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El cambio no solo se observa en los locales organizados del centro, los comerciantes
informales que suman grandes porcentajes en el comercio se han visto afectados.
La economía es una ciencia social que estudia cómo los individuos o las sociedades
usan o manejan los escasos recursos para satisfacer sus necesidades. Tales
recursos pueden ser distribuidos entre la producción de bienes y servicios, y el
consumo, ya sea presente o futuro, de diferentes personas o grupos de personas
en la sociedad.
El comercio informal es aquel que no se rige por las normativas y leyes relativas a
las transacciones de bienes y/o servicios en la sociedad (esto es lo que le da la
"formalidad" al comercio). En general se aplica al comercio ambulante, o sea las
personas que ves en las veredas vendiendo cosas sin boleta o factura participan
del comercio informal.
Prevalecen en este comercio las familias, que trabajan con poco capital y manejan
pequeñas cantidades de mercancías. Este tipo de comercio, paradójicamente,
constituye a menudo un ejemplo de competencia monopolística. Así, factores de
localización, captación de clientela o especialización de las tiendas motivan que
mercancías físicamente idénticas puedan venderse a precios diferentes, lo que
sería imposible en la competencia perfecta, y demuestra que existe un elemento
de monopolio. El resultado de esta competencia monopolística no es que los
beneficios sean grandes, sino que el número de tiendas es mayor que si existiera
competencia perfecta, siendo el consumidor el que paga en la forma de precios
más altos los derroches de este mercado imperfecto.
Ventajas:
Dentro de las ventajas que ofrece el comercio informal podemos citar las siguientes:
Desventajas:
Algunas desventajas del comercio informal son:
Falta de garantía en los productos y servicios.
Se pueden encontrar productos robados o piratas.
Instalaciones inadecuadas.
Falta de higiene.
Única forma de pago: efectivo.
El estado no recibe ingresos por impuesto.
La población viola las leyes.
Al cerrase la industria nacional se crea desempleo.
Deshumaniza a la sociedad.
Crea desorden y hay maltrato psicológico hacia las personas.
Genera inseguridad ciudadana.
El comercio Formal es el comercio que se rige bajo las normas de comercio del país
en donde se efectúa. Este tipo de comercio se ampara en los estatutos legales
vigentes.
DESVENTAJAS:
El comercio formal presenta diversas desventajas dentro de las que se pueden
mencionar:
Un centro comercial está pensado como un espacio público con distintas tiendas; además,
incluye lugares de ocio, esparcimiento y diversión, como cines o ferias de comidas dentro
del recinto. Aunque esté en manos privadas, por lo general los locales comerciales se
alquilan y se venden de forma independiente, por lo que existen varios dueños de dichos
locales, que deben pagar servicios de mantenimiento al constructor o a la entidad
administradora del centro comercial.
MARCO LEGAL
LA LEY DE FORMALIZACIÓN Y GENERACIÓN DE EMPLEO
Esta Ley, la 1429, está pensada para ayudar a conseguir trabajo a jóvenes menores de 28
años, a mujeres mayores de 40 que lleven por lo menos un año sin contrato formal y a
personas con discapacidad.
Igualmente, busca que se beneficien cabezas de familia de los niveles uno y dos del
Sisbén, reinsertados y personas en situación de desplazamiento, así como cualquier
persona que devengue menos de 1,5 salarios mínimos mensuales y que no haya cotizado
antes a la seguridad social.
La Ley favorece a cerca del 60% de los empleados que no están vinculados formalmente al
Mercado de trabajo, es decir, que no tienen vacaciones pagas, ni reciben primas, ni
reciben cesantías, ni cotizan para salud, pensión, riesgos profesionales y no están afiliados
a una caja de compensación.
Quienes tienen empresas también reciben beneficios como el ahorro en la matrícula
mercantil el primer año y pago de tarifa especial el segundo y tercer año.
