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FACULTAD DE CIENCIAS PSICOLÓGICAS


Decana Prof. Dra. Amelia H. Imbriano

Asignatura: PSICOLOGÍA SOCIAL


Prof. Titular a Cargo Dr. Jorge D. Montironi

UNA SOCIEDAD SIN TRABAJO

CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS, MOTIVOS DE CONSULTA

Prof. Titular Dra. Rosalía Julia Rowensztein

“La cuestión del sujeto es la cuestión de la psique, de la psique como tal y de la psique
socializada, es decir, habiendo sufrido y sufriendo siempre un proceso de socialización.”
Castoriadis, (1999)

“La inestabilidad del contexto económico asociada con la volatilidad de los flujos de capital,
la persistente disfunción de los mercados financieros y la insuficiente demanda mundial,
siguen afectando a las empresas y desincentivan las inversiones y la creación de empleo”,
Torres, R. (2016) Director del Departamento de Investigación de la OIT.

En el inicio del desarrollo es indispensable registrar los comentarios actuales del


inicio de 2016 provenientes de la OIT que señala acera de las elevadas tasas de
desempleo que se siguen registrándose a nivel mundial y la persistencia del empleo
vulnerable en muchas economías emergentes y en desarrollo continuando en la afectación
del mundo del trabajo. Agrega además la importancia del empleo juvenil en la medida que
se sostiene alrededor del 12% en los últimos años sin perspectivas de descenso.
Paralelamente los debates sobre la situación contextual define que con
interrupciones aparentes retorna el sobre el destino del Modernismo. Pensar un
Modernismo después de la Posmodernidad, enreda un orden secuencial establecido
con el fin de indicar los cambios socioeconómicos. Sin embargo desde la anunciada
posmodernidad se ponen en juego las inter -conexiones que introducen un determinado
espesor de la realidad.
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La globalización tomó diferentes formas financieras, políticas y culturales
posibilitando a la designación de Modernismo, es un significante que retorna
novedosamente a partir de incluir en él lo que queda y se transforma de los discursos
anteriores; forma parte de nuestra cultura de auto-conocimiento en áreas como la cultura
clásica y la cultura popular, la comprensión de la narrativa histórica, el género y la
sexualidad, la raza y las teorías del otro. Huyssen (2011).
Las percepciones del tiempo y del espacio están experimentando una
trasformación que es aún difícil de definir por los medios de comunicación
contemporáneos y las sociedades de consumo A diferencia de las generaciones
anteriores, vivimos simultáneamente dentro registros espaciales y temporales diferentes.
Los medios de comunicación juegan, en efecto, un papel crucial en esta transformación.
Huyssen (2011).
Desde el fin de milenio y los primeros años del siglo, en forma constante, se han
puesto en evidencia la persistencia de un porcentaje de la población que se encuentra sin
trabajo en forma alternada en diferentes sitios del mundo, Argentina, España luego, EEUU
no escapa a la medición de porcentajes de desocupación en fragmentos puntuales de
tiempo. De todos modos permanece en nuestro país una franja considerable de población
que no posee trabajo atravesando dos generaciones o más. De manera firme y cualidad
invariable, la desocupación persiste en tanto acontecimiento sin posibilidad de retorno. En
la actualidad habiendo descendido el porcentaje de desocupación se ha mantenido un
porcentaje cercano al 10%, franja que ha persistido en tres generaciones. En los años
recientes se los ha denominado “ni, ni”.
Como suceso natural, casi normalmente instituido en la cultura cotidiana, en la
comunidad mundial, se ha logrado instalar discursivamente logrando el consenso en el
que se atribuyen, a la falta de trabajo, los problemas sociales que aquejan a nuestra
sociedad.
En tanto problema, adopta una dimensión dilemática de particularidad tal, que llega
a formar parte de los discursos políticos que en tiempos electorales invariablemente
esgrimen la promesa de solucionar o mejorar el conflicto creado por la desocupación.
En la difusión masiva que transmite la información acerca de este fenómeno,
tomado como una preocupación que compromete a la sociedad, resalta en la difusión,
una preocupante simplificación dejándolo reducido al impacto que sufre la autoestima.
También asistimos a una tendencia que coloca la falta de trabajo como un hecho natural,
casi necesario en el orden económico mundial. De manera simplificada podríamos decir
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que en lo Económico es una variable mas, en la Sociedad un problema mayor y en la
subjetividad un impacto traumático.
Asistimos a un fenómeno que convierte este problema sustantivo, dada su
permanencia en el tiempo de categoría cuantitativa, en una transformación cualitativa del
entramado social.
Una aproximación a la temática del trabajo abordado en:

• La función que cumple la práctica en el engranaje del funcionamiento psíquico y


social.
• El lugar que ocupa en el interior de la organización psíquica y en el
desenvolvimiento relacional interactivo, que desarrolla, instituye y consolida normas
y regulaciones interpersonales e intergrupales en la sociedad.
• La perspectiva ontológica, que coloca al trabajo en un estatuto intrínseco de la
humanidad misma.

