es otro vivos basadas en técnicas biotecnológicas discurren alrededor
que el hecho de que el cambio en el espacio de posibilidades de los riesgos que corren grandes comunidades o la propia hu-
nos enfrenta a tensiones de bienes y males públicos que no manidad. Estos riesgos son asumidos por grupos que son dife-
pueden ser medidos por el costo o beneficio de aquéllos a rentes a los que reciben los beneficios o por grupos para los que
quienes benefician o perjudican las decisiones colectivas. el cálculo de costos y beneficios es diferente del que realizan los
Se debe al economista Mancur Olson la idea de que tras de promotores de estas formas de desarrollo tecnológico. Hay
cada institución colectiva existe un problema de producción montones de casos que muestran que la preservación de un
de bienes públicos. Un bien o un mal público se define por ser bien o la evitación de un mal se convierte en uno de los proble-
algo valioso, o rechazable, de cuyo disfrute o padecimiento no mas más difíciles de la racionalidad colectiva.
puede ser excluido nadie independientemente del costo que ha- Russell Hardin usó precisamente un caso de riesgo para
ya pagado para su consecución, provisión, preservación o, en el ejemplificar el concepto de bien público. Llamó a este ejemplo
caso de los males, evitación. El aire limpio es un bien público: tragedia de los comunes. Se refiere a las tierras que desde la Edad
para su preservación hay que pagar un costo, pero de él disfru- Media muchos poblamientos conservaron durante siglos para
tan tanto los contaminadores como los que no lo son. uso colectivo, bien para pastoreo, bien, en el caso de los bos-
Los bienes públicos son los que legitiman las institucio- ques comunes, como fuente de combustible y madera. Cada in-
nes humanas. Hay instituciones que además de existir deben dividuo tiene ante sí el dilema del uso del territorio común:
270 MUNDOS ARTIFICIALES CONTROVERSIAS TECNOLÓCICAS y RACIONAt!DAD COLECTIVA 271

puede introducir, pongamos por caso, cinco o diez ovejas para de redes espacio-temporales de interacción entre los tres
pastar en e! territorio. Si todos toman la misma decisión, rápi- componentes. Es lo que ha ocurrido en las llamadas tecnopo-
damente se acaba e! pasto y todos padecen la falta, pero si todos lis de las que depende en buena parte e! futuro desarrollo de
colaboran restringiendo el número de ovejas la conducta inso- la tecnología. Manuel Castells y Peter Hall han contado la
lidaria de uno o unos pocos ciudadanos no se nota. Enfrenta- historia de las grandes tecnópolis del mundo: Silicon Valley,
dos a este dilema en estado puro, sin instituciones de consenso la carretera 128 de Bastan, París Sur, Londres, Tokio, Kansai,
como son las regulaciones colectivas, e! resultado es catastrófi- Hsinchu [véase Castells y Hall]. En todas ellas se produce
co: e! comportamiento egoísta es la regla y no la excepción. No una contingente coincidencia de intereses empresariales, aca-
importa que sean individuos o colectividades. El caso más fla- démicos y gubernamentales que convierten a la innovación
grante y cercano es el de los sucesivos fracasos de las conferen- por la innovación en un objetivo en sí mismo. Se crean redes
cias mundiales para la reducción de las emisiones de COl para informales, ocultas, de ingenierías-empresarias-profesores que
evitar e! efecto invernadero. intercambian información y crean estímulos mutuos.
El segundo ejemplo se refiere a las decisiones sobre asenta- Lo curioso de las tecnópolis, que forman e! entramado de
mientos de depósitos de residuos peligrosos, uno de los casos la innovación de la transición entre este siglo y e! siguiente,
más frecuentes de conflictos contemporáneos ligados al desa- es que son producto de una actividad cooperativa que, a me-
rrollo tecnológico. El depósito resuelve un problema colectivo nos que coincida, no produce los frutos buscados. Han sido
al precio de un riesgo que debe padecer una parte de la comu- numerosísimos los intentos de crear regiones innovadoras
nidad o, a veces, una comunidad ajena a la que disfruta del be- artificiales: las ciudades de la ciencia como Academgorodok,
neficio. La experiencia de estos conflictos muestra que la diná- creada por Kruschov en Siberia [véase Castells y Hall, cap. 41,
mica es difícilmente limitable a una discusión racional: la pero crean grupos de interés corporativo, e! académico en es-
imposición será siempre vista como autoritaria, los intentos de te caso; en otros casos, la simple acumulación de empresas
compensación como sobornos y corrupción y las evaluaciones solamente genera industrialización obsoleta y no competiti-
de riesgo por los expertos pura y simplemente como engaños. va. Santiago López, ha insistido en lo sorprendente que es la
existencia de innovación continuada. No solamente no existe
una explicación económica clara, ni siquiera la explicación
Elespacio de oportunidades como un problema de bienes públicos: social es sencilla. El caso de Silicon Valley es bien conocido
¡queinventen ellos! por lo que ejemplifica de heterodoxia económica, ingenieril
e incluso de inversión estatal: los miles de industrias que se
El espacio de oportunidades de una sociedad depende de su crean en el condado de Santa Clara, al suroeste de San Fran-
grado de innovación tecnológica, pero la innovación tecno- cisco, se establecen por la iniciativa de jovencísimos ingenieros
lógica cada vez es más sensible a la acción colectiva. No bas- heterodoxos (en muchas ocasiones, como es e! conocidísimo
tan los intereses económicos y empresariales, no bastan los caso de Bill Cates, sin haber acabado siquiera los estudios)
estímulos gubernamentales, no basta la acumulación de co- con e! apoyo de capital de riesgo prestado por empresarios
nocimientos y entidades académicas. El secreto de! cambio no menos heterodoxos y con e! apoyo del gasto militar em-
técnico contemporáneo está en la coincidencia contingente peñado en una loca carrera tecnológica contra Rusia.
MUNDOS ARTIFICIALES C.ONTROVERSIAS TECNOLÓGICAS Y RACIONALIDAD COLECTIVA 273
272

El carácter de bien público de la innovación no proviene man]. Permítasenos emplear la representación de Heckarton
de que los fenómenos de las tecnópolis sean o no intrínseca- [21, quien correlaciona el bien producido con el número de
mente un bien, sino de la dificultad de su sostenimiento: son agentes involucrados en su producción [véase la figura 41. La
fenómenos improbables, contingentes, generados por el mu- curva representa la figura de producción de un bien, en el eje
tuo refuerzo de esfuerzos innovadores, que solamente se per- de las ordenadas se representa la cantidad del bien produci-
ciben como bien cuando están creadas, pero que en los do, en el eje de las abscisas la cantidad o proporción de agen-
momentos de despegue se observan como esfuerzos inútiles tes que se deciden a trabajar por el bien común.
yantieconómicos.
No es casual que el viejo «problema de la ciencia españo-
Tasa de bien
la» sea tan difícil de explicar. Y sin embargo, qué explícitos
resultan los brevísimos episodios en regiones espaciales de-
terminadísimas en las que se ha producido algún despegue
de la innovación española: cuando los tres polos se apartan
un poco de su triste, corporativo, adocenado, provinciano
egoísmo de intereses.
Número de contribuyentes
FIGURA 4
DILEMAS DE ACCIÓN COLEClWA EN EL CASO DE BIENES rÚBI.ICOS
Las condiciones en las que se produce el dilema del gorrón
Estas dos dimensiones de la tecnología muestran los dilemas son las siguientes: la primera es que el bien producido sea ne-
de la acción colectiva que hace más de veinte años señalara cesariamente producido de forma conjunta (puesto que otro
Mancur Olson. Pues, ¿qué es lo que motiva a los agentes para caso no exigiría acción colectiva); en segundo lugar que la
prestarse al trabajo que implica la producción de este bien producción confiera beneficios a todos los miembros, de
colectivo? Lo más racional, en ausencia de otros incentivos, manera que no puedan ser excluidos del beneficio, indepen-
es usar y aprovecharse del conocimiento y no pagar el costo dientemente de la colaboración que hayan tenido en su pro-
de su producción, copiar las patentes, financiar corrupta- ducción; en tercer lugar que la producción exija costos. En tal
mente los viejos intereses empresariales. ¿Qué es lo que mo- caso los agentes consideran que no les conviene en absoluto
tiva a la gente a investigar". ¿qué es lo que motiva a ciertos colaborar, hagan lo que hagan los demás, pues si los demás
empresarios a embarcarse en proyectos de altísimo riesgo", no colaboran no pierden los costos de colaboración inútil-
'qué motiva a algunos gobiernos a estimular la creatividad mente, y si los demás colaboran, de todas formas obtendrán
l d .. el bien sin haber colaborado.
más que el sostenimiento de los intereses crea os?, ¿que Im-
pulsa a ciertas sociedades a negociar y compartir el riesgo? En Las soluciones se dividen en dos tipos: la primera es la
el análisis de Olson esta situación puede representarse de existencia de ciertos incentivos, en forma de premios o cas-
manera abstracta como un juego del dílema del prisionero ju- tigos colaterales, que explican por qué los agentes se com-
gado entre muchos actores [véanse Axelrod 1 y 2, Y Cole- portan de forma cooperativa. Pueden ser incentivos como la
274 MUNDOS ARTIFICIALES CONTROVERSIAS TECNOLÓGICAS Y RACIONALIDAD COI.ECTIVA 275

