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SOCIEDAD, TECNOLOGÍA Y DEONTOLOGÍA

(Material didáctico complementario)

1. TEORÍAS SOCIOLÓGICAS

1.1. La sociología: significación de vida.

La escasez de chistes acerca de los sociólogos indica que no participan en tan gran medida en la
imaginación popular, como lo hacen, por ejemplo, los psicólogos. Pero, posiblemente, también indica
que existe cierta ambigüedad en la imagen que de ellos se ha formado la gente. Se le relaciona
generalmente con un profesionista humanitario, que desarrolla actividades en beneficio siempre de la
sociedad. Ahora bien, esta imagen resulta errónea y engañosa, pues esas actividades no
necesariamente son “humanitarias”. Algunos sociólogos son contratados para fomentar la integración
de las comunidades, pero hay otros que se contratan para todo lo contrario. El rápido crecimiento de las
ciudades y de los barrios pauperizados que surgieron en ellas, la migración y la confrontación étnica, la
desorganización de los medios de vida tradicionales y el impacto en los individuos atrapados en este
proceso, han estimulado gran parte de la investigación sociológica. No es la emoción de encontrarse
con lo totalmente desconocido, sino más bien lo que produce descubrir lo conocido transformándose en
su significado. La fascinación de la sociología radica en el hecho de que su perspectiva nos hace
contemplar desde un nuevo punto de vista el mismo mundo en el que hemos pasado toda nuestra vida.
El sociólogo vive en la sociedad, en el trabajo y fuera de él. Inevitablemente, su propia vida es una parte
de la materia que estudia.

1.2. Individuo y sociedad.

El individuo hace su biografía mientras que la sociedad realiza su historia. Biografía e historia expresan
este entrelazamiento en que el hombre hace a la sociedad, al mismo tiempo que es producto de ella; la
produce y modifica de acuerdo con la problemática social de cada época. La sociedad da a cada quien
un nombre, una familia, un lenguaje, una profesión, un género y, en suma, todo aquello que le hace
posible convivir con los demás. Los individuos no son solamente determinados por la vida social, sino
que también construyen y cambian a la sociedad, pero la sociedad existe antes que los individuos. El
pensamiento sociológico se fundamenta en la interrelación individuo-sociedad (biografía-historia) y se
conforma de acuerdo con el tipo de sujeto social, de la estructura social y de las orientaciones al cambio.
Dicho pensamiento nos permite comprender el papel de los individuos en la sociedad y sus posibilidades
de progreso, desarrollo y, en última instancia, de cambio. En la sociedad mexicana, como en muchas
otras, una de las principales orientaciones al cambio está en las relaciones sociales de producción,
basada en el deseo individual y colectivo de tener mayores ingresos y mejorar la capacidad para obtener
bienes materiales.
¿Cuál es el papel de la historia? Con esta pregunta Juan Brom inicia su argumentación en el
libro Para comprender la historia, plantea que se debe reconocer que la historia es tachada de totalmente
inútil por mucha gente, agregando que a nadie se le ocurriría poner en duda la utilidad del panadero, del
investigador o del médico. En cambio, muchos estudiantes dicen: “¿Para qué quiero conocer nombres
de reyes y de presidentes, lugares y fechas de batallas? ¡Todo eso ya está muerto!” Tienen,
francamente, mucha razón; pero eso no es historia, sino sólo uno de sus elementos, la crónica.

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Afortunadamente, la enseñanza de la historia ha rebasado desde hace tiempo esta confusión, aunque
en muchas instituciones y escuelas se siga atormentando a los alumnos con memorizaciones inútiles,
que no les permiten comprender nada.

1.3. La imaginación sociológica.

La imaginación sociológica es la capacidad de entender la historia personal y social como componentes


del mismo proceso. Esta imaginación permite integrar dos aspectos de la forma en que se vive en la
sociedad. Por ello, corresponde a la sociología la difícil tarea de relacionar la biografía con la historia; es
decir, de hacer que la existencia individual de cada uno de nosotros cobre un sentido dentro de la trama
de la historia contemporánea. En la medida en que todos formamos parte de la sociedad y tenemos
derecho a opinar acerca de ella, la imaginación sociológica que proclama Charles Wright Mills, no debe
ser patrimonio exclusivo del sociólogo. Sin embargo, las opiniones cotidianas provienen de la
experiencia adquirida por seres cotidianos, pero, en la mayoría de los casos están fundamentadas –
quizá sin saberlo− en la teoría de algún científico social convertida en conocimiento cotidiano.

1.4. Fundadores de la sociología.

Tanto la revolución científica como la industrial, dentro del contexto social, dieron pie al surgimiento de
la sociología. A mediados del siglo XVII se dan grandes acontecimientos en el desarrollo de la ciencia,
en el cambio de la producción y en el campo de la experimentación. Se hacía evidente que el mundo
material podía ser comprendido en su totalidad, ¿por qué no también con las relaciones entre los seres
humanos? Los adelantos técnicos que provocaron las grandes producciones y crecimiento industrial,
también provocaron la explotación y el crecimiento urbano, creando nuevos problemas y conflictos
sociales. Las circunstancias anteriores llevaron a la formación de intelectuales que vieron la necesidad
de realizar estudios sistemáticos y razonar sobre la vida social. Éstos percibían que a pesar de que el
mundo se había transformado y pese al impacto de la revolución francesa, los individuos no se sentían
del todo plenos. Surgieron así las utopías socialistas, producto de la imaginación de una generación de
intelectuales, que como dijo Federico Engels: “Intentaron descubrir un sistema nuevo y más efectivo del
orden social, para implantarlo en la sociedad desde fuera, por medio de la propaganda y, de ser posible,
con el ejemplo, mediante experimentos que sirvieran de modelo.” De esos pensadores podemos ubicar,
entre otros muchos, a William Godwin, Charles Fourier, Robert Owen y Henri de Saint-Simon, conocidos
también como socialistas utópicos, antecedentes importantes del estudio científico de la sociedad.

Henri de Saint-Simon
(1760-1825)
En su obra, la producción industrial ocupa el eje de su disertación y utiliza a la ciencia para comprender
la realidad. Empleó varios conceptos importantes como ciencia del hombre, fisiología social y fisiología
positiva, que aplicaría a la política y a la sociedad, para lo cual, básicamente, utilizaría el método de la
ciencia de la observación.

Auguste Comte
(1798-1857)

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La influencia de Saint-Simon en Comte es evidente, pues trabajó con él, sobre todo en lo que se refiere
a la ciencia positiva. Es el creador de la palabra sociología: hibridismo del latín societas, sociedad; y
logos, tratado, del griego. Su esfuerzo fue muy notorio por darle a esta nueva ciencia una
sistematización, para comprender a la sociedad y para ello se valió de varias categorías que son
fundamentales en los estudios actuales. Como la idea del orden y del progreso y la estática y dinámica
sociales.

Herbert Spencer
(1820-1903)
Desarrolla la sociología evolucionista, basada en el paralelismo entre las sociedades y las diversas
formas de la naturaleza con las que encontraba grandes similitudes. Así, según su teoría, la evolución y
el desarrollo de la sociedad se deben a la lucha por la supervivencia y a la adaptación al medio ambiente,
lo que provoca situaciones cada vez más complejas. Sostiene que las sociedades son como los sistemas
orgánicos independientes. En lo nutritivo, la circulación; en lo distributivo, la digestión y en lo militar, el
sistema nervioso. Estas teorías organicistas y evolucionistas son muy reaccionarias, lo cual ha permitido
que se justifiquen las dictaduras en el mundo, ejemplos genocidas: fascismo y nazismo.

