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DIFERENCIA ENTRE LOS MODOS ORIGINARIOS DE ADQUISICIÓN DE

LA PROPIEDAD

La accesión:

Es uno de los caracteres de la propiedad la posibilidad de recibir un incremento o una disminución


de la cosa que constituye su objeto, sin que esta alteración modifique (salvo en su aspecto
puramente económico) el derecho de propiedad. Pues bien: estos incrementos o ampliaciones
objetivas del dominio son agrupados por la doctrina bajo la denominación genérica de accesión.

La accesión es una aplicación fiel al principio del Derecho común que dice: “accesorium sequitur
principale”.

Los fenómenos que según nuestra legislación civil se ubican dentro de ésta figura se clasifican de la
siguiente forma:
a) Los frutos: La adquisición del dominio de los frutos como fenómeno de accesión, es puesta en
duda, ya que la apropiación de estos, es producto del derecho de propiedad sobre el bien
principal.
b) Accesión natural inmobiliaria: aluvión, avulsión, mutación de cause, formación de islas.
c) Accesión industrial inmobiliaria: “Lo edificado, plantado o sembrado en predios ajenos y las
mejoras o reparaciones hechas en ellos, pertenecen al dueño de los mismos…” (art. 627).
d) Accesión mobiliaria: Adjunción, conmixtión y especificación (art. 646).

La ocupación:

Esta institución jurídica, se encuentra regulada por el Código Civil en el Título III, entre los artículos
655 hasta el 723, las formas de ocupación más particulares y destacadas son: la caza, pesca y el
descubrimiento de tesoro. En el Derecho romano, equivalía a la mera posesión de las cosas que
según el derecho no pertenecía a nadie, constituyendo de este modo la primera manifestación del
dominio.

El profesor Lacruz (2001) define a esta figura de la siguiente forma: “Ocupación, es la toma de
posesión de una cosa corporal que carece de dueño, con ánimo expreso o implícito de
incorporarla al propio patrimonio” (p. 102).

Para que se opere la ocupación, como modo de adquisición del dominio, deben concurrir los
siguientes supuestos: a. Aprehensión física. b. Capacidad voluntad.

La usucapión

Esta figura, es conocida también como “prescripción adquisitiva”, nuestra legislación Civil la regula
dentro de su cuerpo normativo con el nombre de “prescripción positiva”. Dicha institución jurídica
del derecho real, personifica la posibilidad de adquirir de forma originaria la propiedad de un bien
por medio de la posesión prolongada de éste, durante un plazo de tiempo. Cabe señalar que para
que ocurra tal supuesto deben cumplirse una serie de requisitos y condiciones, los cuales son
prescritos por la ley. En cuanto al tratamiento de esta figura; por constituir el tema medular que es
Derecho Civil II

menester desarrollar en esta investigación; no procederemos a profundizar en este apartado, para


posteriormente detallar de forma plena e íntegra lo relevante y particular de ésta, permitiéndonos
de esta forma presentar las incongruencias en cuanto a su regulación, y consecuentemente en su
aplicación.

http://repositorio.uca.edu.ni/336/1/UCANI3084.PDF LA ADQUISICIÓN DEL


DOMINIO DE LOS BIENES INMUEBLES: USUCAPIÓN; Autor: Virgilio Mauricio Noguera Prado;
Managua Julio 2011.

La ocupación. 
La ocupación es, en el derecho civil, un modo de adquirir la propiedad de las cosas
que carecen de dueño, y consiste en su aprehensión material unida al ánimo de
adquirir el dominio. Es necesario que el bien tanto no tenga propietario, al poseerlo por un
tiempo determinado, se adquiere la propiedad por ocupación.

La accesión.  Es un derecho, que tiene atribuido el propietario del suelo, y que le


permite hacer suyo todo aquello que quede unido a dicho suelo, ya sea en forma
natural o artificial.

La usucapión o prescripción adquisitiva.  La usucapión es un modo de adquirir la


propiedad o cualquier otro derecho real, mediante el ejercicio de la posesión durante
el tiempo y con los requisitos exigidos en la ley.

https://definicionlegal.blogspot.com/2012/06/modos-de-adquirir-la-
propiedad.html

Accesión
Es el el derecho que corresponde al propietario para hacer suyo lo que la
cosa de que es dueño, produce o se le une o incorpora natural o
artificialmente.

De este concepto se derivan dos clases: a) accesión por producción o


discreta; b) accesión por unión o continua; esta última a su vez, puede
ser, en función de la cosa, mobiliaria e inmobiliaria, y también natural e
industrial o artificial, según el motivo que la causa.