amenaza o el miedo al castigo, si existe una autoridad ajena nimiento de tamaño del grupo o costos de moralidad. El
al grupo que obliga a la cooperación; puede ser por incenti- problema consiste en que la institución que estimula la cola-
vos de mercado, porque la cooperación reciba un premio por boración ella misma es un bien de segundo orden. Pongamos
otros resultados que los de la propia cooperación, puede ser por caso las soluciones morales. Normalmente se considera
por mecanismos psicológicos como el prestigio o por con- que los costos de la moralidad son nulos. Pero todos sabe-
vencimiento moral. Otras soluciones dependen de dinámicas mos que los costos de hacer que otros se convenzan de que
internas del grupo, que generan autónomamente una estruc- es mejor para ellos hacer lo que nosotros consideramos que
tura de incentivos o de contrato social para la preservación hay que hacer no son nulos en absoluto. Exige instituciones y
del bien o la evitación del mal: las redes débiles de agentes, la tiempo de convencimiento y de modificación de conducta de
formación de subgrupos que interactúan entre ellos de mane- los otros, etc. Encontramos en ocasiones a muchos autores
ra «auto catalítica» y otras que no es el caso enumerar ahora. que proponen la solución moral sin indicar cuáles son los
Sin embargo, estas dos soluciones no son soluciones costos de su mantenimiento y sobre todo quiénes van a pa-
completas: simplemente trasladan el problema de la coope- garlos. Y el mismo reproche se extiende a quienes suponen
ración a otro territorio, el de la existencia de una estructura la existencia de presiones sociales previas a las tensiones de
social que posibilita la cooperación, pero que en si misma es los agentes.
también un bien público." En la versión clásica de los dile-
mas de la acción colectiva, los agentes se limitan a las opcio-
nes de colaborar o desertar de la acción, pero los miembros DIMENSIONES DE LA GEsnÓN COI.ECIlVA DEL DESARROI.J.O TECNOLÓGICO
del grupo pueden considerar también la posibilidad de in-
fluir en la conducta de los demás bien para obligarles a cola- Encontramos varias estrategias de coordinación de intereses
borar, bien para obligarles a desertar, o bien no influir en tanto en la gestión del riesgo como en la expansión de los es-
absoluto en la conducta de los otros. Llamaremos a esta op- pacios de oportunidad. Tomemos como ejemplo las políticas
ción decisión de segundo orden. Es una opción que no está públicas en el caso de asentamiento de depósitos de residuos
exenta de costos. La fábula de Esopo de los ratones que deci- peligrosos [véase Hisschernoller y Midden]: la elección está
dieron ponerle un cascabel al gato ejemplifica muy bien esta determinada generalmente por el modo en el que las autori-
situación. De hecho, puede que sea más costoso incluso el dades públicas o las empresas perciben la realidad social. Se
influir sobre los demás la simple colaboración en la acción. trata de un caso paradigmático de distancia entre quienes pa-
Las formas son muy variadas, dependiendo del sistema de in- gan el costo y quienes reciben el beneficio. En primer lugar
centivos o de solución del dilema de primer orden que haya- está el estilo tecnocrático, basado en la imposición guberna-
mos elegido o con el que nos encontremos. Pueden ser mental, que, a su vez, se fundamenta y legitima, además de
costos de autoridad, o costos de prestigio, o costos de mante- en su propia legitimidad como autoridad, en los informes
de los expertos, generalmente pertenecientes a las empresas
7 Mary Douglas, una antropóloga heterodoxa e intuitiva, ha explicado
implicadas y en algunos casos a agencias gubernamentales.
muy bien cómo las soluciones aparentemente sencillas a los dilemas de la En esta aproximación en estado puro la participación pública
institucionalización no lo son tanto [Douglas, cap. 2). es indeseable o es vista como un mal inevitable que hay que
276 MUNDOS ARTIfiCIALES CONTROVERSIAS TECNOLÓGICAS Y RACIONALIDAD COLECTIVA 277

sortear. Se considera que las reacciones ciudadanas son siem- lego simplemente no cree a los expertos y no cree en la vo-
pre fruto de miedos irracionales que no consideran los bajos luntad imparcial de las autoridades. El problema de la impo-
niveles de riesgo y se confía en que la oposición desaparecerá sición es, dejando aliado otras consideraciones, que produce
cuando el público se acostumbre a la nueva tecnología. consecuencias indeseables no buscadas: disminuye la con-
La segunda aproximación es la que supone que un proble- fianza en los sistemas de representación y la confianza en la
ma de bienes públicos y de dilemas de racionalidad siempre autoridad técnica de los expertos. Y el problema es suma-
puede resolverse mediante la introducción de un mecanismo mente grave a partir de una masa crítica de acumulación de la
de mercado: el bien público se divide en bienes privados y la desconfianza, pues pone en peligro las bases sobre las que se
aportación de cada uno se valora y paga por este mecanismo. sustenta el desarrollo tecnológico que exigen algo más que
Así, la tragedia de los comunes de Hardin se resolvería asig- meras relaciones de interés, exigen cierta transferencia de au-
nando a cada ciudadano una parcela del bien público de la toridad al otro que solamente se sustenta sobre la confianza.
que es responsable. En el caso de los asentamientos de depó- Este argumento probablemente no sirva para todas las situa-
sitos que estamos considerando, se trata como un problema ciones, pero sí para aquéllas en las que se encuentra el desa-
de costos y beneficios: depende de la relación entre la percep- rrollo tecnológico contemporáneo sensibilísimo a cualquier
ción de riesgos de la comunidad y el beneficio. cambio en las complejas relaciones sociales que lo sustentan.
La tercera aproximación deriva de las correcciones al Laestrategia de mercado, de igual forma, produce una espe-
mecanismo del mercado que supone la introducción de la cie de paradoja cuando el Estado es el que tiene que tomar las
perspectiva de la justicia distributiva: consiste en el estableci- decisiones [véase Hisschernóller y Midden]: en tanto que Esta-
miento de sistemas de compensación por el riesgo o beneficio do se supone que debe velar por los intereses generales, pero
desigual que perciben quienes pagan el costo o reciben el be- cuando toma una decisión de incentivar mediante premios o
neficio. El gobierno suele ser el que establece un principio castigos una decisión actúa como una parte y mina su papel
compensatorio por el riesgo o beneficio. mediador. Por otra parte, aunque fuera posible la mercantiliza-
La cuarta estrategia se basa en el estímulo a la partici- ción de un sistema de bienes públicos como son los que quere-
pación colectiva en la toma de decisiones, de manera que la mos preservar con el desarrollo tecnológico sigue existiendo un
responsabilidad sea asumida voluntariamente cuando se al- problema de bienes públicos: ¿quién garantiza que el mecanis-
cance un consenso sobre la solución admisible y legítima. La mo del mercado es un mecanismo de mercado limpio? La co-
participación puede ser directa mediante referendos deciso- rrupción de las reglas de competencia mediante mecanismos
rios o de consulta o indirecta por medio de grupos que repre- ocultos suele ser la fuente de críticas mayores ante los promoto-
sentan movimientos ciudadanos o intereses en pugna. res liberales del mercado. Esbien conocido el caso de la políti-
Las cuatro estrategias tienen beneficios y costos. En su ca de Estados Unidos de protestar contra las ayudas estatales
forma pura no están exentas de problemas. La primera estra- europeas para las empresas de alto interés tecnológico y no re-
tegia, la tecnocrática, aun en el caso de que la autoridad no conocer nunca que su sistema de grandes contratos militares es
tenga la menor sospecha de ilegitimidad, aun si los expertos un sistema oculto de financiación fuera del mercado. La estra-
llevan toda la razón, tiene un problema de costos sociales tegia de justicia distributiva, pese a que se encuentra en un esta-
que con el tiempo se convierten en insoportables: el público dio superior de legitimación moral, no está exenta de proble-
278 MUNDOS ARTlrlCIALES CONTROVERSIAS TECNOLÓGICAS Y RACIONALIDAD COLECTIVA 279