Karl Marx (1818-1883), Emile Durkheim (1858-1917) y Max Weber (1864-1920)

Son los creadores del gran pensamiento teórico sociológico, con diferentes enfoques e interpretaciones,
pero los tres tienen gran influencia en la conformación actual de esta ciencia. A Marx se le señala como
el creador de la sociología del conflicto, por su pensamiento revolucionario y radical para el cambio
social, con una interpretación de la sociedad por medio de la historia y el método dialéctico. Durkheim
impulsó la utilización de los datos estadísticos y se interesó por la cohesión social interna. Weber, por
su parte, propuso una metodología basada en la objetividad y la acción social. Actualmente, la mayoría
de los sociólogos están de acuerdo sobre muchas proposiciones incluidas en una amplia red de teorías
y pensamientos sociológicos. Si bien en ocasiones formulan dichas propuestas con terminologías
divergentes, el margen de desacuerdo ha disminuido y ha aumentado el de los acuerdos.

2. EL GÉNESIS DEL PENSAMIENTO SOCIOLÓGICO

El pensamiento sociológico se da a partir de la relación individuo-sociedad. Es una perspectiva para dar


pie a la reflexión y fundar un conocimiento. En una estructura social encontramos un conjunto de
elementos interrelacionados de cierta manera. Así, por ejemplo, la economía y la educación son parte
de la estructura social moderna. Entre ellas se dan relaciones como las siguientes: la economía cumple
la función de producir y distribuir los recursos necesarios para que se imparta educación y; esta última,
a su vez, prepara y capacita a los individuos que habrán de desempeñar un papel económico en la
sociedad a través del trabajo calificado y profesional. La integración entre lo que se considera biografía
(personal) y lo que se llama historia (social) da sentido al pensamiento sociológico.
La sociología ha adquirido su propio lenguaje gracias al desarrollo del pensamiento sociológico
y ha tenido que recorrer, desde los pensadores griegos hasta la primera mitad del siglo XIX, un camino
que dio frutos y la convirtió en ciencia autónoma. Los primeros pensamientos sociales se remontan a
Platón en sus obras Los diálogos, El banquete y Las leyes. En Aristóteles con sus escritos en La política.
En todas ellas se explican las formas de organización social de esa época, como apoyo para dar un

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orden justo a las acciones de los seres humanos. En el renacimiento, siglo XVI, aparecen Thomas de
Campanella, con su obra Ciudad del sol y la famosa Utopía de Tomás Moro. Obras, todas ellas, con un
contenido crítico de la sociedad, inspiradas en la aspiración de que las cosas cambiaran de una manera
justa, pero todavía producto de su gran imaginación y lejos aún de propuestas objetivas. Surgen también
en esta etapa los clásicos de la política, quienes la relacionaban con la situación social, por lo que el
pensamiento sociológico se nutrió también de autores como Nicolás Maquiavelo, Jaen Bodin, Thomas
Hobbes y John Locke. Los estudios de éstos versaron, particularmente, sobre las relaciones de poder
entre los hombres −lo social−, persiguiendo el buen orden y una organización social justa a partir del
ejercicio de las mayores virtudes humanas.
La sociología también abrevó, en gran parte, en las obras de los clásicos de la ciencia
económica, como Thomas Mann, Francois Quesnay y Adam Smith, a quienes muchos gobernantes
tomaron en cuenta para comprender mejor sus relaciones con la sociedad. En este punto se veía a la
sociedad solamente como un conglomerado relacionado con aspectos del poder y de la producción de
la vida material, y no como integrantes de una colectividad versátil. Con Juan Jacobo Rousseau, el
planteamiento se enfoca más al aspecto social, pero su visión se da desde la perspectiva
fundamentalmente individualista, pues plantea que el individuo es la víctima de la sociedad, así como el
motor y el sostén de la misma. Coinciden con esta postura los personajes protagónicos de la revolución
francesa: Voltaire, Sieyés, Mirabeau, Robespierre y Danton. Del mismo modo que los libertadores del
continente americano como Tomas Jefferson, Miguel Hidalgo y Simón Bolívar. “Los designios sociales
eran una suma aritmética de designios individuales”, así se resumía el pensamiento de estos
intelectuales, plasmados en los derechos del hombre, al triunfo de la revolución francesa.

3. EL MÉTODO SOCIOLÓGICO

Durkheim plantea la necesidad de estudiar los fenómenos sociales, no de una manera preconcebida
desde la especulación filosófica o de las ideas, sino objetivamente. Sin definir el concepto de lo útil en
lo económico, sino todo el detalle de la organización económica; no se trata de ver el concepto ideal de
moral, sino el conjunto de reglas que determinan efectivamente la conducta, y ello se logra viendo el
fenómeno objetivamente. No es preciso, pues, considerar a los fenómenos sociales en sí mismos,
abstraídos de los individuos conscientes que los viven, hay que estudiarlos desde fuera como cosas
externas, pues es así en realidad tal como se nos presentan los fenómenos. Para considerar a la
sociología como disciplina científica había que demostrar que tiene su propio método de estudio y de
investigación, de tal manera que permita medir, demostrar y acotar el hecho social. Las reglas del
método sociológico no implican ninguna concepción metafísica, ninguna especulación sobre el fondo de
los seres. Lo único que reclama es que el sociólogo se ponga en el mismo espíritu que los físicos,
químicos, fisiólogos, cuando se introducen en regiones inexploradas de su dominio científico.
Tres premisas fundamentales. 1) Hay que descartar sistemáticamente todas las prenociones;
esta regla es la base de todo el método científico, es decir, no contaminar la investigación con los
prejuicios, separar lo subjetivo, lo cual se debe reconocer, es sumamente difícil, pero es necesario liberar
el sentimiento y los calificativos para realizar la investigación con la mayor objetividad posible. 2) Tomar
como objeto de investigación sólo un grupo de fenómenos previamente definidos, a través de ciertos
caracteres exteriores e integrar en la misma investigación a todos los que respondan a esa definición;
habría dos aspectos importantes que señalar, pues se está ante lo que en la actualidad se denomina
definición y delimitación del tema de investigación y la elaboración del marco teórico de referencia. 3)

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Otro punto es la necesidad de clasificar los hechos y definirlos, y no dejarlos en su concepción vulgar,
sino científica; para ello es necesario encontrar conceptos nuevos: “Lo que más interesa es construir
conceptos nuevos, apropiados a las necesidades de la ciencia y expresados por medio de una
terminología especial.
Desde el punto de vista de la metodología y de la teoría sociológica, destaca la trascendencia
de las ideas de Émile Durkheim para las ciencias sociales en general. Los hechos sociales no solamente
son exteriores al individuo, sino que están dotados de un poder imperativo y coercitivo, siempre se
presentan de entrada bajo la forma de relaciones de causalidad. La concomitancia puede no deberse a
que uno de los fenómenos sea causa del otro, sino que ambos sean efectos de una misma causa, o más
aún, que sea efecto del primero y causa del segundo. Los resultados a que conduce este método
necesariamente deben ser interpretados y comparados. ¿Pero cuál es el método que permite obtener
mecánicamente una relación de causalidad sin que los hechos que establece precisen ser elaborados
por el espíritu? Lo que importa es conducir metodológicamente esta elaboración, esa es la manera de
proceder. Con la ayuda de la deducción, se buscará ante todo explicar cómo habrá podido uno de los
términos producir a otro; luego habrá que esforzarse por verificar el resultado de esta deducción
mediante la experimentación, es decir, mediante nuevas comparaciones.

3.1. Las reglas del método sociológico.

La sociología es una ciencia, pero no siempre se le consideró así, para llegar a ello se presentaron varios
planteamientos teóricos y fueron superadas una serie de vicisitudes, que abarcaron la renovación misma
de los conceptos y el replanteamiento de la metodología, hasta el desprendimiento disciplinario de las
otras ciencias. Era necesario imponer los límites de estudio para crear objetos originales de análisis, es
decir, no bastaba con entenderla como disciplina que estudia al hombre en sociedad; para ello, se
debieron sentar las bases teóricas y las ideas acordes a los fenómenos sociológicos. Durkheim fue quién
primero se avocó a la tarea y asumió esta visión científica de una rama del conocimiento sobre la cual
todos opinaban, pero pocos explicaban y mucho menos se atrevían a plantear soluciones. Las reglas
del método sociológico es su texto más importante −junto con El suicidio−, donde sienta las bases para
ver a la sociología como una ciencia, para entender la trascendencia de la misma en sus niveles
concretos de la realidad y superar el carácter especulativo que hacía volar la imaginación de no pocos
pensadores de su época. Analizar su obra y exponerla sintéticamente tiene la intención, en primer lugar,
de poner de relieve lo trascendental que fue contar con un método científico para aprehender la realidad
social y, en segundo término, entender que esta ciencia aborda no solamente la teoría y la investigación
pura o especulativa, sino que puede partir de una realidad concreta y empírica.