Es el trazo de algunos ejes de estudio, de un fenómeno que merece ser abordado desde la
multidisciplina, se encuentra en este trabajo la categorización y enumeración demostrativa
de los factores:

En relación a la significatividad que posee el trabajo

TRABAJO: REPRESENTACIÓN SOCIAL individual social

TRANSMISIÓN DISCURSOS instituidos

IMAGINARIO SOCIAL
INSTANCIA SUPERYO
INDIVIDUAL

Cabe señalar que existen características distintivas del trabajo presentes desde el
comienzo mismo de la historia, y al mismo tiempo con significados que se instituyeron
desde entonces, siendo señalado como una actividad singular presente en la sociedad
desde sus comienzos. Lo conocemos a través de las diversas formas discursivas de las
épocas y de las disciplinas que lo definen. La etimología significativa queda destacada en
la palabra griega érgon, el sustantivo griego, significaba obra, trabajo, asunto, ocupación,
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empresa, actividad. En este último sentido aparece en Homero, el cual lo aplica también
en sentido específico a los trabajos del campo, y, por extensión, a la tierra de labor. Érgon
se aplicaba también a lo que es propio de, o necesario para algo. Palabras de la misma
familia son una casi sinónima, ergasía, así como sus muchos derivados. Por ejemplo,
ergastérion se llama al taller o lugar de trabajo, ergásima es el campo cultivado e
explotable; ergastikós se llama al hombre "hecho al trabajo", ergátes significa laborioso,
pero también artífice o autor de algo, así como jornalero (en especial, el labriego).

Es Hopenhayn, ( 2002) en su libro Repensar el Trabajo, quien a través de un estudio


histórico desde los Caldeos, Hebreos, Romanos y Cristianos, encuentra una
ambivalencia expresada en desprecio y reivindicación en torno al trabajo, que perdura
como tal hasta la actualidad. Existen nociones sobre el trabajo que se remontan a los
textos Bíblicos del Antiguo Testamento y a los filósofos de la Grecia Clásica. Sin embargo,
no en toda la Grecia arcaica encontramos este desprecio; también hubo una corriente que
reivindicaba el trabajo.

En Hesíodo, se encuentra la revalorización del trabajo exhortando a creer que no es


vergüenza el trabajo, vergüenza es la falta de laboriosidad. La idea de Hesíodo se
contrapone a la exaltación platónica del ocio.

De la primera etapa de clasicismo griego, se diferencia, 1º, la valoración homérica del


trabajo-labor (érgon), en especial del campo, y, 2º, la insistencia de Hesíodo en la misma
línea, con una asignación al término de un sentido claramente valorativo como virtud
moral, si bien con una innegable connotación de pena o castigo (del hombre "decaído").
En relación al trabajo conviven la utopía y la destupía. Hopenhayn, (2002)

En torno a las condiciones dadas en los cambios de la Modernidad, la Reforma, el


protestantismo y el afianzamiento del capitalismo, a partir de la Revolución Industrial son
creadas las condiciones específicas que imperan sobre todo en Europa Occidental. En el
seno de estas circunstancias, el trabajo se coloca como protagonista central,
inscribiéndose como representación social y subjetiva diferente respecto de su historia
anterior. El entretejido de factores religiosos económicos y sociales, es vinculado por Max
Weber, en relación con las dimensiones políticas y legales que con el correr del tiempo, el
mundo del capitalismo contemporáneo, convierte cada vez más en una conformidad
mecánica, a las exigencias económicas y organizativas de la producción industrial en torno
a todos los niveles de la jerarquía de la división del trabajo.
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El impacto producido en el trabajo por todos los cambios que se instituyen, posee tal
magnitud, que deja inadvertida la pérdida de los medios de producción, las herramientas
del artesano presentes en la modalidad económica feudal. Es tan avasallador el logro de
del cambio que acaece con la división del trabajo que enlaza poderosamente el capital y el
salario. El dinero, el salario, independiza al trabajo de lo producido, se acentúa el valor
del trabajo por si mismo como fuerza de trabajo.

El nacimiento de estas representaciones, se expande de la mano del desarrollo del


capitalismo, internalizándose e inscribiéndose en el sujeto individual y social. Estas
representaciones instalan y afianzan el modo en que se desenvuelven los seres humanos,
en los distintos aspectos vitales. Incluye entre tantos el concepto de utilidad, el plus, que
se asienta y traslada a los vínculos sociales. De un feudalismo disuelto pudo surgir el
capitalismo. En el sistema feudal, se produce un divorcio esencial que es una precondición
entre la propiedad privada de la minoría.

Weber adjudicó el cambio a factores ideológicos y Marx a los cambios en el concepto


de propiedad. Ambos Weber y Marx, no dejan de estudiar también al trabajo, un objeto de
estudio multidisciplinar. Guiddens, (1988)

Como una reacción en cadena, se transcurren las nuevas formas interactivas


devenidas en los modos de institución nacientes en La Modernidad. La institución jurídica,
la institución educativa, la institución política y la economía, a grandes rasgos el espacio
público en general, invistieron de valor al trabajo, para determinar legalidades,
valoraciones y ventajas en el crecimiento de la economía. El desarrollo de la
reglamentación, la institucionalización de normativas, fue paulatino pero continuo,
surgiendo junto al trabajo nuevos espacios institucionales como el sindical.

Este fenómeno, consolida en forma dialéctica el intercambio generador de


significatividad y sentido polisémicos en torno a trabajo, en los dos últimos siglos.