mas tampoco. Cuando las compensaciones se determinan de El triángulo nos muestra las tensiones en las que se desa-
manera unilateral por la autoridad generan e! mismo problema rrollan las decisiones tecnológicas. Nos encontramos ante
de desconfianza que en e! primer caso. Es más, como han mos- tres objetivos deseables: la capacidad de decisión, la raciona-
trado los numerosos casos de compensación en conflictos por lidad colectiva y la participación igualitaria en la discusión.
asentamientos de depósitos, las compensaciones se perciben ge- Los tres objetivos se encuentran en cierta tensión, por lo que
neralmente como corrupción y soborno de las autoridades lo- solamente conseguiremos formas de compromiso entre ellos.
cales, de manera que e! costo en desconfianza es aún mayor. La La opción más generalizada en los casos de conflicto hasta el
estrategia de participación pública tiene ventajas notables, momento ha sido la de la imposición jerárquica, que sola-
como es el hecho de estimular la corresponsabilidad y la con- mente tiene límites en la resistencia social ante la que se en-
fianza cuando se llega a un consenso, pero tiene también e! pro- cuentran las autoridades. La opción de mercado no aparece
blema de cómo organizar una discusión racional mediante aquí porque es una forma de decisión que tiene el precio de
transmisiones fiables de información. A menos que los expertos la racionalidad, puesto que nos encontramos ante problemas
estén divididos y la polémica incorpore también expertos de va- de bienes públicos esenciales.
rias posiciones, la desconfianza es la regla más que la excepción. El empleo de métodos de decisión democráticos como refe-
Cualquier ocultamiento de información incrementa esta des- rendas que toman la decisión por mayoría tiene la ventaja de
confianza de manera no lineal. De modo que nos encontramos estimular la participación y por consiguiente e! grado de legiti-
también ante un problema de costos de segundo orden que mación social de la decisión, pero no nos garantiza la raciona-
identificamos en e! anterior capítulo: el de cómo poner en mar- lidad cuando están involucradas decisiones tecnológicas. Sola-
cha un proyecto de cultura tecnológica suficiente para la par- mente introduciendo formas colectivas de discusión, que tienen
ticipación. En realidad nos encontramos ante un núcleo de e! precio, claro, de la dilación de las decisiones, podemos ade-
tensiones que ha sido representado acertadamente en la figura 5 más aumentar simultáneamente el contenido de racionalidad
[tomada de Vlek y Cvetkovicht]. de la participación colectiva. Ésta es precisamente la función de
las controversias en tanto que nuevos instrumentos de legitima-
ción de las decisiones tecnológicas.
Racionalidad colectiva I

Consenso LAs CONTROVERSIAS Y LOS cosros DE SEGUNDO ORDEN:


lA INSITruCIONAI.I7ACIÓN DEL CAMmo 'mCNOLÓGICO
Dictadura
La división que hemos introducido entre costos de primer
Decidibilidad I I Participaciónigualitaria I orden y costos de segundo orden puede ayudarnos a intro-
Regla de mayorías ducir alguna luz en la dinámica de las controversias. Las con-
troversias tecnológicas no son un problema de! tecnológico
FiGURA 5 contemporáneo: son la solución.
280 MUNDOS ARTIFICIALES CONTROVERSIAS TECNOLÓGICAS Y RACIONALIDAD COLECTIVA 281

La propuesta que hago es considerar las controversias co- ciólogos de la tecnología tienden a pensar las controversias
mo procesos en los que están implicados los costos de segun- en estos términos: lo único que les importa es quién movili-
do orden. Me estoy refiriendo aquí a las controversias que za los medios humanos y físicos a su favor, no si lo hace por
nacen de un conflicto radical en el que las partes no tienen un razones legítimas. Es más, no tiene sentido el término legiti-
consenso previo acerca del propio problema en discusión, o midad. Pero entonces, i.por qué hayo debe haber controver-
respecto a los límites del problema, ni respecto a los valores sias? Porque lo cierto es que otros medios son mucho más
implicados ni a la fiabilidad de la información disponible. efectivos para la movilización de esfuerzos: la autoridad, si se
Existen, por supuesto, controversias en las que está resuelto tiene, el mercado o, en caso de estar en desigualdad de condi-
el problema de segundo orden puesto que se ha llegado a ciones de poder, el conflicto abierto, no la controversia. O la
una estabilización de los sistemas de autoridad, pero este ex- controversia no es ella misma un bien público deseable, o
tremo no demanda comentario alguno: se trata de discusio- no puede admitirse que la controversia sea simplemente un
nes que constituyen partes de la deliberación normal. medio estratégico para engañar al otro. Una controversia es
Las controversias no son solamente formas maduras de ella misma un modo de generar redes de confianza y trans-
desarrollo tecnológico, son también formas maduras de de- misión de información, de modo que el consenso se basará
sarrollo democrático: algunas sociedades en momentos especí- simultáneamente en razones y en procesos de decisión libre
ficos deciden someter a discusión las opciones tecnológicas," y colectiva.
En estas micro instituciones cabe, como hemos venido consi- La existencia de controversias es, pues, en sí misma, un
derando, una actitud «altruista», la del que está dispuesto a genuino caso de bienes públicos en donde el retorno que re-
convencer o ser convencido en virtud de las propiedades ra- cibe cada agente es independiente de su colaboración, yen el
cionales del acto conversacional en el que se ha embarcado, y que la fuerza por la que cada agente se implica en la acción
una actitud «egoísta», la del que está dispuesto a convencer al deriva de otras formas. No está excluida la hipocresía, puesto
otro utilizando estrategias de propaganda o de poder, por que la movilización solamente será posible en un contexto
ejemplo, cambiando su estado cognitivo mediante prome- en el que se han generado estructuras permanentes de nor-
sas, amenazas u otros mecanismos implícitos en la retórica. mas o autoridad y algunos actores pueden usar la propia
Probablemente las controversias no sean para alguno de los controversia para sus propios fines. Pero lo interesante es que
actores más que polémicas por otros medios. Tal vez hayan las controversias no pueden entenderse ya como meros siste-
entrado en la polémica con el objetivo oculto de vencer por mas de negociación: son procesos de auténtica colaboración.
los medios que sea y no les importe tanto el convencer o, La razón está en que los efectos sociales de la misma existen-
peor aún, no estén dispuestos a ser convencidos. Muchos so- cia de la controversia se extienden más allá de lo que los
agentes obtienen subjetivamente de ella. No podemos evitar
la existencia de pseudopolémicas, pero en la medida en que
8 Hayya una gran información sobre las experiencias que se han lleva-
las controversias auténticas se lleguen a establecer como
do a cabo en esta dirección. Lamentablemente hay más información que
experiencias, pero esta información es también parte de las experiencias. práctica habitual, se convertirán en procesos sociales que no
Véanse Levidow y otros, Luján y otros, Bechman, Laird, Toft, Ioss, Fixdal, podemos considerar marginales en la tecnología contempo-
Borrillo (comp.), Luján. ránea basada en la interdependencia social de la cultura, la
282 MUNDOS ARTlrlCIAUS CONTIWVERS¡AS TECNOLÓGICAS Y RACJONAUDAD COLECTIVA 283