3.2. El suicidio como fenómeno social.

Los problemas de la autodestrucción son problemas que escapan a lo racional, pues la tendencia natural
es la preservación de la vida. Pero esta situación irracional de la autodestrucción resulta una paradoja,
pues es la parte obscura que hay entre el ser humano y la naturaleza misma. Si separamos el suicidio
provocado por la sociedad de aquel otro que proviene fundamentalmente del propio individuo, es decir,
del fenómeno psicológico, tenemos que admitir que la sociedad tiene todavía mucho que aprender para
beneficio del ser humano. Es por ello que vale la pena reflexionar sobre el tema. De tal manera que el
suicidio viene a ser uno de tantos actos poco comprensibles de un ser que se dice racional, pero dichos

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actos resultan incomprensibles cuando son originados o provocados por la misma sociedad a la que se
pertenece.

3.3. El hecho social.

Hace apenas un siglo se explicaban los fenómenos sociales desde puntos de vista diversos: en lo
biológico, lo físico y lo individual hasta en sus reacciones afectivas más generales. Pero a los grandes
teóricos de entonces se les dificultaba reconocer que la sociedad existe, independientemente de la
percepción individual, y que la sociedad es también la concreción de los actos humanos, además, los
seres reales interactúan en sociedad cuando hacen actos concretos, trascendentales y repetitivos.
Durkheim dice que los grandes sociólogos –Spencer y Comte–en ningún momento fueron más allá de
las generalizaciones acerca de la naturaleza de las sociedades, sobre las relaciones entre el reino social
y el reino biológico, o sobre la marcha general del progreso. Para tratar estas cuestiones filosóficas no
se necesitan procedimientos especiales ni complejos, pero, jamás se determinaban las precauciones a
tomar en la observación de los hechos, la forma en que deben plantearse los problemas principales, el
sentido en que deben dirigirse las investigaciones, las prácticas especiales que asegurarían su éxito, ni
las reglas que deben presidir la administración de las pruebas. Resulta evidente que el sociólogo francés
tenía otra visión para ver a la sociedad en sus problemas concretos, en sus conflictos cotidianos, en sus
aspiraciones e intereses y compartiendo todo ello con los otros, con sus vecinos. Faltaba encontrar de
la sociología su propio enfoque y objeto de estudio. Durkheim partió de algo fundamental: El hecho
social, conformado por los grupos de fenómenos que se distinguen de las características bien definidas
de otras ciencias, pues tiene como signo distintivo todo lo que se traduce en aquella conducta de los
individuos provocada desde el exterior de las personas y que está dotada de un poder imperativo y
coercitivo. Todo ello tiene que presentarse con cierto grado de reiteración, frecuencia e importante nivel
de generalidad, por ser provenientes de fenómenos colectivos. De esta forma se está ante un concepto
fundamental: La homogeneidad, que debe caracterizar a todo fenómeno sociológico. Además, se da un
paso importante para separar a la sociología de la psicología.
Para ello en el estudio de los hechos sociales se debe de partir de las sociedades mismas y no
de sus partes (individuos), que surgen como fenómenos de algo nuevo, siendo exteriores a la conciencia
individual, de tal forma que las conciencias colectivas son distintas de la naturaleza de los individuos,
pues son representaciones de otro tipo y, por supuesto, tienen sus propias leyes. El fenómeno de la
homogeneidad, punto medular del planteamiento, deja en claro que la sociología deberá circunscribirse
al fenómeno, de lo contrario se perdería en análisis que competen a otras ciencias y tendría que buscar
apellidos: sociología política, sociología económica, sociología pedagógica, sociología filosófica, etc.
Para ahondar sobre el hecho social y fundamentar lo externo de la acción, debemos explicárnoslo en el
conjunto de conciencias y voluntades que pueden sintetizarse y obligan a actuar como una sola voluntad,
ya diferente del comportamiento personal, como un producto nuevo. Esta síntesis de acciones tiene un
nombre: Instituciones Sociales. En efecto, sin desnaturalizar el sentido de esta palabra, puede llamarse
institución a todas las creencias y formas de conducta creadas por la colectividad; podríamos definir a
la sociología como la ciencia de las instituciones, de su génesis y funcionamiento.

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4. EL MARXISMO

Karl Marx es famoso, en principio, como el primer jefe del movimiento obrero revolucionario en el mundo.
Pero, una parte de su extensa y doctrinaria producción está dedicada a la sociología, en el sentido
moderno de la palabra. La filosofía de Marx es materialista y es la base de sus planteamientos
sociológicos. Para él no hay más que materia, y la conciencia es un epifenómeno, una manifestación del
movimiento de las células cerebrales. Esta posición refleja la gran influencia que tuvo de Ludwig
Feuerbach, filósofo del ala izquierda hegeliana. En esencia, como teoría sociológica, el marxismo tiene
dos postulados fundamentales y algunos corolarios.

4.1. El determinismo económico.

El primer postulado es el determinismo económico, es decir, la posición de que el factor económico es


el determinante fundamental de la estructura y desarrollo de la sociedad. Este factor, constituido
esencialmente por los medios tecnológicos, determina la organización social de la producción, las
relaciones en que entran los individuos para producir bienes con más eficacia de lo que podrían hacerlo
si trabajaran separadamente. Estas relaciones se producen, también, según Marx, independientemente
de la voluntad humana. Además, la organización de la producción (la estructura económica de la
sociedad) no sólo determina, sino que, en última instancia, moldea toda la superestructura social
(organización política, derecho, religión, filosofía, arte, literatura, ciencia y la moral misma).

4.2. El cambio social.

El segundo postulado de la sociología marxista se refiere al mecanismo del cambio, según el cual, se
tiene que interpretar el cambio social en relación con sus tres fases. A saber: todas las cosas del mundo,
incluida la sociedad misma, pasan por una especie de fatalidad dialéctica, por las etapas de afirmación
o tesis, la negación o antítesis, y la conciliación de los opuestos o síntesis. En este nuevo plano de la
síntesis el proceso dialéctico continúa con nuevas negaciones y con nuevas conciliaciones que sin cesar
determinan el proceso histórico.

4.3. Principales corolarios marxistas.

• Todo sistema de producción económico comienza por ser una afirmación, el mejor o más adecuado de
los órdenes posibles en aquel momento. Pero, todo sistema, una vez que se ha atrincherado
socialmente, se convierte en un obstáculo para la aplicación de nuevas tecnologías y para el uso de
mercados y fuentes de materias primas recién descubiertas. El desarrollo histórico no puede detenerse
en esta etapa; por consiguiente, el sistema socialmente atrincherado tiene que ser destruido por una
revolución social que crea un nuevo orden de producción, una síntesis del antiguo y del nuevo régimen.
• En toda sociedad existen dos clases fundamentales: una que representa el sistema de producción
anticuado, y otra que representa el orden naciente. La sociedad pasa de una etapa de desarrollo a otra
por medio de la lucha de clases. La clase naciente triunfa definitivamente en esa lucha y establece un
nuevo orden de producción; y a su vez, dentro de ese orden están contenidas las semillas de su propia
destrucción, prosiguiendo el proceso dialéctico.

