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Es un hecho que desde el inicio de la historia democrática, con la promulgación de la Constitución

Política de 1886, donde quedaron reflejados más deberes (consensuados de forma general) que
derechos, tomando como marco de referencia la Declaración Universal de los Derechos Humanos,
donde los derechos marchan lentamente y no reciben mayor importancia para muchos de los
lideres, donde se evidencia que tuvo que pasar más de un siglo para que se dictaran unas normas
que corrigieran el clamor general de una nación que pedia la diferenciación de los derechos de los
niños y el de los adultos, por ser esta población vulnerable a todos los actores que la rodean, pero
estas leyes fueron insulsas y superficiales, por ende se generaron más problemas que soluciones.

En nuestro país se hacia evidente que el estado intervenia a través de sus instituciones solo
cuando se presentaba una situación anormal y al final se terminaba en muchos casos,
discriminando a los niños, todo esto quiere decir que los gobiernos solo reaccionaban cuando se
presentaban entornos irregulares, o sea cuando los derechos del niño habían sido vulnerados, por
obvias razones no existían políticas de prevención.

Estos paradigmas planteados anteriormente, comienzan a cambiar finalizando la década de los 80,
con un mundo globalizado, dados al cambio, con organismos internacionales involucrados en
temas de derechos humanos y sentando posturas que todos los países utilizan las mismas políticas
publicas incluyentes, debido a ellos nuestro país comienza a tomar medidas respecto a los
derechos de los niños, promulgando el Código del Menor (1989), utilizándolo como una
herramienta para desarrollar políticas encaminadas a mejorar las condiciones de la niñez y la
adolescencia.

En el país se promulga una carta magna, y aprovechado esta coyuntura se decide por parte del
poder constituyente otorgarles plenos derechos y reconocimiento a la comunidad infantil, los
cuales se ven reflejados en el artículo 44 de la Constitución Nacional y siguiendo la misma línea el
articulo 93, consagra que los tratados y convenios internaciones ratificados por Colombia
prevalecen sobre el ordenamiento interno.

La nación adopta este convenio y lo ratifica con la expedición de la Ley 12 de 1991, dos años
después de haber firmado este tratado, es donde comienza a evidenciar la displicencia
gubernamental para los temas que requieren mayor relevancia.

El tratado firmado por nuestro país consta de 54 artículos, la nación al ser firmante del mismo, se
somete a unas obligaciones, las cuales vienen cumpliendo con relativa lentitud. Observando el
articulado que contiene esta convención, hay algunos que se han cumplido de manera eficiente
pero no eficaz, como lo expuesto en el articulo 4 donde expresa que el estado adoptara las
medidas legislativas necesarias para dar efectividad a lo expresado en la convención, dejaron
pasar 15 años para hacer una reforma y crear una nueva ley que estuviera acorde con los artículos
emanados de la convención sobre los derechos de los niños, se expide el Codigo de Infancia y
Adolescencia (2006, Ley 1089/06), una vez queda evidenciado que cumple las obligaciones
adquiridas a medias.

Existen dos artículos que revisten gran importancia en este tratado y en muchos casos se percibe
discriminación, porque se nota por parte del estado que no todos los niños y adolescentes son
iguales ante la ley, el numero 24 donde se expresa que “Todos los niños tienen derecho al disfrute
del mas alto nivel de salud y a servicios para el tratamiento de enfermedades”, además viene con
una serie de directrices, de las cuales llaman la atención: “Combatir las enfermedades y la
malnutrición en el marco de la atención primaria de la salud” y “ Asegurar atención sanitaria
prenatal y postnatal apropiadas a las madres”, cuando se observan datos estadísticos arrojados
por la ONU sobre el incumplimiento con los objetivos del milenio y ratificados por el DANE, se
puede determinar que este es el artículo mas incumplido y violado en nuestro estado, y en
muchas ocasiones se discrimina, existen niños de 1 y 6 categoria y se percibe con mayor énfasis en
zonas urbanas y rurales.

Existen casos de gran preocupación en el país, pero el que ha ocupado mayor atención es el
presentado en el Departamento de la Guajira, según datos del DANE mueren 30 niños al año por
causa de la desnutrición, aunque las cifras que manejan las autoridades indígenas, los cuales son
los que viven la diaria realidad, son aún mas preocupantes, todo esto evidenciando la ineficiencia
estatal para adoptar medidas para que la situación de vulnerabilidad que vive la población infantil
deje de ser tan precaria y se garanticen los plenos beneficios a que tienen derecho.

El articulo 28, es aquel donde la convención hace la alusión a la educación, donde se reconoce el
derecho a los niños y adolescentes a una plena educación, la enseñanza primaria sea gratuita y la
superior accesible a todos, cabe resaltar las políticas implantadas en los últimos años, las cuales
poseen falencias notables, no existe priorización en ciertos derechos fundamentales.

Se debe tomar toda clase de medidas desde un punto de vista orientador y de consulta, toda
nación está obligada a brindarle las mejores condiciones de bienestar a la sociedad, pero no toda
estas situaciones irregulares que se presentan son culpa del estado, la sociedad y la familia
también tienen mucho que ver en la realidad que se vive sobre la vulnerabilidad de los derechos
de los niños y adolescentes.

Otro aspecto para cumplir es mejorar el control y los mecanismos que como estado se posee, es
evidente que se falla en ese sentido y más aún cuando se detectan irregularidades que socaban la
efectiva ejecución o protección de un derecho, con la gravedad si son dirigidos a los niños y
adolescentes, la legislación para ellos debe ser progresiva y tomar correctivos necesarios a que
hallan lugar, una de las herramientas más utilizadas son los estatutos anticorrupción, es evidente
que no han servido y sobre todo en los sectores que más padecen esta falta de castigo sobre la
vulneración de los derechos de niños y adolescentes.

La sociedad y la familia también poseen parte de responsabilidad al no ejercer de manera correcta


la vigilancia a la gestión pública, así que en ocasiones se debe dejar de tomar posiciones críticas y
tomar acciones puntuales, donde hay regiones donde los niños se mueren de física hambre, de 12
millones de niños en edad escolar solo asistan 5 millones a recibir este derecho y no siempre en las
mejores condiciones.
BIBLIOGRAFIA

 http://unicef.org.co/noticias/unicef-colombia-celebra-los-25-a%C3%B1os-de-la-convenci
%C3B3n-sobre-los-derechos-del-ni%C3%B1o

 http://www.semana.com/vida-moderna/articulo-cree-colombia-respetan-derechos-
comunidad-lgt/23994239
 http://www.elheraldo.co/l-guajira/indignacion-en- la-guajira-por-cifras-de-niños-muertos
que presento-santos1079

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