sociedad, la ciencia, la política y las propias formas de vida. de decisión y la racionalidad de la decisión se encuentran en
Hay controversias solamente cuando hay ya un sistema bási- tensión. Precisamente por eso son dominios que constituyen
co en el que los agentes, bajo un cierto velo de ideas, están un marco privilegiado para ejercer la racionalidad. En estos
dispuestos a convencer o ser convencidos por razones. contextos surgen las controversias: son fenómenos nuevos en
En las controversias genuinas, además, está implicada el desarrollo de la tecnología que hay que considerar como
también la pretensión de que las razones tengan un grado in- nuevas formas de establecer el tejido de relaciones entre la
tersubjetiva, y en cierto modo objetivo, suficiente, de acepta- tecnología y la sociedad. Hemos establecido algunas condicio-
bilidad. Porque las controversias que exigen un consenso nes para que una controversia sea aceptable. Hemos conside-
perfecto en realidad no llegan a ser controversias genuinas si- rado también que las controversias son ellas mismas medios
no simples discusiones. Las controversias que consideramos deseables de producción de decisiones en contextos social-
importantes a veces acaban en un consenso, como ocurre mente complejos, como lo son los contextos tecnológicos.
cuando una comunidad acepta mayoritariamente un nuevo Puesto que el acuerdo y el consenso es un bien deseable,
punto de vista, pero en otras ocasiones son parte de la dis- la segunda parte del capítulo se ha dedicado a la exposición
cusión social acerca de la producción del futuro, de las al- de los problemas que presenta la provisión de bienes públi-
ternativas que consideramos deseables, de los riesgos que cos y los dilemas de racionalidad a los que se enfrentan los
consideramos inaceptables y de los males que intentamos colectivos. Las decisiones tecnológicas son casos paradigmá-
sobrepasar. No hay que ponerse de acuerdo necesariamente. ticos de bienes o riesgos públicos que no son proporcionales
Lo que hay que evitar entonces son las opciones irreversibles, a quienes han pagado los costos o producido los riesgos. De
los «trágalas» sociales impuestos por autoridad. Pero aquí la ahí que se presenten dilemas de acción colectiva. Hemos exa-
tecnología se encuentra a la par con otras formas de transfor- minado las posibles soluciones y los propios problemas que
mar el mundo en el que vivimos. Mi propuesta, para acabar, presentan estas soluciones y, dado que no hay una solución
es que consideremos las controversias como largos procesos perfecta a estos problemas, lo más racional es aquí también
en los que se genera una forma de equilibrio reflexivo, es decir, lo más legítimo: promover la discusión y la toma colectiva de
procesos en los que la dinámica del bien público se establece decisiones como un medio de aprendizaje y formación para
en el doble plano de la producción de primer orden, pero seguir tomando decisiones colectivamente.
también en el terreno de las razones acerca de por qué hay
que colaborar.
SUGERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

RESUMEN Respecto a los dilemas de bienes públicos, reiteramos la re-


comendación del anterior capítulo de la antología de Aguiar.
Este capítulo es una expansión de la cuestión de los dilemas Sobre controversias en ciencia y tecnología, Collins 3, Shapin,
de racionalidad que expusimos en el capítulo anterior. Estos Giere, Tristram y Caplan, Thagard, son algunos ejemplos repre-
dilemas surgen del hecho de que la racionalidad debe ejercer- sentativos de la creciente producción bibliográfica. Sobre las
se en contextos colectivos, en los que el acuerdo, la capacidad nuevas experiencias que han surgido en algunos lugares como
284 MUNDOS ARTIfiCIALES

los foros de discusión de alternativas tecnológicas y algunas ex-


periencias de diseño compartido, véanse Luján y otros, Bech-
rnan, Laird, Tofts, Ioss, Fixdal, y los trabajos coordinados tanto
por Barrillo como por Luján. En España, e! grupo que dirige Emi-
lio Muñoz en e! Instituto de Estudios Sociales Avanzados del EpÍLOGO: LOS VIEJOS
Consejo Superior de Investigación Científica está realizando
una loable tarea de promoción de la discusión colectiva sobre CACHARROS NUNCA
la tecnología, en particular sobre biotecnologías. El grupo de!
Instituto de Evaluación sobre Ciencia y Tecnología, impulsado MUEREN
desde Valencia por José Sanmartín, ha desarrollado varios traba-
jos sobre participación pública en la discusión tecnológica. En
mi propia universidad, e! grupo de Evaluación de Políticas
Científicas (EPOC), dirigido por Miguel A. Quintanilla, ha sido Lasconstrucciones casi en ruinas
parecen todavía proyectos sin acabar,
desde hace años un promotor de la creación de instituciones grandiosos; sus bellas medidas
democráticas de control de la ciencia y la tecnología. Revistas pueden ya imaginarse, pero aún necesitan
como Research Palicy y Science and Pub/ic Palicy están dedicadas de nuestra comprensión. y, además,
a la discusión teórica y práctica de experiencias de participación. ya sirvieron, ya fueron superadas incluso.
Todas estas cosas me hacen feliz.
BEIDUI.:r BREellT

E l texto que sigue] es un alegato filosófico en favor de la conser-


vación y el cuidado de todo aquello que ha formado parte de
nuestro medio físico y que e! ecologismo ha olvidado por un
incomprensible y fastidioso enfrentamiento entre naturaleza y
cultura: las paredes, los carros, los lenguajes perdidos, todas las
herramientas, mi bicicleta.

Los ESPACIOS OLVIDADOS

Cerca de Ciudad Rodrigo, en la frontera entre España y Portu-


gal, en un pequeño pueblo llamado Aldea del Obispo, en la ci-

1 Versiones previas de este capítulo fueron publicadas en Abril, 1995 Y


en Cómez-Heras [comp.], Ética medioambiental, Madrid: Tecnos, 1997.