La primera categoría, respecto a la cual se afirma que su fundamento es


la regla accesorium sequitur principale, al igual que en la accesión
continua no es considerada, sin embargo, por la doctrina como un
verdadero supuesto de accesión, puesto que los frutos se adquieren por
directa derivación del derecho de propiedad. Es por ello que su estudio
se relega a la parte general del Derecho Civil (V. frutos).
Derecho Civil II

Respecto a la accesión continua, cabe distinguir como ya vimos:

1. Accesión artificial en bienes inmuebles (V. superficies solo cedit).

2. Accesión natural en bienes inmuebles. El Código Civil contiene en


sus artículos 366 a 374 varios supuestos:

2.1 Aluvión o acrecentamiento que las heredades confinantes con


las riberas de los ríos reciben por efecto de las aguas paulatinamente
(art. 366 C.C.), si bien el artículo siguiente señala que en el caso en que
las heredades fueran confinantes con estanques o lagunas, sus dueños
no adquieren ni pierden el terreno afectado en la disminución o crecida
de las aguas.

2.2 Avulsión o aumento que las heredades ribereñas sufren derivado de


la avenida o fuerza del río. El artículo 368 C.C. establece que en ese
caso si la porción de terreno es conocida, el dueño de
la heredad beneficiada no adquiere la propiedad, y tampoco en el caso
de árboles arrancados y transportados por la corriente de las aguas,
salvo que no los reclamase su dueño originario, sin perjuicio de abonar,
caso contrario, los gastos causados.

2.3 Mutación de cauce, supuesto que el C.C. regula en el artículo 370


C.C., siguiendo la soluciónromana, y atribuyendo el cauce nuevo a
los propietarios de los predios ribereños, dividido en su caso por la mitad
(art. 372). El cauce será de dominio público en el caso de los ríos
navegables y flotables, principio éste que parece ser aplicable a los
demás cauces, así como a ríos, torrentes y arroyos, de conformidad con
el artículo 407.1 y 2, y sin perjuicio de lo señalado en el artículo 408 C.C.

Por último, en caso de aislamiento de una heredad o de parte de ella,


la propiedad sigue perteneciendo al dueño de la misma, de acuerdo con
el artículo 374 C.C.

2.4 Formación de isla. Cuando por efecto de la corriente de los ríos se


forma una isla en los mismos, el C.C. (arts. 371 y 373) establece un
criterio intermedio, distinguiendo entre el supuesto de ríos navegables y
flotables, caso en el que pasará al dominio público, y el supuesto de
otras corrientes de agua, caso en el que pertenecerá a los propietarios
de tierras de las márgenes más cercanas, o por mitad a
ambas márgenes en el caso en que estuviera la isla en el medio. Para el
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caso en que la isla se forme en los mares adyacentes a las costas de


España, ésta pertenecerá al Estado (art. 371 C.C. y art. 2 de la Ley de
Costas).

3. Accesión en bienes muebles. Es este un supuesto que se produce


cuando una cosa mueble se une o incorpora a otra también mueble,
perteneciendo ambas cosas a distintos propietarios y siendo inseparable
la unión (art. 378). En este caso, y si hay convenio entre los afectados, a
él hay que estar. En otro caso, el C.C. resuelve el problema atribuyendo
la nueva cosa al propietario de la principal (art. 375),
sin perjuicio de indemnizar al dueño de la accesoria, y salvo mala fe,
determinando el artículo 376 qué cosa es principal y qué cosa es
accesoria. Caso de que no fuese suficiente ese criterio, el C.C. sigue el
del valor y, subsidiariamente, el del volumen (art. 377), teniendo
como especialidad el caso de la pintura, escultura, escrito,
impreso, grabadoy litografía.

De conformidad con las escuelas clásicas, cabe distinguir los siguientes


supuestos en este tipo de accesión:

a) Adjunción o unión de cosas muebles que no se pueden separar.