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• Marx empleó este esquema dialéctico en sus análisis de la sociedad occidental contemporánea, a la
cual llamó capitalista. En la primera frase de El Capital –su obra más profunda, completa y reconocida−
dice que el régimen capitalista de producción se nos presenta como un inmenso arsenal de mercancías.
En esta sociedad la organización social de la producción, que nació con la revolución industrial, se
expresa en la existencia de dos clases fundamentales: la burguesía, formada por los propietarios de los
medios de producción; y el proletariado, aquellos quienes solamente detentan su fuerza de trabajo. La
lucha entre ambas clases es inevitable, al desarrollarse la conciencia de clase y la acción de la clase
militante los trabajadores acabarían por destruir el sistema capitalista.
• El heredero del capitalismo será el sistema socialista, que se caracteriza por la propiedad colectiva de
los medios de producción, finalmente, será sustituido por una sociedad sin clases y en realidad sin
Estado, meta del comunismo.

5. LA ÉTICA PROTESTANTE DE MAX WEBER

En gran parte de su obra se plantea la concepción calvinista del éxito, desde la traducción luterana de
la biblia, pasando por los conceptos de Benjamín Franklin sobre la formación del ciudadano
estadounidense, hasta destruir las concepciones de los marxistas dogmáticos sobre la influencia de la
superestructura en la construcción y fortalecimiento de una sociedad como la norteamericana, la cual
tiene una economía basada eminentemente en el capital, pero dentro de una atmósfera
predominantemente religiosa. En la producción de Weber destacan tres obras fundamentales para su
teoría sociológica: La ética protestante y el espíritu del capitalismo, El político y el científico y Economía
y sociedad. En donde define a los factores económicos como fundamentales en las formaciones
sociales, pero no determinantes; en este caso, una estructura económica discurre por el cauce de ciertas
creencias religiosas y el espíritu que las anima. A él se deben conceptos que han tenido amplia
aceptación inclusive fuera del ámbito sociológico y filosófico. Tal es el caso del concepto carisma como
fundamento de un tipo ideal de autoridad, muy adecuado para el caso del anterior mandatario
estadounidense, además del concepto burocracia nacional, con el que explica el génesis, función y
desarrollo de la clase política.

5.1. Ética política.

Cuando se habla de partidos políticos, generalmente, se asocia con corrupción y deshonestidad, debido
a que los dirigentes o miembros que ocupan cargos de elección popular han cometido actos no éticos,
desvirtuando así el papel que debe tener cualquier organización política. En el origen (siglo XVII), los
partidos políticos se crean no únicamente con la finalidad de obtener el poder y permanecer en el mismo,
sino también para proponer vías de solución a las demandas sociales. Lo que implica que los
representantes populares y los gobernantes actúen con ética política.
El politólogo italiano Norberto Bobbio, citando a Max Weber, señala que un partido político es
una asociación dirigida a un fin deliberado, sea éste: objetivo, como la realización de un programa que
tiene finalidades materiales o ideales; subjetivo, es decir, tendiente a obtener beneficios, poder y honor
para los jefes y seguidores; o los dos al mismo tiempo.
Esta definición pone de relieve el carácter asociativo del partido político y la naturaleza de su
accionar, que se dirige esencialmente a la conquista del poder político dentro de una comunidad. N.
Bobbio argumenta también que el partido comprende diversas formaciones sociales, que van desde los

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grupos unidos por vínculos personales y particularistas, hasta llegar a las organizaciones complejas de
estilo burocrático e impersonal, cuyo rasgo común es el de moverse en la esfera del poder político.
En suma, el nacimiento y desarrollo de un partido va asociado al problema de la progresiva
demanda de participación política por parte de las diversas clases y estratos sociales que buscan la
apertura de espacios en la toma de decisiones. La demanda de un grupo, clase o sector específico, se
presenta de manera más intensa en los momentos de grandes transformaciones económicas y sociales
que inciden en la estructura tradicional de la sociedad y amenazan con modificar sus relaciones de
poder. Es entonces cuando estos grupos se proponen actuar por una ampliación de la gestión del poder
político a otros sectores de la sociedad, que anteriormente estaban excluidos o que proponen una nueva
estructuración política y social.

6. EL OBJETO DE ESTUDIO EN DURKHEIM, WEBER Y MARX

6.1. Durkheim: la construcción empirista.

Más que cualquier otro autor, Émile Durkheim, es ampliamente conocido por distinguir, por un lado, las
nociones del sentido común y la ideología, y por el otro, el conocimiento rigurosamente científico. En su
opinión el investigador debe luchar constantemente contra el conocimiento vulgar y los valores
ideológicos que no tienen cabida en un discurso científico. La forma de resolver este problema consiste
en tratar a los hechos sociales y, por ende, a los objetos de estudio de la sociología, como cosas
definidas por características externas. La primera noción considera a los hechos sociales como cosas.
Se trata de todo lo que se encuentra dado, todo lo que se ofrece o, mejor dicho, se impone a la
observación. Tratar a los fenómenos como cosas es considerarlos en calidad de datos que construyan
el punto de partida de la ciencia. Se necesita considerar a los fenómenos sociales en sí mismos,
desprendidos de los sujetos conscientes que los representan. Es necesario estudiarlos desde fuera,
como cosas externas.
Se han hecho señalamientos para considerar a Émile Durkheim como empirista, criticándole su
alejamiento de la teoría, situación injusta porque la realidad concreta de la que él parte para proporcionar
información fue cuestionada previamente y, por tanto, no es factible pretender definir los hechos sociales
como cosas externas sin el apoyo de una teoría o de valores que indiquen sus cualidades exteriores
dignas de consideración. Además, aquí se señalan dos características del sentido común: su
imprecisión, pues no existe rigor y no se pueden establecer límites de su prueba empírica y, además, no
puede evolucionar por servirse del empirismo como única filosofía de base. Durkheim, desde el momento
mismo de la construcción del objeto de estudio, le confiere área legal a la sociología, en tanto que
desindividualiza a su objeto de conocimiento. Para ello hace referencia a los hechos sociales como
cosas externas. Su teoría aparece exclusivamente interesada en los fenómenos sociales generales, en
contraste con los individuales o singulares. La sociología, entonces, al igual que las ciencias exactas,
pretenderá establecer leyes generales que expliquen lo tangible, lo exterior.
Para Durkheim la teoría tiene únicamente un interés orientador, no tiene por fin el conformar
datos de los objetos de estudio, sino solamente agruparlos, para luego correlacionarlos y posteriormente
reunirlos. En este sentido su postura se da a partir de la dualidad sujeto-realidad concreta, donde se
construye el objeto de estudio y se da primacía a la realidad, de ahí que el autor sea calificado como
empirista. A partir del análisis sobre la relación entre el hombre y la sociedad, llegó a la conclusión de
que era necesario considerar al individuo como producto de la sociedad, y no al revés. De allí dedujo

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que la sociología debía de ocuparse del estudio del todo y no de sus partes, de los fenómenos sociales
determinantes y no de las acciones individuales determinadas. En definitiva, lo empírico atrae a
Durkheim en la medida en que la realidad sea interpretada con el apoyo de elementos teóricos
científicamente formulados y definitivamente estáticos.