285
286 MUNDOS ARTIFICIALES EPfLOGO: LOS VIEJOS CACHARROS NUNCA MUEREN 287

ma de un otero que domina el valle de la aldea y las vecinas co- mente el camino del alejamiento de todas las corrientes cien-
tas, atravesando unas vallas de alambre de espino que quieren tíficas de la Ilustración. Para acabar, debemos a una mezcla
impedir la huida de las vacas y el ocasional paso de visitantes, se de intención conservadora e intención destructora el estado
encuentran los olvidados restos del Fuerte de la Concepción, la actual de las ruinas. Que el Fuerte de la Concepción haya con-
construcción militar más perfecta en su género de toda la inge- servado algo de su pasado esplendor es un milagro si atende-
niería militar del siglo XVIII y hoy unas serenas ruinas que apenas mos a la saña destructora que lo ha perseguido. Que aún
dejan entrever la compleja estructura de una fortificación crea- permanezca olvidado y devaluado en el elenco de nuestro pa-
da ya en la época de expansión de la artillería. Comenzó a cons- trimonio cultural nos dice mucho acerca de una cultura que
truirse el año 1686 y fue terminado hacia 1740, el mismo perio- sólo valora las ruinas que son catalogadas por expertos en ar-
do que abarca la revolución científica que dio origen a la te, pero desprecia los vestigios de nuestro pasado técnico.?
mecánica racional. Sufrió el asedio del ejército inglés durante Por todo ello la casual preservación del fuerte es un caso
las guerras napoleónicas y, después de la conquista, un primer ejemplar para provocarnos la pregunta que queremos diluci-
intento de voladura premeditada que afectó a alguna de las par- dar: [estamos obligados moralmente a conservar espacios artificia-
tes más débiles de la obra. Debemos la preservación de estas les del mismo modo que estamos obligados a la conservaci6n de
ruinas a un oscuro oficial de ingenieros que se negó a cumplir ecosistemas y especies?
las órdenes de una segunda y más sistemática demolición, pren-
diendo las mechas de las minas que habían sido colocadas al
efecto una noche lluviosa. Cuando el propio regimiento de la ACERCA DE LA CONSERVACIÓN DE ESPECIES Y sus ARGUMENTOS
guarnición española abandonó definitivamente la plaza, en pa-
go de sus deudas a los lugareños, el coronel les animó a usar sus Argumentos consecuencialistas
viejas piedras en nuevas construcciones, y, en efecto, alguno de
los nuevos ocupantes estableció un negocio de cantería que dis- Dos grandes argumentos sostienen el conservacionismo de la
persó los sillares por toda la comarca de Ciudad Rodrigo, en diversidad biológica. El principal, que constituye el género,
donde aún son visibles en numerosas casas de varios pueblos. descansa sobre el cálculo de recursos. Apela al uso de nuestra
Propongo este caso como ejemplo de la cuestión que nos
2 Al cruzar la frontera nos encontramos el Fuerte de Almeida. su geme-
concierne: la conservación de espacios y especies naturales y
lo y vigilante enemigo. Está perfectamente conservado y periódicamente
artificiales. El Fuerte de la Concepción, para abundar en esta limpiado por el ejército portugués. Un pequeño museo nos cuenta la his-
conjunción, se encuentra en una encrucijada de contrastes: toria del fuerte y varios de sus sótanos han sido restaurados y se ofrecen al
físicamente está situado en medio de una zona de dehesas de visitante curioso. Debo estos datos, imprecisos porque acuden a mi me-
encinas, uno de los ecosistemas más valiosos de Europa; ale- moria desde los recuerdos de una pasada visita, al maestro del pueblo,
jadd de todo núcleo de civilización, en una de las zonas más quien a lo largo de varios años ha reconstruido la historia del fuerte y, lo
que es más difícil, su antigua estructurafuncional, en una enorme maque-
deprimidas de la Raya de Portugal, es un ejemplo preclaro de
ta en la que han colaborado variasgeneraciones de alumnos y ha termina-
la tecnología más avanzada del Barroco. Los ingenieros que do por despenar la atención de todos hacia lo que es uno de los pocos
lo diseñaron eran expertos en varias de las artes mecánicas restos de una tecnología que solamente era posible con los nuevos méto-
modernas, en una España que había emprendido definitiva- dos científicos del Barroco. No todo se ha perdido.
288 MUNDOS ARTIFICIALES EPflOGO: LOS VIEJOS CACHARROS NUNCA MUEREN 289

capacidad de racionalidad estratégica y propone moderar la teoría de la evolución junto a otros considerandos externos.
satisfacción de nuestras necesidades actuales para conservar Así, afirmamos que
recursos en el futuro. La racionalidad estratégica parece ser 1) La diversidad genética es garantía de una mayor proli-
un patrimonio de la especie humana. Muchos animales guar- feración futura de especies;
dan alimentos para el futuro, lo que indica que son capaces 2) La proliferación de especies es un bien, en la medida
de resistir el impulso de comerlos en el momento, mas, pese en que la variedad es también mayor capacidad de
a que esta conducta nos sorprenda en el mismo grado que lo a) automantenimiento, dada la complejidad de los ni-
hace el evidente altruismo de otros comportamientos anima- chos ecológicos, y b) aprovechamiento para la subsis-
les, no diríamos que tal conducta sea un caso de racionalidad tencia humana. Un ambiente pobre en diversidad es
estratégica sino más bien de comportamiento dirigido por también un ambiente pobre en recursos potenciales,
mecanismos no intencionales. La racionalidad estratégica ne- una vez que apliquemos nuestra capacidad inventiva.
cesita la capacidad de representarse el futuro como futuro, es El argumento no carece en absoluto de fuerza y, cuando
decir, representarse una situación como una situación que no constatamos el ritmo de especies que diariamente desapare-
es ahora, pero que existirá como resultado causal de la situa- cen como resultado de la intervención humana, adquiere
ción presente. La racionalidad estratégica es difícil y tiene una nueva fuerza que le concede la evidencia empírica más
algo de inexplicable en su origen; la racionalidad colectiva, inquietante. Desde un punto de vista ético, sin embargo, los
pongamos por caso, es siempre complicada de obtener, pero argumentos de racionalidad estratégica pueden darnos como
la racionalidad estratégica lo es aún más porque exige una ca- consecuencia una cierta norma prescriptiva de conducta,
pacidad colectiva de representarse el futuro, primero; des- pero no tienen la fuerza suficiente para fundamentar una
pués, un acuerdo sobre la cadena causal que abrirá el camino norma o un conjunto de normas morales. Para ello necesita-
hacia el fin deseado, y, por último, un acuerdo sobre las ac- ríamos un plus que eleva el cálculo sobre las consecuencias a
ciones que corresponde realizar a cada individuo. Tan difícil valor éticamente estimable, porque podría ser el caso que al-
es que normalmente este cálculo no es fruto de acuerdo sino go estratégicamente racional fuera no obstante moralmente
que, o bien se impone por autoridad, o bien se genera de ma- reprochable.
nera no intencional, como subproducto de alianzas menos
generosas con el futuro.
La conservación de especies se reduce a un caso de ra- Argumentos esencialistas no consecuencialistas
cionalidad estratégica. El argumento aquí es un poco más
complejo que el mero reconocimiento de recursos que se Existe un segundo grupo de argumentos que no tienen un
agotan por consumo, como son los recursos no renovables. matiz consecuencialista, sino que tratan de fundamentar el
El argumento básico consiste en la necesidad estratégica de carácter de la diversidad biológica como fin en sí mismo. Es-
mantener la diversidad biológica y más concretamente la di- tos argumentos se apoyan generalmente en consideraciones
versidad genética. Necesitamos aquí algo más que un mero metafísicas o religiosas. El argumento más importante consi-
cálculo de primer orden sobre las consecuencias de nuestra dera que el ser humano tiene cierta responsabilidad sobre el
acción y tenemos que aplicar algunos conocimientos de la medio en virtud de motivos muy diversos, por ejemplo, de
290 MUNDOS ARTIFICIALES rrn.o c o: LOS VIEJOS CACIIARROS NUNCA MUf,REN 291

origen religioso, aunque también de origen metafísico, como Una versíón naturalista del esencialismo
el que afirma que la capacidad intencional de destrucción de-
be incorporar una responsabilidad correlativa. Hay un modo de hacer compatible el consecuencialismo y el
No creo que haya nada en contra o a favor de este tipo de esencialismo conservando las notables virtudes de cada una
argumentos, depende de la justificación que mantengan. No de estas aproximaciones: adoptar un punto de vista no esen-
creo tampoco que merezca la pena juzgar si talo cual apuesta cialista sobre la esencia de las relaciones humanas con la
por la naturaleza humana está mejor fundamentada que naturaleza. Y el modo más adecuado es comenzar recono-
cualquier otra. Dejaremos, pues, a un lado la vía de crítica a ciendo que la naturaleza humana, y por ello las culturas hu-
los argumentos conservacionistas basados en alguna intui- manas, es parte del orden natural de las cosas.
ción fundamental sobre la naturaleza humana. Me parece, Encontramos siguiendo esta dirección de argumentación
sin embargo, que el principal problema que presentan tales un caveat que debemos sortear antes que nada, a saber, la
estrategias argumentativas es que hacen muy difícil funda- extrema y extremadamente rechazable hipótesis Caía; de
mentar morales de conducta conservacionista sobre éticas de acuerdo con sus defensores, todos los sistemas están profun-
carácter esencialista. La razón está en que la distancia que damente relacionados de manera que alcanzan un grado de
existe entre una versión normativa de cuál es nuestra natura- equilibrio casi perfecto que se automantiene y autopreserva
leza como humanos, o como lo que sea, y la obligación de cual organismo complejo a lo largo de los siglos, y que sólo
conservar los sistemas naturales es una distancia enorme: no por la extrema intervención humana podría ser destruido.
nos permite más que un ambiguo precepto que en poco o Muchas son las razones para rechazar la hipótesis: la más
nada contribuye a orientar nuestra conducta. Supongamos contundente es que el hecho de que los sistemas vivos se re-
que orientamos nuestra acción por la norma heideggeriana y lacionan encadenadamente en sistemas que constituyen ni-
budista de contemplar la realidad antes que intervenir en chos ecológicos, no construye ninguna base para sostener que
ella: como criterio regulativo bien puede sostenerse, pero co- el planeta entero constituye un sistema orgánico, más allá del
mo criterio normativo nada nos dirá sobre cuándo es bueno hecho trivial de constituir un sistema físico. Pero aunque
o malo intervenir en el curso natural. Una respuesta siempre o constituyese un sistema de algún tipo especial, no hay ningu-
nunca está prohibida, claro, por respeto a nuestra inteligen- na razón para mantener que ftlogenéticamente ha alcanzado
cia; porque no se nos escapa que la preservación de sistemas un estado óptimo: ni la evolución implica necesariamente
es un asunto de decisión controvertida y controvertible. Muy óptimos globales, ni hay ninguna forma de explicar cómo la
pocos dudarían de que la desaparición de las especies de re- tierra haya podido competir con no se sabe qué otros siste-
trovirus del sida, o del más reciente y famoso ébola, no supo- mas en la guerra de la selección natural.
ne demasiada pérdida para la naturaleza, pero casi todos Pero si abandonamos esta loca conjetura, todavía encon-
dudaríamos en la confrontación moral entre el valor intrín- tramos cierto atractivo en buscar nuestra identidad por la
seco de un ecosistema determinado frente a cuestiones de vi- senda de la evolución. Para expresarlo en términos heidegge-
da o muerte de personas. rianos, nuestra esencia ha de ser buscada en la temporalidad,
mas sólo en cuanto la temporalidad nos permita alguna uni-
dad; o quizás, en términos más positivos, nuestra identidad
292 MUNDOS ARTIFICIALES EPfLOGO: I.OS VIEJOS CACHARROS NUNCA MUEREN 293