Sin perjuicio de lo ya señalado hasta aquí, y si hay mala fe (que se
especifica en el art. 379) se distingue el supuesto en que esa mala fe sea
del dueño de la cosa accesoria o del de la principal. En el primer caso, la
cosa se atribuye al dueño de la principal, indemnizando el otro los daños
y perjuicios sufridos. En el segundo caso, el dueño de la cosa accesoria
puede optar entre quedarse con la nueva o pedir el valor de su cosa, y en
ambos casos con la indemnización pertinente, que consistirá en entregar
una cosa de igual especie y valor que la que se pierde, o simplemente su
valor, según tasación pericial (arts. 379 y 380 C.C.).

b) Conmixtión o unión de dos cosas de igual género pertenecientes a


distintos propietarios, que ni se distinguen ni se pueden separar. Si
la unión se produjo por casualidad o por acuerdo, o con buena fe de uno
de los dueños, se forma un condominio, en el que el derecho de cada
uno de ellos es proporcional al valor de las cosas mezcladas o
confundidas (art. 381 C.C.). Si se produjo la unión con mala fe,
el causante pierde su cosa e indemniza al dueño de la otra los perjuicios
causados (art. 382 C.C.).

c) Especificación o incorporación del trabajo a la materia, resultando una


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obra de nueva especie. El Código Civil distingue, como en supuestos


anteriores, entre la buena y la mala fe. En el primer caso, atribuye
el resultado al que aporta el trabajo y salvo el criterio del valor (art. 383.1
y 2 C.C.). En el segundo, o bien pierde el autor el resultado producido
sin derecho a indemnización, o bien se queda con él pagando el valor de
la materia y la indemnización pertinente (art. 383.3 C.C.).

Finalizada la breve exposición de la regulación del Código Civil en tema


de accesión, cabe señalar, por último, que en el ordenamiento
jurídico español, dos compilaciones regulan de forma incidental el tema
que tratamos, que son la catalana y la navarra, separando, al menos la
segunda de forma más clara, la doctrina de los frutos de la accesión.
Ambas se basan en lo dispuesto en el Código Civil y fundamentan, como
aquél la accesión en el juego social de los principios de buena y mala
fe unidos con la función social de la propiedad.

Así mismo en la Compilación aragonesa dos artículos se refieren a


la accesión. De una parte el artículo 38 considera como privativos de
los cónyuges las accesiones o incrementos de los bienes propios, y en el
mismo cuerpo legal se señala que constante a la comunidad continuada
ingresarán en el patrimonio común los incrementos y accesiones de
los bienes comunes, sin perjuicio de los reembolsos que correspondan.

http://www.enciclopedia-juridica.biz14.com/d/accesion/accesion.htm

Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española el término accesión, del


latín accessio, se emplea tanto para definir un modo de adquirir la propiedad ("Modo de adquirir el
dominio, según el cual el propietario de una cosa hace suyo, no solamente lo que ella produce, sino
también lo que se le une o incorpora por obra de la naturaleza o por mano del hombre, o por
ambos medios a la vez, siguiendo lo accesorio a lo principal"), como para referirse a la cosa
adquirida por dicho medio o facultad atribuida al dueño ("cosa de este modo adquirida").

Aunque el Código Civil se ocupa de esta institución en el Libro II, Título II, Capítulo II, artículos
353 a 383, y no en el Libro III, que es el dedicado expresamente a los modos de adquirir, lo cierto
es que la accesión es también un modo de adquirir el dominio, que permite que el derecho de
propiedad que se ostenta sobre una cosa se constituya en causa que permita extender dicho dominio
a otra u otras cosas, producidas por ella o unidas a ella, ya lo estén por obra de la naturaleza o del
hombre, o por ambos medios a la vez.

Así, el artículo 353 del Código Civil dispone que "la propiedad de los bienes da derecho por
accesión a todo lo que ellos producen, o se les une o incorpora, natural o artificialmente".  Este
precepto se asienta en el principio de que lo accesorio sigue a lo principal (accesorium sequitur
principale), de manera que, quien es dueño de la cosa madre o de la cosa más importante, ostenta la
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facultad de extender su dominio sobre la accesoria o menos importante, ya se trate de frutos que
produzca la cosa madre o de cosas que a ella se incorporen.

II .CLASES

Atendiendo a los propios términos en que se encuentra redactado el artículo 353 del Código Civil es
posible distinguir entre accesión por producción y por incorporación.

Accesión por producción (también denominada accesión discreta), es la que se extiende sobre los
frutos que produce la cosa madre. Por ello se dice que el dueño de la cosa madre lo es también de
los frutos que esta produce.

Su fundamento se encuentra en el propio carácter del derecho de propiedad, considerado como el


derecho real más amplio y poderoso, es decir, como el poder jurídico o señorío más absoluto y
unitario que puede ostentarse sobre una cosa, permitiendo al propietario de la misma no solo
gozarla y disponer de ella "sin más limitaciones que las establecidas en las leyes" (artículo 348 del
Código Civil), sino obviamente disfrutarla, es decir, percibir los rendimientos o productos de la
cosa.