6.2. Max weber: la construcción relativista.

Max Weber también establece una diferencia entre el conocimiento común del científico, pero le da
validez al conocimiento vulgar, pues al ser la realidad infinita e inagotable, el conocimiento del sentido
común corresponde a uno de sus tópicos, sin embargo, es diferente del otro, porque no pretende
apegarse a los cánones universales del saber científico. De esta manera, el conocimiento del sentido
común puede convertirse en científico únicamente a condición de someterse a imperativos de la
transformación, de la comprobación y de otros mecanismos de prueba. Lo ideológico se considera como
una característica esencial de la naturaleza humana, por lo que afecta al conocimiento vulgar, e incluso
al conocimiento científico.
Para abordar cualquier tema se necesita señalar que la naturaleza humana no podría explicarse
por los métodos usados en las ciencias naturales, pero era necesario encontrar generalidades o
conceptualizaciones en la vida histórica que fueran similares. Weber enfatizó en la combinación de
fenómenos aislados culturales que denominó “tipos”, objeto de estudio por medio de la comprensión, y
sostuvo que no podía establecerse clasificación alguna de las ciencias conforme a los criterios de
distintos objetos “realidades” o sujetos “métodos”. Afirmó que solamente podía argumentarse la
diferencia de intereses pues las metas de la ciencia, de la cultura, consisten en la explicación del
fenómeno singular, ya sea con el auxilio de las leyes generales o gracias a la comprensión, en tanto que
el fin de las ciencias de la naturaleza se identifica con el establecimiento de las leyes.
Max Weber es formal cuando niega la existencia de una teoría determinista, pues la realidad
es, a su parecer, infinita e inconmensurable para el entendimiento humano. También en su opinión es
absurdo que se pretenda que una sola teoría, como es el caso del materialismo histórico, pueda dar
cuenta de todos los hechos. Pero no es empirista, en sentido estricto, pues advirtió de la utilidad del
concepto representativo, pero con respecto a lo real representado, ya que la distancia entre ambos es
infinita. La relación de los tipos ideales individualizadores con la realidad, si bien no representa lo real,
desea conferir a la representación unos medios expresivos unívocos. Son cuadros mentales, no son la
realidad histórica, y mucho menos la realidad auténtica, como tampoco son esquemas en los cuales se
pudiera incluir la realidad como ejemplar, es decir, los modelos weberianos nos alejan de la realidad
para dominarla mejor, intelectual y científicamente, pero de modo fragmentario. La importancia del objeto
del conocimiento en la construcción del objeto de estudio aparece cuando se presenta la importante
cuestión de seleccionar el área específica de la realidad por investigar. Hecho que en la sociología
weberiana se ocupa de fenómenos singulares cuyo interés no puede determinar una sola macroteoría.
Según Weber, establecer leyes y factores constituiría la primera de varias tareas que nos
conducirían al conocimiento al que aspiramos; la segunda tarea, completamente nueva e independiente,
a pesar de basarse en esa tarea preliminar, sería el análisis y la exposición ordenada de la agrupación
de las individualidades históricamente dadas de tales factores y de su importante y concreta colaboración
que consistiría en hacer tangible la causa y la naturaleza de dicha importancia; la tercera tarea sería
remontarse lo más lejos en el pasado de las distintas particularidades individuales de tales agrupaciones,
de la importancia para la presente, y ofrecer una explicación histórica a partir de las constelaciones

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anteriores, igualmente individuales. Por último, una posible cuarta tarea consistiría en la evaluación de
las posibles constelaciones en lo futuro.
El problema sustancial de Weber es desarrollar categorías que permitan a la investigación
correlacionar, mediante la aplicación de las leyes del método generalizador, lo que a su vez asegure la
unidad de objetos singulares. “El tipo ideal” se obtiene mediante la acentuación unilateral de uno o varios
puntos de vista y a través de la reunión de gran cantidad de fenómenos individuales, que pueden darse
en mayor o menor número o bien faltar por completo, y que se suman a los puntos de vista
unilateralmente acentuados a fin de formar un cuadro homogéneo de ideas. En una construcción ético-
ideal, no toda construcción similar es objeto de estudio. Se tienen que señalar dos categorías muy
homogéneas de conceptos incluidos por Weber con el término de tipo ideal: los conceptos
ideologizadores y los generalizadores (Parsons). Los individualizadores tienen dos subcategorías: por
un lado, los individuos históricos concretos que constituyen el objeto de estudio del análisis causal;
ejemplo: en el capitalismo burgués nacional moderno de La ética…, la construcción mental individual se
produce con el material concreto para el análisis causal; por otro lado, otra subcategoría se refiere a que
ya no son elementos de hechos sociales, sino ideales tales como la teología calvinista, dados por el
grado de concientización. Son estos tipos ideales individualizadores el problema y el objeto de estudio
de la sociología weberiana. Al optar por un tema de investigación, Weber construye su objeto de estudio
siempre en función de un sistema personal de elementos referenciales, que si bien pueden constituirse
en una teoría, no dejan de representar un punto de vista valorativo; denomina relación con los valores,
al vínculo entre el investigador y su sistema referencial. No se trata de distinguir, en términos maniqueos,
lo bueno y lo malo, sino en determinar el proceso de construcción del objeto de estudio ante la infinita e
inagotable realidad. La construcción del objeto de estudio weberiano es el producto efectivo de un
diálogo entre lo concreto y el sujeto. Sin embargo, al postular la realidad como infinita e inagotable, y al
sujeto como provisto de un sinnúmero de marcos referenciales, Max Weber no puede ser calificado de
racionalista. Las múltiples posibilidades que abre el autor, lo conducen irremediablemente al relativismo.

6.3. Karl Marx: la construcción y la práxis.

Del mismo modo que lo hacen Émile Durkheim y Max Weber, Karl Marx sugiere la posibilidad de lograr
un conocimiento objetivo de la realidad a través de una adecuada construcción del objeto de estudio.
Para el marxismo, en la construcción del objeto de estudio es importante considerar tres factores
fundamentales: a) tener presente que el conocimiento que proporciona, si se desea objetivo, no puede
ser eterno ni ahistórico; b) la construcción del objeto de estudio debe resultar de un método histórico
que, además, considere el conflicto determinado por condiciones materiales, entre las clases dominantes
y dominadas y, c) el método mediante el cual se construye el objeto de estudio debe tener en cuenta el
punto de vista que realmente conlleva a la superación del conflicto entre clases.
El momento supremo se presentará cuando la ideología desaparezca por innecesaria y
permitirá acceder al conocimiento realmente objetivo. En otros términos, el objeto de estudio válido debe
inducir a una praxis revolucionaria. Pero la praxis llevará a una situación sin clases, por eso los marxistas
se identifican más por el método que emplean que por las conclusiones concretas a las que llegan. Es
a través de ese método –vale decir del materialismo histórico− que el objeto de estudio brota de un
diálogo efectivo entre el sujeto del conocimiento y la realidad concreta. Por otra parte, en el materialismo
dialéctico, la construcción del objeto de estudio no tiene como objetivo único un mayor conocimiento de
la realidad singular. Por lo contrario, se interesa en la transformación de la realidad total mediante leyes

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que broten del estudio concreto. La estabilidad y constancia de las relaciones que caracterizan a la teoría
marxista se manifiestan en su verificabilidad, si es que se vuelven a presentar las mismas condiciones
concretas objetivas que enmarcaron la situación singular. La construcción del objeto de estudio le
confiere su carácter legal, la orienta a descubrir las leyes contradictorias del orden social en un momento
histórico determinado.