Igualmente, no pagarán contribuciones parafiscales los dos primeros años, es decir, a las
cajas de compensación, al ICBF y al SENA. Pagarán tarifas reducidas del tercer al quinto
año.
Tampoco pagarán impuesto de renta por los primeros dos añosy tendrán tarifas reducida
del tercer al quinto año.
Cualquier empresa que sea formal y que incremente su nómina, vinculando a trabajadores
considerados vulnerables o de baja empleabilidad, podrá descontar del impuesto de renta
el valor de las contribuciones parafiscales y un porcentaje de los aportes en salud y
pensión.
Hay quienes se preguntan qué pasa si la persona no quiero perder el Sisbén. Los
beneficios que se derivan del Sisbén, como los subsidios de Familias en Acción, se seguirán
otorgando hasta por un año después de conseguir empleo. Además, a los afiliados al
régimen subsidiado de salud se les mantendrá el cupo hasta por dos años.
EL ABC DE LA LEY
El Gobierno Nacional expidió la Ley de Formalización y Generación de Empleo (1429 de
2010). ¿Cuál es el objeto de la Ley, quiénes se benefician? Estas y otras respuestas en el
siguiente ABC.
¿Cuál es el objeto de la Ley de Formalización y Generación de Empleo?
Formalizar empleos y empresas que hoy son informales; Generar más empleos formales;
Mejorar ingresos de la población informal, de los desempleados en desventaja y de
pequeños empresarios. La norma está dirigida a facilitar la creación, la formalización y la
sostenibilidad de las empresas, especialmente las pequeñas empresas.
¿Quiénes se pueden beneficiar de la Ley?
· Las nuevas pequeñas empresas que empiecen a operar formalmente, es decir, que
empiecen a operar con su debida matrícula mercantil expedida por las cámaras de
comercio.
· Las pequeñas empresas que antes de la Ley venían operando informalmente, es
decir, que venían operando sin matrícula mercantil.
· Todas las empresas formales creadas antes de la Ley 1429, sin importar su tamaño.
· Los siguientes grupos de la población: Menores de 28 años de edad; Personas en
situación de desplazamiento, en proceso de reintegración o en condición de discapacidad;
Mujeres mayores de 40 años de edad que no hayan tenido un contrato de trabajo en los
12 meses anteriores a su vinculación.
· Personas cabeza de familia que estén en los niveles 1 y 2 del SISBEN.
· Empleados que devenguen menos de 1.5 salarios mínimos (menos de 803.400 pesos
en 2011) y que aparezcan por primera vez cotizando a la seguridad social.
Indudablemente la mayor parte de los conflictos que se presentan entre vecinos, y entre
estos y la administración, son originados por el incumplimiento de estas normas de
convivencia, y el manejo de dichos conflictos en etapa de conciliación, corresponde
precisamente al Administrador, o a los órganos administrativos de la copropiedad antes
de acudir, de ser necesario, a las autoridades competentes.
En el terreno del enfoque neoliberal, Hernando De Soto es considerado uno de sus más
firmes abanderados, y su obra “El Otro Sendero”, publicada a mediados de los ochenta,
constituye una referencia obligada al momento de analizar el estado del arte y los aportes
al debate sobre la informalidad.
Vale acotar, que De Soto (1987) al elaborar un extenso y completo abordaje teórico,
histórico y empírico de la informalidad en el Perú, hace especial énfasis en el tema de la
propiedad, como aspecto fundamental de cualquier mercado, en las invasiones urbanas
como proceso de informalización de los inmuebles y la vivienda en ese país, a su
legalización y a los engorrosos procesos de titularización, como puntos neurálgicos que
imposibilitan la obtención de créditos y el uso de estos activos como garantías para los
pobres.
Así De Soto (1987) plantea que la informalidad se produce cuando el Derecho impone
reglas que exceden el marco normativo socialmente aceptado, no ampara las
expectativas, elecciones y preferencias de quien no puede cumplir tales reglas y el Estado
no tiene la capacidad coercitiva suficiente (p. 12).