histórica debe ser encontrada en el espacio en el que conflu- pacio, tiempo y computación, y hay que decidir a veces entre
yen las huellas que permanecen de lo histórico y las posibili- variedad y cantidad, y la decisión no siempre es posible en
dades abiertas del futuro. Atravesamos ontogenéticamente términos racionales, como no lo es la decisión entre grados
en nuestro desarrollo embriológico como fetos por fases que de libertad y niveles de igualdad. De ahí que intervenga cierta
son huellas claras de nuestro pasado filogenético: somos pe- exigencia regulativa, puesto que no hay ninguna constricción
ces en un cierto momento para ser reptiles en el siguiente y que naturalmente conduzca al mantenimiento de la varie-
mamíferos después. Las contingencias de nuestra historia han dad. Preservar es obligatorio porque es bueno, porque nues-
dejado su huella. Algunas formas determinan nuestro futuro tra identidad de puntos en un espacio de posibilidades que
en mayor medida que otras, pero nos constituyen en la medi- se articulan en el futuro de manera interdependiente, La éti-
da en que forman parte de nuestro desarrollo epigenético, En ca, pues, comenzaría el punto preciso donde el cálculo se ha-
un cierto sentido somos lo que nos dejan ser las posibilidades ce impotente. Vayamos ahora a los espacios artificiales.
que han sido realizadas a lo largo de nuestro pasado, en la me-
dida en que siguen determinando nuestro futuro.
Variosfilósofos del pasado, que pensaron nuestra identidad LA CULl1JRA DE LOS AIITEFAcrOS
en términos históricos, como fue el caso del idealismo alemán,
e incluso del marxismo, no pudieron sin embargo sustraerse a Los artefactos son objetos que resultan de la intervención hu-
la idea de que lo permanente e idéntico solamente podría ser mana. Son esencialmente productos de la capacidad de ins-
explicado admitiendo un plan en la historia. Por otro lado, trumentalización. La acción intencional humana se reduce
quienes, como Heidegger, adoptan una concepción no teleoló- en esencia a hacer A para hacer B, o hacer A para conseguir B.
gica de la historia, necesitan encontrar identidades aternporales La acción instrumental generalmente exige la transformación
que terminan siendo vacías, cual termina siendo la mera con- del medio para crear posibilidades que de manera natural no
templación del discurrir. Pero hay otro camino en la dirección están presentes: el curso de la naturaleza no las prohíbe, de
abierta por Darwin y la concepción genuinamente evolutiva de manera que son en un cierto sentido posibilidades nómicas,
la historia: la historia, sea la historia filogenética de la especie, la pero no son accesibles desde nuestras capacidades directas de
ontogenética del individuo o la histórica de la persona, es una acción, de manera que habría que modificar esta accesibili-
suma de casualidades no predeciblesque marcan y determinan un dad convirtiéndolas en posibilidades pragmáticas.
espacio de posibilidades de desarrollo, pero no determinan una Desde este punto de vista podemos contemplar los ins-
línea predecible. trumentos como nudos que articulan redes de posibilidades
De acuerdo con esta concepción, el precepto de conserva- de acción. Son, dicho de una manera muy rápida, extensio-
ción de la variedad estaría unido a un precepto mucho más nes de nuestro cuerpo que nos permiten alcanzar estados que
fuerte de dejar abiertas al futuro tantas posibilidades cuanto de otra forma serían imposibles. La técnica es la capacidad
sea posible. La uniformidad y el orden restringen el universo para desarrollar estas posibilidades de manera sistemática,
de posibilidades y cierran puertas que de otro modo podrían mediante planes que se incorporan al conocimiento tácito en
servir de salida a nuestros problemas. El mantenimiento de forma de acciones repetitivas, estandarizadas y sometidas a
la variedad es, s~ embargo, caro en términos de energía, es- normas pragmáticas: para conseguir B haga A.
294 MUNDOS ARTifiCIALES EPILOGO: LOS VIEJOS CACHARROS NUNCA MUliREN 295

El carácter repetitivo de las técnicas muestra que las obras considerar como culturas que están determinadas por los ar-
humanas actúan como conservadores de las acciones en el tefactos. Así, hablamos del horno habílis, por la «cultura de
tiempo: eso son los artefactos, objetos cuya permanencia es guijarros», o del Barroco o del Románico.
mayor que la de su uso. Un artefacto es por definición un sis- La cuestión que nos atañe es la cuestión de cómo la his-
tema físico que puede ser usado. Persiste en el tiempo el mis- toria de los artefactos ha sido y es el medio que permite la
mo intervalo que permite su estructura física. Persiste en el transmisión de un tipo de información que en otro caso se
tiempo en tanto que artefacto utilizable mientras persista la perdería irremisiblemente, a saber, la información práctica, las
memoria de su uso; cuando ésta desaparece, el artefacto se habilidades de uso que no podrían haber sido transmitidas
convierte en un objeto cultural cuyo valor es independiente de no mediar el sistema de uso, el artefacto. Señalamos así a
de su estructura funcional. digno, si lo es, para conservarse una característica muy específica de la especie humana y tal
como objeto estético o curiosidad, pero no como objeto de vez de algunas especies de primates: la existencia de culturas
nuestro conocimiento técnico. técnicas que exigen aprendizaje de uso por imitación, no por
Los artefactos, por último, tienen una cierta gramática transmisión verbal. Todo aprendizaje es aprendizaje de un
funcional que depende de cómo están diseñados, de cómo se cierto grado de destreza y maestría que no puede reducirse
organizan las formas en función del uso. Estos arreglos son a, ni expresarse en, una secuencia verbal. El maestro enseña
en un primer nivel funcionales, pero en un segundo nivel al aprendiz lo realmente importante mostrando su propia
son físicos. El diseño comienza siendo funcional para llegar a práctica, no mediante órdenes o discurso. La destreza técnica
niveles inferiores de carácter físico: uno empieza dibujando y exige, como puede comprenderse, una adecuación física al
termina construyendo con lo que tiene a mano. artefacto que implica una relación corporal y física con el me-
La división entre naturaleza y artefactos es una división dio que no está tan claramente presente en el conocimiento
inexistente en lo que respecta a la naturaleza humana, que teórico. Y es esta adecuación la que se recoge en la forma y el
está sometida a la evolución cultural paralela a la evolución diseño del instrumento, del artefacto de uso. Quisiera recor-
biológica. La evolución cultural entraña la transmisibilidad dar aquí uno de mis filósofos de la técnica favoritos, Love-
de información por enseñanza y aprendizaje, no sólo por he- craft, quien sabe emplear como nadie el recurso de formas
rencia, junto con los soportes físicos en los que se realiza tal imposibles para sugerir el misterio de habilidades desconoci-
información, la palabra y las historias contadas, la escritura, das. Los cuentos de Lovecraft se vuelven amenazantes cuan-
los, discos, para la información teórica, los instrumentos y do se pueblan de objetos extraños en sus formas porque
máquinas para la información práctica. Cabría quizás pensar sugieren usos inefables.
en una división entre naturaleza, como lo que es transmitido Tal vez se objete que estamos pensando sólo en un tipo
genéticamente, frente a cultura, que es transmitida a través de artefactos como los instrumentos de uso directo, y cier-
del aprendizaje individual. pero en el caso del hombre esta tamente son casos paradigmáticos de lo que estamos afir-
división tiene muy poco interés: lo que concede al hombre mando, pero, en cierto modo, todo artefacto, aun los más
su naturaleza, en un sentido intuitivo, es el ser persona, lo complejos y más autónomos son también complejos funcio-
que nos lleva a una no diferenciación interesante de ambos nales de relaciones que al final se sostienen sobre su utilizabi-
factores. Las culturas humanas, por otra parte, se pueden Iidad. Incluso las grandes centrales nucleares, como un caso
296 MUNDOS ARTIFICIALES EPfLOGO: LOS VIEJOS CACHARROS NUNCA MUEREN 297