Accesión por incorporación (también denominada accesión continua), que es la que se extiende
sobre la cosa o cosas unidas o incorporadas a la cosa principal, ya sea de forma natural o
artificialmente (esto es, por la mano del hombre).

El fundamento de la accesión por incorporación se encuentra en las ventajas prácticas que derivan
de que una misma persona ostente la propiedad sobre el conjunto formado por la cosa madre y las
unidas o incorporadas. Además, lo contrario, esto es, que personas distintas el dominio sobre la cosa
madre o principal y sobre las incorporadas se atribuya a personas distintas, supone la necesidad de
separarlas, lo que en ocasiones no va a ser posible más que con su destrucción.

Dentro de la accesión por incorporación, la ley distingue entre accesión de inmueble a inmueble, de
mueble a inmueble, y de mueble a mueble.

La accesión de inmueble a inmueble (o natural), se origina por obra de la naturaleza; presenta


cuatro modalidades: aluvión, avulsión, mutación de cauce de un río y formación de isla.

La accesión de mueble a inmueble (o artificial), por obra del hombre, comprende los casos
de edificación, plantación y siembra hechas en suelo ajeno al dueño de los materiales con los que se
edifica, planta o siembra.

También guarda relación con esta modalidad la llamada accesión invertida.

La accesión de mueble a mueble abarca los supuestos de unión, mezcla y especificación.

1. Accesión por producción o discreta

Por medio de la accesión, la propiedad de la cosa madre fructífera permite a su dueño hacer suyos
los frutos que ella produce, entendiéndose por fruto todo beneficio o rendimiento que, con propia
sustantividad, se deriva de la utilización o explotación de una cosa. Según el artículo 354 del
Código Civil, pertenecen al propietario todos los frutos, ya sean naturales, industriales o civiles.
Derecho Civil II

Aunque la accesión permite que la propiedad sobre la cosa principal o fructífera se constituya en
título atributivo de la facultad de percibir los frutos de la misma ("facultas fruendi"), tanto en el
Derecho Común o general como en el Foral dicha facultad también aparece vinculada a otras
relaciones jurídicas distintas a la propiedad, no sólo de naturaleza real (usufructo) sino también
obligacional, encontrándose entre estas últimas el contrato de compraventa, en cuanto, perfecta y
aún no consumada, confiere al comprador el derecho a que se le entregue la cosa vendida con los
frutos que desde la perfección haya podido producir, y por tanto, faltando la entrega (modo), antes
incluso de hacer suya la propiedad de la cosa fructífera.

La definición de cada clase de frutos se encuentra en el artículo 355 del mismo cuerpo legal. Según
este precepto, se consideran frutos naturales "las producciones espontáneas de la tierra, y las crías
y demás productos de los animales", frutos industriales "los que producen los predios de cualquier
especie a beneficio del cultivo o del trabajo" y civiles "el alquiler de los edificios, el precio del
arrendamiento de tierras y el importe de las rentas perpetuas, vitalicias u otras análogas". No
obstante, la enumeración que el Código contiene respecto de los frutos civiles no es exhaustiva ni
limitativa de los que deben estimarse comprendidos como tales, por lo que, a modo de ejemplo, la
Jurisprudencia ha venido extendiendo el concepto de fruto civil a los procedentes de los títulos
valores, y a los intereses que se devenguen periódicamente de un capital.

Sólo se reputan frutos naturales o industriales los manifiestos o nacidos, si bien, en relación a los
frutos de los animales es bastante para que tengan esa consideración que las crías estén en el vientre
de su madre, aunque no hayan nacido.

El Código impone al dueño de la cosa, que percibe los frutos, abonar los gastos hechos por un
tercero para su producción, recolección o conservación.

2. Accesión por incorporación o continua

- De inmueble a inmueble (accesión natural):

- Aluvión

La doctrina científica denomina así al acrecentamiento, aumento o incremento de superficie que


experimentan los predios ribereños de los ríos, como consecuencia de que la corriente de las aguas
vaya depositando paulatinamente en el terreno de aquellos el légano, arena, y otros materiales que
dicha corriente arrastra. Por virtud de la accesión, el propietario de los terrenos sitos en la ribera de
un río adquiere la propiedad de ese incremento. A esta modalidad se refiere el artículo 366 del
Código Civil cuando dispone que "pertenece a los dueños de las heredades confinantes con las
riberas de los ríos el acrecentamiento que aquéllas reciben paulatinamente por efecto de la
corriente de las aguas".