Aspectos de estudio sobre el trabajo

SUBJETIVA: Base del yo


Reconocimiento Superyo
FUNCIÓN Identidad

INTERSUBJETIVA: Organiza el entramado social Normas Leyes


Sistema normatizado
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PSIQUISMO Cauce pulsional: sublimación, praxis
LUGAR

SOCIEDAD Instituciones y organizaciones, espacio público

ONTOLOGICA HOMO-FABER. Condición humana

Su función

Paralelamente al intercambio de materiales que se encuentra en toda actividad


laboral, se introduce allí, un aspecto de gran importancia en la subjetividad: el plano del
reconocimiento, como núcleo del entramado subjetivo mismo. Cuando se establece un
contrato siempre se estipula un tipo del mismo, el contrato es lo mismo que el intercambio,
pero intercambio ideal. Es un intercambio de declaraciones, no de cosas, pero vale tanto
como la cosa. Ambas se refieren a la voluntad del otro como tal. Hubermas, J (1992)

A propósito de la dimensión psicológica en la institucionalización de la identidad del


yo, la autoconciencia sancionada jurídicamente es entendida como resultado de ambos
procesos: del de trabajo y del de la lucha por el reconocimiento. Fue considerado el trabajo
un instrumento que permitió liberar las condiciones del poder inmediato de la naturaleza,
en esa dirección se introduce en la lucha por el reconocimiento como resultado de esta
lucha. Se observa el lazo entre el reconocimiento de la dimensión simbólica del contrato y
la presencia ineludible de la alteridad. Allí el espacio público y el privado confluyen.

Significaciones y sentidos, forjados en las representaciones imaginarias transmitidas


en el entramado social a través de la instancia Superyoica, Freud (1925) transmitiéndose
de generación en generación. La institución familiar encargada de transmitir valores e
ideales, la institución educativa, que quedó enlazada a la formación laboral preparatoria
para el cambio tecnológico, social etc., suscriben al trabajo como variable organizadora de
intercambios que no se restringen solo al plano productivo económico. A las
significaciones sentadas en la modernidad, le suceden las modificaciones inevitables con
la aparición de la tecnología en la segunda revolución industrial.

El encantamiento que opera ante el avance de la técnica y la automatización, la


cibernética, la ciencia analógica con la informática, y recientemente la nanotecnología,
desvía el rumbo de la relación estrecha que existió entre el capital y el trabajo, entre el
conocimiento y el trabajo. El encantamiento que opera frente a los avances de la técnica
se asienta en el lugar ocupado por el encantamiento de la velocidad en las novedades
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tecnológicas. Este cambio se conjuga como factor que induce a favor de la desaparición
de las manos en el trabajo. Además el fenómeno sustitutivo funciona como testimonia
sobre la presencia del error humano, la técnica es perfecta no falla, se erradica el defecto
humano.

Las repercusiones sobre el significado, la representatividad imaginaria social y


subjetiva establecido sobre el trabajo se agrega al desconcierto y la perplejidad frente a
este escenario generalizado que desencadena una infinidad de respuestas subjetivas. Las
nuevas generaciones estarían frente a un desconocimiento sobre la significatividad del
trabajo. Este vaciamiento o posible pérdida de significatividad, modifica el entramado
social en su conjunto que se hallaba sostenido con su presencia.

Queda desvirtuado el significado anterior, era algo natural pertenecía a lo social


como algo natural, sin objeciones que apuntaran a su esencia misma. En este sentido la
situación actual podría definirse como una etapa de transición o crisis; tiempo de tensión y
conflicto entre la operatividad de la significatividad del trabajo y la des-inscripción de tal
significado frente a la continuidad generacional de desocupación.

Su Lugar en La Subjetividad y en Lo Social


Desde la teorización de los orígenes que establecen los lazos afectivos tempranos
en el ámbito de las condiciones pulsionales, y narcisistas, que prefiguran las formas de
relación futuras, es posible abordar un aspecto más que se conjuga en la enumeración de
las perdidas referidas a la falta de trabajo. Apoyada en la necesidad de alimentación para
sobrevivir, se instituye originariamente la fase oral llamada así porque la zona que la
define, la boca, transciende en su función de mera incorporación del alimento y se
transforma en un área de satisfacción pulsional metafóricamente inscripta como
incorporación según Laplanche. Este plus instituido desde el nacimiento, inaugura un
fenómeno que prefigura las formas siguientes de vinculación afectiva y satisfacción.
En este sentido, la noción de vínculo que se instituye en el entramado del circuito
pulsional con el otro, es destacable por el contexto en el que surge. El vínculo delimita
fronteras, estableciendo lo que une y lo que separa, la delimitación de un borde, que se
vivencia en forma permanente como condición de experiencia. Una vez roto este estado
vincular, la situación del sujeto se modifica. Edelman, I. Kordon, D (2000). Este
acontecimiento primario se ve afectado en las perdidas vinculares por la falta de trabajo.
La alteridad, la ajenidad que configura el vínculo, reviste importancia a lo largo de
toda la vida. De lo primario a lo secundario o exogámico, de lo simple a lo complejo, de la
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limitación identifcatoria de los primeros años de vida a la diversidad identificatoria creativa
en la riqueza de intercambios vinculares. En primer lugar es la familia, quien establece la
alteridad, lo diferente, casi lo extranjero, introduce el fenómeno experienciado de inclusión
y exclusión. La exclusión consiste, en una primera aproximación, en sacar del lugar al otro.
La alteridad toma otra consideración, otra calificación que produce la desaparición del
vínculo entendido como relación. En la mayoría de las circunstancias vitales, el otro es
buscado como tal en tanto tiene una condición de igualdad, en tanto es diferente cambia la
apreciación. El otro produce la instauración de la diferencia absoluta. Permite la ruptura de
lo idéntico, en el sentido que la continuidad de indiferenciación es infinita, es la falta de
límite y patologización de procesamiento psiquico.
“Después que el hombre primordial hubo descubierto que estaba en su mano -
entiéndase literalmente –mejorar su suerte sobre la Tierra mediante el trabajo, no pudo
serle indiferente que otro trabajara con él o contra él. Así el otro adquirió el valor de
colaborador, con quien era útil vivir en común”. El malestar en la cultura Así señala Freud,
el lugar del trabajo y la relación con el otro.