Al aportar una definición propia, dicho autor sostiene que no son informales los
individuos, sino sus hechos y actividades. La informalidad, a su juicio, no es tampoco un
sector preciso ni estático de la sociedad, sino una zona de penumbra que tiene una larga
frontera con el mundo legal y donde los individuos se refugian cuando los costos de
cumplir las leyes exceden sus beneficios. (p.13)
De Soto no sólo critica el rol del Estado en la economía, en la medida en que obstaculiza
con su burocracia ineficiente y un excesivo reglamentismo y normativismo, la
formalización de la libre iniciativa individual, dando pie a regímenes de tipo mercantilistas,
en el cual predomina un capitalismo de Estado interventor, junto a grupos corporativos
del sector económico que buscan acercarse al poder político a través de acuerdos,
alianzas e intereses que restringen el desarrollo económico.
Este autor peruano, hace así particular énfasis en el aspecto legal o jurídico de la
informalidad, al tratar de identificar sus causas posibles:
Más recientemente, en el Misterio del Capital (2001) De Soto sigue este desarrollo
argumental, analizando en este caso el proceso de titularización de tierras desde el punto
de vista histórico, en Estados Unidos y en los países ex - comunistas de Europa del Este.
Ensayos sobre economía laboral colombiana
Hugo López Castaño
© Derechos Reservados de Autor
1. Problemas de definición
La pareja conceptual sector formal / sector informal remite esencialmente a una distinción
de naturaleza jurídica: se refiere a la eficacia reguladora (laboral, impositiva, urbanística,
etc.) del Estado sobre la actividad económica (2). Formales serían las actividades
reguladas, aquellas que se acomodan a las formas previstas. Informales las que carecen de
regulación o las que no obedecen las reglamentaciones legales existentes. La eficacia de la
leyes pues una cuestión de grado (que va desde la regulación total al total laisserfairismo)
y varía enormemente según las ramas de actividad y según los países.
Ahora bien, en Colombia, como en otras países de América Latina, la eficacia reguladora
del Estado sobre la economía, resulta precaria. Plantea un desafío político de primer
orden, porque cuestiona la legitimidad de un Estado que resulta incapaz de encauzar la
vida económica de muchos de sus ciudadanos. Esa precariedad es mayor en el campo que
en la ciudad. Mayor para las pequeñas unidades que para las grandes. Las unidades
urbanas de pequeña escala se mueven casi totalmente al margen de las normas
establecidas. Dejando de lado el tráfico de la droga, las unidades de gran escala parecen
ajustarse mejor a las normas, a pesar de su desacato parcial en materia de impuestos,
normas laborales, etc.
Es cierto que las prácticas ilegales de las grandes firmas, la corrupción estatal y el tráfico
de drogas -expresiones también, si se quiere, de "informalidad"-, exigen de estudios
especiales. Con todo, la importancia cuantitativa de las pequeñas unidades económicas,
situadas generalmente por fuera de las reglamentaciones, en un país que se ha
urbanizado vertiginosamente, justifica restringir el uso del término "sector informal" en
dos sentidos:
ii. Para referirlo, exclusivamente, al caso urbano: se trata pues del sector informal urbano.
Así las cosas, desde el punto de vista operativo -y es ésta la definición del DANE-, puede
definirse el empleo informal urbano como el compuesto: a) por los ayudantes familiares,
el servicio doméstico, los trabajadores por cuenta propia distintos de profesionales y
técnicos independientes, y b) por los asalariados y patrones vinculados a empresas
privadas de hasta 10 personas (3). Por oposición el empleo formal agruparía a los
profesionales y técnicos independientes, los empleados del Estado y los asalariados y
patrones de empresas privadas de más de 10 personas.
CUADRO IIIA.l
Las mayores alzas se habían registrado en Medellín (donde ganó 2.3 puntos porcentuales)
y en Bogotá ( +2.0 puntos). En Barranquilla había aumentado ligeramente y se había
reducido en Cali. El aumento fue menor en las ciudades intermedias y fue liderado por
Pasto ( + 1.0 punto porcentual) y Cúcuta ( +4.8 puntos). Las demás (Manizales, Pereira,
Villavicencio y Bucaramanga) vieron caer ligeramente la importancia del empleo informal
en este período.