No obstante, según el artículo 367, distinto es el caso de los propietarios de heredades que lindan
con estanques o lagunas pues, en tal caso, no cabe hablar de aluvión ni adquirir por accesión la parte
de terreno que quede al descubierto por la disminución natural de las aguas, por la misma razón que
los dueños de esos fundos no pierden el terreno que se vea inundado en las crecidas extraordinarias.

- Avulsión
Derecho Civil II

Se denomina así al hecho de que sean aportados a un predio ribereño porciones de terreno o árboles,
procedentes de otros predios, arrancados del terreno original por la acción violenta de las aguas, es
decir, no por la acción lenta y constante de la corriente como sería el caso del aluvión.

En este caso, el propietario del terreno al que vayan a parar sólo adquiere por accesión los árboles
arrancados y transportados por la corriente, siempre y cuando el dueño del terreno del que procedan
no los reclame dentro de un mes, pues en tal caso, conserva la propiedad, abonando los gastos
ocasionados por recogerlos y ponerlos en lugar seguro. Sin embargo, cuando lo arrancado por la
corriente de un río, arroyo o torrente es una porción conocida de terreno, el dueño de la heredad a
que pertenecía la parte segregada conserva siempre la propiedad, impidiendo que por accesión el
dueño del predio al que fueron a parar pueda adquirir el dominio de dicha porción. Lo mismo es
aplicable cuando la porción conocida de terreno se traslada a consecuencia de un corrimiento de
tierras.

- Mutación de cauce

Se refiere el artículo 370 del Código Civil a una modalidad de accesión en virtud de la cual, los
dueños de los predios ribereños adquieren la propiedad de los cauces de los ríos que queden
abandonados por variar de forma natural el curso de las aguas, añadiendo el precepto que si el cauce
abandonado separaba heredades de distintos dueños, la parte abandonada acrecerá por igual unas y
otras, de manera que la nueva línea divisoria discurra equidistante. El dominio sobre el cauce seco
se adquiere de forma automática. Es requisito esencial que se trate de cauces de dominio público.

El otro supuesto que se engloba bajo esta modalidad es cuando un río navegable y flotable varía su
dirección, abriéndose nuevo cauce a través de heredad privada, en cuyo caso el Estado adquiere el
dominio sobre este terreno, recobrando la propiedad del mismo el dueño primitivo siempre que las
aguas vuelvan a dejarlo seco, sea naturalmente o por consecuencia de trabajos legalmente
autorizados al efecto (Artículo 372 del Código Civil).

- Formación de isla

Esta modalidad contempla diferentes supuestos. Uno de ellos (artículo 371), atribuye por accesión
la propiedad al Estado sobre las islas sitas en los mares adyacentes a las costas de España y en los
ríos navegables y flotables. Otro supuesto, previsto en el artículo 373 del Código Civil, alude a la
accesión natural de inmueble a inmueble respecto de las islas que se formen por acumulación de
arrastres superiores en los ríos no navegables y flotables, cuya propiedad adquiere el dueño del
predio situado en la orilla más próxima, repartiéndose longitudinalmente por mitad la propiedad,
cuando la isla se encuentra enclavada en la mitad del rio, hallándose consecuentemente a la misma
distancia de dicha isla los predios sitos en los márgenes del rio.

- De mueble a inmueble (accesión artificial):

Esta especie de accesión, también conocida como accesión artificial o incluso como accesión
industrial en bienes inmuebles, en cuanto procede de la mano del hombre, -a diferencia de la
accesión de inmueble a inmueble, producida por obra de la naturaleza- comprende tres casos:
edificación, plantación y siembra en predio ajeno al dueño de los materiales. Su regulación básica
se contiene en el artículo 358 del Código Civil, que dispone que lo edificado, plantado o sembrado
en predios ajenos, y las mejoras o reparaciones hechas en ellos, pertenecen al dueño de los mismos.
Derecho Civil II

Constituyendo principio básico y fundamento de toda accesión, que lo accesorio sigue a lo


principal, en esta modalidad, con carácter general (con la excepción de la accesión invertida) se
considera accesorio lo edificado, plantado o sembrado (cosas muebles), incorporado al suelo
(inmueble), bien principal, con la consecuencia de que el dueño de éste, que ha de ser distinto al que
lo fuera de los materiales, adquiere las cosas muebles incorporadas al suelo (edificio, plantación,
siembra) por accesión -superficie solo cedit- debido a que el suelo es cosa más importante por su
carácter estable y fijo, si bien, para evitar un enriquecimiento injusto del propietario del terreno, la
adquisición obliga al dueño del suelo a abonar al dueño de lo incorporado su valor.