En el texto de Inhibición. Síntoma y Angustia. Freud (1925) revela un aspecto


primordial relacionado a la indefensión y la prematuración que distingue el nacimiento de
los humanos respecto de los animales y las consecuencias que existen al respecto.
Enumera una serie de atributos que resultan singulares e importantes por ser los
elementos que en forma categórica quedan cuestionados o asediados ante la falta de
trabajo:
• Se intensifica la influencia del mundo exterior real, y como consecuencia
• Queda impulsada muy tempranamente la diferenciación del yo y del ello
• Queda elevada la significación de los peligros del mundo exterior
• Al mismo tiempo sobrevalorado el objeto que protege, y sustituye la vida intrauterina
• Se crea la necesidad de ser amado, que según Freud, ya no abandonará jamás al
hombre.

Nuestro contexto
Escribe (Sendón, A 2013) en su reseña del texto de (Rosanvallon, 2012) La
sociedad de Iguales acerca del individualismo creciente, la necesidad cultural de
singularidad, la exposición al riesgo desigualmente distribuido, la profundización de las
desigualdades económicas al interior de las naciones y la ruptura del lazo social como
algunos rasgos que caracterizan nuestro tiempo.
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El punto de partida es sobre la evidencia de una "contradicción de la época": en la
que se habla mucho de las desigualdades pero se hace poco para reducirlas. La consigna
de igualdad no es universal, ni tampoco se materializa en las experiencias. En síntesis
asistimos a un tiempo en que una nueva etapa de emancipación humana se halla guiada
por el deseo de los individuos de acceder a experiencias plenamente personales. En este
marco, dos son las fuentes de legitimación de la desigualdad: el azar y el mérito
Desde la singularidad subjetiva la destrucción del vínculo con el otro y el posterior
desprecio hacia el otro, es una ruptura que destruye la frontera que se instituyó en la
experiencia vincular y subjetiva formada en los primeros tiempos de constitución psíquica.
El vivenciar, la experiencia, que predomina en el espacio de la subjetividad establecida
normalmente, se desliga ante la falta de trabajo por la interrupción del nexo que existía en
el espacio grupal y subjetivo. Los integrantes de un conjunto social, sujetos que se
vinculan, tienen como frontera las diferencias sociales, económicas, religiosas, ideológicas,
políticas y laborales. Al suprimir una fuente de trabajo, se interrumpe el lazo de las
personas que se hallan en ese conjunto, en tanto se suprime una frontera.
El que pierde su trabajo pierde este contorno, que lo precipita a un espacio interior
equivalente a una eliminación subjetiva. La suplencia dada en el plano económico con el
dinero que se experimenta en nuestro país, de todos modos no suple la pérdida sufrida en
la subjetividad, que al estar determinada por modalidades de vínculo establecidas en la
infancia, arroja al sujeto a una regresión que lo sitúa en épocas arcaicas en su modalidad
de relación. La relación de dos queda reducida, el uno provoca la destrucción de la
experiencia subjetiva. Un aislamiento como efecto de la privación del espacio público.
Es necesario incluir, en el desarrollo de la lógica demostrativa la demostración de
Castoriadis, C(1991),quien implementa la teoría freudiana, como herramienta para
comprender las raíces psíquicas y sociales del odio y dilucidar en este sentido los
acontecimientos que expresan los diferentes fenómenos de segregación que expresan la
materialización de este sentimiento extremadamente poderoso entre los humanos. Por un
lado, se adjudica a la tendencia fundamental de la psique de rechazar todo lo que no es
ella misma, y por otro a “la cuasi necesidad de la clausura de la institución social y de las
significaciones imaginarias que acarrea”. Castoriadis C (1991)
A modo de paréntesis se incluye este comentario para comprender los fenómenos
que rodean a la resistencia de resignar la significatividad representacional del trabajo en
sus manifestaciones de protesta social.
Volviendo a Freud, otro indicio de la vinculación de ambas pulsiones lo encuentra en
que la repetición, como compulsión, no cesa de accionar en la economía subjetiva. La
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repetición es una marca que destaca las conductas de cada sujeto, en el sentido de la
búsqueda de satisfacción, como sería lógico de suponer y en el sentido de insatisfacción
como sería absurdo de aceptar. Infinidad de dichos populares tales como el hombre
tropieza varias veces con la misma piedra, dan cuenta de ello, como signo distintivo lo
humano a diferencia de lo animal, y dan cuenta de ello también la insistencia en resistir
presentes en los fenómenos sociales de la protesta.
Freud encuentra a lo largo de su actividad clínica, en el padecimiento de sus
pacientes, que la fuerza no es siempre la misma, la pulsión no es siempre la misma y
única. A veces funciona en un sentido pero otras no, de este modo, explica que a veces
tiende a la unión, y otras a la destrucción. A la fuerza que une la denomina Eros, y a la que
destruye la denomina Tanatos. Comprende entonces el amor y el odio, la construcción y la
destrucción. La paz y la guerra.
Podemos observar que, en ocasiones un sujeto está en paz consigo mismo y con los
demás. En otras ocasiones un sujeto está en guerra consigo mismo, y con los demás por
otro lado, esta evidencia tomada por Freud, lo autoriza a afirmar que tanto la pulsión de
vida como la pulsión de muerte se encuentran a lo largo de la vida en la subjetividad.
Ambas se mezclan en el devenir de cada sujeto, y en ocasiones se separan, se
desmezclan produciendo cambios y consecuencias, tanto en el interior del psiquismo,
como en el exterior.
¿Cuándo se producen estos cambios? En las vicisitudes del trabajo, encuentran una
vía propicia, es decir son las pulsiones las responsables de las consecuencias variadas
que se producen en el interior de cada sujeto y en el ámbito de la sociedad. Cuando Freud
desarrolla las vicisitudes pulsionales en la cultura o sea la sociedad en la que se presenta,
destaca en el punto 4 de El Malestar en la Cultura que: “Después que el hombre primordial
hubo descubierto que estaba en su mano - entiéndase literalmente –mejorar su suerte
sobre la Tierra mediante el trabajo, no pudo serle indiferente que otro trabajara con él o
contra él. Así el otro adquirió el valor de colaborador, con quien era útil vivir en común”.
Freud (1930)
Es ésta una suerte de génesis, que condensa la contradicción respecto del lugar en
los vínculos y de la presencia inevitable de la alteridad en el trabajo. La condición de
adversario respecto del otro obedece al establecimiento de la competencia y el deseo
inagotable inmerso en el trabajo, en tanto concentra la posibilidad de llevar a cabo planes
anticipados y proyectados, y además como instrumento que propicia la obtención de
objetos deseados, este enfrentamiento no tiene fin pues los logros objetivos y subjetivos se
encuentran ordenados en una cadena metonímica interminable.
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En la subjetividad, es preciso recordar que los objetos del mundo, denominados por
Arendt Hannah (1993) el “artificio humano” creado por el trabajo, se inscriben siempre en
el campo de la realización deseante en la subjetividad.