-Esa tendencia general se revirtió durante los años noventa. Para 1994 la informalidad del
empleo había caído ya al 51.7% en las cuatro áreas principales y al 62.1% en las seis
intermedias.
Esa reducción fue más pronunciada en las cuatro grandes capitales ( -3.8 puntos
porcentuales) y, en particular, en Bogotá ( -4.5), Barranquilla ( -4.3 ) y Cali ( -3.9) y más
moderada en el agregado de las ciudades intermedias ( -1.4 puntos). Sin embargo deben
destacarse los casos de Manizales (-6.8 puntos), Pereira (- 4.2) y Pasto ( -4.1 ) .
De hecho, la mayor parte de los nuevos empleos urbanos del período 1984/1988 habían
sido creados por el sector informal (61.8% en las cuatro áreas principales; 65.6% en las
seis intermedias). En contraste, durante los años 1988/1994 el sector formal aportó ya la
gran mayoría (el 68.3%) de los nuevos empleos en las cuatro ciudades principales y ganó
importancia en el empleo marginal de las seis intermedias (44.0% v s 34.4% en el período
anterior). Ver cuadro IIIA.2.
Así el empleo urbano, que se había informalizado durante los ochenta, se modernizó y
solarizó durante los noventa.
-La participación relativa del servicio doméstico y de los ayudantes familiares, típicos
empleos de segunda calidad, ha disminuido permanentemente en todas las ciudades: del
8.9% en 1984 al 5.2% en 1994 en las cuatro principales; del 10.3% al 7.4% en las
intermedias. Entre 1988 y 1994 cayeron además en términos absolutos.
-En contrapartida, el grado de salarización ha crecido. Pero no se trata sólo de que las
antiguas servidoras domésticas se hayan convertido en asalariadas (lo que sería un simple
cambio en la forma jurídica de su contratación). Durante los años noventa los asalariados
de las empresas de más de 10 ocupados, ganaron importancia relativa.
El fenómeno es neto para las cuatro ciudades principales. El peso de los obreros y
empleados asalariados ha venido aumentando tendencialmente: 61.3% en 1984; 64.5% en
1994. No se trata del empleo público, cuya importancia relativa ha caído desde 1984.
Durante los ochenta la mayor solarización había sido liderada por las microempresas que
aportaron el 32.8% de los nuevos empleos urbanos del período 1984/1988; la
contribución de las empresas de más de 10 ocupados fue apenas del 30.1%. En contraste,
durante los noventa, la salarización fue liderada por las empresas de más de 10 ocupados:
64.7% de los nuevos empleos de 1988/1994 vs 11.9% para las microempresas.
Aunque menos clara esa misma tendencia opera en las ciudades intermedias. El grado de
salarización, que había caído entre 1984/ 88, recuperó su nivel inicial en 1994. y aunque
los asalariados de las microempresas han venido ganando importancia desde 1988, los de
las empresas de más de 10 ocupados ha crecido todavía más. Entre 1984 y 1988 los
primeros aportaron más que los segundos al nuevo empleo (21.7% vs. 20.6% ). Entre
1988/94 contribuyeron menos (23.5% vs. 37.3% ).
-Por su parte, los empleos independientes han conservado su importancia relativa en las
grandes ciudades y la han aumentado en las intermedias, pero se han modernizado.
