El médico alemán Franz Alemania Joseph Gall (1758-1828), y de numerosos discípulos difundieron por Europa, luego por América, la doctrina que, según ellos, 1800 hace posible conocer la personalidad de los individuos, sus tendencias más hondas, y por lo mismo, predecir y explicar sus conductas delictivas y violentas.
En 1830, el filósofo francés
Augusto Comte (1798-1857) inició la publicación de su Curso de filosofía positiva, que promueve una esencial Francia reforma de la filosofía. Frente al idealismo precedente, de raíz germánica, se inicia ahí el movimiento positivista, que 1830 hace de la ciencia natural el verdadero conocimiento de la realidad, y de la filosofía una reflexión sobre la ciencia. Exige atenerse a los datos de la experiencia sensible, a los fenómenos, y aspira a formular leyes que expliciten la regularidad de dichos fenómenos. Cesare Lombroso, (1835- 1909) criminólogo italiano, Italia creyó hallar un tipo humano particular, el «criminal nato», que 1876 describió en El hombre delincuente (1876) y que daría una explicación cumplida de la conducta criminal. Era un resultado de ciertos procesos degenerativos, a consecuencia de los cuales transgredía la ley, desarrollaba una conducta criminal; era, además, reconocible gracias a ciertos rasgos físicos. Henri Maudsley (1835- Reino Unido 1918), médico interesado en los problemas de la mente, y 1880 mantuvo una idea organicista de la psicología. La compleja estructura mental podía verse afectada por procesos de degeneración, incluso en la infancia, por efectos de un «temperamento insano»; dio amplio espacio al papel de los factores sexuales, y también los sociales y educativos, en los desórdenes mentales.
Uno de los pioneros en
Austria este campo resultó serlo el juez austríaco Hans Gross, (1847-1915) profesor un tiempo en la Universidad de 1898 Graz, y autor de una psi- cología criminal (Criminal psychology) que apareció en 1898. Fundó también el Archivfür Kriminal- Anthropologie und Kriminalistik. La obra se presentaba como «manual para jueces, abogados y estudiantes», organizando su material en dos partes, una relativa a las actividades mentales del juez, la otra dedicada a las del examinado.
Una de las figuras más
notables de la temprana psicología forense es la del psicólogo alemán Hugo Münsterberg (1863-1916), profesor en Harvard Alemania (EE.UU.) uno de los iniciadores del movimiento psicotécnico, tan importante en la primera mitad del siglo xx. Uno de sus aportaciones 1908 básicas en este campo fue su libro On the witness stand, (1908), una auténtica proclama divulgadora a favor de la incorporación de la psicología a la práctica habitual del foro. El índice de los «cuadros populares» (1908, p. 11) por él trazados recorre el conjunto de problemas que surgen allí continuamente: la memoria del testigo, la detección del crimen, las huellas de las emociones, confesiones falsas, sugestiones en el tribunal, hipnotismo y crimen, y prevención del crimen.
José Ingenieros (1877-
1925). Este psiquiatra y psicólogo argentino ha sido una de las figuras pioneras más relevantes de la criminología y la psicología social en Argentina Hispanoamérica. Entre sus obras especializadas destaca una Criminología (Ingenieros, 1913a), Propugnó la necesidad de 1913 un estudio de la personalidad del delincuente. «El estudio de la personalidad fisiopsíquica del delincuente, de sus antecedentes antisociales, de las causas del delito, de la manera de ejecutarlo, de la actividad consecutiva al hecho, y de otras condiciones notorias permitirán -escribe Ingenieros (1913a, p. 230)- clasificar aproximadamente la temibilidad y la posible readaptación de cada delincuente». William Healy (1869-1963), juez americano de origen inglés, discípulo de W. James en Harvard, se propuso hacer frente al problema de los jóvenes delincuentes, aplicando a su estudio los métodos psicológicos, y orientando su reinserción social. Dirigió un Instituto Psicopático Juvenil, desde 1909, pronto ligado al Tribunal de la infancia de Chicago, EE.UU., desde 1914. Esta fue una institución singular que durante años representó EE.UU un modo innovador de aplicar la psicología a los temas de la delincuencia y las infracciones de ley. 1927 Autor de diversas obras, destaca su libro El individuo delincuente (The individual delinquent; Healy, 1927).
Una aportación básica a este
España campo científico es la aparición del Manual de psicología jurídica de Emilio Mira y López (1896-1964), que presenta una amplia y ordenada visión de los temas 1927 básicos. Incluye, así, los problemas relativos al testimonio, la obtención de pruebas que evidencien el delito, la comprensión (fe la motivación del delincuente y su reforma moral, el informe forense, y los aspectos básicos de la higiene mental (Mira, 1932, p. 11).
Referencias
Hernández, A. (2011). Psicología jurídica iberoamericana. Capítulo 1, 3 y 4. Recuperado
de http://bibliotecavirtual.unad.edu.co:2077/lib/unadsp/reader.action? ppg=26&docID=10995347&tm=1479911396830 Eugenio, G. & Jaume, M. & Herrero, M. (2006). Psicología Jurídica. Capítulo 1. Relación entre psicología y Ley. Recuperado de http://anyflip.com/vede/lrwn