La raíz pulsional del trabajo


Destinos pulsionales marcados por Freud, y dos maneras de acceder a la normalidad
psíquica
Amar Trabajar
La pulsión en su circuito La pulsión con otros destinos:
Completo Sublimación. Pulsión de meta inhibida. Pulsión
Social

El trabajo es una fuente propicia de desarrollo y despliegue de la sublimación. Un


espacio específico y apropiado para la aplicación y extensión de la propuesta freudiana
referida al cambio de objeto pulsional. Cambio de objeto que podría concebirse como la
inauguración de la relación con “los objetos tangibles del mundo real”, tal como define
Freud a los objetos apoyo en el juego de los niños, en su articulo, El poeta y el fantaseo.
Freud (1907). En el trabajo, la naturaleza es transformada bajo la fuerza irrefrenable del
Hombre y la insistencia pulsional. No hay límites en este sentido y, como muestra de este
rumbo, están como ejemplo, los desarrollos constantes en todos los campos de la técnica,
y de las producciones creativas de la humanidad.
Al respecto, Castoriadis C (1991), en el libro La institución Imaginaria de la sociedad,
ubica la sublimación unida a la socialización de la psique, pone el acento en el cambio de
objeto, retomando las definiciones freudianas, tomándose los objetos que ya están
predeterminados por la sociedad. La sublimación no queda reducida al campo artístico, o
de algunos sujetos, sino que se encuentra en la esfera del lenguaje. Una actividad como
el trabajo, entonces, ya se encuentra apoyada en lo social en forma preponderante y no
se reduce a tomar el objeto en el sentido sexual sino social por excelencia.
Para Castoriadis (1991) la sublimación es indispensable pues se apoya en los
contenidos históricos sociales, los que se hallan en valoración diacrónica y sincrónica. Los
objetos de los que se sirve el trabajo están a su vez ya presentes en la sociedad desde la
sublimación, y son típicos, categorizados y mutuamente complementarios.
En este sentido forman un orden de intercambios regulados por los modos
institucionales e instituidos en cada contexto histórico social. Tienen en tanto, una
significación imaginaria social, que preexiste a cada sujeto.
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SUBLIMACION y TRABAJO

SUBLIMACIÓN

VIA REGIA DEL TRABAJO VALORADA SOCIALMENTE

El otro destino pulsional su descomposición, la apreciación subjetiva y social:


Meta
Pulsión meta inhibida: Fuente, Fuerza, Objeto,
Detención en la
Satisfacción

META INHIBIDA

VÍNCULOS DURADEROS VIA REGIA EN EL TRABAJO

La Referencia Ontológica

Los seres humanos son seres condicionados, en la medida que todas las cosas con
las que se contactan o relacionan son convertidas de inmediato en una condición de su
existencia, creando el “artificio humano”, (como fue mencionado con anterioridad), cuya
propiedad es la condición de mismidad, así lo dice Arendt, H (1993) "“Dicho con otras
palabras contra la subjetividad de los hombres se levanta la objetividad del mundo hecho
por el hombre. Una vez erigida la objetividad del mundo a partir de la naturaleza se
produce un intermediario como objetivo”. Agrega además, una cualidad, en la creación de
los objetos, en la medida que proporcionan seguridad y satisfacción, inclusive esto se
convierte en fuente de autoconfianza a lo largo de la vida. Destaca que, “Todo lo que entra
en el mundo humano por su propio acuerdo o se ve arrastrado a él por el esfuerzo del
hombre pasa a ser parte de la condición humana”. (pág. 158)

Según Hyppolite (1973), la modificación que establece Hegel sobre el trabajo esclavo
se modifica dado que constituía la auténtica realización del ser para sí en el ser en sí. La
coseidad ante la que temblaba el esclavo es eliminada y lo que aparece en el elemento de
la coseidad es el puro ser para sí de la conciencia. El ser en sí, el ser de la vida, no está
entonces separado del ser para sí de la conciencia, sino que por medio del trabajo
permanece la autoconciencia, se eleva hasta la intuición de ella misma en el ser.
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Por esta vía de la reflexión sobre la dialéctica y el ser del hombre, este autor, arriba
finalmente a una definición, según Kosik (1960) El trabajo es un proceso en el cual se
opera una metamorfosis o mediación dialéctica. En la mediación dialéctica de tal proceso
no se establece un equilibrio entre las contradicciones ni estas se convierten en
antinomias, sino que la unidad e las contradicciones se constituyen como proceso o en el
proceso de transformación. La mediación dialéctica es una metamorfosis en la que se crea
lo nuevo. “En el acto mismo de la mediación-en el cual de la animalidad nace lo humano y
el deseo animal se transforma en deseo humanizado, deseo de deseo, es decir, de
reconocimiento- se crea también la tridimensionalidad del tiempo humano; pues sólo un
ser que en el trabajo supera el nihilismo del deseo animal, descubre el futuro como
dimensión del propio ser en el acto mismo en que se domina y contiene” (pág. 221)

El arrebato del Homo Faber, sustraído el acceso a la sociedad del trabajo, supone el
despojo de la condición humana misma. Se perturba en sus cimientos, en sus
fundamentos, impidiendo encontrar una denominación antitética al Homo Faber. Tal vez
el Homo –Absens pueda dar cuenta de la pérdida. Este Homo- Absens designación que
define una ausencia sustancial de la condición humana, el trabajo este ha sido dado ante
la fenomenología de las consecuencias dadas por la desocupación, que como se ha
dicho, discursivamente se encuentra naturalmente anunciado y aceptado. La
transformación de un sector de la sociedad ha quedado estigmatizada a un destino que
además será transmitido de una generación a otra.

¿Se encuentra en gestación una subjetividad específica fruto de una época en que
la división determinada por el trabajo escinde dos sociedades diferentes?
El Homo Faber y Homo Absens coexisten acompañados de una descomposición de
lazos, regulaciones, derechos, contratos, normas legales y consuetudinarias, modalidades
de educación, practicas de salud etc.

El Dinero

El proceso en el que interviene el dinero reemplaza el carácter de intercambio en la


medida que el valor de cambio que una parte entrega, no tiene un valor inmediato para la
otra, sino que constituye una mera indicación de otro valor definitivo, cuya relación
depende de la totalidad del ciclo económico o del gobierno como representante del mismo.
Resulta de vital importancia este carácter señalando la dimensión de la inmediatez y de lo
mediato que supone un innumerable cúmulo de opciones que se concentran en lo
proyectable. La posibilidad de proyecto es casi un sinónimo de persona. El dinero se
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convierte, dentro de la esfera psicológico - histórica, en el representante más acabado de
una tendencia epistemológica de la ciencia moderna en general: la reducción de las
determinaciones cualitativas a las cuantitativas y una reducción le asigna su carácter
único.
Para Simmel (1997) en su libro Filosofía del dinero, la transformación de la
propiedad de la tierra en dinero se puede considerar, en un primer momento, como una
liberación en la medida que con ayuda del dinero es posible convertir el valor del objeto en
cualquier otra forma deseable, mientras que antes, estaba reducido a una sola. Con el
dinero en el bolsillo los sujetos se liberación de la dependencia entre un objeto y otro.
Desde esta perspectiva otorgada a la importancia que el dinero tiene para la
consecución de la libertad individual, aparece una determinación del concepto de libertad,
muy rica en consecuencias, Según Simmel, “El dinero nos permite liberarnos no sólo de
las condiciones impuestas por otras personas, sino, también, de las que se derivan de
nuestra misma propiedad. Es decir, el dinero nos libera cuando lo recibimos, y cuando lo
entregamos. De esta manera, los procesos de liberación ganan gran importancia en la vida
moderna y, en este punto, revelan la conexión profunda entre la economía monetaria y las
tendencias del liberalismo, poniendo de manifiesto, al mismo tiempo, una de las razones
por las cuales la libertad del liberalismo ha originado tanta instabilidad, confusión e
insatisfacción.” Simmel, (1997)
¿Qué grado de incertidumbre tolera un sujeto ante la falta de trabajo y dinero?
Malestar bronca decepción miedo, desamparo, desesperación, regreso a la
dependencia infantil falta de libertad, de la exogamia a la endogamia. Regresión a
modalidades primarias dependientes, a la espera de lo que otorga la alteridad.