de complejidad, y los satélites espaciales como casos de auto- existencia de una selección sobre las características funciona-
nomía se sostienen sobre una red de habilidades ocultas en les. No sabemos explicar la presencia de todos los rasgos,
sus barrocas formas técnicas y lejanía espacial. La cuestión es pero no hay que descartar la explicación por la selección na-
algo metafísica, pero creo que argumenta en favor de la no tural. Tomemos, por citar un caso, la forma aplastada de cier-
separabilidad entre aspectos de naturaleza y de artificio cuan- tas vasijas de cerámica o barro cocido que aparecen en
do nos movemos en el terreno de la historia de las técnicas, culturas muy diferentes: se pueden explicar por la presión
pues, como mostró Kubrick en 2001: una odísea en el espacio, de la función que cumple esta forma. Así. en los trabajos de
cualquier objeto puede servir casi para cualquier cosa, si uno campo en verano, el encargado de traer el agua para los jor-
desarrolla la inteligencia de uso necesaria: un homínido naleros debía de hacer viajes constantes para llenar los reci-
con un fémur se convierte en artesano de la muerte; cuando pientes de cada trabajador, es fácil comprender que la forma
abre un cráneo del osario en el que juega instantáneamente aplastada facilitaba poder colgarse del hombro varias can-
descubre un mundo de posibilidades de poder. timploras, al tiempo que resistían mejor los golpes si adopta-
ban esta forma. Hoy sólo accedemos a su casi imperfectible
forma que nos seduce porque viene de un fondo perdido en
Los OBJETOS TAMBIÉN fSJÁN SOME"I100S A EVOI.llCIÓN la historia y olvidamos su función, que fue la que le concedió
el diseño a través de siglos de minúsculas variaciones.
Hay una correlación entre la fisiología y la evolución biológi- Aunque sólo es una conjetura, por otra parte, no creo que
ca, por una parte, y la estructura física y funcional de los ob- sea arriesgado pensar en algo así como una suerte de gramá-
jetos, por otra. La fisiología se genera por desarrollo de un tica de las formas artificiales, que sería la base de la invención
embrión codificado genéticamente; asimismo, un objeto téc- de nuevos artefactos. Las formas complejas resultarían de al-
nico nace como resultado de la acción humana particular go así como una química de formas y habilidades básicas. La
que busca la instrumentalidad de ese objeto para conseguir' composicionalidad de las formas proviene del hecho de que
ciertos fines, pero lo que hace de un sistema fisiológico un al fin y al cabo los artefactos deben diseñarse siguiendo pa-
sistema perteneciente a una categoría dada es el haber sido trones de uso que son específicamente humanos y nuestras
producto de un determinado desarrollo filogenético. que capacidades son a veces sorprendentemente creativas, pero
explica que la estructura fisicoquímica de los órganos desa- menos numerosas de lo que la variedad que genera la divi-
rrolle cierta arquitectura funcional. Aunque parezca sorpren- sión social del trabajo nos hace suponer.
dente, los objetos técnicos, como objetos funcionales, están Los objetos varían en la materia de la que están compues-
igualmente sometidos a una historia de desarrollo que expli- tos, en la forma en la que se articulan sus partes y en su arqui-
ca en buena medida su arquitectura funcional. Basalla ha in- tectura funcional. Y los tres niveles se desenvuelven en la
sistido con toda razón en el carácter histórico de los objetos historia en desarrollos desiguales y en historias entrelazadas
técnicos, sin el cual no podríamos explicar algunos rasgos. que solamente al final del día pueden ser narradas, nunca
Los objetos están sometidos a variaciones que son cam- predichas [véase Manzini]. La variabilidad de los tres niveles
bios en su instrumentalidad, estas variaciones son producto de constitución de los objetos no es menos compleja que la
de muchos factores, entre los que no hay que desdeñar la variabilidad de los fenotipos de los individuos biológicos,
298 MUNDOS ARTIFICIALES l,r!LOGO: LOS VIEJOS CACHARROS NUNCA MUEREN 299

ni menos compleja su subsistencia, puesto que los objetos los teclados de máquinas y ordenadores, QWERIY, lo que nos
técnicos solamente pueden sobrevivir en un ambiente espe- recuerda que la técnica no es fruto del diseño perfecto en la
cialmente favorable. Sería algo más que sorprendente que en misma medida en que tampoco lo es nuestro cuerpo: la his-
contrásemos tecnología de vapor sin al mismo tiempo, en el toria impone el valor de la contingencia en las encrucijadas
mismo espacio y ámbito cultural, encontrar una tecnología de la evolución, y la interdependencia funcional hace el res-
siderúrgica avanzada. De manera que se generaría algo así co- to: introduce la necesidad. Yes precisamente esta dependencia
mo nichos ecológicos de artefactos que dependen necesaria- funcional, mezcla de lo singular y universal, de lo histórico y
mente unos de otros, y de oficios y maestrías sin las que no lo permanente, la que nos permite identificar las culturas en
sobrevivirían. Una supervivencia que exige división social de su individualidad irrepetible. No tiene ahora mucho sentido
las habilidades en el espacio y una cultura de la enseñanza en discutir hasta dónde alcanza el holismo, si, como en el sueño
el tiempo, puesto que la supervivencia es subsidiaria de su hegeliano, engloba todos los aspectos de la cultura, o, en unos
permanencia cultural, pero no por ello es menos rígida. En más modestos términos, abarca solamente racimos de de-
resumen, la interdependencia de objetos y habilidades ha- pendencias funcionales.
bría generado un imperativo tecnológico que obliga a los ar-
tefactos a sostenerse en otros sistemas de artefactos y a las
habilidades en otras habilidades, formando una red que se
LA CONSERVACIÓN DE LOS ARTEFACroS
escapa en su totalidad a la mirada parcial del individuo o del
grupo interesado. Nichos, pues, en los que habitamos pero
que no controlamos más de lo que controlamos el flujo de la Llegamos ya, tras un largo rodeo, a lo que era el objetivo de
vida, a pesar de que intervengamos sobre él. nuestra búsqueda, un argumento ético en favor del conserva-
La estructura funcional de los objetos permanece en su cionismo de los artefactos. Recordemos ahora el precepto éti-
diseño, del mismo modo que su instrumentalidad permane- co al que habíamos llegado en nuestra discusión sobre el
ce esencialmente en el aprendizaje cultural. La supervivencia conservacionismo de la diversidad biológica: preservad tantas
de la instrumentalidad de los artefactos, pues, se produce en posibilidades como sea posible.
fuerte dependencia de otras supervivencias, las de los artefac- Los objetos técnicos, como las especies, desaparecen por
tos y técnicas funcionalmente relacionadas con su instrumen- evolución, están sometidos al mismo final previsible que
talidad. Por ello cabe hablar de una cierta clase de holismo cualquier objeto vivo: la muerte, sea por el proceso físico de
funcional de los objetos técnicos que en el discurrir de la his- su desgaste biológico, sea por el proceso cultural de su olvi-
toria se traduce en una extraña mezcla de casualidad y contin- do. La muerte de los artefactos es el olvido. Olvido justificado
gencia, y en el establecimiento de relaciones y dependencias porque nuestra memoria individual es limitada: la división
sorprendentes. Lo casual puede depender de la innovación o técnica del trabajo es, entre otras cosas, un resultado de nues-
quizá de otros factores, lo necesario de las dependencias en tras limitaciones de tiempo y de memoria. El saber y el pro-
varios niveles que se establecen entre las materias, formas ducir, como ha señalado reiteradamente David Anisi, ocupan
y funciones que identifican los artefactos. Cabe aquí traer a tiempo. Son tiempo acumulado. De ahí que la evolución y el
cuento de nuevo la curiosa historia del orden de las letras en progreso se vivan como olvido de lo que ya no se usa, de los
300 MUNDOS ARTIFICIALES EPfLOGO: LOS VIEJOS CACHARROS NUNCA MUEREN 301