6.4. Diferencias.

El estudio comparativo sobre lo que Durkheim, Weber y Marx entienden por construcción del objeto de
estudio, nos muestra las discrepancias en cuanto a los procedimientos para la construcción de dicho
objeto, a la definición misma y al papel que desempeña. Durkheim sistematiza la investigación al
descartar la influencia de prenociones vagas e imprecisas. Weber dice que la construcción del objeto de
estudio es una tarea esencialmente subjetiva, que depende de un sistema valorativo, seleccionado entre
una infinidad y que, una vez explicitado el sistema en cuestión, empezaría la objetividad del trabajo
científico, la cual es indispensable en el periodo posterior a la construcción del objeto de estudio. En el
marxismo la construcción del objeto de estudio aparece como un diálogo específico entre el sujeto y la
realidad concreta.
En Durkheim es el reconocimiento de las características exteriores, que como hecho social se
deben agrupar en un conjunto de fenómenos singulares que terminan por desindividualizar al objeto de
estudio mismo, que interesa por su contenido generalizador y debe ser sometido al estudio de las leyes
que lo determinan. En tanto, Weber, al enfatizar la singularidad de sus tipos ideales individualizadores,
se sitúa en una posición contraria al positivismo, pues el fenómeno que estudia el investigador interesa
por sí mismo y las leyes representan un instrumento para su mejor comprensión. La disciplina marxista
–que difiere totalmente de la weberiana− se asemeja a la sociología positivista en que el objeto de
estudio interesa por las leyes generales que se extraen de su examen. Sin embargo, esas leyes
establecen las regularidades del orden social existente, y ubican la contradicción en la que dicho orden
reposa con el fin postrero de cambiarlo. En esa tarea el marxismo no se limita a lo social, sino que
también contempla un amplio horizonte de lo individual. Para el materialismo histórico las cosas no se
presentan directamente, pues no se posee la facultad de penetrar inmediatamente en la esencia de
ellas, es menester dar un rodeo para conocerlas. Las situaciones históricas concretas u objetos
concretos son el punto de partida del análisis, pero también su punto de llegada como totalidad explicada
u objeto de conocimiento.
En la construcción del objeto de estudio o totalidad pensada, el análisis marxista distingue
diferentes planos en una realidad concreta: uno, el de las acciones y el de las actitudes; dos, el de las
acciones y movimientos colectivos; y, tres, el de los procesos globales históricos, estructurales. Según
Marx, eso se logra a través de la determinación de los vínculos dialécticos que establecen entre sí esos
niveles, pues se da un verdadero diálogo entre el sujeto y la realidad para conformar así el objeto del
conocimiento. Este proceso dista mucho del idealismo, en donde la cuestión no es ¿qué es la realidad?,
sino ¿cómo puede ser conocida esa realidad? De esta manera el objeto de estudio toma constantemente
diferentes nuevas formas. Los supuestos que fueron su origen se manifiestan inmediatamente como
resultado de su propia realización y reproducción, dejan de ser las condiciones de su surgimiento
histórico para transformarse en los resultados y las condiciones de su futura existencia histórica. Más
que en cualquier otro discurso científico, es en el marxismo donde la construcción del objeto de estudio

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se identifica plenamente con la labor cognitiva. Con el materialismo dialéctico se construye una totalidad
concreta, pero también de sus contradicciones, es decir, de su propia dialéctica.
Con Weber no se pretende que el objeto de estudio tenga este carácter práctico de servir de
guía. En el marxismo, en cambio, debe cumplir dos funciones: explicar la diversidad y las contradicciones
de los acontecimientos que se producen en la sociedad y determinar las acciones revolucionarias más
adecuadas. El marxismo, al contrario del positivismo de Auguste Comte y de Emile Durkheim, no se
limita a los fenómenos sociales externos. Si consideramos como ciencia particular y específica a aquella
que tiene un objeto de estudio, un marco teórico propio y un método propio, no existe en rigor una
sociología marxista: existen solamente problemas sociológicos que el marxismo estudia como ciencia.
Para ello se sirve de un enfoque totalizador de la realidad, que pone en primer lugar al estudio de las
condiciones objetivas en las cuales los hombres hacen su historia, y posee el efecto de servir a la
transformación radical de esas condiciones.

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METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN
Mohamed Namakforoosh

EL PROCESO DE LA INVESTIGACIÓN
(Resumen)

1. INTRODUCCIÓN

Para llevar a cabo una investigación científica se tienen que realizar numerosas actividades. Unas en
forma secuencial, otras en forma simultánea, y tomar varias decisiones en diferentes etapas de la
investigación. Se necesita planificar todo el proceso, es decir, elaborar un proyecto que indique
claramente las etapas por realizar, definir qué es lo que se pretende hacer, qué tipo de investigación se
realizará, qué tipo de datos se recopilarán y cómo, qué metodología será utilizada para analizar los
datos, además, se debe definir el tiempo y los recursos para cada etapa.

Las actividades de una investigación son análogas a otras y se requiere tomar decisiones
acerca de cuáles se deben realizar u obviar. Para que una investigación científica sea realizada con
eficiencia se deben planear todas las etapas del proceso, es decir, escribir y describir el proyecto antes
de su realización.

Un proyecto de investigación es como el plano de un edificio. Construir un edificio sin plano


dará como resultado algo diferente de lo pensado. Al realizar una investigación sin el proyecto existe
una gran probabilidad de llegar a resultados totalmente diferentes a lo previsto.

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2. PRINCIPALES ETAPAS DEL PROCESO DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

ESQUEMA DEL MODELO CONCEPTUAL

DEFINICIÓN DEL PROBLEMA


• Analizar los antecedentes.
• Conocer su origen y naturaleza.
DETERMINAR LOS OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN
• Especificar las preguntas
• Determinar las variables
DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN
• Método de la recopilación de datos
INSTRUMENTOS DE MEDICIÓN Y ESCALA
• Población y muestreo
• Datos, tipos, fuentes
VALIDACIÓN, CODIFICACIÓN Y CAPTURA
• Tabulación y análisis
• Interpretación
PREPARACIÓN DEL INFORME
• Conclusiones y sugerencias

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2.1. EL MARCO CONCEPTUAL (MARCO TEÓRICO)

Como el objetivo principal de las investigaciones científicas es llegar a teorías, se puede decir que todos
los problemas de investigación comienzan con un problema de teorización. La primera tarea de un
investigador es traducir el problema de la realidad y eso puede hacerse si la teoría es implícita o explícita.
Dentro de los antecedentes del problema de la investigación se debe expresar el marco conceptual o
marco teórico.

Por ejemplo, en un proyecto de investigación sobre un modelo financiero en sociedades


cooperativas de producción agropecuaria y sus implicaciones en la educación superior, se puede definir
de manera abreviada el marco teórico: “se delineará un marco teórico sobre los conceptos
fundamentales del desarrollo cooperativista; éste redefinirá la función financiera en las sociedades
cooperativas. Los conceptos serán generados a través de una investigación sobre la teoría de
sociedades cooperativas para su probable aplicación en México”. Además, estas elaboraciones teóricas
servirán de base para la investigación de campo.

2.2. DEFINICIÓN DEL PROBLEMA

La etapa principal de una investigación científica es identificar el problema. Un problema es un estímulo


intelectual llamado por una respuesta en la forma de investigación científica. La investigación se origina
por las necesidades de apoyo para la toma de decisiones, lo que implica a su vez gran cantidad de
temas basados en preguntas tales como: ¿hacia dónde debemos ir?, ¿cómo responderá el mercado
ante el nuevo producto?, ¿cuánto es necesario presupuestar en recursos para el gasto social?, ¿cuál es
la razón del malestar de los trabajadores de la educación pública? Una pregunta específica puede
conducirnos a llevar a cabo muchos estudios.

No todos los estímulos intelectuales (problemas) se pueden estudiar científicamente. En la


etapa inicial de la investigación hay que preguntarse si es investigable este problema. En general, los
problemas que no se pueden estudiar empíricamente son aquellos que tienen un desempeño subjetivo,
es decir, las observaciones que se llevan a cabo subjetivamente no pueden ser estudiadas
científicamente. Para que una pregunta sea investigable deberá ser de naturaleza tal que la observación
y la recopilación de datos en el mundo real puedan dar una respuesta. La identificación real de los
problemas no es simple.

Para el investigador es importante estar relacionado con las características y prioridades de las
instituciones sociales. Antes de tomar cualquier acción en la investigación es fundamental conocer el
problema claramente y manejar los mismos conceptos, y entender perfectamente la terminología para
el análisis.

El problema consta de dos partes:

a) Título del problema. Es la presentación racional de lo que se investigará, precede al plan de la


investigación y debe contener una idea clara y precisa del problema.

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b) Planteamiento del problema. El planteamiento establece la dirección del estudio para lograr los
objetivos, de tal manera que los datos pertinentes se recopilen teniendo en mente esos objetivos a fin
de darles el significado que corresponda.

Un elemento clave para definir el problema es distinguir los síntomas de la situación; ejemplo:
es más fácil dedicar esfuerzos a detener una hemorragia nasal, que tratar su causa. El error se comete
cuando el investigador estipula el síntoma en vez del problema que lo genera.