En función de la existencia de buena o mala fe de los respectivos propietarios (del suelo y de los
materiales), y de quién es el que actúa, la regulación legal permite distinguir, en síntesis, las
siguientes situaciones:

- Dueño de terreno que edifica, planta o siembra en suelo propio con materiales ajenos

En caso de buena fe del dueño del terreno; el dueño del terreno en el que por sí o por otro se realice
una edificación, plantación o siembra está obligado a pagar el valor de los materiales, adquiriendo
por accesión la propiedad de lo incorporado (artículo 360 del Código Civil). Según reiterada
Jurisprudencia, el pago es requisito sine qua non para adquirir la propiedad de lo incorporado.

En caso de mala fe del dueño del terreno; además de abonar el valor de los materiales, debe
indemnizar al dueño de estos por los daños y perjuicios (artículo 360). La mala fe del dueño del
terreno existe cuando se edifica, planta o siembra a su vista, ciencia y paciencia sin oponerse.

- Dueño de materiales que edifica, planta o siembra en suelo ajeno, con materiales propios

Con buena fe del dueño de los materiales; se concede al dueño del terreno la opción entre hacer
suyo lo incorporado previa indemnización o obligar al que edificó o plantó a pagar el precio del
terreno, y al que sembró a pagar la renta correspondiente, como si se tratara de un arrendamiento
(artículo 361 del Código Civil).

Con mala fe del dueño de los materiales; se concede al dueño del terreno al que se hizo la
incorporación la facultad de optar entre quedarse con lo incorporado sin pagar nada (artículo 362) u
obligar al dueño de los materiales a retirar, a su costa, la obra, plantación o siembra, devolviendo el
terreno al estado que tenía (artículo 363). La Ley no dice nada respecto de la indemnización de los
perjuicios ocasionados, pero la doctrina la considera compatible.

La mala fe de ambas partes (dueño del suelo y de los materiales) otorga a cada una los mismos
derechos que tendrían de haber actuado de buena fe (artículo 364).

- Edificación, plantación o siembra, en suelo ajeno, con materiales ajenos

Partiendo de la buena fe del tercero, dueño de los materiales, el dueño del terreno debe indemnizar
su valor, pero sólo subsidiariamente, cuando el que los empleó no pueda responder por carecer de
bienes con los que pagar, y siempre que no haya hecho uso por el propietario de la facultad de
exigir al actuante de mala fe la retirada, demolición de la obra o arranque de la plantación o
siembra.

- Supuesto singular: la accesión invertida


Derecho Civil II

La accesión invertida, también denominada "construcción extralimitada" es una institución de


creación jurisprudencial, no contemplada expresamente en el Código Civil, y que ha sido definida
como "toda edificación en suelo que en parte pertenece al constructor y en parte al propietario del
fundo colindante, determinando que lo principal sea lo edificado y lo accesorio la porción de
terreno invadido", dando lugar con ello a que el suelo ceda al edificio y no al contrario (de ahí que
se hable de accesión invertida) como es regla general. En definitiva, se trata de una modalidad en la
cual, el dueño del terreno edifica en suelo que es en parte propio y en parte ajeno, con materiales
ajenos y de buena fe, adquiriendo a resultas de la propiedad del edificio la de la porción de suelo
ajeno en que tal edificio se ha extralimitado.

- De mueble a mueble:

El Código contempla (artículos 375 a 383) tres supuestos: unión, mezcla y especificación.

- Unión

Existe cuando se juntan dos cosas muebles, de diferente dueño, dando lugar a un todo prácticamente
inseparable sin menoscabo de sus componentes. Por ejemplo, una alfombra en la que se han
empleado seda e hilo de oro pertenecientes a distintos propietarios.

Para determinar quién de ambos propietarios es el que adquiere la propiedad del conjunto, se ha de
estar: primero, a lo que hayan acordado; en su defecto, existiendo buena fe, rige la regla de que el
dueño de la cosa más importante lo será también de que se le une, previa indemnización al
propietario de ésta última. En principio, será más importante la principal respecto de la accesoria,
pero si ambas son principales, la de mayor valor será más importante respecto de la de valor
inferior, y si tuvieran el mismo valor, se considera más importante la de mayor volumen. En todo
caso, se considera principal una cosa cuando la otra se le une por adorno o para su uso o perfección.

Sin embargo, no se da la adquisición por accesión a favor del dueño de la cosa más importante o
principal en los siguientes supuestos:

Cuando la unión no es inseparable, pues cada dueño puede reclamar la separación.