El peso de los trabajadores por cuenta propia no calificados, tradicional núcleo "duro" del
sector informal, viene reduciéndose
Estructura del empleo urbano por tipos Aporte al increm del empleo
1 Microempresas 18,0 23, 1 18,9 20,8 22,8 21,2 19,4 23,0 20,0
32,8 21,7 30,6 11,9 23,5 14,3
B INDEPENDIENTES 29,8 312,0 30,1 29,5 33,1 30,2 30,3 34,1 31,1
28,4 40,1 30, 7 34,4 38,5 35,3
1 Cuentas propia 25, 1 23, 7 24,9 23,2 25,6 23,6 23,3 26,4 23,9
14,6 33,0 18,2 23,9 29, 7 25,1
2 Patronos 4, 7 7,5 5,2 6,4 7 ,4 6,6 7 0 7,7 7,2 13,8 7,1 12,5
1 0,5 8,9 10,2
a Microempresarios 3,9 6,8 4,4 5,4 6,6 5, 7 6, 1 6,7 6, 2 12,3 5,8 11,0
9,5 6,8 8,9
bMed/grand empres 0 ,8 O, 7 0,8 0,9 0,8 0,9 1,0 1,1 0,0 1 ,5 1,3 1,5
1,1 2,1 1,3
C OTROS EMPLEOS 8,9 1 0,3 9, 2 8,0 9, 6 8, 3 5,2 7,4 5,6 4,0 6,9
4, 5 -9,7 -2, 0 -8,1
1Svicio doméstico 60,0 6,3 6,1 5,5 6,2 5,6 4,1 5,3 4,4 3,4 5,5
3,8 -3, 2 1 ,6 -2,2
2 Ayudant fliares 2,9 4,0 3,1 2,5 3,4 2,6 1,0 2,1 1,2 0,6 1 ,5 O, 8
-6 5 -3 7 -59,0
SECTORINFORMAL 54,1 62,9 55,6 55,5 63.5 56,9 51,7 62,1 53,6
61,8 65,6 62,6 31,7 56,0 36,8
SECTORFORMAL 45,9 37,1 44,4 44,5 36,5 43,1 48,3 37,9 46,4
38,2 34,4 37,4 68,3 44,0 63,2
Los patronos también han ganado significación. En las cuatro grandes ciudades se trata,
sobre todo, de los microempresarios que pasaron del 3.9% al 6.1%. En las ciudades
intermedias más de los medianos empresarios ( que pasaron del 0.7% al 1.1% ).
Entre 1984 y 1988 el PIB urbano de las diez áreas metropolitanas principales (que recogen
cerca del 70% del PIB urbano nacional) había crecido a una tasa anual del 4.0%. Después
de experimentar una ligera desaceleración entre 1988 y 1992, ese crecimiento se disparó
en el bienio posterior al 6.7%.
Debido a su baja productividad, el peso del sector informal en el PIB urbano es menos
significativo que en el empleo y ha oscilado entre el 21 y el 23% (cuadro IIIA.3). Entre 1984
y 1988 el PIB informal había aumentado más rápidamente que el formal (6.4% vs. 3.4%):
su empleo creció velozmente y con una productividad baja y estable. Esa tendencia se
revirtió entre 1988 y 1992. El PIB informal se desaceleró y creció menos que el del sector
moderno (2.0% v s 4.0% ) gracias a que su empleo perdió dinamismo y su productividad se
redujo. Finalmente, desde 1992 el PIB informal volvió a ganar ligeramente peso relativo,
pero no jalonado por el empleo sino porque su productividad mejoró notablemente.
En las diez áreas metropolitanas principales la productividad media del trabajo había caído
al 1.4% anual entre 1984 y 1988. Prima facie, dos son las razones de este estancamiento
productivo. La primera es que, durante ese período, la gran expansión del empleo urbano
(el 64% del incremento ocurrido entre 1984 y 1988) tuvo lugar en el sector informal cuya
productividad media es sumamente reducida. La segunda es el estancamiento de la
productividad de la economía moderna, que se redujo a una tasa del 1.2% en el cuatrienio
84-88. Estas tendencias se moderaron en el cuatrienio 19881992, cuando la productividad
aparente del trabajo urbano se redujo pero a tasas menores. Después de 1992 ese
indicador se recuperó vigorosamente tanto en el sector moderno como en el informal.