Consecuencias:
Interna
Agresión
SUBJETIVAS
Externa
Falta de Aislamiento
TRABAJO
CONSECUENCIAS Aislamiento prolongado

SOCIALES Autismo social: fractura vincular


secundaria
Barbarización: en las conductas
relacionales.
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O sea que la falta de trabajo, provoca el desencadenamiento de una sintomatología
dominada por la prevalencia Fanática, tanto auto céntrico como alocéntrica, diversificada
en una gama heterogénea de respuestas sociales, que poseen en común la
desvalorización, degradación y alteración de la relación social. La intersubjetividad, bajo el
denominador común de conductas tendientes a invalidar la integridad del otro
Pérdida del espacio de interacción e intersubjetividad en el espacio público de
intersección subjetivo-social, se desintegra. Se deshace el proceso de ejercicio e
interiorización de normas, legalidades consuetudinarias y formales; la urdimbre creada en
las representaciones aledañas tanto individual como grupal, representaciones que quedan
fijadas como sostén subjetivo y social.
La afectación en esta dimensión, produce la desaparición de un espacio
imprescindible en el esqueleto de la sociedad. Pérdidas en la subjetividad de la función
del reconocimiento, identidad, despliegue de funciones psíquicas, habilidades, aptitudes,
planificación lazos afectivos, que afectan y perturban al yo a la conciencia y la dinámica
misma del aparato psíquico. Pérdidas de causa externa, generando respuestas subjetivas
tramitadas o no, de cualidad reactiva en el primer momento lógico.
La contundencia traumatizante correlativa, cede el paso a la aceptación naturalizada,
portavoz de sentencias que proclaman el fin del trabajo. Otra alternativa sobreviene con la
regresión y retiro del caudal libidinal al yo, causante de patologías, entre ellas el
aislamiento prolongado, clausura representacional, afectiva y deseante sobre sí mismo
del núcleo psíquico original, que deviene en Autismo Social.
Se establece una correspondencia entre la desocupación y la nueva condición del
otro en su aspecto mas abstracto, despojado de figurabilidad concreta, como
representante de la alteridad se torna en enemigo, se objetaliza y se encuentran hechos
de arrebato de objetos y odio sobre la vida del otro. Castoriadis (2001) La dimensión de
pérdida adquiere un nivel de importancia suficiente, justificativo y determinante para
deducir acerca del lazo necesario entre ejercitación – interiorización de inscripciones
imaginarias sociales y subjetivas que se deshacen frente a la detención y posterior –
desinscripción representacional.
El detenimiento del dominio de la acción y la praxis, desarrollada en el trabajo, se
ponen al servicio de la agresividad como expresión Fanática. La problemática subjetiva y
social sen encuentra plasmadas en la representación espacial de las urbanizaciones, que
como fortificaciones dividen y conforman agrupaciones de inclusión y exclusión.
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¿En que medida sería comparable una pérdida objetal, y la pérdida de un trabajo?
¿Si la salida normal del trabajo de duelo es la sustitución, que alternativas propone la crisis
actual como alternativa sustitutiva?

¿Cómo realizar una elaboración de duelo de la interrupción de los procesos


identificatorios realizados en la estructuración psíquica a lo largo de la vida, tanto ante la
interrupción temporaria o continua del trabajo? ¿Cómo sustituir las sublimaciones
afectadas?

La regresión, mecanismo que funciona en el psiquismo ante acontecimientos


frustrantes y traumáticos difíciles de elaborar, en la medida que lo acontecido con la
desocupación afecta en forma colectiva, la regresión opera del mismo modo. Por lo tanto
dada la íntima relación entre la subjetividad y lo social o sea lo intergrupal a un nivel macro
como micro, este factor común opera produciendo en forma colectiva regresiones
múltiples. Frente a los hechos actuales tanto individuales, grupales y macrosociales. Los
fenómenos regresivos se encuentran en el espacio:

Subjetivo

Espacio Intersubjetivo, vincular primario

Social, intergrupal, microsocial

Sociedad, macrosocial

Las manifestaciones clínicas que se presentan bajo las formas que siguen

1. Las fantasías no se escenifican en el trabajo. El modelado de la fantasía no deja


excluido al trabajo y ante la falta de la actividad, el mundo de la fantasía pasa a
tener una preponderancia mayor, casi exclusiva, casi perturbadora. Una vez
ausente el trabajo y el contacto con el exterior y las relaciones sociales, invade al yo
perturbándolo y provocando angustia y dolor psíquico; luego sobrevienen los
síntomas.
2. El deseo no encuentra un terreno propicio. Tal como fue presentado este aspecto
con relación a las consideraciones del superyo y la función deseante estructurada
en el trabajo, desde las generaciones pasadas, la ausencia, motiva la desaparición
de un terreno propicio para desarrollar el campo deseante, tan inherente al
individuo.
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3. El superyo adquiere una faceta sádica. Una vez desaparecida la actividad
sublimatoria, destacada como la vía regia del trabajo, se desencadena el proceso
regresivo y la pulsión adopta formas primarias en las que adquiere predominio
Tanatos, .la sublimación interrumpida, otorga el empuje pulsional que retoma desde
la actividad al sujeto, volcando la libido al yo. En el tiempo de intento de elaboración
psíquica ante la pérdida de trabajo, puede predominar la autoacusación como
resultado. La auto estima disminuida y destruida pone en evidencia un yo sobre
exigido en soportarla.