instrumentos y técnicas que resolvían problemas que ya no un cálculo de racionalidad estratégica más compleja que la
tenernos, que previsiblemente no tendremos. agricultura o la ganadería: conservamos no el individuo, sino
¿Por qué conservar entonces lo que no es necesario, lo el espacio de posibilidades que nos ofrecen nichos que se
que ya fue y no volverá a ser, si no es como curiosidad o co- han preservado hasta el momento. Y este cálculo está funda-
mo recuerdo cultural en un museo? Hablemos pues de mu- mentado en algo más profundo de origen moral que nos
seos: un museo es una institución de la memoria colectiva. obliga a preservar la variedad para preservar las posibilida-
Aunque son objetos muertos, algunos de ellos vuelven a vivir des, porque nuestra identidad como seres históricos está liga-
cuando son vistos: es lo que ocurre con un museo de arte. To- da de algún modo a dejar abiertas las puertas de la historia, a
do el poder que reside en la pintura resucita al ser vista por el no considerar nada demasiado necesario y sí a agotar el espa-
ojo inteligente: está viva porque la memoria educada la des- cio de lo posible.
pierta de su largo sueño y vuelve a ser lo que fue en el primer y llegamos así a los artefactos como objetos funcionales:
minuto de haber sido pintada. Es el poder del arte y también su preservación no puede ser como la de los museos de cien-
el poder del conocimiento: lo mismo ocurre con una biblio- cias naturales, sino algo similar a las bibliotecas o a los espa-
teca, es un almacén de objetos que se convierten en libros, cios naturales. Los artefactos viven mientras vive la memoria
revistas y documentos porque hay lectores. Recordemos la del uso y sobre todo del diseño. La conservación no es con-
piedra de Rosseta, los papiros egipcios y las inmensas biblio- servación de objetos físicos, sino más bien el uso de objetos
tecas enterradas de tablillas en escritura cuneiforme: una vez físicos, que permanecen más que nuestros cuerpos y mentes
desentrañada la clave del lenguaje perdido, se convierten en como instrumentos de memoria del arte de resolver proble-
objetos vivos que nos hablan del pasado, de las cuentas de mas, de transformar la naturaleza para abrir posibilidades a
sus escribas, los cálculos de sus astrónomos, los preceptos nuestras vidas que de otra manera estarían cerradas.
de sus gobernantes y sacerdotes. Pensemos sin embargo en Mas por qué conservar si lo superado ya está muerto pre-
otra clase de museos: los museos de ciencias naturales, en los cisamente por haber sido superado, por qué mantener lo que
que encontramos a veces enormes y bellas colecciones de ya fue resuelto si ya fue resuelto. Subyace a esta pregunta una
plantas y animales disecados, de objetos clavados por alfile- errónea consideración del progreso técnico y de la novedad,
res que algún día volaron entre los bosques y los prados de la pero sobre todo una ignorancia de lo que es un sistema con-
montaña. ¿Se resucitan a la mirada del observador?, no sino tingente y evolutivo. La novedad en la técnica no es el fin de
en su imaginación o en su conocimiento. No son seres vivos, lo anterior, es la respuesta nueva a problemas nuevos, o el
son instrumentos de conocimiento. Están ahí porque preser- descubrimiento de un nuevo problema, y por consiguiente
van su forma pero no porque hayan preservado sus funciones de nuevas posibilidades que están en el espacio de solucio-
naturales. Son objetos definitivamente muertos. nes, pero la novedad surge de la transformación de la materia
Si queremos conservar las especies no hacemos museos anterior. Basalla, el historiador de la técnica, ha insistido en
sino parques naturales, o zoológicos en último extremo. Pre- los elementos de transmigración horizontal en las técnicas:
servamos sus funciones preservando la vida, aunque sea un reloj es, de algún modo, un ejemplo de los mecanismos
artificialmente, acotándola y cerrándola a nuestra propia vo- celestes, las primeras máquinas de vapor toman en sus co-
racidad de especie depredadora. Los parques naturales son mienzos los diseños de los molinos, el primer tren imita al
302 MUNDOS ARTIfiCIALES EPíLOGO: LOS VIEJOS CACHARROS NUNCA MUEREN 303

carro, el primer motor de explosión a la máquina de vapor, las técnicas, pero una cultura de la novedad permanente es
las primeras aeronaves a los timones y a la forma de los bar- paradójicamente una cultura que necesita de la memoria para
cos. Un artefacto es todos los artefactos que le precedieron, la mantener la variedad. Llegados a un cierto grado la preserva-
novedad es siempre resultado de la transformación de la va- ción de los artefactos pasados es la garantía de los artefactos y
riedad preexistente. soluciones del futuro.
Imaginamos la evolución como un árbol que se abre des- «Agota, alma mía, el campo de lo posible, pero no aspires
de un tronco único, pensamos en el pasado como una única a la inmortalidad», dice Píndaro en los Epinicios, pero el cam-
historia que conduce hasta nosotros, pero no es cierto, la po de lo posible puede llegar a ser una jaula si no guardamos
evolución recuerda más bien a una colección de arbustos que en la memoria los límites que nuestros ancestros fueron am-
se abren paralelos unos a otros. Muchos desaparecen, pero pliando, restando terreno a la ciega necesidad de las leyes na-
desaparecen de la variedad. Desaparecen especies, pero mu- turales. Guardad los viejos cacharros, porque en ellos está la
cho más grave es la desaparición de troncos filogenéticos. No memoria del futuro.
es distinto el olvido de los viejos artefactos, su desaparición
de la memoria deja un lago de posibilidades no realizadas
y ni siquiera realizables. La desaparición de técnicas y arte-
factos sólo es comparable como catástrofe a los lenguajes
perdidos: cuántas historias ya no serán contadas, cuántas
canciones ya no serán cantadas.
Nuestra historia cultural es aún más complicada que la
evolución biológica por la deriva transversal de las solucio-
nes que implica el aprendizaje. No sólo dejamos nuestra he-
rencia genética a nuestros hijos, sino nuestras habilidades a
miembros de la tribu que no tienen lazos familiares con no-
sotros. Por eso la cultura se conserva de manera más segura
que nuestros caracteres y capacidades físicas. Pero el olvido
es también por ello mucho más grave. Conservar aparece
ahora bajo la nueva luz que nos da la metáfora de la evolu-
ción biológica: la conservación es conservación de posibili-
dades abiertas, preservación de nuestra capacidad de resolver
problemas actuales y futuros. En un profundo sentido, el he-
cho de que nuestra cultura, como nuestras vidas, sea el produc-
to necesario de contingencias posibles hace que la preservación
de posibilidades esté profundamente ligada al tamaño de
nuestra memoria. Las culturas tradicionales apenas necesita-
ban la memoria por el mismo carácter repetitivo y lento de
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