Cuando la cosa unida es mucho más preciosa que la cosa principal, en cuyo caso el dueño de la más
preciosa puede reclamar también la separación, aún a riesgos de que se produzca un detrimento en
la principal (verbigracia, cuando a una pequeña alianza de oro de 18 kilates, y un valor en el
mercado de 200 euros se le une un diamante de varios kilates, con valor muy superior).

Mala fe: si concurre en el dueño de la cosa menos importante, la pierde debiendo además
indemnizar los perjuicios.

Si concurre en el dueño de la más importante, el dueño de la otra puede optar entre pedir su valor o
la separación, aún destruyendo la principal, más daños y perjuicios en ambos casos.

Si la mala fe es de ambos, tienen los mismos derechos que si los dos hubieran procedido de buena
fe.

- Mezcla o confusión
Derecho Civil II

Acontece esta figura cuando, sea por voluntad de ambos dueños, o por casualidad, o por decisión de
uno, de buena fe, se mezclan dos cosas de igual o diferente especie, que no cabe separar entre sí sin
menoscabo (dos vinos de diferente calidad, por ejemplo, o dos esencias para formar un perfume).
En este supuesto, la accesión no opera para uno sólo de los dueños, sino que cada propietario
adquiere sobre el conjunto un derecho proporcional atendiendo al valor de las cosas confundidas.

La mala fe de un dueño hace que pierda lo que le pertenecía, además de tener que indemnizar los
perjuicios causados al otro.

La mala fe de ambos se compensa, como es regla general, teniendo los mismos derechos que
tendrían en caso de actuar de buena fe.

- Especificación

Consiste en la realizar una obra de nueva especie empleando en todo o en parte materia ajena (como
ocurre cuando se realiza una estatua de bronce empleando materia prima de otro). También aquí,
existiendo buena fe, se atribuye la propiedad del conjunto al que lo fuera de la más importante,
indemnizando su valor.

Sólo en caso de mala fe de uno podrá el otro optar entre quedarse la obra sin pagar nada o que le
indemnicen la materia o el trabajo realizado, con indemnización de perjuicios en ambos supuestos.

La mala fe de ambos, también se compensa.

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LA OCUPACIÓN
Como modo originario de adquirir el dominio, la ocupación constituye el primero y
más antiguo  de los medios de adquisición de la propiedad, ya que produce sus
efectos independientemente de un derecho anterior de cualquiera otra persona.

Este vocablo derivado del latín occupatio, onis1  que ha sido definido como “ Modo
de adquirir la propiedad de una cosa que no pertenece a nadie o respecto de la que
formula pretensión, por medio de la toma de posesión acompañada de la intención
de convertirse en su propietario ”.

CONCEPTO DE OCUPACIÓN

Es un modo de adquisición de la propiedad.  La ocupación consiste en la


aprehensión material de una cosa sin dueño, tal como ocurre con el animal cazado
o pescado o la colmena de la abejas tomada.

Para que haya posesión de la ocupación se requieren dos condiciones:


Derecho Civil II

La aprehensión de la cosa: debe tratarse de una aprehensión que demuestre la


voluntad o propósito del ocupante de apropiarse de la cosa.

Que la cosa carezca de dueño y de aquellas  cuyo dominio se adquiere por la


ocupación, según las disposiciones de la Ley.

Son susceptibles de posesión privada por ocupación loa animales de caza;  los peces
de los mares, ríos, y  lagos navegables los enjambres de abejas si el propietario no
los reclamare inmediatamente, las conchas, corales y otras sustancias que se
encuentren en el fondo de los mares o que el mar arroje al exterior  sin que
presenten signo de dominio anterior; los tesoros abandonados, joyas u objetos
preciosos que se encuentren sepultados o no haya indicios de quien sea su dueño;
los animales bravíos, salvajes, o  domesticados que recuperen su antigua libertad;
y, de una manera general, cualquier otro objeto voluntariamente abandonado por
su dueño para que se lo apropie el primer ocupante

Accesión de inmueble a inmueble: aluvión, avulsión, mutación


del cauce del río y formación de islas
El supuesto de accesión de inmueble a inmueble viene recogido en nuestro Código Civil en
cuatro supuestos: aluvión, avulsión, mutación del cauce de un río o formación de islas.

 Aluvión

Existe aluvión cuando se aumenta la superficie, el predio o ribera de los ríos al depositar sus
arenas, piedras, etc. A este problema del aluvión responde el artículo 366 del Código Civil que
establece que “pertenece a los dueños de las heredades confinantes con las riberas de los ríos
el acrecentamiento que aquéllas reciben paulatinamente por efecto de la corriente de las
aguas”. 