2.3. ANÁLISIS DEL PROBLEMA. Origen y naturaleza.

Para identificar correctamente el problema se necesita examinar todas sus dimensiones, algo parecido
a una auditoría en contabilidad. La primera etapa de este análisis es elaborar una lista de todos los
elementos del problema que ya se conocen y todos los elementos que se conocerán. Realizar esto
permite conocer subproblemas, pues en cada problema grande existen numerosos posibles problemas
pequeños que pueden extraerse. Un enorme beneficio para la investigación al realizar dicho análisis es
que así se pueden identificar los síntomas del problema, como también las causas. Otro beneficio de
este análisis es que no solamente se puede identificar el problema real, sino también se puede definir
bien.

2.3.1. Análisis de antecedentes.

Una segunda actividad que se debe llevar a cabo durante la identificación del problema es el análisis de
los antecedentes. El objetivo principal de este análisis es conocer las decisiones específicas en el ámbito
del problema. Como la identificación y definición del problema requiere creatividad, flexibilidad y
minuciosidad para llevar a cabo un análisis de antecedentes con éxito y eficiencia, los investigadores
deben tener las mismas características mencionadas, además de la paciencia. Muchos tratan de ignorar
esta fase o no dar importancia a este análisis. En ocasiones los problemas se pueden solucionar con la
información obtenida mediante el análisis de antecedentes.
En general, el análisis de antecedentes es como un tipo de investigación exploratoria. El
propósito de la investigación exploratoria es la generalización de ideas y perspectivas. Un análisis de
antecedentes bien elaborado pone el problema en perspectiva respecto a su alcance y a sus
propiedades. Para lograr esos objetivos, también hay otras actividades que se elaboran en el análisis de
antecedentes como: el análisis situacional, la revisión de literatura, discusión con expertos y elaboración
del estudio en una escala muy pequeña (estudio piloto).

2.4. DETERMINAR LA NECESIDAD DE LA INVESTIGACIÓN

Después de identificar, definir el problema y analizar antecedentes, surge la pregunta: ¿es necesaria
una investigación cuantitativa? Podría no ser necesario un estudio cuantitativo, por estas razones:

a) Se resolvió el problema con la información recopilada en el análisis de antecedentes.

b) Un estudio cuantitativo en sesiones de grupo puede contestar las preguntas de este proyecto.

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c) No es factible alcanzar la solución del problema porque no se pueden recopilar datos confiables, o
porque su costo es muy elevado.

2.5. DETERMINAR LOS OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN

Los objetivos de la investigación señalan los elementos del marco conceptual que se deben investigar.
Estos objetivos describen las perspectivas de la investigación y especifican lo que se espera de los
resultados de la investigación. Los objetivos deben tener en cuenta factores como:

a) ¿Qué tipo de información se necesita?

b) ¿En dónde encontramos esa información?

c) ¿Qué tanta información se necesita?

2.5.1. Especificar las preguntas.

Las preguntas de la investigación son declaraciones filtradas de los objetivos de la investigación a


detalle, información que se proporcionará con su realización. Contienen todas las variables que se deben
investigar. En esta etapa, el investigador determina las unidades de análisis y define las variables e
indicadores.

3. VARIABLES

El problema de la investigación se presenta como una serie de conceptos. Los conceptos son
abstracciones que representan fenómenos empíricos. Para pasar de la etapa conceptual de la
investigación (marco conceptual) a la etapa empírica, los conceptos se convertirán en variables. Las
variables son la presentación de los conceptos de la investigación que deben expresarse en forma de
hipótesis.

3.1. VARIABLES DEPENDIENTES E INDEPENDIENTES

La variable que el investigador desea explicar se considera como la variable dependiente. La variable
que se espera que explique el cambio de la variable dependiente se denomina variable independiente.
Se supone que la variable independiente causará cambios en los valores de la variable dependiente; es
decir, la variable dependiente es el resultado esperado de las variables independientes. A las variables
dependientes también se les conoce como variables de criterio, y a las variables independientes como
variables predictoras.

En términos matemáticos, la variable dependiente es aquella que aparece a la izquierda de una


ecuación, por ejemplo: Y=ƒ(X), donde se considera Y como variable dependiente y X como variable
independiente. En este caso se dice que Y es una función de X.
Ejemplo: supóngase que se pretende explicar por qué algunas personas participan más en
política que otras. Según las teorías de la estratificación social el investigador puede deducir que entre

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más alta sea la clase social de un individuo, la probabilidad de que participe en política es más alta. En
este caso, la hipótesis es que la participación política es el resultado de la clase social, luego, la variable
dependiente es la participación política y la variable independiente es la clase social.

La distinción entre las variables dependientes e independientes es netamente analítica y está


basada en los objetivos de la investigación. En el ámbito empírico las variables no son dependientes ni
independientes, es decisión del investigador cómo habrá de considerarlas, y tal decisión se basará en
los objetivos de la investigación. Una variable dependiente en una investigación puede ser variable
independiente en otra.

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EJERCICIO No. 1

ANÁLISIS DE CLASES SOCIALES


-Estadísticas macroeconómicas-

VALORES EN CUSTODIA
31 casas de bolsa 6 billones 384 mil 954 millones de pesos.
(sin incluir banca privada ni patrimonial)
PRODUCTO INTERNO BRUTO 17 billones 370 mil 875 millones de pesos.
PRESUPUESTO DE EGRESOS
DE LA 4 billones 467 mil 390 millones de pesos.
FEDERACIÓN
PORCENTAJE DE LA POBLACIÓN
ECONÓMICAMENTE ACTIVA CON 5.5
VALORES EN CUSTODIA
PORCENTAJE DE LA
POBLACIÓN TOTAL CON 0.0017
VALORES EN CUSTODIA
DEUDA EXTERNA 137,810 millones de USD
Fuente: Secretaría de Hacienda y Crédito Público y Comisión Nacional Bancaria y de Valores. (*2012 y *2014).

ESTADÍSTICA MUNDIAL
“Eres afortunado”

• Si tienes comida en el refrigerador, ropa sobre tu cuerpo y un lugar donde dormir, entonces eres más
afortunado que el 75 % de los habitantes del mundo.
• Si tienes dinero en el banco, en tu cartera y algunos pesos en tu bolso o monedero, estás en el 8 % de
los más ricos del mundo.
• Si despertaste esta mañana con más salud que enfermedad, eres más afortunado que el millón de
personas que no sobrevivirán a esta semana.
• Si nunca has experimentado los flagelos de una guerra, la agonía de la prisión o la tortura, o las
punzadas del hambre, tienes más suerte que los 500 millones de personas que viven en estas
circunstancias; y, finalmente, si puedes leer este texto eres todavía más afortunado que los 3 mil millones
de personas en este mundo que son totalmente analfabetas o analfabetas funcionales.

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EJERCICIO No. 2
(Una lección de desarrollo tecnológico)

ECLIPSE
Augusto Monterroso
1992

Cuando fray Bartolomé Arrazola se sintió perdido aceptó que ya nada podría salvarlo. La selva poderosa
de Guatemala lo había apresado, implacable, definitiva. Ante su ignorancia topográfica se recostó con
tranquilidad a esperar la muerte. Quiso morir allí, sin ninguna esperanza, aislado, con el pensamiento
fijo en la España distante, particularmente en el convento de los Abrojos, donde Carlos V condescendiera
una vez a bajar de su eminencia para decirle que confiaba en el celo religioso de su labor redentora.

Al despertar se encontró rodeado por un grupo de indígenas de rostro impasible que se


disponían a sacrificarlo ante un altar. Tres años en el país le habían conferido un mediano dominio de
las lenguas nativas. Intentó algo. Dijo algunas palabras que fueron comprendidas. Entonces floreció en
él una idea que tuvo por digna de su talento, de su cultura universal y de su arduo conocimiento de
Aristóteles. Recordó que para ese día se esperaba un eclipse total de sol. Dispuso, en lo más íntimo,
valerse de aquel conocimiento para engañar a sus opresores y salvar la vida.

― Si me matáis ―les dijo― puedo hacer que el sol se oscurezca en su altura.