4. La actividad onírica altera su función. En las descripciones sobre la angustia y la


forma de ataque de angustia se destacó la presencia del insomnio que en este caso
se explica por la ausencia de condiciones psíquicas de elaboración. El sueño como
un colaborador principal en este trabajo psíquico pierde su función.

5. Las sucesivas frustraciones se tornan acumulativas, resignificadas, relacionadas,


ligadas y llevan a una situación límite para el aparato psíquico. En ese punto pierde
el estado anterior y se desencadena la patología.

6. La angustia y el dolor psíquico se imponen con una eficacia paralizante.

7. La realidad se constituye como persecutoria: paranoia y agresión por proyección,


conductas barbarizadas sostenidas en el des-configuración de la alteridad.

8. La realidad se torna peligrosa y sádica provocando el aislamiento: autismo social.

9. Los diferentes cauces pulsionales, sublimación en la praxis y socialización en la


pulsión social en su interrupción provocan la desmezcla por regresión de la pulsión
Tanática, perdiéndose de este modo los caminos que anticipan las acciones
normales en la sociedad.
La caída de las utopías, que tanto habían signado las catástrofes del siglo XX, a veces
parece indiscernible de una pérdida correlativa de ideales. Tanto la izquierda como la
derecha no pueden actualmente diferenciar la producción ideológica del pragmatismo
político, quizás porque el registro ideológico requiere una función metafórica, una
capacidad de simbolización, que la cultura general esta perdiendo.

La devastación, lo no simbolizable, la sensación de inermidad, lo innombrable, pone


sobre el tapete la dificultad en todos los espacios de contar con recursos de índole diversa
con el fin de ofrecer protección frente a la vivencia de derrumbe, de vacío. La
imposibilidad de organizar un futuro construido sobre un presente desorganizante, provoca
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una naturalización del desamparo, la incertidumbre, la vivencia de caos, el sin sentido casi
un mas allá de lo traumático que irrumpe y se perpetúa.

La defensa en este contexto es el aislamiento social, el autismo social. No sorprende


entonces, que el encuentro de una sociedad sin trabajo es una sociedad desvirtuada, y los
integrantes de la misma se conducen bajo modalidades de conducta barbarizados. En la
actualidad existe en nuestro país una tendencia lenta pero progresiva hacia la
fragmentación, se encamina lenta y progresivamente a afianzar e instituir, modos de
funcionamiento regresivos tanto en al plano social, como en la sociedad misma.

El peligro de este proceso que parece irreductible en la medida que persisten los
porcentajes de desocupación en la tercera generación o sea un porcentaje que no ha
revertido desde los años 90. No solo se trata de la falta de trabajo sino de la ausencia de
interés en la educación la integración familiar y los modos legales de obtener el sustento
diario. Este fenómeno presente en varios países del mundo, marcha al compás de lo que
sucede en el mundo económico, social con la degradación del contrato social conocido en
los tiempos que instituyo la Modernidad. Desde esta formulación, es posible deducir que la
falta de trabajo se manifiesta como una forma particular de destierro y desaparición
simbólica, al dejar de estar en vínculo simbólico con los otros conformando un plano
extenso de la red social.

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RESUMEN
La configuración imaginaria de un desastre subjetivo que parece no tener fin ya
forma parte de la cultura cotidiana que nuestra comunidad ha logrado generar, sobre todo
desde su más reciente crisis: una descomposición de los lazos, las regulaciones,
derechos, contratos, del tejido social y de los ideales colectivos, evidenciada a fines del
año anterior,
Una sociedad sin trabajo es una sociedad desvirtuada, y los integrantes de la
misma se conducen de modo barbarizado. En la actualidad existe en nuestro país una
tendencia lenta pero progresiva hacia la fragmentación, se encamina lenta y
progresivamente a afianzar e instituir, modos de funcionamiento regresivos tanto en al
plano social, como en la sociedad misma. Queda subvertido el sistema en su totalidad y
quedan afectadas las instituciones políticas jurídicas y económicas. El peligro de este
proceso que parece irreductible, marcha al compás de lo que sucede en el mundo
respecto del trabajo, cada vez más desaparecen la oferta laboral en el mercado,. Desde
esta formulación, es posible deducir que la falta de trabajo se manifiesta como una forma
particular de destierro y muerte simbólica, al dejar de estar entre otros, los hombres, en un
plano extenso de la red social, sobre todo en la actualidad.

Rosalía Julia Rowensztein

Prof. Titular. Universidad J.F.Kennedy


Lic. en Psicología, Universidad de Bs.As. 1976
Profesorado de Nivel Superior. Universidad de Bs.As 1998
Doctorado en Psicología Social. Universidad J.F.Kennedy. 2004
Especialidad en Psicología Clínica 2008
Maestranda en Salud Pública Universidad de Buenos Aires 2008-9

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