- Avulsión

Se produce avulsión cuando se aporta a los terrenos ribereños no sólo la arenisca y arrojos,
sino que se agrega porciones de terreno concreta e incluso árboles procedentes de otros
predios. La solución al caso de la avulsión viene recogido en los artículos 368 y 369 del Código
Civil que establecen, respectivamente, que “cuando la corriente de un río, arroyo o torrente
segrega de una heredad de su ribera una porción conocida de terreno y lo transporta a otra
heredad, el dueño de la finca a que pertenecía la parte segregada conserva la propiedad de
ésta”. Por su parte, el artículo 369 del Código Civil establece que “los árboles arrancados y
transportados por la corriente de las aguas pertenecen al propietario del terreno adonde
vayan a parar, si no lo reclaman dentro de un mes los antiguos dueños. Si éstos lo reclaman,
Derecho Civil II

deberán abonar los gastos ocasionados en recogerlos o ponerlos en lugar seguro”.

- Mutación del cauce de un río

Cuando el río cambia puede originar transformación en el cauce del mismo. Habrá que
atender al artículo 370 del Código Civil que establece que “los cauces de los ríos, que quedan
abandonados por variar naturalmente el curso de las aguas, pertenecen a los dueños de los
terrenos ribereños en toda la longitud respectiva a cada uno. Si el cauce abandonado
separaba heredades de distintos dueños, la nueva línea divisoria correrá equidistante de unas
y otras”. 

- Formación de islas

En cuanto a las islas formadas en los mares adyacentes a España y a los ríos fluviales pasa a
titularidad pública. En cuanto a las islas formadas en ríos no navegables, el artículo 373 del
Código Civil establece que “las islas que por sucesiva acumulación de arrastres superiores se
van formando en los ríos, pertenecen a los dueños de las márgenes u orillas más cercanas a
cada una, o a los de ambas márgenes si la isla se hallase en medio del río, dividiéndose
entonces longitudinalmente por mitad. Si una sola isla así formada distase de una margen
más que de otra, será por completo dueño de ella el de la margen más cercana”. Asimismo,
Las islas formadas por dividirse en brazos la corriente dejando una heredad o parte de ellas.
Habrá que atender al artículo 374 del Código Civil que ordena que “cuando se divide en brazos
la corriente del río, dejando aislada una heredad o parte de ella, el dueño de la misma
conserva su propiedad. Igualmente la conserva si queda separada de la heredad por la
corriente una porción de terreno”. 

Concepto, clases y principios que inspiran la accesión


En Derecho Romano, cuando dos cosas pertenecientes a distintos propietarios se unían de
forma que resultaba imposible su separación sin destruir ninguna de ellas, surgía el
problema de determinar en quién se convertía en propietario del producto resultado.

La regla que se aplicaba en Derecho Romano incidía en el hecho de que uno de los


intervinientes actuara de buena o mala fe, o bien, a esta forma de adquirir del dominio se
conocía y se conoce por el nombre de accesión. 
Derecho Civil II

- Naturaleza jurídica de la accesión

En cuanto a la naturaleza jurídica de esta accesión, la doctrina, igualmente, discute, y así, hay
un sector que opina que al no venir recogida la accesión en el artículo 609 del Código Civil no
era un modo de adquirir la propiedad, para esta corriente lo que se produce es una extinción
objetiva de la propiedad que antes se tenía. Sin embargo, la doctrina mayoritaria opina que sí
es un modo de adquirir la propiedad.

- Clases de accesión

En relación a las clases de accesión, podemos distinguir dos grandes grupos: 

+ Accesión por producción

También es llamada discreta. Esta accesión se refiere fundamentalmente al régimen de los


frutos que produce un determinado bien son de propiedad del titular del bien. 

+ Accesión por incorporación continua

Por incorporación, a su vez, podemos distinguir en tres clases de accesión: 

. Accesión de mueble a inmueble. 

. Accesión de inmueble a inmueble. 

. Accesión mueble a mueble. 

El principio general para resolver las cuestiones sobre la accesión es que lo accesorio sigue a lo
principal, lo cual, es caso paradigmático los supuestos de accesión de bien mueble a bien
inmueble. 

http://www.infoderechocivil.es/2014/01/accesion-mueble-inmueble.html
Derecho Civil II
Derecho Civil II

Derecho civil : bienes y derechos reales, Volumen 2


Escrito por Oscar E. Ochoa G.

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