Los indígenas lo miraron fijamente y Bartolomé sorprendió la incredulidad en sus ojos. Vio que
se produjo un pequeño consejo, y esperó confiado. Dos horas después el corazón de fray Bartolomé
Arrazola chorreaba su sangre vehemente sobre la piedra de los sacrificios (brillante bajo la opaca luz de
un sol eclipsado), mientras uno de los indígenas recitaba sin ninguna inflexión de voz, sin prisa, una por
una, las fechas en que se producirían eclipses solares y lunares, que los astrónomos de la comunidad
maya habían previsto y anotado en sus códices sin la valiosa ayuda de Aristóteles.

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EJERCICIO No. 3

LAS CUATRO LEYES DE LA ESPIRITUALIDAD


(Anónimo)
2018

La primera dice: “La persona que llega es la persona correcta”, es decir, que nadie llega a nuestra vida
por casualidad; todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo,
para hacernos aprender y avanzar en cada situación.

La segunda ley dice: “Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido”. Nada, absolutamente
nada de lo que nos sucede en la vida podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más
insignificante. No existe: “si hubiera hecho tal cosa hubiera sucedido tal otra…” No, lo que pasó fue lo
único que pudo haber pasado y tuvo que haber sido así para aprender esa lección y seguir adelante.
Todas y cada una de las circunstancias en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro
ego se resistan y no quieran aceptarlo.

La tercera dice: “En cualquier momento que comience es el momento correcto”. Todo comienza en el
momento indicado, ni antes ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en
nuestras vidas, es entonces cuando comenzará.

La cuarta y última: “Cuando algo termina, termina”. Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas
es para nuestra evolución, por lo que es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con
esa experiencia.

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EJERCICIO No. 4

PATRONES DE CONDUCTA
(Paterns of behavior)
2018

• Los primeros 7 años de vida determinan cómo seremos.

• Las experiencias que vivimos de niños afectarán la formación intelectual, emocional y psicológica en
nuestro futuro.

HERIDAS BÁSICAS∕TIPOS DE PERSONALIDAD

1. Rechazo:

“No sirvo para nada; lo que digo no le importa a nadie; no sé para qué participo; no tengo
capacidad para hacer esto, nadie me escucha”.

2. Abandono:

“No estoy dispuesto a soportarlo más; nadie me apoya; nadie me ayuda; prefiero estar solo”.

3. Humillación:

“No lo merezco; no soy digno; soy muy poca cosa; no tiene importancia lo que hago”.

4. Traición:

“Permíteme terminar; ¿me entiendes, verdad?; déjame que lo haga yo; esto es exactamente lo
que tienes que hacer; tienes lo que te mereces”.

5. Injusticia:

“No es posible que otros tengan lo que a mí me ha costado tanto trabajo”.

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EJERCICIO No. 5

¿EN VERDAD QUIERES A UNA MUJER INTELIGENTE EN TU VIDA?


(Piénsalo dos veces)

Ernesto Lammoglia
2018

¡A cuántos hombres he escuchado decir que desean a una mujer inteligente en sus vidas!

Yo los animaría a que lo pensaran bien. Las mujeres inteligentes toman decisiones por sí mismas,
tienen deseos propios y ponen límites. Tú nunca serás el centro de su vida porque ésta gira en torno
a ella misma. Una mujer inteligente no va a dejarse manipular, ni chantajear, ella no se traga culpas,
asume responsabilidades. Las mujeres inteligentes cuestionan, analizan, discuten, no se conforman,
avanzan. Esas mujeres tuvieron vida antes de ti y saben que la seguirán teniendo una vez que tú te
hayas ido. Ellas están para avisar, no para pedir permiso. Esas mujeres no buscan en la pareja a un
líder a quien seguir, a un papá que les resuelva la vida, ni un hijo a quien rescatar. Ellas no quieren
seguirte ni marcarle el camino a nadie, quieren caminar a tu lado. Ellas saben que la vida libre de
violencia es un derecho, no un lujo ni un privilegio. Ellas expresan enojo, tristeza, alegría, y miedo
por igual, porque saben que el miedo no las vuelve débiles de la misma forma que el enojo no las
vuelve “masculinas”. Esas dos emociones y las demás, todas en conjunto, las vuelve humanas. Una
mujer inteligente es libre porque ha peleado por su libertad. En un mundo misógino la libertad de una
mujer siempre es resultado de una larga batalla. Pero no es víctima, es sobreviviente. No trates de
encadenarla porque ella sabrá como escapar. Recuerda que ya lo ha hecho antes. Una mujer
inteligente sabe que su valor no radica en la apariencia de su cuerpo ni en lo que haga con él.
Piénsalo dos veces antes de juzgarla por su edad, estatura, volumen o conducta sexual, porque eso
es violencia emocional y ella lo sabe.

Así que, antes de abrir la boca para decir que deseas a una mujer inteligente en tu vida, ¡pregúntate
si tú realmente estás hecho para encajar en la suya!

Atte.

Una de esas

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EJERCICIO No. 6

LO QUE DIOS HUBIERA DICHO


-Baruch Spinoza-
(1632-1677)

• El pensamiento de Benito Espinosa de los Monteros es en síntesis: “Dios y la naturaleza son términos
equivalentes”. Fue excomulgado por estas ideas.

1. ¡Deja de estar rezando y dándote golpes de pecho! Lo que quiero que hagas es que salgas al mundo
a disfrutar de tu vida. Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes todo lo que he hecho
para ti.
2. Deja de ir a esos templos lúgubres, obscuros y fríos que tú mismo construiste y que dices que son mi
casa. Mi casa está en las montañas, en los bosques, ríos, lagos y playas, ahí es donde vivo y expreso
mi amor por ti.
3. Deja de culparme de tu vida miserable; nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador.
4. El sexo es un regalo que te he dado, tu sexualidad no es algo malo y con ella puedes expresar tu
amor, tu éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a mí por todo lo que te han hecho creer.
5. Deja de leer supuestas escrituras sagradas que nada tienen que ver conmigo. Si no puedes leerme
en un amanecer, en un paisaje, en los ojos de tus hijos... ¡No me encontrarás en ningún libro!
6. Deja de tenerme tanto miedo. Yo no te juzgo, ni te critico, ni me enojo, no me molesto ni te castigo.
7. Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar.
8. Si te llené de pasiones, limitaciones, placeres, sentimientos, necesidades, incoherencias, libre
albedrío. ¿Cómo puedo culparte si respondes a lo que puse en ti?
9. Lo único que te pido es que pongas atención en tu vida, que tu estado de alerta sea tu guía.
10. Esta vida no es una prueba, ni una estación, escalón, paso en el camino, ensayo o preludio hacia el
paraíso. Esta vida es lo único que hay aquí y ahora y lo único que necesitas.
11. Te he hecho libre, no hay premios ni castigos, no hay pecados ni virtudes, nadie lleva un marcador.
12. Eres absolutamente libre para hacer de tu vida un cielo o un infierno.
13. No te puedo asegurar si hay algo después de esta vida, pero te puedo dar un consejo: vive como si
no lo hubiera, como si esta fuera tu única oportunidad de existir, de amar.
14. Si no hay nada, habrás disfrutado de la oportunidad que te di; y si lo hay, no te voy a preguntar si te
portaste bien o mal.
15. Te voy a preguntar ¿Te gustó? ¿Te divertiste? ¿Qué fue lo que más disfrutaste? ¿Qué cosas
aprendiste?
16. Deja de alabarme. ¿Qué clase de Dios ególatra crees que soy? Me aburre que me alaben. ¡Expresa
tu alegría! Esa es la forma de alabarme.
17. No quiero que me agradezcas. ¿Te sientes agradecido? Demuéstralo cuidando de ti, de tu salud, de
tus relaciones, del mundo en que vives.
18. Deja de complicarte y de repetir lo que te han enseñado de mí. Lo único seguro es que estás aquí y
que este mundo está lleno de maravillas.
19. ¿Para qué necesitas más milagros?
20. ¿Para qué más explicaciones?

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